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Fiestas cívicas y conmemorativas
que desde la segunda mitad del siglo XX ha conocido el éxito comercial en los medios de comunicación, como la música huanca del valle del Mantaro, la canción ayacuchana y los conjuntos cusqueños. De esta gran producción los chopcca han adoptado canciones de gran popularidad, como la famosa “Coca quintucha”, e instrumentos musicales, como el arpa. En general, los jóvenes tocan huainos con instrumentos tradicionales del área, como la bandurria, muy popular en la zona, y la trompa, pequeño instrumento para tocar en momentos de soledad y para llamar a la pareja en el cortejo amoroso. Existe pues al interior de esta colectividad una producción musical que satisface la mayor parte de las necesidades planteadas por el calendario festivo; lo que ha permitido la conservación de las formas musicales.
Huaino
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Históricamente, el huaino canción ha sido la expresión lírica más completa de la región andina; a diferencia de otras creaciones, se ha convertido en el género para la parte más profana del ciclo festivo, cuya letra no alude a una fiesta o faena particular sino que habla de diversos aspectos, entre los que destacan la temática amorosa, los anhelos y temores de la vida cotidiana, la descripción de la naturaleza y el comentario social. Asimismo, los huainos son interpretados en momentos importantes del calendario agropecuario, como los carnavales, la trilla y la marcación del ganado. Todo esto es aplicable entre los chopcca, entre quienes el huaino se ha mostrado prolífico, con compositores como Victoria Enríquez Escobar, también intérprete, de Tinquerccasa, quien ha compuesto algunos huainos que pueden considerarse piezas testimoniales.57 La riqueza de esta producción ha permitido que recientemente algunos intérpretes chopcca se estén haciendo conocidos fuera de sus fronteras. Por ejemplo, el conjunto Sentimiento Andino, formado por los músicos de Santa Rosa de Chopcca Félix Matamoros Palomino (primera bandurria), Julián Layme Escobar (segunda bandurria), Pedro Soto Matamoros (tercera bandurria y voz) y las cantantes Martha Soto Gavilán y Victoria Layme Palomino, ha comenzado una carrera en el mercado musical con la grabación de algunos videos de música en formato VCD y DVD que circulan en el mercado regional de Paucará.
Como género que conoce una larga trayectoria comercial en toda el área andina, el huaino ha podido ser influenciado por estilos de diversa procedencia
57 Es el caso de las canciones Waranwaychay y Limachatam Risaq, que hacen referencia a una difícil experiencia inmigratoria a Lima, ante lo cual decidió regresar a su tierra natal, Chopccam kani (INC 2009).
e intérpretes de moda, más accesibles hoy en día gracias al formato digital. En los mercados de la región, especialmente las ferias de Paucará y Huancavelica, espacios de aprendizaje e intercambio de producción musical, los comerciantes difunden los estilos creados en Ayacucho, Apurímac, Cusco y otras áreas de Huancavelica. En el área chopcca son muy estimados intérpretes como la ayacuchana Naranjita de Sucre y la cusqueña Rosita de Espinar, cuya influencia se hace presente en algunas composiciones locales.
En términos generales, la letra de estas canciones sigue los temas universales de la canción andina de carácter más rural. Son omnipresentes las referencias a la naturaleza: lagunas, ríos, plantas, aves, animales, árboles y cerros. Este carácter panteísta se expresa en el uso constante de metáforas. Se identifica a la mujer amada con la flor, un animal precioso o una estrella; son comunes así los términos urpi (paloma), cuculí, mariposa, chaska (lucero), vikuñachay (vicuñita) y el muy cariñoso sunqullay (mi corazoncito). Por contraste, al varón se le asocia con especies que representen fuerza, como waychaw (pájaro), huaman (halcón) o kichka (espina). Desde una mirada más específica, la temática de los huainos chopcca gira predominantemente alrededor del amor, la ausencia del ser amado o de los padres, y el sentimiento de desdicha. El amor es considerado el remedio de los males, por lo que se asocia a la mujer con hierbas, como la malva o la totora, de cualidades curativas. Otros temas frecuentes son el apego a la familia y a la comunidad, los afectos hacia parientes y amigos, las disputas en el matrimonio o los efectos negativos del alcohol cuando se consume en tristeza y decepción. Son temas también los adornos que portan la gente y los animales. Un ejemplo de esta poética es la canción “Vicuñita”, cantada por Teresa Taipe Escobar, natural de Sotopampa, quien declara recordarla de una tradición local:
Vikuñachatam uywakuran Tarukachatam uywakurani Quri cadena watuchayuqta Quri cadena watuchayuqtas Watuchayuqta.
