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AGENDA DE LA CORRUPCIÓN INDÍGENAS: LA GRAN DEUDA DE MÉXICO Y DE AMLO Nancy Flores
from Contralínea 673
INDÍGENAS
LA GRAN DEUDA DE MÉXICO Y DE AMLO
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NANCY FLORES
Este 1 de enero de 2020 se cumplen 26 años autónoma pero con muchas difi cultades instrudel levantamiento del Ejército Zapatista de mentando sus propias formas de educar, alimenLiberación Nacional (EZLN) en Chiapas. tarse y cuidar los recursos naturales y la llamada Sin duda, esta conmemoración es un recordatorio Madre Tierra. de la gran deuda que tenemos como nación con los A lo largo de estos 26 años los zapatistas (tzelpueblos originarios, sumidos en una gran marginatales, tzotziles, choles y tojolabales) no sólo han ción y miseria. luchado por sus comunidades, sino por todos los
También es un llamado de atención para pueblos originarios de todo el país, en búsqueda comprender que la justicia social va más allá de de una transformación revolucionaria de México. la dispersión de recursos públicos para los más La aspiración de este movimiento armado desnecesitados, a través de programas sociales; pues de siempre fue que se instaure un sistema justo, lo que requiere este país es un cambio profundonde el gobierno mande obedeciendo al pueblo, do y radical que dé lugar a los procesos libres y y no lo que hemos tenido hasta ahora: un sisteautonómicos de las ma totalmente injusto, comunidades, en vez donde muy pocos se de continuar por el caQue no exista más discriminación enriquecen de la explomino histórico del descontra nadie; que los proyectos y protación indiscriminada pojo (tanto de los territorios para benefi cio de megaproyectos y el gramas no dañen el medio ambiente ni los recursos de los pueblos indios de los seres humanos y la naturaleza, y donde el gobierno manda sosupuesto “desarrollo”, metiendo al pueblo por como de las culturas y medio de la violencia lenguas por medio del racismo y la discriminainstitucional y los crímenes de Estado, para seguir ción institucional y social). benefi ciando a la élite.
En 1994, el movimiento zapatista (que aún no Por eso –ya entrados en el primer año de la addepone las armas, pero que se encuentra en una ministración de Andrés Manuel López Obrador, fase de lucha pacífi ca) no demandaba otra cosa quien autonombra su gobierno como la “cuarta más que el cumplimento cabal de los derechos hutransformación”– debe recordarse esta gran deumanos (al trabajo, al territorio, la vivienda digna, da con los pueblos originarios y por fi n cumplir alimentación, salud, educación, independencia, los Acuerdos de San Andrés Larráinzar. Éstos se libertad, democracia, justicia y paz). Derechos a fi rmaron el 16 de febrero de 1996 por el gobierlos que lamentablemente aún no tiene acceso la no federal y el EZLN, con el objetivo de garantizar mayoría de los indígenas, incluidos los zapatistas una nueva relación entre los pueblos indígenas, la que, con sus Caracoles, se organizan de manera sociedad y el Estado.
Es necesario, por tanto, acabar con la traición de los mestizos que han tenido en sus manos el poder político y económico de México. En este contexto, vale la pena revisar lo expuesto por el Centro de Documentación sobre el Zapatismo (Cedoz), que indica que “el propósito central de estos Acuerdos es terminar con la relación de subordinación, desigualdad, discriminación, pobreza, explotación y exclusión política de los pueblos indios”.
Por ello es necesario un nuevo marco jurídico que contemple el reconocimiento en la Constitución de los derechos colectivos: políticos (expresados especialmente en el reconocimiento de los gobiernos propios, y de las formas propias de elección de sus autoridades), jurídicos (para poder ejercer sus sistemas nor
mativos internos, sus formas de elegir a sus propias autoridades, sus formas de impartir justicia, reparar las faltas y decidir en materia de conflictos internos), sociales (para decidir sus propias formas de organización social), económicos (para decidir su propia organización para el trabajo, para el disfrute de sus propios recursos y para que se impulse la producción y el empleo y la satisfacción de las necesidades propias de los pueblos indios) y culturales (para garantizar la cultura propia de los pueblos indígenas).
El Cedoz resume los compromisos pactados en 1996 de la siguiente manera:
“1. Reconocimiento de los pueblos indígenas en la Constitución y su derecho a la libre determinación en un marco constitucional de autonomía.
“2. Ampliar la participación y representación política, el reconocimiento de sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales.
“3. Garantizar el pleno acceso de los pueblos indios a la justicia del Estado, a la jurisdicción del Estado y el reconocimiento de los sistemas normativos internos de los pueblos indios.
“4. Promover las manifestaciones culturales de los pueblos indígenas.
“5. Asegurar la educación y la capacitación y aprovechar y respetar sus saberes tradicionales.
“6. Satisfacer sus necesidades básicas.
“7. Impulsar la producción y el empleo.
“8. Proteger a los indígenas migrantes.”
Además, destaca que en ese nuevo orden se respetarán: la libre determinación y autonomía (el Estado no podrá realizar acciones unilaterales y deberá respetar los planteamientos y previsiones de los pueblos, las comunidades y organizaciones indígenas); la participación CARLOS OGAZ/CUARTOSCURO (los pueblos y las comunidades deberán ser sujetos activos en el diseño, la planeación, ejecución y evaluación de los programas y proyectos que se decidan, junto con el gobierno); el pluralismo (este principio busca que se respete la diversidad de todos los indígenas del país. Que no exista más discriminación contra nadie); la integralidad (esto quiere decir que los programas y acciones del gobierno tienen que abarcar los problemas completos y no intentar resolver sólo parte de ellos. Se busca que los problemas que tienen relación se resuelvan juntos); y la sustentabilidad (es importante que los proyectos y programas no dañen el medio ambiente ni los recursos de los pueblos indios. Se busca con esto que se respete la naturaleza y la cultura de los pueblos indígenas).
Hasta ahora, nada de eso es realidad en las leyes mexicanas y ya es hora de que la “cuarta transformación” demuestre que en verdad es un cambio de sistema, un rompimiento con el pasado y un nuevo orden donde caben todos. Como el subcomandante Marcos lo dijo una vez, en este planeta y este México urge “un mundo donde quepan muchos mundos”.