Daguerreotipo y el Diorama

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MGÜERREOTIPO Y DEL DIORAMA.


E l que publica està obríta con las notas , aclaraciones y adiciones que lia creído necesarias paro poner al aícahcé de todos los procedimientos físico-químicos del Daguerreotipo, tiene ademas la satisfacción de haber sido el primero en Madrid que los lia puesto en práctica por sí mismo; cuyo ensayo después de haber meretido la aprobación de var i o s prefesores en las ciencias naturales é inteligentes en la materia, acaba de ser presentado ¿ S. M. que se ha dignado acogerlo con su natural bondad y amali]« condescendencia* Esta edición va acompaííada de una la'mina que se ha creído deber aííadir , jara la esplicaceli de un nuevo método fotomètrico, aplicable al Daguerreotijo. ti .1.. : Todos los egeroplares deberán llorar la firma y rúbrica del que la public».


ESPOSICIOX HISTORICA V DESCRIPCION DE LOS PROCEDIMIENTOS DEL

D A G U E R R E O T I P O 7 BEL DIORAMA. Traducida de la última edición francesa, corregida y considerablemente aumentada con notas, adiciones y aclaraciones que la ponen al alcance de todos.

CON SIETE LAMINAS. POR

D. JOAQUIN HYSERJY Y MOLLERAS.

Doctor en Medicina y Cirugía, Catedrático del colegio de ambas facultades de S. Cario» de esta Corte, Médico de S. A. R. el Sermo. Sr. D. Francisco de Paula Amonio, Infante de España, Socio de varias Academias Nacionales y Estrangeras, do la sociedad econoiuica de amigos del pais de Gerona etc.

PUBLICADA POR E l D O C T O R D O N J U A N M A R I A P O U Y CAMJ?S. Catedrático del Real Colegio de Medicina , Cirugía y Farmacia de Navarra, Socio correspondiente de la Academia de Ciencias naturalesy Arte»de Barcelona etc.

IMPRENTA DE D. IGNACIO BOIX.

1839.



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Deseando contribuir á los progresos cíe las ciencias y de las bellas artes en mi patria , lie traducido al español esta Memoria que acaba de publicar en París el Sr. Daguerre, acerca el método de obtener diseños artísticos y matemáticamente exactos de los objetos de la naturaleza y del arte, por medio de la acción de la luz sobre una composición material.


Este portentoso descubrimiento , que ha ocupado y o cujía ¡seriamente la atención de los primeros sabios y de las principales corporaciones científicas de la capital de F r a n cia ; y tfueMia merecido toda la solicitud del gobierno francés y de las Cámaras, es uno de los pensamientos mas admirables, mas grandiosos, mas sublimes que se hayan concebido despues de la invención de la escritura y de la imprenta 5 es una de aquellas concepciones que por su naturaleza y por su objeto, están destinadas á hacer época en la historia de los progresos del entendimiento humano. Representar el pensamiento y trasmitirlo á las generaciones futuras por medio de caracteres convencionales; reproducir estas representaciones y multiplicarlas á lo infinito para comunicarlas á todos los hombres de todos los países ; estudiar la configuración de la naturaleza 5 observar en todos sus tránsitos el matiz infinitamente variado de sus colores y copiarlo lentamente y línea por línea con la paleta y con el cincel5 fueron ciertamente pensamientos grandes, pensamientos que han creado las ciencias y las artes liberales, y mantenido y asegurado la civilización del género humano. Pero robar á la naturaleza sus propias formas, todas sus proporciones , todos sus pormenores, aun aquellos mismos que no pueden descubrirse sino con el microscopio 5 fijar las imágenes de los


• VII objetos "visibles con todos sus relieves , con todos sus claros y obscuros, con todas esas modificaciones innumerables é insensibles de tersura y escabrosidad de superficies que tanto les distinguen unos de otros; obligará la naturaleza misma á que baga por sí sola este trabajo y á que lo termine en algunos instantes; sujetar con este objeto y reducir á límites determinados y fijos lo mas sutil , lo mas fugaz, lo mas incoercible que contiene, Ja luz en fin; era una idea tan atrevida , tan colosal, que apenas cabia en los espacios de la mas fecunda imaginación; era crear en cierto modo en los dominios de la naturaleza un nuevo sentido, una nueva pupila, un nuevo ojo, pero un ojo cuya retina conserva perpetuamente las imágenes de los objetos esteriores, tales como la naturaleza misma los lia dibujado. Y si la invención de la escritura y de la imprenta, de la pintura y de la escultura, tosca en un principio y sumamente imperfecta , lia contribuido tanto en lo sucesivo a los progresos de la ilustración y á la civilización de los pueblos; ¡ cuántas ventajas, cuántos y cuan inmensos adelantos 110 podrán esperarse de la invención de este nuevo a r t e , de este arte, si es que arte pueda llamarse, cuya delicadeza y exactitud escede incomparablemente á la de todos los artes conocidos basta nuestros tiempos; que está al alcance de todos los hombres; que se aprende en pocas lioras, y


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que ya desde los principios y como quién dice desde su creación, se lia presentado con una perfección admirable cuanto inconcebible ! Parecerá ciertamente una exageración, una paradoja, un sueño á los que no hayan -visto todavía los productos del Daguerreotipo, como hubiera sin duda parecido a nuestros mayores , que la acción de la luz por sí misma pueda reproducir y fijar con tanta precision y exactitud , con tanta verdad las imágenes de los objetos visibles 5 que puedan trasladarse estas imágenes de unos hombres á otros , de unos á otros paises y trasmitirse intactas á las generaciones venideras: pero los que liemos visto y admirado estos portentosos productos, los que hemos asistido á su creación, y les hemos visto nacer, perfeccionarse y concluirse en pocos instantes 5 los que hemos podido contar en ellos con la vista y con el anteojo las piedras de los edificios, las figuras y los caracteres de los monumentos; los que hemos distinguido en los diseños los objetos vivos de los muertos, un hombre de una estatua, una pintura de un bajo relieve, la piedra de la madera ó del metal, la seda de la lana y del hierro , el raso y el tafetan del terciopelo 5 los que por último hemos visto en una de las primeras muestras que presentó Daguerre y que perecieron con el Diorama, la imagen del huevo casi imperceptible de una araña , aumentado con el microscopio hasta el volumen de un capullo de gusano de seda, y exa-


minando por comparación con un lente el original pegado al misino cuadro, hemos comprobado la perfecta exactitud de sus mas mi« nuciosos pormenores; no solo estamos plenamente convencidos de la realidad de estos efectos , sino que auguramos, que el arte ó mas bien la ciencia de Daguerre, será una mina de progresos la mas fecunda para el estudio y para la perfección de las artes liberales y de las ciencias. E l dibujo , el grabado, la pintura y la escultura por una parte 5 la arqueología, la historia natural, la anatomía y aun la medicina por otra, reportarán necesariamente beneficios inmensos de las infinitas aplicaciones que podrán hacerse del Daguerreotipo. Aquellas artes tendrán modelos fieles que imitad y objetos de estudio continuos en estas copias de la naturaleza, cuya exactitud en los contornos, en las proporciones y en los claros y obscuros, cuya delicadeza y suavidad de tintas superan con mucho á las obras maestras de los artistas mas célebres: estas ciencias podrán procurarse por semejante me* dio y con suma facilidad, representaciones casi inimitables ya de los monumentos de la antigüedad, de las-mónedas, de las medallas, de los geroglíficos &c.; ya de los cuerpos naturales , tales como los presenta la naturaleza, examinados á simple vista ó aumentados con el microscopio 5 ya de las preparaciones anatómicas de Jas diversas partes del cuerpo de


los vegetales, de los animales y del hombre; ya de los diferentes aspectos que presenta el cuerpo humano en varias enfermedades, especialmente en aquellas que afectan de un modo sensible el hábito esterior, tales como las afecciones cutáneas, &c. Y si llegan á estamparse en el papel los diseños del Daguerreotipo, como permiten esperarlo fundadamente algunos ensayos bastante felices que acaban de hacerse y que se han sujetado ya al exáincn de la Academia de Ciencias del instituto de Francia 5 entonces se multiplicarán estos diseños con una facilidad s u m a , y se comunicarán entre todos los hombres con la misma prontitud y comodidad con que se trasmiten ahora las estampas del grabado y de la litografía. Podrá creerse sin embargo á primera vista que un método de dibujo tan exacto y tan fácil , que está al alcance de cualquiera, ha de perjudicar necesariamenteá los artistas, sobre todo á los dibujantes y á los grabadores; pero examinando la cuestión intrínsecamente, se verá que lejos de ocasionarles un perjuicio este método, fomentará por lo contrario y facilitará sus progresos. Los productos de la ciencia, nunca deben confundirse con los del arte. Los diseños del Daguerreotipo son invenciones de la ciencia 5 los cuadros del dibujante , del grabador, del pintor, &c., son creaciones del arte. La ciencia imita aquí exacta y fielmente á


la naturaleza} pero á la naturaleza tal como ella se presenta , con todas sus bellezas y con todas sus imperfecciones: el arte imita también á la naturaleza; pero á la naturaleza bel l a , á la naturaleza perfecta , a la naturaleza i d e a l ; el arte crea , pues, una naturaleza especial , incomparablemente mas hermosa cuando está representada con toda perfección, que la naturaleza bruta y tosca , con todo su desaliño y con todos sus defectos. E l pintor de los métodos fotográficos representará ciertamente los objetos con una exactitud matemática , con una degradación de tintas, con una perspectiva y una dulzura casi inimitables; pero si encuentra en estos objetos una imperfección desagradable á la vista, repugnante á la imaginación y al buen g u s t o , no podrá prescindir de ella, no podrá separarla: la trasladará fielmente á la plancha , como imprimirá en ella todas las bellezas del cuadro. E l arte al contrario, no solo sabe disimular los defectos de los objetos que reproduce, y sustituir á estos defectos la belleza y la perfección; sino que ademas sabe escoger las bellezas de cada objeto , abstraerías de sus imperfecciones^ reunirías en un solo cuerpo con una admirable armonía, y formar de ellas un conjunto i d e a l , que sin dejar de ser una imitación de la naturaleza, en vano se pensaria encontraren la naturaleza misma: porque las leyes del buen gusto son la base fundamental de todo el edificio de las bellas artes.


E s , pues > evidente que la ciencia y él arte tienen sus límites fijos, trazados por la naturaleza misma de las cosas; que sus esferas diferentes podrán tocarse por muchos puntos de su periferia ; pero jamás confundirse en su interior : que las perfecciones y los adelantos de la una , podrán favorecer y fomentar los progresos y el desarrollo del otro; pero no podrán perjudicarse recíprocamente por ellos. Los dibujantes, los grabadores, los pintores tendrán inuclio que imitar, mucho que aprender, mucho que perfeccionar en sus obras, estudiando atentamente los hermosos cuadros dibujados por la luz; pero el dibujo, el arte del grabador , la pintura , existirán , se desarrollarán , se perfeccionarán sucesivamente no, á pesar de los progresos del Daguerreotipo, sino con el ausilio mismo del nuevo método. ¡ Cuántas máquinas , cuantos instrumentos no ha inventado la fecunda imaginación del hombre para facilitar y perfeccionar la fabricación de los objetos de la industria , con los cuales satisfacemos el mayor número de las necesidades de nuestra débil naturaleza! los artefactos se han mejorado, se ejecutan mas fácilmente y con mas rapidez que en otros tiempos; pero ¿se ha perjudicado por esto á la existencia y á los progresos de las artes mecánicas ? Parece que las necesidades y los deseos del hombre van creciendo á proporcion que se multiplican y se perfeccionan los medios de satisfacerlos. Estas perfecciones, estos


adelantos de la Industria y del ingenio del hombre, multiplican ciertamente los goces del hombre 5 pero no disminuyen, antes bien aumentan el número de sus necesidades. T a l es la condicion de la naturaleza humana. Asi q u e , los procedimientos del Maguerreotipo, el método de fijar las imágenes de la naturaleza por la acción de la luz, contribuirá necesariamente á los progresos del dibujo, del grabado, de la pintura y aun de la escultura; facilitará considerablemente con el tiempo el estudio de la arqueología, de la mineralogia , de la botánica, de la zoología, de la anatomía vegetal, animal y humana y aun quizás de la medicina; pero no perjudicará en manera alguna, como pudieran creerlo los talentos limitados, las inteligencias mezquinas, á la existencia de las bellas a r t e s , ni á los intereses de los artistas. Tales son las causas que me impelieron á seguir los pasos de este prodigioso invento, desde los primeros momentos en que el inventor comunicó su idea todavía misteriosa y secreta , á la Academia de Ciencias del instituto de F r a n c i a ; desde la primera sesión aca démica en que uno de los sábios mas célebres de E u r o p a , el S r . A r a g o , secretario perpetuo de dicha Academia , dio parte á esta gran corporación científica , espl¡cando el objeto de la invención , los trabajos que liabia costado á su a u t o r , los objetos que este se proponia y los resultados que habia obtenido; dándola


XIV al mismo tiempo toda la importancia que merece : en fin 9 desde los primeros dias en que el señor Daguerre permitió ver sus cuadros á los socios de dicha Academia y á los miembros de las Cámaras casi esclusivamente : tales son los motivos que me han conducido á traducir al español la Memoria del Sr. Daguerre desde el instante en que ha visto la luz pública. Pero como esta Memoria versa sobre un objeto que pertenece á la ciencia mas bien que al a r t e , puesto que en realidad las manipulaciones del Daguerreotipo , son operaciones físicas y químicas , aunque sencillas y fáciles, una vez comprendidas 5 su redacción ha debido por fuerza resentirse de semejante origen, por lo que hace al método que en ella se describe. Asi es que no solo se ha valido su autor de los términos técnicos de dichas ciencias , sino que los medios que prescribe y cuyas circunstancias mas diminutas ejercen indudable influjo en los resultados de la operación, no son bien conocidos sino de aquellos sugetos que han cultivado las ciencias físicas. Como por otra parte despues de la invención del indicado método, y hasta despues de la publicación de la Memoria , aunque tan reciente , han hecho sus aplicaciones algunos progresos de consideración, de que conviene tener conocimiento 3 he creído necesario acompañar la traducción con notas, adiciones y aclaraciones, cuyo principal objeto es la espli-


cacion de los términos científicos, la enumeración de las propiedades principales que distinguen las diversas sustancias de que se echa mano para las operaciones de que consta este método, la indicación de las calidades que deben tener estas sustancias, a fin de que produzcan los efectos necesarios para la consecución de un resultado perfecto, y por último la csposicion de los adelantos que se han hecho en las nuevas aplicaciones de tan delicados procedimientos. Las ventajas finales que me he propuesto en esta parte de mi trabajo , son , poner tanto el referido método, como sus procedimientos y manipulaciones, al alcance de todos, aun de aquellos que no se han dedicado al estudio de la física ni de la química, y para quienes hay dificultades de mas de una especie en la memoria del señor Daguerre, tal como ha salido de manos del autor, sino para la ejecución vulgar y grosera, á lo menos para la perfección y delicadeza de los diseños; hacer que cada uno pueda juzgar debidamente por sí mismo acerca de la buena ó mala calidad de los ingredientes, asi como de la exactitud de los medios que se emplean en las operaciones; y finalmente dar una idea del estado actual de las aplicaciones del referido método y de las esperanzas que pueden concebirse fundadamente acerca de sus progresos en lo sucesivo.


Si logro contribuir asi por mi parte á los progresos y al fomento de las ciencias y de las bellas artes en España, habré satisfecho mis deseos, llenado un deber que mi posicion científica me impone, y cumplido en fin mi principal objeto.

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CAMARA DE DIPUTADOS. SEGUNDA LEGISLATURA

R E L A T O

D E

L O S

1839.

M O T I V O S

Y PROYECTO DE LEV

Dirigido á conceder : 1 ° al señor Daguerre, una pensión vitalicia de 6 , 0 0 0 francos anuales •, 2 . ° al señor Niepce, hijo , una pensión vitalicia de 4 , 0 0 0 francos anuales por la cesión que han hecho del procedimiento que sirve para fijar las imágenes de la cámara oscura.

$rmntafíro por ti Biflor JÍTmistro i>£ lo Interior. SESION

DEL D I A

15

DE JUNIO DE

1839.

SEÑORES:

Creemos prevenir los deseos de la Cámara proponiendo á vds. adquirir á nombre del Estado, la propiedad de u n descubrimiento tan útil como inesperado, y que importa p u b l i c a r , por el interés de las ciencias y de las artes. Vds. todos saben y algunos de vds. han podido ya convencerse por sí m i s m o s , que despues de quince años de continuadas y dispendiosas investigaciones, el señor Daguerre ha llegado á fijar las imágenes de la cámara oscura , y á crear por este medio en cuatro ó cinco m i n u t o s , por la acción de la l u z , diseños en que los objetos guardan matemáticamente sus formas, hasta en sus porme-


ñores los mas d i m i n u t o s , en que los efectos de la perspectiva lineal y la degradación d e las t i n t a s , que provienen de la perspectiva a é r e a , se hallan representados con una delicadeza hasta ahora no conocida. Es por demás insistir en la utilidad de tamaña invención ; porque desde luego salla á la vista la muchedumbre de recursos e n t e r a m e n t e nuevos y la maravillosa facilidad que puede ofrecer para el estudio de las ciencias; y por lo que toca á las artes imposible es calcular los servicios que podrá prestarlas. Los dibujantes y los pintores mas distinguidos hallarán siempre un objeto no interrumpido de observación en reproducciones tan perfectas de la n a t u r a l e z a ; y semejant e procedimiento les ofrecerá por otra parte un medio pronto y fácil de formar colecciones de estudios, que no les seria posible procurarse por sí m i s m o s , sino con m u cho tiempo y t r a b a j o , y de un modo mucho menos perfecto. Él arte de g r a b a d o r , ocupándose en m u l t i p l i c a r , r e produciéndolas, estas imágenes calcadas sobre la n a t u r a leza m i s m a , adquirirá forzosamente nuevo grado de importancia y de interés. U l t i m a m e n t e , el aparato del señor Daguerre llegará á ser usual é indispensable, tanto para el viagero y el arqueólogoj como para el n a t u r a l i s t a , por cuyo medio podrán fijar sus recuerdos sin necesidad de recurrir á mano estraña. Cada autor de hoy en adelante compondrá la part e geográfica de su o b r a , con solo que se detenga algunos momentos delante del mas complicado m o n u m e n t o , delante de la vista mas d i l a t a d a , para sacar desde luego un verdadero fac simile de ellos. Pero los autores de este bello descubrimiento por desgracia, se ven imposibilitados de hacer del mismo un objeto de industria, con que puedan indemnizarse de los muchos sacrificios que deben haberles costado tantos y tan repetidos ensayos,, por t a n t o tiempo infructuosos. Su i n vento no es de aquellos que puedan ser protegidos por un privilegio; porque desde el momento en que sea conocido nadie habrá que no pueda servirse de él.


Tales son los motivos que nos han determinado á concluir con los señores Daguerre y Niepce un convenio provisional, cuya sanción tiene por objeto pedir á la cámara el proyecto de ley que tenemos la honra de someter á su deliberación. Pero antes de enterar á vds. de las bases de este conv e n i o , es necesario entrar en algunos pormenores. L a posibilidad de fijar de un modo pasagero las imágenes de la cámara oscura, era ya conocida desde el últ i m o siglo ; mas este descubrimiento no prometia n i n g ú n resultado ú t i l , porque la sustancia sobre la cual los rayos solares trazaban las i m á g e n e s , lejos de tener la propiedad de conservarlas, se volvia enteramente negra con solo quedar espuesta á la luz del dia. E l señor Niepce m a y o r , inventó un medio d e . h a c e r permanentes eslas imágenes: mas á pesar de haber resuelto tan dificil problema, su invención no quedaba por esto menos imperfecta, pues no sacaba mas que los contornos de los objetos, y debia gastar á lo menos doce horas, para el mas insignificante dibujo. Por sendas enteramente diferentes, y echando á u n lado las tradiciones del señor Niepce, es como el señor Daguerre ha llegado á los admirables resultados de que nosotros somos testigos hoy en d i a , es decir á la estremada prontitud de la operacion y á la representación de la perspectiva aérea y de todo el juego de claros y oscuros. E l método del señor Daguerre es suyo propio j solo á él le pertenece, y se distingue del de su predecesor tanto por su c a u s a , como por sus efectos. Sin e m b a r g o , como antes de la muerte del señor Niepce m a y o r , se habia estipulado entre aquel y el señor D a g u e r r e , un contrato por el cual se obligaban recíprocamente á dividir entre sí todas las ventajas que pudiesen recoger de sus descubrimientos; y como semejante estipulación se ha hecho estensiva al señor Niepce menor; seria imposible hoy dia tratar aisladamente con el señor D a g u e r r e , n i aun para el procedimiento, que esteno solo ha perfeccionado si no inventado. Por otra parte conviene no perder de vista que el método del señor Niepce, aun-


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que haya quedado imperfecto, sería quizás susceptible de algunas mejoras, y de emplearse útilmente en ciertas circunstancias, y que por consiguiente importa para la historia de la ciencia, que se publique al mismo tiempo que el del señor Daguerre. Esto sentado, desde luego se harán vds. cargo de las razones en virtud de las cuales hayan debido intervenir los señores Daguerre y Niepce m e n o r , en el convenio que hallarán vds. adjunto al proyecto de ley. Al principio se nos pidió por precio de la cesión de los procedimientos de los señores Daguerre y Niepce una sum a de 2 0 0 , 0 0 0 francos, y no podemos menos de decir que ofrecimientos procedentes de Soberanos estrangeros justificaban semejante pretensión. Con todo nosotros hemos c o n s e g u i d o , que en lugar del capital de la suma pedida, solo se otorgaría un interés vitalicio, á saber ; una pensión de 1 0 , 0 0 0 francos, transmisible solamente por m i t a d á las viudas. L a asignación de esta pensión se hará del modo siguiente. 6 , 0 0 0 francos al señor Daguerre. 4-,000 francos al señor Niepce menor. Prescindiendo de los motivos que hemos indicado ant e s , hay ademas uno que justifica por sí solo la desigualdad de esta p a r t i c i ó n ; y és , que el señor Daguerre se ha convenido en publicar los procedimientos de pintura y de física por cuyo medio produce los efectos del Diorama; invento del que solo él posée el secreto, y que sería lást i m a dejarlo perder. Antes de lirmar el convenio, el señor Daguerre ha puesto en nuestras manos y bajo pliego sellado, la descripción del procedimiento del señor N i e p c e , la de su propio método y por fin la del Diorama. Podemos afirmar ante la cámara que estas descripciones son completas y sinceras, pues uno de los miembros de esta asamblea , cuyo solo nombre es una autoridad in-;


contestable ( * ) , que lia recibido del señor Daguerre la comunicación confidencial de todos sus procedimientos, y que los ha espe'rimentado por sí m i s m o , se ha servido tomar conocimiento de todas las piezas del depósito, y salimos garante de su sinceridad. E s p e r a m o s , señores, que aprobarán vds. el motivo que ha dictado este convenio y las condiciones en que estriba , pues no hay que dudar de que secundarán vds. u n pensamiento que ha escitado ya la simpatía general, y que mucho menos sufrirán bajo ningún concepto que dejemos jamás á las naciones estrangeras la gloria de enriquecer á los sabios y á los artistas con uno de los descubrimientos mas maravillosos de que se honra nuestro pais.

(*) El «eñor Arago.

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PROYECTO DE LEY.

LUIS

FELIPE,

REY DE LOS FRANCESES , A todos los presentes y v e n i d e r o s , salud. N o s , hemos ordenado y o r d e n a m o s , que el proyecto de ley cuyo tenor s i g u e , sea presentado en nuestro nombre á la cámara de los diputados por nuestro M i n i s t r o secretario de estado y del despacho de lo i n t e r i o r , á q u i e n encargamos esponga las razones que le h a y a n motivado y sostenga su discusión. ARTICULO PRIMERO. Se aprueba el convenio provisional concluido en 1 4 de j u n i o de 1 8 3 9 , entre el M i n i s t r o de lo i n t e r i o r , procediendo por cuenta del estado, y los señores D a g u e r r e y Niepce m e n o r , y que vá a d j u n t o á la presente ley. ART.

2.

Se otorga al señor D a g u e r r e u n a pensión vitalicia de 6 , 0 0 0 francos a n u a l e s ; y el señor N i e p c e , m e n o r , u n a pensión vitalicia de 4 , 0 0 0 francos anuales. ART.

3.

Estas pensiones deberán inscribirse en el libro de las pensiones civiles del tesoro público y se empezarán á percibir desde la promulgación de la presente ley; no estarán sujetas á las leyes prohibitivas de la a c u m u l a c i ó n , y serán transmisibles por m i t a d á las viudas de Daguerre y de Niepce.


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Dado en el palacio de las Tullerias á los 1 5 de junio de 1839. • Firmado. = L U I S F E L I P E .

Por el Rey. El Ministro secretario de

Estado,

Firmado. = D U C I I A T E L . E n t r e l o s infrascritos, el señor Duchatel, Ministro secretario de Estado y del despacho d é l o interior, de una p a r t e , Y los señores Daguerre (Luis Santiago Mandé), y Niepce menor (José Isidoro), de otra parte; Se ha celebrado el convenio siguiente: ARTICULO

PRIMERO.

Los señores Daguerre y Niepce, menor, hacen cesión al señor Ministro de lo interior, funcionando á nombre del Estado, del procedimiento del señor Niepce mayor, con las mejoras del señor Daguerre, y del último procedimiento del señor Daguerre, que sirve para fijar las imágenes de la cámara oscura : y el señor Daguerre y el señor Niepce menor prometen poner en manos del señor Ministro de lo interior un pliego sellado que contenga la noticia histórica y la descripción exacta y completa de los sobre referidos procedimientos. ART.

2.

El señor Arago, miembro de la Cámara dejseñores Diputados, y de la Academia de las ciencias, que ha tomado ya conocimiento de los antedichos procedimientos, verificará prèviamente todas las piezas de dicho depósito y certificará de su sinceridad.


AAT. 3. N o se abri rá e} deposito, ni se dará al público la descripción de dichos procedimientos, hasta despues que se haya aprobado el proyecto de ley de que se tratará mas abajo: entonces el señor Daguerre deberá, si se le exi<*e, operar en presencia de una comision, nombrada al efecto por el señor Ministro de lo interior. .' C *, i 03 Oi.-íl[ 9» . í B0¡ U 8¡'JC;: />3 di- i l i O.i i&l

ART. 4. Ademas de esto, cede el señor Daguerre los procedimientos de pintura y de física que caracterizan su invención del D i o r a m a , y se obliga á dar comunicación de los mismos. ' :.r;:\

ART. 5. " E l mismo señor Daguerre quedará obligado á dar publicidad á cuantas perfecciones pueda añadir en lo sucesivo á una y otra invención. . 3 3 < l 3 r ¿ .1

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-oiq la iBflñqmooo sb c á n T ^ I f l a i g r i o lab «iqca E n premio d é l a s presentes cesiones, el señor Minist r ó l e Jo interior se obliga á pedir á las Cámaras u n a pensión vitalicia de seis rail francos anuales para el señor U a g u e r r e , quien asi lo acepta, Y otra pertsion vitalicia de'cuatro mil francos anuales para el señor Niepce, quien asi lo acepta igualmente. listas pensiones quedarán inscritas en el libro de las pensiones civiles del Tesoro p ú b l i c o ; no estarán sujetas a l a s leyes que prohiben la acumulación ; y serán transmisibles por mitad á las viudas de los señores Daguerre 0 y Niepce.

ART. 7. E n el caso de que las Cámaras no aprobasen durante

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— 10 —

la presente sesión el proyecto de ley que contiene la concesión de las sobredichas pensiones, el presente convenio quedará nulo y de ningún valor en derecho, y se hará devolución á los señores Daguerre y Niepce de su depósito sellado. ART. 8. El presente convenio será registrado, mediante un derecho fijo de un franco. j , Fecho triple en París á los 14 de junio de 1839. Apruebo la escritura. Firmado T. DUCHATEL. no Apruebo la escritura.

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Firmado DAGUERRE. Apruebo la escritura, n > U>. .noioímiii fin. , Bou a or Firmado J. NIEPCE. Es copia del original, que ha de acompañar el proyecto de ley. ,

El Ministro secretario de Estado, del despacho de lo interior. '> m'.'K' '•>•; ?G o! .I8íi «;:!£>{} OTTO/gilU Firmado DUCHATEL.

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CAMARA DE DIPUTADOS. SEGUNDA LEGISLATURA 1 8 3 9 . 1

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Presentado en nombre de la comision ( * ) encargada del exa'men del proyecto de ley , dirigido á otorgar : í.° al señor Dagucrre una pensión vitalicia de 6,000 francos anuales; y 2.° al señor Niepce , menor, otra pensión vitalicia de 4,000 francos anuales, ior la cesión que han hecho del método para fijar las imágenes de a cámara oscura.

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POR EL SEÑOR ARAGO,

DIPUTADO DE LOS PIRINEOS-OllIÉNTALES. SESION DEL 3 DE JULIO DE 1 8 3 9 .

SEÑORES: E l i n t e r é s que se ha mostrado en e s t e r e c i n t o y en otras p a r t e s , en favor de los trabajos, cuyos productos ha espuesto r e c i e n t e m e n t e á la vista del público el señor D a -

(1) Acompañamos este informe con las notas que le añadió el señor Arago al publicar las relaciones de las sesiones de la academia de Ciencias. (*) La comision se componía de los señores Arago, Etienne, Cari, Vatout, de Beaumont, Tournouér, Delessert (Francisco) Combarel de Leyval y Vitet.


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guerre, ha sido vivo, b r i l l a n t e ^ unánime; y de ahí es que la Cámara, según todas las probabilidades, no espera de su comision sino la sencilla aprobación del proyecto de ley que ha presentado el señor Ministro de lo Interior. Sin e m b a r g o , despues de haberlo reflexionado con madurez, ha parecido que la misión que se nos habia confiado nos imponia aun otros deberes; y sin dejar de aplaudir la feliz idea de instituir recompensas nacionales en favor de inventores , cuyos intereses no hubiese afianzado la legislación ordinaria de los privilegios., hemos creído necesario manifestar desde los pririieros pasos que se diesen por esta nueva senda, con cuanta reserva, con cuanta escrupulosidad la Cámara procedería en semejantes circunstancias. Someter á prolijo y severo examen la obra de ingenio acerca de la cual hemos de resolver en este dia, será lo mismo que cortar el vuelo á medianías ambiciosas, que aspirarían sin duda á acumular en este recinto sus producciones vulgares y sin porvenir,- será lo mismo que patentizar que entiende la Cámara colocar en muy elevada región las r e compensas que puedan pedírsele en nombre de la gloria nacional; y que no consentirá jamás en hacerlas descender de tal altura ¿ ni á empañar en nada su esplendor con prodigarlas. • Por estas pocas palabras podrá comprender la Cámara los motivos que nos han conducido á examinar Si el procedimiento del señor Daguerre es incontestablemente una invención. Si esta invención prestará servicios de algún valor á la arqueología y á las bellas artes. Si podrá llegar á ser usual ; Y por último, si puede esperarse que las ciencias sacarán de ella algún partido. El físico napolitano Juan Bautista Porta reconoció hace cosa de dos siglos, que si se abre un agujero muy pequeño en el postigo de la ventana de un aposento bien cerrado^ ó mejor aun en una chapa metálica delgada aplicada á dichos postigos , todos los objetos esteriores, cuyos rádios pueden alcanzar el agujero, se pintan en la pared del aposento que está enfrente de a q u e l , con dimensio-


nes reducidas ó aumentadas, según las distancias; con formas y situaciones relativas exactas, á lo menos en una grande estension del cuadro, y con sus colores naturales. Poría descubrió poco tiempo despues, que lejos de que el agujero deba ser pequeño, puede teuer una latitud cualquiera , con tal que esté cubierto de uno de aquellos cristales bien pulimentados, que por su figura se han llamado lentes. Las imágenes producidas al través del simple agujero tienen poca intensidad; pero las otras brillan con un lustre proporcional ú la estension superficial de la lente que las engendra. Las primeras nunca se obtienen libres de alguna confusion: las imágenes de las lentes al contrario, cuando se reciben exactamente en el loco, presentan la mavor limpieza en sus contornos; limpieza que ha llegado á ser verdaderamente asombrosa, despues de la invención de las lentes acromáticas; despues que á las lentes simples, que no constan mas que de una sola especie de cristal, y que tienen en tal caso tantos focos distintos cuantos son los colores diferentes de la luz blanca; se han podido sustituir lentes acromáticas, lentes que reúnen todos los rayos posibles en un solo foco; y despues que se ha adoptado la forma periscópica. Porta hizo construir cámaras-escuras portátiles, cada una de las cuales se componía de un tubo mas ó menos largo, armado de una lente, y la pantalla blanquecina de papel ó de cartón, sobre la cual iban á pintarse las imágenes, ocupaba el foco. El físico napolitano destinaba sus pequeños aparatos á los sugetos que no saben de dibujo; puesto que según él, bastaba seguir con la punta del lápiz los contornos de la imagen focal para conseguir vistas perfectamente exactas de los objetos mas complicados. Pero las predicciones de Porta no han llegado jamás á realizarse completamente. Es cierto que los pintores y los dibujantes, particularmente aquellos que hacen los vastos lienzos de los panoramas y de los dioramas, recurren todavía á la cámara oscura alguna que otra vez; pero solamente para trazar en masa los contornos de los objetos ; para


colocar á estos en sus verdaderas relaciones de magnitud y de posicion, y para conformarse con todas las exigencias de la perspectiva linear. Mas en cuanto á los efectos q u e dependen de la imperfecta diafanidad de nuestra atmósfera, y que se han caracterizado con los términos harto impropios de perspectiva aérea, ni aun los pintores mas hábiles podian esperar, que la cámara oscura llegase á serles de a l gún ausilio para reproducirlos con exactitud. Asi es que despues de haber observado la limpieza de c o n t o r n o s , la verdad de formas y de colorj la degradación exacta de las t i n t a s que ofrecen las imágenes engendradas por este inst r u m e n t o , nadie ha dejado de sentir vivamente, que tales imágenes no se conserváran por sí mismas, ni de esperim e n t a r vivos deseos de que llegase á descubrirse algún medio de fijarlas en la pantalla focal. A los ojos de todos (fuerza es decirlo t a m b i é n ) esto era un s u e ñ o , digno de figurar e n t r e los pensamientos estravagantes de un W i l kins ó de un Cyrano de Bergerac, y sin embargo este sueño acaba de realizarse. Tomemos, pues, la invención desde su origen, y vamos haciéndonos cargo con cuidado de sus progresos. A n t i g u a m e n t e los alquimistas llegaron á unir la plata con el ácido marino, y el producto de semejante combinación era una sal blanca que llamaban luna ó plata córnea (*), sal que tiene la notable propiedad de ennegrecerse espuesta á la luz, y t a n t o mas pronto, cuanto mas vivos son los rayos que la hieren. Estiéndase sobre una hoja de papel una capa de plata córnea, ó como se dice hoy dia, de cloruro de plata; fórmese sobre esta capa por medio de una lente la imágen de cualquiera objeto, y las partes oscuras de la imágen, es decir, aquellas que no hiera la luz, quedarán b l a n c a s , mientras que las partes f u e r t e m e n t e

( ' ) Ya en la obra de Fabricio, De rebus metcillicis , impresa en 1566 se trata largamente de cierta mina de plata, á la cual llamaban plata córnea ,que tenia el color y la transparencia del cuerno, y la flexibilidad y la blandura de la cera , y espuesta á la luz, pasaba del color gris-amarillento al violado, y por una acción prolongada por mas tiempo , casi al negro. Esta era la plata córnea natural.


