BRIGANTIUM VOLUME 11 1998
Los
INICIOS DE LA METALURGIA EN EL NOROESTE
DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Beatriz Comendador Rey
MUSEO ARQUEOLÓXICO E HISTÓRICO CASTELO DE SAN ANTÓN A CORUÑA
Ayuntamiento de La Coruña
Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón
Concello de A Coruña
BRIGANTIUM Volume: 11 Ano: 1998 Dirección: José M a Bello Diéguez Begoña Bas López
Correspondencia, orixinais e intercambios: Brigantium Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón E-15001 A Coruña (España) Tel.-Fax: 981 20 59 94 / 981 21 25 04 E-Mail: sananton@ctv.es Deseño das cubertas: Barro, Salgado, Santana [Grupo Revisión Deseño]
ISSN: 0211-318X Dep. Legal: C- 308 - 1980 Imprime: Vía Láctea, S. L.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibé17"ca publicase co gallo da celebración das xornadas A Arqueoloxía Calega Hoxe: de 1988 a 1998, organizadas polo Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón, e subvencionadas pola Deputación Provincial da Coruña.
Este volume edítase coa colaboración de
• FUNDACION • • (9 CAIXAGAllCIA
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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PRÓLOGO
A nadie se le oculta a estas alturas que cualquier pensamiento científico, por asentado que parezca, se halla permanentemente abierto y sujeto a revisión, de forma que ni el mejor de los historiadores estará en condiciones de desentrañar en su integridad las claves de un determinado hecho histórico. El aserto puede infundir desasosiego pero, siendo positivos, tambien lo contrario, confianza, en la 1!ledida en que supone reconocer que el polifacetismo y la complejidad de cualquier problema -en nuestro caso arqueológico- constituyen la mejor invitación para un reencuentro periódico con el mismo: siempre existirá la posibilidad de volver a iluminarlo a partir de una documentación enriquecida o, sencillamente, desde la ventajosa perspectiva de un planteamiento renovado. El libro de Beatriz Comendador Rey que hoy me ha sido concedido el privilegio de prologar en modo alguno versa sobre un campo inexplorado. De hecho, el tema de los orígenes de la metalurgia en el Noroeste de la Península Ibérica es, desde hace tres cuartos de siglo (Obermaier, López Cuevillas, Bauza Brey, Monteagudo, Harbison...), un clásico en la literatura prehistórica gallega, pero tambien, en mi opinión, una parcela nunca abordada con el suficiente rigor ni con la necesaria objetividad, por el lastre que han supuesto una serie de prejuicios. En efecto, la apelación a prospectores argáricos, a mercaderes atlánticos o a buhoneros campaniformes ha sido un recurrente tópico sobre el que se han instalado confortablemente síntesis edulcoradas y conformistas, sin reparar en que bajo la grandielocuencia y la aparatosidad de ciertos planteamientos faltaba con frecuencia el imprescindible respaldo documental. Por ello considero un gran acierto que el punto de partida de esta obra sea un minucioso y exhaustivo repertorio de materiales relacionados con la primera metalurgia de Galicia, Asturias y el Norte de Portugal; un inventario -el primero en su género para esta zona- de dos centenares largos de testimonios en el que se encuentran las claves del fecundo estudio posterior. Mas, con ser ello importante, la verdadera aportación de la tesis que nos ocupa reside en la personalidad y coherencia del interrogatorio a que se someten las fuentes arqueológicas con el fín de convertirlas en información histórica. Preguntas que persiguen obtener en la medida de lo posible respuestas objetivas, sustentadas en datos cuantitativos, lo que permite por ejemplo advertir, no sin cierta sorpresa, que el volumen de metal que circulaba por el Noroeste durante el Calcolítico y el inicio del Bronce no fue muy distinto al registrado en espacios que con frecuencia se suponen privilegiados en cuanto a la producción de cobre, como el Sureste. O apreciar, bastante contra corriente, cómo en Galicia las más antiguas coladas metálicas tuvieron como destino mayoritario la fundición de herramientas (hachas) y no de armas o adornos, lo que pone en tela de juicio la idea, hoy tan en boga, de que los primeros cobres vinieron a satisfacer una necesidad antes social -la ostentación- que propiamente utilitaria. El prolijo y bien documentado catálogo de hallazgos constituye, asimismo, la base para una enriquecedora lectura de la metalurgia desde una perspectiva contextual. En ese sentido, no supone auténtica novedad el reconocimiento de distintos mecanismos de deposición (funerarios, domésticos o votivos) pero sí la percepción de que algunos de los tipos más señalados se vinculan sistemáticamente a determinados contextos: así, al igual que sucede por entonces en otros rincones atlánticos de Europa, no se conocen más ala·· bardas que las halladas formando parte de depósitos; las hachas propenden a excluirse de los ambientes funerarios, y los puñales de lengüeta y las puntas Palmela, al contrario, suelen prodigarse como elementos de
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ajuar en sepulturas destacadas. Esta misma perspectiva permitirá apuntar que la amortización del oro -cuya imagen de abundancia en el Noroeste es totalmente justificada (una treintena de hallazgos), por más que sólo el tesoro de Caldas de Reis (27 kg.) alcance un peso diez veces superior al del conjunto de las restantes joyas- se materializa tambien por la vía de las ofrendas, con la particularidad de que las destinadas a los enterramientos detentan, frente a las alhajas votivas, un porte casi insignificante. Los listados de composiciones metálicas son hoy una constante en cualquier investigación arqueometalúrgica que se precie de tal, aunque por lo general se trata de documentación infrautilizada por lo difícil de su lectura y de su interpretación en términos históricos. La relación, claro está, no falta en nuestro caso -hay cerca de un centenar de análisis por FRX de cobres, oros y platas, realizados exprrftso para esta investigación- pero deseo subrayar que en la tesis de Beatriz Comendador tales datos cobran una vida especial por cuanto, lejos de constituir objetivos por sí mismos, adquieren el valor de nuevas fuentes que facilitan la recreación de lo pasos seguidos en el proceso de producción del metal. La escasa importancia histórica de la explotación del cobre en Galicia, la variedad de sus metalotectos y la extrema dispersión y humildad de los pocos veneros conocidos han sido argumentos recurrentes a la hora de defender el caracter foráneo de los minerales implicados en la primera metalurgia del Noroeste. Modernamente, inclusive, se ha especulado con la posible importación masiva desde Asturias de carbonatos y óxidos de cobre, habida cuenta la notoriedad al final del Calcolítico de las explotaciones de El Aramo. Sin embargo la analítica de las piezas detecta una considerable falta de homogeneidad en la composición de las coladas, lo que confiere aliento a la idea de un aprovisionamiento diversificado y, en principio, más acorde con la existencia de modestos talleres abastecidos localmente, aunque para ello tuvieran que superar el obstáculo técnico del beneficio de minerales sulfurosos. Sólo los análisis de isótopos del plomo permitirán despejar la incógnita de las correspondencias entre criaderos y coladas pero, mientras tanto, algunos pequeños detalles -la comparecencia de trazas de un elemento raro como el bismuto en algunas Palmela de Parxubeira, a la par que en los sulfuros polimetálicos de la misma zona- dejen constancia del fundamento y del futuro de este tipo de hipótesis. Llegado a este punto -y no sin lamentarse de la imposibilidad de seguir comentando multitud de otros aspectos sugerentes, como la misma presencia de toberas en el Buraco da Pala, tan reveladora del proceso escogido para la reducción de mineral-, el prologuista tiene la esperanza de que el lector haya captado todo el entusiasmo y admiración que en él ha despertado el trabajo que presenta. Pero todavía quiere añadir a todas las virtudes apuntadas una más, ésta formal: la de la claridad de la exposición, la de la sobriedad y eficacia de un texto que, pese a la riqueza y complejidad de su mensaje, cumple inteligentemente con el requisito esencial de hacerse entender con facilidad. Frente a la retórica de tantos escritos científicos, que llegan a abrumar por la deliberada gravedad de su prosa profesoral, aquí se ha recurrido a un estilo directo y sencillo que, sin concesiones pedantes, satisface más que satisfactoriamente el objetivo de transmitir conocimiento
y ya termino, amable lector, pero no sin antes felicitarle por el acierto de su elección, por cuanto se apresta a explorar en las páginas de un estudio arqueológico de llamativa luminosidad. Valladolid, primavera de 1999
Germán Delibes de Castro
ÍNDICE
PRÓLOGO) POR GERMAN DEUBES DE CASIRO
5
PRESENTACIÓN
11
1.
METALURGIA y NOROESTE PENINSULAR: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
13
2.
CATÁLOGO DE MATERIALES ARQUEOLÓGICOS
17
• CARACTERÍSTICAS DEL CATÁLOGO
19
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
1
22
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
2
30
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
3
40
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
4
60
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
5
68
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
6
86
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
7
100
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
8
106
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
9
114
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
10
124
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
11
128
• ÁREA DE DISTRIBUCIÓN
12
134
• OBJETOS DE PROCEDENCIA DESCONOCIDA
141
• ADDENDA
146
• ANEXO
147
3.
APROXIMACIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MINERALES DE
COBRE / ORO / PLATA EN EL NOROESTE PENINSULAR
157
• GEOLOGÍA y METALOGENIA
159
• CARACTERIZACIÓN DE LA METALOGENIA SEGÚN LA INVESTIGACIÓN ANTERIOR
159
• RECURSOS MINEROS POR ÁREAS DE DISTRIBUCIÓN
161
4. .ANÁLISIS
169
DE CONJUNTO
• CUANTIFICACIÓN GENERAL DE MATERIALES
171
• DOCUMENTACIÓN SOBRE EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN Y PRODUCCIÓN
171
• OBJETOS ACABADOS
173
• VALORACIÓN DE LOS PESOS
178
• LÁMINAS
181
5.
EL PROCESO METALÚRGICO DE PRODUCCIÓN A TRAVÉS DEL ESTUDIO ANALÍTICO
225
• ABASTECIMIENTO DE MINERAL DE COBRE
227
• TECNOLOGÍA PRODUCTIVA
228
6. ANÁLISIS DE LOS CONTEXTOS ARQUEOLÓGICOS IMPLICADOS
237
• CUANTIFICACIÓN GENERAL
239
• LA DEPOSICIÓN SELECTIVA
239
7. EL AMBIENTE CULTURAL DEL SURGIMIENTO DE LA PRIMERA METALURGIA DEL NOROESTE PENINSULAR
245
BIBLIOGRAFÍA
253
A Mingos
PRESENTACIÓN
En el año 1993 nos embarcamos en un proyecto de investigación sobre el registro arqueológico relativo al proceso de producción metalúrgica encuadrable entre mediados del III y II milenio a.c., que abarcó como ámbito espacial el noroeste de la Península Ibérica (Galicia, Asturias y norte de Portugal sobre la línea del Duero), integrando la información arqueológica y la vía analítica. A través de la ordenación y análisis de este registro, nuestro objetivo fue contrastar los modelos anteriormente presentados y la periodización construida en torno a éllos, para finalmente proponer un modelo alternativo para el surgimiento de la Metalurgia en el noroeste peninsular. Analíticamente, nuestro trabajo se integró dentro del Programa Arqueometalurgia de la Península Jbén'caTecnologíay Cambio Cultural durante la Edad del Bronce (D.G.I.c.y.T. PB92 N° 0351), dentro del que siempre hemos encontrado ayuda, tanto por parte del ya tristemente fallecido Manuel Fernández-Miranda, como por Germán Delibes e Ignacio Montero. Aunque participamos en el estudio analítico, el trabajo fue realizado por Ignacio Montero y Salvador Rovira, quienes asesoraron además la interpretación de los resultados. El resultado de este trabajo fué nuestra tesis doctoral, que bajo la dirección del Dr. lM. Vázquez Varela fue leída el 8 de Julio de 1997 en la Universidad de Santiago de Compostela, y que recibió el premio extraordinario de tesis (Sección Historia). Esta obra es la que ahora se presenta transformada y adaptada para la edición pública gracias al interés del Museo Arqueolóxico e Histórico Castelo de San Antón de A Coruña. Consideramos que es una magnífica ocasión, no para reproducir el trabajo en todo su largo y denso formato académico, pero si para dar a conocer el corpus de material arqueológico, de difícil acceso principalmente por su dispersión. Así pués, este monográfico engloba el catálogo completo de materiales, acompañado de un texto con las principales conclusiones de nuestra tesis doctoral. Un resumen similar fue presentado sin la parte correspondiente a Asturias, en el monográfico Las primeras etapas metalúrgicas en la Península Jbén'ca) JI: Estudios Regionales, coordinado por 1. Montero y G. Delibes, y publicado en 1999 por el Instituto Universitario Ortega y Gasset en Madrid. Consideramos necesario volver a introducir este resumen en el contenido del libro, ya para todo el área del noroeste, con el fin de que el catálogo de materiales fuese acompañado de un estudio que le diese significado. Como en aquella ocasión, queremos expresar nuestro agradecimiento a las personas que nos ayudaron para realizar esta tarea: Isabel Silva del Instituto Portugués de Patrimonio Arqueológico y Arquitectónico (IPPAR), Raquel Casal, Aurelia Balseiro, Nuria Reboredo, M a José Bóveda, José Suarez (Mariño) y demás compañeros de la Universidad de Santiago de Compostela, Bárbara Armbruster de la Universidad de Tübingen, Ana Bettencourt y demás amigos de la Unidade de Arqueología da Universidade do Minho, M a de Jesús Sanches, Susana y Victor Jorge de la Universidade do Porto, Huet Gons;alves del Instituto de Antropología do Porto, Philine Kalb del Instituto Arqueológico Alemán en Lisboa, Jim Black del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres y David Scott del Paul Getty Museum de Malibú, William O 'Brien de la Universidad de Galway y su mujer Madeline O 'Brien, Miguel Angel de BIas de la Universidad de Oviedo, Armando Priegue, Rosa Iglesias y Enrique Porto del A.I.M.E.N., Maribel Martínez Navarrete y Alicia Perea del Instituto de Estudios Históricos C.S.LC., Marisa Ruiz-Gálvez de la Universidad
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Complutense de Madrid, Paul Budd del Ancient Metallurgy Research Group de la Universidad de Bradford, Dirk Brandherm de la Universidad de Friburgo, Eduardo Jorge Lopes da Silva yMa da Luz van Schoor de la Universidad Portucalense do Porto, Domingos da Cruz de la Universidad de Coimbra, Fernándo Carrera, Rosa Benavides, y Antonio de la Peña, así como todas aquellas personas que se ocuparon de nuestro trabajo en cada uno de los museos que visitamos. Merecen un especial reconocimiento, mi tutor J.M. Vázquez Varela, mis tutores adoptizJos, Ignacio Montero y Raquel Casal, así como J. }\tra. Bello y Begoña Bas, por su interés en ver este trabajo publicado. Pero sobre todo debo agradecer a nivel personal todo su apoyo a mi familia, y a mis amigos, a quienes también va dedicado este libro.
A Coruña, Mayo de 1999
1.
METALURGIA y NOROESTE PENINSULAR: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
La caracterizaclOn de la Metalurgia del noroeste peninsular estaba basada fundamentalmente en una lectura parcial del registro arqueológico, al primar los estudios tipo-morfológicos de objetos acabados, especialmente procedentes de contextos funerarios o hallazgos aislados, en detrimento de la información procedente del ámbito doméstico y de los materiales relacionados con el proceso productivo, documentación ésta mucho más escasa. La cronología relativa basada en los aspectos formales y/ o tecnológicos de las producciones metálicas ha sido fundamental en la periodización de la edad del bronce en el noroeste peninsular, lo cual nos da una idea de la trascendencia de estos estudios. Sin embargo esta caracterización estaba necesitada de una revisión, no sólo por su excesiva parcialidad, sino por la carencia de un enfoque global y sintético de los materiales, y de estudios analíticos, prácticamente abandonados a partir de los años ochenta, a excepción de iniciativas individuales de algunos investigadores. Otro aspecto descuidado por la investigación ha sido la caracterización del potencial minero durante la Prehistoria. Ello no fué obstáculo para que la búsqueda de minerales metálicos fuese utilizada como argumento para explicar la llegada de distintas influencias al noroeste, mediterráneas y atlánticas, materializadas en una Metalurgia híbrida (MacWhite, 1951; Harbison, 1967; Harrison, 1974a). Por otro lado, la escasez de minerales secundarios de cobre en Galicia y Norte de Portugal, y la complejidad de reducción de los sulfuros, propiciaron que varios autores (Obermaier, 1923; Pinto, 1933: 79) sugiriesen el abastecimiento en la vecina Asturias, con yacimientos de carbonatos y otros minerales de fácil beneficio, así como restos documentados de minería prehistórica de cobre. En general, el inicio y desarrollo de la Metalurgia del cobre en el noroeste es considerado como un proceso lineal de larga duración. La propuesta presenta implícita una secuencia cronológica teórica articulada con el fenómeno campaniforme, en el que a cada fase se atribuye una distinta intensidad a la Metalurgia, de modo que sólo tiene una débil presencia en la fase precampaniforme, en la fase tardía del campaniforme experimenta un despegue, y alcanza su mayor desarrollo en la fase post o epi-
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campaniforme, según los autores 1 . Comienza en una fase precampaniforme, aproximadamente a inicios-mediados del III milenio a.c. (fines IV-inicios III milenio A.C.), se extiende durante el período de apogeo de la cerámica campaniforme, y alcanza, ya desvinculado de élla o vinculado a campaniformes tardíos, el bronce antiguo, perdurando hasta el bronce medio, en torno al 1500/1400 a.C. (1900-1600 A.C.), período en el que comienzan a producirse los primeros bronces. En relación a la caracterización tecnológica de la producción en cobre, ante la tosquedad y ausencia de aleaciones de la primera fase, se considera que la introducción del fenómeno campaniforme supone una mejoría general en el proceso de elaboración, incluyendo la adopción de innovaciones como la aleación cobre-arsénico, así como a corto plazo, un aumento de la producción. Estas características, junto a los nuevos tipos o formas, marcan la denominada tradición campaniforme. En esta secuencia tecnológica que sigue un esquema evolutivo de mejora lineal, el punto culminante es la introducción de la aleación cobre-estaño en el bronce medio, conviviendo todavía con cierta producción en cobre. Este esquema se aplica también a la producción en oro, evolucionando de los simples trabajos sobre laminado hasta a la aparición de piezas fundidas al final del bronce antiguo. Por último, se desestima que las escasa muestras de trabajo en plata sean producciones locales, y en general se consideran importaciones procedentes del mundo argárico. Otro aspecto es el de las formas producidas en cada uno de estos momentos. No es de extrañar, siguiendo el esquema anterior, que a la primera fase se atribuyan objetos metálicos de pequeñas dimen-
Básicamente hay que distinguir dos posiciones distintas sobre el inicio del bronce antiguo en el noroeste, basadas fundamentalmente en los cambios ergológicos cerámicos; la "Postcampaniforme" que establece el bronce antiguo tras la práctica desaparición de las cerámicas campaniformes, cuyo paradigma sería el Horizonte Montelavar (Harrison, 1974a) y la "Epicampaniforme" que establece la ruptura del calcolitico al bronce antiguo dentro de los propios campaniformes, entre las cerámicas consideradas antiguas y las de rasgos evolucionados, tesis propuesta por Suárez (1986).
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BEATR1Z COMENDADOR REY
siones y hachas rudimentarias. Con el fenómeno campaniforme asistiríamos a la introducción a nivel genérico de todos los tipos vinculados a su ámbito (puñales de lengüeta, puntas tipo Palmela), asumiendo su perduración en la fase post/ epicampaniforme y alcanzando una larga vigencia temporal. Por último, el contacto con influencias meridionales procedentes del mundo argárico, propiciaría la adopción de tipos nuevos procedentes de una tradición metalúrgica distinta, como los puñales de remaches. El ejemplo más ilustrativo es el del depósito de Roufeiro (Nocelo da Pena, Sarreaus, Ourense), que desde los estudios de Harbison (1967) se interpreta como paradigmático de la yuxtaposición de dos tradiciones metalúrgicas distintas al final del bronce antiguo: la tradición campaniforme de cariz atlántico, representada por el puñal de lengüeta, y la tradición argárica de cariz meridional, representada por los puñales de remaches. Ya en el denominado bronce medio, se asistiría a la introducción de la aleación cobre-estaño, considerándose que su surgimiento se debe a estimulas de origen meridional como la presencia de pros-
pectores-mineros argáricos en el noroeste en busca de estaño (Sierra, 1976: 56). Las hachas tipo Barcelos (tipo definido por MacWhite), constituyen el tipo empleado por todos los autores como fósil director del período que convencionalmente se viene situando entre ca. 1600 e 1200 a. C. a partir de la desaparición de la metalurgia vinculada al fenómeno campaniforme. Suárez (1997: 28) ha propuesto para este momento el despegue de la metalurgia del bronce binario, interpretando la distribución de los hallazgos atribuidos al Bronce Medio, como resultado del poblamiento de zonas inmediatas a metalotectos estanníferos, entendiendo que este es un recurso crítico. Por último, en relación al destino social del metal, algunas de las últimas síntesis sobre la Prehistoria Gallega (Vázquez Varela, 1993; Bello y Peña, 1995; Fábregas y Ruiz-Gálvez, 1996) señalan ya que la llegada de la Metalurgia no supone una ruptura en los sistemas económicos y sociales, sino que los primeros objetos metálicos aparecen como productos de uso muy limitado, con un carácter más social que de verdadera renovación técnica.
2.
CATÁLOGO DE MATERIALES
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Penímula Ibérica
CARACTERÍSTICAS DEL CATÁLOGO
En este catálogo, nuestro o!?}eto de estudio son los objetos metálicos (o relativos al proceso metalúrgico), relacionados con la primera producción metálica de cobre y bronce, localizados en el ámbito espacial del noroeste, ya sean importados o de producción autóctona. Se incluyen las muestras de orfebrería (oro y plata) 1. Respecto al ámbito geogreifico, se circunscribe al de la Comunidad Autónoma Gallega, N. de Portugal (con límite sobre la línea del río Duero), Asturias, y eventualmente zonas limítrofes de la provincia de Zamora. El catálogo recoge la relación de materiales arqueológicos en forma de fichas resumidas. La ordenación topogreifica fue la elegida para la presentación catálogo, ordenado en doce Areas de Distribución. Con estas áreas tratamos de situar geográficamente las acumulaciones observadas en la distribución de los hallazgos, aunque no constituyen unidades con entidad propia, ni presentan rasgos geográficos homogéneos. Al inicio de cada Area de Distribución se presenta la relación de materiales arqueológicos incluídos, ordenados por provincias y municipios, con el nombre genérico y lugar, y el distrito y país en el caso de Portugal, además de la información cartogreifica. Cada ficha se inicia con el n° de catálogo y cuando el objeto está analizado, su riferencia dentro del Programa de Arqueometalurgia (PA). Esta referencia sirve además para identificar el objeto correspondiente en el listado de información analítica que se aporta en el Anexo al catálogo y también en las láminas. Los conjuntos van precedidos de una ficha de co1!Junto, y en cada ficha individual, cada objeto recibe el mismo número pero con distinta letra. A continuación se indica el nombre genérico} topónimo del lugary del municipio donde se localiza. Las dimensiones: Longitud máxima, Ancho máximo, Espesor máximo y Peso. En ocasiones se incluye el diámetro (d.). Debido a que en este catálogo se incluyen piezas cuyo paradero se desconoce, en algunas ocasiones es imposible aportar medida de ningún tipo. Seguidamente se recoge la referencia abreviada del depósito actual y la sigla cuando se conoce. La referencia se corresponde con un listado de depósitos ordenado alfabéticamente 2 .
La descripción resume las caractetlstlcas de cada pieza, haciendo hincapié en aquellas particularidades morfológicas genéricas en las que nos basaremos para su agrupación en tipos. Anexos a la descripción se recogen los datos sobre la conservaciónfísica y química del objeto, así como los indicios delproceso técnico, y posibles huellas de uso} especificándose sólo aquellas que se distinguen claramente. La información del halla:{go cuando se trata de un conjunto, se recoge en la ficha de conjunto, a no ser que uno de los objetos haya sufrido un proceso distinto al de los demás. En último lugar se recogen las riferencias bibliogreificas. Al contrario de lo que suele figuraren los catálogos, no hemos introducido un apartado cronológico para cada ficha, ya que además de contradecir los objetivos que nos planteamos, llevaría a incurrir en dataciones arbitrarias en base a criterios lineales de mejora tecnológica. Preferimos presuponer para todo el conjunto un ámbito cronológico amplio, entre el III milenio y la primera mitad del II a.e.
1.
2.
Esta catalogación había sido ya parcialmente realizada para los objetos localizados en la provincia de Pontevedra en nuestra memoria de licenciatura (Comendador, 1991), así como para los objetos de oro hasta época galaico-romana en Lugo y A Coruña en las memorias de licenciatura de Balseiro (1994) y Reboredo (1991) respectivamente, y los elementos de adorno en oro de las primeras fases de la metalurgia en la de Bóveda (1995). La tarea de catalogación de los objetos gallegos se completó parcialmente con una ayuda concedida en 1993 por la D.X.P.H. de la Xunta de Galicia, reuniendo entonces un total de 163 objetos. Este total ha sido ampliado en este trabajo con algunos nuevos elementos. BA- Museu Municipal de Baiao. CB- Cámara Municipal de Barcelos. CP- Colección particular. CH- Museu da Regiao Flaviense, Chaves. CN- Casa Cultura de Narón. DE- Paradero desconocido. DP- Depósito provisional, en estudio. DSMuseu Regional de Arqueología D. Diogo de Sousa, Braga. EO- Museu Etnológico do Douro Litoral Porto. GL- Museu dos
Sevi~os
Geológicos de Portugal, Lis-
boa. GS- Muso de Grandas de Salime. 10- Instituto de Antropología Prof. Mendes Correia, Faculdade de Ciencias, Porto. IR- Pieza irrecuperable, por destrucción. LB- Museu Nacional de Arqueología do Dr. Leite de Vasconcelos, Lisboa-Belem. LM- Leihgabe Mus., Kassel. MA- Arqueológico Nacional, Madrid. MB- Museu Abade de Bayal, Bragan~a. MC- Museo ArqueoJóxico e Histórico, "Castelo de San Antón" de A Coruña. MD- Museu da Terra de Miranda, Miranda do Douro. MEGabinete de Arqueología da Cámara de Esposende. MF- Museo Comarcal da Fonsagrada. MG- Museu Alberto Sampaio, Guimaraes. ML- Museo Provincial de Lugo. MM- Museu Municipal de Mogadouro. MO- Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense. MP- Museo Arq. Provincial de Pontevedra. MS- Museo de Santander. MV- Museo Municipal "Quiñones de León" de Vigo. OV- Museo Oviedo. PXMuseu Pio XII, Braga. SR- Museu Soares dos Reis, Porto. US- Colección de la Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Santiago. VC- Gabinete de Arqueología da Cámara de Vila do Conde.
N
w _J')"..}; 160
*
Mapa 1 Localización de los hallazgos en el noroeste de la Península Ibérica
y' S
Área de distribución 1 A CORUÑA, GALICIA. 001- Porto Roibo, Veiga de Porto Roibo, As Pontes. 002- Túmulo 240 de Veiga dos Mouros, Vilavella, As Pontes. 003- Vilavella, As Pontes. 004- Vilavella, As Pontes. 005- Vilavella, As Pontes. LUGO, GALICIA. 006- Provincia de Lugo. 007- Provincia de Lugo. OOS- Castro de Penarrubia, Orbazai, Lugo. 009- Gontán, Abadín. 010- Burela. 011- Roupar, Lousada, Xermade. 012- Castro de San Pedro de Buriz, Guitiriz. 013- Campo Mayor, Samarugo, Vilalba. 014- Dolmen de Lobán. Santiago de Samarugo, Vilalba. 015- Chao do Bordel. Samarugo, Lobán, Vilalba. 016- Sta. María de Carballido, Vilalba. Área de distribución 2 A CORUÑA, GALICIA. 017- Campo Grande, Meude. 01S- Castro de Donide, Maceda, Meude. 019- Meude. 020- Penacoba, Meude. 021- Nogueira, Sobrado. 022- Monte das Penas, Togues. 023- Pena Grande, Oleiros, Togues. 024- Monte dos Mouros, San Martiño de Oleiros, Togues. LUGO, GALICIA. 025- Antas de UHa. 026- San Mamed do Carballal, Palas de Rei. 027- Monterroso. PONTEVEDRA, GALICIA. 02S- Ferreiroa, Agolada. 029- Agolada. San Pedro de Ferreiroa, Agolada. 030- Cristimil, LaUn. 031- Monte das Cabras, Santiago do Castro, Lalin. 032- As Antas, San Estebo de Carboentes, Rodeiro. 033- O Castañal, San Miguel da Ponte, Smeda. 034- Túmulo 5 de Monte Oirós, Camballón, Vila de Cruces. 035- Túmulo 1 de Monte Oirós, Camballón, Vila de Cruces. Área de distribución 3 LUGO, GALICIA. 036- A Bastida, Mañente, Pantón. OURENSE, GALICIA. 037- Ourense? 03S- Ourense? 039- Monte Penama, Crimelas, Allariz. 040- Outeiro de Aspera, Aguís, Celanova. 041- Cista n° 3 de Chedeiro, A Pedrosa, Cualedro. 042- Pena Corneira, Lamas, Leiro. 043- lila de Pazos de Barxés, Muiños. 044- Roufeiro, Nocelo da Pena, Sarreaus. 045- Saceda, Sarreaus. PONTEVEDRA, GALICIA. 046- "Cabeiras, Arbo"? MINHO, DISTRITO DE BRAGA, PORTUGAL. 047- Bu~os, Cabeceiras do Basto. 04S- Cabeceiras do Basto. MINHO, DISTRITO DE VIANA, PORTUGAL. 049- Castro Laboreiro, Melga~o. 050- Castro Laboreiro, Melga~o. TRÁS.OS·MONTES OCCIDENTAL, DISTRITO DE VILA REAL. 051- Alto da Pedisgueira, Chaves. 052- Hacha de Barbadáes de Cima, Chaves. 053- Sao Louren~o, Eiras, Chaves. 054- Lama de Arcos, Chaves. 055- Vinha da Soutilha, Mairos, Chaves. 056- Pastoría, Redondelo, Chaves. 057- Fragáo da Pitorca, S. Antonio de Monforte, Chaves. 05S- Chaves. 059- Chaves. 060- Barroso, Montalegre. 061- Montalegre. 062· Alto dos Mouros, Salvador, Ribeira de Pena.
Área de distribución 4 A CORUÑA, GALICIA. 063· Carnota. Agra de Duran, Pedra Marrada, Carnota. 064· Fisterra. Cercanías Praia Langosteira, Fisterra. 065· Cambre, Aviño, Malpica de Bergantiños. 066· Castro Nemenzo, Leoilo, Malpica de Bergantiños. 067· Taraio. Chousa da Casa VeHa, Taraio, Cergueda, Malpica. 068- M·2 de Parxubeira, San Fins de Eirón, Mazaricos. 069- M· 4 de Parxubeira, San Fins de Eirón, Mazaricos. 070- Boel, Serra de Outes. 071· Cícere, Santa Comba. 072- Santa Comba. 073- Portomouro o Santiago. 074- Vilaseco, Castrelo, Vimianzo. 075- Provincia de la Coruña? Área de distribución 5 A CORUÑA, GALICIA. 076· Cháos de Barbanza, Boiro. 077· Leiro. Revolada da Cana, Monte Lioira, Leiro, Rianxo. PONTEVEDRA, GALICIA. 07S- Provincia de Pontevedra. 079- Provincia de Pontevedra. OSO- Cela, Bueu. 081- As Silgadas, Caldas de Reis. 082- Gandón, Aldán, Cangas. 083- Lavapes, San Andrés de Hío, Cangas. 084- Liméns, San Andrés de Hío, Cangas. 085- Mesa de Montes, Cangas. 086- O Fixón, Viñó, San Andrés de Hio, Cangas. 087- O FixónCosta da Seixeira, Viñó, Hío, Cangas. 088- San Xurxo de Sacos, Cotobade. 089- San Xurxo de Sacos, Cotobade. 090· "Gondomar"? 091· Monte do Castro, Dena, Meaño. 092· "Lérez", Pontevedra. 093· Mourente, Pontevedra. 094· Atios, Santa Eulalia de Tunes, Porriño. 095· Marxión, Vilagarcia de Arousa. 096- Islote de Guidoiro Areoso, IIIa de Arousa. Área de distribución 6 DOURO LITORAL, DISTRITO DE PORTO, PORTUGAL 097· Citania de Sanfins, Pa~os de Ferreira. 09S- Ronfe, Lousada. 099· Ronfe, Lousada. 100- Bou~a dos Corgos, Bougado, Santo Tirso. 101· Bougado, Santo Tirso. 102- Monte Cordova, Santo Tirso. 103- Vilar, Vila Chá, Vila do Conde. MINHO, DISTRITO DE BRAGA, PORTUGAL. 104- Chá de Arefe, Durráes, Barcelos. 105- Goiós, Barcelos. 106- Sáo Bento de Balugaes, Sáo Martinho, Barcelos. 107- Segueade. Lugar da Mata, Segueade, Barcelos. 108- Castro das Caldas, Braga. 109· Braga. 110- S. Bartolomeu do Mar, Cova da Bou~a, Esposende. 111- Monte da Cerca, Vila Chá, Esposende. 112- Penha, Costa, Guimaráes. 113· Gominhaes. Sáo Torcato de Gominháes, Guimaráes. 114- Mesao Frio, Guimaráes. 115- Guimaráes. 116· Guimaráes. 117- Guimaráes. 11S· Terras de Bouro. MINHO, DISTRITO DE VIANA, PORTUGAL. 119- Arcos de Valdevez. 120- Arcos de Valdevez. 121- Ponte da Barca. 122- Vilar. Vilar do Monte, Pome de Lima. 123- Túmulo de Chafé, Lordelo, Viana. 124- Quinta da Agua Branca, Sta. M' de Lobelhe, Viana. 125- Vila Nova da Cerveira, Viana. 126- Vila Nova da Cerveira, Viana. Área de distribución 7 BElRA ALTA, DISTRITO DE VISEU, PORTUGAL. 127- Cháo do Brinco, Serra de Montemuro, Cinfáes.
BElRA LITORAL, DISTRITO DE AVEIRO, PORTUGAL. 128- Carvalho Mau, S. Pedro do Parajso, Castelo de Paiva. DOURO LITORAL, DISTRITO DE PORTO, PORTUGAL. 129- Mina do Simáo, Amarante. 130- Chá de Carvalhal, Aboboreira, Baiáo. de Carvalhal. 131- Chá de Arcas, Loivos do Monte, Baiáo. 132- Meninas do Crasto 4, Aboboreira, Baiáo. 133- Espiral de Outeiro de Gregos 1, Aboboreira, Baiáo. Ára de distribución 8 TRAS-OS-MONTES ORIENTAL, DISTRITO DE BRAGAN<;:A, PORTUGAL. 134- Carrapatas, Macedo de Cavaleiros. 135- Lagares, Grijó, Macedo de Cavaleiros. 136- Serra de Bornes o Vale Benfeito, Macedo de Cavaleiros. 137- Abreiro, Mirandela. 138- Buraco da Pala, Passos, Mirandela. 139- Crasto de Palheiros, Mur~a. 140- Hacha de Serra de Alijó. 141- Cerca de Ribas o dos Mouros, Ribas, Algeriz, Valpa~os. Área de distribución 9 BEIRA ALTA, DISTRITO DE GUARDA, PORTUGAL. 142- Castelo Velho, Freixo de Numao, Vila Nova de Foz Coa. 143- Numao, Vila Nova de Foz Coa. TRAS-OS-MONTES ORIENTAL, DISTRITO DE BRAGAN<;:A, PORTUGAL. 144- Castelo de Rebordaos, Bragan~a. 145- Valvao, Bragan~a. 146· Distrito de Bragan~a. 147- Distrito de Bragan~a. 14S- Distrito de Bragan~a. 149- Distrito de Bragan~a. 150- Miranda do Douro. 151- S. Joao de Arribas, Aldeia Nova, Miranda do Douro. 152- Gruta dos Ferreiros, Silva, Miranda do Douro. 153- Bemposta (Mogadouro) o Argozelo (Vimioso). 154· Bemposta (Mogadouro) o Argozelo (Vimioso). 155- Cunho, Peredo da Bemposta, Mogadouro. 156- Meixede o Meirede, Urrós, Mogadouro. 15S- Lousa 6' SOlito), Torre de Moncorvo. 15S- Alto das Pereiras, Vimioso. 159- Vimioso. CASTILLA-LEON, ZAMORA, ESPAÑA. 160- El Arribanzo, Fariza, Sayago. Área de distribución 10 LUGO, GALICIA. 161- Cháo de Cótara, Montes de Vilamaior, A Fonsagrada. 162- San Xurxo de Piguin, Ribeira de Piguín.
