Fe, práctica y estudio los fundamentos del budismo nichiren

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FUNDAMENTOS BUDISTAS: FE, PRACTICA Y ESTUDIO

SOKA GAKKAI INTERNACIONAL DE CHILE Publicaciรณn no oficialโ ฉ


Fe, prรกctica y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren

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Fe, prรกctica y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren

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Fe, prรกctica y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren

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Fe, prác)ca y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren

Parte 1 de 3

Disertación El 20 de abril de 1951, en una jornada histórica, se publicó en el Japón el primer número del Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, teniendo como trasfondo social la inestabilidad y la confusión de la posguerra. Hoy, 65 años después y con más de 19000 ediciones, nuestro diario sigue imparIendo esperanza y valenLa a sus lectores. El deseo de mi mentor Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, fue que todo el mundo leyera el Seikyo Shimbun, dentro y fuera del país.Y yo siento lo mismo. La palabra escrita es un potente medio para expandir las fronteras del kosen-rufu. En parIcular, nunca olvidaré la pasión y la energía con que el señor Toda escribía materiales para el Seikyo, incluso desde el primer número; no solo las entregas sucesivas de su novela La revolución humana, sino también una columna Itulada «Epigramas», y otros arLculos. También escribió el arLculo de fondo que apareció en la primera plana de aquel número inicial, Itulado: «¿Qué es la convicción?». Allí, declaraba: «Esta es, verdaderamente, la época del kosen-rufu. Debemos ser

valientes».1 Y proponía que para actuar con entereza, debíamos tener absoluta convicción en lo que estábamos haciendo. En ese momento, en el Japón reinaba el caos. La Soka Gakkai era todavía una pequeña organización de pocos miembros, y aún no había sentado firmes bases en la sociedad. No obstante, el señor Toda tenía convicción absoluta, y por eso la Soka Gakkai pudo crecer sostenidamente y lograr un desarrollo excepcional. Los miembros de la Soka Gakkai se basan en la fe, la prác)ca y el estudio En ese arLculo sobre la convicción, el señor Toda recalcaba: «La fe, la prácIca y el estudio son requisitos esenciales para los seguidores del budismo Nichiren; enseñar a otras personas la Ley MísIca es una acIvidad fundamental para todos los creyentes que han jurado lograr el kosenrufu. Una vez que recibimos el Gohonzon, debemos recordar que el Buda nos encomendó esta misión en el infinito pasado».2 En efecto, la fe, la prácIca y el estudio son la fuerza motriz para el crecimiento y la victoria de los miembros de Gakkai, quienes son Bodhisabvas de la Tierra desde el Iempo sin comienzo. Estas tres s o n l a s p a u ta s q u e n o s g u i a rá n eternamente en todo lo que hagamos


para cumplir la misión que nos confió el Buda. En El verdadero aspecto de todos los fenómenos, el Daishonin declara: «Esfuércese en los dos caminos de la prácIca y el estudio, pues el budismo no existe sin prácIca y estudio. Sin embargo, no sólo debe perseverar en su prácIca personal, sino también enseñar a los demás. Tanto la prácIca como el estudio derivan de la fe».3 Esforzarnos en la fe, la prácIca y el estudio, y mantener la enseñanza correcta en relación directa con el Daishonin, han sido la tradición de la Soka Gakkai desde los días fundacionales. Hoy, el budismo Nichiren palpita con vitalidad solo en los esfuerzos que hacemos los miembros de Gakkai por propagar la Ley MísIca con benevolencia, basados en la fe, la prácIca y el estudio. En este momento, cuando la Soka Gakkai está avanzando a pasos agigantados como religión mundial, quisiera reafirmar con los miembros de cada país la importancia de la fe, la prácIca y el estudio, examinando diversos pasajes de los escritos del Daishonin. En esta entrega, enfoquémonos en la fe, el primero de los tres pilares básicos del budismo Nichiren.

Este Gohonzon se encuentra sólo en los dos ideogramas con que se escribe «fe».4 A esto se refiere el sutra cuando dice que uno sólo puede «obtener el acceso a través de la fe».5 Ya que los discípulos y seguidores laicos de Nichiren creen sólo en el Sutra del loto descartando honestamente los medios hábiles6 y no aceptan ni siquiera una sola estrofa de los demás sutras,7 tal como enseña el Sutra del loto, ellos sí pueden entrar en la Torre de los Tesoros del Gohonzon. ¡Qué tranquilizador! Esfuércese al máximo, cuanto le sea posible, en bien de su próxima existencia. Lo más importante es que, con sólo entonar Nam-myoho-renge-kyo, usted puede manifestar la Budeidad. Sin duda, ello dependerá de la fortaleza de su fe; tener fe es la base del budismo.8 «¡Los miembros de la Soka Gakkai tenemos fe!» En una reunión general celebrada en la sede central de la Soka Gakkai en noviembre de 1957, cuando estábamos por lograr la membresía de 750 000 familias que el señor Toda se había trazado como objeIvo y corolario de su vida, este declaró: «¡Los miembros de la Soka Gakkai tenemos fe!».9 E n e s e e n c u e nt ro h a b í a m u c h o s periodistas enviados por los medios de co m u n i ca c i ó n . C o n s c i e nte d e l a s


especulaciones superficiales que buscaban explicar el tremendo crecimiento de nuestra organización, el señor Toda proclamó de manera inequívoca que habíamos triunfado a través de la fe. Su rugido de león sigue resonando en mi memoria… Y agregó, en tono enérgico: «¡La fe es fundamental! Nuestra misión es pracIcar el budismo Nichiren. Mientras tengamos esta firme convicción, nada que escriban o digan sobre nosotros deberá sorprendernos».10 La fe significa tener el corazón de un rey león, que nos permite superar cualquier adversidad. Las personas de fe decidida no temen a nada. Mientras sigan fortaleciendo su fe, tendrán un caudal de convicción invencible. La fe firme nos asegura una vida rica y plena. Cuando perseveramos en nuestra prácIca del budismo Nichiren, no podemos dejar de lograr la felicidad y la victoria en la vida. En el discurso que dio en esa reunión general, el señor Toda pidió a los miembros de la organización que no sedejaran inmutar por las fluctuaciones de la opinión pública y que se prepararan para avanzar basados en la fe. La fe es nuestro cimiento y es nuestro punto de parIda. Esta es la esencia del budismo Nichiren.

«El Gohonzon solo se encuentra en la fe» En El verdadero aspecto del Gohonzon, el Daishonin explica el significado de la fe y los beneficios que esta permite obtener. Es un texto que envió a la monja laica Nichinyo para agradecerle el envío de ofrendas al Gohonzon. En la carta, explica que inscribió el Gohonzon, es decir el objeto de devoción, como «estandarte de la propagación del Sutra del loto».11 Lo llama el «gran mandala nunca antes conocido»,12 con el poder de permiIr a todas las personas manifestar la iluminación; dice que es un «cúmulo de beneficios».13 Este grandiosoGohonzon, afirma el Daishonin, se encuentra únicamente en la fe.14 La fe, entonces, es la vía suprema para lograr la Budeidad. El Sutra del loto dice que «solo [obtenemos] el acceso a través de la fe».15 Hasta Shariputra, uno de los diez discípulos principales de Shakyamuni, a quien se elogiaba como el «primero en sabiduría», solo pudo entrar en el ámbito ilimitado de la Budeidad por medio de la fe, no de la sabiduría que lo caracterizaba. De la misma manera, incluso si el Gohonzon está frente a nosotros, sin fe no podemos valernos de su poder. El Daishonin adquirió el estado de vida de la Budeidad perseverando en su conIenda colosal con «el único pensamiento puro y sincero de ver al Buda sin vacilar aunque


ello les costara la vida».16 Luego, inscribió ese estado de vida iluminado en un mandala llamado Gohonzon. A través de la fe, basada en la profunda conciencia de que el Gohonzon «existe sólo en la carne mortal de nosotros, las personas comunes que [...] entonamos Nam-myoho-rengekyo»,17 podemos obtener beneficios inimaginables. Cuando, firmemente, hacemos surgir las fuerzas de la fe y de la prácIca, oramos al Gohonzon con todo nuestro corazón y nos dedicamos a cumplir el gran juramento del kosen-rufu, podemos manifestar en nosotros mismos el estado de Budeidad inseparable de la Ley MísIca, desplegar las fuerzas del Buda y de la Ley, y gozar de grandes beneficios. Sobre este tema, el señor Toda decía: «Cuando mulIplicamos por uno las fuerzas de la fe y de la prácIca, también se manifiestan mulIplicadas por uno las fuerzas de la Ley y del Buda. De la misma manera, al mulIplicarlas por cien obtenemos una respuesta cien veces mayor; y cuando las mulIplicamos por diez mil, la reacción es diez mil veces más potente».18 Todo depende de nuestra fe. Como explica el Daishonin en otra carta, dirigida a la monja laica Nichigon: «Que su oración sea o no sea respondida dependerá de su fe; [si ello no ocurre], de ninguna manera deberá culparme a mí».19

Las personas de fe firme nunca se estancan; nunca se encuentran en situaciones sin salida. Quienes perseveran en la fe experimentan la maravilla de abrir en su propia vida el mismo estado iluminado que adquirió el Daishonin y pueden dirigir cualquier circunstancia personal en dirección a la felicidad. Los que «obIenen el acceso a través de la fe» jamás son derrotados por la desventura. Creer solo en el Sutra del loto conduce directamente a la felicidad A conInuación, en El verdadero aspecto del Gohonzon, el Daishonin cita dos pasajes del Sutra del loto: «descartando honestamente los medios hábiles»20 y «no aceptar una sola estrofa de los demás sutras»,21 Lo hace para recalcar la importancia de «creer solo en el Sutra del loto». Aquí, «solo» puede significar «un corazón puro y sincero» y también «eso que es lo único». El Daishonin dice que, a través de creer solo en el Sutra del loto —es decir, descartando honestamente los medios hábiles y sin aceptar ni una sola estrofa de otros sutras— uno puede «entrar en la Torre de los Tesoros del Gohonzon».22 En otras palabras, centrando la fe en el Gohonzon de Nam-myoho-renge-kyo y dedicándonos sin reservas al kosen-rufu,


podemos entrar en el palacio de dicha suprema que es el estado de Budeidad, dondequiera que estemos y cualquiera sea nuestra situación. Hablando de nuestra acItud hacia el Gohonzon, el señor Toda decía que debíamos entonar con fe pura y sincera, depositando nuestra fe solamente en la Ley MísIca. Perseverar con esta clase de fe depara beneficios incalculables. Cualquier persona, si abraza la Ley MísIca y se esfuerza sinceramente en su prácIca budista, puede recorrer con dignidad y orgullo el grandioso camino de la revolución humana, y lograr un estado de absoluta felicidad. El Daishonin prosigue diciendo en esta carta: «Lo más importante es que, con sólo entonar Nam-myoho-renge-kyo, usted puede manifestar la Budeidad».23 Además, afirma que manifestar la Budeidad es algo que depende de la fortaleza de nuestra fe.24 Nuestra felicidad no está determinada por la canIdad de Iempo que pracIcamos el budismo Nichiren, ni mucho menos por el cargo que ocupamos en la organización o por la posición social. En cambio, es algo definido por la fortaleza y la profundidad de nuestra fe. Un principio básico del budismo Nichiren es que todo comienza por la fe, para cualquier persona y en cualquier circunstancia.

Lo que denominamos fe no es nada fuera de lo corriente. La fe significa depositar nuestra confianza en el Sutra del loto, en Shakyamuni, en Muchos Tesoros, en los budas y bodhisabvas de las diez direcciones, y en los dioses celesIales y deidades benevolentes, y entonar Nammyoho-renge-kyo del mismo modo que una mujer ama a su esposo, que un hombre sacrifica la vida por su esposa, que los padres son renuentes a abandonar a sus hijos o un niño se niega a alejarse de su madre. Y no sólo eso; uno debería reflexionar sobre los pasajes del sutra que dicen: «Descartando honestamente los medios hábiles...»25 y «No aceptar una sola estrofa de los demás sutras»,26 sin siquiera pensar en alejarse de ellos, tal como una mujer rehúsa desprenderse de su espejo o como un hombre lleva siempre su espada.27 «El invierno siempre se convierte en primavera» En El significado de la fe, dirigido a la monja laica Myoichi, el Daishonin explica importantes aspectos de la fe que debemos ponderar con detenimiento. Myoichi pracIcaba las enseñanzas del Daishonin junto a su esposo. Sin embargo, en el clima represivo que afectó a los seguidores del Daishonin, tras la persecución de Tatsunokuchi,28 las


autoridades confiscaron las Ierras de este matrimonio, por causa de su fe. Y además, antes de que el Daishonin fuese indultado y regresara de su exilio en la isla de Sado, el esposo de Myoichi falleció. La mujer quedó viuda con dos hijos a cargo, uno de los cuales estaba enfermo. Y además, ella misma padecía problemas de salud. Así y todo, no se dejó vencer por sus dipciles circunstancias y siguió pracIcando sinceramente las enseñanzas budistas del Daishonin, incluso tras la muerte de su marido. A pesar de su estrechez económica, prestó apoyo al Daishonin enviándole a un sirviente para que lo ayudara en Sado y, también hizo lo mismo, cuando este fue a vivir al monte Minobu. A esta sincera «madre del kosen-rufu», el Daishonin le envió este inmortal mensaje de esperanza: «[E]l invierno siempre se convierte en primavera».29 ¡Cuánto la habrán reconfortado e inspirado estas alentadoras palabras de su mentor! Los que más han sufrido merecen disfrutar de la mayor felicidad. Este es el verdadero empoderamiento que produce la prácIca del budismo Nichiren. En este principio, se expresa el corazón de Nichiren Daishonin y la gran filosopa humanísIca de la Soka Gakkai. Expresar nuestra humanidad genuina, sin arIficios Tiempo después, el Daishonin le envió a la monja laica Myoichi un texto que

comienza diciendo: «Lo que denominamos fe no es nada fuera de lo corriente».30 Para aclarar este punto, el Daishonin compara la fe con la forma en que una mujer ama a su marido; o un marido aprecia y protege a su mujer; o un progenitor cuida a sus hijos; o un niño se aferra a su madre.31 El amor entre marido y mujer, o entre un padre y un hijo, es una expresión espontánea de la vida, una manifestación natural de nuestra humanidad intrínseca. Debemos entonar Nam-myoho-renge-kyo al Gohonzon con esta misma acItud abierta, sin cálculo ni afectación. Así es la fe, dice el Daishonin. Myoichi, después de enviudar, siguió esforzándose con seriedad en la fe, no solo en beneficio propio sino por su fallecido esposo, al mismo Iempo que se ocupaba de criar a sus hijos como excelentes personas. Estoy seguro de que las palabras bondadosas del Daishonin habrán conmovido hondamente su corazón. La fe debe ser siempre transparente y sincera, sin imposturas. Como escribe Nichiren Daishonin: «Sufra lo que tenga que sufrir, goce lo que tenga que gozar. Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida, y siga entonando Nam-myoho-renge-kyo, pase lo que pase».32


Ya sea que nos sintamos felices o desdichados, llevemos todo ante el Gohonzon y, mientras hacemos daimoku, dejemos salir lo que llevamos en el corazón. Prac)car libre y naturalmente El Daishonin inscribió el Gohonzon para la felicidad de todas las personas. Cuando entonamos Nam-myoho-renge-kyo al Gohonzon y nos fusionamos con el estado de vida iluminado del Daishonin, plasmado en el objeto de devoción, ¿cómo podríamos no ser felices? El Buda del ÚlImo Día de la Ley sin falta protege a las personas que actúan como sus emisarios y promueven el kosen-rufu. La fortaleza o la profundidad de la fe no se miden con parámetros superficiales. Por ejemplo, el Daishonin nunca indicó específicamente cuánto Iempo había que hacer daimoku. Por supuesto, es importante que cada uno establezca una meta personal con respecto al daimoku que uno mismo desea entonar. Pero eso no significa que deba extralimitarse o que se obligue a seguir pracIcando cuando no puede más de cansancio, solo por cumplir una meta arbitraria de prácIca. Sería mucho más producIvo y valioso que descansara y al día siguiente hiciera daimoku, psica y mentalmente renovado.

El Daishonin también enseña que entonar Nam-myoho-renge-kyo, incluso una sola vez, brinda beneficios inimaginables. En otro escrito, señala: «El relincho de los caballos blancos [que revitaliza al rey Rinda] es el sonido de nuestras voces que entonan Nam-myoho-renge-kyo».33 Hagamos surgir en nosotros una poderosa fuerza vital a través de entonar un daimoku refrescante y vigoroso, con el ritmo de un magnífico corcel que galopa libremente por la llanura abierta. Por favor, recuerden que estamos pracIcando este budismo para ser felices y ayudar a otras personas a ser felices también. Aceptar y prac.car esta Ley primigenia [Nam-myoho-rengekyo] se expresa con la sola palabra «fe» o «creencia». Esa sola palabra «fe» es la filosa espada con la cual uno enfrenta y supera l a o s c u r i d a d o i g n o r a n c i a primordial. El comentario [de T’ien-t’ai en Palabras y frases del «Sutra del loto»] afirma: «Fe significa no tener dudas». Piense en ello.34 Derrotar la oscuridad fundamental a través de resolver la duda


Hay un punto más que quiero destacar con respecto a la postura de fe, y es creer habiendo superado las dudas. En el Registro de las enseñanzas transmiIdas oralmente, el Daishonin dice que la fe es la «filosa espada» para vencer la ilusión hondamente arraigada de la oscuridad o ignorancia fundamental.35 Para explicar qué es la fe, cita una definición de T’ien-t’ai que aparece en la obra Palabras y frases del «Sutra del loto»:«La fe significa no dudar». «No dudar» significa creer en el Gohonzon [Nam-myoho-renge-kyo] con fe absoluta, sin Itubear ante ningún obstáculo. Esto marca un contraste con la postura de entender las enseñanzas pero no tener fe. El Daishonin advierte: «La expresión “conocimiento sin fe”se aplica a los que Ienen conocimientos sobre las doctrinas budistas pero prescinden de la fe. Estas p e r s o n a s j a m á s m a n i fe s t a r á n l a Budeidad».36 Aunque uno, intelectualmente, comprenda dipciles enseñanzas budistas, eso no le alcanzará para manifestar la Budeidad en esta existencia. ¿Qué significa, entonces, «creer sin dudar»? Es creer con todo el corazón, con absoluta convicción. Sin embargo, quisiera señalar que hay una diferencia crucial entre creer sin dudar [después de haber cuesIonado y de haber buscado las respuestas] y no haber dudado nunca.

Para una religión, rechazar las dudas y los cuesIonamientos sería lo mismo que rechazar la libertad inherente al espíritu humano [es decir, la libertad de cuesIonarnos y de pensar críIcamente]. Una religión así acabaría divorciada de la sociedad, expuesta al riesgo de volverse fanáIca y dogmáIca. Fe para construir una iden)dad inquebrantable Yo emprendí el camino de la fe a mis diecinueve años. Aunque el señor Toda acababa de conocerme, ofreció respuestas claras a cada una de mis preguntas. En sus palabras, percibí una sabiduría y un humanismo innegables. Luego, supe que había mantenido sus convicciones aun encarcelado por las autoridades militaristas durante la Segunda Guerra Mundial. IntuiIvamente, senL que podía creer en lo que ese hombre me enseñara, y decidí ingresar en la Soka Gakkai. Primero, deposité mi confianza en el señor Toda como maestro, y eso me permiIó profundizar la fe en la Ley MísIca y en el Gohonzon. Naturalmente, como cualquier joven novato en la prácIca del budismo Nichiren, tenía muchas preguntas. Pero a parIr de conocer al señor Toda, pasé mis días ponderando en profundidad las


respuestas del budismo a las cuesIones esenciales de la existencia y de la filosopa. El maestro Toda a menudo decía: «La fe requiere entendimiento. Y el entendimiento profundiza la fe». Aquí, «entendimiento» puede interpretarse como sinónimo de «lógica» o de «raciocinio». A parIr de mi experiencia personal, siento que la fe se ahonda cuando esclarecemos nuestras dudas y preguntas, y seguimos pensando en ellas seriamente en el transcurso de la prácIca budista, hasta llegar a una respuesta saIsfactoria que deje conforme a nuestro corazón. En el Registro de las enseñanzas transmiIdas oralmente, el Daishonin declara: «Fuera de la fe no puede haber entendimiento, y fuera del entendimiento no puede haber fe».37 En otras palabras, a través de profundizar la fe, se incrementa nuestro afán de indagar y comprender las enseñanzas; a través de estudiar y de poner en prácIca las enseñanzas, se fortalece nuestra convicción, lo cual ocurre a medida que experimentamos el poder de la prácIca budista. Y la frase «creer sin dudar» se refiere a forjar una absoluta convicción en lo profundo de nuestro ser. Para volver al pasaje que estamos estudiando, el Daishonin declara que la oscuridad o ignorancia primordial pueden ser vencidas por la «filosa espada» de la

