EDITORIAL
Cada vez se habla más de educación en cultura, como orientación creciente que dota a los programas de una mayor capacidad de conexión y transformación de la realidad y por tanto, mayor capacidad de justificación social.
Si hay un ámbito que se ha transformado dentro de la gestión de los proyectos culturales ha sido la relación con el receptor final del mismo. El mero espectador ha pasado a poder ser creador, cómplice, partícipe, agente, productor, mecenas,....y todo ello revolucionando el panorama con áreas como didáctica, pedagogía, públicos, visitantes,.... Para adentrarnos en este laberinto, y poder entender al fauno, el Máster en Gestión Cultural de la Universidad Carlos III de Madrid se pone en manos de Susana Gómez y de Javier Laporta, coordinadores del módulo dedicado a Comunicación, Públicos y Educación. PERO QUÉ PÚBLICO MÁS TONTO TENGO En los debates sobre Cultura no es difícil escuchar que el problema sobre la falta de audiencias o de participación lo tiene esa gran parte de la sociedad que no está preparada para
Decididamente no sé por qué aguanto a esta gente que la tengo enfrente y qué maldita la gracia que me hace seguir en esta palestra aguantando a un montón de bobos, a un montón de lelas, y qué maldita la gracia que me hace seguir, es insuficiente, no os pienso seguir la corriente, no os ponéis calientes, y qué maldita la gracia que me hace seguir. Kaka de Luxe, Album Las canciones malditas, 1983
nuestros contenidos culturales. Desde hace años se habla de situar al público en el centro de la experiencia cultural, pero parece que esta intención responde más a una lógica mercantilista en la línea de “el cliente siempre tiene la
razón”, más ligada al valor de los indicadores cuantitativos, que a otra cosa. Realmente ¿qué significa poner al público en el centro de las políticas culturales”? Unida a esta intención hay una creciente tendencia en el sector hacia al uso de la palabra mediación. El término hace refe- rencia a un paso más allá del sencillo esquema en el que el gestor cultural era un mediador entre el creador y el público, que ha sido electrocutado por varios factores siendo el más evidente el uso de internet y de las “nuevas” tecnologías. Se habla de mediación cultural como otra manera de hacer cultura para solucionar el conflicto entre las instituciones y la ciudadanía y de la necesidad de construir artefactos culturales (actividades, proyectos, instituciones, políticas...) que tengan más capacidad de escuchar y de dialogar con esa ciudadanía para la que trabajan. Por eso también cada vez se habla más de educación en cultura, como orientación creciente que dota a los programas de una mayor capacidad de conexión y transformación de la realidad y por tanto de justificación social. Pero en todos estos enfoques que se vienen construyendo en el sector desde hace unos años ¿realmente hay una sincera apuesta por tener
Susana Gómez y Javier Laporta Coordinadores del Módulo de Comunicación, Públicos y Educación
más en cuenta la diversidad de personas de los contextos de nuestros ámbitos de acción? Es evidente que en cultura ya no se habla sólo de “público”, sino de usuarios, participantes o de comunidades en el mejor de los casos. Una terminología en relación a su implicación pero también como misión de una política cultural más inclusiva. Es innegable que se vienen desarrollando mayores espacios de participación ciudadana en los proyectos culturales, lo dudoso es si esto es mérito de los gestores culturales o de la presión de una sociedad que cada vez quiere tener más voz. Como reflexiona César Rendueles “En el mejor de los casos, se habla de dejar participar a los ciudadanos en prácticas predefinidas. Casi nunca, en cambio, de tener en cuenta el importante caudal de cultura amateur que existe en nuestro país.” Es decir, ¿hasta qué punto es real que los profesionales de la cultura queremos que el pueblo participe en cultura? Quizá queremos seducirles y animarles a formar parte de nuestros proyectos pero ¿queremos una re- lación más democrática y horizontal?” Complejas cuestiones sobre las que el gestor cultural del presente tiene que reflexionar para saber qué postura tomar.
