• Darlyng Alejandra Hernández Cala • Yosselyn Sánchez • Paola Abril
Darlyng Alejandra Hernández Cala, Darlyng, cariñosa, amorosa y amable, a sus 14 años es como un pequeño sol que brilla y transmite su resplandor y da cariño incluso cuando otros la tratan mal. Le encanta el color morado, el Bolón con Queso, bailar, cantar y actuar.
Yosselyn Anabel Sánchez Rojas, Yosselyn, arquitecta y educadora con gran pasión por el Arte y las Letras, especialmente disfruta trabajar con niños y niñas de quienes aprende a ser curiosa y creativa, en su tiempo libre adora leer y escribir relatos cortos.
Paola Cristina Abril Pozo, Paola, diseñadora de profesión e ilustradora de corazón. Apasionada por el arte, la lectura y los animales. Sentimental, creativa y convencida de que para lograrlo todo en la vida solo hay que persistir.
“Me hablaron de la luz, del cielo y las estrellas. Me hablaron de la arena, del frío y del calor. Me sugirieron nombres, lugares, escenarios. (…) Pero nadie contó que la palabra amor nunca tiene fronteras, que un territorio es tierra por los seres que habitan ese espacio…” A Tutu - Poema de David Orihuela
San Cristóbal, Táchira - Venezuela
En un día de uno de los meses del año 2006
Para el resto del mundo un día normal, pero para nosotros, un día especial porque es ese día, cuando nuestra protagonista llegó con alegría a este mundo y dio comienzo a su más grande aventura: VIVIR. En palabras de su mami, Darlyng nació y enseguida el tiempo empezó a correr demasiado rápido. -Así es cuando se tiene hijos, para una madre, ellos crecen muy rápido y a pesar de que uno quisiera detener el tiempo para cuidarlos y mimarlos más, no es posible, solo los ves crecer más y más y temes el momento en que se vayan a separar de tu lado. Darlyng creció como casi todos los niños de San Cristóbal, rodeada de su familia y compartiendo con vecinos y amigos. Ella, mientras imaginaba y soñaba sobre su futuro jamás pensó que este estaría en un país pequeñito a más de dos mil kilómetros al Sur. Jamás imaginó que iba a dejar todo atrás y empezaría una nueva vida solo con lo que tenía empacado en su pequeña maleta. Pero así fue, y esta aventura cambio y enseño tanto a Darlyng que ella decidió compartir sus aventuras con nosotros. Por eso, siéntate en un lugar con buena luz, ponte cómodo, y escucha con el alma la historia detrás de las palabras, escucha atentamente este cuento que a pesar de ser corto tiene un mensaje que esperamos dure y se mantenga cerca de tu corazón por mucho tiempo, o al menos el necesario para que aprendas un poquito más sobre la vida, los retos, la infancia y el hogar: Muchas cosas pasaron en el lapso de una semana, un día me gradué de 6to en Venezuela, a los pocos días cumplí 12 años y al día siguiente emprendí el viaje hacia un lugar que no conocía pero que cambiaría mi vida por completo. Alejarme de mi mamá y mis amigos no fue simple. Incluso ahora, no puedo imaginar lo que es separarse de un hijo, no debe ser fácil, pero el amor de una madre lo vence todo, todo lo supera. Y el amor de mi mamá me ayudo a superarlo todo yo también. Al principio yo no quería viajar a Ecuador, ese nombre me sonaba muy extraño y lejano, principalmente porque no me quería separar de mi mama y mis hermanos. Pero mi mamá me llamo un día para hablar, se inclinó y me dijo: -Es por tu bienestar y por tu futuro. Yo no pude decir nada, lo entendí, ella tenía razón. Era por mi bien y por eso lo iba a aceptar y estar agradecida.
