El hijo pródigo socorrido por más de cincuenta plumas mexicanas1
Celedonio Orjuela Duarte
-1El ensayo, ya lo sabemos, es un género tardío. La palabra ensayo viene del francés essai, intento. Un punto de partida de su historia, no muy exacto, son los ensayos de Montaigne (1533-1592), evidentemente sus Essais, publicados en 1580, en esa suerte de diario, su propósito era pintarse y multiplicar las observaciones y los sondeos. Montaigne no era en modo alguno metódico, asunto que le viene bien al ensayo en estos tiempos que se volvió un vehículo de comunicación de saberes en la Universidad, pero muchas veces ocurre lo que observa el poeta Gabriel Zaid: Con el auge de la universidad como centro de formación de tecnócratas, la cultura libre (frente a la cultura asalariada), la cultura de autor (frente a la cultura autorizada por los trámites y el credencialismo),la creación de ideas, metáforas, perspectivas, formas de ver las cosas, parecen nada, frente a la solidez del trabajo académico. La jerarquización correcta es la contraria. El
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Ensayo literario mexicano. Selección John s. Brushwood, Evodio Escalante, Hernán Lara Zabala, Federico Patán. Universidad Nacional Autónoma de México. Universidad Veracruzana. Editorial Aldus. Junio de 2001, 833 páginas