fe; en otras palabras, una fe que haya superado las dudas.38 La ignorancia u oscuridad fundamental es la negaIvidad o ilusión más primaria: la incapacidad de creer que la naturaleza de Buda es parte de nuestra vida. Equivale a no poder creer en la dignidad de la propia existencia. Y si no podemos creer en nuestra naturaleza de Buda, es obvio que tampoco podremos creer en la naturaleza de Buda de los demás. La ciencia y la tecnología, por mucho que avancen, no pueden resolver este problema. En el mundo de hoy, donde prevalecen la desconfianza y el odio, el budismo Nichiren nos enseña cómo acIvar y manifestar ese estado de suprema nobleza que llevamos dentro, cómo ayudar a otros a hacer esto mismo, y cómo crear una vida de genuina alegría. La fe en la Ley MísIca es la «filosa espada» que conquista la oscuridad fundamental innata. «Nam-myoho-renge-kyo es su vida» El maestro Toda dijo: «¡Debe tomar la determinación de que Nam-myoho-rengekyo es su propia vida!»39 y «¡Propagar la Ley MísIca en el ÚlImo Día significa creer firmemente que su propia vida es Nammyoho-renge-kyo!».40 Esta es la conclusión del budismo Nichiren. Estoy convencido de que las palabras del señor Toda encierran la


convicción inamovible de esa «filosa espada» de la fe, capaz de disipar cualquier oscuridad o expresión de ignorancia. Porque los miembros de la Soka Gakkai pracIcamos el budismo Nichiren, podemos adquirir un estado de vida en el cual senImos que somos enIdades de la Ley MísIca, y que cada uno de nosotros Iene un potencial infinito. El kosen-rufu no es sino construir una era de revolución espiritual, en la cual cada i n d i v i d u o a c t ú e co n l a p ro f u n d a convicción de que todas las personas poseen, en forma intrínseca, la naturaleza de Buda infinitamente noble. Nosotros somos la punta de lanza de este movimiento para cambiar profunda mente el desIno de toda la humanidad. Por ser miembros de la Soka Gakkai, estamos esforzándonos en la fe dedicados a lograr el kosen-rufu, pensando en la felicidad de nosotros mismos y de toda la gente. Esto corporifica a la perfección la postura de fe que enseñó el Daishonin. Muchos pensadores presIgiosos han expresado su asombro y su admiración por las experiencias de nuestros miembros en todo el mundo; experiencias adquiridas a través de la fe y la prácIca del budismo. Nichiren Daishonin escribe: «Aunque mis discípulos y yo encontremos toda clase de dificultades, si no albergamos dudas en

nuestro corazón manifestaremos la Budeidad en forma natural».41 La Soka Gakkai es un cónclave de luchadores que han interiorizado este pasaje. Nuestros miembros, incólumes ante la adversidad, han hecho un acopio impresionante de experiencias que demuestran esa fe invencible. Han adquirido incalculables «tesoros del corazón» y han ahondado su fe sin límite. Todo eso porque han forjado una fe pura, profunda y fuerte. La fe de los miembros de la Soka está imbuida de sabiduría, para vivir basados en la verdad úlIma de la Ley MísIca; de bravura, para erradicar el sufrimiento en todas sus formas; de amor compasivo, para proclamar la convicción de que todas las personas son budas. Su fe, firmemente consolidada, les permite construir un estado de vida de eterna felicidad. La Soka Gakkai es y será por siempre una organización de fe Los miembros de la Soka Gakkai tenemos un compromiso puro con la verdad y la jusIcia. Tenemos una firme convicción basada en claras pruebas teóricas, documentales y reales. Y poseemos una fe potente e invencible. La Soka Gakkai es y será eternamente una organización de fe. Por favor, junto a sus compañeros de fe del mundo, acompáñenme y recorramos


este gran camino de la fe con orgullo y dignidad, unidos por la inseparabilidad de maestro y discípulo, en relación directa con Nichiren Daishonin. Es el momento de construir las bases perennes de la Soka Gakkai. (Traducción del arLculo publicado en la edición de seIembre de 2016 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai). NOTAS 1 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, vol. 3, pág. 72. 2 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), op. cit., págs. 72-73. 3 Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 408. 4 La palabra japonesa con que se designa el término «fe» consta de dos ideogramas chinos. 5 El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 3, pág. 73. 6 Véase ib., cap. 2, pág. 44. 7 Véase El Sutra del loto,cap. 3., pág. 78. 8 END, págs. 873-874. 9 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), op. cit., 1984, vol. 4, pág. 582. 10 Ib., pág. 583. 11 END, pág. 872. 12 Ib, pág. 873. 13 Ib.El Daishonin escribe: «“Mandala” es una palabra sánscrita que se traduce [al chino] como “perfectamente dotado” o “cúmulo de beneficios”.A la vez, este Gohonzon se encuentra sólo en los dos ideogramas con que se escribe “fe”». END, pág. 873. 14 Véase ib.. 15 En el Sutra del loto, Shakyamuni dice: «Hasta tú, Shariputra, en lo que respecta a este sutra, solo has podido obtener el acceso a través de la fe. ¡Cuánto más válido ha de ser esto en el caso de los demás discípulos que escuchan la voz! Si esos otros discípulos que escuchan la voz pueden abrazar este sutra, no es gracias a la sabiduría que poseen, sino a que creen en las palabras del Buda». El Sutra del loto,cap. 3, pág. 73. 16 «[E]l único pensamiento puro y sincero de ver al Buda sin vacilar aunque ello les costara la vida» es un pasaje del

capítulo 16.o del Sutra del loto, «Duración de la vida de El Que Así Llega». Esta frase enseña que el Buda aparece en respuesta a este espíritu de búsqueda puro y sincero. Y se interpreta como el despertar de la Budeidad eterna que siempre ha exisIdo en nuestra propia vida. En otras palabras, el estado de Budeidad se manifiesta en las personas que se dedican incansablemente al gran juramento de lograr el kosen-rufu, dirigiendo resueltamente su espíritu de búsqueda hacia el Buda y hacia la fe en la Ley MísIca. El Sutra del loto,cap. 16, pág. 228. 17 END, pág. 873. 18 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), op. cit., 1981, vol. 1, pág. 149. 19 END, pág. 1125. 20 El Sutra del loto, cap. 2, pág. 44. 21 Ib., cap. 3, pág. 78. 22 END, págs. 873-874. 23 Ib., pág. 874. 24 Véase ib. 25 El Sutra del loto,cap. 2, pág. 44. 26 Ib.,cap. 3, pág. 78. 27 END, pág. 1082. 28 Persecución de Tatsunokuchi: Fallido intento, insIgado por poderosas figuras del gobierno, de decapitar al Daishonin al amparo de la noche en la playa de Tatsunokuchi, en las afueras de Kamakura, el 12 de seIembre de 1271. 29 END, pág. 561. 30 Incluido en END con el Ltulo “El significado de la fe”, pág. 1082. 31 Véase ib. 32 Ib., pág. 715. 33 En El rey Rinda,el Daishonin escribe que, cuando este monarca escuchó relinchar a los caballos blancos de su reino, «[l]a tez del monarca recobró el color, como el sol cuando emerge de un eclipse; y sus fuerzas psicas y sus facultades mentales fueron cientos y miles de veces más poderosas que antes». END, págs. 1031 y 1035. 34 The Record of the Orally Transmibed Teachings (Registro de las enseñanzas transmiIdas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, págs. 119-120. 35 Véase ib., pág. 119. 36 END, pág. 1076. 37 The Record of the Orally Transmibed Teachings (Registro de las enseñanzas transmiIdas oralmente), op. cit., págs. 54-55. 38 Véase ib., págs. 119-120. 39 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), op. cit., 1982, vol. 2, pág. 467. 40 Véase ib., págs. 466-467.


41 END, pรกg. 300.


Fe, prác)ca y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren Parte 2 de 3 La prác)ca de la Soka Gakkai: Llevar a cabo la prác)ca del bodhisaMva en la época actual Disertación Una vez, le preguntaron al Mahatma Gandhi (1869-1948), líder del movimiento emancipador de la India, cuál era su religión. Dirigiendo la vista a dos personas enfermas que descansaban en su habitación, Gandhi respondió: «Mi religión es prestar servicio». Para Gandhi, la dedicación religiosa significaba servir a aquellos que sufrían frente a sus ojos. Al igual que Gandhi, los miembros de la Soka Gakkai están mostrando, a través de sus acciones coIdianas, el verdadero significado de la religión. Crear una era en que la religión esté al ser vicio de las personas

El budismo Nichiren es el arqueIpo de la religión humanísIca. Enseña que la prioridad es ayudar a las personas angusIadas que tenemos frente a nosotros, y guiarlas hacia la felicidad. El verdadero valor de la religión se encuentra en la voluntad de ayudar a quienes sufren o están en dificultades, y en una conducta de servicio solidario y benevolente al prójimo. La diferencia entre una religión que pone en primer lugar a la gente y una que explota a los creyentes en su propio beneficio, se establece, sencillamente, observando en qué medida ese sistema religioso ayuda a las personas a ser felices. En tal senIdo, creo que la prácIca del bodhisabva que enseña el budismo puede contribuir decisivamente a marcar el rumbo de la religión en el siglo xxi. El 2 de octubre de 1960, di mi primer paso en aras del kosen-rufu mundial. No hice nada especial, desde el primer momento. En todos mis viajes por el kosen-rufu, me dediqué a alentar a cada persona


con la cual me encontré. He dado aliento a incontables individuos, tratando siempre con supremo respeto y consideración a quienes tenía frente a mí. Con este mismo espíritu, hoy, nuestros miembros están trabajando con empeño en todo el mundo. Algunos suelen viajar cinco o seis horas, medio día o hasta una jornada entera, para encontrarse con una sola persona que necesita su apoyo. Estos esfuerzos firmes y perseverantes por establecer lazos humanos, basados en el aliento, son lo que ha construido la actual red global de la SGI. En todo el mundo la gente admira esta prácIca moderna del bodhisabva que llevan a cabo los miembros de nuestra organización. Ha llegado la época en que la humanidad, en cada rincón del planeta, busca acIvamente los ideales y la filosopa de la SGI. En nuestro esfuerzo como bodhisabvas, hay dos elementos centrales: la prácIca para uno mismo y la prácIca para los demás. Esto abarca tanto la prácIca budista para hacer la propia revolución

humana como todo lo que llevamos a cabo para expandir nuestro movimiento por el kosen-rufu. En esta segunda entrega sobre los tres principios básicos de la fe, la prácIca y el estudio en el budismo Nichiren, nos centraremos en la prácIca. U n a m e n t e n u b l a d a p o r l a s ilusiones provenientes d e l a o s c u r i d a d f u n d a m e n t a l d e l a v i d a e s c o m o u n e s p e j o p e r c u d i d o ; pero una vez pulida, sin falta se convierte e n u n e s p e j o impecable, que refleja la naturaleza esencial de los fenómenos [o n a t u r a l e z a d e l D h a r m a ] y e l verdadero aspecto de l a r e a l i d a d . H a g a surgir una profunda fe y lustre su espejo día y noche, con ahínco y e s m e r o . ¿ D e q u é manera lustrarlo? Tan


sólo entonando Nammyoho-renge-kyo». U n l l a m a m i e n t o a s e r p r a c t i c a n t e s a c t i v o s d e l budismo (En noviembre de 1942), el fundador de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, dio una conferencia Itulada «Los creyentes, pracIcantes y estudiosos del Sutra d e l l o to, y l o s m é to d o s d e invesIgación». Allí, proponía: D e b e m o s d i s . n g u i r claramente entre creyentes y prac.cantes. Aunque, por s u p u e sto, u n i n d i v i d u o obtendrá beneficios por el solo hecho de tener fe y de orar, esto no equivale de n i n g u n a m a n e r a a l a prác.ca del bodhisa\va. No existen budas egoístas, que a c u m u l a n b e n e fi c i o s personales sin trabajar en bien de los semejantes. No es posible lograr la Budeidad a menos que uno realice la prác.ca del bodhisa\va.

