Mondo Sonoro noviembre-2 2020

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JOHN FRUSCIANTE, EASY-S, NOTHING BUT THIEVES, CAZZU, BRISA FENOY, LOS MANISES KORTATU, AC/DC, EELS, MOURN, AMATRIA, GORILLAZ, DIDIRRI, A.G. COOK, OBSIDIAN KINGDOM

Toda una vida

FOTO: GUSTAFF CHOOS

Nยบ 289 Noviembre/2 2020 www.mondosonoro.com

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Hablar con Jairo “Muchachito” Perera siempre es un placer de lo más refrescante. Él representa como ningún otro el espíritu libre que emana de la calle. Una filosofía simple en apariencia pero que contiene una carga de sabiduría mucho más profunda que muchos volúmenes de auto-ayuda. Él nos ha enseñado que, en el fondo, la profesión de músico es algo artesanal.

Le pese a quien le pese, Hinds es el joven cuarteto español que mejor ha sabido recuperar la esencia de lo que la música rock nunca debería dejar de ser: Frescura, desparpajo, diversión y pasión, mucha pasión. Y eso es algo de lo que estas chicas andan sobradas. Sentarse con ellas sirve para darse cuenta enseguida de que lo suyo está muy lejos de ser flor de un día.

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WORKING MEN‘S CLUB NUEVO ÁLBUM YA DISPONIBLE


Nothing But Thieves E Crónicas actuales Con motivo del estreno de su nuevo álbum, “Moral Panic” (Sony, 20), hemos hablado con Jon LangridgeBrown, integrante del grupo de rock Nothing But Thieves. “Moral Panic” se convierte en el tercer álbum del grupo británico y resulta ser, sin quererlo, una retrato perfecto de cómo ha actuado la sociedad durante la pandemia mundial.

sea “No quiero que el rock sea e aburrido, quiero qu e” emocionant

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STE NUEVO DISCO, “Moral Panic” continua en la línea del segundo álbum, “Broken Machine” y se aleja aún más del sonido garage del primer álbum. ¿A qué se debe este cambio? ¿Es una evolución o simplemente estáis probando sonidos diferentes? Creo que es un poco ambas cosas. Nosotros nunca hemos querido ser una banda que se queda quieta en un mismo sonido, incluso en los álbumes mezclamos muchas cosas. Yo creo que ahora somos mejores compositores, lo que nos da más opciones para tocar y Dom (Dominic Craik) es mejor productor, lo que ha tenido un impacto en el sonido. Además, tenemos la necesidad de cambiar de género y movernos entre ellos. El rock es menos popular de lo que era y es por una razón: se volvió aburrido. Pero yo no quiero que el rock sea aburrido, quiero que sea emocionante. Siento que, como banda, siempre te castigarán, sea por escribir lo mismo una y otra vez o por alejarte mucho de

FOTO: JOSE GIRL

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lo que alguna vez fuiste. Yo, prefiero lo segundo. —¿Hay algún concepto en general que describa el nuevo disco? “Moral Panic” es un álbum sobre las personas; habla mucho sobre los problemas que, como sociedad, enfrentamos: el cambio climático, tribus en las redes, la mentalidad “nosotros contra ellos”, cancelación de cultura, el uso de los datos, etcétera. Por eso, el corazón del álbum trata como las personas reaccionamos a estas cosas. ¿Dejamos que nuestros lados oscuros tomen el control? ¿Nos colapsamos en nosotros mismos? ¿Podemos existir con otras personas sabiendo que estas tienen un punto de vista diferente? ¿Dónde encontramos la esperanza? —¿Qué significa para vosotros “Moral Panic”? ¿Por qué le pusisteis este nombre a vuestro tercer álbum? El pánico moral es el miedo generalizado que sienten las personas por algún tipo de mal que amenaza su bienestar o su forma de vida. Trata la tensión que sentimos en ese momento. Yo creo que

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MONDO FREAKO

LA MÍA Cursi, pero sincero

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ente “El mundo es completam ce ha diferente a como era os” cinco añ

es imposible evitar esa sensación y por eso terminamos haciendo un álbum sobre ella. —¿Qué fue antes, la idea o las canciones? ¿La idea para “Moral Panic” surgió y después escribisteis las canciones o alguna canción que escribisteis os inspiró para crear el álbum? Por primera vez desde 2014 o 2015 tuvimos un descanso de gira, así que tuve tiempo para decidir sobre qué quería que tratara el siguiente álbum. Los dos últimos álbumes se resolvieron por sí mismos, pero este es más deliberado. Cuando llevábamos un tercio del disco ya escrito, surgió el título del álbum debido a la canción y Conor (Conor Mason) dijo que parecía resumir muy bien lo que ya teníamos y las otras canciones, que aún estaban surgiendo. A partir de ese momento, supimos exactamente lo que estábamos buscando. —El 18 de marzo lanzasteis “Is Everybody Going Crazy?” junto a un videoclip bastante acorde a lo que trata la canción. Si lo escuchamos pensando en todo lo que vino después, parece que fuera un aviso, una premonición de esta “nueva normalidad”, una pregunta lanzada al aire a la gente. ¿Fue una casualidad o, de alguna manera, visteis venir todo lo que se avecinaba? Es una coincidencia en el sentido de que la canción no trata sobre el coronavirus. Creo que, simplemente, la COVID-19 hizo que el punto que queríamos transmitir con la canción se definiese un poco más en la mente de las personas. Sin embargo, en otro sentido, estábamos/ estamos pasando por muchos cambios y, aun así, encontrábamos/encontramos una “nueva normalidad”, y es que el mundo es completamente diferente a como era hace cinco años. Siento que hemos evolucionado en muchos sentidos. —“Unperson” es la canción que abre el disco y parece que habla de la sociedad de hoy en día, donde todo el mundo se ve consumido por las opiniones de los otros hasta llegar a ser una copia de la copia. ¿Las dos canciones que le siguen son una continuación de esa sociedad que describís en “Unperson”? Sí, yo diría que si. Estas canciones en concreto #8 noviembre 2020

y otras, con puntos más agudos, pero sí, de eso trata el álbum en general. —La mayoría de las canciones parecen una descripción de la locura que fue la cuarentena. ¿Hay alguna que se escribiera durante ese tiempo? No, todo el álbum fue escrito antes de que nadie supiera nada sobre el coronavirus. Aun así, como estuve en casa durante mucho tiempo escribiendo las canciones en lugar de estar de gira, me pregunto si ese sentimiento de separación que sentí, hace que el álbum se asemeje tanto a lo que vivió mucha gente durante la cuarentena y, por eso, se encuentren tantas similitudes. —Las letras de vuestras canciones están repletas de críticas sobre la sociedad actual y la vida política. Sin ir más lejos en “Moral Panic” encontramos la frase “oh no, they don’t call it a lie, it’s post truth”. ¿Qué opináis sobre la posverdad y el hecho de que algunos partidos políticos lo hayan escogido como método de campaña electoral? Pasamos de la desinformación en Internet a campañas que utilizan activamente la desinformación. Es jodido. No sé cómo pueden vivir consigo mismos, sabiendo que están desinformando a la gente adrede. Según mi punto de vista, esto indica que esos partidos políticos/ medios saben que sus campañas no son de interés para la gente, que si la población supiera sus políticas y opiniones reales, no les votarían. Ya no se trata de intentar convencer a la gente de tu punto de vista, se trata de engañar a la gente para que crea en tu punto de vista. Y ese, es otro nivel de inmoralidad. —Si ahora mismo os dijera que podéis colaborar con cualquier artista o grupo del mundo, ¿qué artista o grupo elegiríais? ¿Cuál es vuestra colaboración soñada? A mí personalmente me encantaría hacer algo con Idles o The War On Drugs. Creo que seguramente, ahora mismo, sean las dos mejores bandas del mundo. —GEMMA PUIG BRU

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FOTO: ARCHIVO

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o hemos explicado en alguna ocasión, pero me vais a permitir que lo cuente de nuevo. Esta publicación, que ya no puedes tener entre tus manos, se inició hace 26 años en una pequeña habitación de un pisito que le alquilaba a mis abuelos en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Poco antes, y durante nuestra época universitaria, habíamos editado un fanzine llamado The BUM y constituido de forma oficial la Asociación Musical Universitaria (AMU) con la que realizábamos actividades varias como el propio fanzine, pero también conciertos, exposiciones o ciclos de cine musical. Todo se desarrollaba en la Facultad de Historia donde teníamos un cuartito, cedido por la propia Universidad de Barcelona, que nos servía de base de operaciones del fanzine y en especial contribuía a que nos intercambiáramos cintas de cassettes y discos de grupos como Pixies, Violent Femmes, Sonic Youth, Mudhoney, Faith No More o Nirvana. Bandas que iniciaban su carrera en esa época y que establecían todo un entramado alternativo que, por qué no decirlo, echamos mucho de menos. También echamos de menos el espíritu de aquellos años. Por entonces todo resultaba mucho más inocente, pasional y auténtico. O al menos así lo era para unos veinteañeros como nosotros, con una pasión desmedida por la música y con muchas ganas de aprender del resto. Avidez por escuchar todos esos otros grupos que no formaban parte de nuestro pasado y que enriquecerían nuestro bagaje que, además, era muy diverso y hacía honor a las diferentes tribus de la época. Del heavy al siniestro, pasando por el punk, el hardcoreta y el indie más incipiente. De aquellos mimbres surgió este cesto y la revista fue creciendo hasta llegar a dar trabajo a un total de catorce personas que, con la maldita pandemia, ha quedado reducido a un total de siete. Y es ahora cuando nos toca volver a retomar el espíritu de aquellos primeros años y recuperar ese hacer las cosas con una mano delante y otra detrás. Por eso hemos puesto en marcha una iniciativa como la de Club Mondo para poder financiar aunque sea una pequeña parte de nuestro proyecto y garantizar su supervivencia en estos aciagos días. Por eso hemos apelado a ese Espíritu Mondo que ha alumbrado todos nuestros pasos y ha hecho que creciéramos hasta tener un total de ocho ediciones autonómicas donde cuidar y mimar la escena local y darle una visibilidad que nadie prestaba. Sabemos que es muy difícil que solo con el Club logremos mantener a flote la nave, pero creemos que muchos de nuestros lectores entenderán la necesidad de que un medio gratuito e independiente como el nuestro, que nunca ha pedido ni una sola subvención o ayuda pública, sobreviva a la pandemia. En vosotros y vosotras confiamos. Así que muchas gracias de antemano a todas las personas de corazón generoso y amor desmedido por la música. Y es que nuestra vida es la música. Cursi, pero sincero. —SERGI ‘ DON DISTURBIOS’ MARQUÉS

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MONDO FREAKO

Mourn dicen de Self Worth (Captured Tracks/ Subterfuge, 20) que es el disco que siempre habían querido hacer, un largo que rezuma liberación. Han tomado las riendas de su carrera con ilusiones renovadas y sin presiones de ningún tipo después de superar algunos obstáculos –legales, la marcha de algún componente– que habrían hecho tirar la toalla al más pintado. Hablamos con la banda con base en Cabrils con motivo de este estupendo cuarto trabajo.

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L TÍTULO PODRÍA SUGERIR que alguna vez habéis dudado de vosotras mismas y este nuevo disco es un golpe en la mesa. No creo que sea tanto como dudar de nosotras mismas. Self Worth celebra el escuchar lo que necesitas y actuar en consecuencia. Que decir “no” a situaciones y personas tóxicas y seguir adelante es válido. Va dirigido a todas las personas que nos escuchan. —Habéis superado un montón de obstáculos hasta llegar aquí, de los que podemos hablar más adelante si queréis, pero ¿en algún momento se os pasó por la cabeza dejar el grupo por los quebraderos de cabeza que os estaban suponiendo? Se supone que montas un grupo para pasarlo bien. Es muy frustrante ver cómo algo tan bonito y a lo que le ponemos todo nuestro tiempo y amor ha sido pisoteado en distintas ocasiones. Nunca hemos pensado en dejar el grupo, siempre que ha surgido un problema o algo no nos dejaba seguir como queríamos hemos hecho un cambio para seguir adelante. —Aunque hay detalles que seguramente cambiarán en directo, me parece un disco muy honesto. Suena muy natural. ¿Alguna novedad destacada respecto a otras grabaciones? En esta grabación hemos partido de unas demos mucho más trabajadas que antes. Jazz y Carla se fueron a Lalane (Francia) para empezar allí las primeras canciones y durante el verano de 2019 nos encerramos en el local de ensayo a sudar y a componer. Grabamos el disco con Santi Garcia y Borja Pérez en Cal Pau y Ultramarinos Costa Brava. Grabamos todo en dos semanas muy intensas e increíbles. —Me han llamado la atención piezas oscuritas, deudoras del hardcore ochentas como Apathy y Stay There y sobre todo la loca I’m In Trouble, con ecos a Minutemen y Pixies. La intención desde un principio es hacer lo que nos salga de dentro, sin pensar en lo que gusta o no. En este disco, siempre decimos que las canciones

“Vivir de la música es ario imposible. Ya era prec a es y difícil antes, ahor o” aún más complej hardcoretas son mucho más bestias que antes y las más poperas son más “catchy” que antes. Nos hemos dejado llevar por lo que cada canción pedía y nos lo hemos pasado muy bien componiendo. —Aunque no le vemos en las fotos de promoción, Víctor (Tano!) ya es el batería oficial de la banda. Sí, Victor es el batería oficial de Mourn. Hemos tocado también con Jaume de Anchord y con Uri de Los Valientes en dos o tres ocasiones distintas. Victor ya formaba parte de la familia antes de que tocase con nosotras, es más, para Sorpresa Familia nos ayudó en un par de ensayos, así que ya habíamos tocado. Tocar con él es energía pura, respeto y buen rollo siempre. Es la hostia. —Pensaba que la marcha de Antonio, vuestro anterior batería, había sido por un tema de agendas, porque debe ser muy complicado estar en dos bandas como Gyoza y Mourn. En la nota de prensa explicáis que había ya una tensión desde hacía tiempo y he podido apreciar cierto dolor en algunas palabras. Simplemente no funcionábamos en cuestión de personalidades. Íbamos casi siempre en direcciones distintas y al final la tensión se notaba en la convivencia y en la música, los directos, etcétera.

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Mourn Felices noventa

—En los dos años que separan este

nuevo disco de Sorpresa Familia, las cosas han cambiado mucho. No solo en la banda, me refiero al contexto, a nivel global. Ahora, con la imposibilidad de hacer giras como antes por el Covid, vivir de la música se hace más complicado si cabe. Vivir de la música es imposible. Ya era precario y difícil antes, ahora es aún más complejo. Lo que sustenta la parte económica de las bandas son los directos, tristemente las escuchas de Spotify no te darán de comer. —Por edad, supongo que estáis en la típica encrucijada aquella de “qué hago con mi vida”, escoger entre la música como modo de vida o hacer otras cosas que permitan seguir tocando. Vosotras lleváis tiempo luchando para que la música sea vuestro curro, vuestra primera opción. ¿Lo sigue siendo, cierto? La vida da muchísimas vueltas, pero sí. Ojalá podamos tocar hasta los sesenta y nueve años y no necesitar un plan B. Aunque somos personas que nos encanta hacer mil cosas más como actuar, dibujar, grabar, hacer fotos… —LUIS BENAVIDES

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ENTREVISTA

“ “Vengo de un lavado de cerebro y de oído muy grande”

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AY QUE VER CÓMO se va el día de rápido que no da tiempo a nada”. Entre cajas de cartón por una reciente mudanza al sur, Brisa Fenoy nos atiende para hablar de un cambio radical en su estilo de vida y sus aspiraciones musicales. “Me he venido cerca de Algeciras, a un sitio que se llama Wakana, en Benalup. Una residencia de artistas de una amiga que nos deja estar aquí a cambio de material audiovisual”. Cansada del ritmo de vida de la gran ciudad y desencantada de todas esas promesas que nunca se hicieron realidad. Brisa está preparada para ser la dueña de su propia carrera y, para comenzar, ya tiene dos discos en mente que pretende liberar a partir de febrero o marzo del próximo año. Tras el lanzamiento de “Fake”, su último single, la artista se sincera sobre su visión de la industria actual, sus miedos, inseguridades y la búsqueda de un nuevo renacer. —Hace unos días lanzaste “Fake” como una especie de resumen de cómo ves el mundo en la actualidad. Háblame un poco sobre cómo surge el tema y qué significa para ti. El tema de “Fake” surge en el confinamiento. Empecé a sentir mucha impotencia viendo toda la desinformación que había, noticias sin sentido, el tema de las mascarillas, tener que estar encerrados en casa… Al final todo son unos tejemanejes que llevan a unos intereses socioeconómicos. La verdad que todo ha sido como un shock, he ido indagando y al final la historia la escribe quien la gana. Vivimos en una especie de Matrix en la que nos han enseñado a ser, a gustar y a tener. Y he descubierto que todas las relaciones interpersonales que tenemos son “fakes”, incluidas las relaciones que tienes como artista porque si no haces lo supuestamente “correcto” te tildan de loca. No puedes ser tú si no cumples un estereotipo que ha creado la sociedad. —Hablas de estereotipos, de una sociedad que no para de crear necesidades… Pero tú también formas parte de todo eso. El mundo de la moda, por ejemplo, genera muchos de esos estereotipos de los que me hablas y tú estás metida en esa burbuja. Exacto, sí totalmente. Yo estoy en todo eso, siempre lo he sentido, pero no era tan consciente como ahora. Trabajaba en el mundo de la moda para poder pagarme así la música e intentar cambiar el mundo a mi manera. Y, al final, me he dado cuenta de que el cambio está en uno mismo y que, aunque no seamos completamente libres, sí que podemos decidir en qué invertimos nuestro tiempo o cómo trabajamos. Por eso, por ejemplo, nos hemos mudado ahora al campo. A una especie de comunidad en la que yo voy a cultivar en el huerto, ayudar a la comunidad y cada uno pone lo que puede. Quiero vivir así, ya estaba un poquito cansada de Madrid, de la ciudad, de todo el sistema este de música-moda en el que me muevo. Eso sí, te reconozco que de todas formas cada vez me cuesta más gestionar todo esto. Tengo que vivir de algo y la música da difícilmente para vivir. Al final siempre acabo entrando en colaboraciones con marcas que son las que me subvencionan o pagan el poder gestionarme yo todo de forma independiente. —Sí, es cierto que al escuchar “Fake” y entender el concepto me vino a la cabeza incluso la opción de que se tratara de un experimento sociológico tuyo. Un poco sí, hemos creado además una pieza completamente audiovisual que subiremos a alguna plataforma y en la que hay una voz en off en la que explico que el mundo se divide en dos tipos de personas: las que hacen cada día o cada acción por amor y las que hacen todo por poder, ego o miedo. Hay que alimentar más el amor, esa austeridad mental de no necesitar ser nada o tener. Si no, solo ser. —Y tú que estás metida en acciones sociales, ONG’s y todo ese mundo. ¿Crees verdaderamente que eso existe como tal? ¿Que no siempre hay una segunda cara centrada en que yo ayudo para que no me

TOD ES UN FAK Brisa Fenoy

Hace apenas unos días Brisa Fenoy estrenó “Fake”, uno de los múltiples singles que lleva publicados este año. Charlamos con ella sobre su momento actual y su situación en estos tiempos tan extraños. —TEXTO Álex Jerez

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DO NA KE

juzguen o para sentirme únicamente bien conmigo mismo? Hombre, claro que hay muchísimo de eso. Siempre hay una cara B en la ayuda social. Y aún así, no pienso dejar de ayudar a los que lo necesitan. Es lo que te he dicho antes, me he dado cuenta de que al final la mayor ayuda social que puedes hacer es a ti mismo. Eres tú, en tus acciones diarias, con tus mecanismos cognitivos… Yo es que he estudiado Psicología y me muevo mucho en estos conceptos. Si tú no cambias tu manera de ver el mundo no sirve para nada. Hay que aprender a no juzgar y estamos todo el día juzgando porque nos han juzgado a nosotros siempre. Hay que deconstruir y volver a construir para aprender otra vez. —¿Qué te parecen entonces los mensajes que se transmiten a través de la música comercial a nivel nacional? Es muy difícil hacer mainstream con mensaje más allá del amor, desamor, sexo... El mayor consumo es de mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

adolescentes, jóvenes que basan su vida en el “quiero ser alguien”, en el “no lo seré si no me saco la carrera o no logro algo”. Que están muy alienados por el éxito y el propio sistema. Así que si yo les doy otra cosa no conectan con ello. Es como me pasa a mí misma con TikTok. Ya en sí no soy muy buena con las redes sociales. Pero ellos hablan un lenguaje que te prometo que no entiendo. Yo me he ido de Universal, me lo he hecho todo yo por mi cuenta. Al final lo comercial, el estar en una major… Todo se justifica porque tienen un músculo financiero muy grande y por eso te hacen llegar a todo el mundo. Si te colocan como objetivo de la discográfica estás en todos lados. Entonces es cuando te vuelves mainstream, superstar o algo así. Los artistas más conocidos tienen millones detrás, Bad Bunny por cada tema en YouTube pone 60.000 euros de promoción. Joder y yo no tengo ni 500 para poner en YouTube sabes (risas). Eso sí, tras estos tres años

profesionales lo veo todo muy diferente, ahora no me metería ni de coña en Universal y en el terreno comercial puro y duro. —Bueno y al final el tema de las redes sociales no deja de ser otra forma de manipulación y control. Ya no es solo que no las entendamos muchas veces, es que formamos de nuevo parte de ese sistema del que hablabas al principio. Buff, totalmente. ¿Es que cómo te vas de las redes? Es que si no subo cosas a las plataformas o pongo anuncios cómo me promociono. Y mira que yo digo muchas cosas fuera de lo común y al final me terminan penalizando. Que intento darle un poco la vuelta al uso habitual que se hace de ellas, intento ser más crítica. —A.J.

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Loco por la música John Frusciante

John Frusciante lleva años demostrando ser mucho más que el guitarra de (ahora sí, ahora no) Red Hot Chili Peppers. Desde hace ya unos años es, por encima de todo, un artista electrónico, algo que subraya de forma contundente “Maya” (Planet Mu, 20), su primer disco de electrónica firmado sencillamente como John Frusciante.

