Revista Metodista nº 215

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Revista Metodista “Oh Señor, que no vivamos para ser inútiles” (Juan Wesley)

Número

215

SETIEMBRE-OCTUBRE 2015

¡Mirad los lirios del campo!


Revista Metodista Nº 215 setiembre-octubre 2015 Publicación de la Iglesia Metodista en el Uruguay (IMU) Oscar Villagrán: redactor responsable osvillagran@gmail.com Diseño: Andrea Desalvo andrea.desalvo@gmail.com Diseño de tapa: Luciana Villagrán luciana-villagran@hotmail.com Revista Metodista (RM) respeta la opinión de sus colaboradores. Los artículos firmados expresan única y exclusivamente el pensamiento de sus autores. Permitida la reproducción total o parcial de los artículos, citando su fuente. Agradecemos el envío de un ejemplar Oficinas Centrales: Barrios Amorín 1310 Teléfonos 2413 6552 – 2413 6554 Correo electrónico: iemu@adinet.com.uy Página web: www.imu.org.uy. Colaboran en este número: Jonathan A. Aly Gloria Belén, Miguel Bogado, Oscar Bolioli Mirtha Coitinho, Raúl Curbelo Belén, Juan Damián, Juan Pablo Damián, Victoria Furio Susana Gérez, Andrea Gutiérrez, Nicolás Iglesias, Marina Leoni Birriel, Nicolás Minetti Marta Richero Corrección de textos: Prof. Pablo Osores Impresión: Artes Gráficas S.A. Porongos 3035 - Tel.: 2208 4888 info@artesgraficas.com.uy Depósito Legal Nº: 361.998/2015

sumario Hacia una tierra prometida Miguel Bogado

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Conflicto y Reconciliación Pastor Oscar Bolioli

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La Bendición Gloria Belén

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La Biblia y la Palabra de Dios Jonathan A.Aly

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La memoria como impulso para transformar el presente Nicolás Minetti y Nicolás Iglesias

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Significaciones de la Discapacidad Física Mariana Leoni Birriel

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"Kirchentag 2015" Marta Richero

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Entrenamiento Misionero Transcultural CIEMAL - Panamá 2015

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La clave está en Diversificar Raúl Curbelo Belén

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El amor Susana Gérez

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Rompiendo mitos: el Papa desenmascara temas tabúes Victoria Furio

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Luis Enrique Odell

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Metodismo con M de Mujer Mirtha Coitinho

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Editorial

¡Mirad los lirios del campo! En los capítulos cinco al siete del Evangelio de Mateo, conocidos como El sermón del monte, Jesús expone por dónde pasan los valores el Reino, de ese Reino que será el objetivo de su ministerio. Casi al final de su predicación nos sorprende con esta observación: ¡Mirad los lirios del campo! Y en ella nos invita a no desesperar por el día de mañana, considerando que si a las flores del campo Dios las viste con suprema belleza, cuánto más a nosotros, sus hijos.

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Vivimos tiempos de confusión, de muchos desencuentros, pero en medio de esta realidad Jesús nos recuerda que la vida es mucho más de lo que podamos tener en bienes materiales. Un claro llamado a nuestra sociedad de consumo. Vivimos corriendo para tratar de tener cada vez más cosas que muchas veces son innecesarias, creyendo que así encontraremos la felicidad. Jesús nos recuerda una vez más dónde están nuestras prioridades, las mismas que Él predicó como propuestas a un Reino que lo construimos entre todos.

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Hacia una tierra prometida Miguel Bogado

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Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, y les dijo: Hoy tengo ciento veinte años; ya no puedo ir ni venir, y el SEÑOR me ha dicho: “No pasarás este Jordán. 3 El SEÑOR tu Dios pasará delante de ti; Él destruirá estas naciones delante de ti y las desalojarás. Josué es el que pasará delante de ti, tal como el SEÑOR ha dicho. 4 Y el SEÑOR hará con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra cuando Él los destruyó. 5 Y los entregará el SEÑOR delante de vosotros y haréis con ellos conforme a los mandamientos que os he ordenado. 6Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. 7 Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad. 8 El SEÑOR irá delante de ti; Él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes.” (Deuteronomio 31: 1-8) Si miramos atentamente la situación actual del contexto religioso de nuestro país y de América Latina, podremos percibir que estamos frente a un cambio inusual que podría trastocar el campo religioso para los próximos 40 años. Los principales líderes están siendo remplazados por una generación más joven. Los patriarcas de las mayores instituciones religiosas y de las iglesias más grandes están pasando la antorcha a nuevos líderes. En algunos casos la sucesión no presenta mayores inconvenientes ya que algunas iglesias se han preparado por décadas para esta circunstancia, por eso en algunos lugares se está dando sin cambios bruscos y al menos sin peleas. Lo que uno puede percibir en estos nuevos líderes religiosos que van emergiendo es su mentalidad de REINO, distinta a de la vieja guardia; que han dejado de lado su reinito (iglesia - local - institución), para enfocarse en una verdadera oikoumene (“un trabajo sin placa”, como lo llaman ellos). 2

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Este fenómeno tal vez amerite un dato, los evangélicos han crecido 14% en América Latina. Sin ninguna exageración, las decisiones que tome esta nueva generación determinará el futuro religioso. Algo que podría causar preocupación es el hecho de que estos nuevos líderes se convertirán en los nuevos administradores, alejándose muchos de ellos de las actividades tradicionales. Esto está generando una nueva visión. Para muchos, esto implica una nueva reubicación que puede ser traumática y tal vez no estén dispuestos a negociar. Es indudable que estos nuevos líderes que están surgiendo podrían debilitar ciertos sectores religiosos, pero claramente la eficiencia no es enemiga de la prosperidad. Este nuevo modelo a muchas iglesias le está asegurando un crecimiento acelerado. Tendremos que ver si es sostenible en el tiempo. La historia lo dirá. Sin importar la estrategia, al final la transición generacional se tendrá que dar. De la forma en que se haga dependerá el futuro de la Iglesia para sus próximos 40 años. Es indudable que este cambio generacional ya se está dando en muchas iglesias, pues hoy las caras están cambiando. Los cambios prometen ser profundos y no simples retoques.

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Conflicto y Reconciliación Pastor Oscar Bolioli “Arrimad todos el hombro a las cargas de los otros” Gálatas 6:2

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stas palabras fueron escritas por Pablo después de su tercer viaje misionero. Estando en Éfeso, le llegan noticias de los ataques contra él y de la ofensiva contra la doctrina en las comunidades de Galacia por un grupo de judíos-cristianos, posiblemente provenientes de Jerusalén, que seguían esta tendencia que querían imponer a los gálatas: la circuncisión y la observancia de de la Ley mosaica como requisito para salvarse. Impugnan las enseñanzas de Pablo desacreditándolo por no ser del grupo de los “Doce” y expresando que la salvación por la gracia que planteaba era una invención suya. Estas comunidades estaban formadas por cristianos de origen pagano provenientes de tribus celtas que vacilaban frente a estos nuevos contenidos que provenían de quienes autoproclamaban tener la verdad. Pero los gálatas no habían cedido completamente. Pablo tiene que confrontar varios problemas congregacionales, y su autoridad como “pastor” fundador es cuestionada. El debate de Pablo sobre el conflicto que se crea, por momentos, es apasionante y fuerte como cuando en defensa de la libertad les dice: “porque la Ley se comprende en un solo mandato: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Pero si ustedes se muerden y se comen unos a otros, tengan cuidado, no sea que se destruyan entre ustedes mismos”. Plantea la vanidad como un tema que ha causado provocaciones y envidias entre ellos. Pablo apela a mostrar los frutos del espíritu y actuar con espíritu de caridad hacia los más débiles. También nosotros vivimos la influencia de formas religiosas que crean confusiones y tensiones, además de fomentar una religión individualista donde Dios se vuelve una posesión personal, donde el prójimo es un objeto y no un ser con el que debo interrelacionarme. Pablo nos pone sobre la mesa, que las comunidades religiosas no estamos inmunes a los conflictos y que tenemos que tener cuidado de nuestra propia debilidad. Esto nos ocurre en un tiempo donde el conflicto de poder en la sociedad se ha convertido en un arte por demás sofisticado. Esta hostilidad abierta y controlada, que una vez se reservó para la política, procedimientos judiciales y luchas de poder, se filtra en nuestras escuelas, en los hogares, en la convivencia ciudadana. Vivimos en un “espacio vital” altamente explosivo. Estos últimos meses en el país somos espectadores de un sinnúmero de conflictos que generan otras violencias en su manera de resolverlos. La interdependencia es remplazada por una autonomía radical como valor central. Esto plantea una nueva modalidad de Nº 215 | setiembre-octubre 2015

