Impreso por gpaniagua el 10/28/2005 a las 7:15:31 PM horas
DE PORTADA
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Con la venia estadounidense El presidente estadounidense James Carter dio un ultimátum al general Romero: debía adelantar las elecciones presidenciales programadas para 1982.
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stados Unidos sabía del golpe de octubre de 1979. En esos años, el presidente Carter se había convertido en un defensor del respeto a los derechos humanos en el hemisferio. Así retiró la ayuda económicay militar al dictador nicaragüense Anastasio Somoza, lo que incidió en la caída de este ante el sandinismo. El siguiente en la lista era El Salvador. En agosto de ese año, el presidente Carter delegó a Viron Vaky, secretario de Estado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos, hablar con el general Carlos Humberto Romero. La visita no tenía nada de diplomática. Fue corta y
[ ] Las sesiones del Consejo Permanente de la Fuerza Armada comenzaron a generar fricciones al interior de la Fuerza Armada. Las actas de las audiencias realizadas en esa época revelan que algunos militares veían al COPEFA como un organismo paralelo al Alto Mando y consideraban que se tomaban atribuciones que no les competían. Otros pensaban que era necesario.
contundente, segúncontó Romero.Era unaadvertencia para que legeneral abandonara la presidencia. Vaky le “sugirió” adelantar las elecciones presidenciales. En respuesta, el general concluyó la reunión. Dos meses después de esa visita, algunos oficiales se reunieron con el agregado militar Jerry Walker para informarle sobre el golpe. El 15 de octubre, a las 10:30 de la mañana, los oficiales René Guerra y Guerra y Álvaro Salazar Brenes tocaron la puerta de la embajada estadounidense. El golpe estaba dado. Había que buscar el reconocimiento del presidente Carter. El Gobierno de Estados Unidos, al igual que 27países más,reconocieron enla primeraquincena a la Junta Revolucionaria de Gobierno, después de un primer momento de vacilación.
EL “IMPASSE” Documentos desclasificados del Departamento de Estado muestran que el Gobierno estadounidense tenía temor de las alianzas que la juventud militar pudiera hacer. La única tran-
[ ] El contragolpe. Los militares de distintas guarniciones comenzaron a pedir que se le aplicara la corte marcial al teniente coronel René Guerra y Guerra, quien fue ministro del Interior durante la primera Junta Revolucionaria de Gobierno. En los ochenta, el militar que lideró el último golpe de Estado en la historia de El Salvador emigró hacia Estados Unidos.
LA SEGUNDA JUNTA de Gobierno incluyó a los civiles Napoleón Ávalos Navarrete, Héctor Dada y Antonio Morales Ehrlich.
por tanto debían pasar a retiro o ser trasladados para neutralizarlos. Entre ellos estaban Maximiliano Leiva, Domingo Monterrosa y José Vaquerano.
EL JAQUE MATE El coronel González Elizondo se encontraba en el comedor de oficiales de laPrimera Brigada de Infantería. No sabía que sería su último desayuno como comandante del “San Carlos”. Faltaban unos pocos minutos para la formación general de militares, la primera del día. El mayor Benjamín Ramos se había levantado alas 5:30de la mañanapara iniciarla rutina que primaba en cada guarnición: ejercicios, baño, desayuno y alistarse para la instrucción o clases de las 7. Para las 8 tenía encomendada otra misión, la misma que se llevaría a cabo de forma sincronizada en todas las guarniciones, menos en Caballería, la Fuerza Aérea y los tres cuerpos de seguridad. EnTransmisiones,el coronelJustoPastorBonilla se encontraba en su pabellón. El citófono sonó a las 8 de la mañana. Rodríguez Sosa, acompañado de los oficiales Palomo y Morales Artiga lo llamaban. “¿Qué pasó, Roberto?”, contestó Bonilla. “Mi comandante, se ha realizado un golpe de Estado,
