Más Mujer Austin - Mayo de 2020

EL PASO QUE SIGUE:

Editorial

Director General Mario Tapia Directora Administrativa Marcela Rodarte Dirección de Arte Tollhaus / Lyna Castañeda Colaboradores Nereida Ramirez Marmolejo Johns Hopkins Medicine Reporte Austin (ISSN Pendiente), Volúmen 7, Número 11, mayo 2020.

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VIVIENDO EN LA ERA DEL COVID19.

Parecen años desde que estábamos recibiendo el 2020. Aquella época en la que sólo un puñado de personas en todo el mundo habían escuchado la palabra coronavirus.

Por Mario Tapia Reporte Austin

Algunos enfermos en una ciudad de China estaban apenas entendiendo los síntomas de una enfermedad que habría de cambiarlo todo en el resto del mundo. Mientras tanto, todos los demás estábamos recibiendo el 2020 con la misma esperanza sobre los meses por venir. Parecen años.

Hemos aprendido lo posible sobre el coronavirus en tiempo real, conforme las cosas iban sucediendo, con el anuncio de nuevos casos, en más lugares, cada vez más cercanos. La tecnología y el internet han provocado que la información sobre esta enfermedad y este virus se de casi al mismo paso que los científicos y que los inventos de las teorías de la conspiración. Así, lo primero que supimos fueron sobre los tres síntomas más importantes: fiebre, tos y dificultad para respirar. Ahora sabemos que pérdida de apetito u olfato, escalofríos, cansancio extremo o hasta lesiones en los pies pueden también ser muestras de la enfermedad. Con la rapidez de semanas, ahora sabemos que hay personas que no tienen síntomas, pero que están enfermas y pueden contagiar a otros. Al principio no era recomendable usar cubrebocas, ahora es casi obligatorio.

Hay cosas que sabemos ahora que nos pueden ayudar a tomar mejores decisiones.

Pero hay otras variables que aún permanecen desconocidas. ¿Cuándo estará lista una vacuna? ¿Las personas que se han recuperado

son inmunes a la enfermedad por un tiempo o para siempre? ¿Es buen momento para que los negocios reabran? ¿El virus disminuirá en el verano por el aumento de temperatura? ¿Habrá una nueva ola de contagio en otoño? ¿Cuándo volverá la vida a la normalidad?

En general, la pregunta que podría englobar todo lo anterior es: ¿Qué sigue?

¿QUÉ SIGUE? Como lo hemos establecido antes, pensar en el futuro próximo o lejano en estos tiempos es muy complicado dadas todas las variables de la enfermedad que aún desconocemos.

Sin embargo, varios expertos se han dado a la tarea de discernir, con lo que hoy sabemos, lo que podemos esperar para los siguientes meses.

La clave de todo es una vacuna. Sabemos que hay muchos laboratorios en este momento en una carrera por encontrar una vacuna que ayude a que las personas no se contagien. El apoyo de gobiernos y de empresas privadas para que esto ocurra, con seguridad hará que la creación y distribución de la vacuna sea la más rápida en la historia de la humanidad. Pero eso no significa que sea pronto. Para poner las cosas en perspectiva, lo más rápido que se ha podido crear una vacuna ha sido en cuatro años. No saltarse pasos importantes puede ser la dife-

La vacuna debe pasar por varias etapas de pruebas en animales y luego en seres humanos para descartar efectos secundarios que podrían causar más daño que bien.

Reporte Especial

Lo más importante, por tanto, es que el número aumente lo menos posible en ambas categorías. Y esto sólo se puede lograr haciendo lo que hemos venido haciendo durante este tiempo: distanciamiento social, uso de cubrebocas, higiene y mantenerse en casa lo más posible.

rencia, pues no queremos que el remedio sea peor que el mal. La vacuna debe pasar por varias etapas de pruebas en animales y luego en seres humanos para descartar efectos secundarios que podrían causar más daño que bien. Así que aunque hay quien dice que la vacuna puede llegar antes de finales de año, hay otros que aseguran que esto no va a suceder sino hasta el 2021 o 2022.