— 15 — i l u m i n a d a s , se volverán n e g r a s , y las medias t i n t a s s e r á n r e p r e s e n t a d a s per colores de un gris m a s ó menos o s c u r o . P ó n g a s e u n a l á m i n a sobre un papel c u b i e r t o de un b a ñ o de cloruro de p l a t a , y espóngase todo j u n t o á la luz del s o l j de m a n e r a q u e la lámina venga e n c i m a . L a s lineas n e g r a s del g r a b a d o impedirán el paso á los r a y o s ; y las p a r t e s c o r r e s p o n d i e n t e s del b a ñ o , es d e c i r , aquellas q u e estas líneas tocan y c u b r e n , c o n s e r v a r á n su b l a n c u r a p r i mitiva; pero al c o n t r a r i o en d o n d e el agua f u e r t e ' ó el b u ril no h a y a n t o c a d o , en d o n d e el papel haya conservado su s e m i - t r a n s p a r e n c i a , la luz solar pasará al t r a v é s é irá á e n n e g r e c e r la capa salina ; por m a n e r a q u e el r e s u l t a d o de esta operacion será u n a i m á g e n s e m e j a n t e á la e s t a m pa en c u a n t o á su f o r m a , bien q u e inversa en c u a n t o á las t i n t a s , p u e s t o q u e el blanco q u e d a r á r e p r e s e n t a d o en ella por el n e g r o y r e c í p r o c a m e n t e . C u a l q u i e r a pensaría q u e fas aplicaciones de u n a p r o p i e dad t e n curiosa, descubierta por los a n t i g u o s a l q u i m i s t a s en el c l o r u r o de p l a t a , d e b e r í a n de h a b e r s e m a n i f e s t a d o p o r sí m i s m a s y ya desde luego: p e r o no es esta la m a r c h a con que procede el e n t e n d i m i e n t o h u m a n o ; asi q u e para e n c o n t r a r los p r i m e r o s r u d i m e n t o s del a r t e fotográfico será preciso q u e d e s c e n d a m o s h a s t a los p r i m e r o s años del s i glo X I X . Entonces veremos á nuestro compatriota Charles valerse e n sus cursos de un papel b a r n i z a d o , para sacar perfiles por medio de la acción de la luz; pero C h a r l e s m u r i ó sin h a b e r d e s c r i t o la p r e p a r a c i ó n de q u e echaba m a n o para el caso y c o m o , so pena de caer en la mas i n e s t r i c a b l e c o n f u s i o n , no d e b e el h i s t o r i a d o r de las ciencias f u n d a r sus a s e r c i o n e s sino en d o c u m e n t o s i m p r e s o s y a u t é n t i c o s ; es de r i g o rosa justicia declarar q u e los p r i m e r o s l i n e a m i e n t o s d e e s t e n u e v o a r t e se e n c u e n t r a n en u n a m e m o r i a d e W e d g e w o o d de ese f a b r i c a n t e t a n c é l e b r e en el m u n d o industrial., p o r lo q u e perfeccionó las lozas y p o r c e l a n a s , y por la i n v e n ción de un p i r ò m e t r o , ú i n s t r u m e n t o para m e d i r las t e m p e r a t u r a s m a s elevadas. L a m e m o r i a de W e d g e w o o d salió á luz en 1 8 0 2 , en el n ú m . de j u n i o del p e r i ó d i c o Of the royal Instüulton of


Great liritain, y en ella se propone el autor copiar las pinturas de las vidrieras de las iglesias, como y también estampas, sea por medio de pieles, sea con papeles embadurnados con cloruro ú nitrato de plata. Pero «las imágen e s de la cámara oscura (trasladamos fielmente un pasage »de la memoria) son en su concepto demasiado débiles para »producir efecto sobre el nitrato de plata en un tiempo mo»derado. fThe images formed by means of a camera obscuraj have been found ío be too faint to produce,in any moderate time an effect upon the nilrate of silver.J El comentador de Wedgewood, el ilustre H u m p h r e y Davy., no contradice la aserción relativa á las imágenes de la cámara oscura, y solo añade por lo que á sí propio respecta, que ha llegado á copiar objetos muy pequeños por medio del microscopio solar, a u n q u e á muy corta distan-, cia de la lente. Por lo demás, ni W e d g e w o o d , ni Humphrey Davy hallaron medio alguno, despues de acabada su operacion, de preservar á su embadurnado, ó si se nos permite la espresion, al lienzo de sus c u a d r o s , de volverse negro á la luz, y de aqui resultaba que las copias obtenidas no podían examinarse á la luz del día , porque todo entonces se h u b i e ra vuelto negro en breve rato ¿ D e qué servia, pues, sacar copias sobre las cuales no se podia echar una ojeada sino á hurtadillas, y aun esto tan solo á la luz de una lámpara , y que desaparecían por momentos si se examinaban de día ? Despues de ensayos tan imperfectos é insignificantes cuya análisis acabamos de h a c e r , llegaremos sin encontrar otro intermedio en nuestro camino, á las investigaciones de los señores Niepce y Daguerre. • E l difunto Niepce era un propietario que vivia r e t i rado en las cercanías de Chálons-sur-Saóne, en donde se dedicaba por via de p a s a t i e m p o , á investigaciones científic a s , una de las cuales, concerniente á cierta máquina, en que la fuerza elástica del aire calentado de g o l p e , debia sustituirse á la acción del vapor, sostuvo la prueba delicada del exámen de la Academia de las ciencias, y de,ella salió con harta honra. Las investigaciones fotográficas del


señor Niepce parece que suben hasta el año 181-4; pero sus primeras relaciones con el señor Daguerre datan del mes de febrero de 1 8 2 6 , que fue cuando por la indiscreción de un óptico de Paris, supo que el señor Deguerre se ocupaba en esperimentos, que tenian también por objeto el fijar las imágenes de la cámara oscura; y estos hechos constan de cartas que hemos tenido ú la vista. Por consiguiente, en caso de contestación, la fecha cierta de los primeros trabajos fotográficos del señor Daguerre dataria siempre del año 1 8 2 6 . El señor Niepce pasó á Inglaterra en 1 8 2 7 y en el mes de diciembre del mismo año presentó una memoria acerca de sus trabajos fotográficos á la sociedad real de L o n dres, acompañándola de varias muestras en metal, producto de los métodos, que ya entonces habia descubierto; las cuales todavía en buen estado han salido Iealmente poco hace de las colecciones de diferentes sábios ingleses, con motivo de una reclamación de anterioridad. Tales muestras prueban incontestablemente, que para la copia fotográfica de grabados„ y la formacion de láminas en estado de bosquejos adelantados, en beneficio de los grabadores, conocía ya el señor Niepce en 1 8 2 7 el medio de hacer corresponder las sombras con las s o m b r a s , las medias tintas con las medias tintas y los claros con los claros ; y que una vez obtenidas sus copias, sabia ademas hacerlas insensibles á la acción de los rayos solares que tendia á ennegrecerla. E n otros términos, desde 1 8 2 7 el ingenioso esperimentador de Chalons resolvió por medio de la buena elección de sus barnices, un problema que habia burlado la profunda sagacidad de un Wedgewood, de un Humphrey Davy. La escritura de asociación registrada entre los señores Niepce y Daguerre, para beneficiar de mancomún los métodos fotográficos, data del 1 4 de diciembre de 1 8 2 9 . Las escrituras posteriores, otorgadas entre el señor Isidoro Niepce menor., como heredero de su padre,, y el señor Daguerr e , hacen referencia en primer lugar, de los mejoras hechas por el pintor de Paris á los métodos del físico de Chalons; y en segundo, de procedimientos enteramente nuevos, descubiertos por el señor Daguerre, y dotados de la ventaja


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(son las propias espresiones de uno de los contratos) de reproducir las imágenes con una prontitud sesenta u ochenta veces mayor que los procedimientos antiguos. E s t o servirá para esplicar varias cláusulas del contrato hecho entre el señor Ministro de lo interior, por una p a r t e , y los señores D a g u e r r e y Niepce menor, por otra, que va a d j u n t o al proyecto de ley. E n lo que decíamos poco hace de los trabajos del señor Niepce, se habran notado sin duda las palabras de restricción para la copia fotográfica de los grabados; pero no se podia decir otra cosa, puesto que realmente despues de una multitud de ensayos infructuosos, ya el mismo señor Niepce habia casi renunciado al proyecto de r e producir las imágenes de la cámara oscura; ni las preparaciones de que se valia, ennegrecían con bastante prontitud bajo la influencia luminosa: motivo por el cual solo podia obtener un diseño por una acción prolongada d u r a n t e el espacio de diez ó doce horas, mientras que en tan largos intervalos de tiempo se dislocaban mucho las sombras proyectadas, y pasaban aun de la izquierda á la derecha de los o b j e t o s ; movimiento que engendraba t i n t a s bajas v uniformes en todos los puntos en que tenia lugar; de suerte que todos los efectos que resultan de los contrastes de la sombra y de la luz, se perdian en un método tan defectuoso. Prescindiendo de estos inmensos inconvenient e s , no siempre habia seguridad de buen é x i t o , porque despues de tomar infinitas precauciones, ciertas causas incomprensibles é incalculables, hacían que unas veces se obtuviese un resultado tal cual y otras una imagen i n completa, dejando espacios claros en estos ó en aquellos p u n t o s ; al paso que los barnices sobre los cuales se delineaban las i m á g e n e s , espuestos á los rayos solares, si no se volvian negros se resquebrajaban y saltaban en pequeñas escamas. ( * )

(O) He aquí en c o m p e n d i o el p r o c e d i m i e n t o del señor N i e p c e , y l a s m e i o r a s q u e le a n a d i ó el señor D a g u e r r e . -»„„„Util E l señor N i e p c e hacia disolver betún seco de Judea en aceite volátil d e espliego, y el residuo d e la evaporación constituía un b a r n i z espeso,


T o m a n d o el reverso de todas estas imperfecciones, tendríamos la enumeración casi completa de los méritos del método que el señor Daguerre ha descubierto, despues de una série inmensa de ensayos m i n u c i o s o s , improbos y dispendiosos. Los mas débiles rayos modifican la sustancia del D a g u e r r o t i p o ; el efecto se produce antes que las sombras solares hayan tenido tiempo de mudar sensiblemente de s i -

que el físico de Chalóos estendia por medio del rodillo sobre una hoja metálica p u l i m e n t a d a , supongamos sobre cobre c h a p e a d o , revestido de una hoja de p l a t a . La plancha despues d e espuesta d un calor suave, q u e d a b a c u b i e r t a de una capa a d h e r e n t e y blanquecina , que era el betún en polvo: asi cubierta, se colocaba en el foco de una c á m a r a oscura; y al cabo d e cierto t i e m p o , se dej.lb.in percibir sobre el polvo unos débiles lineainentos d e la imagen. El Sr. Niepce 'concibió la ingeniosa idea de q u e semejantes lineainentos, bien que casi imperceptibles, podrían adquirir mayor intensidad; y en efecto, sumergiendo su plancha en una mezcla de aceite volátil de espliegoy de petroleo, echó de ver que las regiones del barniz que habían estado espuestas á la luz q u e d a b a n casi intactas, mientras q u e las otras se disolvían r á p i d a m e n t e , y d e j a b a n en seguida el metal á descubierto: asi q u e , después de haber lavado la plancha con a g u a , se o b t e n i d a imagen f o r m a d a en la c á m a r a oscura, coi respondiéndose los claros con los claros y las sombras con las sombras. Los claros eran producidos por la luz dilusa,.que provenía de la materia blanquecina y no tersa del betu n ; las sombras, por las partes pulimentadas y descubiertas del espejo: por supuesto mediante que estas partes se mirasen sobre o b jetos oscuros, y que se colocasen en posicion t a l , que no pudiesen reflejar hacia el ojo á manera de un espejo,,algun,i luz un poco.víva. Las m e dias tintas cuando las había , podían resultar de la parte del barniz q u e una penetración parcial del disolvente hubiese d e j a d o menos m a t e q u e las porciones intactas. El betún de J u d e a reducido á polvo impalpable, dista mucho de tener nn colorido blanco, y nos aproximaríamos mas á la exactitud diciendo que es-gris: por cuya razón el contraste de los claros con la sombra era muy poco pronunciado en los diseúos del señor Nit pee. Pará a u m e n t a r el efecto, el autor habia ideado ennegrecer despues de las primeras o p e raciones, las partes descubiertas del metal, y hacerlas morder, 6 bien por el sulfuro de p o t a s a , ó bien por el iodo. Pero no parece haber reflexion a d o que esta última sustancia liabria esperimentado continuas a l t e r a ciones espuesta á la luz.del dia. DJÍ todos modos se echa de ver que no le habia ocurrido al señor JSiepce el servirse del iodo como sustancia sensitiva, puesto que solo queria emplearlo á titulo de sustancia q u e e n n e grece, y aun asi, tan solo desunes de la formación de la imagen en la cámara oscura; despues de haber d a d o mas intensidad á la imágen ó si se quiere despues de tenerla ya despejada por la acción del disolvente. Sin e m b a r g o , ¿qué habría sido de las medias tintas en semejante operación? E n t r e los principales inconvenientes del señor Niepce, fuerza es cont a r la circunstancia de que un disolvente demasiado 'fuerte se llevaba ¡¡ pedazos el barniz casi en su t o t a l i d a d ; mientras que si era demasiado débil, no dejaba la imágen suíicientemente despejada ; de m a n e r a q u e el éxito nunca era seguro.


— 20 — t i o ; los resultados son seguros sujetándose á prescripciones muy sencillas ; y por último, una vez producidas las i m á g e n e s , la acción de los rayos del sol, aunque c o n t i nué por años enteros, ya no altera ni su pureza, ni su b r i l l o , ni su armonía. La comision ha tomado las disposiciones necesarias para que el dia de la discusión de la ley puedan todos los m i e m bros de la Cámara, si lo tuvieren por conveniente,, hacerse

El señor Daguerre discurrió un método, que llamó método de JNiepEn primer lugar sustituyó al betún el residuo de la destilación del aceite volátil de espliego; tanto por su mayor blancura como por su sensibilidad mas csquisita. Se disolvia este residuo en el alcool ó en el é t e r , y echando en seguida una capa muy delgada de este liquido sobre el metal puesto horuontalmente, dejaba en él por evaporación un barniz pulverulento, resultado que no se obtenía por medio del rodillo. Después de esponer la plancha asi preparada al foco de la cámara oscura, la colocaba el señor Daguerre liorizontahnente, y á cierta distancia encima de un vaso, que contenia un aceite asencial á la t e m p e r a tura ordinaria. E n esta operacion, reducida á limites convenientes, y de que por lo demás, cualquiera podia enterarse de una simple ojeada, el vapor que se desprendía del aceite, dejaba intactas las partículas del barniz pulverulento que habían recibido la influencia de una luz viva. Penetraba parcialmente y con mas ó menos intensidad las porciones del mismo barniz, que en la cámara oscura correspondían á las medias tintas. Y las paites q u e b a b i a n quedado á la sombra eran penetradas e n teramente. E n este método no quedaba el metal descubierto en ninguna de las partes del diseño; los claros se formaban por la acumulación de una multitud de partículas blancas y muy mates; las medias tintas por p a r tículas igualmente condensadas, pero cuya blancura y mate se habia d e bilitado mas ó menos por la acción del vapor; y las sombras por p a r t í culas siempre asi mismo numerosas, pero que se habian vuelto e n t e r a mente diáfanas. Mayor brillo, una variedad mas considerable de tintas, mas regularidad en todo, con la seguridad del buen éxito de la manipulación y de no llevarse ninguna porcion de la imagen; tales eran las ventajas que el m é todo del señor Daguerre llebaba al del señor JNiepce; pero por desgraeia el residuo del aceite volátil de espliego, aunque mas sensible que el betún de Judea es todavía bastante perezoso, y los diseños no empiezan á asomar en él sino despues de un tiempo bastante largo. La especie de modificación que esperimenta el residuo del aceite volátil de espliego por la acción de la luz, y despues de la cual los aceites esenciales penetran en esta materia con mas ó menos dificultad, nos es desconocida todavía. Acaso debe mirarse como una simple desecación de partículas; acaso no debe considerarse sino como una nueva coordiTiacion molecular Esta doble hipótesis podría esplicar, porque semejante modificación se debilita gradualmente y desaparece i lo larga, aun en la mas p r o f u n d a oscuridad.

ce perfeccionado.


cargo de los resultados del Daguerreotipo, y formarse por sí mismos una idea de la utilidad de este aparato; y á la simple inspección de los cuadros que pasarán á la vista de los señores Diputados, cada uno se hará cargo sin duda de las inmensas ventajas que se habrian sacado cuando la espedicion de Egipto, de un medio de reproducción tan exacto y tan pronto; cada uno se convencerá á no dudarlo, de que si se hubiese conocido la fotográíia en í798^noEl

Doyucrreetipo.

F.n el procedimiento á que el público reconocido ha dado el nombre de Daguerreotipo, el barniz de la plancha chapeada, el lienzo (por d e cirlo asi) del cuadro que recibe las imágenes, es una capa de un color amarillo de oro, de que se cubre la plancha cuando se coloca horizontalmeute, y por cierto espacio de tiempo con la plata por d e b a j o , en una caja que contiene en su fondo algunas partículas de iodo a b a n d o n a das á la evaporación espontánea. Cuando sale esta plancha de la cámara oscura no se ve en ella ninguna señal absolutamente, y la capa amarillenta de ioduro de plata, que ha recibido la imagen, parece conservar todavía un colorido perfectamente uniforme en toda su estension. Pero si se espone en una segunda caja á una corriente ascendiente de vapor mercurial, que se eleva de una cazuela cu que se ha puesto el azogue, mediante la accios de una lámpara de espíritu de vino que le haga subir hasta la temperatura de setenta y cinco grados del termómetro centígrado, este vapor produce al instante un efecto el mas c u rioso. Desde luego se pega en abundancia á aquellas partes de la superficie de la plancha que ha bañado una luz vira; deja intactas las porciones que permanecieron á la sombra; y se precipita por último sobre los espacios que ocupaban las medias tintas, pero en mas ó menos abundancia, según que aquellas medias ti.-itas se aproximaban mas ó menos por su intensidad á las partes claras ó a las oscuras. El operador, valiéndose de la débil luz do lina vela, puede seguir paso á paso la formacion radual de la imagen , y puede ver como el vapor mercurial á manera c un pincel de la mas esquisita delicadeza va á señalar con la tinta conveniente cada una de las partes de la plancha. Reproducida con este artificio la imagen de la cámara oscura, es preciso impedir que se altere con la luz del dia, y el señor Daguerreha conseguido este resultado agitando la plancha en hipo-sulfuo de sosa, y l a vándola en seguida con agua destilada cáliente. Según el señor Daguerre, la imagen se forma mejor en una hoja de plata sobrepuesta á una plancha de cobre, que sobre una hoja de plata aislada; hecho que suponiéndolo cierto, parecería probar que la electricidad juega algún papel en tan curiosos fenómenos. La plancha chapeada debe apomazarse primero, y en seguida limpiarse con ácido nítrico diluido en agua. La influencia tan útil que egerce aqui el ácido, podría muy bien depender, como cree el señor Pelouze de que acabase de barrer de la superficie de la plata hasta las últimas' moléculas de cobre. Aunque el grueso de la capa amarilla de iodo, según varias medidas qus ha tomado el señor Dumas, no debe pasar de una millonésima parte


sotros poseeríamos en la actualidad copias fieles de gran número de cuadros emblemáticos de que la codicia de los Arabes y el vandalismo de ciertos viageros han privado para siempre á los sábios. Legiones enteras de dibujantes, amen de largas docenas de años, seria menester emplear si copiarse quisiesen los millones de millones de geroglíficos de que por donde quiera están cubiertos y aun e n su parte e s t e r i o r , los

de milímetro. (1) importa para la perfecta degradación de las sombras y de los claros que este grueso sea exactamente igualen todas partes. E l señor Daguerre evita que se pegue mas iodo á los bordes que al centro, ajusfando alrededor de su plancha una lengüeta del mismo metal, a n cha de unos seis milímetros, y que se asegura con clavos á la tablita de madera que lo sostiene todo. Todavía no se sabe esplicar de modo que satisfaga el como obra físicamente esta lengüeta. Pero lie aqui otra circunstancia 110 menos misteriosa: si se quiere que la imagen produzca el mayor efecto posible en la posicion ordinaria de los cuadros,, (ó sea en posicion vertical; es precisopresentarla planchaá la corriente ascendiente delosvapores mercuriales inclinada en ángulo de cuarenta ycinco grados. Y si esta plancha se hallase en posicion borizontalen el momento de la precipitación del mercurio, en el acto dernacimiento d e la imagen, entonces seria menester mirarla por un ángulo de cuarenta y cinco grados, para que pudiese producir el mayor efecto posible. Al querer esplicar el singular procedimiento del señor Daguerre, la primera idea que se ocurre á la imaginación, es que la luz en la cámara oscura promueve la evaporación del iodo en todos los puntos, del b a ñ j de la capa dorada y el metal queda allí á descubierto: durante la segunda operacion, el vapor mercurial obra libremente sobre las partes descubiertas, y produce en ellas una amalgama de color blanco mate, y el lavado por el hiposulíitotiene dos objetos, químico el uno, esto es, q u i tar las partes del iodo cuyo desprendimiento no ha podido producir la luz; y artístico el otro, á saber , poner á descubierto las partes reflejantes que han de constituir las tintas negras. Pero ¿cómo se podrán esplicar con semejante teoría ese sin numero de medias tintas que con una degradación tan maravillosa presentan los d i seños del señor Daguerre? Un solo hecho probará por otra parte que n o son tan sencillos estos fenómenos. Al cubrirse la plancha chapeada de la capa de iodo de color amarillo de o r o , no por esto aumenta sensiblemente de peso; pero al contrario, el aumento es muy sensible bajo la influencia del vapor mercurial. Ahora bien, el señor Polouze selia cerciorado, de que despues del lavado con el hiposulfito, sin embargo d e q u e d a r e n la superficie de la plancha un poco de amalgama, pesa esta menos que antes de empezar la operacion. Luego es claro, que el hiposulíito se lleva plata,- y en efecto, el examen químico del liquido demuestra que realmente asi sucede. Para dar razón de los efectos de luz que presentan los diseños del señor Daguerre, parecia suficiente según aquel físico, admitir que la hoja de plata se cubre mientras la acción del vapor mercurial, d e globuli(1) El milímetro equivale á muy poco mas de medía línea del pie de Burgos. ( N. del T )


grandiosos m o n u m e n t o s de T e b a s , de Memfis y del K a r nak e t c . , m i e n t r a s q u e solo un h o m b r e podria con el D a g u e r r o t i p o llevar á cabo t a n i n m e n s o t r a b a j o . P r o v é a s e al i n s t i t u t o de E g i p t o de dos ó t r e s aparatos del señor D a g u e r r e , y en m u c h a s de las l á m i n a s de la g r a n d e o b r a , f r u t o de nuestra i n m o r t a l e s p e d i c i o n , se echará de ver c u a n tas y c u a n e s t e n s a s superficies de geroglíficos r e a l e s v e n drán á s u s t i t u i r s e á o t r o s geroglificos ficticios ó de pura c o n v e n c i ó n : los diseños a v e n t a j a r a n d o n d e q u i e r a por su e x a c t i t n d , por la imitación de colores l o c a l e s , á las o b r a s de los mas diestros p i n t o r e s ; y como las i m á g e n e s fotográficas e s t á n s u j e t a s en su formacion á ¡as reglas de la g e o m e t r í a , de ahí es q u e se podrá t a m b i é n con el ausilio de c o r t o n ú m e r o de d a t o s , llegar á conocer las d i m e n s i o nes exactas de los p u n t o s m a s elevados é inaccesibles de los edificios. E s t o s r e c u e r d o s , r e s p e c t o de los c u a l e s se e q u i v o c a rían m u c h í s i m o los sabios y los. a r t i s t a s t a n celosos c o m o c é l e b r e s , adictos al e g é r c i t o de O r i e n t e , si creyesen e n c o n t r a r en ellos ni aun la mas leve sombra de u n a r e c o n v e n c i ó n , l l a m a r á n sin d u d a la a t e n c i ó n g e n e r a l hacia los t r a bajos q u e se e j e c u t a n hoy dia b a j o la inspección i n m e d i a ta de la comision de los m o n u m e n t o s históricos. C u a l q u i e ra e c h a r á de ver desde el p r i m e r g o l p e , el i n m e n s o papel q u e están d e s t i n a d o s á r e p r e s e n t a r los p r o c e d i m i e n t o s fo-

lios d e a m a l g a m a , y q u e estos globulillos, m u y a p r o x i m a d o s en los c l a ros, d i s m i n u y e n g r a d u a l m e n t e en n ú m e r o en las m e d i a s t i n t a s , h a s t a las tintas n e g r a s , en que no d e b e q u e d a r n i n g u n o . E s t a c o n j e t u r a lia sido c o m p r o b a d a . E l Sr. Dumas h a reconocido con el microscòpio, que los claros y las medias t i n t a s están r e a l m e n t e f o r m a d o s por globulillos, c u y o d i á m e t r o le lia parecido igualmente q u e al señor Adolfo B r o n g n i a r t , ser de un o c h o - c e n t é s i m o d e m i l í m e t r o con b a s t a n t e r e g u l a r i d a d ' P e r o , ¿ á q u é viene entonces la necesidad d e d a r á la p l a n c h a al m o m e n t o d e la precipitación del vapor mercurial, u n a i n clinación d e c u a r e n t a y cinco g r a d o s ? Suponiéndola indispensable con el señor D a g u e r r e , ¿ n o parecería indicar la tal inclinación, que intervienen asi mismo a g u j a s ó filamentos cristalinos que se c u a j e n , se solidifiquen y se a g r u p e n siempre v e r t i c a l m e n t e en un liquido perfecto ó en un armilíq u i d o , y que t o m e n d e esta m a n e r a r c l a l i v a m e n t e á la plancha u n a p o sición q u e d e p e n d e d e la q u e se h a y a d a d o á e s t a ? Q u i i á s se h a b r á n sacado a u n á m i l l a r e s los bellos diseños del D a g u e r r o t i p o a n t e s que su m o d o d e o b r a r llegue á analizarse c o m p l e t a m e n t e .


tográficos e n esta grandiosa e m p r e s a nacional; y c n a l q u i e r a se p e n e t r a r á f á c i l m e n t e a d e m a s de q u e los n u e v o s proc e d i m i e n t o s se d i s t i n g u i r á n por la economia ; especie de m é r i t o , q u e por decirlo de p a s o , r a r a s veces se c o m b i n a e n las a r t e s con la perfección de los productos. Si q u e r e m o s saber en fin, si el a r t e considerado en sí m i s m o puede esperar a l g u n o s progresos del e x á m e n y e s t u d i o de estas i m á g e n e s , dibujadas por lo mas sutil y por lo m a s delicado q u e o f r e c e la n a t u r a l e z a , esto es , por los rayos l u m i n o s o s , el señor P a b l o D e l a r o c h e satisfará n ú e s , t r a curiosidad. E s t e c é l e b r e p i n t o r declara en u n a n o t a , q u e ha r e dactado á petición n u e s t r a , q u e los p r o c e d i m i e n t o s del s e ñ o r D a g u e r r e « l l e v a n á t a n alto g r a d o la perfección de «ciertas condiciones esenciales del a r t e , que llegarán á ser « u n o b j e t o de observaciones y de estudios a u n para los « m a s diestros p i n t o r e s . Lo q u e a d m i r a mas en los diseños «fotográficos, es q u e el acabado m a s precioso q u e c u a n t o « p u e d a i m a g i n a r s e , n o a l t e r a en lo mas m i n i m o la t r a n q u i l i d a d de las masas, ni p e r j u d i c a en m a n e r a a l g u n a al «efecto g e a i e r a l . . . L a corrección de las lineas ( d i c e e n o t r o « l u g a r el señor D e l a r o c h e ) la r e g u l a r i d a d de las f o r m a s , son «en los diseños del señor D a g u e r r e t a n completos c o m o « p u e d e n serlo, y se reconoce en ellos á un t i e m p o m i s m o «un modelo dilatado y e n é r g i c o , y un c o n j u n t o t a n rico p o r «el estilo corno por el e f e c t o . . . El p i n t o r hallará en e s t e « p r o c e d i m i e n t o un medio p r o n t o de hacer colecciones de «estudios, q u e de otra m a n e r a no podria adquirir sino con « m u c h o t i e m p o y t r a b a j o y a u n asi con m u c h a m e n o s « p e r f e c c i ó n , por mas t a l e n t o q u e t u v i e s e . . . » Por ú l t i m o , despues de h a b e r combatido con escelentes a r g u m e n t o s las o p i n i o n e s de los q u e se han figurado q u e la fotografía habia d e p e r j u d i c a r á n u e s t r o s a r t i s t a s , y sobre todo á n u e s t r o s h á b i l e s g r a b a d o r e s , el señor D e l a r o c h e t e r m i n a su n o t a con esta reflexión. « E n s u m a , el a d m i r a b l e d e s c u b r i m i e n t o «del s e ñ o r D a g u e r r e es un i n m e n s o servicio hecho á las «artes.» N o s o t r o s por n u e s t r a p a r t e no t e n d r e m o s por c i e r t o la debilidad de q u e r e r a ñ a d i r un ápice á t e s t i m o n i o s e m e j a n t e .