convivencia que pone en riesgo la gobernabilidad como sociedad y una devaluación del diálogo como un instrumento primario de solución del conflicto entre instituciones y personas. Pueden ser muy justas nuestras demandas, pero eso no nos da el derecho “del todo vale”. Como no puede justificarse una madre que golpee a la maestra de su hijo, como tampoco un líder sindical que pacientemente es testigo de la golpiza a adolescentes infractores. Los niveles se han deteriorado en los conceptos de ciudadanía y convivencia, como de derechos y obligaciones. Es lamentable el alto número de televidentes interesados en la información de la página roja. Estamos quedándonos cada vez más en el dedo que apunta al sol que en el sol mismo. Qué pasa si al conductor que le hizo una infracción usted le llama la atención con las luces o la bocina. Si lo hizo, ya sabe que la respuesta que recibirá será desmedida. El prójimo es alguien cada vez más distante y no queremos que se relacione con nuestra realidad. Pablo nos hace levantar la mirada cuando en el capítulo 6:15 dice “ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino una nueva humanidad”. Pablo combina la nueva creación, el nuevo ser con la reconciliación. Reconciliarnos no significa hacernos más agradables a los otros. La reconciliación es la primera manifestación de una nueva realidad. Dios se reconcilia con nosotros para que vivamos en reconciliación con el prójimo. La reconciliación nos lleva a la re-unión. La nueva creación se vuelve realidad en aquello que estaba separado y se re-une. Pablo lo expresa aquí llamando a los gálatas a restaurar al caído poniendo mansedumbre en la caridad. Que vivamos sosteniéndonos unos a otros, hombro a hombro, teniendo conciencia de nuestros límites sin autoestimarnos. Llevemos las cargas que son espirituales como las que son temporales. La construcción del Reino es más importante de lo que nos separa. Paul Tillich sostiene que “el cristianismo es más que una nueva religión, es la propuesta de una nueva creación”. La Iglesia debe re-unirnos a pesar de lo fragmentario, de lo débil, de lo humano, llevando las cargas de los otros. Pablo ve en nuestra capacidad de reconciliarnos el testimonio de la RESURRECCIÓN. “Por lo tanto, no nos cansemos de hacer el bien, si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos. En una palabra, mientras tengamos oportunidad, trabajemos en bien de todos, especialmente por el de la familia de la fe.” Gálatas 6: 9-10

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La Bendición Gloria Belén - Durazno

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ndaba yo por los once o doce años y mi hermano por los ocho o nueve cuando la casa se conmovió hasta los cimientos con la noticia de que venían los sobrinos, desde Barrancas Coloradas, a conocer y visitar a mi mamá, o sea, a su tía Dionisia. En los años vividos nunca había oído hablar de parientes cercanos o lejanos, y solamente conocía a mis abuelos y tíos adoptados por mí debido a la falta de familiares “verdaderos”. Mamá nos dijo: “El correo Romero los traerá a casa y van a estar algunos días para hacer distintos trámites”. La sorpresa y ansiedad por la novedad y sobre todo la curiosidad de conocer primos auténticos nos tenían en vilo. Al fin llegaron. Eran dos hombres grandes “hechos y derechos”, como acostumbraba a decir mamá. Nosotros no les sacábamos los ojos de encima. Estaban vestidos como los gauchos que veíamos desfilar en las fiestas patrias: sombrero negro, saco cortón, bombachas, botas altas y un cinto ancho con cantidad de monedas pegadas. Lo que más nos impactó y nos dejó mudos a los dos fue cuando le dieron la mano a mi mamá con respeto y

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miedo (nos pareció) y casi al mismo tiempo le pidieron la bendición. Recuerdo que mamá, como si fuera la cosa más natural y de todos los días, les contestó: “Dios los bendiga y los haga hombres buenos y generosos”. La miramos como si fuera otra persona. No entendíamos las palabras ni el significado. Después, cuando la conversación giró en torno de los que quedaron en la casa, nosotros nos fuimos a jugar al patio y a comentar lo sucedido. Cuando nuestros primos salieron a hacer sus diligencias, mamá nos explicó que en campaña era costumbre que los padres o personas mayores de la familia dieran la bendición a los más jóvenes cuando salían a trabajar, de viaje o cuando regresaban a la casa. Ella no lo había olvidado, y para sus sobrinos era lo más natural al conocer la hermana de su madre. Pero a los ojos de dos niños de hace más de sesenta años, esto les cambió la actitud hacia la madre. Ahora la mirábamos de otra manera, nos sentíamos más protegidos y felices. Ella sabía dar la bendición como el cura.

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La Biblia y la Palabra de Dios Lupa Protestante - Escrito por Jonathan A. Aly

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uizás el título de este artículo parezca confuso. ¿Tiene sentido plantear una distinción entre la Biblia y la Palabra de Dios? ¿No se trata acaso de sinónimos? ¿A qué se refiere esa “y” del título que separa los términos? Personalmente, tardé años (tres al menos) en animarme a cuestionar si la Biblia y la Palabra de Dios eran la misma cosa. Nunca puse en duda que Dios mismo se revela al ser humano a través de la Palabra de Dios, pero ¿es eso lo mismo que decir que lo hace a través de la Biblia? Independientemente de los mecanismos de defensa que utilizaba para sostener la equiparación entre lo que llamamos Escrituras y la revelación de Dios, lo importante era el motivo por el cual lo hacía: tenía la sensación de que si cuestionaba tan solo un punto de la Biblia, entonces toda se caería; y si ello llegaba a suceder, ¿qué haría entonces con mi fe? ¿Cómo podría creer en Dios sin tener un fundamento sólido acerca de cómo es Él y qué quiere de mí? La verdad es que fue un proceso largo, y en algunos momentos bastante problemático. El primer paso en ese camino fue reconocer que no puedo llamar a la Biblia “Palabra de Dios”, si ella misma llama así a Jesús: “En el principio era la Palabra… y la Palabra era Dios (…) Y se hizo carne y puso su tienda en medio nuestro” (Juan 1:1,14). La Palabra de Dios es Dios mismo encarnado. Jesús es la automanifestación de Dios, es Dios revelándose a Sí mismo [1]. Si Dios encarnado, manifestándose, es la Palabra (logos) de Dios, ¿cómo puedo llamar y concebir del mismo modo a un libro que habla acerca de Él? Cualitativamente, son cosas distintas. No puedo limitar a Dios al contenido de un libro, por más excelente que sea. Dios es más que ello, y por tanto, considerar a la Biblia Palabra de Dios (Dios manifestado) es un acto de idolatría (técnicamente se lo llama bibliolatría), pues Dios es mucho más que la Biblia, ¿o acaso quien nos creó y nos salva no es Dios, en vez de la Biblia? [2]. El segundo paso, por llamarlo así, fue consecuencia del primero: si la Biblia no es la Palabra de Dios, sino aquello que refiere a esa Palabra, que apunta (como lo hizo Juan el Bautista con Jesús), aquello que atestigua de Él, entonces, no debo tratarla como si fuera Dios. Sí debo guardarla (conservarla), estudiarla, analizarla lo mejor que pueda porque es el testimonio más fiel que tengo del obrar de Dios en la historia, fundamentalmente en la persona de Cristo [3]. El “tercer paso”, fue notar que, al decir que la Biblia guarda el testimonio respecto al obrar de Dios, no se refiere al testimonio de Dios acerca de Sí mismo (ya dijimos que ese fue Jesús), sino al testimonio del pueblo que en Él confía. Al dar este paso comencé a darme cuenta de que no todos los testimonios declaraban lo mismo, sino que a veces había algunas diferencias pequeñas (el orden de las tentaciones de Jesús en el evangelio de Mateo con respecto al de Nº 215 | setiembre-octubre 2015