Pero supongamos que la vacuna está lista y aprobada lo más pronto posible, lo más probable es que las primeras dosis vayan directamente a los más afectados, aquellos que están hospitalizados o en considerable riesgo. El lograr que la vacuna esté disponible para los más de 300 millones de estadunidenses o los más de 1 millón de personas que residen en el Centro de Texas será un reto que, una vez más, llevará tiempo.

Esto significa que el virus continuará infectando personas. Es de esperar que durante todo ese tiempo, el número de casos positivos siga aumentando en nuestra región, así como el número de muertos.

Lo más importante, por tanto, es que el número aumente lo menos posible en ambas categorías. Y esto sólo se puede lograr haciendo lo que hemos venido haciendo durante este tiempo: distanciamiento social, uso de cubrebocas, higiene y mantenerse en casa lo más posible.

Todos recordamos con cierta nostalgia aquellos tiempos en los que al vernos, nos saludábamos de mano, abrazo y beso. Pero el dejar de hacerlo, ha ayudado mucho a evitar la propagación del virus y a disminuir el

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Reporte Especial número de contagios. Por ello, es muy probable que esa fraternidad no regrese pronto. Además, el uso de cubrebocas se convertirá en algo cotidiano, aún y cuando no hay penalidades para personas que no los usen.

Pero la “sugerencia” de usarlo en mayores de 6 años cuando están en público irá volviendose en la “normalidad” para los próximos meses.

PRUEBAS Y MÁS PRUEBAS La forma más segura para no contraer coronavirus es permanecer todos en casa.

Pero eso es imposible de lograr en la realidad.

Los cierres de negocios en todo el país han causado un problema económico serio con números impactantes de personas en el desempleo. Ningún programa o plan de asistencia del gobierno o de organizaciones sin fines de lucro ha logrado verdaderamente satisfacer la demanda de familias que no pueden pagar su hipoteca, renta, cuentas o alimentos. En definitiva, tarde o temprano se tiene que reactivar la economía.

Las autoridades, por tanto, han decidido entrarle a un “experimento” social que un ingeniero español que reside en Silicon Valley ha llamado “El Martillo y el Baile”. Tomás Pueyo afirma que el gobierno debe de tomar el martillo para que las personas permanezcan en casa y se cierren negocios y escuelas. Pero entonces, como una forma para reactivar la nueva normalidad, debe de abrir la pista de “baile” y dejar que algunos salgan. Si hay demasiadas personas en la pista y comienzan a contagiarse, entonces hay que usar de nuevo el martillo y volver a cerrar, para semanas después volver a abrir la pista. Prácticamente eso es lo que ha empezado a hacer el gobierno de Texas desde que ordenó la reapertura de ciertos negocios. La idea es analizar si hay un aumento incontrolable de contagios y de personas que requieran hospitalización para determinar si se sigue con la pista abierta y se invita a más bailadores o se vuelve a cerrar. Y para esto, es fundamental contar con pruebas para saber cuántos hay enfermos

Para esto, es fundamental contar con pruebas para saber cuántos hay enfermos -con síntomas pero especialmente cuántos sin síntomas-, y cuántos se contagian durante la reapertura.

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Hasta el cierre de esta edición, en Texas se habían realizado poco más de 500 mil pruebas, lo que representa alrededor del 1.5% de la población del Estado. con síntomas pero especialmente cuántos sin síntomas-, y cuántos se contagian durante la reapertura.

El gobierno estatal y el federal han puesto sus miras en incrementar el número de pruebas.

Y aunque aún están lejos de su promesa de que toda persona que quiera realizarse una prueba, lo podrá hacer -todavía no hay tantas disponibles-, sí ha habido un aumento importante en las últimas semanas. Pero todo parece insuficiente. Hasta el cierre de esta edición, en Texas se habían realizado poco más de 500 mil pruebas, lo que representa alrededor del 1.5% de la población del Estado.

De esas pruebas, alrededor del 8 por ciento resultaron positivas. De ellas, más de 1,000 han perdido a vida.

Así que hacen falta más pruebas para detectar no sólo a personas que estén contagiadas, pero incluso es importante conocer el número de personas que ya tuvieron la enfermedad y que por no tener síntomas o tener síntomas leves nunca se realizaron un examen.