LA IGNORANCIA ES UN FASCINANTE CAMPO MÁS ALLÁ DEL CONOCIMIENTO Luis Camnitzer, artista conceptual y escritor uruguayo, reflexiona en esta entrevista sobre la relación entre arte y educación y destaca el papel clave de la ignorancia. Guillermo Busutil
Artista conceptual y escritor, el uruguayo Luis Camnitzer (Lübeck, Alemania 1937) es también un reconocido pedagogo que ha impartido un curso en el Museo Picasso Málaga, del 18 al 20 de enero, sobre Educación y arte. Asuntos sobre los que charló con este diario. Pregunta. ¿El arte es el lugar donde puede suceder lo que no puede suceder en otro sitio? Respuesta. Sí, pero es necesario informar a los otros lugares de qué sucede allí, de cómo en ese lugar se pueden mezclar órdenes que se supone que no se pueden mezclar y hay sistemas alternativos y quizás mejores. El arte es como el Aleph borgiano que abre la expansión del conocimiento. P. ¿El arte olvidó al público? R. La obra se realiza en el público, pero hoy
el artista no quiere entender que hay muchos públicos, y que hay que elegir al que se dirige. Ocurre lo mismo en los colegios donde los maestros creen que todos los estudiantes son iguales. El artista olvida que el reto consiste en atraer a nuevo público, en convencer al adversario. P. Los museos se han convertido en supermercado de lujo para el consumo. ¿Qué función deberían cumplir hoy día? R. Los museos se autodefinen como un recinto cerrado. Su futuro pasa por abrirse y conectar con las escuelas para integrar el pensamiento artístico en el sistema educacional y corregir la fragmentación del conocimiento. Al final te dan un título por los créditos que has comprado pero no por la educación que tienes, y el sistema te absorbe como una pieza de mercado. Es una forma de esclavitud escondida y el arte es lo
que puede inmunizar contra ella. P. Usted propone actuar contra esa enseñanza en la que los profesores digieren los contenidos para que los consuman pasivamente los alumnos. R. La pedagogía de la educación está concebida como un entrenamiento en el que se transfiere a las otras personas el modo de conocimiento que más conviene. En cambio, en una educación real se facilitarían el descubrimiento y la creatividad para que el alumno llegue a sus propias conclusiones. El arte no es una forma de expresión, es una forma de pensar, la más libre que hay, pero siempre se ha dejado de lado en la educación la subversión crítica del sistema convencional. porque se supone que es un instrumento emoEnseñando la percepción de la complejidad. cional que no es útil. P. ¿Cómo se enseña a pensar el arte? R. Proponiendo problemas para que uno explore alternativas, siempre que el sistema en el que está sea el correcto para sus propósitos, y busque una solución indispensable, capaz de romper las limitaciones para que el artista logre
P. Pero si uno pasea por Arco o por las galerías, observa que el arte ni se desafía a sí mismo ni perturba al espectador. R. El arte se convirtió en una forma de producción de objetos y de situaciones de espectáculo, y es difícil crear constantemente un modelo nuevo. Yo defiendo que el arte sea un agente de transformación cultural y de percepción crítica. Que busque la elegancia de la complejidad y no de la complicación. Que desafíe las etiquetas y las categorías. P. En su libro Didáctica de la liberación, alude a Roberto Jacoby y su póster del Che en el que se dice: “Un guerrillero no muere para que se le cuelgue de una pared”. ¿Cómo devolverle al arte ese espíritu de combate? R. Desacralizándolo. Teniendo claro que se trata de pensar críticamente sobre a quién le conviene que esto sea así y que no cambie. Al final todo conduce a quién tiene el poder, por qué lo tiene, cómo lo usa.
Con esas preguntas el artista tiene que imaginar respuestas indefinidas y ser capaz de concretarlas en la realidad.
cación del conocimiento, y si no sabes, estás fallando. Sin embargo, es un fascinante campo más allá del conocimiento.