FOTO: ARCHIVO

—TEXTO Adriano Mazzeo

#12 noviembre 2020

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ENTREVISTA

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OHN FRUSCIANTE SIEMPRE REPRESENTÓ al rockstar misterioso que a muchos les gusta admirar. Su participación a corta edad de clásicos de Red Hot Chili Peppers, su inconfundible feeling en la guitarra, su vida tumultuosa, sensibilidad omnipresente, búsqueda constante y esa suerte de lejanía que varias veces impuso a la fuerza –como cuando dejó a los Chili Peppers dos veces en momentos de máxima popularidad–, lo hicieron único. Pero sin duda y aunque parezca obvio, lo que más lo encumbró en ese pedestal de los artistas “distintos” fue su musicalidad, evidenciada, más allá de su aporte en la banda de Flea, en una colección de discos solistas y colaboraciones en las que ha abordado varias aristas de su personalidad. Desde que abandonara a los Chili Peppers por segunda vez, tras la gira de “Stadium Arcadium” (2006), Frusciante fue poco a poco plasmando su inspiración en el terreno de la electrónica. Tras cuatro referencias discográficas dentro del género y bajo el pseudónimo de Trickfinger, ahora lanza su primer disco electrónico con su propio nombre en portada. “Maya” supone un momento clave en la relación de Frusciante con la electrónica, el capítulo en el que definitivamente el compositor de culto se impone ante el guitarrista de una de las bandas más populares del mundo, lo que representa cierta paradoja ya que hoy forma nuevamente parte de ella. En la siguiente charla Frusciante devela más de un aspecto de su personalidad artística, habla de las influencias y los tributos que marcan a “Maya”, del porqué hoy en día se considera un músico electrónico completo y varios etcéteras de valor, sobre todo teniendo en cuenta lo particularmente esquivo que el hombre suele ser con las entrevistas. —Maya era el nombre de tu gata, que murió recientemente ¿Fue una compañía en tus sesiones de compisición o también funcionó como inspiración? Hago mi música en casa, así que ella estuvo constantemente escuchando. Amaba escuchar discos conmigo, enredándose en mis brazos, frotando mi tripa mientras yo practicaba con la guitarra o programaba máquinas. Y también fue muy considerada conmigo: en quince años nunca se echó en mi mesa de mezclas a pesar de ser una superficie cálida y nunca pisó mi consola de grabación. Alguna vez hizo música a partir de acostarse en mi máquina Elektron y/o caminar sobre mi DX7, lo cual fue genial, pero nunca estropeó nada. Era mágica, era el amor corporizado. Y la magia y el amor son la esencia de la inspiración musical para mí. —La música electrónica fue siempre sinónimo de pensamiento avanzado, de música del futuro, pero en este caso estás homenajeando a ciertos géneros que florecieron hace treinta años ¿Cómo funciona la nostalgia contigo? Veo mi música firmemente atrincherada en el presente. Amo la música nueva e intento estar al tanto de todo lo novedoso que sucede. Pero siempre me inspiró la música antigua, mayormente porque la comprensión retrospectiva me permite ver la dirección que siguieron los estilos o no. Esto me permite hacer cosas relacionadas con lo que ya se hizo, pero extendidas y retorcidas en direcciones en las que no habían ido. Hay realmente grandes sellos y artistas que se enfocan en revisar el Hardcore y el Jungle y mi música no encaja allí. Esos artistas hacen música nueva con esos géneros, pero se aferran a sus formas básicas de un modo que yo no lo hago. Probablemente yo sea más IDM. Amaría ser alguien como Loefa o Mala, quienes estuvieran justo en la cima, creando un nuevo estilo, pero parece que mi espacio fue siempre el de encarar viejas ideas de nuevas maneras. mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

—¿Cuando descubriste las escenas del breakbeat y del

jungle y porque las encontraste especiales y significativas? Cuando era chico, solía escuchar mucho las baterías de la canción “Fire” de Jimi Hendrix y encontré que había grandes posibilidades en ese beat. Hay ciertos acentos en ese ritmo que son jungle puro y duro. Tenía un amigo en la escuela cuando tenía diez años que podía tocar ese ritmo de “Fire” en su escritorio con sus dedos. Esencialmente el ritmo roto. Amen; eso me impresionaba mucho. Trabajé mucho en ello y llegué al punto de yo también poder “tapear” ese beat con mis dedos en mi escritorio, incluso traté de tocarlo lo más rápido que pude. Así que cuando eventualmente escuché “Experience” de The Prodigy y más tarde me metí en el jungle y el drum’n’bass. Eran ideas que me hablaban y me eran en cierta manera familiares. Mi banda tocaba funk super rápido años antes de que el jungle fuera inventado, así que yo estaba emocionado pero no sorprendido por el jungle cuando lo escuché. Era una música profundamente enraizada en ideas que ya eran parte de mí. —Usaste un sintetizador DX7 para las melodías en “Maya”. Se necesita un buen tiempo para configurarlo y realmente dominarlo ¿La música electrónica te obligo a convertirte en un geek? Siempre sentí que la verdadera cuestión interesante es ser mitad cool, mitad geek (risas). Creo que todos coincidimos en que Jimi Hendrix era cool, pero su mayor contribución a la música fue su forma de manipular electrónica. Lo que hizo con las consolas de mezcla fue simplemente romper reglas, como el modo que controlaba la distorsión excesiva y el feedback. Buscó aplicar su personalidad a la ingeniería y el sonido en sí. No estaba preocupado en distinguirse entre el tío cool y el geek, y yo tampoco lo estoy. El DX7 y los sintetizadores modulares en general pueden generar sonidos muy guays. Eso es lo que me interesa. Suelo discutir con ciertos músicos amigos sobre números mayormente o sobre voltajes eléctricos. Eso es cool para mí. Pero sí, si piensas que los números son cosas de obses, yo soy uno sin duda, ya que cuando hago música, mi cabeza está nadando en números. Pero hay sentimientos intensos en mi alma guiando esas ecuaciones. —¿Cómo influyó en tu personalidad tu incursión en la música electrónica? ¿Qué aprendiste de ello? Aprendí a pensar la música como lo que es: sonido organizado por la mente y el espíritu humano. Amo tocar la guitarra, pero los instrumentos convencionales a menudo incitan a los músicos a ver cómo usar sus manos para definir calidad musical, y eso es un error. La música es sentimiento en sonido, y cuanto mejor hago música electrónica, más entiendo ese principio. Ahora soy capaz de hacer música mediante presionar botones y girar perillas y de ese modo controlar la electricidad; cuando toco la guitarra lo veo del mismo modo. Es todo electricidad, ya sea la carga de nuestras mentes y cuerpos o el equipamiento musical que use. —¿La escena electrónica funcionó como un refugio para ti? ¿Como un lugar para conectar con la música desde otra perspectiva, algo así como el punk en tu adolescencia? Las raves son divertidas, pero nunca me metí muy profundamente en ese mundo de salir de fiesta y usarlo como un refugio. Pero escuchar y estudiar música más allá de lo que se basa en el rock fue siempre un refugio para mí. Desde la composición de “Californication”, la música que más me fascinó fue electrónica, ya sea synth pop, industrial, hip hop, rave o lo que sea. Es saludable ser absorbido por los misterios de la música y también es enriquecedor para la mente el salir de las zonas de confort. Cuando era niño no tenía idea de cómo los guitarristas lograban esos sonidos, y eso me lle-

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ENTREVISTA CRITICANDO

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vó a aprender. Fue igual cuando comencé a escuchar gente que se expresaba muy bien mediante samples, cajas de ritmo y sintetizadores. Una de las principales cualidades del punk es su implacable poder eléctrico, y, para mí, la mejor música electrónica es una extensión de esa idea. El simple hecho de ser un guitarrista decente no es suficiente para mí. Quiero entender la música como algo viviente y utilizo todos los medios disponibles para llegar a ese fin inalcanzable. —Más allá de que estés festejando géneros de los noventa, hoy en día puedes contar con equipo que te permite crear patrones rítmicos que hubiesen sido imposibles de crear en aquella época. ¿Cómo crees que la tecnología está evolucionando en relación al acto de escribir música? La tecnología facilitó muchísimo la posibilidad de que cualquier persona pueda hacer grabaciones de alta calidad y completarlas sin asistencia. Más allá de esto, yo creo que la evolución de la música tendrá más relación con las ideas y el espíritu que con la tecnología. De algún modo, la tecnología ha hecho que la gente sea más vaga, lo cual está bien para algunas cosas, pero creo en la idea de “presionar” a las viejas máquinas para que ofrezcan nuevos sonidos, ya sea un sintetizador analógico o una Stratocaster. La ingenuidad humana es más poderosa que las herramientas tecnológicas. Dicho esto, me gusta que los samplers y las CPU hayan evolucionado así. —Sobre el hecho de hacer música sin pensar en complacer a una audiencia determinada, ¿sientes que te convertiste en un artista más completo tras esta decisión? Siempre estuve en desacuerdo con la idea de una audiencia concreta. Amo hacer feliz a la gente, pero también sé que la música es una fuerza en mi interior y por momentos ha sido difícil conciliar ambas cosas. No soy un esclavo de las expectativas de la gente y eso me mantuvo evolucionando, creciendo como músico. Al mismo tiempo la conexión de mi música con la gente posibilitó este crecimiento. Realmente se trata de un equilibrio. La música es una forma de comunicación, pero también es un enlace entre el alma y la inteligencia del músico. Tienes que ser fiel a ese enlace o en caso contrario no tendrás nada que ofrecerle a la humanidad. —Recientemente has declarado que eres, de algún modo, una persona fría. Temo que eso no es lo que se aprecia en tu música. ¿Podrías explicar esa afirmación? Mi carácter tiene muchas caras. Puedo ser un amigo amable y muy cálido, pero también un pasota sin sensibilidad. Creo que esta es la realidad de la mayoría de las personas. Por definición somos personas, por ende, imperfectas. Cuando tengo mi cabeza enfocada en música, siento más como una máquina que como una persona. A veces ha sido complicado para mí estar en ese espacio mental y luego, de repente, tener que #14 noviembre 2020

Maya Planet Mu Electrónica 8/10

ser considerado para no herir los sentimientos de los demás. Requiere muchísimo enfoque transmitirle energía a la música, y moverse con sutileza desde allí a la esfera de la interacción humana es desafiante. Pero ahora soy mejor que nunca evaluando situaciones desde el punto de vista de otro. Me esforcé muchísimo para ser un jugador de equipo en lo que refiere a las relaciones humanas, y estoy progresando. Pero sí, puedo ser bastante frío y aún así hacer música emocional. —¿Qué relación tienes hoy en día con el rock, teniendo en cuenta que estás de nuevo en Red Hot Chili Peppers? Amo la música con base en el rock tanto como siempre la amé. Ese sentimiento nunca ha cambiado. Mi habilidad para descifrar y tocar con precisión el contenido de mis CD’s rockeros es posiblemente mi máxima virtud musical. Durante los años que estuve alejado de la banda, continué tocando la guitarra sobre temas de otros. Amo aprender a pensar como otros músicos. Sus mentes creativas están en esos discos. Si te tomas el tiempo de ahondar en ello. Hay un sinfín de misterios en el rock y desenmarañarlos será siempre uno de mis grandes intereses. Pero, a estas alturas, los misterios del rock son metafísicos y ontológicos para mí. Las notas y ritmos, y cómo se tocan son algo que conozco bien, así como las técnicas de grabación utilizadas. Sé cómo tocar toda la música rock que amo. Sé todas las partes, no sólo la guitarra. En comparación, la música electrónica me maravilla, porque sé mucho menos acerca de cómo está hecha. Progresé mucho en los últimos doce años, pero cuando veo lo que Aaron Funk (ndr: Venetian Snares) hace con un sintetizador modular, por ejemplo, me encuentro en el mismo nivel de admiración de cuando tenía siete años y veía a algún adolescente tocar un tema de Kiss en la guitarra. Cuando escucho a Autechre, generalmente no entiendo cómo lograron lo que estoy escuchando, pero tengo el entendimiento suficiente para hacer preguntas y así llegar a disfrutar del alma de su música, y también ejercitar mi curiosidad. E incluso música electrónica que es comparativamente más simple que lo que hacen estos tipos también es convincente para mí, porque entender cómo piensan los músicos no suele ser algo fácil. Quizá pueda entender lo que gente como Drexciya está haciendo a nivel programación, pero cómo llegaron a elegir esas notas específicas, ritmos y sonidos es un enigma. En el rock tengo un buen entendimiento del porqué, por ejemplo, George Harrison elige ciertas notas en un solo. Miro los acordes y la línea de bajo y veo la lógica de esas relaciones. Hay una base teórica involucrada en esto que yo puedo entender. Esta base no siempre aplica para la música de máquinas. Cuando escuché “Louie, Louie” por The Kingsmen a los cinco años, fue un shock. ¡El sonido de la batería! Creo que ni sabía que eso se llamaba “batería”. Y los golpes de bombo de Dillinja me resultan ahora tan misteriosamente poderosos como antaño. Así que

“MAYA” ES EL TERCER DISCO de estudio que John Frusciante edita en este 2020 extraño, pero de algún modo huele a ser el primero. Los otros dos fueron editados bajo el pseudónimo electrónico de Trickfinger, pero aquí Frusciante toma la decisión artística de ofrecer su música bajo su nombre real. La idea tiene que ver con dos situaciones: por un lado el nombrar el disco a partir de su difunta gata Maya –compañera fiel y adorada por el músico– lo expone a un nivel de sentimiento personal que no permite ningún tipo de disfraz o juego de identidad. Por otro, la decisión firme al día de hoy de no volver a lanzar discos tocados con instrumentos convencionales, resta sentido a la idea de mantener con vida a su alter ego electro. En “Maya” Frusciante logra trazar un interesante enlace entre el pasado y la actualidad. Rinde homenaje a géneros nacidos en los noventa –básicamente hardcore, drum’n’bass, jungle y breakbeat– intentando dar un giro compositivo novedoso sin limitar las propuestas sonoras de antaño, sino creando nuevos paisajes en los que se puede escuchar su personalidad musical. El californiano ofrece una colección de temas de variada dinámica, desde el emo-porn de la apertura del disco “Brand E” –un colchón de sintetizadores que mueve sentimientos sobre un bombo en negras y una caja que no deja de vibrar– al viaje pleno de curvas y contracurvas de “Flying”, el aire de soundtrack trasnochado de “Pleasure Explanation” y la belleza de “Zillion”, que da esa sensación de frescura clásica proveniente de lo original y novedoso, sin serlo del todo. “Maya” es John Frusciante cruzando una línea, reconociéndose como otro tipo de compositor y abrazando con éxito su nueva condición. Es posible que si estás leyendo este texto por tu fanatismo por Red Hot Chili Peppers o incluso por alguno de los discos solistas de Frusciante –como podrían ser “Shadows Collide With People” o “The Will To Death”– no logres que “Maya” te diga algo de inmediato. Pero así como Frusciante, una suerte de culturalista maldito, adora estudiar a los músicos que admira, la recomendación es que le des unas cuantas escuchas. “Maya” puede parecer la típica frikada de músico consagrado aburrido, pero no está ni cerca de serlo. Frusciante invita a que lo “busques” en este laberinto de sonidos que no relacionarías fácilmente con él. Si logra su cometido, el que habrá ganado eres más tú que él. —A.M.

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estamos creciendo como resultado de intentar ser mejores compañeros de banda día a día. Cada uno de nosotros está más comunicativo ahora. No extrañé nada del estilo de vida del músico de rock, sólo sentí que los cuatro teníamos aún cosas que hacer juntos mientras estamos aquí. —¿Por qué nunca giras con tus discos de material propio? Hice un puñado de shows acústicos a comienzos de los 2000. Fue divertido, pero siempre me vi más como un creador que como un performer. Si me das la posibilidad de hacer nueva música o dar conciertos, elegiré siempre la primera opción. La banda giró mucho en la época de mis discos en plan cantautor, así que sólo tuve tiempo para hacer las canciones. Para mí actuar en vivo es algo que mayormente hago con Anthony, Chad y Flea. Simplemente nunca sentí el impulso de intentar crear ese tipo de energía con otro grupo de personas. Sentí como una fuerza mágica nos unió cuando yo tenía dieciocho años y estoy casi seguro de que eso sucede una vez en la vida a músicos que tienen mucha suerte. Tengo una gran química con Aaron Funk en Speed Dealer Moms, pero el amor que compartimos por hacer cosas nuevas nos ha impedido el esfuerzo adicional necesario para poder encontrar la forma de llevar nuestra propuesta al escenario.

“Desde la composición de “Californication”, la música que más me fascinó fue electrónica, ya sea synth pop, industrial, hip hop, rave o lo que sea”

en el rock siempre me preguntaré como una voz como la de Kurt Cobain pudo haber surgido en este planeta o cómo The Beatles estaban destinados a generar semejante química perfecta, pero no me pregunto cómo hicieron su música porque esas mecánicas me son familiares. Estoy fascinado con que hayan existido y que hayan hecho exactamente lo que hicieron, pero eso cuenta también para cada músico electrónico que me gusta. Como escucha tiendo a meterme mentalmente dentro de esa música de una manera que no lo hago con el rock, que es parte de mi naturaleza. Cuando dejé la banda la última vez, mi interés se alejó de la idea de hacer rock y deseé hacer música electrónica de lleno, así que seguí ese entusiasmo. Pero mi amor por el rock se mantuvo en su lugar. Hoy estoy muy emocionado por las posibilidades inherentes en el rock como forma de arte y estoy muy ansioso por cada simple ensayo con mi banda, tanto musical, como socialmente. Y también mantengo la idea de seguir haciendo electrónica; tengo el espacio y tiempo para ambas cosas. No hago mucho más con mi vida, más allá de practicar y hacer música, así que hay tiempo para todas las cosas que me generan interés. —¿Qué echabas de menos de ser un músico de gira en una banda de rock? Lo que eventualmente eché de menos fue interactuar y hacer música con estos tres tipos. Creo que Dios pone gente en tu camino para darte la oportunidad de crecer. Si evitas a los demás y eres esquivo, aprenderás las lecciones igual, pero seguramente de formas más duras y dolorosas. Los cuatro

—A.M.

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noviembre 2020 #15



MONDO FREAKO

Amatria Un hombre, un disco

Amatria tiene nuevo álbum, Un disco (Vanana Records, 20), un trabajo en el que amplia su paleta sonora más que nunca. Un paso más en la carrera de un músico que parece no tener prisa a la hora de hacer bien su trabajo y al que el coronavirus hizo retrasar este lanzamiento.

E

N UN FUSILADOR, la canción que abre Un disco, cantas “No tengo ideas, pero puedo despistar”. ¿Cuánto tiempo de gestación ha tenido el álbum hasta poder ver la luz? Un fusilador no habla de mí. Yo sí que tengo ideas pero me cuesta despistar. El tiempo de gestación ha sido de dos años (empezó con Un alud), pero de ahí tendríamos que restar el Corona-time que me ha obligado a retrasarlo seis meses. —Hemos ido conociendo parte de las entrañas del disco en forma de adelantos pero, ¿qué criterio has seguido para lanzar unas canciones y guardarte otras hasta hoy? Al principio iban a ser sólo tres adelantos, por lo que elegí los que creía que podrían representar más el disco, luego me di cuenta de que eso era imposible porque el disco no tiene ninguna homogeneidad. —Sorprende ver que habéis incluido Un alud, tema en el que te acompañan Delaporte, tras más de dos años de vida. ¿Siempre creíste que formaría parte de él? No, digamos es Un disco el que forma parte de Un alud y no al revés. Fue la canción que abrió el camino a lo demás.

—Sin embargo, en este disco sólo in-

cluyes esa colaboración, ¿por qué es tan poco habitual ver colaboraciones en tus discos con otros artistas? Por dos motivos, uno es que a mí me cuesta imaginar a alguien que no sea yo interpretando mis canciones y el otro es que cuando la encuentro es esa persona la que no se imagina ahí dentro. Soy el raro de la clase aunque no lo parezca. —En Una ciudad escuchamos una letra sobre un lugar “donde las almas que guardan lo que no tienen dueño” pero, ¿dónde está ese lugar? En esa frase originalmente escribí “ventanas” y luego lo cambié por “almas”. Hablo de Madrid, ¿Conoces a alguien que sea dueño de su casa en Madrid? Y tampoco hay muchos que traten al verdadero dueño. —A lo largo del álbum has experimentado con diversos estilos, pasando del electropop de temas como Una advertencia a otros más latinos, más suaves como en Un amor. De entre todos con los que experimentas, ¿con cuál te sientes más cómodo? Últimamente me siento más cómodo con tempos más lentos y ritmos latinos, siempre me han llamado la atención y si te fijas bien en lo anterior llevo con ellos dentro desde que empecé, pero ha sido sólo desde hace unos años cuando los he expuesto de manera más evidente. —Es curioso ver también cómo has empleado las melodías de temas de Jennifer López o de Kool & The Gang y te los has llevado a tu terreno instrumental. ¿En qué momento se te enciende esa bombilla y decides

darle forma? Creo que el de Kool & The Gang sí lo pillo (por Un fusilador) y has dado en el clavo, pero me muero por saber qué te ha recordado a Jennifer López. Contestando a tu pregunta lo de K&TG fue un reto de mi manager en una noche de divagaciones musicales. Me dijo que si me atrevía con algo así, con ese rollazo, y a muerte que fui. —En este álbum todos los títulos de las canciones siguen un mismo patrón. ¿Quieres decirnos algo y no nos hemos dado cuenta? El mensaje es claro: que sólo es Un disco más, donde hay Un fusilador anodino que esputa Una advertencia cualquiera mientras bebe de Un manantial corriente lejos de Una ciudad fría y siente Un dolor baladí mientras Un alud insignificante provoca Una rápida mueca en Un dragón herido por Un amor olvidable que Un desconocido reconoce en Una voz insustancial. —Precisamente en Una voz hablas de cambios, de alguien que ya no eres tú. ¿Has evolucionado a la vez que tu música? A pesar del tono de la canción, sé que si me ocurriera lo contrario sería un hombre desafortunado. —Hasta el momento has demostrado ser muy ecléctico a la hora de dar fondo musical a tus canciones. ¿Qué importancia le das a la parte musical y cuál a las letras en tus composiciones? Creo que la misma. Es posible que sea un poco más exigente con la letra en este disco, pero no ha sido a propósito. —Escuchando Una advertencia, cuando hablas de que no te quieres levantar de la cama ni salir de casa,

¿estabas advirtiendo en enero el confinamiento de marzo y abril? Lo he pensado mucho, además la advertencia es “Si salgo de casa ya vuelvo mañana”, y en cuanto se pueda volver a hacer esto juro solemnemente que yo cumpliré mi advertencia.— ¿Cómo has vivido el confinamiento?¿Crees que el mundo de la cultura se recuperará? Lo he vivido y lo estoy viviendo mal. Me ha afectado anímicamente, no lo puedo negar. Creo que el mundo de la cultura se recuperará pero no sé cuánto tiempo tardará en hacerlo. —Bueno, por el momento tienes planificados varios conciertos en noviembre. ¿Cómo los afrontas? Despues de cuatro intentos fallidos de actuación, el último cancelado por, atención, viento, básicamente pienso que no se van hacer. —¿Hacia dónde va Amatria? ¿Estás interesado en seguir trabajando con otros artistas como hasta el momento? No sé donde iré pero iré, y allá donde vaya trabajaré con otros mientras recorro mi camino. —ADRIÁN LERMA

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“Soy el raro de la clase aunque no lo parezca”

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noviembre 2020 #17



MONDO FREAKO

El dúo de Elche Los Manises ha publicado nuevo EP, “Aristocracia y underground” (Montgrí, 20), un trabajo en el que ritmo, amor, costumbrismo y libertad se reparten a partes iguales. Lo completan además con algunos temas previos.

