2 minute read

Excursión al Jerez islámico

Next Article
Las Matrioshkas

Las Matrioshkas

Llegamos a Jerez temprano por la mañana y el autobús nos dejó justo enfrente del alcázar de Jerez. Allí nuestro profesor nos explicó un poco sobre el edificio y sobre la Jerez musulmana.

Nos explicó para qué servía este recinto amurallado y además de las actividades se realizaban allí. Luego nos contó la importancia social que ejercía en su época de los baños árabes. En él, entraban los hombres y las mujeres por separado.

Advertisement

El alcázar estaba situado en el ángulo sudeste de la muralla, y tiene torres y puertas para defenderlo. Se levantó en el siglo XII y es de los pocos ejemplos de arquitectura almohade que existen en la Península.

En ese tiempo, Jerez era una de las ciudades más importantes de la baja Andalucía y llegó a tener 16.000 habitantes. Del alcázar original se conservan: las dos puertas, la mezquita, los baños árabes, la torre octogonal y el pabellón del patio de Doña Blanca, que está a los pies de esta torre.

Tras ver el alcázar, continuamos nuestra visita dando un paseo y viendo algunos monumentos como la catedral de Jerez, donde hicimos una foto de grupo.

Tras explicarnos la catedral, iniciamos un paseo hasta llegar a la Iglesia de San Lucas, donde hicimos también una parada. Esta iglesia fue construida en la época medieval, sobre el siglo XV, y tuvo varias modificaciones durante el barroco. Es de estilo mudéjar, pero debido a los grandes cambios experimentados durante la segunda quincena del s. XVIII, su

interior se podría clasificar como principalmente barroco.

Después, llegamos a la Plaza del Mercado, donde esperamos hasta que entramos en el Museo Arqueológico.

Al entrar nos empezaron a explicar la historia de algunas figuras y columnas romanas que estaban justo al entrar en este pequeño patio. Después nos contaron la historia del edificio, de cómo fue primero la casa de un comerciante y posteriormente se transformó en una escuela.

Acto siguiente proseguimos nuestra visita dirigiéndonos a una exposición sobre unos hallazgos de huesos de personas pertenecientes a la época de los visigodos.

Continuamos pasando por una exposición de platos de cerámica (ataifores) y objetos pertenecientes al periodo del califato de Córdoba y de la dinastía de los Omeyas. Un ataifor es un plato hondo representativo de la vajilla andalusí. Su estilo decorativo se conoce como verde y manganeso. El color verde es el que representa a Mahoma, el blanco a la dinastía de los Omeyas y el manganeso es el negro que se usa para delimitar los colores anteriores.

Otro aspecto a destacar de la visita fue la parte de la exposición que nos enseñaba cómo era una casa musulmana, sus partes y que se hacía en ellas. Las casas musulmanas tenían baño (las personas hacían sus necesidades en un agujero en el suelo), cocina, despensa y dormitorios.

Al final de la visita hicimos un taller que consistía en elaborar

ataifores, decorándolo nosotros mismos con diseños como los de verdad. Los pintamos y nos los llevamos a casa.

En el taller también elaboramos unas escrituras arábigas con yeso, que significaban “felicidad”.

Después de eso nos dirigimos hacia el autobús e iniciamos nuestro regreso al instituto.

This article is from: