Unidad Numero 19

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Publicación del Comité Central del Partido Popular Socialista de México, Año 1, Número 19, Agosto de 2009, 5.00

Lombardo y el bloque revolucionario

por la liberación nacional, ayer y hoy Cuauhtémoc Amezcua Dromundo*

copia de experiencias ajenas, acrítica, que como regla desemboca en el fracaso de las luchas que se emprendan. Respecto de la experiencia de las batallas revolucionarias que nuestro pueblo ha librado a través de la historia, Lombardo afirma: “México ha vivido tres grandes épocas en el curso de su existencia: la Revolución de Independencia, la Revolución de Reforma y la Revolución iniciada en 1910.”[i] Y explica que en ninguno de los tres casos hubo una lucha de una clase social específica contra otra, sino el choque entre dos bloques sociales y políticos opuestos: “En la Revolución de Independencia había dos fuerzas encontradas: la que luchaba por impedir la independencia y la que se empeñaba en lograrla. Ésta se formó con todos los partidarios de romper las ligas de México con

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icente Lombardo Toledano es un pensador marxista y un luchador revolucionario certero y, por lo mismo, un conocedor a fondo de la historia de México. Estos son tres aspectos complementarios entre sí, pues el conocimiento teórico y la práctica revolucionaria van unidos dialéctica e indisolublemente: “sin saber no es posible luchar, sin luchar no es posible saber”, en palabras de Lombardo mismo, y también porque la teoría revolucionaria, como acervo que pertenece al proletariado mundial y a la humanidad entera, sin embargo exige del conocimiento adecuado de la historia y la geografía nacional, de la personalidad cultural y sicológica del pueblo propio, sin lo cual es difícil trascender el peligro de la

sigue en la página 3

Reaccionarios, incapaces y mentirosos Juan Campos Vega*

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a burguesía, particularmente la más reaccionaria, miente sistemáticamente. Si hacemos un recuento de las mentiras de los gobernantes, actuales y pasados, la lista sería interminable. Algunas de las recientes, en materia económica, son: “vamos por el camino correcto”; “lo peor ya pasó” y “ya se ve la luz al final del túnel”. Lo mismo, sucede cuando afirman que sus progra-

mas sociales están orientados para beneficiar “a los que menos tienen”. Pero todo es mentira. Veamos la situación presente. Cualquier texto de macroeconomía, señala que en este ámbito, los objetivos principales de un país son: crecimiento, estabilidad y pleno empleo. —La primera variable se identifica con el incremento sostenido —a mediano y larsigue en la página 2


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Reaccionarios, incapaces y mentirosos go plazos— de la producción en todos los sectores de la economía; que éste sea siempre positivo, y que su aumento sea el adecuado para generar los bienes y servicios que requiere la sociedad, trátese del consumo productivo de las empresas o del consumo final que realiza la población. —La segunda se refiere a evitar o limitar los cambios intempestivos en la producción, el empleo y los precios. Que no haya elevadas tasas de inflación ni devaluaciones abruptas; que la balanza de pagos no sea deficitaria, para que no afecte al tipo de cambio ni a las exportaciones e importaciones, y que las cuentas públicas sean equilibradas, ya que un déficit elevado, sin crecimiento económico importante, daña a la economía en su conjunto. —La tercera y última, no se refiere, como algunos pudieran pensar, a lograr que todos los que demanden un empleo lo puedan encontrar. En la sociedad capitalista eso es prácticamente imposible, va en contra de las reglas del mercado, que requiere mayor oferta que demanda de mano de obra, para poderla comprar barato. A lo que alude, es a la posibilidad de emplear al máximo posible, en la actividad productiva, los recursos humanos y materiales disponibles: trabajo, capital y tierra, y con ello lograr bajas tasas de desempleo. Cotejemos los objetivos que nos señala ese apartado de la teoría económica, con nuestra realidad. —En el crecimiento de la economía, que se mide —trimestral y anualmente— por medio del incremento o decremento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, de la cantidad de bienes y servicios producidos en México, y que nos sirve para estimar la capacidad productiva del país, el saldo no es bueno. En este rubro, en el que muchos expertos afirman que para tener un crecimiento económico importante, la tasa anual debe ser igual o superior a 6.0%, los resultados de los gobiernos neoliberales no han sido satisfactorios: en el sexenio de Miguel de la Madrid el PIB creció 0.18%; con Carlos Salinas, 3.91%; con Ernesto Zedillo, 3.39, y con Vicente Fox, 2.32%. En lo que va del sexenio de Felipe Calderón creció, en 2007, 3.3%, y en 2008,

