El ABC de las redes sociales digitales en una
startup de periodismo JULIO 2015
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(Primera parte)
Mauricio Coronel Guzmán
E
n la administración de empresas, management, se reconoce que no existe ningún modelo de negocios cuyo éxito esté probado. Así los tiempos, hoy los expertos sugieren hacer pruebas directas en el mercado. Una startup de periodismo, y cualquier otra, se abre camino a partir de la observación de las redes sociales. Su relevancia se explica en la experiencia, a finales de 2012 The New York Times asignó un editor para coordinar sus redes sociales en un trabajo de tutelaje preventivo. En México, un ejemplo es el caso de Animal Político que durante un año sólo fue una cuenta de Twitter que manejó su director Daniel Moreno. Una startup de periodismo es posible si, a la manera del more geométrico Borgeano, una línea está formada de infinidad de puntos, el plano de un número infinito de líneas, el volumen de un número infinito de planos. De igual manera, se puede iniciar la aventura con una cuenta de Twitter o Facebook, un blog en WordPress o Tumblr, una cuenta de YouTube, un espacio para podcast en Chirbit y antes de redondear con una web se puede lanzar un servicio de visualización de material digitalizado electrónica-
mente como el que permite Issuu. Con todo ello nuestro more geométrico inicia desde un punto hasta una forma geométrica compleja, la lista de redes sociales digitales es extensa pero hay que centrarnos en algunas. En un trabajo de campo que realizó revista Zócalo en su edición de noviembre de 2013, constatamos cómo las universidades se van adaptando al nuevo ecosistema de medios que nos permiten las redes sociales. Jesús Meza Lueza, director de la licenciatura en Comunicación y Medios Digitales del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México, nos decía que desde 2010 cambió completamente su plan de estudios para armonizar cuestiones técnicas y conceptuales con los avances tecnológicos. Por su parte, Teseo López Vargas, coordinador de la licenciatura en Comunicación Social de la UAMXochimilco, destacó que el nuevo perfil multimedia no debe convertir a los profesionales de la comunicación en un “aprieta botones”. Vigente el dilema de proporción entre fondo y forma. James Lull y Eduardo Neiva, en su libro The Language of Life (Edición Kindle), presentan la tesis de cómo la comunicación provoca cambios
biológicos y culturales. Asumen una propuesta provocadora contra el pensamiento convencional que ha marginado la teoría de la evolución en los estudios de ciencias sociales. Para los autores, la teoría de la evolución todavía tiene que impactar en el desarrollo de la comunicación. El panorama tecnológico de hoy hace posible que la gente genere, produzca y distribuya ideas de una manera más fácil como nunca antes en la historia. Sin embargo, apenas en 2011 las Naciones Unidas declaró que el acceso a internet debe ser un derecho humano. Lull y Neiva señalan que el arribo de nuevas formas ha diversificado la manera en que nos comunicamos. Internet ha abierto un nuevo espacio discursivo que permite confrontar las formas tradicionales de comunicación, así como a la autoridad. En términos sociales y culturales la llave del desarrollo humano estriba en su capacidad de imaginar, innovar e intercambiar ideas, así como compartirlas a la siguiente generación. La evolución se entiende de una mejor manera como un flujo permanente de información. Los autores de The Language of Life consideran que las formas en las