Cuaderno de té by margarciavidal

Cuenta la leyenda china que el azar quiso que el emperador Chen Nung descubriese el té cuando una de sus hojas cayó accidentalmente sobre agua caliente. Sin embargo, tuvieron que pasar más de 1500 años para que su magia se instalara definitivamente en occidente. Viajeros y comerciantes fueron los primeros en conocer una bebida que hoy, más que nunca, es casi una forma de vida. Les invitamos a redescubrirla con nosotros. Bienvenidos al apasionante mundo del té.

Setecientos años después de que Marco Polo regresara de su épica aventura por Japón, India, Sri Lanka y el Sudeste de Asia, Fermín Martos, un aprendiz de investigador aficionado a las novelas de aventuras, consigue una beca para investigar el origen y las propiedades del té, al que se declara gustosamente adicto.

Lo que en principio se trata de un mero proyecto de investigación, acaba por transportar a nuestro estudiante a las vivencias del veneciano. Martos, guiado por una especie de inexplicable y mágico instinto, seguirá los pasos de Marco Polo. Lo que descubrirá, cambiará el rumbo de su vida para siempre. Ésta es tan sólo una parte de su cuaderno de viaje…

Día 14: Hangzhóu Llego a Hangzhóu bien entrada la noche. Me emociono al comprobar que Marco Polo estaba en lo cierto, cuando describió la antigua Quinsai como “la más bella y noble ciudad del mundo”. Sus rascacielos y coches de lujo contrastan con la esencia de la China más tradicional, con sus barcazas de madera y sus majestuosos tejados. Me pierdo entre las callejas del barrio de pescadores y me dejo envolver por la oscuridad de la noche, iluminada tan sólo por la luz de millones de farolillos de colores que cuelgan aquí y allá. A un lado y a otro de la calle mi vista se topa con la mirada rasgada de decenas de taberneros que, mediante un amable gesto, me invitan a probar el famoso té verde de Zhejiang. De repente, algo en una de las teterías llama mi atención. Se trata del emblema que cuelga de la puerta. Un cuadrilátero irregular coronado con una especie de estrella. Tengo la impresión de haberlo visto antes… Y sin pensarlo dos veces, penetro en su interior. Dentro, decenas de diminutos dragones de papel decoran la estancia. Mientras los observo, una amable camarera se acerca a mí y me muestra el principal ingrediente de la infusión que voy a tomar. A simple vista no parecen más que hojas de té cuidadosamente enrolladas en forma de pequeñas perlas. Para mi sorpresa, nada más introducirlas en agua caliente, las perlas estallan como pequeñas bombas de pólvora que me recuerdan al asombro que debió sentir Marco Polo al presenciar por primera vez la fuerza del poderoso explosivo. Como resultado, surge una infusión dorada cargada de destellos verdes, cuyo aroma me recuerda al frescor natural del jardín de la casa de los abuelos. Nada más probarla, una sensación de bienestar me invade. Cierro los ojos y casi puedo saborear la esencia de menta y hierbabuena que acompañaba los deliciosos bizcochos de mis primeras meriendas junto al abuelo. A cada merienda le acompañaba una taza de té, y a cada taza de té, la leyenda de un intrépido aventurero. Gracias a él conocí a Marco Polo y comencé a soñar con dejar mi huella en la Historia. Abro los ojos. Ante mí, la misteriosa chica me observa atentamente. Parece adivinar mi pensamiento. ¿Es realmente posible?...

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Té verde gunpowder

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Green Tea / Té verde Té verde gunpowder con hojas de hierbabuena y aroma

Características

Se elabora a partir de hojas jóvenes que se marchitan ligeramente. Posteriormente se produce la fijación por calor (hasta 70ºC) con la que se desactiva la enzima polifenol oxidasa y así detener la oxidación. Se enrolla en forma de pequeñas bolitas (semejantes a pequeñas balas de pólvora), se seca y se envasa.