ASTURIAS. 163· Las L1aguas, Sierra de Penouta, Boal. 164· Sarzol, Eilao. 165- "Casa de Mon", Escanlares, Grandas de Salime. 166· Cangas del Narcea. Área de distribución 11 ASTURIAS 167- Puertu de Gumial, Ayer. 16S- Cueva de Cubia (o de Palacio), Grau. 169- Villoria, L1aviana. 170- Collado de Cullucaba, La Cobertoria, L1ena-Quirós. 171- Collado de Los Fitos, La Cobertoria, L1ena-Quirós. 172- La Collá Cimera, La Cobertoria, L1ena-Quirós. 173- La Mata'l Casare, La Cobertoria, L1ena-Quirós. 174- Penubiña. 175- Mieres. 176- Mina del Aramo, Llamo, Riosa. Área de distribución 12 ASTURIAS 177- Cueva del Cuélebre, Corao, Cangues d'Onís. 17S- Sta. Cruz, Capilla de Sta. Cruz, Cangues d'Onís. 179- Llano del Con, Cangues d'Onís. 180- Mina del Milagro, Valdelamosa, Cangues d'Onís. lSl- Cabrales, Asiegu. 182- Cueva del Bufón, Puertas de Vjdiago, L1anes. 183- Gamoneu, Bobia, Onís.
Mapa 2 Área de distribución 1 Localización de los hallazgos
Área de distribución 1 A CORUÑA, GALICIA. 001- Cuña de Porto Roibo, Veiga de Porto Roibo, As Pontes. 002- Conjunto del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros, Vilavella, As Pontes. 002a- Diadema del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 002b- Palmela 1 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 002c- Palmela 2 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 002d- Palmela 3 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 002e- Palmela 4 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 002f- Puñal del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros. 003- Cabeza de hacha plana de un túmulo de Vilavella, As Pontes. 004- Fragmentos de puntas Palmela de Vilavella, As Pontes. 005- Punta Palmela de un túmulo de Vilavella, As Pontes.
LUGO, GALICIA. 006- Hacha 1, Provincia de Lugo. 007- Hacha 2, Provincia de Lugo. 008- Hacha del castro de Penarrubia, Orbazai, Lugo. 009- Hacha de Gontán, Abadín. 01 0- Punta Palmela de Burela. 011- Espiral y fragmentos amorfos de un túmulo de Roupar, Lousada, Xermade. 012- Cincel del castro de San Pedro de Buriz, Guitiriz. 013- Conjunto de 2 puntas Palmela de Samarugo. Campo Mayor, Samarugo, Vilalba. 013a- Punta tipo Palmela 1 de Samarugo. 013b- Punta tipo Palmela 2 de Samarugo. 014- Hacha del dolmen de Lobán. Santiago de Samarugo, Lobán, Vilalba. 015- Molde para hachas planas de Samarugo. Santiago de Samarugo, Lobán, Vilalba. 016- Hacha de Carballido. Sta. María de Carballido, Vilalba.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
1. Cuña de Porto Roibo VEIGA DE PORTO Romo, As PONTES, A CORUÑA DE "Cuña de cobre de media cuarta de largo según Maciñeira (1943). Podría proceder del túmulo 213 de Porto Roibo, uno de los mayores de la comarca ortegalesa con 29 metros de diámetro, cuya excavación inició Maciñeira, poniendo al descubierto 50 cm de la extremidad de un gran soporte (que hasta el suelo natural podría tener otro metro y medio), con abundantes residuos de combustión a su alrededor. Tras esta intervención, que fue interrumpida por una copiosa lluvia, "la cuña" fue hallada al pie mismo del monumento al arar los vecinos las tierras circundantes. 11
quetas que hoy llevan corresponde a la asignada dentro de la colección de la Iglesia. Actualmente se exponen en Decanato de la Facultad de Geografía e Historia, a excepción de una de las puntas, separada del conjunto y que actualmente está depositada en el Museo de Santander. En su lugar figura otra que, tras las indagaciones realizadas, resulta ser de Vilalba. El resto del conjunto, a excepción de la diadema y la punta referida, fue analizado dentro del Proyecto de Arqueometalurgia. IGLESIA, 1908; OBERMAIER, 1923: 12; MACIÑEIRA, 1943: 12; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 25-26.; ID, 1931: 20 (Op.cit); LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 52; MACIÑEIRA, 1941: 358, 365; ID, 1947: 28-29; MONTEAGUDO, 1943: 292-293; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 8; HARBISON, 1967: 107; SUAREZ, 1990; COMENDADOR, 1995: 125.
MACIÑEIRA, 1943: 15-16; MONTEAGUDO, 1977: nO 309.
2. Conjunto del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros VEIGA DOS MOUROS, VILAVELLA, As PONTES, A CORUÑA US C01!Junto de un puñal de lengüeta, una diadema lisa de oro y cuatro puntas de tipo Palmela. Localizado por Santiago de la Iglesia al desmontar un túmulo en la llanura de Vilavella, identificado por Maciñeira como el 240 de Veiga dos Mauros (según su catalogación). El túmulo no medía ni un metro de altura, estaba desprovisto de cámara y formado de tierra (Iglesia, 1908: 64), aunque Maciñeira lo describe con una coraza de pequeños pedruscos. Maciñeira indica que Santiago de la Iglesia descubrió cinco saetas de cobre. Esta confusión en el número de las puntas, puede ser debida, como refiere, a que Santiago de la Iglesia no apuntaba que cosas pertenecían a cada túmulo, y cuando redactó el Catálogo de su colección para el Almanaque Ferrolano de 1908, embrolló las notas. Sin embargo, aunque el texto es ambiguo, de la Iglesia deja claro que se trata de cuatro puntas de flecha y un puñal. Parte del ajuar localizado en las mámoas de As Pontes pasó a poder de Maciñeira y el resto a la Universidad de Santiago, por donación de su descubridor, Sr. de la Iglesia. La enumeración de eti-
2a. Diadema del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros 345 x 32 x 1 mm; 20 g.; US Cinta de lámina de oro rectangular, más estrecha hacia los extremos, redondeados, y carente de decoración. En el extremo conservado presenta dos perforaciones y otra en el extremo roto. Múltiples abolladuras, cortes y rascazos del postproceso. Lámina obtenida por batido. Bordes recortados. Agujeros por presión de adentro a afuera. Analizada por Hartmann con el n° 2979. REBOREDO, 1991; PINGEL, 1992: n° 70; BOVEDA, 1995
2b. Palmela 1 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros 60 x 20 mm; MS S.I.19 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo truncado (Según foto). COMUNICo PERS. DIRK BRANDHERM (UNIV FRIBURG).
2e. (PA6372). Palmela 2 del Túmulo 240 de Veiga dos Mouros 64 x 27 x 2,5 mm; 16,9 g.; US S.I.17 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo aguzado. Pérdida de metal en todo el contorno. Deterioro posterior a su hallazgo (abrasión, extracciones, etc). Sobre una pátina estable, puntos de corrosión más activa, especialmente por una de las caras. Filo con bisel doble. Desgaste asimétrico. Probable reavivado del filo.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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2d. (PA6381). Palmela 3 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros 66 x 26 x 3 mm; 13,1 g.; US S.I.20 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. Corrosión avanzada. Doble bisel. Desgaste asimétrico.
2a. Diadema del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros
2b. Palmela 1 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros
2e. Palmela 2 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros
2d. Palmela 3 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros
2e. (PA6382). Palmela 4 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros 66 x 21 x 2 mm; 9,7 g.; US S.I.21 Punta de flecha de base simple apuntada rectiJinea. Pérdida de metal acusada en todo el contorno, faltando gran parte de la hoja, pedúnculo y punta. Corrosión avanzada que afecta a gran parte de la superficie. Desgaste asimétrico. Probable reavivado del ftlo. 2f. (PA6380). Puñal del conjuto de Veiga dos Mauros 141 x 40 x 3 mm; 55,3 g.; US S.I.18 Puñal de lengüeta simple trapecial de lados ligeramente cóncavos. Está incompleto, ya que le falta parte del extremo proximal de la hoja, así como fragmentos de la lengüeta, que aparece casi triangular. Presenta una marcada meseta central conseguida por el tratamiento biselado de los ftlos. El deterioro y la avanzada corrosión afecta a toda la superficie, especialmente al contorno perimetral. 3. Cabeza de hacha plana de un túmulo? VILAVELLA, As PONTES DE ((Cabeza de un hacha plana) quepresenta dos singulares escotaduras laterales) quiZás para facilitar el enmangueJ~ según Bouza Brryy Cuevillas. Bauza Brey y Lopez Cuevillas recogen de Santiago de la Iglesia que procede de un túmulo abierto por un labrador. Sin embargo, revisado el texto de este autor, sólo figura como procedente de un túmulo un hacha de piedra. IGLESIA, 1908; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 2526; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 8 (Recoge la misma cita).
2e. Palmela 4 del Túmulo 240 de Veiga dos Mauros
2f. Puñal del conjunto de Veiga dos Mauros
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BEATRIZ COMENDADOR REY
4. Fragmentos de puntas Palmela VILAVELLA, As PONTES
DE S.I.25 (Van'os fragmentos de flechas de cobre puro) idénticas a las anteriores)) (puntas tipo Palmela)) según Iglesia. Halladas por D. Santiago de la Iglesia en su exploraciones en un túmulo pequeño, de no más de un metro de altura y sólo de tierra. Aparecieron en su base entre gran cantidad de carbón. Perteneció a su colección. IGLESIA, 1908: 64; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 26
5. Punta Palmela de un túmulo VILAVELLA, As PONTES
DE S.I.23 (Punta de flecha tzpo Palmela sin extremidadesJ~ según Iglesia. Localizada por Santiago de la Iglesia en sus exploraciones en un túmulo pequeño y sin piedras en su masa contiguo a los anteriores. Perteneció a su colección. IGLESIA, 1908: 64; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 26
6. (PA6377). Hacha 1 PROVINCIA DE LUGO
135 x 54 x 12,5 mm; 536 g.; ML Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos. Buena conservación general. Las esquinas delfilo están aplastadas hacia adentro. Puntos de corrosión. Presenta marcas enforma de (~otaJ1 en una cara) eincisiones oblícuas paralelas en un latera~ cerca del talón. Esta pieza está expuesta en el Museo de Lugo con una etiqueta en la que figura "Procedencia Samarugo". Sin embargo, según la clasificación de Monteagudo, esta no es la pieza n° 288, que procede de Samarugo, sino la n° 289, que procede de Lugo. MONTEAGUDO, 1977: n° 289.
7. (PA6370). Hacha 2 PROVINCIA DE LUGO
109 x 42 x 6,5 mm; 137 g.; ML Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados cóncavos. Filo ligeramente desarrollado. Buena conservación genera~ a excepción de una grieta que la atraviesa perpendicularmente. Puntos de corrosión activa. Superficie de fundición apenas regularizada.
Lleva una etiqueta en la que figura " ...Donativo de D. José Campos. Lugo/ 1150...". MONTEAGUDO, 1977: n° 443.
8. Hacha del Castro de Penarrubia ORBAZAI, LUGO
101 x 49 x 12 mm; CP Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos (según dib11Jo)' Supuestamente localizada en el Castro de Penarrubia, a las afueras de la ciudad de Lugo. Según Monteagudo pertenece a la colección particular de J. Darriba de Orbazai, pueblo a 3 km de Lugo capital. MONTEAGUDO, 1977: n° 288A.
9. Hacha de Gontán GONTÁN, ABADÍN
150 x 50 x 27 mm; 460 g.; MA Hacha plana de talón convexo) perfil trapecialy lados rectos (según dib11Jo)' La versión de Villaamil refiere que fue localizada hacia Enero de 1871 por Domingo Seijo, en el lugar de Gontán de Arriba, feligresía de Galgao, del ayuntamiento de Abadín, al lado de la carretera Villalba-Mondoñedo (Km 19), en un lugar de donde se había extraido hierro, así como mármoles (beneficiados por la Sociedad la Verdad). Perteneció a la colección personal de Villaamil (n° 28), cuyas piezas estuvieron en la Exposición de Santiago de 1885. En 1887, en la Memoria para la Creación de un Museo Arqueológico en la Ciudad de Santiago, Villaamil la incluye en el apartado de objetos hallados en castros, aunque este dato no figuraba en ninguna de las referencias anteriores. Finalmente la depositó en el Museo de la Sociedad de Amigos del Pais de Santiago, junto a otros objetos, con intención de que pasasen al Museo Arqueológico que pensaba crearse en esta ciudad. Posteriormente, parece que pasó al Museo Arqueológico Nacional, aunque no la localizamos allí. Fue analizada en los S.A.M. con el n° 2202. VILLAAMIL, 1875a: 61; ID, 1875b: 495; ID, 1887: 46; ID, 1906-1907: 161 (con foto nO 11); LOPEZ CUEVILLAS y BOUZA BREY, 1929: 29; JUNGHANS ET ALU, 1968: n° 2202; MONTEAGUDO, 1977:
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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10. (PA7562). Punta Palme1a BURELA, LUGO
6. Hacha 1. Provincia de Lugo
76 x 19 x 1,5 mm; 5,18 g.; eN Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. La sección es aplanada y no lenticular. Está doblada hacia un lado en la base) donde presenta además un corte. Sobre una pátina de óxidos) sólo presenta una mínima corrosión o sucieda~ sin cloruros. Hqja mt!)! fina (OS) y pedúnculo de sección rectangular. Filos sin biselar.
11. Espiral y fragmentos del túmulo de Roupar LOUSADA, XERMADE
7. Hacha 2. Provincia de Lugo
8. Hacha del Castro de Penarrubia
9. Hacha de Gontán
10. Punta Palmela. Burela
DE (: .. Of¿jeto espiraliforme de color verdoso) probablemente de cobre o bronce... '~ asociado a fragmentos de metal verdoso indefinidos) según Criado et alii (1981: 457). Apareció en el transcurso de una intervención poco rigurosa de un túmulo reiteradamente violado (13,8 m. d. x 1,60 m.). En su parte central aparecieron piedras de pequeño tamaño en aparente desorden con una laja de mayores dimensiones (2 x 0,80 m). Bajo el túmulo se definió un pequeño agujero delimitado por dos piedras paralelas pequeñas, donde aparecieron fragmentos de campaniforme. Los restos metálicos aparecieron dispersos en diversos puntos de la zona excavada. La intervención proporcionó veinte fragmentos de cerámica campaniforme, pertenecientes a tres recipientes diferentes: un vaso de estilo internacional, una cazuela decorada con puntillado geométrico y un cacharro achatado también puntillado. En otros puntos de la excavación aparecieron varios fragmentos de cerámica de tradición megalítica, tosca, y sin decorar, así como un hacha pulimentada, de forma trapezoidal y sección subrectangular. En 1981 se da por perdida tanto la espiral, como los fragmentos indefinidos, y sólo se tiene de ellos una vaga referencia proporcionada por un testigo ocular. El resto de los materiales se depositaron en el Departamento de Historia 1 de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago. CRIADO yVAZQUEZ, 1982: 28, 65; CRIADO ET ALU, 1981.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
12. (PA6376) Cincel del Castro de San Pedro de Buriz
13b. (PA6375) Punta Palmela 2
GUITIRIZ
13. Conjunto de puntas Palmela
90 x 25 x 4 mm; 21,86 g.; US 17 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. Buena c011Servación genera~ aunque con filos perdidos. Pátina estable de óxidos con diminutos puntos de corrosión más activa. Doble bisel sólo por una cara. Desgaste asimétrico y mqyorpor una cara que por otra) con reavivado de los filos. Hasta la actualidad, por diversas confusiones, esta punta se ha venido considerando como una de las pertenecientes al ajuar originario del túmulo 240 de Vilavella. Sin embargo, por la descripción que proporciona Santiago de la Iglesia y otros datos, hemos establecido que en realidad se trata de una de las dos puntas halladas en Vilalba, que tal y como expone este autor fueron adquiridas por el Sr. Mato, pasando una de ellas a la colección de Villaamil (la anterior) y otra a la suya propia.
CAMPO MAIOR, SAMARUGO, VILALBA
IGLESIA, 1908: 63.
115 x 46 x 10 mm; 135,8 g.; US Cincel de talón cóncavo) petfil trapecial y lados cóncavos. Buena conservación general. Deterioro posterior a su haIla~o (extracciones) pulidos) adhesivos) etc). Corrosión activa que eifecta a las partes más irregulares. La cantidad de metal en la colada fue insuficiente) como muestran algunas zonas deprimidas. Desgaste asimétrico delfilo. Fue encontrado por Santiago de la Iglesia en una visita al castro de San Pedro de Buriz en 1897, quien posteriormente la donó a la Universidad de Santiago. IGLESIA, 1908: 63; BOUZA BREY, 1926: 191; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUEVILLAS, 1925: 101; ID., 1933: 52; ID., 1955: 15; MONTEAGUDO, 1977: n° 138.
DE-US. Dos puntas de tipo Palmela. Localizadas (una o las dos) al pié de una piedra "abaladoira" (oscilante) (Iglesia, 1908). Ambas fueron compradas por el señor Mato, que adquirió dos con el mismo número de catálogo. Una pasó a la colección de Villaamil y Castro, y otra a la de Santiago de la Iglesia. En una lámina publicada por Villaamil con fotografías de objetos pertenecientes a su colección, figura con el n° 7 "una punta tipo Palmela (de bronce) de la comarca de Villalba...". Cuevillas (1925) no sabemos si confundido, cita una sóla punta procedente de Villalba, pero no de este lugar. Vazquez Seijas (1947, 1953) recoge de nuevo dos puntas procedentes de Samarugo, encontradas al pie de una piedra "abaladoira".
CAMPO MAIOR, SAMARUGO, VILALBA
14. (PA6378) Hacha del Dolmen de Lobán SANTIAGO DE SAMARUGO, LOBÁN, VILALBA
146 x 56 x 13 mm; 635,6 g.; DE Hacha plana de talón truncado) petfil rectangulary lados rectos. Buena conservación genera~ aunque con pérdida de metal. Avanzada corrosión. Supe1ftcie de fundición apenas regularizada. Obermaier refiere que fue encontrada en un túmulo del lugar de Lobán, y que la posee D. Angel del Castillo. Pérez y Parga, amplían la noticia, indicando que la encontró en Septiembre de 1916, en un túmulo dolménico. No está claro si la localizó directamente, o si la localizaron paisanos que después se la entregaron, como sugiere la versión de Bauza Brey y Lopez Cuevillas (1929). Analizada en los S.A.M. con el n° 7561.
VILLAAMIL, 1906-1907: 161 (con foto) ; IGLESIA, 1908: 63; LO-
OBERMAIER, 1923: 11; PEREZ y PARGA, 1924: 23 (Dibujo);
PEZ CUEVILLAS, 1925: 102; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVI-
BOUZA BREY, 1926: 190; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS,
LLAS, 1929: 28; LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 53; ID, 1955: 16; VAZ-
1929: 26; ID., 1955: 1011; ID. 1947: 27; VAZQUEZ SEIJAS, 1947:
QUEZ SEIJAS, 1947: 350; ID., 1953: 211.
350; JUNGHANS ET ALU, 1968: nO 7561; MONTEAGUDO, 1977:
13a. Punta Palmela 1 CAMPO MAIOR, SAMARUGO, VILALBA
100 x 26 mm. aprox.; DE Punta de tipo Palmela (según foto).
Los inicios ele la metalurgia en e/noroeste ele la Península Ibérica
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15. Molde para hachas planas de Samarugo CHAO DO BORDEL, SANTIAGO DE SAMARUGO, LOBÁN, VILALBA
12. Cincel del Castro de San Pedro de Buriz
13a. Punta Palmela 1. Campo Maiar. Samarugo, Vilalba
110 x 32 x 5 mm; ML Bloque de piedra) posiblemente esteatita) de aspecto poroso) con un hueco para fundición de hachas planas. Parte supen'or regularizada y pulida) con el hueco de moldeo bien acabado. El bebedero se situa directamente en el borde. Carece de posibles surcos de desgaseo opara s!!iección de una tapa. Manchas oscuras) posible ifecto de fuego. Según Monteagudo, apareció a 350 m. del dolmen Capela dos Mauros (Lobán, Samarugo). Vazquez Seijas lo describe como un gran anta de corredor corto diferenciado en alzado, situada en la parte meridional del pico Monseiván. Según Cuevillas " ...anta poligonal de tendencia circular, provista de corredor corto.. .". VAZQUEZ SEIJAS, 1953: 211; MONTEAGUDO, 1977: n° 67; POMBO y VAZQUEZ, 1995: 60.
13b. Punta Palmela 2. Campo Maior. Samarugo, Vilalba
14. Hacha del Dolmen de Lobán
16. (PA6371) Hacha de Carballido a SANTA M DE CARBALLIDO, VILALBA 116 x 33 mm; 235,5 g.; US Hacha plana de talón truncado) peifil trapecialy lados rectos. Buena conservación general. Deten'oro posten'or a su halla:<go (extracciones) adhesivos) etc). Pátina de corrosión activa. Supeificie de fundición sin apenas regulan·zar. Filo regular. Dos incisiones en lateral del talón. Recogida en el castro de Santa M a de Carballido. Fue adquirida por el Sr. Mato que se la cedió a Santiago de la Iglesia. Este último la donó a la Universidad de Santiago. IGLESIA, 1908: 63; CASTILLO, 1908: 16; BOUZA BREY, 1926: 191; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 52; ID., 1955: 15; VAZQUEZ SEIJAS, 1947: 351; MONTEAGUDO, 1977: nO 68; POMBO yVAZQUEZ, 1990.
15. Molde para hachas planas de Samarugo
16. Hacha de Carballido
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Mapa 3 Área de distribución 2 Localización de los hallazgos
160
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Área de distribución 2 ACORUÑA, GALICIA. 017- Espada o alabarda de Campo Grande, Melide. 018- Hacha del castro de Donide, Maceda, Melide. 019- Hacha de Melide. 020- "Espada" de Penacoba, Melide. 021- Cincel de Nogueira, Sobrado. 022- Puñal del Monte das Penas, Toques. 023- Punta Palmela de Pena Grande, Oleiros, Toques. 024- Conjunto de Monte dos Mouros, San Martiño de Oleiros, Toques. 024a- "Gargantilla" de tiras 1 de Monte dos Mouros. 024b- "Gargantilla" de tiras 2 de Monte dos Mouros. LUGO, GALICIA. 025- Aro y cadenas de espirales de Antas de Ulla. 026- Hacha de San Mamed do Carballal, Palas de Rei. 027- Hacha de Monterroso. PONTEVEDRA, GALICIA. 028- Hacha de Ferreiroa, Agolada. 029- Conjunto de Agolada. San Pedro de Ferreiroa, Agolada. 029a- Aro 1 del conjunto de Agolada. 029b- Aro 2 del conjunto de Agolada. 029c- "Gargantilla" de tiras del conjunto de Agolada. 030- Hacha de Cristimil, Latin. 031- Conjunto de Monte das Cabras, Santiago do Castro, Latin. 031a- Punta Palmela 1 del conjunto de Monte das Cabras. 031 b- Punta Palmela 2 del conjunto de Monte das Cabras. 031c- Punta Palmela 3 del conjunto de Monte das Cabras. 031d- Puñal del conjunto de Monte das Cabras. 032- Puñal de la cista de As Antas, San Estebo de Carboentes, Rodeiro. 033- Hacha de O Castañal, San Miguel da Ponte, Silleda. 034- Chapitas del Túmulo 5 de Monte Oirós, Marco do Camballón, Vila de Cruces. 035- Lámina del Túmulo 1 de Monte Oirós, Marco do Camballón, Vila de Cruces.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
17. Espada o alabarda de Campo Grande CAMPO GRANDE, MELIDE
DE Según Alvarez Carballido ((lanza de bronce J~ aunque López Cuevillas (1955: 11) interpreta que se refiere a una espada o una alabarda. Procede de un túmulo sin otras referencias. "En este pueblo, pocos años hace, se halló una lanza de cobre y a su lado un pie petrificado, al deshacer una mámoa en el Campo Grande" (Alvarez Carballido, 1907: 199). El mismo autor la considera ya entonces perdida. ALVAREZ CARBALLIDO, 1907; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 26; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 11.
rrollado. Deterioro general. Talón incompletoy golpes en las aristas que deifiguran el contorno. Pátina de óxidos aparentemente estable. Fundido y fot:jado con leve recocido. La ficha de esta pieza en el Museo de A Coruña, refiere que formaba parte de un escondrijo, supuestamente el depósito de Campos. Sin embargo pensamos que no pertenece a este conjunto (López Cuevillas, 1955: 15), sino que es un hallazgo aislado, protagonizado por un paisano, que en 1933, cuando Cuevillas la referencia, la tenía en su poder. Perteneció a la colección Alvarez Carballido, y fue adquirida al anticuario Venecia. Comprada a la Fundación Barrié que la regala al Museo de A Coruña, donde se deposita en el año 1974. BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUEVI-
18. Hacha del Castro de Donide
LLAS, 1933: 49, 52 (fig. 5,2); ID., 1955: 15; MONTEAGUDO, 1977:
MACEDA, MELIDE
nO 428
DE Hacha plana. Supuestamente encontrada en el castro de Marrás o en el de Donide. Perteneció a D. Alfredo Alvarez, que la regaló a D. Eduardo González García, de Madrid. LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 48, 52; ID., 1955: 15; MONTEAGUDO, 1977: nO 78A.
19. Hacha de Melide 130 x 48 x 12,5 mm; CP Hacha plana de talón truncado peifil trapecialy lados rectos (según dibujo). MONTEAGUDO, 1977: nO 308.
22. (PA6373) Puñal del Monte das Penas TOQUES
225,5 x 36 x 2,5 mm; 86,62 g.; DP Puñal de base en lengüeta simple. Conserva partes del bisel de filo) que se une para rematar en un semicírculo cerca de la punta. La pérdida de metal afecta especialmente al contorno de la hqja y a la lengüeta) pseudotrapecial (casi triangular) de lados apuntados ligeramente cóncavos. Pátina estabilizada) con puntos donde aparece brillo metálico. Apareció al pie de un abrigo rocoso (PA186) durante un sondeo en una de las campañas del Proyecto Bocelo-Furelos. No había otros materiales asociados. Analizado y estabilizado. CRIADO ET ALII, 1991: 17; COMENDADOR, 1995b: 123
20. "Espada" de Penacoba MELIDE
23. Punta Palmela de Pena Grande
DE Espada de bronce? Según Alvarez Carballido procede de la demolición del dolmen o anta de Penacoba. Ya por entonces la da por perdida.
OLEIROS, TOQUES
ALVAREZ CARBALLIDO, 1907: 199; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 27; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 11.
21. (PA6697) Cincel de Nogueira SOBRADO
112 x 32 x 8 mm; 124,77 g.; MC Cincelplano de talón supuestamente truncado (pues está roto)) peifil trapecialy lados convexos. Filo ligeramente desa-
100 x 21 mm.; DE Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado (según dibtg·o). Cuevillas (1995: 16) senclia que su forma es más alargada que de ordinario. Se halló en la denominada Pena Grande, roca que López Cuevillas (1933, 1955: 16) consideraba que podía haber sido objeto de culto. Fue localizada en el interior de una cueva conformada por una brecha entre dos rocas, por un niño pequeño que dijo encontrarla prendida por un alambre que se amarraba con dos anillos a dos clavos (clavos, pliegues?), en la pared vertical de la roca en la que es-
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Pmínsula Ibérica
19. Hacba de Melide
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taba encajada, dentro de una "casiña" labrada en la propia roca. Por la descripción de López Cuevillas (1933: 50), se trata de un recinto fortificado localizado en una plataforma delimitada por dos paredes rocosas y por un curioso dispositivo de muralla, parapetos y foso de gran envergadura en la parte más desprotegida. La punta pasó a manos de D. Alfredo Alvarez, de Melide, en donde la estudió Cuevillas. LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 49-51, 53 (fig. 3); ID., 1955: 16,27,
24. Conjunto de Monte dos Mauros SAN MARTIÑO DE OLEIROS, TOQUES
ML 21. Cincel de Nogueira
22. Puñal del Monte das Penas
23. Punta Palmela de Pena Grande
Co1!Junto tradicionalmente descn'to como compuesto de dos (~argantillas)) de tiras y una (jJulserita)). Sin embargo) la versión más antigua sobre el halla~o de estos ol:jetos (Barreiro) 1888: 33-35) alude sólo a la adquisición de (~os diademas de oro)) además de jqjas metálicas de colorpálido.. :y diademas y cinturones de oro y otros oljetos célticos)). Balsa (1912: 7-8)) al describir los oljetos de la colección Blanco Cicerón) rifiere que tiene como dato de gran interés que la pulsen'ta apareció con las láminas) en el mismo sitio) información posiblemente errónea que recoge de Villaamil (1906). Además denomina a las gargantillas ((brazaletes)) creando así más t'onfusión. Asombrosamente) Cuevillas (1925) rifiere (: ..Polas razós de orde tipológico que logo imos espoñe1) temos que engadir a este material (se rifiere al procedente de mámoas) as catro joias que apareceron no Monte dos Mouros) e das que falaron primeiro D. Bernardo Barreiro e despois o Sr. Villaami~ tirándose do que din estes dous arqueólogos) que as catro joias foron alcontradas juntas e adequiridas en duas veces polo Sr. Blanco Cicerón... )). Es posible que otras fuentes lleven a Cuevillas a añadir una jqya más al corgunto (supuestamente de dos o trespiezas)) e incluso le informen sobre la compra en dos veces del co1!Junto) pero lo que desde luego es seguro) es que no puede obtener esta itiformación de los autores que ha citado) o al menos de sus publicaciones) pues en ninguna se mencionan estos hechos. Ya en 1929) Junto a Bouza Brry) Cuevillas vuelve a citar el co1!Junto) y esta vez aluden sólo a tres jqyas. Cuevillas (1933) culpa a Villaamil de confundirle) publicando como parte del corgunto a un brazalete gallonado) que en realidad apareció a varios kilómetros de este monte. Monteagudo (1953) advierte que el corgunto está malpublicado por Villaamily Balsa) aunque no aclara la razón. Tanto por la confusión histon'ogreifica) como por otros
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BEATRIZ CmvfENDADüR REY
aspectos tecnológicos) creemos que es prudente considerar la ptdserita no perteneciente al mismo cOI'!Junto. El conjunto fue localizado en 1887 al roturar un terreno. Barreiro especula sobre su posible procedencia de un túmulo, hipótesis no descartable por el carácter funerario de estas piezas. Sin embargo, según la descripción inicial del conjunto podría también tratarse de un acobillo que reuniese elementos de varias épocas. Permanecieron en la casa de su descubridor hasta que decidieron utilizarlos como estribos de cabalgadura, siendo advertidos por un herrero de su valor material. Cuando iban a ser malvendidas en Santiago, fueron interceptadas y adquiridas por Blanco Cicerón. Posteriormente pasaron a la colección Gil Varela, expuesta en depósito en el Museo de Lugo.
24a. "Gargantilla" 1 de Monte dos Mouros
BARREIRO, 1888: 33-35; VILLAAMIL, 1906-7: 82-83; BALSA, 1912: 7-8; LOPEZ CUEVILLAS, 1926a: 13 (Fig.97); BOUZA BREY
y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 38-39; MONTEAGUDO, 1953: 297298; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 17; PEINADO Y GOMEZ, 1975: 24-25; HERNANDO GONZALO, 1983: 85-138; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 60; PINGEL, 1991: nO 70; BALSEIRO, 1992: 15-19; ID. 1994: 34-43,244-251; BOVEDA, 1995; COMENDADOR, 1996d.
24a. "Gargantilla" 1 de Monte dos Mouros 300 x 35 mm; 59 g.; ML Lámina rectangular de oro obtenida por martillado) curvada y abierta. Su parte central está recortada longitudinalmente en siete (ocho) pues falta una) tiras. Los extremos están decorados desde el reverso con líneas horizontalesy verticales de puntillado. El cierre está coriformado al menospor dos peiforaciones realizadas de adentro a qfuera en cada lado) aunque en el extremo aparecen restos de otras. 24b. "Gargantilla" 11 de Monte dos Mouros 400 x 50 mm; 140 g.; ML Lámina rectangular de oro obtenida por martillado) curvada y abierta. Su parte central está recortada longitudinalmente en catorce tiras. Los extremos están decorados desde el reverso con puntillado. El cierre se realiza al retroceso por el doblamiento de los bordes en pestaña.
24b. "Gargantilla" II de Monte dos Mouros
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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25. (PA6652A-E) Aro y espirales de plata ISLOTE DEL Río ULLA, ANTAS DO ULLA
Aro central: 1. 560 mm, d. 200 mm Conjunto: 360 g.; MP 5512 Cot!Junto formado por un aro central del que cuelgan cinco eslabones, de seis espirales cada uno, y tamaño decreciente e irregulares. Parece que su actual configuración es producto de Bouza Brry. El aro se cierra por medio de ganchos. El alambre tiene sección lenticular aplanada en algunas espirales, mientras que en otras es practicamente rectangular. Supuestamente hallado en un islote del río Ulla, cerca del pueblo de Antas de Ulla, en el interior de una caja de cobre o bronce, que no fue conservada. GARCIA ALEN, 1972: 17 (fig. XI); RUIZ-GALVEZ, 1979a: 161 (fig. 4); ID, 1984a: 85-86; HERNANDO, 1983: 107-108, BOVEDA, 1995. 25. Aro y espirales de plata
26. Hacha de San Mamede do Carballal PALAS DE REI
25. Detalle cierre de los aros y espirales
100 x 32 x 9 mm; 210 g.; DE Hacha plana de talón cóncavo, peJjil rectangulary lados rectos (según dibt!Joj. Apareció en el castro de San Mamede de Carballal, desenterrada por un arado empleado para el cultivo de cereales. Para López Cuevillas (1925) pertenecía a la colección del Museo de Orense. Sin embargo, posteriormente (1933) refiere que figura en la colección Alvarez Carballido. Cuando Monteagudo la estudia, se desconoce ya su paradero. Maciñeira había destacado el parecido de este hacha, así como de la de Lobán, con un hacha de piedra aparecida en un túmulo de As Pontes: Parece como si este lítico instrumento hubiese servido de modelo al metálico de Villalba. ALVAREZ CARBALLIDO, 1908: 199 (fig. 1); PEREZ y PARGA, 1924: 40; LOPEZ CUEVILLAS, 1925: 101; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 49, 52; ID, 1955: 15; MACIÑEIRA, 1943: 25; MONTEAGUDO, 1977: n° 312.
26. Hacha de San Mamede do Carballal
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BEATRIZ COMENDADOR REY
27. Hacha MONTERROSO
151x46x12;CP Hacha plana de talón truncado) peifil trapecia~ y lados ligeramente cóncavos (según dibt!Joj. Según Monteagudo, pertenece a la colección particular del Sr. Rogelio Reigosa (Romerán, Lugo). MONTEAGUDO, 1977: na 66A
del hallazgo y lo depositó en la entonces Sociedad Arqueológica, guardándose más tarde los aros en casa del Sr. Filgueira Valverde, y la gargantilla, en la de D. Lino García. López Cuevillas las da a conocer en 1926. En 1937, con motivo de la donación de oro para el Movimiento Nacional, el Sr. Cachafeiro las donó definitivamente a la propiedad del Museo. El conjunto fue analizado por Hartmann, n° 2963-2964.
28. (PA6657) Hacha
LOPEZ CUEVILLAS, 1926; ID. 1942: 57-60; ID. 1955: 18; ID., 1979:
FERREIROA, AGOLADA, PONTEVEDRA
136-147; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 31; DE-
118 x 45 x 24 mm; 320,65 g.; MP 9293 Hacha plana de peifil trapecia~ lados rectosy talón truncado. Sección rectangular. Deterioro posterior a su halla:<go (extracciones) rotuladoJ) etc). Pátina de corrosión mp!y activa. Fuerte estrangulación central resultado de problemas en la fundición. Depositada en el Museo de Pontevedra, sin otras referencias sobre su hallazgo. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G, serie Cobres Antiguos, con el n° 12. COMENDADOR, 1991: n° 2; ID, 1991-92: 187.
29. Conjunto de Agolada SAN PEDRO DE FERREIROA, AGOLADA
MP486 Cor!Junto de una (gargantilla)) de tiras y dos aros macizos abiertos. Según López Cuevillas (1942: 57) fue hallado por unos peones hacia 1920 al abrirse la carretera entre Lalín y Agolada, en las cercanías del Castro de Goiás. Los objetos yacían enterrados a regular profundidad y en compañía de muchos fragmentos de barro cocido, que podrían constituir los restos de una vasija de paredes gruesas. Filgueira y García Alén (1978: 91) recogieron posteriormente en Agolada, de personas que trabajaron en la carretera, la noticia de que el tesoro apareció en un túmulo situado en el Campo do Xastre. Bóveda (1995: 77, 133) ha sugerido la posibilidad de que se trate de un acobillo o una tumba datable en un momento posterior al uso exclusivamente funerario de las gargantillas, considerando que los dos brazaletes asociados carecen de un carácter funerario tan marcado, así como las informaciones sobre fragmentos de barro grueso. El contratista de las obras de la carretera, Sr. Cachafeiro, fué quién dio noticia
CHELETTE, 1910: 356; GALICIA NUEVA, ll-X-1936; ALVAREZ LIMESES, 1936: 571; GARCIA BELLIDO, 1942: 167; MACWHITE, 1951: 56-57, lamo IX; MONTEAGUDO, 1953: 297-300; BOSCH GIMPERA, 1954: 63; ID. 1973: 37; FILGUEIRA y GARCIA ALEN, 1959: 63; SAVORY, 1977: 48; DELIBES y FERNANDEZ MANZANO, 1977: 186; PEREZ OUTEIRIÑO, 1982: 320; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 118, 119; COFFYN, 1985: 16; JORGE, S.o., 1986: 883; COMENDADOR, 1991: 51-53; ID. 1991-92: 189190; ID., 1996d; PINGEL, 1992: nO 159; BLAS, 1994: 112; BOVEDA, 1995.