1.3% —aunque en el último trimestre cayo -1.6%—. En el primer trimestre de 2009, decreció -8.2%, y según el Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, de la Secretaría de Hacienda y Crédito público (SHCP), en el segundo trimestre -10.4%. El banco de México, estima que la caída de la producción en 2009, será de entre 6.5 y 7.5%, mientras que la OCDE pronostica que el derrumbe será de -8%. En cualquier caso, se trata de la mayor caída del PIB en los últimos setenta años, y aunque el desplome económico pudiera empezar a revertirse, el saldo de la primera mitad del sexenio calderonista, será negativo. —La inflación estuvo presente, con tasas elevadas, desde el gobierno de Luis Echeverría hasta el de Ernesto Zedillo; fue pequeña durante el gobierno de Fox, y en el actual se mantiene así, aunque crecerá un poco. Lo mismo podría afirmarse respecto de la devaluación del peso, aunque su valor ha cambiado continuamente, y sí ha sido significativa, al pasar de 10.87 pesos por dólar, al finalizar el sexenio anterior, a 13.22, el 30 de julio de 2009, lo que constituye una devaluación mayor a 20% (véase figura 1). Los elementos que presionan sistemáticamente al valor de nuestra moneda son: el déficit casi crónico de nuestra balanza comercial, que impacta a la balanza de pagos en sentido negativo; la deuda neta del sector público federal, cuyo monto actual

—incluyendo los Proyectos de infraestructura productiva de largo plazo de inversión directa (Pidiregas) para financiar a Pemex y CFE— es de 3 billones 650 mil 447.1 millones de pesos. Corresponde a la deuda interna 69.5% —2 billones 536 mil 098.1 millones de pesos— y el resto, 30.5%, a la deuda externa —1 billón, 114 mil 349.0 millones de pesos. A lo anterior que habría que sumar, coyunturalmente, el decremento de 41.3% en el ingreso de divisas al país por exportación de petróleo crudo —debido a los bajos precios en el mercado internacional— así como la caída de las remesas, 11.94%, en el primer semestre de 2009, comparado con el mismo periodo del año anterior. En este apartado, los resultados también son, mayoritariamente, negativos. —En el tercer rubro, los datos, todos negativos, son: la tasa de desempleo del primer trimestre de 2009 fue de 5.06%, una de las más altas de los últimos años; en los 12 meses anteriores, 596 mil 200 personas perdieron su empleo; el Banco de México estima que este año, se pierdan entre 635 mil y 735 mil plazas de trabajo, es decir, el doble de las 335 mil creadas entre 2007 y 2008. Un balance preliminar, de los resultados de su política económica y social, refleja que el gobierno de Felipe Calderón es uno de los peores de nuestra historia moderna. Es tiempo ya, de que el pueblo trabajador expulse a los neoliberales del poder, por reaccionarios, incapaces y mentirosos.

