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Ciencias Penales y Criminolテウgicas Primera Ediciテウn Nociones Sobre la Victimologテュa

GRUPO EDITORIAL JURテ好ICO


Ciencias Penales y Criminol贸gicas Primera Edici贸n Nociones sobre La Victimolog铆a Autores: Miriangela Alvarado 19432825 Carlos Acevedo 8.656.322 20 de Febrero, 2016 Lara-Venezuela

Grupo Editorial Jur铆dico


La Victimología

En la modernidad existen infinidades de investigaciones que intentan profundizar en las diferentes variables que intervienen en el delito, y esto contempla tanto a sujetos (pasivos, activos, indirectos), como los factores que originan al hecho delictivo, estos factores vienen de la mano de teorías criminológicas, que buscan no solamente comprender la conducta humana, sino también describirla de forma estadística, para estudiar el impacto que tales agresiones legales tienen en las sociedades. Y es por esta razón, al hablar de Victimología se hace referencia a lo que la autora venezolana Carmen García de Mármol león (2009), define como “nombre que recibe en Derecho Penal y en Criminología, los estudios del delito, desde el punto de vista de las víctima”, es decir, que nace como rama auxiliar de la criminología, que se ocupa de


estudios la personalidad del delincuente en su generalidad concausal, y el Derecho Penal, como rama jurídica que parte de la necesidad de control social sobre la conducta agresiva del humano hacia la sociedad y hacia otros. Hans von Heting, profesor de criminología de la universidad de Bonn, Alemania y Yale en new Haven, fue el primero en realizar aportes hacia la Victimología como movimiento, gracias a trabajos sobre el criminal y su víctima y desarrollando la clasificación de la víctima, siendo la siguiente: víctima no participante, victima participante, victima familiar, y victima especialmente vulnerable, esta última adoptada en el ordenamiento jurídico venezolano en cuanto a los establecido en la Ley Orgánica sobre los Derechos de las Mujeres a una vida libre de violencia.

Entonces, debe entenderse a la Victimología como un ciencia multidisciplinaria que estudia a la víctimas en los aspectos psicológicos, económicos y sociales que provocan un hecho violento, sobretodo, en cuáles son los elementos que hacen que un sujeto determinando seleccione a una persona para ejecutar sobre ella una agresión, es decir, el por qué se convierte en víctima y aún más allá, esta ciencia también intenta estudiar aspectos como el círculo victimario, en la cual la victima pasa de ser el sujeto pasivo para convertirse en victimario. Es por esto, la Victimología, es una ciencia enfocada en la victima y todo lo relacionado con su condición, con esto se hace


necesario caracterizarla como una ciencia no autónoma, debido a que depende de los estudios de otras ciencias para establecimiento de teorías, y concepciones relacionados al objeto de estudio; y es a su vez multidisciplinaria debido a que participa de la mano con otras ciencias, como la psicología, la medicina, la sociología y otras, porque no solo se le estudio sino que también se le diagnostica y se le trata.

Conceptos Ligados a la Victimología

En cuanto a la conceptualización de víctima, Carmen García de Mármol León, (2010), lo define como “la persona sobre la cual ha recaído el hecho dañoso o delictivo en forma directa o indirecta”, es decir, es el sujeto pasivo del delito, no obstante cuando hablamos de víctima no solamente hacemos referencia a una persona natural, jurídica, singular o plural, que ha sufrido acto violento injusto, sobre su integridad, de forma, verbal, física, psicológica, o económica. Igualmente,

la

Victimología,

comprende

dos

conceptos

importantes como lo son la victimidad y la victimización, en este aspecto, al hablarse de victimidad se hace referencia al hecho, a la situación del delito que se comete y los tipos de delitos que existen en las sociedades según sus tipos de leyes, reuniendo el total de los elementos que caracterizan a la víctima, victimario y al delito, y en cuanto a la victimización, es la situación en la cual un sujeto por razones individuales o sociales toma una posición pasiva ante un hecho particularmente agresivo.


De esta manera, la victimización en sentido estrictamente criminal, se clasifica en: victimización primaria, la cual hace referencia al haber sufrido la consecuencia directa de un hecho punible; la victimización segundaria, cuando aun existiendo el delito, el sujeto pasivo no recibe atención policial, es decir, está ligada al apoyo del sistema

jurídico

penal; y la

terciaria,

considerada

como una

consecuencia de ambas, en la cual la víctima se forma en función al sistema de justicia, y al delito como tal, un ejemplo de esto puede ser el señalamiento de sujeto pasivo, o el hacinamiento carcelario al que se expone el victimario. Otro de los conceptos ligados a la Victimología, es lo denominado, Victimodogmática, caracterizada por el estudio de la víctima según su grado de responsabilidad en el hecho delictivo, es decir, las razones de autorresponsabilidad que la víctima de forma imprudente o provocada, pueda sembrar en el victimario la razón de su agresión, un ejemplo de esto puede ser la forma irónica de decir la cosas, lo que en termino de psicológicos puede denominarse como agresividad pasiva. En razón a todos los conceptos prestablecidos, los estudios de la Victimología, también considera la posición de la víctima como posible generador de situaciones agresivas en su contra, mencionando entonces lo propuesto por Mendelshon citado por Zuñinga (2005), al cual no solo se le otorga el mérito de utilizar por primera vez el término de esta ciencia, sino el hecho de haber desarrollado un trabajo interesantísimo a cerca de la pareja penal delincuente-victima. Según Mandelshon, la victima puede jugar un rol provocativo y activo en una situación de delito, pudiendo ser tanto inconsciente como