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Origen Hunan (China) Cantidad por taza 2 g Temperatura 80ºC Tiempo de infusión 3 minutos Cafeína por taza 33 mg Polifenoles por taza 140 mg

Notas de cata

Infusión de color verde amarillento. Aroma vegetal y el frescor característico de la hierbabuena. Sabor ligeramente salado, a vegetales cocidos y hierba recién cortada. Final mentolado y fresco. Astringencia alta y textura media.

Día 17: Nanping He madrugado muchísimo para coger el autobús que me llevará a la antigua ciudad de Saianfu. Llevo casi seis horas sentado en la misma posición, absorto en la lectura del desgastado ejemplar del “Libro de las Maravillas” de Marco Polo que encontré entre las cosas del abuelo. “Puedes quedártelo”, había dicho la abuela, “tú también serás un gran descubridor”. ¿Qué querría decir con eso?, me pregunto. Fuera está lloviendo a cántaros y yo acabo de leer el episodio de las catapultas. Con suerte, llegaré a Xiangyang antes del mediodía, y podré contemplar el bullicio de una de las últimas ciudades chinas en rendirse al poder del Gran Khan. El autobús frena de improviso. Al parecer, las lluvias torrenciales han inundado gran parte de la provincia de Jianxi y el conductor no puede continuar. Como ruta alternativa, cogeremos una carretera hacia el sur, y atravesaremos parte de la provincia de Fujian. Un nuevo pensamiento cruza mi mente. ¿No eran las altas montañas de Fujian el origen del té blanco que tanto le gustaba al abuelo? Decido abandonar mi propósito de llegar hasta Xiangyang y bajo en la primera estación. Enseguida descubro que el azar ha guiado mis pasos hasta Nanping. Sus avenidas y edificios me advierten de que se trata de una ciudad moderna, pero no por ello ha abandonado sus tradiciones. Rápidamente localizo un salón de té y tomo asiento frente a una de sus pequeñas mesas. Allí, todo es paz y sosiego. Hay algo en este lugar que me resulta realmente familiar. Por primera vez en mi aventura, siento que estoy en casa. Ajeno a mis sensaciones, un enigmático anciano parece iniciar algún tipo de ritual y vierte un poco de agua sobre una especie de tetera blanca de porcelana que sitúa sobre el fuego. Al contrario de lo que esperaba, lo retira antes de que pueda hervir e introduce el agua en otra tetera, esta vez azul, en la que aguarda una preciosa colección de brotes y hojas tiernas, que en contacto con el agua caliente da lugar a una bebida cálida y aromática. Pasados unos minutos, el anciano devuelve la mezcla a la tetera blanca, y la sirve sobre una tacita caliente. Su color ámbar claro es casi hipnótico, y su aroma a fruta fresca envuelve toda la estancia. Su sabor me transporta años atrás, a las tardes de verano junto al peral y al manzano de la casa de los abuelos. Qué extraño. Un misterioso secreto detrás del sabor de una taza de té me traslada por segunda vez a la niñez durante mi aventura. Pero… ¿Por qué?

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Té blanco Pai Mu Tan White Tea / Té blanco Té blanco Pai Mu Tan, trozos de pera, trozos de manzana y aroma de manzana.

Características

Es el té más natural. Se elabora con brotes y una o dos hojas jóvenes y tiernas. Se cosechan muy cuidadosamente para evitar su oxidación aunque en ocasiones puede sufrir una leve oxidación natural. Las hojas se marchitan (evaporación de parte del agua y concentración de jugos), se secan y se envasan. Origen Fujian (China). Cantidad por taza 1,5 g Temperatura 75-85ºC Tiempo de infusión 3 minutos

Saborear té blanco es como dar un buen mordisco a una pieza de fruta fresca en una calurosa tarde de verano.

Cafeína por taza 48 mg Polifenoles por taza 143 mg

Notas de cata

Infusión de color ámbar claro. Aroma frutal y a té. Sabor a vegetales cocidos, suave y con final dulce y frutal. Astringencia nula. Textura fina.

