Dejando mi Hogar “Venezuela” Autor1: Hanny Tayre Guerrero Méndez Autor2: Tania Silvana Lema Gualancañay (Mentora) Autor3: Daniel Matheus (Ilustrador)
Autor1,
Autor1, Hanny Tayre Guerrero Méndez, con 11 años de edad, venezolana, estudiante del quinto año de EBG en la U.E. Francisco Febres Cordero, participante e integrante de la Fundación NUR en el programa Gemas Juveniles Brillantes, con una visión de ser una gran CHEF cuando tenga la mayoría de edad, me gusta cantar, oír música, pintar y dibujar.
Autor2,
Autor2, Tania Silvana Lema Gualancañay, graduada en la Carrera de Ciencias de la Educación, Ciencias Sociales en Universidad Nacional de Chimborazo-Riobamba, aspirante a Maestría en Sociología política en FLACSO- Ecuador. Autora en Libro Territorio y Patrimonio, ponente en congresos de investigación, joven investigadora y educadora.
Autor3,
Autor3, Daniel Matheus, 30 años de edad, venezolano nacido en la ciudad de Mérida – Venezuela, Técnico Superior en Administración de Empresas Turísticas, Artista ilustrador, productor & Cantante Lirico (Tenor).
Agradecimientos,
Primero a mi Dios padre Todopoderoso por sus bendiciones enviadas mediante ángeles terrestres que me han ayudado desde que salí de mi hogar “Venezuela” hasta llegar al encuentro con mi mamá “Ecuador”. También muy especialmente a mi familia y la Fundación NUR por el apoyo y las actividades hermosas que me han brindado desde que comencé a formar parte de esa gran Familia.
Hanny Tayre Guerrero Méndez
Les cuento la historia, cuándo me entere que dejaría mi hogar “hogar” mi hogar se fue cuando mi mami se encontraba al otro lado del país, bueno no seamos tan exageradas se encontraba en Ecuador- Cuenca. Yo soy la hija menor de mi linda familia, mi madre cuyo nombre es Tania y claro mi hermana mayor la cual es una gran molestia, pero ella aun así me ama, bueno al fin al cabo que hermanos son ¡perfectos! Su nombre es Reina. Cierto mi nombre no te lo he dicho, mi nombre fue elegido muy únicamente eso digo yo, me llamo Hanny, como veras mí Segundo nombre fue elegido por todos los integrantes de mi familia, “TA” de Tania, “Y” de los dos integrantes restantes “RE” ya que mi padre se llama Reynaldo y como ustedes ya saben mi hermana Reina así mismo se creó “Hanny Tayre”. Todo comenzó un lunes, como no recordar ese día; me sentía tan emocionada que empecé armar mis maletas, los días pasaron y cada día me sentía más emocionada por ver a mi mami. El día llego y todo estaba listo. Partimos a la aventura un jueves, nos fuimos de rumbo 4:00 am para ser exacta, salimos desde Rubio del Estado Táchira. Llegamos a la Frontera con Colombia y teníamos que pasar por Trocha nos acompañaron mis tías Candelaria y Socorro, mi primo Jhonatan mi amiga Mayerling y mi hermana mayor claro. Había tantas personas con niños me pregunto si iban por un futuro mejor. Al pasar las Trochas tenía tanto miedo ya que mi hermana Reina me había dicho que tuviera cuidado, ya que pasábamos por debajo de un puente, después de 30 o 40 minutos caminando entramos a Colombia nos dirigimos directamente a la parada de bus, donde dejaríamos nuestras maletas para hacer una cola tan larga, para sellar nuestros pasaportes. Pero no te lo vas a imaginar, no, nos querían sellar los pasaportes ya que somos menores de edad; de inmediato me puse a llorar ya que era la tercera vez que intentábamos encontrarnos con mamá. Un señor, que estaba en la fila conversando con mi amiga Mayerling y mis tías, conocía una persona que podía ayudarnos, pero cuando hablamos con esa persona nos cobraba 75 mil pesos por cada sello de pasaporte, Reina me abrazo llorando y diciendo será la siguiente vez hermanita todo se va arreglar, de repente llego el señor; ¡Señor! pongámosle un nombre Ángel, te preguntaras por qué Ángel, bueno por lo que hizo por nosotras, fue un milagro. Ángel, llego a donde nosotras y nos preguntó si ya se había resuelto todo. Pero, al voltear hacia nosotras se dio cuenta que nada estaba bien. Entonces, sin decir más, sacando de su bolsillo la mano, le dio a mi
amiga Mayerling los 20$ que hacían falta para completar el pago de los sellos de los pasaportes, conjuntamente claro con el dinero que mamá nos había enviado para nuestra comida, y de ahí, se fue Ángel sin decir nada y no lo volvimos a ver. Quisiera haber abrazado aquel Ángel y decirle ¡mil gracias! Porque si no fuera por aquel hombre; tú no estuvieras leyendo esta historia. Bueno como les iba contando, nosotras estábamos tan emocionadas y tan felices ya que teníamos la plata necesaria para poder sellar nuestros pasaportes. Se hizo de noche; ya era la hora de irnos en el bus, nos despedimos de mis tías Candelaria, Socorro y Jhonatan con muchas lágrimas, porque no sé cuándo los volvería a ver. Por otra parte, estaba tan feliz ya que vería a mi mami, entonces Reina me dijo que durmiera, pero hacia tanto frío que no podía, así que, se quitó su suerte y me lo dio, le pregunte: ¿no tienes frio?, solamente sonrió y dijo claro que tengo, tonta; pero para mí tu eres más importante, pasaron como 10 minutos cuando me quede dormida eso creo. Cuando me desperté me asome a la ventana y jamás había visto un paisaje tan hermoso, solo duramos tres días en el viaje, pensaba en muchas cosas, podría decir que algunas de ellas era el nuevo mundo más allá de Venezuela me preguntaba ¿Cómo sería ecuador si era lindo, si se parecería mi hogar? o que contemplaría cosas nuevas, simplemente fue increíble saber que vería algo nuevo. Era de noche y el bus se había parado de repente, Reina me dijo que ya se acercaba la hora de ver a mamá, pero antes; teníamos que sellar la salida de Colombia. Yo, pregunte ¿Pará qué era eso? Reina, soló dijo, que era importante para pasar a Ecuador. También le pregunte ¿Qué hora son? y Reina respondió, son las doce de la noche, sé que tienes sueño, pero cuando veas a mami se te olvidara todo. Hicimos otra cola muy larga para sellar los pasaportes y bueno sellamos, empezamos a cruzar un puente, Reina y mi amiga Mayerling dijeron que ya casi era la hora para ver a mamá; ella se encontraba justo esperándonos al pasar ese puente, ya era la segunda vez que lo decían, tenía tanto tiempo sin ver a mamá que no me acordaba de su calor, sus besos, pero ya casi lo recordaría. Llegamos a donde unos señores oficiales, entrada a Ecuador; donde mi mamá se encontraba al otro lado del puente, de repente mi hermana empezó a saltar y no entendía ¡porqué! pero al ver delante de mí, vi que mi mamá estaba al frente, ¡Como no me di cuenta! entonces, salí corriendo hacia ella, dejando las maletas tiradas en
el piso, estaba tan feliz que no dejaba de llorar de felicidad, mucho menos de abrazarla, mamá se encargó de todo de sellar nuestros pasaportes para entrar a Ecuador. Después de un rato, nos montamos a un taxi para dirigirnos al terminal de autobuses, donde tomaríamos un autobús directo a Quito. Allí, tomamos otro autobús directo a Cuenca donde se encontraban mi tía María y mi prima Edicmar. Recuerdo haber llegado a Cuenca muy tarde, era de noche, no podía ver ni observar nada solo sé que nos dirigimos a la casa donde sería mi nuevo hogar, al llegar a un barrio muy oscuro vi que mi tía María, estaba en la puerta, Reina salió corriendo claro a abrazarla; casi me hace caer, pero quien la culpa. Teníamos dos años, sin verla. Yo, por mi parte, solo la abrace, no tenía tanta fuerza ya que no habíamos dormido, ni comido muy bien, mi tía María, nos tenía muchas dulces como helados, chocolates, onduladas, dulces, ¡que rico! tenia