Tres poemas de Jerome Rothenberg
Traducci贸n: Javier Taboada
JEROME ROTHENBERG (Nueva York, 1931), es poeta, antólogo, traductor y ensayista estadounidense. Entre sus múltiples títulos de poesía se encuentran: White Black Sun (1960), The Gorky Poems (1966), Poems for the Game of Silence (1971), Poland/1931 (1974), A Seneca Journal (1978), Vienna Blood (1980), That Dada Strain (1983), Khurbn & Other Poems (1989), A Book of Witness (2003), 25 Caprichos After Goya (2004), Concealments & Caprichos (2010), A Poem of Miracles (2013).
Cokboy (fragmento)*
La versi贸n completa de Cokboy fue publicada, originalmente, en el n煤mero 197 de la Revista Tierra Adentro (noviembre, 2014). *
Primera parte
Kon el kulo korolado arrivi un djudio entre indios ke fago aki en este lugar estranyo kon esta djente de ojos estranyos pudia aver problemas pudia aver
pudia aver
(ĂŠl dice) una sombra surge de su alfalfa con un tomahawk en mano la sombra de un hacha en su ojo diestro de una pluma fuente en el izquierdo ke fago aki komo fue ke me pedri para yegar aki so sien ombres ciento cincuenta distintas sombras judĂas y gentiles que traen la Ley a lo Inexplorado (ĂŠl dice) este ombre so yo
mi papu
i demas hombres-de-letras hombres con letras llevando el correo
jinetes lituanos del pony-exprés enloquecido por dinero Búfalo Bill aún cabalga al frente horas antes de vengar la muerte de Custer haciendo el primer filme en 3-D de aquellas guerras o años antes de ellas números desapareciendo en el tiempo cabalístico que reúne a los hombres y el jinete solitario con el culo colorado soy yo mi abuelo y demás hombres-de-letras judíos y gentiles que entran a dominios del indio que traen la Ley a lo Inexplorado en minas de oro y frágiles tiendas comercio de pieles
agricultura intensiva
boletas balas barberos que amenazan mi barba su cabello pero son condescendientes y harán a uno de los nuestros Senador de Arizona el campeón de su Ley que nos detesta a ambos pero se viste como judío un día como indio
al siguiente un azno kristiano ke fago aki puede ser un lugar enlokesido kon todas sus letras a la roves (él dice) quién puede leer los letreros que llevan al desierto quién puede hallar su escape de los bosques de la arroyada las abuelas vivían cerca con serpientes en sus panochas dientes quizás quizás motosierras cuando el Baal Shem visitó América usaba un sombrero shtreimel los lugareños pensaron que era un vaquero tal vez de México “¿un cokboy?” no un cowboy seré más que un orgullo para mi comunidad y raza buscaré a mi hermano Esaú entre estos pieles rojas y en sus fuegos nocturnales compartiré la meada tensa de mi verga sagrada que portará la semilla de Adonai y los nutrirá de visiones
llenaré toda una concha de almeja y pasará de boca en boca veremos el surgir de la luna a través de nuestros ojos distancias que desaparecen en el tiempo cabalístico (él dice) desde el acantilado el viejo mira una ciudad por luz vencida el hombre y la ciudad desaparecen mas observa y ve otra ciudad hecha de cristal dentro de los edificios se alzan estatuas inmóviles rostros morenos atrapan la luz un elevador yendo arriba y abajo en la visión del nele de los Cuna la visión de mi abuelo visión del Baal Shem en América los esclavos en el entrepuente qué visión común tienen a causa de qué luz sus ojos daban de frente a las estrellas
no podría saber qué hacía yo aquí todas las letras de este sitio están al revés un reverso en el tiempo hacia lo inexplorado el viejo hebreo tira de su gabardina separado de él su espíritu remontó hasta una ladera y se encontró con un águila no un agila capitanes
comandantes
preziadas
locos deliciosos
asesinos abriendo el continente para explotarlo cesar i desistir (él dice) avlemos (él dice) güele a pedo aki abasho (él dice) (nunca enfrenta el espejo sin llorar) y el agila lo levanta como un elevador a un sitio sobre el amanecer ahí le entrega una canción la Canción del Baal Shem que se ha cantado sin palabras por siglos “hey heya heya” pero traduce “yuh-buh-buh-buh-buh-buh-bum”
cuando el Baal Shem (yuh-buh) aprenda a hacer un fardo ¿que pondrá el Baal Shem (buh-buh) dentro del fardo? la seda de la bolsa del taled abajo el forro de piel de castor encima el aroma del fruto del esrog adentro el cuerno de una cabra montañesa en medio las plumas de un pichón a los lados un diente de ajo polaco en el corazón lleva en sus viajes viajes por bosques cabalísticos con la caballería zarista flanqueándolo bigotones de ojos cetrinos y sables que acechan de noche al alma noble por las estepas de Wyoming (él dice) ke fago aki no puedo topar mi chapeyo pudia bushkar el yano kon piezes i manos hasta que
tras una roca en Cody
un indio anciano expone las profecías de ambos juntas en este lugar como el humo se sostiene una pipa entre los dos por sus labios gotea el intenso tabaco “¿cowboy?”