Chaymi kunanqa waqachiwachkan Chaymi kunanqa waqachiwachkan Ripuy pasayman churakuruspa Ripuy pasayman churakuruspa Churakuruspa.
Una vicuñita yo crié Una venadita yo cuidé Amarradita con cadena de oro Sujetadita con brillante hilo Atadita con nudos.
Hoy ella me está haciendo llorar Hoy ella me está causando llanto Amenazándome con irse Diciendo que me dejará Queriendo marcharse.
Géneros tradicionales
Harawi
Es un género de canción muy codificado que forma parte del ritual celebrado en las actividades festivas del ciclo productivo y vital, entonado sin acompañamiento instrumental por una, dos o tres mujeres. El harawi andino es una serie de melodías de líneas largas y, al menos en la mayor parte de las tonadas, sin apoyatura rítmica, lo que le diferencia del grueso de la producción musical andina. Este género entre los chopcca es parte inseparable de los rituales de fiestas-faenas, de las que deriva su carácter. Desde nuestra perspectiva, el carácter de estas piezas es triste, pero esto es real únicamente cuando se canta para el entierro o despedida de una persona adulta, pues sus letras expresan más bien alegría cuando acompañan otros eventos, como el techado de la casa, la siembra, la trilla, el matrimonio y el vigawantuy.
Las cantantes de harawi, afinadas en el mismo el tono, se turnan en el canto de las estrofas. Lo que sigue es un ejemplo de harawi del warmiurquy o matrimonio (Enríquez Escobar, entrevista personal, agosto de 2008):
Apaytaqa apachkanim Kayllay waytatau Pusaytaqa pusachkanim Banderillay waytata. ¡Waayyyyy!
Yapa yapa apaspayqa u Rama y todouum apakusaq Yapa yapa kutimuspay Sapiy todouum apakusaq ¡Wayyyyy!
De llevarla, si la estoy llevando A esta flor Sí, la estoy conduciendo A esta flor de banderilla ¡Waayyyyy!
Si la llevo una y otra vez Me la llevaré con todas sus ramas Si vuelvo una y otra vez Me la llevaré con toda su raíz ¡Wayyyyy!
En este caso, como es usual en los harawis, la última sílaba de cada línea es alargada y termina en una larga caída al final de cada a estrofa con la expresión ¡way!
Qachwa
Es el canto que acompaña la danza de la trilla, denominada en quechua qachwa; a diferencia de los harawi (con los que comparte el hecho de ser un género para una situación festiva específica), su carácter es alegre y marcadamente rítmico. Es con la qachwa que realmente se baila y se zapatea. Tiene una intención picaresca y satírica expresada en metáforas y juegos de palabras. El siguiente ejemplo pertenece a una trilla de cebada de Tinquerccasa. Con este canto se pide permiso a la cuculí para dar inicio con la qachwa:
Kaychum kaychum erayki kukuli palomay Kaychum kaychum barbayki kukuli palomay Aqpay chikallan erayki kukuli paloma Millqay chikallan barbayki kukuli paloma.
¿Esta es, esta es tu era paloma cuculí? ¿Este es, este es tu barbecho paloma cuculí?