C

OMENCÉ A SEGUIRLE la pista a Los Manises allá por los inicios de 2017, meses después de que lanzasen su primera demo. Un par de escuchas fueron suficientes para saber que lo que Rubén y Víctor se traían entre manos no podía (ni debía) pasarse por alto. Tres años más tarde, el tiempo y lo que de ellos se dice me dan la razón. Los Manises son una onda expansiva de alegría y honestidad. Libres de cualquier etiqueta que frene lo que han venido a hacer. Porque aquí no hay definiciones que valgan: ni las ya implantadas como el denominado rock experimental o las autoasignadas –véase aquí el tinte humorístico– como “congo-core” o “puerro wave”. “A la hora de crear imaginamos que la peña no se planta el primer día diciendo (Víctor) ‘Ye tal, yo es que quiero hacer una banda de metal neoclásico lo-fi’. Te pones en el local o en tu casa a hacer lo que te sale y sí a todo. Lo que pasa es que el ser humano es cómodo porque quiere respuestas todo el rato y un cagón porque cuantas menos sorpresas mejor. Entonces ya toca meter lo que haces en cajitas para poder explicar a otro individuo tu movida antes de que lo escuchen. Creemos que las etiquetas […] se generan principalmente por y para la peña externa a la creación, ya sean medios, audiencia o plataformas”. Paradójicamente, aquí se viene a hablar de lo que tienen entre manos, ese EP que bajo el nombre de “Aristocracia y underground” le da una vuelta de tuerca a sus reminiscencias tropicales, loops y otros sonidos que ni son punk, ni ochentas, ni ambiciones tribales. Son toda una combinación que elevan a su máxima y en la que no hay lugar para la hipocresía ni el sometimiento. (Rubén) “No nos gustaría traicionar nuestros principios éticos. No nos gustan las relaciones verticales. No nos gustaría faltar al cariño mutuo que tenemos. No nos gustaría estancarnos en una fórmula cómoda, si la encontráramos.”. Bien lo saben en Montgrí, el sello que los acoge para esta edición y cuya propiedad reside en el también dúo Cala

Los Manises Soberanía popular

Tal como se está gestionando, la cultura parece un privilegio prescindible y no un derecho

Vento. “Es una ilusión muy heavy metal ya que es la primera vez que un sello confía al cien por cien en nosotros y nos pega este empuje. Bueno, eso y que encima de colegas son peña que tienen unos principios de base que casan con los nuestros a full”. ¿Qué hay, pues, de nuevo en este álbum? Todo y nada. Nada porque esperar de no es la ecuación adecuada para aproximarse al dúo y todo precisamente por lo mismo. No obstante,

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y a diferencia de otros temas, en este álbum –en el que también albergan en su cara B composiciones previas inéditas hasta ahora en formato físico– sí hay una diferencia con su yo pasado: el mayor protagonismo de las letras. (Víctor) “En un principio las tratábamos como un instrumento, eran más forma que contenido. Ahora […] aprovechamos para colar en ellas guiños a cosas que pasan en nuestro entorno más cercano, ese punto más folk del asunto”. En ellas

hay mucho de lo que conforma nuestras identidades: desde comprar cacahuetes en un mercado local a canciones de antecesores o juegos de mesa que pueden alargarse horas. (Rubén) “Nos sentimos muy a gusto escribiendo sobre lo que nos apetece […] sin una autoexigencia de que lo que escribes tiene que ser pomposo y con mucha letra. Creo que igual es uno de los grandes cambios que hemos dado musicalmente”. Estamos así ante una suerte de retrato costumbrista donde ensalzar la cultura de lo cotidiano y lo mucho que nuestros barrios y herencias sociales pueden darnos. (Víctor) “Conforme pasa el tiempo dejas de renegar de lo tuyo o de mirar lo de fuera (a los Estados Unidos por ejemplo) como superior para darte cuenta de que en tu misma comunidad o ciudad o vecindario hay cosas maravillosas. Es importante echar un vistazo a lo que pasa en el mundo, pero mucho más importante es pegar el oído a todo lo rico que tenemos cerca, lo que cantan las abuelas por el barrio, el trve folclor”. Sin obviar, por supuesto, esa idiosincrasia tan suya donde el amor y la amistad se respira a raudales. (Rubén) “Entre nosotros creo que siempre se ha notado ese cariño y amistad dentro y fuera del escenario. Es una labor constante el exteriorizar y verbalizarlo todo entre nosotros”. Algo que, además, esperan hacer llegar en este 2020 tan inesperado. (Vïctor) “Da ganas de llorar la manera en la que se está gestionando esta movida desde lo público. Es necesaria una comunicación clara y medidas contundentes de rescate y apoyo al sector cultural. Tal como se está gestionando, la cultura parece un privilegio prescindible y no un derecho”. Por el momento, se salvan las ganas y la esperanza de compartir todo lo que está por llegar. (Rubén) “Esperamos que ‘Aristocracia y underground’ sea recibido con mucho cariño. Que haya posibilidad de presentarlo en condiciones y que haya gente disfrutándolo de verdad en directo, sea cual sea el formato. Aunque sea con un plasma”. —ANAÏS LÓPEZ

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noviembre 2020 #19


EN PORTADA

La Habit Roja Canciones que consigan

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ODO ESTÁ EN LAS CANCIONES. Así de simple. Y así de bonito, a la vez. Siempre ha sido así para La Habitación Roja, desde que en 1995 empezaran a rodar sus primeras composiciones sobre los escenarios. Y sigue siendo así, quizá más aún, en este extraño y complicado 2020 en el que todo estaba preparado para que pudieran celebrar su veinticinco aniversario: todo un hito en una escena tan discontinua como la valenciana, poco propensa a las exhibiciones de longevidad. Eran más de cincuenta los conciertos que tenían en su agenda para este ejercicio, el más apretado en toda la historia de la banda. Todo iba a salir rodado. El resto, ya lo sabemos: en marzo estalló todo, y se llevó por delante cualquier previsión. “Estamos ante una sacudida enorme para toda la sociedad, un terremoto a todos los niveles, y la pandemia ha sido la puntilla”, nos cuenta Jorge Martí por Skype desde su casa en Molde (Noruega), en uno de los recesos domésticos de un año en el que no ha dejado de viajar –con sus correspondientes cuarentenas– entre España y el país escandinavo. “Nos hemos ido a la mierda todos, te explican todo esto hace un año y no te lo crees”, afirma. “Nunca habíamos suspendido conciertos”, dice. Hasta que en el 2018 tuvieron que aplazar presentaciones por aquella embolia pulmonar que le tuvo unos días en el hospital y le propinó un susto morrocotudo. Ahora, cuando su cadencia editora ha sido de un par de años entre cada disco, se han encontrado con esto. “Queríamos hacer algunos conciertos especiales en formación de sexteto, recuperando a Edu (Martínez), nuestro antiguo teclista, de hecho, habíamos seleccionado veinticinco canciones y nos habíamos metido en el estudio de Luis Martínez, Little Canyon, en Burjassot (València), y teníamos en el horizonte el FIB, Low, Sonorama, etcétera, con lo que la idea de centrarnos en las canciones que habíamos escogido para nuestro veinticinco aniversario”, recalca. “Los ensayos empezaron el primer día de marzo hasta que el 12 nos despedimos y no volvimos a vernos hasta agosto”. Fue ese el día en el que Jorge, Pau Roca, Marc Greenwood, José Marco y Endika Martín tuvieron que dejar de verse a diario y posponer los planes de un ejercicio que se prometía el más próspero de sus vidas. Eso no significa, ni mucho menos, que La Habitación Roja hayan estado parados. Se las han ingeniado para trabajar a distancia, cada uno desde su domicilio, dando carrete a la retahíla de canciones nuevas que han ido acumulando y publicando cada dos meses a través de sus redes sociales, y que iban a formar parte de un nuevo álbum. Que formarán parte de su próximo álbum, vaya. Las canciones siguen mandando, hasta el punto de que hay una nueva llamada precisamente “Las canciones”, una oda al poder de la música pop como

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que te pueda amar Se dice rápido: Veinticinco años. Los valencianos La Habitación Roja tenían que estar ahora protagonizando más de cincuenta conciertos de aniversario, pero el mundo dio un vuelco con la pandemia. Eso no quita que sigan de celebración y que continúen creando nuevas y memorables canciones.

FOTO: GUSTAFF CHOOS

—TEXTO Carlos Pérez de Ziriza —FOTOGRAFÍA Gustaff Choos y Liberto Peiró

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noviembre 2020 #21


EN PORTADA

"Seguimos teniendo esa virtud, la de mezclar la raíz de la música independiente con una tradición más pop"

3 EL APUNTE

Versatilidad a la fuerza EL TELETRABAJO, ese del que todo el mundo ha echado mano este año, ha cobrado una dimensión imprevista en la vida de La Habitación Roja. “Durante la pandemia hemos hecho nuestros videos, nuestras hojas de promo… hemos hecho de cámara, músico, editor, de todo, y el grupo ha demostrado que es capaz de pasar esta travesía del desierto mejor que otros grupos que son más grandes por su estructura, y también mejor que otros más pequeños que seguramente estuvieran menos preparados”, explica Jorge Martí. “Somos versátiles, capaces de hacer acústicos, charlas, tocar en garitos y adaptarnos”, dice. Canciones como “La luz” (que pone sobre el tapete el síndrome de fatiga crónica, por el caso de Whitney Dafoe), “1986”, “Taquicardia”, “Años luz”, “Cuando el mundo”, “Patria”, “Las canciones” o “El miedo abierto”, algunas de ellas con excelentes videoclips –como el que Juanma Carrillo les hizo para “Taquicardia”– , formarán parte de esa entrega doble que llegará en 2021. —C.P.Z

#22 noviembre 2020

refugio, como poder casi curativo. “En una situación tan dura como la que hemos pasado, te refugias en la música, en las canciones, las que siempre están ahí”, comenta Jorge, abundando en la idea de que “estar creando mantiene tu cabeza centrada en algo, te sientes mejor y aportas algo a la comunidad. Una de las cosas más bonitas que nos han pasado es la respuesta de la gente, que te considera su grupo, parte de su vida, y se guarda la entrada de un concierto aplazado hasta el año que viene. Creo que nuestro mejor patrimonio es el público que tenemos, algo que me conecta con algunas de nuestras bandas favoritas, como Teenage Fanclub, que anuncian nuevo disco”, abunda. De hecho, se refiere al último gran bolo que ha tenido que ser pospuesto por la crisis sanitaria, el que iban a celebrar en La Riviera de Madrid, con más de 1.600 entradas vendidas y que ha tenido que ser pospuesto a noviembre de 2021. Se mantienen, eso sí, aunque sea con reducción de aforo al 50%, los dos conciertos dee aniversario en casa, en el Teatre Principal de València, los días 11 y 12 de diciembre próximo. “No creo que haya habido un momento más complicado que este, pero la respuesta ha sido… Como cuando un país es atacado y hay una ola de patriotismo, pues eso: somos un grupo que ha pasado por enfermedades, penurias y éxitos, y al ser como una familia, los lazos son tan fuertes que lo malo queda en un segundo plano”, argumenta Martí con lógico orgullo.

Estribillo a estribillo, estrofa a estrofa EN CUALQUIER CASO, cuando hablamos de la primacía de las canciones en la trayectoria de La Habitación Roja, no es una frase hecha: es en su nueva remesa donde se aprecia más ese cuidado por que cada una de ellas sea como un mundo propio, sin coartadas conceptuales, sin necesidad de darle una unidad temática ni tampoco de tratamiento sonoro a sus diferentes pistas. Entre el enérgico y electrizante final de “El miedo abierto” y el synth pop de “Años luz”, media todo un mundo. Son dos de las siete canciones que ya registraron en los estudios de Paco Loco en el Puerto de Santa María, hace justo un año, en noviembre de 2019, y que se iban a ver prolongadas por otra tanda de siete este año: en total, catorce canciones que finalmente se estirarán a veinte, y serán publicadas en dos entregas sucesivas a lo largo de 2021, si el virus lo permite. Una en febrero y otra a finales de año. “Sí, en este caso somos más que nunca una banda de canciones. La forma de trabajar de Paco Loco, a quien le gusta trabajar canción a canción, no grabar las baterías, los bajos y todo lo demás por separado, sino más bien hacerlo al estilo de George Martin con The Beatles, es muy divertida y muy edificante”, explica Jorge Martí, “porque te hace probar cosas y jugar como niños, y al grupo le viene muy bien porque le hace sonar de una forma más osada, asumiendo algo más de riesgo, dándole garra a las canciones y mezclando las virtudes del grupo: buenas melodías y letras que tienen la capacidad de llegar a la gente, porque escribir bien no es utilizar palabras muy raras ni tener un gran vocabulario ni ser un erudito, sino la capacidad de contar bien una historia y llegar a la gente”, dice. Jorge lo sabe cada vez mejor, ya que está ahora mismo envuelto en la fase final de redacción de un libro autobiográfico que también verá la luz en 2021.

Los referentes de La Habitación Roja son los de siempre, y todos ellos apuntalan esa fórmula que han ido puliendo con el paso de los años, y que resulta tan fiable. “Creo que seguimos teniendo esa virtud, la de mezclar la raíz de la música independiente con una tradición más pop, la que ponían en práctica R.E.M., The Smiths, The Cure, New Order, La Dama Se Esconde, Radio Futura o La Granja, grupos que siempre nos han gustado”.

Nueva etapa A LA CONFIANZA DEPOSITADA en Paco Loco como productor y en el valenciano Luis Martínez a las mezclas, se suma el impulso que siempre procura un cambio de sello. Tras casi dos décadas con Mushroom Pillow, hace ya meses que es Intromúsica quien pone en circulación la producción de los de L’Eliana. “El hastío tras tantos años de relación es lo que lo motiva, porque todos necesitamos cambios para no dar las cosas por sentadas, refrescarnos con nuevos inputs, y como ya había un distanciamiento con ellos, decidimos no seguir con Mushroom Pillow”, confiesa. “Tenemos un acuerdo tácito con Intromúsica para ir sacando canción a canción, cada dos meses, pero de una forma muy relajada: Máximo (Lario) es un entusiasta, un gran promotor y fan de La Habitación Roja, así que decidimos irnos con ellos también por ese factor personal. La lástima que Ernesto (González), que también formaba parte del equipo, no haya podido seguir, ya que falleció en mayo”, lamenta. Otro pequeño impulso en medio de la tormenta, y totalmente inesperado, ha sido la inclusión de “Indestructibles”, una canción del álbum “Fue eléctrico” (12), en la banda sonora de la serie televisiva “Élite” (creada por Carlos Montero y Darío Madrona), estrenada en Netflix. “Es la primera vez que nos pasa, y ha llegado a ser número uno en Shazam en varios países”, nos cuenta Jorge. Es algo que viene a conectar con una de las constantes de la banda a lo largo de su carrera, sobre todo durante la última década: su capacidad para enganchar a nuevos oyentes, mucho más jóvenes. “Hemos logrado conectar, pese al escalón generacional, ya sea por los festivales o por la serie, con un público más joven que a lo mejor no va a tus bolos de sala, pero sí a los festivales, y se sabe tus hits”. Y es que el vértigo ante el paso del tiempo también está presente en algunas de las nuevas canciones de La Habitación Roja. Jorge Martí encara los cincuenta mientras su hija mayor, ya una adolescente, atraviesa la misma edad que él (que todos, vaya) tenía cuando empezó a salir, a frecuentar discotecas, a consumir música de forma compulsiva y apasionada, y eso explica canciones como “1986”, escrita recordando el año en el que él tenía la misma edad que tiene ahora su hija. “Para los adolescentes esta pandemia ha sido muy dura. Mi hija mayor es demás una chica muy tímida, con mucho potencial, que en parte me recuerda a mí, y la canción habla un poco del teenage angst, y claro que da vértigo ver cómo pasa el tiempo y ella sigue ya su propio camino”, cuenta. Al final, la escritura de las nuevas canciones y la del libro autobiográfico en el que lleva meses embarcado se entrelazan en el quehacer diario de Jorge Martí. Y el parón escénico, que en el su caso no ha sido total (“hemos tenido mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


la suerte de tener más conciertos este año que la mayoría de grupos”), también ha favorecido que haya un poso extra de reflexión en todo lo que ha ido saliendo de su pluma este año. “Escribiendo el libro, recordaba ir a discotecas como Espiral o Barraca, cerca de València, y recordé el momento en el que entré por primera vez en Espiral, que sonaban Talking Heads, The Cure, luego The Smiths… Ahora los adolescentes son más precoces en algunas cosas pero empiezan más tarde en otras: salen más tarde, beben poco, tienen culto al cuerpo y a la imagen… También me acuerdo siempre de ‘Thirteen’, de Big Star, y es bonito escribir sobre esas etapas tan puras de la vida, antes de corrompernos”, afirma. De hecho, esa canción que mencionábamos antes, “1986”, brinda un guiño explícito al “There Is A Light That Never Goes Out” de The Smiths: “Creo que es mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

mi canción favorita de todos los tiempos, recuerdo que el ‘The Queen Is Dead’ (86) lo robé en el Corte Inglés, y lo cuento en el libro. Mi hija se fue con unas amigas de fin de semana hace poco y me mandó un video cantando esa canción con ellas, porque sabía que me iba a tocar la patata, y creo que esa luz que nunca se apagará es también el amor incondicional de un padre hacia su hija, como la escena aquella de ‘Una historia verdadera’ (David Lynch) en que el protagonista le explica a la chica que se ha escapado de casa, con el ejemplo de los palitos, lo fuerte que es la familia cuando sus miembros se apoyan entre sí”. —C.P.Z

De inzquierda a derecha y de arriba a a abajo: Primer concierto de LHR (27-7-95, L'Eliana), Final del Circuit Rock (26-1-96, Arena), foto pormocional 1998, foto promocional 2015, concierto sala Moon (14-1-17), concierto 20 aniversario La Eliana (20-11-15). Fotos Liberto Peiró

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noviembre 2020 #23


#24 noviembre 2020

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25/Mondo VINILOS

Róisín Murphy

Major Lazer

Music Is The Weapon Mad Decent/ Music As Usual

Róisín Machine Loaded/BMG

8

AC/DC: Historia viva del rock AC/DC

Power Up Sony

8 HARD ROCK / Resulta casi un milagro, viendo

los antecedentes, que finalmente haya conseguido ver la luz un nuevo álbum de la mítica banda australiana. Y no solo eso, sino hacerlo contando con la formación clásica de los últimos tiempos, exceptuando lógicamente a uno de sus pilares, Malcolm Young, fallecido en el 2017 y sustituido por su sobrino Stevie. Trágica pérdida que fue el colofón a una variada serie de desgracias que, pese a poner en serio peligro la continuidad del grupo, parecen haber sido revertidas. Cada publicación de AC/DC supone una deliciosa rutina, la de saber que no nos vamos a encontrar nada que se salga del patrón asociado a su nombre, y que esa sana monotonía es justo lo que deseamos hallar; la única duda que queda por resolver es en qué medida y con qué intensidad nos harán vibrar en cada ocasión. Y desde luego no va a ser el 2020 el año en el que la fórmula se altere lo más mínimo; tampoco la fecha en que sus canciones no inviten a menear las cabezas de veteranos y neófitos. Unos temas que aparecerán acreditados a la bicefalia de Malcolm y Angus Young, un recurso que al margen de su veracidad, supone un homenaje al desaparecido hermano mayor y a su capital

tarea desarrollada en este proyecto. Acompañados por quien empieza a ser su inseparable productor, Brendan O’Brien, y su habitual sonido agudo y limpio, el quinteto regresa y lo hace blandiendo sus rocosos argumentos. Bienvenida manifestada en un “Realize” que funciona como declaración de intenciones, desplegando lo mejor de su repertorio estilístico: riffs cortantes, voz chillona y un estribillo -empujado por un reiterado manejo de los coros- con vocación de éxtasis colectivo. Una muestra de fortaleza que dará paso a un breve tramo que evidenciará un escenario menos impetuoso, visible sobre todo en el medio tiempo melódico “Through The Mists Of Time”. Una breve travesía que nos introducirá en una segunda tanda –puesta en acción por la clásica pulsación sincopada de guitarra de la sobria “Witch’s Spell”– plagada de bombas incendiarias hechas a base de trotones y crudos ritmos (“Demon Fire”), ejercicios de pirotecnia gutural con la que construir himnos tantas veces manejados en sus manos pero siempre anhelados por el oyente como “Systems Down” o Money Shot”, o el demoledor colofón que supone ”Code Red”. AC/DC son historia –por suerte viva– de la música y parte esencial del aprendizaje de casi cualquier aficionado a este arte. Por eso, ser capaces tras casi medio siglo de existencia de mostrarnos una representación óptima de su figura, es algo que seguro a Malcolm le habría emocionado, al igual que haber sido homenajeado en un disco que sirve para alargar la leyenda de este rayo que nunca cesa. —KEPA ARBIZU

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DISCO / Explosivo y podero-

so es el regreso de Róisín Murphy con su quinto álbum de estudio. Una colección de diez temas destinados a la pista de baile que reivindican la figura de una mujer auténtica, independiente y segura. Un viaje sonoro por una lección de autoconocimiento por parte de la estrella irlandesa, sus fantasías y libertad como creadora. Con DJ Parrot en la producción, presenta un mundo de plástico, superficial (“Narcissus”) y cargado de brillo donde salir a bailar es casi tan importante como poder respirar (“Selfish Mademoiselle”). Temas ‘buenrollistas’ y a la vez reflexivos que convierten a Murphy en la diva absoluta de 2020. El momento más brillante llega con ese himno que es “Incapable”, un corte funky adictivo, hipnótico, que crece entre unos sintes indomables y una marcada percusión. —ÁLEX JEREZ

POP / Una pobre colección de temas que de nuevo oscilan entre el EDM, el afropop y los sonidos caribeños. Un regreso con un cero en creatividad. Poco se puede salvar en este “Music Is The Weapon” salvo la colaboración en “Oh My Gawd” con Mr Eazi, Nicki Minaj y K4mo. O ese “Rave de Favela” con el que consiguen acercarse un poco al concepto de hit de la mano de Anitta. Moombahton, bounce y hasta algo de funk brasileño para salvar una de las canciones con más potencial del álbum. Al otro lado, una vergonzosa “Jadi Buti”, en busca del aplauso del mundo Bollywood, y una olvidable “Trigger” que elimina cualquier ápice de adrenalina que hubieras acumulado. Major Lazer no viven su mejor época y este trabajo no hace más que reflejarlo.

