PERFILES Manuel Diego. #MGC16ed
RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL Noviembre de 2018
LA GESTIÓN COLECTIVA, GARANTÍA DE UN SECTOR CULTURAL
VENTANAS Enric Mtz-Castignani, docente módulo Industrias Culturales y Creativas
Emilio Torné, coordinador del módulo de Diseño y Edición del máster en Gestión Cultural.
RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL
CONTENIDOS Editorial
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Razones: 7 La gestión colectiva, garantía de un sector cultural Perfiles: 8 Manuel Diego Sánchez Ventanas
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Alumnos del #MGC16ed durante las clases del mรณdulo de Industrias Culturales y Creativas
RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL
EDITORIAL En la novela Operación Shylock de Philip Roth, cuando el narrador Philip Roth se enfrenta al supuesto Philip Roth que utiliza su identidad sin su permiso, protesta: “estás actuando contra Derecho”. Cuando creemos que algo es injusto, decimos: “no hay Derecho”. Pero sí hay Derecho. Lo que no abunda tanto es la justicia. Ya sea porque el Derecho no está debidamente configurado para lograrla, ya sea porque lo incumplimos. El Derecho no es cualquier orden social, sino uno dirigido a procurar el valor superior de la justicia y dotado con el uso legítimo de la coacción. Por eso lo invocamos con cierto respeto: el que nos imponen sus fines y también sus medios. Cuidado si lo incumples. Pero como la percepción social de la justicia no suele ser unánime ni estática, el Derecho cambia permanentemente. Este otoño, las instituciones europeas están debatiendo una reforma de la Directiva sobre derechos de autor y, una vez más, las redes se incendian con debates sobre sus artículos 11 y 13, que tratan de buscar un nuevo equilibrio entre la propiedad de los creadores y la libertad de los internautas. Mientras tanto, en España, el Congreso de los Diputados ha aprobado -¡por unanimidad!- un informe marco para promover un Estatuto del Artista, con propuestas tales como que toda la cadena de valor de la creación artística tribute al tipo reducido del 10 % de IVA o que el cobro de los derechos de autor sea compatible con la pensión de jubilación. En el MGC de la UC3M también hay Derecho. Casi un mes de Derecho. Con el módulo
jurídico del Máster pretendemos varias cosas. La primera, ayudar a nuestros egresados a evitar la cárcel, una multa o una demanda cuando sean gestores culturales. Lograrlo ya sería mucho. Pero pretendemos además que no conozcan sólo los límites, sino también las oportunidades que el marco jurídico ofrece a la gestión en el sector cultural: las consecuencias que tiene optar por una u otra forma de personalidad jurídica para la gobernanza de la institución que promuevan o en la que trabajen, cuáles son y cómo solicitar las ayudas y los beneficios fiscales a los que pueden acceder, qué tipos de contratos pueden celebrar con su personal o para comprar o prestar obras de arte, etc. En esta edición, ninguna de las estudiantes es graduado en Derecho. Ofrecer formación jurídica para no juristas supone un reto, claro, pero curiosamente también una fortaleza de nuestro Máster en Gestión Cultural. Un reto porque tenemos que proponer un programa muy amplio sin poder dar nada por sentado. Ofrecer una visión panorámica, insuficiente para ejercer pero suficiente para entender. Pero también una fortaleza porque todo lo aprendido será un valor añadido. Y eso es tan estimulante para los profesores como puede serlo para los estudiantes, que pronto serán gestores con una (pequeña) cultura jurídica.
Marcos Vaquer
Coordinador del módulo jurídico Máster en Gestión Cultural Universidad Carlos III de Madrid
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MÁSTER EN GESTIÓN CULTURAL - UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID
RAZONES
LA GESTIÓN COLECTIVA, GARANTÍA DE UN SECTOR CULTURAL Con el marco del aniversario constitucional, ley de leyes, en ciernes, en esta entrega nos hacemos eco del paramento de Antonio Fernandez, presidente de ADEPI. El pasado 10 de mayo, el pleno del Congreso de los Diputados convalidó el Real Decretoley 2/2018 que modifica la Ley de Propiedad Intelectual, que será tramitado como proyecto de ley, con lo que podrán introducirse enmiendas al
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texto elaborado por el Gobierno. Las novedades consisten en la inclusión de normas específicas aplicables a las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual españolas y a la regulación de los llamados operadores de gestión independientes. En este contexto es clave, tanto por representatividad y legitimidad como por su labor diaria, el importante papel que juegan las entidades de gestión de derechos en el desarrollo y en la sostenibilidad de un sector cultural que, más que nunca en el entorno digital, debe basarse en la independencia creativa y la pluralidad. Con mucha frecuencia se olvida que el reparto a los titulares de derechos de propiedad intelectual es la principal razón de existir de las entidades, como asociaciones que defienden y gestionan intereses de un colectivo. La recaudación es el medio y la gestión colectiva es el instrumento, pero el principal objetivo es el reparto. Es decir, las entidades gestionan las autorizaciones para la explotación de las obras y el cobro de las contraprestaciones correspondientes. Y tal y como recordó el propio ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, en el debate del