Figura 1. Comparativo peso / dólar


Por la liberación nacional y el socialismo Viene de la página 1

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España, independientemente de la clase social a la que pertenecían y de sus ideas políticas o sus creencias. Los insurgentes eran intelectuales de vanguardia –el primero y más ilustre de ellos, Miguel Hidalgo y Costilla- rancheros, pequeños agricultores, esclavos de las haciendas y de los señores urbanos, masas indígenas desvalidas, castas, incipientes industriales que tenían obstáculos casi invencibles para la venta de sus productos en un mercado enrarecido; artesanos, oficiales y aprendices y sacerdotes vinculados al pueblo.” Lombardo equipara con toda razón el movimiento de los insurgentes con lo que luego pasó a llamarse un “frente democrático y patriótico” y explica que respondía a una línea estratégica y táctica que para entonces tuvo el nombre de “alianza de las fuerzas democráticas.” Las denominaciones son circunstanciales y cambian con el tiempo, pero la esencia se mantiene. Hoy llamamos bloque social y político contra el neoliberalismo y contra el imperialismo a esa

unidad, o más bien dicho, a esa articulación plural de fuerzas que otra vez está en proceso de construirse, para la batalla de este momento histórico, por nuestra independencia plena. Siguiendo con el autor citado, respecto de la Revolución de Reforma Lombardo dijo que los campos en lucha seguían siendo semejantes a los dos ya mencionados, lo que es lógico puesto que los problemas de fondo, económicos sociales y políticos, que hicieron estallar la Revolución de Independencia no se habían resuelto, sino sólo la independencia formal respecto de España, así que los bloques en lucha eran: “Por un lado, los partidarios de conservar la vieja estructura económica y social de la época del Virreinato, dentro de la República ya establecida. Por otro, las clases y los sectores sociales resueltos a convertir en instituciones los ideales profundos de los insurgentes que se habían alcanzado sólo en mínima parte.” El movimiento del liberalismo mexicano, cuyo mayor

exponente fue Benito Juárez, de nueva cuenta el fundador de nuestro partido lo equipara a lo un siglo más tarde se denominó “frente nacional democrático y patriótico”, y tuvo un carácter plural “para derrotar a los enemigos internos y exteriores de la nación mexicana.” Y con respecto a la Revolución iniciada en 1910, expresa el siguiente juicio: “Fue como los dos anteriores grandes movimientos del pueblo, una alianza patriótica de todos los mexicanos decididos a hacer progresar al país con libertad interior y con independencia, destruyendo los múltiples obstáculos que se oponían a estos objetivos inaplazables.” Con esas palabras sencillas, Lombardo develaba cómo, en un país colonial primero, y neocolonial después, la lucha de clases en su sentido más profundo –la lucha política por el poder, por la transformación revolucionaria de la sociedad-, toma una forma pluriclasista con el objetivo de lograr la liberación nacional. Porque en tanto ésta no se alcance, en tanto no se logre la independencia plena, económica y política, la parte más aguda la de la contradicción principal se sigue dando entre la nación en

su conjunto y el enemigo exterior, primero la Corona española y después y hasta hoy, el imperialismo, sobre todo el norteamericano. Los militantes del Partido de Vicente Lombardo Toledano, como ya lo hemos expresado, estamos inmersos hoy en la misma lucha histórica de nuestro pueblo, la de Hidalgo y Morelos, la de Juárez, la de Flores Magón, Villa y Zapata, la de Cárdenas y Lombardo, empeñados en llevarla a la victoria plena y definitiva, a la liberación nacional, al establecimiento de una Democracia del Pueblo y enseguida a una sociedad socialista y comunista. *Presidente de la Dirección Política del PPS de México [i] Todas las citas textuales de Vicente Lombardo Toledano, a partir de ésta, están tomadas del Informe Político presentado a nombre de la Dirección Nacional del entonces Partido Popular, el 20 de noviembre ante la Segunda Asamblea Extraordinaria Nacional del PP. Publicado en el folleto La Segunda Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Popular. Ediciones del PP. México, D. F., diciembre de 1957. Publicado también como inserción pagada en el periódico El Universal. México, D. F., 22 de noviembre de 1957. Se puede consultar en Vicente Lombardo Toledano, Obra Histórico-Cronológica, CEFPSVLT, 2006, Tomo V, Vol. 22, pág. 265.


