ANÁLISIS SOBRE LAS DESVIACIONES SOCIALES Miriangela Alvarado Arenas
Noviembre, 2014 Las desviaciones sociales, son conductas contrarias al orden impuesto por una determinada sociedad, estas conductas son diversas en su esencia, pueden estar viciadas de legalidad o pueden ser contrarias a la moral y buenas costumbres; lo que les otorga una diferencia en el modo en el cuál el observador (la sociedad) las considera o las críticas. En este orden de ideas, esa crítica, puede incurrir en consecuencias sancionatorias, con el objetivo de estimular a quien contrarían las normas sociales a suprimir su conducta y de esta manera no ejecutar más la acción que desvirtúa el bienestar social, a este método sancionatorio se le conoce como control social, y significa, la herramienta punitiva o de recompensa que permite a una sociedad establecer los valores, que representan e identifican a una sociedad determinada. Pero, este aspecto puede no solo ser correspondiente a destinados grupos sociales, sino también a una esfera más amplia, de Estados y Países e incluso a nivel mundial; con esto puede observarse que la conducta ha sido a lo largo de la vida ordenada y progresiva, con miras al sentido de pertenencia social, lo que permite obtener un ideal común entre las distintas sociedades del mundo. Un ejemplo de lo anterior sería, el homicidio intencional contra un progenitor, puede que a nivel mundial, este delito concuerde que es de tal gravedad que merece ser castigado, en primer lugar para establecer un margen entre lo que se debe y no se debe hacer; en segundo lugar para resaltar los valores del orden biológico, espiritual y cultural que representan los progenitores; y
en tercer lugar lo que es el fin último, suprimir este tipo de conducta en las personas que integran a las sociedades. En el ejemplo anterior, se observa un delito de significancia general, tales delitos estos que motivan a la necesidad de establecer mecanismos reguladores de esfera internacional, y que deben ser observados por los países que suscriban estos materiales normativos como ejemplo lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que cuentan con una Corte Penal Internacional, encargada de hacer cumplir el contenido de las normas para velar por su observancia. Por otro lado, este es sólo el tipo penal de control social ejercido por los distintos gobiernos que administran a sus respectivos Estados representativos, pero existen aspectos más focales, que solamente corresponden a las necesidades de cada sociedad, con esto, lo que en un país como Venezuela no es permitido, en otro país lo es, como el caso del aborto. Este tema es bastante controversial, debido a que en diferentes países como: Suecia, Holanda, Eslovaquia, Alemania, Bélgica, Austria y muchos más es permitido, como en otros no, entre ellos Venezuela, Chile, Ecuador, Guatemala entre otros, lo ven de una forma desviada y antisocial, al punto de ser castigado dicho acto como criminal, pero este ejemplo requiere de su cabal análisis debido a la naturaleza de los cambios sociales, que exigen adaptaciones mayores que cubran las necesidades actuales de la población. Si bien es cierto, en Venezuela está tipificado el aborto como un delito penal, para muchos miembros de la sociedad, este tema debe ser asumido y considerado como legal, porque generaría una forma de control de la natalidad, y permitiría a la larga un desarrollo social más favorable, debido al alto índice de embarazos precoces que existe en este país. Por su parte, la mayoría de las personas consideran que es un hecho totalmente ilegal, porque las medidas deben ser tomadas con anterioridad a la concepción, porque de existir un embarazo, este representa una vida la cual debe
ser protegida, siendo oportuno el castigo del Estado, por ser un hecho criticado por la mayoría de la población. Pero, si se observan estos dos puntos de manera objetiva, puede decirse que el aborto es un hecho controversial, al igual que lo es el consumo de drogas, alcohol, la prostitución y el hurto de comida por hambre (delito famélico eximido de pena); son aspectos dentro de los cuales se manejan distintas corrientes, la que manifiestan que es una realidad individual, y la que manifiesta que deben ser controlados, porque en su exceso degeneran a la sociedad, volviéndolo como un hecho normal que puede ser modelado y en consecuencia imitado por los demás. Dada la naturaleza individual de lo antes dicho, de puede considerar como un problema de aspecto psicológico, que debe ser tratado desde una visión humanista o más social, como la descrita por Aaron Beck y David Clark (1985) en cuanto a la terapia cognitiva, para la reestructuración de la cognición humana, sobre sí mismo y como integrantes de la sociedad, para que este pueda adaptarse y seguir las normas establecidas en ella. Por ende, se desprende diferencias entre los elementos que constituyen a las desviaciones sociales, porque no es lo mismo, condenar una conducta que afecte a terceros, que condenar una conducta individual, la que solamente perjudicaría en dado caso, a quien la ejerza contra sí mismo; ¿por qué?, porque, el aborto puede ocasionar la muerte de la madre, las drogas y el alcohol pueden ocasionar adicciones irreparables que los lleven a la muerte, la prostitución el aumento de las enfermedades de transmisión sexual, y los delitos famélicos, la incapacidad de ganarse las cosas por sus propios medios. Desde esta visión, aunque la acción sea de carácter individual, afecta al Estado, debido al gasto que genera en las instituciones de salud pública, el mantener a los ciudadanos que sufran un padecimiento generado por su mal estilo de vida, el tratamiento contra el cáncer, contra la cirrosis hepática, los antirretrovirales para el VIH entre otras enfermedades, que corresponde costear al estado de manera gratuita; si generan un problema social. Por lo tanto deben ser