Aquí entra otra teoría que ha sido discutida por expertos y en redes sociales -aunque parezca oximoron. Las personas que se enfermaron y que ya se han recuperado podrían ser inmunes a contraer de nuevo la enfermedad. Aún no sabe con certeza si este argumento es cierto o por cuánto tiempo, pero algunos expertos consideran que de ser así, los inmunes podrían ser esenciales para reactivar la economía.

Algunos incluso han afirmado que podría darse una carta o pasaporte de inmunidad con lo cual esas perso-

Reporte Especial nas podrían ingresar a eventos sociales, de entretenimiento o deportivos. Esta teoría resulta preocupante porque también podría incentivar el que personas se contagien para poder, en caso de sobrevivir a la enfermedad, contar con los beneficios de ser inmune. Como sea, es probable que el hacernos pruebas, incluso frecuentemente, aún a pesar de no presentar síntomas, sea parte de una nueva normalidad.

LA FUERZA DE LOS HISPANOS No es casualidad que, al menos en el Centro de Texas, casi la mitad de las personas que han dado positivo por coronavirus, sean hispanos.

Algunas personas podrían afirmar que es porque no han hecho caso a las instrucciones de permanecer en casa, distanciamiento social o higiene. Algunos incluso siguieron publicando en redes sociales las fiestas que continuaron haciendo con amigos y familiares.

Y algo puede haber de verdad en ello.

Pero la realidad puede ser una muy diferente.

Los hispanos son los que más han estado en la línea de batalla. Y es que son los que trabajan en las industrias consideradas como esenciales. La construcción, los campos, en la cocina de restaurantes, en el área de limpieza de hospitales, oficinas y residencias.

Muchos son conductores de tráilers, plomeros, electricistas, instaladores de techos, vendedores de vehículos. Todos ellos fueron parte de los trabajadores esenciales y que

Los hispanos son los que más han estado en la línea de batalla. Y es que son los que trabajan en las industrias consideradas como esenciales. no tuvieron mucho poder de decisión sobre si quedarse en casa o seguir trabajando. Un gran número de hispanas e hispanos trabajan en el sector salud, muchas y muchos de ellos recipientes de DACA, y que han hecho un maravilloso trabajo para sacar adelante a este país durante esta emergencia. El poder hispano sigue hablando y es una historia que se tiene que contar.

La nueva normalidad no ha promovido el valorar ese trabajo. Por tanto, es tarea nuestra, de todos, lograrlo, reconocerlos.

Porque vamos a salir de esta emergencia, vamos a salir triunfantes, a vivir en un mundo distinto al que esperábamos cuando el 2020 apenas estaba naciendo. Pero lo haremos a base de esfuerzo, dedicación, trabajo y responsabilidad. Nos vamos a seguir cuidando y saldremos adelante con la fuerza de los hispanos.

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austincc.edu

Educación

La felicidad en la infancia Por Nereida Ramírez Marmolejo Licenciada en Psicología

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Educación La complejidad de las emociones positivas: felicidad.

Al saludarnos es usual que las personas nos pregunten, ¿Cómo estás? Y la respuesta que suele acompañar a la pregunta es, “Bien”, pocas personas responderían con un “estoy feliz”. Incluso en la película de Disney titulada “Intensamente”, no se muestra ninguna emoción que represente la felicidad, en cambio tenemos al personaje Alegría quien está presente en los recuerdos felices de esta cinta.

Las personas que se orientan a ser más sociables, a mantener una estabilidad emocional y a reaccionar de manera adaptativa a situaciones negativas o estresantes, muestran mayor satisfacción tanto en la infancia como en la adultez.

La felicidad entonces podría percibirse como la sensación de “estar bien” o de “bienestar”, pero cada etapa vital tiene sus propios retos que implican diferentes criterios para determinar el bienestar y la satisfacción.

Debido a que la felicidad es subjetiva, la Psicología Positiva se ha encargado de ofrecer explicaciones para el desarrollo del bienestar y la felicidad. Dentro de los estudios realizados por esta ciencia, se ha encontrado que los adultos creen que la mayoría de los niños son más felices que ellos.