Esta breve declaración conIene la esencia de la fe que se pracIca en la Soka Gakkai. No basta con tener fe y ser creyentes. No basta con estudiar y ser eruditos del budismo. Es imposible entender de verdad el budismo a menos que seamos pracIcantes de acción, orientados a la felicidad de los demás. El señor Makiguchi declaró que los miembros de la Soka Gakkai eran personas de prácIca real; en otras palabras, pracIcantes del Sutra del loto en el ÚlImo Día de la Ley y auténIcos budistas que culIvan la vida del bodhisabva. Los integrantes de la Soka proclamamos la fe en el Gohonzon y nos esforzamos día a día en el budismo, que abarca la «prácIca para uno» y la «prácIca para los demás». Estos esfuerzos nos permiten revelar nuestra Budeidad interior y construir un estado de a b s o l u ta fe l i c i d a d , m i e n t ra s ayudamos a otros a hacer lo mismo. La ‘prácIca para uno mismo’ significa avanzar en pos de nuestros propios beneficios; en concreto,


denota la prácIca diaria del gongyo (recitar fragmentos del Sutra del loto y entonar Nam-myoho-rengekyo). La ‘prácIca para los demás’ consiste en los esfuerzos que hacemos para que otros también obtengan beneficios; específicamente, es enseñarles a otras personas el budismo Nichiren y transmiIr la Ley MísIca. Por modestas que sean, todas las acIvidades que llevamos a cabo por el kosen-rufu consItuyen una prácIca para los demás. Como escribe Nichiren Daishonin: «[N]o sólo debe perseverar en su prácIca personal, sino también enseñar a los demás». El señor Makiguchi enseñó que todo lo que hacíamos a diario por nuestra felicidad y por el bienestar de otra era crucial para nosotros, como pracIcantes del Sutra del loto. La práctica para transformar nuestro estado de vida El pasaje que antes cité de El logro de la Budeidad en esta existencia explica la función de entonar Nammyoho-renge-kyo, la prácIca

concreta para elevar nuestro estado de vida. El señor Makiguchi había subrayado esta parte en el ejemplar que él tenía de los escritos de Nichiren Daishonin. Este inscribió el Gohonzon y estableció la prácIca de entonar Nam-myoho-renge-kyo para permiIr a todas las personas lograr la Budeidad. De esa manera, estableció una prácIca budista de alcance universal, accesible a todos, y con ello generó una inmensa revolución religiosa. El budismo Nichiren subraya la importancia de transformar nuestra propia acItud mental, nuestra disposición interior como sujetos. En senIdo general, la gente opina que hay una diferencia abismal entre las personas comunes y los budas. Pero el Daishonin enseñó que esa brecha no exisLa: la única diferencia es vivir iluminados en la ignorancia. Entonar Nam-myohorenge-kyo es el medio para transformar un estado de vida de ilusión en un estado iluminado. En este pasaje, el Daishonin compara una existencia de s u f r i m i e n t o, e nv u e l t a e n l a


oscuridad o ignorancia primordial, con un espejo percudido. Y una vida iluminada a la verdad de la realidad, con un espejo bruñido. Si un espejo está cubierto de suciedad, no refleja nada. Pero si se lo pule, permite ver claramente cualquier cosa. D e m a n e ra a n á l o ga , c u a n d o entonamos Nam-myoho-renge-kyo en forma constante y sincera, refinamos nuestra vida y disipamos la ignorancia y las ilusiones. Abrimos en nuestro interior la sabiduría y el estado elevado de la Budeidad. A través de la prácIca diaria del gongyo —en la cual recitamos el sutra y entonamos Nam-myohorenge-kyo—, pulimos y transformamos nuestro estado de vida. En el pasaje citado, el Daishonin menciona los requisitos necesarios para ello. Primero, debemos «[hacer] surgir una profunda fe», y, segundo, tenemos que «[lustrar nuestro] espejo día y noche». Para combaIr la ilusión u oscuridad fundamental que frena nuestro avance hacia la iluminación, necesitamos hacer surgir con

valenLa una fe profunda. Asimismo, para lograr la Budeidad en esta existencia, es fundamental que mantengamos la fe y perseveremos con diligencia en nuestro empeño. M a nte n e r l a fe s i g n i fi ca n o retroceder. En muchos de sus escritos, el Daishonin recalca la importancia de esforzarnos con fe inquebrantable. Por ejemplo: [E]l que entona el daimoku [Nam-myoho-renge-kyo] es el emisario de El Que Así Llega. Del mismo modo, el que persevera a t r a v é s d e l a s g r a n d e s persecuciones y abraza el sutra desde el comienzo hasta el fin es el emisario de El Que Así Llega. * Mantenga siempre la fe en el Sutra del loto. Es imposible extraer fuego del pedernal si uno se de.ene en mitad del intento. Lograr un estado en la c u a l p o d a m o s « g o z a r


p l á c i d a m e n t e d e l a vida» El propósito de nuestra prácIca budista es construir un estado de felicidad que nos permita gozar plácidamente de la vida. En otro escrito, el Daishonin señala claramente: «No hay felicidad más verdadera para los seres humanos que entonar Nam-myoho-rengekyo». Aunque nos toque enfrentar grandes adversidades, si hacemos surgir con fuerza nuestra Budeidad interior entonando Nam-myohorenge-kyo, saldremos victoriosos. Con el poder del daimoku, que es como un rugido de león, podemos triunfar sobre todas las circunstancias y «gozar plácidamente de la vida». Podemos converIr la desesperanza ante el desIno en una jubilosa existencia de misión, alentando y ayudando a otros. Incontables miembros de la Soka Gakkai han avanzado con este opImismo y esta convicción inamovible, acumulando experiencias personales que les

permiIeron comprobar esta verdad en su propia vida. No hay nadie tan admirable como nuestros miembros que se esfuerzan como pracIcantes del Sutra del loto, por su propia felicidad y por la dicha de sus semejantes. Mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, decía: «Pase lo que pase, siempre que hagan daimoku saldrán triunfantes. Podrán converIr las dificultades en fortalezas, manifestar la Budeidad y definir su propio desIno. Así como son, ayudarán a toda clase de personas a ser felices». Nuestra prácIca de entonar Nammyoho-renge-kyo como pracIcantes del Sutra del loto no solo nos permite «gozar plácidamente de la vida», sino incluso guiar a otros a vivir de esta misma manera.

[ L ] o s q u e s e c o n v i e r t a n e n d i s c í p u l o s y s e g u i d o r e s l a i co s d e N i c h i r e n d e b e r á n c o m p r e n d e r l o s


p r o f u n d o s l a z o s k á r m i c o s q u e c o m p a r t e n c o n é l y propagar el Sutra del l o t o d e l a m i s m a m a n e r a q u e é l l o h a c e . S e r c o n o c i d o como devoto del Sutra del loto es un destino a m a r g o , p e r o inevitable. «La propagación es la savia vital de la religión» El próximo pasaje que estudiaremos es de Carta a Jakunichi-bo, donde el Daishonin exhorta a sus discípulos a tomar conciencia de su misión como pracIcantes del Sutra del loto —es decir, como Bodhisabvas de la Tierra —, y a propagar el Sutra del loto tal como él. La misión de los pracIcantes del Sutra del loto en el ÚlImo Día de la Ley es dedicarse a la prácIca para uno y para los demás en esta época donde abunda el mal, y esforzarse sin escaImar la vida por guiar a la iluminación a una persona tras otra.

Propagar el budismo en el ÚlImo Día de la Ley es una noble y grandiosa empresa cuyo fin es superar los tres venenos del odio, la codicia y la estupidez, y transformar el desIno del género humano. En la primavera de 1939, el señor Makiguchi viajó a Yame, en la prefectura de Fukuoka (Kyushu), para transmiIrle las enseñanzas del Daishonin a la cuñada de un miembro de Tokio. La señora decidió empezar a pracIcar la fe y, nada menos que al día siguiente, el señor Makiguchi le dijo: «¡Pongamos nuestra fe en prácIca!». Y salió con la mujer y su esposo, quien había decidido abrazar la fe poco antes, a visitar a un matrimonio conocido de él que vivía en Unzen, en la vecina prefectura de Nagasaki, para hacerles conocer el budismo Nichiren. En esa ocasión, el señor Makiguchi declaró resueltamente: «La propagación es la savia vital de la religión». Y esas palabras fueron el punto de parIda del movimiento por el kosen-rufu en Kyushu. Uno solo puede experimentar la verdadera grandeza del budismo si


pone en prácIca sus enseñanzas. La acción es el pulso vital de los pracIcantes del budismo Nichiren. El señor Makiguchi lo demostró con su propio ejemplo. Vivir el capítulo «Aliento a la devoción» del Sutra del loto En Carta a Jakunichi-bo, antes del pasaje que estamos estudiando, el Daishonin señala: «Nichiren es el supremo devoto del Sutra del loto en el Japón. En toda esta Ierra, sólo él ha vivido la estrofa de veinte versos del capítulo “Aliento a la devoción”». La estrofa a la cual se refiere aquí el Daishonin es la parte final del capítulo «Aliento a la devoción» (13.o) de dicho sutra, donde se dice que las personas que propaguen la Ley MísIca en la época corrupta posterior a la muerte del Buda deberán sufrir persecuciones a manos de los tres enemigos poderosos —laicos arrogantes, sacerdotes arrogantes y falsos venerables arrogantes—. En esta carta, el Daishonin también expresa que él se puso de pie con la

conciencia de cumplir la misión del bodhisabva PrácIcas Superiores y exhortó al pueblo del Japón a aceptar y pracIcar el Sutra del loto; y agrega que no ha aflojado en sus esfuerzos ni siquiera después de haberse reIrado a vivir al monte Minobu. Y en el pasaje que estamos estudiando, dice que sus discípulos deben seguir su ejemplo, difundir el Sutra del loto de la misma manera que lo hace él y procurar guiar a las personas a la iluminación de acuerdo con la instrucción del sutra referida a la propagación amplia y universal, o kosen-rufu. U n a p r o f u n d a r e l a c i ó n kármica El Daishonin ha escrito sobre los «profundos lazos kármicos» que lo unen a sus discípulos. Es decir, a los lazos que hay entre ellos desde las existencias pasadas. A menudo menciona estos vínculos kármicos que él y sus discípulos Ienen en común. Por ejemplo:


Han de ser lazos kármicos del distante pasado los que lo des.naron a conver.rse en mi discípulo en un momento como este. * Lo que le ha permi.do ser mi discípulo es una relación kármica originada en el pasado. * Comprenda que si usted puede enseñar a los demás aunque sea una sola frase o pasaje del Sutra del loto, es debido a una profunda relación kármica del pasado.

