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Economía circular: nada se destruye, todo se aprovecha, transforma y reutiliza
FERNANDO BRÍTEZ
Ya sea orgánico o tecnológico, toda materia prima, producto o artículo se debe poder aprovechar, reutilizar, transformar y prolongar su vida útil. De esto se trata la economía circular. Esta revolucionaria propuesta insta a optimizar y utilizar de manera eficiente los recursos naturales y los residuos. Esta acción permitiría a las naciones un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, en los aspectos ambiental, económico y social.
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La economía circular es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía y otros) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Se trata de implementar una nueva economía, circular —no lineal—, basada en el principio de "cerrar el ciclo de vida" de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.
DESDE EUROPA
Varias fueron las escuelas de pensamiento que aportaron “piezas” al engranaje de lo que hoy se conoce como economía circular. Pero tomó forma luego de la creación de la Fundación Ellen MacArthur.
Esta fundación lleva el nombre de una deportista británica, que se preparó física, mental y logísticamente para hacer la vuelta al mundo en un velero. Ella debió ser muy eficiente en el uso de los recursos que podía llevar para alimentarse durante el tiempo de esa travesía. Ahí se dio cuenta del ineficiente consumo humano de los recursos.
A partir de ese momento, mediante alianza con otras organizaciones, se creó la fundación. Esta empezó a sostener investigaciones más profundas de cómo se podía aplicar el consumo eficiente en la práctica y de cómo poder llevar eso al campo empresarial e industrial. En 2012, publicó un documento sobre cuáles serían las bondades, los beneficios y la aplicación de la economía circular en Europa, en cuanto a generación de riqueza y mano de obra.
En el 2015, el Parlamento Europeo aprobó un plan —a corto, mediano y largo plazo— de implementación y aplicación de la economía circular, para esa región de Europa.
EN PARAGUAY
El boom que se vive en Paraguay y la región en relación a este tema tuvo su inicio entre 2010 y 2012, mediante las acciones de la Fundación Ellen MacArthur.
Antes, aquí en Paraguay no existía ninguna documentación o información sobre economía circular, hasta que —en una reunión con un par de amigos— les propuse crear una organización local, para impulsar los principios de ese concepto, porque consideraba como algo importante y estratégico para el país, teniendo en cuenta nuestro contexto económico, social y ambiental.
Así fue que en 2018 nació Kora Paraguay (kora significa “círculo” en guaraní), para dar impulso y hacer conocer lo que es economía circular. La intención principal fue que más personas, emprendedores, empresas, instituciones públicas y privadas se interesen en lo que es economía circular.
En estos últimos años hemos visto un gran avance y mayor interés en el tema, tanto de parte de las instituciones públicas como de empresas y emprendedores, que se enfocan en desarrollar su modelo de negocio ya bajo este concepto.
DIAGRAMA DE LA MARIPOSA
Dentro de lo que es economía circular, se habla de dos etapas, representado en el Diagrama de la Mariposa, que divide los materiales en dos partes: la biológica y la técnica o tecnósfera.
La parte biológica tiene que ver con los materiales orgánicos o biodegradables. Por ejemplo, de los residuos generados a nivel local (ya sea Asunción, Área Metropolitana o incluso de la región), aproximadamente el 50% son residuos orgánicos (alimentos no consumidos, cáscaras de frutas y verduras, residuos de vegetales) que se tiran a la basura.
Acá en nuestro país también tenemos aún abundante vegetación, pasto y árboles en el patio de nuestras casas. Los restos de poda y cortes de césped generan residuos, pero son biodegradables. Sin embargo, al mezclarse con otros tipos de materiales, como aceites y demás, es muy difícil poder reutilizar ese tipo de materiales. Entonces, una de las formas de reutilizar esos restos es haciendo un compost dentro de la propia casa, para luego poder reaprovecharlo como abono para el jardín.
COMPOST Y BIOGÁS
Hay otros procesos más tecnológicos que tienen que ver con la biometanización. Es la producción de biogás, a partir de la descomposición de la materia. Todo lo que sea residuo orgánico, en su proceso de descomposición, genera gases, que se pueden recuperar.
Uno puede tener sistemas de generación de biogás domiciliaria, con el cual puede reemplazar total o parcialmente al gas licuado de petróleo. Este proviene de una fuente fósil, no renovable, con límite de uso y que además tiene que ver con una fuente de generación de gases de efecto invernadero, que a su vez produce los cambios climáticos, cuyas consecuencias actualmente vemos en la región, incluyendo a Paraguay. La sequía y los focos de incendios tienen mucho que ver con esos cambios climáticos.