Nosotros somos una familia muy grande, mi mama, mi padrastro, mis hermanos y hermanas y yo, en total somos seis hermanos y hermanas y todos estábamos estudiando, solo mi hermana mayor en el colegio los demás en la escuela y a pesar de eso, ya casi no había profesores. Ustedes talvez también lo viven o lo vivieron, el querer estudiar pero que no haya quién te enseñe o que quién hace el esfuerzo de enseñarte simplemente no avanza porque hay demasiados alumnos. Difícil, es una palabra que uso para describir muchas cosas, esta situación también era así, difícil, dura y un poco complicada, más para alguien como yo que no comprende totalmente las razones detrás de todo. Pero a pesar de mi joven edad, ya empezaba a entender y a calificar ciertas cosas como difíciles por falta de una mejor palabra. Mi antigua escuela era linda y azul, muy azul, y también era gigantesca, por cada grado teníamos cuatro salones, teníamos dos canchas y muchas cosas más. El último día en estuve en ella me despedí de su azul y con ello de todos los recuerdos que en ella cree. Finalmente, llegó el día de marcharme, ya comenzó y no había vuelta atrás. Me sentía triste, mi tío Alex, llegó a mi puerta pues me iría con él y partimos. Al llegar a Colombia comimos unas arepas con queso, que me había preparado mi mamá, así que me las comí con mucho gusto, pero después me dio un dolor de barriga terrible. Todavía faltaba mucho camino por recorrer y ya no quería viajar más, pero no había otra opción. Así que con ese dolor tuve que aguantar y esperar mucho tiempo hasta que oscureció, horas y horas después ya de noche el bus al fin llegó, era grande, cómodo y perfecto para dormir, pero yo no pude hacerlo por mi dolor de estómago, pero aun así vi muchas películas al menos de esa forma me distraje de los pueblos que dejábamos atrás. Nuestra primera parada fue Rumichaca y mi primera reacción fue: necesito ir al baño. Estuve mucho tiempo allí y mi tío tuvo que insistir al chofer para que no se valla y me deje ahí botada por siempre, y yo me tardaba mucho, pero es que me sentía muy mal. Mi tío me apoyó durante todo el viaje, tanto en ese momento como en otro que es todavía peor, al menos a mi parecer. En otra de las tantas paradas, otra vez tuve que correr nuevamente al baño, si otra vez, pero esta vez no sería cualquier baño… ¡Tuve que entrar al baño de hombres! ¡De hombres! ¡Qué momento más vergonzoso de mi corta vida! Como si mi dolor de estómago no fuera suficiente, me vi obligada a usar el baño de hombres. ¡Qué vergüenza! No voy a dar más detalles porque cada que lo recuerdo me avergüenza más y yo quiero olvidarlo, borrarlo de mi mente. Durante el viaje creí que no lo olvidaría, mi cara estaba un poco roja incluso después de
que ya emprendimos de nuevo el viaje. Solo logré olvidarlo cuando en la siguiente parada, me encontré frente a una gigantesca montaña de nieve, esta fue mi parada favorita. ¡Una montaña de nieve! ¡No había visto una antes! ¡Fue muy bonito! Después de eso recuerdo poco hasta que finalmente llegamos al terminal de Cuenca. Y lo logré, muchas horas de viaje después llegué a mi destino. Mi tío Alex es un gran hombre y fue un gran compañero y amigo. Él fue el que me ayudo a vencer y soportar tanto mi dolor físico como emocional. Y en Cuenca me esperaba mi papá y él estaba muy emocionado de volver a verme. Mi papa me recibió y me dijo que todo era posible si me proponía a lograrlo. Y en ese momento no pensé mucho en sus palabras, pero me sirvieron mucho después cuando al acabarse esta primera aventura llegó un reto todavía mayor: La escuela. El primer día de escuela, sentía muchos más nervios que los usuales. Yo era una mezcla de sentimientos y emociones, todo era nuevo en un sentido diferente. ¡Que emoción que sentía! Pero falte porque tenía cita con el dentista, y en lugar de relajarme fue peor. Así que en realidad empecé la escuela el segundo día y este día a pesar de ser el segundo fue incluso más difícil. Fue el día ideal para otra vergüenza por no haber asistido el día anterior, fui la única niña con la falda todos usaban el uniforme deportivo porque eso se les había dicho el día anterior, menos a mí porque no llegué, a pesar de eso y mis nervios pude conversar y hacer amigos. Mis compañeros me decían que sonaba diferente a pesar de hablar el mismo idioma y me preguntaba que significaba algunas cosas que decía. Me parecía muy gracioso, una vez paso algo gracioso cuando dijeron que trajéramos una funda. En Venezuela funda, es la tela que cubre a una almohada y en Ecuador funda, es lo que nosotros decimos bolsa, una de plástico para llevar cosas. Lo bueno es que pregunté si no hubiera agregado más momentos vergonzosos a mi lista. La escuela fue un poco aterradora al principio, pero como pueden ver después fue divertido y aprendí mucho sobre Ecuador y de su gente. Aprendí también sobre Galápagos y espero algún día ir allá.