queremos saber si nos va a apoyar o si opondrá resistencia”, le explicó Rodríguez Sosa. El comandante dijo que iba a llamar a Casa Presidencial y, una vez confirmó la noticia, entregó sus armas y Samayoa asumió el mando del cuartel. Lejos de la capital, en Artillería, el coronel Eliseo Abarca recibió una visita inusual en su despacho. Siete capitanes le hicieron el saludo militar y lo dejaron boquiabierto. Uno de los oficiales lo encañonó y Barrera le cerró la gaveta del escritorio. Le repitieron la letanía que oyeron todos los otros comandantes, excepto Gutiérrez. Ya para entonces la artillería apuntaba hacia Caballería, bastión clave por estar en él el polvorín nacional y por su escuadrón de vehículos blindados. Se comunicaron con Caballería y advirtieron al comandante, el coronel Napoleón Canizales, que si no se plegaba los atacarían. En Santa Ana, el comandante de la Segunda Brigada de Infantería se adhirió al golpe; pero en la Tercera Brigada, en San Miguel, el comandante Tobar Molina se resistió y en el enfrentamiento murió uno de los soldados que le eran leales. Romero no se había equivocado esa mañana. Cuandosu secretarioprivado,Flores Lima,comen-
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zó a telefonear a los cuarteles, se enteró de que el golpe ya se había gestado, y lo mismo corroboraban los golpistas, pues una avioneta sobrevolaba el país y el piloto tenía una misión: buscar una equis blanca en la zona verde de cada cuartel, señal inequívoca de que la toma había sido un éxito. Cerca de las 11:30 de la mañana, Abdul Gutiérrez telefoneó a Romero: “Señor presidente, la Fuerza Armada sedeclara en rebeldía, desconocesu autoridad y respetamos su vida y la de su familia, pero le pedimos que se lleve a sus ministros y al jefe de ANSESAL”. Romero le respondió que cometía un error. Gutiérrez le dijo que tenía tres horas para abandonar el país. Al final, el gobernante salió hasta las 6 de la tarde, en un avión enviado por el presidente guatemalteco, coronel Romeo Lucas García. Federico Castillo Yanes, el entonces ministro de Defensa, prefiere callar: “Prefiero olvidar, ya olvidé... no me gusta hablar eso, mi estado de salud me impide estar recordando cosas”. Las últimas declaraciones públicas de Romero, dadas el 5 de octubre, en cuanto a garantizar unas “elecciones libres y limpias” y finalizar con la dinastía militar, se cumplieron con su partida.
ENTREVISTA CON GRAL. CARLOS HUMBERTO ROMERO quilidad radicaba en que Guillermo García y EugenioVides Casanovasabíandelgolpe yocuparían altos cargos. El primero fue nombrado director de la Guardia Nacional y el segundo, ministro de Defensa. Pero poco a poco las decisiones dela Junta Revolucionaria deGobierno fueron perdiendo el beneplácito del tío Sam. La conformación del gabinete de gobierno fueuno delos puntosque disgustóa laadministración Carter, según Héctor Dada Hirezi, quien fue canciller durante la primera Junta e integró la segunda Junta nombrada en enero de 1980. “Diez días después de constituido el gabinete, Frank Devine (embajador de los Estados Unidos en El Salvador) me dijo que a los Estados Unidos no le gustaba el gabinete porque había mucha gente muy izquierdista”, cuenta Dada Hirezi. “Le respondí que el gabinete era dominado por la Junta.” En un conversatorio realizado el año pasado con motivodel 25.ºaniversario delgolpe, Mario Andino, quien fue miembro de la Junta, confesó que Estados Unidos le pidió abandonar el cargo para que Napoleón Duarte integrara la junta. Tres años más tarde, Duarte competiría por segunda vez en unas elecciones presidenciales —la primera fue en 1972— y sería elegido.
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“YO BUSCABA A UN SUCESOR CIVIL”
A tres personas tenía en mente cuando el 5 de octubre de 1979, el presidente reveló que él sería el último presidente militar.
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sus 81 años, una parte de su cerebro le pide que no hable: “Es un tema muy doloroso para mí”. Otra, sin embargo, lo lleva a relatar, escueto pero lúcido, algunos detalles de cómo se produjo su derrocamiento. Sin permitir fotografías, el general Carlos Humberto Romero, el último presidente militardeElSalvador, rompeelsilencioquemantuvo durante 26 años. Sostiene que Estados Unidos apadrinó el golpe y revela en quiénes pensaba para la sucesión a partir de 1982: “Estoy escribiendo mis memorias, que se publicarán cuando yo desaparezca de la faz de este mundo”.
