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Cada canción con su razón
y otros modos, sabiendo que ella compone también para cantar ella. Esto hace que su obra sea mucho más compleja. No es una obra fácil, es una obra ya mucho más como dirían los músicos jóvenes de hoy… mucho más yuca» (Baca, 2020, comunicación personal).
CADA CANCIÓN CON SU RAZÓN
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El regreso del Perú a la democracia había comenzado con un golpe interno producido en agosto de 1975, el cual depuso al general Velasco Alvarado para dejar en su lugar al general Francisco Morales Bermúdez, con quien se inauguró una segunda fase del régimen, mucho más abierta al sector civil (Contreras & Cueto, 2013, p. 360). En 1978, se llamó a la formación de una Asamblea Constituyente para que redactara una nueva Constitución que estableciera por primera vez los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos peruanos; carta que firmó Víctor Raúl Haya de la Torre, en su calidad de presidente de la asamblea, en su lecho de muerte, en 1979 (Contreras & Cueto, 2013, p. 363). En 1980, las elecciones pusieron al expresidente Fernando Belaunde Terry nuevamente en el Gobierno del Perú, para hacerse cargo de él por los siguientes cinco años.
Esos últimos años de la década de 1970 tuvieron a Chabuca recorriendo Chile75, Ecuador, México y España, ofreciendo conciertos y presentaciones en teatros, universidades y programas de televisión. El 17 de enero de 1979, luego de casi tres años desde que se lo propusiera, logró inaugurar su propio café-concert, Zeñó Manué, ubicado en el centro comercial La Aldea, en la cuadra 2 de la avenida Benavides, en Miraflores, Lima. Su primera temporada se tituló Cada canción con su razón y fue motivo para la publicación del programa homónimo que incluía, además de explicaciones sobre los orígenes de las canciones más queridas de Chabuca, una sentida nota de agradecimiento personal.
Luego de presentaciones a lo largo de marzo en el sur del Perú, en Ilo, Toquepala y Cuajone, y un viaje a Montevideo para celebrar el aniversario nacional, Chabuca fue requerida por el director alemán Florian Furtwängler para la realización de un corto documental de 45 minutos sobre su vida y obra, para la televisión alemana: Chabuca Granda. Musikalische Impressionen aus Lima76 .
75. El 14 de octubre de 1978, se publicó en el diario Correo una nota que acusaba a Chabuca de ser partidaria del régimen del presidente Pinochet, a propósito de unas declaraciones que había dado en la capital chilena (Diario Correo, 1978). Al respecto, en la entrevista que le hizo César Hildebrandt en septiembre de 1982, cuando el periodista le preguntó a la artista por este suceso, ella respondió: «A mí me preguntaron allá qué me parecía Santiago y yo dije lo que sentí: que era un milagro de limpieza, de orden... Yo no sabía cómo estaba sufriendo una parte del país» (Hildebrandt, 1982; Bulnes, 1990, p. 134). 76. En castellano: «Chabuca Granda. Impresiones musicales de Lima», documental que muestra a nuestra compositora interpretando sus clásicas creaciones y ofreciendo breves comentarios sobre la ciudad, la música y hasta su propia biografía.
Chabuca Granda junto a «Caitro» Soto en la inauguración del café-concert Zeñó Manué, 27 de agosto de 1979.
En junio, inició una nueva temporada en el Zeñó Manué, titulada Pasito a paso otra vez, antes de partir a Colombia para ofrecer una serie de conciertos en Bogotá, donde, luego de una presentación en la cual, debido a un problema técnico con los micrófonos, tuvo que realizar Chabuca un gran esfuerzo especial para terminar su actuación, sufrió una crisis cardiaca que la obligó a cancelar la gira y permanecer internada por diez días antes de regresar al Perú, lo que marcó el inicio de un deterioro significativo en la calidad de vida de nuestra artista, que ya venía combatiendo una isquemia por más de diez años (Bulnes, 1990, pp. 85-86).