cokboy (dice el Baal Shem) pone una nuez en su paño y la truena en una peña ambos comen el indio saca un mazo de cartas y las baraja “¿juega?” y juegan a lobos y corderos crepita el fuego en la pripitchok en una gran carpa en algún lugar de América la historia del surgir comienza
Seis cantos seri de ballena
1
El mar en calma, no hay viento. Bajo el tibio sol juego sobre la superficie con muchos compañeros. Arrojo en el aire varias nubes de humo y todas son felices.
2
La madre ballena es feliz. Nada en la superficie, muy rápida. No hay tiburones cerca, pero nada muchas leguas de ida y vuelta, muy rápida. Luego, se sumerge en lo hondo y nacen cuatro bebés ballena.
3
El primero asciende a la superficie, frente a sus narices. Salta sobre la superficie. Luego, cada bebé ballena Salta sobre la superficie. Luego descienden a las aguas hondas con su madre y allí permanecen ocho días antes de ascender, nuevamente.
4
Vieja, la vieja ballena no tiene crías. Su nado no la lleva lejos. Flota cerca de la costa y está triste. Es tan vieja y débil que no puede alimentarse como otras ballenas. Con la boca sobre la superficie retrae su aliento –hrr – y son tragados los peces más pequeños y las aves del mar.
5
La ballena que se aproxima a la costa está cansada, los tiburones han devorado sus entrañas y la carne de su cuerpo. Viaja lento –ya no tiene entrañas. Yace muerta en la playa y no puede viajar más.
6
Cincuenta tiburones la rodearon. Se colocaron bajo su vientre y le desgarraron piel y entrañas, y así murió. Porque no tenía dientes para luchar con los tiburones.
Un poema de milagros Para Jack Collom
1/
Un milagro más ordinario que el pasto bajo nuestros pies el sol ardiente deslumbrando ojos y piel
tantos recuerdos fundiéndose en uno no tenemos a dónde ir sino donde estamos
no más cerca
del fin que del origen
2/
Un milagro plenamente abierto hacia donde la mente se mueve lenta y el ojo como en un sueĂąo se abre y cierra
nubes sin lluvia cubren el sol el animal dormido sobre nuestro tragaluz no conoce el reposo ni el despertar sĂłlo un sueĂąo
3/
Un giro de la mano por el cual un ave perfecta se hace visible
un vuelo
sobre algunas frentes no hay misterio en lo que vemos
nos apartamos de ello apenas se ha ido cuando algo acaso brillante el resplandor de un ala nos asalta oculto hasta entonces
4/
Lo real ocurre primero la fantasía tiempo después es difícil distinguir más difícil en la oscuridad el ojo es muy débil la piel aún más débil como la mente
el origen de las especies oculta su nacimiento contornos de lo real que la mano percibe y el ojo imagina sólo más tarde en búsqueda singular
5/
Un milagro hacer lo visible antecedente de lo invisible el animal que miras su metamorfosis diferida
la imaginaci贸n aqu铆 acecha conduce lo oculto hacia la luz el mundo interno de la mente se invierte
6/
Un milagro vivir una vida en celebraci贸n conociendo el miedo y sintiendo la muerte 茅l halla el poema de su mayor agrado
ellos lo llaman fantas铆a un juego de azar o elecci贸n que retrae la mente desde lo literal abre una puerta a lo imaginado real
7/
Un milagro de donde el otro milagro procede la lechuza que habita toda la noche una palmera
un vuelo de pelĂcanos sombras pardas al este donde el sol roza el ocĂŠano un milagro de cuerpos lejanos voces del cielo sonidos sin palabras
8/
Un milagro el sol triturado por sus nubes la mente se aparta de los lazos de sangre que tiĂąen el horizonte precipitĂĄndose
la palabra es firmamento un cielo rasgado sobre el sol y la luna imaginarios cazadores detrĂĄs la luz se filtra un campo de estrellas
9/
Un milagro nuestras vidas que cruzan una barrera el viento maligno no es tan maligno nos regala palabras para encordar un poema
no hay a d贸nde ir sino arriba y afuera el milagro de saber incluso que el saber termina tras haber intentado y fallado contra las apuestas
10/
Un milagro de oscuridad oculta la luz un milagro en sí mismo donde los infinitos nos rehúyen y nos sumergimos en una búsqueda frenética
el océano cubierto por nubes escarlatas un milagro o no que la arena debajo sea rosa o malva o ámbar abierta y cerrada
11/
Un milagro la luz un milagro la noche un milagro el mar un milagro el ĂĄrbol un milagro el ave un milagro la palabra un milagro la lluvia un milagro el cerebro un milagro el tiempo un milagro la rima un milagro el aliento un milagro la muerte un milagro la luz un milagro
12/
Un milagro haber estado aquí y desaparecer como acaba el tiempo no más real que todo lo que sabemos o de lo que huimos