Día 25: Formosa He conocido a alguien. Se llama Clarisse, y aunque es francesa, vive desde hace seis años en la isla de Taiwán. Más o menos desde que la multinacional en la que trabaja su padre le ofreciera un puesto como directivo que no pudo rechazar. Ahora Clarisse está en el continente finalizando sus estudios de Arquitectura. Hace un par de días me dio la mala noticia: el curso ha terminado y debe volver a su casa en Taiwán. Sabemos que lo nuestro es imposible, y que yo pronto volveré a España. Aun así, decidimos poner el broche a nuestra pequeña vida juntos y me invita a conocer la antigua isla de Formosa. Todavía con el viejo Libro de las Maravillas en el bolsillo, me siento como Marco Polo surcando el Mar de China con una misión: la de conducir a una dama hasta su nuevo destino. Él lo hizo por órdenes del Gran Khan. A mí me guía un sentimiento nuevo, que desde hace días me impide comer y dormir, y cambia la expresión de mi cara por la de un bobo a todas horas. Clarisse vive con su padre en una preciosa casa alejada del tumulto de la ciudad. Juntos cultivan lo que llaman un jardín secreto, en honor a los tiempos en los que el té oolong sólo podía ser tocado por el emperador y tan sólo sus oficiales podían cultivarlo. Sonrío al recordar que el abuelo también llamaba así a su pequeño huerto. Enseguida me ofrecen una taza y no puedo resistirme. Sus hojas, enrolladas, son de un característico color verde azulado. Tras unos minutos en el agua caliente, se expanden y dan lugar a una infusión de color intenso y reflejos verdosos que siempre me recordarán a la mirada infinita de Clarisse. Su aroma me transporta a la primavera, y su sabor a fruta fresca y un ligero toque de vainilla, a los sabrosos postres de mi niñez. Contemplo a Clarisse y pienso en Marco Polo. Ya sé lo que es mirar a los ojos a una princesa.

Té oolong

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Oolong Tea / Té Azul Té oolong.

Origen Formosa Cantidad por taza 1,8 g Temperatura 85-95ºC Tiempo de infusión 5 minutos Cafeína por taza 49 mg Disfrutar del té oolong es como acariciar por primera vez la piel de la persona que amas.

Polifenoles por taza 128 mg

Características

También llamado té azul por el característico color verde azulado de sus hebras. Se trata de un té parcialmente oxidado (entre un 20% y un 80%, a decisión del productor). Tras la cosecha se realiza un marchitado de las hojas en dos etapas: una en el exterior al sol y otra en el interior. Se cuartean suavemente para que se rompan los bordes de las hojas y comience la oxidación. Cuando se consigue el nivel de oxidación deseado esta se detiene mediante el proceso de fijación, aplicando calor. Posteriormente se seca y se envasa. Notas de cata

Hojas de color verde azulado. Infusión de color intenso y reflejos verdosos. Aroma floral y sabor dulce a fruta fresca y notas dulces de vainilla. Textura aterciopelada y astringencia nula.