P. Otro de sus argumentos es el papel clave de la ignorancia.
Es un campo de misterio, de exploración. El ignorante es más rico porque su espacio de aprendizaje es más grande, y es estimulado a lanzarse a descubrir y colonizar ideas para sumarlas al conocimiento.
R. La ignorancia está considerada como algo negativo porque todo se enfoca desde la apli-
Luis Camnitzer Artista conceptual y escritor
ENTREVISTA A LEMON ARTLAB
Una de las mayores satisfacciones que lleva aneja la actividad docente y formativa es la fuente de orgullo que suponen los progresos profesionales de los alumnos que han pasado por nuestras aulas.
En este caso, en la piel de Susana Cortés, continuamos aprendiendo del empeño y desempeño de los profesionales de la Gestión Cultural al pie del cañón, en este caso del de la didáctica asociada al patrimonio artístico. P. ¿Qué es Lemon ArtLab? R. Lemon es un proyecto educativo de divulgación cultural. Trabajamos casi siempre en el ámbito de museos, galerías y colecciones de Arte con la idea de promover un acercamiento sin miedo al Arte y hacer de los museos lugares de referencia de ocio para todas las edades. P. ¿En qué se diferencia de otras iniciativas pedagógicas? R. En Lemon no pegamos macarrones en cartulinas, al menos no sin una clara intención detrás. Queremos dar las herramientas para que
tos públicos aprendan a decodificar el Arte y en consecuencia a disfrutarlo. Aunque utilizamos diferentes manualidades en nuestras sesiones nos interesa más el que a través de diferentes procesos creativos, los participantes desarrollen un pensamiento crítico e independiente, no damos todas las respuestas ni hacemos visitas a museos en las que vomitamos nuestros conocimientos, sino que generamos un espíritu inquisitivo y avivamos la curiosidad. Cada participante (niño o adulto) tiene el poder de llevar el taller creativo o visita cultural a distintos niveles y para nosotros es un proceso muy enriquecedor. En Lemon nos valemos del Arte para fomentar valores más profundos y promover el uso de las famosas “habilidades del futuro” como la creatividad, el pensamiento independiente, la confianza en uno mismo, el trabajo en equipo…
Inspirados por grandes artistas o por procesos creativos de la Historia del Arte diseñamos sesiones transversales en las que tienen cabida la Ciencia, las nuevas tecnologías, la política, los problemas sociales, la Ecología, la Literatura... El Arte es una herramienta genial para trabajar en muchos niveles diferentes y aprovechamos esta versatilidad para darle una vuelta de tuerca a muchos temas contemporáneos. Inspirados por sistemas de educación alternativos y con una fuerte carga de neuroeducación, diseñamos cada actividad tratando de sacar lo mejor de nuestro público e intentando que esa llama de curiosidad no se apague al terminar la sesión. Una actividad de Lemon no es una sesión educativa en la que se luce el profesor y el resto escucha, ni siquiera en nuestras sesiones con bebés, esperamos siempre activar a cada uno de nuestros participantes. P. ¿Cómo surge la iniciativa? ¿Desde vuestra capacidad de oferta cualificada o desde un vacio a satisfacer? R. Creo que una mezcla de ambas cosas, cuando surgió la idea en Madrid allá por 2012 era