El campesinado debe incorporarse a la lucha revolucionaria Mario Ochoa

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a producción agrícola de nuestro país, hasta antes de poner en marcha las reformas al artículo 27 constitucional decretadas por Salinas de Gortari en 1992, estaba casi toda en manos de nacionales gracias a la Reforma Agraria, porque ésta se realizó sobre la base de la nacionalización de las tierras y usufructo perpetuo de ellas para los campesinos. En la actualidad las mejores tierras han pasado a manos de burgueses terratenientes y otras a poder o al servicio de los intereses extranjeros. La Reforma Agraria, al destruir el latifundismo del siglo XIX, no sólo amplió el mercado interior y abrió las puertas al desarrollo de la industria, sino que fue un escudo para salvaguardar la integridad territorial de la República. Sin embargo, la producción que debía orientarse hacia la satisfacción de necesidades de nuestro pueblo y del desarrollo independiente de nuestra economía siguió el cauce marcado y exigido por el imperialismo norteamericano, esto se acentuó durante las últimas décadas, con la privatización de la tierra ejidal, y la aplicación de una política agrícola de corte neoliberal, que eliminó todas las medidas que se habían tomado para apoyar a los productores nacionales: precios de garantía, asistencia técnica, extensionismo, comercialización, los subsidios en fertilizantes, energía eléctrica, combustibles, semillas mejoradas, crédito, seguro agrícola, también se privatizaron los grandes sistemas de riego y se dejó de construir infraestructura productiva para el régimen ejidal. Para rematar entró en vigor el Tratado de

Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque se dice que hasta el año 2008 se aplicó su capítulo agropecuario, la realidad es que desde 1994 entró de contrabando la producción extranjera a nuestro país, con la complacencia del gobierno neoliberal, el propósito deliberado era el de arruinar a los productores nacionales y lo lograron. En la actualidad dependemos para la alimentación nacional en dos terceras partes de la importación principalmente de Norteamérica. Hoy la situación en el campo mexicano es verdaderamente explosiva, está descapitalizado, un porcentaje elevado de ejidatarios ha vendido sus tierras, sobre todo las mejores y dejaron de ser campesinos, sus hijos han emigrado en busca de mejores condiciones de vida a las ciudades o a los Estados Unidos y los que se quedan se han convertido en la práctica en jornaleros agrícolas en las tierras que antes eran de sus padres, sometidos a una explotación encubierta bajo el manto de “socios” que trabajan al medio, al cuarto, casi sólo para cubrir su consumo familiar, algo parecido al peonaje en las haciendas porfiristas, etc. El presupuesto federal para la producción

agrícola sería insuficiente para atender todas las carencias de los campesinos pobres, sin embargo, su monto actual es colosal si tomamos en cuenta que sólo se beneficia un puñado de gentes. Como es sabido, en lugar del crédito, de los subsidios y todos los apoyos que antes recibían los campesinos pobres, se inventó el llamado Procampo que lógicamente a quien más beneficia es a los terratenientes burgueses y a los funcionarios del gobierno federal y estatal, diputados, senadores, presidentes municipales, narcotraficantes (que casi es lo mismo), etc., y los programas millonarios como la Alianza para el Campo, tienen los mismos destinatarios. Para junio de 2008, la población rural se había reducido a 23%, la clase campesina solamente representa el 13% de la PEA y aún no está organizada como clase social con conciencia propia de sus perspectivas inmediatas y futuras, aunque algunos de sus sectores se han educado social y políticamente, en su lucha contra las políticas neoliberales. A pesar de que el número de campesinos se ha reducido considerablemente –en 2008 su cantidad es menor que en 1960– y el valor de su actividad en el ámbito económico también ha des-