— 25 — Se t e n d r á p r e s e n t e sin duda q u e e n t r e las c u e s t i o n e s q u e nos p r o p u s i m o s al p r i n c i p i o de e s t e i n f o r m e , se e n c u e n t r a la de s a b e r si los m é t o d o s fotográficos podran llegar á hacerse usuales. S i n divulgar lo q u e es y debe p e r m a n e c e r secreto hasta la a d o p c i o n , hasta la p r o m u l g a c i ó n de la 1ey_, p o d e m o s d e c i r , q u e los cuadros sobre los cuales e n g e n d r a la luz los a d m i r a b l e s diseños del señor D a g u e r r e , son tablas c h a p e a das , es d e c i r , planchas de c o b r e vestidas de una delgada h o j a d e plata. P r e f e r i b l e h a b r i a s i d o , no hay d u d a , p a r a la comodidad de los viageros, i g u a l m e n t e q u e bajo el r e s pecto e c o n ó m i c o , el h a b e r podido servirse de papel; y en e f e c t o , el papel i m p r e g n a d o de c l o r u r o ó de n i t r a t o de p l a t a f u e la p r i m e r a sustancia qUe escogió el s e ñ o r D a g u e r r e . P e r o la falta de sensibilidad, la confusion de las i m á g e n e s , la poca seguridad de los resultados, los a c c i d e n t e s q u e ocurrían con f r e c u e n c i a , d u r a n t e la operacion d e s t i n a d a á t r a n s f o r m a r los claros en oscuros y los oscuros en c l a r o s , n o pudieron m e n o s de d e s a n i m a r á t a n h á b i l a r t i s t a : asi q u e , si h u b i e s e persistido en seguir este p r i m e r c a m i n o , s u s diseños fotográficos figurarían quizás en las coleccion e s , á titulo de productos de un e s p e r i m e n t o curioso de f í s i c a ; pero á buen seguro q u e la c á m a r a n o t e n d r í a q u e ocuparse de ellos. Por lo d e m á s , si t r e s ó c u a t r o f r a n c o s q u e podrá costar cada una de las p l a n c h a s q u e e m p l e a el señor D a g u e r r e , pareciesen tal vez crecido p r e c i o , j u s t o es decir t a m b i é n q u e u n a m i s m a plancha es s u s c e p t i b l e de recibir s u c e s i v a m e n t e hasta cien diseños d i f e r e n t e s . L a v e n t a j a i n a u d i t a del m é t o d o actual del señor D a g u e r r e d e p e n d e en p a r t e de q u e el a u t o r t r a b a j a sobre « n a capa de m a t e r i a de e s t r e m a d a d e l g a d e z , sobre u n a v e r d a d e r a película. E s i n ú t i l , p u e s , q u e nos d e t e n g a m o s e n el precio d e los i n g r e d i e n t e s de q u e se c o m p o n e ; pues el p r e c i o en v e r d a d , seria imposible de v a l u a r s e , en r a z ó n de su p e queñez. Solo u n o de los m i e m b r o s de la comision ha visto o p e r a r al a r t i s t a , y ha o p e r a d o él m i s m o . S o l o , p u e s , b a j o la responsabilidad personal de este d i p u t a d o , p o d r e m o s h a G


26

Llar /> la C á m a r a del B a g u e r r e o t i p o , considerado bajo el aspecto de la comodidad. E l D a g u e r r e o t í p o 110 exige ni una sola manipulación que no esté al alcance de c u a l q u i e r a ; no supone n i n g ú n c o n o c i m i e n t o de d i b u j o , ni exige ninguna destreza m a n u a l : por manera q u e ateniéndose p u n t o por punto á la observancia de ciertas prescripciones m u y sencillas y en m u y corto n u m e r o , nadie habrá q u e no pueda salir con su e m presa, con t a n t a seguridad y tan bien como el mismo s e ñor B a g u e r r e . L a prontitud de este m é t o d o es acaso lo q u e mas ha pasmado al p ú b l i c o : pues q u e r e a l m e n t e apenas se n e c e sitan de diez á doce m i n u t o s en los dias sombríos del i n v i e r n o , para t o m a r la vista de un m o n u m e n t o , de un barr i o , de una ciudad ó de un punto cualquiera. C u a n d o el v e r a n o y con un sol bien claro, este t i e m p o puede reducirse á la m i t a d . E n los climas meridionales es casi seguro que bastarán dos ó tres minutos- Pero t é n g a s e e n t e n d i d o q u e estos diez ó doce minutos de i n v i e r n o , estos cinco ó seis de v e r a n o , estos dos ó tres de las r e g i o n e s m e r i d i o n a l e s , espresan tan solo el t i e m p o , d u r a n t e e l cual debe la plancha r e c i b i r la i m a g e n l e n t i c u l a r . D e s p u e s e s m e n e s t e r añadir el t i e m p o de desliar y disponer la cámara o s c u r a ; el de preparar la p l a n c h a , y el que dura la pequeña operacion de hacer insensible á la acción de la luz el c u a d r o , u n a v e z creado : operaciones, que todas j u n t a s podrán l l e g a r á t r e i u ta minutos ó á tres cuartos de hora. Claro e s t á , pues, q u e se hacían, ilusión las q u e paco hace creían poder aprovechar los m o m e n t o s en q u e la diligencia subiría despacio una c u e s t a , para tomar vistas del país: ni se lian engañado m e n o s aquellos que a d m i r a n d o los curiosos resultados obtenidos por el traslado de páginas y de estampas de las obras mas a n t i g u a s , han soñado en la reproducción y m u l t i p l i c a ción de los diseños fotográficos por traslados litografieos ( 1 ) . N o s o l a m e n t e en e l m u n d o moral hay defectos i n -

(1) 1,0 que este sabio creia un sueño cuantío dió su informe á la C á m a r a , no es quizás tan imposible como á primera vista parece Dallo una el primer impulso á esle portentoso descubrimiento , ¿quién es capaz


herentes ú cualidades individuales; sino que este principio e n c u e n t r a a s i m i s m o f r e c u e n t e a p l i c a c i ó n e n las a r t e s . A la p e r f e c c i ó n del l u s t r e y á la i n c a l c u l a b l e d e l g a d e z de la c a pa s o b r e la cual o p e r a el s e ñ o r D a g u e r r e , , e s á lo q u e se d e b e a q u e l l a s u a v i d a d , a q u e l viso a t e r c i o p e l a d o , y a q u e l l a a r m o n i a de los d i s e ñ o s f o t o g r á f i c o s : en c u a n t o se f r o t a s e n s e m e j a n t e ) d i s e ñ o s ; en c u a n t o se les a p l i c a s e el r o d i l l o ; e n

d ' e c t l c n l i r hasta qué punto de perfección podrá llevarse, y hasta d ó n d e se e s t e n d e r a i ! y se m u l t i p l i c a r á n sus a p l i c a c i o n e s ? Si se h a fijado la l u í , u n a s u s t a n c i a t a n s u t i l , t a n f u g a z , t a n i n c o e r c i b l e c o m o la luz , q u e a u n se d u d a c n l r e los físicos m a s e m i n e n t e s si es u n a v e r d a d e r a m a t e r i a , ó u n m o v i m i e n t o , u n a s i m p l e v i b r a c i ó n , c o m o el s o n i d o \ si se la lia o b l i g a d o á c o m b i n a r s e con u n a s u s t a n c i a m a t e r i a l e n p r o p o r c i o n e s d i f e r e n t e s y d e t e r m i n a d a s , ó <i se i j u i e r e , á m o d i f i c a r esta s u s t a n c i a s e g ú n los v a r i a d o s tip o s d e los o b j e t o s n a t u r a l e s , c u y a i m a g e n se q u i e r e s a c a r ; si se h a l o g r a d o e n fin p o r el a d m i r a b l e a r t e d e D a g u e r r e , d i b u j a r s o b r e u n a p l a n c h a , f i j a n d o el d i s e ñ o ; las i m á g e n e s d e los o b j e t o s visibles, t a l e s c o m o se p i n t a n e n el o j o d e u n a m a n e r a p a s a g e r a y f u g a z , p e r o p o r u n a r t i f i c i o s e m e j a n . t e , <; q u i é n p o d r á y a e n lo s u c e s i v o p o n e r l i m i t e s á la p o s i b i l i d a d d e las c o s a s , p o r m u y diliciles, p o r m u y i m p o s i b l e s q u e p a r e z c a n á p r i m e r a v i s t a ? N o h a y d u d a n u e si h u b i e s e q u e f r o t a r estos d i s e ñ o s ; si f u e s e p r e c i s o d a r l e s c o n el r o d i l l o p a r a t r a s l a d a r l o s p o r m e d i o d e la l i t o g r a f i a , se d e s t r u i r í a n sin r e m e d i o ; t a m b i é n es c i e r t o q u e si t a l e s c o m o s a l e n d e l i n f l u j o d e la iuz y d e l m e r c u r i o , se s u j e t a s e n e s t o s d i s e ñ o s á la a c c i ó n ele la p r e n sa ó d e l c i l i n d r o , se d e s v a n e c e r í a n e n p o c o s i n s t a n t e s , c o m o el leve a l i e n t o q u e e m p a ñ a la b r i l l a n t e z d e u n e s p e j o ; p e r o si se e n c u e n t r a u n a s u s t a n c i a p u l v e r u l e n t a l í q u i d a ó g a s e o s a , q u e u n i é n d o s e á la m a t e r i a q u e c o n s t i t u y e la a m a l g a m a y d i b u j a las i m á g e n e s , o b r e s o b r e ella y s o b r e e l m e t a l c o m o un m o r d i e n t e , la d é la c o n s i s t e n c i a n e c e s a r i a , y la h a g a s u s c e p t i b l e d e r e c i b i r u n a t i n t a q u e p u e d a t r a n s m i t i r s e al p a p e l p o r m e d i o d e la p r e n s a , ¿ q u i e n d u d a q u e p o d r á n e n t o n c e s t r a s l a d a r s e estos diseños c o m o los d e l g r a b a d o y d e la l i t o g r a f i a ? E s t a h i p ó t e s i s se h a r e a l i z a d o y a : e l d o c t o r D o n n é , m é d i c o d e P a r i s , bien c o n o c i d o p o r sus t r a b a j o s m i c r o s c ó picos, h a p r e s e n t a d o á la A c a d e m i a d e las c i e n c i a s d e l I n s t i t u t o d e F r a n cia a l g u n a s l á m i n a s en p a p e l , d o s ó t r e s d e las c u a l e s h a n s a l i d o b a s t a n t e p e r f e c t a s y b i e n a c a b a d a s , o b t e n i d a s e s t a m p a n d o los d i s e ñ o s d e l D a g u e r r o t i p o . E s t o s t r a s l a d o s son t a l e s , c o n ser tos p r i m e r o s , q u e p e i m i t e n esperar con m u c h o f u n d a m e n t o , que llegarán á obtenerse tan delicados y t a n p e r f e c t o s c o m o las l á m i n a s g r a b a d a s al a g u a f u e r t e . L o s m e d i o s q u e lia e m p l e a d o el d o c t o r D o n n é p a r a d a r c o n s i s t e n c i a á los d i s e ñ o s f o t o g r á ficos, y t r a s l a d a r l o s al p a p e l p o r la a c c i ó n d e la p r e n s a , son t o d a v í a u n sec r e t o , q u e n o es p r o b a b l e r e v e l e , h a s t a t a n t o q u e o b t e n g a tic él las v e n t a j a s q u e sin d u d a se h a b r á p r o p u e s t o . E n t r e t a n t o es d e c r e e r q u e e s t o s m e d i o s o b r e n s e g ú n el m e c a n i s m o q u e h e i n d i c a d o p o c o h a c e . Y c o m o q u i e r a q u e sea , s e v e y a d e s d e l u e g o q u e lo q u e el s e ñ o r A r a g o j u z g a b a t o d a v í a u n s u e ñ o e n 3 d e j n l i o d e l p r e s e n t e a ñ o , h a a d q u i r i d o y a en el c o r t í s i m o e s p a c i o d e (los m e s e s y m e d i o , u n a r e a l i d a d i n c o n t e s t a b l e : t a l e s son los p r o g r e s o s d e l D a g u e r r e o t i p o , - t a l la r a p i d e z c o n q u e c o r r e á su p e r f e c c i o n el m e t o d o f o t o g r á f i c o d e D;>guerre. E s t e m é t o d o p r o m e t e c i e r t a m e n t e m a r c h a r c o n u n a v e l o c i d a d c o m p a r a b l e à la d e l r a y o sutil q u e e l liabil a r t i s t a lia s a b i d o s u j e t a r á su a r b i t r i o .

[Nota del T.)


— 28 — c u a n t o s e s u j e t a s e n á la a c c i ó n d e la p r e n s a ó d e l c i l i n d r o , s e d e s t r u i r í a n s i n r e m e d i o . P e r o ¿á q u i e n s e le h a j a m a s por la

imaginación

estirar f u e r t e m e n t e

pasado

una

cinta

d e e n c a g e , ó ir á a c e p i l l a r l a s a l a s d e u n a m a r i p o s a ? ( * ) El académico que conoce

ya

algunos meses hace

preparaciones en q u e nacen los h e r m o s o s diseños dos á nuestro e x a m e n

}

las

someti-

n o se ha c r e i d o e n m a n e r a a l g u n a

autorizado todavia á sacar partido del secreto que debía á la h o n r o s a c o n f i a n z a d e l s e ñ o r D a g u e r r e ; y ha j u z g a d o q u e a n t e s de e n t r a r en el dilatado c a m p o de

investigaciones,

q u e l o s procedimientos fotográficos acaban

d e abrir para

(*) Persuadido de que la necesidad de preservar de todo contacto lo« diseños obtenidos por medio del Daguerreotipo debía ser un grave obsta.-, culo á la propagación de este método , deseaba yo con ansia durante la discusión de las Cámaras poder esperimentar cpie efectos produciría la aplicación de u a barniz sobre estos diseños: y como veia al señor Daguerr e poco dispuesto á adoptar cualquiera modificación que pudiese p e r j u dicar ni en lo mas mínimo las propiedades artísticas de sus producciones, dirigí mi petición al señor Dumas. Este célebre químico ha descubierto que los diseños producidos por el Daguerreotipo pueden barnizarse eu efecto; para lo cuaLno hay sino verter encima de la plancha metálica una disolución hirviente de una parte de desterina (1) en. cinco partes de agua. Si se observa que este barniz no alterase con el tiempo las composiciones mercuriales de que se forma la imagen, se habra resuelto un importante problema: porque en efecto desapareciendo el barniz cuando se sumerge la plancha dentro de agua hirviendo , cualquiera será dueño de reponer las cosas en el estado que quiere el señor Daguerre , sin correr por otra p a r t e el riesgo de echar á perder sus colecciones d u r a n t e su viage. ) La deste-ina es una sustancia que se estrae del almidón por la nación de la diástasis, que es una. materia particular, que se obtiene de v a rios granos cereales, de varios tubérculos, de varias yemas vegetales, pero principalmente de la cebada en estado de germinación. La desterina es sólida, blanca, insípida, inodora y trasparente, cuando se presenta e» forma de laminitas delgadas:, entonses se rompe con facilidad, y su fractura es vidriosa;, pero puede presentarse también en f o r ma pulverulenta, y tiene la singular propiedad de desviar fuertemente hacia la derecha cualquiera rayo de lux poralizado ; circunstancia que le ha valido el nombre de desterina. Esta sustancia se emplea muy comunmente en las artes , y en la medif cina; es la que da el gusto mucilaginoso á las cervezas; sirve para la e l a boración del pan; para la de varios licores; para hacer varios jarabes m e dicinales; para engomar los colores; para preparar los lienzos de los p i n tores; parA espesar los mordientes; para hacer fieltros etc., y es muy b a rata, como que cuesta en Francia, en donde se hace de elia un gran consumo, á lo mas sobre 2S;céntimos, es decir, cinco sueldos, ó la cuarta pacte de un franco el kilogramo,., qjie equivale poco mas ó menos, á dos libras francesas. (JS[ota delT.)


los físicos, era propio de su delicadeza esperar á q u e u n a r e c o m p e n s a n a c i o n a l h u b i e s e p u e s t o los mismos medios de investigación al a l c a n c e de todos y c u a l e s q u i e r a observador e s . D e ahí es q u e al h a b l a r de la utilidad científica de la invención de n u e s t r o c o m p a t r i o t a , nos v e r e m o s casi en la precisión de proceder por via de c o n g e t u r a : pero á b i e n , que los hechos son claros y palpables., y poco podremos tem e r q u e venga el p o r v e n i r á d e s m e n t i r n o s . L a p r e p a r a c i ó n en q u e o p e r a el s e ñ o r D a g u e r r e es un reactivo m u c h o mas sensible á la acción de la luz, q u e t o dos c u a n t o s se han e m p l e a d o hasta a q u i . N u n c a ios rayos d e la l u n a , no d i g a m o s e n su estado n a t u r a l , pero rri a u n c o n d e n s a d o s en el foco de la l e n t e m a y o r , en el foco del mas a n c h o espejo de r e v e r b e r o h a b í a n p r o d u c i d o e f e c t o alg u n o f í s i c o , p e r c e p t i b l e ; pero par lo c o n t r a r i o las p l a n chas c h a p e a d a s , p r e p a r a d a s por el seííor D a g u e r r e , b l a n quean hasta tal p u n t o , b a j o la influencia de estos mismos r a y o s , y de las operaciones q u e á ella se siguen , de suert e q u e hay motivos de e s p e r a r , q u e podrán h a c e r s e m a p a s fotográficos de n u e s t r o s a t é l i t e ; es d e c i r , q u e se e j e c u t a r á en pocos m i n u t o s u n a de las obras mas l a r g a s , mas m i n u c i o s a s , y m a s delicada* de la a s t r o n o m í a . Pocos progresos ha h e c h o hasta ahora ta f o t o m e t r í a ^ r a m o i m p o r t a n te de las ciencias de observación , y de c á l culo, q u e t r a t a de la intensidad de ta luz. L l e g a el físico á resolver b a s t a n t e bien las i n t e n s i d a d e s c o m p a r a t i v a s de dos luces, cercanas u n a de o t r a , c u a n d o las p e r c i b e s i m u l t á n e a m e n t e ; pero n o hay m a s q u e medios i m p e r f e c t o s d e h a c e r esta c o m p a r a c i ó n , c u a n d o deja de e x i s t i r la condícion de s i m u l t a n e i d a d , , c u a n d o hay q n é o p e r a r sobre una luz visible a c t u a l m e n t e , , y s o b r e o t r a Euz, q u e no será visible hasta q u e la p r i m e r a haya d e s a p a r e c i d o . L a s luces artificiales de comparación,, á las cuales se vé precisado el observador á r e c u r r i r en los casos de q u e acab a m o s de h a b l a r , r a r a s veces son t a n p e r m a n e n t e s y tanfijas como seria de desear; f u e r a de q u e r a r a s veces „ sobre todo c u a n d o se t r a t a de a s t r o s , n u e s t r a s luces artificiales t i e n e n toda la b l a n c u r a necesaria. E s t a es la razón porq u e se e n c u e n t r a n . d i f e r e n c i a s muy n o t a b l e s en üas-resolu-


ciones de las intensidades c o m p a r a t i v a s del sol y de la l u n a , del sol y de las e s t r e l l a s , según las dan d i f e r e n t e s s a bios i g u a l m e n t e hábiles. E s t a es la razón p o r q u e las sub l i m e s c o n s e c u e n c i a s que r e s u l t a n de estas ú l t i m a s c o m p a r a c i o n e s , r e l a t i v a m e n t e al h u m i l d e lugar q u e debe o c u par n u e s t r o SQI e n t r e los millares de millones de soles de q u e está s e m b r a d o el firmamento, todavia se p r e s e n t a n rodeadas de cierta reserva , aun en las obras de los a u t o res menos t í m i d o s . Los reactivos descubiertos por el señor D a g u e r r e a p r e s u r a r á n , no vacilamos en d e c i r l o , les progresos de u n a de las ciencias q u e hacen mas h o n o r al e n t e n d i m i e n t o h u m a n o ^ y con su auxilio podrá el fisico proceder en lo sucesivo por via de i n t e n s i d a d e s absolutas; c o m p a r a r á las luces por sus e f e c t o s : el mismo cuadro le d a r á ^ si lo consid e r a ú t i l , i m p r e s i o n e s de los r a j o s d e s l u m b r a d o r e s del sol, de los rayos t r e s c i e n t a s mil veces mas débiles de la l u n a , de los rayos de las e s t r e l l a s ; impresiones q u e i g u a l a r á , bien sea d e b i l i t a n d o las luces m a s vivas con el ausilio de medios preciosos, f r u t o de r e c i e n t e s d e s c u b r i m i e n t o s , cuj a indicación no es de este l u g a r ; bien sea no d e j a n d o o b r a r los rayos mas b r i l l a n t e » , sino por e g e m p l o , d u r a n t e un s e g u n d o , y p r o l o n g a n d o según convenga la acción de los otros hasta media hora. Por lo d e m á s , c u a n d o un o b servador aplica c u a l q u i e r a i n s t r u m e n t o n u e v o al estudio de la nat u r a l e z a , s i e m p r e es poca cosa lo q u e de él espera,, en comparación de la serie de d e s c u b r i m i e n tos q u e s u c e s i v a m e n t e vé o r i g i n a r s e de la aplicación de tal i n s t r u m e n t o : sobre todo no se debe echar en olvido q u e en este g é n e r o , aquello con q u e se debe c o n t a r s e ñ a l a d a m e n t e es con lo i m p r e v i s t o (*_). Si este p e n s a m i e n t o a p a reciese una p a r a d o j a , bastarán a l g u n o s e g e m p l o s para comp r o b a r su e x a c t i t u d . — —

2

( ' ) Hé aqui una aplicación de que será susceptible el Daguerreolipo y qire m e p a r e c e muy digna de interés. L a o b s e r v a r o n ha bcclio ver que el e s p e c t r o solar no es continuo, puesto q u e h a y en él soluciones de c o n t i n u i d a d transversales, rayas e n t e r a m e n t e negra*. Ahora bien; ¿ h a y s e m e j a n t e s soluciones d e c o n t i n u i d a d en los royos oscuros que p a r e c e n p r o d u c i r los efectos fotogénicos ? Y si


Aplican unos muchachos por mera casualidad dos cristales lenticulares de focos diferentes, á los dos estremos de un tubo, y crean asi un instrumento que aumenta los objetos distantes y los representa como si se hubiesen aproximado. Desde luego se apoderan de 61 los observadores, con la única y modesta esperanza de ver algo mejor ciertos astros, conocidos de toda la antigüedad^ pero que hasta entonces no se habían podido estudiar sino imperfectamente. Sin embargo, hé aquí que apenas le encaran hacia el firmamento, cuando descubren millares de nuevos mundos, y penetrando ya en la constitución de los seis planetas de los antiguos, se echa de ver que es análoga á la de nuestra tierra en montañas, cuyas alturas se miden, en atmósferas, cuyos trastornos se siguen, en fenómenos de formacion y de fusión de hielos polares^ semejantes á los de los polos terrestres, y en movimientos de rotacion, parecidos al que produce aquí abajo la intermitencia de los dias y de las noches. Dirigido hácia Saturno el tubo de los niños del anteojero de Midlebour» dibuja allí un fenómeno cuya estrañeza sobrepuja cuanto la imaginación mas ardiente hubiese podido soñar- hablamos de ese anillo, ó si se quiere, ese puente sin machones, cuyo diámetro es de 7 1 , 0 0 0 leguas, sobre 11 0 0 0 de anchura, que rodea en circulo completo el globo del planeta, sin que se aproxime á ningún punto de su periferia mas allá de 9 , 0 0 0 leguas. ¿Hubiera previsto alguien que aplicado el anteojo á la observación de las cuatro lunas de Júpiter, habia de hacer ver en ellas que los rayos luminosos se mueven con una velocidad de So 0 0 0 leguas por segundo j que adaptado á los instrumentos graduados, serviría para demostrar que no hay ninguna Puesto n C m X s l ", ™ S«' « I * « " » lamino«,? á T " ' espectro, „ visible, quedará M ^ í J "M " " « " ^pliücacion; una especie d e Z L t í f i ^ >' <I« de .» oponer. Se hará talla en fine «e Iri i colocando una lente entre el pr's.na y Ja pan«ea por l e d o d e ^ n / t «Pectro, y « b u f a r á en seguida / a % , negras en l málen f i ® ° ' " " " ' que ocupan las raya, def espectro S r J o ' ' " « * »« íayas también negra. á

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— 32 — «strella, cuya luz llegue á nosotros en menos de tres años; y por último , que prosiguiendo con su ayuda en ciertas observaciones y ciertas analogías, se habia de llegar hasta el punto de concluir con una probabilidad fuera de toto t é r m i n o , que el r a y o , por medio del cual percibimos ciertas nebulosas, habia salido de ellas muchos millones de años antes, ó en otros términos, que muchos millones de años despues de su completa e s t i n c i o n , serian aun visibles desde la tierra las indicadas nebulosas, por razón de la propagación sucesiva de la luz? El anteojo de los objetos cercanos, esto es, el microscopio , prestaria materia á reflexiones de la misma especie : porque la naturaleza no es menos admirable, ni menos variada en su pequenez que en su inmensidad. El microscopio aplicado en un principio á la observación de algunos i n s e c t o s , cuyas formas deseaban amplificar los n a t u r a l i s t a s , con el objeto de representarlas mejor por medio del g r a b a d o , ha descubierto mas adelante è inopin a d a m e n t e , en el aire, en el agua, y en todos los líquidos, esos menudísimos animalillos, esos infusorios, esas estrañas reproducciones, en las cuales puede esperanzarse que se hallarán algún dia los primeros gérmenes de una esplicacion racional de los fenómenos de la vida. El m i croscopio dirigido recientemente sobre pequeños f r a g mentos de diferentes piedras que se cuentan e n t r e las mas d u r a s , las mas compactas de que se compone la corteza de nuestro globo, ha hecho patente á la vista asombrada de los observadores, qi*e las tales piedras estuvieron dotados de yida, y que no son otra cosa que una masa f o r mada de millares de millones de animalillos microscópicos soldados entre si. La Cámara recordará que esta digresión tenia por objeto desengañar á aquellos que quisieran sin razón circunscribir las aplicaciones científicas de los procedimientos del señor Daguerre dentro del circulo actualmente prev i s t o , cuya circunferencia habíamos trazado nosotros. Pues bien , los hechos justifican ya nuestras esperanzas. Podríamos aqui estendernos, por e g e m p l o , sobre algunas ideas que se han concebido acerca de los medios rápidos de


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investigación que los topógrafos pueden tomar de la fotografía; pero nos dirigimos á nuestro fin con mas derechura refiriendo una observación singular de que nos hablaba ayer el señor Daguerre : las horas de la mañana, según él, y las de la tarde, á pesar de quesean igualmente distantes del Mediodía, y correspondiendo por lo tanto á elevaciones semejantes del Sol sobre el horizonte, no son sin embargo igualmente favorables £ la producción de las imágenes fotográficas. A s i , en todas las estaciones del año, y en circunstancias atmosféricas, al parecer exactamente semejantes , la imagen se forma algo mas pronto á las siete de la mañana, por egemplo, que á las cinco de la tarde; á las ocho, que á las cuatro; á las nueve que á las tres. Supongamos que se confirme este resultado, y entonces los meteorólogos tendrán que apuntar en sus tablas un elemento mas; y las antiguas observaciones del estado del termómetro, del barómetro, del higrómetro, y de la diafanidad del aire, tendrán que agregar un elemento que no señalan aquellos instrumentos: por manera que será preciso tomar en consideración una absorcion particular que no dejará quizas de egercer algún inllujo sobre muchos otros fenómenos, aun sobre aquellos que pertenecen al dominio de la fisiología y de la medicina (*). (O) La observación del señor Daguerre sobre la diferencia comparativa y constante de los efectos de la luz solar , en dos distinta^horas del dia, en que es una misma la elevación del astro sobre el horizonte, es preciso confesar que parfcee deber inducir dificultades de mas de una especie cu las investigaciones fotométricas que se quieran emprender con el Daguerreotipo. Por lo general se vé poca disposición á admitir que dicho instrumento pueda tampoco llegar á servir jamas para hacer retratos. El problema encierra en efecto dos coiulicionesal pai ecer incompatibles. Para que la imagen se forme r á p i d a m e n t e , es decir, en los cuatro ó cinco minutos de inmovilidad que se pueden exigir y esperar de unx persona viva, es menester que el sol le dé de lleno á la cara ; pero la luz viva y directa del sol obligaría á la persona mas impasible á pestañear continuamente y hacer visages, y todo el aspecto habitual de la fisonomía debiera por tanto quedar demudado. Felizmente el señor Daguerre ha encontrado que se pueden hacer pasar los rayos por ciertos cristales azules, sin que dejen de producir en el ioduro de plata de que están cubiertas las planchas, casi la totalidad de les efectos fotogénicos. Interponiendo, pues, uno de estos cristales entre la persona en debida posicion y el sol, se obtendrá de consiguiente una imagen fotogénica, casi tan pronto como si el cristal no estuviera, y sin e m bargo quedando entonces muy amortiguados los rayos que deslumhran, no se dará lugar á yisages, ni á un pestañeo demasiado repetido.


— 34 — Hemos intentado señores, hacer resaltar todo el ínteres qHe ofrece el descubrimiento del señor Daguerre bajo el cuadruplo respecto de la novedad, de la utilidad artística , de la rapidez de ejecución y de los preciosos r e c u r sos que de él sacará la ciencia. Nos hemos esforzado en hacer participar á vds. de la convicción en que estamos bajo de este respecto, porque es fuerte y sincera ; porque lo hemos examinado todo, estudiado todo con el escrúpulo religioso que los votos de la Cámana nos imponian; y porque si hubiéramos podido desconocer la importancia del Daguerreotipo y el lugar que ocupará en el aprecio de los h o m b r e s , se habrían desvanecido todas nuestras dudas al ver el ahinco de las naciones estrangeras en aprovecharse de una fecha e r r ó n e a ; de un hecho dudoso, del mas ligero pretesto, para suscitar cuestiones de anterioridad , con el fin de ver si podian añadir el brillante lloron que formarán siempre los procedimientos fotográficos, á la corona de descubrimientos de que hace gala cada una de ellas. No nos olvidemos de proclamarlo asi: toda discusión sobre este punto ha cesado, no tanto aun á la vista de títulos auténticos é incontestables de anterioridad en que se han apoyado los señores Niepce y D a g u e r r e , cuanto en razón de la perfección increíble á que el señor Daguerre ha conseguido llegar. Ningún trabajo nos costaría el producir aqui si necesario fuese, declaraciones de los hombres mas emin e n t e s de la Inglaterra y de la Alemania, en presencia de las cuales perdería todo su realce cuanto se ha dicho de mas lisongero e n t r e nosotros, tocante al descubrimiento de nuestro compatriota. La Francia ha prohijado este descubrimiento , y desde el primer instante se ha enorgullecido de poder con él dotar liberalmente al mundo entero (*). Asi que nada nos

{*) Se lia p u e s t o la cuestión de s!, ya que se h a n o b t e n i d o con el D a g u e r r e o t i p o las m a s a d m i r a b l e s d e g r a d a c i o n e s d e t i n t a » , se p o d r á llegar con el t i e m p o á hacerles producir los colores, y á sustituir v e r d a d e r a s pint u r a s á la especie d e r r a b a d o s al h u m o , q u e se p r o d u c e n a c t u a l m e n t e . E s t e p r o b l e m a q u e d a r á resuelto el (lia en que se descubra que una sola y misma substancia p u e d a teñirse de rojo por los rayos rojos, d e a m a rillo por los amarillos, d e azul por los aaules etc. E l señor Niepce s e ñ a -


ha sorprendido el sentimiento, que ha escitado casi unánimemente en el público un pasage del relato de los motivos, escrito á consecuencia de una equivocación, y del cual parecía deducirse que la administración habia andado en regateos con el inventor, y que las condiciones pecuniarias del contrato que se propone á la sanción de la Cámara, eran el resultado de una rebaja de precio. Importa, señores, rectificar los hechos. Jamas el miembro de la Cámara á quien el señor Ministro de lo interior habia conferido sus plenos poderes, anduvo en regateos con el s e ñ o r Daguerre. Las conferencias han versado esclusivamente sobre el punto de resolver si la recompensa que el hábil artista ha sabido tan bien merecerse, consistiría en una pensión inscrita, ó en una suma pagada por una sola vez. Desde luego conoció el señor Daguerre., que la estipnlacion de una cantidad alzada habia de dar al contrato entre partes el caracter mezquino de una venta, lo que no sucedía respecto de una pensión. Una pensión es la recompensa que reservan las Cámaras al guerrero, que ha sido mutilado en los campos de batalla, al magistrado que ha encanecido en su silla; con una pensión honran á las familias de Cuvier, de Jussieu, de Champollion. Recuerdos semejantes no podian menos de hacer impresión en el elevado caracter del señor Daguerre, y se decidió á pedir una pensión. Por lo demás, en conformidad con las intenciones del señor Ministro de lo interior, el mismo señor Daguerre fue quien fijó la suma de dicha pensión á 8,000 francos repartideros entre é! y el señor Niepce menor. La parte del señor Daguerre se ha aumentado despues hasta 6,000 francos, ya sea con motivo de la condición especial que se ha impuesto á este artista, de dar á conocer los procedimientos de pintura y de iluminación de los cuadros del Diorama, reducidos actualmente á ceni-

laba ya efectos de esta naturaleza, en que á mi entender hacia algún papel el fenómeno de los anillos de colores. Quizás sucedía lo mismo con el rojo y violado, que Seebeck obtenía simultáneamente sobre el cloruro de plata en las estremidades opuestas del espectro solar. El señor Quetelet acaba de comunicarme una carta en que sir John Herschel anuncia que deipues de espuesto su papel sensible i un espectro solar mu/ m>o,pre-


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zas, ( i ) , y ya sea sobre todo, en razón de la obligación que se ha impuesto de dar al público todas las mejoras, con que pudiera enriquecer todavia sus métodos fotográficos. A nadie ciertamente parecerá dudosa la importancia de semejante obligación, cuando Layamos dicho por e g e m p l o , que no falta mas que un pequeñísimo adelanto para que llegue el señor Daguerre á hacer retratos de personas vivas, por medio de sus procedimientos ( 2 j ; y por lo que hace á nosotros, lejos de temer que el señor Daguerre des'nta todos los colores prismáticos, menos el rojo. En vista do estos hechos, seria por cierto aventurado afirmar que no se haya de lograr j imas que se reproduzcan los colores naturales de los objetos en las imágenes fotogénicas. Habiendo descubierto el señor Daguerre mientras sus primeros esperimentos sobre la fosforescencia, ciertos polvos que despedían un resplandor rojo despues de haberles bañado la luz roja, otras á los cuales la luz azul comunicaba una fosforescencia azul, y otros que en iguales circunstancias fe volvían luminosos en verde por la acción de la luz verde; mezcló aquellos polvos mecánicamente, y obtuvo asi una sola composición, que se volvía roja á la luz roj;i, verde á la verde, y azul á lo azul. ¿Quien sabe si por e.'te mismo artificio y mezclando varias resinas, se llegará á componer un barniz en que cada luz imprima su color, no ya fosfórica sino f o togénicamente ? (1) Esta bellísima obra del señor Daguerre, que era la admiración de la Francia y de los estrangeros, pereció enteramente por un incendio ocurrido algunos meses ha. (N. del T.) (2) La dificultad de sacar retratos de personas vivas por medio del Daguerreotipo, depende principalmente de dos circunstancias: de la inmovilidad absoluta que se requiere en la persona que se retrata , y de la fuerza de luz en que debe ésta permanecer bañada , para que se haga la ope ración con mas ó menos prontitud. La primera condicion es indispensable, para qne el retrato salga con toda perfección, y tenga en todas sus partes la limpieza de contornos, y la exactitud, la delicadeza, y la degradación en el claro y oscuro necesarias. Cualquiera alteración un poco prolongada, ó repetida, en la inmovilidad del sugeto, disminuye, y aun puede llegar á destruir del todo la belleza del retrato; desfigura los contornos, confunde las sombras, empaña los claros, y puede hacer perder hasta la semejanza. Pero esta inmovilidad es harto difícil de guardar por mucho tiempo, y exige una voluntad firme, y nna atención continuada, á no ser que el sugeto esté dormido, ó absorto en la meditación. Asi es, que los primeros retratos que se han obtenido representan sugetos ocupados en la lectura , ó en la actitud de dormir. La segunda condicion es susceptible de varias modificaciones ; porque se puede emplear UDa luz mas ó menos débil, ó una luz medianamente fuerte, pero difusa, y no tomada directamente del sol, ó bien interponer los cristales azules de que habla el señor Arago, entre los rayos solares y la cara ; en cuyo caso parece que la luz solar directa ha de obrar de un modo análogo á la luz difusa , á lo menos si hemos de juzgar por el efecto que producen en la vista de los anteojos azules de conservación. En todos estos casos se deberá prolongar la inmovilidad y la operacion por mas tiempo que si el sol bajaase de frente y de lleno las facciones de la persona.


jase á otros esperimentadores el cuidado do acrecentar sns actuales resultados, habíamos tratado antes bien de reprimir un tanto su ardor. Y aun este era, lo confesamos francamente, el motivo que nos hacia desear se declarase, que la pensión ni podia secuestrarse., ni cederse; pero nos h e mos convencido de que semejante enmienda seria supèrflua, vistas las disposiciones de la ley del 2 2 floreal año V I I , y del acuerdo del 7 thermidor año X . La c o m i s i o n , pues, por unanimidad de votos, cree no deber proponer á ia Cámara otra c o s a , sino que apruebe pura y simplemente el proyecto de ley del gobierno.

Pero sea lo que fuere de estas consideraciones , ello es que la cuestión que el sabio académico anunciaba i la Cámara como todavía problemática, se ha resuelto ya completamente después. Se han sacado por este miítoc'lo varios retratos de persónas vivas, de los cuales he visto algunos de u n p a r e c i d o , de una limpieza , de una suavidad inimitable. Los hay de v a r i a s dimensiones, y he visto uuo, cuya cara no llegaba á tener el diámetro de una lenteja. Lo que admira mas en estos retratos, dejando aparte las cualidades referidas, es la actitud, la espresion, que es la naturaleza misma.- y á la verdad no podia ser de otra manera, como que la n a t u ralezaes el pintor. (N. del T.)


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INFORME D a d o en la Ca'mava p o r el s e ñ o r G a y - L u s s a c , e n n o m b r e d e u n a c o misión especial (*) e n c a r g a d a d e l e x a m e n d e l p r o y e c t o d e l e y , r e lativo á la adquisición d e l p r o c e d i m i e n t o d e l s e ñ o r D a g u e r r e , p a r a fijar las i m á g e n e s d e la c á m a r a o s c u r a .

