LUZ NATURAL. LUZ CENITAL. El tema de la luz es extenso, y nos centraremos en el estudio de la luz natural, en concreto la luz cenital. Generalmente, los muros de fachada cuentan con las aberturas necesarias para proveer de luz los espacios interiores con los que estan en contacto directo. La perspectiva que ofrece esta opción al usuario interior es generalmente la vista horizontal, la vista que un individuo abarca desde una posición sentada o de pie... es decir, la perspectiva habitual. La luz cenital, es aquella que viene desde lo alto, que se hace especialmente mágica y sugerente cuando la habitación no cuenta con otras aberturas. Un poco recordando a la cultura oriental que refleja Junichiro Tanizaqui en su libro el “Elogio de la sombra”. Tanizaqui nos habla de los claro-oscuros, de la semi-sombra, de la penumbra, de lo oculto a la vista como una parte intrínseca de la cultura oriental en la cual es mejor intuir que enseñar, dejar espacio para la imaginación o como él mismo dice, “para la ensoñación” y que a través de ella, tanto la arquitectura, el arte, la pintura, la artesanía, la decoración o la misma sociedad se vean claramente influenciadas... aunque con la llegada de la electricidad proveniente de occidente, la cultura nipona tiende a transformarse también en otra cultura de luz.
Ventanas en la fachada, entrada de luz natural. Foto: Jardí de les bruixes, Mahón.
“Toko no ma”, referente de la casa japonesa tradicional donde se crea un rincón sumido en la penumbra, apenas iluminado por una ventana lateral, creando así un lugar único para rezar, pensar, y contemplar obras de arte…
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Destacar forma y relieve La luz cenital, es capaz de resaltar las formas, los relieves y texturas de la arquitectura a través del juego de luces y sombras. Sobre todo, si no existen más aberturas en la estancia. Si además, la procedencia de la luz queda oculta, este efecto de acentuará. El arquitecto Rafael Moneo, en la restauración del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, juega de manera magistral con el efecto de la luz cenital para resaltar, tanto la arquitectura, como las obras de arte que alberga. De hecho, podríamos decir que utiliza la luz de una manera escenográfica, como un técnico de iluminación jugaría en un teatro para captar la atención del público sobre el artista principal.
Museo de Arte Romano de Mérida. Arquitecto: Rafael Moneo (1986)
El también arquitecto Elias Torres, en el libro basado en su tesis doctoral ‘Luz cenital’, apunta a esta cualidad, la capacidad de modelar los espacios a través de la luz natural, como la cualidad específica de la arquitectura, la que la hace distinta de las otras artes y le da un nombre propio: la arquitectura por excelencia.
Lucernarios del Museo de Arte Romano de Mérida.
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Aprovechamiento de la luz cenital La luz cenital siempre se podrá aprovechar mejor en las últimas plantas, aunque también cabe la posibilidad de utilizar esta última planta para transpostar la luz a su través, y llevarla a plantas inferiores, como en el ejemplo de la Biblioteca en Murcia, reformada por el arquitecto José Maria Torres Nadal, en 1990. En la renovación de Can d’Oms, por parte del estudio de los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres (1985-1993), el patio lo ocupan dos mesas basculantes para copas, libros, recepciones y fiestas; están apoyadas sobre lucernarios acristalados que bajan la luz a las dependencias del sótano.
Can Oms. Mesas basculantes sobre lucernarios que iluminan el sotano. Arquitecto: José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres (1985-1993)
Biblioteca Regional de Murcia. Arquitecto: José Maria Torres Nadal (1990)
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Infinitas posibilidades de relación Al tratar la luz como un fluido material, surgen diferentes posibilidades de relación entre la luz y el espacio. Como si se tratara de la relación entre el agua y el recipiente que lo acoge. Una de las posibilidades más simples es la de un recipiente con un orificio central, y tenemos como gran ejemplo el edificio del Panteón de Roma, de época adriana (118-125). Otra opción es la combinación o unión de distintos recipientes formando un solo cuerpo, como ejemplo, las últimas obras de Frank Gehry. Y por último una relación un tanto curiosa, es la que existe entre un recipiente dentro de otro, que trasladado a la arquitectura hace referencia a un espacio dentro de otro espacio. El ejemplo al que apunta Elias Torres en su libro “Luz cenital”, es el de “los baldaquinos en forma de templo cupulado situados bajo la cúpula del crucero de una iglesia. Ambas cúpulas están coronadas por sendas linternas”
Panteón de Roma, época adriana (118-125)
Baldaquino de San Pedro.