consciente; partiendo del hecho de que existen múltiples aportes que intentan explicar el comportamiento humano que determina la posición activa o pasiva en algún hecho delictivo, así como también explicar, razones de orden social, que pueda impulsar el desarrollo de situaciones criminales. Relación Victima-Victimario Por otra parte, los conceptos antes establecidos, han tomado un alcance mayor, devenido por cambios en las realidades sociales, como la evolución en el plano de los Derechos Humanos, y situaciones de contraste como los estudios sociológicos-etnográficos, que estiman las diferencias entre culturas y formas de vidas, por lo tanto, es menester considerar que un victimario, puede ser también víctima de un mal control social que lo etiquetó, lo formó y le inculcó su sistema de creencias, y en conclusión lo hizo victimario. Estos extremos entre la pareja penal, intenta darnos fórmulas alternativas, que explican los fenómenos sociales desde unas perspectiva humanista, con la finalidad de promover una visión más clara sobre los sujetos que participa en una situación violenta, lo que Von Heting Ob. Cit. Había descrito, como una relación de reciprocidad, que son proporcionales al hecho o a la acción.

En palabras García (2010), la relación entre el delincuente y la victima

responde

a diferente modalidades,

como

por ejemplo

atendiendo a las circunstancias, como sería el caso de haber sufrido de maltrato infantil y no haber sido tratado, pueda desencadenar a futuro


un adulto maltratador; otro ejemplo se presenta en los indocumentados que son vilipendiados y extorsionados a consecuencia del control político, igualmente el caso de victimas simultaneas cuando como es el caso de una riña. Otro ejemplo de las dinámicas victímales, puede darse dentro de las cárceles venezolana, en el cual un procesado, que posteriormente se le considera inocente, pueda vérsele como víctima dentro de un aspecto muy ambiguo, es decir, puede decirse que es una víctima, del Estado, de las circunstancias del destino, en fin, no obstante un sujeto inocente expuesto a las barbaries de las cárceles Venezolanas, muy probablemente termine convirtiéndose en un victimario, bien sea por supervivencia o en latencia.

García Ob. Cit, intenta describir las variables que participan en la relación víctima-victimario, estableciendo un conjunto de situaciones como es el hecho de la específica, cuando se comete un parricidio por el trato cruel recibido por parte de un padre hacia su hijo; situaciones no específicas, como el caso de las sucedidas sin planificación o al azar, como el robo común, o situaciones intermedias, donde el victimario es a su vez víctima, como por ejemplo ser constreñido por otro, a realizar un determinado delito.


La Víctima Frente a los Agentes del Estado

El Estado, se basa en un ordenamiento jurídico para el establecimiento de los modos de ser y de actuar socialmente aceptable, así como también para establecer la forma en la cual se llevan a cabo los mecanismos de control social, el modo en que se castigan los comportamientos “nocivos” por medio de un complejo sistema de sanciones y reglas, que persiguen la disciplina social, sometiendo al individuo a las normas de convivencia, tales como las formales (leyes y aparato judicial) o informales (religión, familia, la moralidad etc). Cabe señalar que el Estado ejerce un mecanismo de control sobre el comportamiento del hombre en sociedad, manifestándose como el modo mediante el cual se alcanza por medio de un sinnúmero de instituciones que la sociedad ha creado para inculcar, promover e incluso castigar por y en nombre del “orden”, en un sentido crítico el Estado asume toda la responsabilidad sobre la sociedad. Pero no solo el Estado es el responsable del control social, también existen unos mecanismo informales de tipo familiar, tradicional y cultural, que son la fórmula para la desviación o no de la conducta en el sujeto, por lo tanto como dice el Doctor en derecho Peñaranda


(2010), “el incremento de la delincuencia juvenil es consecuencia del fracaso del control social informal, originando crisis en las instituciones socializadoras como la familia y el colegio”. Por consiguiente, cuando esos mecanismos secundario fallan, el Estado se ve obligado a recurrir a mecanismos artificiales (formales) como lo representa el sistema penal, para servir como instrumento de control social formal, a través de las agencias de control judicial, entre estas: la policía, fiscales y jueces, quienes actúan bajo normas que tratan de asegurar y respetar las garantías constitucionales, para darle el tratamiento legal a las personas que se vean involucradas en algún hecho atípico o no aceptado, tanto a la víctima como al victimario. Aunque son muchísimas las vertientes que puedan determinar un enfoque hacia el control social, es determinante, comprender la lucha de justicia que caracteriza a todos los gobierno del mundo, muy especialmente la prevención de la delincuencia, en la cual el Estado debe mantener un papel activo, aplicando un trato especial a quienes hayan sido víctimas de un hecho dañoso de cualquier naturaleza, no solo delictivo sino también devenido por hechos aislados como los desastres naturales, los fortuitos etc. Al respecto, Ruiz (2013), señaló que la verdadera teoría de la responsabilidad del Estado, no debe enfocarse en la antijuricidad de los hechos, ni en castigar las conducta delictivas, sino en la reparación de los daño de las víctima, es decir, el resarcimiento de quienes hayan sufrido un daño físico, psicológico, económico y de cualquier naturaleza, siendo este el objetivo primordial del control social. Para esto, el Estado deberá valerse de un Sistema de atención a la víctima, que le garantice sus derechos, protegiéndolo en cualquier


