Anat Zecharia

Page 1


Toda esa Carne y Grasa Anat Zecharia Traducci贸n: Florinda F. Goldberg


Comí un ángel Me comí un ángel de pie junto al fregadero lo levanté del piso con una mano sujetándolo como a un avión y me tragué su elevación. Las alas que fueron las últimas en entrar crujieron entre mis dientes cuando se instaló en mis espacios redondos desplegándose sobre la nada. Eso era justo lo que me faltaba uno que tiemble en lo más hondo de mí mientras yo aún palpito cumplo con mi función de vivir. Quien espera siempre consigue mientras tanto solo se sabe de mí que respiro.


El lenguaje del agujero Me interesan los agujeros pero procuro no hacer de ello una ideología En carne propia aprendo pronuncio oral anal fálico genital vago sistemáticamente de uno al otro en un agujero chupo trago como si fuera oxígeno muerdo maldigo doy besos franceses con delicado canibalismo pródigo en placer en dolor. Hay agujeros muy significativos llenos de deseo. Yo me inclino por los vacíos que rechazan significados pero abren posibilidades. Un agujero es una especie de estorbo local, estación terminal. Quiero mirar en su interior solo para descubrir que me devuelve una mirada hecha de carne desgarrada que cuida de sus bordes. No es que yo quiera entrar y salir de todos, quiero ser un pozo atemporal, marco de un agujero sin lugar sin centro Y cuando me desborde, que alguna cosa se detenga y otra irrumpa.. El animal debe crecer. Corro pierdo corro encuentro en eterno afán de llenarme. Entretanto le paso un segundo dedo en torno con curiosidad, sin insolencia porque sé que no estoy del lado de Dios, donde el sol es el poderoso ano del mundo. Estoy exactamente del otro lado el sol no amanece desde mi trasero.


mujer con valor Versiones de Luis Alberto Arellano

Treinta y cinco soldados en activo y varios empleados civiles de una base aérea mantuvieron relaciones sexuales con una niña de catorce años durante el pasado año. Muchos de los sospechosos sostuvieron durante el interrogatorio que la chica dijo tener la edad para enrolarse. Hannan Greenberg, Ynet News

El primero coloca tu cabeza en su regazo desnudo y uno puede pensar que no has sido forzada sino bien recibida y tu cabeza acariciada. El segundo se desliza despacio por tu espalda y las sensaciones son nuevas y aun puedes concentrarte. El tercero inserta tres dedos, dice ≪No te muevas≫. No lo haces, el mapa de un Israel mas grandioso en tus ojos. El cuarto mueve a un lado una pila de reportes de accidentes aéreos en el sur y te toma por detrás. Un gran amor, piensas un gran amor me abrasa y no cesará. Subes y bajas tus brazos tu cuerpo se estira hasta el límite del cielo tus manos se ahuecan para recibir la lluvia. Los imparables quinto y sexto en trayectoria hacia dentro de ti. La arrogante sal de la tierra, evitando los ojos, aquellos que esperan su turno. Pronto tu cuerpo lucirá hermoso incluso para ti.

Nota de la traductora del hebreo al inglés: ≪Una mujer con valor≫ (≪Eshet Hayil≫ en hebreo) es un himno a la mujer de la casa que es regularmente recitada en la noche del viernes, después de volver de la sinagoga y antes de sentarse a la cena del Sabbat. Es un poema de veintidos versos largos (Proverbios, 31:10-31) y comienza: ≪¿Dónde encontrar una mujer con valor? Su precio es mayor a los rubies≫ (Publicación de la Sociedad Bíblica Judía).


Felicidad Emite tus gemidos de perra así suena en ti la felicidad cuando te sorprende en acción con la lengua afuera, luego pagarás, no es castigo, es simplemente así.


Herzl dijo Herzl dijo manos arriba Herzl dijo pon las manos sobre la cabeza Herzl me dijo cuenta hasta tres Herzl dijo lámete los labios Herzl me dijo ponte de rodillas Herzl dijo huele el olor del varón es bueno para la salud Herzl dijo ven ahora nos desnudaremos Herzl dijo yo profetizo desde mi carne ábrete de piernas date vuelta. Herzl, dije, yo me dilato yo me expando yo contemplo mi jardín del edén perdido para ti porque la verdad me sobreviene únicamente cuando estoy sola mordiendo una manzana.


El mundo verdadero Yacíamos una junto al otro tocándonos rodillas, muslos, manos pudimos hacer un hijo multiplicarnos con tanta fe en ello. Y podía haber dicho: alabada sea la rutina, pero siempre quise ir al bosque Arrojar de mí la manta y decirle a alguien: toma por favor lo que te corresponde. Suelto a los perros atrapo ciervos de gran cornamenta mato y pierdo (y me apuro mucho quiero ir al bosque) Aquí hay demasiado café, comida china, demasiados chinos y deseos de decir cosas brillantes Aquí me falseo, me fustigo me siento bien. Ser simpática con todos me va bien a ojos de los hombres soy o asexuada o interesante. (Y me apuro mucho quero ir al bosque) Aquí correr para adelante es una muerte lenta con pretensiones deportivas. Humillan y halagan, nada se vuelve más bello con el tiempo Y si finalmente alguien/tú pregunta ¿adónde vas ahora? Al bosque a bailar bailar bailar.