29a. Aro 1 del conjunto de Agolada a. 10, d. 80,8 mm; 300 g.; MP 486 Aro macizo de sección subcilíndrica y forma eliptica abierto. Remata en dos botones salientes y planos. Fundido. 29b. Aro 2 del conjunto de Agolada a 10, d. 90,3 mm; 400 g.; MP 486 Aro macizo de sección subcilíndrica y forma eliptica abierto. Remata en dos botones salientesy planos. Fundido. 29c. "Gargantilla" de tiras de Agolada 1. 404 mm; a. 76 mm max. y 41 mm mino e. 0,5 mm. max. 0,25mm. min.; MP 486 Lámina de oro rectangular estrechada hacia los extremos que se doblan en pestaña para permitir el enganche. Decorada en su parte central con dieciocho cortes horizontales que originan diecinueve medias cañas limitadas por tres verticales. Hacia los extremos) en cada lado) continúan dos pequeñas horizontales) un subrectángulo torneando el estrechamiento de la pieza) cinco horizontalesy finalmente el doblado. A ambos lados de todas las tiras hqy una línea de punteado. Batiday rept!Jada.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
c:::==
o 27. Hacha. Monterroso
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30. (PA6650A-B) Hacha CRISTIMIL, LALÍN
104 x 50 x 11 mm; 284,3 g.; MP Hacha plana de pe1fi1 trapecia~ lados rectosy talón truncado. Sección rectangular. Filo ligeramente curvo. Buena conservación general. Puntos de corrosión activa. Pequeñas me- , lladuras en jilo. Localizada por un paisano, que la depositó en el Museo de Pontevedra en 1991. COMENDADOR, 1991: n° 3; ID. 1991-92: 186,188.
31. Conjunto de Monte das Cabras SANTIAGO DO CASTRO, LALÍN
28. Hacha. Ferreiroa, Agolada, Pontevedra
MP 4950 C01!Junto compuesto) al menos) por un puñal de lengüeta y tres puntas de tipo Palmela. Conjunto localizado casualmente por los obreros que trabajaban la carretera Lalín-Chantada, en el Monte das Cabras, Rodeiro. Garda Martínez (1980: 20) refiere: " ...En Tecedeiras (Castro de Cabras, Lalín) de un túmulo sencillo proceden un puñal de cobre con lengüeta y tres puntas Palmela...". OBERMAIER, 1923: 11; BOUZA BREY ET ALU, 1931: 53-66; LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 53; ID., 1955: 10; ID., 1979: 126-132, 140141; ALVAREZ LIMESES, 1936: 572; MATA, 1947: 778; FILGUEIRA y GARCIA ALEN, 1959: 64; ID., 1978: 96; ACUÑA ET ALU, 1970: 30; HARBISON, 1967: 108; GARCIA ALEN, 1970; EIROA, 1973-74: 67; HARRISON, 1977: 41 (Fig. 24, n° 17); ID, 1974a: 66; GARCIA MARTINEZ, 1980: 29; GONZALEZ ALEN, 1981: 52; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 118-119; JORGE, S,O, 1986: 882; COMENDADOR, 1991; ID., 1991-92: 187-188.
29c. "Gargantilla" de tiras de Agolada
30. Hacha. Cristimil
31a. (PA6646) Punta tipo Palmela 1 de Monte das Cabras 100 x 28 mm; 21,28 g.; MP 4954 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. Pérdida de metal en todo el contorno. Corrosión avanzada que eifecta más a la cara de aspecto más irregular. Filo biselado. Desgaste simétrico. La descripción completa de estas piezas fue publicada por Garda Alén, pero los dibujos del artículo tienen la leyenda confundida. La lámina XI que pretende mostrar las puntas tipo Palmela de este conjunto sólo ofrece una de ellas, la de la izquierda. Las otras dos son las de Liméns y ''Arbo?''. En la lámina XII, las dos primeras de la izquierda son efectivamente las de Monte das Cabras y no las de
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BEATRIZ COMENDADOR REY
Liméns y '~rbo?". Hemos podido comprobarlo gracias a la foto de la composición originaria del conjunto (García Alén, 1970: lamo IV).
31b. (PA6645) Punta tipo Palmela 2 de Monte das Cabras 91 x 28 mm; 22,67 g.; MP 4956 Punta de flecha de base apuntada convexay pedúnculo largo) ligeramente aguzado. Pérdida de metal en todo el contorno) conjilos casiperdidos. Sobre una pátina de óxidos) puntos de corrosión más activa. Filo biselado. Desgaste asimétrico. Esta pieza estaba registrada con el n° 4952 en el Museo de Pontevedra, que según el Registro correspondía a '~rbo?". Comprobamos que en realidad formaba parte del conjunto originario de Monte das Cabras. 31c. (PA6647) Punta tipo Palmela 3 de Monte das Cabras 89 x 25 mm; 19,02 g.; MP 4955 Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. Pérdida de metal en todo el contorno) con melladuras en punta y jilo. Puntos de corrosión activa. Filo biselado. Desgaste asimétrico.
vaso se conserva " ...en la colección de material arqueológico que guarda la citada escuela abandonada..." (Vazquez Varela, 1985-86: 91), aunque se desconoce el paradero del puñal. GARCIA ALEN ET ALII, 1981: 132,135,158; VAZQUEZ VARELA, 1985-86: 91-95.
33. (PA6656) Hacha de O Castañal SAN MIGUEL DA PONTE, SILLEDA
117 x 41 x 14 mm; 433,5 g.; MP 4949 Hacha plana de perfil trapecia~ lados ligeramente convexos y talón truncado. Presenta un suave abombamiento en la parte centraly unpequeño estrangulamiento en el talón. Sección rectangular. Deterioro posterior a su halla:<go (extracciones) adhesivos) rotulado 0 etc). Puntos de corrosión activa. Superficie de fundición apenas regularizada. Posibles marcas de uso en talón y jilo. Según García Alén, la encontró a flor de tierra don Antonio Rodríguez y este la regaló a don Juan Novás Guillán. El Museo de Pontevedra la adquiere en 1969, junto a otros objetos, gracias a una ayuda económica de D. José Fernández. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G., serie Cobres Antiguos, con el n° 15. GARCIA ALEN, 1970: 4, (Fig. 13); MONTEAGUDO, 1977: n° 306; COMENDADOR, 1991: n° 4; ID., 1991-92: 186, 188.
31d. (PA6644) Puñal del conjunto de Monte das Cabras 155 x 38,5 mm; 76,62 g.; MP 4950 Puñal de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados cóncavos. Incompleto. Le falta la mitad superior de la lengüetay parte de la mitad distal de la hqja. Losjilos) mtD' perdidos) impiden apreciar elposible tratamiento de losjilos en bisel. Corrosión de cloruros mtD' avanzada. 32. Puñal de la Cista de As Antas CHOUSA DE RAMOS, As ANTAS, SAN ESTEBO DE CARBOENTES, RODEIRO
DE Punal de lengüeta? Supuestamente, apareció en el interior de una cista decorada, junto a un pequeño vaso cerámico tipo "florero" de fondo plano, ligera panza alta y un suave gollete con borde muy poco saliente (falto de borde). La cista fue exhumada en 1977 por un tractor. Una de las losas de la cista, que están grabadas, se conserva en el lugar de A Tiza. Parece ser que el
34.2 Chapitas del Túmulo n° 5 de Oirós MARCO DO CAMBALLÓN, MONTE OIRÓS, VILA DE CRUCES
DE Chapitas de oro. Podrían ser la cubierta exterior de botones de madera o hueso... JJ(Criado y Vázquez) 1980: 37). Aparecieron- en la excavación del túmulo nO 5 de la necrópolis de Oirós, con un grupo de dieciséis monumentos, intervención inédita realizada por Sierra en 1976. El túmulo n° 5 cobijaba una cámara pequeña poligonal con corredor corto, en cuyo interior, en el nivel removido por la violación, aparecieron varios fragmentos de campaniforme, así como tres puntas de flecha de base trapecial, microlitos trapezoidales, cuchillos de silex y cerámica típica megalítica. En el área tumular, aparecieron cinco vasos cerámicos, tres de ancho borde horizontal, según Sierra, pertenecientes a enterramientos secundarios posteriores (Intrusiones en el túmulo). Asociado a uno de ellos, aparecieron las dos chapi-
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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taso Parte de los materiales cerámicos están depositados en el Museo de Pontevedra, no así los metálicos. FILGUEIRA y GARCIA ALEN, 1978; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 436; JORGE, v.o., 1980: 23 (Según comunico oral de SIERRA); CRIADO 31a. Punto tipo Palmela 1 de Monte das Cabras
YVAZQUEZ, 1982: 37 (Según comunic. oral de SIERRA); SIERRA, 1980; BOVEDA, 1995.
35. Lámina cilíndrica del Túmulo n° 1 de Oirós MARCO DO CAMBALLÓN, MONTE OIRÓS, VILA DE CRUCES 31b. Punto tipo Palmela 2 de Monte das Cabras
DE Pequeño cilindro de oro. Localizado por Sierra en la intervención inédita del túmulo n° 1 de la necrópolis de Oirós, monumento de cámara poligonal simple con ortostatos grabados. BOVEDA, 1995.
31c. Punto tipo Palmela 3 de Monte das Cabras
31d. Puñal del conjunto de Monte das Cabras
33. Hacha de O Castañal
Mapa 4 Área de distribución 3 Localización de los hallazgos
Área de distribución 3 LUGO, GALICIA. 036- PU11al de A Bastida, Mat1ente, Pantón. OURENSE, GALICIA. 037- Punta de flecha, Ourense? 038- Hacha plana, Ourense? 039- Put1al del túmulo del Monte Penama, C!imelas, AlIariz. 040- Hacha de Aguís. Outeiro de Aspera, Aguis, Celanova. 041- Espiral de la cista n° 3 de Chedeiro, A Pedrosa, Cualedro. 042- Conjunto de put1al y punta tipo Palmela de Pena Comeira, Lamas, Leiro. 042a- Put1allargo de Pena Comeira. 042b- Punta tipo Palmela de Pena Comeira. 043- Punta Palmela de Llla de Barxés. Illa de Pazos de Barxés, Muit1os. 044- Depósito de Roufeiro, Nocelo da Pena, Sarreaus. 044a- Hacha 1 de Roufeiro. 044b- Hacha 2 de Roufeiro. 044c- Preforma de producción de put1ales Roufeiro. 044d- Punta de flecha de Roufeiro. 044e- Put1al alabardado 1 de Roufeiro. 044f- Put1al alabardado 2 de Roufeiro. 044g- Put1al de lengüeta de Roufeiro. 044h- Put1al de remaches 1 de Roufeiro. 044i- PU11al de remaches 2 de Roufeiro. 044j- Put1al de remaches 3 de Roufeiro. 044k- Put1al de remaches 4 de Roufeiro. 0441- Put1al de remaches S de Roufeiro. 04411- Put1al de remaches 6 de Roufeiro. 04S- Punta Palmela de Saceda, Sarreaus.
PONTEVEDRA, GALICIA. 046- Punta Palmela. "Cabeiras, Arbo"? MINHO, DISTRITO DE BRAGA, PORTUGAL. 047- Punta Palmela de Buc;os, Cabeceiras do Basto. 048- Conjunto de Cabeceiras do Basto. 048a- Aplicación discoidal 1 de Cabeceiras do Basto. 048b- Aplicación discoidal 2 de Cabeceiras do Basto. 048c- Lúnula de Cabeceiras do Basto. MINHO, DISTRITO DE VIANA, PORTUGAL. 049- Hacha de Castro Laboreiro, Melgac;o. OSO- Put1al de lengüeta de Castro Laboreiro, Melgac;o.
TRÁS-OS-MONTES OCCIDENTAL, DISTRITO DE VILA REAL. OSl- Cadena de espirales de oro de Alto da Pedisqueira, Chaves. OS2- Hacha de Barbadaes de Cima, Chaves. OS3- Artefactos del yacimiento de Sao Lourenc;o, Eiras, Chaves. OS3a- Cincel de Sao Lourenc;o. OS3b- Hacha plana de Sao Lourenc;o. OS3c- Punta Palmela de Sao Lourenc;o. OS3d- Put1al de escotaduras de Sao Lourenc;o. OS3e- Put1al de Sao Lourenc;o. OS3f- Put1al de Sao Lourenc;o (Vinha da Talifa). OS3g- Put1al de Sao Lourenc;o (Vinha Sanguinheiro). OS3h- Fragmento amorfo 1 de Sao Lourenc;o. OS3i- Fragmento amorfo 2 de Sao Lourenc;o. OS3j- Fragmento amorfo 3 de Sao Lourenc;o. OS4- Dos hachas de Lama de Arcos, Chaves. OSS- Artefactos del yacimiento de Vinha da Soutilha, Mairos, Chaves. OSSa- Cuchillo curvo de Vinha da Soutilha. OSSb- Alcaraviz de Vinha da Soutill1a (Sector A). OSSc- Posibles crisoles de Vinha da Soutilha (Sector A). OSSd- Residuos de metal de Vinha da Soutillia (Sector A, Nivel 3). OSSe- Residuos de metal de Vinha da Soutillia (Sector A, Nivel 3). OSSf- Fragmento amorfo de Vinha da Soutilha. OSSg- Fragmento amorfo de Vinha da Soutill1a. OS6- Artefactos del yacimiento de Pastoría, Redondelo, Chaves. OS6a- Cincel de Pastoría. OS6b- Fragmento de "faca" de Pastoría. OS6c- Punzón de Pastoría (Local 4). OS6d- Put1al de Pastoría (Local 4). OS6e- Posibles crisoles de Pastoría. OS7- Conjunto de Fragao da Pitorca, S. Antonio de Monforte, Chaves. OS7a- Espiral de oro de Fragao da Pitorca. OS7b- Hacha de Fragao da Pitorca. OS8- Cincel de Chaves. OS9- Hacha de Chaves. 060- Hacha plana de Barroso, Montalegre. 061- Cincel de Montalegre. 062- Conjunto de Alto dos Mouros, Salvador, Ribeira de Pena. 062a- Punta tipo Palmela de Alto dos Mouros. 062b- Put1al de lengüeta de Alto dos Mouros.
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BEATRIZ COl\'IENDADOR REY
36. Puñal de A Bastida
BOUZA BREY Y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUE-
A BASTIDA, MAÑENTE, PANTÓN, LUGO
VILLAS, 1955: 25.
155 x 21 x 3 mm; DE Punal de base en lengüeta simple pseudotrapecia~ de lados apuntados rectos (según dibzgo). Pérez y Parga refieren que en el castro de Babela o cerca de él, en la Bastida, apareció un cuchillo de cobre de 3 mm. de grueso, propiedad de D. Joaquín Arias, de Monforte (según Angel del Castillo). Posteriormente su propietario lo depositó en el Seminario de Estudos Galegos de Santiago, como recogen Bouza Brey y Cuevillas. Dicen tomar las medidas de Pérez y Parga, pero como hemos comprobado que no figuran, creemos que tuvieron acceso directo a la pieza por aquel entonces. Casi cuarenta años después Harbison presenta un dibujo que, por su parecido, copia de la primera publicación, aunque según su versión la pieza seguía en el mismo lugar. De hecho, en 1968 es incluido en el corpus de análisis S.A.M. con la denominación "Babela" y el n° 7558. Posteriormente esta pieza fue analizada por Eiroa arrojando una composición ternaria Cu-Sn-Pb, aunque consideramos que el resultado está confundido, puesto que el resultado del laboratorio alemán arroja sólo un índice de 0,25 Sn. Por último, Delibes y Rodríguez lo citan haciendo alusión la trabajo analítico de Eiroa, pero aumentando la confusión al atribuir el hallazgo a La Bastida (La Estrada. Pontevedra) (¿?). Actualmente se desconoce el paradero de esta pieza. PEREZ y PARGA, 1924: 26; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVI-
38. (PA6880) Hacha plana OURENSE?
155 x 43 x 15 mm; 659,22 g.; MO 393 Hacha plana de talón truncado, petjil rectangulary lados rectos. Buena conservación. Suciedady corrosión activa en las partes más irregulares. Supetjicie de fundición sin regularizar. Elfilo se mantiene casi cortante. Sin más referencias sobre su hallazgo. MONTEAGUDO, 1977: n° 298.
39. (PA6895) Puñal del Túmulo [A Casiña] del Monte Penamá CRIMELAS, ALLARIZ
130 x 38 x 6,5 mm; MO 3983 Puñal alabardado de base rectilínea con dos ag1jjeros para remaches de diferentes tamañosy m'9 irregulares. La sección es lenticular, aunque más convexa por una de las caras. Presenta un nervio central asimétrico, por la pérdida de metal en todo el contorno delpuñal. Pátina regularpor toda la supetjicie. Destaca la mala elaboración de los aguJeros. Al parecer constituía el único ajuar del túmulo con cámara no determinada, de la cual conservaba algunas piedra, localizada en el Monte Penamá, en el lugar de Crimelas. Localizado por C. Valvís y publicado por Cuevillas. LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 11; ID, 1956b: 299-300; EIROA, 1973a: 67; TABOADA, 1979: 573.
LLAS, 1929: 28; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 14; HARBISON, 1967: 106,108 (Dibujo); JUNGHANS ET ALU, 1968: n° 7558 (BABELA); EIROA, 1973b; DELIBES y RODRIGUEZ, 1973: 56; RUIZ-GALVEZ, 1984a; COMENDADOR, 1995b: 127.
37. (PA6897) Punta de flecha OURENSE?
60 x 9 mm; 3,34 g.; MO Punta de flecha de base pedunculada con tope. Pedúnculo aguzado. Esposible que tuviese aletasya que se observa una acusadapérdida de metal en todo elperímetro. Corrosión activa. Bouza Brey y López Cuevillas sólo refieren que está en el Museo de Orense, pero no que procede de Orense. En su lugar, el título de la referencia es (:Galiza".
40. (PA6894) Hacha de Aguis OUTEIRO DE ASPERA, AGUIS, CELANOVA
40 x 126 x 16 mm; 382,15 g.; MO 3457 Hacha plana de talón truncado, petjil trapecialy lados convexos. Incisión perpendicular al talón de unos 15 mm, que se prolonga en una grieta. Pátina estable de óxidosy suciedad Supetjicie de fundición apenas regularizada. Problemas de colado, según muestra una depresión central en forma de surco. Marcas de golpes, y filo m'9 irregulary mellado. Sin más referencias sobre su hallazgo. HARBISON, 1967: 102; MONTEAGUDO, 1977: n° 19.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la PenínHtla Ibérica
36. Puñal de A Bastida
37. Punta de flecha
38. Hacha plana. Ourense?
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41. Espiral de la cista n° 3 de Chedeiro A PEDROSA, CUALEDRO 36 x 1,5 mm; DE Espiral de plata enrollada en tres vueltasy rematada en extremos puntiagudos. Sección oval. Apareció en el interior de una cista extraida tras una profunda arada efectuada por un tractor. Estaba formada por seis lajas de granito, de planta simétrica, con las paredes reforzadas por pequeñas lajas y ortostatos. Una vez excavada, se comprobó que había sido violada, tal vez ya en época antigua, recogiéndose tan sólo algunas esquirlas de hueso, tal vez humanas, y la espiral. Esta última apareció al cribar las tierras de la sepultura. Se trata de una posible necrópolis de cistas, ya que en ese mismo lugar, en 1969, D. Antonio Palomanes y D. Saturnino Casado habían recogido seis vasos troncocónicos con asa lateral y decoración de mamelones, y años antes habían encontrado unas "piedras labradas". DELIBES y RODRIGUEZ, 1976; TABOADA, 1971; RODRIGUEZ COLMENERO, 1971; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 96, 428; BOVEDA, 1995: 66.
42. Conjunto de Pena Corneira 39. Puñal del Túmulo del Monte Penamá
LAMAS, LEIRO
MO
40. Hacha de Aguís
Cot!Junto formado por un puñal de lengüetay una punta tipo Palmela. Ambos objetos fueron encontrados por don Antonio Losada muy cerca de la antigua iglesia románica de Lamas, a los pies mismos de Pena Corneira, famosa fortaleza medieval, cuando se procedía a la apertura de un curso de riego de bastante profundidad. Delibes y Rodríguez apuntan su posible relación con un dolmen del que al parecer conocían indicios. DELIBES y RODRIGUEZ, 1973: 52-62; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 99-100.
41. Espiral de la Cista n° 3 de Chedeiro
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BEATR1Z COMENDADOR REY
42a. (PA6893). Punta tipo Palme1a de Pena Corneira 94,5 x 32 x 3,5 mm; 32,2 g.; MO Punta de flecha de base simple apuntada convexaJI pedúnculo largo truncado. Buena conservación genera~ aunque le falta la puntaJI unfragmento en elpedúnculo. Puntos de corrosión activa. Una de las caraspresenta m%r acabado) con biselado en eljilo. Desgaste ligeramente asimétn·co. 42b. (PA6892) Puñal largo de Pena Corneira 275 x 60 x 2,5 mm; 150,48 g.; MO Puñal largo de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados cóncavos. Pérdida de metal en todo el perímetro. Lengüeta torcida. Corrosión avanzada) con costras purulentas. A pesar de la corrosión de la supetjicie) parece el acabado eraJla previamente irregular. N o se aprecia bisel. 43. (PA7130) Punta Palme1a de Illa de Pazos de Barxés MUIÑOS
62 x 13 mm; 3,73 g.; MO IP: 43 Punta de flecha de base simple apuntada cóncavaJI pedúnculo largo aguzado. La punta fue localizada durante los sondeos realizados en este yacimiento en 1990 por Eguileta. Se trata de una acumulación de materiales distribuidos en superficie por toda la mitad sur de la "illa" e "itsmo", que en realidad es un espolón convertido en isla por la inundación del embalse de As Conchas. La punta de flecha apareció en superficie. Se asocia con materiales muy variados: cerámica incisa, incisa metopada, puncionada e impresa, así como fragmentos con decoración de Boquique. Entre el material lítico, una punta de flecha de base cóncava. Eguileta considera que el yacimiento se puede datar en un momento calcolítico precampaniforme, aunque con una ocupación prolongada como demostraría la presencia de esta punta Palmela, que incluiría en un contexto próximo y/o posterior a los últimos campaniformes evolucionados, hacia los primeros siglos del II milenio a.e. EGUILETA, 1994.
44. Depósito de Roufeiro N OCELO DA PENA, SARREAUS MO-DE. Deposito formado por trece ol?jetos metálicos: dos puñales alabardados) un puñal de lengüeta) dos hachas planas) una punta de flecha) una barra o núcleo de producción publicado como (perforador" JI seis puñales de remaches. El depósito fue encontrado por una pastora, dentro de una vasija de barro común rota, en una gran avenida de aguas torrenciales que la desenterró. Ella misma recogió las piezas, creyéndolas de metal precioso. En un primer momento fueron analizadas por D. José Fernández Martínez, director del Laboratorio Municipal de Orense. Fue adquirido por el Museo Provincial de Orense en 1911, cuando se recoge y publica por primera vez. Algunas piezas fueron incluidas en 1968 en los S.A.M. A consecuencia directa o indirecta de un incendio ocurrido en la noche del 8 de Diciembre de 1927 en el Centro Provincial de Instrucción (donde estaba la Biblioteca Pública y el Museo) se perdió del resto del depósito una de las posibles alabardas. LOPEZ CUEVILLAS, 1911: 32-33; ID., 1925: 98-100; BOUZA BREY, 1926: 190; ID. Y LO PEZ CUEVILLAS, 1929: 27; MATA, 1947: 794; MACWHITE, 1951: 46 (Taf. 5. Op.cit); LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 12; ID. 1956b: 300 (Op.cit); HARBISON, 1967: 104, 107 (Fig. 4); ID, 1969: 50 (Op.cit); MONTEAGUDO, 1977: 40 (Taf. 143B); RUIZ-GALVEZ, 1984a: 100; PEREZ OUTEIRIÑO, 1992.
44a. (PA6897) Hacha 1 de Roufeiro 118,5 x 46 x 11,5 mm; 350,55 g.; MO 314 Hacha plana de talón truncado) petjil rectangularJI lados rectos. Buena conservación general. Pátina estable de óxidos) con puntos de corrosión más activa. Arrastre de metalpor martillado. Marcas en forma de ((gota ". Analizada en los S.A.M. con el n° 7575.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
42a. Punta tipo Palmela de Pena Corneira
42b. Puñal largo de Pena Corneira
43. Punta Palmela de Illa de Pazos de Barxés
44a. Hacha 1 de Roufeiro
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44b. (PA6881) Hacha 2 de Roufeiro 120 x 41,5 x 9,5 mm; 196,03 g.; MO 315 Hacha plana de talón truncado (posiblemente pues está roto)) petjil trapecialy lados rectos. Filo ligeramente desarrollado. Deterioro posterior a su halla~o (extracciones) rotulador, etc). Corrosión avanzada y suciedad. Supetjicie de fundición apenas regularizada. Analizada en los S.A.M. con el n° 7576 y dentro del proyecto PLM.G. Serie Cobres Antiguos, con el n° 1. 44c. (PA6882) Preforma de producción de Roufeiro 147,5 x 14 x 10,5 mm; 101,4 g.; MO 323 Barra alargada con un estrechamiento en la base y un surco longitudinal. Sección ovoide) que se estrecha bruscamente en el remate. Esta pieza ha sido descrita como perforador bitroncocónico o gubia. Sin embargo) consideramos que podría tratarse de una priforma fundida a partir de la que) mediante martilleo) se obtendría un puñal similar a los del resto del conjunto) argumento que corrobora tanto su forma) con un pequeño adelgazamiento como para configurar una lengüeta) como su peso) similar al de las otras piezas. Buena conservación general. Sobre una pátina estable de óxidos) puntos de corrosión más activa. Fundido sin acabado posterior. Analizado en los S.A.M. con el n° 7577. 44d (PA6883) Punta de flecha de Roufeiro 57 x 13 mm; 4,51 g.; MO 324 Punta de flecha de base pedunculada con topey aletas (sólo conserva una)y pedúnculo aguzado. Pérdida de metal en todo elperímetro. Pátina de corrosión activa.
44b. Hacha 2 de Roufeiro
44c. Preforma de producción de Roufeiro
44d. Punta de flecha de Roufeiro
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BEATRIZ COMENDADOR REY
44e. Puñal alabardado 1 (o alabarda) de Roufeiro DE Descrito como (Hoja de alabarda'~ aunque lafotografía no muestra la forma de una alabarda típica) y posiblemente se tratase de un punal alabardado. Por relación de escala con el resto del cOf!Junto estimamos su longitud máxima en unos 191 mm. La pieza se perdió a consecuencia directa o indirecta de un incendio en el Centro Provincial de Instrucción. 44f. (PA6888) Puñal alabardado 2 de Roufeiro 173 x 43 x 6,3 mm; 108,3 g.; Mü 329 Puñal alabardado de base rectilínea con dos ag'1/eros cuadrados para remaches. Presenta un acusado nervio central que le proporciona una sección lenticular. Por ello podría tratarse de una alabarda atípica. Buen estado de conservación genera~ aunque le falta el extremo de la punta. Pátina de corrosión activa. Remaches perforados por una cara y dispuestos romboidalmente. 44g. (PA6891) Puñal de lengüeta de Roufeiro 450,5 x 227 x 2,5 mm; 91,7 g.; Mü 332 Punal de base en lengüeta rectangular de lados cóncavosy con reborde. Buena conservación general. Sobre una pátina oscura) núcleos de corrosión más activa. Filo biselado. Los bordes de la lengüeta están engrosados por martilleo lateral. Analizado en los S.A.M. con el n° 7578. 44h. (PA6884) Puñal de remaches 1 de Roufeiro 151 x 33 x 6,5 mm; 103,77 g.; Mü 325 Puñal de base simple rectilínea con ag'1Jerospara remaches cuadrados. Deterioro general del contorno. FzJos mellados) base agrietaday doblada) y sin punta. Avanzada corrosióny suciedad Agtgerospara remaches dispuestos romboidalmente.
44e. Puñal alabardado 1 (o alabarda) de Roufeiro
44f. Puñal alabardado 2 de Roufeiro
44g. Puñal de lengüeta de Roufeiro
44h. Puñal de remaches 1 de Roufeiro
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
44i. Puñal de remaches 2 de Roufeiro
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44i. (PA6885) Puñal de remaches 2 de Roufeiro 130 x 34 x 3,5 mm; 52,07 g.; MO 326 Punal de base simple (posiblemente semicircular) con aglfieros para remaches. Base incompleta. Deterioro general del contorno) con melladuras en elfilo. Avanzada corrosión con suciedad. 44j. (PA6886) Puñal de remaches 3 de Roufeiro 81 x 32 x 2,5 mm; 26,16 g.; MO 327 Punal de base simple triangular con aglfieros para remaches ovalados. Pérdzda de metal en todo el contorno. Falta la puntay parte de la base. Avanzada corrosión con suciedad
44j. Puñal de remaches 3 de Roufeiro
44k. Puñal de remaches 4 de Roufeiro
441. Puñal de remaches 5 de Roufeiro
4411. Puñal de remaches 6 de Roufeiro
44k. (PA6887) Puñal de remaches 4 de Roufeiro 109 x 24 x 2 mm; 22,38 g.; MO 328 Puñal de base simple rectilínea con agt-!jeros para remaches. La base está delimitada por un rebordey los filos están biselados. Pérdida de metal en todo el contorno. Conserva uno de los remaches. Avanzada corrosión. Los agtg"eros para remaches son cuadrados) al igual que la sección del remache que se conserva. 441. (PA6889). Puñal de remaches 5 de Roufeiro 200 x 37 x 5 mm; 107,81 g.; MO 330 Punal de base simple rectilínea con dos agtgeros para remaches. Incompleta la punta y uno de los agt-!Jeros. Agt-!jereado. Pátina aparentemente estable con suciedad. 4411. (PA6890) Puñal de remaches 6 de Roufeiro 185 x 42 x 2,5 mm; 69,14 g.; MO 331 Puñal de base simple semicircular con dos agtg"eros cuadrados para remaches. Filos biselados. Buena conservación general. Falta metal en la puntay esquina de la base. Rayazos longitudinales. Avanzada corrosión) especialmente en zonas fracturadas de baseJI punta.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
45. (PA6896) Punta Palmela de Saceda
47. Punta Palmela de
Bu~os
SARREAUS
CABECEIRAS DO BASTO, BRAGA, MINHO
88 x 23 x 1,5 mm; 10,92 g.; Mü Punta de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. Deterioro general del contorno. Doblada hacia una cara. Superficie de corrosión expuesta por una posible limpieza agresiva de la pátina. No se observan indicios de biselado. Desgaste simétrico.
72 x 27 x 2 mm; 10 g.; PX Punta de flecha de base apuntada) ligeramente cóncava y pedúnculo aguzado. Pérdida de metal en todo el contorno y zonas donde elfilo está doblado hacia una cara. Pátina oscura de óxidos sin apenas corrosión. Superficie de fundición apenas regularizada. Sin bisel. Pieza ofrecida por el párroco de la feligresía de Bu<;os al Dr. Luciano dos Santos, director del Museo Pío XII de Braga. Analizada en los SAM con el n° 1806.
46. (PA6648) Punta Palmela CABEIRAS, ARBO?
78 x 25 mm; 15 g.; MP 4952 Punta de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo truncado. Deterioro general de todo el contorno. Sobre una pátina de óxidos) puntos de corrosión más activos. Filo biselado. Afilado por abrasión. Desgaste asimétrico. Esta pieza, apareció junto a la Punta Palmela de "Gondomar?", en un cajón del Museo de Pontevedra, en el cual estaba anotado "Labeiras (Arbo), y Gondomar". Sin embargo no es posible conocer a cual corresponde cada uno de estos topónimos, ni se conocen referencias de su hallazgo (García Alén, 1970: 40). Fueron adquiridas por el Museo en 1969, junto a otras piezas. Esta pieza estaba registrada con el nO 4956, pero consideramos que en realidad se trata de la pieza n° 4952. GARCIA ALEN, 1970: 40; HARRISON, 1977: 41, fig. 24 nO 20 (n0181); PEÑA, 1981a: 91; COMENDADOR, 1991-92: 187-188.
HARBISON, 1967; JUNGHANS ET ALII, 1968: nO 1806; JORGE, S.O., 1986: 861; CRUZ, 1992b: nO 12.
48. Conjunto de Cabeceiras do Basto BRAGA, MINHO
LB C01yunto formado por una lúnula y dos aplicaciones discoidales de oro. Se adn1ite como conjunto, aunque fue adquirido a un orfebre de Braga en 1912. Las piezas fueron analizadas por Hartmann. CARDOZO, 1930: 62; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 19 (Op.cit); HARTMANN, 1982: n° 2576, 2655-56; HERNANDO GONZALO, 1983: 89; PINGEL, 1992: nO 228; CRUZ, 1992b: nO 13; ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993a: 56-57, nO 10,76,77; IDADE, 1995: nO 15.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
45. Punta Palmela de Saceda
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48a. Aplicación discoidal 1 de Cabeceiras do Basto d. 48 mm; 4,7 g.; LB 0-504 Lámina discoidal de oro con decoración geométrica, constituida por siete estrías circulares concéntricas que ocupan toda la superficie y cuatro orzjicios en el centro. Decoración reptijada, siendo el reverso negativo del anverso. ARNIBRUSTER y PARRElRA, 1993b: n° 77.
46. Punta tipo Palmela
48b. Aplicación discoidal 2 de Cabeceiras do Basto d. 49 mm; 4,6 g.; LB 0-505 Lámina discoidal de oro con decoración geométrica, constituida por siete estrías circulares concéntricas que ocupan toda la superficie, y con dos orificios centrales. Decoración repzg'ada, siendo el reverso negativo del anverso. ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993b: n° 76
47. Punta tipo Palmela de Buyos
48c. Lúnula de Cabeceiras do Basto d. 162 mm; 44,8 g.; LB 162 Lúnula laminar con decoración geométrica repzg'aday un orificio en cada extremidad. En la partefronta~ al centro, presenta tres nervios longitudinales. Estas son atravesadas por igual número de líneas transversales, siendo la centralpuntiliada. Está orillada por una línea de puntillado que se cierra lateralmente, drg'ando una zona libre de decoración entre las primeras líneas transversalesy las extremidades. HARTMANN, 1982: n02576; ARMJ3RUSTER y PARRElRA, 1993b: n° 10.
49. Hacha de Castro Laboreiro MELGAC;:O, VIANA, MINHO
135 x 45 x 10 mm; 402 g.; LB 11087 Hacha plana de talón cóncavo, perfil rectangulary lados rectos. Incompleta. Carente de filo y con golpes en las aristas. Pátina de óxidos, con puntos de corrosión. Superficie más pulida por una cara. Filo extraído cincelando ambas caras. Analizada en los SAM con el n° 1650. JUNGHANS ET ALII, 1968: n° 1650; MONTEAGUDO, 1977: n° 301.
48. Conjunto de Cabeceiras do Basto
49. Hacha de Castro Laboreiro
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BEATRIZ COMENDADOR REY
50. Puñal de lengüeta de Castro Laboreiro MELGA<;:O, VIANA, MINHO
273 x 52 x 4 mm; 148 g.; LB 11086 Puñal de base apuntada en lengüeta trapecial de lados cóncavos con rebordes. Pérdida de metal en todo elperímetroy lengüeta incompleta. Presenta una grieta y rcryazos transversales. Buena conservación química, con una singularpátina ro/iza. Acabado pulido. Sin bisel. Analizado en los SAM con el n° 1527. Consolidado por el equipo del Museu D. Diogo Sousa (Braga). JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1527; PA<;:O y FERREIRA, 1956: 362 (Op.cit); BLANCE, 1971: 176; JORGE, S.o., 1986: 862; CRUZ, 1992b: n° 1.
51. Cadena de espirales de Alto da Pedisqueira CHAVES, VILA REAL, TRAS-Os-MoNTES
50 x 0,2 mm; 212 g.; CH Cadena constituida por 16 madrjas de alambre de oro irregularmente enrollado, variando el diámetro de cada cOf!Junto de espirales desde 15 a 45 mm. Cada aro cuenta entre dosy cinco vueltas. Buena conservación. En realidad se encontraron una cadena de espirales y un brazalete imitación tipo Villena, localizados casualmente por tres soldados cerca de la muralla del Fuerte de San Francisco (Alto da Pedisqueira, Chaves). Primero apareció el brazalete (dia 8 Julio), y tres dias después la cadena. Cardoso (1944) cree que en el Alto da Pedisqueira, cota culminante de la ciudad de Chaves, se encontraría la necrópolis de Aquae Flaviae. Posteriormente hubo un convento franciscano y actualmente está emplazado el Fuerte de San Francisco. Aparecieron las joyas en una excavación practicada junto a la base de la cara externa de la muralla (ofrece croquis), a unos 60 cm. de profundidad, en una capa de tierra vegetal y escombro, sobrepuesta a la saprolita. El mismo autor propone varias hipótesis. Por un lado podría ser que las piezas fueron arrastradas con el relleno para hacer un campo de juego. Por otro lado puede tratarse de una deposición de objetos prehistóricos pero en época histórica, posterior a la construcción de la muralla, bien por los frailes en 1635, o bien por los franceses allí asediados. Una leyenda relata que a finales del XIX había aparecido dentro del fuerte (donde estas joyas) un tesoro encerrado en una caja de teja. Ambos elementos se guardan en la Cámara Municipal de Chaves. Cardozo la atribuye
a la Edad del Hierro por haber sido encontrada junto a un brazalete característico del período "post-hallstático". CARDOZO, 1944: 19-27 (Foto); ID, 1950: 20 (Op.cit. y foto); SOEIRO, 1982: 66 (Op.cit); RUIZ-GALVEZ, 1984a: 206 (nO 333); JORGE, S.O., 1986: 865.