situación que presente, recibiendo la denuncia a instancia de parte, o actuando en su nombre mediante la representación de la vindicta pública, acompañándole durante un proceso determinando, brindarle protección a este, a la familia a los trabajadores dependiendo del tipo de víctima. Igualmente, otro de los mecanismo de protección a la víctima, es cuando esta haya pasado por una situación fortuita natural, en la cual se haya quedado sin hogar, deberá ofrecérsele algún refugio, acompañamiento y ayuda, hasta que la situación en específico cese, en este sentido el Estado deberá contar de forma preventiva con un programa de protección a la víctima, suficientemente amplio y eficaz. Pero en la práctica, la victima frente al Estado, mantiene un rol sumamente desventajoso, porque el sistema de justicia que existe e n el país, es precario, deficiente y en absoluto eficaz, con el hecho del retardo procesal, el hacinamiento, la actuaciones policiales, la gravedad de la delincuencia, y el gran descontrol en cuanto al aumento de numero de victimas diarias, lo que puede decirse que tanto las personas jurídica como naturales, tienen una posición de victima frente al Estado venezolano. Un caso muy especial lo representan las victimas del abuso de poder por parte del Estado, en cuanto aquellos sujetos que por alguna circunstancia, por nombrar un ejemplo política, sean sometidos a un proceso penal creado, por necesidad de interés superior, dejando inmerso al sujeto en una situación de control sin salida, a este tipo de víctimas no se les considera lo suficiente dentro de los estudios de la Victimología, siendo un tema de relevante abandono por esta ciencia.


Análisis de Caso

Pongamos otro ejemplo, a uno de los casos formulados en el libro cuatro crímenes cuatro poderes del novelista Fermín Mármol León y categorizado dentro del denominado por dicho autor como poder militar, y titulado como “El caso del ascensor” es una historia basada en hechos reales, en el año 1965, por el novelista Fermín Mármol León, en la que se explana la historia de un Capitán de Aviación, el cual por su gran labor por defender los intereses del Estado, había presidido una misión especial para tranquilizar un levantamiento militar ocurrido ese año en Carúpano y Puerto Cabello, esa misión le dio una recompensa honorifica a dicho Capitán, por lo tanto tenia poder, dinero y reconocimiento. No obstante, dicho Capitán que en la novela fue llamado ficticiamente como Carlos Rondón, en su vida personal no tenía un comportamiento muy honorable, debido a que era violento con su


esposa y también tenía una amante a la que sin ningún pudor presentaba en todos sus escenarios social, detalles estos resaltados en la misma novela. De este modo, la situación del triángulo amoroso en la cual se posicionó el Capitán, lo llevaron a la determinación impulsiva de asesinar a su esposa y fingir el hecho bajo un supuesto atraco; en la cual resulto como víctima la esposa del capitán llamada en la novela como Dalia Padilla de Rondón, y que tuvo el error de casarse con quien sería su asesino. Sin embargo, el capitán logro salirse con la suya, no solo salió absuelto del delito, burlando así la justica venezolana, sino que quedo civilmente libre para estar con su amante o con cualquier otra mujer que desee, entonces es necesario evaluar lo que falló en el proceso penal llevado a cabo, una situación no tan ficticia dentro del contexto del Proceso Judicial venezolano. En los detalles de la historia que Fermín establece como el asesinato del Ascensor, los sucesos relatados en relación a los hecho del crimen, atestiguados por diferentes personas y el mismo Capitán, se contradecía en contenido, así como el levantamiento perimétrico, y las cuartadas de viudo, todas carecían de sentido, igualmente la declaración de un padre al cual en confesión el mismo Capitán confeso haber matado a su esposa, y que las experticias de balística denotaban que los disparos que recibido Dalia Padilla (nombre de la novela) en su inmunidad fueron a quemarropa, aunado a la desaparición del arma que coincidía con el tipo de arma proyectada en la fallecida víctima. En definitiva, las pruebas era contundentes y suficientes para presumir la culpabilidad del Capitán, pero misteriosamente la sola


desaparición del arma, que casualmente tenía el Capitán con las mismas características de aquella utilizada en la escena del crimen, había desaparecido, es decir, en consecuencia no pudo hacerse una comparación balística para determinar su relación o no. En este orden de ideas, el relato del crimen, hace ver a simple medida que el autor del crimen era innegablemente Capitán, pero, la pregunta es ¿Por qué no pudo condenársele del Crimen burlándose en consecuencia de todo el sistema de justicia?, lo que extrañamente hace sospechosa las actuaciones del Fiscal, Jueces, Abogados Defensores. Es decir, que como el mismo Mármol León manifiesta en el final de esta historia, que el Poder Militar se hace presente en gran medida, una orden de parte del Fiscal Superior era suficiente para manipular las actuaciones, entiendo que el Fiscal es quien representa la vindicta publica, y si este no profundiza en las actuaciones será suficiente para determinar la absolución de un imputado. La situación radica en que la condición militar marca una diferencia a la hora de realizar un proceso penal, es decir, es demasiado lo que el Estado tiene que perder al descansar su seguridad en ciudadanos con este perfil psicológico, por lo tanto por orden directa de representantes de la Administración Publica, puede buscarse cualquier tipo de error dentro de un proceso para manipularlo a favor de los interesados. Dicho esto, este caso es una clara interpretación de los intereses del Estado frente a situaciones concretas, no es posible que todas las pruebas indicaran que el autor del crimen era el esposo de la víctima, pero el juez a la hora de administrar justica valiéndose de su máxima


experiencia considero que el arma desaparecida (sospechosamente) era lo único que podría incriminar al capitán. Lo que es aún más extraño, es que por parte de la Fiscalía no se presentara un recurso contra esta decisión, simplemente el caso murió allí, a pesar de que para todos era evidente que el asesino se encontraba en sala el día que se dictó sentencia absolutoria por parte del juez; este hecho desencadena un antecedente histórico, que evidencia que la justica es una hipótesis con variables manipulables a conveniencia del poder. Es evidente que estamos frente a una víctima del Poder del Estado, aunque no sea directamente ella, sino la sociedad venezolana en teoría la víctima, debido a que se trata del delito de homicidio siendo el mismo de interés público, siendo un hecho lamentable, que aunque el novelista Mármol de León intento relatar de forma ficticia no abandonó los detalles del hecho real ocurrido. Autora: Miriangela Alvarado Arenas