Día 32: Dispur Dejo Taiwan con los ojos llenos de lágrimas. He prometido a Clarisse que la llamaré en cuanto aterrice en la Península de Kathiawar, pero para eso aún faltan muchas horas. Las necesarias para sobrevolar el sur de China y hacer escala en la provincia de Assam. De nuevo, he retomado mi aventura tras los pasos de Marco Polo. Me gusta pensar que para ambos, La India será una de nuestras últimas paradas antes de volver a casa. En el viejo aeropuerto de Dispur, centenares de viajeros corren de un lado a otro cargando con pesados equipajes y hablando a voces en lenguas que jamás he escuchado. Llevo más de seis horas observando el ajetreo sin perder de vista el panel de salidas cuando escucho el mensaje por megafonía. Mi vuelo ha sido cancelado. Después de tantas horas de viaje, casi no puedo creerlo. Por suerte, la compañía aérea ofrece a los viajeros pasar la noche en un modesto hotel de Dispur. La habitación es sencilla, pero cuenta con un pequeño balcón desde el que puedo observar la vida nocturna de la ciudad. Acabo de llegar y ya me embelesan sus gentes, la profundidad de sus miradas, el colorido de sus túnicas. Sé que debería quedarme aquí y descansar, pero no puedo evitar salir a tomar el aire y sumergirme poco a poco en sus calles, abarrotadas de hombres y mujeres que las recorren a pie o en bicicleta. La estampa me recuerda a una vieja fotografía que encontré entre las cosas del abuelo, junto al Libro de las Maravillas. ¿De dónde habría salido?, me pregunto. Recorro un par de metros más, y llego a un pintoresco mercadillo en el que carnes, telas, verduras y especias deleitan por igual la vista y el olfato. Pronto, un delgaducho chiquillo se acerca y me ofrece una infusión por un par de rupias. Acepto encantado y observo cómo vierte el agua caliente con gran maestría sobre unas oscuras y enrolladas hojas de té. Pasados unos minutos soy capaz de respirar su aroma, que me recuerda a los alegres jazmines que decoraban la entrada de la casa de los abuelos. Lo mismo ocurre con el sabor de la infusión, que se ha teñido de un intenso color cobre amarronado, como las piezas de madera que tan cuidadosamente tallaba el abuelo en su taller. De niño, mi favorita era la de un dios hindú con cabeza de elefante, que todavía corona el gran mueble del comedor. ¿Por qué el abuelo tallaría precisamente esa figura?

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Té negro con jazmín Jasmine Tea / Té & Jazmín Té negro, flores de jazmín y aroma.

Características

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Origen Assam (India) Cantidad por taza 2 g Temperatura 80-90ºC Tiempo de infusión 5 minutos Cafeína por taza 59 mg Polifenoles por taza 152 mg

Tras la cosecha, las hojas de té se marchitan y se enrollan. No se produce la fijación, por lo que en este proceso de rompen las células, la enzima polifenol oxidasa reacciona con el oxígeno y los polifenoles y se produce la oxidación de las hojas. Las hebras secas adquieren así ese característico color negro amarronado. Posteriormente se seca y se envasa.

Notas de cata

Infusión de color cobre amarronado. Aroma malteado y floral a jazmín. Sabor astringente y levemente a madera, intensamente floral. Textura fina y astringencia media.

Día 45: Dali La aventura ha terminado. Escribo el final de mi cuaderno de viaje en la recepción de mi último hotel en Dali, la Caragian de Marco Polo, mientras espero el taxi que me llevará al aeropuerto. He pedido a un camarero una taza de té puerh de Yunnan. Creo que es la despedida perfecta de mi viaje. Además, me ayudará a templar la desazón que siento por dentro, a calmar la tristeza que me obliga a pensar si tantos kilómetros han merecido la pena. Al fin y al cabo, Clarisse ya no está a mi lado y yo sigo siendo el mismo estudiante perdido y desorientado, incapaz de encontrar el rumbo de mi vida. El té ha llegado. Observo el interior de la taza, y veo una infusión de color marrón rojizo, de la que emana un delicioso aroma a frutos rojos y madera húmeda. Una vez más, me inunda el enigmático recuerdo de volver a ser un niño. Entonces, y capitaneado por mi abuelo, recogía frutas silvestres que luego la abuela transformaría en compota, mientras mis hermanas y yo jugábamos al escondite en la leñera. Casi puedo identificar el olor a tierra y madera húmeda de aquellas tardes… Al probar la infusión me invade su sabor a frutos rojos, dulce a la vez que ligeramente terroso. Miro el reloj. Todavía hay tiempo para degustar la cálida bebida, mientras llego al final del Libro de las Maravillas que me ha acompañado durante toda mi aventura. De repente, advierto la presencia de unas anotaciones tomadas a lápiz en la última hoja del libro. Es la letra del abuelo. ¿Cómo no he podido darme cuenta antes?, me pregunto. Ansioso, comienzo a leer, y de repente, lo comprendo todo. La desazón y la tristeza han desaparecido por completo. En su lugar, siento una inmensa fuerza, un poderoso sentimiento que me indica que he encontrado mi camino. Y sí, el viaje realmente ha merecido la pena. El taxi ya está aquí. Es hora de marcharse. Tengo unas ganas infinitas de volver a casa, y muchas preguntas que hacerle a la abuela. Pero no sin antes volar a Formosa. Tengo que encontrar a Clarisse. Es hora de cultivar nuestro propio jardín secreto.