RAZONES PARA GESTIÓN CULTURAL pleno de convalidación del citado real decreto-ley, “estas autorizaciones y cobros serían impensables mediante la simple acción o negociación individual”. Añadió Méndez de Vigo que una de las funciones esenciales de la gestión colectiva es fortalecer a los titulares de derechos, que en la realidad del día a día tienen siempre la posición más débil en las negociaciones con las empresas que se lucran explotando sus obras. ¿Y por qué es esto tan importante? Pues porque, como también recordó el ministro, “las entidades de gestión representan un importante papel en la protección de la diversidad cultural, al permitir el acceso al mercado de aquellos repertorios culturales locales o menos populares que no gozan del mismo éxito comercial que otros”. Las intervenciones tanto del ministro como de los portavoces de los grupos parlamentarios acreditan un amplio consenso en la defensa del modelo de gestión colectiva, a pesar de que la crisis crónica de alguna entidad como la SGAE pueda provocar una deslegitimación que afecta al conjunto de las entidades de gestión. Resolver adecuadamente esta crisis supondrá un reforzamiento y una credibilidad del sistema en su conjunto, como defendió Marta Rivera de la Cruz en su intervención. Una excesiva fragmentación de la gestión colectiva, que por un criterio de rentabilidad económica solo beneficiaría a los grandes tenedores de derechos, perjudicaría a los pequeños. La gestión colectiva garantiza la defensa de los intereses de todos y cada uno de los titulares de derechos de propiedad intelectual, independientemente de su popularidad y éxito, y posibilita la puesta en marcha de nuevos negocios basados en la explotación de contenidos, a los que facilita el acceso al repertorio, evitando que grandes grupos internacionales les pongan barreras de entrada. Además, todo lo anterior es más cierto que nunca en el contexto digital, como ha entendido muy bien la Unión Europea, cuyas instituciones han
impulsado la directiva específica que precisamente consagra el modelo de gestión colectiva como garante de la protección de los derechos y la independencia de los creadores europeos. La asfixiante presión de las grandes corporaciones extracomunitarias, que intentan adueñarse del terreno de juego, y la concentración de inversión publicitaria en pocos actores demuestran que ahora más que nunca es necesaria la fortaleza de la gestión colectiva para asegurar la defensa de los intereses de los creadores y de los emprendedores. Como oportunamente señaló Eduardo Maura, portavoz de cultura de Unidos Podemos, hay que aprovechar “el potencial de la propiedad intelectual como herramienta de protección y de avance social”. Un potencial que gracias a la gestión colectiva permite, sobre todo, invertir en formación, promoción y solidaridad. Las entidades de gestión llevan décadas dedicando parte de sus ingresos a desarrollar programas de educación y formación de jóvenes talentos o de reciclaje de profesionales; a brindar asistencia social y sanitaria a miles de creadores en situación de dificultad; a facilitar la participación de autores y artistas en certámenes y festivales nacionales e internacionales; a organizar eventos para la promoción de nuestra cultura... Esto supone una enorme inversión anual de las entidades de gestión, de más de 36 millones de euros en 2016. Un debate sereno y riguroso sobre la cuestión no permite obviar, como señaló en el mismo debate de convalidación el portavoz socialista, José Andrés Torres Mora, “con la excusa de unos pocos casos muy reprobables, que estas entidades son objeto de un ataque desleal, duro y prolongado cuyo verdadero objetivo es expropiar a los creadores y artistas de los derechos de propiedad sobre sus obras. Todo ello, en nombre una utopía tecnológica que es una verdadera distopía social”.
Antonio Fernández
Artista y activista político español
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MÁSTER EN GESTIÓN CULTURAL - UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID
PERFILES MANUEL DIEGO SÁNCHEZ
primer nivel y por su naturaleza internacional que ayuda especialmente a generar redes entre los alumnos.
El #MGC16ed, la edición en curso del máster en Gestión Cultural de la UC3M, ha reunido una variedad interesante de perfiles este año recoge. Hoy nos preguntamos por Manuel, y estas son su #RazonesparaGestiónCultural.
¿Cómo crees que te ayudará el máster en tus proyectos? Crear un tejido entre las figuras de artista y gestor, ambas directamente vinculadas al sector cultural, me ayudará a crecer tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Estudié Grado en Arte en la Universidad del País Vasco, realizando un intercambio ‘Sicue’ con la Universidad Complutense de Madrid y una residencia artística en la University of Nevada, Reno (EEUU).
¿Cuáles son tus proyectos actuales? Ahora mismo con una obra en exposición en la ‘15ª Mostra de Arte Naturgy’ en el Museo de Arte Contemporáneo de A Coruña (Galicia) hasta el 30 de diciembre.
¿Qué proyecto estás desarrollando actualmente? Como artista, actualmente me encuentro desarrollando mi proyecto ‘Promised Land’ premiado en la última convocatoria de las ‘Ayudas Injuve a la Creación Joven 2017-2018’, y del que se mostrará una parte en una exposición en la Sala Amadís de Madrid durante la primera mitad de 2019.
A partir de la recuperación de documentos relativos a la migración en la zona oeste de los Estados Unidos, vinculando el desplazamiento con la manera en que se registra y representa el paisaje tanto físico como cultural, y con la producción de un archivo y su manipulación, Promised Land plantea una investigación sobre lo que sucede con la identidad personal y territorial en este proceso concreto.
¿Por qué elegiste el máster en Gestión Cultural? Por su carácter general en el sector cultural, su estructura de ponencias por profesionales de
https://www.manueldiegosanchez.com
Vista de la exposición individual DES-TERRITORIO en la Galería Espacio Alexandra (Santander) en 2017
Borders #3, 2016. Manuel Diego Sánchez
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Borders #3, 2016. Manuel Diego Sánchez
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El #MGC16ed formó parte de un taller de técnicas para hacer la comunicación eficaz, a cargo de Actúaempresa, un programa de elmuro.
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