cendido, sigue representando un sector significativo de las masas populares. El proceso zigzagueante que la revolución democrático burguesa antifeudal y antiimperialista de 1910 había mantenido, no sólo se detuvo a partir de 1982, sino que los gobiernos neoliberales le “metieron reversa”, por lo que hoy la burguesía como clase social y sobre todo la gran burguesía subordinada la imperialismo, no tiene interés en llevarla hasta sus últimas consecuencias. Corresponde al proletariado y a su principal aliado: el campesinado, liquidar los restos del feudalismo y ahora también la propiedad burguesa de la tierra, echar abajo el TLCAN, y aplicar una política agrícola, popular y nacionalista. Es decir, echar del poder a la actual clase social gobernante para llevar hasta sus últimas consecuencias la revolución democrático burguesa, es decir, hasta lograr la plena liberación nacional, el establecimiento de un régimen democrático y garantizar al pueblo el acceso a todos los bienes de la civilización y la cultura, esto se logrará sólo con el establecimiento de un gobierno de democracia popular. Porque el problema del campo ya no tiene solución en el marco del actual modelo de desarrollo, ni se resuelve con reformas, se tiene que luchar por un cambio radical, revolucionario y la posibilidad de que los campesinos puedan convertirse en factor de importancia en las transformaciones políticas necesarias para el país, es que establezcan una cooperación estrecha y sistemática con los sectores más avanzados de la clase obrera y que se vinculen a su partido de clase.


Por la liberación nacional y el socialismo

PARTIDO POPULAR SOCIALISTA DE MÉXICO ¡Por la liberación nacional y el socialismo!

Mensaje de bienvenida al Presidente Constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Ciudad de México, a 4 de agosto de 2009. Señor Manuel Zelaya, Presidente Constitucional de la República de Honduras, Presente: Estimado Presidente:

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ea usted bienvenido a México. Viene usted a un territorio que ha sido mutilado de manera brutal por la intervención extranjera, concretamente por la invasión militar de Estados Unidos, que nos arrebató más de la mitad de la extensión patria, en una guerra injusta, en 1848. Viene usted a un territorio que ha sido agredido por ese mismo vecino muchas veces más, dado que ésa, quizá la más expansionista ambiciosa e injerencista potencia de la historia, nos tocó por desgracia para compartir nuestra frontera norte. Viene usted al hogar de un pueblo que tiene larga experiencia en la lucha contra los atracadores del exterior y contra los canallas de dentro. Aquí también hemos padecido a sinvergüenzas, como Victoriano Huerta y Antonio López de Santa Anna, a los que nada parece envidiar Roberto Micheletti, usurpador de la presidencia de Honduras. Pero jamás los hemos tolerado. Intereses ilegítimos de dentro de ese mismo vecino, Estados Unidos, alientan y apoyan el golpe de Estado del que el pueblo de Honduras y usted han sido objeto. Es visible la presencia, entro otros, de intereses militares con el Pentágono a la cabeza; de los tenebrosos cuerpos del espionaje yanqui y del Departamento de Estado, fuerzas todas ellas en las que ha penetrado de manera profunda la mafia anticubana de Miami, y que, queda claro, no sólo supieron con toda anticipación de las intenciones golpistas de la oligarquía hondureña contra usted, y dejaron caminar esos planes, sino que de seguro les proporcionaron asesoría y sustento, como sin duda lo siguen haciendo hoy mismo. La participación pública, tortuosa y solapadora, de la Secretaria de Estado, señora Hillary Clinton, en todo el asunto, no admite otra explicación que no sea la concurrencia de los intereses más reaccionarios del imperialismo yanqui en una acción que fue dirigida contra el pueblo hermano de