SEÑORES:

Todo cuanto concurre á los progresos de la civilización y al bienestar físico ó moral del hombre, debe ser el objeto constante de la solicitud de un gobierno ilustradoj que se mira en la altura de los destinos que le están confiados; y aquellos que con esfuerzos felices coadyuvan á tan noble t a r e a , deben encontrar honrosas recompensas por sus buenos resultados. D e ahí es que hay ya leyes tutelares sobre la propiedad literaria, asi como sobre la propiedad industrial; leyes que aseguran á los autores beneficios proporcionados á la i m portancia de los servicios que hayan prestado á la sociedad: especie de remuneración tanto mas j u s t a , t a n t o mas h o n r o s a , cuanto que se convierte en una contribución voluntaria, en cambio de servicios h e c h o s , y está esenta de los caprichos del favor.

(*)

Esta comision se componia d e los señores barón A T H A L I N , B E S S O » , marques DE LA P L A C E , vizconde S I M E Ó N , barón T H Í K A R D , y «onde DB NOE. GAY-LUSSAC


— 40 — No o b s t a n t e , s¡ este género de protección es el mas á propósito en la mayor parte de circunstancias, algunas hay en que es impracticable, ó á lo menos insuficiente, y o t r a s , en fin, en que grandes descubrimientos exigen recompensas mas brillantes y mas solemnes. Tal nos parece, señores, el descubrimiento del señor D a g u e r r e ; y tal asi lo ha juzgado también, no solo el gobierno de S. M. , haciéndolo objeto del proyecto de ley sometido en este momento al examen de esta Cámara, sino y también la Cámara de D i p u t a d o s , que autorizó ya este proyecto con su sanción legislativa. El descubrimiento del señor Daguerre le es conocido á esta Cámara por los resultados que se le han puesto á la vista, asi como por el informe dado á la de Diputados por el ilustre sabio., á quien se habia confiado el secreto de aquel. E l Daguerreotipo es el arte de fijar la imágen misma de la cámara obscura sobre una superficie metálica, y de conservarla. Sin embargo (digámoslo desde a h o r a , sin querer deprimir en lo mas mínimo el mérito de este bello descub r i m i e n t o ) la paleta del pintor no es á la verdad muy rica en colores, puesto que el blanco y el negro la componen toda. La imágen con sus colores naturales y variados, b u r lará por largo tiempo, y acaso para s i e m p r e t o d o s los esfuerzos de la sagacidad h u m a n a : pero no tengamos la t e meridad de querer poner á esta límites insuperables, t a n t o menos., cuanto que los felices resultados del señor D a guerre descubren un nuevo orden de posibilidades. Llamados á emitir nuestra opinion sobre la importancia y el porvenir del descubrimiento del señor D a g u e r r e , la hemos fundado sobre la perfección misma de los resultados j sobre el informe del señor Arago á la Cámara de los Diputados, y sobre nuevas comunicaciones que nos han h e c h o , asi este sabio como el señor Daguerre. Nuestra convicción acerca la importancia del nuevo procedimiento, ha llegado á ser completa, y nos tendríamos por dichosos si de ella conociésemos que participára la Cámara. E s cierto que al descubrimiento del señor D a g u e r r e


— 4-1 — debe la fìsica hoy en dia un reactivo esíraordinariamente sensible á las influencias luminosas y un instrumento nuevo, que será para la intensidad de la luz y fenómenos luminosos, lo que es el microscòpio para los pequeños objetos, y quedará margen á nuevas investigaciones y á nuevos descubrimientos. Y a este reactivo ha recibido y m u y distintamente, la impresión de la débil luz de la luna; de suerte que el señor Arago ha concebido la esperanza de que se llegue á obtener un mapa, trazado por el mismo satélite. L a Cámara ha podido convencerse por las pruebas que se le han puesto á la vista, de que los bajos relieves, las qstátuas, los monumentos y en una palabra, la naturaleza muerta,, están reproducidos con una perfección 6 que no se puede llegar por los-procedimientos ordinarios del dibujo y de la pintura ; perleccion igual 'á la de ta naturaleza misma , pues que las impresiones del señor D a g u e r r e , no son otra cosa realmente que su imágen fiel. L a perspectiva de paisages y de cualquier objeto está representada con exactitud matemática , sin que se escape del ojo y del pincel del nuevo p i n t o r , ni el mas ligero accidente, n i el lineamento mas sutil é imperceptible: y como tres ó cuatro minutos bastan para concluir la obra, sigúese de aqui que se podrá levantar un plano de un campo de batalla, con los diversos aspectos que presenta, con una perfección inasequible por cualquiera otro medio. Las artes industriales, para la representación de las formas ; el dibujo , para modelos perfectos de perspectiva y de inteligencia del claro y oscuro; las ciencias natural e s , para el estudio de las especies y de su organización, harán indudablemente numerosas aplicaciones del procedimiento del señor Daguerre. E l problema de aplicarlo para sacar retratos está casi resuelto, y las dificultades que aun quedan que vencer, se han medido ya, y nó pueden dejar la menor duda del feliz éxito. Sin embargo, no debe perderse de vista, que los objetos no están reproducidos con su propio colorido, y que no obrando de úna misma suer8


— 42— t e los diversos rayos laminosos sobre el reactivo del señor D a g u e r r e , es fuerza quede alterada la armonía e n t r e los claros y oscuros en los objetos de colorido. Este es un p u n t o en que se debe hacer alto por ahora, puesto que asi lo exige la misma naturaleza en el nuevo procedimiento. Tales s o n , señores, las adquisiciones aseguradas ya y las esperanzas próximas á realizarse, con respecto al descubrimiento del señor Daguerre. No o b s t a n t e , como se n e cesitaban algunas noticias, tocante á la ejecución del proc e d i m i e n t o , juzgó la comision que de nadie podia o b t e nerlas mas seguras y mas auténticas que de boca del mismo ilustre d i p u t a d o , en quien habian puesto su confianza primero el señor D a g u e r r e , y mas adelante el señor M i nistro de lo interior y la otra Cámara. A invitación del señor Presidente de la comision , se reunió el señor Arago ai seno d e e s t a , y confirmó con nuevas esplicaciones, lo que habia dichoya en su interesante informe. Asi q u e , es positivo que la ejecución del procedimiento de D a g u e r r e n o exigirá sino muy poco tiempo y un gasto insignificante despues de la primera inversión de capital en la compra de los a p a r a t o s , que podrá fijarse en unos 4 0 0 f r a n c o s , poco mas ó m e n o s ; y cualquiera conseguirá infaliblemente el o b j e t o , despues de un corto número de e n sayos ; pues que el mismo señor Arago no bien estuvo iniciado, cuando dió principio por un golpe m a e s t r o , que era de desear hubiésemos podido tener á la v i s t a , p e ro que no se libró de las llamas que consumieron el Diorama. Si se necesitasen todavía nuevas pruebas, podria añadir el relator de esta comision, que el señor D a g u e r r e se ha servido también hacerle depositario del secreto de su proc e d i m i e n t o , y que le ha descrito todas las operaciones de é l ; asi que puede asegurar con conocimiento de causa, que el procedimiento no es dispendioso, y que podrá ser puesto en obra fácilmente por las personas menos versadas en el dibujo, desde el momento en que se ciñan estrictamente á los preceptos que el señor Daguerre se obliga á publicar. E l buen resultado está en su Ínteres y en el de su procedil


m i e n t o , y no puede dudarse que el señor Daguerre pondrá todo su empeño en asegurarlo. E l relator añadirá ademas, que aun cuando no ha repetido por si mismo el procedimiento, como su honorable amigo el señor AragOj por la relación que se le ha hecho, lo considera como de una invención muy difícil, y como que para llegar al grado de perfección hasta donde lo ha llevado el señor Daguerre, habrá debido gastar mucho tiempo, hacer un sin número de ensayos, y sobre todo tener una perseverancia á toda prueba, perseverancia de las que se aumentan al compás de los obstáculos, y que solo es propia de almas fuertes. E n efecto, el procedimiento se compone de operaciones sucesivas, operaciones que al parecer no dependen necesariamente unas de otras, y cuyo resultado no es de ningún modo sensible inmediatamente despues de cada u n a , sino precisamente despues del concurso de todas: y es bien seguro que si el señor Daguerre hubiese querido egecutar solo su procedimiento, ó no hubiese querido confiarlo mas que á pérsonas de toda confianza, no corria el menor riesgo de que se le hubiese descubierto. Se preguntará quizas bajo de este supuesto, y realmente se ha hecho ya esta cuestión, ¿por qué si el procedimiento del señor Daguerre era tan difícil de descubrir, no lo ha beneficiado por si mismo? y ¿por qué á pesar de las leyes sabias que aseguran tanto los intereses de los autores, cuanto los de la fortuna pública, se ha decidido el gobierno á hacer su adquisición, para darlo al público ? Contestaremos á estas dos cuestiones. La principal ventaja del procedimiento del señor Daguerre consiste en obtener la imágen de los objetos con prontitud, pero de un modo muy exacto, ya para guardarla, ya para reproducirla en seguida por medio del grabado ó de la litografía; y por tanto se deja entender fácilmente, que concentrado en las manos de un solo individuo no habria encontrado pábulo suficiente. A l contrario dándole publicidad; este procedimiento en manos del pintor, del arquitecto, del viagero, del na-


taralista j dará lugar á un sin numero de oplicacionés*. Por ú l t i m o , entregado a un solo individuo quedaría largo t i e m po estacionario; se deterioraría quizas: haciéndolo públi•<ío, se engrandecerá ,y se perfeccionará por el concurso de todos. Asi, pues, bajo estos diferentes respectos, era ¡útil q u e •viniese á ser una propiedad pública. Y para que concluyamos; aun bajo otro punto de visita merecía el proyecto del señor Daguerre fijar la a t e n ción del g o b i e r n o , y hacer recaer en su autor una recompensa solemne. Para quien no es insensible á la gloria nacional ; para aquellos que saben que el mayor esplendor de un pueblo sobre los demás, dimana solo del impulso con que hace progresar á.la civilización; para todos e s t o s , sin duda ..el procedimiento del señor Daguerre es un descubrimiento . g r a n d e ; puesto que es el origen-dé un a r t e nuevo en m e dio de una civilización a n t i g u a , que hará época y será conservado como un titulo de gloria. ¿ Y se dejaría pasar á la posteridad acompañado de ingratitud ? Llegue antes bien como un brillante testimonio de la protección que las -Cámaras,.el, gobierno de julio, y el país de por j u n t o , dis.pensan á los grandes descubrimientos. En efecto:, es un acto de munificencia nacional, el que el proyecto de ley en favor del señor Daguerre autoriza. Nosotros 1<? hemos dado nuestro asentimiento unánime ; pero no sin llamar la consideración acerca de cuan grande y cuan honrosa es una recompensa votada por el pais. Y jo hacemos espresamente asi para recordar, no sin s e n t i ^ Q t o , que no siempre la Francia se ha mostrado tan reconoc i d a , y que demasiados trabajos bellos y útiles ha habido, demasiadas obrai del t a l e n t o , que no les han valido á aus .autores sino una gloria las mas veces estéril. No se crea .sin embargo que decimos esto como una acusación que que.remos dirigir, puesto que lo hacemos solo como un error .que es preciso d e p l o r a r , para evitar otros nuevos. Señores : después de haber apreciado en su justo valor ,y en eupnto ha estado de nuestra parte, la importancia del descubrimiento del señor Daguerre, hemos quedado C Q Í I »


— 45 —

vencidos de que es nuevo, lleno de ínteres, rico en porvenir, y por último, que es digno del alto favor de la remuneración nacional que ya le ha sido concedida por la Cámara de los diputados. La comision ha estado unánime en la adopcion pura y sencilla del proyecto, y como á su relator me encarga de proponerla á la Cámara.


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ADVERTENCIA.

Desde 1 8 1 4 se ocupaba el señor IViepce en investigaciones sobre la fijación denlas imágenes de la cámara oscura, pero mas particularmente sobre la copia de grabados, aplicados sobre sustancias sensibles á la luz. El señor Daguerre en 1 8 2 4 hacia también investigaciones sobre la luz, con el único objeto de fijar la imagen de la cámara oscura; porque consideraba la copia de grabados por semejantes procedimientos, como nula y de ningún valor para los efectos del arte. En 1 8 2 9 se asococió el señor Daguerre con el señor Niepce, para perfeccionar el procedimiento de este ultimo. El señor IViepee habia dado á su descubrimiento el nombre de Heliográfia, y habia escrito su descripción, para comunicársela al señor Daguerre y ponerle en estado de perfeccionarlo. El señor Daguerre ha creído conveniente acompañar esta noticia con algunas notas, que encierran las observaciones que hizo al señor Niepce al tiempo de su comunicación ; notas que por ningún título se han es-


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crito con objeto de crítica, sino tan solo con el fin de dar á conocer precisamente el estado de este descubrimiento, que según la descripción de su autor, pudiera parecer que tiene un grado de perfección al que dista mucho de llegar, á pesar de las mejoras que se le lian hecho.


NOTICIA SOBB33

M I S O G B A F I A ,

.

POR J. N. NIEPCE. 4 El descubrimiento que h i c e , y al que he impuesto el nombre de Jleliográfia_, consiste en reproducir espontáneamente , por medio de la acción de la l u z , y con todas las degradaciones de t i n t a s , desde el negro al blanco (*_), las imágenes que se reciben en la cámara oscura. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE ESTE

DESCUBRIMIENTO.

La luz en su estado de composicion y de descomposición, obra químicamente sobre los c u e r p o s , es absorvida se combina con ellos, y lescomumica nuevas propiedades. D e ahi es que aumenta la consistencia natural de algunos, llega hasta solidificarlos, y los hace mas ó menos insolub l e s , según la duración ó la intensidad de su acción. Tal es en pocas palabras el principio del descubrimiento. MATERIA

PRIMERA.—PREPARACION.

La sustancia ó materia primera que yo e m p l e o , la que mas prueba me ha h e c h o , y la que mas inmediatamente concurre á la producción del efecto es el asfalto ó betún de Judea j preparado del modo siguiente.

N O T A S D E L SEÑOR DAGUERRE.

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—50 — Lleno un vaso hasta la mitad de este betún bien pulverizado. Echo encima gota á gota aceite esencial de espliego , hasta t a n t o que ya el betún no absorba mas y que quede bien impregnado del mismo. Añado en seguida suficiente cantidad del referido aceite esencial para que sobrenade cosa de tres lineas sobre la mezcla, que conviene t a par y dejar á un calor suave, hasta que la esencia que se ha a ñ a d i d o , esté saturada de la materia colorante del b e t ú n . Si este barniz no tiene el grado de consistencia neces a r i o , se le deja evaporar en una cápsula al aire libre, preservándolo de la h u m e d a d , que lo altera y acaba por descomponerlo. E s t e inconveniente es de temer , sobre todo en la estación fria y húmeda en que estamos, para los esperimentos que se hacen en la cámara oscura (*). Si se aplica en f r i ó una pequeña porcion de este barniz con un rodillo de piel muy suave, sobre una plancha c h a peada de plata, bien p u l i m e n t a d a , le da á esta el hermoso color que tiene la plata sobredorada, y se estiende en. una capa delgada y muy igual. (**) Se coloca en seguida la plancha sobre un hierro c a l i e n t e , cubierto de algunos dobleces de papel, al que se quita de antemano por este m e dio toda la h u m e d a d , y cuando va el barniz no está peg a j o s o , se retira la plancha , para" dejarla enfriar y acabarla de secar á una temperatura suave, guareciéndola del contacto del aire húmedo. No debo echar en olvido con respecto á e s t o , que semejante precaución es de todo punt o indispensable, señaladamente mientras se aplica el barniz. E n este caso basta para detener y condensar la respir a c i ó n , sostener con la boca una corta varilla, en cuyo est r e m o opuesto esté pegado un disco ligero, por su c e n t r o . Una vez asi preparada la p l a n c h a , puede i n m e d i a t a m e n t e espoaerse á la impresión del fluido l u m i n o s o ; pero aun despues de haber estado sometida á dicha acción t o do el tiempo suficiente para que se haya producido el efce-

(*) Este método se escribió en el mes de diciembre. ( " ) Es imposible estender por semejante medio una capa que tenga bastante igualdad, para poder obtener en, la c í n j a t a oscuxa toda la finura que requieren las modificaciones de 1a luz.


to; nada se percibe realmente ( * ) : por m a n e r a , que si bien existe la impresión , es menester tratar de despejarla, lo que se consigue por medio de un disolvente. DEL

DISOLVENTE.—MODO

DE

PREPARARLO.

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Como este disolvente debe ser á propósito para el réstil* tado que se desea o b t e n e r , difícil es determinar con eíxac-: titud las proporciones de su composicion; pero en i g u a l dad de circunstancias, vale mas que esté demasiado débil que demasiado fuerte (**). E l que yo uso con preferencia se compone de una parte, no en peso> sino en volumen, d e aceite e s e n c i a l de espliego, por diez partes, también ert vol u m e n , de aceite de petróleo blanco, tuya mezcla , que a4 principio se vuelve lechosa, se clarifica perfectamente á los dos ó tres dias. E s t a composicion puede servir muchas veces consecutivas, y no pierde su propiedad disolvente , s h no cuando se aproxima al punto de su saturación; lo cual se conoce en que se vuelve opaca y de color muy-oscuro* en cuyo caso no sirve ya para destilarse, ni volverse á p o ner tan buena como antes. Una vez que la plancha ó lámina barnizada se ha r e tirado de la cámara oscura, se echa en un vaso de hoja de lata de una pulgada de afto¿ y mas largo y ancho que la p l a n c h a , una cantidad de disolvente bastante considerable para poder cubrirla idealmente. Se la sumerge en el liquid o , y mirándola al trasluz bajo cierto ángulo ^ se ve aparecer la impresión y descubrirse poco á poco, -aunque todavía oculta en parte por el aceite qúe¡¡ sobrenada, mas 4 menos saturado de barniz. E n t o n t e s se saca la plawcha, se pone verticalmente, para dejar escurrir bieri el disolVent e , y cuando aquella ya no suelta nada, se procede á la 41 w tima operacion, que no es por cierto lé'líjenos importante.

(*) Si la imagen fuese c o m p l e t a m e n t e imperceptible, no se o b t e n d r í a r e s u l t a d o alguno; es necesario, pues, titíe h a y a u n débil'V-iso' de la 'acción d e la luz, p a r a (pie salga bien la p r u e b a . ( * J ) A m b o s estrémos tienen sus intonvenientes E n el p f l m e r c i s o no, a p a r e c e la iinágen lo b a s t a n t e , y e c el segurtáo se' b o r r a del t o d o .


— 52 — Cioit! iS50;- r:.,; i

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LAVADO.—MODO DE PROCEDER EN E L .

Para esto basta tener un aparato muy sencillo, que consiste en una tabla de cuatro pies de largo y mas ancha que la plancha. Esta tabla se guarnece al instante de dos listones bien u n i d o s q u e levantan dos pulgadas; y se sujeta por su estremidad superior á un apoyo, por medio de charnelas, que permiten inclinarla según convenga, para dar el grado de velocidad necesario al agua que se vierte. La estremidad inferior de la tabla termina en un vaso, destinado á recibir el liquido que cuela. Se coloca la plancha sobre esta tabla inclinada y se impide que se deslice, apoyándola en dos pequeñas grapas, que no han de pasar del grueso de la plancha. Durante la estación actual es menester valerse de agua tibia. El agua no ha de verterse sobre la plancha, sino mas arriba, para que al llegar á ella, corra estendiéndose por toda la superficie, y se lleve las últimas partículas de aceite pegadas al barniz. Entonces queda la impresión despejada, y sumamente limpia en todos los puntos, si la operacion ha sido bien ejecutada, y sobre todo si se ha podidaemplear una cámara oscura perfeccionada APLICACION D E LOS PROCEDIMIENTO?

HELIOGRAFICOS.

C q h i q el barniz que se empla puede aplicarse indiferentennvute sobre p i e d r ^ sobre metal ó sobre vidrio sin alterar en iifida. la innuipulacion, solo me detendré en el mpd<J d<? aplicarlo sobre plata chapeada y sobre cristal, haciendo observar sin embargo , que con respecto al grabado, e n c o b r e , se puede añadir sin inconveniente & la compa-

(*) ,E'sfo no era mas- que hipotético por parte del señor Niepce, y la es. jériénciá ha hec'lio ver que la cámara oscura acromática, si bien da mas pureí^ á.^s imágeijes, no basta aun para hacerlas llegar á ese punto d e limpieza é ^ p p a d a que él »e prometía.


— 53 — sicion del barniz una p e q u e ñ a cantidad d e cera (íisuelta e n el aceite esencial d e e s p l i e g o ( * ) . H a s t a a h o r a , la p l a t a c h a p e a d a m e h a p a r e c i d o l o m e j o r p a r a la r e p r o d u c c i ó n d e las i m á g e n e s , á c a u s a d e s u blancura y d e su estado. L o cierto es q u e deápues del l a v a d o , c o n t a l q u e la i m p r e s i ó n e s t é b i e n s e c a , el r e s u l t a d o q u e se o b t i e n e es y a satisfactorio. Seria sin e m b a r g o d e d e s e a r q u e d a n d o d e n e g r o á la p l a n c h a , s e p u d i e s e n o b t e n e r t o d a s las d e g r a d a c i o n e s d e t i n t a s , d e s d e e l n e g r o al b l a n c o : motivo por el cual m e h e ocupado de este o b j e t o , v a l i é n d o m e p r i m e r o d e l sulfuro de potasa liquido-, p e r o c o m o a t a c a al b a r n i z c u a n d o e s t á c o n c e n t r a d o , y n o h a c e m a s q u e e n r o j e c e r e l m e t a l , si s e l e d i s l u y e e n a g u a , m e h e v i s t o p r e c i s a d o al fin á r e n u n c i a r á é l p o r a m b o s m o t i vos. L a sustancia d e q u e echo mano a c t u a l m e n t e c o n m a s e s p e r a n z a d e u n b u e n r e s u l t a d o , e s el i o d o ( * ' ) ? q u e t i e n e l a p r o p i e d a d d e e v a p o r a r s e á la t e m p e r a t u r a d e l a i r e . P a r a d a r d e n e g r o á La p l a n c h a p o r e s t e p r o c e d i m i e n t o , n o h a y m a s q u e e n d e r e z a r l a , apoyándola contra u n a de las paredes interiores de u n a caja abierta por a r r i b a , y poner alg u n o s granos de iodo en u n a pequeña muesca, abierta á l o l a r g o d e l l a d o o p u e s t o e n e l f o n d o d e la c a j a . E n s e g u i d a se c u b r e d i c h a p l a n c h a c o n u n c r i s t a l , para p o d e r j u z g a r del e f e c t o , q u e se produce mas l e n t a m e n t e , pero c o n m u c h a m a s s e g u r i d a d . E n t o n c e s se puede q u i t a r el b a r n i z p o r m e d i o d e l a l c o o l , y y a 110 q u e d a s e ñ a l a l g u n a d e l a impresión primitiva. C o m o este p r o c e d i m i e n t o es a u n d e l todo rmevo para m i , m e limitaré á esta simple modificación , esperando

( ) Hay q„e trotar qoe e) grabado efe- que Jia&Ja el sefmr Nicpce, se hacia siempre por el contacto de estampa.,, aplicadas sobre la materia sen'V / V l ' ¡ e i* a d l c r a n d e c<"™> <> !-• que habla , hubiera neutralizado el electo de la descomposición del betún en la cámara oscura, á donde la luz no llega sino muy debitada; pero la presencia de esta cera no era obstáculo para aquellas copias de grabados, que esponja por tres ó cuatro n o r " » los rayos dircetos del s&L l , ! : , . w '""y d e l «aso'hacer observar que el .»o- que el señor Nicpce oroñ;,ÍK I ' P a r a d a r í l e ne 8 r ° » sus Planchas, pruíba que ignoraba J, E n P ^ qU f T CSta sustanc ¡ a descomponerse á la L , puesta ea

¿ C rtír ;pucstoque ai couuari°'ia ¡ouicaa^i ui


— 54 —

que la esperiencia me ponga en el caso de recojer acerca d e esto mas circunstanciados pormenores. Dos ensayos de vistas sobre cristal, tomadas por la cámara oscura, me han dado resultados, que si bien defectuosos, me parecen dignos de referirse , porque este género de aplicación es susceptible de perfeccionarse mas fác i l m e n t e , y de llegar á ser en lo sucesivo de particular interés. E n uno de estos ensayos, habiendo obrado la luz con menos intensidad, descubrió el barniz de tal suerte, que dió mucho mejor sentido á la degradación de las t i n t a s ; en términos que la impresión, -vista por transmisiónj r e p r e senta hasta cierto punto, los efectos conocidos del Diorama (*). En el otro ensayo en que al c o n t r a r i o , la acción del fluido luminoso fué mas i n t e n s a , no habiendo sido atacadas por el disolvente las partes mas iluminadas, quedaron transparentes, y la diferencia de las tintas resulta únicamente del grueso relativo de las capas mas ó menos opacas del barniz. Si la impresión se ve por reflexión en un e s p e j o , por el lado barnizado, y bajo cierto á n g u l o , produce mucho e f e c t o ; al paso que vista por transmisión, no presenta mas que una imagen confusa y sin color; pero 4o mas asombroso es que parece afectar los colores locales de ciertos objetos (**). Reflexionando sobre este hecho not a b l e , he creido poder sacar de él deduciones que permitirían referirlo á la teoría de N e w t o n sobre el fenómeno d e los anillos de colores. Para esto bastaría suponer que tal rayo del prisma, el .rayo verde , por e g e m p l o , obrando sobre la sustancia del barniz y combinándose con e l l a , le da el grado de solubilidad necesario para que la capa que de aqui resulta, despues de la doble operacion d e l disolvente y del lavado, refleje el color verde. Por lo

( ' ) El señor Dagucrre no concibe en manera alguna que relación pue da'.haber entre el efecto que indica aqui el señor Niepce , y los cuadro del Diorama. (»>) El señor Daguerre ha observado muchas veces esta coloracion , jamas lia podido ceñsiderarla-como resultado d e j o s rayos colorados en cámara escura.


— 55 — demás, solo á la observación toca comprobar lo que hay de verdadero en esta hipótesis; y la cosa me parece por si misma de bastante interés para promover nuevas investigaciones y dar lugar á un examen mas profundo. OBSERVACIONES. Aunque no pueda haber ciertamente dificultad alguna en el modo de emplear los medios de ejecución que acabo de referir, pudiera suceder no obstante, que el resultado no saliese del todo bien al principio. Creo, pues, que seria del caso operar primero en p e q u e ñ o , copiando estampas á la luz difusa, insiguiendo la preparación bastante sencilla que voy á esponer. Se barniza la estampa solo por el r e v e s , d e m o d o que quede transparente, y cuando está perfectamente seca, se aplica de cara sobre la plancha barnizada por medio de un c r i s t a l , cuya presión se disminuye inclinando la plancha en ángulo de 4 5 grados. Con este artificio, t e n i e n d o dos estampas asi preparadas y cuatro pequeñas planchas d e plata chapeada, se pueden hacer muchos esperimentos al dia, a u n e n tiempo c u b i e r t o , mientras que el local esti'; resguardado del f r i ó , y sobre todo de la humedad., que deteriora, r e p i t o , el barniz hasta tal punto que se despega por capas de la plancha, cuando se sumerge esta e n el disolvente. Esto es lo que no me deja servirme de la cámaro oscura, mientras dura la mala estación. Repitiendo mucho los esperimentos de que acabo de h a b l a r , cualquier a quedará bien pronto perfectamente enterado de todos Los procedimientos de fe manipulación ( * ) . E n cuanto al modo de dar el b a r n i z , no puedo menos de r e c o r d a r , que es menester no usarlo sino en consistencia bastante espesa para formar una capa compacta y tai*

d m ^ t l a S resulti T ' p u e c ! e n l w c e r s e P úr e s t o s ensayosno se pao.(W.nV ? ,'° ¡d»« que se obtienen en la cámara oscura U , efectos de la luz pasando al través de estampa (sobre telo si está b ^ I fizada) puesta en contacto con el cuerpo sensible , dilieren de M 1 promueven la reproducía de la ¡raágeu cala cinara osdua. *


— 56 — delgada como sea posible, porque resiste mejor á la acción del disolvente y se hace á proporcion mas sensible á la impresión de la luz. Por la que hace al iodo, para dar de n e g r o á los d i seños sobre plata chapeada, lo mismo que tocante al ácido, para grabar sobre c o b r e , es esencial que el barniz, despnes del l a v a d o , quede tal cual antes he indidado en el segundo ensayo sobre cristal ; pues entonces es m u c h o m e n o s p e r m e a b l e , bien sea al ácido, ó bien á las e m a n a ciones del iodo ( * ) , especialmente en las partes en que ha conservado toda su t r a n s p a r e n c i a ; y solo con esta condieion es posible lisonjearse de llegar á o b t e n e r un perfect o resultado, aun cuando se eche mano del mejor aparat o óptico (**). ADICIONES. Cuando se quita la plancha barnizada para hacerla se. car, es m e n e s t e r no solamente preservarla de la h u m e d a d , sino t a m b i é n tener cuidado de guarecerla del contacto de la luz, Al h a b l a r de los esperimentos hechos á la luz difusa, nada he dicho de este género d e esperimento sobre cristal. Por no o m i t i r , pues, una mejora que le es propia , voy a l l e n a r este vacío. E s t e e s p e r i m e n t o se reduce sencillament e 6 poner un papel n e g r o debajo del pan de c r i s t a l , y á i n t e r p o n e r un marco de cartón e n t r e el cristal, por la cara barnizada y la estampa , que ha de haberse pegado de a n t e m a n o al m a r c o , de m a n e r a que esté bien t i r a n t e . D e esta colocación resulta que lo imagen se muestra m u c h o

(*) Ln muestra que ha d a d o m á r g e n i esta asereion estuvo espuesta d u r a n t e largo tiempo á la acción d e la luz en la c á m a r a oscura; y a u n q u e el t e ñ o r f i i e p c e habla aqui d e iodo p a r a ennegrecer, y de ácido para g r a b a r l a , suponiendo que sea en cobre, estas dos operaciones, sin e m b a r g o n o h a b r í a n p r o d u c i d o n i n g u n a d e g r a d a c i ó n d e tintas. E n efecto, como la imagen se obtiene por el grosor mas ó menos considerable d e l barniz, s e gún que este es mas ó menos a t a c a d o por la luz, es imposible q u e el a c i d o actué sobre el metal en la misma proporcion. Asi es que jamás el señor ¡Niepcs h a hecho u n a e s t a m p a con u n a muestra sacada por la c á m a ra oscura, ( » ' ) E l m e j o r a p a r a t o de óptica no basta p a r a destruir el obstáculo ind i c a d o eu la n o t a «uterior.


— 57 — mas viva que sobre un fondo b l a n c o , circunstancia que no puede menos de contribuir á la prontitud del efecto; y en segundo lugar, que el barniz no está espuesto á deteriorarse de resultas del contacto inmediato de la estampa, como en el otro procedimiento, inconveniente que no es fácil evitar en tiempo de calor, aun cuando el barniz esté muy seco. Pero este inconveniente se halla bien compensado por la ventaja que tienen los diseños sobre plata chapeada de resistir á la acción del lavado, mientras que raras veces deja esta operacion de deteriorar mas ó menos los diseños sobre c r i s t a l , materia que presta menos a d herencia al b a r n i z , en razón de su naturaleza y de su lustre mas perfecto. C o n v e n i a , p u e S j para remediar este inconveniente, dar mas mordiente al b a r n i z , y creo haberlo conseguido, al menos en cuanto puedo juzgar por el resultado de esperimentos demasiado recientes y poco numerosos. Este nuevo barniz consiste en una solucion de betún de Judea en el aceite animal de Dippel, el cual se deja evaporar á la temperatura atmosférica hasta el grado de consistencia conveniente. Este barniz es mas untuoso mas tenaz y mas subido de color que el o t r o , y despues de aplicado, puede esponerse inmediatamente á las impresiones del fluido luminoso, que parece solidificarlo mas r á p i d a m e n t e , porque la grande volatilidad del aceite animal es causa de que se seque mucho mas pronto ( * ) . F e c h o doble en 5 de diciembre de 1 8 2 9 . Firmado

J. NIEPCE.

(•) Este medio disminuye todavía los recursos del procedimiento, r e lativamente á la claridad de los diseños.

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MODIFICACIONES HECHAS AL

PROCEDIMIENTO

DEL SEÑOR NIEPCE.

POR EL SEÑOR DAGUERRE.

