Del TAM-TAM al CLIC-CLIC: el pulso poético
José Muchnik Poeta y antropólogo
Introducción
Lenguajes, a través de gestos, ruidos, gritos… hasta llegar a lenguas orquestadas con palabras, fruto de sociedades, de hombres necesitando comunicarse entre ellos, también de la ausencia, de la necesidad de designar lo que no está. Cuando el sílex, el fuego o la lluvia… no estaban allí, al alcance del índice para mostrarlos, se inventaron palabras para nombrarlos y fueron así bautizados. Podríamos afirmar que la poesía nace con el lenguaje, como una herramienta de memorización / comunicación, palabras y ritmos para contar la existencia, mitos que explican a los hombres sus orígenes, su transitar en el mundo, su vida en sociedad, ritos que regulan los momentos sagrados y también la invocación de fuerzas “sobrenaturales”, astros, rayos, terremotos… a los cuales implorar clemencia. La poesía ya existía, antes de la escritura, en invocaciones asociadas a nacimientos o ritos funerarios, en cantos que acompañaban las cosechas o la forja de los herreros, en el TAM-TAM de tambores que ritmaban danzas o comunicaban noticias esenciales. Liberadora y esclava de las palabras la poesía es, desde su nacimiento, ritmo y sacralidad, memoria y transmisión.
Se cumplen veinticinco años de “Generación Abierta” ¿podrías escribir algo que tenga que ver con el período que hemos vivido?, me pregunta mi amigo Luis Raúl Calvo. Pienso entonces en los acontecimientos fundamentales transcurridos en ese lapso de tiempo, uno de ellos, sin lugar a duda, es la irrupción del CLIC-CLIC, el advenimiento de la era digital, tal vez el hecho de estar viviendo ese cambio nos impide apreciar su profundidad, la amplitud de su influencia en nuestras vidas cotidianas. Cuando hablo de cambio de era lo hago sopesando el lenguaje, las
grandes épocas de la humanidad fueron siempre marcadas por paradigmas tecnológicos que las caracterizaron y que condicionaron la evolución de diversas sociedades. Se sucedieron así, la edad de piedra, de hierro, del bronce o más recientemente la era de la mecanización y la electrificación. El comienzo de la “digitalización”1 que estamos viviendo, influye de manera decisiva en las formas de producir, de comerciar, de investigar … y también en las formas de escribir, de leer y de comunicarnos. Históricamente los cambios en el soporte de la transmisión del lenguaje, el pasaje de la oralidad a la escritura, el nacimiento de la imprenta, la difusión del libro… han estado siempre en resonancia con cambios esenciales en las formas de expresarse y en la evolución de los géneros literarios.
¿Cuál es / será la influencia de la “digitalización” en la poesía? Es la pregunta que me / les hago en esta nota, no para intentar respuestas prematuras, sino para mejor apreciar la magnitud de la corriente que nos arrastra. Para ello, para flotar mejor en las aguas agitadas de los comienzos del tercer milenio tratemos de percibir el aleteo de la poesía desde la oralidad y su pasaje a la escritura, hasta su actual difusión en internet. ¿Existe algún hilo conductor?
1 La era de la oralidad: los poetas “analfabetos”…
1
Los términos « mundialización » o « globalización » corrientemente utilizados para designar nuestra época, se prestan a manipulación y a falsos debates. Los individuos siguen teniendo identidades y referencias identitarias, culturas, lenguas, religiones, expresiones artísticas… en las cuales se reconocen, los individuos siguen perteneciendo a sociedades y lugares, no están “globalizados”, sí cambiaron las formas de comunicación entre ellos, sí usan internet, twitter y facebook, sí pueden usar las mismas zapatillas nike o el mismo coche Renault, pero no están diluidos en una mayonesa “mundial”.