Té rojo Pu Erh

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Reunión de Amigas Té rojo, hibisco, malva flor, frambuesas, arándanos, grosellas y aroma.

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Origen Yunnan (China) Cantidad por taza 2 g Temperatura 85-95ºC Tiempo de infusión 5 minutos Cafeína por taza 59 mg Polifenoles por taza 91 mg

Características

Se elabora con hojas y brotes de árboles de té antiguos de variedad assámica y exclusivamente en la provincia de Yunnan. Se elabora como el té verde pero una vez procesado se humedece o pasa por vapor y se almacena en condiciones cálidas y húmedas. Este proceso provoca la fermentación (similar al que provocan las levaduras en el vino) y modifica las características del té.

Notas de cata

Infusión de color marrón rojizo. Olor dulce, a frutos rojos y fondo de tierra y madera húmeda. Sabor ligeramente terroso y a frutos rojos y final dulce. Textura fina y baja astringencia.

Querido Fermín, Si estás leyendo esto, significa que ya no estoy con vosotros. Aun así, no debes estar triste. Si has llegado hasta aquí, eso quiere decir que mis enseñanzas no cayeron en saco roto, y que te has convertido en el muchacho que siempre supe que serías. Tengo que confesarte algo. Éste es un libro mágico. Mágico, sí. No me tomes por loco. Tiene el poder de ayudar a quien lo lee a encontrar su camino. Yo mismo lo encontré gracias a él hace ya casi sesenta años… Estaba perdido y decidí seguir el rumbo de Marco Polo para encontrar el mío. ¡Y vaya si lo hice! Aquel viaje cambiaría para siempre el resto de mi vida… En Hangzhóu recogí la fuerza que necesitaba para mi aventura. Fue en una vieja tetería en el barrio de pescadores. En la entrada colgaba un precioso emblema, que no dudé en reproducir sobre la puerta de nuestra propia casa. En Nanping encontré la amistad gracias a un viejo tabernero de quien aprendí el ritual del té. En Formosa conocí a tu abuela. Ella era una estudiante de intercambio que investigaba la historia de los jardines secretos del emperador. Juntos regresamos a España, y decidimos cultivar el nuestro propio. En la India conocí el poder de la fe, y decidí no perder jamás la confianza en mí mismo. Como recuerdo, tallé una pieza en madera que simbolizaba al dios Ganesha, y su imponente cabeza de elefante. En Yunnan acabó mi viaje, pero empezó mi vida. Allí decidí que escribiría estas líneas, aunque entonces desconocía todavía quién sería su destinatario. Hoy, ya lo sé. Querido Fermín, no pierdas nunca la fuerza, no olvides el poder de la amistad, no renuncies a la magia del amor, y jamás abandones la confianza en ti mismo. Sólo así encontrarás tu propio camino. Tu abuelo