Sin título 2011 Dicen que todo tiene que ver con todo, una gaviota que agita sus alas cambia el clima para siempre; un tornado en Texas no es sólo un tornado en Texas, un bosque no es solo árboles. Arrojas una piedra al lago y las olas se expanden en todas direcciones hasta que a un pez en Australia le brotan manos y piernas prefiere caminar a nadar se arrastra fuera del agua toma una piedra y golpea las cabezas de tres peces nos recuerda todo lo que ya sabíamos sobre la sangre. Hace mucho que no estamos defendidos del blanco de las paredes. Sudarios de plástico acolchado cuidan que nuestras manos no hagan el mal. Lo más fácil es entregarse al rojo y al oro. Basta con preguntarnos: ¿Cuál es nuestro nombre? Estar perdidos, querer salir, salir a las avenidas para ver, ver la textura del sol, que algo se mueve entre las ramas y no cesa, toda murmuración se vuelve consigna, simplemente bailamos en torno al becerro o sacudimos el trigo en el lagar para resguardarlo todos juntos. Nuestras manos olvidaron lo que sabían, sin sabiduría no hay harina, y nosotros hacemos una cosa para compensar otra. Así funciona el mundo. Y estamos hacinados, tan hacinados, todos quieren estar en el centro. Los últimos espacios abiertos que nos queden serán los aeropuertos.


Toda esa carne y grasa Toda esa carne y grasa, el café y los panecillos semillas de girasol en sal del Atlántico, todos esos objetos que combinan, las almohadas con una cabeza de tigre dibujada. Todas esas sombras revelando belleza en movimiento, revoloteando como murciélagos bajo una fuente de luz fria, con papel tapiz de arrecife de coral para una ilusión de profundidad. Todas esas mujeres cuya carne está unida por tiras de traje de baño, las guirnaldas apropiadas, esplendor de pavorreales las dulzuras. Todos esos abanicos peleando por su vida, sus espaldas colgando de techos, partes de metal reciclado, seguros, un clavo limado, cuchillo, tornillos, y la tinta oscurecida que mancha las ropas de los ninos. Todos esos platos de vidrio que construyen una nueva ciudad transparente, la formada escalera que se curva en la esquina, los avisos puestos encima de avisos, puestos ilegalmente, ≪Los infractores serán consignados. !Están advertidos!≫ Todas esas botellas de cerveza vacías, bolsas negras de basura, gente de color de África rojo que es también algo marrón y amarillo que es también algo blanquecino. Y la luna rebosante por televisión y un charco de agua en el piso y silencio. Una manada de perros tras un solitario gatito, todos los ratones en campos amarillos, y rascar y despellejarse, revelando una luz creativa y aniquilante miel y leche bajo nuestras lenguas. Y el viento que sopla antes de partir, y la geometría la simetría y el ≪!Doctor, doctor!≫ y el Caballo de Troya de la muerte.


Versiones de Luis Alberto Arellano

Siempre El Mismo Error Repetir siempre el mismo error subir y bajar por la escalera mecánica pasar ante tiendas, propagandas, letreros luminosos millares de objetos en venta: zapatos deportivos, un broche de vidrio, un jabón de los de antes, un tubo pequeño, calcetines blancos uno más uno. Pensar cuánto costará la comida qué falta comprar y completar. No pensar con precisión. Devorar con deleite todo, también aquello que no se puede disfrutar rechazar mermelada y pasta de algarroba. Imaginar fronteras mojadas preservar el ruido acumulado sin tregua de una ciudad grande parlotear como si todo sitio fuera el más agradable del mundo. Confiar en que ése no nos oye sólo come lentamente un pan mirando a su alrededor. Proyectar luz de plata y cubrir la media luna fugaz. Resumir lo pesado con tono ligero embellecer minuciosamente estos días ahora, con lo que no hay en ellos Hablar sin pausa inclinada sobre las aguas. Cruzar piernas largas emplear siempre la frase adecuada: hasta más ver, adiós, estoy bien no tengo quejas. Procurar no ausentarnos por demasiado tiempo servir té, agua, whisky en este restorán, junto a la puerta de entrada decir: necesitamos ir a la cama desarrollar la inventiva para diversas clases de hombres. Hallar a aquél que se te parece aunque él en realidad no quiera. Permitirle acariciarte el cabello antes de que medie septiembre repetir siempre el mismo error.


Comprobar que tenías toda la razón no debías haber permitido que esto siquiera comience.

