Año 2025 el pasado de internet
JULIO 2014
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I
Mauricio Coronel Guzmán
magina a un periodista que cubre la Fuente, cualquiera. Viste de manera casual, aunque tiene un aire de robot. Apenas lleva tres prendas tecnológicas (wearable device): un celular curvo que mejora la calidad de voz mediante la reducción de la brecha entre micrófono y la boca; un reloj (SmartWatch) con acceso a internet, que además de la hora le permite funcionar como una interfaz vía Android; y sus lentes de realidad aumentada conocidos como Google Glass. No es ciencia ficción, es la realidad de lo cotidiano a la vuelta de la esquina, o casi. Ahora mismo ya están disponibles en el mercado los primeros dispositivos; eso, si tienes unos treinta y cinco mil pesos, más la conexión a internet y sin considerar la velocidad lenta que caracteriza a los proveedores en México. Con una probadita de lo que viene; podemos decir que el futuro ya nos alcanzó en 2014. De acuerdo con el prestigioso Pew Research Center para el año 2025 la nueva revolución digital estará en las prendas tecnológicas. El Pew es un centro de investigación que aborda los problemas, actitudes y tendencias a través de sondeos de opinión pública, investigación demográfica, análisis de contenidos de los medios e investigación de ciencias sociales. A propósito de los 25 años de internet, Pew realizó en marzo de 2014, en conjunto con la Universidad Elon, en Carolina del Norte, diversos traba-
jos que culminaron con el reporte Digital Life in 2025. En este estudio se consultó a 1,867 expertos, a quienes se les preguntó cómo sería el internet en 2025. Entre las respuestas generales afirman que para entonces se verá a internet como ahora la luz y que cada vez será más importante en la vida cotidiana y, por supuesto, en el trabajo. No resulta ocioso destacar el contexto que se vive en México en el marco de la discusión, análisis y votación por las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, postergada por el Congreso. Tanto las organizaciones no gubernamentales como el órgano regulador y la propia industria han denunciado el estado de incertidumbre en que se encuentra postrado el sector. A ello se agrega la tibia política en materia de conectividad y desarrollo de las tecnologías de la información (TIC’s). Entonces, ¿cuándo alcanzaremos el 2025 del Pew? Atisbos al futuro ¿Qué veremos, según el reporte Digital Life in 2025? Se espera una inmersión global en un ambiente interconectado a través de redes de computadoras mediante la proliferación de sensores inteligentes, cámaras, software y bases de datos masivos en un mundo de informa-
ción conocido en inglés como Internet of Things. Este “internet de las cosas” -en una traducción muy general- abarca las mejoras a la “realidad aumentada” y la percepción del mundo real a través del uso de las tecnologías portátiles y tecnologías implantables. El reporte del Pew es el análisis de las opiniones vertidas por especialistas que comparten sus expectativas acerca de temas como la privacidad, la seguridad en la red y la neutralidad de la red. Las preguntas responden a planteamientos de cómo la tecnología modificará el cuerpo, los hogares, la comunidad, los servicios y el medio ambiente. Respecto al cuerpo humano, se espera que la gente use aparatos que le permitan estar conectados a internet y que le proporcionen información acerca de sus actividades, estado de salud y disciplina de ejercicio, entre otros. Asimismo, esa tecnología permitirá monitorear a las personas que lleven una determinada prenda a través de sensores en edificios o ciertos lugares públicos.
