FUEGO ANTIGUO
¡Quiero que me den sus hijos, quiero que me den su prole!
El Quinto Sol Poema sacro épico Versión de Ángel María Garibay
Nos hemos reunido a la intemperie De cara al fulgor congelado de los astros Signos vacíos en el tablero celeste Las orillas de la noche se han alejado y en el agua ha caído la luna Flota como la estatua de hielo de una diosa afrentada por su pueblo Enrancia de sílabas son los pájaros, alfabeto de alas roto Los días son largos como el desfile de las armas enemigas en el llano Y la miel aún suave de las flores de los jardines Espera la visita del emisario del sol, el colibrí El sol se ha echado a dormir dentro de las piedras La piedra es hoy nuestro único espejo El espejo de jade se ha vuelto a romper en nuestras manos Sus fragmentos deambulan insomnes por las plazas las calles los mercados Como la neblina cuando cae sobre el lago pronto a secarse Reunidos en la explanada del Templo Bajo la noche del valle que ha cerrado sus grandes alas de carbón Hablamos a las madres mientras constatamos El vuelo de los Carroñeros Cazadores de Vida La Legión de Leñadores que dirigen desde el Púlpito Han desollado la piel del silencio