4

—ÁLEX JEREZ

Elvis Costello

Ariana Grande

Hey Clockface Concord/ Universal

8

POP / A diferencia de sus úl-

timos álbumes, hay aquí un poco de cada uno de los Costellos que conocemos. O, mejor dicho, un poco de cada uno de ellos si obviamos la fibra new wave, que tan solo luce en una puntual mutación: la fantástica “No Flag”, crujiente y rotunda, una de las tres pistas grabadas en solitario por el señor McManus en Finlandia dentro de un álbum tan diverso que ni siquiera la supervisión de Sebastian Krys (Lori Meyers, Carlos Vives, La Santa Cecilia) logra unificar. Ni falta que le hace, claro. Todas sus vetas son disfrutables, y mezclan muy bien porque el disco se explica por su diferente lugar de cocción, como si fuera un periplo con diferentes paradas de ida y vuelta: a Helsinki hay que sumar Nueva York y, sobre todo, París, donde se gestaron nueve de las catorce canciones.

—CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA

Positions Republic/ Universal

POP / Ariana Grande viene de publicar dos discos muy recientes que han sido un pelotazo y todo un éxito, pero parece que la buena racha se ha desinflado con este tercer trabajo de Ariana en dos años. A estas alturas ya nadie cuestiona la libertad creativa y la capacidad vocal y compositiva de Grande, pero con Positions da la sensación de que, esta vez, se ha estancado. Ariana Grande se muestra muy cómoda en su sexto álbum de estudio, pero algo nos hace pensar constantemente que estamos ante una continuación muy obvia de Sweetener (18). La manera en que Ariana armoniza cualquier canción es un gustazo para los oídos y sus notas agudas son de otro planeta, pero no podemos olvidar que las canciones pop de hoy en día funcionan muy en parte por la producción y el gancho. —ÁLVARO TEJADA

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noviembre 2020 #25


MONDOVINILOS

Asian Dub Foundation Access Denied ADF Communications / X-Ray

Nothing But Thieves continúan creciendo 8

Nothing But Thieves Moral Panic Sony

7 ROCK / Después de “Nothing But Thieves”

en 2015 y “Broken Machine” en 2017, “Moral Panic” debería ser el disco de la confirmación definitiva de la banda. Inspirándose en el sonido de su segundo álbum y trabajando con Mike Crossey (The 1975, Arctic Monkeys), se han distanciado de sus inicios a través de un disco en el que destaca la combinación de riffs de guitarra con la voz de Conor Mason y de los sintetizadores con la elaborada postproducción. El disco se abre con “Unperson”, una canción que habla sobre el papel que tenemos como personas en la sociedad actual, a la que sigue “Is Everybody Going Crazy?”, ese tema que conocimos en marzo, antes del confinamiento, y que parece describir muy bien todo lo que pasó alrededor del mundo durante los meses que le siguieron. Y con ella los de Essex vuelven a firmar un hit de ritmo rock en la que destacan las peripecias vocales de Mason. Poco después encontra-

mos en “Real Love Song” en la que Nothing But Thieves nos recuerdan a unos The Killers –aunque a quien citen en la canción sea a Nick Cave– teñidos de melancolía. Después llega la sorpresa, “Phobia”, una canción en la que la banda se mueve entre Muse y Billie Eilish. En “This Feels Like The End” llevan a recordarnos a Panic! At The Disco. Después llegamos a “Free If We Want It”, punto de ruptura del disco. A partir de aquí “Moral Panic” empieza a ir cuesta abajo. De las cinco últimas canciones, se sal-

varían “Impossible” y “Can You Afford to Be An Individual?”. En las otras tres, “Free If We Want It”, “There Was Sun” y “Before We Drift Away” el grupo parece perder su identidad para hacer canciones de pop rock electrónico. Pero volvamos a “Impossible”, esa canción eufóricamente triste, que destaca por su vocación de himno, con unos coros en el estribillo que se acercan mucho más a Bastille que a lo que alguna vez fueron los propios Nothing But Thieves.

—GEMMA PUIG BRU

ROCK / Solo con ver la

nómina de colaboradores, de los que se disfruta en este flamante Acces Denied, advertimos que los veteranos y legendarios Asian Dub Foundation no han perdido ni un ápice de rebeldía, ganas de molestar a los poderosos y de su conciencia de clase llevada hasta el extremo artístico, político y social. Y es que el que se codea –aunque sea musicalmente– con Greta Thunberg, 47SOUL, Anita Tijoux, Dub FX o Stewart Lee, ya sabe a lo que se atiene y de qué pie cojea, ¿o no? En los catorce temas que sustancia este nuevo trallazo firmado por el icónico combo británico encontramos ¡felizmente! lo de siempre respecto a ADF: una batalla campal sin tregua –sonora, política y militante–, a base de una magnífica y explosiva mixtura de electrónica junglera, dub humeante, drum & bass, punk-rock-folk y rap de lengua suelta y viperina. No hay frontera que se les resista, ni siquiera la del tiempo.

—FERNANDO FUENTES Spillage Village

Dougie Poole

Spilligion Dreamville/ Interscope

The Freelancer’s Blues Warf Cat Records

RAP / El colectivo Spillage Village ya me convenció con su anterior obra “Bears Like This Too Much” y su hip hop de cadencias lentas y partituras fumetas, con una impronta perezosa y etérea. Pero con “Spilligion” se han abierto y expandido, incorporando más riqueza de recursos, adentrándose en un hip hop más lirico, imaginativo y serpenteante. Lejos de estructuras monolíticas y redundantes, se reinventan en un sincretismo que integra y trasciende. Spillage Village interpretan la música afroamericana, la giran del revés, la voltean, y la reimaginan. Todas sus canciones parecen alcanzar un protagonismo concomitante y en ese equilibrio quimérico alumbran una estructura holística donde las sombras en una canción son luz en otra. “Spilligion” es sexy, es desafiante, es espiritual, es reivindicativo, es psicodélico y es altamente adictivo. Nos encontramos ante uno de los grandes discos de hip hop de esta década que empieza.

nuevo el country cósmico del de Brooklyn. Ese que lo emparenta directamente con Garrett T. Capps y Orville Peck. Hay incluso quien cita entre sus influencias a Joshua Tillman, aunque Dougie no tiene – ni pretende– la profundidad de este. Y lo digo como alabanza. Y es que, a pesar de la grandilocuencia que puedan mostrar algunos pasajes de su música, Poole es, sobre todo, un tipo humilde y discreto cuy única concesión a la galería es algún que otro traje pasado de rosca. Eso, y que la ironía se convierte en la base principal de sus letras. A ver si ahora nos e suman muchos al carro. Porque mientras las propuestas sean tan finas y elegantes como la de Dougie, no hay problema, pero ya nos conocemos. Y el momento de que nos empiecen a caer capazos de músicos country jugando con maquinitas como si no hubiera un mañana puede llegar de un día para otro.

—ANDREU CUNILL CLARES

—EDUARDO IZQUIERDO

9

#26 noviembre 2020

8

COUNTRY / Aquí está de

AMERICANA / Caracterizado

por la sobriedad, Will Johnson ha rescatado canciones del pasado nunca editadas o incluso inacabadas a las que ha sumado algunas compuestas en pleno encierro por la pandemia, para grabarlas en tres días del pasado mes de junio con la ayuda de un órgano casio, un clarinete, un bajo, un violonchelo y su guitarra Stella. Dejando que el productor Britton Beisenherz pusiera algo de visión externa al conjunto. Dando forma a un álbum desértico y a la vez sombrío. Con el corazón desangrándose y la voz del cantautor agarrándote bien fuerte de los oídos para quedarse ahí, impregnada en piezas como “Inclined” o “Dear To Assassin”. Temas que algunos llamarían soft, pero que simplemente están desnudos hasta lo más inmundo de lo terrenal. Con una intensidad que casi te adormece las piernas palabra a palabra, verso a verso. A veces demasiado doloroso para ser real, pero placentero a la vez. Algo que lo hace simplemente delicioso.— EDUARDO IZQUIERDO

Sin Prontuario Guilty Feeling

Depueblo Autoeditado

El Capitán Keeled Scales

9

Pekeño77

Isabel Do Diego

Will Johnson

EXPERIMENTAL / El artista andaluz Juan Diego Calzada aparca lo escénico y se transmuta en Isabel Do Diego para ofrecernos su debut musical. Experiencia compleja, cruda y electrónica no apta para paladares cerrados, un viaje espectral en trece pistas que se deshacen bajo la lengua como un ácido de folclore brutalista y espectral, transportándonos a un pueblo distópico donde coexisten reminiscencias, seres vivos, espíritus y máquinas. Del “anda jaleo” de latido lorquiano y nervio techno de “Halagas (Himno hacia geografía)”, a la magnética jondura de “Fuego (Promesa entre aires)”. Un experimento sonoro que arde y ruge entre susurros, quejíos roncos y requiebros, sembrando gemidos y lamentos bajo el rocío de la noche, cohabitando entre grabaciones de campo y zumbidos de polillas metálicas que se funden en una candela que tintinea a base de beats, samplers y sintetizadores.

TRAP / Que el trap es más que polivalente y que puede mezclarse con todo no es, a estas alturas, algo nuevo. Tradición y contemporaneidad musical convergen, lo que hace que surjan propuestas tan interesantes como la de Pekeño77, trapero oriundo de Canelones (Uruguay), que toma el género urbano como bandera pero lo mezcla con todo lo que escuchó desde chico en su barrio. Pekeño77 toma el trap como un género obrero y baña de letras reivindicativas. Mediante él, el uruguayo encuentra la manera de explicar las dificultades de su barrio, como en “Simplemente yo” o “Para mi gente”, en la que se entrevé su preferencia a seguir el camino de la música antes del de la delincuencia tan presente en su entorno. De abajo hasta lo más alto: actualmente, Cedrés es de los artistas uruguayos más famosos, con muchísima tirada tanto en su país como en Argentina. Y suma y sigue.

—DAVID PÉREZ

—KAREN MONTERO

7

8

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Avern

METAL / Sacar un disco durante la pandemia no es tarea fácil pero Avern nos sorprenden con un disco rápido y efectivo. Desde el infierno del Hospitalet de Llobregat el vocalista Javi Guerrero ha sacado lo mejor de sí para poder enfrentarse otra vez con el black metal y el punk. Las influencias de este primer disco son claras: riffs que recuerdan a Slayer por parte de Hanneman como los del tema que da título al disco, que se hacen repetitivos como si fuesen malditos y oscuros como los creados por bandas como Mayhem junto a la épica a lo Bathory o incluso a los más nuevos Destroyer 666, que van surgiendo en casi todos esos temas. La rabia catalana de la banda es un ingrediente básico que se nota en casi todas las canciones con un “ugh!” que nos transporta a la esencia de todas las bandas, a los referenciales Celtic Frost o esos riffs a lo Tribulation que suben desde las profundidades en “Shadows Of Filth”. —EDUARD TUSET

8

Heathers El Genio Equivocado

7

POP / La fórmula no es, ni

mucho menos, nueva. Pero cuando se destila con tal destreza es casi imposible fallar: guitarras de celofán, bajos musculosos, sintetizadores que desafían a la ley de la gravedad y melodías delicadas que transparentan el encanto de lo agridulce. Melancolía bien tamizada, con ese punto de vivacidad, con esa pizca de dinamismo, que rara vez cae en la pesadumbre. Spleen flotante con el que dejarse acariciar. Una receta previsible, quizá, pero que en el debut en largo del cuarteto sevillano resulta intachable. Diez canciones de hechuras irreprochables, en las que asoman los contornos de los The Pains Of Being Pure At Heart más magnéticos (o sea, los primeros), de los Wild Nothing más ensoñadores o incluso muy puntualmente –en la brevísima “Braille”– del pop sintético de dormitorio que acuñaron The Field Mice o The Russian Futurists hace ya muchos años. Un disco que entra estupendamente bien y que convence a la primera escucha.

—CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA Action Bronson

Lucas Vidal Karma UMG Recordings

Only For Dolphins Loma Vista/ Music As Usual

ELECTRÓNICA / Fusionar en un mismo proyecto sonidos orquestales con música electrónica no es algo que cualquier artista pueda realizar de manera orgánica. Lucas Vidal lo ha conseguido con su primer álbum, “Karma”, y, además, ha salido más que ileso de tal experimento. Habíamos escuchado las obras de Lucas en la gran pantalla, poniendo música a grandes películas del cine actual, pero ahora el compositor demanda su espacio propio y muestra su faceta como productor de su disco. Sin artificios ni distracciones que pudieran hacer de su música un componente secundario de la narrativa. Lucas Vidal ha querido construir su propia historia y nos la cuenta de principio a fin con este álbum en el que él es el director y actor protagonista a partes iguales. Lucas dice que con este disco pretende acercar a los amantes de la música orquestal a la electrónica, y viceversa. Un reto nada fácil teniendo en cuenta la edad media de cada público en cuestión.

for dolphins. Motherfuckers don’t deserve me”, soltaba Bronson en “Mt. Etna” uno de los temas de “White Bronco”. Y ya es una realidad este nuevo trabajo destinado a un público selecto. El rapero divide con su enorme universo cada vez más a los fans del hip-hop. Algunos dicen que ha perdido su fluidez a la hora de soltar barras, otros que sigue en la cresta de la ola aún siendo una celebrity... Pero, si hablamos de lo que “Only For Dolphins” refleja del MC solo podemos decir que se ha marcado un buen disco que muestra un salto de madurez tanto a nivel instrumental como en sus letras. Y en él viaja por el funk, el jazz y el pop sesentero. Además, es su pieza más personal e introspectiva hasta la fecha en la que analiza su posición en la industria, sus privilegios, logros, relación con las drogas y hasta sus relaciones sentimentales. Eso sí, sin abandonar en ningún momento su humor y ese lado neoyorkino que le hace único.

—ÁLVARO TEJADA

—ÁLEX JEREZ

7

MONDOVINILOS

Terry vs. Tori

Witch’s Eyes Varios sellos

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RAP / “My next album’s only

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Gorillaz mantienen su vigencia Gorillaz

Song Machine, Season One Strange Timez Parlophone/Warner

7 POP / Desde comienzos de año, Gorillaz han venido entregando un buen número de canciones y vistosos vídeos con los que vivificar la escena. Una serie de temas que, junto a otras inéditas, se agrupan ahora para dar lugar al que sería el séptimo álbum de ese invento virtual surgido en el año 2000 de las mentes del vocalista Damon Albarn (a su vez líder de Blur y de The Good, The Bad & The Queen) y el dibujante y diseñador gráfico Jamie Hewlett. Diecisiete piezas, en la versión deluxe del lanzamiento, adornadas con las intervenciones de nombres tan importantes como Robert Smith (de The Cure), Beck, Peter Hook, EARTHGANG, St. Vincent, Fatoumata Diawara o incluso Sir Elton John. Una agrupación anárquica de cortes que lucen más por separado que atendiendo al sentido conjunto de álbum, y en la que tienen cabida hip hop, R&B, synth-pop, electrónica, indie o soul. Una variedad

sonora explícitamente multicultural y parte inequívoca en el ADN del combo, que aquí queda remarcada y deriva en la alternancia de elementos realmente interesantes con algo de relleno repetitivo. Una respuesta que tiende al lienzo multidisciplinar rellenado sin prejuicios e incluso algo caóticamente, pero que siempre deja soplos de evidente inspiración y convincente colorido. Es así como la propuesta parece no envejecer incluso cuando el trazo resulta algo irregular, tal y como sucede en el presente “Song Machine, Season One Strange Timez”. Gorillaz nacieron con el cambio de siglo como paradigma de modernismo y sus artífices han sabido conservar la vigencia y su esencia vanguardista. Tanto que, al igual que ha venido sucediendo con The Chemical Brothers, cualquier artista –de diferentes proveniencias y estratos generacionales– parece empeñado en dejar su aportación al ensayo. Dos décadas después, puede que los discos de Gorillaz ya no sorprendan por su contenido o la chispa visual de sus protagonistas animados, pero sin duda sobrevive el interés por lo que el grupo pueda llegar a ofertar. Por algo será. —RAÚL JULIÁN

noviembre 2020 #27


MONDOVINILOS

Juárez

Katie Melua

Entre palmeras Caballito/ Lunar/ El Nébula

Album nº 8 BMG

POP / Sólido como una roca. Magnético como un imán. Versátil como un todoterreno. Y reconocible, muy reconocible. De personalidad acusada. Así suena el tercer álbum del cuarteto navarro. Igual se decantan por un jangle pop a lo Feelies en “El sol en movimiento” que le dan a la sonoridad western en “Vendiendo cruces”; despachan golosinas pop azucaradas como “En la madrugada”; se sirven de guitarras fronterizas en “El día que todo empezó”; funden la estoica chulería de The Jesus And Mary Chain con los desarrollos de guitarra de Yo La Tengo en “La Guerra de los Mundos” o se avienen a la práctica del raca raca de ese rock ratonero, electrizante y perverso, que tan bien se les daba a sus paisanos El Columpio Asesino hace unos años, en el tema titular. “Entre palmeras” es un trabajo sin fisuras, estupendamente secuenciado, sin un solo minuto de la basura. ¿Es pop? ¿Es rock? ¿Es indie? Es simplemente Juárez. Suficiente.

POP / El caso de Katie Melua es la mar de curioso. Mientras su música encaja en un público acomodado que busca propuestas más comerciales, ella mantiene un sello que la aleja de los nombres que están en boca de todos. Despachó ya ocho millones de discos de su disco de debut “Call Off The Search”, en el momento en que esa cifra aún tenía importancia. Ha pasado mucho tiempo, pero Melua mantiene su virtud: hace que lo sencillo sea algo verdaderamente excepcional y elegante. Si su voz domina, tenemos la carta ganadora. Y este es el caso de “Album nº 8”, su primer disco de estudio en cuatro años. A veces toca la tecla de lo barroco, como en la excelsa “English Manner”, pero acaba volviendo a la casilla de salida. A diferencia de discos como “Ketevan”, aquí todo es más mundano. Melua ya no tiene nada que demostrar y solo se ocupa de escribir buenas canciones con ese efecto sedante tan rico y estimulante.

—CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA

—TONI CASTARNADO

8

7

Celestial Bums

Sleep Inside A Horse Analog Love Records

Las rarezas de Nacho Vegas Nacho Vegas

Oro, salitre y carbón Oso Polita

8 CANCIÓN / “Oro, salitre y carbón”, verso de

la reivindicativa “Arriba quemando el sol” de Violeta Parra, canción en la que denunciaba las condiciones laborales de los mineros de La Pampa, sirve como título y bandera de luz y recuerdos para celebrar y despedir los “Diez años de marxophonismo (2011-2020)” de Nacho Vegas. Veintiséis pistas que remarcan la negrura vital y el periodo más abiertamente comprometido y político de Vegas. De los EP’s “Cómo hacer crac” (11) y “Canciones populistas” (15) al completo, a dos temas en directo grabados en el Circo Price el pasado enero, en el fin de gira de “Violetica” (18): “La última atrocidad”, junto a Cristina Martínez (El Columpio Asesino), y una electrificante y rabiosa “La pena y la nada”. Pasando por rarezas varias entre las que destacan “Reality” y “Me lo dijo un ángel”, por primera vez disponibles en formato digital, o la relampagueante y pegadiza

#28 noviembre 2020

“No me voy a Marte”, escrita en 2018 para celebrar el vigésimo aniversario de Ecologistas en Acción. Y lo más suculento del lote, media docena de inéditas: el cover “Arriba quemando el sol”, primer sencillo ya mencionado que funde el sufrimiento de los mineros chilenos con los de su Asturias natal y el resto del mundo, y la aún humeante y morfínica “Fabulación”, ambas fraguadas con los que fueron sus músicos habituales, los ya emancipados León Benavente, más Manu Molina y Joseba Irazoki; la pieza instrumental con regusto a western crepuscular que abre y da título a la obra, “Oro, salitre y carbón”, la delicadeza corrosiva de la química poética de “Lyrica”, el canto popular asturiano de “El Carmín de la Pola”, adaptada en clave pop, pero respetando su esencia tradicional, y la cadencia envolvente de “El ruido y las estrellas”, con una letra empapada de ese dulce veneno de amores violentos y perdidos que, sin que te des cuenta, se queda pegada como salitre a la piel y cala hasta los huesos. Hasta entre Caras B y rarezas, Nacho Vegas reafirma lo que ya sabíamos: el mejor songwriter de las dos últimas décadas es asturiano.

—DAVID PÉREZ

El lobo en tu puerta

7

ROCK PSICODÉLICO / Cuatro

años después del celebrado “Ascend”, los de Barcelona regresan con un trabajo consistente, marcado por cambios de formación y retos “de supervivencia”. Quizá por eso apuesten por un sonido atmosférico, introspectivo y electrónico, despojado de contundencia guitarrística: el preciosismo atmosférico de “First Morning Away”, con ecos de la nostalgia sonora de Slowdive y The Cure, sienta la base emocional de un trabajo en el que Japhy Ryder (voces, guitarras, bajo, sintetizadores) y Augusto J. Marchetty (baterías, cajas de ritmos, samples) llevan el peso instrumental. “The Number One” y la progresiva “Free Will Letdown” se aproximan a las ensoñaciones electrónicas de Kevin Parker. Un par de miniaturas instrumentales no cortan el ritmo. La producción limpia gana enteros en cortes como en la envolvente “The Sky Upon Us”. Un disco ideal para quienes quieran viajar por galaxias lejanas. —JC PEÑA

Santana Bendita Spinda Records

7

ROCK / Tanín, Búho y Julio,

el tridente gaditano más lynchiano y salvaje, reabre su Caja de Pandora y, a base de stoner, sludge, trash y metal noventero, expande en la noche más oscura de “Santana Bendita”, una niebla fría y pegajosa que crece como un enredadera de la que no podrás escapar. Ocho explosiones impregnadas por el aroma fantasmagórico de Lovecraft en el cruce de caminos de “Lost Highway” y una pesadilla carpentiana. Del huracán de riffs que corta la respiración en el duelo cósmico de “Madre”, desbordando muro gris que crea un tsunami sónico imparable a lo largo de los surcos, al “Niño salvaje” en el que Búho toma el micro principal y echa un mano a mano con Julio, pasando por el big bang de rapcore, con scratchs afilados incluidos de la corrosiva “Hong-Kong II”. Lamentos centelleantes bajo una tormenta de lava ardiente, con los teclados psicodélicos de Koe Casas (Atavismo, The Agapornis) como invitado especial en esta metalera entrega. —DAVID PÉREZ

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ENTREVISTA

Se acabó el recreo Easy-S

Easy-S y los suyos no tienen prisa. Prefieren ser fieles a su sonido y a cuidarse mutuamente. Tienen la visión de la gente de un barrio con vistas al mar y mirada periférica. Así, con respecto, vacile y entrenamiento, han ido subiendo escalones hasta convertirse en nombres indispensables de la escena. Hoy, Easy-S camina seguro pero suelto y ha construido su propia pasarela, esta te lleva hasta “Countach’ 93” (Space Hammurabi, 20), uno de los discos de rap más esperados de este 2020 en el que precisamente contacto es de lo que adolecemos.