Tipos de violencia. Antecedentes y evolución histórica legislativa general. A pesar de que la agresión hacia la mujer no es en general un fenómeno nuevo, porque tiene

un

evidente

antecedente,

su

reconocimiento, su visualización, por lo tanto, paso a ser considerada de una cuestión privada a un problema social, sí es condicionalmente reciente. Cierto es que la mayoría de las personas conocen algún caso de malos tratos, en el ámbito familiar o vecinal, pero se han silenciado bajo el pretexto de considerarle como un asunto privado. Este fenómeno no se ha limitado sólo a entender la inferioridad femenina, sino que ha manifestado las fronteras de lo racional, hasta llegar incluso a manifestarse mediante comportamientos agresivos, que acreditados por el patriarcado y ratificados luego por las sociedades ulteriores, conforman la ya histórica y universal violencia de género. Desde las épocas más distantes de la cultura humana se ha manifestado siempre la subordinación de las mujeres respecto a los hombres. Los sucesos más recientes de la violencia de género indican que esta causa más muertes e incapacidades entre las mujeres de 15 a 45 años que el cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico e incluso que la guerra. En

América y el Caribe, el maltrato constituye la causa

primordial de daño físico a mujeres entre las edades de 15 a 44 años.


En países como Bangla Desh se continúan recibiendo informes de mujeres golpeadas hasta su deceso o estranguladas por no cumplir las exigencias de su esposo en cuanto a la dote, siendo incluso objeto de ataques con ácidos y en otros como la India todavía se practica la mutilación genital femenina, según otras fuentes consultadas. Estos

números

nos

impresionan

porque

evidencian la situación humillante en la que se encuentran las mujeres víctimas de la violencia de género, cifras que de citarse todas resultarían interminables. Lo cierto es, que las diferencias, subordinaciones e inequidades de géneros son conceptos que han sido construidos socialmente como resultado de un sistema universal de relaciones sociales de dominación masculina: el patriarcado que por muchos esfuerzos encaminados a minimizarlo, aún de él perduran efectos colaterales como el peso cultural machista y las relaciones violentas sobre la mujer, que son hoy rezagos que persisten sobre media humanidad.

Naturaleza. Ley Especial (Análisis del instrumento). La violencia contra la mujer está presente en casi la totalidad de las sociedades, pero con frecuencia es reconocida como parte del orden establecido, de esa forma, la mujer se encuentra

en

una

situación

de

indefensión encubierta por la intimidad y privacidad de la vida familiar.

La violencia es un fenómeno totalizado caracterizado por una situación que fractura los límites de la persona y que se puede


manifestar en el plano psicológico, físico, económico y político entre otros. La naturaleza de la violencia que padecen las mujeres comprende varias modalidades: física, sexual, psicológica y económica. La violencia de género tiene parte en casi todas las culturas y en todas las escalas sociales y la mayoría de las veces ocurre en el hogar. Se trata de un problema social y de salud pública debido al impacto negativo que ejerce sobre la salud, la morbilidad y la mortalidad de las mujeres. Siendo esta un enigma que afecta a los derechos humanos, que constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la exclusión en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de las herramientas sociales principales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre, ve la necesidad de definirla con transparencia como primer paso para que asuman sus responsabilidades

y

exista

un

compromiso

de

la

comunidad

internacional para eliminar la violencia contra la mujer. La violencia contra la mujer está presente en la mayoría de las sociedades, pero con frecuencia es reconocida y aceptada como parte del orden establecido,

de

esa

forma,

la

mujer

se

encuentra en una situación de desamparo encubierta por la intimidad y privacidad de la vida familiar. En Venezuela la violencia contra la mujer está tipificada como delito pero no por eso deja de practicarse y muchos casos no son denunciados por miedo o vergüenza.


Tipos de violencia de género. La violencia de género encuentra sus raíces profundas en la característica patriarcal de las sociedades en las que prevalecen estructuras de subordinación y discriminación hacia la mujer que consolidan conceptos y valores que descalifican sistemáticamente a la mujer, sus actividades y sus opiniones. Es así como cualquier negativa al poder masculino es vivida por el hombre atacante como una transgresión a un orden natural que justifica la violencia de su reacción en contra de la mujer. Se trata, pues, de una violencia que se dirige sobre las mujeres por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos fundamentales de libertad, respeto, capacidad de decisión y del derecho a la vida. La violencia en contra de la mujer constituye un grave problema de salud pública y de violación sistemática de sus derechos humanos, que muestra en forma dramática los efectos de la discriminación y subordinación de la mujer por razones de sexo en la sociedad. Malos tratos físicos: Cualquier conducta que inculpe el uso deliberado de la fuerza contra el cuerpo de la mujer, con intención de ocasionar lesión física, daño o dolor. Son manifestaciones de esta violencia: empujones,

bofetadas,

patadas,

golpes,

puñetazos, mordeduras,

quemaduras, entre otros., pudiendo llegar a producir hematomas, fracturas, heridas, cortes, rotura de tímpano, lesiones de órganos internos y/o lesiones irreversibles.


Malos tratos psicológicos: Cualquier conducta que atente contra la integridad psíquica y emocional de la mujer. Son manifestaciones de este tipo de violencia: amenazas,

insultos,

humillaciones

o

vejaciones,

exigencia

de

obediencia o sumisión, aislamiento social, privación o limitación de libertad, el chantaje emocional, el rechazo, el abandono. El maltrato psicológico humilla, amenaza, descalifica, ridiculiza, anula la autoestima y la tendencia natural a la defensión, por lo que las mujeres víctimas de violencia psíquica son víctimas fáciles de la violencia física o sexual. Malos tratos económicos: Cualquier

conducta

que

incluye

la

privación intencionada y no justificada legalmente de recursos para el bienestar de la mujer y de sus hijos e hijas o la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito familiar, en la convivencia de pareja o en las relaciones posteriores a la ruptura de la misma. Son manifestaciones de este tipo de conducta: no dar a la mujer el suficiente dinero, administrar los recursos económicos sin consultar ni

dar

cuentas

a

la

mujer,

administrar o disponer del dinero que

ella

gana

impidiéndola

acceder de manera directa a sus propios recursos, descalificar a la mujer como administradora del dinero, entre otros.