52. Hacha de Barbadaes de Cima CHAVES, VILA REAL
138 x 52 x 12 mm; 521 g.; CH 421 Hacha plana, de talón truncado, pe1ftl rectangulary lados rectos. Rota en dos partespor la mitadpor unafractura que parece antigua. Lleva una marca o sello. Esquinas dobladas. Sobre una pátina de óxidos, algunos puntos de corrosión y suciedad Supe1ftcie regularizada. Diformada por golpes. MONTEAGUDO, 1977: n° 293.
53. Artefactos del yacimiento de S.
Louren~o
EIRAS, CHAVES, VILA REAL
Delyacimiento de S. Lourenfo proceden varios oo/etos encontrados supe1ftcialmente: un cince~ un hacha plana, una punta tzpo Palmela, tres puñales de lengüeta con un nervio centraly un puñal alabardado. Durante las excavaciones se recogieron además tres fragmentos metálicos amoifos. El yacimiento de S. Louren<;o se sitúa en la ladera del escarpe de falla que domina el valle del Támega, del que dista unos 30 minutos a pie. Se trata de una amplia dispersión de materiales (unas 7 Ha) en varias plataformas escalonadas hacia el NE y especialmente en su punto más alto, cima de un espolón donde se localizan diversos afloramientos graníticos. En 1984 S. Jorge realizó sondeos en la vertiente oeste del yacimiento, y en la cima, dividida por un muro actual en el lugar tradicionalmente conocido como "Lugar do Muro", lo que hacía pensar a la autora en una antigua estructura enterrada. S. Jorge (1986: 369) considera un sólo momento genérico de ocupación, subdivisible en fases. La fase más antigua sólo se detectó en la cima. En la segunda ocupación, que se localizó en toda la extensión excavada, se descubrió una estructura pétrea constituida por grandes lajas hincadas en la parte superior del espolón, que contenían un relleno de piedras imbricadas y que es interpretada por la autora como una estructura defensiva de pequeña altura. En el nivel que se correspondia con
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
50. Puñal de lengüeta de Castro Laboreiro
51. Cadena de espirales de Alto da Pedisqueira
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ella, aparecieron manchas subcirculares con estructuras de combustión y abundante material. Predomina la cerámica decorada con técnica de incisión asociada al patrón metopado, aunque junto a cerámica con decoración impresa a peine. En la fase más reciente aparecen materiales realizados en variscita y sílex, considerados foráneos, y se recogió además un vaso con decoración aculada. En una nueva campaña realizada en 1990 se confirmó la existencia de una estructura pétrea, de posible carácter defensivo, en la cima del morro y hacia su vertiente suroeste Oorge y Santos, 1995). Se reiteran los tres niveles de ocupación en relación con esta estructura: uno anterior, otro contemporáneo y otro posterior. La principal ocupación de la cima es datada en la segunda mitad del III milenio a.e. Respecto a los materiales metálicos, Jorge (1986: 397) considera que a excepción del puñal alabardado, el resto presenta cierta homogeneidadpudiendo integrarse en el contexto campaniforme de inicios de la Edad del Bronce. JORGE, S. O., 1986; ID. YSANTOS, E]., 1995.
52. Hacha de Barbadaes de Cima
53a. Cincel de San Louren~o 90 x 25 x 9 mm; 100 g.; CH S.88 Cincel incompleto de peJjiI trapecialy lados rectos. Le falta un fragmento en el talón. Avanzada corrosión de cloruros y suciedad. Presenta una grietafractura central que parece debida a un difecto en la fundición. Recogido "en el castro de S. Louren<;o" y ofrecido al Museo de Chaves por Francisco de Maura. Aunque Cruz lo da por extraviado, nos consta que está en el Museo de Chaves. RUSELL, 1950: 5; MONTEAGUDO, 1977: nO 143; JORGE, 1986: 397; CRUZ, 1992b: nO 24.
53. Artefactos del yacimiento de San Louren<;o
s.o.,
52
BEATRIZ COMENDADOR REY
1977: n° 343;
53e. Puñal de San Louren~o 200 x 38 x 4,5 mm; 99 g.; CH 425 Puñal de base en lengüeta simplepseudotrapecial de lados apuntados rectos. Presenta un nervio central longitudinalpor ambas caras que atraviesa toda la pieza (z'ncluida la lengüeta). Sección lenticular. Buena conservación generaL Pátina pardo oscura con pequeños puntos de mqyor corrosión. Filos biselados. El nervio centralparece obtenido en la fundición. Acabado pulido (menos la Imgüeta). La presencia de nervio en la lengüeta sugiere la reutilización de una hqja de puñal anterior. Encontrado "en el castro de S. Louren<.;:o" y donado por Francisco de Maura.
RUIZ-GALVEZ, 1984a: 208 (nO 335); JORGE, S.O. 1986: 373,
RUSELL, 1950: 5; JORGE, S. 0., 1986: 861; ARAUJO y CABRAL,
395-396; CRUZ, 1992b: n° 24.
1986b: 1091-1093; CRUZ, 1992b: n° 24.
53c. Punta tipo Palmela de San Louren~o 64 x 23 x 2,5 mm; 12 g.; CH 424 Punta de flecha de base apuntada convexa) pedúnculo largo fracturado y ho/a ovalada. Tiene fracturado elpedúnculo) y le falta un trozo de hqja en la punta. Corrosión activa en toda la superficie. Posible biselado) m"!)l perdido. Encontrada en una viña pegada Muro de Sao Louren<.;:o. Fue ofrecida al Museo de Chaves por Francisco de Maura. Analizada en el LNETI. Jorge (1986) pone esta pieza en relación con campaniforme tardio, considerándola un tipo de gran expansión regional (el más frecuente en el Norte de Portugal) de larga perduración y distribución.
53f. Puñal de San Louren~o (Vinha da Talifa) 162 x 27 x 3 mm; 42 g.; CH 589 Pulial de base en lengüeta simplepseudotrapecial (casi triangular) de lados apuntados rectos. Desde el arranque de la hqja y por ambas caras presenta un nervio centraL Sección lenticular. Pérdida de metal en todo el perímetro. Algunas grietas producto de la corrosión m,,!y activa de cloruros que ocupan toda la superficie) a veces en costras. El nervio no destaca en sección y está obtenido por dos incisiones paralelas. Acabado pulido. Hallado en una viña, a unas decenas de metros de la base del morro en que se sitúa el "Lugar do Muro", por el propietario de una viña situada en San Louren<.;:o, que lo cedió a S. Jorge durante las excavaciones de S. Louren<.;:o. Fue analizado junto al resto de las piezas de este yacimiento en el LNETI.
53b. Hacha plana de San Louren~o 63 x 123 x 12 mm; 404 g.; CH S.88 Hacha plana) de talón fracturado) perfil trapecialy lados rectos. Le falta unfragmento en el talón. Dobladay m"!)l deformada. Corrosión m"!)l avanzada) con costras harinosas de cloruros. Superficie sólo regularizada. Encontrada "en el castro de S. Louren<.;:o" y donada por Francisco de Maura. Según Blance único ejemplar de hacha "Tipo Tejo" al Norte de Portugal. RUSELL, 1946: 407; ID, 1950: 5; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 13-14; HARBISON,
1967:
118; MONTEAGUDO,
RUSELL, 1950: 5; HARBISON, 1967: 108; JORGE, S.O., 1986: 373, 392-393, 861; CRUZ, 1992b: n° 24.
53d. Puñal de escotaduras de San Louren~o 35 x 165 x 3 mm; 62 g.; CH 426 Puñal de base conformada por dos muescas laterales que delimitan un apéndice) en c"!)lo centro se aprecia un agujero centralpara remache redondo. Hqja triangulary sección lenticular con bisel. Pérdida de metal en todo elperímetro) pero buena conservación general. Pátina estable de óxidos con ínfimos puntos de corrosión activa. Acabado pulido) con huellas de abrasión diagonales. Falta metal alrededor del ag1fjero. Los filos parecen m"!)l perdidos. Encontrado "en el castro de S. Louren<.;:o" y donado al Museo por Francisco de Maura. RUSELL, 1950: 5; JORGE, S. O., 1986: 373; CRUZ, 1992b: nO 24.
JORGE, S.O., 1986: 374; CRUZ, 1992b: nO 24.
53g. Puñal de escotaduras de San Louren~o (Vinha Sanguinheiro) 143 x 30 mm; CP Puñal c"!)la base está conformada por dos muescas que delimitan un apéndice o lengüeta. Toda la pieza está atravesada longitudinalmente por un nervio (decorativo?) que alcanza el apéndice de la base. Según descnpciones antiguas) tenía una pátina verde que arrancaron. Parece que el sistema de enmangue mediante escotaduras reaprovecha una ho/a de puñal anterior. Localizado en las proximidades del castro de S. Louren<.;:o. Propiedad de Francisco Eduardo da Costa Rebelo, que lo encontró. RUSELL, 1950: 5-8; JORGE, S. 0., 1986: 373; CRUZ, 1992b: nO 24.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
53h. Fragmento amorfo 1 de San DE Fragmento metálico amorfo.
Louren~o
Localizado en las excavaciones de 1984 en el Sector II-A3, y analizado en el LNETI.
53i. Fragmento amorfo 2 de San Louren~o DE Fragmento metálico amorfo. Localizado en las excavaciones de 1984 en el Sector II-A3, entre piedras, y analizado en el LNETI. 53j. Fragmento amorfo 3 de San DE Fragmento metálico amorfo.
Louren~o
Localizado en las excavaciones de 1984 en el Sector II-A2, en un nivel de tierra amarilla y entre piedras. Analizado en el LNETI.
54. Dos hachas de Lama de Arcos CHAVES, VILA REAL
DE (Vos machados prehistóricos sem asas) de cobre ou bronze JJ Según Acebedo, se encontraron junto a la capilla de Santa Marta y pertenecían entonces al ingeniero Antonio Moraes Sarmento. ACEBEDO, 1895: 130-131.
55. Artefactos da Vinha da Soutilha MAIROS, CHAVES, VILA REAL
La ocupación más reciente de este asentamiento proporcionó varios oijetos metálicos. Los restos de cobre arsenicalpertenecen alperiodo de ocupación más reciente) desenvuelto (:grosso modo entre 2800 y 2300 a.e.. También se localizaron posibles fragmentos de crisol de pastas porosas y supetjicies Hvi_ tnficadasJ~ así como fragmentos de un posible pico de tobera. Vinha da Soutilha es un yacimiento abierto emplazado en varias plataformas orientadas al oeste, escalonadas y entrecortadas por pequeños cursos de agua. Entre 1981 y 1984 S. Jorge desarrolló cuatro campañas de excavaciones. Se detectaron dos niveles de ocupación en tres fases observándose una paulatina ampliación del espacio habitado hacia la parte superior del asentamiento, con estructuras de tipo perecedero adosadas a los afloramientos graníticos, así como una progresiva compartimentación de los espacios habitacionales en áreas funcionales. JJ
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Se excavaron varios sectores, entre ellos los A y B, en el extremo superior de la plataforma. El sector A ocupa una posición topográfica predominante sobre los valles circundantes y la cuenca del Támega. Se detectaron dos niveles, el más reciente con dos fases: el nivel 3, que corresponde al momento de mayor actividad, y el nivel 2, que corresponde a la fase de abandono. En el nivel 3 se identificaron cuatro áreas funcionales dentro de una estructura habitacional compleja, con una compartimentación espacial de diferentes áreas separadas por postes, no quedando claro si es un área dormitorio y de trabajo, o si es un área especializada. En las áreas donde se identificaron estructuras de combustión, así como en un área de empedrados) se recogieron restos de fragmentos metálicos, así como vasos sometidos a altas temperaturas. En el nivel 2 no se identificaron estructuras, aunque al parecer se recogieron fragmentos de un posible pico de tobera. El sector B se localiza también en una posición predominante en el extremo sudeste de la plataforma, junto a un gran afloramiento. Se identificó una única ocupación con dos niveles. En el nivel3 se detectó el fondo de una gran cabaña sustentada por al menos cuatro postes, con una estructura de combustión central, así como una fosa. Sin embargo, en el nivel 2 correspondiente a la fase de abandono, donde aparecieron los fragmentos metálicos, no apareció ninguna estructura aunque si abundante material arqueológico. Los materiales cerámicos presentan en general formas esféricas, semiesféricas, globulares, con ausencia de fondos planos. Predomina la decoración asociada a formas cerámicas esféricas de uso probablemente doméstico, y presentando un mayor abigarramiento hacia el nivel más reciente. Los patrones decorativos de la cerámica son variados, con una presencia especial de las cerámicas incisas metopadas del tipo Penha. No se recogió cerámica campaniforme. En el nivel reciente aparece una mayor cantidad de elementos de molino, al tiempo que se incrementa la capacidad de los vasos, y además de la industria lítica en esquisto, cuarzo y granito, aparecen materiales "exóticos" como variscita, silex, y cobre. Todos estos indicios se interpretan como una intensificación tanto de las actividades agrícolas, como de
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BEATRIZ COMENDADOR REY
la interaccción con otros grupos. Este yacimiento tiene cuatro dataciones de C14, provenientes de muestras extraídas de estructuras de combustión construidas en un área habitacional durante el inicio de su ocupación más reciente: UGRA-133: 4650 ± 150 a.p., 2070 a.C; UGRA-176: 6730 ± 200 a.p., 4780 a.C; UGRA-178: 4370 ± 140 a.p., 2420 a.C; LY-3377: 4690 ± 140 a.p., 2740 a.C Se considera una larga ocupación desde un momento indeterminado de inicios del nI milenio a. C hasta finales del In milenio a.C, aunque las dataciones son polémicas por su amplia desviación.
la interaccción con otros grupos. Este yacimiento tiene cuatro dataciones de C14, provenientes de muestras extraídas de estructuras de combustión construidas en un área habitacional durante el inicio de su ocupación más reciente: UGRA-133: 4650 ± 150 a.p., 2070 a.C; UGRA-176: 6730 ± 200 a.p., 4780 a.C.; UGRA-178: 4370 ± 140 a.p., 2420 a.C; LY-3377: 4690 ± 140 a.p., 2740 a.C Se considera una larga ocupación desde un momento indeterminado de inicios del nI milenio a. C. hasta finales del nI milenio a.C, aunque las dataciones son polémicas por su amplia desviación.
JORGE, S.O., 1986: 71-312; 1089-1090; SANCHES, 1992: 92.
JORGE, S.O., 1986: 71-312; 1089-1090; SANCHES, 1992: 92.
55a. Cuchillo curvo de Vinha da Soutilha
55a. Cuchillo curvo de Vinha da Soutilha
DE
DE
Cuchiffo de sección triangufa0 fragmentado en su extremo) c11yo fifo se encuentra en ef fado convexo o exterior def oljetoo Fifo m11Y desgastado con pequeñas muescas que pueden ser resuftado de su uso (según Jorge) S. 0.) 1986: 256) 291). Localizado en superficie por Santos Junior. Jorge S. O. (1986) se inclina a relacionarlo con la fase reciente del yacimiento considerando que este tipo de objetos sin lengüeta bien diferenciada aparecen ya en contextos calcoliticos precampaniforme del Sudeste y de la Estremadura Portuguesa. Fue analizado y reanalizado en los S.A.M. (1968, 1974) con el n° 1923 y posteriormente en el LNETI. Actualmente ni se localiza en Chaves ni en el Instituto de Antropología do Porto, lugar este último donde según los autores estaría depositado.
Cuchiffo de sección triangufa0 fragmentado en su extremo) c11yo fifo se encuentra en ef fado convexo o exterior def oljetoo Fifo m11Y desgastado con pequeñas muescas que pueden ser resuftado de su uso (según Jorge) S. 0.) 1986: 256) 291). Localizado en superficie por Santos Junior. Jorge S. O. (1986) se inclina a relacionarlo con la fase reciente del yacimiento considerando que este tipo de objetos sin lengüeta bien diferenciada aparecen ya en contextos calcoliticos precampaniforme del Sudeste y de la Estremadura Portuguesa. Fue analizado y reanalizado en los S.A.M. (1968, 1974) con el n° 1923 y posteriormente en el LNETI. Actualmente ni se localiza en Chaves ni en el Instituto de Antropología do Porto, lugar este último donde según los autores estaría depositado.
jUNGHANS ET ALJI, 1968: n° 1923; ID., 1974; JORGE, S. 0.,
jUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1923; ID., 1974; JORGE, S. 0.,
1986: 256, 291, 1090; ARAUjO y CABRAL, 1986a: 1090.
1986: 256, 291,1090; ARAUjO y CABRAL, 1986a: 1090.
55b. "Alcaraviz" de Vinha da Soutilha (Sector A)
55b. "Alcaraviz" de Vinha da Soutilha (Sector A)
DE
DE
Siete fragmentos de un oo/do de forma aproximadamente cifíndrica) con pasta de cofor ceniciento) aspecto vacuofarpoco denso) e indicios de vitrijicación. Posibfe pico de tobera. Procede del sector A (lote 120B: M2-c.2, N3-c.2, N4-c.2). Analizado en el LNETI por XRD. No pudimos acceder a esta pieza en el Museo de Chaves.
Siete fragmentos de un oo/'eto de forma aproximadamente cifíndn'ca) con pasta de cofor ceniciento) aspecto vacuofarpoco denso) e indicios de vitnjicación. Posibfe pico de tobera. Procede del sector A (lote 120B: M2-c.2, N3-c.2, N4-c.2). Analizado en el LNETI por XRD. No pudimos acceder a esta pieza en el Museo de Chaves.
ARAUjO y CABRAL, 1986a: 1089-90.
ARAUjO y CABRAL, 1986a: 1089-90.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
55c. Posibles crisoles de Vinha da Soutilha (Sector A) DE Se trata de variosfragmentos que corresponderían a tres vasos diferentes de forma ova~ paredes rectas espesas (1-1)5 cm)) de fondo plano y capacidad inferior a 0)3 ~. uno (lvf3-c.2A) de color ceniciento con manchas castañas anara1'!jadas en el núcleoy pasta grosera; otro (N4-c.2A) de color castaño oscuro) de pasta más fina y supeJjicie decorada con leves incisiones;y el último (N3-c.2) vaso de paredes espesas de color ceniciento) con desgrasantes groseros. U no presentaba una tenue decoración con impresión a peine. Los análisis por espectrometría de RX no identificaron indicios de adherencias metálicas) aunque S. Jorge (1986: 274275) senala su parecido con los crisoles) y no exclt!Ye la posibilidad de quefuesen concebidos con esefin) aunque no llegasen a ser utilizados) quedando por explicar elproceso de cocción que lleva a presentar algunas zonas de las paredes vitrificadas. Proceden todos del Sector A de la excavación 00tes 98 y 120B). Se recogieron al parecer en la denominada área de los empedrados donde también aparecieron fragmentos metálicos Gorge, 1986: 108), relacionados con una unidad habitacional compleja. Recogidos en las excavaciones de 1982 y 1983. Analizados por XRD en el LNETI. N o pudimos acceder a estos materiales en Chaves. JORGE, S. 0., 1986: 274-275; ARAUJO y CABRAL, 1986a: 1989-1990.
55d. Residuos de metal de Vinha da Soutilha (Sector A, n. 3) DE Tres residuos de fragmentos de meta~ según S. Jorge. Proceden del nivel de ocupación más reciente, en el sector A (nivel 3). Dentro de este sector se recogieron en un área interior en relación a un muro de aterrazamiento, con varias estructuras de combustión asociadas a una unidad habitacional. En esta misma zona se recogió abundante industria lítica (puntas de flecha, raspadores, lascas retocadas y residuales, un núcleo, un hacha pulida), así como dos fragmentos de molinos, un fragmento de hueso en el interior de un vaso, y 688 fragmentos de recipientes cerámicos lisos o decorados (incisión, punzonamiento, impresión, y más raramente, impresión a peine). S. Jorge considera este área como una zona de trabajo donde se podrían haber realizado
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bien actividades de consumo (especialmente culinarias), como artesanales Oascado, alfarería, etc). JORGE, S. 0., 1986: 156.
55e. Residuos de metal de Vinha da Soutilha (Sector A, n. 3) DE Residuos de fragmentos de meta~ según S. Jorge (1986). Proceden del nivel de ocupación más reciente, en el sector A (nivel 3) de la excavación. Se recogieron en un área de empedrados perteneciente al nivel [mal de la ocupación, relacionada con una unidad habitacional y contigua al área anterior de las estructuras de combustión. En esta misma zona se recogió abundante industria lítica (raspadores, lascas, un hacha pulida, una punta de flecha,), así como fragmentos cerámicos de boca oval, cerámica de revestimiento y unos 400 fragmentos de recipientes cerámicos esféricos cerrados, predominantemente decorados mediante incisión e impresión peinada. S. Jorge considera que se trata de una zona relacionada con el trabajo de la piedra y la madera (por el abundante número de raspadores), aunque sin descartar la posibilidad del almacenamiento en vasos. JORGE, S.o., 1986: 156.
55f. Fragmento amorfo 1 de Vinha da Soutilha (Sector B) DE Fragmento amoifO de cobre revestido de una pátina azulada. El análisis de la pátina indicó cierto contenido en arsémco. Localizado en las excavaciones de 1983 en el Sector B, A3 (nivel 2 amarillo). Analizada la pátina por XRF en el LNETI. JORGE, S. O., 1986: 202; ARAUJO y CABRAL, 1986a: 1089.
55g. Fragmento amorfo 2 de Vinha da Soutilha (Sector B) DE Fragmento amorfo de cobre con pátina verde. El análisis de la pátina indicó cierto contenido en arsénico. Localizado en las excavaciones de 1983 en el Sector B, AS (nivel 2). Analizada la pátina por XRF en el LNETI. JORGE, S. O., 1986: 202; ARAUJO y CABRAL, 1986a: 1089.
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BEATR1Z COMENDADOR REY
56. Artefactos del yacimiento de Pastoria REDONDELO, CHAVES, VILA REAL
Las excavaciones en el yacimiento de Pastoría aportaron varios oijetos metálicos} así como posiblesfragmentos de crisoles. Pastoría es un poblado no fortificado situado en la parte media del límite oriental de la depresión de Chaves, sobre un escarpe que domina el valle del Támega. El yacimiento fue excavado entre 1982-1984 por S. Jorge, aunque parece ser que hubo alguna excavación clandestina anterior. Los trabajos de excavación abarcaron dos sectores distintos separados por una carretera: al N locales 1, 2, 4, en la base de la vertiente; al S. local 3, plataforma en forma de espolón delimitada por varios afloramientos graníticos. Se identificaron dos niveles de ocupación, el más antiguo con predominio de cerámicas decoradas especialmente incisas con patrón metopado, y el más reciente con campaniforme, y formas decoradas carenadas y troncocónicas, destacando la decoración peinada, e incluso decoraciones plásticas. Se identificaron distintas área funcionales, siendo los locales 3 y 4 habitacionales, y los 1 Y 2, áreas periféricas. Se constató la ampliación del área habitada desde el nivel antiguo al reciente (el Local 4 sólo se ocupa en la última fase), así como la introducción de nuevas materias primas y objetos, lo que unido a la mayor presencia de molinos y al aumento de la capacidad de los vasos es interpretado como una intensificación de las actividades agrícolas y de almacenamiento de los alimentos. Los artefactos metálicos de Pastoría pertenecen exclusivamente a este segundo nivel de ocupación del yacimiento, asociados a cerámica campaniforme (marítimo y puntillado geométrico) y a cerámica con decoración peinada. Este yacimiento tiene dos dataciones de C14 aORGE, S., 1983b: 163) tomadas de concentraciones de carbón de madera: (Nivel antiguo) N°5-LY-3375: 3040 ± 140 a.p., 1090 a.e.; (Nivel reciente) N°6-LY-3376: 1940 ± 90 a.p., 10 a.e. La autora las considera anómalas por posibles contaminaciones, considerando un intervalo entre el 2200-2100 a. e. para la primera fase de ocupación del yacimiento, y un intervalo 2000-1850 a.e. para el nivel más reciente. JORGE, S. 0., 1986: 409-572.
56a. Cincel de Pastoría (local 3) 54,5x16x4mm;DE Cincel de forma trapecia~ estrecho} de jilo convexo} perfil ligeramente curvo y sección subrectangular (según dibz!Jo)' Localizado en las excavaciones de 1984 en el Local 3 (Nivel 3a) con el registro PST84-J13. Este área, situada en el área del espolón, ofreció varios suelos de habitación, así como estructuras domésticas y abundantes materiales relacionados con actividades de producción, consumo y almacenamiento. El cincel se recogió en la base de un nivel de piedras situado estratigráficamente sobre la ocupación anterior. Concretamente se localizaron dos estructuras de piedra que podrían haber servido para almacenamiento o para sujetar una estructura circular en madera. En torno a una de estas estructuras se localizaban varios fragmentos de cerámica campaniforme, así como grandes vasos partidos in situ asociados a abundantes fragmentos de molinos y a dos pesos de telar y varios raspadores. Si embargo tanto los materiales líticos como de hueso o el cincel se distribuían por un área más amplia y marginal y con menos cerámica. Analizado por XRF en el LNETI. JORGE, S. O., 1986: 493-494; ARAUJO y CABRAL, 1986c; CRUZ, 1992b: n° 25.
56b. Fragmento de "faca" de Pastoría (local 3) 90 x 12, 5 x 1 mm; DE Fragmento de un cuchillo curvo} del que sólo queda la lengüeta de sección rectangular (según dibljjo)' Localizado en la campaña de excavaciones de 1984, en el Local 3 (Nivel 3b), con el n° de registro PST 84-L'8. Se recogió, aunque sin un patrón específico de localización, en un nivel intermedio dentro del nivel de ocupación reciente en el que se identificó un suelo endurecido que podría responder a una zona de tránsito. Aparecieron vasos campaniformes concentrados en torno a una de las estructuras de piedra, junto a otros vasos de gran capacidad decorados con cordón liso bajo el borde. Fue analizado por XRF en el LNETI. JORGE, S. O., 1986: 506; ARAUJO y CABRAL, 1986c; CRUZ, 1992b: nO 25; SANCHES, 1992: 147.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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56c. Punzón de Pastoría (local 3) 105,5 x 5 mm; DE Punzón de extremos aguzados) sección cuadrangulat) subcuadrangular en los extremos y subelíptica en la parte central (según dibtgó)' Localizado en las excavaciones de 1984 en el Local 3 (Nivel 3b) con el registro PST 84-J13. Se recogió sin un patrón específico de localización en un nivel intermedio dentro del nivel de ocupación más reciente. Analizado por XRF en el LNETI.
e 56a. Cincel de Pastoría (local 3)
JORGE, S. 0., 1986: 506; ARAUJO y CABRAL, 1986c; CRUZ,
I 56b. Fragmento de "faca" de Pastoría (local 3)
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56c. Punzón de Pastoría (local 3)
56d. Puñal de Pastoría (local 4)
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1992b: n° 25.
56d. Puñal de Pastoría (local 4) 13 x 90 x 1,5 mm; 6 g.; CH 365 Hqja de puñal de petjil triangulat) de base rota. Sección ligeramente lenticular. Pérdida de metal en todo elperfmetroJ especialmente en el talón) incompleto. Mt!Y corroido. Aunque se recogió en un área contigua al Local 4, durante una excavación clandestina, Jorge considera que es posible su procedencia del único nivel fértil del Local 4, correspondiente a la fase más reciente de ocupación del yacimiento. Se trata de una zona habitacional emplazada sobre una plataforma natural entre afloramientos, con delimitación artificial del espacio a través del relleno de los intersticios entre las rocas. Se localizaron estructuras de combustión, así como utensilios de uso doméstico. Se encontraba en el Museo de Chaves, sin referencias. Analizado por XRF en el LNETI junto al resto de elementos metálicos hallados en Pastoría. JORGE, S. 0., 1986: 442; ARAUJO y CABRAL, 1986c; CRUZ, 1992b: n° 25.
57. Conjunto de Fragao da Pitorca
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BEATRJZ COMENDADOR REY
56e. Posibles crisoles de Pastoría
(Cámara municipal de Chaves, 1993). Cedidos al Museo de Chaves.
DE Fragmentos de van'os vasos: uno (L.3: MIl: c.2. estA) de color ceniciento) pasta grosera y superficie vitrijicada/ otro (M8: c.3. est.6) de pasta cenicienta friable,' otro (/1.5: c.3) de un vaso eiférico de paredes éspesasy pasta cenicientafn'able) también con aspecto vacuolar en el borde. Su análisis no mostró indicios de adherencias metálicas) y los efectos del calor pueden ser debidos a otras causas no relacionables a un proceso metalúrgico. Analizados por XRF en el LNETI.
ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993a: 25; CAMARA MUNICIPAL DE CHAVES, 1993: 29.
57a. Espiral de oro de Fragao da Pitorca d. 12,5 mm, a. 4 mm; 22 g.; CH 23 Anillo de oro de tres vueltas) con hilo de sección rectangular que se va estrechando suavemente en los remates. Buena conservación. Superficie de fundición más pulida por la parte exterior.
ARAUJO y CABRAL, 1986c.
57. Conjunto de Fragao da Pitorca S. ANTONIO DE MONFORTE, CHAVES, VILA
REAL
CH Fueron donados) como procedentes de un mismo luga'Ty un co,!/unto de hacha plana de borde destacado) y una espiral de oro. Fueron localizados por un particular en el lugar de Fragao da Pitorca, al parecer junto a cerámica del tipo Penha. En Santo Antonio de Monforte o de Paradela hay documentado un poblado ¿Castro?
57b. Hacha de Fragao da Pitorca 170 x 103 x 10 mm; 666 g.; CH 710 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecia~ lados cóncavos y corte destacado. Buena conservación generaL Corrosión reciente con costrasy suciedad. Sin acabar. Rebabas laterales sin pulir. Defectos de fundición.
Los inicios de la metalurgia en e/noroeste de la Península Ibérica
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58. Cincel de Chaves VILA REAL
58. Cincel de Chaves
96 x 31 x 12 mm; 208 g.; 10 280303 Cincel de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos. Una cara más convexa que la otra. Buena conservación general. Sobre una pátina pardo oscura) puntos de corrosión. Superficie de fundición apenas regulan·zada. Desgaste asimétn'co en elfilo. En una etiqueta figura "Dep. Brenha", sin más referencias. MONTEAGUDO, 1977: n° 294.
59. Hacha de Chaves VILA REAL 59. Hacha de Chaves
170 x 54 mm; DE Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos irregulares (según dibt!JoJ. Esta pieza estuvo depositada en el Instituto de Antropología de Oporto, pero actualmente no se localiza en sus fondos. MENDES CORREA, 1924; HARBISON, 1967: 117; MONTEAGU-
60. Hacha de Barroso
DO, 1977: nO 239.
60. Hacha de Barroso MONTALEGRE, VILA REAL
61. Cincel de Montalegre
105 x 34 x 10 mm; 245 g.; DE Hacha plana de talón truncado) perfil rectangulary lados ligeramente convexos) de sección lenticular. Con indicios de uso (según Fortes). Fue encontrada a pequeña distancia de un muro, y escasa profundidad en el suelo, junto a la linea del tren de Barroso. Estuvo depositada en el Museo Etnológico de Oporto con la sigla 7158, pero actualmente se desconoce su paradero. FORTES, 1909: 106; MONTEAGUDO, 1977: n° 295.
61. Cincel de Montalegre VILA REAL
62. Conjunto de Alto dos Mauros
130 x 34 x 9,5 mm; 240 g.; LB 11122 (Cont. 236). Cincel de talón incompleto) perfil trapecialy lados convexos. Aparte del talón) buena conservación general. Pátina estable de óxidos en la que comienzan a desarrollarse cloruros. Superficie de bruto de colada regulan'zada) pulida cerca del filo. HARBISON, 1967: 118;JUNGHANS ET AlJI, 1968: n° 1561.
MapaS Área de distribución 4 Localización de los hallazgos
Área de distribución 4 A CORUÑA, GALICIA. 063- Puñal largo de la cista de Camota. Agra de Duran, Pedra Marrada, Camota. 064- Puñal de Fisterra. Cercanías Praia Langosteira, Fisterra. 065- Hacha de Cambre, Aviño, Malpica de Bergantit1os. 066- Lanza o alabarda de Castro Nemenzo, Leoilo, Malpica de Bergantiños. 067- Puñal de la cista de Taraio. Chousa da Casa Vella, Taraio, Cerqueda, Malpica. 068- Fragmento de punta Palme!a de! M-2 de Parxubeira, San Fins de Eirón, Mazaticos. 069- Punta tipo Palme!a de! M- 4 de Parxubeita, San Fins de Eirón, Mazaticos. 070- Conjunto de 2 Puñales de! tumulo de Boe!, Serra de Outes. 070a- Puñal 1 del túmulo de Boel. 070b- Puñal 2 de! túmulo de Boel. 071- Conjunto de Cícere, Santa Comba. 071a- Diadema 1 de Cícere. 071 b- Diadema 2 de Cícere. 071c- Fragmentos de lámina de Cícere. 071d- "Gargantilla de tiras" de Cícere. 071e- "Pulsera de tiras" de Cícere. 072- Puñal espada de Santa Comba. 073- Puñal espada de Portomouro o Santiago. 074- Hacha de Vilaseco, Castre!o, Vimianzo. 075- Hacha. Provincia de la CorU11a?
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BEATRIZ COMENDADOR REY
63. (PA6692) Puñal largo de la Cista de Carnota
64. Puñal de Fisterra
AGRA DE DURÁN, PEDRA MARRADA,
DE Punal de base en lengüeta simple trapecia~ de lados apuntados cóncavos (según JOto)' De estar en cm. la escala a pie deJOto) resultaría una longitud aproximada de unos 29 cm. Según Esmorís (1944) " ...No hace aún muchos meses, en las proximidades de la playa "Langosteira" se halló a poca profundidad entre una gran cantidad de piedras, dispuestas en forma que delataban haber sido de una vivienda, una lanza de cobre que ofrece la particularidad de estar biselada, y restos de cerámica. Lo poco que yo he podido recoger, presenta sencillos dibujos y es de buena calidad...". Según Cuevillas (1959: 58), " ... aparecieron cerca de Fisterra, varios fragmentos de vasos campaniformes decorados con zonas de líneas punteadas horizontales, con líneas de pequeños trazos angulares y con fajas de líneas oblicuas y paralelas de puntos, metidas entre otros horizontales. Con estos fragmentos se recogió un puñal de cobre corto, de los que suelen acompañar a las cerámicas de especie campaniforme...". Habitualmente se atribuye al conjunto la existencia de una cista. Al menos, para esta referencia concreta no hemos podido confirmar este dato. La nota 162 refiere que tanto la cerámica, como el puñal, se hallan en la colección del Dr. Esmoriz (Esmorís), según noticia de Monteagudo. Actualmente los familiares no localizan tal objeto en su colección. Se conserva una foto del conjunto en el Archivo Gráfico del Museo de Pontevedra.
CARNOTA, A CORUÑA
285 x 64 x 3 mm; 139,17 g.; MC 405 Puñal largo de base en lengüeta simple trapecial de lados apuntados cóncavos. Decorado con una acanaladura regular paralela a los jilos a 1 cm) de algo más de 1 mm de achura. Mala conservación de todo el perímetro) con mellas y grietas en basey jilo. Avanzada corrosión que eifecta a toda la supeJjicie. Apareció en Mayo de 1965, durante trabajos de laboreo agrícola. Según Luengo, en una llanura bastante extensa al pie de una quebrada, en el lugar conocido como Pedra Marrada (Agra de Durán), se encontraron tres sepulturas colocadas en una misma dirección y separadas unas de otras de seis a siete metros aproximadamente. Dos de las cistas habían sido violadas; una totalmente destruida, de la que quedaba tan sólo una laja de sus laterales; la otra, entera, pero con su tapa rota. La restante, que apareció a unos 40 cm. bajo el terreno cultivado, contenía un puñal y un brazal de arquero con dos perforaciones bitroncocónicas. Formaba una caja rectangular mediante cuatro lajas de granito alisadas por su interior (106 cm de largo x 70 de ancho x 70 de fondo). Se disponía sobre la saprolita y estaba calzada en sus extremos por grandes cantos rodados. Estaba tapada por una laja (decorada?), que rebasaba por todos los lados, con un vuelo de lOa 15 cm. La orientación de todas las cistas que componían el conjunto era aproximadamente S IN en sentido longitudinal. Los materiales fueron recogidos por el alcalde de Carnota, D. Perfecto Caamaño, que comunicó el hallazgo al delegado provincial de excavaciones, don J. M a . Luengo, quién las depositó en el Museo de La Coruña, donde ingresaron el 1 de Enero de 1968. Parece que se recogieron también cenizas que fueron enviadas a Santiago para su análisis. LUENGO, 1965; HARBISON, 1967: 106 (Op.cit); ACUÑA ET AUJ, 1970: 29; DELIBES y RODRIGUEZ, 1973: 55; TABOADA,
1979: 573; RAMIL YVAZQUEZ, 1979: 66; RUIZ- GALVEZ, 1979a: 153 (fig. 1: 2 y 3); ID, 1984a: 53-55.
