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XVII- Una rica historia que desafía a seguir siendo vivida y escrita
Una rica historia que desafía a seguir siendo vivida y escrita XVII
Recorrer las páginas de este libro, al igual que las de “Una historia para celebrar. Presencia y Memoria de los Misioneros Redentoristas en la ciudad de Rosario”, es situarnos en una historia rica y valiosa que merece ser recordada, contada, escrita y celebrada. Se trata de una historia de vida que, en su línea temporal, abarca 111 años, ya que el 16 de diciembre de 1909se instala en nuestra ciudad de Rosario la primera comunidad de misioneros redentoristas. Reconstruir y recordar el pasado vivido, hace que emerja no sólo la relación de la historia como suceso, y la memoria como custodia y resguardo de lo vivido, sino que permite que el pasado cobre vida en la actualidad. Los contenidos presentados en este material, a partir de la recuperación de la memoria escrita y oral, pone el acento en las experiencias vividas y en los protagonistas activos de esta realidad entusiástica. Los procesos vividos y encauzados, como comunidad parroquial de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, regalan una identidad propia con un ADN en común. Los datos y sucesos de esta vivencia colectiva aportaron y siguen aportando luz para la construcción de la propia idiosincrasia de la comunidad parroquial. Una de las fuentes de acercamiento a esta historia es el testimonio oral, de gran valía y utilidad, a la vez que un lugar importante de comprensión y construcción de esa misma historia. Acercarnos a través de distintas fuentes documentales a la historia vivida en la
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comunidad parroquial de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro es conectarnos con acontecimientos, sucesos, experiencias, sentidos, sentires, anécdotas, vivencias sumamente significativas. Cada persona es una historia viva. Bien sabemos que si hoy somos lo que somos, hay una historia detrás para ello. La historia en general y la de nuestra comunidad parroquial en particular nos permite conocer y disfrutar del camino recorrido. En él se abren ventanas por donde se asoman nombres, rostros y biografías, donde se ven diversidad de paisajes con su densidad y colorido, sus sabores y saberes, por donde se observan desafíos y logros, luces y sombras. Esta historia tan querida y tan valorada, por ser tan nuestra, nos trae narrados eventos que nos permiten conocer lo vivido, a partir de los que fueron sus protagonistas. La historia puede convertirse, para quienes hoy continúan haciendo historia en la comunidad de Ntra. Sra. del Perpetuo, en dinamismo de creatividad y fuente de inspiración. Si la historia es la posibilidad de acercarnos al pasado no es para acrecentar nostalgias, sino para renovar confiadas esperanzas. Mirar el pasado es en función de una comprensión más clara y desafiante del presente. La historia de la comunidad de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, vertebrada transversalmente por relatos nutridos de vida fecunda en humanidad y evangelio, se vuelve formadora de conciencia militante y comprometida por el reino de Dios, en el corazón de un mundo herido. Y a la vez, dicha historia, gestada por quienes nos han precedido en su dinámica solícita y solidaria por construir una sociedad más humana, se vuelve modelo para una acción transformadora. En la certeza de ser convocados a continuar escribiendo la historia rica, bella y apasionante de nuestra comunidad, dejamos que resuenen las palabras expresadas por el Beato Enrique Angelelli, mártir de los llanos riojanos: “Hay que seguir andando nomás”. Y que en función de este acento que nos identifica lo hagamos “con un oído en el pueblo y otro en el evangelio”. Sin dudas, animados y desafiados a seguir escribiendo nuevas páginas en esta historia continuada de la comunidad parroquial del Perpetuo Socorro, las mismas se volverán
nutriente fecundo para quienes sigan en el tiempo trabajando con decisión, responsabilidad y solicitud por ese objetivo.
Y a partir de esta andadura de más de un siglo de presencia redentorista en la ciudad de Rosario y desde un andamiaje que ha hecho posible escribir y vertebrar esta historia que hoy celebramos admirados, contemplamos asociaciones, grupos, y comunidades que han animado opciones pastorales, concretando de este modo desafíos y discernimientos realizados en sus contextos propios.
Acompañar procesos de formación en la fe sigue siendo una clara opción de la comunidad parroquial. Dicha opción, que abarca destinatarios de diversas edades cronológicas, es sostenida y nutrida por la entrega generosa de catequistas, que con dedicación, aprecio y cercanía, proponen los fundamentos de la identidad cristiana y animan a los catecúmenos a una fuerte vivencia comunitaria. La catequesis con sus distintos ámbitos y diversas expresiones es parte de la riqueza pastoral de la vida de la parroquia245 . Los jóvenes han tenido desde siempre un lugar de importante en el corazón pastoral de la comunidad parroquial; ha sido una opción clara y firme que configuró etapas en su andar evangelizador. Diversas propuestas, algunas desde hace tiempo y otras actuales, animan, contienen y acompañan con la misma vigencia la riqueza de una juventud inquieta por seguir a Jesucristo y de hacer de su proyecto un camino vocacional para sus propias vidas. Los jóvenes son un regalo para la comunidad y una oportunidad para renovar la alegría en el servicio y en el seguimiento del Maestro246 .