Honduras, pero al mismo tiempo contra los anhelos de los todos pueblos de América Latina, de independencia, autodeterminación, soberanía y democracia. Por lo dicho, presidente, Zelaya, reciba usted nuestro fraternal respaldo a su lucha, que es la de su pueblo. Nos queda claro que usted ni su gobierno tienen nada que “negociar” con los golpistas. Es evidente que el pretender sentar al gobierno que usted encabeza frente a esos delincuentes, a “negociar”, no es sino una burda maniobra para tratar de legitimar a quienes han violado la Constitución de su país y el derecho internacional. No son interlocutores válidos de su gobierno ni pueden serlo. Tampoco pueden compartir con usted un futuro gobierno “de unidad”, como lo han propuesto el imperialismo y la oligarquía por la voz de su viejo personero, el señor César Gaviria; se trata de un absurdo, puesto que la soberanía de un pueblo ni puede ni debe ser negociada. Los golpistas deben ir a juicio y pagar las penas que les correspondan, no tienen derecho a la impunidad. Su gobierno, presidente Zelaya, ni mucho menos su pueblo, pueden aceptar que “mediadores” espurios les impongan limitaciones a sus derechos y prerrogativas. Decidir si quiere hacer cambios a su marco jurídico nacional o darse un nuevo marco, es un derecho irrestricto de cada pueblo, al que el de Honduras de seguro que jamás renunciará. El pueblo de Honduras lo eligió a usted para ocupar el cargo de Presidente de la República y, aunque esto jurídicamente no es necesario, ha revalidado su decisión al defender a usted y su gobierno masivamente, con una gran convicción. La soberanía radica en el pueblo, éste es un principio que no admite discusión. Debe ser respetado. Su pueblo confía en usted. ¡Viva Honduras! ¡Viva México! ¡Vivan los pueblos de América Latina y el Caribe! Fraternalmente, Por el Partido Popular Socialista de México, Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Presidente. José Santos Cervantes, Secretario General.


El “nuevo” sindicato nacional de trabajadores de la educación José Santos Cervantes

Un sindicato, una federación, una confederación y una organización internacional sindical, esencialmente son lo mismo. En todos los casos se trata de organizaciones de masas que se constituyen para la defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores, por eso se conocen como agrupaciones de frente único, con lo que se da a entender que la decisión de quienes las integran es la de defender en común sus derechos y sus intereses comunes.

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omo es lógico la organización sindical está conformada por individuos que sustentan una o varias doctrinas filosóficas o no, que tengan creencias religiosas o no, que militen en un partido político o que no pertenezcan a ninguno. En el caso de nuestro país esto forma parte de las garantías individuales establecidas en nuestra Carta Magna en sus artículos: 1º, 6º, 9º, y 24. ¿Por qué? Porque el derecho de pensar y de expresar libremente el pensamiento, y el derecho de actuar en asuntos políticos, son derechos del hombre o garantías individuales, que constituyen, según la estructura jurídica de México, la base y el objeto de las instituciones públicas. Esos derechos del hombre o garantías

individuales no pueden renunciarse; no se pueden ejercitar por conducto de otros individuos o agrupaciones de individuos, porque son personales e intransferibles. Las garantías sociales, es decir, las garantías colectivas, que también reconoce la Constitución, especialmente en sus artículos 27 y 123, no son superiores a las garantías individuales ni éstas a las otras. Los dos grupos de garantías, individuales y sociales, forman la base de la organización política y jurídica de la nación mexicana. De estas consideraciones se deducen algunos principios para el movimiento sindical. Los sindicatos o las agrupaciones de sindicatos, no pueden obligar a sus miembros a sustentar una determinada doctrina filosófica; no pueden vincularse a una Iglesia o a una agrupación religiosa; no pueden depender de un partido político. Es más, por la misma fisonomía de las organizaciones sindicales, no puede haber discriminación entre sus miembros por razón de sexo, raza, nacionalidad, profesión u oficio o del grado de su cultura. Porque lo que define a un miembro de un sindicato es su condición de asalariado, es decir, su dependencia económica de un patrón, ya sea un empresario individual, una sociedad mercantil o el Estado. Cuando los sindicatos pierden estas características, pierden también su fuerza. La primera condición de la eficacia de las agrupaciones sindicales

es su independencia. Su independencia de clase, porque sus integrantes, con sus ideas, sus creencias y su militancia política personales, forman una sola clase social: la clase trabajadora, y ésta tiene intereses distintos a la clase de los patrones que constituyen la burguesía, ya se trate de la burguesía que detenta el poder o de la que actúa fuera del gobierno. Sin embargo el ejercicio de las garantías individuales, la independencia de la clase trabajadora y el carácter de frente único de los sindicatos, no suponen, que no puedan tener un programa con objetivos inmediatos y futuros, y una teoría acerca del desarrollo del país y de los anhelos que persigue el género humano. Tampoco significa que carezcan de una línea estratégica y táctica para alcanzar sus propósitos. En este sentido, el movimiento sindical se divide en varias corrientes de opinión. a) La que sólo se preocupa por mejorar el nivel de vida de la clase trabajadora sin importarle su futuro. Esta corriente se denomina comúnmente como economismo. b) La corriente que está de acuerdo en el mantenimiento del régimen de la propiedad privada de los medios de producción, tratando de obtener de la burguesía los mayores beneficios. Es la corriente de la colaboración de las clases sociales. c) Otra más es la corriente que acepta la transformación del régimen capitalista paula-