Malos tratos sociales: Cualquier

conducta

que

implique

humillación, ridiculización, descalificación y burla en público. El agresor se muestra descortés con las amistades o familiares de la mujer, seduce a otras mujeres en su presencia entre otros.

Malos tratos ambientales: Cualquier conducta consistente en romper, golpear objetos, tirar cosas que pertenecen a la mujer, destrozar enseres. Violencia sexual: Cualquier comportamiento que implique un acto de naturaleza sexual realizado sin aprobación de la mujer, con independencia de que el agresor guarde o no relación conyugal, de pareja, afectiva o d parentesco con la misma. Formas de violencia sexual: -Violencia sexual que no implica contacto corporal: Exhibicionismo, forzar a ver material pornográfico, mensajes por correo telefónico, gestos y palabras obscenas, voyerismo, entres otras. - Violencia sexual con contacto corporal: Tocamientos, caricias, masturbación, obligación a adoptar posturas que la mujer considera degradantes. -Violación: supone la penetración sexual (genital, anal o bucal) bien sea con el órgano sexual, con los dedos o con cualquier otro objeto. -Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres: Incluye cualquier actuación que restrinja a las mujeres el libre ejercicio


de su derecho a la salud sexual y reproductiva, y por tanto que afecte a su libertad para disfrutar de una vida sexual satisfactoria. -Tráfico o utilización de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, prostitución y comercio sexual. -Mutilación genital femenina.

Mujeres agresoras y hombres víctimas. La violencia contra el varón o violencia contra los hombres es una expresión utilizada por algunos investigadores

para

aglutinar

a

diversos

fenómenos de violencia contra este grupo de personas en varios contextos, entre los que se encuentran la violencia intrafamiliar, violencia en el noviazgo, violencia de género, violencia infantil, entre otras. Algunos investigadores consideran que la violencia contra el hombre es un problema social serio, porque aunque se habría prestado mayor atención a la violencia que se ejerce contra las mujeres, sería posible argumentar que la violencia contra los hombres en varios contextos es un problema social sustancial digno de atención; sin embargo, éste sería un tabú social y un fenómeno distinto a la violencia contra las mujeres y debe analizarse como tal, debido a que su naturaleza, causas y consecuencias serían distintas, así como los espacios en que se manifiesta.


Dentro de las razones por la que se considera un tabú social a la violencia

contra

los

varones estarían

la

contradicción que su existencia tiene con el rol de género estereotipado que ve a los varones como el sexo fuerte, por lo que, es despreciada y de pocos países se conocen estudios sobre la violencia específica de mujeres contra varones, aunque sí existen.

La

violencia

sexual afecta a

mujeres,

hombres y niños(as) durante sus vidas. Es una violación al derecho humano a una vida

segura.

Sus

efectos

pueden

ser

devastadores para las personas, familias y comunidades. Sin embargo, existe ayuda. Cuando todos trabajamos en conjunto para ayudar a las víctimas y responsabilizar a las perpetradoras es, los efectos negativos pueden

reducirse. Juntos, podemos cambiar

las

condiciones que contribuyen a la violencia sexual.

La violencia sexual se refiere a cualquier tocamiento, acto o explotación sexual no deseado o consentido lograda por medio del ejercicio de la violencia o la coerción. El continuo de la violencia sexual incluye, desde el hostigamiento sexual, el abuso sexual infantil, la agresión sexual y hasta el homicidio. El Population Council (2000), define la piedra de toque de la coerción “como la imposibilidad de la mujer o el individuo de elegir otras opciones sin consecuencias sociales o físicas severas”.


La violencia sexual actualmente representa un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos, pues tiene un gran impacto en la integridad física y psicosocial de las víctimas, con graves repercusiones para la salud de las mismas, tales como: importantes trastornos

mentales,

embarazos

no

deseados,

infecciones

de

transmisión sexual, entre otras. La violencia sexual puede ser comparada con un gran témpano de hielo en medio del océano, donde la punta que se encuentra a simple vista, representa los casos que son reportados en las instituciones encargadas de los mismos y en los cuales están basadas las estadísticas. La base de dicho iceberg, sumergida en la profundidad y de un tamaño mucho mayor, equivale a todas las víctimas de esta problemática que, en silencio se consumen en la sociedad. La violencia sexual y específicamente el delito de violación, no es un hecho que suceda por casualidad y de vez en cuando, es un acto de sometimiento a partir del poder que otorga, en este caso, el sexo, en forma violenta en las relaciones inter genéricas y generacionales, ocurriendo en la mayoría de los casos, contra las mujeres y niñas(os), siendo estimulado, históricamente, por la cultura e invisibilizado por la misma. Debido a la preocupación que esta realidad genera en todos los escenarios de la sociedad, tanto internacional como nacional, surge la necesidad de realizar la presente investigación, siendo justificado este tema en estudio, tanto por su alta frecuencia como por las consecuencias devastadoras, a corto y a largo plazo, que ocasiona en la vida sexual, afectiva, emocional de las víctimas. La violencia sexual reduce el poder personal y grupal en función de habilidades, capacidades, necesidades e intereses, impactando negativamente en la


capacidad de las víctimas para evaluar sus opciones de vida y sus posibilidades de elegir, así como en la capacidad de tener control y poder sobre su propia vida y sus recursos. Esta línea de investigación se inscribe como uno de los debates prioritarios de la agenda, nacional e internacional, sobre la salud sexual y los derechos reproductivos de las mujeres. En los actuales momentos la violencia sexual connota un problema prioritario en la agenda de los derechos humanos, la Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, en cuyo texto, en el artículo 15, apartado 6, la violencia sexual se define como: Toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la violación propiamente dicha.