245 Crónica de la Comunidad de Rosario. Tomo V, pp. 43-45. Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 200-210. 246 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 187-197
Taller de confección de trapos de pisos coordinado por Caritas Parroquial (1996)
La razón de ser de la iglesia es la evangelización y el anuncio favorable de la nueva noticia. Esta razón de ser, nutrida desde la identidad carismática propia de la congregación redentorista, encontró en el dinamismo misionero y en una de sus expresiones, la misión popular, una fuente de inspiración permanente en la comunidad parroquial. Esto llevó a un laicado comprometido a involucrarse con el anuncio misionero, generando un activo protagonismo de menos a más, en estos últimos cincuenta años, en proyectos misioneros247. La propuesta de la Misión Barrial sigue siendo indicativa de una comunidad que se sabe en salida y desafiada a llegar a todas las familias de la jurisdicción parroquial248. La solidaridad propia de una
247 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 152-166. 248 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 152-166. // Cattaneo, A. Op. Cit., pp. iglesia samaritana y la comunión en el servicio solícito ante situaciones de vulnerabilidad social, encontró siempre en la parroquia diversos modos de organización y compromiso. Primeramente fueron las conferencias vicentinas, luego equipos de servicio ante situaciones que la misma realidad requería, como por ejemplo, el flagelo recurrente de las inundaciones de otros años, y últimamente Cáritas, los rostros visibles de una comunidad atenta al prójimo carenciado. Por estos días, la comunidad parroquial sigue ahondando en el espíritu de compromiso por el más necesitado, propio de su rica y desinteresada historia de amor por los demás249 .
Sin duda, la presencia del Espíritu Santo anima la
166-172. 249 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 89-98
vida orante de la comunidad, que encontró, encuentra y encontrará en la celebración de la eucaristía, su mayor fortaleza y su sentido de pertenencia al Buen Pastor y al Amor de los Amores. Oración que se vuelve expresión gozosa y alegre de un Pentecostés continuado en el ámbito de la Renovación Carismática y rumia serena y discernidamente, en el contexto de la lectura orante de la Palabra de Dios. La vida litúrgica, animada por quienes la sostienen, se vuelve guion oportuno, acompañado por diversidad de celebraciones, canto urgido y música acontecida, a través de los musicantores que la nutren y acompañan250. La vocación de servicio, resuena y se expresa eficaz en tantas vidas y manos con historia de amor gratuito, que hacen posible la realización de tareas que hablan de una comunidad corresponsablemente organizada: la atención solícita y responsable en la sacristía, los arreglos florales, la limpieza del templo, el trabajo constante de jardinería en el predio, la silenciosa pero eficaz presencia haciendo posible el funcionamiento de las campanas y el reloj de la torre, la atención de la librería, y otros servicios, hablan del cariño y aprecio de quienes experimentan que la parroquia es como la ampliación y extensión de su propia casa251 .
Las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras son la respuesta de la providencia de Dios a una comunidad que las pide en oración confiada. Obra de Vocaciones Redentoristas252 viene haciéndose presente en la comunidad parroquial desde la década del ‘40. En un número no menor, integrantes de la comunidad parroquial han asumido en su momento el servicio de ser madrinas y padrinos de oración, ya sea de sacerdotes, religiosas, novicios, postulantes y hermanas redentoristas. Actualmente, todos los jueves de mes se ora de un modo particular por las vocaciones, ante la presencia de Jesús, en el santísimo sacramento. La necesidad de compartir y transmitir diversas experiencias vividas y volverlas interés de todos, dio origen a una serie de boletines y revistas parroquiales253, que con formatos diversos y aún con cierta interrupción en la línea del tiempo, hoy siguen teniendo vigencia. El gozo de la integración a la vida de la iglesia a través del bautismo y la dicha de celebrar la alegría de ser hijos e hijas de Dios ha encontrado siempre en los equipos de catequesis prebautismal254 un lugar de animación de dicho acompañamiento sacramental. El deseo de testimoniar la riqueza del sacramento del matrimonio y la experiencia de compartir un Jesús caminando a la par, y a la vez siendo garantía de alianza y fidelidad, encontró a matrimonios de nuestra comunidad parroquial acompañando en jornadas para novios255 a parejas próximas a recibir el sacramento del matrimonio. La realidad de las adicciones que se vuelven una realidad de difícil manejo para sus protagonistas encontró en los distintos grupos de autoayuda un lugar y un ámbito de recuperación, contención, rearmado interior y posibilidad de reinserción social.