Podría decirse que los discípulos que poseen un «profundo lazo kármico» con el Daishonin son los que se esfuerzan a su lado. No hay honor más grande que vivir dedicados a la eterna lucha conjunta de maestro y discípulo en aras del kosen-rufu. Al final del pasaje que estamos estudiando, de Carta a Jakunichi-bo, el Daishonin escribe: «Ser conocido como devoto del Sutra del loto es

un desIno amargo, pero inevitable». En otras palabras, a los ojos del mundo, ser un discípulo del Daishonin y sufrir persecución a causa del propio compromiso con el Sutra del loto era una calamidad, un gran infortunio. Pero si uno considera la profundidad de los lazos kármicos desde la perspecIva del budismo, ve que no hay felicidad más grande que poder trabajar por el kosen-rufu como un Bodhisabva de la Tierra, con el mismo corazón que Nichiren Daishonin. Toparnos con obstáculos en el transcurso de nuestros esfuerzos por propagar la Ley es un honor inevitable que habremos de encontrar, y por eso es importante mantener una fe resuelta e inamovible. Estamos consagrados a transmiIr el budismo junto a todas las personas con quienes tenemos una relación, exactamente de acuerdo con la instrucción del Daishonin de «propagar el Sutra del loto de la misma manera que él lo hace». Habiendo nacido en este mundo, nos dedicamos a la felicidad de los demás y a vivir de modo


construcIvo, ganándonos el aprecio de incontables personas por nuestra labor en su beneficio. Es la forma más digna y valiosa de vivir como seres humanos. Nuestros esfuerzos de sembrar las semillas de la Budeidad a veces producen resultados rápidos; otras veces, nos lleva más Iempo ver frutos; pero, en cada caso, los beneficios son los mismos. Ya sea q u e n u e s t ro s i n t e r l o c u t o re s comiencen a pracIcar de inmediato o no, lo importante es que aspiremos seriamente a transmiIrles el budismo de la mejor manera, con sinceridad y convicción, y que nos esforcemos con perseverancia y con toda nuestra capacidad por ayudarlos a comprender las enseñanzas. Si podemos lograr eso, las semillas de la Budeidad que sembramos en su corazón con el Iempo germinarán y crecerán. En otro escrito, el Daishonin observa: «Entone Nam-myohorenge-kyo con acItud pura y sincera, y aliente a otras personas a hacer lo mismo; este será el único recuerdo que le quedará de su

existencia en este mundo humano». Como indican estas palabras, pracIcar nosotros mismos y enseñarles la prácIca a otros son acciones que crean el máximo bien posible. El «gran juramento» se refiere a la propagación del Sutra del loto [Nammyoho-renge-kyo]. L a c l a v e p a r a l o g r a r l a B u d e i d a d y a c e e n d e d i c a r n u e s t r a v i d a a l g r a n juramento del kosen-rufu El sincero deseo de Shakyamuni, fundador del budismo, fue que todas las personas fueran dichosas. En el capítulo «Medios hábiles» (2.o) del Sutra del loto, Shakyamuni señala: «[A]l principio, formulé un juramento, con la esperanza de hacer que todas las personas fuesen iguales a mí, sin que hubiese disInción alguna entre nosotros». Su juramento fue elevar a todas las personas al mismo estado de vida iluminado que él estableció en sí mismo.


Nichiren Daishonin vivió consagrado a guiar a todos los seres humanos a la iluminación en el ÚlImo Día de la Ley. Encarnando el espíritu que expresó con su declaración «Ni una vez he pensado en retroceder», superó todas las adversidades concebibles para dar a conocer la Ley MísIca. Con ello, abrió un anchuroso camino por el cual todos nosotros podemos acceder al mismo estado de vida iluminado que el buda, sin ninguna disInción. En las «veinIséis advertencias» de Nikko Shonin, discípulo directo y sucesor del Daishonin, también encontramos la siguiente orientación: «Hasta que se logre el kosen-rufu, propaguen la Ley al máximo de su capacidad, sin escaImar su vida». Los que se dedican al kosen-rufu son los verdaderos discípulos del Daishonin y sus sucesores en la fe. La Soka Gakkai se ha desarrollado dinámicamente como religión mundial, precisamente porque sus miembros han trabajado sin descanso para difundir la Ley MísIca tal como enseñó Nichiren Daishonin, con diligencia

permanente en la prácIca para sí mismos y para los demás. Ser felices en nuestra vida cotidiana En medio de la persecución extrema de su exilio a Sado, Nichiren Daishonin escribió La apertura de los ojos, donde proclamó: «Aquí haré un gran juramento». Juró ser el pilar, los ojos y el gran navío que conduciría a todas las personas a la iluminación, con el único deseo de lograr el kosen-rufu. En el pasaje que estamos estudiando del Registro de las enseñanzas transmiIdas oralmente, el Daishonin declara que el «gran juramento» se refiere a la «propagación del Sutra del loto». No es otra cosa que el gran juramento de lograr el kosen-rufu. Es idénIco al juramento de los Bodhisabvas de la Tierra. Día tras día, los miembros de la Soka Gakkai entonan Nam-myoho-rengekyo al Gohonzon y se desapan en trasmiIr la Ley, por su propia felicidad y por la felicidad ajena. En esta era convulsionada del ÚlImo


Día, enarbolan el gran compromiso de lograr el kosen-rufu y manIenen su prácIca de bodhisabva en todo el mundo. El señor Makiguchi dijo que el budismo es una enseñanza para la vida coIdiana. Es una filosopa que nos permite sacar el máximo provecho de nuestra existencia. Gracias a la tarea de propagación que llevamos a cabo, estamos revitalizando nuestra vida y la de otros, todos los días. A través del diálogo, que es el medio más esencial de vincularnos con los demás, transmiImos la luz de la esperanza y la revitalización a personas que han perdido el rumbo en la vida y que padecen una agonía de sufrimiento, sin poder hallar el senIdo de la existencia. En este proceso y junto con ellas, profundizamos nuestra propia conciencia sobre el significado de la vida. Esta es, sin duda alguna, la noble prácIca de promover un cambio revolucionario en el estado de vida de toda la humanidad.

U n a p i e d ra a n g u l a r d e l a labor por construir la paz mundial La Soka Gakkai es la organización que actúa de acuerdo con la voluntad del Buda. Ha surgido en los Iempos modernos con el compromiso de cumplir el gran juramento del kosen-rufu, en perfecta armonía con el corazón de Nichiren Daishonin. La Soka Gakkai es la única organización que está impulsando el kosen-rufu en el mundo. Es la única agrupación que trabaja acIvamente por dar a conocer la Ley MísIca. Propagar la Ley y permiIr que otros la conozcan genera una marea de alegría. El señor Toda dijo: «TransmiIr el budismo a los demás no debería ser un trabajo penoso y sacrificado. Al revés, es una acIvidad que hay que hacer con alegría». La prácIca altruista del bodhisabva siempre irradia el júbilo de crear valor basados en el juramento de realizar el kosen-rufu. En noviembre de 2013, cuando se inauguró la Sede del Gran


Juramento del Kosen-rufu (en Shinanomachi, Tokio), envié un mensaje a nuestros miembros que, en una parte, dice: El corazón del gran juramento del kosen-rufu y el e s t a d o d e v i d a d e l a Budeidad son una misma cosa. [...] Cuando somos fieles a este juramento y no n o s a p a r t a m o s d e é l , sen.mos fluir en nuestro interior el caudal inagotable de sabiduría, valor y amor compasivo del Buda. Cuando nos esforzamos con alma y v i d a p o r c u m p l i r e s e juramento, somos capaces de conver.r en «remedio» hasta el «veneno» de las penurias más terribles, y de transformar hasta el karma más adverso en misión. En todo el mundo están surgiendo cada vez más miembros Bodhisabvas de la Tierra, dedicados a este grandioso juramento de lograr el kosen-rufu. Ellos, cada uno en su país, están llevando a cabo la

prácIca del bodhisabva y guiando a incalculables seres humanos por el camino de la felicidad. Mediante el diálogo, están construyendo una red de personas que trasciende las fronteras nacionales. Por su misma existencia, la Soka Gakkai se ha converIdo en una piedra angular de la labor por construir la paz mundial. En disIntos países hay pensadores lúcidos y conscientes que observan con inmensas expectaIvas a la Soka Gakkai, cuyos miembros están creando una red de felicidad y de paz cada vez más extensa, parIendo de la filosopa de la revolución humana interior. El doctor Anatol Rapoport (1911-2007), profesor de Estudios sobre la Paz y los Conflictos de la Universidad de Toronto, en Canadá, comentó en una ocasión: «Aunque m u c h o s d e l o s m ov i m i e nto s pacifistas del mundo están inspirados por el temor a las armas nucleares y a la guerra, el acIvismo de la SGI opera en un nivel más p ro f u n d o, s u s t e n t a d o e n l a convicción posiIva de sus miembros de que la paz significa la realización de la alegría y de la felicidad para


todos. En tal senIdo, la SGI es única entre todas las organizaciones mundiales dedicadas a la paz». E l n o b l e c a m i n o S o ka d e l bodhisattva Un futuro inmenso y brillante se exIende ante nosotros. Estamos dirigiéndonos hacia un importante hito que se acerca: el quinto aniversario de la inauguración de la Sede del Gran Juramento del Kosenrufu, en noviembre de 2018. A eso le seguirán el nonagésimo aniversario de la Soka Gakkai, en 2020, y el centésimo aniversario, en el 2030. Sigamos avanzando junto a nuestros camaradas de fe en todo el mundo, con un solo corazón y un solo propósito, con la mirada puesta en nuevas cumbres de esperanza. La Soka Gakkai es una organización de acción. Nuestro trabajo incesante es la clave del desarrollo y del éxito que ha tenido nuestro movimiento. Nuestras acIvidades como Bodhisabvas de la Tierra para alentar a los semejantes y trabajar por su bienestar, a la par de nuestra

propia felicidad, son la expresión superlaIva de la prácIca del bodhisabva. Los miembros de la familia Soka somos una magnífica legión de Bodhisabvas de la Tierra que brillará eternamente en la historia de los pueblos. Orgullosos de vivir siguiendo el noble camino Soka del bodhisabva, esforcémonos con ahínco en nuestra prácIca para nosotros mismos y para los demás, y, juntos, ¡vivamos una existencia de gloria y triunfos!

(Traducción del arLculo publicado en la edición de octubre de 2016 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai).