CERCANÍAS PLAYA LANGOSTEIRA, FISTERRA
ESMORIS, 1923; ID, 1944; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 24, 45 (Op.cit); ID., 1931: 19; LOPEZ CUEVILLAS, 1933: 52; ID., 1955: 5; ID., 1959: 58 (nota 162); EIROA, 1973a: 67; CRIADO Y VAZQUEZ, 1982: 25, 62
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
65. (PA6698) Hacha CAMBRE, AVIÑO, MALPICA DE BERGANTIÑOS
63. Puñal largo de la cista de Camota
63. Brazal de arquero de la cista de Camota
87 x 34 x 9 mm; 163 g.; MC 285 Hacha plana de talón truncado (ligeramente cóncavo)) perfil rectangula1jY lados rectos. Buena conservación general del perimetro. Pátina estable de óxidos) sobre la que comienzan a desarrollarse núcleos más activos de corrosión. Supeificie de fundición regulariiflda) aunque con ligeras protuberancias en talón. Fuerte golpe oblícuo alfilo con arrastre de metal. Ingresó en el Museo el 25 de Mayo de 1968, procedente del Museo de Bellas Artes, donde tenía el n° 300. MONTEAGUDO, 1977: nO 311.
66. Lanza o alabarda de Castro Nemenzo LEOILO, MALPICA DE BERGANTIÑOS 64. Puñal de Fisterra
190 x 40 mm; 165 g.; DE Según Alvarez Carballido (:.lanza de cobre incompleta) a la que le falta el cubo o cilindro hueco para enchtifar el hasta. Hermosamente aristada y pulimentada... Ofrece una lámina) de mz!y mala calida~ donde aparece fotogrcifiada) junto a otras piezas como el hacha de San Mamed do Carballal. Según Bouza Brry y Cuevillas) que toman la referencia del anten'or (: .. Puñal o alabarda de cobre o bronce con fuerte arista centra!... Fue encontrado en el Castro Nemenzo (Bergantiñas) al ejecutar estudios para un proyecto ferroviario. Perteneció a la colección Alvarez Carballido. )J.
JJ.
65. Hacha. Cambre
ALVAREZ CARBALLIDO, 1907: 199-201 (fig. 2): BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 26,28; CUEVILLAS, 1955: 14.
66. Lanza o alabarda de Castro Nemenzo
67. (PA6690) Puñal de la cista de Taraio CHOUSA DA CASA VELLA, TARAIO, CERQUEDA, MALPICA DE BERGANTIÑOS
67. Puñal de la cista de Taraio
160 x 40 x 3 mm; 51,75 g.; MC 508 Puñal de base en lengüeta trapecial de lados apuntados cóncavos. Lengüeta con ligeros rebordes. Mala conservación de todo elperimetro con pérdida de filo en uno de los lados) y torsión longitudinal. Avanzada corrosión que afecta más a la basey la punta. Filo biselado en todo elperimetro. Según nota del Ideal Gallego (9 de Junio de 1974), el conjunto de la cista de Taraio fue descubierto por un labrador cuando araba una finca en el lugar de Chousa da Casa Vella (circundo do Castro) en una zona relativamente llana. Apartada la losa de cierre, con unas dimensiones de 70 x 70 cm., en-
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BEATR1Z COMENDADOR REY
contró en su interior, además del puñal, un vaso de cerámica "tipo florero" que rompió parcialmente, un instrumento lítico y tres supuestas esquirlas de hueso. Las dimensiones del vaso son 120 mm. de alto x 115 mm de ancho en la panza, 64 mm. en la base y 99 mm. en la boca. Las supuestas esquirlas, tras su observación, parecen fragmentos de piedra. El hallazgo fue comunicado a don Cándido Rodríguez (sacerdote y arqueólogo aficionado) que dio cuenta al Museo Provincial de La Coruña, donde fue depositado el 15-V-74, por don Manuel Outeiro Lema. EL IDEAL GALLEGO, 9-VI-1974; RAMILyVAZQUEZ, 1979: 67; RUIZ-GALVEZ, 1979a: 152 (fig. 1,4 Y5).
68. (PA6689) Fragmento de Palmela del M.2 de Parxubeira (A Mina) PARXUBEIRA, SAN FINS DE EIRÓN, MAZARICOS
37,5 x 14 x 3 mm; 2,2 g.; MC Pedúnculo y arranque de hqja de una punta Palmela. La base es simple} apuntada rectilínea. Incompleta} conservándose sólo parte delpedúnculo y arranque de la hqja. Consolidada tras un avanzado proceso corrosivo. El Monumento 2 de la necrópolis de Parxubeira (A Mina de Parxubeira) es un dolmen de corredor, en cuya estructura de acceso, tipo "atrio", fueron localizados diversos materiales, como estelas y betilos. Dentro de la cámara, poligonal y con corredor corto, apareció este fragmento de punta tipo Palmela (Coordenadas, x=l '52, y=-2'50, z=-0'07). El mismo monumento proporcionó diversos materiales, sin que se establezca una relación directa entre ellos por estar en zonas revueltas, como fragmentos de campaniforme puntillado y con decoración de Chlamis Opercularis. Del cuadro A-2, de M-2, fuera de la cámara (Coordenadas x=2'05, y=l '94, z=-0'04), procede un vaso de paredes bien alisadas y espatulado antes de la cocción, de pasta ocre y una fina aguada exterior. El fondo es plano y la panza bien marcada, alcanzando los 110 mm de alto, 67 mm en la base y 90 mm de diámetro en la boca. El autor de la excavación lo pone en relación con la punta tipo Palmela, dentro de lo que sería el horizonte del bronce antiguo. RODRIGUEZ CASAL, 1989: 56-57, 72-73, 101.
69. (PA6688) Palmela del monumento 4 de Parxubeira SOTORRAÑO, PARXUBEIRA, SAN FINS DE EIRÓN, MAZARICOS
67 x 18 x 3 mm; 8,64 g.; MC Punta de flecha de base simple apuntada rectilínea. El estrechamiento de la hqja conforma elpedúnculo. Localizada en el transcurso de las excavaciones realizadas en la necrópolis de Parxubeira, dirigidas por Rodríguez Casal, sobre la coraza de M-4 (Coordenadas, x=0'50, y=17'60, z=-0'25). Se trata de un túmulo situado en el lugar de Sotorraño, que es lugar más elevado de la ladera sobre la que se asienta la necrópolis. En su zona central albergaba un anta de forma general subcircular, sin corredor (definida así por los calzos), cuya entrada estaba tapiada por un relleno irregular de piedras. Su diámetro alcanza los 22,5 m por 23 m. Sobre la coraza, se localizó también una lámina de silex. RODRlGUEZ CASAL, 1989: 56-57, 72-73, 101.
70. Conjunto de 2 puñales del túmulo de Boel OUTES
DE Corijunto de dos supuestospuñales de lengüeta (170x 60 cm y 190 x 50 cm). Bouza Brry y López Cuevillas los describen con rebqjes marginales y lengüeta} y Eiroa con peiforaciones para clavos} aunque no cita la fuente de donde obtiene este dato. Localizados en un dolmen cercano a la casa del poeta Añón. Según Murguía apareció bajo un dolmen tumular el "esqueleto de un guerrero", hallándose a su lado, una punta de lanza y un puñal de bronce. El esqueleto se echó a un lado conservándose sólo las armas, que fueron enviadas al Seminario Central de Santiago. Actualmente se desconoce su paradero. MURGUIA, 1888: 95; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 26; ID, 1931: 20; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 10; EIROA, 1973a: 67.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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71. Conjunto de Cícere SANTA COMBA
MC 3780 Cot!Junto formado por dos diademas lisas) una (~arganti lla de tiras) dos fragmentos de (pulsera" de tiras y tres fragmentos de jqyas de lámina indeterminadas. Al parecer, el conjunto procede de una "mámoa" (túmulo) (Monteagudo, 1953). Depositado en el Museo de A Coruña en mayo de 1999. JI
68. Fragmento de Palmela del M.2 de Parxubeira (A Mina)
MONTEAGUDO, 1953: 292-293, (fig. 31, I Y11); RUIZ-GALVEZ, 1979a: 163; HERNANDO GONZALO, 1983: 100; REBOREDO, 1991; PINGEL, 1992: nO 60; BLAS, 1994: 112; BOVEDA, 1995: 5558; COMENDADOR, 1996d.
69. Palmela del monumento 4 de Parxubeira
71. Conjunto de Cíeere
71a. Diadema 1 de Cícere 400 x 70 mm; 26,5 g Fina lámina de oro casi rectangular con estrechamiento hacia los extremos. El extremo conservado presenta líneas verticales de puntillado, dos hileras irregulares de peiforaciones y restos de otra peiforación mqyor. 7tb. Diadema 2 de Cícere 327 x 72 mm Lámina de oro de lados bastante curvos en tres trozos que conforman la mitad de la pieza. Uno de los laterales más pequeños presenta una peiforación y la mitad de otra. 71c. Fragmentos de lámina de Cícere Tres fragmentos de lámina de oro de distintos tamaños: el mqyorpresentaforma rectangular,' el siguiente en tamaño es más anchoy corto; el máspequeño estáformado por una cinta m'!J estrecha casi rectangular. Carecen de decoración.
71a. Diadema 1 de Cíeere
71d. "Gargantilla" de tiras de Cíeere
71d. "Gargantilla" de tiras de Cícere 350 x 80 x 1 mm; 44,7 g. Banda de oro laminado c'!Jos extremos lisos rematan en aletas semicirculares) dobladas para que se qjusten al retroceso. En su parte central está decorada con cinco incisiones horizontales que conforman seis tiras caladas. 71e. "Pulsera" de tiras de Cícere 102 x 11 x 1 mm; 3,5 g. Lámina de oro semicilíndrica de la que se conservan sólo dos fragmentos correspondientes a parte de una tira y a uno de los extremos, que presenta dos peiforaciones. Su parte central está decorada con tres tiras caladas.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
...
72. (PA6680A-B) Puñal-espada de Santa Comba SANTA COMBA
355 x 62 x 3 mm; 226,64 g.; MC Puñal largo o espada corta de base en lengüeta simple trapecial de lados cóncavos. La zona del enmangue está marcada por una incisión en forma de herradura. Filos mellados y deifigurados. Fracturado en tres partes} de las que sólo encqjan dos. Avanzado proceso de corrosión. Huellas de abrasión en los filos} y pulido de la supetftcie. Localizado en una cista, sin que conozcamos más referencias. RUIZ-GALVEZ, 1979a: 153 (fig. 1.1); ID, 1984a: 63-64.
73. Puñal-espada de Portomouro o Santiago PORTOMOURO O SANTIAGO
470 x 84 x 3 mm; 450 g.; DE Puñal largo o espada corta de base en lengüeta rectangular de lados cóncavo con rebordes} y hqja pistiliforme} decorada con doble fila de ranuras. Sólo se sabe que fue cedida al ayuntamiento de Santiago por el Sr. Coutelo Bouzas. Su descripción coincide, sin embargo, con la que Bouza Brey y Cuevillas dan de la espada de Portomouro, por lo que podría ser la misma pieza: " ...Puñal de bronce co espeto en lengoeta. Mede 475 x 90 mm. Ostenta decorazón riscada en todo o longo da folla dividida en duas zonas afastadas entre si por duas líneas en pabellón ca punta cara abaixo. Consiste a da parte superior en tres liñas lonxitudinais paralelas entre si e ó fío da folla, e a da banda inferior en duas liñas que sigue a direizóndas anteriores. Está no Museu Pontificio de Santiago...". Ilocalizable. BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929; ALMAGRO GORBEA, 1973; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 64.
72. Puñal-espada de Santa Comba
73. Puñal-espada
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
67
74. Hacha de Vilaseco CASTRELO, VIMIANZO
DE Hacha plana} según Monteagudo. Localizada en la Arquiña de Vilaseco (Camiño a Pecira do Frade), "megalito bajo túmulo". Ilocalizable. MONTEAGUDO, 1977: n° 296A.
75. (PA6701) Hacha A CORUÑA 152 x 44 x 15 mm; 646,53 g.; MC Hacha plana de talón truncado} peifil rectangular y lados rectos. Partida a la mita~ con desgarro de metal en el corte. Pátina estable de óxidos} aunque con diminutos puntos de corrosión verde. Supeificie de fundición regularizada y pulida. PROVINCIA DE
75. Hacha
MONTEAGUDO, 1977: n° 310.
Mapa 6 Área de distribución 5 Localización de los hallazgos
Área de distribución 5 A CORUÑA, GALICIA. 076- Cuentas bicórucas de Cháos de Barbanza, Boiro. 077- Conjunto de Leiro. Revolada da Cana, Monte Lioira, Leiro, Rianxo. 077a- Alabarda del conjunto de Leiro. 077b- Puñal 1 del conjunto de Leiro. 077c- Puñal 2 del conjunto de Leiro. 077d- Puñal 3 del conjunto de Leiro. 077e- Puñal 4 del conjunto de Leiro. 077f- Puñal 5 Qargo) del conjunto de Leiro. Rianxo. PONTEVEDRA, GALICIA. 07S- Hacha 1, Provincia de Pontevedra. 079- Hacha 2, Provincia de Pontevedra. OSO- Punta tipo Palmela de Cela, Bueu. OSl- Deposito de Caldas. As Silgadas, Caldas de Reis. OS2- Fragmento de punta tipo Palmela de la cista de Gandón, Aldán, Cangas. OS3- 2 Fragmentos de crisol del yacimiento de Lavapes, San Andrés de Hío, Cangas. OS4- Conjunto 2 puntas tipo Palmela de Liméns, San Andrés de Hío, Cangas. OS4a- Punta tipo Palmela 1 del Conjunto de Liméns. OS4b- Punta tipo Palmela 2 del Conjunto de Liméns. OS5- Puñal del yacimiento de Mesa de Montes, Cangas. OS6- Fragmento de crisol del yacimiento de O Fixón, Viñó, San Andrés de Río, Cangas. OS7- Gota del yacimiento de O Fixón-Costa da Seixeira, Viñó, San Andrés de Hío, Cangas. OSS- Hacha 1 de San Xurxo de Sacos, Cotobade. OS9- Hacha 2 de San Xurxo de Sacos, Cotobade. 090- Punta tipo Palmela. "Gondomar"? 091- Molde del Monte do Castro, Dena, Meaño. 092- Hacha de "Lérez", Pontevedra. 093- Hacha de Mourente, Pontevedra. 094- Conjunto de la cista de Atios, Santa Eulalia de Tunes, Porriño. 094a- Espiral 1 de la cista de Atios. 094b- Espiral 2 de la cista de Atios. 094c- Cilindro de lámina de oro 1 de la cista de Atios. 094d- Cilindro de lámina de oro 2 de la cista de Atios. 094e- Puñal corto de la cista de Atios. 094f- Puñal largo de la cista de Atios. 095- Hacha de Marxión, Vilagarcia de Arousa. 096- Punzones del yacimiento del Islote de Guidoiro Areoso, Illa de Arousa. 096a- Punzón 1 del yacimiento del Islote de Guidoiro Areoso. 096b- Punzón 2 del yacimiento del Islote de Guidoiro Areoso.
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BEATR1Z COMENDADOR REY
76. Cuentas de Chaos de Barbanza BOIRO, A CORUÑA 4-14 x 6-16 mm; 135 g. (con el alambre); ML COf!junto de nueve cuentas bitroncocónicas macizas de diferentes tamaños) con peiforación centraly marcada carena. Actualmente están insertadas en un alambre de oro) que al parecer; no pertenece al halla~o original. Posiblemente fundidas y acabadas por abrasión. Fueron localizadas en 1893. Según Balsa apareció primero una gran cantidad de cuentas de bronce (¿ ?), Y posteriormente, en la busca de más, aparecieron las de oro. Aunque hace alusión al castro de Cháos de Barbanza, el lugar se trata de una planicie con abundantes túmulos. Pertenecieron a la colección de Blanco Cicerón y después pasaron a la de Gil Varela, actualmente depositada en el Museo de Lugo. Consideradas desde Cuevillas (1951) como de época castreña, recientemente ha sido replanteada su cronología (Almeida et alii, 1994).
76. Cuentas de Chaos de Barbanza
BALSA, 1912: 9-10; LOPEZ CUEVILLAS, 1951: 87; PEINADO, 1975: 26; BALSEIRO, 1994: 198-204; ALMEIDA ET AUI, 1994; BOVEDA, 1996: 47-50.
77. Conjunto de Leiro REVOLADA DA CANA, MONTE LIOIRA, LEIRO, RIANXO MC
COf!Junto de una alabarda (tipo Carrapatas) y cinco puñales de lengüeta. Hallazgo casual, protagonizado por D. Albino Gómez en el Monte Lioira (mal llamado Loeiras o Lioeiro), cuando realizaba trabajos de explanación en la fmca "Revolada da Cana". Los objetos aparecieron diseminados por el terreno. Se ignora si se trata de un depósito o del ajuar de una cista, de las que al parecer, hay indicios en la zona. Dado parte del hallazgo a la Guardia Civil de Rianxo, ésta pasó aviso al C.P.PA.C. y dirección del Museo Arqueológico Provincial de A Coruña, que tramitaron su adquisición. RUIZ-GALVEZ, 1984a: 57-59; MEIJIDE, 1989: 151-164
77a. (PA6681) Alabarda del conjunto de Leiro 263 x 76 x 7 mm; 363,1 g.; MC Alabarda de hqja marcadamente triangular; enmangue con tres peiforacioneSy estando la superior rota y mostrando las otras dos cierta asimetría. Hqja con fuerte nervadura) necesariamente obtenida en molde. Conserva parcialmente una
77. Conjunto de Leiro
77a. Alabarda del conjunto de Leiro
77b. Puñal 1 del conjunto de Leiro
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
71
esma paralela a los jilo~ con muestras de abrasión. Pérdida de metal en todo elperímetro. Pátina oscura con puntos de corrosión más activa) en la basey zona de los remaches. Agujeros para los remaches de tendencia circular.
77e. Puñal 2 del conjunto de Leiro
77d. Puñal 3 del conjunto de Leiro
77e. Puñal 4 del conjunto de Leiro
77f. Puñal 5 Oargo) del conjunto de Leiro
77b. (PA6691) Puñal 1 del conjunto de Leiro 181 x 41 x 3 mm; 92,03 g. Puñal de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectos. Buena conservación genera/. Le falta una esquina en la lengüeta. Avanzada pátina de cloruros que afecta a la totalidad de la pieza) ya estabilizada. 77c. (PA6682) Puñal 2 del conjunto de Leiro 138 x 2 mm; 36,52 g. Puñal de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectos) ligeramente cóncavos. Presenta una decoración cerca del borde a base de un surco que remata en la base. Buena conservación genera~ aunque le falta un fragmento en la punta. Avanzada pátina de corrosión) ya estabilizaday suciedad que se acumula en los surcos decorativos) obtenidospor cincelado (¿ ?). Irregularidades en la mitad inferior pueden relacionarse con problemas en la fundición. 77d. (PA6686) Puñal 3 del conjunto de Leiro 189 x 42 x 2 mm; 92,04 g. Puñal de base en lengüeta simple trapecia~ de lados ligeramente cóncavos. Presenta una decoración cerca del borde a base de un surco) que decora también la base) rematando en triángulo. Buena conservación genera/. Avanzada pátina de corrosión (estabilizada) y suciedad en los surcos decorativo) obtenidos por cincelado(¿ ?). 77e. (PA6700) Puñal 4 del conjunto de Leiro 162 x 34 x 2 mm; 38,14 g. Puñal debase en lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectos. Pérdida de metal en puntay jilos) posiblemente por corrosión. Avanzada pátina de corrosión (estabilizada). 77f. (PA6696) Puñal 5 (largo) del conjunto de Leiro 295 x 43 x 3 mm; 146,33 g. Puñal de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectosy ho/a de sección lenticular aplanada. Buena conservación genera/. Le falta una esquina en la lengüeta. Avanzada pátina de cloruros (estabilizada).
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BEATRIZ COMENDADOR REY
78. (AA0708) Hacha 1 PROVINCIA DE PONTEVEDRA
141 x 47 x 13,5 mm.; CP Hacha plana de talón truncado) perfil rectangular y lados rectos (según dibt!jo). El hacha n° 307 de la catalogación de Monteagudo no es de Pontevedra, sino de Palencia (León), siendo la de Pontevedra otra de la misma colección Fontaneda. MONTEAGUDO, 1977: n° 307; COMENDADOR, 1991: n° 7; ID., 1991-92: 186, 188; COMUNICo PERS. G. DELIBES. Agradecemos a G. Delibes la información sobre este hacha.
79. (PA6653) Hacha 2 PROVINCIA DE PONTEVEDRA
162,5 x 42 x 15 mm; 612 g.; MP 2614 Hacha plana de perfil trapecia~ lados convexos y talón truncado. Marcas de deterioro posterior a su halla:<go (z'ncisiones) extracciones) adhesivos) etc). Pátina estable de óxidos. Abundante suciedad. Filo romo. Depositada en el Museo de Pontevedra. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G., serie Cobres Antiguos, con el n° 14. COMENDADOR, 1991: n° 8, ID., 1991-92: 186, 188.
80. (PA6383) Punta Palmela de Cela BUEU
86 x 18 x 2,5 mm; 8 g.; CP Punta de flecha m'9 deteriorada de base simple apuntada rectilínea y pedúnculo largo truncado. Pedúnculo de sección cuadrada. Pérdida de metal en todo el contorno. Arqueada. Proceso corrosivo avanzado. Hallazgo casual protagonizado por un paisano de Bueu. COMUNICo PERS. SUAREZ. Agradecemos a J. Suárez la mediación para el estudio de esta pieza.
81. Depósito de Caldas As SIGALDAS, CALDAS DE REIS MP Depósitoformado) al menospor: un aro grande rematado en paletas) 17 aros abiertos de forma elíptica) 1 aro abierto de forma triangular; 8 aros de forma elípticay extremos cerrados) 3 fragmentos de barra) 1 aro de sección cuadrada) 2 cuencos de asa latera~ 1jarra de asa latera~ 1peiney 6fragmentos de lámina de una posible ('gargantilla') de tiras. Este es el corgunto conservado) aunque se considera que se per-
dió otro aro grande) varios brazaletesy el resto de la diadema o gargantilla de lámina. En la actualidad el depósito consta de 41 elementos. La finca de As Silgadas se sitúa al noroeste de la villa de Caldas, sobre una loma de suave cota, en la que se emplaza una casa señorial conocida como A Canle. Cuando se descubrió el depósito, se emplazaba entre un grupo de eucaliptos jóvenes en el extremo de la elevación, y A Canle, tratándose de una estrecha franja de terreno. Hasta entonces había estado dedicado a monte, siendo entonces roturado y como labor complementaria, se habían colocado postes de piedra a lo largo de sus linderos para formar cierre y sostener pies de viña. El depósito de Caldas apareció el 20 de Diciembre de 1940, cuando Amalio Touceda Devesa, vecino de Caldas, estaba haciendo unos agujeros con una vara para colocar unos postes de viña en una tierra xabrenta (saprolita) endurecida. Es importante destacar que no apareció ningún tipo de recipiente conteniendo las piezas, tal y como había recogido Ruiz-Gálvez, tal vez de una información cruzada de Alfredo Garda Alén, sobre la existencia de un vaso tripede hemisférico, sino en el substrato de roca disgregada y a poca profundidad (unos 20 cm). Tampoco aparecieron carbón, cenizas, ni ningún tipo de lecho artificial. La disposición que presentaban los objetos es la siguiente: sobre dos collares rígidos, de gran tamaño, en los que se ensartaban otros más pequeños, y en el espacio dejado por ellos, descansaban tres vasos; en el interior del de mayor capacidad de éstos se guardaba un peine y sobre todo el conjunto estaba depositado el brazalete, collar o jarretera, constituido por una fina lámina. Bauza Brey estima perdidos unos 13,750 Kg. Ruiz-Gálvez, sin embargo, recoge de Garda Alén, noticia de que los descubridores habrían declarado un peso 20 Kg inferior al hallado, totalizando entonces unos 50 Kg. Sin embargo, nos parece más fiable la versión recogida por el propio Bauza Brey, por entonces Comisario Provincial de Excavaciones, que visitó y publicó el depósito inmediatamente después de su aparición pública. Se habrían perdido al menos otro gran aro, parte de la diadema o gargantilla y varios brazaletes. El resto del conjunto fue trasladado a la sucursal del Banco de España en Pontevedra. Posteriormente el depósito Ingresó en el Museo de Ponte-
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vedra, con numeraClOnes desde 1242 hasta 1277. Las piezas fueron estudiadas analíticamente por Hartmann a inicios de 1970. BOUZA BREY, 1942a; ID, 1942b: 187-203; MACWHITE, 1951; HARTMANN, 1971: 53-56; RUIZ-GALVEZ, 1978: 173-188; ID. 1993a; LOPEZ CUEVILLAS, 1979: 169; PINGEL, 1991; COMENDADOR, 1991; ID, 1995: 128; PINGEL, 1992: n° 157; BOVEDA, 1995: 87-98; DOMATO y COMENDADOR, 1998 Para la elaboración de esta ficha, hemos contrastado la bibliografía 78. Hacha 1
con el testimonio directo del autor del hallazgo, don Amalio Touceda Devesa, fallecido a inicios de 1996. Para los aspectos tecnológicos, queremos agradecer la información proporcionada por Bárbara Armbruster, de la Universidad de Tübingen, con quien compartimos la "experiencia de Caldas". Apuntamos el peso de las piezas según RuizGálvez (1978) y entre paréntesis según Bauza Brey (1942a) cuando se
79. Hacha 2
80. Punta Palmela de Cela
observan diferencias.
8ta. Aro rematado en paletas 10,5 mm; 870 g; d. 226 mm; MP 1245 Aro abierto formado por una barra maciza de secczon cilíndrica) que remata en dos extremos ensanchados a modo de paletas) que presentan en su zona media una peiforación. 8tb. Aro abierto t 9,2 mm; 472g; d. 142,5 mm; MP 1246 Aro abierto formado por una barra maciza de sección cilíndrica algo amorczllada) y con extremos ligeramente engrosados. 8te. Aro abierto 2 10,5 mm; 475 g.; d. 139,5 mm; MP 1247 Aro abierto formado por una barra maciza de sección cilíndrica) con extremos ligeramente engrosados.
81. Depósito de Caldas
8td. Aro abierto 3 8 mm; 380 (370) g.; d. 139,8 mm; MP 1248 Aro abierto constituido por una barra maciza de sección czlíndrica) de forma amorczllada y algo deformado. Extremos ligeramente engrosados. 8te. Aro abierto 4 9,5 mm; 495 (500) g.; d. 141,5 mm; MP 1249 Aro abierto formado por una barra maciza de sección cilíndrica) con extremos ligeramente ensanchados y engrosados.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
81f. Aro abierto 5 9,5 mm; 458 (455) g.; d. 141,5 mm; MP 1250 Aro abierto formado por una barra maciza de sección cilíndrica) con extremos ligeramente engrosados.
81n. Aro abierto 14 9,5 mm; 320 (317) g.; d. 90,5 mm; MP 1267 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica) y extremos ensanchados.
81g. Aro abierto 6 15,5 mm; 730 g.; d. 108,5 mm; MP 1255 Aro abierto constituido por una barra maciza de sección cilíndrica) de forma elíptica y extremos con marcado reborde.
81ñ. Aro abierto 15 7,5 mm; 210 g; d. 83,5 mm; MP 1268 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica.
81h. Aro abierto 7 15 mm; 740 (735) g.; d. 97,5 mm; MP 1259 Aro abiertoformado por una barra maciza elípticay de sección cilíndrica. 81i. Aro abierto 8 12 mm; 330 (327)g.; d. 89 mm; MP 1260 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica) con extremos ligeramente engrosados.
810. Triángulo abierto 9 mm; 230 (232) g.; d. 80 mm; MP 1269 Triángulo abierto formado por una barra maciza de sección cilíndn'ca) con rebordes en los extremos. 81p. Aro abierto 16 4,5 mm; 75 (69) g.; d. 77 mm; MP 1270 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndn'ca) con extremos ligeramente engrosados.
81j. Aro abierto 9 10 mm; 283 (280) g.; d. 96 mm; MP 1261 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica) con extremos ligeramente engrosados.
81q. Aro abierto 17 4,5 mm; 72 (67) g.; d.77,5 mm; MP 1271 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndn'ca) con extremos engrosados. Sobre su supe'ljicie destaca una banda más pulida) sin llegar aformar ansta.
81k. Aro abierto 10 11 mm; 320 (300) g.; d. 88 mm; MP 1262 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica.
81r. Aro cerrado 1 16,5 mm; 730 g.; d. 96,5 mm; MP 1251 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndn'ca) con los extremos cerrados.
811. Aro abierto 11 11 mm; 380 (375) g.; d. 83 mm; MP 1264 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica) con extremos engrosados.
81s. Aro cerrado 2 14,5 mm; 525 (520) g.; d. 100,5 mm; MP 1252 Aroformado por una barra elíptica algo amorcillada de sección cilíndrica) con los extremos cerrados.
81ll. Aro abierto 12 9,5 mm; 265 (262) g.; d. 83 mm; MP 1265 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica.
81t. Aro cerrado 3 14,5 mm; 622 (615) g.; d. 107 mm; MP 1253 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndrica) con los extremos cerrados.
81m. Aro abierto 13 11 mm; 355 (345) g.; d. 78,5 mm; MP 1266 Aro abierto formado por una barra maciza elíptica de sección cilíndrica) con ligeros rebordes en los extremos.
81u. Aro cerrado 4 6 mm; 680 g.; d. 103,5 mm; MP 1254 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndrica) con los extremos cerradosy ligeramente engrosados.
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8iv. Aro cerrado 5 14mm; 568 (565) g.; d. 103 mm; MP 1256 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndn'ca) con los extremos cerrados. 8iw. Aro cerrado 6 14 mm; 670 (690) g.; d. 107 mm; MP 1257 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndn'ca) con los extremos cerrados.
81a y otros
8ix. Aro cerrado 7 16 mm; 715 (695) g.; d. 103 mm; MP 1258 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndrica) con los extremos cerrados. 8iy. Aro cerrado 8 12 mm; 390 (380) g.; d. 87,5 mm; MP 1263 Aro formado por una barra elíptica de sección cilíndrica. Los extremos cerrados) están engrosadosy presentan rebordes.
81af
8iz. Aro de sección cuadrada 12,5 mm; 275 (274) g.; d. 79 mm; MP 1275 Aro macizo formado por una barra de sección rectangular y deforma algo amorcillada) adelgazada hacia los extremos. 8iaa. Fragmento de barra 130 x 4 mm; 50 (40) g.; MP 1272 Fragmento de barra maciza de sección cilíndn'ca) doblada y fracturada en sus extremos. 8iab. Fragmento de barra 190 x 6,5 mm; 122 (110) g; d. 48 mm; MP 1273 Fragmento de barra maciza de sección cilíndrica enrollada en espira~ fracturada por ambos extremos.
81ad. Fragmento de lámina
8iac. Fragmento de barra 112,40 x 7,5 mm; 140 (130) g.; MP 1274 Fragmento de barra maciza de sección cilíndrica) doblada y fracturada por ambos extremos. 8iad. Fragmento de lámina 13,7 (13) g.; MP 1277 Seis fragmentos de chapa de oro) dos de ellos ligeramente doblados) decorados por líneas incisas. Encqjan de dos en dos. Podrían pertenecer a una diadema ojqya de tiras.
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BEATRJZ COMENDADOR REY
81ae. Cuenco 1 82 x 78 x 9 mm; 541 g.; d. 79 mm; MP 1242 Cuenco bitroncocónico con asa lateral. Carece de decoración y tan sólo ofrece un ligero reborde circular en la base. Fundido a la cera perdida) apreciándose la estructura de bruto de colada en el interior, y no así en el exterior que presenta un acabado pulido. 81af. Cuenco 2 75 mm; 640 g.; d. 85 mm; MP 1243 Vaso o cuenco bitroncocónico con asa lateral del tipo ('cintaJ!. Decorado con seis bandas horizontales rellenas de líneas incisas) la última rematada en una frar!Ja de triángulos) también incisosy rellenos de líneas oblicuas. En la base) decorado con círculos concéntricos rellenos de líneas incisas) el mqyor rodeado por una serie de triángulos rellenos por traZos incisosformando los brazos de una estrella. El asa o/rece en su parte central una serie de trazos incisos a modo de espina de pe~ en tanto que la zona centralpresenta una decoración compuesta por líneas incisas y triángulos también rellenos de trazos incisos. Fundido a la cera perdzda) apreciándose en su interior la estructura de bruto de colada. No así en su exterior, que presenta un acabado pulido. 81ag. Jarra 68 x 72 x 20 mm; 630 g.; d. 59 mm; MP 1244 Jam"ta bitroncocónica con asa del tipo ('cintaJ!. Decorada por una sen'e de bandas rellenas de trazos verticales incisos. El borde iriferior de la banda más cercana al arranque del asa) remata en una serie de tnangulos rellenospor un reticulado inciso. Cerca de la base) otra serie de triángulos decorados con motivos iguales que los anten'ore~ que descansan sobre el borde superior de una banda de decoración rellena de líneas verticales incisas)formando un motivo del tipo (lJiente de 10boJ!. La base muestra una decoración de círculos concéntrico~ que combina líneas helicoidales en la banda exten'or, con triángulos formando los brazos de una estrella en el interior. El asa lleva una decoración de (~spina de pezJ! enmarcada en ambos bordes por dos bandas de triángulos rellenas de reticulado inciso que alternan con otros en blanco. El extremo superior del asa remata en un reticulado inciso que alterna con otros en blanco. Fundida a la ceraperdzda) apreciándose en su interior la estructura de bruto de colada. Acabado pulidoy decoración incisa. El asa está acoplada al cuerpo de lajarra a la que se practicaron dos fuertes incisiones con cince~ de manera mt[Y tosca.
