présate
Santiago de Compostela Nº04 Distribución gratuita
Patrick Von Steiner
El secreto 1
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Índice STAFF DIRECCIÓN GENERAL: Nadia Nemer D´rpic EDITOR: Alejandro D. Ocampo Caride COLABORADORES: Diego G. Horschovski, Cristian Moure Méndez, Adolfo Rodríguez Taboada, Gloria López Méndez, Lucía Mallo. DIRECCIÓN DE ARTE: Miguel Rodríguez Taboada periferiarte.blogspot.com CONTACTO: 603763571 revistaxpresate@hotmail.com FOTO PORTADA: Miguel Rodríguez Taboada COLABORA: Asociación de Hostelería de Santiago de Compostela
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Galicia Xprésate
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Editorial
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Una frase para pensar
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Vivir na Coruña ...
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Patrick Von Steiner
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La Taquilla
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Xpacio Kaótico
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El Secreto
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Galería Xpone 3
Editorial
Para mí, la amistad es como un árbol.
Nadia Nemer D´rpic
Cada vez que escucho Aerosmith algo suele sucederme. Quizás me guste recordar buenos momentos, amores perdidos o amistades olvidadas. Pensemos en lo último. Recientemente, he observado las calles vacías, he experimentado momentos de soledad en mi vida, y sin embargo, me siento bien.
Amistad.
Una palabra tan simple pero que encierra tantos significados. Dicen que la amistad verdadera dura toda la vida. ¿Podrá ser esto cierto? Aun separándote de tus más grandes amigos, ¿Podrá una amistad sobrevivir a distancias inmensas o diversas tribulaciones? Diversos acontecimientos me han hecho dudar de su existencia, ahora bien, siempre hay personas que ponen de manifiesto que tener un amigo de verdad es posible; y, además, vale la pena.
Dejad que me explique. Al principio, cuando éste brota, las primeras hojas son nuestros amigos más cercanos, nuestros padres o hermanos. Conforme éste va creciendo, tiene más ramas y hojas, las cuales representan a nuestros amigos del colegio y del instituto, de la universidad, o por último, aquellos que conocemos en las distintas estaciones de nuestra vida. También tenemos hojas en su copa, éstos, son amigos lejanos pero que aún recordamos; del mismo modo, las hojas que cayeron en otoño son aquellos amigos olvidados pero aún presentes para nosotros. Y así es como se forman nuestras amistades a lo largo del florecer de nuestra vida. Recordad, la amistad es uno de nuestros bienes más preciados, ¿Por qué no acercarnos a las personas que más queremos y Xpresarles lo mucho que las apreciamos?
La amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere. Lucio Anneo S_neca (2 aC. – 65)
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VIVIR NA CORUÑA QUE BONITO É… Gloria López Méndez
…Andar de parranda e dormir de pé. Eso dice la intemporal tonada. La canción que todos los coruñeses cantan cuando vuelven a casa después de una noche plácida y amena. Aquí, en previos, hay tiempo para recordar la de Asturias patria querida, pero al final, cuando se arma la gran conga, cuando alguien coge las riendas y se transmuta en fogonero la algarabía recorre la ciudad y todos llegamos a los brazos de Morfeo mecidos por nuestra vieja canción de cabecera.
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Dicen los más antiguos del lugar, siempre exagerando, que recuerdan alguna en que de la cabeza de la serpentina llegaba noticia de que se estaba entrando en Madrid. Pásalo, decían. Siempre así, habrá que creerlo. Ya lo decía el dicho: “Vigo trabaja, Santiago reza, Pontevedra duerme y La Coruña se divierte”. Sempre en Galiza, Sempre na Coruña.