Lucas, por ejemplo); a veces algunas un poco mayores (la muerte de Judas, ahorcado o rompiéndose la cabeza; la primer aparición del Jesús resucitado en Jerusalén o en Galilea, por ejemplo); a veces algunas irreconciliables (si un Templo es necesario o no para adorar a Dios, como “pueblo de la tierra” frente a los exiliados que retornaron de Babilonia, etc.). El “cuarto paso”, al ver que no todos los testimonios coincidían, fue reconocer que entonces necesariamente son testimonios humanos respecto al obrar divino (la alternativa sería pensar que Dios tiene un trastorno de personalidad múltiple). Y que, como percepciones humanas, cada una tiene su tendencia, su postura particular, por más bien intencionada que sea. Así, pude notar que dentro del enorme conglomerado de testimonios que hay en la Biblia, hay algunos que se parecen más a la imagen que Jesús nos dejó de Dios, que lo que otros lo hacen. Por ejemplo, las palabras de Amós, Miqueas, Oseas, Isaías, me recuerdan mucho más al llamado Sermón del monte que las de Malaquías, Esdras o Nehemías. Esta multiforme manera de pensar a Dios que tuvieron esos hermanos y hermanas que nos precedieron, nos posibilita pensar que no está mal que nosotros hoy tengamos esas diferencias. Que no todos debemos pensar igual. ¡Porque Dios es mucho más de lo que podamos llegar a concebir! Así, al ver que en la Biblia podía encontrar diversidad (y no homogeneidad) pude descubrir que, a diferencia de lo que al principio pensé, mi fe no perdía sustento, sino que se abría a nuevas posibilidades. Que no era más “pobre”, sino mucho más “rica” en perspectivas. Además, logré ubicar en el lugar correcto a Jesús, el Cristo, estableciéndolo como criterio (parámetro) para leer a todos los demás testimonios acerca de Dios. Quiera Dios que no tengamos miedo. La duda no mata la fe, la fundamenta. La libertad no lastima, nos abre horizontes. A veces duele, no voy a negarlo, porque las seguridades trabajadamente constituidas nos son agradables de perder. A veces hasta implican alejarse de amistades o lugares de pertenencia. Pero podemos confiar en que no estamos solos, sino que hay muchos que por todo el mundo nos acompañan en nuestro viaje, haciendo de comunidad que nos cuida, incluso muchas veces del error. Y que, fundamentalmente, Aquel en quien confiamos “estará con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo”. ¿Cómo leer la Biblia, entonces? Cabría aclarar, primeramente, que la Biblia no pretende ser racional (al menos en sentido moderno), literalmente cierta, ni históricamente correcta. La idea de verdad que los escritores bíblicos tenían era bien distinta a la de la modernidad: tanto los liberales como los fundamentalistas de los siglos XVIII y XIX comparten el mismo ideal de verdad, aquel que afirma que es verdad REVISTA METODISTA | 7


todo aquello que condice con la realidad. Por tanto, el fundamentalista sostendrá hasta las últimas consecuencias la veracidad histórica de la Biblia, del mismo modo que el liberal la negará calificándola de “mito” por no corresponder con sus descubrimientos científicos. Lo que ambos no vieron es que en el fondo decían lo mismo. Sin embargo, para los tiempos bíblicos la concepción de verdad no tenía que ver con la descripción positiva de la realidad (es decir, desde la perspectiva del positivismo), sino con el recuerdo de aquello que era importante. La verdad era el memorial de aquello que nos hace nosotros. Por ejemplo, en griego verdad se dice aletheia (etimológicamente, no olvido); del mismo modo, tanto el pueblo hebreo como el cristianismo incipiente hicieron un fuerte hincapié en el memorial (“hagan esto en memoria de Mí”). La verdad racionalista, heredada del positivismo, se queda en lo fenoménico, en la descripción de lo que se ve a simple vista; mientras que la verdad de los tiempos bíblicos apunta a lo profundo, a verdades que no son descripciones. En ese sentido, el mito no es una mentira, sino otra clase de verdad. Los relatos de la creación de Génesis 1 y 2, por citar un ejemplo, hablan acerca del carácter del Dios en quien los hebreos creían y en cómo debían relacionarse con Él. Esa es la verdad que transmiten, y no la descripción científica de la historia del mundo. La Biblia transmite verdad no porque narra acontecimientos históricamente ciertos, sino porque nos habla de Dios y del ser humano. Porque nos transmite lo que significó que el logos se haya hecho carne y haya puesto su tienda entre nosotros. Es una verdad mucho más rica y profunda que la de los manuales de historia. Cuando leemos la Biblia debemos recordar que estamos leyendo un libro que contiene la fe de comunidades, y que por tanto cuentan sus historias con un propósito teológico, no histórico- científico. ¿Qué hacer, entonces, con los sistemas legales que encontramos en la Biblia? El mensaje central de Jesús bien puede resumirse en el amor. En este sentido, amar no es UN mandamiento más. Es el ÚNICO mandamiento. El problema está en la casuística de ese mandato, es decir, cómo se lleva a la práctica. Y ahí es donde es difícil ponerse de acuerdo. Porque la Biblia no es un manual del ser cristiano, sino el testimonio de la Palabra de Dios, que es Jesús, el Cristo. De lo que se trata, es de actualizar ese testimonio al contexto, con lo cual, la práctica de amor y justicia no se establece de una manera predeterminada, sino que varía según la situación vital: algo que fue liberador en algún momento, puede convertirse en opresivo en otro. Por eso mismo es que no sirve de nada citar versículos para determinar cuál es la manera correcta y cuál la incorrecta: no por falta de conocimiento bíblico, sino porque allí se expresan las diferentes maneras en que diversas comunidades a lo largo del tiempo entendieron que debían cumplir ese mandato, pero que hoy no necesariamente tenga que ser de igual forma. En resumen, Dios nos manda amar del modo en que Jesús manifestó ese amor, pero la Biblia no es un manual de cómo hacerlo, sino solo un testimonio de cómo Él lo hizo.

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La exégesis permite actualizarlo a nuestros días: [1] “El cristianismo pretende tener su fundamento en la revelación de Jesús como Cristo en cuanto a la revelación final. Esta pretensión genera a la Iglesia cristiana, y donde ya no existe tal pretensión, el cristianismo ha dejado de existir. La palabra “final” de la locución “revelación final” significa más que última. El cristianismo ha afirmado a menudo, y debería afirmarlo siempre, que existe una revelación continua en la historia de la Iglesia. En este sentido, la revelación final no es la revelación última. Solo en el caso de que última signifique la última revelación verdadera, puede interpretarse la revelación final como la revelación última. No puede haber revelación alguna en la historia de la Iglesia cuyo punto de referencia no sea Jesús como el Cristo. Si se busca o acepta otro punto de referencia, la Iglesia cristiana pierde su fundamento. Pero “revelación final” significa más que última revelación verdadera. Significa la revelación decisiva, culminante, insuperable, aquella que es el criterio de todas las demás revelaciones. Esta es la pretensión cristiana, y esta es la base de una teología [verdaderamente] cristiana” (Paul Tillich, Teología sistemática, Tomo I. Sígueme. Salamanca, 1982. Pág. 176). [2] “El elemento sacramental-sacerdotal de la revelación universal tiende a confundir el medio y el contenido de la revelación. Tiende a transformar el medio y sus excelencias en contenido. Tiende a hacerse demoníaco, ya que lo demoníaco es la elevación de algo condicional a una significación incondicional” (Ibid. Pág. 184-185). “La idolatría es la perversión de una verdadera revelación; es la elevación del medio de revelación a la dignidad de la revelación misma” (Ibid. Pág. 177). Por ejemplo: en el mismo texto bíblico se relata cómo Dios se manifestó a Moisés a través de una zarza ardiente. Ahora bien, lo que era imprescindible preservar para las generaciones posteriores era el contenido de esa revelación, ¡y no el medio a través del cual esa revelación tuvo lugar! Porque, de ser así, hoy en día tanto judíos como cristianos tendríamos zarzas en nuestros templos, en vez de una promesa de liberación. [3] “Toda experiencia reveladora transforma el medio de revelación en un objeto sacramental, ya sea un objeto de la naturaleza, un ser humano, un acontecimiento histórico o un texto sagrado. Es función del sacerdote conservar el objeto sacramental y mantener vivo el poder de su revelación original haciendo que nuevos individuos, nuevos grupos y nuevas generaciones entren en la situación reveladora. El material simbólico utilizado, transformado e incrementado por cada revelación posterior y, asimismo, por la revelación final [Cristo], se acrecienta a partir de la conservación y de la continuación sacerdotal de los acontecimientos reveladores. Ningún profeta podría hablar según el poder de una nueva revelación, ningún místico podría contemplar la profundidad del fondo divino, ninguna significación podría ser conferida a la aparición del Cristo, si no existiera esta sustancia sacramentalsacerdotal” (Ibid. Pág. 184).

