Con Rius la casa gana: Juan Villoro Rius se conecta mucho con sus lectores; su humor es sumamente politizado y con personajes creados a partir de la realidad nacional. Juan Villoro afirma que en su narrativa la crítica es fundamental. El creador de La casa pierde dice que nadie sabe a ciencia cierta donde aprendió de mandrágoras, el caso es que Guadalupe –uno de sus personajes– hablaba sin destinatario preciso. Caso contrario con el trabajo de Rius, donde cada creación es reflejo directo de la sociedad mexicana. De la obra literaria de Villoro se ha dicho que es una combinación entre humor, cotidianidad y melancolía, muy cercana al maestro Rius.
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Mauricio Coronel Guzmán
¿Qué opinión tiene sobre Eduardo del Río, Rius? –Yo creo que transformó la caricatura mexicana de una manera muy peculiar. Específicamente podemos hablar de sus libros como una mezcla de narrativa con montajes y caricaturas. No queda la menor duda de que las cuatro letras de su nombre, lo escribí alguna vez, son los cuatro puntos cardinales de la caricatura en México. Rius es para nosotros sinónimo del gran maestro que nos ha hecho reír y que nos ha demostrado que el humor es una forma de la resistencia y que no hay nada más disidente en tiempos catastróficos que echar desmadre. Libros como La panza es primero o Marx para principiantes son de los más leídos y han formado a muchas personas. Cuando el EZLN se levantó en armas, en 1994, el subcomandante Marcos dijo que una de sus principales influencias había sido precisamente Rius. Eduardo del Río no tuvo una formación académica, pero se supo nutrir de muchas fuentes, por ejemplo, en el trabajo que tuvo en la funeraria Gayosso, donde era recepcionista y contestaba el teléfono. Se suele decir que los mejores chistes mexicanos se cuentan en los funerales y ahí, con este sentido del humor negro que tienen los mexicanos, sin duda que abrevó su estilo. Muy cerca de la funeraria estaba la librería de Polo Duarte, que fue un gran librero, él orientaba mucho a la gente en sus lecturas y Rius, que siempre ha sido un lector realmente omnívoro, también de ahí se alimentó. Los libros
Foto: Francisco Segura / Secretaría de Cultura / cuartoscuro.com
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que ha escrito Rius están llenos de información. Estamos ante alguien que ha encontrado su universidad en las páginas de los suplementos y de las muchas revistas donde colaboró.
–¿Cuáles son sus fuentes directas en la caricatura? –Él ha tenido influencias marcadas, podemos pensar en Abel Quezada que fue un caricaturista que acudía mucho a la letra y que era también muy buen narrador. En ocasiones los cartones de Abel Quezada son narraciones ilustradas.Tanto él, como Rius, confesaron que no sabían dibujar. Esto desde luego tiene algo de coquetería, porque ellos no tenían un trazo elaborado, por ejemplo, como el de Rogelio Naranjo, que era un súper artista del dibujo, pero en unas cuantas líneas lograban plasmar a un personaje, en el caso de Abel Quezada, con "Gastón Billetes" con anillo de diamante en la nariz de millonario; o en el caso de Rius con "Calzonzin" envuelto en una cobija. Creo que fue muy importante para Rius la influencia de Saul Steinberg, el gran caricaturista estadunidense que demostró que se puede retratar a una persona con unas cuantas líneas. Esta sencillez de Steinberg hizo que Rius, de alguna manera, se sintiera autorizado a hacer caricaturas que constaban de pocas líneas. –A diferencia de Abel Quezada, Rius resulta muy entrañable para los lectores en México… –Rius es una persona extraordinariamente cercana a la gente.
