Fotos: interner/NPR
Robots en el periodismo,
una carrera contra el tiempo AGOSTO 2015
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Mauricio Coronel Guzmán
A
rthur C. Clarke es un autor clásico de ciencia ficción
es una prótesis de la memoria y el pensamiento”. ¿Por qué ha-
que además de la estupenda novela 2001: una Odisea
bría de preocuparnos una competencia entre robots y humanos?
del espacio, trabajó con Stanley Kubrick en la versión
A mediados de julio, para quienes seguimos las notas de
cinematográfica. Pero también, y eso pocos lo saben,
tecnología llamó la atención el reporte de que en Nueva York,
fue un apasionado por las telecomunicaciones y las nuevas tec-
un robot pasó la prueba de la conciencia del yo. Eso quiere
nologías. En El mundo es uno aborda de manera hilarante la
decir que ya casi están listos para interactuar con el hombre
historia de las telecomunicaciones en un contexto de ciencia y
a un nivel mayor de independencia. Para quienes nacimos
ficción, afirma que le gusta tanto entretener como instruir. Ahí
en el siglo XX, la robótica todavía nos parece un asunto de
recuerda su primera “Ley de Clarke” que reza: “Cuando un cien-
ciencia ficción alimentada por el cine y la televisión. A muchos
tífico eminente pero anciano afirma que algo es posible, es casi
nos resulta inverosímil que una tienda de electrodomésticos
seguro que tiene razón”.
en México ofrezca ya robots para hacer la limpieza, cuando la
HAL 9000 es la computadora de 2001: una Odisea del espacio que va cambiando de comportamiento durante el largo viaje, y
variante de Robotina.
no es un robot. Al igual que Arthur C. Clarke, los apasionados
Robotistas del Rensselaer Polytechnic Institute, en Nueva
por la tecnología y sus efectos en la comunicación confron-
York, dieron cuenta de una simple prueba de inteligencia, en la
tan dónde estamos y adónde podemos llegar. Todavía no hay
cual a dos de tres robots les indicaron que habían tomado una
robots que sustituyan el trabajo de los periodistas, pero como
“píldora de embrutecimiento”. Con ello quedaban impedidos
dice Clarke: “Cuando alguien afirma que algo es imposible, muy
de hablar si se les hacía un planteamiento; el tercero sí podía
probablemente está equivocado”.
contestar. Así, lanzada la pregunta, los tres respondieron “no sé”.
En un atisbo de cómo sería una competencia entre un robot y
Entonces, cuando uno de los robots hizo un ruido, el tercero en
un periodista, Stacey Vaneck Smith, de la National Public Radio
cuestión dijo: “lo siento, yo sí sé”. Los académicos afirman que con
(NPR), puso a prueba a Scott Horsley, decano de esa radiodifusora
pruebas de esa naturaleza los robots empiezan a construir un re-
estadunidense, y a WordSmith, un programa de la compañía Au-
pertorio de habilidades que serán de gran utilidad para el hombre.
tomated Insights que produce notas periodísticas de deportes y
De regreso a los avances tecnológicos de uso en el perio-
finanzas. A partir de la información de un reporte financiero
dismo, la empresa Automated Insights patentó la plataforma
los contendientes debían redactar una nota. Ambas redaccio-
WordSmith que permite escribir informes personalizados a
nes cumplieron con eficacia en términos de comunicación. En
partir del suministro de información: “Deja que tu data cuente
cuanto al tiempo de elaboración, la máquina tardó dos minutos;
su historia” reza la leyenda de su portal. Es como si un experto
el hombre, siete.
tradujera a lenguaje simple la información que se necesite a
Si hoy un programa (todavía no un robot) redacta una nota en
partir de una base de datos.
dos minutos, ¿cómo será la carrera entre el hombre y la robótica
¿Cómo trabaja WordSmith? La promesa es alentar a los usuarios
dentro de cinco años? En opinión del psicoanalista argentino-
a personalizar la información: en el viejo modelo de comunicación
mexicano, Néstor A. Braunstein, la comunicación en nuestros días
de los medios se crea un texto que llega a millones. WordSmith
se ha vuelto cada vez más frecuente y, al mismo tiempo, superficial
crea millones de textos personalizados y a disposición en el me-
a medida que las nuevas técnicas se apoderan y conforman al
dio que se quiera. Si nos atenemos a la primera “Ley de Clarke”,
mundo. Ahí tenemos las redes sociales digitales. Para Braunstein
y hacemos caso a Stephen Hawking, es tiempo de empezar a
(Revista Este País, edición mayo Fotos: interner/NPR
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realidad es que con 7 mil pesos podríamos tener en casa una
preocuparnos por el avance de la robótica.
2015): “La ‘inteligencia artificial’ no es ni inteligencia ni artificio:
@MauricioCG2014