controladas las conductas tanto en su perspectiva individual como su efecto frente a terceros. De lo antes descrito, puede determinarse que existen por ende desviaciones sociales en un sujeto tanto como ejecute una acción contra sí mismo o como que ejecute esa acción contra terceros, caso de robo, homicidio, agresión. Violencia entre otras, dado que todo comportamiento humano repercute en la sociedad y aunque no sea intencional afecta al entorno, ejemplo la relación entre el sujeto que fuma activamente y el que fuma pasivamente. No obstante, sería un error considerar a todas las desviaciones normativas (entiéndanse estas como las deviaciones establecidas por la mayoría de la población), como ilícitas, porque puede darse el caso de que ciertas conductas sean moralmente desviadas y no se encuentren condenadas por una normal jurídica, sino que sean criticadas por el observador social, como por ejemplo el ateísmo, ser hippie, practicar nudismo, ser alcohólico, practicar la prostitución y pare de contar. Jorge Gilbert (1997). A este punto, es menester diferenciar que las desviaciones sociales pueden o no ser ilícitas, siendo el grado de repercusión social, lo que les otorgará o no la necesidad de castigar la conducta atípica, entonces la intención que tenga la conducta, será la que marque el rango de significancia social, así, un homicidio intencional no es igual a uno realizado por defensa propia, o no puede considerarse homicida a quien en estado de ebriedad, atropelle sin querer a una persona que pasaba la calle. Son muchas las connotaciones que deben tomarse para poder considerar una desviación o no social, pero la raíz, de todo, es que una desviación social, siempre será considerada como tal, aunque estime una conducta ya sea ilícita, contra sí mismo, contra terceros, o intente ejercer un rol de independencia y libertad personal, en el caso de los ateos, prostitutas, homosexuales, etc. Partiendo de que la desviación conductual es lo que origina la desviación social, es importante señalar que esta debe estar al margen de lo que la cultura
establezca, razón que lleva a algunos individuos a desafiar dichas normas, lo que también se considera como conducta desviada, pero que al emerger de varias personas que componen un sociedad determinada, generará un movimiento social que volverá controversial el desafío. Jorge Gilbert (1997). Como consecuencia de lo anterior, los hechos del desafío y el desacato de ciertas normas sociales pueden originar una reestructuración valorativa en la población, incorporando el nuevo modelo conductual, dándoles una aceptación como resultado de la plasticidad social que caracteriza a todas las poblaciones organizadas del mundo, un ejemplo de esto puede ser el voto femenino. De este modo, puede haber otra gran diferencia entre los agentes que no acatan las normas por algún propósito, sea por considerarse obsoleto como el hecho de que una mujer no pudiera votar, circunstancia que genera una rebelión o revolución, que exige un ajuste social a las nuevas necesidades; o por el contrario quien no acata las normas por tener un interés particular de beneficiarse a sí mismo, sin importar el daño que esto origine como el robo. Existe una teoría biológica, elaborada por Cesare Lombroso (1835-.1905), el cual determinaba que las conductas desviadas eran más propensas a ser realizadas, por personas cuyas características biológicas fueren más cercanas a las características del hombre primitivo (descendencia del mono), es decir con brazos largos, vello y cabello abundante, frente pronunciada, orejas relevantes entre otros aspectos, que son totalmente absurdos, dado que a veces es necesario enfrentar las normas establecidas para generar un cambio que a la larga proporcionara bienestar social. Ejemplos: De lo anterior se pueden establecer los siguientes ejemplos:
El robo en cualquiera de sus grados, es una conducta desviada y es sancionada por el estado de manera Corporal, con la respectiva privativa de libertad.
La venta de CD en la calle, es una desviación social, por violentar los derechos de autor y de propiedad intelectual cayendo en piratería descarada como ocurre en Venezuela, es un hecho que amerita sanción de tipo corporal y pecuniaria, lo cual debe ser atendido por el Estado.
Bibliografía AARON BECK, DAVID CLARK (1985). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad. Ediciones Paidos Iberica S.A., España. GOÑI ALFREDO. (1996). Psicología de la Educación Sociopersonal. Editorial Fundamentos, Caracas Venezuela. INMANUEL WALLERSTEIN, (2007). Abrir las ciencias sociales. Madrid, España. JORGE GILBERT (1997). Introducción a la sociología. Lom Ediciones. Santiago de Chile. ROGERS, C (1961) El proceso de convertirse en personas. Paidós, Buenos Aires, Argentina.