Fe, prác)ca y estudio: Los fundamentos del budismo Nichiren (Parte 3 de 3) Disertación ¿Cuál es el propósito de la religión? Conducir a la felicidad propiay de los demás, a la felicidad de todo el pueblo, y al establecimiento de la paz mundial. Para lograr ese comeIdo, cada persona debe fortalecerse y ser más sabia. Esa fue la convicción inamovible del maestro Tsunesaburo Makiguchi, fundador de la Soka Gakkai. ¿Qué es el bien? ¿Cuál es el camino correcto en la vida? Son preguntas universales que han interesado al ser humano desde Iempos inmemoriales. El señor Makiguchi buscó —y encontró —en el budismo del Sol, y en los escritos de Nichiren Daishonin, una filosopa sólida que reafirmaba la dignidad de la vida y guiaba sabiamente a las personas en dirección a las respuestas. El 18 de noviembre es el día fundacional de la Soka Gakkai (1930). Asimismo, es la fecha en la cual murió el señor Makiguchi en la cárcel, como márIr de conciencia(1944). Hasta su

úlImo instante, se negó a ser vencido por la represión del gobierno militarista del Japón y mantuvo su compromiso con la causa de ayudar a las personas a construir una felicidad genuina. Cuando lo encarcelaron, lo primero que hizo fue pedir un ejemplar del Gosho, los escritos de Nichiren Daishonin. Aunque las durísimas condiciones penitenciarias extremadamente duras y la comida insuficiente mellaron la salud del anciano señor Makiguchi, su espíritu de búsqueda siguió intacto, siempre ardiente hasta el final. En cartas enviadas a su familia desde la cárcel, leemos: «La fe es lo más importante»;1 «Estoy completamente concentrado en la fe»;2 y «Lo que estoy soportando no es nada comparado con las dificultades que afrontó el Daishonin en Sado».3 En sus palabras, palpita el orgullo de vivir basado en la fe y en las enseñanzas del Daishonin, sin escaImar la vida. Su discípulo Josei Toda, puesto en prisión al mismo Iempo que él, también perseveró con determinación inalterable. Siguió leyendo el Gosho y el Sutra del loto,y entonando Namm y o h o - r e n g e - k y o c o n f e r v o r,


entregado a una profunda contemplación que, finalmente, lo condujo a comprender la verdad de que el buda es la vida, y a asumir su idenIdad como Bodhisabva de la Tierra. Estos dos grandes maestros lucharon resueltamente contra la naturaleza diabólica de la autoridad, aspirando a la felicidad humana y a la paz. Aun en una celda, ambos se esforzaron solemne e intrépidamente en «los dos caminos de la prácIca y el estudio».4 Esta dedicación abnegada a propagar la Ley, a trabajar sin desmayo por el kosen-rufu —algo que heredé de ambos— consItuye la esencia de la relación de maestro y discípulo que unió como un hilo conductor a los tres presidentes fundadores de la Soka Gakkai. Para el señor Makiguchi y el señor Toda, leer los escritos del Daishonin fue una parte indisoluble de su lucha sincera por manifestar en sí mismos el estado iluminado de la Budeidad. En la Soka Gakkai de hoy, pervive intacta esta postura de llevar a la prácIca y grabar en el corazón los escritos del Daishonin para trasladarlos a la propia conducta.

Nuestra organización ha creado un inmenso movimiento filosófico basado en el libre albedrío y en la moIvación interna de cada uno de sus miembros. Es un movimiento que invita a las personas comunes a estudiar el budismo, transmiIrlo a otros y ejercitarlo en forma personal. Esta «universidad sin muros» donde la gente se desarrolla y se entrena mediante la prácIca y el estudio del budismo hoy está presente y en expansión en todo el mundo. En esta tercera entrega sobre los tres pilares de la fe, la prácIca y el estudio del budismo Nichiren, exploremos el espíritu del estudio budista que han establecido los maestros y discípulos de la Soka. Aquí, en la provincia de Sado, hay muy poco papel para escribir; demoraría mucho si lo hiciera a cada uno de ustedes en forma individual. No obstante, si una sola persona dejara de recibir no.cias mías, podría albergar resen.miento. Por eso, quiero que la gente con espíritu de búsqueda se reúna y que


todos reciban aliento leyendo juntos esta carta.5 Leer los escritos del Daishonin como si nosotros mismos fuésemos sus des)natarios La mayoría de las cartas del Daishonin a sus discípulos fueron escritas después de su desIerro a Sado y, más específicamente, luego de su traslado al monte Minobu. Es decir, en un período en que el encuentro personal con sus seguidores era muy dipcil. Estas misivas expresan su inmensa benevolencia; irradian sensibilidad y g e n u i n a p re o c u p a c i ó n p o r l o s senImientos de sus seguidores, algunos de ellos someIdos a una dura persecución; otros, a un triste duelo por la muerte de sus seres queridos y otros, al agobio de las adversidades que les deparaba la vida. Precisamente porque en ellas se aprecia un intercambio tan humano y directo con sus discípulos, son textos que trascienden las épocas y conmueven a los lectores de hoy incluso con la misma profundidad. El Daishonin escribió Carta desde Sado durante su exilio, mientras su vida

c o r r í a e x t r e m o p e l i g ro . C o m o escaseaba el papel, era común que plasmara en un mismo texto sus enseñanzas y sus senImientos personales, indicando a los desInatarios que lo comparIesen con otros creyentes. Estos, reunidos en pequeños grupos a leer o escuchar el contenido de la correspondencia mientras se cernía sobre ellos una implacable persecución, se habrán senIdo hondamente conmovidos al percibir cuánto se preocupaba y oraba por ellos su maestro. Tomar contacto directo con el estado de vida del Daishonin, y con su espíritu de luchar por el kosenrufu preparado para enfrentar cualquier persecución, Iene que haberles infundido un infinito valor. Me parece imaginarlos después de leer la carta, jurando todos mantener una fe intrépida, alentándose unos a otros y renovando su determinación como discípulos. Nosotros, hoy, también podemos experimentar esa sublime comunicación entre maestro y discípulo. Es importante que leamos los escritos del Daishonin sinIendo que somos sus


desInatarios, que fueron escritos para cada uno de nosotros, y que el Daishonin se está dirigiendo a nosotros en forma directa y personal. Perseverar en el estudio del budismo en medio de las dificultades En el ejemplar del Gosho que tenía el señor Makiguchi, aparecen subrayados en rojo muchos pasajes, y los márgenes están llenos de anotaciones, como «¿Qué caracteriza a un pracIcante genuino?», «Propagación», «Gran juramento», reflejando su solemne espíritu de buscar el camino de la prácIca budista. Una vez dijo: «No puedo leer los escritos del Daishonin sin que su enorme amor compasivo me conmueva hasta las lágrimas». Como sugieren las palabras del señor Makiguchi, el propósito de leer el Gosho es, justamente, tomar contacto con el corazón del Daishonin. En cierta oportunidad, el maestro Toda describió así sus emociones al leer un pasaje de La apertura de los ojos y constatar la tremenda vitalidad y apasionada energía del Daishonin: «Su espíritu fervoroso impacta en mi

corazón con la intensidad del sol esIval en pleno mediodía. Siento como si creciera en mí una gigantesca bola de hierro fundido. Por momentos, es como si un géiser hirviente brotara dentro de mí o como si una catarata ensordecedora descargara sus aguas sobre mi cuerpo haciendo temblar la Ierra bajo mis pies».6 Recuerdo que, en mi juventud, mientras daba lavida apoyando al señor Toda en medio de tremendas adversidades, leía los escritos del Daishonin todos los días, por muy cansado que estuviera. En mi diario de esa época, expresé así la alegría que me producía la lectura del Gosho: «¿Dónde están las respuestas que ansía hallar un joven inquieto y sensible? La lectura del Gosho me estremece de saIsfacción. El budismo me ofrece una verdadera felicidad; expone claramente el origen y los fundamentos de todo».7 El señor Makiguchi dijo: «No esperen comprender el budismo con la mente. Al budismo se lo enIende a través de la fe». En otras palabras, aunque nos parezca que las enseñanzas del budismo son dipciles de conocer cabalmente, si tenemos el firme deseo


y el compromiso sincero de aprender y de captar su significado en profundidad mientras nos esforzamos por el kosenrufu, sin falta elevaremos nuestro estado de vida. Quien lee el Gosho todos los días, aunque solo sea una frase o un párrafo breve, hará brillar su vida espléndidamente. Leer el Gosho cuando nos sen)mos estancados Cuando estemos pasando por la desesperación más profunda, leer el Gosho hará que el sol de la esperanza se eleve en nuestro corazón. Cuando nos sintamos estancados, leer el Gosho nos ayudará a armarnos de valenLa, intrépidos como leones. Y cuando estemos sufriendo alguna enfermedad, leer el Gosho hará circular por todo nuestro ser una vitalidad renovada. En los primeros días de nuestra organización, los miembros siempre llevaban consigo el Gosho en sus acIvidades de propagación, en sus encuentros por el kosen-rufu y cuando daban orientación. Antes o después del gongyo, en cada reunión leían en voz

alta pasajes de los escritos del Daishonin. Sus ejemplares del Gosho, compañeros infaltables tanto en los buenos Iempos como en los malos, estaban ajados de tanto leerse y releerse, y llenos de anotaciones y subrayados. Los miembros vencían cada jornada a través de leer el Gosho y de tomar contacto con el espíritu del Daishonin. El camino del estudio budista, que conduce directamente a la felicidad y a la victoria, consiste en grabar en el corazón los escritos del Daishonin, acIvar en nosotros el estado invencible de la Budeidad y avanzar dispuestos a cumplir el juramento del kosen-rufu mientras batallamos por transformar nuestro karma.