Y es difícil que un niño pudiera confirmar o negar esta creencia, porque carecen de la experiencia y el grado de comprensión necesaria. Esto presupone que la mayoría de los adultos forman esta creencia en base a su propia experiencia, es decir que fueron felices en esa etapa. ¿Pero cómo podemos garantizar que esto sea un hecho, que los niños de ahora sean los adultos del mañana que recuerden una infancia feliz?

Causas del bienestar en la infancia.

Es claro que lo que nos hace felices a los 10 años, no puede ser igual que a los 40 o a los 80. Hay factores que influyen en la felicidad de manera similar a cualquier edad, como el nivel socioeconómico que sólo impacta de manera significativa en los casos de pobreza,

o los rasgos de personalidad, que son determinados en alguna medida por nuestra carga genética.

En este sentido las personas que se orientan a ser más sociables, a mantener una estabilidad emocional y a reaccionar de manera adaptativa a situaciones negativas o estresantes, muestran mayor satisfacción tanto en la infancia como en la adultez.

La responsabilidad social de facilitar el bienestar, se logra promoviendo la satisfacción de las necesidades básicas, como lo son: la buena alimentación, el ejercicio físico y descansar adecuadamente, ya que los menores de edad aun no tienen un papel activo dentro de estas actividades.

La pieza clave para la educación en el bienestar.

Los padres al ser la primera relación afectiva, son fundamentales para el bienestar infantil debido que ayudan a la construcción del mundo en el que van a interactuar, pudiéndoselo mostrar como un lugar hostil y lleno de peligros o un lugar bondadoso. Enseguida veremos los cuatro errores en los que suelen caer al momento de satisfacer las necesidades de los niños y llevarlos a su bienestar.

• En primer lugar, hay que entender la amplitud que abarca las necesidades del infante. Con fre-

Adoptar un estilo parental sobreprotector tiene el efecto contrario ya que limita el desarrollo de la autonomía y la sana autoestima cuencia se les da más prioridad a las necesidades de, supervivencia, fisiológicas y materiales.

Pero cubiertas estas necesidades, el apoyo extrínseco, como lo es la cantidad monetaria que se invierte en estas o la presencia física de los padres, no parecen tener mayor relevancia. En cambio, el apoyo intrínseco, es decir, manifestarles que son queridos, apreciado o dedicar tiempo a su cuidado tiene mayor impacto en su bienestar.

• En segundo lugar, los padres llegan a confundir satisfacer las necesidades afectivas, siendo sobreprotectores. Adoptar un estilo parental sobreprotector tiene el efecto contrario ya que limita el desarrollo de la autonomía y la sana autoestima. Por

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Educación otra parte este estilo de crianza, se vincula en la adolescencia con la probabilidad de desarrollar síntomas de depresión y al manejo del chantaje emocional, culpabilización, entre otros empleos de control anormal entre padres e hijos. Desarrollar la autonomía, promueve la responsabilidad y el orgullo por los propios logros, así como la oportunidad de dar cariño y no sólo recibirlo, esto se puede obtener responsabilizando a los niños del cuidado de sus mascotas.

Por otra parte, no se da el suficiente valor a las relaciones entre iguales. Creyendo que las necesidades socioafectivas son satisfechas con la convivencia parental y olvidando que las relaciones con pares, contribuyen de manera insustituible al bienestar y aprendizaje de habilidades sociales que no se pueden obtener de las relaciones asimétricas de adultos y niños. Dentro de estas relaciones de iguales, la de los hermanos ocupa un lugar muy especial, ayudando al entendimiento de las emociones, las interacciones y en la expresión del pensamiento.

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Pero el mayor riesgo social, es confundir la satisfacción de las necesidades con la intolerancia a la frustración. Ya que se interpreta en ocasiones que promover la felicidad entre los niños es darles lo que quieran evitándoles sentirse mal. Los eventos momentáneos de satisfacción, no crean el bienestar. Enseñarles a regular sus emociones aprendiendo de la tolerancia, de la comprensión y de la manifestación y expresión de las emociones negativas, que se acompañan cuando no se obtienen lo que desean, en el momento que lo desean. Para esto es clave la formación que brindemos a los niños dentro de los 2 a 3 años de edad, puesto que en esta edad los niños van desarrollando sensibilidad a sus necesidades y a los límites que favorecen el autocontrol de estas necesidades.

