Ni cis ni trans: ¡neutro! La fuga del sexo/género/orientación. Por Mikhail Vera “La categoría misma de sexo se anularía y, de hecho, desaparecería a través de la alteración y el desplazamiento de la hegemonía heterosexual”. Judith Butler. “Nuestras vidas importan, pero más todavía importan a la sociedad futura.” G. Deleuze. Por empezar; ¿todo el mundo encaja en el paraguas “cis” o “trans”? Repasemos: desde la teoría se denomina “cis” a aquellas personas que se identifican con el sexo que les asignaron al nacer y desarrollaron a lo largo de su vida. Más claro: cis son aquellas personas que los médicos asignaron “varón” al nacer -el poder judicial lo afirmó en su DNI- y a lo largo de su vida la performance se ajustó en lo socialmente establecido como “masculino”. Cis puede resumirse por tanto: “sexo varón = masculinidad // Sexo mujer = feminidad”. Ergo, si una persona no se siente a gusto con el género asignado es (o puede ser) trans: En cuanto a ésta, obviamente existen muchas maneras de habitarla: es el caso donde las corporalidades no-binarias no se auto-perciben hombres ni mujeres sino otro género y que cuyas luchas tienen que ver con romper la imposición binaria anteriormente descripta. Difieren algo de las mujeres-trans que en argentina reclaman: cupo laboral para trans, cobertura médica, acceso a una salud inclusiva (1) es decir los mismos derechos (privilegios) de cualquier cis-mujer para sobrevivir en el capitalismo. Podríamos citar muchos ejemplos de transexualidades diferentes entre sí (A-género; no fluido, gender-queer): y aunque los debates y las polémicas no falten (tema en el que no ahondaremos) la idea en común de trans/travesti es que remite a un acontecimiento: la transgresión de la norma. Aunque también podremos preguntarnos si: ¿acaso todas las personas “no-cis” encajamos en el paraguas de la transexualidad? ¿Orientación sexual? Deseo como máquina de guerra: El esquema anterior descripto contempla a la orientación sexual sencillamente como blanco del deseo de un cuerpo: Hetero si desea su “opuesto” y Homo si desea un “igual”(Lea “homosexualidad” en el glosario homosudaca si desea mayor información sobre estas categorizaciones). Pero, con frecuencia, este esquema no prevé: 1. El constructo sobre el que actúan dichas identidades sexuales y sus respectivos deseos. Y 2. La potencia del deseo de inferir sobre los mismos constructos de género sobre los que se inscriben… 20
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En otras palabras, podríamos afirmar, que el deseo es un sostén de la matriz heterosexual. En tanto el deseo hetero la afirma, el deseo homo (cuando rompe con su binarismo) tiende a visualizar otras posibilidades sexo/genéricas, al mismo tiempo que destruye la concepción natural de los dos únicos sexos. Continuando las lecturas de El género en disputa, podemos decir mejor que el sexo no es un determinismo para pensar al género. Y sobre base de esta afirmación (comprobada sencillamente por los primeros puntos de este escrito) que existen diversas maneras de transexualidad y trasvestismo, así como existen diferentes tipos de mujeres: mujeres peludas, mujeres fuertes, mujeres sensibles, mujeres con pene, etc. etc. Podemos con todo afirmar que si el poder bio-médico que asigna un sexo al nacer no se puede abolir inmediatamente, sí se puede desenvolver, hasta su neutralidad. El sexo biológico pasa a un segundo e incluso tercer plano en la importancia de un cuerpo en la transexualidad. También mediante prácticas de neutralización ligadas a la ética homosexual, en un circuito que encuentra su razón de sí en un delicado entramado de relaciones que rozan la línea entre la transexualidad y la homosexualidad. Es decir, aquello que todxs conocemos sin re-conocer: el mariconismo, la bollera, la chonga. Y que cuyas estrategias de desplazamiento no se limitan al autopercibimiento (igualmente válido) sino también al uso reflexivo de sus deseos: contra-placeres, el derrocamiento del chongo-hetero como mayor blanco de deseos, las mismas características inherentes a la homosexualidad (fetiche, el devenir comunidad minoritaria, lo disca como sentido para atraerse, el relacionarse con singularidades no con cuerpos que imitan lo que
“John Money (nazi de las farmacias) estipuló por primera vez la diferenciación entre Sexo y Género, el primero determinado por la “biología” como fjo y el segundo, signado por la cultura, propio de operar, de re-signifcarse, traVajarse (hormonas, operaciones quirúrgicas, gestos, vestimenta). Algo que gran parte de las feministas incorporaron como válido y a-histórico. Sin embargo, este concepto no contempla el Deseo como otro pilar con el poder de inferir sobre el sexo/ género (y sobre el mundo). ”La homosexualidad Vengativa I” 21