Este año fue muy emocionante y cansado, tuve que adaptarme a muchas cosas y cuando escuché, Vacaciones, yo contesté: -Por fin, ¡Qué emoción! Nos fuimos a San Fernando a la Laguna de Busa, fue super lindo. Había una montaña gigante, una piedra en forma de pez y se podía ver a los peces saltar fuera del agua. Fue muy emocionante, nos quedamos en una cabaña, estuve emocionada porque nunca me había quedado en una. Al día siguiente caminamos alrededor de toda la laguna. Era más hermosa todavía, era como estar en una selva, con mis primos jugamos a la selva e hicimos señales usando los sonidos de aves o en mi caso como de búho. -Uoo, Uoo, Uoo. Esa era mi forma de comunicarme con mis primos sin que otros se dieran cuenta que los estábamos vigilando. Durante el juego le hice una señal a mi primo para que se apresurará porque venían mis otros primos y por el susto él se cayó y yo solo me di cuenta después por el gran grito que dio, fue tan alto que se pudo haber escuchado hasta el otro lado de la laguna. Fue muy divertido jugar y pasar las vacaciones en este lugar. En la tarde, llegó el momento de irnos a casa, pero sé que no iba a olvidar lo que paso allí. Las vacaciones se acabaron y regresaríamos a la escuela. Regresaría a mi escuela y aunque tenía nervios otra vez, estos eran de anticipación. Ya quería regresar y este lugar se sentía mío y yo pertenecía a él. Tanto así que incluso al volver a la escuela, me enteré que en la semana siguiente iban a hacer un evento y yo decidí participar. Teníamos que actuar, bailar o cantar y como desde chiquita eso me llamaba la atención, y he practicado en actos y ganado concursos, estaba muy feliz de ser parte del evento. Siempre que me lo propongo algo lo he hecho y he logrado buenos resultados. Ese día en la escuela mi profesor me preguntó: -Bueno, ¿en qué vas a participar? -Vas a actuar? -me dijo haciendo mímicas -Vas a bailar? -dijo mientras giraba -O vas a cantar? -terminó cantando en vos muy alta. Yo me reí un poco de sus gestos y con confianza le respondí:
-Las tres -pues siempre he tenido una pasión por cantar y mi papá me entrena con videos en YouTube. Pero, ¿Por qué es importante, todo lo que aprendí después de mi viaje saliendo de Venezuela? Porque lo que viví en mi nueva escuela, durante mis vacaciones y otra vez en otro nuevo año escolar participando en eventos y haciendo lo que me gusta con libertad y felicidad, es como debería ser la vida después de un cambio tan grande para todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situaciones como la mía, abandonando todo y empezando de nuevo, solo con el calor de tu familia, y a veces incluso sin este y sin nada a lo que llamar tuyo. Yo fui capaz de hacer todas estas cosas que siempre me gustaron, solo que ahora las hago en Ecuador. Y esto demuestra que uno puede encontrar un hogar incluso lejos de casa, lejos de los lugares donde se vivieron tantos buenos y también un poco duros recuerdos. Una persona, un adolescente, una niña o un niño pueden encontrar un hogar en un lugar extraño y diferente y deberían siempre encontrarlo. Siempre debería haber un lugar seguro donde se pueda crecer y vivir. Pero yo sé que fui afortunada, mi historia, mi viaje, mis aventuras, fueron buenas y me han hecho tener no solo un país al que llamar hogar sino dos. Así debería ser, para todos los niños que se ven obligados a partir de su hogar, pero no siempre sucede, a veces otras personas no quieren compartir su hogar. Pero yo estoy agradecida y estoy muy feliz de que Ecuador y su gente me permitan hacer de este lugar mi casa, mi escuela, mi presente y mi futuro. Cada vez que veas a alguien que tuvo que hacer lo mismo que yo, recuerda que al aceptarlos no solo haces tu casa más grande, sino que tú también tendrás un hogar si lo necesitas en otro país. Porque estoy segura de que muchos venezolanos abrirían sus puertas a aquellos que los acogieron con respeto y tolerancia si la situación fuera al revés. Así que, por favor, no cierres tu puerta, ábrela y descubrirás que tu casa solo se agrandó.