… constituían una institución, ocupaban un lugar central en las sociedades orales, antes de la invención de la escritura. Eran ellos quienes transmitían periódicamente las palabras esenciales, las fórmulas para convocar la lluvia, para favorecer la fertilidad y la descendencia, para transmitir mitos que explicaban los orígenes, la vida en este mundo y los viajes al más allá. Esas fórmulas, esos relatos debían ser memorizados, para ello el lenguaje debía condensarse, cargarse de ritmo, fuerza simbólica, y ser repetido periódicamente buscando la comunicación entre generaciones, la transmisión de valores y creencias que fundamentan las relaciones sociales, así nació la poesía, como una necesidad vital.
Al poner título a esta nota sentí un carraspeo, un recuerdo buscando aire, me acordé entonces de un libro que me habían regalado el siglo pasado en Burkina Faso, tenía que encontrarlo, ahí estaba, en mi biblioteca, como esperando tranquilamente su momento, “Saglego o el poema del TAM-TAM2” de Frédéric Pacéré Titinga3. Se trata de un pequeño libro notable, el autor parte del lenguaje del TAM-TAM, de la poesía del TAM-TAM, que existe hace milenios, antes que los libros, inscribe en lengua moré lo que el TAM TAM dice y lo traduce luego al Francés. Me imagino que más de un amigo poeta consultará Google y confirmará entonces que no lo robé en la Biblioteca de Babel. Les brindo aquí algunos pasajes:
“Nuestros respetos / ¡A los herreros!/ El alto horno tornado / ¡Hacia el cielo! / El hambre que golpea la forja / ¡no golpea el martillo! /
2
Instrumento de percusión tradicional en Africa, tamboril con una extremidad abierta y la otra recubierta con una piel, en general de cabra. 3 Libro bilingüe Moré-Francés, la traducción en castellano es del autor de esta nota. Saglegó (en moré) significa consejos. El libro recopila refranes y aforismos tradicionales de Burkina Faso, transmitidos oralmente hasta nuestros días.
“Los labios de la máscara ignoran la sonrisa / Levántate temprano, inventa el día / Deja el muerto aprieta la calabaza” (autor anónimo)
Un recorrido por otras sociedades en la era de la oralidad nos muestra bajo formas diferentes la universalidad de la poesía. En América pre colonial, estaba asociada íntimamente al canto, a la danza, y a las ceremonias rituales. “Para poder retener el cúmulo de conocimientos, transmitidos de generación en generación, era más fácil aprenderlos en forma de poesía, con su métrica y sus particularidades estilísticas, que ayudaban a fijarlos en la memoria [… ] Por eso el canto y la poesía eran instrumentos de enseñanza en las escuelas nahuas”4. Los poemas en lengua náhuatl retomados de la tradición oral, transcriptos en alfabeto latino y traducidos al castellano, recopilados en el libro “In xochitl in cuicatl”, nos ayudan entender la “necesidad poética” humana y a remontar sus fibras a través del tiempo.
Canto triste (de Nezahualcoyotl): Oye un canto mi corazón / me pongo a llorar / me lleno de dolor / nos vamos entre flores / Hemos de dejar esta Tierra / ¡estamos prestados unos a otros: iremos a la casa del sol! ¡Póngame yo un collar / de variadas flores / en mis manos estén / florezcan en mí guirnaldas / Hemos de dejar esta Tierra / ¡estamos prestados unos a otros: iremos a la casa del sol! (Autor anónimo, traducción náhuatl / castellano : Angel M. Garibay)
La Guerra que embriaga: […] En el interior del agua cantan / dan voces las flores divinas / Se embriagan, dan gritos / los príncipes que parecen aves preciosas / los “In xochitl in cuicatl”, Flor y canto, la poesía de los aztecas, Brigitta Leander, 1972, Instituto nacional indigenista, México. 4
cuextecas en la región de los magueyes / Nuestros padres se han embriagado / embriaguez de la fuerza / ¡Comience la danza!/ A su casa se han ido los dueños de las flores ajadas / los poseedores de los escudos de plumas / los que guardan las alturas / los que hacen prisioneros vivientes / ya danzan / Arruinados se van los dueños de las flores ajadas / los poseedores de los escudos de plumas. / Ensangrentado va mi príncipe / amarillo señor nuestro de los cuextecas / el ataviado con faldellín color de zapote / Tlacahuepan se cubre de gloria / en la región misteriosa donde de algún modo se existe. (Autor anónimo, traducción náhuatl / castellano: Angel M. Garibay)
Para no perder el hilo conductor repitamos como un TAM TAM que desde sus orígenes la poesía es ritmo y emoción, porque el ritmo es vida, pulsaciones, alientos, amaneceres, ocasos. La poesía es conocimiento y memoria, lenguaje condensado en símbolos, palabras y sonidos.