HISTORIET
–Militar en la izquierda no fue determinante, pero sí una gran influencia en su trabajo –Rius se ha identificado con la izquierda y a tal grado que, en una ocasión, Rogelio Naranjo hizo un retrato de Marx, el gran fundador del pensamiento comunista que está leyendo [en ese cartón] a Marx para principiantes de Rius. No es casual tampoco que en uno de sus muchos viajes a Cuba, el Che Guevara le propuso dirigir una revista. Ha sido muy admirado por grandes actores históricos como el revolucionario argentino o el subcomandante Marcos, ahora "Galeano". Una vez, hablando con Rius de temas políticos, él me decía que uno de los grandes defectos de la izquierda ha sido justamente la falta de sentido del humor. Recuerdo cuando fuimos a Chiapas un grupo de simpatizantes del EZLN, en agosto de 1994, a la famosa Convención de Aguascalientes: en una reunión preliminar para ver cómo nos íbamos a comportar todos, alguien hizo una broma, entonces un compañero propuso que se prohibieran los chistes en la asamblea y pidió que hubiera una votación para suprimirlos. Ante esa izquierda muy solemne Rius siempre se ha manifestado en contra. –Rius ha dicho que ante el fracaso de los políticos, los cartones son una especie de revancha ciudadana. -Siempre el caricaturista ríe, después de los modelos que inspiraron sus caricaturas. @MauricioCG2014
t r e v i s ta
–Rius se considera de izquierda, ¿los mejores caricaturistas son de esa tendencia? –No necesariamente. Rafael Barajas, que además de ser un gran cartonista de izquierda, es un espléndido historiador de la caricatura, por ejemplo, en tiempos de Madero, espléndidos cartonistas fueron muy críticos del apóstol de la democracia. También ha estudiado a José Guadalupe Posada y ha explicado cómo hay una mistificación con su trayectoria, porque hoy es visto como un adalid de las causas populares, pero en realidad él era bastante conservador en política. Es decir, es la
mirada contemporánea la que ve en sus grabados una actitud crítica, porque son grabados de un realismo extraordinario, él no tenía la intención ideológica que muchas veces se le atribuye. Hoy en día tenemos buenos moneros que no son de izquierda. Yo creo que el humor da para todo, lo que pasa es que en México las principales víctimas, la opresión, ha sido la gente desfavorecida, pues muchos caricaturistas han sabido entender que la venganza de la risa debe de estar del lado de los desfavorecidos. La historia nos cuenta de figuras contradictorias, como el propio Abel Quezada que tenía negocios petroleros y fue socio de George W. Bush y, al mismo tiempo, criticaba la corrupción en México.
En
–¿Qué tan especial es el humor de Rius? –Es un humor extraordinario, porque lo asociamos mucho con el sentir popular mexicano. Un personaje como "Calzonzin", por ejemplo, es entrañablemente nuestro. Se trata de un humor que alude a la precariedad en nuestra vida, pero también tiene un sentido crítico muy fuerte. Tan es así que en tiempos de Díaz Ordaz como Presidente, en una ocasión Rius fue secuestrado por integrantes del Ejército por los cartones que hacía y que habían levantado ámpula. Sólo gracias a la intervención del general Cárdenas, que todavía era una figura influyente, hizo que no las pasara más negras. Estamos con un humor que por momentos ha irritado a los poderosos, lo cual habla espléndidamente de su eficacia. Rafael Barajas dijo que, para conocer a un país, hay que saber de qué se ríe la gente en ese país. Y yo creo que si queremos conocer a México debemos leer a Rius, para saber de qué cosas nos hemos reído. Por supuesto que los políticos mexicanos y los poderosos le han dado un amplísimo material para sus caricaturas. Pero lo importante es que él ha sabido reaccionar, no desde el rencor, sino del humor.
HISTORIETA
Creo que otra de sus virtudes fue hacer historietas. Él creó una saga extraordinaria que fue Los Supermachos. De esa manera, Rius continuaba la gran tradición de historietistas mexicanos como Germán Butze, con los SúperSabios, o Gabriel Vargas, autor de La Familia Burrón, que también había hecho Los Súper Locos, entonces ahí tenemos una trilogía extraordinaria. Después creó a Los Agachados, que fue igual de importante. A diferencia de Butze y de Vargas, Rius es un monero sumamente politizado, entonces en él la mejor caricatura, la mejor narrativa, encuentra también una conciencia crítica muy importante y es probablemente la persona que más ha asociado en México el humor con la lucha política. Mucha gente descubrió la militancia a partir de su trabajo; del mismo modo como mucha gente descubrió la caricatura y el arte a partir de Rius. Se dice fácil que alguien haya sido tan significativo, pero esto es lo que logró hacer.
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