Por último, hay que recordar que como padres contribuimos a la felicidad de nuestros hijos, ayudándoles a adaptarse a cada etapa de su vida, comprendiendo sus emociones y haciéndolos responsables de sus metas.

Hay que recordar que como padres contribuimos a la felicidad de nuestros hijos, ayudándoles a adaptarse a cada etapa de su vida...”

Guía De Recursos Comunitarios

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Salud

LA LACTANCIA MATERNA CON EL CORONAVIRUS Son muchas las preguntas y preocupaciones que existen sobre la enfermedad del coronavirus (COVID-19).

Entre ellas, las madres se preguntan si es seguro amamantar a su bebé si tienen la COVID-19.

Por Johns Hopkins Medicine

Sabemos que la leche materna proporciona protección contra muchas enfermedades.

Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que no se recomienda la lactancia materna.

Es comprensible que las madres primerizas tengan preguntas sobre qué es lo mejor que deben hacer durante la pandemia del

¿Muestran los estudios que el virus se detecta en la leche materna de madres infectadas con la enfermedad del COVID-19?

En el presente artículo, no hay informes que indiquen que el virus que causa la COVID-19 se haya detectado en la leche materna.

Asimismo, otros virus respiratorios no han sido transmitidos en la leche materna. Por ejemplo, el síndrome respiratorio agudo grave (SRAG; o SARS-CoV, por sus siglas en inglés), un virus similar, no ha sido detectado en la leche materna.

COVID-19. Tenemos algunas respuestas a preguntas comunes sobre la lactancia materna recomendadas por Melanie Newkirk, dietista y nutricionista registrada y directora clínica de Servicios Nutricionales y Lactancia del Hospital All Children’s de Johns Hopkins, la Dra. Julia Johnson, especialista en neonatología en el Centro Infantil de Johns Hopkins y la Dra. Anna Sick-Samuels, especialista en enfermedades Si una madre ya ha estado infecciosas pediátricas en el Centro Infantil de amamantando, ¿debería continuar amamantando si comienza a Johns Hopkins.

¿Qué debe saber sobre el coronavirus una mujer que está amamantando?

Aunque la lactancia materna es, en definitiva, una decisión personal, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia de Medicina de la Lactancia (ABM, por sus siglas en inglés) recomiendan que se administre leche materna a los bebés, incluso si están infectados por la COVID-19.

sentir síntomas asociados con la COVID-19?

La ABM sugiere que si una madre ha recibido confirmación de tener la COVID-19, o tiene síntomas y está siendo investigada, debe aislarse de los demás, incluso de su bebé, para reducir el riesgo de transmisión. La ABM recomienda que una madre que está amamantando puede optar por una de estas dos opciones: • Proporcionar un suministro continuo de leche materna extrayendo la leche con un sacaleches de lactancia materna; o 2020 · MAY /

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Salud

Las piezas de la bomba de extracción de leche nunca deben colocarse directamente en el lavamanos y deben limpiarse lo antes posible después de extraer leche.

• Permitir el contacto entre la madre y el bebé para las sesiones de lactancia, con las debidas precauciones.

¿Deberían las madres que ya estaban amamantando y han contraído la COVID-19 ser separadas de sus bebés mientras están infectadas con el virus y dar a sus bebés leche materna extraída en lugar de alimentar al bebé con el pecho?

La separación entre una madre que tiene la COVID-19 y su bebé es una decisión que debería tomar un equipo de atención médica o un especialista y, por lo tanto, se basa en muchos factores, entre ellos la salud de la madre y del bebé. Si la madre y el bebé pueden permanecer juntos, se recomienda la lactancia materna. En este caso, los CDC recomiendan que la madre use una mascarilla y una buena higiene de manos antes y después de dar de mamar.

¿Qué pasa si una mujer con la COVID-19 da a luz?

Según las recomendaciones de los CDC, si

Aunque el bebé no se amamante en el pecho, las madres deben lavarse las manos antes y después de la extracción de leche.