2 De la oralidad a la escritura: escribas, rimas y formas
Misteriosa aventura de la humanidad, la pregunta más elemental da lugar a complejas reflexiones, ¿porqué inventamos la escritura? Desde un punto de vista estrictamente, biológico, podemos afirmar que no teníamos necesidad de escribir, para respirar, comer, acoplarnos y reproducirnos. El invento de la escritura muestra de manera irrefutable que somos un animal cultural, no sólo las necesidades materiales condicionaron nuestra evolución, sino también nuestros sueños, nuestros deseos, nuestras angustias, “… la cultura tiene un desarrollo secuencial, en cuyo curso los cambios que afectan los modos de comunicación son tan importantes
como los cambios que afectan los modos de producción”5 En una época en la cual la poesía y los poetas ya no están en el centro de las sociedades sino en su periferia, en la cual los héroes son millonarios hombres de negocios, actores o deportistas, seguidos
por
paparazzis
para
celebrarlos
en
el
ciberespacio,
podríamos
preguntarnos si no es necesario un estado de “urgencia poética” para liberar lenguajes dando alas a imaginaciones fosilizadas por espejismos de progreso.
La escritura permitió perennizar las tradiciones orales, archivar la memoria, constituir referencias tanto para las tradiciones orales como para las evoluciones semánticas del lenguaje, pero al mismo tiempo fijaba la poesía en textos. Cambió entonces la relación entre creador e intérprete que en las sociedades orales se fundía a menudo en la misma persona. El poeta ya no podía adaptar o modificar la poesía según sus criterios o inspiraciones, ahora había que respetar los escritos originales o sus copias autentificadas, las instituciones religiosas se dotaron de “scriptoriums” lugares dedicados al trabajo de los escribas. Los poemas épicos retoman los mitos fundadores que fueron inscriptos, en tabletas de arcilla, en piedra o en papiros, constituyendo así las primeras obras literarias de la humanidad, como la epopeya de Gilgamesh6 en la antigua Babilonia o el Rig-Veda en la civilización hindú7. Los poetas tienen entonces la sagrada misión de retomar en forma escrita los mitos fundadores, de eternizarlos para su transmisión a las futuras generaciones, como lo hace Homero en la Ilíada y la Odisea.
Jack Goody, 2007, « Pouvoirs et savoirs de l’écrit », ed. La Dispute, France (traducción J.M). Epopeya de Gilgamesh, se considera uno de los primeros poemas épicos escritos de la historia de la humanidad, redactado en sumerio, con escritura cuneiforme sobre tabletas de arcilla, hacia los fines del tercer milenio antes de Cristo, relata la vida de Gilgamesh, rey de la ciudad de Uruk en la antigua Mesopotamia. 7 Rig-Veda, colección de himnos sagrados de la India antigua, escritos en sánscrito entre 1500 y 900 AC, forma parte de los cuatro grandes textos canónicos del hinduismo conocidos como Veda. 5 6
La irrupción de la escritura provocó cambios fundamentales en la poesía, en sus formas de creación y difusión, pero no altera su misión esencial, cuestionarse sobre la existencia humana transmitiendo emociones en un lenguaje simbólicamente denso. Ritmo y sacralidad continúan a caracterizar la creación poética. Pero la escritura introduce nuevas reglas, rimas y métricas precisas, de versos, estrofas y poemas. La aparición de la escritura no elimina su relación con la oralidad, la transmisión y la memoria, la cambia, la reorganiza. La poesía escrita sigue destinada a ser dicha, pues la oralidad, su pasaje por la boca y el aliento nos permiten apreciar su ritmo, su sonoridad.