un proyecto diferente al que es ahora (lo llamamos entre nosotros “ el ProtoLemon”) empezó como una manera de aunar todas mis pasiones(educación, Arte, manualidades, debates…) y ha ido evolucionando -sigue- desde entonces hasta lo que es ahora. Creo que es un proyecto educativo flexible y eso nos gusta, va absorbiendo conocimientos y va mutando según cambian las necesidades, aunque manteniendo en nuestro ADN esa idea de provocar al participante para generar ese pensamiento creativo e independiente que tan importante nos parece. De hecho nuestro proyecto en Londres y el de Madrid son muy diferentes entre sí, respondiendo a las necesidades que vemos en cada una de las ciudades. P. En este momento de revalorización de la pedagogía pero a la vez cargado de controversia respecto a las diferentes alternativas, ¿qué os llevó a apostar por abordarlo en un ámbito como el cultural? R. No termino de entender por qué la Educación y la Cultura se ven como entes ajenos, es evidente para nosotros la relación intrínseca entre ambas. Como hablábamos antes, el
Arte es una herramienta genial para trabajar en muchos niveles diferentes y aprovechamos esta versatilidad para darle una vuelta de tuerca a al aprendizaje de diferentes materias, Arte y Ciencia o Arte y Matemáticas están más relacionados entre sí de lo que pensamos. P. Dada vuestra experiencia en Londres ¿Tenéis algún referente nacional o internacional? R. Londres y Nueva York son el paraíso para los educadores de Arte (Alemania no se queda atrás tampoco). Hay muchísimos ejemplos que nos inspiran, pero Museos como el Tate Modern o el MoMa son un ejemplo a seguir en educación para el Arte, en modelos de museo transversales o museos como centros de ocio. Southbank Centre en Londres es el futuro ideal de los centros culturales desde mi punto de vista. Asociaciones más pequeñas como Kids in Museums, Bow Arts o la Whitechapel Gallery en Inglaterra son para mi un referente también en distintos aspectos. Por supuesto Educathyssen, en España, cada vez con menos medios pero con la misma pasión, son un referente en educación en museos desde hace años. Me encantan también los proyectos intergeneracionales y de aristas en escuelas que está apoyando la Fundación Banco Santander con programas como “Levadura”. P. ¿Quiénes estáis detrás de Lemon Art Lab? ¿Lo compagináis con otros proyectos? ¡Pues cada vez somos mas gente en Lemon! Todos ganando poco dinero pero con muchas ganas y aportando al proyecto cada uno su granito de arena. Tenemos historiadores del Arte, artistas plásticos y visuales, profesores, filólogos, biólogos, historiadores, algun abogado...todos aportando conocimientos y experiencias al
proyecto. Muchos de los “lemons” trabajan en otros proyectos pero hay un equipo fijo de dos personas trabajando desde Madrid (Jose y yo) y nuestra fantástica Leo coordinando las actividades en Londres. P. ¿Por qué Lemon? ¿Hay un orange? R. jajajajaja, la pregunta del millón. No tiene respuesta, teníamos que ponerle nombre al proyecto para presentarlo y había un limón en mi campo de visión. Ya está. Es un nombre mal elegido (gestores culturales, pensad bien y no os dejéis llevar por la prisa al poner nombre a vuestros proyectos culturales) ni los ingleses lo entienden y siempre nos dicen no seria solo Lemon o Lemon Art? que rayos es el lab? y yo...de lab...oratorio...pero no cuela. A veces nos inventamos historias más interesantes sobre el origen del nombre. Preguntame mañana otra vez :P P. ¿Cual es la mayor sorpresa que os hayáis llevado desarrollando el proyecto? R. ¡que funciona! jamás pensé que pudiéramos llegar a vivir de lo que nos apasiona y que la gente respondiera tan bien. Es un orgullo ver crecer a Lemon dia a dia (otro dia os cuento de cómo fue el primerísimo taller de Lemon en 2014 para que os echéis unas risas) Trabajamos muchísimo, eso sí...muchísimo, pero merece la pena. P. ¿Os habéis dirigido a alguna de las múltiples instituciones culturales privadas del panorama nacional o internacional? ¿Qué impresión os habéis llevado de su parte? R. Lo privado es siempre más fácil de abordar que lo publico para empezar, pero tanto en España como en UK hay de todo.