H

—TEXTO Daniel S Botello Cohen —FOTOGRAFÍA J. Pola

ACE UNA DÉCADA sobre el escenario Delaossa y tú pisasteis con fuerza e integridad. Las botas sintieron como la lona apretaba la suela. Algo así como esos guantes que nos cuentas en “What Comes Around” que hay que apretarse bien para que las muñecas aguanten y no se doblen. Claro. Un buen punto de partida para empezar a levantar tabiques son los cimientos. Pues aquí igual. Del mismo modo que hay presionar las muñecas con vendas antes de boxear, hay que entrenar la seguridad en uno mismo antes de competir. Así es al menos como lo veo yo. —Volviendo al tema de apertura del disco, es una invitación al resto de jugadores para que den lo mejor de sí. ¿Es importante que el público y el resto de los participantes del juego entiendan que, en estos tiempos de video singles, sacar un álbum es algo complejo con mucho más compromiso? Sí. Yo he querido subir mi nivel. Al subir el mío, entiendo que el general sube un par de décimas. Pero siendo honesto, no lo he hecho por eso, sino que lo he hecho por exigirme más a mí mismo. Un LP es exactamente eso, más una carrera de fondo que unos cien metros lisos. —Para coronar y construir torres sobre un descampado como cuentas en “Coronamos” hace falta un buen equipo con talento ¿Quién es toda esa gente anónima que apostó por vuestra música desde el minuto uno? #30 noviembre 2020

Pues compadre, yo elijo muy bien a la gente que me rodea. Gente que sin trabajar en mi proyecto me aporta cosas sólo por tener una charla con ellos. La gente pública ya la conoce todo el mundo, la anónima son la gente con la que convivo todos los días y que me acompaña en este camino tan lleno de trampas. —La colaboración de C. Terrible a ritmo G-Funk en “Costa del Sol” es la banda sonora perfecta para ir por la costa del ladrillazo Marbellí. ¿Hay alguna historia que se pueda contar sin dejar heridos? No hay nada que te pueda contar sin dejar heridos (risas). No ya en serio, nosotros no somos chavales malos, somos de puta madre. Algunas cosas hemos hecho pero son pocas y hechas con muchas luces. Jamás las contaré en canciones ni cosas así, no voy de ese palo. —La onírica producción de “Chocolate Rain” te hace flotar, pero evidentemente eres un creador con disciplina en tu escritura. ¿Cuál es la rutina en la que Isidro se transforma en Easy-S para agotarle la tinta al boli? Pues soy bastante estable emocionalmente, por lo tanto mi rutina de escritura no necesita de ningún marrón o celebración para dar la talla. Lo que necesito es justo lo contrario que los artistas normalmente: Estabilidad. Comer medio bien, descasar, fiesta sólo cuando toca... Esas cosas. —Con Tote King sois un combo ganador, y “Otra vez” lo subraya. Y ahí está la crítica al opresor y a la tiranía. ¿Es importante, sobre todo pensando en el público mas joven, el que aun haya raperos que se mojen y hablen sin tapujos? mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


Hombre lo más importante es que haya una educación de calidad en las casas y en los colegios. Después de eso ya, si el mensaje de un rapero a parte tener canalleo y frescura tiene valores, pues claro que suma. Para mí suma unos cuantos puntos. —Estos siete meses han hecho cambiar el mundo y también han mostrado lo mal cosido que está el sistema ¿Como músico y empresario de que manera te ha afectado la crisis sanitaria? Pues la verdad que me ha afectado poco. Quartier (la tienda de tatuajes) cerró durante el confinamiento y dejamos de generar pasta durante casi dos meses, pero gracias a los streaming y a los ahorrillos se notó poco. Además que yo me rallo lo justo con los reveses económicos hermano, lo importante es la salud de los míos y que nos tengamos los unos a los otros. Ahí el COVID tampoco ha afectado y eso sí que lo agradezco. —Hablando de tu faceta como tatuador ¿Cómo empezaste en ello y que opinas de su popularización masiva? Empecé, porque yo he dibujado de toda la vida y quise aprovechar todo ese tiempo que había invertido de más joven pintando en clases o en la calle para no tirarlo a la basura. Además no tenía pasta pa ná y ahí encontré una vía para conseguirla sin tener ningún jefe. La popularización del tatuaje está bien. Que haya más comida para mis chicos no me puede parecer mal en ningún caso. Entiendo que habrá tatuadores/tatuados snobs que quieren ser especiales y los únicos que entiendan la cultura, pero eso es egoísta y conservador. Si escuchas mis canciones verás que yo conservador... Poco. —“Perfume”, junto a Raggio, es una de esas canciones elegantes mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

y románticas herederas del mejor R&B. ¿No tienes la sensación de que en la música de radiofórmula hace mucho que se mató ese fuego de tanto usarlo dando como resultado canciones vacías? Yo creo que la comercialización de las cosas es lo que hace que las cosas crezcan. Antes de que me llames capitalista o algo así te pongo un ejemplo: Si no hubiera incentivo económico en crear una APP, ¿crees que hoy disfrutaríamos de Uber, Netflix o Airbnb...? Todo eso no existiría. Entonces que la música haga el dinero correr me parece bien. Donde yo veo el fallo es en el estilo, que para mí importa que te cagas. Por ejemplo. El cine es una industria gigante que genera billones de euros, pero la manera de generarlo que tiene “Pulp Fiction” jamás va a ser la misma que la de “Fast And Furious”. ¿Es “Pulp Fiction” una película underground o de serie B? Ni de coña, es primera división. Entonces en la primera división musical también podemos separar así tío. Anderson.Paak y Cardi B están en ese primer peldaño pero la diferencia del producto que hace caja es ABISMAL.Entonces, no estoy en contra de lo comercial. Estoy en contra de lo comercial sumado al mal gusto con mensajes tóxicos y analfabetismo. —“House Party” es una de esas historias divertidas y acorde a estos tiempos, pero a la vez tiene un poso agridulce ya que los

“Yo voy a mi bola y paso un poco de las industrias, nosotros tenemos la nuestra propia”

3 noviembre 2020 #31


ENTREVISTA

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conciertos y la fiesta no serán la misma hasta que todo se reorganice. ¿Esperareis a que pase todo esto para presentar “Countach 93” como es debido o haréis algún evento de presentación aunque sea para unos pocos? No se hará un concierto de “Countach 93” hasta que la normativa no nos deje hacer un show como dios manda. Lo que sí te digo es que voy a seguir sacando cosas y cuando podamos dar un directo, liarla por todo lo alto. —“Comando” junto a Tepa es una de las piezas más interesantes del disco. ¿Quién es este Mc? Es una de mis referencias de mi infancia. Cuando yo tenía catorce años o así iba al centro a rapear en la Plaza de la Marina como muchos otros raperos de mi ciudad. La primera vez que escuché a Tepa flipé. Es bueno en el estudio, pero en directo es bestial, además es super espontáneo y tiene caídas bestiales simplemente hablando. Merece la pena conocerlo y pasar tiempo con él. —Las producciones de Countach 93 son tan variadas como brillantes. Están ahí Stash House, Dshuffle, Queensbeats, Marshak, Sweet Home, Gese Da O, Lucid Eyes, A-491, el mencionado Tepa que también produce su beat junto a Koar, también un clásico de la casa Hammurabi como J-Moods y un nombre que nunca habíamos oído, Bigla. Las producciones tienen un poquito de todo. Cada productor aporta su grano de arena. Y el que más aporta es Bigla que tiene un sonido muy marcado y con el hago cuatro de los dieciséis temas del disco. Es el productor que más veces aparece en “Countach 93”. —OG Gara en “Fuck That” es otra de esas colaboraciones notables de “Countach 93”. La letra nos acerca a la realidad de los

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trabajos precarios y de perder la ilusión para seguir desarrollando un arte ¿Es precario el modelo de la industria cultural en España? España son precarios. La industria musical no lo es, aunque hay que sudar mucho para llegar a comer de ella. Yo voy a mi bola y paso un poco de las industrias, nosotros tenemos la nuestra propia y mantenemos nuestra música nutriéndonos de gente parecida. —Otra de tus grandes pasiones es el cine y sin duda “Mi visión” es cine divertido y macarra. Si pudieras hacer una película con un cheque en blanco ¿Quién la dirigiría, quien la protagonizaría y de que iría? La haría Guy Ritchie, la protagonizarían Joaquin Phoenix y Helena Bonham Carter y la trama podría ser... La prostitución en los barrios feos del Reino Unido por ejemplo. Me centraría a tope en las mujeres espabiladas de esas profesiones tan duras. Dan para mucho guion. —“Clean” es vacile pero incluye un inciso para recordar al que anda sin respeto que la calle tiene unos códigos y es allí donde pones la mirada en aquellos inmigrantes que bajan de un bote entre frío, hambre y miedo ¿Pierden muchos artistas, cuando llega la fama la noción de la realidad y se olvidan del trabajo duro, la familia y los principios? Sí. Pero no cuando llega la fama. Cuando llega el dinero. —“No” te deja helado, es un retrato serio y certero sobre la violencia de género. ¿Como de lejos estamos en aplacar esto en un mundo cada vez más maquillado y que a veces parece solo querer rascar votos? mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


Yo creo que vamos lento, pero vamos. Los jóvenes tienen cada vez más claro que la igualdad entre géneros es lo normal y hay que seguir por ahí y no relajarse. La ultraderecha está al acecho con ideas vaticanas, así que cuidado. —“Miedo” habla de temores del presente pero con visión hacia el futuro y el sampler de la canción nos lleva directamente a Latinoamérica. Allí, como bien sabéis, la devoción hacia el rap hecho en España es gigante. ¿No tienes miedo de volver con este disco y poner boca abajo La Bombonera cuando esto pase? ¡Es de las cosas que más ganas tengo, carajo! Volver a Argentina y soltar “Costa del Sol” o “30 Days”. Puede hacerme llegar al clímax, aunque esta vez me gustaría ir con más tiempo y visitar todas las zonas que no pude cuando fuimos. —“Dime que sí” con Delaossa ha sido uno de los hits de este verano irreal, con un clip lleno de optimismo y que, de alguna manera, nos ha coloreado la vida. ¿Independientemente de vuestras carreras en solitario, sois un matrimonio para siempre verdad (Dinos que sí)? Jajaja muy poético el final de la pregunta. Lo de Dela y yo es para siempre, sí. Hemos pasado por muchas cosas, sabes. Ese límite de catastróficas desdichas con otra persona que se convierte en familia lo pasamos hace muchos años y en esas cosas no se puede retroceder. Somos de la misma zona, casi tenemos los mismos amigos, tengo a su padre en el Whatsapp para preguntarle cómo está. ¿No hace falta que te explique mucho más, no? ¡Sí quiero! —D.S.B.C.

“Los jóvenes tienen cada vez más claro que la igualdad entre géneros es lo normal y hay que seguir por ahí y no relajarse”

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ENTREVISTA

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“ “No es que el trap sea machista, es que el mundo es machista todavía”

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UNA NIÑA INÚTIL

APAZ DE TODO ESTO Y MÁS, rompe todos los esquemas y publica un larga duración –el tercero– de R&B creado en plena cuarentena, Una niña inútil. Se terminó lo de encasillarla: Cazzu ya no se mueve en un solo estilo en concreto, sino que el suyo es un mundo artístico amplísimo. La cuarentena ha sido para Julieta Cazzucheli (su nombre real) una situación propicia para crear: tuvo tiempo de leer, entre otras cosas, poemas de Alfonsina Storni (1892–1938), escritora suizo-argentina que ha inspirado un disco que vincula feminismo y música, tirando tabúes y venciendo clichés de sentimientos históricamente unidos a la mujer. Como Storni, Cazzu ya está cansada de que la etiqueten como “artista femenina” y que se banalice su obra con esos términos. —¿Cómo te vino la idea del disco en estas circunstancias de cuarentena? Estar en casa es el escenario perfecto para hacer música. La mayoría de artistas en cuarentena sabíamos que había que hacer música porque andamos buscando el espacio para crear. Este disco lo tenía en mi mente hacía ya mucho tiempo pero estaba en la vorágine de la gira y todo era muy intenso. La cuarentena trajo descanso, muchos pensamientos, mucha palabra y mucha lectura. Quise hacer un disco como un regalo audible para la gente, no quería construir nada que fuera para venderlo. Si bien la música es lo que nos sostiene económicamente, el disco no tuvo nunca un objetivo económico, sino emotivo. Era el mejor momento para experimentar. Todo era propicio: tenía el tiempo y la soledad suficiente para sentarme a escribir y jugar con las palabras y las melodías. —En este disco conceptual cambias del trap al R&B, un estilo en el que todavía no te conocíamos. ¿Este cambio viene por el mood global del reposo en cuarentena? Es un género que me encanta, me pone recontenta. Escucho un disco de R&B y siento el feeling. Me invita a intentar provocarlo. Quería hacer un disco así y era el momento indicado, también encontré a las personas indicadas para el proyecto. Yo me imaginaba a la gente en su casa escuchando reggaetón limpiando la casa, pero llegaba un momento donde la gente quiere inducirse a otro momento. Hicimos un disco para ese momento de calma, de cerrar los ojos y trasladarte. —¿Fue en cuarentena cuando leíste los poemas de Alfonsina Storni o ya venía de antes tu admiración hacia ella? La conocía ya. Pero, honestamente, pensaba que la conocía. Cuando me vi con unos poemas suyos dije: “wow, ¿y esto?”. Eran muy adelantados para el momento en que ella los había escrito. Las canciones ya estaban completas cuando les di el concepto. Sin el concepto del disco no soy nada. Soy muy fan de poder darle al disco un cierre total, así que me puse a leer un poco de poesía para inspirarme. —¿Por qué decides titular el disco así? A Alfonsina la invitaron a escribir una columna en el diario La Nota sobre el 1920 que se llamó Diario de una niña inútil. La invitaron a una sección de feminidades, así que decide escribir la columna simulando un diario íntimo. Lo primero que escribe es preguntarse por qué en feminidades, porque decía que no tenía nada que escribir que a los hombres les pudiera interesar. Cuando me topé con la vida de Alfonsina y su obra,

Cazzu

Cazzu habla de nosotros y al mismo tiempo es única. Se sube al escenario con humildad, una de las bases de su carrera, una carrera por la que no solamente ha obtenido premios y la ovación absoluta del público hispanohablante, sino que se ha entronado como una de las principales artistas del trap, y muchos la llaman, desde hace tiempo, la reina del trap. Pero atención, porque Una niña inútil (Vibras/Universal, 20) es otra cosa. —TEXTO Karen Montero

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elegí los poemas para las canciones. Fue muy importante el título del disco en contraste con las canciones, que hablan de amor y desamor, con mucha carga emocional y sentimental. Había algo que quería terminar de englobar: al fin y al cabo, después de toda la poesía de amor y de una mujer enamorada, había una mujer muy inteligente, que militaba y que sembró muchas bases de los movimientos que ahora nos competen y aportan tanto. Ella abordaba mucho desde la ironía: soy una inútil por no poder conseguir un marido, que era lo único que importaba. Mucha gente intentaba devaluar su inteligencia, y ella se defendía irónicamente diciendo que no hay nada peor que el arte esté interpelado por lo profano. Una se siente muy representada a la hora de hablar de sexo o de amor, como que se te pusiera en un lugar inferior, menos intelectual. Bien sabemos que está otorgado a nosotras el sentimentalismo, como “este es tu lugar”. —Son cosas que tradicional y erróneamente se ha vinculado a la mujer sin sentido. ¿Sientes que se tiende a banalizar tu obra solo por hablar de sentimientos o por ser una artista mujer? Últimamente me he quejado del etiquetaje personal. Obviamente, a lo largo del tiempo fui evolucionando y entendiendo que estaba bien en ciertos aspectos. “Cazzu: artista femenina, trap femenino, música femenina”. No, es solo música. Sentía que eso me quitaba valor, me coartaba y coartaba el interés de los hombres. Pienso que un hombre está leyendo un diario en esa época y lee “feminidades” y pasa de página. No va con él, porque el mensaje te lo está casi prohibiendo. Sentía que si a mí me ponían “la artista de trap femenino” a los chabones no les va a interesar, no puedo llegar a ellos. ¿Por qué me degradan? Encontrar esto de Alfonsina fue encontrar a alguien que hace cien años atrás exactamente ya visibilizaba estas cosas que en esta era todavía suceden. —Te llaman la Jefa del Trap. ¿Te sientes cómoda con este título? Yo me autopercibo como mujer, entonces sí me representa que me llamen con términos femeninos, absolutamente hablando de género. Lo que me pasaba a mí con “reina” es que no me representa porque siempre lo usamos con esta competencia entre mujeres. Es como “vos sos la reina del trap, el resto no, el resto son plebeyas y no lo hace tan bien”. Nunca me gustó el hecho de que entre las mujeres esté tan sembrada la competencia. Eso es lo que nos ha costado muchísimo a las mujeres sembrar y hacer prevalecer. Nos ha costado no saber cómo comunicarnos entre nosotras y con los hombres, sin la culpa del entorno. —¿Sientes que la escena del trap es machista o cada vez está abriéndose más? No es que el trap sea machista, es que el mundo es machista todavía. Si bien una se siente parte de una gran revolución y evolución, hay muchísimo que deconstruir. Tratar de educar a los hombres de la mejor manera que dé resultado. Eso no subsana todo el daño que está hecho, y a veces ese daño se convierte en bronca y violencia. Es un buen momento para dejarnos de criticarnos entre nosotras mucho más de lo que criticamos a los hombres. —K.M.

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noviembre 2020 #35


MONDO FREAKO

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UENTA LA LEYENDA que los hermanos Muguruza decidieron montar su propio grupo después de acercarse a ver a The Clash a San Sebastián y a The Beat a Bilbao desde su Irún natal, el municipio que, a orillas del río Bidasoa, sirve de frontera entre Guipúzcoa y Francia. El punk social y político fusionado con todo tipo estilos (rockabilly, reggae…) de los de Londres y el ska de los de Birmingham desde luego marcaría el sonido de lo que se traían entre manos. Ambos eran universitarios por aquel entonces, y cuando Fermín regresó de estudiar Pedagogía, Filosofía y Sociología en Salamanca, Iñigo dejaría Periodismo para dedicarse de lleno a la música. Iñigo, que ya venía de tocar en Desband (que después se convertiría en Beti Mugan), se encargaría de dibujar sus características líneas de bajo y hacer coros. Fermín, además de asumir la voz principal, se metería en un camión que iba hasta Londres para comprarse su guitarra Telecaster. La tercera pata del banco fue inicialmente Mattin a la batería, con el que montarían el trío en 1984. Este último apenas tardaría un año en cambiarle el puesto a Javier ‘Treku’ Armendariz, baterista de Cremental. Los miembros de aquel grupo decidieron irse a probar suerte a Londres mientras estudiaban inglés, así que Mattin se enroló con ellos hacia Reino Unido y Treku se quedó con los hermanos Muguruza hasta el final de los días de la banda. Así nacía Kortatu. Existen diversas teorías sobre el origen del nombre, pero el propio grupo apuntaba en esta entrevista para la revista Muskaria a una foto que vieron en los periódicos: “Ahora no sabemos exactamente quién es. Pensábamos que era un casero que defendía su caserío con una escopeta para que no pasara la autopista y se liquidó con sus cartuchos a un par de picoletos antes de que se lo cargaran a él. Nosotros admiramos a Kortatu”.

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Treku Armendariz, Iñigo Muguruza y Fermin Muguruza en 1985.