Aún por mucho tiempo la poesía seguirá destinada a ser memorizada, a ser recitada “de memoria”, pues son pocos los que tienen acceso a la lectura. Sonetos, cuartetos, octosílabos, endecasílabos, rimas asonantes o consonantes, regirán la creación poética, para facilitar su transmisión y memorización hasta bien avanzado el siglo XIX.
3 Imprenta y difusión del libro: la revolución de la “versificación libre”.
La invención de la imprenta con tipos móviles sucede en China hacia comienzos del primer milenio, pero es a mediados del siglo XV que, gracias a Guttenberg, esta invención se desarrolla en Europa. Se trata de uno de los mayores inventos del renacimiento que permite la difusión en otra escala de los textos escritos. La novela como género literario debe su aparición a la imprenta. La novela no está destinada a ser memorizada, su ritmo no está dado por la oralidad sino por la narración de lo
vivido por sus personajes en un contexto espacio temporal determinado. “Lo que califica a las grandes novelas, es producir efectos de verdad que escapan a todos los otros sistemas de representación o de interpretación, revelar una parte de la experiencia humana a la que sólo el arte de la novela permite acceder”8
Entre la difusión de la imprenta y el acceso masivo a la escritura hay / hubo una distancia, cuatro siglos aproximadamente, hubo que esperar las revoluciones republicanas para que el privilegio de pocos se transforme en derecho de muchos, que la alfabetización se constituya en objetivo de gobierno prioritario. El acceso de las mayorías a la escritura coincide con la “liberación” de la poesía de las reglas métricas que regulaban su creación. No me arriesgaría a establecer relaciones de causa a efecto, pero si la transmisión y el aprendizaje “de memoria” de los poemas pierde actualidad cuando esa memoria se vuelve accesible a la mayoría a través de textos impresos, podríamos suponer que son hechos relacionados.
Sonetos, cuartetas, octosílabos o endecasílabos continuarán entonces a regir la producción poética hasta bien avanzado el siglo diecinueve , la transición se puede apreciar bien en un poeta como Arthur Rimbaud quien en 1871 escribe un poema genial como “Vocales” en forma de soneto, pero en 1873 “Una temporada en infierno” aparece ya liberada de las reglas métricas tradicionales. “Poesía en prosa” dirán algunos, prefiero el término “poesía libre” para evitar confusiones: “Regresaré con miembros de hierro, la piel oscura, los ojos furiosos: de acuerdo a mi máscara, me juzgarán de raza fuerte. Tendré oro: seré ocioso y. brutal. Las mujeres cuidan a
8
Guy Scarpetta, « Carlos Fuentes, la subversion baroque », Le Monde diplomatique, juillet 2013. (traducción JM).
esos inválidos feroces que retornan de las tierras calientes. Me inmiscuiré en los asuntos políticos. Salvado. Ahora estoy maldito, tengo horror de la patria. Lo mejor es un sueño bien ebrio, sobre la playa” (extraído de “Una temporada en infierno”9).
Hete aquí la poesía “liberada” parcialmente de la memorización, pero su pulso, la transmisión de la angustia esencial del ser humano, siguen siendo su leitmotiv su hilo conductor. Los “poetas malditos”10 en rebelión contra la sociedad, rechazados por la misma, reconocidos tardíamente o “post mortem”, simbolizan la revuelta de la poesía a mediados del siglo XIX. Los poetas rusos de comienzos del siglo XX y más tarde el surrealismo en Francia, en resonancia con un mundo en ebullición, profundizarán la “liberación” / revolución de la poesía. El TAM TAM permanece, cambiaron muchas cosas, desde las formas hasta el lugar del poeta en la sociedad, pero la poesía sigue bombeando ritmo y emoción, insumisa, subvirtiendo lenguajes, cuestionando existencias.