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Patrick Von Steiner
Ellen Blackmoon
Sigue las aventuras de Patrick Von Steiner y sus aliados en http://planetainquietante.blogspot.com Adolfo Rodríguez Taboada
Mi nombre es Patrick Von Steiner, aunque me gano la vida con el honrado negocio de la hostelería mi auténtica dedicación es investigar lo desconocido, lo que me lleva a vivir aventuras como la que me dispongo a contaros. Sucedió hace un mes en una librería de segunda mano, un lugar mágico lleno de tesoros que pasan desapercibidos para los ojos de los no iniciados en los misterios del cosmos. Estaba absorto en mi habitual búsqueda de mensajes ocultos en obras populares cuando la campanilla de la puerta sonó y entró un hombre de apariencia escuálida, cubierto por una larga túnica púrpura. En una de sus huesudas manos portaba un bastón recubierto de oro, la empuñadura tenía la inconfundible forma de la cabeza del dios Anubis. Sus ojos azules y penetrantes se cruzaron un instante
con los míos. Lo suficiente para reconocer a un igual, una mente afín. Se acercó en silencio y procedió a realizar el saludo de Isis con una exactitud envidiable. Primero cruzó los brazos y luego trazó un círculo con el dedo índice de la mano derecha, tras lo que pronunció las palabras sagradas, ¡Por Isis! Respondí y retirándonos a un rincón poco transitado compartimos confidencias. Era el eminente profesor Domenico Fortuni, un experto en ritos sobrenaturales del Antiguo Egipto. Su preocupante estado físico se debía a una maldición, sí, una maldición genuina, conjurada por un grupúsculo de la Academia, denominado los archiveros de Guhl-En-Arth. Sus libros, en los que insinuaba que los viejos rituales de los egipcios podían albergar conocimientos
revolucionarios, lo habían convertido en una amenaza. Abandonado por sus compañeros, serviles criados de la Academia, y tras agotar las vías tradicionales había acudido a esa librería, con la esperanza de hallar algún remedio en la sección de literatura sobrenatural. Siendo un entendido en la materia y un admirador de su obra, no dudé en ofrecerle mi apoyo y nos pusimos manos a la obra. Conociendo a quiénes nos enfrentábamos no fue difícil dar con las obras adecuadas: una edición del libro de los muertos comentada por el eminente nigromante compostelano Jeremías Negroponte, un cómic de Hawkman del hábil Geoff Johns y una National Geographic amarillenta. Estábamos a punto de salir cuando el dueño, un curtido veterano de guerras ignoradas por la historiografía oficial, nos avisó, justo a tiempo, de la llegada de unos esbirros de la vil Academia. Eran tres, vestidos de riguroso uniforme negro. Parecían sepultureros, lo cual no distaba en absoluto de su profesión. Con unos graznidos infrahumanos demandaron al profesor Fortuni que se entregara sin ofrecer resistencia. Sin perder un segundo en divagaciones inútiles salté a la batalla, armado tan sólo con mi pipa, dejando el preciado material de consulta en las débiles manos del profesor.
el centro de la Tierra. Disparaban balas de lava sólida. Para sortearlas tuve que recurrir a mi técnica secreta de combate, el Para Para. Nuestros oponentes invocaban a coro el nombre de Guhl-En-Arth, identificándose como archiveros de esa orden maligna. Las perspectivas eran sombrías. En ese instante de brutal desesperación el profesor tuvo un arranque de inspiración e invocó el espíritu del príncipe Khufu con un ritual del libro de los muertos. Bajo la forma del audaz superhéroe Hawkman se materializó ante mis sorprendidos ojos y quebró la maldición con un gesto devolvieno la vitalidad perdida al profesor. Acto seguido se lanzó sobre los archiveros, que cayeron al instante fulminados por su poderosa maza. Concluida su labor desapreció. Nos quedaba una molesta tarea, disponer de los cuerpos de los archiveros. Una llamada fue suficiente. Cinco minutos más tarde la seria y eficaz Ellen Blackmoon, antigua miembro de la Academia y actual líder y fundadora de los Hijos del Nuevo Mundo, llegó. Se encargó en un santiamén de los cadáveres y pudimos ir a celebrar la Victoria a mi parque temático, Planeta Inquietante.
Acobardados ante mi osada ofensiva retrocedieron y desnfundaron sus armas, unas pesadas pistolas fabricadas con los huesos de dragones, robados de sus sepulturas en
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A
LA TAQUILL
Miguel Rodríguez Taboada
En el año 1991, se abría en la céntrica calle de Fernando III el Santo nº14 en Santiago de Compostela, La Taquilla café bar hamburguesería. En el año 1993 pasó a ser el bar La Taquilla. Juan cogió el local en septiembre del 2007, manteniendo el nombre y en parte la decoración, cambiando unos collages hechos a partir de carteles de películas por ilustraciones de actores, fue una apuesta de futuro. Lleva 18 años en hostelería, trabajando en cafés y pubs en Galicia y Asturias. ¿Qué destacaríais dentro de lo que ofrecéis en La Taquilla? Destacaría las 40 referencias de cervezas, la mayoría internacionales, 6 de ginebra, 8 de tes, copas, cócteles, helados y en especial los gofres, hay cuatro variedades: solo, con chocolate, con chocolate y nata, y el estrella (2 bolas de helado, chocolate y nata). ¿Cómo definirías La Taquilla? Algo diferente, un clásico en la zona nueva.