La sustancia que se ha de emplear con preferencia es el residuo que deja ia evaporación del aceite esencial de e s p l i e g o , aplicándolo en capa muy delgada, por medio de su disolución en el alcool. A u n q u e todas las sustancias resinosas ó b i t u m i n o s a s sin escepcion, gozan de la misma propiedad., es decir , de ser sensibles á la luz; debe darse con todo la p r e f e r e n c i a , á las mas u n t u o s a s , porque dan mas estabilidad al diseño. Muchos aceites esenciales pierden este carácter cuando se les sujeta á un f u e r t e calor. Sin e m b a r g o , si es preferible el residuo del aceite de espliego, no es á causa de su p r o n t a descomposición á la 4uz; pues hay r e s i n a s , como por e g e m p l o , la pez g r i e g a , q u e disueltas en el alcool , y estendidas sobre un vidrio ó sobre una plancha de m e t a l , dejan por la evaporación del alcool una capa m u y blanca é i n f i n i t a m e n t e mas sensible á la irradiación que produce dicha descomposición. P e r o este m i s m o esceso de sensibilidad á la l u z , resultado de una e v a poración menos prolongada, hace que las imágenes asi obt e n i d a s , sean mas fáciles de deteriorarse; pues se resquebrajan y al fin y al cabo se desvanecen del t o d o , cuando se e s ponen por muchos meses al sol. El residuo del aceite e s e n cial de espliego ofrece mas p e r m a n e n c i a , sin que sea no o b s t a n t e del todo inalterable por ¡a acción del sol. Para obtener este residuo, se hace evaporar la esencia


e n u n a c á p s u l a , cUtii'er m s í l i o det c a l ó r , "hasta q u e dicho residuo a d q u i e r a u n a consistencia ta! q u e s u e n e , despues de h a b e r s e e n f r i a d o , percutiéndolo con la p u n t a de un c u c h i llo., y se rompa á pedazos al q u e r e r despegarlo de la c a p pula. Se hace en seguida disolver una p e q u e ñ í s i m a c a n t i dad de esta m a t e r i a en el alcool ó en é t e r a c é t i c o , y su disolución debe ser m u y clara y de un color amarillo de l i m ó n . C u a n t o n i e l a r a sea, t a n t o m a s delgada es la capa q u e se o b t i e n e : y sin e m b a r g o , no c o n v i e n e q u e j e s t é demasiado c l a r a , p o r q u e e n t o n c e s no podria volverse m a t e , n i dar u n a capa b l a n c a s - c i r c u n s t a n c i a s indispensables p a ra conseguir q u e los diseños produzcan efecto. E l uso del alcool ó del é t e r no t i e n e o t r o o b j e t o q u e facilitar la aplicación del residuo b a j o u n a forma e s t r e m a m e n t e a t e n u a d a , p u e s t o q u e el alcool sb evapora e n t e r a m e n t e d u r a n t e la operación. ; Para o b t e n e r m a y o r p r a d o d e f u e r z a es m e n e s t e r q u e el m e t a l e s t é e n n e g r e c i d o : los d i b u j o s sobre cristal t i e n e n m a s vista, y sobre t o d o mas finura. ,-ij • C u a n d o se q u i e r e operar es preciso h a b e r limpiado p e r f e c t a m e n t e el m e t a l ó el vidrio : para e s t o p u e d e e m p l e a r s e alcool ó tripoli muy fino ; pero s i e m p r e debe t e r m i n a r s e la operaeion f r o t a n d o en s e c o , á íin de q u e no q u e d e el mas m í n i m o vestigio de liquido. E s t o se hace coa algodon y alcool ó t r i p o l i , q u e ha de ser e s c e s i v a m e n t e fino, para no r a y a r el m e t a l ó el cristal. P a r a aplicar la capa se sostiene con u n a m a n o la plañícha de m e t a l ó el pan de c r i s t a l , y con la otra se vierta e n c i m a la solucion ( q u e ha de t e n e r s e d e n t r o de un frasco de boca a n c h a ) , de m o d o q u e al t i e m p o q u e Huye, c u b r a r á p i d a m e n t e toda la superficie de la plancha. Al principio se ha de t e n e r la plancha un poco i n c l i n a d a ; pero se lev a n t a p e r p e n d i c ü l a r m e n t e luego q u e la solucion se ha v e r t i d o y ha dejado de c o r r e r . E n seguida se pasa el dedo por d e t r a s y por a b a j o , para llevarse una p a r t e del liquido^ q u e como t i e n e s i e m p r e t e n d e n c i a á volver á s u b i r , a u m e n t a r í a el grueso de la capa. E s m e n e s t e r e n j u g a r s e c a da vez el dedo y pasarlo muy r á p i d a m e n t e á lo largó de íoda la plancha por d e b a j o , y del lado opuesto de la capa.


C u a n d o el líquido deja de correr., se pone la plancha á la s o m b r a para hacerla secar, pues de o t r o modo la luz dest r u i r í a la sensibilidad de la s u s t a n c i a . L a capa en tal estado es b l a n c a y s u m a m e n t e delgada., v esta ú l t i m a coiidicion es á la q u e se d e b e en p a r t e la m a y o r ó m e n o r p r o n t i t u d . E s t a preparación d e b e h a c e r s e fi u n a luz d é b i l , ó m e j o r a u n , á la luz de u n a b u g í a , q u e no t i e n e acción a l g u n a sobre dicha s u s t a n c i a . L u e g o q u e la capa está bien s e c a , p u e d e ya p o n e r s e la p l a n c h a en la c á m a r a o s c u r a . Se deja en este estado por el t i e m p o necesario para la reproducción de la i m á g e n , t i e m p o que n o puede l i m i t a r s e , p o r q u e d e p e n d e de la m a yor ó m e n o r intensidad de la luz q u e cae sobre los o b j e t o s cuya i m á g e n se q u i e r e f i j a r . S i n e m b a r g o , no se n e c e sitan m e n o s de siete á ocho horas para u n a v i s t a , y t r e s h o r a s , poco mas ó m e n o s , para los objetos muy i l u m i n a dos por el sol, y por otra p a r t e muy claros por su m i s m a n a t u r a l e z a . P e r o estos datos no son mas q u e a p r o x i m a d o s , pues las estaciones y las d i f e r e n t e s horas del dia i n d u c e n en ellos g r a n d e s modificaciones. ( V é a s e lo q u e se dice acerca de esto al t r a t a r s e del D a ^ u e r r e o t i p o . Pág i>2). C u a n d o se opera sobre cristal es n e c e s a r i o para a u m e n t a r la luz ponerlo sobré u n a hoja de p a p e l ; p e r o con el fin de e v i t a r la confusion del rellejo es preciso q u e el lado de la capa se ponga d i r e c t a m e n t e sobre el popel j y q u e lo t o q u e p e r f e c t a m e n t e por toda su superficie; á cuyo efecto c o n v i e n e e s t e n d e r el p a p e l sobre u n a tabla bien llan a , s u p o n i e n d o q u e el cristal lo sea t a m b i é n . Por lo q u e hace al cristal d e b e r á e s c o g e r s e lo mas blanco posible. C u a n d o se ha t e n i d o el diseño d u r a n t e el t i e m p o n e cesario en la c á m a r a o s c u r a , es m e n e s t e r r e t i r a r l o , t e n i e n do s i e m p r e cuidado de preservarlo de la luz. Como sucede m u c h a s veces que al salir de la c á m a r a oscura no se p e r c i b e todavía señal a l g u n a de la i m á g e n , llega e n t o n c e s el caso de hacerla p a r e c e r . Para esto debe t o m a r s e una vasija de cobre estañada ó de hoja de l a t a , m a y o r q u e la p l a n c h a , y guarnecida a l r e dedor de un r i b e t e de u n o s c i n c u e n t a m i l í m e t r o s de a l t o . Se llena esta vasija desaceite de petróleo., hasta poco m a s ó


— 62 — menos la cuarta parte de su altura; y se asegura la plan* cha sobre una tablita de madera que tape perfectamente la vasija. El aceite de pretóleo penetra enteramente en la sustancia al e v a p o r a r s e , en todos aquellos puntos donde no alcanzó la acción de la luz, y le da una transparencia tal, que parece que no hay nada alli: al c o n t r a r i o , aquellos en los cuales la luz ha obrado con fuerza, no son atacados por el vapor del aceite de petróleo ( 1 ) . Asi es como se produce la degradación de las tintas por la acción mayor ó menor del vapor del aceite de Petróleo sobre la sustancia. E s menester mirar de cuando en cuando el d i s e ñ o , y retirarlo al instante que se obtiene el mayor vigor posible; porque haciendo evaporar el aceite demasiado t i e m p o , los claros mayores serian atacados por la evaporación y vendrían por último á desaparecer. E n tal estado queda terminado el diseño. Entonces se debe cubrirlo con un cristal, para evitar que se le pegue ef polvo, y si acaso se le pega algo, no se ha de quitar de otro modo que soplando. Cubriendo los diseños con cristal se preserva también la hoja de plata chapeada de los vapores que podrian alterarla.

RECAPITULACION.

Según hemos dicho mas arriba, toáoslos b e t u n e s , todas las resinas y todos los residuos de aceites esenciales son susceptibles de descomponerse muy sensiblemente por la luz, y basta para esto estenderlos en capas muy delgadas y haUar un disolvente á propósito. Pueden emplearse como disolventes, el aceite de petróleo, todos los aceites esenciales, el alcool, los éteres y el calórico. El señor Niepce sumergia la plancha cubierta de barniz bituminoso, en un baño de un disolvente liquido; pero semejante medio raras veces está en relación con la po(1) Betún conocido con el nombre d e aceite de piedra 6 minera],

(iV. del T )


ca intensidad de luz que tienen los diseños obtenidos en la cámara oscura. L o que sucede siempre es que el disolvente es ó demasiado fuerte ó demasiado débil. E n el primer caso se lleva enteramente el b a r n i z ; en el seguudo no deja la imágen bastante clara. E l efecto del disolvente en que se sumerge el diseño, es llevarse el barniz de los puntos á donde no llega la acción de la l u z : pero según sea la naturaleza del disolvente, puede obtenerse un efecto contrario; es decir, que las partes del barniz atacadas por la l u z , quedan destruidas, mientras que las otras permanecen intactas. Esto es lo que sucede cuando se emplea alcool como disolvente, en lugar de aceite de petróleo ó de aceite esencial. Los disolventes que obran por evaporación ó por la acción del c a l ó r i c o , son muy preferibles !i los demás; porque sus efectos pueden suspenderse siempre que se quiere. Pero es indispensable que la capo no haga jamas el efecto de un barniz, y es preciso que sea mate y lo mas blanca posible. E l vapor del disolvente no hace otra cosa que penetrar dicha capa y destruir su mate , en proporcion á la mayor ó menor intensidad de la luz. Este modo de operar produce una degradación de tintas absolutamente imposible de conseguirse empapando el diseño en un disolvente. U n gran número de esperimentos practicados por el autor., le han hecho ver que no puede la luz bañar un cuerpo, cualquiera que sea, sin dejar vestigios de descomposición en su superficie; pero estos mismos esperimentos le han demostrado t a m b i é n , que los mismos cuerpos tienen la propiedad de .volver á recobrar en gran parte su primitiva composicion á la sombra, á no ser que haya promovido la luz en ellos una descomposición completa. Cualquiera puede convencerse de esto, preparando de un mismo modo dos planchas semejantes, por el procedimiento anteriormente descrito, y esponiéndolas á la luz, con golpes de sombra. Cuando se considera que la luz haya producido ya su efecto, retírense las dos planchas; sujétese inmediatamente la una á la acción del disolvente,


— 64 — y guárdese !a otra en una caja bien cerrada durante mu* i chos dias, despues de los cuales espóngase como la prime- ) ra á la acción del disolvente. Entonces se echará de ver que el resultado que se ha obtenido en la segunda, de ningún modo se parece al que se ha producido en la primera. D e a q u i puede inferirse, que una gran parte de cuer-, pos, y sin la menor duda todos los barnices, se destruirían mucho mas pronto, si no tuviesen la propiedad que poseten de volver á adquirir su primitiva composicion á la sombra. »


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SOBRE E L

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H I S T O R I C A

PROCEDIMIENTO

I D i V ^ l í í S I S l I ü l D l í a S ^

NOTAS RELATIVAS

AL

DAGUERREOTIPO.

E n la advertencia que precede á la descripción del procedimiento del señor Niepce, se ha indicado que en el mes de diciembre de 1 8 2 9 se asociaron los señores Niepce y D a g u e r r e , mediante un contrato provisional , por el cual se obligaba este último á perfeccionar el método del prim e r o , y á darle todas las instrucciones necesarias sobre las modificaciones y mejoras que habia hecho en la cámara oscura. El señor Daguerre ha creído también del caso presentar aqui un estrato de la correspondencia del señor Niepce , para probar que este no ha contribuido en nada al descubrimiento del Daguerreotipo. Por la correspondencia del señor Niepce se echa de ver claramemte que fue Daguerre quien le indico los efectos de la luz sobre el iodo, puesto en contacto con la plata, en carta de 2 1 de mayo de 1 8 3 1 , cuyo recibo acusó el señor Niepce en 2 4 de junio siguiente. En aquella carta instaba el señor D a g u e r r e al señor Niepce á que se ocupase de este nuevo medio; y el último lo efectuó realmente varias v e c e s , y siempre movido de las instancias del primero. Pero el trabajo del señor Niepce jamas produjo buen resultado j de suerte que sentía aun que el señor Daguerre


— 66 —

le hiciese perder el tiempo con pruebas de un procedimiento que consideraba como imposible. Verdad es que en aquella época faltaba todavía resolver los dos problemas mas i m p o r t a n t e s ; á saber, el de obtener los claros en su estado natural; y el de hallar el medio de fijar las imágenes. Ambos problemas han sido resueltos completament e despues por el seüor D a g u e r r e , echando mano del m e r curio. E l señor Niepce murió en 5 de julio de 1 8 3 3 . E n 1 3 de junio de 1837 firmaron una escritura definitiva el señor Daguerre y el señor Isidoro Niepce, menor, como hijo y heredero del señor José Niceforo Niepce, por lo cual dicho Isidoro Niepce reconoce, que el señor Daguerre le ha enseñado su nuevo procedimiento, especificando también espresamente que el procedimiento llevará tan solo el nombre del señor Daguerre} como que este es realmente su único inventor.


Estrado de las cartas Daguerre.

del Señor Niepce mayor al señor

Saint-Loup-de-Yarennes, 24 de junio de 1831.

J f l u g 0 r . mió 5 quertíio s o c i o . Con demasiada impaciencia estaba yo esperando noticias de vd. para no recibir y leer con el mayor gusto sus cartas de 10 y 2 1 de mayo último. Me limitaré en este momento á contestar á la del 2 1 , porque habiéndome ocupado desde que la r e c i b í , en las investigaciones de vd. sobre el iodo, deseo con ansia participar á vd. los resultados que he obtenido. Ya me había yo ocupado de estas investigaciones mismas, anteriormente k nuestras relaciones; pero sin esperanza de un buen resultado, atendida la casi imposibilidad á mi ver, de fijar de un modo permanente las imágenes recibidas, aun cuando se llegase á volver á su orden natural los claros y los oscuros. Mis resultados con respecto á esto habian sido totalmente conformes con los que me habia producido el uso del óxido de p l a t a ; y la única ventaja real que parecían ofrecer estas dos sustancias era la prontitud. Sin embargo, el año pasado, despues de haberse vd. marchado de a q u í , sometí el iodo á nuevos esperimentos, pero según otro modo de aplicación: puse en conocimiento de vd. sus resultados, y la contestación poco satisfactoria de vd. me decidió á no seguir mis investigaciones. Parece que despues ha mirado vd. la cuestión bajo un punto de vista menos desesperado, y yo no he debido vacilar en corresponder á la indicación que vd. me ha hecho. Firmado.: Es copia de la ARAGO.

J . N. N I E P C E .

original. DAGUERRE.


Saín t-Loup-de-Vare nncs, 8 de noviembre de 1831.

l í t t t j j 0 r . mto g g t t m b o s o t t o : Consiguiente á mi carta de 2 4 de junoi último, en contestación á la de vd. de 2 i de mayo, he hecho una larga série de esperimentos sobre el iodo puesto en contacto con la plata pulimentada , sin haber obtenido sin embargo, el resultado que hacia esperar el desoxidante; y por mas que he variado mis procedimientos y que los he combinado de un sin fin de modos, no por esto he sido mas feliz. Me he convencido en último resaltado de la imposibilidad, á lo menos según mi modo de \rer, de volver, á su estado natural el orden invertido de las t i n t a s , y sobre todo de obtener otra cosa que una imagen pasagera de los objetos. A d e m a s , este mal resultado es absolutam e n t e conforme con lo que me habian producido mucho antes mis investigaciones sobre los óxidos metálicos; por cuya razón me habia determinado á abandonarlos. Por últ i m o , quise poner el iodo en contacto con la plancha de estaño; y este procedimiento me habia parecido al principio de buen agüero. Habia observado con sorpresa, pero una vez tan solo, operando en la cámara oscura, que la luz obraba sobre el iodo en sentido inverso; de suerte que las t i n t a s , ó por mejor decir, los claros y los oscuros, quedaban en su orden natural. No sé como, ni porque se produjo semejante efecto, sin que procediendo de la misma m a n e r a , haya podido llegar á reproducirlo despues. Pero semejante modo de aplicación no por esto hubiera sido m e nos defectuoso, por lo que hace á fijar la imagen obtenida5 asi que despues de algunas otras tentativas, me he quedado en este punto, siéndome muy sensible (lo confieso) haber seguido una mala dirección por tanto tiempo y lo que es aun p e o r , tan inútilmente etc. etc. Firmado: J . N . N I E P C E . Concuerda con la ARAGO.

original. DAGUERRE.


Sa'mt-Lup-de-Varennes, 29 de enero de 1852:

í l l u g s f ñ o r mío 2 qturtiro

fiotio:

. . . . . . A las sustancias que según su carta de vd. obran sobre la plata como el iodo, puede vd. añadir el thlaspi en cocimiento, las emanaciones del fósforo y sobre todo los sulfuroá ; porque h su presencia en estos cuerpos es á lo que se debe principalmente la semejanza de los resultados obtenidos. También he notado que el calórico producía el mismo efecto por la oxidacion del m e t a l , de donde provenia en todos los casos esta gran sensibilidad á la luz; pero esto no produce desgraciadamente ninguna ventaja para la solucion de la cuestión que le ocupa á vd. Por lo que á mi hace, ya no me sirvo del iodo en mis esperimentos, sino como de término de comparación de la prontitud relativa de sus resultados : verdad es que hace dos meses que el tiempo es tan poco favorable, que no he podido hacer gran cosa. Por lo que toca al iodo, ruego á vd. me diga en primer lugar, como lo emplea vd. (*); si en forma sólida, ó en estado de disolución en un liquido? Porque podria muy bien suceder que la evaporación no obrase de la misma suerte en ambos casos, relativamente á la prontitud etc. etc. Firmado: J . N. NIEPCE. Es copia de la original. ARAGO.

DAGUERRE.

(") Nota del señor Daguerre. Esta frase del señor Niepce probara según creo, á los mas preocupados, que soy yo ciertamente el que había indicado el iodo, no como medio de enuegrecer ciertas partes de un diseño ya concluido, sino como la capa sensible sobre la cual debía nacer la imagen fotogénicamente.


Saint-Loup-de-Yarennes, 3 de marzo de 1832.

i H t qttertiio s o c i o : Desde mi última carta me he reducido poco mas ó menos, á hacer nuevas investigaciones sobre el iodo, que no me han producido ningún resultado satisfactorio, y que no habria vuelto á emprender, á no ser porque parecía que vd. las daba cierta importancia, y , que por otra parte me alegraba de poder esplicar mejor la aplicación del iodo sobre la plancha de estaño. Pero vuelvo á decir, que no veo de ningún m o d o , que podamos lisonjearnos de sacar partido de este procedimiento, como ni tampoco de n i n guno de los que dependen del uso de los óxidos metálicos, etc etc. Firmado: J . N . N I E P C E . Es copia del ARAGO.

original. DAGUERRE.


Estrado de una carta del señor Isidoro Niepcemenor, que procuraba sacar diseños con el procedimiento de su padre, perfeccionado por el señor Daguerre.

L u x 1." de noviembre de 1837.

l i l i querido Elíignerre: Vd. habrá sido sin duda mas feliz que yo, mi querido amigo, y es muy probable que su cartera de vd. esté provista de los mas bellos diseños. Pero también ¡qué diferencia entre el procedimiento que vd. emplea y aquel en que yo he trabajado!... Al paso que yo necesitaba cas» un dia entero para sacar un diseño, vd. lo saca en cuatro minutos. ¡Qué ventaja tan inmensa!.... Es t a l , que seguramente no habrá nadie, que conociendo los dos procedimientos, quisiese valerse del antiguo. Esta es la causa también de que me sea menos sensible el poco fruto que yo he obtenido; porque aunque este procedimiento pudiera considerarse como producto del trabajo de mi padre, al que vd. concurrió igualmente, lo cierto es que no puede hacerse el objeto esclusivo de la suscripción (*). Asi que soy de opinion que podemos limitarnos á mencionarle, para dar á conocer ambos procedimientos, entre los cuales solo el de vd. debe obtener la preferencia etc. etc. Firmado: ISIDORO NIEPCE. Es copia del ARAGO.

original. DAGUERRE.

(*) En aquella ¿poca pensábamos publicar el procedimiento por medio de una suscripción.


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DESCRIPCION PRACTICA. DEL PROCEDIMIENTO LLAMADO

DAGUERREOTIPO. ESTE PROCEDIMIENTO CONSISTE EN LA REPRODUCCION ESPONTANEA DE LAS IMAGENES DE LA NATURALEZA TOMADAS CON LA CAMARA OSCCEA, 芦 0 CON BUS PROPIOS COLORES; PERO SI CON UNA GRAN SUAVIDAD EN LA DEGRADACION DE LAS TINTAS;

POR D A G U S H R B , Pintor, inventor del Diorama, oficial de la Legi贸n de Honor, socio de varias academias etc. etc. etc.


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Las láminas se sacán en hojas de p l a t a , chapeadas en cobre ; v arnique el cobre'kirve principalmente para sostener la hoja de plata, la ensambladura de estos dos metales concurre sin embargo á la perfección del efecto. La plata debe ser lo mas pura posible: por. lo queihace al cob r e , ha de tener el grueso que baste para mantener la planimétria de la p l a n c h a , á íin de que no se vicie la forma de las imágenes; pero es preciso irse con cuidado en n o darle mais de l o q u e c o n v e n g a , para obtener este re-, sultado, por razón del peso que'eSto produciría. E l grueso de los dos metales juntos no. debe pasar del de una cartulina doble f l ) . • I,

" . « « W « CTOIIBOT U» riainUi:,lf.9 i/V.uq oti i.,r> ,.l a t m o i w i M i n , , :>! .'.| « . ; •. ..,i , . n •• -i fciúil-i |.»ti.,' :>l.r-ciií • •„••,. •• . ~~~ ; ! ¡ . 1. • . • _ . ! . " i ,i 'i.

(1) E n Paris se h a c e n g e n e r a l m e n t e tíos clases d e p l a n c h a s d e p l a t a c h a p e a d a : ta«-unas q u e se l l a m a n d é u n vigésimo,con tienen u n a p a r t e d e p l a t a por diez y n u e v e d e c o b r e ; las otras l l a m a d a s d e u n cuadriyésimo, •contienen u n o d e p l a t a por t r e i n t a y riueWde cobro. Para la e x a c t i t u d y finura de los diseños, a m b a s sore enteraqie)H«',gpiiÚsr s u l u s t r e , su sensib i l i d a d á la acción q u í m i c a de las-sufetancms q u e h a n ele c o m b i n a r s e con la p l a t a , n o presentan diferencia alguna-laii'uiica v e n t a j a q u e l l e v a n l a s d e u n vigésimo á las o i r á s , es q u e c o m o c u a n d o m i diseño sale defectuoso, p u e d e b o r r a r s e , y repetirse t o d a la operación sobre la m i s m a p l a n c h a q u e ha servido y a , y esto t a n t a s veces, c u a n t a s las manipulacionesnecesa.} rras p a r a ü o r r a r el d i s e ñ o p u e d e n hacerse sin descubrir el cobre;'-y c o m o c a d a vez q u e se b o r r a u n d i s e ñ o , se p i e r d e una. p a r t e de p l a t a , p o r q u e es menester l l e v a r t e .«ompfetoMi«n te-la especie d e ; a i « a l g a n i a q u e f o r m a la t m a g é n ; las p l a n c h a s q u e con tienen u n vigésimo d e p i a r a , pueden a g u a n t a r esta operacimi m a s n ú m e r o dcveces en i g u a l d a d de circunstancias, q u e las otras, p u e s la capa d e p l a t a >eá el d o b l e m a s gruesa «pie en estas. P e r o esto solamente en i g u a l d a d de c i r c u n s t a n c i a s ; p o r q u e el desgaste q u e sutre la p l a t a por Va acción d e l m e r c u r i o y del i o d o , n o es ni p u e d e ser igual


— 76 — E s t e procedimiento se compone de cinco operaciones. La primera cofisiste eti pulimentar y limpiar la plancha, á fin de dejarla en disposición de tomar el baño de la sus* tancia sensible. L a segunda en dar este baño. La tercera en esponer la plancha preparada & la acción de la luz en la cámara oscura, para recibir en ella la i m á gen de la 'naturaleza.

en t o d o s los diseños. La mayor 6 m e n o r c a n t i d a d de v a p o r m e r c u r i a l q u e o b r e sobre la hoja de p l a t a , d e p e n d i e n t e d e la t e m p e r a t u r a mas ó m e n o s e l e v a d a del mercurio, y d e l tiempo m a s ó menos largo, d u r a n t e el cual se h a c e obrar este v a p o r ; la m a y o r ó menor intensidad d e la combinación d e los globulillos mercuriales con las.moléculas d e la plata , q u e p r o c e d e e a p a r t e de estas mismas circunstancias, y en p a r t e de la i n t e n s i d a d y f u e r za mayor ó m e n o r , pon q u e h a y a o b r a d o la luz en la c á m a r a oscura sobre la combinación de iodo y de plata ; son condiciones variables en cada d i seño que se saca, y condiciones que promueven el m a y o r ó m e n o r des» g a s t e d e la h o j a metálica sobre q u e ha o b r a d o el m e r c u r i o . L a p r i m e r a d e estas condiciones p u e d e reducirse á límites d e t e r m i n a d o s y fijos, á lo menos liásta cierto p u n t o ; p o r q u e es fácil d a r al m e r c u r i o u n a t e m p e r a t u r a d e t e r m i n a d a : en c u a u t o al t i e m p o d u r a n t e el cual los v a p o r e s mercuriales h a n d e o b r a r sobre la p l a t a , varía según la superficie d e los o b j e t o s q u e se r e p r e s e n t a n en la p l a n c h a , y sin d u d a según la i n t e n s i d a d con q u e ha o b r a d o la luz ; según el tiempo q u e h a d u r a d o esta o p e r a c i o n , y según la i n t e n s i d a d d e la c a p a d e ioduro d e p l a t a q u e se h a f o r m a d o en la segunda operacion. l i s t a s circunstancias influyen n e c e s a r i a m e n t e en las c a n t i d a d e s d e l a superficie d e la plata que se ponen á descubierto por la acción d e la luz q u e r e f l e j a n los o b j e t o s visibles, y en la m a y o r ó menor limpieza d e estos claros del m e t a l . La s e g u n d a condicion es mucho mas variable t o d a v i a , y es p r e c i s a m e n t e la que n o p u e d e calcularse en m a n e r a a l g u n a , á lo m e n o s p o r los medios conocidos h a s t a a h o r a . E n efecto, no h a y u n t é r m i n o , n o h a y un p u n t o d e c o m p a r a c i ó n , en v i r t u d del cual se p u e d a d e t e r m i n a r el t i e m p o q u e necesita la luz p a r a modificar c o n v e n i e n t e m e n t e la c a p « sensible en la c á m a r a oscura ; y esta es u n a circunstancia cuya d e t e r m i n a c i ó n siempre a p r o x i m a d a , ha debido d e j a r s e alegercicio y á la p r á c t i c a i n d i v i d u a l . A s i es que c o m o esta condicion varia segnn el g r a d o d e luz d e los objetos, según la época del dia,lo d e s p e j a d o ó c u b i e r t o de la a t m ó s f e r a , las estaciones y los paises; quizá no h a b r á dos diseños que se s a q u e n p e r f e c t a m e n t e iguales d e l influjo d e la luz en la c á m a r a o s c u r a . P e r o e s t a circunstancia i n d u c e variaciones considerables en la i n t e n s i d a d d e las t i n t a s d e los d i f e r e n t e s d i s e ñ o s ; y estas variaciones d e b e n c o r r e s p o n d e r n e c e s a r i a m e n t e á o t r a s semejantes en la combinación del mercurio con la p l a t a , en las c a n t i d a d e s respectivas d e los dos elementos que f o r m a n esta especie d e a m a l g a m a , y por último en la p r o f u n d i d a d h a s t a d o n d e d e b e p e n e t r a r la acción del vapor mercurial. E s e v i d e n t e , pues, q u e si los diseños salen defectuosos p o r q u e las t i n t a s t e n g a n poca f u e r z a , poca limpieza, poca distinción , por estar d e m a siado b a j a s , la hoja d e plata podrá volver á servir m a y o r n ú m e r o d e v e ces q u e si los diseños salen d e m a s i a d o f u e r t e s y confusos por d e m a s i a d a o s c u r i d a d e n las mismas. E n s u m a , p a r a la conservación d e la p l a t a es p r e f e r i b l e que los diseños salgan i m p e r f e c t o s , por no h a b e r e s t a d o espuestos el t i e m p o necesario á la


— 77 — L a cuarta en hacer aparecer esta imágen , puesto que al salir de la cámara oscura n o está visible todavía. L a quinta en f i n , tiene por objeto quitar el baño de la materia sensible, que continuaría en ser atacada por la l u í y trabajaría necesariamente para destruir del todo al diseño.

PRIMERA OPERACION. Se necesita para esta operacion U n pequeño frasco de aceite c o m ú n . Algodon en rama, muy fino. Piedra pómez molida y sumamente fina, envuelta en u n a muñeca de muselina bastante c l a r a , para que el polvo pueda pasar fácilmente, sacudiendo la muñeca. U n frasco de ácido nítrico diluido en agua, en la proporcion de una parle en volumen de ácido, por diez y seis partes igualmente en volumen de agua destilada (!_).

acción de la l u í , que al contrario por haberlo estado un tiempo demasiado prolongado. (N. del T.) (2) E l ácido nítrico, llamado también ácido azoótico , espíritu de nitro Ikc. contiene siempre agua, y cuando está diluido en cierta cantidad de este liquido, constituye lo que se llama agua fuerte en el comercio y en las artes: el mas concentrado contiene siempre 79, 16 de ácido real y 20, 84 de agua. Este ácido es liquido, sin color, como el agua, cuando es puro ; tiene u n sabor m u y cáustico y un olor desagradable particular y sofocante, aunque no m u y fuerte; espuesto á la luz del sol, se descompone en parte y se vuelve amarillento: en contacto de aire húmedo , despide vapores blancos; y tocándolo, mancha los dedos de amarillo. Este ácido no tiene siempre el mismo grado de concentración, y según los diferentes grados que tenga, hierve mas ó menos pronto, espuesto á un calor artificial: asi es que cuando á la temperatura de 18 grados pesa específicamente como 1,510; hierve á 8(5 grados del termómetro centígrado; y si su pefo es como 1,400, hierve entonces á 119 grados. Asi, pues, las graduaciones del ácido nítrico son varias, y sus propiedades varian sensiblemente según sean aquellas. De todos modos, la proporcion que prescribcel autor, de una parte en volumen de ácido, por diez y seis partes igualmente en volumen de agua, deberá ser diferente según los diferentes grados del ácido, porque el ácid o concentrado tiene de por sí menor cantidad de agua que en las otras graduacioues mas débiles; y si las proporciones entre el ácido y el agua que se añade fuesen siempre las mismas, los resultados serian diferentes en todas las graduaciones. E l autor entenderá sin d u d a prescribir el ácido nítrico del comercio, tal como sale d é los laboratorios de productos químicos, en cuyo caso tiene siempre una graduación inferior. Nosotros por nuestra parte diremos


— 78 — U n bastidor de a l a m b r e , sobre el cual se p o n e n las p l a n c h a s , para calentarlas con una lámpara de espíritu d e v i n o ; y por ú l t i m o , una p e q u e ñ a lámpara de e s p í r i t u d e vino. L o s diseños s e g ú n h e m o s d i c h o mas a r r i b a , se sacan sobre plata c h a p e a d a ; asi que s e g ú n fuesen las d i m e n s i o n e s del aparato, deberán serlo t a m b i é n las de la p l a n c h a . S e e m p i e z a , p u e s , p u l i m e n t á n d o l a b i e n , á c u y o e f e c t o se polvorea con piedra pómez ( s a c u d i e n d o la m u ñ e c a , sin t o car á la p l a n c h a ) , y con algodon untado con un poco de a c e i t e c o m ú n , se frota l i g e r a m e n t e a r r e m o l i n a n d o , c o n f o r m e se indica en la fig. 2. l á m . I. Para esta operacion s e d e b e poner la plancha e n c i m a de un p l i e g o de p a p e l , t e n i e n d o cuidado de mudarlo de cuando en c u a n d o . D e b e echarse la piedra p ó m e z en d i s t i n t a s v e c e s y cambiar á m e n u d o de a l g o d o n . E l m o r t e r o de q u e se e c h e mam o para pulverizar la p i e d r a , 110 ha de ser de h i e r r o c o lado, ni de c o b r e , sino de pórfido, y d e s p u e s de acabada

o r p r o p i a e s p e r i e n c i a , q u e el á c i d o p u r o y c o n v e n i e n t e m e n t e d i l u i d o , d e e s e ñ a l a r c i n c o g r a d o s e n el a r e ó m e t r o ó p e s a á c i d o s d e lia t i m é . P e r o e s n e c e s a r i o t e n e r p r e s e n t e q u e el á c i d o n í t r i c o d e l c o m e r c i o , si n o está purificado, contiene siempre algún principio químico que puede a l t e r a r los e f e c t o s d e la o p e r a c i o n q u e s e h a c e c o n él e n l a p l a n c h a . E s t e a c i d o se o b t i e n e p o r la d e s c o m p o s i c i ó n d e l n i t r o , ó sea n i t r a t o d e p o t a s a , p o r el a c e i t e d e p i t r i o l o ( á c i d o s u l f ú r i c o ) ; p e r o el n i t r a t o d e p o t a sa d e l c o m e r c i o c o n t i e n e u n p o c o d e c l o r u r o d e s o d i o , y e n t a l c a s o e l á c i d o q u e r e s u l t a lleva u n a p e q u e ñ a c a n t i d a d d e cloro, p r i n c i p i o q u í m i c o d e p r o p i e d a d e s m u y d i s t i n t a s d e las d e l á c i d o n í t r i c o . A d e m a s , c o m o s e p r e p a r a f r e c u e n t e m e n t e en a p a r a t o s d e h i e r r o c o l a d o , r e t i e n e e n t o n c e s d i s u e l t a u n a sal d e h i e r r o ; y e n t o d o s c a s o s e x i s t e e n el á c i d o n í t r i c o asi p r e p a r a d o , u n a c a n t i d a d v a r i a b l e d e o t r o á c i d o , q u e c o n s t a d e ios mismos p r i n c i p i o s , bien que en distintas p r o p o r c i o n e s , l l a m a d o ácido

hipo- nítrico. P e r o d e t o d a s las s u s t a n c i a s q u e a d u l t e r a n la p u r e z a d e l á c i d o n í t r i c o d e l c o m e r c i o , n i n g u n a p u e d e a l t e r a r a c a s o m a s n o t a b l e m e n t e su a c c i ó n s o b r e la c a p a d e p l a t a d e la p l a n c h a q u e el c l o r o , p u e s t o q u e e s b i e n s a b i d a la a f i n i d a d q u e e x i s t e e n t r e e s t e c u e r p o , y la p l a t a , e n v i r t u d d e la C u a l n a c e el c l o r u r o , d e c u y a s p r o p i e d a d e s f o t o g é n i c a s s e h a c e m e n c i ó n e n v a r i o s p u n t o s d e e s t e o p ú s c u l o , y s e ñ a l a d a m e n t e e n el i n f o r m e d e l s e ñ o r A r a g o . P o r lo c u a l s e r i a m u y p o s i b l e q u e p r o m o v i d a s l a s c i r c u n s t a n c i a s n e c e s a r i a s p a r a el c a s o , al c a l e n t a r la pl.in l i a , v i n i e s e n p o r liri a r e s u l t a r m a n c h a s y v i s o s , q u e d e s t r u y e s e n J a p u r e z a d e l d i s e ñ o e n el m i s m o a c t o d e f o r m a r s e p o r la a c c i ó n d e la l u z . D e t o d o s m o d o s , r e s u l t a e s e n c i a l m e n t e . d e e s t a s r e f l e x i o n e s , q u e el á c i d o n í t r i c o q u e se e m p l e a e n e s t a o p e r a c i o n , d e b e e s t a r p u r i f i c a d o d e t o d a s u s t a n c i a e s t r a ú a , s i n q u e t e n g a p o r e s t o el m a s a l t o g r a d o d e c o n c e n t r a c i ó n , So c u a l o c a s i o n a r l a sin d u d a o t r o s p e r j u i c i o s a n á l o g o s e a la l i m p i e z a d e los d i s e ñ o s . ( N . c l t l T . )


z../

Fi g . i .