Luego de apenas tres meses en Lima, viajó a Buenos Aires en noviembre para hacer la temporada De la tierra de uno en el restaurante Michelangelo —conocido popularmente como «La Catedral del Tango», ubicado en el barrio de San Telmo— junto con el maestro Jaime Torres y Domingo Cura. Durante su estadía en Argentina, Chabuca grabó en los estudios EMI el que sería su décimo y último disco, Cada canción con su razón. Participaron en este «Caitro» Soto, «Pititi» Sirio y un jovencísimo virtuoso de la guitarra, Álvaro Lagos, quien se había unido al grupo con tan solo 17 años para la inauguración de Zeñó Manué. Estuvo presente Lucho González, quien se hizo cargo, en esta ocasión, del arreglo y dirección de orquesta, mientras que la dirección artística recayó sobre Hugo Casas. Al igual que en el disco anterior, se incluyeron un par de temas de «Caitro» Soto, Toro mata y Ollita nomás, además de canciones de Chabuca en versiones nuevas que lucían aires de vals, marinera y tondero: La flor de la canela, El surco, Zaguán, Una larga noche, José Antonio, Fina estampa, Coplas a fray Martín, La torre de marfil, Cardo o ceniza y El puente de los suspiros.
Al año siguiente, el programa de Canal 4 Déjame que te cuente ocupó su mes de enero, luego del cual salió de gira por Chile y Argentina. Hacia el último tercio del año, Chabuca viajó intensamente por México, y en diciembre fue llamada para hacer todavía una gira más por Panamá.
A su regreso, el 18 de diciembre, fue invitada a ser la madrina de la promoción «Felipe Pinglo Alva» del Centro Educativo n.º 1043 y, en medio de la ceremonia, se enteró de la sensible noticia del fallecimiento de Victoria Angulo. En el momento de dirigirse a las alumnas, en su discurso de despedida, les confesó que le tocaba vivir el «día más alegre y más triste» de su vida, al contrastar el futuro de las jóvenes estudiantes que salían al mundo con la triste partida de Victoria (Toledo, 1992, p. 226). Tan solo un año antes, había aprovechado la oportunidad de publicar en la revista Selecciones para «dejar un testimonio de agradecimiento y amor a Doña Victoria y a los pueblos que cantan —quizás sin saberlo— a esta admirable peruana en mi Flor de la canela» (Granda, 1980, p. 2).
En 1982, en el Perú, Chabuca cumplió compromisos en Lima, Trujillo e Iquitos; participó del homenaje por el 447º aniversario de la capital, organizado por el Instituto Nacional de Cultura; e integró los jurados del XXII Concurso Nacional de Marinera y del IV Festival Internacional de la Canción de la Amazonía (FICA). A finales de ese año, Chabuca dio a la cantante Elsa María Elejalde algunas composiciones: «Luego de vaivenes intermitentes en el tiempo, nos reunimos en noviembre de 1982, a raíz del Festival de la OTI, donde gané la fase para representar al Perú. Esa misma noche, recibí la llamada de Chabuca Granda invitándome a su casa. Al día siguiente, me entregó varios de sus temas inéditos, que recibí con mucha gratitud [...] Amo cantar a Chabuca, “el duende” ya está conmigo» (Elejalde, 2020, comunicación personal).
1982 fue un duro año para Argentina, país al que le tocó vivir la guerra de las Malvinas, acontecimiento que afectó manifiestamente a la artista. Dedicó dos bagualas a la patria sureña: La Argentina agredida y la inédita Baguala para Argentina (Fuller & Rodríguez, 1989, p. 159). Tampoco fueron buenos tiempos para Chabuca: en julio, sufrió un infarto en su departamento mientras estaba con su hija Teresa, quien la llevó a la clínica para que fuera internada de emergencia. Luego de su recuperación y dada de alta, su calidad de vida se vio fuertemente afectada, lo que condujo a una serie de frustraciones que abatieron los ánimos de la artista.