tanto tiempo sin probar dulces; todo estaba tan rico. Ya era muy tarde, y mi tía María y mi mamá tenían que trabajar al día siguiente, le pregunte a mi mamá si podría ir con ella a su trabajo y respondió: ¡claro ustedes irán conmigo mañana a conocer Cuenca! así mismo paso, fuimos con ella a vender empanadas, arepitas, ensaladas de frutas y muchas cosas más, se veían tan ricas como la arepa que me había comido en el desayuno, mi mamá nos mostró, cuál era su trabajo, se veía muy difícil ya que caminamos mucho; le pregunte ¿Qué sí lo hacia todos los días? mi mamá respondió con una hermosa sonrisa en su rostro diciendo, sí mi amor, yo haría todo por ustedes. Recuerdo también decirle que: ¿por qué no descansaba?, pero su respuesta fue muy corta “Descansare cuando ustedes hayan salido adelante”. Mi hermana por su parte, abrazo a mi mamá y le dijo que ella quería llevar las cosas, y que ofrecería sus ricas comidas a las personas; pero ese día no vendimos mucho, estaba muy triste ya que mi mamá, se había levantado muy temprano para hacerlas con mucho amor. Nos dirigimos hacia nuestra casita era muy lindo ya que caminábamos por un sendero lleno de árboles y un lindo sonido del corriente del rio, Reina pregunto ¿Cómo se llama esta linda Zona mamá?, ella respondió: se llama “Primero de Mayo” ese fue mi primer conocimiento del nuevo hogar.
Al llegar a casa mamá dijo, que nos llevaría a ver el centro de la hermosa ciudad de Cuenca, yo, jamás en mi vida había montado en un bus lo cual fue muy extraño mi mamá pago con una tarjeta mágica, no había muchos asientos para las tres así que Reina dijo que ella iría parada, mi madre fue a mi lado y yendo hacia nuestra parada mi hermana se ha caído, fue muy divertido, ya que ella en vez de llorar solo se río, aunque, tenía los ojos aguados, me preguntó si fue porque no quería que mamá se preocupara. Las calles, se parecían mucho a una parte turística de Venezuela llamada Mérida, fuimos una vez cuando tenía 5 años, recuerdo que fuimos con toda nuestra familia, pero eso no viene al caso, nos bajamos cerca de un teatro, Reina, estaba tan emocionada que su sueño más grande era ser cantante, es muy distinto al mío, sabes mi mayor sueño es ser Chef, pero por favor, que sea nuestro secreto. Al caminar una cuadra más adelante había una plaza tan hermosa donde se encontraba una iglesia blanca en la esquina, y por la otra parte otra hermosa iglesia, recuerdo que era muy tarde y no habíamos almorzado así que mamá nos compró unos pinchos de carne, que rico, estaba tan emocionada porque mamá nos llevaría a un parque y dijo que había tirolesas, nunca, había escuchado, ni subido a una, en realidad nunca había visto tantos juegos en un parque, de hecho, no había visto un parque así, Reina realmente no estaba muy emocionada por el parque, ella, quería ir al planetario, pero ¡ay no¡ que aburrido, así que le dije que para la siguiente vez iríamos. Yo en serio, quería montarme en la tirolesa, y así fue, Había muchos niños por lo que tuve que hacer una colita no muy larga para poder montarme, pero al subir, me dio mucho miedo así que baje y me dirigí donde estaba Reina, ella me regaño diciendo ¡Hanny, que no te de miedo experimentar cosas nuevas! así que, volví, pero no sola fui con mi hermana Reina, ella me ayudo a lanzarme y me encanto, fue tan divertido, casi como si estuviera volando. Después de unas horas mamá dijo que ya era hora de regresar a casa donde estaba mi tía María y mi prima Edicmar. Te preguntaras ¿Por qué mi tía no nos acompañó esta vez, ya que era nuestro primer día en Cuenca?, pero es que mi prima Edicmar se encontraba en un conservatorio de música no es ¡Asombroso! así, qué no pudo acompañarnos. Pero, tía había dicho que el día siguiente iríamos a un elevador de cristal donde veríamos casi toda Cuenca. 0992632259