Fig-, i . bis.



esta operacion, se muele en seguida sobre un cristal esm e r i l a d o , con moleta <le lo m i s m o , sirviéndose al efecto de agua llovediza ó destilada; pero no debe nunca e m plearse para a p o m a z a r , sino cuando esté perfectamente seca : se echa de ver cuan importante es que la piedra pómez esté muy fina y muy s u t i l , á fin de no r a y a r ; porque del perfecto pulimento de la plancha es de lo que depende en gran parte la belleza del diseño. Cuando la plancha está bien pulimentada, es necesario quitarla el u n t o , y esto se hace polvoreándola con piedra pómez, y frotándola en seco con algodon , y siempre arremolinando; por cuanto es materia imposible el que se obtenga buen r e sultado si se frota de otra suerte. En seguida se hace una pequeña muñeca de algodon, que debe mojarse en un poquito de á c i d o , diluido en a g u a , según se ha dicho mas a r r i b a ; y para esto se aplica la muñeca referida á la boca del f r a s c o , y se vuelve este boca a b a j o , apoyando ligeram e n t e , de modo que solo quede mojado el centro de la m u ñeca , sin que se empape demasiado, porque solo se necesita muy poco., y se debe t e n e r cuidado que no toque á los dedos. Se frota entonces la plancha con la m u ñ e c a , cuidando de estender perfectamente el ácido por toda la superficie : se cambia de a l g o d o n , y se frota siempre a r r e molinando, á fin de estender bien la capa de ácido; el cual sin embargo no debe hacer m a s , por decirlo asi, que rozar la superficie de la p l a n c h a ; y por fin sucederá que el referido ácido se dividirá en globulillos que solo podrán destruirse, cambiando de algodon , y frotando de modo que se le estienda con toda igualdad, porque de no hacerlo asi, quedarían manchas en los puntos en donde no se hubiese dado. Se conoce que el ácido está estendido con toda igualdad, en que la superficie de la plancha se cubre en toda su estension de un paño perfectamente uniforme ( 1 ) .

(1) Esta parte de la operacion es sumamennte delicada, y varias manchas difusas, y ciertos visos desagradables, que disminuyen la belleza de algunos diseños del Daguerreotipo deben apaso atribuirse á la poca exactitud y delicadeza de esta preparaeion. En efecto , si el ácido se distribuye coa desigualdad por la super ficie de la p l a t a , atacará de preferen.


— 80 — Llegado este c a s o , se polvorea la plancha con piedra pómez y se frota con mucha limpieza con algodon que no haya servido. La plancha debe esponerse entonces á un calor fuert e , y a/ efecto se coloca en el bastidor de alambre, fig. 1 . a y 1. a vis., lám. I. quedando la plata e n c i m a , y se pasa por debajo la lámpara de ospiritn de vino, de modo que la llama venga á cortarse en ella. Despues de haber recorrido con la lámpara durante cinco m i n u t o s , por lo m e nos j todas las partes de la p l a n c h a , se forma una lijera capa blanquecina en la superficie de la plata., y en este e s tado es menester hacer cesar la acción de la llama. Al calor de la lámpara se puede sustituir el fuego de carbón, y aun es preferible hacerlo a s i , porque la operacion se termina mas pronto. E n tal caso, es inútil el bastidor de alamb r e , porque se pone la plancha sobre unas tenazas, con la cara de plata por encima , y se va pasando alternativament e encima de la h o r n i l l a , de modo que se caliente con

cia aquellas p a r t e s d o n d e se h a y a aplicado en mas c a n t i d a d , ó e n ¡ q u 8 h a y a o b r a d o por m a s t i e m p o . La acción de los ácidos f u e r t e s , como el.nít r i e o , sobre los m e t a l e s , es b a s t a n t e r á p i d a , s o b r e t o d o c u a n d o o b r a n ' e n c a n t i d a d suficiente p a r a circunscribirse á d e t e r m i n a d o s limites : asi e» q u e una gota de ácido que caiga sobre un m e t a l b r u ñ i d o , en pocos inst a n t e s f o r m a una m a n c h a ; pero tal que no p u e d e y a destruirse con u n a f r o t a c i o n t a n suave como la q u e se emplea p a r a apomazar la h o j a d e p l a t a d e esas p l a n c h a s . Si u n a p a r t e de u n a gota d e ácido c i r c u n s c r i t a , p e n e t r a en la s u perficie d e l metal, m i e n t r a s este permanezca á la t e m p e r a t u r a a t m o s f é r i c a , no r e s u l t a r á alteración alguna n o t a b l e p o r q u e para hacer c o m b i n a r este ácido con la p l a t a , es necesario c a l e n t a r l a ; pero como la plancha d e b e c a l e n t a r s e despues, podria suceder también que se f o r m a s e u n poca d e n i t r a t o d e plata, que a d h i r i e n d o mas al m e t a l que la p a r t e mas ligera y superficial d e l ácido, se resistiría á la f r o t a c i o n con el algodon y la p i e d r a pómez. E J n i t r a t o de plata tiene como el c l o r u r o la singular p r o p i e d a d de a l t e r a r s e p o r la acción d e la luz y t o m a r u n cnlor m a s ó menos escuro. Por o t r a p a r t e , s¡ el ácido nítrico no se estiende con igualdad y q u e d a n algunos espacias en la superficie d e la plata á d o n d e no h a y a t o c a d o , estos espacios, como lo a d v i e r t e el a u t o r , f o r m a n m a n c h a s en el diseño. Asi, pues, seria conveniente, p a r a evitar la desigual distribución d e l ácido, n o solo t o m a r poca c a n t i d a d d e ca¿la vez en la muñeca de algodon í|ue se aplica á la boca del f r a s c o , sino estenderlo suavemente y c o n i g u a l d a d sobre esta m u ñ e c a , con o t r a también d e algodon, aplicada á ella con la o t r a m a n o , y en seguida pasarlo m u y l i g e r a m e n t e y coa r a p i d e i por t o d a la superík'ie de la p l a n c h a .


igualdad, y hasta tanto que la plata se cubra > según acabamos de decir, de uua ligera capa blanquecina. E n seguida se hace enfriar la plancha con p r o n t i t u d , poniéndola sobre un cuerpo f r i ó , como por e g e m p l o , una mesa de m á r m o l , y luego que está f r i a , hay que pulimentarla de nuevo ; lo que se hace con bastante p r o n t i t u d , en razón á qué solo sé necesita quitar esta ligera capa blanquecina que se habia formado sobre la plata. Al efecto se polvorea la plancha con piedra pómez y se frota en seco con una muñeca de aígédon , volviendo S echar piedra pómez repetidas veces, y teniendo cuidado de mudar amen u d o de algodon. Cuando la plata está bien b r u ñ i d a , se frota como se ha dicho antes,. con el ácido diluido en a g u a , y se polvorea de nuevo con un poco de piedra pómez, frotando muy por encima con una muñeca de algodon. Es menester echar ácido por tres distintas veces, y sin dejar de polvorear cada vez la plancha con piedra pómez, ni de frotarla muy ligeramente en seco con algodon bien l i m p i o , cuidando de que no lleguen á frotar en la plancha las partes del algodon que los dedos hayan tocado, porque la transpiración dejaría manchas en el diseño.Es preciso evitar asimismo la humedad del aliento, é igualmente las manchas de saliva. Cuando no se quiere operar inmediatamente, no se echa ácido mas que dos veces, despües de la operacion del fuego; por cuyo motivo no hay inconveniente en tener preparado este trabajo con anticipación: pero en el momento de sacar un diseño, es menester (y esto es indispensable) volver á echar ácido, á lo menos una vez, y apomazar suavemente, como se ha dicho mas arriba. E n seguida se quita con algodon bien limpio todo el polvo de piedra pómez que se encuentra, tanto en la superficie de la plancha, como en sus bordes.


SEGUNDA OPERACION. Para esta operacion se necesita : La c a j a , representada en la Lám. I I , fig. 1 . a y 2 . * La tablita., representada en la Lám. 1.a fig. 3 . a C u a t r o pequeñas tiras metálicas de la misma n a t u r a leza que las planchas BBfíB fig. 3 . a , lám. I . Un pequeño mango, fig. 5 . % lám. I , y una caja de t a chu elas. Un frasco de iodo ( 1 ) .

^1) El iodo es una materia simple asi llamada de la voz griega l o / f j violáceo, que se parece á la violeta, porque cuando se hace evaporar en cierta cantidad por la acción del fuego, los vapores entonces visibles son de un hermoso color Ae violeta. Esta sustancia no se ha encontrado hasta ahora en la naturaleza sino Combinada cou otras, de las cuales hay que separarla y estraerla: se encuentra formando parte de varias plantas marinas, llamadas Jucus, dq varias esponjas, de varios minerales, como la plata virgen de serpentina, según Vauquelin, de varias aguas minerales &c., &c. El iodo á la temperatura ordinaria es una materix sólida, que se presenta en hojas ó en fragmentos laminares, mas ó menos gruesos, irreulares y angulosos, de un color pardo-negruzco, semejante á la plomagina , pero tirando mas al pardo tiene uua ligera brillantez metálica, y cuando está cristalizado, se presenta en figura de hermosos octaedros regulares, ó en octaedros irregulares de base romboidal. Su olor es particular y desagradable, parecido al del cloro, aunque mas ligero y menos ingrato: tiene un sabor muy acre, un poco astringente y muy tenaz. Esta sustancia se evapora lentamente en la temperatura ordinaria y á semejante propiedad debe el poder producir los efectos sobre la plata de las planchas del Daguerreotipo , que forman la base principal de los procedimientos fotográficos de que nos ocupamos: el vapor en tal estado es invisible; pero sus emanaciones son las que producen el olor especifico que se desprende de este cuerpo. Se funde á la temperatura de unos 107 grados del termómetro centígrado; á la de 175 poco mas ó menos, entra en hervor, y entonces se volatiliza en grande abundancia , formando vapores visibles á ojo desnudo, de un hermosísimo color violado oscuro. E n esto se parece hasta cierto punto el añil, que da también vapores violados cuando se calienta á una temperatura elevada; pero los vapores del iodo se distinguen de los del añil, en que estos tienen un olor muy diferente, y en que al enfriarse cristalizan en figura de pequeñas agujas purpúreas con reflejos dorados y de apariencia metálica. Sobre todo, se reconoce el iodo y se distingue de los demás cuerpos á loi cuales puede asemejarse mas ó menos , y que pudieran servir para falsificarlo, en la ropiedad que tiene de teñir de azul al almidón, en términos que este Itimo cuerpo es el reactivo mas sensible del iodo en estado de libertad;

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Despues de haber fijado la plancha en la tablita, por medio de las tiras metálicas y de tachuelas, que se clavan con el mango destinado á este objeto, según está representado en la lám. I , fig. 3 . a , se pone todo en la cápsula D , que hay en el fondo de la caja, fig. 1 . a y 2 . a , lám. II, cuidando de esparcirle dentro de la m i s m a , á fin de que sea mayor el foco de las emanaciones; pues de otra m a n e ra se formarían varios matices de arco iris, en medio de la plancha, lo cual impediría que se obtuviese una capa igual. S e coloca entonces la tablita con el metal por d e b a j o , s o bre los pequeños canes FFFF, fig. 2 . a lám. II, situados en los cuatro ángulos de la c a j a , y se cierra la tapa. En esta disposición hay que dejarla hasta tanto que la

como que p a r a p r o d u c i r dicho efecto b a s t a n pequeñísimas c a n t i d a d e s d e iodo. E l iodo se falsifica á veces, y es probable q u e en a d e l a n t e se liaga este f r a u d e con mas f r e c u e n c i a , en atención al gran c o n s u m o d e esta sustancia ue deberá traer necesariamente la estension y propagación d e los proceimientos fotográficos de D a g u e r r e . S e m e j a n t e adulteración es fácil por m e d i o del c a r b ó n mineral, de la plombagina &c., asi como se a u m e n t a su peso e m p a p á n d o l e en a g u a , y en ambos casos se c o m p r e n d e f á c i l m e n t e q u e sus efectos sobre la plata d e las p l a n c h a s no serán por eierto los m i s mos que c u a n d o esté p u r o ; p o r q u e c u a n d o contenga c a r b ó n , se necesitará m a y o r c a n t i d a d y m a s t i e m p o p a r a p r o d u c i r dichos efectos ; y c u a n d o contenga a g u a , todavía los perjuicios serán mHcho mayores: por c u a n t o los vapores d e l agua asi dividida, al elevarse j u n t a m e n t e con los del iodo, d e b e r á n o b r a r n e c e s a r i a m e n t e sobre la plancha y sobre la capa sensible a m a rilla d e que se cubre, disminuir c o n s i d e r a b l e m e n t e su sensibilidad á la luz y a u n acaso producir visos y sombras e s t r a ñ a s en los diseños; c i r c u n s t a n cia q u e siempre alteraría su belleía. P a r a descubrir el f r a u d e d e la mezcla d e carbón mineral, p l o m b a g i n a Etc., no hay mas que echar u n a porcion d e iodo en alcool d e 36 g r a d o s hirviendo. El alcool disuelve c o m p l e t a m e n t e el iodo y d e j a intacto el c a r bón ó la plombagina, que aparecen b a j o su f o r m a propia en el f o n d o del vaso. El iodo disuelto en el alcool forma entonces una t i n t u r a d e color p a r d o rojizo, que tiene u n olor compuesto d e l ' q u é m propio d e a m b a s sustancias; y si se echa agua , se f o r m a un precipitado pulverulento , q u e es iodo en e s t a d o d e mucha división. £1 agua mezclada con el iodo se desc u b r e al i n s t a n t e , c o m p r i m i e n d o esta sustancia e n t r e dos hojas d e papel d e estraza, pues el papel se m o j a c u a n d o aquel contiene agua , y q u e d a seco en el caso c o n t r a r i o . Pasemos ahora á o t r a s consideraciones, cuya importancia es d e distinta especie El iodo es u n a sustancia enérgica, que obar sobre el c u e r p o h u m a n o á la m a n e r a d e los estimulantes, tales como el a z u f r e el fósforo , el cloro tic.; pero si esta sustancia se i n t r o d u c e en el c u e r p o por la piel , y sobre todo, por los ó r g a n o s de la respiración, la escitacion que p r o d u c e es general, como pudiera ser la del vino, del a g u a r d i e n t e , ó de los licores aleooiicos. L a circulación d e la sangre es m¡is f u e r t e y mas viva j la piel se

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superficie d é la plata se cubra de una herniosa capa ctó color de oro. Sí se dejara demasiada t i e m p o , la capa da*' color de oro iría tomando un color v i o l a d o , y es menester evitarlo, porque entonces no seria tan sensible á la l u z ; mas si por lo contrario no quedase la capa bastante amarilla, la imágeu de la naturaleza no pudiera reproducirse en ella sino con mucha dificultad. Asi que, la capa de amarillo de oro, tiene su colorido bien determinado, por que es el único del todo favorable á la producion del e f e c to. N o es posible fijar el tiempo que se necesita para esta o p e r a c i o n , porque depende de muchas circunstancias, y en primer lugar de la temperatura del aposento en donde se encuentra el operador; por cuanto se debei siempre

p o n e caliente, y puede llegar á p r e s e n t a r erupciones a g u d a s d e granos como sarpullido. Hay dolor d e cabeza en la f r e n t e , con p u n z a d a s á los ojos y á los oidos, y á veces d e s l u m b r a m i e n t o s y zumbidos pasageros, e n c u y o caso p u e d e producirse u n a v e r d a d e r a embriaguez, e s t o e s , la e m b r i a guez iódica, c o m o la ha l l a m a d o el doctor L u a o l . La secreeion d e los o r i nes ó la de los sudores se a u m e n t a n c o n s i d e r a b l e m e n t e . Estos efectos, q u e po se manifiestan sino c u a n d o se respiran los v a p o res del iodo ó en gran c a n t i d a d ó con m u c h a frecuencia y por largo r a t o , p u d i e r a n ser útiles á los sugetos débiles, limfáticos, escrofulosos, á ¡as m u geres q u e p a d e c e n d e u n a clorosis v e r d a d e r a & c . , m i e n t r a s no e&istan irritaciones ó inflamaciones en alguna p a r t e del c u e r p o ; p e r o serian evid e n t e m e n t e nocivos á las personas nerviosas, sanguíneas, biliosas , ó afee- 1 t a d a s d e cualquiera e n f e r m e d a d a g u d a ó crónica por irritación, especialm e n t e si esta e n f e r m e d a d ocupase Tos órganos d e la respiración ó sus d e iendencias, los d e la circulación d e la sangre, el cerebro , los órganos d e os sentidos, especialmente la vista, y los que sirven p a r a la f o r m a c i o n d e la orina y p a r a su escrecion , los ríñones, la vegiga de la orina &c. P a r a e s p e r i m e n t a r u n a p a r t e d e los efectos del iodo sobre los órganos d e la sensibilidad, no h a y m a s q u e d e s t a p a r la c a j a del Daguerreotipo q u e 1 o c o n t i e n e , y a b r i r la p e q u e ñ a tabla que lo cierra por d e n t r o : si entonces se p o n e la cara sobre la c a j a , i n m e d i a t a m e n t e se siente u n olor p e n e t r a n t e y d e s a g r a d a b l e , q u e no tai da en p r o d u c i r dolor d e c a b e z a , pesadez, r e s p i r a c i ó n algo dificil, escozor en los ojos y lagrimeo; y si se continuase el e s p e r i m e n t o por largo tiempo se d e t e r m i n a r í a la embriaguez. Como quiera que sea, estas consideraciones no deben d e t e n e r á nadie de d e d i c a r s e al egercicio d e los curiosos procedimientos del D a g u e r r e o t i p o ; asi como los perjuicios q u e p u e d e n causar á la sal;;d ciertos colores vegetales ó animales, tales como la g u t a g a m b a , las preparaciones d e p l o m o , el v e r mellon &c, no a r r e d r a n á n a d i e p a r a dedicarse á la p i n t u r a . Pero es d e la m a y o r u t i l i d a d tener conocimiento d e semejantes p e r j u i c i o s , q u e , ni el uso m o d e r a d o y o r d i n a r i o de estos medios, sino su abuso , ó la i m p r u dencia d é las personas q u e los e m p l e a n , p u e d e n p r o d u c i r . Conviene, pues, hacer esta segunda operacion en u n aposento e s p a cioso, y no t e n e r por m u c h o tiempo la c a r a encima d e la c a j a , especialm e n t e en el m o m e n t o en que ésta se a b r e , sobre t o d o si lia estado e e r -

Í


. —85 — abandonar esta operacion 6 sí misma es decir , que deben hacerse sin aumentar mas calor que la temperatura ^ n e po-q dria darse á la pieza en donde se opera, si hioiese'Vn ella demasiado frió. Lo que importa muy mucho en asta ope- > ración es que la temperatura de lo interior de la caja sea> igual á la de lo esterior; pues sin esta precaución, sucedería que pasando la plancha del frió al calor,; se cubriría de¡ una {¡»era capa de humedad', que es muy perjudicial al efecH t o . Otra circunstancia es q-ne c u a n t a mas: usq -se ba«e: de ! la caja, tanto menos tiempo áe necesitíi, porgue la made*' ra queda impregnada del vapor de i o d o , y como tiene est e vapor una tendencia continua á desprenderse, y s e desprende realmente de todos los puntos de la superficid inte-! rior • sigúese de ahí que se esparce con mucha mas igualdad y mucho mas pronto por toda la superficie de' la planc h a , lo cual es al propio tiempo de la mayor importancia. Por esto es bueno dejar siempre un poco de iodo en la cápsula que,hay en el fondo de la caja j y conservar á esto preservada de la humqdaíd. E s , pues, evidente que preferible una caja que haya servido algún tiempo, porque la operacion es entonces mas pronta. Puesto que en razón á las causas arriba indicadas no puede fijarse con.toda precisión el tiempo necesario para o b t e n e r la capa de color de o r o , tiempo que puede variar desde cinco á treinta minutos, rara vez m a s , á n o ser que haga demasiado frió ( 1 ) J fácilmente se deja comprender

r a d a por muchos dias y conteniendo una gran c a n t i d a d de iodo d e n t r o d e la cápsula. Por medio de tales precauciones se evitará con seguridad todo perjuicio á la salud, qué de otra manera pudiera resultar. \ si alguno por haber, tenido la imprudencia de esponersc inconsider a d a m e ' i t e á la acción del iodo d u r a n t e largo tiempo sintiesé dolores de cabeza y entorpecimientos en las facultades intelectuales; con solo salirse al aire libre y fresco verá desvanecerse prontamente semejantes incomodidades. (Nota del T.) ( I ) En el primer ensayo de los procedimientos del Dagtierreotipo que se lia hecho en M a d r i d , hube de esperar siete cuartos de hora para ver cubierta la superficie de la plancha del paño amarillo de oro , ó «ea de la capa sensible, con las calidades indispensables para crear la imágeh f o t o génica. El gabinete d o n d e se hizo esta operacion estaba en una t e m p e r a t u r a de 14 ° centígrados; pero la caja sehatlaba h a r t o impregnada d e iodo, puesto que lo contenia en su cápsula dos dias hacia : á cuya prevención m e dió lugar el h a b e r tenido que reponer el termómetro que lleva el


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— 8 6 —

que es necesario mirar la plancha de cuando en caando, para asegurar de si llega ó no, al punto de amarillez indicado; e n cuyo acto es muy del caso que la luz ño venga á caer directamente encima. Puede suceder que tome la plancha mas color por un estremo que por el o t r o : si llegase este caso, no hay mas que hacer para igualar la capa, que t e n e r cuidado al colocar nuevamente la tablita sobre la c a j a , de volverla, no de arriba abajo, sino de estremo á est r e m o . A s i , pues, debe ponerse la caja en un aposento oscuro, á donde no llegue la luz sino muy débilmente por la puerta, que se deja un poco e n t r e a b i e r t a , y cuando se quiere mirar la plancha, despuesde haber levantado la tapa de la c a j a , se toma la tablita con las dos manos por sus e s t r e m o s , y se vuelve con ligereza. Basta entonces que la plancha refleje la luz de un parage ligeramente iluminado y en cuanto sea posiblej distante, para distinguir si el color amarillo es bastante subido: si asi no fuese; si no tien e todavía la capa el amarillo de oro que d e b e , es menester volver á meter muy pronto la plancha en la c a j a ; pero si el tinte por lo contrario estuviese demasiado subido, la capa ya no podria s e r v i r , y seria preciso volver á empezar e n t e r a m e n t e la primera operacion. Podrá parecer deficil esta operacion, según el modo con que se la d e s c r i b e ; pero con un poco de egercicio, se pone cualquiera al corriente sobre poco mas ó menoSj del tiempo que se necesita para llegar á obtener la capa de color amarillo, como también se acostumbra á mirar la p l a n cha con mucha ligereza, en términos de no dar tiempo á la luz para que pueda obrar.

aparato para azogar la plancha , y que advertí desgraciadamente roto, cuando quise ponerlo en juego. Hasta el tiempo indicado, que se contó reloj en mano, no hul>o de aparecer el ioduro amarillo, aunque la cápsula contendría como una onza de iodo; y prueba es que no pasó á mas do Jo que debía, el habersalído perfectísimamente la sutil miniatura de la vista de paisage, que se tomó desde la otra parte del Manzanares, hacia al oeste de S Antonio de la Florida, según asi lo reconocieron varios inteligentes y profesores en ciencias naturales y bellas artes. Desde entonces el tiempo lluvioso no ha permitido mas esperimentos: sin embargo en algunos, verificados con respecto á la sola ioduracion, se ha conseguido esta en mas ó menos tiempo, con el color dorado hermoso que le es propio, y hasta en 14 minutos. (N. del T.)



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Cuando el color amarillo de la plancha llegó al punto que se necesita, hay que encajar la tablita en el bastidor lám. III, fig• 4. a ., que se ajusta á la cámara oscura, evitando con esmero que dé la luz en la plancha; para lo cual puede uno alumbrarse con una v e l a , cuya luz tiene mucho menos acción que la del dio. No conviene sin embargo que esta luz dé demasiado tiempo sobre la plancha porque en tal caso dejaría siempre algunas manchas sobre ella. E n seguida se pasa á la tercera operacion, que es la de la cámara oscura. En cuanto sea posible, es menester pasar inmediatamente de la segunda operacion á la tercer a , ó á lo menos, no dejar entre ambos mas que una hora de intérvalo, por que pasado este tiempo, la combinación del iodo con la plata ya no tiene la misma propiedad.

OBSERVACIONES.

Antes de servirse de la caja, es menester secar bien todo su interior y volverla boca a b a j o , para sacudir las pequeñas partículas de iodo que pudieran haberse desprendido de la cápsula; teniendo cuidado al mismo tiempo de no tocar al iodo, que mancharía los dedos. Debe cubrirse la cápsula con una gasa tendida sabré un a r o ; con el objeto de regularizar la evaporación del iodo, é impedir al mismo tiempo, que al cerrar la tapa de la caja, la compresión del aire que de ello resulta , haga levantar partículas de iodo que llegarían hasta la plancha, y dejarían grandes manchas en ella. Por la misma razón debe cerrarse la caja siempre con mucho t i e n t o , para no levantar polvo en lo interior qne pudiera estar cargado del vapor de iodo.


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TERCERA

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OPERACION.

E l aparato necesario para esta operacion se reduce á V c á m a r 3 p u l i r á . Vease l,\m. IY» fig• 1 . " Y (!)• La tercera operacion es la que se hace por la naturaleza en la cámara oscura. E p ¡cuanto se pueda, conviene a c o g e r los objetos iluminados directamente por el so!, por q u e entpqces la operación, es mas p r o n t a ; puesto que debiéndose producir por el solo,efecto de la l u z , se echará <je ver fácilmente que la acción de esta última será t a n t o mas pronta, cuanto mas f u e r t e m e n t e iluminados estén los objetos., y cuanto mas blancos sean por su propia n a t u raleza.

(1) E n esta operacion no debe e m p l e a r s e u n a c á m a r a oscura cualquier a , sino la q u e en el (lia está en uso, esto es, la c á m a r a oscura acrom ática, q u e es aquella cuyo objetivo ó lente de cristal que el t u b o lleva sea a c r o jnático. , Se llama acromática u n a lente c u a n d o en los objetos bien iluminados n o p r e s i l l a sehsiblemeüte una déscomposicion en los c o l o r e s , es decir, c u a n d o no l<?s p f p s e n t a r o d e a d o s d e los colores dei arco iris. P a r a c o m p r e n d e r el acromatismo y la necesidad d e las lentes a c r o m a tífcas en-muchos experimentos, y en especial en esta operacion del D a g u e r r o t i p o , es preciso saber que los rayos d e la luz q u e caen oblicuamente sobre u n c u e r p o d i á f a n o , como por egemplo, una l e n t e , al e n t r a r en ella ! v a r í a n de dirección y se q u i e b r a n , cuyo fenómeno es lo que se liorna r e f r a c c i ó n d e ta lu¿¡ de suerte que si la lente es convexa, se aproximan al c e n t r o fie la m'ispa ; en, términos que despues de haberla t r a s p a s a d o ^ v i e n e n á r e u n i r s e en u n p e q u e ñ o espacio", l l a m a d o foco,- pero como la luz b l a n c a se c o m p o n e d e siete colores, principales, ó si se q u i e r e d e tres f u n d a m e n t a l e s , y d e otros c u a t r o , que son tránsitos del u n o al otro, y 110 t o ldos se q u i e b r a n con igual f u e r z a , resulta d e ahí que c a d a especie c e r a yos se r e ú n e m a s allá d e la J e n t ^ á cierta distanfiia dql c e n t r o focal, que es distinta en todosV e f e c t o q u e p r o d u c e el f e n ó m e n o d e la descomposición d e ' l a í u z en sus; có'lores primitivos,.y as tanta, mas, sensible, c u a n t o q u e los objetos están m e j o r iluminados, ó q u e la lente tiene mayor f u e r za Asi es que m i r a n d o los objetos bien iluninados con una f u e r t e lente c o n v e x a o d e a u m e n t o , y sobre t o d o , á la luz del sol, a p a r e c e n r o d e a d o s d e u n a ligera aréola d e arco d e iris. ¿^hora bien, los «olores de a i c o iris que se p i n t a n en el ojo en este caso, se p i n t a r í a n asimismo d u r a n t e el p r o c e d i m i e n t o del Daguerreotipo en la c á m a r a oscura, en la p l a n c h a p r e p a r a d a y sobre el í o d u r o d e p l a t a ; y c o m o esta sustancia es t a n sensible á la luz, lo mismo se d i b u j a r í a en ella la impresión de los colores d e s c o m p u e s t o s , que se d i b u j a la imagen



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— 89 — Despues de haber colocado la cámara oscura enfrente al punto de vista ó á los objetos cualesquiera q u e s e a n , cuya imagen se desea fijar, lo esencial es colocarlos bien en el foco, es decir, de modo que se representen con mucha limpieza; lo cual se consigue fácilmente aproximando ó retirando el bastidor del cristal esmerilado, en donde se recibe la imágen de la naturaleza ( 1 ) .

general de los objetos; d e lo que se originaria e s t r a ñ a c o n f u s i o n , s e ñ a l a d a m e n t e en los contornos y en las tintas q u e mas i n m e d i a t a s estuviesen. P e r o por f o r t u n a h a y medio d e obviar este inconveniente, medio que basta para 1« operaeion del D a g u e r r e o t i p o , asi como para casi todos IOJ esperimentos d e óptica ; y tal es el acromatismo ó el uso de una lente acromática. El óptico ingles Dollond descubrió que en las diversas sustancias d i á f a n a s q u e pueden empicarse en la fabricación de los i n s t r u m e n t o s de ó p tica, el poder q u e tienen de separar los rayos unos d e o t r o s , ó d e d i s p e r sarlos, no es igual á la fuerza con q u e los refringen ó los quiebran , y q u e p u e d e n , por egemplo, e n c o n t r a r s e dos cuerpos diáfanos, de los cuales el p r i m e r o refringirá los rayos con una fuerza como á dos, y los dispersará como á uno, y el segundo les refringirá como á uno, y los dispersará c o mo á dos Por este medio p u d o Dollond compensar la dispersión d e la luz en una l e n t e c o m p u e s t a de dos sustancias d i á f a n a s d e diversa n a t u r a leza, c o n s e i v a n d o al propio t i e m p o el poder r e f r i n g e n t e : es d e c i r , que sin d e j a r de o b t e n e r los r e s u l t a d o s d e la r e f r a c c i ó n , d e s t r u y ó sensiblem e n t e los efectos de la separación de los rayos, que es lo que f o r m a los colores del iris en las lentes. E s t e precioso r e s u l t a d o es lo q u e se llama , q u e equivale .á decir debiéndose e n t e n d e r , privación de los colores accidentales del iris en los objetos q u e por s e m e j a n t e medio presentan sus imágenes sensiblemente blancas y limpias. Digo sensiblemente, p o r q u e en las lentes que se llaman acromáticas, no t o d o s los rayos colorados se c o m p e n s a n , sino u n o por c a d a especie d e c u e r p o d i á f a n o q u e se emplea.-y c o m o son dos las especies d e cuerpos diáfanos q u e e n t r a n en la coniposicion d e estas lentes, los rayos compensados n o pueden ser t a m p o c o mas que d o s ; pero como son precisamente los opuestos, basta esto para los efectos sensibles. Las sustancias d i á f a n a s de que se c o m p o n e n las lentes acromáticas, son el cristal ó el vidrio o r d i n a r i o sin plomo, q u e los ingleses llaman y el que contiene m u c h o óxido d e plomo, ó sea el cristal q u e los ingleses llaman De esto, pues, se dtuiuce la absoluta necesidad d e emplear una l e n t e acromática para objetivo d e la c á m a r a oscura en el procedimiento del Dai'uerreotipo. P a r a conocer si una lento es acromática y si en su fabricación se ha obt e n i d o bien el a c r o m a t i s m o , basta dirigirla sobre un objeto bien i l u m i n a do por el sol, ó sobre u n a luz artificial, y si el objeto ó la luz se presentan claros y limpios, sin aréola sensible d e arco iris, no h a y d u d a q u e la l e n te es.bien a c r o m á t i c a ; p e r o en el caso contrario, ó no existe en ella el a c r o m a t i s m o , ó es i m p e r f e c t o , y por consiguiente no debe emplearse en lo» procedimientos del Daguerreotipo. ( N . del T . ) { I) La c á m a r a oscura dirigida horizontal y d i r e c t a m e n l e hácia los o b jetos c u y a imágen se quiere r e p r e s e n t a r , según lo aconseja aquí el a u t o r ,

privación de color,

glass,

crovvn ¡flass.