Pharmadus, nuestra esencia en infusión

Como el protagonista de este cuaderno de té, Fermín Martos, nosotros también fuimos aprendices una vez. Y lo seguimos siendo, cada día es una página nueva que escribir, un libro nuevo que leer. Nos hicimos reales una tarde de verano de 2006. La semilla que en 1.956 habían plantado los “mayores” de la familia Escudero Rubio había dado sus frutos y era hora de dar el siguiente paso. Un nuevo capítulo de nuestro particular “Libro de las Maravillas”. Porque es realmente eso lo que significa para nosotros nuestro trabajo. Estudiamos la naturaleza, las plantas, sus propiedades. Las mimamos y las mezclamos de modo que se conviertan en una fuente de beneficios para nuestra salud, para nuestro bienestar, para hacer mejor nuestra vida. Y guardamos todos sus secretos en bolsitas. En muchas bolsitas, a decir verdad, porque en cada una descubrimos sensaciones diferentes, momentos nuevos que vivir y que compartir. Y es que quién nos iba a decir cuando escribíamos la primera página del libro de Pharmadus, que para vivir nuevas e increíbles experiencias no nos iba a hacer falta saltar en paracaídas, sino que las íbamos a encontrar dentro de una infusión. Desde el principio nos hemos propuesto ESCUCHAR. Escuchar lo que nos dice la naturaleza, ESCUCHAR los sabios consejos de nuestros padres que antes estuvieron al frente de La Leonesa y Manasul y que son las empresas que hoy nos han hecho ser quien somos. ESCUCHAR a las personas que apuestan por nosotros, que disfrutan de nuestras infusiones. Sus gustos, sus necesidades… ESCUCHAR a nuestro equipo. Personas profesionales escogidas entre las mejores personas. Talento e ilusión a partes iguales. ESCUCHAR a los nuevos tiempos y ser parte de la innovación tecnológica al servicio de la calidad, del mercado internacional en el que trabajamos. Uno de los objetivos que nunca perdemos de vista en Pharmadus es ser modernos sin dejar de lado la esencia más tradicional. Porque no todas las modas pasan de moda y nuestra materia prima, las plantas, envuelve una sabiduría milenaria que es y siempre será actual.

Con nuestra selección de tés e infusiones Lateterazul unimos las mejores cosechas de algunas regiones del mundo con notas sutiles de hojas, frutas, flores y especias. Conseguimos así mezclas sofisticadas y aromas únicos que son capaces de dar vida y color a momentos inolvidables junto a un buen té. HELPS es el fruto de los más de 50 años de experiencia y dedicación de nuestra familia al mundo de las plantas y la fitoterapia. Una completa selección de fórmulas naturales que actúan sobre nuestro organismo allí donde más lo necesitamos. Incluidos los más pequeños de la casa, que tienen infusiones especialmente pensadas para que su paladar disfrute de ellas mientras sus cuerpecitos se benefician de sus propiedades. Fermín nos cuenta en este cuaderno cómo emprendió su viaje siguiendo, sin saberlo, los pasos de Marco Polo. Encontró a la que se convertiría en la piedra angular de su vida, Clarisse, antes de saber tan siquiera lo que buscaba para su vida. Y como años atrás habían hecho sus abuelos, se comprometió a crear con ella un “jardín secreto” que sellara para siempre su destino y su amor. Así es nuestra historia. Encontramos sin buscarlo nuestro destino entre el aroma de las plantas de nuestra tierra. Y desde allí volamos al mundo con la mente puesta en aprender todo lo posible para que nuestras infusiones fueran nuestro modo de vida. Hoy no entendemos la vida sin ellas, sin el sabor del té, sin la paz de una infusión de rooibos. Y así pasamos los días con los pies en nuestra sede de Camponaraya (León) y los ojos en el mundo entero. Una empresa joven, moderna, innovadora y dinámica como Pharmadus tiene que ser así. Una empresa dispuesta a escuchar el mensaje del té y a seguir los pasos de Marco Polo. Nos vemos en el viaje.

CONSOMÉ CON TÉ OOLONG Y DUMPLINGS DE SHIITAKE, por Marta’s Kitchen

PREPARACIÓN Para hacer el consomé: precalentar el horno a 200 grados y colocar las alitas de pollo en una fuente. Rociarlas con la leche en polvo y hornearlas hasta que estén muy doradas.