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La memoria como impulso para transformar el presente Nicolás Minetti y Nicolás Iglesias dioseslocos.org http://dioseslocos.org/la-memoria-como-impulso-a-transformar-el-presente/

Nicolás Minetti

El miércoles 20 de mayo, en el marco de la vigésima marcha del silencio, un grupo de más de 70 cristianos de diversas confesiones se encontraron en una celebración ecuménica sobre la memoria. En este espacio en donde se encontraron jóvenes y veteranos, pastores protestantes y sacerdotes, laicos y militantes sociales, monjas y políticos, se generó un espacio de reflexión y comunión. Algunas reflexiones a partir de la Biblia, imágenes de diversas marchas, velas encendidas, el orar por la salud de Luisa Cuestas y por el dolor de las madres y familiares, el nombrar a algunos desaparecidos vinculados a las iglesias, así como canciones referidas a la esperanza y la resistencia dieron marco al encuentro. “Una fe con memoria y una memoria como herramienta que permite transformar y actuar en el presente”, nos decía el Sacerdote Amexeiras. Se compartió la palabra escrita y la memoria narrada, así como también se ejercitó el silencio y la contemplación, como forma de expresar lo no verbalizable. De todo lo compartido en este encuentro, les queremos dejar un extracto de la reflexión compartida por el pastor Ademar Olivera.

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Nicolás Iglesias

“Hagan esto en memoria de mí” Para hablar de memoria, la referencia que tenemos los cristianos son las palabras de Jesús a sus discípulos “Hagan esto en memoria de mí” (Luc.22:19). Cuando celebramos juntos la Eucaristía, o Santa Cena, una y otra vez recordamos en ese sacramento el profundo significado de su entrega. El cuerpo y la sangre derramada “en favor de muchos” es la máxima expresión del amor solidario. Para mí, la clave hermenéutica es darle al término “a favor de muchos” una dimensión inclusiva, plural. La salvación-liberación que ofrece Jesús no se circunscribe a los adherentes que confiesan oralmente el nombre de Jesús, sino que está abierta a todos aquellos que viven y actúan según sus enseñanzas. Son los llamados “Bienaventurados”. Entre otros, “los que tienen hambre y sed de justicia”, “los que trabajan por la paz”, “los misericordiosos”, “los perseguidos por causa de la justicia”. Desde esa perspectiva, podemos reconocer a los “Detenidos desaparecidos” como bienaventurados a quienes honrar memoria, porque ellos entregaron sus vidas por una causa que consideraban justa.

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Esa memoria está cargada de indignación por la impunidad que ha impedido, hasta ahora, llegar a la verdad de lo sucedido con ellos. Por eso somos llamados a acompañar solidariamente a los familiares de las víctimas, junto a quienes reclaman justicia por las violaciones a los Derechos Humanos que enluta y avergüenza a toda la sociedad. Hacer memoria hoy es mirar hacia atrás y constatar que el ser humano es capaz de cometer los crímenes más atroces y crueles: torturas, muertes sumarias, desaparición de personas. Y más tarde, la abominable impunidad que involucra a cómplices y gente deshumanizada. Pero en esa ambigüedad de la condición humana, hay personas que pueden llegar al límite de sus fuerzas en su entrega generosa, heroica, comprometida, en la búsqueda de la verdad y la justicia. En esa lucha incansable nos incorporamos nosotros contando con la promesa de Aquel que nos dice “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.

Una de las mayores marchas del silencio Luego de este encuentro ecuménico, los participantes se sumaron a la Marcha junto a miles y miles de uruguayas y uruguayos que reclaman el esclarecimiento de lo sucedido con los Detenidos desaparecidos. Algunos llegan a calcular que fue la mayor de todas las realizadas con 150 mil personas caminando en un silencio que fue solamente interrumpido por los “¡Presente!” ante la lectura de cada nombre. Al finalizar, un aplauso interminable como queriendo que Luisa Cuesta escuchara desde su lugar de internación- se negaba a callarse. Todos se miraban unos a otros para darse ánimo y no ceder; y cuando decayó y ya quedaban menos aplaudiendo, desde el fondo volvió a surgir de nuevo con fuerza. Es una memoria con fuerza y se transmite dentro del pueblo, de las familias de Uruguay, de una generación a otra para asegurar que nunca más tengamos que volver a sufrir algo así en estas tierras. Con un Cristo que marcha con su pueblo, con una memoria para transformar el presente con verdad y justicia.

La memoria como impulso a transformar el presente.

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Significaciones de la Discapacidad Física Sobre la necesidad de problematizar el pensamiento y admitir las complejidades1 Mariana Leoni Birriel2

Licenciada en Sociología por la Universidad de la Republica Oriental del Uruguay (2010). Magíster en Sociología Política por la Universidad Federal de Santa Catarina (agencia financiadora CNPq) - 2014. Actual estudiante de Doctorado en Sociología Política por la Universidad Federal de Santa Catarina (agencia financiadora CAPES). Investigadora en el Núcleo de Ecología Humana y Sociología de la Salud, PPGSP, UFSC. Há participado en múltiplas investigaciones sociales e interdisciplinares en la UFSC, UdelaR, ONUSIDA, INE entre otras instituciones; con énfasis en la Sociología de la Salud y Comunicación.

La discapacidad física, considerada en tanto categoría analítica (GESSER, M. 2010), presenta dos características peculiares, a saber: el carácter polisémico del concepto y su conformación en el marco de la dicotomía normal-patológico. A la hora de entrar en el ámbito de reflexiones sobre la temática, es fundamental reconocer cuáles son estos diferentes sentidos y los fundamentos de las significaciones para poder enmarcar nuestra forma de pensar la discapacidad física, problematizar el sentido común, las incoherencias y desorganizaciones de las estructuras de pensamiento, y generar argumentaciones profundas que admitan la complejidad del ser-humano. Al reflexionar sobre las significaciones teóricas de la discapacidad física encontramos tres modelos centrales de pensamiento: modelo biomédico, modelo social y modelo social de la segunda generación (DINIZ, D. 2010). Pasemos a ver en qué consiste, básicamente, cada uno de ellos: El modelo biomédico de la discapacidad física presenta en la base de sus consideraciones al binomio normalpatológico. Refiere a una simplificación de nuestra forma de comprender la realidad, distinguiendo lo normal y esperado, de lo que se aleja de estos padrones. Esta distinción no es puramente clasificatoria, sino que también es valorativa. El modelo biomédico de la discapacidad centra sus argumentos en la idea de rehabilitación: la persona con discapacidad física no merece la muerte, no merece piedad, merece tratamiento para recuperar/rehabilitar sus facultades perdidas. El foco aparece aquí en la lesión del cuerpo, que debe ser superada para alcanzar la normalidad. Por centrar las reflexiones en torno a la lesión del cuerpo, el modelo biomédico deja de lado cualquier interferencia de lo social y del medio intersubjetivo: la discapacidad física está en el sujeto, quien vive personalmente esta 'tragedia'. Sobre estas consideraciones, la propuesta del modelo biomédico consiste en curar el cuerpo, de forma que el sujeto se adapte al medio social en el que vive.

En oposición a esta forma de considerar la discapacidad física, encontramos al modelo social de la discapacidad, el cual surge en la década de 1970 en Inglaterra. Contrariamente al modelo biomédico, el modelo social centra su atención no ya en la lesión del cuerpo, sino en el medio social. La discapacidad física no es considerada como tragedia del sujeto, sino como una construcción social “que deviene de condiciones históricas, materiales y políticas que marginalizan y excluyen” (GESSER, M. 2010, p. 44 – traducción propia). Los adeptos al modelo social proponen que es por medio de la consolidación de la independencia que la igualdad de las personas con discapacidad física estará garantida. Esta independencia será alcanzada al adaptar el medio social a las diversidades humanas. En la década de 1990 comenzaron a colocarse críticas al modelo social de la discapacidad, conformándose de esta manera el modelo social de la segunda generación. Los fundadores de estas críticas alegan que buscar la independencia no debe ser el objetivo central, por la simple razón de que es imposible ser totalmente independiente: el ser humano, como ser social, es necesariamente dependiente. A su vez, desconsiderar la lesión implica negar la complejidad humana: la discapacidad física definitivamente se relaciona con una lesión en el cuerpo, así tanto como con lesiones en lo social y ninguno de estos aspectos puede ser negado. Por tanto, es necesario considerar al cuerpo con lesión, reconociendo sus necesidades específicas. La propuesta del modelo social de la segunda generación se refiere a reestructurar no ya el cuerpo por medio de la cura, no ya el medio social por medio de la adaptación, sino que exigen una reestructuración de nuestras estructuras de pensamiento y nuestros valores sociales. Esto implica reconocer las particularidades de la discapacidad física como parte esencial (e inherente) del ser humano, poniendo a luz fundamentalmente su gran potencial de creación.