Quien se esfuerza mucho más en la fe tras escuchar las enseñanzas del Sutra del loto .ene verdadero espíritu de buscar el Camino. T’ien-t’ai afirma: «Del índigo se ob.ene un azul mucho más intenso». Este pasaje significa que si uno impregna algo muchas veces en .ntura de índigo, ob.ene un


azul más intenso que el de las hojas [con que se prepara la .nción]. El Sutra del loto es como el índigo, y la fortaleza de nuestra prác.ca es como el azul que se torna cada vez más intenso.8 Imbuirnos de Budeidad Este pasaje pertenece a El infierno es la Tierra de la Luz Tranquila, una carta dirigida a la monja laica de Ueno [madre de Nanjo Tokimitsu], quien se esforzaba duramente por mantener y criar a sus hijos mientras aún estaba de duelo por la muerte de su esposo. En el texto, el Daishonin se solidariza con su dolor y la alienta afectuosamente, orando para que supere la congoja y sea una mujer feliz. La monja laica de Ueno había avanzado siempre en su prácIca budista con fe pura y constante. Pero cuando el marido falleció, dejándola sola al cuidado de toda la familia, es posible que más de una vez se haya senIdo desesperada. El Daishonin menciona la enseñanza budista sobre la iluminación de la hija del Rey Dragón,9 quien en el Sutra del

loto alcanza la Budeidad sin cambiar su forma psica.10 Así, enciende en su corazón una luz de esperanza y le hace senIr la convicción de que será feliz sin falta. Para lograr la Budeidad con la forma que uno posee, es necesario dispar la ignorancia u oscuridad fundamental11 que nubla el potencial de la Budeidad. La clave está en «esforzarse mucho más en la fe».12 La batalla entre el buda y las funciones destrucIvas, que Iene lugar en lo profundo de nuestra vida, no es fácil de ganar. Para vencer las funciones demoníacas, debemos hacer el esfuerzo incesante de entonar Nammyoho-renge-kyo, enseñarles esta prácIca a otras personas y fortalecer profundamente la fe. En esta carta el Daishonin usa la metáfora de «ser más azul que la planta del índigo»13 para describir el proceso de acendramiento de la fe. Esforzarnos a diario en la prácIca del budismo para lograr nuestros objeIvos y deseos fortalece nuestras oraciones y profundiza nuestra fe. Lo mismo produce la lectura del Gosho. Cuando uno, en medio de sus conIendas, se sumerge una y otra vez en el Gosho,


graba en su vida el comportamiento valiente y justo del Daishonin, la infinita benevolencia con que forjó a sus discípulos y, sobre todo, su apasionado juramento de propagar la Ley MísIca. De esa manera, uno «impregna» su vida, que queda «imbuida de Budeidad». Como nos asegura en otra carta: «Las personas imbuidas del Sutra del loto [Nam-myoho-renge-kyo] invariablemente llegan a ser budas».14 Perseverando en la prácIca budista, enfocados en acercarnos al estado de vida del Daishonin y en comprender más profundamente que somos Bodhisabvas de la Tierra y somos enIdades de la Ley MísIca, podemos alcanzar un estado de absoluta felicidad en el cual el solo hecho de vivir sea un moIvo de júbilo. Acceder a los beneficios inagotables del Gohonzon con la fuerza de la fe C u a n d o e l s e ñ o r To d a e s t a b a reconstruyendo la Soka Gakkai después de la Segunda Guerra Mundial, solía decir que los otros altos dirigentes de la organización habían abandonado la fe cuando fueron detenidos por las autoridades militaristas porque no

tenían una firme base del estudio budista. Después de la guerra, se consagró con alma y vida a promover el estudio del budismo Nichiren para forjar discípulos que pudieran resisIr cualquier represión u hosIgamiento sin flaquear en sus convicciones. Alentaba así a los miembros que no consideraban necesario profundizar el budismo: He oído decir a algunos de ustedes: «Mientras reciba beneficios, soy feliz; el estudio del budismo no me interesa». Pensar así es absurdo. El estudio budista fortalece e incrementa la fe, y esto produce mayores beneficios. El budismo Nichiren enseña el concepto de las cuatro fuerzas [la fuerza del Buda, la Ley, la fe y la prácIca].15 Las fuerzas del Buda y de la Ley se acrecientan en proporción directa a las fuerzas de la fe y de la prácIca. Por ende, que las fuerzas del Buda y de la Ley se manifiesten en la vida de ustedes depende de su propia fe y de su propia prácIca. Estas úlImas se fusionan y se convierten en los poderes del Buda y de la Ley, y generan


beneficios que parecen milagrosos, más allá de toda comprensión.16 Lo que nos permite extraer libremente los inmensos e ilimitados beneficios del Gohonzon es la fuerza de nuestra fe. Y el estudio budista es el medio para fortalecer esa fuerza de la fe. A medida que nuestra comprensión del budismo se vuelve más firme y profunda, podemos converIr las dudas y preguntas en claridad, y esto a su vez intensifica nuestras oraciones. Cuando llegamos a apreciar, de verdad, cuán espléndido es este budismo, esas oraciones se colman de agradecimiento. Y cuando forjamos la convicción inamovible de que nuestros deseos se cumplirán sin falta, esas oraciones rebosan de alegría. En otras palabras, fortalecer nuestra fe mediante el estudio budista hace que las oraciones se llenen de graItud y de júbilo, y esto nos permite acceder, libremente y sin límites, a los beneficios del Gohonzon. El espíritu de búsqueda es el camino directo hacia la felicidad y la victoria En las disertaciones abiertas a todos los miembros que daba en el Centro Cívico

de Toshima, en Ikebukuro, Tokio, el señor Toda solía decir: «Suponiendo que el beneficio que yo he recibido se pudiera comparar con este salón, el beneficio que han recibido todos ustedes no supera aún el tamaño de mi dedo meñique». Quería que cada pracIcante de la Soka Gakkai extrajera los beneficios inconmensurables del Gohonzon. Su deseo más sincero era que cada persona fuese feliz. Yo, su discípulo, he disertado sobre los escritos del Daishonin con el mismo juramento, el mismo deseo y un compromiso idénIco al de mi mentor. En lo que concierne al estudio budista, el espíritu de búsqueda es de importancia crucial. Ser una persona de fe firme y admirable no es cuesIón de acumular conocimientos teóricos sobre el budismo, sino de ponerse en acción para luchar sinceramente por el kosenrufu, siempre en contacto con el espíritu del Daishonin. En el camino del estudio, no hay línea de llegada. Cuanto más estudiamos, más profundizamos la comprensión, pero también se acendran la fe y la prácIca. La persona que persevera sinceramente en la fe, avanzando a


cada momento hacia delante para superarse y mejorar, con «verdadero espíritu de buscar el Camino»,17 gozará de un estado de vida de absoluta libertad. Este es, también, el propósito de nuestras acIvidades en la Soka Gakkai. A la hora de lidiar con problemas y dificultades serias, es común que uno se sienta agobiado y poco propenso a asisIr a una reunión de Gakkai. Pero esos son, precisamente, los momentos en que nuestra vida puede revitalizarse con el esfuerzo de llegar a esos encuentros de budas, estudiar juntos las enseñanzas del Daishonin, y escuchar las experiencias de otros en la prácIca de este budismo. Esa es la forma de acrecentar la fe, elevar el estado de vida y emprender una nueva parIda con el corazón despejado y energía renovada. Esfuércese en los dos caminos de la prác.ca y el estudio, pues el budismo no existe sin prác.ca y estudio. Sin embargo, no sólo debe perseverar en su prác.ca personal, sino también enseñar a los demás. Tanto la prác.ca como el estudio derivan de la fe.

Enséñeles a otros con toda su capacidad, aunque sólo sea una oración o frase.18 Los miembros estudian el Gosho en todo el mundo El pasaje que acabo de citar, de El verdadero aspecto de todos los fenómenos, es uno que todos deberíamos grabar en nuestra vida como pracIcantes del budismo Nichiren. En su ejemplar del Gosho, el señor Makiguchi había marcado con especial énfasis la página que contenía la mención a los «dos caminos de la prácIca y el estudio». El señor Toda también citó este fragmento en su prefacio a la edición de la Soka Gakkai del Nichiren Daishonin Gosho Zenshu (Escritos compilados de Nichiren Daishonin), y observó: Desde que fue fundada por nuestro primer presidente Tsunesaburo Makiguchi, la Soka Gakkai ha atesorado estas palabras de Nichiren Daishonin. Perseverando en «los dos caminos de la prácIca y el estudio» y basada en una fe pura y sincera, nuestra


organización se ha consagrado enérgicamente a la propagación de la Ley MísIca tal como enseña el Buda. Esta rigurosa capacitación, comparable al entrenamiento de un maestro espadachín, se ha converIdo en la tradición y en el orgulloso emblema de la Soka Gakkai. Hemos mantenido vivo el solemne y sublime espíritu del Daishonin porque avanzamos sin retroceder, basados en «los dos caminos de la prácIca y el estudio». El señor Toda concluye su prefacio diciendo: «Mi oración perpetua y mi eterno deseo es que esta escritura preciada y sin parangón [el Gosho] se transmita en todo Asia y en el mundo entero». Hoy, el Gosho ha sido traducido a más de diez idiomas, y es estudiado con la mayor seriedad por los miembros de la SGI en 192 países y territorios. El hecho de que la SGI haya transmiIdo en todo el orbe los escritos de Nichiren Daishonin prueba claramente que nuestra organización está haciendo realidad la propagación global del budismo del Daishonin. ¡Qué feliz de verlo estaría el señor Toda!

Dadas las diferencias históricas entre el siglo actual y la época en que vivió el Daishonin, y las abundantes referencias culturales y locales que resultan ajenas a la mayoría de los lectores no japoneses, la tarea de traducir el Gosho es extremadamente dipcil. Pero se vuelve posible gracias al trabajo de los Kumarajivas19 actuales que se esfuerzan en todo el mundo. Ellos están traduciendo los escritos del Daishonin en bien del futuro y del ko s e n - r u f u m u n d i a l . C o n e s t e propósito, se desapan sin descanso para comprender más profundamente el espíritu del Daishonin y oran con sinceridad para poder transmiIr co r re c ta m e nte e l m e n s a j e d e l Daishonin. Quiero agradecer, de todo corazón, su trabajo noble y laborioso para abrir las puertas del kosen-rufu mundial. El Gosho es un compendio de filosopa de esperanza que el Daishonin brindó a toda la humanidad. En sus páginas palpita su infinita benevolencia de guiar a todas las personas a la iluminación y ruge, como el bramido de un león, su clamor por la verdad y la jusIcia. Por eso, el Gosho Iene el


poder de inspirar, alentar y revitalizar la vida del pueblo.

poner en prácIca el estudio budista, tal como enseña ese pasaje.

La prác)ca y el estudio son el corazón del budismo

Una filosoWa para transformar nuestra vida

El Daishonin escribe: «[E]l budismo no existe sin prácIca y estudio […] [N]o sólo debe perseverar en su prácIca personal, sino también enseñar a los demás».20 La prácIca y el estudio — que realizamos en forma personal y a l e n t a m o s a o t ro s a i n i c i a r — representan el corazón del budismo. En el budismo Nichiren, no basta con que un creyente pracIque para su propia felicidad. No existe un buda egoísta que se da por saIsfecho con la búsqueda de su iluminación personal y no se interesa por el resto de la gente. La sabiduría del Buda existe para conducir a la iluminación a todas las personas. Los esfuerzos en la prácIca y el estudio que hicieron los dos presidentes Makiguchi y Toda, estando en prisión, tesImonian a las claras que la Soka Gakkai es una organización directamente unida a Nichiren D a i s h o n i n . L a n u e s t ra e s u n a organización eternamente dedicada a

El Daishonin escribe: «Tanto la prácIca como el estudio derivan de la fe. Enséñeles a otros con toda su capacidad, aunque sólo sea una oración o frase».21 La fe se expresa en nuestros esfuerzos concretados en la prácIca y el estudio. «Con toda su capacidad» significa esforzarnos al máximo. No hay necesidad de Itubear a la hora de conversar con otros sobre el budismo pensando que no hemos estudiado lo suficiente esta filosopa. Por ejemplo, pueden citar unas palabras del Gosho que los han conmovido en forma personal, o mencionar algo que hayan aprendido en su prácIca budista. O tal vez, en pocas palabras, pueden decirle a un conocido que la prácIca de este budismo les resulta posiIva en todo senIdo y que, si ellos también la hacen, podrán concretar sus deseos. El señor Toda dijo: El estudio del budismo en la Soka Gakkai implica leer el Gosho con las


acciones, las palabras y los p e n s a m i e nto s . 2 2 C o m o c i ta e l Daishonin: «La voz lleva a cabo el trabajo del Buda».23 Por favor, dialoguen con los demás libre y resueltamente, y transmitan todo lo que han aprendido sobre el budismo del Daishonin. Al hacerlo, ese aprendizaje quedará incorporado para siempre en su vida. También señaló: «AsisIr a una disertación sobre el Gosho o leer los escritos del Daishonin y decir que hemos comprendido las enseñanzas es algo limitado al plano teórico; lo importante es esforzarnos en la fe y la prácIca de acuerdo con dichas enseñanzas». Además, recalcó que más importante que entender era transformar nuestra vida. El estudio basado en la inseparabilidad de maestro y discípulo es la tradición de la Soka Gakkai. El nuestro es un estudio para vencer; nos da los cimientos para superar los obstáculos aprendiendo de la conducta del Daishonin, nos infunde el valor de un rey león, y nos permite profundizar la fe.