81ah. Peine 63 x 85 x 4 mm; 200 (198) g.; MP 1276 Peine macizo formado por tres cuerpos de forma semicircular, más destacado el centra~ y con unaperforación en su Zona media que facilita su suspensión. Decorado con motivos incisos en forma de bandas circulares rellenas de líneas verticales u oblicuas o de reticulado. Una fqja sin decorar separa estos tres cuerpos de la fila de púas) que son de sección cuadraday másfinas en los extremos. Posiblementefundido a la cera perdida) con las púas cinceladas. Acabado pulido. Decoración realizada con un pequeño cincel. 82. Punta Palmela de la cista 2 de Gandón ALDÁN, CANGAS DO MORRAZO
5 x 4,6 mm; MP 9365 Placa de cobre de forma no definida) con un orificio) interpretada como una punta tipo Palmela. Se conserva elposible arranque de la base. Avanzado proceso corrosivo) con costras pulverulentas (estabilizadoj. En 1984, al realizar las obras de excavación en el sótano de una vivienda perteneciente a D. José Ramón Ermelo, se descubrió un conjunto de dos cistas. Notificado tal hallazgo al Museo de Pontevedra, Peña llevó a cabo una excavación de urgencia. Se localizaron dos cistas carentes de estructura tumular. La cista n° 1 de planta trapecial de 55 cm de longitud máxima, estaba desprovista de losa de cubierta y de una de las cabeceras, con unas dimensiones de 30 cm en su base menor y 53 en la mayor y orientación N-S. En su interior, se hallaron restos de una incineración. La cista nO 2, estaba cubierta con una gran losa de superficie y forma irregulares, con unas dimensiones máximas de 185 x 160 x 35 cm, en cuyo cuadrante sudoriental tenía grabadas cinco cazoletas. Se conservaban restos de un tosco cinturón lítico. En su interior, sobre un nivel de tierra suelta, sin piedras, se encontraron seis minúsculos fragmentos de cerámica lisa de pasta fina, tonalidad clara y acabado exterior bruñido. Ya sobre el substrato, un brazal de arquero de piedra arenisca y la placa de cobre. PEÑA, 1985b; PATIÑO, 1985: 58; COMENDADOR, 1991: 40, 41; ID, 1991-92: 187, 188.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
81ah. Peine
82. Punta Palmela de la cista 2 de Gandón
83. Fragmentos de crisol de Lavapés
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83. Fragmentos de crisol de Lavapés SAN ANDRÉS DE Hío, CANGAS DO MORRAZO 30 x 29 x 13 mm; 27 x 9 x 9 mm; MP 8892 Dosfragmentos informes de barro con escorias adheridas, de pasta ro/a y desgrasantes grandes, que parecen responder al mismo cuerpo. El yacimiento de Lavapés, alIado de la playa de Arneles, fue descubierto al habilitar un terreno para la construcción de una vivienda, siendo notificado al Museo de Pontevedra por el Sr. J. Suárez Mariño y su hijo, J. Suárez Otero. Se realizaron dos excavaciones: una de urgencia en 1981, y otra que completó la tarea en 1982 (peña). El yacimiento se encuentra en la parte media de una vaguada abierta al N. y E., de suave pendiente, en un terreno bien drenado y fértil. Tiene una cota aproximada de 15 m. sobre el nivel del mar, del que dista unos 130 m. nada más. La estratigrafía muestra varios niveles, de los cuales dos presentan indicios de habitación; Lavapés Antiguo, con un suelo de ocupación de tierra compacta y restos de estructuras no identificables; y Lavapés Reciente, potente nivel que descansa sobre un nivel de ocupación muy compacto y uniforme, sin estructuras identificables, salvo la presencia de hogares. El nivel antiguo proporcionó fragmentos cerámicos de fabricación manual, tonalidades claras y acabado exterior bruñido y/o alisado, predominando la incisión en cuanto a técnica decorativa. En piedra apareció una mano de molino y lascas de pizarra y cuarzo. En el nivel reciente se recogieron cerca de 4000 fragmentos de cerámica de tipo Penha inciso-metopada, con vasos globulares de pequeño y mediano tamaño, así como cerámica impresa y cierta industria lítica de lascas de pizarra y cuarzo, pulidores, piedras biseladas, etc. En este nivel aparecieron los dos fragmentos de barro con escorias adheridas a su interior. Hay que mencionar además, la presencia de abundantes cotiledones carbonizados de bellotas, uno de los cuales fue analizado, proporcionando una datación de Gak-11188: 3930 ± 120 a.p., 1980 ± 120 a.e. Los análisis polínicos detectaron polen de cereal y las plantas que suelen acompañarlo. Todo el material procedente de la excavación se depositó en el Museo de Pontevedra. Los fragmentos fueron analizados en el A.I.M.E.N. de Vigo. APARICIO, 1989: 71, 72; BLAS, 1987: 67; GARCIA-LASTRA, 1988; JORGE, S.O., 1986: 538; PEÑA, 1984a: 149-177; ID, 1985a: 74-80; SUAREZ, 1986; COMENDADOR, 1991-92: 187; ID. 1995b: 122.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
84. Conjunto de 2 puntas tipo Palmela de Liméns Hío, CAN GAS DE Corijunto de dos puntas tzpo Palmela. Según García Alén (1970) aparecieron juntas al volar un peñasco. Una de ellas perteneció al Museo de Pontevedra, donde actualmente se desconoce su paradero. La otra supuestamente perteneció a la colección de D. Wenceslao Requejo, de Vigo, quién también fue propietario del conocido depósito de Hío. ALVAREZ LIMESES, 1936: 309 (Op.cit); GARCIA ALEN, 1970: 39 (Lam. IX); HARRISON, 1977: 41 (Fig. 24, na 18); COMENDADOR, 1991: na 15
84a. Punta tipo Palmela 1 de Liméns 110 x 25 x 11,5 mm; DE Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo) de hqja simétrica (según dibt!Jo). Fue entregada al Museo de Pontevedra por don Perfecto Lavandeira y allí estuvo depositada con el n° 4957 del Registro. Posiblemente trasladada para su análisis dentro del P.I.M.G. Actualmente su paradero es desconocido. 84b. Punta tipo Palmela 2 de Liméns DE Punta tipo Palmela) según Carda Alén (1970). Supuestamente perteneció a la colección de D. Wenceslao Requejo, de Vigo. 85. (PA6660) Puñal del yacimiento de Mesa de Montes CAN GAS
93 x 22 x-4,5 mm; 25,93 g.; CP Puñal de bronce de base simple (parece recta) con dos aglfjeros para remaches. Presenta un nervio centralpoco marcado. Deterioro general delperfmetro. Roto por la mitady con los agt!Jeros para remaches incompletos. Corrosión avanzada. Localizado en superficie por José Suárez Mariño, en la ladera del Alto de la Magdalena (300 m), donde se emplaza el yacimiento de Mesa de Montes. Este asentamiento, con posibles estructuras defensivas, ofrece cerámicas del tipo "Penha", así como puntas de flecha de base recta. Al parecer,
hallazgos superficiales podrían sugerir, sin embargo, otra ocupación posterior. COMENDADOR, 1995b: 122 Agradecemos' la información sobre este yacimiento a Angel Acuña, director de la intervención de urgencia realizada en 1993, y a José Suárez la cesión de este puñal para su estudio.
86. (PA6651) Fragmento de crisol del yacimiento de O Fixón Hío, CAN GAS 35 x 20 x 15 mm; MP 8866 Fragmento de barro rifractario con escorias adheridas a su interior. Parece tratarse de un fragmento de paredy fondo) de lo que constituirfa un cubilete. El yacimiento fue descubierto por el Sr. J. Suárez Mariño en 1978, año en el que se llevó a cabo una excavación de urgencia a cargo de A. García Alén. Posteriormente en 1982, se realiza una excavación con la dirección de M. García-Lastra. Se localiza en un terreno de deposición eólica, con un ligero buzamiento desde el NE, cubierto con una potencia de arena de unos 4 m, aproximadamente a 35 m. sobre el nivel del mar. Presenta dos niveles, pero sólo en la zona de mayor potencia estratigráfica. En Fixón reciente se identificó un posible fondo de cabaña constituido por un cambio de coloración E-W de 160-55 cm. y 26 cm. de ancho, con abundancia de carbones y señales de tres agujeros de poste. En este nivel ofreció cerámicas campaniformes asociadas a otras lisas, unas de acabado cuidado, y otras de factura más tosca. Predomina el estilo internacional en su estilo clásico de bandas (Herringbone Variety) y más en su variedad lineal (Lined Variety), combinándose con otros motivos impresos e incisos. En una concentración de carbones se localizó el fragmento que describimos. Parece que en la prospección en la que se descubrió el yacimiento, se había localizado también una escoria de cobre. a dos niveles distintos de O Fixón se asocian dos dataciones de C14. La segunda datación procede del nivel reciente (carbones recogidos en una de las cuadrículas del sector septentrional, de las tierras que conformaban el posible fondo de cabaña) Gak-12317: 3830 ± 130 a.p., 1880 ± 130 a. C. Los análisis palinológicos no detectaron polen de cereal ni de las plantas que generalmente los acompañan. Los materiales de la excavación fueron deVIÑO, SAN ANDRÉS DE
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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positados en el Museo de Pontevedra. El fragmento fue analizado en el A.I.M.E.N. de Vigo. GARCIA LASTRA, 1984a: 113-144; ID, 1984b; ID. 1985-86: 55; ID, 1988; JORGE, S.o., 1986: 538; SUAREZ, 1986: 30-31; APARICIO, 1989: 71-72; BLAS, 1987: 70; COMENDADOR, 1991: 46-47; ID. 1991-92: 187. 84a. Punta tipo Palmela 1 de Liméns
85. Puñal del yacimiento de Mesa de Montes
86. Fragmento de crisol del yacimiento de O Fixón
88. Hacha 1 de San Xurxo de Sacos
87. Gota de bronce del yacimiento de O Fixón-Costa da Seixeira VIÑO, SAN ANDRÉS DE Hío, CANGAS DE Fragmento informe) identzficable como gota defundición) que reflqCz una aleación binaria Cu-Sn (según Suáre~ 1995). Localizado durante los trabajos de excavación del yacimiento de O Fixón-A Costa da Seixeira. Tanto el yacimiento de O Fixón-Costa da Seixeira, como el de O Fixón (a 200 m) forman parte de una serie de dispersiones de materiales articulados en torno a un regato de escasa entidad en una área de media ladera. O Fixón-Costa da Seixeira concretamente, se ubica en un área de pendiente suave. Carece de momento de restos estructurales. Suárez considera el yacimiento postcampaniforme (Bronce Inicial, 1800/1700 - 1600/1500 a.e.) en base a la escasez de restos identificables como campaniformes, la aparición de otros que manifiestan una continuidad parcial o alterada de rasgos propios del campaniforme, y su asociación con otras ergologías lisas como los cubiletes subcilindricos considerados propios del bronce inicial por su inclusión en los enterramientos individuales en cista. También se localizó en una estratigrafía problemática, una aguja de cabeza enrollada que analizada resulto tener una composición ternaria Cu-Sn-Pb. Analizado en el A.F.I.e.E.G.A., donde al parecer, se destruyó la muestra. SUAREZ, 1986: 31-35; ID, 1995; COMENDADOR, 1995b: 122.
88. (PA6659) Hacha 1 de San Xurxo de Sacos COTOBADE
135 x 39 x 9 mm; 292,4 g.; MP 9294 Hacha plana de talón truncado) lados rectosy peifil casi rectangular. El talón está adelgazado y es cortante también. Sección rectangular. Deterioro posterior a su halla~o (extracciones) rotulador, etc). Pátina de corrosión mt!Y activa. Supeificie de fundición con muestras de una colada defectuosa (contracciones, rechupes) etc). Filo mt!Y irregular.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
SOBRINO, 1952: 199, nO 162; FILGUEIRA y GARCIA ALEN,
porte esgranito de dos micas de textura equigranular de grano fino. Es posible que no llegase a ser utilizado. Localizado en el Monte do Castro, al colocar un poste de viña. Su adscripción a las primeras fases de la metalurgia es dudosa. Actualmente es propiedad del Sr. J. Sineiro, de Dena.
1959: 79; MONTEAGUDO, 1977: n° 304; COMENDADOR,
COMENDADOR, 1996a.
Según Sobrino (1952), apareció entre las grietas del petroglifo "Lombo da Costa". En los S.A.M., aparece analizada un hacha de San Jorge de Sacos, con el n° 7547. Analizada posteriormente, dentro del proyecto P.I.M.G serie Cobres Antiguos, con el n° 13.
1991-92: 186, 188
92. (PA6655) Hacha de "Lérez" 89. Hacha 2 de San Xurxo de Sacos
PONTEVEDRA
COTOBADE
GARCIA ALEN, 1970: 40; HARRISON, 1977: 41, (Fig. 24, nO 20);
175 x 54 x 20 mm; 800,3 g.; MP 4947 Hacha plana de petjil trapecia~ lados rectos y talón convexo. Sección rectangular, aunque ligeramente abombada. Buena conservación general. Deterioro posterior a su haIla:{go (extracciones, rotulador, etc). Pátina de corrosión activa. Posible obtención en molde bivalvo. Filo romo. Garda Alén refiere que lleva adherida una nota de D. Casto Sampedro, director de la por aquel entonces Sociedad ~4rqueológica que dice textualmente - de Lamas de Marit. Don (ativo) de D. Manuel Lis. Bouza Brey y Lopez Cuevillas la localizan en Lamas de Meride, aunque añaden que no han podido localizar este lugar. Monteagudo, la denomina hacha de UreZ1 Lamas de Merit. Quizás la interpretación de "Don" como "Don-ativo" sea incorrecta (Comunic. pers. Peña). Ingresa en el Museo de Pontevedra, junto a otras adquisiciones, en 1969, gracias a la ayuda económica de D. José Fernández López. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G., serie "Cobres Antiguos" con el n° 17.
PEÑA, 1981: 91; COMENDADOR, 1991: n° 14; ID. 1991-92:
BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; FILGUEIRA y
90 x 50 x 8 mm; CP Hacha plana de talón truncado perfil rectangular y lados rectos, según Monteagudo. Pertenece a la colección Sobrino, de Santiago. MONTEAGUDO, 1977: n° 303.
90. (PA6649) Punta tipo Palmela GONDOMAR
70 x 25 mm; 12,9 g.; MP 4953 Punta de base simple apuntada rectilíneay pedúnculo largo truncado. Pérdida de metal en todo el contorno y carente de punta. La corrosión cifecta más a la cara de aspecto más irregular. Filo biselado. Desgaste simém'co. Apareció en una caja del Museo de Pontevedra con otra, junto a dos etiquetas donde figuraban los topónimos: Cabeiras (Arbo) y Gondomar. Debido a ello no se puede adscribir con seguridad cada punta al topónimo correspondiente.
187-188.
GARCIA ALEN, 1959; GARCIA ALEN, 1970: 40; MONTEAGUDO, 1977: n° 18; COMENDADOR, 1991-92: 186,188.
91. Posible molde del Monte do Castro DENA, MEAÑO
350 x 180 x 7 mm; CP Hueco de moldeo 1: 135 x 70 mm; Hueco de moldeo 2: 70 x 55 mm Bloque de piedra de forma navicular con hueco de moldeo centrado en ambas cara, sin bebedero. La cara plana presenta un hueco de moldeo bien pulido y acabado, para colar un hacha de tipo plano, talón truncado, perfil trapecialy lados ligeramente cóncavos. La base, curva, presenta otro hueco de menores dimensiones y de mt!Y mala factura, que se asemrja a un hacha plana de talón truncado, perfil trapecial y lados cóncavos, con cierto desarrollo delfilo. El soporte general se asem~ja a un durmiente de molino. Su materia so-
Los inicios de la metalurgia en e/noroeste de la Península J bérica
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93. (PA6658) Hacha de Mourente PONTEVEDRA
89. Hacha 2 de San Xurxo de Sacos
90. Punta tipo Palmela
128 x 44 x 12,5 mm; 439,5 g.; MP 2828 Hacha plana de talón truncado y peifil trapecial. Sección rectangulary lados rectos. Excelente estado de conservación. Deterioro posterior a su halla:<go (extracciones) rotulador, etc). Una posible abrasión reciente ha do/ado el metal a la vista} con una oxidación mínima. Acabado pulido. Elfilo se mantiene cortante. Según Lopez Cuevillas procede de la necrópolis de cistas de Mourente y según Alvarez Limeses apareció en las inmediaciones de la Iglesia Parroquial, en la finca llamada de la Bauza, donde se encontraron restos de sepulturas de ladrillos en gran cantidad, con señales de haber sido exploradas hace ya mucho tiempo, y un hacha de cobre, todo lo cual indica para él la existencia alli de una antigua necrópolis. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G., serie "Cobres Antiguos" con el n° 16. LOPEZ CUEVILLAS, 1925: 101; ID. 1933: 52; BOUZA BREY 1926: 189; ALVAREZ LIMESES, 1936: 52; BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 29; FILGUEIRA y GARCIA ALEN, 1959: 66; HARBISON, 1967: 119; JUNGHANS ET ADJ, 1968, na 7556; MONTEAGUDO, 1977: na 302; COMENDADOR, 1991: na 1; ID, 1991-92: 186, 188.
94. Conjunto de la cista de Atios SANTA EULALIA DE TUNES, PORRIÑO 91. Posible molde del Monte do Castro
92. Hacha de "Lérez"
93. Hacha de Mourente
MV 1968 Ajuar funerario compuesto por dos puñales de lengüeta} uno largo y otro corto} dos láminas cilíndricas gallonados de oro y dos espirales de plata (una perdida) que han sido puestos en relación con elementos del enmangue de los puñales. En el interior apareció también un bloque de esquisto. El 22 de Septiembre de 1967, al explanarse un altozano con motivo de las obras del Polo de Desarrollo Industrial de Porriño, en las Gándaras de Budiño, don Pelayo Fernández encontró una sepultura en cista, y ayudado por algunos obreros realizó una pequeña intervención. Inmediatamente después de ésta, el arqueólogo Alvarez Blázquez realizó una intervención de urgencia. La cista era una caja rectangular formada por cuatro losas de granito de 0,90 m. de altura, cuyas dimensiones máximas eran 1,59 x 1,30, m y su espesor entre 9 y 20 cm. La tapa medía 2 x 1,60 m, con espesor máximo de 25
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BEATRIZ COMENDADOR REY
cm. Según Alvarez Blázquez y Acuña (1970), el ajuar apareció en la mitad diagonal izquierda. Los objetos fueron depositadas en el Museo Quiñones de León de Vigo, por D. Pelayo Fernández. Entre 1965-70, fueron analizadas en el Laboratorio de Química Inorgánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago, por mediación de la doctora Ma Isabel Bernárdez, del Departamento de Microbiología y Parasitología, sometiéndose a un análisis de tipo destructivo. Recientemente han sido objeto de limpieza y estabilización. ACUÑA ET ADJ, 1970: 20-36; ALMAGRO GORBEA, 1976: 464;
94c. Cilindro de lámina de oro 1 d. 20,1. 83, 1,5 mm; 7 g.; MV 31024 Cilindro de chapa de oro ondulada con bordes remachados para adentro y cuatro orificios peiforados de dentro quera en los bordesparafacilitar el cierre. Los cinco gallones están conseguidos por reptg'ado. 94d. Cilindro de lámina de oro 2 d. 20 mm, 1. 80 mm; 7 g.; MV 31025 Cilindro de chapa de oro ondulada con bordes remachados para adentro y cuatro orificios peiforados de dentro quera en los bordes parafacilitar el cierre. Reptg'ado.
HARRISON, 1977: 67; ID, 1974a: (Fig. 1); RUIZ-GALVEZ, 1979a: 185; ID., 1984a: 108; VAZQUEZ VARELA, 1980a: 111; ID., 1980b: 30; ID. 1980c: 19; HIDALGO, 1981: 233-234; ID, 1985: 262; ID Y COSTAS
GOBERNA,
1984-85:
241;
HERNANDO,
1983;
COFFYN, 1985: 13; PINGEL, 1985: 38; JORGE, S.O., 1986: 882-883; ACUÑA, 1987: 56; MEIJIDE, 1989: 155; COMENDADOR, 1991: 33-36; ID. 1991-92: 188-190; PINGEL, 1992: nO 156; BOVEDA, 1995: 59-63.
94a. (PA6682) Espiral de plata 1 d. 20 mm, a. 15 mm, e. 3 mm; 9,03 g.; MV 21 Espiral de cinco vueltas regulares y juntas) conformada por un alambre de sección romboidaly progresivo aumento de espesor hacia el centro. Trabqjo de martilleo con homogeneización térmica. 94b. Espiral de plata 2 IR Espiral igual a la anterior? Supuestamente se volatilizó en el momento de su hallazgo.
94e. (PA6684) Puñal largo de Atios 310 x 66 x 7 mm; 178,34 g.; MV 1968 Puñal largo de base en lengüeta simple rectangular de lados cóncavos) con rebordes. Sección lenticular. Por su tamaño ha sido considerado una espada. Buena conservación del contorno) aunque le falta la punta. Grieta a unos 55 mm. de la punta. Corrosión avanzada recientemente estabilizada. 94f. (PA6683) Puñal corto de Atios 143 x 37 mm; 34,75 g.; MV 1968 Puñal de base en lengüeta rectangular alargada de lados cóncavo~ con rebordes. Sección ligeramente lenticular. Buena conservación del contorno) aunque le falta la punta. Corrosión avanzada) recientemente estabilizada. La lengüeta tiene los bordes engrosados mediante martilleo lateraL
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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95. (PA6379) Hacha de Marxión VILAGARCÍA DE AROUSA
94a. Espiral de plata 1
94c. Cilindro de lámina de oro 1
112 x 36 x 12 mm; 247 g.; CP Hacha plana de talón truncado) lados rectosy petfil rectangular. Sección rectangular. Buena conservación general del contorno. Proceso corrosivo mt!)! avanzado con costras pulverulentas. Filo romo. Fue localizada en 1910, por aquel entonces corresponsal de la Real Academia Gallega en Vilagarcía, Fernández Gil y Casal, en el altozano de "Marvón" inmediato a la villa, junto a un hacha de cuarzo pulimentado y "un objeto de piedra de difícil clasificación". Perteneció a la colección del Sr. Fernández Gil y Casal, de Vilagarcía, de cuyo poder pasó a manos de su amigo el Sr. Viqueira, también de Vilagarcía, quién a su vez la legó a su hijo, el Sr. J.A. Viqueira Roa, en la actualidad en Ribeira, en cuya colección particular se encuentra. FERNANDEZ GIL y CASAL, 1916: 44; BOUZA BREY y CUEVILLAS, 1929: 29; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 15; MONTEAGUDO, 1977: n° 305; COMENDADOR, 1991: n° 6; ID. 1991-92: 186,188.
Agradecemos la cesión de este hacha para su estudio al Sr. Viqueira Roa.
94d. Cilindro de lámina de oro 2
94e. Puñal largo de Arios
94f. Puñal corto de Arios
95. Hacha de Marxión
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BEATRIZ COMENDADOR REY
96. Punzones del yacimiento de Guidoiro Areoso lLLA DE AROUSA
MP Dos punzones de bronce. El islote de Guidoiro Areoso (Xidoiro, en su acepción popular), constituye uno de los numerosos afloramientos graníticos de la Ría de Arousa, y pertenece al recién creado municipio de llla de Arousao Actualmente dista cinco kilómetros del punto más próximo en tierra firme. Sobre este afloramiento se desarrollaron procesos de sedimentación y deposición eólica, que afectan principalmente a la zoha norte. En este yacimiento se realizó un sondeo en 1988, y dos campañas de excavaciones en 1990 y 1991, bajo la dirección de Rey García. Se documentaron al menos tres estructuras, de las que han sido excavadas dos. La primera es una estructura tumular con una cámara poligonal formada por cinco losas, con señales evidentes de una violación, y una coraza delin-utada por una anillo peristalítico conformado por piedras runcadas de mayor tamaño, que originariamente tendría un diámetro de unos seis metros. La localización de la Estructura II se produjo como consecuencia de la ampliación del sondeo iniciado en la campaña de 1988 en el que se había localizado un conchero. Se compone de un anillo pétreo y exterior de un metro de ancho, formado por una sóla hilada de piedras. En el interior de este anillo, en disposición casi concéntrica, y por debajo del nivel de base del anillo externo, aparece otro anillo de losas imbricadas y ligeramente vencidas. En la primera campaña se localizó un único nivel fértil constituido por un paleosuelo, de color negro
intenso, de unos 30 cm. de potencia sellado por la arena y atravesado en su parte media por un conchero en el que se localizaron materiales idénticos a los del interior de la estructura 2, a la que se adosa (sin pasar por debajo ni por encima), por lo que se puede deducir que era o bien sincrónica, o bien posterior, pero nunca anterior. La datación obtenida de una muestra este conchero, proporcionó una datación GrN-16108: 4020 ± 40 a.p., 2070 a.e. En el interior de la estructura 2 apareció uno de los punzones, en una zona sin alteraciones postdeposicionales. En la siguiente intervención se complicó la estratigrafía al asomar una alineación de piedras por encima del conchero, y que por tanto es posterior a este. En relación con esta nueva estructura se localizó el segundo punzón, junto a otra serie de materiales que podrían apuntar cierta modernidad: perfiles cerámicos evolucionados, fondos planos, decoración plástica y cerámica campaniforme, siempre por encima de la cota de nivel de base que constituye la cerámica inciso metopada de tipo Penha. El yacimiento ofreció una gran riqueza y variedad de materiales, con cerámica de fabricación manual, de pastas homogéneas y compactas, predominando las formas globulares junto a vasos de perfil sinuoso y fondo plano. La decoración es de tres tipos: incisa, impresa y plástica, destacando en la incisa, la metopada tipo Penha, y en la impresa, el puntillado campaniforme y las impresiones oblicuas tipo hoja de acacia. La existencia de lascas y deshechos de talla, confirman la existencia de fabricación de industria lítica en el yacimiento, que aprovecha además las materias primas locales. REY, 1991; ID, 1995; COMENDADOR, 1991: 36-39; ID, 1991-92: 186,187; ID, 1995b: 123, 127.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
96a. Punzón 1 del yacimiento de Guidoiro Areoso
E 96b. Punzón 2 del yacimiento de Guidoiro Areoso
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96a. (PA2491) Punzón 1 70 x 6,4 mm Punzón de bronce sección cuadrangular irregula1) de base truncada. Mala conservación general. Roto en un extremo. Corrosión avanzada que forma concreciones pulverttlentas. Localizado por la autora de este Jrabajo durante la campaña de 1989, en el interior de la estructura n. Analizado mediante XRF en el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, por el Profesor Rovira Lloréns. 96b. (PA4206 Y4206P) Punzón 2 112 x 4 mm; 15 g. Punzón de sección cuadrada) con base truncaday en la punta} un diminuto jilo cortante. Buena conservación general del contorno. Corrosión aparentemente estabilizada. Concretamente apareció en la acumulación de piedras de la parte superior izquierda del sector dos.
N
W~~
Mapa 7 , d distribuci贸n 6 Area e ., de 1os hallazgos LocalizaclOn
Área de distribución 6 DOURO LITORAL, DISTRITO DE PORTO, PORTUGAL. 097- Punta tipo Palme!a de Sanfins. Citania de Sanfíns, Pa~os de Ferreira. 098- Hacha pequeña de Ronfe, Lousada. 099- Hacha plana de Ronfe, Lousada. 100- Anillo de cobre de Bou~a dos Corgos, Bougado, Santo Tirso. 101- Aros de oro de Bougado, Santo Tirso. 10la- Aro 1 de Bougado, Santo Tirso. 101b- Aro 2 de Bougado, Santo Tirso. 102- Hacha plana de Monte Cordova, Santo Tirso. 103- Punta tipo Palme!a de! túmulo de Vilar, Vila Chá, Vila do Conde. MINHO, DISTRITO DE BRAGA, PORTUGAL. 104- Punta tipo Palme!a de la cista de Chá de Arefe, Durraes, Barce!os. 105- Cadena de espirales de Goiós, Barce!os. 106- Conjunto de Sao Bento de Balugaes, Sao Martinho, Barce!os. 106a- "Gargantilla de tiras" de S. Bento de Balugaes. 106b- Punta tipo Palmela 1 de S. Bento de Balugaes. 106c- Punta tipo Palme!a 2 de S. Bento de Balugaes. 106d- Punta tipo Palmela 3 de S. Bento de Balugaes. 106e- Punta tipo Palme!a 4 de S. Bento de Balugaes. 107- Cadena de espirales de Sequeade. Lugar da Mata, Sequeade, Barce!os. 108- Fragmento de espada de! Castro das Caldas, Braga. 109- Diadema de Braga. 110- Hacha plana de S. Bartolomeu do Mar, Cova da Bou~a, Esposende. 111- Espiral de! túmulo de Monte da Cerca, Vila Chá, Esposende. 112- Artefactos de! yacimiento de Penha, Costa, Guimaraes. 112a- Fragmento de filo de Hacha de! Monte da Penha. 112b- Media hacha plana de! Monte da Penha. 112c- Piedra con cavidades de! Monte da Penha.
113- Artefactos de! yacimiento de Gominhaes. Sao Torcato de Gominhaes, Guimaral 113a- Molde grande de Gominhaes. 113b- Supuesto molde de varillas de Gominhaes. 114- Hacha plana de Mesao Frio, Guimaraes. 115- Hacha plana desaparecida de Guimaraes. 116- Hacha plana de Guimaraes. 117- Hacha plana grande de Guimaraes. 118- Hacha plana de Tenas de Bouro.
MINHO, DISTRITO DE VIANA, PORTUGAL. 119- Cince! de Arcos de Valdevez. 120- Hacha de borde destacado de Arcos de Valdevez. 121- Hacha plana de Ponte da Barca. 122- Hacha rota de Vilar. Vilar do Monte, Ponte de Lima. 123- Artefactos del túmulo de Chafé, Lorde!o, Viana. 123a- A1ene losángica de! túmulo de Chafé. 123b- Remache de! tumulo de Chafé. 124- Conjunto de Quinta da Agua Branca, Sta. Ma de Lobelhe, Viana. 124a- Aro 1 de Quinta da Agua Branca. 124b- Aro 2 de Quinta da Agua Branca. 124c- Diadema decorada de Quinta da Agua Branca. 124d- Espiral 1 de Quinta da Agua Branca. 124e- Espiral 2 de Quinta da Agua Branca. 124f- Puñal de lengüeta de Quinta da Agua Branca. 125- Espiral y brazal de arquero de Vila Nova da Cerveira, Viana. 125a- Espiral de Vila Nova da Cerveira. 125b- Placa de brazal de arquero de Vila Nova da Cerveira. 126- Lámina de lanza o puñal de Vila Nova da Cerveira, Viana.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
97. Punta tipo Palmela de la citania de Sanfíns PAC;:OS DE FERREIRA, PORTO, DOURO LITORAL
DE Punta deflecha de base apuntada recta}y pedúnculo largo aguzado (según dibt!J"o)' Localizada en la Citania de Sanfins. Estuvo depositada en el MNA con el n° 11074, pero actualmente no aparece en sus fondos.
97. Punta tipo Palmela de la citania de Sanfíns
HARBISON, 1967: 108; JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1468; JORGE, S.O., 1986: 861; CRUZ, 1992b: n° 14.
98. Hacha 1 LOUSADA, RONFE
71 x 28 x 5 mm; 50 g; LB 17459 Hacha de talón convexo} peifil trapecialy lados rectos. Buena conservación generaL Pátina de cloruros acompañada de suciedad. Presenta una acanaladura en una esquina deljilo. Sin más referencias sobre su contexto.
98. Hacha 1, Lousada
HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS ET AUJ, 1968: n° 1423; MONTEAGUDO, 1977: nO 91. Monteagudo considera este y el hacha siguiente con la misma sigla en el MNA, por lo que no podemos saber con seguridad si el análisis de los S.A.M. n° 1423 corresponde a este cincelo al hacha plana.
99. Hacha 2 LOUSADA, RONFE
174 x 48 x 15,5 mm; 812 g.; LB Cont. 692, 476 Hacha plana de talón ligeramente cóncavo, lados rectosy peifil rectangular. Buena conservación generaL Corrosión avanzada. Gn"etas en el talón porproblemas en lafundición. Señales de golpes con un o1?jeto que dEja una marca lenticular. MONTEAGUDO, 1977: n° 291 JUNGHANS ET AUJ, 1968: n° 1423?
100. Anillo de cobre de
Bou~a
dos Cargos
BOUGADO, STO. TIRSO
DE Pequeño anillo de cobre, según López Cuevillasy Bouza Brry. Supuestamente procede de un anta, junto a cuatro hachas de piedra pulida y cinco puntas de flecha de base triangular. Exploración realizada por el Abade Sousa Maia en el anta de Bouc;a dos Cargos (o Antela das CÓrregas), y que nunca fue publicada. Así Bauza Brey y López Cuevillas recogen la información del Dr. Ruy Serpa Pinto, y Cruz, del propio Abade Sousa Maia, en una carta del 20 de Enero del 1934. BOUZA BREY y LOPEZ CUEVILLAS, 1929: 14; CRUZ, 1940: 204; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 5 (Op.cit); ID, 1931: 20; JORGE, VO, 1982: 801.
99. Hacha 2, Lousada
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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101. Aros de oro de Bougado STO. TIRSO
SR 147 Dos aros de ftrma de diábolo hueco) obtenidos mediante martilleo y decorados con líneas paralelas de punzonamiento. Se obtendría una lámina czlíndrica apartir de un aro macizo. Esta sería conftrmada por martilleo) posiblemente sobre unaftrma de otro materia~ hasta conseguir el abatimiento de los bordesy la secczon cóncava. O bien se decora entoncespor repl!Jado) o bien los detalles se cotifiguran a partir del batido sobre una ftrma sobre la que estarían en altorelieve. Posten'ormente) para rrftrzar la chapa) se aplica otrafina lámina de oro en laparte interna) aunque no aparecen indicios de soldadura. Vasconcelos los conszderó una diadema ibérica) por comparaczon con los adornos de la dama de Elche) por lo que suelen aparecer bqjo la coifusa denominación 'Viadema de Bougado Cruz (1940: 206) refiere que proceden de uma sepulturaftrmadapor tegulae quefti encontrada na aldeia de Bairros, versión que no parece probable al no haber recogido esta información en su momento Vasconcelos, que es el primero en publicar el hallazgo realizado a inicios del s. XX. Adquiridos por la Cámara Municipal de Oporto a D. Avelino Paddo, con la mediación de J. Vasconcelos. Analizados por Hartmann con el n° de análisis 2893-2894. JJ •
101. Aros de oro de Bougado (conjunto y detalle)
VASCONCELOS, 1912: 38-39; ID., 1913: 95; CRUZ, 1940: 26-207; JORGE, S.O., 1986: 864; PINGEL, 1992: 293.
c:=-------
102. Hacha plana de Monte Córdova
101a. Aro de oro 1 de Bougado d. 115 mm, p. 348 mm; 52,95 g. Aro enftrma de diábolo hueco. Decorado con 24 punzonamientos en la parte interna convexa) y cinco hileras de punzonamientos en el remate de la lámina de ambas caras) el más interno grueso)y los cuatro exteriores, con un punzón pequeño. Presenta un corte en la cara externa realizado por un oifebre. 101b. Aro de oro 2 de Bougado d. 120 mm, p. 348 mm; 53,92 g. Aro en ftrma de diábolo hueco. Decorado con 27 punzonamientos en la parte interna convexa) y cz'nco hileras de punzonamientos en el remate de la lámina de ambas caras, el más interno grueso y los cuatro exteriores) con un punzón pequeño. 102. Hacha plana de Monte Córdova STO. TIRSO
90x43xl0mm;DE Hacha plana de talón truncado) pe1fil trapecz'aly lados rectos (según dibujo). Estuvo depositada en el Museo de Etnología de Oporto con el n° 3511, pero actualmente su paradero es desconocido. CARDOZO, 1930: 61; MONTEAGUDO, 1977: n° 66.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
103. Punta Palmela del túmulo de Vilar VILA CHA, VILA DO CONDE
64 x 25 x 2 mm; 11 g.; VC Hqja de punta de flecha de base apuntada recta) lo que le da un pe1ft1 losángico. Le falta elpedúnculo. Fuerte corrosión de óxidos de hierro) irisada. No se aprecia bisel. El túmulo fue excavado parcialmente por E. Pinto en 1952, y todavía se conserva. Se trata de un monumento de grandes dimensiones (25 m de diámetro y 2,5 de altura) cuya estructura interna se desconoce. La misma excavación proporcionó un brazal de arquero de esquisto con dos perforaciones bicónicas, cantos rodados de diferentes tamaños, dos bolas de granito y cristales de cuarzo hialino. La "Colección Elísero Pinto" pertenece a la Cooperativa Agrícola de Vila do Conde. TEIXElRA
103. Punta Palmela del túmulo de Vilar
104. Punta Palmela de la cista de Cha de Arefe
y MEDEIROS, 1965: 45-46; JORGE, va., 1982: 801.
104. Punta Palmela de la cista de Cha de Arefe DURRAES, BARCELOS, BRAGA, MINHO
93 x 26 x 3 mm; DE Punta de cobre) tipo Palmela sin espigo) según Silva et alii (1981). Punta de flecha de base apuntada recta) sin pedúnculo) de ho/a lanceolada (según dibl1jo)' Hallazgo realizado en el transcurso de una intervención de urgencia en una necrópolis de cistas, con el apoyo del Grupo de Estudos Históricos do Vale do Neiva (Durraes). El núcleo excavado, enclavado en un alto amesetado, consiste en un conjunto de tres cistas encajadas en el substrato, rodeadas de un anillo lítico constituido por roquedos naturales y otros intencionales. En toda el área sepulcral hay vestigios de revestimiento de pequeñas piedras, de función no muy clara (coraza de un túmulo bajo o pavimento horizontal). La cista 1, violada, que conservaba algunos elementos in situ, estaba constituida por una laja de 90 cm de altura y una de pavimento de 120 cm, sobre la que se encontró el ajuar. Contenía una punta Palmela, un brazal de arquero en esquisto de contorno rectangular, sección trapecial y lados ligeramente cóncavos, con dos perforaciones, y un vaso troncocónica, de paredes irregulares y asimétrico, en pasta negra y de superficie alisada por ambas caras (124 x 82 mm). La excavación de la cista II proporcionó otro brazal de arquero en esquisto (99 x 22 mm). La punta fue analizada por Carlos Sá en el Centro de Metalurgia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Oporto. Ilocalizable.
105. Cadena de espirales de oro de Goios
lOGa. "Gargantilla" de tiras de San Bento de Balugaes
10G. Palmelas del conjunto de San Bento de Balugaes. De izquierda a derecha, 106c, 106b, 106d
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
SILVA ET ADJ, 1981: 49-54; JORGE, S.o., 1986: 858-861;JORGE,
91
VO., 1982: 277,441 (Según referencia personal de A. Vieira); CRUZ,
Parece que la pieza fue vendida a unos orfebres. Actualmente se desconoce su paradero.
1992b: n° 10; COMUNC. PERS. 1. SILVA.
CARDOZO, 1930: 61; PINGEL, 1992: n° 225.
105. Cadena de espirales de oro de Goios
10Gb. Punta Palme1a 1
CAMPO DE VESSADA, GOl OS,
de Sao Bento de Balugaes 88 x 25mm; 14 g.; LB 11073c Punta de flecha de base apuntada rectilínea y pedúnculo aguzado. Pérdida asimétn'ca de metal en todo elperlmetro. Doblada y mal conformada. Sobre el color metálico) puntos de corrosión. Unas zonas más pulidas que otras. Desgaste asimétrico. Sin bisel.