Trein de "

En sus maquetas ya incluirían temas insignia, como las versiones “Hay algo aquí que va mal” (adaptación de “Doesn’t Make It Alright” de The Specials), “Mierda de ciudad” (adaptación del “Drinking And Driving” de The Business) o la original “El último ska de Manolo Rastamán”, una de las primeras composiciones de Fermín e Iñigo (coautores de la mayor parte del repertorio de Kortatu). Estas dos últimas, junto a “Nicaragua sandinista”, fueron las elegidas para el famoso “Disco de los cuatro”, el split grabado a finales de 1984 y publicado por Soñua en 1985. Soñua fue el sello que Marino Goñi montó en los ochenta para lanzar a los grupos del denominado “rock radical vasco”, etiqueta que creó junto a José Mari Blanco (ex mánager de La Polla Records) y que tantos quebraderos de cabeza les daría (Eskorbuto y otros tantos no tardaron en renegar y arremeter contra ella y sus creadores, pero esa es otra historia). Antes de decidir si grababa un disco a cada uno, Goñi probó a editar un compartido por Kortatu, Cicatriz, Jotakie y Kontuz-Hi!, a razón de tres temas por grupo y dos grupos por cada cara del vinilo. El éxito de Kortatu y Cicatriz fue indiscutible y se extiende hasta nuestros días. El de los otros dos grupos no tanto, como recordaba en 1995 el propio cantante de Cicatriz, Natxo Etxebarrieta: “Fue como una experiencia, lo de Hontuz-Hi! y Jotakie no funcionó, pero Cicatriz y Kortatu le funcionó de puta madre. Es más, todavía se siguen vendiendo discos de ese disco compartido” (palabras extraídas del libro “Cicatriz: Eternas cicatrices”, de Juan Carlos Azkoitia). El power trio empezó a subir como la espuma, tocando por todo el País Vasco a lo largo de aquel 1985. También lo harían en Madrid y Barcelona. Pero uno de sus conciertos más recordados de aquel año fue el que dieron

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Se cumplen treinta y cinco años de “Kortatu”, el LP homónimo con el que el trío de Irún debutaría en 1985. Recordamos aquel álbum con el que Fermín, Iñigo y Treku cambiarían el panorama del ska punk para siempre. —TEXTO Jesús Casañas

nta años "Kortatu" mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

junto a Barricada en la cárcel de Martutene (San Sebastián) el 31 de mayo. Más que por la actuación en sí, por la fuga que los presos etarras Joseba Sarrionandia e Iñaki Pikabea protagonizarían semanas después, el 7 de julio. El cantautor Imanol Larzabal tocó en la penitenciaría para celebrar San Fermín, y ambos reos consiguieron escapar escondidos en sus bafles al final del concierto. Se especuló con que Kortatu y Barricada hubiesen estado implicados en la rocambolesca fuga, pero tal y como recuerda Anje Ribera en su blog Música Callada, el propio Fermín explicó tiempo después que todo aquello se estaba preparando desde tiempo atrás y que poco tuvieron que ver: “Conocimos a Sarri y otros presos políticos, y bromeamos con la idea de que se fugaran en las fundas de nuestros instrumentos, sin saber que ya estaban preparando su evasión”. No obstante, celebraron el acontecimiento con “Sarri, Sarri”, versión del “Chatty, Chatty” de Toots And The Maytals. Varias generaciones han chapurreado su letra (escrita por los hermanos Lurdes y Josu Landa, con la colaboración del cantautor Ruper Ordorika) sin tener ni idea de euskera y sin saber que, en realidad, hablaba de la hazaña. Hasta grabaron un videoclip para la ocasión, en el que enseñaban a su público cómo funcionaba aquello de bailar ska. Se lanzó un mes antes del álbum para calentar motores, pero no adelantemos acontecimientos. Al igual que el “Disco de los cuatro”, su ópera prima se grabaría en los Estudios Tsunami de San Sebastián, lugar donde se perpetrarían otros álbumes míticos de la época. Marino Goñi ejercería como productor y técnico de sonido junto a Josean López, responsable del silbato que suena en “Nicaragua sandinista” y que fallecería en un accidente de tráfico poco después de grabar el “Anti Todo” de Eskorbuto en 1986. Por allí, además del trío de Irún, se pasaría un buen número de colaboradores y amigos afines para poner su granito de arena. Por la parte instrumental, aparte de las guitarras que Iñigo le doblaría a Fermín, Javi ‘Tronpetari’ aportaría con su trompeta los vientos en “Tolosa, iñauteriak”, “La cultura”, “Nicaragua sandinista” y “La familia Iskariote”. J.C. Irizar metió la pianola en la intro de “Mr. Snoid entre sus amigos los humanos”, y Jesús Soldevilla la percusión en “Desmond Tutu” (primera incursión en el dub). Por su parte, meterían voces Gari (“La familia Iskariote”) y Carolo (introducción en “Desmond Tutu”), además de los coros de Víctor (Vómito Social), Marino y Patxi (ambos de Fiebre) en “Mierda de ciudad” y “Jimmy Jazz” (versión de sus queridos The Clash). Se grabaron un total de trece temas, rescatando entre ellos “Nicaragua sandinista” del “Disco de los cuatro”. Las otras dos del split, “Mierda de ciudad” y “El último ska”, se añadieron al final como bonus tracks en la reedición de 1998 que Oihuka (sello que Goñi creó en 1987 al cerrar Soñua) lanzó en CD. Dos años más tarde reeditaría también el disco cuádruple al completo. Se lanzó en octubre de 1985, siendo reconocido mejor disco del año por los diarios Egin y El Diario Vasco y la revista especializada Muskaria. La foto del periódico de aquel casero que motivó el nombre de la banda ilustró también la portada, según contaba Fermín en la mencionada entrevista a Muskaria: “Dijimos: ‘ésta para la portada de nuestro disco’. Tengo unas orejas muy grandes e Iñigo una nariz de bastante tamaño. Estaba claro, era la simbiosis”. El diseño de la carpeta corrió a cargo de Txabi, con ilustraciones y viñetas de los cómics que habían inspirado temas como “La cultura”, “Mr. Snoid entre sus amigos los humanos” (ambas basadas en historietas de Robert Crumb) o “Don Vito y la revuelta en el frenopático” (personaje que Montesol dibujaba para la revista Makoki). Roberto Moso, cantante del grupo Zarama, recuerda en su libro autobiográfico “Flores en la basura” el impacto que tuvo esta ópera prima: “En el 85 estalló la bomba Kortatu, sin duda los que consiguieron dar con la maza más fuerte y más certera hasta hacer sonar el ‘gong’ internacional (…). Eran simplemente irresistibles. Sus canciones nunca tenían una nota de más, sus letras jamás se excedían de lo que estrictamente querían contar”. Sus actuaciones irían en aumento, a menudo junto a grupos afines como Cicatriz, Zarama, La Polla Records o Barricada. En 1986 darían sus primeros conciertos por el resto de Europa: Suiza, Alemania y Países Bajos. Pero su éxito también cruzaría el charco y se extendería por América, tal y como explica Diego Cerdán en el libro “Eskorbuto: Historia triste”: “Los sonidos del rock radical vasco llegaron allí con un lógico retraso debido a que los derechos de los discos estaban en manos de discográficas independientes que ni siquiera podían llegar a todos los rincones de nuestro país (…). Así fue como a finales de los ochenta y en los primeros noventa, Eskorbuto, La Polla Records y Kortatu llegaron a tener auténticas multitudes en México, sobre todo”. Aquel trabajo transmitía rebeldía y diversión por partes iguales. A pesar de las diversas colaboraciones, reflejaba la frescura de un trío sin florituras innecesarias. Con un innegable espíritu punk y una indisimulada simpatía por el Oi!, introducían los ritmos skatalíticos de forma pionera por estos lares, dando el pistoletazo de salida al subgénero del ska punk ibérico con el que Ska-P conseguiría el éxito comercial años después. Sus ritmos jamaicanos y sus aires juveniles (apenas eran unos veinteañeros) no se reñían con sus duros mensajes de crítica política y social. No solo de lo que pasaba en el País Vasco (“Hernani 15/6/84”, “Tolosa, iñauteriak”…), también prestando atención al panorama internacional (“Nicaragua sandinista”, “Desmond Tutu”). Su incipiente euskera completó dos de los temas, “Sarri, Sarri” y “Zu atrapatu arte”. A medida que los Muguruza lo fueron aprendiendo y mejorando, le iría ganando terreno al castellano en cada entrega discográfica, hasta que fue la única lengua utilizada en su tercer y último disco de estudio, “Kolpez kolpe” (1988). Era el momento de terminar de expandir sus influencias hacia otros estilos. Era el momento de Negu Gorriak. —J.C. noviembre 2020 #37


Los músicos recuerdan “Kortatu”

Hemos preguntado a los músicos de la escena cómo recuerdan la primera vez que escucharon “Kortatu”. Esto es lo que nos han contestado.

Podri (Rat-Zinger)

Roberto Moso (Zarama) “CUANDO SALIÓ aquel disco, Kortatu ya eran un grupo con muchos seguidores. Sus conciertos, siempre bulliciosos y muy bailongos, podían llenar un frontón o salas como el Gaueko o el Garaje. Sus tres temas grabados en un disco colectivo ya sonaban por todas partes. Pero aquel disco hizo volar las previsiones más optimistas. De pronto Kortatu estaban por todas partes y a todo el mundo le encantaban. Verles sin aglomeraciones se convirtió en algo imposible. Una banda de tres chavales de Irún, aficionados al ska hardcore, se convirtió de pronto en un fenómeno de masas. En el tasko de Santurtzi donde nos reuníamos nosotros ya conocíamos la mayor parte de las canciones, gracias a maquetas que yo le fusilaba en la radio a Pablo Cabeza. Para mí aquel disco está asociado a una etapa muy agitada de mi vida, quizá sea por eso que le tengo un cariño especial. Marcó un claro antes y después y puso a Euskal Herria en el mapa musical de Europa”. #38 noviembre 2020

“FUE EL PRIMER DISCO de rock de aquí que tuve, creo que en el 86. Antes tenía “Never Mind The Bollocks” y una cinta, por una cara el “Totally Exploited” y por la otra el recopilatorio británico “If The Kids Are United”, lo que me permitió, en una era sin Internet, hacer un trabajo de arqueología para ir consiguiendo material de los grupos que lo formaban. Angelic, Cockney, The 4 Skins, GBH... Así que lo primero que mamé fue ese maravilloso ruido extranjero. Luego llegó Kortatu, y “No te muevas” de RIP. Ese disco de Kortatu es una de las piezas a las que le tengo más cariño. Ambos discos tienen una importancia en muchas cosas en mí, que en aquella época cambió de golpe. Tuve el privilegio de ver a Kortatu en la plaza Nueva, junto con Delirium Tremens y M-ak, creo que en el 87, siendo un mochuelo. ¡Ese fue mi primer concierto! Aquello me voló la cabeza... hasta hoy. Cosa que a Fermín, gran amigo de la banda hoy en día, ya le he dicho, culpándome de haberme convertido en lo que soy hoy en día (risas)”.

El Toubab “UNA TARDE, yendo con un colega al Ateneu Llibertari de Reus, donde se reunía un movimiento antimilitarista de desobediencia civil al servicio militar, escuché a un grupo de Irún llamado Kortatu. Fueron uno de mis primeros descubrimientos por cuenta propia, y su primer disco, con ese sonido nuevo para mis oídos, entre punk y ska, con letras que reflejaban el contexto político, cultural y social de Euskal Herria de la época, me abrió la mente en muchos sentidos. Desde entonces, en ese espacio libertario y en las calles de la ciudad, pasé muchas horas de mi adolescencia en compañía de Carlos Undergroove cantando de la primera a la última canción del disco, sin imaginar que, años más tarde, mi amigo acabaría siendo el diseñador gráfico de Fermín Muguruza y mío. Crecimos con Kortatu. Para él, para mí y para una gran parte de nuestra generación éste es un disco imprescindible, porque descubrimos a The Clash por ellos, gracias a la versión de “Jimmy Jazz” con letra de Iñigo Muguruza (fallecido en 2019). Porque podemos cantar de principio a fin “Zu atrapatu arte” sin saber ni una sola palabra de euskera. Porque aprendimos a amar las luchas populares latinoamericanas con “Nicaragua Sandinista”. Porque durante muchos años hemos bailado más pogo con “Sarri, Sarri” que horas hemos dormido un sábado por la noche, y porque treinta y cinco años después seguimos siendo “Sospechosos””. mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


Juan Abarca (Mamá Ladilla)

Juankar (Boikot) “AÑO 85, una de mis primeras salidas parranderas fuera de Madrid. Aprovechando que entonces nuestro batería era de Hondarribia decidí pasar con él en su casa unos días. Días de bares míticos como el Nagent, buena música en las calles, aunque éramos muy jovencitos no nos cortábamos en salir a nuestro rollo por algunos bares del paseo y del casco viejo o bajar a Irún para terminar en el Moskú. Localidades muy tocadas por el paro, la droga y la represión de las porras. Pueblos en los que vivimos con miedo aquellas manis que terminaban en el agua tras correr delante de los verdes por el espigón de Hondarribia, se respiraba en blanco y negro y se cantaba una canción, un grito de guerra. Y fue en el gaztetxe de Hondarribia donde pudimos ver por primera vez y bailar hasta que nos salieron ampollas en los pies (aquellas Dr. Martens no eran mi numero) “Sarri, Sarri”, “Todo este sábado”, “Revuelta en el frenopático” o la locura que nos marcó hasta nuestros días y versioneada por nuestra parte : “Zu atrapatu arte”, quizás como un día escuché, una de las canciones de rock más versioneadas en diferentes idiomas”.

“EN REALIDAD la primera vez que escuché este disco no se trató del disco mismo. Tenía yo diecisiete o dieciocho años, estaba estudiando COU, y mi compañero de mesa (de Bilbao para más señas) se puso a cantar bajito, pero frenéticamente, aquello de “Lo siento, no lo puedo remediar, tu cara de culo nunca podré aguantar”. En aquel momento estaba un poco saturado de escuchar heavy y necesitaba salir de tanta seriedad. Necesitaba escuchar letras que hablaran como la gente que había a mi alrededor, no como príncipes valientes que matan dragones. Así que solicité raudo a mi compañero la referencia de lo que había cantado. No me arrepentí, lo devoré durante meses, años. Con ese disco aprendí a tocar ska. Todavía lo uso con algunos alumnos cuando quiero poner ejemplos de líneas de bajo jodidamente perfectas”.

Manolo Kabezabolo Fernando Madina (Reincidentes)

“LA PRIMERA VEZ QUE ESCUCHÉ Kortatu recuerdo que fue en el Paradys, y además era el cumpleaños de alguno de la peña. Estaríamos cerca de veinte personas todos de tripi, y, por supuesto, desde el primer tema moló mucho. En el tema de “Revuelta en el Frenopático”, al principio entendíamos “la asamblea demacrada” en vez de “de majaras”. Pude verlos en directo tres veces y es uno de mis discos favoritos. “Sabotaje, rebelión, desobediencia, agitación””.

“ESCUCHAR EL PRIMER DISCO de Kortatu me produjo una sensación parecida a cuando escuché el primero de La Polla y de Hertzainak. ¡No había escuchado todo eso en castellano ni euskera! Era un sonido súper fresco, y con una actitud política que coincidía totalmente con lo que sentía por aquella época. Inmediatamente me identifique con aquella rebeldía”.

Jaume Esteve (batería d e Manolo Kabezabolo) “ESTABA EN 6º DE EGB y me pasaron una cinta Basf con “Salve” de La Polla Records en una cara y en la otra el primer disco de Kortatu. Cuando escuché esa guitarra seguida del mítico “Revuelta en el frenopático” cual adolescente inconformista y descarado me pareció sensacional, aunque no entendía qué carajo querían decir con eso, “pero molaba”. Y gracias a sus canciones me interesé por qué ocurrió en Hernani, la figura de Desmond Tutu o el Sandinismo, que rápidamente me llegó con el tremendo e imprescindible del casete donde también aparecen Kortatu, “Nicaragua Rock””.

Fabi (Penadas Por La Ley) “COMPRÉ UNA CINTA pirata grabada muy malamente a principios de los noventa en el Parque Rivadavia (Buenos Aires, Argentina). Allí llegaba material pirateado de todo el mundo. Y cuando lo escuché por primera vez, a pesar de lo mal que se escuchaba, ¡me voló la cabeza!”. mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

noviembre 2020 #39


FOTO: GIL GILMOUR

MONDO FREAKO

Didirri Sinceridad El australiano Didirri pone en el mercado “Sold For Sale” (Nettwerk, 20), un EP con siete temas en los que parece mostrarse tan sincero como en realidad accesible. Un conjunto de canciones de apariencia amable y contenido intenso, con las que el músico aporta algo de luz, calidez y sosiego a la situación actual.

“ Quería que la gente bien” pensara que todo irá

RR La artista estadounidense Billie Eilish acaba de lanzar su nuevo single que se titula “Therefore I Am”. La artista dice estar muy emocionada con el single y su hermano Finneas ha comentado en redes que le parece “un puto temazo”.

TAN.LEJOS TAN.CERCA A.G. Cook Todo en uno Alexander Guy Cook, A. G. Cook, no contento con ser uno de los nombres fundamentales del sello PC Music, ha decidido dar un triple salto mortal y después de siete años lanzar su carrera como artista. En apenas dos meses ha publicado “7G” –casi medio centenar de canciones– y “Apple”.

#40 noviembre 2020

E

RR El dúo Los Zigarros publican el disco en directo “¿Qué demonios hago yo aquí?”, con colaboraciones de músicos como Fito, Tarque y muchos otros. Verá la luz en diversos formatos el 27 de noviembre. RR El artista electrónico Derrick May ha

sido acusado de agresión sexual. Cuatro mujeres han denunciado al de Detroit,

N TODO ESTE TIEMPO dudaba si veía el nombre de A.G. Cook como artista en la carátula de un álbum y solo lancé algún que otro single bajo mi nombre en momentos puntuales. Pero me he dado cuenta de que necesitaba encontrar mi propia identidad dentro de PC Music”. Durante el mes de agosto subió a las plataformas “7G”, un álbum de cuarenta y nueve temas, y en el mes de septiembre soltó a la luz por fin su esperado “Apple”. “Terminé ‘Apple’ como hace un año y tenía muy claro que quería usar una paleta concreta de instrumentos para su creación que representaran verdaderamente mi sonido. Fui muy preciso a la hora de crearlo y definí muy bien lo que quería conseguir con él. Sin embargo, apareció la necesidad de lanzar también una propuesta con un peso musical mucho mayor. Y fue entonces cuando surgió ‘7G’, me gustaba la idea de que generara un poco de confusión sobre si era una mixtape, un álbum de verdad, un conjunto de colaboraciones, de singles. Y al final yo creo que se ha terminado generando una conversación muy interesante

aunque el músico niega las acusaciones. Estas denuncias abarcan veinte años de la carrera del DJ y diferentes lugares del mundo. RR Tras “El mejor de tus errores” junto a Alice Wonder, Rayden sigue mostrándonos las cartas que formarán su nuevo disco “Homónimo” (Warner, 21). Esta vez tenemos “LoBailao”, un tema mucho más optimista y rítmico. RR Califato ¾ están de vuelta con “Fandangô de Carmen Porter”. Este es el primer adelanto del disco “La Contraseña”, su próximo álbum que verá la luz en 2021.

ibo “La electrónica la perc como algo cargado de una tremenda humanidad”

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C

ÓMO ES TU FORMA de componer y de crear música? Por lo general comienza con una o dos letras. Algo que encuentro interesante y a lo que pueda hincarle el diente. A partir de ahí suelo sentarme con un instrumento y empezar a cantar esas letras, con un lápiz y papel delante. La mayor parte del proceso consiste en escribir más de lo que necesito, y luego ya acortar aquellas letras que siento que no son lo suficientemente fuertes o que no expresan lo que quiero que expresen. Todo el proceso está muy basado en letras. —“Sold For Sale” es la canción que da título al mini-álbum ¿Qué puedes contarme acerca de esta canción? Escribí esta canción unas horas al sur de Paradise, en California. Acababan de suceder aquellos devastadores incendios forestales que habían destruido la ciudad. La canción en sí explora la gratitud de ese momento. Vi a tanta gente que había perdido sus hogares y que todavía estaban agradecidos por lo que les quedaba... Y me sentí muy agradeci-

do por todo lo que he tenido en mi vida, viendo lo que puede llegar a pasar si lo pierdes todo. —“The Critic” es uno de los singles extraídos del EP y otra de las destacadas de la referencia… “The Critic” trata acerca de sobreanalizar una relación hasta el punto de romperla desde adentro. Cuestionar cada movimiento realizado por la pareja hasta que ambos están tan paranoicos que deben romper. La canción suena jovial y optimista mientras explora una zona muy oscura. —Tengo que decir que, en cualquier caso, mi canción favorita es “Blue Mood Rising” Esa canción trata sobre mi posición en la industria de la música. Cuando la presión de una industria muy competitiva comenzó a hacer mella en mi mente, pude volver a sentir esa depresión y ansiedad que solía acompañarme en mi vida. Estaba explorando Los Ángeles por primera vez y puede ser un lugar bastante hermoso, pero también aterrador. “Blue Mood Rising” explora los

sentimientos inherentes a mantenerse fiel a uno mismo. —“Strange” cierra el disco ¿Por qué la elegiste como epílogo? Todo el EP está en un orden cronológico inverso. Empiezo con la canción más reciente que he escrito y termino con “Strange”, que fue escrita hace cinco años. La considero la mayor lección aprendida en mi vida. Se siempre sincero porque nada bueno puede surgir de una postura que no se base en la verdad. —Creo que tu disco puede ser bálsamo funcional para estos tiempos tan duros que estamos viviendo, con un pop que actúa como antídoto ante la incertidumbre. ¿Qué sensaciones pretendías levantar en el oyente con “Sold For Sale”? Hay una plétora de sentimientos en todo el disco. Algunos momentos son realmente conflictivos, pero creo que sobre todo quería que la gente pensara que todo irá bien. —RAÚL JULIÁN

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RR Teenage Fanclub ya tienen su nuevo trabajo a punto (el primero sin Gerard Love). La banda escocesa presentará en 2021 su disco “Endless Arcade”, del que ya han adelantado el single “Home”.

RR La banda de punk irlandesa Fontaines D.C. se atreven también con un concierto en streaming. La situación actual les impide enfrentarse al público en persona, así que van a protagonizar una actuación online el próximo 23 de noviembre.

RR Axel Vindenes, el cantante principal y guitarrista del grupo indie noruego Kakkmaddafakka, acaba de publicar segundo single del que será su disco en solitario inspirado en la música de los setenta y los ochenta. Se trata de “Something”.

RR La joven cordobesa María José Llergo regresa después del éxito que obtuvo con su primer álbum. Y no lo hace de cualquier forma, sino que nos muestra un juego de contrastes en sus dos nuevos temas, “La luz” y “Tu piel”. —MS

entre ambas propuestas. Entre el A.G. Cook más creador y el más artista”. Tras ser reconocido como uno de los productores británicos más importantes e interesantes de los últimos años y alcanzar el éxito a través de PC Music. Cook se aplica esta vez la fórmula que ha utilizado en figuras como Hannah Diamond o Charli XCX a sí mismo para construir su propio proyecto personal y alcanzar nuevos logros en el mercado bajo su nombre. “Durante todos estos años he estado más centrado en levantar PC Music como sello discográfico y en construir como productor con otros artistas como Hannah Diamond o Charli XCX. Al final todos ellos, aún siendo muy diferentes, creo que comparten ciertas similitudes sonoras que la gente relaciona con mi forma de trabajar y ese es uno de mis mayores éxitos”. Cook nos cuenta vía Zoom, desde su casa en Montana, la importancia de este giro en su carrera y cómo decidió apostar por un sonido más guitarrero en algunas de mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

las piezas. “Tengo muchas referencias que me inspiraron a la hora de lograr este tipo de sonido como The Strokes o The Smashing Pumpkins. También me he basado mucho en la música country como Dolly Parton o Shania Twain, y en cómo ellas usaron las guitarras en sus temas para conseguir algo intermedio entre un sonido muy pop y a su vez tradicional”. Y es que en su nuevo álbum no abandona la electrónica pero potencia a su vez su lado más bedroom generando una dualidad y una confrontación que reconoce que le fascina y que al final forma parte de la propia naturaleza humana. “La electrónica la percibo como algo cargado de una tremenda humanidad y me pareció muy interesante enfrentarla a ese lado más acústico. Me gusta que esa dualidad sobrevuele todo el disco y creo además que también es algo que reflejan las propias letras”. —ÁLEX JEREZ

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EL DISCO. RECUPERADO.