@MauricioCG2012
f o r m a c i ó n
años habrá un dispositivo cibernético que nos dará una mejor dimensión del mundo real. Destaca que hace una década no se visualizaba que la gente fuese por la calle viendo su aparato telefónico para algo más que una conversación. Espera que el Google Glass evolucione y mejore las actuales funciones de mostrar información disponible en internet a través de unos lentes sin utilizar las manos. Además de los datos compartidos de la red, permite la geolocalización, toma de fotografías y videos que pueden ser transmitidos vía streaming. Así es como Clark concluye que esa captura de información nos llevará a obtener información de prácticamente cualquier asunto. De regreso a nuestro reportero de la Fuente, los wearable devices ya están disponibles para los amantes de las novedades en tecnología. Tanto los celulares curvos como el reloj computadora ya se encuentran en México, y desde abril se venden en Estados Unidos los Google Glass, por lo que no les extrañe que en cualquier evento un cyber-periodista le hable a sus lentes para tomar la foto que enviará a su medio al instante. Y luego, a la hora del “chacaleo” transmitirá en vivo el video de su pregunta que de inmediato será editado como exclusivo y que en cuestión de minutos aparecerá publicado en el portal. Claro, todo depende, además del dinero, de que los congresistas aprueben las leyes secundarias en telecomunicaciones, que detonarán al sector y que permitirán que la banda ancha haga posible las predicciones de un 2025 que para México se ve muy pero muy distante, acaso estancado una vez más en el pasado.
In
ubicua’, es que la conexión será mucho más rápida y que en el caso de la medicina, los diagnósticos serán de menor costo. Esto será esencial si queremos hacer frente a las necesidades de salud de un rápido envejecimiento de la población. El ‘internet de las cosas’ también va a mejorar la seguridad en las ciudades y los sistemas de transporte, donde se evitarán colisiones y se coordinará la velocidad de los vehículos”. Finaliza Tucker, “estamos entrando en la edad de la telemetría, una era en la que creamos información de todo lo que hacemos. Mientras más se desarrolla la tecnología, los costos se reducen; por lo que iremos incorporando mejores aparatos, con mayor capacidad de almacenaje y mejores funciones en nuestra vida cotidiana”. A propósito de las divisiones en la sociedad, Óscar Gandy, profesor emérito de la Annenberg School, de la Universidad de Pensilvania, señala que “debemos pensar seriamente acerca del tipo de conflictos que surgirán en respuesta a la creciente desigualdad respaldada y magnificada por medio de transacciones en la red que beneficiarán a segmentos de la población global cada vez más reducidos”. El Social Media -afirma Gandy- facilitará y magnificará los sentimientos de abuso y de pérdida. De igual forma, facilitará el compartir experiencias para enfrentar, resistir y castigar aquello que llegará a ser visto como injusto. El nuevo mundo a través de internet traerá un universo donde la gente siempre encontrará la información que necesite. En opinión de David Clark, científico e investigador del laboratorio de ciencias de la computación e inteligencia artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, sus siglas en inglés), el Google Glass será muy popular en breve tiempo, a menos que no cumpla con lo que promete. También le entra a las predicciones y señala que en 10
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En casa, la gente podrá controlar de manera remota el aire acondicionado o la manera en que se riegan sus jardines. Aquí también el mundo de los sensores entrará en acción para detectar fugas de gas o de agua. La vida en la comunidad se verá transformada gracias a las apps que se están desarrollando para hacer más eficiente el transporte y los servicios. En cuanto al medio ambiente, la tecnología permitirá lecturas en tiempo real desde el campo, los bosques, los océanos y las ciudades para monitorear problemas como la contaminación y el deterioro ambiental. De acuerdo con Patrick Tucker (autor del libro The Naked Future: What Happens in a World That Anticipates Your Every Move?), señala, aquí están los hechos: “en 2008, el número de dispositivos conectados a internet superó por primera vez a la población total del planeta. En el año 2013 la cifra de conectados fue de 13 mil millones de dispositivos y para 2020 se espera que haya 50 mil millones. Por supuesto, se trata de números fríos en un mundo globalizado muy desproporcionado. Ya conocemos la realidad en México y en otros países, se navega a ritmo igual o más lento. Tucker participó con humor en el trabajo de investigación del Pew y entró al juego de las predicciones sin considerar, y sin importarle, las brechas en los distintos países. Pronosticó los beneficios de estar conectado a la red: “Uno de los efectos positivos de la ‘computación
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