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una madre con COVID-19 da a luz en el hospital, el bebé podría ser separado temporalmente de la madre para reducir el riesgo de transmisión de COVID-19 al recién nacido. Durante este tiempo de separación, se recomienda alimentar al bebé con leche materna extraída. Una vez que los síntomas de la madre mejoren, y ella y el bebé estén listos para volver a casa, la madre seguirá las mismas pautas anteriores, ya sea utilizando leche extraída o permitiendo el contacto entre la madre y el bebé para la lactancia (con la madre usando una mascarilla y practicando la higiene de las manos). El equipo médico ayudará a orientar a la madre sobre la mejor manera de continuar la lactancia materna en el hogar de transición.

¿Qué es lo mejor que puede hacer una madre si tiene que aislarse del bebé?

Si la madre y el bebé están temporalmente separados, se recomienda a la madre que se extraiga la leche materna y alguien más, como una enfermera, alimentará al niño. Aunque el bebé no se amamante en el pecho, las madres deben lavarse las manos antes y después de la extracción de leche. La superficie de la encimera o la mesa que se utiliza para la extracción de leche debe limpiarse con un producto desinfectante. El exterior del sacaleches debe limpiarse siguiendo las instrucciones del fabricante, tanto antes como después de la extracción. Las piezas de la bomba mamaria de extracción de leche deben limpiarse después de cada sesión de extracción según las instrucciones del fabricante: desmontarlas, enjuagarlas, limpiarlas con líquido lavavajillas en una palangana utilizada sólo para limpiar los artículos de alimentación

del bebé, y enjuagarlas otra vez. Las piezas de la bomba mamaria pueden limpiarse en un lavavajillas si son lavables en el mismo.

Las piezas de la bomba mamaria deben desinfectarse al menos una vez al día siguiendo las instrucciones, utilizando una bolsa de vapor, hirviendo durante 5 minutos, o en un lavavajillas con configuración de esterilización.

Las piezas de la bomba de extracción de leche nunca deben colocarse directamente en el lavamanos y deben limpiarse lo antes posible después de extraer leche. Las piezas de la bomba mamaria deben colocarse en un paño de cocina limpio o en una toalla de papel y deben dejarse secar al aire completamente antes de guardarse. Limpie bien la palangana y el cepillo para botellas (si lo utiliza) con agua y jabón después de cada uso, o límpielos en un lavavajillas si se pueden lavar en uno, y déjelos secar al aire.

Consejos de seguridad para la lactancia materna con COVID-19 A las madres con COVID-19, o que muestren síntomas de enfermedad, se les recomienda que tomen las siguientes precauciones cuando amamanten a su bebé o se extraigan la leche materna.

• Evitar a las personas que están enfermas.

• Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar (usar el codo doblado es una buena técnica), desechar cualquier pañuelo usado inmediatamente y lavarse bien las manos.

• Usar una mascarilla para cualquier contacto, incluyendo el amamantamiento del bebé en el pecho.

• Lavarse bien las manos durante al menos 20 segundos o utilizar un desinfectante a base de alcohol que contenga entre el 60% y el 95% de alcohol antes y después de la alimentación (tanto la alimentación al pecho como la extracción de leche).

Lavarse bien las manos cuando estén visiblemente sucias.

• Limpiar y desinfectar la encimera, el exterior del sacaleches y el kit de extracción como se ha descrito anteriormente.

Salud

• Si la madre ha tosido o estornudado sobre su pecho descubierto, debe limpiar la piel que puede entrar en contacto con el bebé o con el sacaleches.

• Limpiar y desinfectar otras superficies que el bebé pueda tocar.

Esta información se basa en lo que sabemos actualmente sobre el COVID-19 y la transmisión de otros virus respiratorios. Para obtener más información sobre la lactancia materna con la COVID-19, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Para más información sobre la COVID-19, visite hopkinsmedicine.org/coronavirus. Para consejos generales sobre la crianza de bebés y niños pequeños, incluyendo la lactancia materna, visite HopkinsAllChildrens.org/ parenting.

EL CONTENIDO FUE REPRODUCIDO CON EL PERMISO DE LA OFICINA DE MERCADEO Y COMUNICACIONES DE JOHNS HOPKINS MEDICINE. NO SE PERMITE REUTILIZACIÓN NI REIMPRESIÓN ADICIONAL. LA INFORMACIÓN PRETENDE EDUCAR AL LECTOR Y NO ES UN SUSTITUTO DE CONSULTAR CON UN MÉDICO.

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