WEEN Chocolate And Cheese Elektra Records EN 1994 WEEN ERA UN GRUPO RARUNO. En 2020 lo sigue siendo. Si entonces eran especiales, no quiero imaginar cómo sería la banda sonora que podrían crear Ween sobre lo que estamos viviendo en este pandémico año. Sin traicionar su espíritu, seguro que estaría repleto de sonidos alocados e inventiva, todo ello sacando sentido del humor de donde no lo hay. Pero tengo claro que nos harían olvidar esta extraña pesadilla. Sinceramente, no recuerdo cómo eran nuestras vidas a mediados de los noventa, pero no cabe duda de que vivíamos con menos información (bendita sea la ignorancia) y ajenos a tanta sorpresa. A aquella generación que creció con el sentido de lo alternativo, discos como Chocolate And Cheese les daban aliento. Y también otras bandas inclasificables como Primus, Fishbone, Butthole Surfers o incluso Camper Van Beethoven. Dentro del amplio y diverso catálogo de la banda de Pensilvania, este es el álbum que mejor sintetiza su concepto. En la hora aproximada que dura el disco hay prácticamente de todo. Cada canción necesitaría su propio tutorial. No por la dificultad de ejecución ni por lo complejo de la composición, sino para entender su ubicación y hallar las respuestas a por qué está cada de ellas ahí. Take Me Away es inmejorable como inicio: cambios de ritmo, estribillo desesperado, una pausa necesaria y grito final para abrirnos al mundo loco de Ween que tan bien representa Spinal Meningitis (Got Me Down) y su teoría de la vaselina. En Freedom Of ‘76 asoma el universo de Prince (presente también en Voodoo Lady) y el de la música negra, con cita a Boyz II Men incluída (pongamos en duda que se trata de un homenaje). A continuación sueltan una pieza que bien podría haberles robado Tom Waits, I Can’t Put My Finger On It, a la que sigue una instrumental de aire surf que da paso a la demente Roses Are Free, con su demencia de dibujos animados (¡ese solo de guitarra!). A partir de ahí tan pronto se acercan a unos The Beatles pasados de vueltas como a los aires western de Buenas tardes amigo, un corte sorprendente que mezcla inglés y castellano, un duelo al sol con vencedores y vencidos. —TONI CASTARNADO noviembre 2020 #41


ENTREVISTA

No ha tardado mucho Mark Oliver Everett en volver. Su nuevo álbum se llama “Earth To Dora” (E Works/[PIAS], 20), y es una de las colecciones de canciones más gráciles, luminosas e instantáneas que uno le recuerda. Un trabajo sencillo, de digestión fácil, elaborado con pocos mimbres y la garantía de calidad que ofrece su rúbrica, al servicio siempre de una carrera consistente como pocas. E nos lo cuenta por teléfono. —TEXTO Carlos Pérez de Ziriza

E

L DISCO SUENA RELAJADO, optimista, fluido. Lo grabé casi todo antes de la pandemia. Solo hay una canción que se grabó después. Así que era fácil sentirse optimista (risas). Por eso pensé que sería agradable que la gente lo escuche ahora, y se evada un poco de sus problemas. —De hecho, eso es lo que expresabas ya con el primer avance, “Baby, Let’s Make It Real”, una canción destinada a hacer que quien la escuche desconecte de esta situación, incluso aunque sea escuchándola varias veces seguidas. ¿Crees que la música puede ser algo esencial para sobrevivir anímicamente a estos tiempos? No sé si esencial, pero sí creo que puede ayudar un poco. —¿Y cómo llevas tú esta situación, al menos por lo que respecta al hecho de no poder tocar en directo? Ese es el peor aspecto de todo esto, el no poder salir a tocar. Todos nos morimos de ganas por hacerlo, tan pronto como podamos. Por otro lado, para mí ha sido más fácil vivir en un mundo confinado que para la mayoría de la gente. Al final no me ha supuesto una gran diferencia. Supongo que soy bastante solitario, salgo poco. Pero incluso para alguien como yo es una experiencia extrema. Se hace raro. —El disco es bastante austero. Tu voz, guitarra, batería, algunos escuetos arreglos de cuerda… Supongo que los has producido tú mismo, a diferencia de “The Deconstruction” (18), en el que contaste con Mickey Petralia. Sí. Lo he producido yo mismo. Me interesaba escribir canciones que pudieran proceder de cualquier época, que no pudieras asociar a ninguna en concreto. —¿Dirías que has depurado tu estilo con el paso de los años, haciendo que tus canciones sean cada vez más sencillas, tanto lírica como musicalmente? ¿Crees que es más complicado hacer una buena canción sencilla que una buena canción compleja, de la misma forma en que a veces para un actor es más complicado hacer reír que hacer llorar? Sí, creo que es una buena analogía. Hacer canciones complejas #42 noviembre 2020

Eels

puede ser difícil hasta cierto punto, pero creo que es más difícil hacer algo simple que sea convincente y que te suponga un desafío a la vez. Siempre he admirado esa capacidad. Cuando era más joven, mis canciones eran más largas. Y según me voy haciendo mayor, he aprendido a ser más económico, a llegar antes al punto al que quiero llegar, de una forma que sea más efectiva para el oyente. —¿Cómo sueles trabajar? ¿Te resulta fácil escribir canciones? ¿Te obligas a ti mismo a entregar un disco cada dos o tres años, incluso afrontándolo como si fuera un trabajo de nueve a cinco, o es todo mucho más fluido? Ocurre de dos formas distintas. Hay veces en que es como dices, que te sientas a las diez de la mañana para intentar escribir una canción, y hay otras veces en las que estás haciendo cualquier otra cosa, y de repente te llega la inspiración y tienes que abandonar esa actividad para centrarte en escribir. Y ambos suelen dar buenos resultados. Depende de lo que ocurra. pero ambos son fructíferos. —Este me parece uno de tus discos más plácidos, aunque siempre hay alguna sombra. En “Who You Say You Are”, que parece casi una canción de amor, al mismo tiempo muestras

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MONDO FREAKO

plejas “Hacer canciones comes más puede ser difícil, pero ple que difícil hacer algo sim sea convincente”

El hombre tranquilo

cierta desconfianza hacia la persona a la que dices estimar. Suponiendo que hables de ti mismo, claro. Sí, decidí que era hora de escribir una canción sobre tener cuidado acerca de quién escribo una canción. —Vaya, algo así como una metacanción. ¿Eso sería aplicable a cualquier persona que te rodea, o va dirigida a alguien en particular? En mi mente iba dirigida a alguien en particular, desde mi propia experiencia, pero luego pensé que mucha gente la podría utilizar a modo de analogía, como la clásica canción que escribes para alguien que no la merece. Puede significar alguien que no merece mi tiempo ni mi devoción. —En “Off Unsent Letters” tratas un tema recurrente en la música pop: las cartas que a veces escribimos, o nos vemos tentados a escribir, y nunca enviamos a su destinatario. ¿Te has visto en esa situación? ¿Has sentido que te quedaste con la asignatura pendiente de decirle algo a alguien antes de que fuera demasiado tarde? Sí, creo que todos lamentamos de vez en cuando eso. Todos podríamos haberlo hecho mejor a mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro

la hora de decirle a la gente lo que sentimos por ellos. —La letra de “OK”, la última canción del álbum, dice algo tan duro como: “Hubo veces en que pensé que no vería el amanecer”. ¿Es escribir canciones una actividad terapéutica para ti? Seguro. Y creo que esa canción lo que expresa es que ya puedes estar en el periodo más oscuro de tu vida, cuando crees que es el final, y aparece un amigo que te convence de que no es el final, que te vas a recuperar. Y ese es un mensaje importante, porque suele ocurrir así muy a menudo. Llega alguien y te hace ver las cosas desde una perspectiva distinta. Y remontas. —Hace que años que publicaste “Cosas que los nietos deberían saber” (07), tu autobiografía, que tuvo una repercusión inesperada. ¿No te dio apuro mostrar tu intimidad de una forma tan descarnada? Nunca me planteé escribir un libro sobre mi vida, no tenía ninguna perspectiva. Un amigo mío insistía mucho en que lo hiciera, aunque a mí me parecía una locura, pero él me decía que podría aprender mucho acerca de mí mismo al escribirlo. Así que aproveché que tenía algo de tiempo y pensé, “vamos a probar”. Me pasé un año escribiéndolo, y no fue hasta que terminé y lo leí completo, que me di cuenta de que estaba bien. —¿Esperabas que tanta gente lo leyera? No, no tenía ninguna expectativa. No tenía un contrato ni nada por el estilo. No pensaba que nadie quisiera leerlo, que nadie quisiera publicarlo, y acabó siendo una experiencia muy bonita. —¿Has estado tentado de escribir algo más? Sí, el editor del libro quería que escribiera otro. Es algo que me gustaría hacer, pero hay un gran problema: en los diez o doce años que han pasado desde entonces, han ocurrido cosas bastante locas en mi vida, escribir sobre ello podría ser entretenido para el lector, es un material que podría hacerle pensar, pero toda la gente sobre la que escribiría está aún viva (risas). Con casi toda la gente de mi libro ese problema no existía, me pude salir con la mía porque casi todos estaban ya muertos. Podía decir lo que quisiera sin herir los sentimientos de nadie. Pero eso no puedo hacerlo con un segundo libro. Así que tendrá que esperar. —Siempre me ha parecido que la de Eels es una carrera muy consistente. Y quizá por eso, también me resultaría complicado decir cuál es tu obra maestra, tu mejor disco, o cuál puede ser el que recomendaría a alguien que nunca os haya escuchado. ¿Hay alguno del que te sientas más orgulloso? Y no me digas que es el último. Estoy orgulloso de todos, de formas distintas. Si tuviera que escoger al que mejor ha envejecido, puede que fuera “Electro-Shock Blues” (98). Igual otro día te diría “Souljacker” (01). Depende del día. Pero la verdad es que no los escucho muy a menudo. Puede que “Electroshock Blues” (98) sea el mejor. —En 2006 editaste la recopilación “Meet the Eels. Essential Eels Vol. 1 (1996-2006)”. Al llamarse volumen uno, y haber pasado el tiempo que ha pasado, entiendo que habrá un segundo volumen, ¿no? Sí, estamos trabajando en ello. —¿Para el próximo año? Esperemos que sí. —¿Escuchas música actual? Sí, hay mucho material nuevo que me gusta, muchos músicos jóvenes que valen la pena. Me gustan Dirty Projectors, Father John Misty, Billie Eilish…—C.P.Z

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noviembre 2020 #43


Obsidia Gente complicada Kingdom

ENTREVISTA

Inquietos como pocas bandas de metal, los barceloneses Obsidian Kingdom siguen dando quiebros en su trayectoria. Ahora el protagonismo se centra en su nuevo álbum, “Meat Machine” (Season Of Mist, 20), un trabajo en el que vuelven a alejarse (una vez más) de quienes fueron al principio. Durante todo el mes de mayo de 2021 lo estarán presentando junto a Enslaved, Intronaut y Crown por toda Europa, con paradas en Madrid (18 mayo, Sala Caracol) y Barcelona (19 mayo, Sala Bóveda).

“Muchas de nuestras canciones y composiciones nunca verán la luz porque somos muy exigentes”

#44 noviembre 2020

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OMOS GENTE COMPLICADA”. Quizá esta sea la mejor premisa para definir a Obsidian Kingdom, una banda cuya trayectoria de más de quince años les ha alejado cada vez más ya no sólo del primitivo black metal de sus primeras demos, sino de cualquier tipo de posible clasificación. Si bien sus predecesores –“Mantiis” (12) y “A Year With No Summer” (16)– levantaron pasiones y visiones sumamente polarizadas en ese sentido, “Meat Machine”, su nuevo trabajo de estudio, está muy lejos de querer buscar una resolución, sino de ahondar cada vez más en esa complejidad tanto sonora como emocional. Su suerte de post-metal industrializado encuentra aquí su sentido más ecléctico, variado e imaginativo hasta la fecha, tal y como nos explica Víctor, su más reciente incorporación. “’MEAT MACHINE’ ES UN DISCO muy frustrado”, según explican Edgar y Judit, masterminds del proyecto. Su vocación reside en la universalidad de sus conceptos, “cuyo foco está vuelto al interior”, tratando de abordar “el psiquismo humano de forma anacrónica”, a la manera de los grandes pensadores del siglo XX. Por otro lado, en él se mantienen grandes señas de identidad de la banda, como “la pasión por

—TEXTO Fernando Acero lo peligroso, lo que está fuera de la norma, por las cosas oscuras, por el misterio, por los secretos” o el propio amor por lo conceptual, que en esta ocasión se manifiesta a través de un poderoso símbolo polisémico chorreante de significaciones: el de la carne. “Un poco la broma de ‘Meat Star’” –single central del lanzamiento en el que transpira la contundencia de bandas como Neurosis– es que está hablando de lo que no está hablando: cuando pones en primer plano la carne estás evidenciando lo que se tiende a conocer como el espíritu o el alma, como si fueran dos cosas separadas. Es una barrera que pretendíamos romper”. EL AUTOEXORCISMO ESPIRITUAL y “traumático” que en muchos sentidos aborda esta obra no fue, como ya cabría esperar, un proceso sencillo para ninguno de sus integrantes, llegando al punto de que Irene, su icónica guitarrista, abandonó el quinteto tras la grabación de sus temas. “Fue muy achicharrante para todos”, comenta Alex. “Hemos trabajado prácticamente todos en todos los temas con ochenta millones de versiones de cada. Ha sido como un grano en el culo”. Esto se debe en muy buena parte a su particular sentido de la autoexigencia. “Le damos mil vueltas a todo, tenemos que validar absolutamente cada parte, e incluso una vez el tema está cerrado tiene que pasar un control de calidad súper exhaustivo. Muchas de nuestras canciones y composiciones nunca verán la luz porque somos muy exigentes, quizá para nuestro perjuicio. A mí a veces me pesa ser una banda tan mental. Y continuamente incluso desde la discográfica se nos ha animado a ser más viscerales, más directos, pero es algo que nos cuesta”. mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


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ESTA CUESTIÓN ACABA DE COMPRENDERSE cuando la observamos desde un sexto vértice en la sombra: Jorge Mur, productor con quien ya trabajaron en su transgresor “Mantiis”. “Al final le vemos como a un sexto miembro del grupo. Confiamos mucho en él. Siempre tiene ideas muy locas que nos impactan mucho al principio”, tal y como exponen Judit y Alex. Su aporte resultó esencial para dotar de un sentido más radical a los temas, que mutaron en direcciones grotescas y provocadoras gracias a su contribución. Jaime recuerda que “algunos temas fueron a la basura, tal cual. Lo que vino a denunciar era que una vez que cogía cada una de estas piezas de cuatro o cinco minutos a él le parecía que era música aburrida, de viejos. No le sorprendía nada. Le parecía todo fofo, blando, sin ninguna clase de giro ni nada que le sorprendiera”. A PESAR DE ELLO, pocas dudas nos caben de que, tras escuchar estos diez cortes, su factura sonora va mucho más allá de cualquier tipo de concepción sonora ordinaria. “En lo musical también hemos sampleado voces de grandes cantantes de pop, o hemos copiado recursos de música famosa como pueda ser el autotune o los arpeggiators, y lo hemos subvertido trayéndolo a un terreno mucho más punzante y desagradable, como puede ser el noise, el drone o el death metal”, algo que podemos apreciar en piezas tan estridentes como “The Edge”, “Womb Of Wire” o “Vogue”, en las que la idea de single, a pesar de su fuerte conceptualidad, prevalece sobre la de un álbum convencionalmente narrativo. “Pretendíamos buscar hits, dejar que el oyente se quedara exclusivamente con ese single si no le apetecía bucear más, y que se pudiera tomar la parte por el todo”. EDGAR AÑADE: “Aunque no estemos hablando de un álbum conceptual, en tanto que no tiene una narrativa intrínseca, creo que sí es una especie de poliedro cuyas canciones son las diferentes facetas de una misma piedra. Y la piedra es el desarrollo de la identidad a través de las cuestiones físicas, como por ejemplo las preferencias sexuales”. Continúa: “Lo que pretendíamos explicar es: ¿hasta qué punto estás dispuesto a abusar de tu poder –como sociedad, ciudadano o individuo–para satisfacer tus propias pulsiones? Por ejemplo, comiendo carne de animales muertos. Es una batalla a nivel abstracto: la del consumo. Eso incluye un gran abanico que va desde cómo nos vestimos, a quién preferimos follarnos, a cómo nos gusta la ensalada… Y bueno, creo que estas actitudes han cambiado a raíz de hacernos estas preguntas. Creo que todos nosotros hemos sobrellevado un cambio personal a raíz de ‘Meat Machine’, y sobre todo queríamos sembrar esas preguntas para el oyente”. —F.A.

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noviembre 2020 #45


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LIBROS

Miqui Otero Moderno espadachín

Lo nuevo de Miqui Otero es un novelón. Un novelón porque su cuarta entrega de ficción es un mesmerizante tocho de más de cuatrocientas cincuenta páginas. Más importante todavía, porque “Simón” (Blackie Books, 20) es la obra más perfectamente ambiciosa del escritor barcelonés, trabajo en el que ha sublimado y elevado al cuadrado todas sus excelencias y virtudes como narrador de universos y personajes.

M

e pasa con tus libros que solo con leer las primeras páginas sabes perfectamente que son tuyos: hay una marca y un estilo propio ya inconfundible. Es mi cuarta novela y todas tienen algo en común. Todas son novelas de medio iniciación, con personajes en la adolescencia o post adolescencia. Aun así, puede que transite por un territorio parecido al de “Rayos”, pero si tiras más atrás... —Es cierto, pero hay motivos en todas tus novelas que se van repitiendo. A mí me interesan los autores que funcionan de este modo. Lo mismo con los grupos de música, que oyes un acorde de guitarra y ya sabes quiénes son. El reto siempre es ampliar el universo y hacerlo cada vez mejor pero sin perder la emoción y la frescura de los inicios. En “Rayos”, por ejemplo, sí que los dos protagonista provienen de familias

gallegas, pero esa es una novela que transcurre durante seis meses, un año a mucho estirar; y “Simón” son treinta años. En “Rayos” cojo al protagonista que marcha de casa; en esta cuando aprende a andar. —Lo que decías, ampliando el radio y el discurso. Exacto, pero conservando las señas de identidad. Cuando acabo una novela siempre pienso que la siguiente será algo muy diferente. Empiezo con una idea aparentemente alejada de todo lo que he hecho antes pero poco a poco me acabó llevando a determinados territorios. —Y cuando acabas una novela, ¿qué sentimiento te embarga? Sería cómico montar un vídeo con las veces que he creído que he acabado una novela, especialmente esta última. —¿Cómo es tu proceso creativo? Al principio es darle forma a la idea, tomar notas, investigar... El primer

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borrador lo escribo muy rápido. Y luego viene la parte más larga en el tiempo, que es cuando dejo reposar la novela y la vuelvo a rescribir, y así una y otra vez. Soy muy crítico con mis textos: termino, los dejo en cuarentena durante dos meses, me los vuelvo a leer, vuelvo a escribirlos, los dejo en cuarentena... Hay grupos de música que entran al estudio de grabación con los deberes hechos y lo graban todo a la primera y otros que van a experimentar y tocar botones. Yo soy de los que va a tocar botones. Más en una novela tan coral como “Simón”. Una novela muy importante para mí que nunca quería dar por acabada. —¿Por qué? Seguramente sea mi novela más ambiciosa hasta el momento. Me encapriché mucho de los personajes. Tardé mucho en enseñarla a mi gente más próxima. No, no quería terminarla. —¿Hasta qué punto los personajes cobran vida y son reales para el autor?