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qué hacía ese anuncio? Yo pensaba buscar como sucesor mío a un civil, era mi proyecto en mente. Hablé con tres, con los doctores Álvaro Magaña, Leandro Echeverría y Fidel Chávez Mena para que fueran posibles candidatos. No me importaba que Chávez Mena fuera del PDC, yo quería cambiar porque se sentía la presión contra los militares de parte del gobierno de Carter. Si sabía del golpe, ¿por qué no hizo para impedirlo algo más que un par de capturas? Me dijeron que había mucha actividad para un golpe, que se detuvo. Pero había presión americana (estadounidense). Yo sabía quiénes eran los golpistas, ¿pero qué lograba con detenerlos? Solo postergar el golpe, difícilmente se podía capturar a todos y quedaban semillas regadas, porque ellos ya habían contaminado los cuarteles. ¿Los organismos de inteligencia del gobierno le informaron de que se planeaba un derrocamiento? En ese entonces funcionaba la ANSESAL (Agencia Nacional de Seguridad), que era de la Fuerza Armada, ellos me dieron la información. Pero no sabíamos cuándo iba a ser el golpe.
¿Cómo vivió el golpe de Estado? Fue una angustia, temor de no saber si iba a salir vivo después de haber hecho tanto por el país. En agosto de 1979 vino el secretario de Estado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos, Viron Vaky, a hablar conmigo. Eraun ultimátum para que dejara la presidencia, me ¿Y quéhacía usted el 15de octubre dijo que tenía que acortar el períocuando le avisaron del golpe? do electoral. Yo le dije que para Llegué a la oficina, en Casa Presiqué, si en noviembre empezaba la dencial, a las 7:15 de la mañana y campaña para las elecciones de alsabía que había problemas. Llamé caldes y diputados del próximo a la ANSESAL para saber qué inaño. Entonces me dijo: “El presiformación tenían y comenzamos a dente Carter se refiere a las elecllamar a los cuarteles para saber ciones de presidente”. Meparé y le EL GENERAL ROMERO asegura quiénes estaban con el golpe. Yo dije que ya no teníamos nada que que el secretario de Estado pude haber peleado, el subsecrehablar, que a mí el presidente Car- Adjunto para Latinoamérica “dio tario de Defensa (coronel José ter no me iba a decir cuándo se luz verde” a los militares golpistas. Eduardo Iraheta) estaba en la convocaría a elecciones. Él se fue a Fuerza Aérea, pero cómo iba yo a la casa del agregado militar, donde bombardear el cuartel San Carlos, estaban otros militares (golpistas) y les dio luz verde si nadie ni nada me podía garantizar que las bombas para el golpe. iban a caer allí y no en las colonias vecinas, en algún colegio... ¡hubiera sidopeor! Cuando salí delpaís no ¿Cómo supo usted que habría golpe? quise irme en avión de la Fuerza Armada, sino en uno El golpe se venía planeando desde tiempo atrás. El que me envió el presidente de Guatemala, Romeo secretario para Asuntos del Hemisferio Occidental Lucas García, porque temía que me hicieran algo. ya lo sabía. Yo comencé a hablar de elecciones y me refería a las de alcaldes y diputados. ¿Quién lellamó paradecirle quese habíantomado los cuarteles y que usted estaba depuesto? El 5 de octubre usted habló de que el próximo canQuien me llamó fue Abdul Gutiérrez, fue temprano didato del PCN para la presidencia sería un civil. como a las 11:30 de la mañana. Lo siento, no puedo Si se acercaban elecciones de alcaldes y diputados seguir hablando, como le dije antes, le prometí a mi y faltaban más de dos para las de presidente, ¿por familia no hablar del tema.
‘‘ ‘‘ Hablé con los doctores Álvaro Magaña, Leandro Echeverría y Fidel Chávez Mena para que fueran posibles candidatos.”
Yo quería cambiar porque se sentía la presión contra los militares de parte del gobierno de Jimmy Carter.”
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