1 El presente artículo surge como estrategia de divulgación de algunas de las reflexiones emergentes en la investigación “O mundo excluído dos lençóis. Sobre o tratamento da sexualidade na deficiência física” (2014). Trabajo completo disponible en https://repositorio.ufsc.br/bitstream/handle/123456789/123388/326963.pdf?sequence=1 2 Estudiante de doctorado en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), PPGSP, Florianópolis, Brasil. Bolsista CAPES. / Contacto: marianaleoni87@gmail.com

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Habiendo reflexionado sobre estas significaciones teóricas, podemos ahora preguntarnos: ¿cómo entienden la discapacidad física los profesionales que producen conocimiento científico y los profesionales que día a día trabajan con personas con discapacidad física? Saliendo de la esfera teórica de abordaje, encontramos barreras a la comunicación entre los distintos profesionales y ya no es posible distinguir claramente la consideración de la discapacidad en función de los modelos teóricos. Las barreras a la comunicación se presentan tanto a nivel de la interacción concreta como a nivel del sentido adjudicado a la discapacidad. Evidenciamos barreras en la interacción concreta, al considerar que no hay -desde la academia o desde otras instituciones- incentivos o programas que promuevan la comunicación entre las distintas áreas. Los lazos entre los profesionales que producen conocimiento y los profesionales que día a día trabajan con personas con discapacidad se reducen básicamente al ámbito de formación profesional, es decir, al sistema educativo. Los profesionales del área de la producción de conocimiento mantienen escasos vínculos con el nivel de tratamiento práctico, generalmente reducidos al momento de realizar investigaciones sobre la temática. Los profesionales del área práctica, a su vez, se relacionan marginalmente con lo producido a nivel académico. Este leve contacto es fundamentado en la falta de tiempo para dedicarse a conocer las nuevas producciones de conocimiento y la falta de apoyo e incentivo por parte de las organizaciones donde trabajan. Por otro lado, y fundamentalmente, encontramos barreras en el nivel simbólico del tratamiento. Al focalizar la atención en la forma en que los distintos profesionales significan la discapacidad física, podemos distinguir dos normativas que orientan las acciones: una normativa tradicional y una normativa complementar. La primera refiere a los fundamentos de carácter biomédico de la discapacidad física y se presenta como normativa base en las orientaciones de los sujetos (debido al carácter simplista y binario de nuestra estructura de pensamiento), por otro lado, la segunda hace referencia a una forma de pensar la discapacidad física ligada a los fundamentos del modelo social de primera generación. Esta normativa se coloca como alternativa a la norma tradicional, otorgando un mayor margen de acciones y un tratamiento más complejo (y completo) de la discapacidad física. Estas dos normativas se presentan de forma conjunta, adquiriendo cada una mayor o menor énfasis en función de otros factores que conforman la práctica profesional. Estando la normativa tradicional en la base de las consideraciones de ambos profesionales, esta se coloca de forma explícita en los discursos de los profesionales que trabajan en la práctica, y que definen explícitamente a la discapacidad física en función de la lesión del cuerpo. Ya en los discursos de los profesionales del área

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de la producción, la normativa tradicional se presenta generalmente de forma implícita, y cuando hacen referencia a este tipo de normativa, la consideran ajena a su propia forma de entender la discapacidad. Puede entenderse esta diferencia en el énfasis otorgado a la normativa tradicional, si pensamos que el área de la producción de conocimiento exige explícitamente problematizar el sentido común, y si es así, a los fundamentos del modelo biomédico. De esta manera, vemos cómo a nivel de la producción de conocimiento la normativa complementar se coloca explícitamente como un 'deber ser', los productores definen la discapacidad física en función de estos preceptos. En cambio, a nivel de la práctica, la normativa complementar se expresa implícitamente y toma lugar por exigencias del trabajo diario con personas con discapacidad. Este distanciamiento en la forma de considerar la discapacidad física entre los profesionales de las dos áreas conlleva dificultades en la comunicación: las problematizaciones a nivel de la producción no hacen eco en el área práctica, y las consideraciones desarrolladas a nivel práctico son entendidas como desactualizadas y objeto de críticas por parte de los profesionales del área de la producción. Preconceptos, nociones infundadas y un alto desconocimiento del trabajo de los otros derivan en un desperdicio de experiencias ricas en argumentos y de creaciones focalizadas en alcanzar mejoras a nivel del tratamiento. No obstante, el estado actual nos presenta más que aspectos contrarios al abordaje complejo: el reconocimiento de que la normativa complementar va adquiriendo gradualmente mayor lugar en las consideraciones de los profesionales, nos permite pensar en que el modelo social de la discapacidad cumple lentamente con su intención de considerar la discapacidad de una forma fiel a la diversidad humana. Claramente el camino aún es largo, exige reflexión, trabajo y propuestas de medios para ampliar la comunicación entre las áreas. Reconocer las características y los fundamentos del estado actual del tratamiento podrá ayudar a pensar en estrategias de acción acordes a las posibilidades y limitaciones del contexto social, a la fuerza de la tradición cultural y su gran influencia y coherente con las determinaciones de nuestra naturaleza humana. Siguiendo este camino, se resalta la importancia de reflexionar sobre nuestra práctica personal, intentando problematizar nuestras propias percepciones, reconociéndonos como parte integrante de este complejo sistema de significados…

“En la medida en que el hombre trata de conocerse a sí mismo y bucear en su naturaleza integral, va liberándose de temores, perplejidades, vergüenzas e hipocresías.” (GREGG, A. En prefacio de la obra de KINSEY, A. 1954)

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“Kirchentag 2015” - 03.-07.06.2015 Stuttgart, Alemania Marta Richero Breves reflexiones En febrero de este año fui nombrada por la JNVM para participar en el “Kirchentag 2015”, en la ciudad de Stuttgart, Alemania, respondiendo a una invitación cursada por el Comité Central de las Iglesias Evangélicas de Alemania. No fue fácil aceptar el desafío ya que cuando nos fuimos informando de qué se trataba el evento y vimos la magnitud del mismo surgieron muchas interrogantes, como por ejemplo qué podríamos aportar desde nuestra pequeña comunidad, desde nuestro pequeño país. En ese momento no pudimos encontrar las respuestas. Pero hoy podemos dar gracias a Dios por este privilegio y oportunidad que tuvimos y porque -así como el lema del evento decía : “…para que nuestras mentes alcancen sabiduría” (Salmo 90:12)– Dios nos dio sabiduría para decidirnos participar y para que pudiéramos encontrar, dentro de la inmensidad de un pueblo volcado a las calles y participando de miles de eventos, los espacios y lugares donde intercambiar ideas y dar a conocer quiénes somos, qué tareas realizamos en este lugar del mundo y de qué manera nuestra Iglesia Metodista del Uruguay desarrolla su misión; así como también recibir de muchos hermanos, no solo de la Iglesia Metodista de Alemania, sino de otras denominaciones, diferentes testimonios de sus vidas y su fe. También Dios nos dio sabiduría para poder discernir y hacer un balance entre aquello puramente festivo y aquellas manifestaciones propiamente religiosas y verdaderos testimonios de fe. Pero muchos preguntarán qué es el Kirchentag.