3 noviembre 2020 #47

FOTO: ELENA BLANCO

47/Mondo Media


MONDO MEDIA “En mis novelas hay ue, mucha invención porqmis para empezar, personajes son todos unos mentirosos”

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Yo me encariño mucho de mis personajes. El problema es que a medida que vas publicando novelas se te van acumulando. Tristán, Fidel, Simón... Si montara una comida con ellos tendría problemas para hacerles un hueco a todos. Personalmente, me puede gustar una novela por muchos motivos, pero el principal siempre es sus personajes. Salinger decía que sabía si le había gustado una novela si al acabarla tenía ganas de irse de copas con su autor. A mí también me pasa, pero con los personajes. —Incluidos los tuyos. Pienso mucho en ellos. Ahora, con todo el tema de la cuarentena y la pandemia, es inevitable que estén presentes, y que me pregunte si Rico (uno de los personajes de “Simón”) sería de los que no se pone la mascarilla. Me encanta cuando se acerca un lector y me pregunta por la vida de los personajes, que ha sido de ellos. —¿En el futuro te ves recuperándolos en nuevas novelas? Sí, por qué no. Lo ha hecho Irvine Welsh. Lo ha hecho José Ángel Mañas. Y lo ha hecho uno de mis grandes referentes, Jonathan Coe. Él ha escrito tres novelas con los mismos personajes y a cuál mejor. Los cogió en el instituto y ahora ya son mayores. Tengo que escribir otras cosas, pero no descarto volver a mis personajes. Y, como pienso constantemente en ellos, creo que no sería difícil. De hecho, hubo una propuesta de hacer una serie de televisión basada en “Rayos”. —La estructura de esta nueva novela: seguir a su personaje a lo largo de treinta años, ya la tuviste clara desde el primer borrador. Sí. De hecho fue una de las cosas que tuve más claras. Tenía muy claro que quería que la novela empezara con los Juegos Olímpicos de 1992 y acabara con los atentados de Barcelona de 2017. Y si tenía este arco temporal, los protagonistas tenían que moverse en él. Tenía pequeñas intuiciones. —¿Cómo? Sabía que tenía que ser una novela de auge y #48 noviembre 2020

caída, como las del siglo XIX. Tenía claro que el protagonista era hijo de una familia propietaria de un bar humilde barrio. Y también tenía entre ceja y ceja que el protagonista acabaría conociendo a un rey. —¿Por qué? Porque él está muy obsesionado con este tipo de novelas. Porque tiene una idea muy clara de lo que es el éxito, el talento y el triunfar sobre la cual quería reflexionar y para ello tenía que hacer que el personaje empezara muy abajo, llegara muy alto y volviera a caer. Para hacerlo llegar a lo más alto, en las novelas de espadachines que a mí me gustan es haciendo del protagonista humilde un gran espadachín. —Pero en el siglo XXI no hay espadachines. ¡Claro! No podía meter un espadachín porque sería la novela de un lunático. Luego pensé en hacerle estrella del rock, pero ya es aburrido y no hay tantos casos. —Y le hiciste cocinero, que hay más y son las nuevas estrellas del rock. Estaba en las fiestas del pueblo de mi pareja y mientras tocaba la orquesta, conocí a un tipo que había trabajado durante mogollón de años de pinche y becario en un montón de restaurantes de estrella Michelín. Con las copas le sometí a un interrogatorio de tercer grado brutal. Al regresar de vacaciones, un día en casa, cogí el cuchillo de cortar el pan y me di cuenta de que aquella era la versión moderna de las espadas de los espadachines. —Todo cuadraba. Un crío de familia gallega, que tiene un bar e irá subiendo de cocina en cocina hasta llegar a lo más alto, para luego hacerle bajar y que se pegue todas las hostias que haga falta. —“Confesiones de un chef” de Anthony Bourdain es justamente eso. ¿Lo leíste para inspirarte? Sí. Para hacer el trabajo de investigación del mundo de la cocina, por un lado tenía el testimonio directo de este conocido, con el que volví a quedar y estuve hablando muchas horas

con él. Un testimonio real más allá de mitos y leyendas. Todo eso lo complementé con muchas lecturas de biografías de chefs. Hay varias, pero la que más me gustó y más he utilizado ha sido la de Anthony Bourdain. —En realidad es la biografía de una estrella del rock comprable a “Trapos sucios” de Mötley Crüe. Total. Los mismos rituales... Todo es igual. De todo esto fue de donde saqué la información para la parte más de alta cocina. Para lo que sería la historia de bar de barrio, la inspiración fue mucho más vivencial y personal. Conocía del barrio a dos hermanos que tenían un bar. El hijo de uno de ellos me habló de su vida creciendo en un local así. Y junto a esto la historia de mi tía, que cuando llegó del pueblo a Barcelona, montó un colmado en el barrio de Sant Antoni y yo me pasaba todas las tardes en la trastienda escuchando las charlas con los clientes. Y mi otra tía, tenía un bar en el pueblo, en Galicia, y cuando íbamos para ahí en veranos nos echábamos horas y horas en él. —Dos de los grandes aciertos de tus novelas es que tienen algo de nostálgico sin caer en lo ridículo y que tienen algo de personal sin caer en lo autobiográfico. Y ese es el objetivo: trabajar con hechos que me sean cercanos pero alejándome cada vez más de lo autobiográfico. “Rayos” no era autobiográfica pero... —Fidel, el protagonista, no eras tú, pero todo lo que te pasaba te podría haber pasado a ti. Y, aunque pueda parecer una contradicción, cada vez intento involucrarme más emocionalmente, pero que a la vez haya una distancia en lo autobiográfico. En mis novelas hay mucha invención porque, para empezar, mis personajes son todos unos mentirosos, pero no puedo escribir de oída. Por ejemplo, hay un momento en “Simón” que el personaje va a un culto evangélico. No me sentiría cómodo con una escena así si no hubiera ido. —¿Fuiste? Fui. Y muchas veces hago estas cosas sin saber muy bien si lo hago porque quiero escribir una novela o por la curiosidad de ir a un lugar así. Siempre había querido ir a un culto evangélico gitano de una iglesia del barrio de Sant Antoni, y de esta manera me obligué a hacerlo. —Barcelona vuelve a ser un personaje. Me resulta curioso, porque es algo que los críticos destacan especialmente cuando las novelas suceden en Barcelona y no en cualquier otra ciudad. Pero lo entiendo, porque hay toda una tradición de la que esta novela ha bebido y sigue. “Simón” se puede leer así, en clave de novela de Barcelona. Hay una voluntad de explicar la ciudad a través de la vida del personaje, pero para mí la novela va de muchas otras cosas. —¿Sobre qué va? Sobre los desfases entre las vidas reales y las vidas imaginadas. Sobre los privilegios y el dinero. Sobre las ilusiones y todo lo que has de traicionar para llegar a ellas. Sobre las amistades genuinas... —ORIOL RODRÍGUEZ Simón

R Más en www.mondosonoro.com

Miqui Otero Blackie Books, 20

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CÓMICS

LIBROS Los diarios de la heroína. Edición décimo aniversario

Cómo crear espacios más seguros

Exhalación

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Shawna Pott Orciny Press

Nikki Sixx con Ian Gittins Es Pop

Magnífica edición conmemorativa del décimo aniversario de la primera salida a la venta. Manteniendo el carácter de totum revolutum de textos, ilustraciones, fotografías y retazos de poemas y letras inéditas, el grueso de la obra se construye en torno a dos grandes pilares. Por un lado están los diarios en los que el bajista y líder de Mötley Crüe relata el día a día de un yonqui con suficiente dinero como para mantener una voraz adicción. Pero la otra base sobre la que se sustenta la obra es la que realmente convierte a este en un libro a destacar. En ella, el periodista Ian Gittins va tejiendo una red de declaraciones (a cargo de familia, músicos, compañeros de viaje y demás allegados) con la que conforma un retrato conciso y minucioso de la personalidad y los orígenes del músico.

—JUAN P. HOLGUERA

Ted Chiang Sexto Piso

Con “Exhalación”, Ted Chiang (Estados Unidos, 1967) queda confirmado como uno de los autores más importantes que han surgido en las últimas décadas. Su obra superó los límites de la ciencia-ficción, género en el que se enclava toda su brevísima obra, como una de las exploraciones más audaces de la naturaleza humana en los albores del nuevo milenio. Lo más curioso es que Chiang no es un escritor profesional –se gana la vida como ingeniero informático– y, en un género donde abundan los tochos interminables y las sagas sin fin, su producción literaria se reduce a un puñado de relatos, publicados en revistas especializadas desde inicios de los noventa, por los que ha recibido prácticamente todos los premios con los que puede ser galardonado un escritor de ciencia-ficción.

—TANIT CORTÉS

—JOSÉ MARTINEZ ROS Los Terranautas

Aleix Saló Reservoir Books

T.C.Boyle Impedimenta

El difícil mañana

Osamu Tezuka Planeta

Eleanor Davis Astiberri

7

“Cómo crear espacios más seguros. Una guía para darle la patada al acoso y echarlo de los lugares que frecuentas” es un libro que sirve como instrumento educativo para aquellos menos familiarizados con el acoso callejero. Una tendencia que vemos todos los días por la calle y que hemos llegado a normalizar. Shawna Potter, vocalista en la banda punkhardcore feminista War Of Women (Baltimore), se alineó con la asociación Hollaback!, creada para contraatacar el acoso callejero de forma activa y combativa, presente ya en veintiuna ciudades y dieciséis países. El libro presenta en las primeras páginas diferentes situaciones de acoso machista a las que la autora, Shawna Potter, se ha visto sometida en situaciones y momentos distintos.

Todos Nazis

Dust 8

9

Atendiendo a que no suelen ser los mangas más exitosos y omnipresentes en las listas de ventas, siempre es un placer y un honor que se publiquen en castellano nuevos títulos del referencial Osamu Tezuka, uno de los nombres imprescindibles de la historia del manga. Daba la impresión de que pocos títulos inéditos en España iban a publicarse en un lapso de tiempo relativamente corto. Por suerte, la racha se rompe con la publicación de “Dust 8”, un título menor en su trayectoria, pero no por ello obviable, y por la mucho más cruda y atractiva “Cráter”. En todo caso, “Dust 8” es una obra que anticipa algunas de las características de una de los mangas clásicos de Tezuka, “Black Jack”, y no por su temática, sino por la doble moral que muestran algunos de los personajes que van apareciendo a lo largo de la obra. —JOAN S. LUNA

Involución

Llamémosle serendipia, hallazgo afortunado o sencillamente clavarla en todos los sentidos posibles. El último cómic de Eleanor Davis llega en el momento preciso, y me explico: los Estados Unidos de América están en uno de sus peores momentos a nivel socio-político, la pandemia sigue azotando sin fecha de caducidad a la vista y la condición desorientada del ser humano en su plano más existencial pasa por uno de sus peores momentos. Y de repente Eleanor Davis y esta auténtica maravilla que nos llega como el maná cuando ya no hay esperanza ni luz al final del túnel ni ganas de nada. El salto de lo alternativo a la primera división está aquí. Davis dibuja como nadie y guioniza como una verdadera titana logrando emocionar con ciento cuarenta páginas sublimes, de una altura estética sobresaliente. —OCTAVIO BOTANA

Queridos difuntos

Max Brooks Reservoir Books

Lorenzo Montatore Sapristi

Días de Alarma 8 Ya no podemos tildar a Aleix Saló de desconocido. El autor de “Españistán” se ha convertido con su fina ironía y su ausencia de prejuicios en un azote, desde el arte gráfico, de todo aquello que podríamos decir que “no cuadra”. Su último trabajo, con el impactante título de “Todos Nazis”, pretende ser una especie de análisis temporal de como España se ha llenado de fascistas, aunque en contra de lo que pueda parecer por su título, el volumen acaba asestando trompazos a diestro y siniestro, y no solo pillan aquellos nombres que todos tenemos en mente sino también unos cuantos más. Su dibujo ya lo conocemos, simple pero directo. A veces casi un esbozo pero con la suficiente habilidad como para que sus personajes sean fácilmente reconocibles con apenas una mirada. —EDUARDO IZQUIERDO

8 A T.C. Boyle ya lo conocemos de obras previas como “Música Acuática” o “El pequeño salvaje”. No es de los que da puntada sin hilo. Un escritor siempre sobrado de documentación y amante del máximo detalle en sus textos, cosa que quizá se convierte en este caso en el único pero que podemos ponerle a esta obra de jugoso contenido y notable volumen. La cosa, no por recurrente, deja de ser interesante. Y es que aquí nos encontramos con una especie de Gran Hermano, pero científico. Estamos en 1994 y ocho personas se van a encerrar en pleno desierto, bajo una cúpula, para intentar conseguir datos fiables sobre la posibilidad de conseguir vivir fuera de la Tierra. Lo que hace es novelar unos hechos reales sucedidos en el desierto de Arizona que acabaron como el rosario de la Aurora.

—EDUARDO IZQUIERDO

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8 Está claro que a Max Brooks le encanta turbarnos. Lo hace en todas y cada una de sus novelas. Y es que el escritor de ese súper ventas que fue “Guerra Mundial Z” no concibe la escritura sin la tensión, la oscuridad, el misterio, la fobia o el terror. Por eso hay que prepararse para enfrentarse a sus novelas, poco recomendables para disfrutar en un atardecer en la playa y más adecuadas para acercamientos nocturnos. “Involución” es su último trabajo, y con ella pretende añadir a su habitual terror extremo un punto de crítica social del que sale ciertamente bastante airoso. Para la ocasión parte de una noticia que vio en Internet, “Bigfoot destruye pueblo”, y que se convierte en el arranque de la introducción de una novela que nos lleva de cabeza al diario de Kate Holland, cuyas páginas estructuran y dan contenido al volumen. —EDUARDO IZQUIERDO

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Víctor Coyote Salamandra

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Montatore lo que hace es recontextualizar y ensanchar el significado de la tragicomedia en su acepción clásica, en tanto que comedia humanística. Mantiene la estructura de los actos y la presencia del coro, pero con funciones y materiales distintos. Esto es, la narración no se realiza formalmente de manera diálogica, incluso se compone de viñetas sin textos. Tal como sugiere Gerardo Vilches en el prólogo, muchas de las imágenes de “Queridos difuntos” permiten una interpretación simbólica, pues presentan reflexiones visuales adaptadas a la estructura del microrrelato. Una semántica autoconsciente que sirve para evidenciar “estados de ánimos más que emplazamientos”. Pero lo abstracto aquí se matiza con un gusto por el habla popular, por un cierto folclorismo pop. Por resumir: un cómic extraordinario.

El poliédrico Víctor Coyote publica esta novela gráfica que complementa, de alguna manera, su último lanzamiento discográfico. De hecho, una de las historietas recogida en este “Días de Alarma” tiene reflejo en el disco “Las Comarcales”, más en concreto, “Soy un trabajador, soy un autónomo, soy un artista”. Pero vayamos a lo que nos ocupa, y eso no es más que el arte de Coyote con el dibujo y el guion. Entretenido a más no poder, quizá por lo fácil que es identificarse con un volumen que nace como diario de cada uno de los días del estado de alarma que todos acabamos de vivir, podríamos dividir las tiras cortas que lo forman en dos tipos. Por un lado están las citadas y por otro estarían un número reducido de páginas que uno asocia a algún lisérgico viaje del autor, porque he sido incapaz de descifrar.

—JOSÉ DE MONTFORT

—EDUARDO IZQUIERDO noviembre 2020 #49


CINE Y SERIES Edita Sister Sonic, S.L. C/ Escalinata, 3 28013 Madrid T. 915 400 055

Antidisturbios

Corpus Christi

Rodrigo Sorogoyen Movistar+

Jan Komasa

8 Polémica, cruda y genial. “Antidisturbios” es la primera serie del tándem Isabel Peña-Rodrigo Sorogoyen y la tercera entrega de su relato de la España de la última década tras “Que Dios nos perdone” y “El reino”. “Antidisturbios” es una de las grandes series que nos está dejando este año 2020 la ficción española. Curiosamente, tres de las mejores, “Patria”, “La unidad” y esta última creación de Sorogoyen, tratan el enfrentamiento clásico entre el bien y el mal. Aunque es en “Antidisturbios” donde la línea que los separa es más que fina: imperceptible. Únicamente los individuos se dibujan capaces de marcar una diferencia entre lo correcto y lo incorrecto en un mundo en el que esos adjetivos parecen cada vez más pasados de moda. Asistimos al periplo por la realidad funcionarial y judicial española de Laia Urquijo, una inspectora de asuntos internos que se nos presenta en una escena familiar en la que se muestra implacable con la verdad incluso si el que intenta escabullirse de ella es su propio padre. En este viaje iniciático por las cloacas del Estado que amenazan con destruir su sistema de valores bien definidos, visitamos las vidas de los miembros del subgrupo Puma93, protagonistas corales de una serie en la que Urquijo es el planeta sobre el que orbitan narrativamente los satélites que son los antidisturbios. La serie ha provocado reacciones virulentas entre ciertos sindicatos y asociaciones policiales, con lo absurdo que es señalar a las ficciones como si se trataran de un documental de investigación. “Antidisturbios” brilla gracias a un guion sólido, algo ya habitual en los proyectos que firman Peña y Sorogoyen, y se eleva gracias a su elenco de actores. —LUIS M. MAÍNEZ

C/ Llull, 57-61 6º6ª 08005 Barcelona T. 933 011 200 mondo@mondosonoro.com Coordinador General Sergi Marqués sergio@mondosonoro.com Coordinador Editorial Jose Macarro jose@mondosonoro.com

8 Desde Mae West (“Klondike Annie”) a Whoopi Goldberg (“Sister Act, una monja de cuidado”) pasando por Shirley MacLaine (“Dos mulas y una mujer”), y desde Humphrey Bogart (“La mano izquierda de Dios”) a Robert De Niro y Sean Penn (“Nunca fuimos ángeles”) pasando por Robert Mitchum (“La noche del cazador”, “La ira de Dios”, “El póker de la muerte”) el cine, especialmente Hollywood, ha utilizado el motivo del falso sacerdocio en comedias o películas de acción y aventuras. El objetivo suele ser, sobre todo en las comedias, la redención de los protagonistas, a menudo delincuentes en fuga, y poder mostrar de ese modo su cara más humana, su corazoncito, después de buenos actos realizados ya enfundados en los nuevos hábitos. El polaco Jan Komasa, en su tercera cinta, utiliza una premisa similar para llevarla por el camino del drama y cuestionarse temas más graves como la honestidad en la fe cristiana, el sentido de justicia y el beneficio de la mentira. A través de la impostura del protagonista, un joven recién salido de un reformatorio al que, por caprichos del destino y algo de fortuna, se le presenta la oportunidad de ejercer de vicario de un pueblo durante unos días, la película pondrá de manifiesto la impostura de los feligreses, empantanados en el lamento colectivo de una reciente tragedia local. El guion de la película no rehúye los lugares comunes de ese tipo de argumentos, su itinerario narrativo, pero los desarrolla con habilidad y sin almibaramientos.

—J. PICATOSTE VERDEJO

PUBLICIDAD Director Comercial: Dani López dani@mondosonoro.com, T. 687 914 719 Coordinador Publicidad: David Morell david@mondosonoro.com, T. 607 366 693 Publicidad Madrid: Víctor Valero victor@mondosonoro.com, T. 671 084 191 Publicidad Catalunya: David Morell david@mondosonoro.com, T. 607 366 693 Administración y Contabilidad Vanessa Garza vanessa@mondosonoro.com REDACCIÓN Redactor Jefe: Joan S. Luna luna@mondosonoro.com Diseño : Errea Comunicación Depósito legal B. 11 809-2013 Impresión Rotimpres Distribución Tengo Un Trato www. tengountrato.com www.mondosonoro.com Edición Aragón aragon@mondosonoro.com Redacción/publicidad: Sergio Falces, David Chapín publiaragon@mondosonoro.com Edición Asturias-Cantabria Redacción /Publicidad Asturias: Iván Marcos Tlf. 699 514 503 (asturias@mondosonoro.com) Redacción /Publicidad Cantabria: Roberto Silva 696 617 210 (cantabria@mondosonoro.com / publicantabria@mondosonoro.com) Edición Comunidad Valenciana valencia@mondosonoro.com Redacción /Publicidad: Liberto Peiró Tlf. 637 447 561

Veneno

We Are Who We Are

Javier Calvo & Javier Ambrossi Atresplayer/ Antena 3

Luca Guadagnino HBO

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9 Eso de “reírse en el suelo” que canta Leiva en el tema compuesto para “Veneno”, la serie de Los Javis que finalizó el domingo 25 en Atresplayer (y ahora estrenada en abierto en Antena 3), dice mucho sobre quién era Cristina, y sobre quiénes eran –y siguen siendo– tantas Cristinas. Personas acostumbradas a recibir mierda toda su vida, y a ser percibidas ellas mismas como mierda. Personas que han asimilado que no pueden aspirar a otra cosa que no sea más mierda, y que tienen que defenderse lanzando mierda a quien se le intente acercar más de la cuenta. “Veneno” muestra a Cristina, y a todas esas Cristinas, como personas reales, con sus muchas luces y sus muchas sombras. Y las sombras también brillan. Quienes sienten auténtica pasión por la televisión, como es el caso de Los Javis, saben que ese binomio brillo/mierda está muy presente en ella. Por tanto, Calvo y Ambrossi mantienen ese dominio de lo meta que tan buenos resultados les dio en “Paquita Salas” y lo llevan aquí al siguiente nivel, consiguiendo que “Veneno” funcione también como retrato de la televisión española de las últimas décadas (y de la sociedad española de las últimas décadas, que ya sabemos que ambas van más unidas de lo que parece). De la ambigüedad moral que nos rodea en el mundillo. De cuando no es tan ambigua. De qué buscamos en la fama, y qué podemos encontrar verdaderamente en ella. El talento, la pasión y las buenas intenciones que hay detrás de “Veneno” suponen para muchos de nosotros un soplo de aire fresco en las producciones de nuestro país y, desde luego, mucho brillo. —PABLO TOCINO #50 noviembre 2020

Muchos de nosotros hubiésemos preferido sobrevivir al 2020 con la mentalidad y la actitud de un niño o, al menos, de una persona que está en pleno desarrollo personal. Ser adulto tiene muchas cosas buenas, pero si hay algo que podemos criticar –y en lo que estamos todos de acuerdo– sobre esa etapa que comienza una vez cumples dieciocho años, es la sensación de preocupación constante. Las obligaciones comienzan a florecer en cada rincón de tu vida y de pronto tienes una excesiva conciencia sobre absolutamente todo, muy en parte influida por el constante murmullo que sale de los medios de comunicación, de las redes sociales y de Internet en general. Bienvenido a la era digital en plena crisis existencial dentro de un mundo globalizado. Por eso, viendo “We Are Who We Are” vuelves a conectar con tu yo más naif, inocente e ingenuo (y, a su vez, caprichoso, asqueroso y egoísta) que una vez existió dentro de ti. Aunque solo sea durante ocho capítulos de cincuenta minutos cada uno. Una preciosa reconciliación con aquellos tiempos en los que cruzas la delgada pero infranqueable línea entre la adolescencia y la adultez. Una línea que no eliges cruzar pero que alguien dibuja con rotulador permanente en el calendario cuando alcanzas la mayoría de edad. Y eso es lo que les ocurre a Harper y Fraser, los dos protagonistas de la serie, en mitad de una etapa que es vital para ellos: la del despertar y la búsqueda de identidad sexual.

Edición Euskadi/Navarra/La Rioja zarata@mondosonoro.com Redacción / Publicidad: Iker Bárbara Tlf. 665 050 639 Edición Galicia-Castilla y León galicia@mondosonoro.com castillayleon@mondosonoro.com Redacción/publicidad: Nonito Pereira Tlf. 615 914 379 Edición Sur (Andalucía, Extremadura, Murcia) andalucia@mondosonoro.com Redacción: Arturo García Publicidad: Azahara González, Tlf./Fax 699 339 245 COLABORADORES Textos: Albert Carreras, Alex Jerez, Alfonso Gil, Arturo García, Carlos Pérez de Ziriza, David Sabaté, Don Disturbios, Eduardo Izquierdo, Eduardo Tebar, Enrique Peñas, Fernando Fuentes , Ignacio Pato, Ignacio Serrano, J. Batahola, J.C. Peña, Jorge Ramos, Jorge Obón, Jose Carlos Peña, Joseba Vegas, Luis Benavides, Marcos Gendre, Marcos Molinero, María Fuster, Marta Terrasa, Miguel Amorós, Raquel Pagès, Raúl Julián, Robert Aniento, Rojas Arquelladas, Sergio Del Amo, Tomás Crespo, Toni Castarnado, Yeray S. Iborra Fotografía: Alfredo Arias, Eduard Tuset, Gustaff Choos, Hara Amorós, Fernando Ramírez, Juan Pérez Fajardo, Mariano Regidor, Montse Galeano, Nacho Ballesteros

f 194.790 seguidores t 99.400 seguidores x

79.000 seguidores 71.610 seguidores 15.800 seguidores

—ÁLVARO TEJADA mondosonoro.com — @mondo_sonoro — facebook/mondosonoro


Un completo recorrido de sesenta años por la música popular hecha en Valencia, de Bruno Lomas a La Plata, de 1960 a 2020.

UNA GUÍA PRÁCTICA PARA NO ACABAR COLGADO DE UN ÁRBOL EN EL VIEJO SUR

LOS SUREÑOS NO LLEVAN PARAGUAS por EDUARDO IZQUIERDO Y ELOY PÉREZ


L a m á s

m ú s i c a q u e c e r c a t i e n e s

E D I C I Ó N E S

L O C A L E S


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