Acompañar a las personas enfermas y en situación de vulnerabilidad física es una opción pastoral que siempre ha buscado trabajar la comunidad parroquial. La Pastoral de la Salud, una de las expresiones de la comunidad organizada, tiene puesto su corazón en el enfermo y sufriente en los que se hallan hospitalizados, en los que están en residencias de adultos mayores, en los que residen en sus domicilios; allí está el corazón samaritano de la comunidad. La propuesta de quienes participan de esta pastoral específica es acompañar, solidarizarse e iluminar, desde la palabra de Dios y la fe compartida, la vivencia del dolor, el sufrimiento, la agonía y la muerte. En un espíritu de comunión y colaboración, los ministros de la eucaristía se vuelven presencia de una iglesia solícita, acercándoles la comunión y generando una posibilidad de escucha desahogo y diálogo personalizado a imagen de Jesús Buen Pastor. La Pastoral de la Salud sigue encauzando aquel deseo de Jesús: “estuve enfermo y me vinieron a ver”.
250 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 68-69. 251 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 230-233. 252 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 112-124. 253 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 228-230. 254 Cattaneo, A, Op. Cit., pp. 208-209. 255 Cattaneo, A, Op. Cit., pp. 209-210.
Celebración bautismal (1995)
La advocación de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro encontró en la Cofradía256 que lleva su nombre, instituida en el año 1913, un lugar propio para el conocimiento y expansión de dicha advocación en la amplia feligresía de la parroquia, por ese entonces de Ntra. Sra. de Guadalupe. El cambio de nombre de parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe a Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, producido en el año 1929, ayudó a consolidar definitivamente esta advocación mariana. Cientos de cófrades, mujeres y hombres, se han consagrado por estos años a María del Perpetuo Socorro, reconociendo en ella a quien señala a Jesús como propuesta de seguimiento. Su advocación sigue encontrando en la comunidad parroquial, en el contexto de la Novena Perpetua de los días miércoles, un ámbito para celebrarla y encomendarle la tarea evangelizadora de la iglesia, y en ella el servicio que brindan los misioneros y misioneras redentoristas de quienes madre e intercesora. Preocupada la comunidad parroquial por actualizar propuestas que permitieran un encuentro a fondo con uno mismo, con los demás, con Dios, con la realidad circundante, vio en el proyecto de los llamados Descansos Espirituales257 una iniciativa válida de implementar. Laicos de las comunidades de Salta y Tucumán asesoraron a quienes de entre la comunidad parroquial se interesaron en la propuesta. Una vez adquiridos la metodología y los contenidos, formaron equipos de trabajo, que organizaron y animaron esta iniciativa evangelizadora, que hoy sigue teniendo vigencia.
256 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 50-56. 257 Cattaneo, A, Op. Cit., pp. 81-85.
El acompañamiento de la familia siempre ha sido una fuerte inquietud en la comunidad. Liga de Madres de familia, desde la cercanía a la mujer, esposa, madre y abuela, ha tenido como prioridad a través de ese acompañamiento, llegar al ámbito más próximo de su entorno familiar. Haciendo hincapié en el espíritu de familia, es Familia Redentoristas258 quien brinda la posibilidad de integración a quienes deciden vivir el carisma y la espiritualidad de la congregación redentorista de un modo particular. La evangelización siempre requerirá de medios y recursos para hacerla factible y darle curso. El grupo de teatro de la parroquia supo enriquecer la vida misionera y evangelizadora de la comunidad y actualmente el grupo de títeres aporta un nuevo modo de catequesis y evangelización. Otro aspecto de importancia, que enriqueció y enriquece la vida de la comunidad, es la formación permanente. La misma se genera a través de diversas propuestas sostenidas por laicos y sacerdotes de la comunidad brindando elementos formativos en distintas áreas de interés.
La comunidad parroquial siempre estuvo atenta a la presencia de la congregación redentorista en el mundo y, sabiendo del dinamismo misionero de la misma, siempre acompañó con la oración las nuevas iniciativas llevadas adelante por misioneros redentoristas en otros países. Desde hace dieciocho años, las comunidades que forman parte de la provincia bonaerense en Argentina oran y acompañan la presencia de misioneros redentoristas argentinos, sacerdotes, religiosas y laicos, en Mozambique, África. En la comunidad parroquial de Rosario, el equipo Pro África busca organizar el interés de la comunidad parroquial por dicho emprendimiento misionero.
258 Cattaneo, A. Op. Cit., pp. 85-89.
Integrantes de la comunidad Despertar (2020)
Asesores de la Pastoral Juvenil Vocacional (2020)
Integrantes de la comunidad parroquial: sacristanes y grupo Pro África (2020)
Celebración eucarística en la gruta del la Virgen del Perpetuo Socorro en el jardín parroquial (2020)