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Ingrid Córdova Bustos

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Marcela Cortés

Marcela Cortés

Córdova Bustos

Ingrid Córdova Bustos es una poeta y narradora, nacida en Santiago de Chile, Gestora cultural, editora y organizadora del Colectivo Poético “LA GUARIDA”, grupo junto al cual realiza lecturas poéticas mensuales en distintos bares de la capital, durante los años 2013, 2014 y 2015, tratando de revivir la bohemia santiaguina.

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Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH, su obra ha sido publicada en diversos medios escritos y digitales del país y del extranjero.

Colabora también escribiendo artículos de opinión para medios de prensa digital sobre la contingencia político- social del país, desarrolla talleres literarios en distintos lugares de la capital, entre ellos la Sociedad de Escritores de Chile, sede Santiago y ha sido incluida en diversas antologías de poesía.

Su poesía recorre, básicamente, erótica, poesía feminista. Incursiona también en narrativa, a través de la crónica literaria y el microcuento.

En octubre del 2016, edita su libro de poemas, “La Cueva de la Medusa”, hoy prepara la publicación de na” y “Magma, Antología de Poesía Erótica” y de su libro de microrelatos aún sin título.

NON GRATA

El silencio se lo comió todo la sensatez aliñó la agridulce posibilidad escondida bajo un elegante mantel de oscuros recuerdos en el no ser nunca nada como plato de fondo. El vino exprimido de las pieles jamás terminó de llenar el vaso, tampoco quiso vaciarlo. El vals tan anunciado de los placeres apenas alcanzó para un intermezzo.

Las puertas del banquete ya estaban cerradas cuando llegué vestida con jirones, sin collar el pelo suelto, la boca sin pintar y como siempre sin invitación previa.

INSOMNIOS

Las horas transcurren planas Como viejo mantel almidonado Algo se agita por aquí o por allá Con ritmo agonizante de silencios La novedad de la existencia Yace bajo rumas de papel salado Escrito apenas con estelas imprecisas. Cada día se sonroja un calendario Y esconde su rostro tras las cortinas

Duermo de vez en cuando.

RECADO AL OLIMPO

No me busques, Orfeo en los rincones que mi pie aprendió a caminar en campo abierto, insolente ante el designio de los dioses vigilantes surjo desde la muerte cotidiana para vivir sin permiso y como quiera. Liberada del veneno de la pesada culpa no me asustan ni Hades

EL DISTRAIDO

Nunca supiste cuando cerré la puerta del imaginado futuro, el ruido de las calles que transitas alardeando tu libertad tan prisionera no permitió escuchar la despedida

Hoy nos vemos por ahí cuando la casualidad quiere torcerle la mano a esa mentira que llamamos destino. sonreímos amables y hasta estrechamos los cuerpos en un cordial abrazo

Pero aún no te enteras que un funeral se interpuso entre nosotros irremediablemente.

INGRID CÓRDOVA BUSTOS

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