En UK es más fácil encontrar tu sitio y que las instituciones te faciliten el trabajo o cuenten contigo, en Espana es más complicado, todos sabemos a qué me refiero, pero en estos últimos cuatro años ha habido un gran cambio y veo que muchas instituciones son ahora más accesibles y se muestran abiertas al menos a escucharte. P. Apostáis por un desarrollo a ambos lados del Canal de La Mancha ¿Cómo lo hacéis compatible? ¿Os pesará el Brexit? R. El Brexit es una incognita pero no nos para los pies y seguimos trabajando duro en Lemon London. Cuando llegue el momento ya veremos, de momento hay que aprovechar. Ha habido algunas ofertas de compra para Lemon London en estos últimos dos años. En el peor de los casos, con Brexit, siempre podemos intentar vender el proyecto. Lo de hacer compatible ambos proyectos... pues es duro, muchas horas de vuelos, muchos amigos que nos alojan cuando tenemos que regresar a UK, mucho trabajo y bastante buen humor.
P. ¿Tenéis acotado un estilo o corriente artística para vuestros talleres? R. imagino que sí, pero qué pregunta tan difícil. La libertad de expresión (en todos los sentidos posibles) y la importancia de los procesos creativos son dos pilares fundamentales en Lemon. P. ¿Os parece que hay un nivel diferente de interés, implicación, en el conocimiento del Arte entre Inglaterra y España? R. Definitivamente. El nivel cultural de Londres, en concreto, es muy superior al que hemos encontrado en España, generalizando. Aquí tenemos que dar explicaciones constantemente sobre la importancia de lo que hacemos (y de que cuesta dinero) mientras que allí es un proyecto muy valorado y que es relativamente fácil de vender. P. ¿Tenéis una nutrida red de clientes y colaboraciones? ¿Fue difícil construir esa red de apoyos? R. No, tenemos bastantes pocos colaboradores y clientes pero muy fieles y supportive . Lemon sigue siendo un proyecto muy muy pequeñito. La verdad es que no fue demasiado difícil recibir apoyos una vez tuvimos página web y un facebook activo, por alguna razón dio confianza y un buen empujón al proyecto. P. ¿Habéis bajado al infierno de las subvenciones? (Sí) ¿Qué tal os ha ido en ello? (No) ¿Por qué? R. No hemos pedido de momento ninguna subvención, ni aquí ni en Londres. Creemos en lo que hacemos y de momento encontramos el balance para pagar las facturas y seguir ofreciendo actividades. Tenemos plazas gratuitas en todas nuestras actividades que ofrecemos
sin ningún apoyo gubernamental, simplemente reservamos dinero de otras actividades más exitosas para invertir en personas con dificultades económicas. Creo que depender de ayudas de Estado en estos momentos es una pérdida de tiempo y prefiero (perdón por la vulgari dad) to work my ass off y ganarme el apoyo de una comunidad pequeña concienciada con mi proyecto. Me encantaría trabajar de la mano del Estado para llegar a más personas pero esta solución tiene muchos peros desde mi punto de vista. Desde Lemon, sobre todo, reivindicamos constantemente la importancia concienciar al público de los costes de la Cultura y una actividad subvencionada aparece como “gratuita” para el pú
Susana Cortés Fundadora de Lemon ArtLab Historiadora del Arte @lemon_ArtLab
blico en muchos ocasiones y nos parece echar piedras contra nuestro propio tejado. De momento desde Lemon trabajamos para apoyar la ley de mecenazgo, la reducción/eliminación del IVA cultural, el facilitar-más- el uso de espacios públicos para proyectos educativos y culturales (incluidos los lucrativos), facilitar las colaboraciones entre empresa cultural y Estado, promocionar más facilidades fiscales a emprendedores culturales...y en otras tantas cosas que estoy feliz de discutir en otro momento si a alguien le interesa. P. Gracias por vuestro arrojo, empeño y desempeño en Gestión Cultural. Os deseamos mucho ajetreo y alegrías con vuestro proyecto.
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