BARCELOS, BRAGA, MINHO
95,9 g.; CB Cadena de oro constituida por cinco espirales de diferentes diámetros) que oscilan entre 30 y 37 mm. Cada una consta de cuatro vueltas) dismim!}endo el grosor del hilo hacia las extremidades (sólo una mantiene las extremidades intactas). El hilo es de sección romboida~ con espesor máximo de 2 a 3 mm. Elpeso de cada una: 16)4,' 17)4,' 17)9,' 19Y 25)2 g. La cadena fue localizada por el labrador José Machado Barroso al abrir un canal en un terreno llano de cultivo llamado el campo de Vessada, a una profundidad aproximada de 1 m. En principio, según su descubridor, apareció aislada, aunque no lejos de este lugar había aparecido un hacha de piedra. El lugar fue posteriormente visitado por Mario Cardozo, aunque la zanja ya estaba tapada, recogiendo las informaciones del anterior. En 1982, Teresa Soeiro lo sometió a un análisis cualitativo en la Universidad de Oporto, junto al conjunto de Sequeade (Barcelos). CARDOZO, 1950; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 19 (Op.eit); SOEIRO, 1982: 65-66; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 157 (nO 230).
10G. Conjunto de Sao Bento de Balugaes BARCELOS
LB DE Ajuar de una cista) compuesto por una jqya (diadema?) de tiras y cuatro puntas tipo Palmela (tres conservadas). Apareció en el ángulo del lado norte de una sepultura en cista.
JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1465.
10Gc. Punta Palmela 2
de Sao Bento de Balugaes 79 x 26 mm; 18 g.; LB 11073b Punta de flecha de base apuntada rectilínea y pedúnculo aguzado. Pérdida de metal en todo elperlmetro. Una de las caras) presenta una serie de agt!/eros. Sobre el color metálzco dorado puntos de corrosión. Más irregular una cara que la otra. Sin bisel. JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1466.
10Gd. Punta Palme1a 3 de Sao Bento de Balugaes 85 x 27 mm; 18 g.; LB 11073a Punta de flecha de base apuntada rectilínea y pedúnculo aguzado. Pérdida de metal en todo elperlmetro. Sobre el color metálico puntos de corrosión. Más irregular una cara que la otra. Sin bisel. JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1467.
HANS ET ADJ, 1968: n° 1465-1467; RUIZ-GÁLVEZ, 1984a:
10Ge. Punta Palmela 4 de Sao Bento de Balugaes DE Punta de flecha posiblemente de tipo Palmela) según Ferreira. Extraviada, sin haber sido documentada.
159-160 (n° 234); JORGE, S.O., 1986: 862; CRUZ, 1992b: n° 9; IDA-
FERRElRA, 1891: 46.
FERREIRA, 1891: 45-48; FORTES, 1906: 247; LOPEZ CUEVILLAS, 1925: 101,104; ID, 1955: 11; HARBISON, 1967: 108; JUNG-
DE, 1995: n° 5.
107. Cadena de espirales 10Ga. "Gargantilla" de tiras de Sao Bento de Balugaes 350 x 36 mm; 117 g.; DE Lámina rectangular con las extremidades redondeadasy diez cortes paralelos) que conforman seis tiras hon'zontales paralelas y equidistantes.
LUGAR DA MATA, SEQUEADE, BARCELOS
119,7 g.; CB Cadena de madE!jas de hilo de oro) constituidapor seis rollos con diferentes diámetros) algunos enmarañadosy otros m~jor ordenados por estar apretados por pequeños fragmentos de hilos. La sección de casi todos es circula0 con diámetros variables de 1 a 1)8 mm.. Las extremidades están cortadas oblicuamente.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
Apareció en 1952 en el Lugar de Mata, finca a media ladera en la vertiente sur de la sierra do Airó, propiedad de José Gomes de Faria. Se encontró en el interior de un vaso con tapa lleno de tierra, al deshacer un aterrazamiento. El vaso es un recipiente pequeño de forma aproximadamente cilindrica irregular, con paredes levemente exvasadas y fondo plano y una pequeña carena en la parte alta. Tendría un asa horizontal de sección circular. La pasta, con grandes granos de desgrasante, presenta la superficie alisada. La tapa, que encaja profundamente en la boca del vaso, es una panza recortada o el fondo de otro recipiente, con una línea de corte irregular, en la que se aprecian algunos segmentos rectos. La Cámara Municipal de Barcelos lo compró por medio del orfebre Lomba, a quién había sido entregado para su valoración y venta. Soeiro (1982) recoge y amplía los datos del hallazgo. Somete la pieza a un análisis cualitativo (dispersión de energía) en el centro de Estudos de Metalurgia e Ciencia de Materiais da U niversidade do Porto, realizado por Carlos Sá, junto al conjunto de Goiós. SOEIRO, 1982: 62-67; JORGE, S.o., 1986: 865 (Op. cit).
108. Fragmento de espada del Castro das Caldas BRAGA
DE Fragmento de espada) según Junghans et alii. El Castro das Caldas situado en el Monte de San Mamede o das Caldas está catalogado como poblado fortificado romanizado (Martíns, 1990). Aunque la cerámica indígena recogida en la parte alta del monte permiten admitir su romanización, es posible, por esta pieza, plantear la posibilidad de ocupaciones anteriores. Desconocemos tanto la morfología como las circunstancias de recuperación de este fragmento de espada. Cuando fue analizada, estaba depositada en el Museo Pío XII de Braga. Ilocalizable. JUNGHANS ET AUI, 1968: n° 1808; MARTINS, 1990: 83.
109. Diadema de Braga BRAGA
555 mm; CP Diadema de oro sencilla} constituidapor una chapa lisa con dos orificios (según la descripción antigua).
Localizada en un túmulo de grandes piedras. Cardaza (1967) recoge del Dr. Nicolau Gon<;:alvez, que José Teixeira} propietario bracarense possuía uma faixa de ouro de 0)55 m de comprimento que foi achada en Braga} num túmulo formado de grandes pedras} con dois orificios. CARDOZO, 1967: 351; RUIZ-GALVEZ, 1984b: 155; PINGEL, 1992: nO 226; CRUZ, 1992b: nO 11.
110. Hacha plana COVA DA BOUC;:A,
S.
BARTOLOMEU DO MAR,
ESPOSENDE
140 x 60 x 15 mm; 636 g.; PX Hacha de talón convexo) petfil trapecialy lados rectos} con el borde ligeramente destacado. Buena conservaciónfísica genera~ con golpesy rqyazos recientes} pero química mt!] dqiciente} con cloruros desarrollados en capas sucesivas. S uperficie de fundición} mal acabada. Localizada en el Monte do Castro de Cava da Bou<;:a, con indicios de ocupación reciente, ya que apareció cerámica del tipo Penha. El hacha fue encontrada por canteros junto a otra de tipo Barcelos. Anteriormente, en 1954, había sido localizada una espada de bronce. Depositada en el Museo Pío XII de Braga. por D. Luciano dos Santos. LLeva adherida una etiqueta en la que figura Achados no monte do Crasto) en S. Bartolomeu do Marj Marinhas} antes de 1970) Casado Neiva. ALMEIDA,
c.E.
de, 1987: 94-95; BETTENCOURT, 1995: 112.
111. Espiral del túmulo de Monte da Cerca VILA CHÁ, ESPOSENDE
d. 22 mm, e. 1,5 mm; 1,5 g.; ME Espiral de plata de dos vueltas} de sección subromboidaly con los extremos rematados en punta. Buena conservación. Pátina gris} aunque por zonas presenta brillo metálico. La corrosión afecta más a la vuelta externa. Según V Jorge apareció en el transcurso de una operación de urgencia de un monumento recién violado por lugareños, operación dirigida por Brochado de Almeida (1976). Sarmento describe el monte da "Cerca" como una pequeña elevación, cuyo nombre procede de una muralla antigua que coronaba la cima, y de la que se conserva una hilada. A unos 44 pasos de la muralla se situaría la mamoinha, dentro de un conjunto de unos catorce túmulos situados entre 150 y 280 m. de altitud. Según
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península 1iJérica
107. Cadena de espirales
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el mismo Sarmento se trata de un dolmen de corredor (18 x 2 m), cuya cámara poligonal está constituida por 8 piedras de unos 1,8 m. de alto, y con un corredor pequeño (1,50 x 0,50 m), formado por tres ortostatos a cada lado. Tanto las lajas de la cámara, como las del corredor están dispuestas en cuña y ligeramente inclinadas al interior. La espiral apareció en el interior del dolmen (Est. XVI, 1,B), junto a la base de uno de los ortostatos de la estructura, concretamente el primer pilar derecho, aunque la cámara había sido fuertemente violada. Fue analizada por Cavalheiro y Sá, en el Centro de Metalurgia y Ciencia dos Materiais da U niversidade do Porto, junto a la espiral de Outeiro de Gregos 1. SARMENTO, 1933: 155;JORGE, VO., 1980: 20 (Sobre una comunicación inédita de ALMEIDA, 1976); ID, 1982: 445, 724-725, 801; CAVALHEIRO y SA, 1982: 724-5; ALMEIDA, C.B., 1985: 43-47.
112. Artefactos del yacimiento de Penha COSTA GUIMARÁES 107. Vaso
110. Hacha plana
MG Proceden de éste diversos oE:}etos metálicos de diferentes perfodo~ comofragmentos de hachasplanasy un molde o mortero. El yacimiento de Penha se localiza en el punto más elevado del municipio, sobre la ciudad de Guimaraes. Se trata de un terreno llano de unos 1500 x 300 m, de naturaleza granítica, coronado por grandes masas rocosas redondeadas. Se recogieron centenas de fragmentos cerámicos, correspondientes a recipientes esféricos, hemisféricos, semiesféricos y troncocónicos, en su mayoría decorados mediante incisión, punzonamiento e impresión. Además, relacionados con posibles ocupaciones posteriores, dos lanzas tubulares de bronce, otra lanza con nervio y aletas, y dos hachas de talón. CARDOZO, 1960: 182-83; ID, 1968: 278; JUNGHANS ET AUJ, 1968: nO 1908; MONTEAGUDO, 1977: n° 299; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 157 (n0231);JORGE, S.O., 1986: 814-815.
111. Espiral del túmulo de Monte da Cerca
112a. Fragmento de filo de hacha del Monte da Penha 68 x 20 x 5,5 mm; 37 g.; MG Según Cardozo".. fragmento de faca ou machado... )). Parece unfragmento dejilo de un hacha) posiblemente recortado con un cincel para reutilización de la pieza. Avanzada corrosión de cloruros. La parte cóncava presenta señales de corte. CARDOZO, 1960: 182-183; ID, 1968: 278; HARBISON, 1967: 118;
112a. Fragmento de f¡]o de hacha del Monte da Penha
JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1909; JORGE, S.O., 1986: 814-815.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
112b. Media hacha plana del Monte da Penha 77 x 36 x 12 mm; 204 g.; MG Mitad inferior de un hacha plana de lados rectosy borde ligeramente destacado. Sólo se conserva la mitad inferior, a la que le falta además una esquina deljilo. Puntos de corrosión en las partes más irregulares. Superjicie de fundición apenas regulan'zada. En la clasificación de Monteagudo aparece como la n° 17 (Aba<;ao) y como la n° 299 (Guimaraes), figurando en dos tipos distintos, el TYP1A Y el TYP4B.
112b. Media hacha plana del Monte da Penha
JUNGHANS ET AUI, 1968: nO 1908; MONTEAGUDO, 1977: n° 17 y n° 299,
112c. Piedra con cavidades del Monte da Penha 150 x 110 x 47 mm; 1440 g.; MG 1935 Bloque de arenisca o cuarcita de formato cuadrangular con cavidades en sus dos caras) en una tresy en otra una. Aunque se ha puesto en relación con actividades metalúrgicas) podría tratarse de un mortero. MUSEU MARTINS SARMENTO:
s,
113. Artefactos de Gominhaes
112c. Piedra con cavidades del Monte da Penha (anverso)
S. TORCUATO DE GOMINHAES, GUIMARAES
MG Yacimiento al aire libre) donde se recogieron fragmentos cerámicos decorados con técnica de incisión. De esta procedencia se conservan en el Museo de la Sociedade Martíns Sarmento de Guimaráes dos supuestos moldes de van'!las. JORGE, S,o., 1986: 816
113a. Molde grande de Gominhaes 125 x 90 x 50 mm; 1375 g.; MG Molde de varillas) con cavidad sólo en una cara) bien pulida. El maten'aI es granito. 112c. Piedra con cavidades del Monte da Penha (reverso)
113b. Supuesto molde de varillas de Gominhaes 45 x 45 x 28 mm; 86 g.; MG Supuestofragmento de molde de van'!las) con cavidad sólo en una cara. El material es una cuarcita u arenisca) bien pulida. Aunque este tzpo de oijetos han venido considerándose moldes de van'llas) actualmente parece aceptado que se trata de afiladores.
LOJ inicioJ de la metalurgia en el noroeJte de la PenínJula Ibérica
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114. Hacha plana de Mesao Frio GUIMARÁES
111 x 36 x 8,5 mm; DE Hacha plana) según Monteagudo. Aunque estuvo depositada en MNA con el n° 11085, no la localizamos en sus fondos. Analizada en los S.A.M. con el n° 1559. HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1559; 113a. Artefacto de Gominhaes
113b. Artefacto de Gominhaes
MONTEAGUDO, 1977: nO 292.
115. Hacha plana 1 GUIMARÁES
DE Hacha plana) según Junghans et alii. Estuvo depositada en el MNA (n° 11038). HARBISON, 1967: 117; JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1647. 116. Hacha plana 2 de Guimaraes
116. Hacha plana 2 GUIMARÁES
117. Hacha plana 3 de Guimaraes
135 x 44 x 12 mm; 402 g.; LB 11036 Hacha plana de petftl rectangula0 talón truncado y lados rectos. Buena conservación general. Rayazos recientes. Sobre una pátina oscura de óxidos) puntos de corrosión. Más regulan'zada por una cara. Anstas torcidas. Filo en buen estado. HARBISON, 1967: 117; JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1437; MONTEAGUDO, 1977: nO 300.
117. Hacha plana 3 GUIMARÁES
118. Hacha plana de Terras de Bouro
180 x 56 x 17 mm; 957 g.; LB 11037 Hacha plana de talón truncado) petftl trapecialy lados rectos. Talón incompleto y filo truncado. Sobre vanas pátinas de corrosión) abundante suciedad aman'jlenta. Supetftciepulida. Este hacha no aparece analizada en los S.A.M. aunque si un hacha de Guimaraes con la sigla 11038, que a su vez no estaba en el MNA. Es posible que se trate de un error. HARBISON, 1967: 117; MONTEAGUDO, 1977: n° 179.
118. Hacha plana TERRAS DE BOURO
169 x 49 x 20 mm; 780 g.; MG 52 Hacha plana de talón roto) posiblemente truncado) petftl trapecia~ lados rectosy bordes ligeramente destacados. Talón incompletoy múltiples golpes en uno de los lados. Pátina es-
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table de óxidos. 5 upeificie de fundición regularizada. 5 egún Cardozo presenta la particularidad de tener una de las caras planay la otra ligeramente convexa, lo que cree que corresponde al proceso de fundición de los oijetos más antiguos.
122. Hacha rota de Vilar VILAR DO MONTE, PONTE DE LIMA
bargo Montalegre pertenece a Tras Os Montes, mientras que Terras
130 x 46 x 11 mm; 330 g.; LB 11052A (Talón) y 11052B (Filo) Hacha plana de talón incompleto, peifil trapecial y lados restos. Rota por la mitad en dos partes. Le falta una esquina del talón. Pátina estable de óxidos. 5upeificie de bruto de colada pulida por partes. Falta de metal en la colada. Fractura obtenida cincelando desde una sola cara.
de Bouro pertenece a la provincia de Minho.
HARBISON, 1967: 118; MONTEAGUDO, 1977: n° 265A (sin dibu-
CARDOZO, 1960: 182-83; HARBISON, 1967: 118; jUNGHANS
EY AUI, 1968: n° 1907; MONTEAGUDO, 1977: nO 16. Figura como procedente de Terras de Bouro (Montalegre). Sin em-
jo).
119. Cincel de Arcos de Valdevez VIANA, MINHO
133 x 31 x 13,5 mm; 370 g.; LB 11045 Cincel de talón truncado, peifil trapecialy lados rectos, ligeramente cóncavos cerca del talón. Buena conservación general. Golpes en talón y jilo. Desarrollo de cloruros en algunospuntos. Un problema de fundición ocasiona falta de metal. HARBISON, 1967: 117; jUNGHANS EY AUI, 1968: n° 1648; MONTEAGUDO, 1977: n° 27.
120. Hacha ARCOS DE VALDEVEZ
116 x 58 x 14,5 mm; 416 g.; LB 11044 Hacha plana de talón truncado, peifil trapecial de lados cóncavosy jilo desarrollado, con rebordes. Buena conservación general. 5 obre una pátina de óxidos, pequeños puntos de cloruros. Filo biselado. Rebordes bien destacados en sección. HARBISON, 1967: 117; jUNGHANS EY AUI, 1968: n ° 1564; MONTEAGUDO, 1977: nO 154.
121. Hacha PONTE DA BARCA
119 x 40 x 13 mm; 343 g.; LB 11050 Hacha plana de talón cóncavo, peifil trapecialy lados convexos. Buena conservación genera~ con marca de un golpe lateral. 5 obre una pátina de óxidos, puntos de corrosión. 5upeificie de bruto de colada apenas regularizada. HARBISON, 1967: 118; jUNGHANS EY AUI, 1968: n° 1436; MONTEAGUDO, 1977: nO 238.
123. Alene y remache del túmulo de Chafé CHAFÉ, LORDELO
DP El túmulo de Chqfé proporcionó van'os o!:?jetos, entre ellos un pequeño remache (5ilva y Marques, 1986: 207j Y un punzón biapuntado de cobre de forma losángica (5ilva, 1994: 164j, de difícil contextualización, tanto por la remoción estratigráfica. Las piezas aparecieron en 1985 durante una intervención arqueológica moderna, integrada en el proyecto Investigación e Estudo da Ocupafáo Humana na Area da FoZ do Rio Neiva. El túmulo se descubrió casualmente durante la excavación de la cista de Lordelo (Silva y Marques, 1984), donde aparecieron vasos troncocónicos, depositados en el Museo de la Junta de Fregresía de Castelo de Neiva. El túmulo de Chafé, situado en terreno arenoso de tipo dunar, junto al litoral, estaba compuesto por arena y tierra barrosa sin coraza y una cámara formada por cinco lajas. Al parecer estaba muy violada y removida, por lo que es difícil relacionar los materiales. En cuanto al material lítico, se recogieron más de 70 puntas de flecha de base triangular, pedunculadas o no, realizadas en silex, cuarzo y esquisto, así como láminas de silex y un brazal de arquero. Jorge, S.O. (1986: 858) lo pone como posible ejemplo de asociación entre cerámica campaniforme internacional y un brazal de arquero. También se recogió cerámica lisa y decorada. Vasos con carena alta, con mamilas asas y largo borde, y también campaniforme de tipo internacional. Dadas las características del terreno, aparecieron también huesos humanos. Actualmente las piezas se encuentran en fase de estudio para ser integradas en la tesis doctoral de Silva.
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SILVA, E.J.L Y MARQUES, T.M., 1984: 54; ID, 1986: 207-208 (Noticia preliminar, con foto de materiales asociados); JORGE, S.O., 1986: 858; CRUZ, 1992b: n° 8; SILVA, E.J.L., 1994: 164-165; COMUNIC. PERS. SILVA. 119. Cincel de Arcos de Valdevez
120. Hacha de Arcos de Valdevez
121. Hacha de Ponte da Barca
122. Hacha rota de Vilar do Monte
124. Conjunto da Quinta da Agua Branca a STA. M DE LOBELHE LB Ajuar de una cista compuesto por dos espirales) dos aros y una diadema de oro, una espada opunal largo de lengüeta de cobre y un bloque de piedra, junto a restos de una inhumación. Hallazgo casual protagonizado por unos jornaleros en el predio de Quinta de Agua Branca, propiedad del Sr. José Mendes Ferreira. La cista se localizó a unos 50 cm de profundidad, sin presentar indicios de túmulo. Estaba constituida por seis lajas toscas, dispuestas en rectángulo y colocadas de canto con orientación aNO-ESE, cubiertas por cuatro lajas (2,05 x 0,66 x 1,02 m). El suelo estaba enlosado con piedras irregulares y las uniones cerradas con cuñas que no permitieron la colmatación de la cámara. Fuera de la caja, a la altura del pavimento, se encontraron otras dos lajas, una de ellas con cazoletas en sus dos caras. Dentro de la cámara se encontró un cráneo, al parecer masculino y perteneciente a un adulto, ceñido por la diadema. Parece que el cadáver estaba dispuesto sobre el dorso, con los pies hacia el sudeste. FORTES, 1906: 241-251; LOPEZ CUEVILLAS, 1925: 101; ID. Y BOUZA BREY, 1929: 27; JUNGHANS ET AUI, 1968: nO 1528; HARTMANN, 1982: n° 2582-2586; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 205 (n° 329); JORGE, S.O., 1986: 86; PINGEL, 1992: 313; CRUZ, 1992b: n° 2; ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993c: 36-37; IDADE, 1995: nO 3.
124a. Aro 1 da Quinta da Agua Branca d. 26, e. 2 mm; 5,3 g.; LB 22 Aro de contorno circular irregula1J de sección subrectangulary superficie interior rugosa. Fundido. 124. Conjunto da Quinta da Agua Branca
PINGEL, 1993: 313; ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993c: n° 103 (2).
124b. Aro 2 da Quinta da Agua Branca d. 27; e. 1 mm; 2,3 g.; LB 21 Aro de contorno circular irregula1J de sección subrectangulary superficie interior rugosa. Fundido. PINGEL, 1993: 313; ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993c: n° 103 (2).
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124c. Diadema decorada da Quinta de Agua Branca 602 x 48 mm; 113 g.; LB Diadema constituida por una banda rectangular curvada. Se cierra por la sobreposición de las extremidades, asimétn'cas (una redondeaday otra rectilínea) y peiforadas (seis agujeros en un extremo y tres en otro alineados verticalmente). Decoración geométn'ca a base de dos grandes elipses concéntricas intercaladas por una línea de zigzag, dejando al centro una zona lisa limitada en cada extremidadpor tres líneas verticalesparalelas, la centralpuntillada. A su veiJ toda la lámina está rematada porpuntillado. Obtenida apartir de una lámina de oro martilleada, de la que se recortó una banda. Decoración replfiada eincisapor el reverso. Perforaciones obtenidas con punzón desde el anverso, dgando las rebarbas en el anverso. Restaurada. Parece ser que ceñía el cráneo del individuo inhumado. PINGEL, 1992: nO 313.; ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993c: n° 1.
124f. Espada de lengüeta da Quinta da Agua Branca 350 x 81 mm; LB 11017 Espada corta opunal largo de base en lengüeta simple rectangular de lados cóncavos con rebordes. Hqja Inangular de lados cóncavos. Doble bisel. Parece que estaba colocada al lado izquierdo del cuerpo. Fue primeramente analizado por el Sr. Ferreira da Silva por vía húmeda. JUNGHANS ETADJ, 1968: nO 1528; ALMAGRO GORBEA, 1973: 74 (Op.cit).
125. Espiral y brazal de arquero VILA NOVA DA CERVEIRA
LB C01yunto de un brazal de arquero en oro, y una espiral de mismo maten·al. Según Jorge, s.a. (1986: 865) y otros autores, ambas piezas proceden del mismo lugar. Analizadas por Hartmann.
124d. Espiral 1 da Quinta de Agua Branca 1. 11, d. 25, e. 2 mm; 13,6 g.; LB 25 Espiral enrollada en tres vueltas constituida por un alambre de sección rectangulary extremos aguzados.
PINGEL, 1992: n° 314; ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993b: 148,
ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993c: n° 87 (2).
n° 70, 86; IDADE, 1995: nO 6.
124e. Espiral 2 da Quinta da Agua Branca 1. 10, d. 23, e. 2 mm; 12,6 g.; LB 23 Espiral enrollada en tres vueltas constituida por un alambre de sección rectangulary extremos aguzados. ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993c: n° 87 (2).
HARTMANN, 1982: n° 2580, 2646; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 205-206 (n° 332); JORGE, S.O., 1986: 862, 865; CRUZ, 1992b: nO 3;
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124f. Espada de lengüeta da Quinta da Agua Branca
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125a. Espiral de Vila: Nova da Cerveira 1. 15, d. 22, e. 2 mm; 13,2 g., LB 22 Espiral cilíndrica de tres espigas constituidapor un alambre liso de sección rectangular, mt!)! regular, con las extremidades qfiladas. ARMBRUSTER y PARREIRA, 1993b: nO 86
125b. Brazal de arquero de Vila N ova da Cerveira 120 x 36 x 1 mm; 72,7 g.; LB Brazal de arquero enforma de placa sub-rectangular de contornos curvilineos) ligeramente doblada longitudinalmente. Cada ángulo está decorado por un cono replfjado ct!)!a base está contorneada por una línea de puntillado apunzón) presentando un onficio en el lado menor, entre dos conos. El reverso es el negativo del anverso. ARMBRUSTER y PARRElRA, 1993b: 148, nO 70. 125a. Espiral de Vila Nova da Cerveira
125b. Placa de brazal de arquero de Vila Nova da Cerveira
126. Lámina de lanza o puñal VILA N OVA DA CERVEIRA DE (Lámina de lanra ou de adaga" según Paro y Ferreira. Citado en el artículo donde se da a conocer la espada dePinhal dos Melas, como un ejemplo de puñal de lenglieta de menor tamaño, junto al de Castro Laboreiro. Según este artículo dicha pieza se localiza en el Museo de Lisboa, con el n° 11.025, donde no la localizamos. PAC;:O y FERRElRA, 1956: 362.
Mapa 8 Área de distribución 7 Localización de los hallazgos
Área de distribución 7 BEIRA ALTA, DISTRITO DE VISEU, PORTUGAL. 127- Lámina de oro del túmulo 1 de Chao do Brinco, Serra de Montemuro, Cinfaes. BEIRA LITORAL, DISTRITO DE AVEIRO, PORTUGAL. 128- Espiral del túmulo 1 de Carvalho Mau, S. Pedro do Paraiso, Castelo de Paiva. DOURO LITORAL, DISTRITO DE PORTO, PORTUGAL. 129- Placa de cobre de la Mina do Simao, Amarante. 130- Conjunto de túmulo 1 de Chá de Carvalhal, Aboboreira, Baiao. 130a- Punta tipo Palmela 1 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130b- Punta tipo Palmela 2 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130c- Punta tipo Palmela 3 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130d- Punta tipo Palmela 4 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130e- Punta tipo Palmela 5 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130f- Puñal 1 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 130g- Puñal 2 de túmulo 1 de Chá de Carvalhal. 131- Fragmento de posible brazalete del túmulo 5 de Chá de Arcas, Loivos do Monte, Baiao. 132- Espiral de Meninas do Crasto 4 (A Casa Redonda), Aboboreira, Baiao. 133- Espiral de Outeiro de Gregos 1, Aboboreira, Baiao.
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127. Lámina de oro del túmulo 1 de Chao do Brinco SERRA DE MONTEMURO, CINFÁES, VISEU, BEIRA ALTA DP Pequeña lámina de oro) según Silva. La lámina fue localizada en alguna de las cuatro campañas de excavaciones realizadas entre 1988-91 en este monumento, dirigidas por E. J. L. da Silva. El túmulo 1 de Chao do Brinco presenta un túmulo tipo "cairn" constituido prácticamente por piedras graníticas, y dos ortostatos in situ de cerca de tres metros de altura, además de un fragmento de la laja de cobertura. Dos lajas presentan grabados (una de ellas la de cabecera); otra tumbada, restos de pinturas; y otras cinco más pequeñas también presentaban decoración, una combinando pintura y grabado, y otra, respondiendo a un motivo antropomorfo. N o se ha publicado la localización concreta de los materiales dentro de la excavación; más de 4000 cuentas discoides de esquisto, unos 24 microlitos y cerámica campaniforme. Tampoco se especifica la asociación arqueológica de estos materiales con la lámina, ni entre ellos mismos. SILVA, E.J.L., 1995: 38-40 y COMUNICo PERS. 128. Espiral del túmulo 1 de Carvalho Mau SAN PEDRO DO PARAÍSO, CASTELO DE PAIVA, AVEIRO, DOURO LITORAL DP Espiral de plata) según S¡¡va. El monumento 1 de Carvalho Mau es un túmulo de grandes dimensiones que presenta en su interior restos de una estructura dolménica constituida por varios ortostatos de esquisto. Envolviendo la zona de enterramiento se localizó una estructura de mampostería seca a modo de contrafuerte tipo "cairn". En la parte periférica, lado Este, donde se detectaron las piedras de la coraza, fue donde apareció la mayor parte del material; cerámica campaniforme, puntas de flecha y láminas, y un recipiente entero tipo "copa". Fue excavado en dos campañas sucesivas entre 1989-90 dirigidas por E. J. Lópes da Silva. SILVA, E.J.L., 1995: 37-38 y COMUNICo PERS.
129. Placa de cobre de Mina do Simao AMARANTE 33 x 16 x 5 mm; BA Pequeña placa de cobre) pseudotriangular, según Jorge. Localizada en el transcurso de una intervención arqueológica, dirigida por V Jorge y M a da Luz Oliveira, en el monumento conocido como Mina do Simao, dentro del Campo de Trabqjo Arqueológico de la Sierra da Aboboreira. El monumento, que presenta señales de remociones, es de planta pseudocircular, con tendencia elíptica, constituido por tierras humosas y revestido de una coraza de lajas y bloques de granito. La cámara es de planta alargada poligonal, compuesta por nueve lajas imbricadas, definiendo un espacio sepulcral elíptico (2,5 x 2 m). Sólo una pequeña zona de la parte Norte de la cámara, donde se encontraron molinos de mano reaprovechados para construir un piso, puede haber permanecido intacta. El paleosuelo subyacente al túmulo, proporcionó una gran cantidad de material, por lo que podría tratarse de un monumento funerario erigido sobre una antigua ocupación habitacional. La placa fue localizada en el interior de la cámara, en el cuadro A6 (x: 154; y: 125; z:: 32 cm), que como ya comentamos, apareció removida. Además en el interior de la cámara aparecieron fragmentos cerámicos de diversas pastas (algunas a torno) y procedentes de la base del relleno, lascas residuales, manos de molino (que conformaban un piso), y tres hachas pulidas sin señales de haber sido utilizadas. En el túmulo se recogió una lasca de cuarzo lechoso, un canto rodado de cuarcita y ocre. Incorporado a las piedras de túmulo, un durmiente de molino. En los niveles subyacentes al monumento y en las inmediaciones de la cámara (paleosuelo), se recogió la mayor cantidad de material: 1 vaso cerrado del tipo taza esférica; 1 vaso de grandes dimensiones con perforaciones cónicas bajo el borde (a diferentes alturas), de perfil sinuoso; 1 vaso con decoración de cordón horizontal muy irregular; lascas, un núcleo de obsidiana, etc. Se realizaron tres dataciones: CSIC: 5130 ± 90 a.p.; CSIC-716: 5050 ± 70 a.p. y CSIC-715: 5010 ± 70 a.p. La lámina parece que fue analizada Cabral en el LNETI y que posteriormente sería sometida a otro análisis. JORGE, V.O., 1984: 3-21.
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130. Conjunto del túmulo 1 de Chá de Carvalhal BAIÁO
DS C01yunto de dos punales de lengüeta y cinco puntas deflecha. Conjunto localizado en el transcurso de una intervención arqueológica en el monumento 1 de Chá de Carvalhal, integrado en el Campo Arqueológico de la Sierra de Aboboreira, y dirigida por D. da Cruz. La Mamoa 1 de Chá do Carvalhal está constituida especialmente por un túmulo de tierra cubierto de coraza de piedras imbricadas, con un refuerzo periférico incompleto en el sector sur. La cámara es una cista megalítica con elementos constructivos tipo dolmen. Sobre el revestimiento superficial se dispone un bloque granítico redondeado entre la cámara y el círculo lítico, denominado "monolito", en cuyas inmediaciones aparecieron las piezas metálicas. A pesar de que el interior de la cámara estaba profundamente removido, no así el túmulo, que apenas presentaba signos de remociones recientes. Las piezas cerámicas proceden, unas del interior de la cámara, removida, y otras de las tierras superficiales del túmulo. Los materiales metálicos fueron encontrados in situ sobre el revestimiento pétreo superficial, entre las tierras que constituían el túmulo. Las puntas de lanza fueron encontradas en el cuadrado ESt.X, al extraer las piedras que constituían el revestimiento pétreo. Estaban juntas en manojo, con los pedúnculos hacia arriba, en posición vertical (coordenadas X-80jY-175jZ-43). El autor cree que su situación estratigráfica corresponde a una deposición hecha antes de la conclusión del monumento, y no a una inclusión posterior. Respecto al resto de los materiales, sobre las tierras del túmulo apareció cerámica lisa (vasos con fondo plano, un vaso con pie alto tipo frutero, un vaso de carena suave) así como cerámica decorada, tipo campaniforme marítimo (puntillado en bandas), puntillado geométrico y campaniforme inciso, así como dos esferas de granito. Entre las tierras del relleno de la cámara, tres fragmentos de un vaso decorado tipo Palmela. Todos los hallazgos metálicos fueron analizados en el LNETI por Cabral y restaurados en los laboratorios del Museo de Braga con motivo de la exposición de Lisboa de 1995, donde fueron expuestos. CRUZ, 1983: 74-75; ID, 1992a; ID, 1992b: n° 21; ID, 1995: 76-77.
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130a. Palmela 1 104 x 17 x 3 mm; 12 g.; DS MICC-2 Punta de flecha de base apuntada cóncava) con pedúnculo aguzado. Forma oval alargada) lámina de sección lenticular. Pérdida de metal en todo elperímetro a causa de la corrosión. Pedúnculo doblado. Corrosión con pátina de cloruros estabilizaday consolidada. Bisel simple. 130b. Palmela 2 92 x 18 x 4 mm; 18 g.; DS MICC-3 O Punta de flecha de base apuntada convexa) con pedúnculo adelgazado de sección cuadrangular. Forma oval alargada) lámina de sección lenticular. Pérdida de metal en todo el perímetro a causa de la corrosión. Pátina de cloruros estabilizaday consolidada. Bisel simple. Pedúnculo bien marcado en la base. Desgaste asimétn·co. 130c. Palmela 3 78 x 18 x 3 mm; 10 g.; DS MICC-5 O Punta de flecha de base apuntada convexay pedúnculo largo adelgazado de sección rectangular. Ho/a de forma ova4 alargada de sección lenticular. Corrosión estabilizaday consolidada. Doble bisel. Desgaste asimétrico. 130d. Palme1a 4 78 x 19 x 2 mm; 12 g.; DS MICC-4 Punta deflecha de base apuntada convexay pedúnculo adelgazado de sección cuadrangular. Hqja de forma oval alargada) sección lenticular. Pérdida ligera de metal en todo el perímetro. Corrosión estabilizada y consolidada. Bisel simple. Supeificie pulida. 130e. Palme1a 5 74 x 18 x 3 mm; 8 g.; DS MICC-l Punta deflecha de base apuntada) a la que lefalta elpedúnculo. Hqja de forma oval de sección lenticular. Pérdida de metal en todo elperímetro a causa de la corrosión. Avanzada corrosión con pátina de cloruros) estabilizada y consolidada. 130f. Puñal 1 168 x 20 x 3 mm; 32 g.; DS MICC-6. Punal de base en lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectosy sección lenticular. Lengüeta larga simétrica poco destacada de sección lenticular. Pé.rdida asimétrica de metal en todo elperímetro y rqyazos sobre la pátina. Pátina de cloruros estabilizaday consolidada. No se aprecia biseL
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130g. Puñal 2 139 x 24 x 3 mm; 19 g.; DS MICC-7 O Puñal de base en lengüeta simple rectangular alargada de lados cóncavos. Lámina de sección lenticular; m'9 adelgazada hacia lapunta. Lengüeta larga, simétrica, poco destacada de la lámina,de sección lenticular. Pérdida de metal en todo el perímetro de la pieza a causa de la corrosión. Pátina de cloruros, estabilizaday consolidada. No se aprecia bisel. 131. Fragmento de brazalete de Cha de Arcas TÚMULO V DE CHÁ DE ARCAS, LOIVOS DO MONTE, BAIÁO DP Fragmento de un posible brazalete de cobre, según Moreira y Carneiro. El túmulo V de Cha de Arcas fue excavado dentro del Prqyecto de Investigafáo do Campo Arqueológico da Serra da Aboboreira, por Margarida Moreira y Louren<;:o Carneiro. Se trata del túmulo más grande de un conjunto de cuatro localizados en el extremo Este de una penillanura. En su interior presenta una estructura dolménica, de corredor medio diferenciado en alzado. La cámara conserva cinco ortostatos, aunque originalmente tendría unos siete, y el corredor conserva tres de gran espesor (30cm). Entre las tierras del túmulo y el suelo antiguo se localizó un suelo de preparación. La cerámica fue recogida en zonas violadas del monumento, pero el materiallítico y metálico lo fue en las áreas de la cámara y corredor, especialmente en este último, donde algunos estaban in situ. La cerámica recogida es poco significativa, sin ofrecer formas ni presentar decoraciones, habiéndose localizado además en zonas revueltas. Sin embargo, ofreció una gran variedad de material lítico: once puntas de flecha de silex y una de cuarzo hialino; láminas y lascas de silex; tres hachas pulidas de anfibolita; casi trescientas cuentas discoides de esquisto; fragmentos de cuentas de variscita; una posible cuenta de malaquita y otra de color negro; por último otros objetos pendientes de análisis, posiblemente uno en ámbar y otro en obsidiana. Estos materiales permanecen en estudio. Los autores plantean como hipótesis que se trata de un monumento del Neolítico Final. MOREIRA y CARNEIRO, 1995: 183-188, Y COMUNICo PERS. M. MOREIRA.