Al día siguiente estaba muy emocionada pero como no estarlo, te lo imaginas un elevador de cristal ¡Guao!, soló esperaba que mi tía María llegara del trabajo para poder explorar más de esta hermosa cuidad llamada Cuenca, miraba una y otra vez la puerta pensando que llegaría, hasta que llego, ¡sí! que emoción. Por fin, mi tía comió y fuimos a tomar un bus que nos llevaría, pero antes de ir a ese lugar, fuimos a una calle que le llaman “Calle larga”, había muchas cosas súper hermosas, caminamos mucho, pero sabes no estaba cansada, ya que lo estaba disfrutando mucho. Te estarás preguntado que cuando iríamos al elevador de cristal, ¡lo sé! me fui un poco de rumbo, disculpa. Se hizo las 5:00 pm de la tarde así que tía dijo que era la hora justa para ir, así, que fuimos caminando, no te lo vas a imaginar, no solo era un elevador, también, había un parque llamado “parque de la libertad”, nos fuimos directamente al elevador era tan increíble, las luces que alumbraban Cuenca, parecían estrellas, cada una de esas luces brillaba tan lindo, que hacia una vista más que perfecta, para mí era más perfecto saber que estaba al lado de mi hermosa madre. Se hizo muy tarde, así que ya era hora de volver a casa, mamá y tía María nos compraron unos ricos helados, que comimos camino a la parada, después de unos 20 minutos llegamos a casa, Reina, llamo a papá para decirle todo lo que habíamos disfrutado ese día, después de unos minutos mi hermana empezó a llora, no entendía ¡Por qué razón! Lloraba, ya que tuvimos un magnifico día; quise preguntarle, pero luego de un rato dijo, que todo esto fuera mucho mejor sí, nuestra familia, estuviera con nosotros también. Sabes, es muy triste ver a tus seres queridos detrás de una pantalla, con un país tan hermoso, pero sin poder explorar nuestra hermosa Venezuela, sin poder reír a su lado o abrazarlos, como también hacer nuevos recuerdos cada minuto a su lado, pero lamentablemente no podemos traernos a todos. Disculpa… Sí, me pongo un poco sentimental, pero no sabes, lo feo de crecer sin esos recuerdos, así mismo, fueron mis primeros días en Cuenca, acostumbrándome a ver papá todos los días por una pantalla de teléfono, extrañar a mis amigos y saber que no puedo estar a su lado, perderme cada uno de los cumpleaños de mis familiares como amigos, extrañar mi casa y bueno toda una vida que tenía en el hogar que deje en Venezuela. Pero; lo bueno de todo esto, es que he conocido a muchas personas que me han ayudado a ser mejor persona, como la señora Patricia y el señor Jorge en la “Fundación NUR”, quienes me han abierto las puertas y me han llenado de alegría
con sus actividades recreativas y didácticas. Saber que ese dolor; puedo convertirlo, en amor y que estará siempre fresco, que brillará con él, la luna, en su punto más alto, quiero ser el amor de mi madre cuando lo necesite, la compañía de mi hermana Reina, ser la niña de papá, la ayudante de mi tía María, la bondad de Pati y Jorge “Representantes de la Fundación Nur”, la sabiduría y la inteligencia de mis profesores del NÚR, cada una de esas cosas las quiero tomar en cuenta para poder crecer y ser una mejor persona. Sabes conocer cosas, lugares y personas nuevas, no es tan malo, de hecho, te das la oportunidad de conocerte a ti mismo, saber que cada día hay algo o alguien que te enseñara algo nuevo; ¡Qué! donde te encuentres será tu hogar, pero solo tú sabrás si aceptarlo o no, oye ¡tú!, no te limistes a descubrir ni amar cosas nuevas, se tú mismo, sea donde sea, que te lleve la vida. Recuerda; el amor lo puede todo y claro si no fuera porque no haya salido de mi país no estuvieras leyendo mi historia, ¡No crees! ¡Sueña y descubre en grande!, suerte…