Por la liberación nacional y el socialismo

tinamente confiando en que por sus contradicciones internas llegará un día en que la clase obrera tendrá el poder sin grandes esfuerzos. Es la corriente llamada reformista. d) Por último, la que estima que el sistema capitalista de producción debe ser sustituido por el sistema socialista, y para ello hay que crear las condiciones objetivas y subjetivas en el seno de cada país para llegar al socialismo, aprovechando la coyuntura histórica favorable para ese propósito. Esa es la corriente revolucionaria. Consideradas así, de manera general, las diversas corrientes de opinión en que se divide el movimiento sindical, sólo dos corrientes: la reformista y la revolucionaria se proponen reemplazar al régimen capitalista por el sistema socialista de la vida social. Las otras: la del economismo y la de la colaboración de clases sociales, no. Aquí nos detenemos para examinar algunas aseveraciones de los dirigentes del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores al Servicio de la Educación (SNDTSE), cons-

“...está prohibido en los estatutos, y va a proceder la expulsión automática de aquel compañero que haga alguna referencia de huelga y afecte los intereses de la institución de la escuela pública y del alumnado…” “...Quiero dejar muy claro que este sindicato va a hacer todo lo necesario para defender los intereses de sus agremiados y hará uso del derecho constitucional de huelga...” tituido apenas el día 21 de julio de 2009, en una asamblea compuesta según los organizadores por unos 1,500 maestros, que son suficientes para ubicar la corriente sindical a la que pertenece esta “nueva” agrupación sindical. Un tal Noé Rivera Domínguez, coordinador de asuntos sindicales y vocero de esa organización, aseveró que el SNDTSE no tomará las calles ni cerrará escuelas, porque “está prohibido en los estatutos, y va a proceder la expulsión automática de aquel compañero que haga alguna referencia de huelga y afecte los intereses de la institución de la escuela pública y del alumnado…”(cursivas nuestras) Advirtió que el SNDTSE está afiliado a la FSTSE, que

dirige Joel Ayala Almeida y en los próximos 6 meses pretenden que en los próximos seis meses se afilen más de 150 mil maestros en el país. En tanto, que el secretario de Finanzas, José de Jesús Hernández Onofre, un hombre amante de los anillos y gruesas cadenas de oro aseguró que Carlos Jonguitud, Carrillo va ser su líder moral”. Por su lado Leticia Guzmán Sepúlveda secretaria general del SNDTSE dijo en otro momento: “Quiero dejar muy claro que este sindicato va a hacer todo lo necesario para defender los intereses de sus agremiados y hará uso del derecho constitucional de huelga bajo la única condición de que no lo haremos en horas de trabajo, porque queremos que se sientan nues-

