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El humano desafío de emprender

Por: Jaime Egüez

Jaime Egüez es fundador y CEO de TEISA Paraguay, y también de otras importantes empresas nacionales e internacionales. Reconocido empresario con más de 30 años de experiencia en el rubro de las Telecomunicaciones. Actualmente es Presidente del Club de Ejecutivos del Paraguay y forma parte del directorio de otras importantes organizaciones. Cuando me invitaron a aportar en la revista Emprender, como Presidente del Club de Ejecutivos, decidí aceptar esta consideración. Pues luego de casi cuatro décadas de emprender muchísimos proyectos, y tener la bendición de ver nacer algunos y hoy verlos en plena producción, mucho nos satisface. Y más aún cuando hoy mismo lanzamos al mercado tantas iniciativas como grupo.

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Tras reflexionar, he decidido que mi aporte debe enfocarse en compartir la razón que nos mueve a realizar la tarea más gratificante a la que un ser humano puede aspirar. Esa tarea es crear. Crear prosperidad, generar ilusión, esa energía que mueve a la acción, puesto que con ello es casi como aspirar a crear la vida misma. Sí, les confirmo que crear un proyecto es crear vida. Y aquí quiero instalar la primera idea que deseo se grabe en vuestros corazones, a todos los que lean esta reflexión. Les animo a creer sobre todo en vuestra potencialidad. Crean en sus semillas y no la asocien solo a sus posibles productos, porque esto es un error. La semilla que debe germinar y crecer hasta alcanzar la plenitud de los grandes árboles son ustedes mismos.

Primero deben estar convencidos de ser ustedes la semilla que prosperará aún en las condiciones más duras, más extremas. Es así, porque ustedes tienen un propósito en sí mismos. Poseen algo que pocos en la Tierra tienen en su ADN. Y es la capacidad de no rendirse en sus propósitos.

Ahora, establecido esto, donde sí deben trabajar es en los cinco principios fundamentales para que ustedes —como semillas— lleguen a cumplir vuestro propósito: la idea que sirva para crear algo sublime, algo por encima de todo. Los que triunfen podrán tener como regalo y legado ver cómo generan dignidad por medio del trabajo de muchas personas. Familias, proveedores, y toda una estructura que a través de esa idea podrá tener acceso a principios básicos de la humanidad.

La enseñanza de los cinco principios la escuché de uno de los mayores emprendedores mundiales de alimentos, quien —desde una sencillez digna de admiración— es una de las cinco figuras más influyentes en Europa. Me encantó cuando me dijo que para llegar a tu propósito debes tener, en este orden, primero ideas creativas “distintas”, luego conocimiento sobre lo que vas a impulsar, acompañado de una ilusión y amor a lo que realizas. Y que seas capaz de transmitir a tu equipo, ya que debes contar con el grupo de colaboradores que no solo entiendan tu propósito, sino que lo potencien con su capacidad. Y, por último, el punto más importante que es disfrutar de lo que haces porque el esfuerzo debe ser constante.

Después de todo reflexioné que en mi vida no he trabajado, sino que me he divertido intensamente en todo lo que he hecho. Me he cansado sin duda, pero he disfrutado de cada hora de esfuerzo. Estos cinco principios les ayudarán a consolidar sus procesos, y mi consejo es que los pongan todos juntos como una guía de sus emprendimientos.

Muchos de los que asumimos nuestro desafío de crear empresas debemos entender que fallar es un proceso necesario para conseguir superarnos, ajustar, aprender. Y aquí debo expresar que en 38 años de haber iniciado mi jornada de creer en la semilla que estaba dentro de mí, he pasado por 8 proyectos, de los cuales 3 han salido adelante.

En los que he fallado tuvo su origen en haber incumplido alguno de estos principios. Experimenté una quiebra técnica a los 27 años por fallar en el equipo humano que me acompañaba, fui extorsionado por una parte del sistema financiero, pero a la vez ayudado por otra con más ética en sus principios.

También creí en el potencial de llevar capacidad del Paraguay a otros países. Y de ahí nació la empresa en Centroamérica donde estamos dando batalla. Hicimos redes de personas, apostamos al talento humano de Paraguay, estamos creando un hub de innovación para emprendedores. Pero sobre todo creí en mi capacidad de aglutinar y potenciar a otras personas en mi visión.

Entendí lo que había sentido Cristóbal Colón cuando se embarcó hacia lo que él sabía que estaba al otro lado del océano. Sentimos una sensación de incertidumbre, pero con una enorme cantidad de “certezas que uno mismo las maneja”.

A ustedes, todos los que hoy están emprendiendo, héroes de este difícil tiempo, les comparto que vuestra tarea puede parecer imposible para muchos, pero ustedes la harán posible simplemente porque vuestra idea es imprescindible para la humanidad.

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