Fernando Brítez
Licenciado en Ciencias Geográficas, con Maestría en Agroindustria y Desarrollo Rural. Especialista en Políticas Públicas, Gestión Pública, Gestión Integrada del Agua, Gestión Ambiental, Gestión Integrada de Residuos Sólidos y Economía Circular. Fue profesor en la Universidad San Carlos y la Universidad Columbia del Paraguay. Trabajó en el sector público y es fundador de la ONG Kora Paraguay. Consultor del BID en economía circular y consultor nacional para la elaboración de la Hoja de Ruta de Economía Circular de Paraguay. Miembro de la Plataforma de Economía Circular de las Américas, Circular Economy Club y del International Society for the Circular Economy.
Con los residuos orgánicos también se pueden generar calor y energía eléctrica, que se pueden reutilizar en las industrias que necesiten una fuente energética para su producción.
TECNÓSFERA
Luego, la otra parte del Diagrama de la Mariposa tiene que ver con el ámbito tecnológico o la tecnósfera, que es como se denomina a esa “ala” relacionada con los materiales técnicos, que son aquellos productos que se generan a partir de los recursos extraídos de la naturaleza: vidrio, metales, aluminio, cobre, bronce, que se utilizan para una infinidad de equipos electrónicos, que sirven para facilitar la vida cotidiana. Esos son recursos que también se deben usar de manera mas eficiente y eficaz.
A modo de ejemplo, hay personas que tienen dos a tres celulares, en forma simultánea. Hoy en día, la generación de internet y el uso de las tecnologías de la información demuestran que parte de nuestro trabajo está vinculado a la tecnología, que también evoluciona, ya sea por obsolescencia programada o por la necesidad de avance de esas tecnologías.
CONTRA LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
A propósito, la economía circular busca acabar con la obsolescencia programada. En la actualidad, periódicamente se lanzan al mercado nuevas versiones de equipos tecnológicos. Por ejemplo, nuevos modelos de celulares, más tecnológicos o avanzados, obligando a descartar el anterior. Entonces, esos equipos que se descartan se vuelven residuos.
Para recuperar, reprocesar y reaprovechar estos equipos, se debe tener la logística necesaria.
La economía circular busca que esos productos permanezcan en uso el mayor tiempo posible, mediante el mantenimiento oportuno. Que, en el caso de los celulares, por ejemplo, se lograría si se cambia solo sus partes obsoletas por otras más avanzadas, sin necesidad de tener que cambiar todo el teléfono. Así se podría hacer un mejor uso de ese equipo y prolongar su vida útil.
Otra forma de optimización es el compartir recursos. Por ejemplo, una persona que no es carpintera necesita hacer un trabajo de carpintería y para el efecto requiere un taladro. Sin embargo, utilizará esta herramienta solo una o dos veces. Por lo mismo, no necesita comprarla, puede alquilar o compartir su uso. Esa es una manera de aprovechar ese equipo.
Hoy día existen plataformas digitales, a través de las cuales se pueden alquilar equipos y pagar por las horas de servicio o días de uso. Esta es una forma de utilizar la economía circular, en el día a día.
Pero, ¿qué pasa en los casos de equipos que ya no se pueden usar de forma compartida? Se puede “recauchutar”. Consiste en desarmar las partes de un equipo y reutilizar sus piezas en otro.
Por ejemplo, se descompuso el micrófono de mi teléfono. En vez de comprar un teléfono nuevo, uso una parte o un repuesto de otro equipo usado, remanufacturado, para poder hacer el recauchutado de mi equipo, con lo que prolongo la vida útil de mi teléfono, sin necesidad de comprar uno nuevo, que también me costaría mucho más caro.
ÚLTIMA INSTANCIA
Si ya no hay forma de hacer una remanufactura a un equipo, ya no se puede mantener, compartir o recauchutar, se recurre a la última instancia dentro del sistema de economía circular: el reciclaje.
Reciclar para reprocesar o transformar un producto. Es decir, emplear el material en desuso como materia prima para crear otro producto.
Pero dentro del proceso de reciclaje también se gasta mucha energía, agua y otros, lo que nuevamente lleva a un mal uso de recursos. Por eso, el reciclaje es la última instancia dentro de la economía circular.
En cambio al reprocesar, remanufacturar, recauchutar o compartir, el impacto ambiental es mucho menor.