Consecuencias de la agresión sexual. Efectos o consecuencias a largo plazo del abuso sexual. Los efectos dependen de la intensidad y duración, de la edad de la víctima y solidez de su estructura psíquica, del valor asignado al agresor… También de otros sucesos importantes que le hayan podido fortalecer o debilitar posteriormente. No siempre hay secuelas importantes, pero un porcentaje elevado presenta dificultades que afectan al conjunto de la persona. Los podemos esquematizar en estas áreas: psicológica, sexual,

psicosomática,

social

y

escala

de

valores.


- Psicológicas: El Yo en su conjunto formado, queda amenazado, por eso hay fragilidad con acentuada inestabilidad emocional; depresión, autolesiones, incluso intento de suicidio, ansiedad y tensión elevadas, confusión en su identidad sexual; dificultad para integrar su desarrollo y su corporalidad. - Sexual: Desarrollada de forma traumática o violentada. La sexualidad no está bien integrada, con oscilaciones entre una fuerte erotización y un fuerte rechazo e inhibición, impotencia; negación o promiscuidad

(incluida

prostitución).

- Psicosomática: El cuerpo en su conjunto está especialmente dolido y no puede digerir. Aparecen dolores crónicos generales, hipocondría, alteraciones gastrointestinales, en la alimentación (anorexia-bulimia). Insomnio, pesadillas. Dificultad en la atención, memoria, concentración. - Sociales: ¿Cómo fiarse en el otro? Por tanto aparece una fuerte desconfianza, con repliegue, aislamiento, incomunicación. Hostilidad hacia el sexo agresor; relaciones teñidas de vergüenza y culpabilidad.

Aproximación a la realidad. La violencia contra la mujer ha sido definida en la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer aprobada por la ONU en 1993 como: “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada”.


Estos actos de violencia pueden ser perpetrados por personas conocidas y cercanas,

como

también

por

desconocidos; en el contexto de una sociedad patriarcal que ha naturalizado en el imaginario colectivo a la mujer como objeto disponible o propiedad masculina. Ahora

bien,

son

múltiples

y

diversas

las

formas

y

manifestaciones que cobra la violencia contra la mujer, pero entre ellas es posible destacar la violencia de tipo física, verbal, psicológica y patrimonial principalmente ejercida por la pareja, la ex pareja o en el contexto de relaciones de noviazgo. De acuerdo a ONU Mujeres en todo el mundo 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual, y para el año 2012 en uno de cada dos casos de mujeres asesinadas el autor era el compañero sentimental o un miembro de su familia. Por su parte la violencia sexual aparece como una de las formas de violencia más recurrente, alcanzando de acuerdo a ONU Mujeres unos 120 millones de niñas de todo el mundo algo más de 1 de cada 10, quienes han sufrido el coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. Así mismo, en algunos países hasta una tercera parte de las adolescentes afirma que su primera relación sexual fue forzada; y en la Unión Europea del 45% al 55% de las mujeres han sufrido acoso sexual desde los 15 años.

Aproximación a la realidad criminológica de la violencia sexual.


Al respecto, ciertos aspectos de la sexualidad siguen siendo tabúes, lo cual no permite una resolutiva a las dudas que todo ser humano tiene respecto a su sexo, generando una serie

de

comportamientos

inapropiados o desviaciones sexuales, las cuales hoy ocupan a diversas ciencias, y la criminología no queda exenta. Una de las creencias sobre dichas disfunciones es que son recientes, que la juventud se ha viciado, cayendo en el libertinaje y en una expresión inconveniente de la sexualidad, lo cual es irreal, pues estas prácticas vienen desde los inicios de la humanidad. También es falso que los abusadores sean

extraños,

enfermos

o

anormales, pues se ha encontrado que pueden ser de cualquier raza, edad, nivel socioeconómico o de instrucción,

hallándose

habitual

factores de personalidad o cierta historia familiar. Hasta hace poco existía la creencia de que el abuso y la violencia sexual eran poco frecuentes en los menores de edad, pero estudios de la Organización Mundial de la Salud consideran que en

el 2002, alrededor de 150

millones de mujeres y 73 millones de hombres menores de 18 años tuvieron relaciones sexuales forzadas o fueron víctimas de otras formas de abuso sexual. Hablamos de delitos sexuales cuando nos ubicamos en el discurso jurídico, cuya referencia es el código como pacto social y cultural. Para inmiscuirse en las causas de la violencia sexual hay que


definirla analizando a los sujetos involucrados, los vínculos que se establecen y los ámbitos en los que ocurren. Podría establecerse en primer término la desinformación en materia de sexualidad como uno de los principales factores asociados a los comportamientos sexuales delictivos, siendo sus complementos: la drogadicción, la crisis de valores, la desintegración familiar y el hacinamiento. En todo caso, estos fenómenos secundan los hechos y son reforzados con la dominación patriarcal. Los atacantes se amparan en los uniformes, las armas, los vehículos, el dinero y la protección que reciben de las corporaciones, las cuales en ocasiones ocultan el delito, lo minimizan y protegen al agresor. La impunidad proviene del carácter mismo de esas instituciones, cuya definición gira en torno al terror que ejercen, alejados de las normas e ideales que les dieron origen. Violencia en Niños y Adolescentes: Aspectos específicos.