durante cinco días el pueblo todo participa de una gran fiesta religiosa y ecuménica. Pude sentir cómo la Iglesia había convocado a esta fiesta de la fe y el pueblo respondía, se movilizaba, se involucraba y cómo también a ese pueblo movilizado se sumaban representantes de distintos ámbitos: artistas, profesores universitarios, personas del gobierno, personalidades internacionales, todos contribuían, desde contextos diferentes, a la reflexión y al debate con temas de la actualidad, del día a día. Aproximadamente hubo 2.500 eventos culturales, espirituales y sociopolíticos. Cinco días desde el comienzo con el servicio de apertura, en la tarde del miércoles, hasta el servicio final, el domingo de mañana. Cinco días llenos de talleres, exposiciones, conciertos, servicios religiosos, estudios bíblicos, conferencias y mesas redondas. Más de 100.000 personas de todas las edades, diferentes religiones y orígenes se encontraban no solo a celebrar la fe, sino a reflexionar, debatir y tratar de ayudar con nuevas ideas a que la Iglesia sea protagonista en la solución de diferentes conflictos. Pudimos experimentar sorpresa y alegría a la vez; observar también a tantos jóvenes involucrándose en el evento, ya sea como voluntarios o como activos participantes en los debates, en los estudios bíblicos, en los testimonios. Pudimos sentir una Iglesia joven ya que alrededor de la mitad de los participantes eran menores de 30 años. Pudimos sentir cómo todos nos enriquecíamos compartiendo las experiencias de nuestras

(Servicio religioso – Día de apertura del evento) A modo de resumen, les cuento que cada dos años las Iglesias Evangélicas Alemanas organizan esta fiesta religiosa. Podríamos decir que una fiesta de fe inunda las calles de una ciudad, en este caso Stuttgart (ciudad de aprox. 600.000 habitantes), y

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comunidades y los encuentros con los demás. Alrededor de 5.000 de los participantes asistimos del extranjero, de alrededor de 80 diferentes naciones y religiones. Y allí encontramos la gran riqueza del encuentro: conocer primero a nuestros hermanos de la Iglesia Evangélica Metodista Alemana, que también ellos se sienten pequeños dentro de todas las iglesias evangélicas alemanas. Tuvimos la oportunidad de compartir varias horas con los hermanos en dicho “stand”, donde también llegaron hermanos metodistas de Inglaterra, de Estados Unidos y de otras ciudades de Alemania. Asimismo, había un punto de encuentro de hermanos metodistas en el centro de la ciudad, donde también compartimos nuestras vivencias y testimonios con más hermanos metodistas de otras regiones de Alemania. Participamos también de un estudio bíblico llevado a cabo por la obispa de la Iglesia Evangélica Metodista de Alemania, Rosemarie Wenner, y luego del mismo tuvimos un encuentro con diferentes pastores de la Iglesia Metodista, quienes nos hicieron una entrevista sobre nuestra Iglesia, nuestras comunidades, nuestro país, etc.

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Fuimos invitados a participar de una recepción, dada por el primer ministro de la región de “Baden Wüttenberg”, para algunos de los extranjeros presentes en el Kirchentag. Éramos aproximadamente 300 personas (de unos 5000 que llegaron desde el exterior). Fue un encuentro de participantes laicos, líderes de diferentes religiones y representantes políticos, y fue allí también, en ese intercambio de las más diversas lenguas y religiones, que pudimos encontrar ese espacio para que nos conocieran y supieran de nuestra tarea de servicio en nuestra Iglesia Metodista, dentro de la realidad de nuestro país, así como también conocer otras realidades tan lejanas y diferentes. Para finalizar, deseamos compartir con Uds. el momento de la celebración final. El domingo de mañana a partir de las 10 hs. participamos del culto de cierre. Éramos aproximadamente 95.000 personas que en medio de absoluto silencio escuchamos la palabra, cantamos y con gran recogimiento celebramos la Cena del Señor. Fue un momento muy especial para culminar una semana muy especial. Gracias a Dios por tantas experiencias compartidas.

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Entrenamiento Misionero Transcultural CIEMAL - Panamá 2015 Andrea Gutiérrez Juan Pablo Damián

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l evento que es promovido por el Consejo de Iglesias Evangélicas Metodistas de América Latina y el Caribe (CIEMAL) convocó alrededor de 50 metodistas comprometidos con esta temática. Diez países fueron representados: Cuba, Puerto Rico, Panamá, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Estados Unidos, Venezuela, México y Brasil. El objetivo de este entrenamiento fue el de proporcionar la reflexión y estimular el desarrollo misionero por medio del metodismo en América Latina. Eso aconteció a través de charlas de temas específicos, el compartir experiencias misioneras y también el trabajo práctico en barrios de la ciudad de Panamá. Nosotros (Andrea y Juan Pablo) fuimos convocados por la junta nacional de la IMU para representar a nuestro país. Entre los temas tratados se destacaron: -

“Fundamentación bíblica de la misión, el mundo que Dios ama”, a cargo de Steve Wilson (EE.UU.).

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“La encarnación, cultura y cosmovisión”, Steve Wilson y Jim Beise (EE.UU.).

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“Forma y esencia en la misión”, Obispo Joao Carlos Lopes (Brasil).

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“Encarnar el mensaje del Evangelio en las diferentes culturas”, Reverendo Max (EE.UU.).

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“Involucrando a la Iglesia en la misión”, Jerry Russel (EE.UU.).

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“El poder del Espíritu y la misión”, Obispo Ricardo Pereira (Cuba).

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“ P a n o r a m a misionero en el mundo”, Steve Wilson (EE.UU.).

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“La misión, desafíos y oportunidades”, Reverendo Edgar Avitia (México).

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“Misión en Latinoamérica y Caribe, desafíos y oportunidades”, Reverenda Lizette Gabriel Montalvo (Puerto Rico).

La experiencia fue muy enriquecedora y desafiante. Pudimos apreciar que hay mucho para hacer en nuestra región. Dios está actuando en medio nuestro y nos invita permanentemente a trabajar para su Reino en esta tierra, para que todo ser humano conozca y reconozca a Jesús como su Salvador y único Señor. Como está dicho en Mateo 28, en el envío a hacer discípulos a las personas de todas las naciones: “Por mi parte yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (versión popular “Dios habla hoy). Como pueblo unido de Cristo debemos descansar en Su Palabra, la promesa de que Dios proveerá de lo que necesitemos para la concreción de Su Voluntad.

La misión es la razón por la que la Iglesia existe. Él nos dice “tengo un propósito contigo”. Como Iglesia, dejémonos guiar por el Espíritu Santo para que nos lleve por Sus caminos...

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La clave está en Diversificar

Raúl Curbelo Belén Currículum reducido: Licenciado en economía, maestro, caricaturista (exlocutor, expayaso, exdiscjokey, exbobinador de motores de ventiladores y extractores... Un diversificador eficiente).

Me recibí de licenciado en economía en marzo del 2012, luego de casi 15 años de haber obtenido el título de maestro. Cuando publiqué mi primera columna económica en un diario del interior, se la mandé a mi madre. Ella con el orgullo por las nubes les comentó a sus compañeros y compañeras de la Iglesia. Lo que había escrito tenía un carácter más bien didáctico; me basaba en la noticia de la mejora en la calificación de la deuda pública uruguaya por parte de una agencia internacional, y explicaba de manera muy simple todo lo referido a las calificaciones de las economías comparándolas con lo que es un carné de notas escolar. El comentario llegó hasta el pastor Óscar Villagrán, y él le pidió a mi madre que me preguntara si podía incluirla en la Revista Metodista. Yo no tenía ningún problema. Sin embargo lo que había escrito en ese artículo era muy puntual para el momento ya que al mes dejaba de tener actualidad. Por otro lado, seguí escribiendo otros artículos sobre competitividad, evolución del tipo de cambio, desaceleración de la economía, inflación, etc., etc. Ahora, llegado el momento de enviarle al pastor una de esas columnas, pensé: “los artículos para una revista que edita una Iglesia tienen que servir para la reflexión personal, deben tener un mensaje para el espíritu”. Pero, ¿qué mensaje espiritual podría sacar uno de la evolución del tipo de cambio real y la desalineación de Uruguay en esa variable con respecto a la región? Fue entonces que comencé a pensar en algo que pudiera explicar en forma sencilla y que a su vez dejara una enseñanza para la vida cotidiana. Nº 215 | setiembre-octubre 2015