tros agremiados que no somos un simple trabajador, sino el trabajador público esencial para el desarrollo económico, educativo y social del país. Tenemos que tener esa convicción, vamos a protestar, vamos a reclamar y usar todos los métodos que existan, pero no cuando haya clases.” (cursivas nuestras) Respecto de su visión educativa, dijo: “Cuando decimos educación social hablo de que queremos que el niño, el estudiante de la escuela pública salga con las mismas expectativas de futuro que cualquier estudiante de una escuela privada.” Pero como dicen que dijo “Jack el destripador” vayamos por partes. Según los flamantes dirigentes sindicales: 1. Va a proceder la expulsión de aquel miembro que simplemente haga referencia a la huelga. Es decir para ser miembro del SNDTSE hay que renunciar a las garantías sociales. Siendo congruentes con esa condición, a la primera que habría que expulsar sería a su secretaria general porque aunque plantea una huelga sin huelga, hace referencia a ella. 2. El SNDTSE se afilió a la FSTSE que como de todos es sabido “pertenece” al Partido Revolucionario Institucional (PRI), Es decir, para ser miembro de este sindicato hay que renunciar a las garantías individuales. 3. Y respecto de su visión educativa, su principal referencia, es la educación privada. Ni más ni menos. No es necesario desperdiciar más tiempo, en el análisis de un proyecto sindical que ha nacido muerto. ¿En qué corriente sindical cabe?, en ninguna, sería un gran honor ubicarlo en alguna de las cuatro que señalamos. Más bien forma parte junto con el que practica Elba Esther Gordillo del viejo sindicalismo fascistoide.

1http://www.frecuencialaboral.com/ nuevosindicatomagisterio.html 2http://www.aktix.com/Forever/index. php?option=com_content&view=article& id=504:reforma-integral-a-la-educacionpublica-&catid=36:entrevista&Itemid=102 3 Ibid.


El amor en los tiempos del cólera

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n amor que es muy especial, un amor sin fin. Toda una vida entregada a esperar a que el amor sea correspondido. Una vida que se sustenta en ese deseo de amar y ser amado. En esta novela de Gabriel García Márquez, (1985) el tema principal es el amor, según algunos, escrita al más clásico estilo de los folletines tradicionales. La historia se desarrolla a principios del siglo pasado. El escenario, un pequeño pueblo del Caribe a orillas del caudaloso río Magdalena; en una época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera. Al inicio de la novela, dos de los protagonistas principales Fermina Daza y Juvenal Urbino, aparecen como ancianos; él, de casi de 80 y ella de 71 años. La muerte de Juvenal al caerse de una escalera tratando de atrapar el loro que él había amaestrado, va desatando la madeja de esta historia. El amor de un adolescente, Florentino Ariza, quien luego de llevar un telegrama a casa

de Fermina, se enamora de ella desde el momento en que la ve por primera vez y que en un principio es correspondido pero que al paso del tiempo es rechazado constantemente. Al poco tiempo, Fermina conoce al Dr. Juvenal Urbino, quien había llegado de Paris al finalizar sus estudios de medi-

cina. Después de un noviazgo breve, animada por su padre y aunque no estaba enamorada de él se casan. Se van dos años de viaje a Paris y Europa y regresa embarazada de su primer hijo. Durante este lapso Florentino ha pensado en ella todo el tiempo y a pesar de que incumple su prome-

sa de mantenerse virgen para ella, y tiene cantidad de relaciones amorosa, sigue enamorado y decidido a que algún día ella será para él, es decir, cuando muera el esposo. No obstante con casi sesenta años de tiempo transcurrido, Florentino Ariza sigue perseverando en conseguir el amor de Fermina Daza, su primer amor. Basada en este libro, también se realizó una película en 2007 con el mismo titulo de la novela. Bajo la dirección de Mike Newell, con guión de Ronald Harwood y con las actuaciones de Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno y Benjamín Bratt. En los papeles principales. En lo personal, es preferible leer primero el libro antes de ver la película ya que así tiene uno su propia idea tanto de los personajes como de los lugares, es la magia de la imaginación despertada por la lectura, de esta manera no le pone uno el rostro del actor o actriz de moda a los personajes, sin embargo hay a quien le llama la atención leer el libro después de ver la película, lo cual también es válido. Hablar de los meritos literarios de Gabriel García Márquez, reconocido como uno de los más grandes escritores de habla hispana, resultaría un acto casi ocioso, pero hablar de ésta, como una de sus mejores obras, es a todas luces útil, tanto para el lector “ocasional” como para quien de manera permanente es asiduo seguidor de este gran escritor, conocido y reconocido como Premio Nobel de literatura por sus “Cien años de soledad” odranoel_2303@hotmail.com


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