Horario: L-V: S: D:
08-02:30 h 10-03:00 h 16-00:00 h
¿Qué tipo de música se puede escuchar habitualmente en La Taquilla? Rock’n’roll. ¿Qué tipo de clientela soléis tener? Muy variopinta, desde la madre que viene a dar el biberón a su hijo, hasta una anciana que viene a tomar un café con leche después de hacer la compra, o el estudiante que queda con unos amigos, ejecutivos que se toman una pausa para el café, al que acaba de comprar la entrada los Cines Valle Inclán y hace tiempo hasta que empieza la sesión… ¿Hacéis algún tipo de actividad? Se hacen conciertos acústicos, monólogos, números de magia… Dependiendo de que el ayuntamiento permita estas actividades en bares se retomarán las actividades, o no, en septiembre. Si no habéis ido nunca os lo recomiendo, tiene terraza y recibiréis un trato agradable y de calidad.
Girl
pacio K a贸tico
Miguel Rodr铆guez Taboada
El secreto Diego G. Horschovski
En este momento me encuentro en la habitación de mi nuevo piso. Por la ventana se asoman los primeros rayos de sol y puedo ver el paisaje sinuoso del monte que intermedia entre el Seminario Menor y la Ciudad de la Cultura. Me despierto, todavía algo somnoliento, y recojo el periódico en el felpudo de la entrada. Entre la confusión adormilada y la brisa que entra por la ventana, leo el inquietante titular. Hoy se ha consumado “el robo del siglo”. Aunque me cuesta asimilar la noticia, siento que el bienestar matutino se desplaza por un momento para dejar entrar una sensación un tanto amarga. Bajo al bar a desayunar, todavía entre legañas y estiramientos adormilados, y observo la televisión, hacia donde todos los clientes miramos atónitos. Anuncian el robo y los pri-
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meros detalles, pero niego rotundamente lo ocurrido esperando que sea una exageración más, mediática, propia de la prensa frívola que tenemos. Sin embargo, veo que es cierto. Yo soy demasiado ingenuo y el robo es un hecho. Observo el telediario sin ahora escuchar lo que dicen y pienso en la cantidad de veces que he soñado con aquel libro, y me imagino cómo habría sido el momento –si alguna vez hubiese tenido la oportunidaden que mis ojos pudiesen haber descifrado sus páginas. Entonces recuerdo experiencias inolvidables que viví y que me dejaron sin aliento. Como cuando he respirado las estancias de Rafael Sanzio donde, bajo la “Escuela de Atenas”, experimenté una sensación estrepitosa, mucho más vertiginosa
que dentro de la majestuosa Capilla Sixtina. O como aquellas dos tardes en que no despegué los ojos de “El nombre de la rosa” de Umberto Eco, cuya obra me trasladó a encrucijadas medievales que se debatían a capa y espada entre la fe y la razón. O como las tantas veces en que he visitado abadías, basílicas, claustros, obras de arte… Tras esas experiencias místicas lamento no haber tenido –tambiénla oportunidad de poder ver con mis propios ojos el Códice. Aunque eso hubiese sido pedir demasiado, ya que solo unos pocos privilegiados tuvieron acceso al corpus calixtino. Nunca sabremos la identidad, me temo, del autor o autores del robo. Dudo que tengamos algún día los detalles de la operación. Pero eso es lo de menos. Porque ya todos nos hemos sorprendido en el pasado de la facilidad con que obras de valores incalculables han sido extraídas de edificios acorazados bajo las últimas tecnologías en seguridad. Búnkeres infranqueables. Quizás, ahora que el robo se ha consumado, que la incertidumbre reina en la ciudad, ahora se acreciente el misterio que Compostela refugia desde hace siglos. La magia traída por los caminos de Santiago que, guiados por la vía láctea, traen consigo los misterios que abundan por los rincones de Europa. Sende-
ros que nos enseñan el legado de siglos de geografía jacobea. La obra Calixtina es el testimonio escrito de este cosmos de peregrinación: música, arquitectura, pensamiento. Cultura. El valor del Códice no es su valor en metálico, ni su valor tazado, ni la finanza que se le pueda recoger. Lo saben bien los estudiosos que ansían poder leer sus páginas, y lo desconoce –por el contrario- la mediocridad que reina en quienes son dominados por la ambición y la traición. Allí, en la cornisa de su vanidad, solitario y mudo, alguien alberga esta joya secular. Acuchillando soledades, ultimando detalles para la exposición íntima de prepotencia y poder, alguien -en silencio- se abandona a la magia que aúnan esas páginas de oro. Compostela tiene hoy un misterio por resolver, el sarcófago del apóstol resuena intranquilo demandando su letra. Los peregrinos se acercan a Santiago en busca de su destino. Y, mientras, los gramáticos se encierran en estudios a elucubrar universos posibles, ficciones incontrolables. Un crimen se ha cometido en la ciudad. Ha nacido el misterio que, ahora, se edifica a través de Compostela empapando su urbe, su arquitectura, sus pasadizos de piedra. Sus cómplices.
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pone
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LucĂa Mallo
CONCIERTOS 15