Pensando y pensando llegué a la teoría de Markowitz o modelo de portafolios eficientes. Es una teoría que se aplica en finanzas y dice más o menos esto: la forma en que tiene un inversor de aumentar el rendimiento, y a su vez disminuir el riesgo de una inversión, es colocar el dinero en activos que tengan una correlación cercana a -1 (ese sería un Portafolio Eficiente para Markowit). Buenísimo, fantástico… ¿Y cómo hago yo para aplicar esto a mi vida personal? ¿Alguna vez escuchó decir que “no hay que poner todos los huevos en la misma canasta”? Comienzo a desenrollar esta madeja. Para entender mejor voy a suponer que existe una separación entre un inversor y un individuo más espiritual. Voy a tratarlos como si fueran dos personas diferentes (en la vida real, una persona puede tener algún dinero para invertir, y a su vez ser alguien preocupado por su espiritualidad). Un inversor tiene “dinero”. Un individuo espiritual tiene “tiempo”. Lo que quiere hacer un inversor es obtener con ese dinero un buen rendimiento económico (mejores tasas de ganancia). Un individuo espiritual quiere utilizar de la mejor manera ese tiempo para obtener mayor satisfacción personal (sentirse útil, estar alegre, alcanzar metas personales, ser feliz). Ahora bien, en finanzas existen riesgos, situaciones que pueden hacer variar las ganancias haciendo que estas sean menores a las previstas, o directamente transformarse en pérdidas. En la vida también existen riesgos, situaciones que nos sacuden y nos quitan REVISTA METODISTA | 17


esa felicidad (problemas con otras personas, disgustos, pérdida de familiares o amigos, etc., etc.) Lo que tiene que ser un inversor es un “diversificador eficiente”. Debe colocar el dinero en proyectos que tengan distinta suerte en la misma situación. Por ejemplo, supongamos que puedo abrir en mi garaje un local donde puedo vender helados y refrescos, pero también tortas fritas y café caliente. ¿Qué pasa en esos días calurosos? Podré hacer una buena ganancia con los helados y los refrescos, y esa ganancia me cubrirá las pérdidas que tengo por tener café caliente y tortas fritas. ¿Qué pasa en esos días gélidos y lluviosos? Habrá una cola de gente comprando tortas fritas y café caliente, mientras que los helados y los refrescos no los voy a poder vender. En ese momento las ganancias por la venta del café y las tortas fritas me cubrirán las pérdidas que tengo por mantener los helados y los refrescos. Eso es tener una correlación -1. Cuando a uno le va bien, al otro le va mal y viceversa. Recuerdo que en mis clases de facultad el ejemplo era: tener acciones de una petrolera y acciones de una fábrica de automóviles. Si el petróleo aumenta su precio, el combustible se hace más caro y la gente deja de andar en auto, no los compra y prefiere andar en ómnibus (la ganancia la hago con la petrolera y estas me cubren las pérdidas de la automotora). Si el precio del petróleo cae (en situaciones normales) hace que el combustible sea más barato, por lo que la gente prefiere comprarse un autito para no depender del transporte público (las ganancias me las da la automotora). En la vida corriente uno debería poder diversificar su tiempo en cosas distintas -y remarco la palabra “distintas”-. Quizás estudiar algo que le guste, hacer un deporte, realizar algunas tareas que ayude a la gente, tener un hobbie, etc., etc. Incluso hasta poder trabajar en dos cosas que no tengan mucho que ver. En el año 2007 me tocó estar trabajando como secretario de una escuela. En ese lugar conocí a la maestra Gaby quien tenía un optimismo envidiable: ella decía que “era feliz con sus trabajos”, ya que en la tarde era maestra y en la mañana tenía su empresa familiar de jardinería y decoración de espacios verdes. Ella había conseguido tener dos actividades que le hacían pensar en cosas totalmente diferentes (era como tener dos “chips”). Las preocupaciones y disgustos de un trabajo eran compensadas por las logros y satisfacciones del otro.

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Tengo un conocido que tiene como profesión la de psicólogo, su nombre es Andrés. Trabaja en forma particular y para una mutualista. Sin embargo, también tiene la pasión de dibujar historietas y caricaturas. Es más, conocí primero sus trabajos en los medios de prensa hasta que un día me dijeron que era psicólogo. No voy a dar nombre, pero quizás muchos conozcan a un médico pediatra, muy bueno en su especialidad, incluso profesor en una cátedra, quien también llevado por vocación se coloca una camisa negra (la cual contrasta con su cabello blanco) y sale a cantar con su banda de rock, haciendo bailar y agitar a multitudes. Tengo otro conocido, su nombre es Julio, es analista de sistemas y propietario de una empresa de Software, quien ofrece su sistema integral de gestión informática a empresas de todo tipo, facilitándoles los procedimientos de contabilización, control, facturación, etc., etc. Fue mi profesor en facultad de una materia llamada “Sistemas Computacionales”. Pero también es profesor de niños que quieren aprender a tocar la batería. ¡Sí! Es baterista y estuvo con su anterior banda, hace unos pocos años, realizando una gira por Europa. El arte de diversificar nuestro tiempo y nuestras metas ayuda a mantenerse activo y generando mecanismos que nos ayudan a sobrellevar situaciones penosas. Integrar varios grupos, interesarse en cosas distintas, no estar solo preocupado todo el tiempo por otra persona (o solo por lo que dicen las demás personas, o solo por uno mismo). Eso hace que podamos incluso recuperarnos más rápidamente de ciertos momentos difíciles, pero también manejar ciertas frustraciones que en la vida siempre se nos presentan. Así que si alguna vez escucha decir a alguien “no se deben poner todos los huevos en la misma canasta”, usted puede agregar “y que las canastas en lo posible tengan una correlación cercana a -1”. Seguro sentirá la admiración de los demás, dado que usted sabe algo que los demás ignoran, y a su vez es clave para la felicidad.

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El amor Susana Gérez - Bella Unión Leemos en 2ª Corintios 13 Reflexionamos y ¡qué gran significado tiene el amor! Amor, esa palabra tan pequeña que se hace grande cuando la llevamos a la práctica. Vivimos en este mundo loco donde todos andamos apurados. La tecnología avanza con pasos agigantados y aún así el amor sigue siendo la clave para encontrar la felicidad. Cuánto gesto de amor encontramos en esa mamá que ha trabajado horas y más horas extras para tener un fin de semana junto a sus hijos, para llevarlos al parque de diversiones o al circo -ese lugar que todavía sigue siendo un mundo mágico para muchos niños-. Otros padres fomentan el consumismo, trabajan y trabajan y nunca están en casa. Les hacen un regalo costoso a sus hijos creyendo que así suplen sus ausencias. Pero, ¿esto es amor? Si les preguntamos a esos niños si en lugar de un regalo prefieren salir al cine, a pescar o pasear, ¿cuál sería su repuesta?

Vemos y sabemos que muchos niños están en hogares transitorios u orfanatos. Muchos no tienen padres o no conocen a sus padres biológicos y necesitan un hogar con calor humano, cariño y dedicación en donde se les contemplen todos sus derechos. Cuántos cuestionamientos surgen cuando dos personas del mismo sexo (matrimonio igualitario) los quieren adoptar para proporcionarles todo esto como un acto de amor. ¿Por qué no ayudarlos a conseguir y bendecir a estas personas que en un acto de amor pueden brindar tanto? En estos tiempos de tantos desastres naturales, guerras, explotación, miserias humanas, ausencias de valores, aún así el amor permanece y florece. Leemos el fin de 2ª Corintios 13 que dice: “Tres cosas son importantes: la fe, la esperanza y el amor, pero el amor es más importante”. Recordemos que por amor Dios entregó a Jesús, su único Hijo, el cual dio su vida por nuestra salvación para que tengamos vida en plenitud. ¡Gracias Padre!

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Rompiendo mitos: el Papa desenmascara temas tabúes Victoria Furio fue personal misionera de la Iglesia Metodista Unida durante 9 años, sirviendo en Estados Unidos, Uruguay y Argentina. Actualmente trabaja en Union Theological Seminary (NY) y dirige el grupo "Climate Justice" allí, sobre la crisis ambiental.

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valándose del sentido común para pintar la asombrosa realidad, el papa Francisco frena nuestra peligrosa deriva con un sacudón de sano juicio. Los comentarios incisivos en su encíclica Laudato si' perforan las burbujas de la “sabiduría” contemporánea para restaurar los verdaderos valores a su justo lugar. Reflejando los hechos en un espejo hechos que todos podemos reconocer- el papa aborda los temas tabúes de manera frontal, exponiéndolos como los perniciosos mitos que son. Últimamente nos han llevado a creer que el derecho es el revés y lo impropio es justo. Y que cuestionar la nueva orden se acerca a la traición. Pero Francisco reajusta la brújula, invocando una lealtad superior a la verdadera fuente de vida, tal como fue pensado por nuestro Creador, evidente en los valores milenarios de la humanidad y de todas las religiones. Contemple los siguientes pasajes: 54. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos. 195. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía… 56. Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente…Por eso, hoy «cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.»