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la industria del porno dicen sobre cómo debemos ser) sólo que potenciados y alejados de las zonas de obturación de potencia. No una sola estrategia, sino todas éstas reunidas (y otras que llamamos a reflexionar, poner en evidencia y potenciar igualmente) pueden aproximarnos a la constelación donde género, sexo y deseo se confunden realmente, destruyendo y creando nuevas formas de existencia al mismo tiempo. Sitio desde donde la coalición asoma, y crece sobre espacios micro-políticos, dando lugar a la Neutralidad del género. Ni cis, ni trans: neutro. La Homosexualidad como motor hacia otras realidades. Si aceptamos, como ya dijimos, que el deseo homosexual puede funcionar como motor de inicio hacia otras identidades (trans, por ej) debemos aceptar asimismo la posibilidad de que funcione como (contra)dispositivo hacia la “neutralidad” del género. Así, bien podríamos pensar el desplazamiento de las producciones de sexo/género hacia nuevos objetivos que rozarían lo legible (3). Podríamos aceptar, de esa manera, una tercera forma de fuga del sexo/género: con el motor del deseo, el género se anularía (que no es lo mismo que destruirlo o quitarlo), generando fugas, neutralidad del género, anti-subjetividad y con ello nuevas formas de existencia. Ni cis, ni trans: neutro. Sabemos que la idea de pensar otras posibilidades de género es difícil, casi inefable. Que roza la no-existencia: es que justamente nos apoyamos sobre el sentimiento de no haber existido en tanto entes sin nombre para el resto, la familia, la escolaridad: entes irreconocibles sin posibilidades, mostrosxs, expulsadxs, muertxs en vida (4) Más, si fuimos capaces de huir sin morir en el intento, bien podemos continuar la fuga, esta vez de lo que los dispositivos de sexualidad y género -y de la marca del poder- han trazado sobre nuestrxs cuerpos.
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Dicho desenvolvimiento “hacia lo neutro” no niega ni se abstrae de las formas violentas de corrección contra maricas sino todas éstas reunidas (y otras que llamamos a re- y lesbianas: sino que reduce dicha violencia desplegando su flexionar, poner en eviden- contenido en la formación de “nueva”subjetividad: Anti-subcia y potenciar igualmente) jetividad. Imponer a la imposición del “deber ser”; la potencia pueden aproximarnos a la del deseo. constelación donde género, Combatir al heterocapitalismo en el fino trazo de nuestras sexo y deseo se confunden relaciones (aunque éste halle nuevos dispositivos de control realmente, destruyendo cada vez más sofisticados). Pues aquel refrán anarquista y creando nuevas formas (que en muchísimos casos no fue más que un refrán, si de de existencia al mismo seres cis-masculinizados-hegemónicos hablamos) “ni amxs tiempo. Sitio desde donde la coalición asoma, y crece ni esclavxs” parece ser posible por bastante más tiempo entre maricas, que estudiamos el mundo y sus normas y su violensobre espacios micro-pocia con el fin de no reproducirla. líticos, dando lugar a la Las producciones de género cuando son atravesadas por la Neutralidad del género.” homosexualidad neutra –cuando no la raza, la geografía de los márgenes, la neuro-diversidad, la clase social, la transexualidad- pasan a moverse en una economía anti-subjetivante, difícil de localizar ni menos aún de visibilizar, pues sus trayectos resultan “oscuros”, intangibles, descontrolados. Es decir, súper-producciones cuya máxima potencia es la de trazar líneas de fuga, generar lazos, coaliciones, encuentros, refugios que podremos habitar para usar en favor de nuestras venganzas.
“No una sola estrategia,
Podés leer más en: f /mikhailcuerpoema https://issuu.com/mikhailvera Entrevista “El cuerpoema de Mikhail Vera” para revistabrutal.com (revista homo-virtual del conurbano que recomendamos) Notas: 1. En Argentina, por lo menos en el conurbano (zona lindante a la capital federal) hay leyes positivas para la comunidad trans/travesti entre ellas el cupo laboral por el que luchó Diana Sacayán; el tratamiento de hormonización es gratuito y debe garantizarlo el estado para lo cual se disponen de “centros de contención LGBTs” en algunos hospitales. Resultado de las singulares luchas trans/travestis del territorio en cuestión. 2. Judith Butler: “El género en disputa. Género: Las ruinas circulares del debate actual.” 3. Lea “Super-producciones” en Glosario homo-sudaca 4. M. Foucault sobre el “racismo” en Glosario homo-sudaca.
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