SOBRE LA DOCTRINA SECRETA PENSAMIENTO DIVINO
El “Pensamiento Divino” no implica la idea de un pensador Divino. El Universo, no sólo pasado, presente y futuro -lo cual es una idea humana y finita expresada por un pensamiento finito- sino en su totalidad, el Sat (un término intraducible), el ser absoluto, con el pasado y el futuro cristalizado en un presente eterno, son ese mismo pensamiento reflejado en una causa secundaria o manifestada. Brahma (neutro), como el Mysterium Magnum (Gran Misterio) de Paracelso, es un misterio absoluto para la mente humana. Brahma, el hombre-mujer, su aspecto y reflejo antropomórfico, es concebible para las percepciones de fe ciega, sin embargo, es rechazado por el intelecto humano cuando alcanza su mayoría de edad. De ahí la declaración, durante el prólogo del drama de la Creación simbólicamente, el principio de la evolución cósmica-, de que el Universo o el “Hijo” yace escondido en el “Pensamiento Divino”, el cual no había penetrado todavía en el “Seno Divino”. Esta idea está en la raíz, y forma el origen de todas las alegorías sobre los “Hijos de Dios” nacidos de vírgenes inmaculadas. Pulastya nos da la clave de nuestro patrón de pensamiento: son los pensamientos que nos mantienen en sintonía con el Plan Divino. Toda práctica espiritual ardua es para contener el plexo solar, encontrar el camino de vuelta y entrar en el centro del corazón. El origen del Universo es pensamiento. Del pensamiento emergen formas. El Universo es una creación de la Mente Cósmica. No es una creación mental de la mente viva. Un único pensamiento organizado de la Mente Cósmica (Hiranyagarbha) se ha materializado en el universo que aparece. Este Universo, resultado de la Voluntad Divina, parece real a través de las facultades de la mente.
Circular de Vaisakh Leo 2021
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