La Escrita Artículo publicado en http://www.purasierra.com/2014/10/la-escrita.html
Al Río Guadiela se le puede tildar justamente, entre otros calificativos, de caudaloso, peligroso, misterioso, histórico o sorprendente. Efectivamente, desde sus inicios lleva mucha agua y está cuajado de espacios acuáticos puros, con profusión de vegetación de ribera y gran dificultad para cruzarlo e incluso para el baño. Multitud de narraciones de los municipios que atraviesa dan fe del gran número de personas con trágico final en sus verdosas aguas. Efectivamente, existen muchos misterios a su alrededor, algunos de ellos relacionados con aspectos humanos prehistóricos o históricos, dado que en sus orillas el hombre ha habitado desde tiempos inmemoriales. Otros, en cambio, corresponden a asuntos sociales o científicos, e incluso geográficos. Es cierto, en la España del siglo XXI existen aún problemas geográficos sin resolver. La Hoz Del Guadiela (comúnmente conocida como Hoz De Tragavivos, nombre que da para pensar), la más bella de todas las que hay en estas Sierras, es testigo de alguno de ellos. Sin embargo en estas líneas vamos a fijarnos en el quinto apelativo, el de sorprendente, en gran parte consecuencia de los cuatro primeros. Más abajo de la Hoz citada, más abajo de la Herrería De Santa Cristina (último lugar habitado serrano al que no puede llegarse por asfalto), perteneciente al municipio de Carrascosa De La Sierra, más abajo del precioso Molino De La Losa, más abajo del punto en el que el Guadiela recibe las aguas del Río Palomares (Arroyo De La Vega) y, por fin, una vez superada la pequeña Presa De Los Toriles, el río forma una nueva hoz, denominada la Hoz De Los Toriles.