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¿Entre quiénes de nosotros no resuena esta caracterización de la causa del sufrimiento, poniendo de cabeza la justificación convencional? 129. Una libertad económica solo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al trabajo, se convierte en un discurso contradictorio… 189. La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el sistema entero, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que solo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una

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nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. 190. Una vez más, conviene evitar una concepción mágica del mercado que tiende a pensar que los problemas se resuelven solo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los individuos. ¿Es realista esperar que quien se obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que dejará a las próximas generaciones? Dentro del esquema del rédito no hay lugar para pensar en los ritmos de la naturaleza, en sus tiempos de degradación y de regeneración, y en la complejidad de los ecosistemas, que pueden ser gravemente alterados por la intervención humana. Convocando a “una conversación que nos una a todos,” el llamado urgente en la Encíclica es para “un nuevo diálogo sobre el modo cómo estamos construyendo el futuro del planeta.” (§14) 82. Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y de interés, esto también tiene serias consecuencias en la sociedad. La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades, injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad, porque los recursos pasan a ser del primero que llega o del que tiene más poder: el ganador se lleva todo. 95. […]«Un veinte por ciento de la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir». (Conferencia de Obispos Católicos de Nueva Zelanda, 1º de septiembre de 2006). 203. Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico…Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero. 204.[…] La obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando solo unos pocos puedan sostenerlo, solo podrá provocar violencia y destrucción recíproca.

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Muy acertadamente, el papa presenta la verdad sobre “el crecimiento” que raras veces se escucha de boca de nuestros líderes políticos: 106.[...] La idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos, supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta, que lleva a «estrujarlo» hasta el límite y más allá del límite. 109. […] La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial… En su reciente gira por Sudamérica, el papa Francisco se extendió sobre “el poder anónimo del ídolo dinero,” recordando Mateo 6:24: “No podéis servir a Dios y a Mamón,” el dios del dinero. Vinculó la fuente del inminente ecocidio a “la ambición desenfrenada de dinero”. (Bolivia, 9 de julio de 2015) Tenemos a mano un recurso de fácil acceso para curar nuestros males. La encíclica papal contiene muchos pasajes más para guiar la urgente tarea que queda por delante. El tiempo invertido en recorrerla promete una experiencia fructífera y edificante. Al dirigirse al Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, Francisco proclamó: “El tiempo, hermanos, hermanas, el tiempo parece que se estuviera agotando; no alcanzó el pelearnos entre nosotros, sino que hasta nos ensañamos con nuestra casa. Hoy la comunidad científica acepta lo que hace ya desde mucho tiempo denuncian los humildes: se están produciendo daños tal vez irreversibles en el ecosistema. Se está castigando a la tierra, a los pueblos y a las personas de un modo casi salvaje. Y detrás de tanto dolor, tanta muerte y destrucción, se huele el tufo de eso que Basilio de Cesarea –uno de los primeros teólogos de la Iglesia– llamaba “el estiércol del diablo”. La ambición desenfrenada de dinero que gobierna. Ese es “el estiércol del diablo”. El servicio para el bien común queda relegado. Cuando el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero tutela todo el sistema socioeconómico, arruina la sociedad, condena al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad interhumana, enfrenta pueblo contra pueblo y, como vemos, incluso pone en riesgo esta nuestra casa común, la hermana y madre tierra”. REVISTA METODISTA | 21


Luis Enrique Odell Extractado del Diccionario Histórico del Metodismo Uruguayo.

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n la Iglesia Metodista San Pablo se realizó un reconocimiento al cumplirse 15 años del fallecimiento de este laico metodista de proyección universal. Luis Odell nació en Buenos Aires el 28 de noviembre de 1912 y falleció el 22 de enero del 2000 en Premiá de Mar, España. Fue recibido como miembro en plena comunión en la Iglesia Metodista Central de Montevideo el 31 de julio de 1972 por el pastor Carlos Gattinoni. Fue presidente de la Iglesia Evangélica Metodista en el Uruguay (IEMU) en el período comprendido entre noviembre de 1972 a octubre de 1975. A los 27 años y convertido ya en activísimo laico, Luis tuvo su primer contacto directo con la Iglesia Metodista en Uruguay cuando participó en el II Congreso Rioplatense de la Juventud realizado en Montevideo en 1939. También ese mismo año tuvo su bautismo ecuménico al ser nombrado delegado a la I Conferencia Mundial de la Juventud Cristiana realizada en Ámsterdam, Holanda. En 1952 aceptó la invitación para hacerse cargo de la Administración del Instituto Crandon de Montevideo. Se radicó en Montevideo junto con su esposa Elena Hall y sus hijos Elizabeth Ana y Guillermo Enrique, en 1952. Tuvo destacada actuación en la Confederación de Iglesias Evangélicas que abarcaba Argentina, Paraguay y Uruguay. De esta experiencia tan positiva

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surgió la formación de una Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay (FIEU), el 3 de agosto de 1956, siendo Luis Odell su primer Secretario General. También en 1957 participó en Ghana, África, en la Asamblea del Concilio Misionero Internacional. Su desempeño creativo fue importante en la creación del Centro Emanuel y también en Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) y su responsabilidad para con la II Conferencia Evangélica Latinoamericana que tuvo lugar en Lima, Perú. Terminamos esta breve reseña con las palabras del pastor Emilio Castro que en cierta oportunidad expresara: “Cuando se escriba la historia de los esfuerzos tendientes a lograr la unidad de los cristianos en América Latina, el nombre de Luis Enrique Odell siempre podrá ser encontrado.”

Nº 215 | setiembre-octubre 2015


Metodismo con "M" de Mujer Camila Vandenberg de Kaestner Mirtha Elizabeth Coitinho - Comisión de Historia y Archivo de la IMU

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e algunas personas sabemos mucho, de otras poco. Sin embargo, a veces ese poco alcanza para formarnos una justa idea sobre ellas. Este es el caso de Camila Vandenberg de Kaestner, miembro de la congregación metodista de Peñarol. La vida no le había sido nada fácil y todo lo que logró fue resultado de un gran esfuerzo. Al final de sus días sufrió una grave enfermedad. Aquellos que la conocieron expresaron que era una fiel discípula del Maestro ya que, además de soportar con altivez el dolor de su organismo debilitado, supo también comprender el dolor ajeno. Por eso, su última voluntad consistió en dejar sus bienes para ayudar a realizar aquel sueño de tantas y tantos: levantar el Hospital Evangélico. El 1 de mayo de 1931, cuando Camila dejó definitivamente este mundo, la Asociación Mutualista Evangélica del Uruguay recibió su herencia consistente en un terreno, cuya superficie total era de 752.65 metros cuadrados con frente al camino Millán, en donde se había construido un chalecito y dos construcciones las que devengaban 32 pesos de alquiler. Por aquel entonces se estaba sustituyendo el pavimento de macadam de la Avenida Millán por uno

Camila Vandenberg de Kaestner

de hormigón. Aparte del jardín del frente, en el fondo del terreno, había un crecido número de árboles frutales. Surgió la pregunta de si se podría construir en ese predio el Hospital Evangélico, pero no era posible, salvo que se adquirieran los predios linderos hasta completar una superficie de 4 a 5 mil metros cuadrados, que era lo que se necesitaba para la futura obra. Cuando se cumplió un año del fallecimiento de Camila Vandenberg de Kaestner se recordó en una sencilla ceremonia, tan sencilla como había sido su vida, a esta consagrada señora que hasta en sus últimos momentos hizo entrega generosa de todo lo que poseía a instituciones como su Iglesia y a la Asociación Mutualista Evangélica del Uruguay, a las que tanto amaba.


Siempre Siempre estás viniendo, siempre que te vas, siempre estás lejos, siempre cerca estás.

Siempre eres hermano, siempre eres papá, siempre con nosotros, siempre eres mamá.

Siempre eres viento, siempre en brisa vas, siempre arde tu llama, siempre luz nos das.

Siempre eres sorpresa, siempre a empezar, siempre eres asombro, siempre te escapás.

Siempre eres joven, siempre sin edad, siempre estás hablando, siempre vas a actuar.

Siempre es tu nombre, siempre vas a amar, siempre, siempre, siempre eres vida a dar.

Siempre eres Otro, siempre eres igual, siempre te buscamos, siempre vas a estar.

Juan Damián


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