Es una relación como la acción no incidental de algún adulto que provoca deterioro físico o enfermedad en el niño, o que la coloca en grave riesgo de tolerarlo como consecuencia maltrato infantil y sus efectos en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes de alguna negligencia intencionada. Los maltratos en bebés y niños preescolar

suelen

producir

fracturas,

quemaduras,

y

en edad heridas

intencionadas. En casi todos los casos de cosas sexual el agresor suele es un hombre y la víctima una niña en edad escolar o adolescente. Sin embargo, en los últimos tiempos está aumentando el número de niños varones en edad preescolar que sufre este tipo de maltrato.


Tal vez el tipo más común de malos tratos es el abandono, es decir, el daño físico o emocional a causa de deficiencias en la alimentación, el vestido, alojamiento, la asistencia médica o la educación por parte de los padres o tutores. Una forma común de abandono entre los niños es la sub-alimentación, que conlleva un desarrollo deficiente e incluso a veces la muerte.

Factores que modulan la reacción a un acontecimiento traumático en niños y adolescentes. De los análisis realizados ante distintas situaciones desastrosas de la humanidad, se ha desprendido un nuevo cuadro clínico sintomático entre los individuos que se han visto expuestos a distintos tipos de conflictos. Dichas reacciones tenían dentro de su cuadro clínico, el común denominador que el sujeto tenía como signo característico la tendencia a revivir la situación traumática, de tal modo que el sujeto actuaba como si la situación original se estuviera viendo nuevamente. Por tanto, tal como está constituido el diagnostico de este trastorno, se puede ver como una ecuación entre un estímulo traumático -elemento objetivo- y las vulnerabilidades del individuo -elemento subjetivo-, de forma que prácticamente cualquier estímulo considerado traumático por el individuo puede desencadenar el síndrome.


Además,

el

hecho

que

las

escalas

diagnosticas no sean todavía enteramente fiables y que dejen todavía mucho que desear en su consistencia interna ó la falta de marcadores

biológicos,

convierte

en

una

verdadera pesadilla la tarea del evaluador clínico

forense

encargado

de

realizar

evaluaciones de reclamantes de algún tipo de reparación de su daño. Hoy día las reacciones postraumáticas no son un problema privado cuya responsabilidad de superación incumba únicamente al individuo, sino que constituyen una tara social culpa de las fuerzas socio paticas en un momento determinado de la historia.

Manifestaciones clínicas. Entre las consecuencias psicológicas de los niños que han ensayado traumas agudos y crónicos, al igual que en algunos casos de abuso

físico

y

sexual,

se

distinguen

características: visualización o rememoración del

suceso;

conducta

repetitiva;

miedos

específicos del trauma; y cambio de actitud hacia la gente, la vida y el futuro. Según algunas investigaciones, los niños que presentas

traumas

únicos

y

agudos

manifiestan recuerdos completos y detallados del suceso; cierta sensibilidad para los presagios, como el buscar las razones de por qué sucedió el incidente; y percepciones, incluyendo las alucinaciones visuales y las distorsiones temporales. Por otra parte, muchos niños


que experimentan traumas crónicos severos, como abuso sexual repetido, manifiestan falta de sensibilidad física y abnegación, auto hipnosis, disociación y rabia.

En general, los niños y adolescentes con trastornos de estrés postraumático suceso

experimentan

traumático

a

través

el de

pensamientos, recuerdos o sueños vividos desagradables, de carácter invasor, conocidos como flashbacks. El revivir la situación puede consistir

en

imágenes,

sonidos,

olores o impresiones que se centran en los momentos de extremo terror o desesperanza vividos durante el suceso. Los síntomas vegetativos que se observan con mayor frecuencia son: taquicardias, nauseas, vómitos y sensación de mareo. En otras ocasiones el niño revive la experiencia buscando en su fantasía formas posibles de haber modificado lo ocurrido, de haberlo evitado o incluso de haber protegido a los demás del daño. Los sueños pueden incluir la repetición de aspectos concretos del suceso o ser de temores más generales. El

juego

también

puede

incluir

experiencias

traumáticas

y

ocasionalmente ésta incorporación de los elementos del trauma estresante pueden impedir el juego normal. Con respecto a las conductas de evitación, los sujetos van a intentar eludir cualquier pensamiento,

sentimiento

o

actividad

desencadene el malestar asociado al suceso traumático.

que

les


Los individuos pueden presentar importantes trastornos de atención y concentración, por lo tanto se les dificulta la fijación y evocación de la memoria, por lo que ello puede interferir con su funcionamiento global. El aumento de la activación o híper activación fisiológica es responsable de los trastornos del sueño, la irritabilidad, el estado constante de alerta, las dificultades de concentración, las acentuadas respuestas de sobresalto y ocasionalmente las rabietas y la agresividad. Al pasar de los años, los niños y adolescentes presentan cada vez más resistencia a hablar sobre el suceso traumático, pero los estudios de seguimiento demuestran que siguen presentando algunas secuelas como preocupaciones por lo sucedido, limitaciones en sus expectativas de futuro e incluso reacciones de aniversario.

Aspectos forenses. Al valorar este tema se deben considerar, la diferencia de edad entre los niños, si ha existido coerción y si el acto en sí mismo ha sido intrusivo, forzoso o peligroso. La segunda razón es que los niños que han sufrido abusos sexuales manifiestan más comportamientos sexuales de lo normal, por ello es necesario conocer cuál es la regla base. Existen disposiciones sobre el rol del examinador durante el examen del niño que ha sufrido abuso sexual, ya que la finalidad no es ejercer de terapeuta del niño, sino llegar a resultados objetivos basados en datos sin prejuicios. El clínico que dirige la evaluación forense de niños que han sufrido abusos debe, revelar lo que ha sucedido, evaluar la posible presencia

de

trastornos

emocionales

en

el

niño,

considerar


explicaciones opcionales para estos trastornos, conocer los enigma del desarrollo, evitar influenciar los resultados con las preconcepciones propias, seguir los objetivos severamente con el fin de no volver a traumatizar al niño, servir de ayuda a todos los familiares y registrar todos los datos para futuros procedimientos legales.