en mi mano todo roce me sorprende el color de los muertos es también un roce sus caras y sus voces apretándome roce a roce
13/
un milagro que las palabras aún sean verdes tras una era de sequía que la savia que asciende colme hojas y brotes que aún el sol brille en la oscuridad envolvente
es una ilusión
apenas conocida
una oscuridad más honda que esconde todo el firmamento desquiciado un milagro que de este lugar transitorio nazca un universo
14/
el simple azar revela un milagro mĂĄs el plato cae de mi mano y encuentra el suelo una manzana ostenta marcas de dientes
una rĂĄfaga de cosas mĂĄs real que las palabras o menos el tiempo ha llegado de sumar nuestro conocimiento se suspende en el aire hacia ĂŠl me elevo
15/
suda el pasto las palabras reverdecen un dedo señala un nuevo milagro
el cielo
conduce al espacio hueco que la mente es incapaz de abocarse o rellenar
sólo en el pequeño mundo podemos amar y matar al mismo tiempo
el solipsista
es rey aquí esperando por el fin del tiempo
y sabiendo
que no tiene fin
16/
un milagro por el que un animal y un hombre muertos yacen caídos para nunca alzarse otra vez sino radiantes en su disolución
la lenta progresión de hacerse carne y salir otra vez sigue en tanto el mundo siga sólo entonces no queda rastro de la mente más verdadero
17/
un milagro los mundos pequeños y los vastos la aparición de la sangre súbita y ardiente el sol al amanecer alumbrando la herida
el firmamento persiste sobre el sol y la luna la imagen más honda que oculta dónde luz y oscuridad cambian de sitio
un tiempo
que crea un misterio de tiempo y espacio
18/
un milagro posar un pie en tierra firme y saber que la tierra gira 1000 millas cada hora por el ecuador
apenas
una pulgada en cada polo
el ordinario ascenso y descenso de cĂłmo respiramos y nos movemos pasos dados en la estampida y caĂda de galaxias mĂĄs oscuras que luz
19/
si el tiempo es interminable lo que sentimos como tiempo nos engaĂąa con el milagro de lo que sentimos la ordinaria opresiĂłn de los dĂas a contracorriente
un milagro la mentira de la belleza nos deslumbra elfo engaĂąoso duende y capricho que oculta el dolor y el hambre a punto de estallar
20/
un milagro la tierra colapsando hacia la ruina mientras un mundo mรกs vasto sobrevive o decir el ser humano llega a su fin extraviado
y atrรกs deja una huella un aliento o un susurro listo para tornarse palabra la imagen en la mente no es una imagen hasta que logras evocar un pixel a la vez
21/
un milagro donde no hay nada que permita a tu mente existir luego rozar los cabellos la piel de donde brotan
los aromas ordinarios que forja el sexo y el calor que asciende desde las simas una historia contenida un roce de los dedos no el primero o el final
22/
la Ăşltima letra nombra el final y desaparece el milagro del sonido absorbido el cuerpo liberado para decir su mundo
un milagro la huella del pie en tierra la tierra un milagro mĂĄs el firmamento que se ha ido para no angostar nuestra mirada
23/
un milagro de sucesión números cubriendo un muro el cielo mismo un campo de números números como un alfabeto un juego de números
apenas trazado y apenas rociando la mente inscrito en sueños el sueño del hambre conduciendo a un mundo contado y numerado injertado en la piel
24/
un milagro las flores en el jardín crecen burdamente y caen
el camino
a lo milagroso no es lo que creímos o alguna vez juzgamos
sino jalar aire día tras día esperando que el aliento se agote que el flujo de sangre se seque el milagro de la muerte el mayor de los milagros
25/
un milagro despertar de un sue単o y contar el sue単o un milagro en s鱈 mismo que la flor en el sue単o sea tan ordinaria como la flor despierta
y dicha con tu voz la palabra es una flor tan rota y a la deriva el sonido reverberando un milagro mayor que eso que el ojo mira o conoce la mente
26/
un milagro haberse librado hasta aquĂ la belleza en lo poco conocido el dĂa a dĂa repetido en un roce de los dedos traducir lo que conocemos a lo vasto barbĂĄrico y salvaje
el libro del testimonio se abre todas las palabras que tenemos son suyas y nos lleva sin ojos susurrando los aĂąos mismos un milagro frente a un mundo de dolor
CODA para Diane
Un milagro lo invisible superándonos el resto del universo en la oscuridad más oscuro que el misterio de nacer
el milagro habita en lo que vemos y tocamos
qué alegría
estar aquí e inclinarme ante ti mi amistad más querida en la oscuridad
como dijo el poeta
30.viii.11