Abrimos Un Vasto Hueco Nos separamos de nosotros mismos de nuestros órganos de nuestro vientre, cabeza, hombros de las axilas, de manos dedos mezclamos tierra, agua, plumas de pájaros, dibujamos el movimiento curvo tan exacto. El aire entra de fuera hacia adentro, y también el sol cooperó desocupando el espacio. Fuimos más leves que el viento se nos abrió un vasto hueco nos deslizamos diluidos de sitio en sitio hasta que ya no fuimos partes de algo sólo sonidos idénticos al sonido de las gotas de agua cada gota era la última en una infinita serie de últimos. Toda la noche así resonantes, resonantes relucientes, relucientes lo único que ahora nos llega es el amor.


Por Un Error Humano El universo se amplía oí decir y nacen nuevas estrellas. Y nosotros confiamos en que tendremos vida, un caso excepcional. Alguien nos prometió que existe el mañana de modo que no nos apresuramos a amar. Bruñidos fluidos y veloces sabemos discernir antes de tiempo las preguntas que se preguntan, preparamos respuestas anticipadas. Respondemos como si habláramos de una línea de autobús. Al mal le decimos bien y al bien mal instalamos la oscuridad. Nos reunimos ante el televisor se nos va la vida entera doblegados por el peso de la espera con un té liviano una y otra vez lo mismo: un avión ruso casi se estrella por error humano, alguien le mordió la oreja a un policía, un cocodrilo de un metro de largo fue atrapado junto al kibutz Tzeelim, los niños secuestrados por su madre serán devueltos a Suecia, un niño invitado a ver prodigios fue violado, y la ruta cuatro está cerrada al tránsito. Y mil cosas que nosotros no. Al final recibiremos una parcela y no es que sea el sueño de nuestra vida, pero el silencio, los ciclámenes.


Donde hay voluntad ¿Por qué viniste? Podrías haberte quedado en los ríos de Babilonia de donde procedes, seguro que a los trece años habrías tenido todas las puertas abiertas (quiero decir, todas), todas abiertas hacia el mismo lugar. Aquí el futuro está detenido corre despacio o es anulado, y ni siquiera tienes una reserva de palabras para alterar el énfasis. ¿Estamos donde no deberíamos estar? Recuerda, en vacaciones solíamos ocultar nuestro orgullo detrás de la porcelana “Rosenthal” que alguien había traído especialmente desde Chipre con el cuidado de un cirujano pasando la sal, entendíamos lo esencial y tintineábamos las copas suavemente para que todo estuviera bien. Vivíamos en la parte noreste de la ciudad ¿Estamos donde no deberíamos estar? En la orilla del mar les oí cuchichear: orientales mostrándome un mundo sin este oro niña de papá, y sellé los oídos de mi boca. Es verdad, eso fue hace tiempo ¿Importa algo? ¿Estamos donde no deberíamos estar? “No hay nada como la experiencia” dice la gente, asintiendo, pero se te queda grabado en tu espalda primitiva débil como un ronroneo. Me inclino, espalda con espalda, comparo. Papa, ¿Cuándo fuiste más feliz? ¿Estamos donde no deberíamos estar?


A menudo he agachado la cabeza mirando el umbral y todo estaba bien cubierto cuando dije: “mi papá no puede venir a la excursión del colegio; no, tampoco a la del año que viene”. Mírame, maldito orgullo exótico, yo me veo pálida, siempre les he confundido, esta es la que soy. Tú, tú nunca te saldrás con la tuya, la mosca del Nilo occidental ha dejado su marca en tus mejillas, no hay modo de equivocarse. ¿Estamos donde no deberíamos estar? Escucho el eco del estallido de este instante y del próximo, nos hemos perdido desviados hacia los lados, lo que hay detrás aparece delante, por ahora no es fácil escapar y no es que el viento esté conquistando la columna de humo. No es momento para precisiones es hora de tragar agua rápido de alzar la mano hasta la frente, de reír, de sacar a los perros. Quiero decir tu nombre llevarte temprano a la excursión de la escuela. Y sin embargo nos quedamos aquí mientras tú me das palmadas en la espalda para que me detenga o vuelva la cara y yo escupo en el pozo para endulzar la vergüenza exterior. Entonces ¿quién soy? Poema traducido por Eli Tolaretxipi en traducción al inglés de Irit Sela


Anat Uno de los detalles incómodos en mi biografía es mi presencia física que no tendrá fin.

Anat Zecharia dirige talleres de escritura, y es crítica de danza en el diario Yediot Ajaronot. Su poesía obtuvo el premio Poesía en Camino de la Municipalidad de Tel-Aviv (2005 y 2007); el premio del Festival Internacional de Poesía Shaar a poetas jóvenes en lengua hebrea (2005); mención de honor en el Festival de Poesía de Metula (2008). Fue invitada a representar a Israel en el festival Poesía Parnaso realizado en Inglaterra en el marco de la Olimpíada Cultural 2012. Ha publicado los poemarios Tan pronto como sea bella (2008) y Por error humano (2012).

E-MAIL: Anat.zecharia1@gmail.com

BLOG: “La Visiteuse” http://anatzecharia.com/


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.