4 EL CLIC-CLIC y la era digital: ¿regresar a las fuentes?
¿Hic et nunc qué? ¿aquí y ahora qué sucede, hacia donde vamos ? No cabe duda que estamos viviendo una época de rupturas, de transformaciones substanciales en todos los planos, en las formas de producir, de comunicarnos, de representarnos las sociedades en qué vivimos. Época paradojal estos comienzos del siglo XXI: por un lado hay mayor necesidad de poesía, en el sentido existencial, de expresar con un
9
http://www.lamaquinadeltiempo.com/Rimbaud/tempor.htm Término acuñado por Paul Verlaine en su libro “Les poètes maudits”, 1884, refiriéndose a Tristan Corbière, Arthur Rimbaud et Stéphane Mallarmé. 10
lenguaje sensible y denso qué hacemos con nuestras vidas en un mundo en rápida transformación, pero por otro lado la poesía y los poetas son relegados a la periferia. Ya no personajes sagrados en el centro de la oralidad, ya no Homeros transcribiendo en epopeyas mitos fundadores, ni siquiera poetas malditos, tampoco revolucionarios. Poesía y poetas diluidos, casi ignorados por los medios de prensa, los debates sociales y hasta los sellos editoriales. La digitalización implicó cambios fundamentales en los modos de comunicación, en la constitución de redes sociales, en la difusión de la producción literaria, cientos de asociaciones virtuales se constituyeron, miles de blogs irrumpieron en la web, algunos poetas siguen espejismos, se ilusionan, creen que existen, pero en realidad casi nadie los / nos escucha. Sería entonces interesante abrir nuestro cuestionamiento en dos direcciones: sobre el acto de creación poética y sobre el lugar de la poesía en la sociedad.
Como Historia lo muestra las evoluciones en las técnicas de escritura y de difusión desde las sociedades orales hasta nuestros días estuvieron en resonancia con cambios en la creación poética, en sus lenguajes, formas y contenidos. Podríamos dar rienda suelta a la imaginación en cuanto al uso de las nuevas formas de composición poética, siempre hay resistencias a los cambios. Viene al caso recordar que Platón se opuso en su momento a la utilización de la escritura en la enseñanza de la filosofía, la transmisión de conocimientos debía hacerse oralmente de maestro a discípulo (ver en “Fedra” de Platón). Utilizando la computadora como herramienta de composición podemos hoy imaginar la combinación de lenguajes diferentes: textos organizados en palabras, con lenguajes expresados en sonoridades, símbolos, imágenes… como un pintor, un escultor o un músico pueden valerse de
técnicas provenientes de épocas diferentes para componer su obra. La era digital abre la posibilidad de nuevas combinaciones, los lenguajes visuales y sonoros pueden entrar en resonancia con el TAM-TAM poético, producir nuevos ecos, acentuar ritmos, conferir a las emociones otros relieves. Difícil decir cuáles serán, qué corrientes / escuelas se abrirán, pero si algo aprendimos de la historia podemos afirmar que nos situamos en los umbrales de un gran cambio, aunque aún seamos muchos quienes resistimos al libro digital que está revolucionando la difusión de todos los géneros literarios. Precisemos que no se trata de elegir entre libro papel y libro digital, entre escribir en una libretita en el bar o componer directamente en la computadora, se trata de cómo se combinan, se complementan, diversas herramientas de creación y soportes de difusión11 Por supuesto la digitalización tiene sus ambigüedades, Internet permite también la circulación de poesía en una escala hasta ahora imposible y también la difusión sin precedentes de cierta mediocridad, de poemas con poiesis atrofiadas, de antologías con escasas anthos (flores). Tengamos confianza en Poesía, ella no pierde el hilo del TAM-TAM, ella distingue ritmo de barullo, lenguaje latente de versos con colorete.
En cuanto al lugar de la poesía y del poeta en la sociedad, si algo caracteriza nuestra época es la pérdida del futuro, al menos de la visión positiva de un futuro al cual el progreso científico nos conducía con seguridad. La crisis actual replantea de manera fundamental las relaciones del hombre con la naturaleza y con los otros hombres, pero cómo comprender las relaciones del hombre con la naturaleza y con sus semejantes si separamos las explicaciones científicas de las percepciones 11
Joaquín Rodriguez, "Edición 2.0 Sócrates en el hiperespacio », 2008, ed. Melusina, España. Ver también Revista Books, 2009, N° 7, www.booksmag.fr y http://www.madrimasd.org/blogs/futurosdellibro/.
poéticas. La crisis no es sólo económica o medioambiental, la crisis del lenguaje es parte clave en este proceso12. Tal vez la renovación poética de la era digital, el ensamblaje de lenguajes diferentes (textuales, sonoros, visuales…) en la creación poética, el desarrollo de nuevas relaciones entre poesía / oralidad / transmisión, pueda incitar el retorno de los poetas al centro de la ciudad, en todo caso vale la pena intentarlo.