Conclusión Este asunto social que es reflejo de relaciones de poder entre dos personas no puede resolverse solo con la simple instrumentación de normas y códigos, también es imprescindibles cambios radicales en la situación social de las mujeres que faciliten el derrumbamiento de los monopolios de poder que normalmente han marcado la construcción de la identidad femenina y la masculina. Por tanto, la sociedad Venezolana en la que tantas y tan importantes transformaciones se han creado en la situación social de las mujeres, no está ajena a esta realidad. Los que resguardamos la vida humana debemos ser sus fieles centinelas, en todas las circunstancias y no solamente en lo que concierne a los ataques más obvios. En consecuencia, la violencia doméstica tiene que ser una preocupación del movimiento pro vida, frecuentemente las personas creen que sólo las mujeres, los niños y los ancianos son víctimas de la violencia doméstica. Igualmente, los hombres sufren a manos de las mujeres debido a la violencia no solamente psicológica sino también física, aunque escasamente ellos reportan este abuso, porque se sienten abochornados y no quieren admitir que han sido víctimas de una mujer. Piensan que probablemente no les crean o se burlen de ellos, actitudes que son más concurridos en el caso de los hombres abusados que en el de las mujeres abusadas. El hecho de que los


hombres tambiĂŠn padecen violencia a manos de las mujeres aunque parezca absurdo e imposible para algunos, no se puede tapar.

Autor: Carlos Acevedo


GLOSARIO CON TÉRMINOS

Abuso Sexual: Actos o amenazas de intrusión física o de naturaleza sexual, sean realizados por la fuerza o bajo condiciones desiguales o coercitivas. Incluye, pero no se limita a: intento de violación o violación efectivamente cometida, cualquier acto sexual forzado y no consentido, así como la conducta sexual que la víctima encuentra humillante y degradante. Acoso Sexual: Acoso hacia una persona en razón de su sexo, al dirigirle insinuaciones sexuales molestas o de otro modo, involucrándola en prácticas sexistas que causen a la víctima una pérdida en sus ingresos, angustia mental o similares. Adolescencia: Período durante el cual una persona avanza desde la dependencia de adultos a una adultez responsable. Delito: Hecho dañoso, tipificado dentro del ordenamiento jurídico como agresión contra las normas y el orden social. Derecho: Compendio de normas que conforman el ordenamiento jurídica de un determinado Estado, pueden ser de carácter nacional e internacional, y a su vez atienden a un orden jerárquico. Derecho Penal: Rama del Derecho Público, cuyo contenido es el conjunto de disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio del poder sancionador y preventivo del Estado. Dinámicas Victimales: Conjunto de factores que comprenden la relación entre la víctima y el victimario. Estado: Forma de organización político territorial, concebida como el ente de gobierno de una delimitada nación. Exhibicionismo: Mostrar las partes genitales con el fin de obtener una satisfacción sexual.


Género: Características y oportunidades económicas sociales y culturales asociadas con el hecho de ser hombre o mujer en un tiempo específico Maltrato Psicológico: Cualquier acto u omisión que daña la autoestima, identidad o desarrollo de un individuo. Incluye pero no se limita a la humillación, amenazas de perder la custodia de los hijos, aislamiento forzado de la familia o amigos, amenazas de dañar a un individuo o a alguien que es importante para él, reiterados gritos o degradación,

provocar miedo a

través de palabras

o gestos

intimidantes, conducta controladora o dominante, y la destrucción de posesiones. Violación sexual dentro del matrimonio: Relación sexual forzada en una mujer por su esposo, a sabiendas que se realiza contra su voluntad. Perpetrador/abusador: Persona que lleva a cabo o comete un crimen o engaño Violencia: acción deliberada hacia el daño psicológico, físico, social, económico, pudiendo ser contra otro o contra si mismo. Violencia Psicológica: Conducta dirigida a intimidar y a perseguir, toma la forma de amenazas de abandono o de abuso, reclusión o confinamiento en el hogar, vigilancia, amenazas de quitar la custodia de los hijos, destrucción de objetos, aislamiento, agresión verbal y constante humillación. Violación: La penetración de la vulva o el ano, usando un pene, otras partes del cuerpo o un objeto sin el consentimiento voluntario de la persona.


Referencias 

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http://penalpuentegrande.blogspot.com/search/label/Victicimidad %20y%20Victimizaci%C3%B3n, visitado el 18 de febrero de 2016. 

García de Mármol León, G. (2009) “Criminología”, Ediciones Carlos Santiago, Caracas.

Ruiz Orejuela, W. (2013) “responsabilidad del Estado y sus regímenes”, segunda Edición, Bogotá.

Peñaranda Quintero, H. (2013) “Fundamentos del Derechos de la niñez y adolescencias”, 2da edición Venezuela.

Zuñiga Cabalceta, V (2005), “La Victimología desde la perspectiva de los Derechos Humanos”, Tesis de Grado, México D.F.

Unidad

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disponible

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https://www.uco.es/igualdad/contra-violenciagenero/documentos/guia-contra-la-violencia-de-genero.pdf, visitado el 18-02-2016. 

Violencia

de

Genero,

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https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_de_g%C3%A9nero, visitado el 18-02-2016. 

Violencia

Sexual

de

Género

(2005),

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http://www.mujeresparalasalud.org/spip.php?article90 , visitado el 18-02-2016.


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