acromatismo

flint-


— 90 — Luego que se ha conseguido la mayor exactitud, se fija la parte móvil de la cámara oscura por medio de un torn i l l o / / , fig. 1 . a y 2 . a , lám. I V , destinado á este objeto; se retira entonces el bastidor del c r i s t a l , teniendo cuidado de no mover la cámara oscura y se le sustituye el aparato que contiene la plancha y que ocupa exactamente el mismo lugar que el bastidor. Asi que este aparato se haya

tiene el inconveniente d e invertir las relaciones d e sus diversas p a r t e s , d e m o d o que lo q u e está á la d e r e c h a se pinta á la izquierda y vice-versa, y asi es en efecto c o m o se ven r e p r o d u c i d a s en casi todos los diseños sacados con el Daguerreotipo. E s t e inconveniente es d e poca importancia para la m a y o r p a r t e d e los objetos; pero no d e j a d e h a b e r muchos que convendría r e p r e s e n t a r en sus relaciones n a t u r a l e s , sobre t o d o , si se sacan los diseños, n o p a r a t r a s l a d a r l o s al papel por m e d i o d e la misma p l a n c h a , sea g r a b á n d o l a , sea imprimiéndola, según las preparaciones y el m é t o d o que ha p r e s e n t a d o el d o c t o r Donné, sino p a r a conservarlos v e n c u a d r a r la p l a n c h a , tal c o m o sale d e las operaciones del m é t o d o d e D a g u e r r e . P a r a esto, bast a e f e c t i v a m e n t e , según indica el autor en la esplicacion d e la lámina I V poner la c á m a r a oscura no h o r i z o n t a l , sino vertical, y a d a p t a r un espejo p l a n o en ángulo d e 45 grados á la estrernidad anterior d e l t u b o que sost i e n e el objetivo. E n t o n c e s los o b j e t o s visibles cuyos r a y o s luminosos se dirigen h o r i z o n t a l m e n t e al espejo, q u e d a n p i n t a d o s en él con sus r e l a c i o n e s i n v e r t i d a s d e derecha á izquierda y v i c e - v e r s a ; p e r o como al c a e r los rayos sobre el espejo, f o r m a n con el p l a n o d e este u n ángulo de 45 g r a dos, q u e se llama el ángulo d e incidencia , y por u n a ley d e la elasticidad p e r f e c t a d e la luz. los r a y o s q u e caen o b l i c u a m e n t e sobre la superficie d e u o espejo p l a n o , se reflejan liácia la p a r t e o p u e s t a , f o r m a n d o otro á n g u lo, l l a m a d o de reflexión, igual al p r i m e r o , y por consiguiente d e otros 45 g r a d o s ; resulta d e a h í q u e los rayos reflejados se dirigen v e r t i c a l m e n t e d e a r r i b a a b a j o y pasan en esta dirección al través d e la l e n t e , p i n t a n d o los o b j e t o s d e q u e p r o c e d e n , en relación igualmente inversa, y vuelven por consiguiente á poner la imagen primitiva en sus relaciones naturales; a b s o l u t a m e n t e d e la misma s u e r t e que u n a p l a n c h a d e g r a b a d o para i m p r i m i r sobre el papel los o b j e t o s q u e r e p r e s e n t a , es precisó q u e los t e n g a g r a b a d o s al revés. N o h a y , pues, dificultad alguna en r e p r e s e n t a r los o b jetos en el foco d e la c á m a r a oscura en sus relaciones n a t u r a l e s ; y u n tercio m a s d e tiempo q u e p o d r á necesitarse en la operacion d e la luz, n o d e b e ser obstáculo para q u e se saquen los diseños con sus propias r e l a ciones, especialmente en los paises meridionales. M a s p a r a poder lograr este o b j e t o por el Daguerreotipo h a y otra d i f i c u l t a d d e q u e n o habla el a u t o r . Tal es la d e poner las imágenes en el foco, d e asegurarse d e su e x a c t i t u d y de su b u e n a posición general, de sacar el b a s t i d o r a u e lleva el cristal esmerilado y sustituirle el b a s t i d o r c e r r a d o , provisto d e la p l a n c h a , y por último de abrir las p u e r t a s interiores d e e s t e bastidor por medio d e los semicírculos. P o r q u e si la c á m a r a oscura, tal como está e n t e n d i d a , se pusiese sobre u n a mesa ó sobre cualquiera o t r o apoyo q u e la sostuviese d i r e c t a m e n t e por la c a r a o p u e s t a al objetivo, n a d a d e esto podria lograrse. P e r o es fácil vencer s e m e j a n t e d i f i c u l t a d , y para ello n o se necesita m a s q u e a d a p t a r c u a t r o listones á las c u a t r o c a r a s d e la c a j a esterior d e la c á m a r a , y a p o y a r h o r i z o n t a l p i e n t e t o d a la c a j a del i n s t r u m e n t o por m e d i o d e estos listones, sobre u n bastidor sostenido por c u a t r o pies, d e la a l t u r a


asegurado bien con las pequeñas taravillas de cobre, se cierra la abertura M, fig. 1. a y 2 . a , lam. I V , de la cámara oscura , y en seguida se abren las puertas interiores del aparato por medio de los dos semicirculos AA lám. III. Entonces la plancha está en disposición de recibir la impresión de la vista ó de los objetos que se han escogido, y no queda ya mas que hacer sino abrir el disepimento J f , lámina IV, de la cámara oscura y sacar el reloj para contar los minutos. Esta operacion es sumamente delicada, porque nada de lo que sucede es visible, al paso que es absolutamente imposible poder fijar el tiempo que se necesita para la reproducción , puesto que depende enteramente de la intensidad de luz de los objetos que se quieren reproducir. En Paris podrá variar este espacio de tiempo desde tres á treinta minutos cuando mas ( 1 ) .

conveniente, para poder mirar y maniobrar por debajo de la caja , segtin está representado en la lámina VIÍ, fig. 2.* Para poder poner las imágenes de los objetos en el foco, adelantando o retirando la parte móvil de la caja, es necesario tanto en la cámara oscura vertical, coma en la horizontal, levantar ó bajar el espejo que esta detras del cristal esmerilado, cuyo espejo refleja dichas imágenes y las hace aparecer pintadas en el cristal; pero no se distinguirían las imágenes en el referido cristal, á lo menos con la claridad neceraria, si uno u otro estuviesen iluminados; puesto que es del todo indispensable que no reciban otra luz que la que'entra por el objetivo: condición necesaria en que estrira la máquina que sé llama cámara oscura. Esto se consigue f á cilmente con envolverse el que opera, juntamente con la parte po^erior de la caja en la cámara horizontal, ó con la parte inferior en la vertical, en una cortina oscura de paño ó de seda negra que impida todo acceso á la luz. Entonces aparecen las imágenes pintadas en el cristal con sus colores naturales, desde luego que dichas imágenes se hallan puestas en el foco ó cerca de él, y es muy fácil darlas toda la exactitud conveniente. (1) Ño es fácil concebir el por qué se asegura aquí que el tiemponecesario para la reproducción de las imágenes, ó por decirlo de otro modo, el espacio de tiempo durante el cual deban herir la capa sensible de que está cubierta la plancha, los rayos luminosos lanzados por los objetos que se quieren reproducir, podrá variar en Paris desde tres á treinta minutos cuando mas. Asegúrase en seguida que para el cómputo del referido tiempo, se deben tener presentes varias circunstancias, qtieegercen 110 poca influencia, como por egemplo, las varias éstáciones y la hora en eme le opera; por manera que el objeto que se podrá reproducir en Paris dentro de tres ó cuatro minutos en los meses de junio y de julio, durante el promedio de tiempo que se halla entre las siete de la mañana y las tres de la tarde, siempre que esté fuertemente bañado por el sol; exigirá sin e m bargo veinte minutos en los mismos meses y en iguales alturas del «ol, siempre que por lo contrarió estuviese del todo en la media tinta. M a s


— 92

H a y q u e t e n e r p r e s e n t e a s i m i s m o , que las estaciones, !o p r o p i o q u e la h o r a del d i a , i n f l u y e n m u c h o e n la p r o n t i t u d d e la o p e r a c i o n . L a s h o r a s m a s f a v o r a b l e s s o n d e s d e l a s 7 d e la m a ñ a n a h a s t a l a s t r e s d e la t a r d e ; y lo q u e s e c o n s i g u e e n Paris en tres ó cuatro m i n u t o s

por los m e s e s

d e j u n i o y d e julio, exigirá cinco ú seis m i n u t o s en los

de

m a y o y a g o s t o , 7 ú 8 e n a b r i l y s e t i e m b r e , y asi d e

los

demás,

g u a r d a n d o la m i s m a p r o p o r c i o n a

á m e d i d a q u e la

estación se adelanta. P e r o esto n o es m a s q u e u n dato g e n e ral, aplicable á los objetos m u y i l u m i n a d o s ; porque s u c e d e m u c h a s v e c e s que s e n e c e s i t a n 2 0 m i n u t o s en los ineses m a s favorables, cuando

l o s o b j e t o s e s t á n d e l t o d o e n la m e d i a

tinta. E c h a s e de ver por lo q u e acaba de d e c i r s e , que es i m p o s i b l e fijar c o n p r e c i s i ó n e l t i e m p o

n e c e s a r i o para o b t e -

como los mismos objetos colocados en ¡guales favorables circunstancias de iluminación y deinas, requieran de cinco á seis minutos en mayo y agosto, de siete á ocho en abril y setiembre, &c , &c.; sigúese de ahí que cuando se hallaren en la media tinta, bien que en horas favorables , durante estos últimos meses , exigirán asimismo , guardada la debida proporcion, cuarenta minutos, cuando menos, para su reproducción;y si en los meses de octubre y de noviembre fuese preciso, insiguiendo siempre el tipo fijado, que estuviesen emitiendo los rayos luminosos á la capa sensible por espacio de nueve á diez minutos, cuando radiante el sol y despejado les bañase con toda su fuerza; dicho se está que necesitarían de 50 á 60 m i nutos en el otro caso, sin apartarse de la misma proporción dada por el autor: si todavía es cierto que esta sea la exacta proporcion que deba guardarse, con respecto á la fuerza que deben de tener los rayos del sol en Paris y en noviembre, relativamente á la que pueden presentar en aquel clima durante los meses de junio y de julio. Pero de todos modos hallaremos siempre que el máximum del tiempo requerido al efecto que nos oeupa, no será de treinta minutos, cuando mas, sino de sesenta á setenta, estando los objetos en la media tinta, y aun de ochenta, ciento, y acaso mas, si por ventura fuese todavía mas débil la iluminación y desfavorables las demás circunstancias. Asi, pues, insiguiendo los mismo! principios sentados como base por Daguerre, en el primer ensayo que se practicó en Madrid , cuando hube d e operar el dia 18 de noviembre , á las tres y tres y medio minutos de una tarde sombría y nebulosa, en que estaba cubierta la atmósfera de frecuentes y harto densos celages; por manera que los objetos mejor iluminados ofrecían menos que una media tinta , y quedaban á veces sombreados por las nubes; calculado todo con la mayor proligidad , habida razón de la fuerza del sol y temperatura que producen sus rayos en P a ris y en Madrid durante los meses mas favorables y cuando cu aquel clima se necesitan de tres á cuatro minutos para promover los efectos del Daguerreotipo, durante las horas mas á propósito, y comparado y deducido y aplicado todo con respecto al clima, temperatura y circunstancias de Madrid y del referido día 18, se dedujo en último resultado que debería


n e r los d i s e n o s ; pero con un poco de egercicio se llega fácilmente á calcular. E n el m e d i o d í a de la F r a n c i a , y por lo g e n e r a l , en todos los países e n d o n d e la luz t i e n e en E s p a ñ a , Italia

etc.,

claro

mucha

s a c a r s e m a s p r o n t o : p o r lo c u a l es de cia no

prolongar

reproducion,

demasiado

intensidad,

está q u e los diseños la m a y o r

importan-

el t i e m p o n e c e s a r i o

p o r q u e los c l a r o s e n t o n c e s

como deben

para

la

no quedarían

ya

b l a n c o s , s i n o q u e s e p o n d r í a n o s c u r o s , p o r la a c c i ó n

de-

m a s i a d o p r o l o n g a d a d e la l u z . P e r o p o r lo c o n t r a r i o , si tiempo no fuese suficiente; el diseño quedaría muy so y c o m o

en

un simple

Suponiendo que

la

el

confu-

bosquejo. primera

muestra

no

haya

salido

b i e n , por h a b e r l a r e t i r a d o demasiado p r o n t o , ó por h a b e r la dejado demasiado t i e m p o , desde luego

se puede

empe-

zar o t r a , y se t i e n e e n t o n c e s m a s seguridad de h a c e r l a con toda p r e c i s i ó n ; ( 1 ) y aun c o n v i e n e para adquirir m u c h o háb i t o , hacer algunas pruebas de ensayo.

estar sometida la lámina á la influencia luminosa por espacio de sesenta minutos. El efecto correspondió exactamente á lo que se habia calculado, y varios inteligentes en la materia, entre quienes contaría con orgullo la primera á S. ftí , que tuvo la dignación de aceptar aquel ensayo , por ser el primero que se habia heclio, sino temiese abusar de tan augusto nombre y de su amable cuanto benéfica condescendencia, aseguraron que en nada desmerecía á los que habían visto sacados en Paris y en mejores circunstancias, hasta llegar á decir que podia competir con aquellos. Cierto apreciable periódico de esta corte dijo con este motivo , y despues de h a ber hecho mención de las circunstancias que llevamos enunciadas: " A pe«sar de estas contrariedades, admira el efecto del cuadro, que es una m i »niatura delicadisimamente acabada, y contiene todos los pormenoies, con «una verdad, de que solo es capaz la miima naturaleza.... Cuantas per»sonas lian visto la làmina han reconocido la exactitud del traslado, y se »han asombrado de los maravillosos efectos del mecanismo del señor D a »guerre." (N. del T.) (1,' El consejo que da aqui el autor es sin duda mas sencillo y útil que cómodo y agradable. E n efecto, nada es inas natural que la probabilidad de que si una prueba sale mal, otra salga mejor, si se repite inmediatam e n t e ; pero tampoco nada es mas desagradable que hacer cinco operaciones sucesivas, delicadas y minuciosas, estar esperando un resultado feliz que no puede verse con toda limpieza sino despues de la quinta , para hallarse entonces con que el diseño ha salido defectuoso, y tener que empelar de nuevo toda la serie de operaciones, agregándose todavía otra mas si hubiese que operar sobre la misma plancha, á saber, la de borrar la imagen. Util es á la verdad hacer, como lo aconseja el autor , algunas pruebas por via de ensayo, para adquirii mucho hábito y cierto tino práctico; pe-


— 94 — L o mismo se ha de hacer aqui que lo que se hizo con respecto á la capa. E s necesario apresurarse á pasar la

ro of pesar d e todo, q u e d a siempre en el procedimiento cierto sello d e c a sualidad que p u e d e burlar alguna vez los cálculos y las esperanzas del m a s diestro. H a y t a n t a s variedades en la f u e r z a d e la luz q u e reflejan los o b jetes sobre la pantalla d e la c á m a r a oscura, según las d i f e r e n t e s horas del d i a , según el estado de la a t m ó s f e r a , según las latitudes d e los países, s e gún los colores d e los mismos objetos, y la brillantez ó el m a t e , el p u l i m e n t o ó la escabrosidad d e sus p e r i f e r i a s , que v e r d a d e r a m e n t e no h a y p u n t o mas difícil en todo el procedimiento f o t o g r á f i c o , que deducir por la simple práctica, el tiempo que u n a plancha ha de estar espuesta en la c á m a r a o s c u r a , para que salga el diseno con toda perfección. JVadie, por cierto, podría negarle al señor 1 Daguerre el hábito , el tino práctico para esta operación: pues y o l e h e vistoopei a n d o d e l a n t e de un n u meroso concurso, al llegar á |i> operación de la cámara oscura, mirar bien la c l a r i d a d del d í a , q u e estaba m e d i a n a m e n t e cubierto y sombrío, y anunciar desde luego que se necesitaría tener la plancha en la c á m a r a d e unos 16 á 17 mininos: a pocos instantes vuelve á mirar el dia , y dice no se necesitarán mas que 15 m i n u t o s ; luego vuelve á m i r a r y á pensarlo b i e n , y anuncia en definitiva q u e bastarían 13 minutos. E n efecto la p l a n c h a no estuvo espuesta á la luz m a s que 13 minutos; se pasó en seguida á las dos últimas operaciones, y el diseño salió con u n a perfección a d m i r a b l e . P r e g u n t o ahora: si el señor D a g u e r r e se hubiese d e j a d o Nevar d e su primer impulso y hubiese d e j a d o espuesta la plancha 16 ó 17 m i n u t o s en lugar de los 13, ¿hubiera salido perfecto el diseño? claro está que uo; p o r q u e tres ó c u a t r o minutos d e mas en una operación q u e no d u r a siuo 13, es una c a n t i d a d d e consideración, y no podía m e n o s d e q u e las t i n t a s del diseño hubiesen salido demasiado cargadas, y los claros e m p a ñ a d o s y confusos. Seria, pues, d e desear que se e n c o n t r a s e medio de p o d e r calcular, sino de una m a n e r a fija y precisa, á lo menos con muy c o r t a d i f e r e n c i a , el tiempo que la capa sensible d e la plancha ha d e estar espuesta á la luz en la c á m a r a oscura, para q u e salgan bien los diseños. Él a u t o r d e c l a r a i n g e n u a m e n t e que es del todo imposible una e x a c t i t u d absoluta encesta p a r t e de su p r o c e d i m i e n t o , y tiene razón. Pero yo creo que p u e d e hallarse algún medio d e calcular el tiempo necesario, con una aproximación tal, q u e para los efectos fotográficos d e l Daguerreotipo equivalga á la e x a c t i t u d absoluta. Si hubiese algún medio de calcular casi con e x a c t i t u d la c a n t i d a d y f u e r z a , sino absoluta, á lo menos relativa d e la luz que envian los objetos á ta c á m a r a oscura, en el m o m e n t o en q u e se va á poner e n ella el b a s t i dor d e la p l a n c h a , es e v i d e n t e que cierto n ú m e r o de ensayos p r e l i m i n a res b a s t a r í a n p ira calcular con toda la aproxim.acion necesaria, según las circunstancias, el tiempo q u e s e r í a necesario tener espuesta á la luz esta p l a n c h a , p a r a que el diseño saliese con t o d a perfección, y q u e esta p a r te d e la operacion se podría reducir asi á reglas d e t e r m i n a d a s . P a r a llegar á «ule En, yo e n c u e n t r o dos m e d i o s , q u e si bien no he e s p e r i m e n t a d o todavía, los" e s p o n d r é aqui por la suma i m p o r t a n c i a del objeto. , Uno d e ellos es indirecto y o t r o d i r e c t o . El primero consiste en r e s o l ver cual sea ta f u e r z a de la luz que dirigen los objetos á la c á m a r a oscur a , por la comparación d e esta luz con o t r a de fuerza ya conocida: el s e g u n d o , en e x a m i n a r d i r e c t a m e n t e la impresión que h a c e aquella luz en d e t e r m i n a d a s circunstancias del día, sobre una sustancia muy sensible, y la diversa c a n t i d a d de tiempos q u e necesita dicha luz según las c i r -


— 95 — prueba á la cuarta operacion tan pronto como se saca de la cámara oscura, y nunca se debe dejar mas de una hora de

cunstancias d a d a s , p a r a p r o d u c i r u n g r a d o d e t e r m i n a d o de impresión. Para c o m p r e n d e r el p r i m e r medio, es necesario saber q u e la (uerza d e la luz q u e despiden dos cuerpos luminosos es proporcional á la f u e r z a d e las sombras d e un c u e r p o opaco q u e se o p o n g a á la irradiación d e e n t r a m b o s , ó la i n t e r c e p t e , ó de dos cuerpos opacos puestos á igual d i s t a n cia d é l a pantalla que reciba dichas s o m b r a s : asi q u e , d a d a , por e g e m lo, u n a luz q u e tenga d o b l e f u e r z a que o t r a , producirá una sombra d o lé mas intensa que a q u e l l a , en términos que para obtener iguales ambas sombras será preciso, o bien separar la luz mas f u e r t e del cuerpo opaco, ó bien alejar de él la sombra mas intensa, ó bien disminuir la i n t e n s i d a d de la luz, sea d i r e c t a m e n t e , sea i n t e r p o n i e n d o un cuerpo mas ó m e nos opaco, mía c o r t i n a , por egemplo, un vidrio de color m a s ó menos o s c u r o , e n t r e la luz y el c u e r p o que da la sombra. E s t e medio es el q u e m e p a r e c e m a s c ó m o d o y m a s aplicable al D a guerreotino. Se p o d r á poner en p r á c t i c a esle medio h a c i e n d o una modificación en la c á m a r a o s c u r a , t a l , por e g e m p l o , como se representa en la l á m i na V i l , fig. 1.» A b r a n s e en u n a c á m a r a oscura A. B. C. los dos agujeros H H " , en vez del a g u j e r o único H, q u e o r d i n a r i a m e n t e t i e n e : póngase en cada u n o un t u b o S, como el del objetivo c o m ú n ; pero d e modo que el del c e n t r o tenga el objetivo, y el del lado no tenga mas que el di«epimento, q u e d e be a j u s t a r con la m a y o r e x a c t i t u d . Divídase lo interior d e la caja en dos partes laterales por un t a b i q u e D. E . F. G . , hecho con una t a b l a d e quita y pon, q u e se p u e d e aplicar por detras, por la a b e r t u i a del m a r c o q u e está d e s t i n a d o a recibir primero el bastidor del cristal esmerilado UO, P P . , y despues la p l a n c h a p r e p a r a d a . Pónganse entonces dos reglas v e r t i c a l e s , supongamos m m, n n de una latitud d e t e r m i n a d a é igual, d e n t r o las dos c á m a r a s en q u e se divide m o m e n t á n e a m e n t e la c á m a r a oscura y en f r e n t e d e los a g u j e r e s , á igual distancia del cristal e s m e r i l a d o , y a p l i q ú e s e - i la c á m a r a el bastidor de este c i i s t a l . S i s e dirige e n tonces el t u b o del o b j e t i v o , aplicado en H , á un o b j e t o iluminado J J , y se aplica el orificio e s t e n i o del t u b o a j u s t a d o al a g u j e r o H la a b e r t u r a de una linterna q u e encierre aislada una luz artificial L, de fuerza a p r o x i m a d a m e n t e conocida,-es i n d u d a b l e que los rayosluminosos del o b j e t o J J que e n t r a n por el a g u j e r o H , al e n c o n t r a r la regla rnm producirán u n a s o m b r a , que irá á p i n t a r s e sobre el cristal e s m e r i l a d o , en 0 0 , y los d e la luz artificial que e n t r a n por el a g u j e r o H " al e n c o n t r a r la regla rn p r o d u c i r á n otra s o m b r a , que irá á j u n t a r s e sobre dicho cristal en P P . Si son iguales en f u e r z a la luz q u e despide el o b j e t o y la luz artificial, iguales serán también las sombras en i n t e n s i d a d , lo que podrá reconocerse p o r d e t r a s del cristal esmerilado; mas si la fuerza de la luz artificial fuese mayor q u e la del o b j e t o J J , la i n t e n s i d a d de la sombra por aquella p r o d u c i d a seria m a y o r t a m b i é n , y vice versa. Pero la intensidad de la luz m a s f u e r t e podrá disminuirse g r a d u a l m e n t e , i n t e r p o n i e n d o e n t r e ella y el a g u j e r o c o r r e s p o n d i e n t e un c u e r p o mas ó menos opaco q u e la amortigüe, por egemplo, u n vidrio azul, u n t a f é t a n del mismo color, &c.; asi q u e , p o n i e n d o vidrios ó c o r t i n a s d e d i f e r e n t e s grados d e o s c u r i d a d , y a p l i c á n d o los según convenga, se p o d r á n igualar fácilmente a m b a s sombras sobre el cristal e s m e r i l a d o . A h o r a bien; supongamos q n e en el m o m e n t o de ir á esponer á la luz una plancha p r e p a r a d a , se ha e n c o n t r a d o que t a n t o la luz que despiden los objetos q u e h a n d e f o r m a r el diseño, como lá luz artificial, han p r o d u -

E


intérvalo: mas seguridad se tiene del diseño cuando se puede operar inmediatamente.

cilio ambas en el cristal dos sombras d e igual i n t e n s i d a d , lo q u e supone que tiene igual f u e r z a . Si se quita entonces la luí artificial, c e r r a n d o p e r f e c t a m e n t e el disepimento del a g u j e r o H, y separados igualmente el cristal esmerilado, las reglas y el t a b i q u e interior, se aplica en su lugar el bastidor d e la plancha; la imagen del o b j e t o J J se p i n t a r á sobre esta , como si n a d a se hubiese hecho a n t e s . E n tal estado tengase la plancha en p o sición t o d o el tiempo q u e p r u d e n t e m e n t e se calcule podrá necesitarse p a r a q u e el diseño salga perfecto, y nótese con c u i d a d o este tiempo. Q u í tese la plancha; p r o c e d i s e á las otras dos operaciones q u e f a l t a n , y si el diseño salió exacto, ya se tiene el primer d a l o . Supongamos q u e se e m plearon seis m i n u t o s en dicha operación: claro está que siempre que la i n t e n s i d a d de la sombra producida en el cristal esmerilado por la luz q u e los objetos envían á la c á m a r a oscura, sea igual á la que p r o d u c e la luz a r tificial, se necesitarán seis minutos para obtener con t o d a perfección el diseño d e aquellos objetos sobre la p l a n c h a . Si el p r i m e r diseño salió mal, tómese o t r o i n m e d i a t a m e n t e ú otros si es n e c e s a r i o , dejándolos espuestos á la luz por mas ó menos t i e m p o , según las tintas salieron mas flojas ó mas f u e r t e s d e lo q u e se deseaba, hasla llegar á obtener toda la e x a c t i t u d q u e se q u i e r a . Nótese con c u i d a d o el tiempo, y se sabrá p a r a lo sucesivo q u e p a r a obtener u n diseño p e r f e c t o es el que se necesita c u a n d o a m b a s luces son iguales. Supóngase a h o r a que en el examen preliminar d e la f u e r z a respectiva d e las luces se ha e n c o n t r a d o q u e son desiguales, y que la luz n a t u r a l d e los o b j e t o s es mas f u e r t e ó mas floja que la artificial. Iguálense las sombras por la interposición d e los vidrios ó d e las c o r t i n a s azules d e diferentes g r a d u a c i o n e s , f r e n t e del a g u j e r o respectivo, c o r r e s p o n d i e n t e á la luz m a s f u e r t e ; nótese el g r a d o de oscuridad del vidrio ó d e la cortina q u e p a r a d i c h o efecto ha sido menester emplear, y prócedase en seguida como en el caso a n t e r i o r , n o t a n d o bien el tiempo q u e ha sido necesario para o b t e n e r un diseño perfecto , 15 minutos , v. g. E s claro que á otra hora , en o t r o dia, en otra estación, en otra latitud cualquiera, siempre que se e n » c u e n t r e que p a r a igualar las sombras es necesario emplear u n vidrio ó u n a c o r t i n a de igual g r a d u a c i ó n , y aplicarlo al mismo a g u j e r o , se necesitará igual tiempo, 15 minutos n i mas ni menos, p a r a que el diseño salga p e r fecto. ü n a vez a d q u i r i d o s los elementos, con facilidad se p u e d e establecer la regla p a r a todos los casos. La repetición d e las observaciones y el cálculo d a r á n esta regla con t o d a la e x a c t i t u d necesaria p a r a las aplicaciones d e l Daguerreotipo. O t r o medio p u e d e emplearse mas directo y mas sencillo ; pero acaso m a s i m p e r f e c t o y monos seguro. Espóngase á la acción d e la luz en la c á m a r a oscura n o m o d i f i c a d a , un papel e m p a p a d o en una disolución de clor u r o ó d e n i t r a t o d e p l a t a , de conocido g r a d o d e concentración nótese el tiempo que se necesita para que a d q u i e r a la i n t e n s i d a d d e color que te quisiese, h a s t a un p u n t o d a d o , y seguidamente y á continuación , el q u e f u e r e preciso t e n e r aplicada la plancha en la misma c á m a r a y en iguales circunstancias d e luz para obtener el diseño que se d e s e a ; anótese c o n c u i d a d o la relación de a m b o s tiempos en las d i f e r e n t e s circunstancias d e l a l u m b r a d o de los objetos, y d e d u z c a n d e aqui las reglas p a r a o t r a s c i r c u n s t a n c i a s semejantes. E s t e medio, repito, es acaso menos e x a c t o q u e el a n t e r i o r , p o r q u e n i es fácil fijar el g r a d o d e Ofidor que debe t o m a r el cloruro ó el n i t r a t o d e p l a t a , ni t a m p o c o (jai un b a ñ o igual á t o d a clase de p a p e l : sin e m b a r g o




CUARTA

OPERACION.

S e necesita para esta operacíon: Un frasco que contenga lo menos un kilogramo ( 1 ) de mercurio ( 2 ) . Una lámpara de espíritu de vino. Lám. I , (¡«j. 6 . a E l aparato representado en la him. V, fig. i , 2 y 3. Un embudo de cristal de cuello largo. Por medio del embudo se echa el mercurio en la cápsula que está en el fondo del aparato, hasta tanto que cu-*bra la esfera del termómetro F , fuj. 3 . a , lam. V; para lo cual se necesita un kilógramo, sobre poco mas ó menos. E n seguida, y desde este momento, ya no se puede a l u m brar el operador con otra luz que la de una bugia. Se retira la tablita en que está asegurada la plancha del aparato lám. III, fig. 4 . a , que la preserva del contacto de la luz, y se hace e n t r a r esta tablita entre las correderas de la tabla negra B, lám. V , fig. 1. a ; se vuelve á colocar Ja tabla negra en el aparato sobre los listones que la t i e Hen inclinada en ángulo de 4 5 grados, puesto el metal h a -

la observación y el calculo según se ha dicho con respecto al primero, podrían sacar tal vea partido de su aplicación para resolver el tiempo que deba obrar la luz sobre la plancha, á fin de producir con exactitud el d ¡ «eño fotogénico, en cuyo caso llevaría este método una gran ventaja al primero, en razón á su sencillez ( N . del T.) (1) El kilogramo equivale» 2 libras, 2 onzas, 12 adarmes y 15 o r a nos del peso de Castilla. (N. del T.) (2) El mercurio es demasiado conocido de todo» para que nos e n t r e tengamos en su descripción. Solamente diremos, que se puede emplear par a esta operacion el mercurio ordinario, sin necesidad de destilarlo, s u puesto que obra por evaporación y no en estado líquido; pero siempre convendrá que esté bien seco, es decir que no contenga agua, y para e s to cuando la tuviese , no hay mas que secarlo con un papel de estraza; que se apodera del agua y dé toda h u m e d a d , dejando el mercnrio i n tacto. Otro punto pudiera llamar la atención al tratar de este metal para emplearlo en las operaciones de que se trata. Al hablar del iodo, nos hemos ocupado con alguna detención de vis cualidades útiles ó perjudiciales a la s a l u d , y parecería estraño que n a d a digesemos acerca de esto al tratar del mercurio metálico, puesto que es á


cía abajo , de modo que pueda verse por el cristal G , y en. seguida se quita la tapa del aparato con mucha tiento, S. fin de que el aire comprimido na levante partículas de mercurio. Estando, todo asi dispuesto, se enciende la lámpara de espíritu de vino. D; se pone debajo de la cápsula € , que contiene el raereurio^y se deja alli hasta que el termómetro, cuya esfera está sumergida en et mercurio , y CUYO tubo sale fuera de la caja, indique un calor de 60 grados centígrados: llegado este caso se quita con presteza la lámpara,, y si, el termómetro subió rápidamente,, continúa subienda asimismo sin el ausiliodela lámpara;, peroténgase presente que- na debe pasar de 75 grados. Én tal, estado,, la impresión de la imágen de la naturaleza está ya en la plancha, pero no es visible todavía, y solo al cabo de algunos, minutos es cuando empieza á aparecer ; de lo cual puede uno asegurarse con mirar por et cristal y alumbrándose con 1a, bugía,, evitando sin embargo que dé?la luz sóbrela plancha demasiado.tiempo, por•> que dejaria manchas en ella. El diseño se debe dejar jiuesto y sin tocarlo, hasta tanto que haya bajado el termómetro á 45 grados: entonces se saca, y la operador* está concluida., Cuando los objetos han sido fuertemeijt§: weces mas perjudicial sin.comparacion,, en estado de vapor , que el iodo, pueda serlo en igual caso,.al mismo tiempo que se han de tomar muchas mas precauciones para que no ataqiie i la, economía ;,pero.como. e a estos procedimiento» no.se emplea el. mercurio en vapor„sino en pequeñísimas cantidades,y d'entM>..dfi-una. caja cerrada , y los vapores mercuriales no producen efectos sensibles y, nocivos a.la economía.animal,, sino, cuando se desprenden.con.abundancia y son absorvidos por la piel, ó, por los órganos de la^ respiración, en cantidades considerables,, como se verifica eu los mineros que trabajan en cinabrio y en los donadores de metales; es de todo punto inútil que nos detengamos en la enumeración de estos efectos ni en los medios.de-precaución que debeaemplearse para evitarlos; pues no hay el, menor cuidado.de que se manifiesten ¿consecuencia.de los procedimientos del Daguerreotipo_ Lo que st, hay. que evitar al.maniobrar, en la caja que contiene el mercurio, es el llevar: sortijas de oro en,los dedos, porque los vapores mercuriales y el mismo mercurio líquido se combinan con. dichos metales con una rapidex suma, formando una amalgama, blanca, que si es muy superficial da a las sortijas un aspe«to feo, y tal, que parecen, de estaño ; y si es profunda las echa á- perder ..porque se rompen con la mayor facilidad, al.sacarlas del.dedo, si ya.no quedan, destruidas ante«. (¿K cfeZ T.) ;


— 99 — iluminarlos, y se ha dejado que la luz obrase algo mas del tiempo necesario en la cámara oscura, sucede que la operación se halla concluida aun antes que el termómetro haya bajado á 5 5 grados; de lo que se puede uno asegurar mirando por el cristal. Después de cada operacion se debe limpiar bien lo interior del aparato para quitarle la péqueña capa de m e r curio que se esparce generalmente por é l , j es menester también tener cuidado de secar bien la tabla n e g r a , para que no quede en ella la mas pequeña señal de mercurio. Cuando se quiere empaquetar el aparato para transportarlo, es menester volver á echar en el frasco el mercurio que está en la c á p s u l a , lo cual hace inclinando la caj a , para hacerle salir por la pequeña espita que hay para este objeto. Se puede examinar el diseño a una débil claridad , para asegurarse de si ha salido bien. Se desprende d e l a t a b l i ta quitando las cuatro pequeñas tiras metálicas, que se han d e limpiar con mucho cuidado con piedra pómez y un poco de a g u a , cada vez que se acabe de sacar un diseño; en razón de que 110 solamente están cubiertas d e una capa de iodo, sino que ademas han recibido una parte de la imágen. Se coloca la plancha en la caja de corredera lámina II, fíg. 3 . a , en donde se g u a r d a , hasta tanto que p u e da pasarse á la quinta y última operacion, la cual puede dejarse de hacer i n m e d i a t a m e n t e ; porque puede conservarse el diseño en este estado, d u r a n t e muchos m e s e s , sin que sufra alteración, con tal de que se evite sin embargo el mirarla amenuao y á la luz del dio,

QUINTA

OPERACION.

