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HABLEMOS DE …. DIABETES Y ENFERMEDAD PERIODONTAL.

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CHISTES...

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Dra. Diana Leticia

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Como introducción vamos a tomar en cuenta que la diabetes es una de las enfermedades que más comúnmente encontramos como diagnostico en una parte considerable de la población, es tan común que seguramente alguien en tú familia o algún conocido cercano la padece; según datos del INEGI en México, durante 2018 de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición había 82 767 605 personas de 20 años y más en el país, de las cuales 10.32% reportaron (8 542 718) contar con un diagnóstico médico previo de diabetes mellitus.

Por sexo, 13.22% (5.1 millones) de las mujeres de 20 años y más disponían de este diagnóstico y 7.75% (3.4 millones) en los hombres de 20 años y más. Es decir, la enfermedad está más presente en las mujeres que en los hombres.

Es en los hombres del grupo de 70 y más años donde se concentra la prevalencia más alta 18.4% de casos de diagnósticos previos de diabetes (714 mil personas).

Hablando de salud bucal es importante tomar en cuenta las enfermedades que padece cada persona al momento de realizar una revisión, en el caso particular de los pacientes diabéticos esta enfermedad puede estar íntimamente relacionada con la presencia de enfermedad periodontal, ya que el sistema inmune se ve afectado ante la presencia de cifras altas de glucosa resultando particularmente peligrosas las cifras por encima de 200mg/dL ya que en este punto las células del mecanismo de defensa conocidas como neutrófilos dejan de cumplir con su función lo que vuelve más vulnerable a infecciones a la persona.

La enfermedad periodontal se puede definir como un desorden crónico inflamatorio que de no ser atendida puede llevar al daño irreversible de los tejidos de soporte del diente, lo cual se va a observar como dientes que se aflojan y se caen sin razón aparente.

¿Cuáles son los datos a tomar en cuenta en casa para sospechar de la presencia de enfermedad periodontal en casa?

Sangrado de las encías: no se considera normal el sangrado de las encías durante el cepillado ya que esto es un indicador de la presencia de inflamación de las mismas.

Encías de apariencia lisa y color rojizo: en una encía sana se debe observar textura como de cascara de naranja con la presencia de puntitos y un color entre coral a rosado.

Movilidad dental: los dientes se mueven sin tener el antecedente de un golpe o algún accidente que pueda explicar el movimiento de los mismos.

Perdida de dientes: los dientes se caen solos sin necesidad de jalarlos o manipularlos y el paciente no refiere dolor.

Presencia de calculo dental: este es el acumulo de bacterias en la superficie del diente que con el paso del tiempo y al no ser retirado se calcifica y endurece generando inflamación y sangrado en las encías y la perdida del hueso que sostiene a los dientes.

Es importante acudir a consulta si se presenta alguno de los problemas mencionados, esto con la finalidad de limitar los daños que pueda generar la enfermedad periodontal, es importante también mantener un adecuado control de las cifras de glucosa ya que un paciente bien controlado siempre va a ser un paciente con mejor pronostico en estos casos.

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“La única constante en la vida es el cambio”, ¿han escuchado esa frase?... yo varias veces y parecía que para mí era una frase muy entendida e incluso practicada, sin embargo, solo era una más como tantas cosas que aparecen por ahí, que no lograba efectivamente asimilar o entender en su trascendencia, hasta que la propia vida me sorprendió con situaciones que me mostraron que efectivamente ello era así, un constante cambio, de planes, de salud, de amistades, de sentimientos, de experiencias, de presencias y compañías, que en mi mente y corazón asumía no solo como permanentes, si no como infalibles e destructibles, y si del futuro hablaba, mis metas y sueños las daba por hechas, merecidas e inevitables, sin embargo al paso del tiempo me daba cuenta que ello no se daba así, la vida tomaba otro rumbo y no se concretaban, se perdían o terminaban y ello me causaba un gran, gran dolor, que paralizaba mis días, me llenaba de miedos, enojos, rencor, imaginaba escenarios que solo ahondaban mi dolor al cambio, que traían reproches y desdicha a mi alma y corazón, actuaba desde el enojo

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