Es un estudio para transmiIr la Ley MísIca y lograr el kosen-rufu, que nos incenIva a dialogar con los demás sobre la inspiración y la alegría que recibimos al ahondar los escritos del Daishonin. Es un estudio para cambiar por dentro y hacer nuestra revolución humana, que nos pone en contacto con el corazón del Daishonin y nos da la o p o r t u n i d a d d e co nfi r m a r q u e nosotros mismos somos la Ley MísIca. La prácIca y el estudio surgen de la fe, y la fe se vuelve más profunda con «los dos caminos de la prácIca y el estudio». Este es el ritmo de la revolución humana y del kosen-rufu. Un «eje indestruc)ble» Justo antes del pasaje sobre «los dos caminos de la prácIca y el estudio», el Daishonin declara: «Crea en el Gohonzon, el supremo objeto de devoción de todo Jambudvipa [el mundo entero]».24 Esto es una referencia al Gohonzon de Nammyoho-renge-kyo que el Daishonin inscribió para que todas las personas pudieran lograr la Budeidad. La Soka Gakkai ha venido trabajando por lograr


el kosen-rufu mundial impulsada por la fuerza motriz de su fe absoluta en el Gohonzon. El Joju Gohonzon de la Soka Gakkai,25 entronizado en la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu en Shinanomachi, Tokio, es el Gohonzon que solicitó el presidente Toda como «eje indestrucIble» para el avance de nuestro movimiento Soka, poco después de anunciar la meta de lograr una membresía de 750 000 familias (en mayo de 1951). Entonces, nuestra organización comenzó a avanzar a pasos agigantados h a c i a e l ko s e n - r u f u m u n d i a l , directamente unida a Nichiren Daishonin, basada en las «dos ruedas» de la prácIca y el estudio, y en su fe absoluta en este gran «eje indestrucIble». Por ser una organización que lleva a cabo la voluntad del Buda, ¡la Soka Gakkai logrará sin falta «el kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley», que es el gran deseo y juramento de Nichiren Daishonin! De acuerdo con ese juramento, en vida del presidente Toda pudimos lograr la meta de las 750 000 familias y, en el Iempo transcurrido desde entonces,

en el cual yo me esforcé como discípulo, hemos transmiIdo la Ley MísIca en 192 países y territorios. Nada puede detener el avance de nuestro movimiento Soka, que se basa en la fe, la prácIca y el estudio, y palpita con el gran juramento de maestro y discípulo. ¡Abramos las puertas de la felicidad a todas las personas del mundo! El budismo Nichiren se enfoca en el presente y el futuro. La fe, la prácIca y el estudio son las guías fundamentales para elevar ampliamente nuestro estado de vida. Son la fórmula esperanzada para cambiar nuestro propio desIno y trazar un camino de felicidad eterna. El compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770- 1827) sobrellevó la pérdida de la audición y rompió las limitaciones de ese amargo desIno para llenar de alegría a la humanidad. Está escrito que «a menudo se refería al deber que le había impuesto la vida de obrar por medio de su arte “para la pobre humanidad, para la humanidad por venir, para restaurar su valenLa y sacudirle su lasitud y cobardía”.26


Nuestro desIno es vivir como dignos miembros de la Soka Gakkai cumpliendo nuestra misión como Bodhisabvas de la Tierra. Es dedicar la v i d a a l ko s e n - r u f u , q u e e s l a construcción de la felicidad para todo el género humano. ¡Con nuestro esfuerzo infaIgable en la fe, la prácIca y el estudio, rompamos los grilletes de hierro que nos manIenen sujetos a nuestro karma! Con la energía vibrante de la fe, la prácIca y el estudio, ¡inundemos el mundo de alegría y elevemos el estado de vida de la humanidad! Con los principios de oro de la fe, la prácIca y el estudio, ¡abramos con más fuerza aún las puertas de la victoria y la prosperidad eternas, en bien de nuestro movimiento Soka! (Traducción del arLculo publicado en la edición de noviembre de 2016 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai). NOTAS 1 Makiguchi, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de Tsunesaburo Makiguchi), Tokio: Daisanbunmei-sha, 1987, vol. 10, pág. 278. 2 Ib., pág. 276. 3 Ib., pág. 282. 4 Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 408.

5 Esta carta, redactada el 20 de marzo de 1272 en Tsukahara, isla de Sado, fue dirigida a todos los discípulos del Daishonin. En ella, además de transmi.rles orientación y aliento, busca disipar las posibles dudas de los prac.cantes, vinculadas a la persecución de Tatsunokuchi perpetrada el año anterior y a su posterior exilio a Sado. END,pág. 325. 6 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1983, vol. 3, pág. 179. 7 Ikeda, Daisaku: A Youthful Diary: One Man’s Journey from the Beginning of Faith to Worlwide Leadership for Peace (Un diario juvenil: La travesía de un hombre desde los albores de la fe hasta el liderazgo de la paz mundial), Santa Monica, California: World Tribune Press, 2000, pág. 5. 8 END, pág. 479. 9 Hija del Rey Dragón: También llamada «niña dragona». Dragona de ocho años, hija de Sagara, uno de los ocho grandes reyes dragones que, según se afirmaba, vivían en un palacio en el fondo del mar. Según el capítulo «Devada\a» (12.o) del Sutra del loto, la niña dragona concibe el deseo de lograr la iluminación al escuchar al bodhisa\va Manjushri predicar el Sutra del loto en el palacio del Rey Dragón. Entonces, se presenta ante la asamblea del Sutra del loto y declara: «Yo despliego las doctrinas del gran vehículo para rescatar a los seres vivos del sufrimiento (El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 12, pág. 186)», tras lo cual manifiesta la Budeidad de inmediato. La iluminación de la niña dragona ejemplifica la iluminación de las mujeres y revela el poder del Sutra del loto para hacer que todos los seres manifiesten la Budeidad por igual, cada uno con su propia forma o iden.dad. 10 Lograr la Budeidad con la forma que uno posee: Esto significa manifestar la Budeidad en la existencia actual, tal como uno es, sin tener que sobrellevar interminables eones de prác.ca budista. 11 Ignorancia u oscuridad fundamental: La ilusión más hondamente arraigada en la vida, que daría lugar a todas las otras ilusiones. La oscuridad fundamental denota la incapacidad de ver o de reconocer la verdad, en especial, la verdadera naturaleza de nuestra vida. 12 Véase END, pág. 479. 13 La imagen de algo que es «más azul que la planta del índigo» deriva de un escrito del filósofo chino Hsün Tzu.El jugo que se extrae de este vegetal se usa como .ntura. Aunque esta .nción en sí no es de un tono azul profundo, la tela que se .ñe reiteradamente en la solución adquiere un color más intenso que el de la planta. En tal sen.do, dicha analogía se refiere a profundizar la comprensión mediante el estudio.


14 The Wri.ngs of Nichiren Daishonin (WND), Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 675. 15 Cuatro fuerzas: Las fuerzas del Buda, la Ley, la fe y la prác.ca. En el budismo Nichiren, a estos elementos se los conoce, en conjunto, como las cuatro fuerzas de la Ley Mís.ca, cuya interacción nos permite obtener respuesta a las oraciones y lograr la Budeidad. La fuerza del Buda es el amor compasivo del Buda, que lo conduce a salvar a todos los seres. La fuerza de la Ley se refiere a la capacidad ilimitada de la Ley Mís.ca para guiar a todos los seres a la iluminación. La fuerza de la fe significa creer en el Gohonzon, el objeto de devoción fundamental que corporifica las dos fuerzas anteriores, y la fuerza de la prác.ca es entonar Nammyoho-renge-kyo y enseñar a otros a hacerlo. Uno puede manifestar las fuerzas del Buda y de la Ley solo en la medida en que hace surgir las fuerzas de su fe y de su prác.ca. 16 Toda, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1989, vol. 4, pág. 42. 17 END, pág. 479. 18 El verdadero aspecto de todos los fenómenos,escrito en mayo de 1273, fue dirigido a un sacerdote discípulo del Daishonin de nombre Sairen-bo. En respuesta a una pregunta que este le había hecho sobre «el verdadero aspecto de todos los fenómenos», el Daishonin expone las enseñanzas más profundas del budismo. Declara allí que todos los discípulos que comparten su mismo corazón son Bodhisa\vas de la Tierra y señala su convicción en que el kosen-rufu se logrará sin falta. END, pág. 408. 19 Kumarajiva (344-413): Traductor del Sutra del loto al chino. 20 END,pág. 408. 21 Ib. 22 Referencia a las tres clases de acciones. Ac.vidades que se llevan a cabo con la boca, el cuerpo y la mente; es decir, palabras, acciones y pensamientos. El budismo sos.ene que el karma, bueno o malo, es creado por medio de estas tres categorías: mental, verbal y ysica. Aquí, en este contexto, «acción» es la traducción del término sánscrito karman. 23 The Record of the Orally Transmi\ed Teachings (Registro de las enseñanzas transmi.das oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 4. 24 END,pág. 408. 25 Además de la inscripción «Para cumplir el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley», en el Gohonzon entronizado en la Sede del Gran Juramento del Kosen-rufu también se lee: “Para ser entronizado permanentemente en la Soka Gakkai” (en jap., Soka Gakkai Joju). A raíz de este hecho, se lo suele llamar

«Joju Gohonzon de la Soka Gakkai». Y también se lo menciona como Gohonzon del Kosen-rufu de la Soka Gakkai. 26 Rolland, Romain: Beethoven, trad. ingl. B. Constance Hull, Londres: Kegan Paul, Trench, Trubner and Co., Ltd., 1919, pág. 49.


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