TAM-TAM, CLIC-CLIC, TAM-TAM… el pulso poético continúa.
JM.
Noviembre 2013
Nota: el autor agradece a Ester y Maïra Muchnik, por la lectura crítica y sus sugestiones.
12
Ver « Lenguaje, conocimiento y poesía », José Muchnik, en Revista Generación Abierta http://www.generacionabierta.com.ar/
José MUCHNIK
2 Allée des Roses, 91360 Epinay Sur Orge, Francia. Email: josemuchnik@gmail.com
Poeta y antropólogo, José Muchnik nació en 1945 en una ferretería del barrio de Boedo de la ciudad de Buenos Aires, barrio donde anclaron sus padres, inmigrantes rusos en estas tierras. Su infancia transcurrió entre barricas de gomalaca, latas de masilla y tambores de kerosene, entre oleajes de exilados de diversas latitudes que buscaban un retazo de calma para vivir. Se graduó en 1973 de ingeniero químico en la Universidad Nacional de Buenos Aires, y pocos años después, con la nefasta dictadura militar llegó su turno, la corriente siguió moldeando vidas arrastrándolas al ritmo de sus caprichos. Reside en Francia desde el año 1976, graduado Doctor en Antropología de l’ Ecole d’Hautes Etudes en Sciences Sociales de París, especializado en el estudio de culturas alimentarias locales se desempeñó hasta el año 2013 como Director de investigaciones en el Institut National de la Recherche Agronomique (INRA) de Francia.
Recorrió diversos países de África y América Latina, realizó numerosas obras de poesía, ensayos antropológicos, exposiciones fotográficas… pero él sigue siendo Josecito el de la ferretería, un habitué del boliche de la cortada San Ignacio, de esa ciudad llamada Buenos Aires.
Publicaciones literarias
Quince poemas por la paz, 1985, Edición del autor, San José de Costa Rica.
Ocho poemas para perder el tiempo, 1987, Ed. Calle Arbolada, Buenos Aires.
El retorno de Don Quijote, 1989, obra de teatro inédita, SAE Buenos Aires.
Cien años de libertad y Coca-Cola, 1990, Editorial Universitaria Centroamericana, San José de Costa Rica. Edición francesa, 2009, L’Harmattan Francia.
Proposition poétique pour annuler la dette extérieur (edición bilingüe, españolfrancés), 1993, Ed. L’Harmattan, Paris.
Arqueología del amor, 1993, Edición del autor, Montpellier.
Amazonia
he
visto,
(edición
bilingüe,
español-francés),
1997,
Ed.
Louma,
Montpellier.
Calendario poético 2000, 1999, Ed. Aguirre Buenos Aires, versión francesa Ed. Octares Toulouse.
Le Grain, le coeur et le mot, (edición francesa), 2001, Antología de poesía africana, Ed. Feu de Brousse-Senegal / Cirad-Francia
Guia Poética de Buenos Aires, 2003, Ed. Secretaría de cultura del gobierno de la ciudad. Versión bilingüe, 2004, ed. Tiempo, Paris
Chupadero, 2005, novela, Ed. El Farol, Buenos Aires
Versos para soñar y saborear, 2006, compilación, ed. Instituto de estudios giennenses, Jaen-España
Pan amor y poesía : culturas alimentarias argentinas, 2008, compilación, ed. INTA, Argentina
Tierra viva luces del mar, 2008, ed. Talleres Patagonia, Argentina.
Kasting, 2010, obra de teatro inédita, SAE Buenos Aires.
Travesías Poéticas, 2011, ed. bilingüe L’Harmattan Francia.