L a quinta y última operacion tiene por objeto quitar el iodo de la plancha, puesto que de otra suerte continuaría descomponiéndose, siempre que el diseño se espusiese demasiado tiempo á la luz, hasta que por último lo destruyese. '


— 100 — P o r a esta o p e r a c i o n se n e c e s i t a . A g u a s a t u r a d a de sal de c o c i n a , ó b i e n u n a disoluciqn l i g e r a de h i p o - s u l f i t o de sosa p u r a . E l a p a r a t o d e s c r i t o e n la lúm. V I , f i g . 4 , y 4 b i s ; D o s c u b e t a s de c o b r e e s t a ñ a d o , lám. V I , fig. 2 y 2 b i s ; U n j a r r o de agua d e s t i l a d a , lám. V I , fig. 5 . S e t o m a sal c o n u m ó d e c o c i n a , y se i n t r o d u c e e n u n f r a s c o ó e n u n a botella d e boca a n c h a , hasta q u e l l e g n e i é á la c u a r t a p a r t e de su a l t u r a ; h e c h o lo cual se acaba d e l l e n a r de a g u a d e lluvia. Se m e n e a la b o t e l l a de c u a n d o e n c u a n d o , á fin de q u e se disuelva mas p r o n t o la s a l , y cuand o el a g u a está p e r f e c t a m e n t e s a t u r a d a , e s t o e s , c u a n d o y a n o p u e d e disolver m a s sal hay q u e filtrarla e n t o n c e s p o r un papel d e e s t r a z a , á fin de q u e n o q u e d e en ella n i n g u n a i m p u r e z a , y se p o n g a p e r f e c t a m e n t e c r i s t a l i n a . S e p r e p a r a d e a n t e m a n o b a s t a n t e c a n t i d a d de agua s a t u r a d a d e s a l , y se c o n s e r v a en b o t e l l a s t a p a d a s , e v i t a n d o por e s t e m e d i o el t e n e r q u e p r e p a r a r l a cada vez q u e se q u i e r e s a car algún diseño. S e e c h a a g u a safada e n u n a de fas c u b e t a s b a s t a u n o s t r q s c e n t í m e t r o s ( 1 ) poco m a s ó m e n o s de su a l t u r a ; y se l l e n a la o t r a de a g u a p u r a c o m ú n ó m e j o r llovediza. ¡ J n o y o t r o l í q u i d o h a n de e s t a r c a l i e n t e s , p e r o n o hirviendo-. A la d i s o l u c i ó n d e sal c o m ú n ó de c o c i n a , p u e d e s u s t i t u i r s e u n a d i s o l u c i ó n de h i p o - s u l f i t o de sosa p u r o ; y a u n es p r e f e r i b l e e s t a ú l t i m a , p o r q u e q u i t a el iodo e n t e r a m e n t e ^ lo q u e n o s i e m p r e se c o n s i g u e con la d j s o l u c i w í de s a l c o m ú n , e s p e c i a l m e n t e si los d i s e ñ o s e s t á n h e c h o s desde m u c h o t i e m p o . P o r lo d e m á s , la o p e r a c i o n es la m i s m a p a r a a m b a s d i s o l u c i o n e s , con la sola d i f e r e n c i a de q u e n o es n e c e s a r i o q u e e s t é c a l i e n t e la disolución del h i p o s u l f i t o , y se n e c e s i t a m e n o s c a n t i d a d de la m i s m a , p u e s b a s t a c o n q u e Cabra s o l a m e n t e la p l a n c h a e n el f o n d o d e la c u b e t a . P r i m e r o - s e b a ñ a la p l a n c h a e n el. a g u a p u r a c o n t e n i d a ! e n u n a d e las c u b e t a s , s u m e r g i é n d o l a sin s o l t a r l a , y sa*-

f 1)

El c e n t í m e t r o equivale á unas cinco líneas del pie de Burgos p o -

co ni.13 ó menos-. (iV. detT.l

•1




— T01 — cándala inmediatamente; porque basta que haya cubierto el agua la superficie de. la misma ; y e n t o n c e s / s i n dejarlá secar s e sumerge en seguida'en el. agua salada. Si no se bañara primero la-plancha en el agua pura ! /atttfcs de mfe^ terla e n el agua salada] ó en la disolución del htpo-sulfito, estas últimas harían en ella manchas indelebles. Para favorecer la acción del agua-salada ó del, h i p o - s u l f j t o , q u e se apoderan del i o d o , se sacude la plancha, sin hacerla salir del liquido, por medio del pequeña gancho <d& cobre estañado lám. V I , fig. ' 3 . a que se pasa por debajo'Ia plancha , levantándola y dejandola ibajar repetidas veces. S e saca la plancha en cuanto ha desaparecido del todo «1 color amarillo y tomándola por los dos ¡eátremos, apretando con las manos contra los cantos (ípará que los dedos no to-' q u e n al- d i i e ñ o ^ se echa inrtiediataraente en la primera eubeta de agua pura. >•• Se toma entonces et aparato lám. V I , fig. 4 . a y 4.a* (bis.), y el jarro lám. V I , fig. 5 . a qu©debe e s t a r muy limpio, y en el c u a l ' s e h a b r á ' p u e s t o á Hervir .agua destilada. Se saca la plancha de la cubeta de agua, y se coloca en s e guida sobre la bandeja inclinada, lam. V I , fig. 4 . a ; y luego sin darla tiempo de secarse, se vierte en la superficie y por lo alto de !a plancha, agua destilada muy caliente, pero que no. hierva, de suerte que al caencorra estondiéndose por toda la periferia del diséfio , y arrastre consigo t o da la disolución de sal común ó de hipo-sulfito, que ya estaba bastante debilitada por la inmersión de la plancha en la primera cubeta (*). Para un diseño de la indicada m a g n i t u d , se necesita lo menos un litro ( 1 ) de agua destilada, y despues de h a ber echádoel agua caliente sobre el diseño* si quedasen comocasi siempre sucede, algunas gotas encima de la plancha es menester a p f ^ u r a r s e á quitarlas desde luego , soplando con fuerza sobre la referida plancha, sin darlas tiempo de-

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(*) Si se empica el hipo-sulfito, el agua destilada debe echarse menos caliente que si se usa sal marina. (1) El litro corresponde á poco menos de media azumbre. (¿V. del T.}


102

secarse; por cuanto pudieran tal vez contener algunas partículas de sal y acaso también de'iodo. /¡i "v Fáciimentfc se echará de ver de cuanta importancia es que sea pura el agua que se emplea para este lavado, puesto que al secarse en l a superficie de la plai*cha, se formarían numerosas é indelebles manchas, á pesar de Ja rapidez con que corrió^ si contuviese alguna materia en disolución, , .ih¡¡¡, el , 'i 1 ;¡i Para conocer si puede servir mi agua para este lavado, se echa una gota sobre una plancha ennegrecida con el iod o , y si no deja residuo alguno después de haberla hecho evaporar por el calor, podrá entonces emplearse sin cuidado. ;j¡£l agua destilada ¡nodeja señal ninguna^ y despues de ésta3 Ja llovediza es Ja mejor. Despues del lavado, está concluido ya el diseño, y no queda mas que hacer sino preservarlo del polvo y de los vapores, que pudieran empañar la plata. El azogue que dihuja las imágenes, queda en parte descompuesto.: se pega á la plata, y resiste al, agua que se echa encima; pero no puede resistir la mas leve frotacion. P a r a conservar Jos diseños, es necesario ponerles un cristal y pegarlos á él por Jos hordes: en tal estado son inalterables^ aun al sol. Como pudiera acontecer estando de viage, q u e n o fuese posible^ detenerse á encuadrar los diseños, lo mismo s e podran conservar encerrándolos en una caja como la que representa la lám. U , /ig. 3 . a , y para mayor seguridad, podrán pegarse pequeñas tiras de papel á las junturas de Ja tapa ( * ) . -, . i. ( > ) E l a u t o r J i a b i a h e c h o la p r u e b a d e p r e s e r v a r los diseños p o r m e dio d e d i f e r e n t e s b a r n i c e s , s a c a d o s c o n s u c c i n o , resina c o p a l , goma e l á s t i c a c e r a y v a r i a s r e s i n a s j p e r o h u b o .de n o t a r q u e d a r í d o un b a r n i z , c u a l nu'icra q u e fuese se a t e n u a b a n Jas J o t e s d e los d i s e ñ o s , a l p r o p i o t i e m p o tíue Jos t o n o s q u e d a j i a j i .amortiguados. A e.>te i n c o n v e n i e n t e se a g r e g a b a la d e s c o m p o s i c i ó n del m e r c u r i o , por su c o m b i n a c i ó n con los b a r n i c e s e m p l e a dos" v e s t e f e n ó m e n o , q u e n o e m p e z a b a á m a n i f e s t a r s e sino al c a b o d e dos ¿ t r é « m e t e s veui» por fin á d e s t r u i r d e l todo la i m a g e n . P o r t e demás b a s t a b a q u e l a ' a p l i c a c i ó n de Jos b a r n i c e s .destruyese la f u e r z a d e las luces, n a r a q u e el a u t o r d e s e c h a s e e n t e r a m e n t e su u s o ; p o r q u e Ja ú l t i m a p e r f e c c i ó n y lo m e j o r q u e es d e d e s e a r en el p r o c e d i m i e n t o , estriya por l o c o n t r a r i o en los m e d i o s d e a u m e n t a r e s t a i n t e n s i d a d .


—103 — Debe saberse que las planchas de piala chapeada puede» volver á servir muchas veces, en tanto que no se descubre el cobre : pero es muy esencial quitar cada vez el azogue ó mercurio., valiéndose, segun se ha dicho de la piedra pómez con el aceite, y mudando amenudo de algodon; porque sin esta precaución , el azogue llega á pegarse á la p l t t a , y los diseños que se sacan en esta amálgama soa siempre imperfectos y carecen de vigor y de limpieza.


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isima^Mioii D E LAS LAMINAS

D l l

D á & U l l l l B O f l P O .

LAMINA

PRIMERA.

La fig. 1 . a representa un bastidor de alambre, visto por encima : la fig. 1 . a (bis) manifiesta el mismo bastidor, visto por elevación. Este bastidor sirve para poner las planchas j á fin de calentarlas con la lámpara de espíritu d e v i no B, fig. 6 . a que se coloca en una palmatoria de madera fig. 7 . a A Tíffon para impedir que se evapore el espíritu de v i n o , cuando no se hace uso de la lámpara. Fig. 2 . a Hoja de plata chapeada en que se toma el diseño : sus dimensiones son de 2 1 6 milímetros, sobre 1 6 4 . Para obtener diseños de mayor estension, seria preciso aumentar no solamente el foco del objetivo, s i n o t a m bie la magnitud de todos los aparatos. Fig. 2 . a (bis) Grueso de la plancha. Esta puede ser muy delgada: lo esencial es que esté perfectamente llana. Fig. 3 . a Tablita en la cual se fija la plancha asegurándola con cuatro pequeñas tiras BBBB, de plata chapeada del mismo grueso que la plancha. Estas tiras se clavan con tachuelas, que se han de introducir en los agugeros DDDD, con un mango fig. 5 . a


— 106 — Las tiras que están al mismo nivel de la plancha no la sujetan sino por medio de unos botoncitos salientes soldados en las mismas. El objeto principal de estas pequeñas tiras metálicas es el de facilitar que se estienda con igualdad la capa de iodo, que sin ellas estaría mucho mas cargada hácia las orillas que en el centro de la plancha. Fig. 3 . a (bis.) La misma tablila vista de canto. Fig. 4 . a Muñeca de muselina, que contiene la piedra pómez. NOTA. La escala que se encuentra en la parte inferior de la lám. 2 . . a y representa la longitud de un metro ( 1 ) , sirve para todas las demás.

LAMINA

SEGUNDA.

Fig. 1. a Representa un corte, según la linea A. B. de la caja, que sirve para dar la capa de iodo sobre las hojas de plata chapeada. La fig. 2 . a Representa la misma caja, vista por encima. C. Pequeña tapa que cierra exactamente la parte interior de la caja y sirve cuando no se opera, para concentrar la evaporación del iodo que impregna la madera en esta parte de la c a j a , de la cual tiende continuamente á desprenderse. D . Cápsula en donde se pone el iodo. E. Tablita armada de la plancha, según está representada en la lám. I fig. 3. a Para obtener la capa, se pone esta tablita sobre los cuatro canes F que están en los cuatro ángulos de la caja, y es indispensable que se quite entonces la tapa C. G. Tapa de la caja, que hay que tener siempre cerrada. H . Varillas de los cuatro ángulos del embudo de la caja para sostener la tapa C.

(I) El metro francés es á nuestra vara como 1 es á 1,19631 , y á n u e s tro pie como 1 es á 3,58892. (IV. del T.)


— 107 — J J . Aro guarnecido de gasa, que se pone sobre la cápsula D para igualar por cernido el vapor del iodo, y que sirve al mismo tiempo para impedir que cerrando la caja con demasiada prisa, el aire comprimido haga revolotear por fuera de la cápsula partículas de iodo, que podrían pegarse á la plancha, y que mancharían el diseño. KKKK. Guarnición de madera que forma en lo interior una segunda caja en figura de embudo. Fig 3 . a Representa una caja con su tapa, en la cual se guardan las hojas de plata chapeada, antes y despues de sacar los diseños: estas hojas se encajan en pequeñas muescas abiertas en cada lado, de modo que no puedan rozarse las unas con las otras, y esten al mismo tiempo preservadas del polvo. Pegando tiras de papel sobre las junturas de la tapa, se preservan los diseños de toda clase de vapores; pero esto no se puede llamar esencial sino con respecto á las que están enteramente acabadas, y aun en el caso de que la caja no cerrase exactamente.

LAMINA TERCERA.

La Lámina tercera representa cuatro posiciones del bastidor que encierra la tablita armada con la plancha, para preservarla de la luz al instante que ha tomado la capa de iodo en la caja lám. II. A. Semicírculos que sirven para abrir las puertas

B. B. B. C. Tablita provista de la plancha. D . Taravillas para asegurar la tablita y las puertas. E. Grueso del bastidor. F. Plancha del diseño. Fig. 3 . a Representa el bastidor con las puertas abiertas, como lo están en el momento de sacar un diseño en la cámara oscura.


LAMINA CUARTA. La figura 1. a representa un corte perpendicular en !a latitud de la cámara oscura , con el bastidor que lleva el cristal esmerilado A, cuya distancia del objetivo es enteramente igual á la que debe tomar la plancha del diseño en el bastidor de puertas, según se vé en C ficj. 2 . a B. Es un espejo que sirve para poner derechos los objetos. Para escoger los puntos de vista se inclina el espejo hasta 45 grados, por medio de la barrita L\ pero para poner el foco con exactitud, es menester abrir del todo el espejo, y mirar propiamente los objetos en el cristal esmerilado. Es fácil poner el foco adelantando ó retirando la doble caja D , lo que se hace con tomarla por abajo con ambas manos puestas sobre las dos prominencias E de la fuj. 2 . a Cuando el foco está colocado con exactitud, se da vuelta al tornillo H para fijarle: se vuelve á cerrar el espejo por medio de los dos ganchitos F , que entran en la hembrita G, y se quita todo el bastidor,, para poner en su lugar el que lleva la plancha preparada, que está representado en la fig. 2 . a con las puertas abiertas en la cámara oscura. Las puertas de este bastidor deben estar forradas por dentro de terciopelo negro, é igualmente la doble caja D para evitar todos los reflejos de la luz. El objectivo I es acromático y periscópico (la parte cóncava debe estar hacia fuera de la cámara oscura); su diámetro es de 81 milítremos, y su foco de 38 centímetros. Delante del objetivo y á distancia de 68 milímetros, está colocado un disepimento, y su abertura, que se cierra por medio de una chapa de charnela es de 27 milímetros. Esta cámara oscura tiene el inconveniente de trasponer los objetos de derecha á izquierda, lo que es del todo indiferente respecto á la mayor parte; pero si se desea sacar una vista en su estado natural, es menester entonces añadir un espejo paralelo delante de la abertura del dise-


109 —

p i m e ñ t o , el c u a l se c o l o c a c o m o en J fig. 2 . a , y se fija p o r K.

m e d i o del tornillo

Pero

c o m o esta r e f l e x i ó n

produce

u n a p é r d i d a de l u z , h a y q u e c o n t a r t a m b i é n c o n u n

tercio

m a s d e t i e m p o p a r a o b t e n e r los d i s e ñ o s ( 1 ) .

LAMINA La lámina Y

QUINTA.

representa u n

mismo

aparato bajo

tres

d i f e r e n t e s aspectos.

el

Fig.

1.a

Corte del aparato.

Fig.

2.a

A p a r a t o visto de frente.

Fig.

3.a

Id.

v i s t o p o r e l l a d o d e r e c h o , e n d o n d e está

termómetro. A.

T a p a del a p a r a t o .

B.

T a b l a n e g r a c o n m u e s c a s p a r a c o l o c a r la t a b l i t a

a r m a d a con C.

II

la p l a n c h a .

C á p s u l a q u e c o n t i e n e el m e r c u r i o .

D.

L á m p a r a de e s p i n t u de vino.

E.

P e q u e ñ a espita puesta en u n

ángulo,

p o r la

cual

(1) Para nueva confirmación del cálculo que mas circunstanciadamente se establece en la nota de la pág. 91, con relación al tiempo que debe estar espuesta a la influencia de la luz la capa sensible, ó seu el paño de ioduro de color de oro, para que se reproduzcan debidamente los objetos en la plancha , espondre brevemente el resultado de una nueva operacion practicada á las dos y media de la tarde del dia 16 de diciembre. El dia, eomo todos ios de este mes y aun del pasado, con muy cortas escepciones, había amanecido sumamente lluvioso; pero como despejase un poco hacía la una de la tarde á beneficio de un viento oeste bastante fuerte, resolví hacer un ensayo, á pesar de lo avanzado de la hol a , de la tarde nebulosa, fria y en estremo húmeda. Situado en los altos de san Bernardino, en compañía del distinguido profesor y amigo mío D. Mariano Graells, y dirigido el objetivo de la cámara oscura al cuartel de Guardias de la Real Persona, y vista de Madrid que sigue hacia la puerta de Foncarral, se dejó espuesta la plancha á la influencia de la 1 .z durante el espacio de 95 minutos; puesto que si bien es verdad que brilló el sol algunos ratos con la fuerza que es consíguíenle á la estación y á la hora, estuvo sin embargo muchos otros y los mas, harto apagado, coir.o era de esperar, quedando los objetos enteramente sombreados por frecuentes y densas nubes, quede cuando en cuando barría ó acumulaba un viento notablemente incómodo en aquel punto y en aquella hora, cuando apenas estaría el termómetro á unos seis grados sobre cero. E l resultado salió con toda perfección y cual hubiera podido en tiempo y horas favorables, presentando una miniatura delicadísimamente acabada. Es de advertir que la ioduracion solo Jiabia tardqdo unos 20 minutos. (¿V.

'del T.)


- 1 1 0 se dá salida al m e r c u r i o , inclinando el aparato. F. Termómetro. G. Cristal, por el cual se pueden ver los diseños. H . Tablita armada con la plancha del diseño. Y. Pie sobre el cual se pone la lámpara de espíritu de vino, que se hace entrar en el anillo K , á fin de que esté en medio de la cápsula. Todo lo interior del aparato debe estar barnizado de negro. LAMINA SESTA.

La Fig. 1. a representa un embudo guarnecido de un filtro de papel de estraza, para filtrar el agua saturada de sal común ó la disolución de hipo-sulíito de sosa. Fig. 2 . a Cubeta de cobre estañado, en cuyo fondo está figurada en B la plancha del diseco. Hay que tener dos cubetas semejantes; la una para el agua salada y la otra para el agua pura. Fig. 3 . a Pequeño gancho de cobre estañado, que sirve para levantar la plancha dentro de las cubetas, para sacudirla y sacarla con m<!S facilidad. Fig. 4 . a Aparato de hoja de lata barnizada para lavar los diseños., que se colocan en la escuadra D. E . Elevación de la bandeja para contener el agua que corre por el tubo C. Fig. 5 . a Jarro de metal de boca a n c h a , que sirve para calentar el agua destilada y verterla sobre el diseño, cuando está colocado como se vé en 1» fig. 4 . a

LA AI ¡.YA SEPTIMA.

Fig. 1 . a Representa puesta de manera que tidades relativas de la han de reproducirse en

una cámara oscura modificada, dispuedan medirse en ella las canluz que la envian los objetos que los diseños, comparados á una



-I.VÀT


luz artificial de una fuerza aproximadamente conocida ABC. Caja de la cรกmara oscura, que tiene dos agu geros l i l i " en la pared anterior: uno en el centro , endonde se aplica el tubo del objetivo, y otro situado รก igual altura, en la porcion de la pared que estรก entre el primero y la esquina inmediata, en el cual se aplica otro tubo, sin cristal. D E F G, representan un tabique interior de quita y pon, que se pone por detras y por la abertura que reciben despues los bastidores: para sostener este tabique puede hacerse un encaje en el suelo de la caja. MM, NN, son dos reglas sostenidas perpendicularmente dentro de la caja , las dos รก igual distancia del bastidor del cristal esmerilado O P , y puesta cada una enfrente del agugero respectivo de la cรกmara. J J , representa un objeto visible, que envia al objetivo los rayos luminosos Jm. Jm. L representa la luz artificial, que debe suponerse aislada, lo mas p e r fectamente posible, por fuera del agugero H por una linterna bien adaptada al agugero, y que envia รก este los rayos n i y Ln.00 PP son las sombras de las dos reglas vistas sobre el cristal esmerilado. S, es un t u b o , que debe ser doble para aplicarse รก cada agugero. El uno de los dos llevarรก el objetivo; el otro recibirรก la luz directamente รณ por el intermedio de cristales รณ de cortinas azules de diferentes graduaciones, segรบn las circunstancias. Fig. 2 . a Representa una cรกmara oscura vertical ABCD, cuyo objetivo T mira arriba. El espejo E, estรก aplicado al tubo, y recibe los rayos Jr, Jr, que cayendo oblicuamente sobre dicho espejo, forman en rr รกngulos de reflexiรณn iguales รก los de incidencia, y se dirigen segรบn las lineas rL, rL, de suerte que el objeto iluminado JJ va รก pintarse en LL, guardando las mismas relaciones que tenia bajo todos conceptos. FF es un bastidor que sostiene la caja esterior de la cรกmara oscura, y FGllj FGH, son dos de los cuatro pies que sostienen sรณlidamente este bastidor. La altura de estos pies debe ser tal, que por debajo de la cรกmara oscura pueda examinarse cรณmodamente la imรกgen pintada en el cristal esmerilado. (.Adiciรณn del T.J


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DESCRIPCION DE

LOS

PROCEDIMIENTOS

DE

PINTURA

Y

ALÜMDRADO

INVENTADOS POR DAGLERRE,

y apEicaôoJ pot cf itiúiuio

A ¡ l o s mmmos ¡ D E I

DIOB^RSA.

Estos procedimientos fueron desarrollados señaladam e n t e en los lienzos que representaban la Misa del gallo_, el Hundimiento en el valle de Goldan, el Templo de Salomon y la Basílica de Santa María de Montreal. Todos esos lienzos estaban representados con efectos de dia y de n o c h e , á los cuales s e reunian asimismo varias descomposiciones de formas, por cuyo medio ^ como por egemplo, en la Misa del gallo, aparecían figuras en donde se acababa de ver sillas, y en el valle de Goldan el aspecto de rocas desplomadas se sustituía al de un risueño valle. PROCEDIMIENTO DE PINTURA. € o m o el telón ha de estar pintado por ambas caras y alambrado por rellexion y por r e f r a c c i ó n , es indispensable

17


—114 —

valerse de un cuerpo transparente, cuyo tegido debe ser lo mas igual posible.. Puede hacerse uso, det percal ó del calicot; pero es.necesario-también que la tela que se escoja sea muy ancha, para que necesite las menos costuras posibles,. que siempre son difíciles de disimular, sobre todo en los puntos de mas luz en el lienzo. Cuando el telón está tirante hay que darle por cada, lado á lo menos dos capas de cola de pergamino., EFECTO PRIMERO.

El primer efecto, que ha de ser el mas claro de los doí,, se-ejecuta en la cara anterior del telón. Se hace en primer lugar el bosquejo con mineral de plomo, teniendo cuidado de no manchar la tela , cuya blancura es el único recurso de que se puede echar mano para las luces del lienza, pues no se emplea ningún color blanco en la ejecución del primer erecto.. Los colores de que se hace uso. deben estar molidos al oleo; pero se dan al lienzo con esencia de trementina, á la que se afrade algunas veces un poco de aceite craso, solo para los tonos, que por lo demás no hay inconveniente en que se barnicen. Los. medios que se emplean para esta pintura se parecen enteramente á. les de la .aguada,, con la sola diferencia de que los colores están, molidos al oleo en lugar de estarlo con goma, y que se estienden con esencia de trementina en lugar de agua. E s claro que no se puede emplear ni albayalde, ni otro cualquiera color opaco por capas, que presentarian manchas en el segundo efecto, mas 6 menos- subidas, según su mayor ó menor opacidad. Es menester sacar los tonos al primer golpe, para destruir lo menos posible la transparencia del. telón.. EFECTO SEGUNDO.

E l segundo efecto se pinta en.el enve&del t e l ó n , y a l ejecutarse no se ha de recibir mas- luz que la que viene por delante del lienzo al través de la tela. Por este medio,


se perciben al trasparente las formas del primer efecto que se han de conservar ó se lian de destruir. Se echa primero en toda la. superficie del telón una ligera mano de un blanco transparente tal como el de Clichy ( 1 ) , molido al oleo y destemplado con esencia, borrando las señales de la brocha con el pincel de pelo de t e j ó n . Con esta mano se puede» .disimular algo Jas costur a s , teniendo cuidado de darla mas ligera en los orillos, cuya transparencia siempre es menor que en lo restante de la t e l a . Cuando esta capa está s e c a , hay que trazar las mutaciones que se quieren hacer en el primer efecto. E n Ja ejecución de este segundó efecto no hay que ocuparse mas que de la representación en blanco y n e g r o , prescindiendo de los colores del primer c u a d r o , ques'e perciben a l t r a n s p a r a n t e : la representación se obtiene por medio de una tinta cuya base es el blanco y á la cual se añade una pequeña cantidad de negro de albérchigo ( 2 ) para obtener un gris, cuyo grado de intensidad se calcula d á n dolo-sobre la capa p o s t e r i o r , y mirándolo por d e l a n t e p a ra asegurarse de que no se puéda traslucir. De esta s u e r t e se obtiene la degradación de las tintas, por la mayor ó menor opacidad de estas últimas. Llegará el caso de que las sombras del primer efecto vengan á confundir la egecucion del segundo; mas para r e mediar este inconveniente y disimular estas 'sombras, se pueden igualar empleando una tinta mas ó menos espesa, según el mayor ó menor tono de las sombras que se quieren destruir. .Se echa de ver que es preciso dar á este s e g u n d o efect o todo el vigor posible, porque podria suceder que se n e cesitasen claros en los puntos en donde caen ciertas e n t o naciones del primer efecto. Cuando se ha modelado esta p i n t u r a c o n la diferencia de opacidad y de tinta., y se ha obtenido el efecto deseado, !!i •,, ; í ,. ¡

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(1) Los franceses clan el n o m b r e de blanco "de :clich/ a . u n a especie d e c a r b o n a t o d e piorno p r e p a r a d o por precipitación. (N. del T.) (2) Asi llaman al color que p r e p a r a n cou huesos d e albérchigo c a r i o n i z a d o s . ( N . del T.)


— tf6¡— se [Miede entonces iluminar , sirviéndosele ios colores-mas transparentes, molidos al óleo. E n s u m a , todavia es una especie de aguada lo que hay que hacer ; pero deberá ponerse menos esencia en estos colores ligeros-y diáfanos, que no adquieren viveza sino tocándolos repetidas veces y e m pleando mas aceite craso. Sin embargo, para las tintas muy ligeras basta ©stender los colores con la esencia sola. ALUSIBBASO.

El efecto pintado en la cara anterior del tetón se alumbra por reflexión j esto es., por la luz que dá por del a n t e : el segundo toma la luz por refracción , esto es solarm e n t e por detrás; pero en uno y otro efecto pueden e m plearse ambas luces á la vez. para modificar ciertas partes del lienzo. La luz que alumbra el lienzo por delante, debe tomarse en cuanto sea posible por a r r i b a , y la que viene por d e t r á s , debe entrar por ventanas verticales; pero en la i n t e ligencia de que estas, ventanas lian de tenerse perfectament e cerradas mientras no se ve mas que el primer cuadro. Si ocurriese tener que modificar una parte del primee efecto por las luces de detras, será indispensable aislar estas luces de manera que- no puedan, caer sino tan. sola sor i>re el punto que se desea. Las ventanas han de estar á l a menos dos metros ( i ) separadas del cuadro., á fin de poder modificar la luz según c o n v e n g a , haciéndola pasar por medios de este ó del otro color, según lo requiera el efecto,. Igual medio se emplea, para el cuadro de delante Sabido es. que los colores que ofrecen los objetos pon lo general,, solodependjen de la,respectiva disposición de las, moléculas de ios objetos. Por consiguiente todas las sustancias que se emplean para pintar, carecen absolutamente do color y no tienen mas que la propiedad de reflejar tal d cual rayo de luz, que es la que contiene en sí todos los colores. Asi, pues, cuanto mas puras son estas sustancias-

(1) El metro, como ya se anotó antes equivale á 3 pies castellanos » muy poco mas de 7 pulgadas. (¿Y. del J.) '


— Ilutan to mas reflejan los colores simples, aunque nunca sinembargo, de un modo absoluto; pero como quiera que sea, esto no es necesario para reproducir los efectos de la n a turaleza. Para dar una idea cabal de los principios según los cuales se egecutaron y se alumbraron los lienzos del diorama arriba mencionados, h e aqui un egemplo de lo qne sucede citando se descompone la luz, es decir, cuando se intercepta una parte de sus rayos. Estiéndanse sobre un telón dos colores de los mas vivoSj uno rojo y otro verde, poco mas ó menos de la misma f u e r z a : hágase pasar por un medio r o j o , un vidrió rojo supongamos, la luz que ha de alumbrarlos: en tal caso el color rojo reflejará los rayos q u e le son propios; pero el verde aparecerá negro. Si al medio rojo se sustituye un medio verde, sucederá lo contrario, es decir, que el rojo aparecerá negro, al paso que el verde reflejará el color verde. Pero esto no tiene cumplido efecto sino en el caso de que el medio que se emplea intercepte el poso de todos los rayos de la luz, escepto uno solo. E s t e efecto es t a n t o mas difícil de obtener completamente, cuanto que en general ninguna de las materias colorantes tiene la propiedad d e reflejar esclusivamente un solo rayo ; pero á pesar de esto en el resultado- del esperimento que nos ocupa el efecto está bien determinado. Ahora bien , haciendo aplicación de este principio á, tos lienzos del diorama, á pesar de que en ellos no estaban. pintados mas que dos eFecfios, uno de d i a , por del a n t e , y otro de n o c h e , por d e t r á s ; coma no se pasaba del uno al otro sino por una combination complicada de los, medios por don-de la luz ten-ia que atravesar, estos efectos producían una infinidad de efectos distintos semejantes á los que presenta la naturaleza en. sus t r á n sitos de la m a ñ a n a á la t a r d e y vice-versa. Pero no se crea que para obtener grandes modificaciones de color haya que echar mano de medios, de.color muy intenso; por cuanto basta muchas veces un débil colorido para producir una mutación considerable. Por los resultados que se han obtenido en el diorama:


e n virtud de la sola descomposición de la l u z , se echará de ver f á c i l m e n t e de c u a n t a i m p o r t a n c i a no sea el o b s e r v a r el estado del cielo, para poder e n t e n d e r el color de un c u a d r o , puesto q u e las m a t e r i a s c o l o r a n t e s están s u j e t a s á t a n g r a n d e s descomposiciones. La luz de un cielo b l a n co es e n t r e todas la p r e f e r i b l e , p o r q u e c u a n d o el cielo e s t á a z u l , las t i n t a s a z u l e s , y en g e n e r a l las t i n t a s b a j a s , son las q u e t i e n e n mas viveza de color , a! paso q u e las t i n t a s coloradas quedan m a t e s . Al c o n t r a r i o , c u a n d o el cielo está colorado, las t i n t a s bajas son las q u e pierden de su c o l o r , y las que a d q u i e r e n u n a gran viveza son las t i n t a s s u b i d a s , tales como la amarilla y la roja. D e dond e es fácil concluir q u e Jas relaciones de i n t e n s i d a d de los colores de n i n g ú n modo pueden conservarse de la m a ñ a n a á la t a r d e ; y puede decirse aun q u e está f í s i c a m e n t e d e m o s t r a d o q u e un cuadro no puede en rigor p e r m a n e cer u n o m i s m o en todas horas del dia. E s t a es probablem e n t e una de las causas q u e c o n t r i b u y e n á que sea la pint u r a tan difícil de e j e r c e r bien y de e n t e n d e r s e b i e n ; p o r q u e los p i n t o r e s , alucinados por las m u t a c i o n e s q u e se verifican de la m a ñ a n a á la t a r d e en la apariencia de sus l i e n z o s , a t r i b u y e n e q u i v o c a d a m e n t e estas m u t a c i o n e s á u n a variación en su m o d o de v e r , .siendo asi q u e muchas :veces son simple efecto de la n a t u r a l e z a de la luz.

FIN.


I N D I C E ,

PREFACIO

D E L TRADUCTOR

V

CÁMARA. DE D I P U T A D O S .

Relato de los motivos y proyecto de ley presentado por el señor ministro de lo Interior. (Sesión del 15

de junio de 1839) CÁMARA

DE

Informe del señor Arago. ( S e s i ó n del 3 de julio 1839). CAMARA

DE

1

DIPUTADOS.

de

Informe del señor Gay-Lussac. (Sesión del 30 de julio de 1839) Advertencia del señor Daguerre Noticia sobre la heliografia por J. N. Niepce Modificaciones hechas al procedimiento del señor Niepce por el señor Daguerre Recapitulación. Noticia histórica sobre el procedimiento del Daguerrotipo.. . . . . . . . . . . . Estrado de las cartas det señor Niepce mayor al señor Daguerre. . . . . . . . . . .. . . . . . . . Descripción práctica del procedimiento llamado Da-

guerreolipo

11

PARES.

39 47 49 59 62 65 67

73

Doscripcion.de los procedimientos de pintura y alumbrado inventados por Daguerre, y aplicados-por él mismo ú. los. lienzos del. diorama, . . . . . . . . 113,


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