INGREDIENTES (4 personas) Para el consomé: 2 bolsitas de TÉ OOLONG LATETERAZUL 500 g. de alitas de pollo 200 g. de muslos de pollo 2 cucharadas de leche en polvo 250 g. de champiñones 2 cucharadas de vinagre de arroz Sal y pimienta Para los dumplings: 12 obleas de wonton 5 g. de aceite de oliva virgen 2 cebolletas 150 g. de setas shiitake 1 cucharada de salsa de soja 1 cucharada de vinagre balsámico Sal y pimienta

Picar mientras las cebollas y los champiñones y saltearlos en una sartén. Cuando las alitas estén listas, trasladarlas a una olla a presión junto con las verduras salteadas, los muslos de pollo, el vinagre, medio litro de agua, sal y pimienta. Cocinar en la olla a presión a fuego bajo durante 90 minutos. Dejar enfriar, refrigerar y retirar la capa de grasa que se habrá formado una vez transcurridas unas horas. Para el relleno de los dumplings: picar las cebolletas y las shiitake y rehogarlas a fuego medio. Salpimentar y añadir la salsa de soja y el vinagre. Dejar enfriar y rellenar las obleas. Antes de servir el consomé, cocer los dumplings en agua hirviendo durante 2 minutos. Y por último, infusionar el consomé con 2 bolsitas de TÉ OOLONG de Lateterazul también durante 2 minutos.

MELÓN, SALMÓN Y CECINA, por Marta’s Kitchen

PREPARACIÓN Preparar el TÉ BLANCO Lateterazul. Dejar reposar por 2 minutos y enfriar a temperatura ambiente. Colocar el melón, el té y unas gotas de zumo de lima en una bolsa y cerrarla al vacío, para que el té penetre en el melón. Dejar marinar durante 2 horas. Colocar el salmón también en una bolsa al vacío con una cucharadita de ralladura de naranja, unas gotas de zumo de lima y una pizca de sal. Marinar durante 10 minutos. INGREDIENTES (8 canapés) 3 bolsitas de TÉ BLANCO Lateterazul 1 rodaja de melón tipo cantalup cortado en dados 200 g. de salmón fresco cortado en dados 2 lonchas de cecina 2 limas 1 naranja Sal y pimienta Aceite de oliva virgen

Por último, freír la cecina en una sartén sin aceite hasta que quede muy crujiente. Secarla con papel de cocina y cortarla en tiras. Para montar los canapés: colocar un dado de melón, sobre él uno de salmón y coronar con una tira de cecina.

Mai-Tea-Chai Coctel&SenseS by Rubén Hermoso

Mojito sin alcohol con chocolate blanco Coctel&SenseS by Rubén Hermoso

INGREDIENTES 1 bolsita de Masala Chai de Lateterazul 6 cl. de ron Zumo de media lima 1 cl. de sirope de azúcar 1,5 cl. de Cointreau Zumo de piña 1 ramillete de hierbabuena y 1 hoja de piña

PREPARACIÓN Maceramos en coctelera ‘Boston’ 6 cl. de ron y una infusión de Masala Chai de Lateterazul que habremos preparado previamente. Añadimos el zumo de media lima, 1 cl. de sirope de azúcar y 1,5 cl. de Cointreau. Agitamos y vertemos en un vaso bajo con hielo pilé. Completamos con un top de zumo de piña, una hoja de piña y un ramillete de hierbabuena.

INGREDIENTES 1 bolsita de MENTA de Lateterazul Soda ½ lima en gajos 5 cl. de sirope de chocolate blanco Hielo picado

PREPARACIÓN En un vaso de mojito colocamos una bolsita de MENTA de Lateterazul y ½ lima en gajos, y maceramos hasta extraer el jugo de la lima. A continuación retiramos la lima. Añadimos el sirope de chocolate blanco, maceramos y mezclamos. Echamos el hielo picado y la soda y removemos con una cucharilla. Completamos con hielo picado y soda hasta el borde.

Desde Pharmadus, nuestro más sincero agradecimiento al trabajo desinteresado de la Cátedra de Química Agrícola de la Universidad de Castilla-La Mancha. A su responsable, Gonzalo L. Alonso, y especialmente a Manuel Carmona, sin cuyo entusiasmo este proyecto no habría sido posible.