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Caso de estudio. Edificio Moneo de la “Fundación Pilar i Joan Miró”, Palma de mallorca. Arquitecto: Rafael Moneo(1992). La Fundación Pilar i Joan Miró en Mallorca es fruto de la última voluntad de Joan Miró. Se constituyó en 1981, cuando el artista y su esposa donaron al Ayuntamiento de Palma los talleres y su contenido, formado principalmente por pinturas, collages, obra gráfica, esculturas y bocetos. La Fundación consta de tres edificios principales: - Son Boter, una posesión típica mallorquina del siglo XVIII. La proximidad de Son Boter a Son Abrines, donde estaba el estudio diseñado por Sert, permitía a Miró ganar intimidad y un nuevo espacio taller. - El taller, diseñado por el arquitecto y amigo de Miró, Josep Lluís Sert, un espacio funcional y luminoso, que finalizó en otoño de 1956, ante el cual Miró se mostró entusiasmado por el resultado final. En este caso también cuenta con iluminación cenital, a demás de la proviniente de las fachadas. - El edificio Moneo, proyectado por el arquitecto Rafael Moneo, que fue inaugurado en 1992 con el objetivo de acoger la sede de la Fundación, exponer de forma rotatoria una selección de pinturas, dibujos, obra gráfica y esculturas de Miró y acoger muestras temporales dedicadas principalmente a los jóvenes artistas. Es el edificio que nos servirá como ejemplo del tratamiento de la luz cenital, tratada de manera magistral en este caso.
Son Boter (S XVIII). Tratamiento de la luz tradicional, a través de huecos (ventanas) en la fachada.
Taller de Joan Miró. Arquitecto: Josep Lluís Sert (1956) Tratamiento de la luz cenital, y a través de las ventanas.
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Rafael Moneo es uno de los arquitectos principales en la historia reciente de la arquitectura. Además, ha participado en la renovación y ampliación de muchos espacios museísticos de gran relevancia: ampliación del Museo del Prado, museo de arte romano de Mérida, etc. A parte de por muchas otras cualidades, seguro que también por su especial sensibilidad en el tratamiento de la luz. En el edificio Moneo de la Fundación Pilar i Joan Miró, podemos observar desde arriba, como la cubierta se convierte en una obra escultórica. Con unos prismas flotando sobre la cubierta de agua, que conducen la luz hacia el espacio central interior.
Fundación Pilar i Joan Miró, Palma. Edificio Moneo, exterior. Luz cenital escultural.
El amplio espacio interior, se ve reforzado por esa iluminación cenital. Los prismas no se introducen en el interior, como en otros ejemplos, sino que simplemente dejan pasar la luz a su través.
Fundación Pilar i Joan Miró, Palma. Edificio Moneo, interior iluminado.
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Webgrafia http://www.viajealatardecer.com/ http://miro.palmademallorca.es/ http://www.lonifasiko.com/ http://davidfrutos.com/ http://ivannunezrosado.over-blog.es/ Bibliografia Arquitecturas en Ibiza. Josep Lluís SERT. Col·legi Oficial d’Arquitectes de les Illes Balears (Eivissa 2002) Luz cenital. Tesis doctoral Elías Torres Tur. COAC (2004) José Antonio Martínez Lapeña, Elías Torres MCMLXVIII-MMXIII. Editorial Lampreave. (2015)