132. Espiral del Cairn de Meninas do Crasto 4 M. DO CRASTO 4 (A CASA REDONDA), BAIÁO d. 28,1. 22, e. 1,5 mm; 4 g.; LB 35 Espiral de plata de sección pseudocircular; enrollada en tres vueltasy terminada en punta fina en las dos extremidades. Buena conservación general. Pátina gris de oxidación que no eifecta a la estructura. Localizada durante una intervención arqueológica moderna, dentro del Campo de Trabqjo Arqueológico de la Sierra de la Aboboreira, por V Oliveira Jorge. ''A Casa Redonda" es un monumento aislado en un pequeño llano situado a una altitud próxima a los 907 m. Se trata de un túmulo bajo, con una altura máxima de 1m. y 15 m de diámetro, realizada con lajas imbricadas sobre un nivel de tierras ya existente cuando fue construida (tipo Cairn). Tenía restos de un anillo de refuerzo interno entre el externo y la cámara. Pudo albergar una o más estructuras de tipo cistoide. Se hallaron tres fosas abiertas en el substrato que pudieran corresponder a la implantación de ortostatos. Todo el ajuar procede de zonas violadas. Además de la espiral, se recogieron fragmentos de un vaso posiblemente troncocónico, otros de un vaso con pequeños mamilos y una cuenta de collar de azabache. La espiral fue hallada en el cuadro F4 (x: 92, y: 70, z: 105), sobre un área removida por las violaciones. Este yacimiento tiene tres dataciones de C14 aorge, va., 1983b; Jorge, s.a., 1985: 158-159). Las tres muestras de carbón vegetal fueron extraidas del paleosuelo subyacente a un nivel de saprolita: N° 19-GAK10943: 4220 ± 140 a.p., 2270 a.e.; N° 20-CSIC-661: 3830 ± 50 a.p., 1880 a.C.; N° 21-CSIC-660: 3800 ± 50 a.p., 1850 a.C. Analizada en el LNETI. En 1995, en el MNA para la Exposición sobre la Edad del Bronce. JORGE, V.O., 1983 a: 23-37 (Dibujo); JORGE, S.o., 1985: 158-159; ARAUJO y CABRAL, 1983: 39. 133. Espiral del monumento 1 de Outeiro de Gregos BAIÁO d. 47,1. 10, e. 2 mm; 2,1 g.; LB Espiral de plata de sección elíptica, acabada en punta en ambas extremidades. Rota en dos, achataday parcialmente doblada, posiblemente debido alpeso del relleno de la cámara. Pátina de oxidación.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
130. Palmelas del túmulo 1 de Chá de Carvalhal. De izquierda a derecha: 130b, 130c, 130d, 130e, 130a.
130. Puñales del túmulo 1 de Chá de Carvalhal Figura superior 130g, figura inferior 130f
132. Espiral del Cairn de Meninas do Crasto 4
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Localizada durante una intervención arqueológica en la Serra da Aboboreira, en el conjunto megalítico de Outeiro de Gregos, compuesto por cuatro túmulos, una estructura sub-circular con posible túmulo, y una fosa abierta en el substrato. El dólmen n° 1 de Outeiro de Gregos, es una estructura rodeada de un túmulo contrafortado por un anillo, envuelto a su vez en un lajeado horizontal y una estructura periférica en la parte ESE, que adquiere forma de un prolongamiento sub':'trapezoidal, pudiendo ser contemporáneas ambas estructuras. La cámara es pseudopentagonal, con un diámetro diagonal de unos 2 m. Está constituida por cinco lajas, sin tapa. Los ortostatos no estaban hincados, sino apoyados, delimitando un espacio central poco elevado. Su interior estaba violado y lleno de piedras. El anillo se asienta sobre tierra vegetal, con una altura de unos 140 cm. En torno al túmulo, se dispone un lajeado horizontal con cerca de 2,40 m de extensión. La técnica constructiva es la misma en el área envolvente y en el prolongamiento subtrapezoidal. Agujeros de poste hacen pensar en la posible existencia de una estructura de madera anterior a la colocación dellajeado. La espiral apareció en la base de la cámara (A6), a una profundidad de 3,15 m. sobre una pequeña piedra y en contacto con la roca madre (x: 1,30 m; y: 1,62 m). Apareció: cerámica de paredes finas, 2 fragmentos de vasos pulidos, 1 lasca de cuarcita retocada, 1 cristal de cuarzo. En la estructura periférica: Vasos troncocónicos, uno con mamilas, dispuestos bajo las piedras dellajeado. Huet Gon<;alvez, junto al ingeniero Antonio Vieira, realizaron un primer análisis identificativo para comprobar si era plata. Parece que posteriormente sería sometida a otro análisis más elaborado, en el Servicio de Fomento Minero de Oporto. Jorge, VO. (1982) publica su análisis de tipo cualitativo, practicado en el centro de Metalurgia y Ciencia de los Materiales de la Universidad de Oporto, junto a la espiral de Esposende. JORGE, V, 0., 1980: 9-28; CAVALHEIRO y SA, 1982: 724-725; ARAUJO y CABRAL, 1983: 39; IDADE, 1995: nO 54.
133. Espiral del monumento 1 de Outeiro de Gregos
Mapa 9 Área de clistrlOb UClon o, . 8 Localización de los h a11azgos
Área de distribución 8 TRAS-OS-MONTES ORIENTAL, DISTRITO DE BRAGAN<;A, PORTUGAL. 134- Alabardas de Carrapatas, Macedo de Cavaleiros. 134a- Alabarda 1 de Carrapatas. 134b- Alabarda 2 de Carrapatas. 135- Anillo de oro de Lagares, Grijó, Macedo de Cavaleiros. 136- Alabardas de Serra de Bornes o Vale Benfeito, Macedo de Cavaleiros. 136a- Alabarda 1 de Serra de Bornes o Vale Benfeito. 136b- Alabarda 2 de Serra de Bornes o Vale Benfeito. 136c- Alabarda 3 de Serra de Bornes o Vale Benfeito. 136d- Alabarda 4 de Serra de Bornes o Vale Benfeito. 137- Alabardas de Abreiro, Mirandela. 137a- Alabarda 1 de Abreiro. 137b- Alabarda 2 de Abreiro. 138- Artefactos del yacimiento de Buraco da Pala, Passos, Mirandela. 138a- Cuenta esférica 1 de Buraco da Pala. 138b- Cuenta esférica 2 de Buraco da Pala. 138c- Cuenta esférica 3 de Buraco da Pala. 138d- Cuenta esférica 4 de Buraco da Pala. 138e- Cuenta bicónica 1 de Buraco da Pala. 138f- Cuenta bicónica 2 de Buraco da Pala. 138g- Fragmento de lámina de Buraco da Pala. 138h- Hacha de Buraco da Pala. 138i- Pico de tobera de Buraco da Pala. 139- Artefactos del yacimiento de Crasto de Palheiros, Mur~a. 139a- Fragmentos metálicos (2) del Crasto de Palheiros. 13%- Punzón del Crasto de Palheiros. 140- Hacha de Serra de Alijó. 141- Hachas del Castro de Cerca de Ribas o dos Mouros, Ribas, Algeriz, Valpa~os. 141a- Hacha 1 del Castro de Cerca de Ribas o dos Mouros. 141b- Hacha b del Castro de Cerca de Ribas o dos Mouros.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
134. Alabardas de Carrapatas
135. Anillo de oro de Lagares
MACEDO DE CAVALEIROS, BRAGAN<;:A,
GRIJÓ, MACEDO DE CAVALEIROS
TRAS OS MONTES
DE
MG
~nel
HOLO, 1958: 433; CARDOZO, 1960: 182-183; JUNGHANS ET
de oro puro) serpentiforme) sem liga... O anel dava tres voltas ao dedo anular e) por ser muito maleáve~ podia fácilmente apertar-se ou alargar-seJ~ según Pinto. Al parecer, apareció en un cista formada por tres grandes lajas de esquisto, una de cabecera y dos a los lados, y que había sido violada, revelando en su interior varios fragmentos gruesos de barro. La cista fue localizada por el teniente Joao José Vaz de Morais de Abreu Sarmento, que con ayuda de su criado intentó extraer las lajas, y ante la imposibilidad, rellenó de tierra el hueco y así la dejó. El anillo fue ofrecido por Rui Serpa Pinto al Museu Antropológico do Porto. Ilocalizable.
AlJI, 1968: n° 1915-1916; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 161 (n° 239);
PINTO, R.S., 1931: 90 (Nota 5); CARDOZO, 1967: 350; ALVES,
CRUZ, 1992b: n° 30; IDADE, 1995: n° 17; SANCHES, 1995a: 29-30.
1975: 684-685; SILVA,J,L, 1984: 57
134a. Alabarda 1 348 x 120 mm; 612 g.; MG 684 Alabarda de base triangular de lados cóncavos) con extremos redondeados y tres agt!Jeros circulares para remaches. Nervio centralfuertemente marcado) dos acanaladuras paralelas alfilo que remata en bisely se unen en lapunta. Excelente estado de conservación. Doblada una esquina. Pátina estable oscura de óxidos en la que comienzan a desarrollarse ligerísimos puntos de corrosión. Fundida en molde. Superftcie pulida por abrasión. Filos cortantes.
136. Alabardas de Serra de Bornes o Vale Benfeito
COl'!Junto de dos alabardas epónimas del tipo correspondiente. Localizadas en circunstancias desconocidas por J. H. Sarmento, quien las envió al Museo de Guimaraes. López Cuevillas las considera como procedentes de fosa bajo túmulo, al igual que otras las alabardas trasmontanas, información que recogería de Rusell, cuyas publicaciones no señalan este hecho, por lo que consideramos que se trata de una confusión de Cuevillas. RUSELL, 1950: 5, (figs. 9-10); LÓPEZ CUEVILLAS, 1955: 9; BART-
JUNGHANS ET AUI, 1968: n° 1915.
MACEDO DE CAVALEIROS
MB COl!Junto de cuatro alabardas. Aparecieron juntas al labrar una finca. Depositadas en el Museu Regional de Bragan~a por Joao José Vaz de Morais Sarmento. Fueron analizadas en los S.A.M. ALVES, 1934: 277-278; LÓPEZ CUEVILLAS, 1955: 9; BARTHOLO, 1958: 432; JUNGHANS ETAUI, 1968: n° 1789-1792; HOCK y COELHO, 1972: n° 32-35; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 163-163 (nO 242);
134b. Alabarda 2 295 x 95 mm; 512 g.; MG 685 Alabarda de base triangulary lados ligeramente cóncavos) con extremos redondeadosy tres agt!jeros circularespara remaches. Fuerte nervio centraly una acanaladura paralela al filo que remata en bisely que se unen en la punta. Excelente estado de conservación. Sólo le falta un trozo de esquina en la base. Pátina oscura de óxidos. La corrosión cifecta más a los agt!Jeros para remaches. Fundida en molde. Superftcie pulida (menos en la base) y acabado perfecto. Filos cortantes. JUNGHANS ET AUI, 1968: n° 1916.
CRUZ, 1992b: n° 31; SANCHES, 1995a: 30.
136a. Alabarda 1 325 x 124 x 8 mm; 702 g. Alabarda de base triangular de lados rectos) con tres agt!Jeros circulares para remaches. Nervio central bien marcado) y una acanaladura paralela alfilo. Le falta la punta y tiene roto el agtg'ero superior, así como losfilos m11)l perdidosy mellados. Color metálico dorado tras su limpieza) aunque conserva huellas de los ifectos de la corrosión. Superftcie pulida. Buen acabado.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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136b. Alabarda 2 290 x 112 x 8 mm; 629 g. Alabarda de base triangular de lados suavemente cóncavos) con tres ag,geros circulares para remaches. Nervio central bien marcado) y una acanaladura paralela alfilo que remata en bisel. Lefalta la puntay presenta losfilos mt!Y perdidosy mellados. Color metálico dorado tras su limpieza) aunque conserva huellas de los ifectos de la corrosión. Supeificie pulida. Buen acabado. 134. Alabardas de Carrapatas
136. Alabardas de Serra de Bornes o Vale Benfeito
136c. Alabarda 3 272 x 85 x 8 mm; 393 g. Alabarda de base triangular de lados rectos con las aristas redondeadas y tres ag!fjeros circulares para remaches. Nervio central bien marcadoy doble acanaladura paralela alfilo) que remata en bisel. Le falta un pequeño trozo en la punta) pero el resto está bien conservado. Color metálico dorado tras su limpieza) aunque conserva huellas de los ifectos de la corrosión. Supeificie pulida. Buen acabado. 136d. Alabarda 4 256 x 90 x 7 mm; 269 g. Alabarda de base triangular de lados cóncavos) con tres agujeros circulares para remaches. Nervio menos marcado que en las anteriores) y sólo conserva una acanaladura paralela alfilo) que remata en bisel. Presenta mt!Y perdidos los filos y la punta. Color metálico dorado) aunque con abundantes grietas producto de la corrosión anterior. Buen acabado. 137. Alabardas de Abreiro MIRANDELA
137. Alabardas de Abreiro
MB COI!Junto de dos hqjas de alabarda. Fueron localizadas en el tramo Abreiro-Quinta da Pendurada, al construir la carretera nacional n° 314 entre Vila Flor y Vila Real, junto a un riachuelo que desemboca en el Tua, al pie de dos montes donde se emplaza el yacimiento conocido como Cemitério dos Mauros 1 y n. Sanches (1995a, 1995b, Anexo IX: 18-19) considera que se trata de un único asentamiento con materiales atribuibles a finales del nI-inicios del n milenio a.e. (2460-1950 A.e.) y presenta incipientes estructuras difensivas (Sanches, 1995a: 29). Las alabardas estaban escondidas en una grieta de una roca en la base de la ladera sur de este asentamiento. Los trabajadores de la obra las entregaron al Museu Regional de Bragan~a, cuya
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BEATRIZ COMENDADOR REY
directora entonces, M a Lourdes Bartholo, las da a conocer en 1958, en ello Congreso Nacional de Arqueología Portuguesa (Lisboa, 1958). La primera alabarda fue analizada en el Laboratorio de Engenhería Civil. Posteriormente, ambas fueron analizadas en los S.A.M. BARTHOLO, 1958: 34; JUNGHANS ET AUJ, 1968: n° 1973-1974; HOCK y COELHO, 1972: n° 36-37; RUIZ-GALVEZ, 1984a: 160 (n° 236); CRUZ, 1992b: n° 33; SANCHES, 1995b, Anexo IX: 18-19,23; ID, 1995a: 29, 31
137a. Alabarda 1 250 x 73 x 6 mm; 269 g. Fragmento de hqja de alabarda. Nervio centraly doble acanaladura paralela alfilo, rematado en bisel. Mt!Y perdido todo elperímetro, la puntay la base, con supeJjicie agrietada. Color metálico dorado tras su limpieza, pero con estructura mt!Y eifectada por la corrosión anterior. JUNGHANS ET AUJ, 1968: nO 1973.
137b. Alabarda 2 220 x 80 x 8 mm; 384 g. Fragmento de hqja de alabarda. Nervio centraly al menos una acanaladura paralela alfilo. Mt!Y perdido todo elperímetro, así como la base con los ag"!Jerosy la punta. Superficie agrietada. Color metálico dorado tras su limpieza, pero con estructura mt!Y eifectada por la corrosión anterior. JUNGHANS ET AUJ, 1968: nO 1794
lutas, aunque por problemas con la curva de calibración es difícil definir los niveles 2-3-4, que si se distinguen estratigráficamente. Sanches considera que el inicio de la ocupación de este abrigo comenzaría en el V milenio A.e., siendo posteriormente abandonado, para volver a ser frecuentado a partir de inicios a la segunda mitad del IV milenio A.e. (dataciones calibradas). La ocupación correspondiente al nivel 3 B/ C comenzaría a mediados de la segunda mitad del IV m. A.e., hasta cerca del 2800 A.e., seguida de ocupaciones que practicaban el almacenamiento de semillas y que deben terminar por mediados del nI m. A.e.. Por último, el nivel 1, donde aparece el metal, se asocia a cuatro dataciones que lo sitúan a mediados del In° milenio A.C.. El nivel 1, se distingue ergológicamente de los anteriores por presentar mayoritariamente cerámica decorada con la técnica de impresión peinada, así como por la aparición de objetos metálicos. Las cuentas de oro aparecieron en áreas de almacenamiento de grandes cantidades de cereal (trigo, cebada), bellotas y habas, y también especialmente relacionadas con dos concentraciones de cuentas de 'ro'ca o mineral, variscita la mayor parte (Concentraciones A y B ) Yademás con una laminita de oro (Concentración A). Los objetos metálicos fueron analizados y estudiados por Cavalheiro y Sanches (1996). SANCHES, 1987: 58-77; ID, 1992: 223-243; ID, 1995b, Anexo 5: 1-4;
138. Artefactos del abrigo de Buraco da Pala
CAVALHEIRO y SANCHES, 1996.
PASSOS, MIRANDELA
DP Delyacimiento de Buraco da Pala proceden al menos un hacha de cobre, varias cuentas de oroy una lámina del mismo material. Un (o dos) oo/eto cerámico ha sido interpretado como pico de tobera. Buraco da Pala es un abrigo rocoso localizado en la Sierra de Passos, en el inicio de una alta pendiente que domina todo el valle medio del Tua hacia el E. Fue excavado por Sanches, entre 1987 y 1990. El área interior es de cerca de 81m 2 y el techo, en forma de V invertida, se sitúa a unos 25 m del suelo. Se trata de un espacio muy removido por diversas ocupaciones. Se detectaron hasta cuatro niveles, de los que el nivel 1 es el mejor conocido, tanto por definirse como un nivel de almacenamiento, como por sus materiales. Se obtuvieron para este yacimiento 22 dataciones abso-
138a. Cuenta esférica 1 d. 4,1. 2,2 mm; 0,3226 g.; d. orificio: 1,5-1,7 mm. Cuenta esférica achatada de oro macizo con peiforación central mt!Y irregular. Cavalheiro y Sanches (1996) proponen que las cuentas fueron fundidas y posteriormente conformadas por abrasión. A partir de una barra, se obtendrían varios fragmentos de similar tamaño que, colocados sobre supeJjicie refractaria, se llevarían a fusión (z'ncompleta) obteniendo la granulación. Posteriormente se realizaría la peiforación porpercusión, y mediante un mandrilfijo en el interior de éste, se rotaría la pieza para regularizar la supeJjicie.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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138b. Cuenta esférica 2 d. 5,5, 1. 3 mm; 0,5071 g.; d. orificio: 2 mm Cuenta eiférica achatada de oro macizo con peiforación central cilíndn'ca, m1fY irregular. Fundida. 138c. Cuenta esférica 3 d. 5,5, 1. 3 mm; 0,4556 g.; d. orificio: 2 mm; DP Cuenta esférica achatada de oro macizo con peiforación central cilíndn'ca, m1fY irregular. Fundida. 138d. Cuenta esférica 4 d. 4,5, 1. 2,5 mm; 0,4532 g.; d. orificio: 2,5 mm Cuenta esférica achatada de oro macizo con peiforación central cilíndrica. Fundida. 138e. Cuenta bicónica d. max. 4,8, d. mino 2,5,1. 4,8 mm; d. orif. 1,8 mm; 0,6873 g. Cuenta bicónica de oro macizo con peiforación central cilíndrica, m1fY irregular. Fundida. Estrías concéntricas de abrasión. 138f. Cuenta bicónica d. max. 6, d. mino 2,5, 1. 7 mm; 1,5142 g. d. orificio: 2 mm Cuenta bicónica de oro macizo con peiforación central cilíndrica. Fundida.
138. Cuentas del abrigo de Buraco da Pala (138a-138g)
138h. Hacha
138g. Fragmento de lámina Fragmento de lámina de oro, según Sanches (1995 bj. Exhumada en D6. 138h. (PA7179) Hacha 91 x 39 x 12 mm; 172 g. Fragmento m1fY deteriorado de lo que parece el cuerpo de un hacha de tipo plano de lados rectos. M1fY deteriorada, y aún más por la toma de muestra delprimer análisis. Corrosión de cloruros activos m1fY avanzada, en costras pulverulentas. Localizado durante las excavaciones de este yacimiento, en D4, en el nivel 1, junto a cerámicas con decoración peinada y una punta de flecha de base bicóncava. Fue sometido a un primer análisis en la Fac. de Engenhería de Porto, por Cavalheiro. SANCHES, 1992: 147,150; 1995b, Anexo 5: 4,
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BEATRIZ COMENDADOR REY
138i. Pico de Tobera d. supo 52 mm, d. inf. 40 mm x 37 mm. Espesor 7-10 mm. Pieza de barro de forma tubular o cilíndn·ca. Por la parte proximalpresenta un pequeño labio extrovertido. Las paredes son m'1)l irregularesy rugosas) más en la parte interior. La pasta es de textura compactay presenta desengrasantes finos de cuarzo) aunque también aparece algún fragmento más grande. El color es ro/izo) aunque el núcleo está ennegrecido. Se trataria del extremo de una caña utilizada como fuelle para aplicación de un suministro de aire adicional en un proceso de reducción ofundición. Localizado en una zona revuelta de Buraco da Pala. Sanches (1995), lo relaciona con el nivel I por su proximidad morfológica con otro posible fragmento que fue recogido en ese nivel (E4).
139. Artefactos del yacimiento de Crasto de Palheiros
rrumbes de su cara interna. La ergología de las tres fases difiere bastante. El Crasto I proporcionó recipientes dominantemente globulares o semisféricos, con decoraciones incisas, puncionadas e impresas. En el Crasto n dominan las cerámicas decoradas con técnica de impresión peinada, aunque también se detectaron decoraciones plásticas e incisión, así como cerámica campaniforme. Por último en Crasto nI la cerámica es casi siempre lisa y de pastas genéricamente más groseras. Aparecen vasos de cuello desarrollado. A esta última ocupación se vinculan los fragmentos metálicos y el punzón recogidos. Sanches (1997) sugiere para la primera fase una ocupación entre calcolítico-neolítico. Las cerámicas del Crasto n le permiten una aproximación a los materiales del nivel I del yacimiento cercano de Buraco da Pala, próximo a este yacimiento, para el que dispone de cuatro dataciones absolutas que lo sitúan entre 2800 y 2500 A.e. (dataciones calibradas). Para la fase más reciente sugiere una datación dentro del n° milénio A.e. (mediados del n milenio A.e.?). Es importante señalar la gran cantidad de cereales y leguminosas recogidas en todos los niveles que señalan la presencia de una agricultura desarrollada y diversificada.
CRASTO DE PALHEIROS, MURC::A, VILA REAL,
SANCHES, 1997; COMUNICo PERS. SANCHES.
SANCHES, 1995b, Anexo IV: 34. Gracias a la colaboración de la Dra. M' Jesús Sanches pudimos observar directamente ambos objetos. Consideramos que el objeto recogido en este catálogo (n° 455 de la autora), si responde a un pico de tobera. Sin embargo el otro fragmento presenta más problemas para su identificación como tal, por lo que no figura.
TRAS OS MONTES
DP En el crasto de Palheiros se recogieron algunos o~jetos metálicos: un punzón de bronce en prospección superficialy fragmentos también de bronce en excavación. El crasto de Palheiros es un poblado fortificado situado en una cima aislada en su entorno e inaccesible por su lado sur. Aunque el yacimiento se encuentra en fase de estudio, se han detectado hasta el momento tres niveles de ocupación. Crasto I corresponde a la ocupación previa a la construcción de las murallas, y se prolonga a la cima del monte contiguo. Crasto n está constituido por dos plataformas, una superior y otra inferior, conformadas por al menos dos líneas de muralla y respectivos taludes, que aprovechan en algunos puntos los afloramientos naturales. Provisionalmente se atribuyen a esta fase todas las estructuras defensivas. Crasto nI se localizó sólo en el talud inferior, en un momento en el que al parecer las murallas habían perdido su función inicial ya que se detectaron fondos de cabañas sobre los de-
139a. (PA7177) Fragmentos metálicos (2) Dosfragmentos metálicos laminares. Recogidos en la excavación del nivel la de la Unidad Externa (muralla/talud exterior) relacionado con la fase terminal de ocupación del asentamiento. 139b. (PA7178) Punzón Fagmento de punzón de sección pseudorectagular. Localizado en una prospección en 1992, tras un incendio, en el área oeste del asentamiento. 140. Hacha de Serra de Alijó SERRA DE ALIJO
105 x 40 x 12 mm; 301 g.; MG 684-5 Hacha plana) de talón truncado) perfil rectangulary lados rectos. Rota en dos por la mitady deteriorada porgolpes. Pátina estable de óxidos. Superficie de fundición regularizada. Más cóncavo un lado que otro. Parece una fractura antigua. CARDOZO, 1960: 183; HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS ET AUI, 1968: nO 1911; MONTEAGUDO, 1977: n° 287.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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La referencia de Monteagudo "Boticas, Serra de Alijó, SW de Chaves" tiene que estar confundida, pues o bien procede de Boticas, que si tiene esta localización, o bien procede de la Serra de Alijó, al sur de Murc;:a. Hemos considerado mejor fiarnos del topónimo amplio Serra de Alijó.
141. Hachas de la Cerca de Rihas o dos Mouros RIBAS, ALGERIZ, VALPA<;:OS
138i. Pico de tobera
CP Dos hachas planas de cobre} según Freitas. El castro de Cerca de Ribas o dos Mouros es un poblado fortificado de grandes dimensiones situado en el borde de la penillanura de Carracedo, sobre una formación granítica que domina el valle de Ribeira da Ola. Fue excavado en 1987 por A. M. Freitas. Anteriormente se habían recogido dos hachas planas de cobre y en 1968, un a!filer de cobre decorado. Pertenecen a la colección del Sr. Amílcar Costa (Carracedo de Montenegro) y están analizadas. CASTRO, 1962: 80-84; FREITAS, 1989: 344-345; LEMaS, 1993: 509-511.
139a. Fragmentos metálicos del yacimiento de Crasto de Palheiros
139b. Punzón del yacimiento de Crasto de Palheiros
141a. Hacha 1 (A) 185 x 55 x 20 mm; 1090 g. Hacha plana de talón truncado} peifil trapecialy lados rectos} según Freitas. Pátina verde. Huellas en elfilo. Fue analizada en 1988 en los Laboratorios de la Dirección General de Geología y Minas a instancias de Adérito Medeiros Freitas, que excavó en 1987 dicho yacimiento. FREITAS, 1989: 339-343.
140. Hacha de Serra de Alijo
141h. Hacha 2 (B) 135 x 45 x 25 mm Hacha plana de talón truncado} peifil trapecialy lados rectos irregulares} según Freitas. Pátina verde} con avanzada corrosión. Huellas del enmangue en talón. Localizada casualmente por dos canteros cuando partían piedras cerca del sector noroeste de la muralla del castro. Pertenece a la colección del Sr. Amílcar da Costa, que en 1961 cedió esta pieza para un estudio espectroquímico cualitativo en el Servi~o de Fomento Mineiro, que fue publicado en 1962. Posteriormente, Adérito Medeíros la volvió a analizar en la Dirección General de geología y Minas, junto a otra procedente de este lugar excavado por él en 1987. CASTRO, 1962: 80-84.
141. Hachas de la Cerca de Ribas o dos Mouros
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Mapa 10 Área de distribución 9 Localización de los hallazgos
Área de distribución 9 BEIRA ALTA, DISTRITO DE GUARDA, PORTUGAL. 142- Artefactos del yacimiento de Caste!o Velho, Freixo de Numáo, Vila Nova de Foz Coa. 142a- Cince! de! Caste!ho Velho. 142b- Hacha de! Caste!ho Ve!ho. 143- Hacha plana de Numáo, Vila Nova de Foz Coa. TRAS-OS-MONTES ORIENTAL, DISTRITO DE BRAGAN<;A, PORTUGAL. 144- Hacha de bronze de Caste!o de Rebordaos, Bragan~a. 145- Hacha de Valváo, Bragan~a. 146- Hacha 1 de! distrito de Bragan~a. 147- Hacha 2 de! distrito de Bragan~a. 148- Hacha 3 de! distrito de Bragan~a. 149- Puñal de! distrito de Bragan~a. 150- Punta tipo Palme!a de Miranda do Douro. 151- Puntas de flecha de! yacimiento S. Joáo de Arribas, Aldeia Nova, Miranda do Douro. 151 a- Punta de flecha con aletas de S. Joáo de Arribas. 151b- Punta tipo Palme!a de S. Joáo de Arribas. 152- Artefactos de la Gruta dos Ferreiros, Silva, Miranda do Douro. 152a- Hacha plana de Gruta dos Ferreiros. 152b- Hacha de las grutas de Sto. Adriao? 152c- Puñal de Gruta dos Ferreiros. 153- Fragmento de hacha de Bemposta (Mogadouro) o Argoze!o (Vimioso). 154- Fragmento de hacha de Bemposta (Mogadouro) o Argoze!o (Vimioso). 155- Punzón de! yacimiento de Cunho, Peredo da Bemposta, Mogadouro. 156- Hacha de Meixede o Meirede, Urrós, Mogadouro. 157- Hacha plana de Lousa (y otra mas de souto), Torre de Moncorvo. 158- Alabarda de Alto das Pereiras, Vimioso. 159- Hacha plana de Vimioso. CASTILLA-LEON, ZAMORA, ESPAÑA. 160- Alabarba de! Arribanzo, Fariza, Sayago.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
142. Artefactos de Castelo Velho FREIXO DE NUMAo, VILA NOVA DE Foz COA, GUARDA, BEIRA ALTA
DP Las excavaciones en el yacimiento fortificado de Castelo Velho han proporcionado algunos artefactos metálicos relacionados con la ocupación caJcolítica del asentamiento,' un cincely un hacha plana de cobre. El yacimiento de Castelho Velho se localiza en lo alto de un espolón con condiciones naturales de defensa, excepto por su parte noreste, y delimitado al sur y noroeste por un curso de agua. Fue excavado en cinco campañas sucesivas entre 1989 y 1993 dirigidas S. Jorge (sigue en estudio). Se detectaron tres niveles de ocupación. El primero, discontinuo, no presenta estructuras de bulto excepto un enlosado y varias estructuras de combustión, por lo que la autora lo relaciona con la fase de instalación y lo sitúa entre 2400-2300 a. e. El segundo nivel de ocupación se corresponde con la construcción de las dos lineas de muralla, así como diversas estructuras de tipo doméstico y de otras áreas relacionadas con el tejido, el almacenaje y la molienda. Se trataría de un recinto fortificado reducido (0,15 Ha) de planta más o menos eliptica, con varias puertas, estructuras radiales de contención y un bastión. En el centro, adosada a un afloramiento, se construyó una estructura subcircular maciza (9 m) que la autora considera base de una torre central, con puerta al norte. La excavación localizó además varias estructuras pétreas subcirculares, de 1 a 2 m. relacionadas con diversas funciones. Las dataciones lo sitúan entre 22501800 a. e. (ICEN-785: 4110 ± 60 a. p., 2160 a. e. y ICEN-536: 3980 ± 120 a.p., 2030 a. e.). Por último, el tercer nivel sólo detectado en algunas áreas, se relaciona con una fase de cierre e inutilización de estructuras anteriores, y de reutilización de la muralla y torre, así como la construcción de nuevas estructuras domésticas asociadas al la torre central. El asentamiento es abandonado al final de esta fase, hacia el 1450 a.e. (ICEN-885: 3570 ± 100 a.p., 1620 a.e.). Los artefactos metálicos se localizaron en la fase de ocupación calcolitica, relacionadas con formas cerámicas típicas (esféricas, hemisféricas, ovoides, troncocónicos, etc.) con un alto porcentaje de decoración (incisa, puncionada, plásti-
ca), predominando la impresión peinada aislada o asociada a otros motivos. En la ocupación del Bronce aparecen tazas decoradas con incisiones y punzonamientos estilo "Cogeces", y recipientes comunes lisos y decorados con decoración plástica y también con impresión peinada. Aunque algunas estructuras de combustión parecen testimoniar la utilización de este reducto fortificado como un lugar de habitación al menos eventual, Jorge, S. considera que se trata de un poblado especializado en tareas productivas relacionadas con un proceso más amplio de intensificación económica (producción de harina, producción de tejidos, etc). La abundante fauna recogida ofrece leves indicios de la intensificación de la actividad agropastoril. JORGE, s.a., 1993: 179-216 y Anexos 1 y II; ID, 1995b: 37-38.
143. Hacha plana de Numao VILA NOVA DE Foz COA
110 x 39 mm; CP Hacha plana de talón truncado} pe1ftJ trapecialy lados ligeramente convexos} según foto. Encontrada en un terreno distante 200 m de la Capilla de Santa Eufemia de Numao. Según la publicación de 1962, pertenece a la colección del Dr. Joao Gouveia, de Numao. FERREIRA, JA. PINTO, 1962: Fig. 2.
144. Hacha de bronce de Castelo de Rebordaos BRAGANC;:A, TRAs-as-MoNTES
DE Hacha ¿de bronce? Según Lemos, proviene de un posible asentamiento protohistórico en el espolón en el que actualmente se sitúa el Castelo de Rebordaos. Según el mismo autor, pertenece al Museo de Braganc;:a. Ilocalizable. LEMaS, 1993: 123-124.
145. Hacha VALVAo
DE Hacha de cobre} según Alves (1975). Apareció entre Babé y Vila Meao. No se conocen más referencias. Ilocalizable. ALVES, P.M., 1975: 681.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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146. Hacha 1 DISTRITO DE BRAGANC::A
143. Hacha plana de Numáo
92 x 42 x 11,5 mm; 162 g.; MB 74394 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecia~ lados cóncavos y borde desarrollado de manera mtjJ tosca. Buen estado de conservación genera~ a excepción de una gran mella en eljilo. Color metálico tras su limpieza) con algunas manchas oscuras. S 14peificie de fundición regularizada. Tratada. HARBISON, 1967: 118 (Cuatro piezas de origen desconocido); JUNGHANS ETAUI., 1968: n° 1892 o 1893?; HOCK y COELHO, 1972: n° 26; MONTEAGUDO, 1977: n° 143A.
147. Hacha 2 DISTRITO DE BRAGANC::A
146. Hacha 1 del distrito de Bragan<;a
77 x 45 x 12 mm; 175 g.; MB 74294 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecia~ lados cóncavos y borde ligeramente desarrollado. Buen estado de conservación genera~ con algunos golpes en el jilo. Color metálico tras su limpieza) con algunas manchas oscuras. Supeificie de fundición poco regulan'zada. Filo mtjJ tosco (parece inacabado). Tratada. HARBISON, 1967: 118 (Cuatro piezas de origen desconocido); JUNGHANS ET AUI, 1968: n° 1896 o 1897?; HOCK y COELHO, 1972: 238, nO 27; MONTEAGUDO, 1977: n° 65A.
148. Hacha 3 DISTRITO DE BRAGANC::A 147. Hacha 2 del distrito de Bragan<;a
121 x 33 x 14 mm; 285 g.; MB 73894 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecialy lados rectos) ligeramente convexos. Buen estado de conservación general. Color metálico tras su limpieza) con algunas manchas oscuras. Supeificie de fundición apenas regularizada en el talón. Tratada. HARBISON, 1967: 118 (Cuatro piezas de origen desconocido); JUNG-
148. Hacha 3 del distrito de Bragan<;a
HANS ET AUI, 1968: n° 1895; HOCK y COELHO, 1972: 238, nO 29; MONTEAGUDO, 1977: nO 26.
149. Puñal DISTRITO DE BRAGANC::A
149. Puñal del distrito de Bragan<;a
215 x 34 x 4 mm; 83 g.; MB 1770 Puñal de base conformada por dos escotaduras que difinen un apéndice trapecial. Presenta un ligero nervio central que conforma una sección lenticular. Pérdida de metal en todo elperimetro de la ho/a. Podria haber tenido agtg'erospara remaches. Tras su consolidación) presentaba una pátina oscura. Superjicie de fundición más pulida en la ho/a. Bordes doblados y mellados. Tratado. JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1898; HOCK y COELHO, 1972: n° 23,
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BEATR1Z COMENDADOR REY
150. Punta Palmela CASTILLO DE MIRANDA DO DOURO
74 x 18 mm; MD Punta de flecha pedunettlada de base simple apuntada ligeramente convexa. Doblada. Losfilos no presentan bisel. El pedúnculo presenta un acusado grosor. Apareció en el espolón sobre el que se emplaza el castillo de Miranda do Douro, definido por terrazas unidas en ángulo que caen sobre los ríos Douro y Fresno. Se expone en la sala de Arqueología del Museu da Terra de Miranda. Sanches (1992: 54) supone que el topónimo "Cerca" se refiere al espacio intramuros de la ciudad. Cabe señalar también, que en la plataforma más baja del morro ocupado por la ciudad de Miranda do Douro se emplaza el "Pavoado do Raio", que también ha proporcionado algunos materiales (Sanches, 1992: 51-52). SANCHES, 1992 y COMUNICo PERS.
151. Puntas de flecha S. JoAo DE ARRIBAS,
ALDEIA
N OVA,
MIRANDA DO DOURO
MB Cof!Junto de dos puntas de flecha. Proceden del poblado fortificado romanizado de S. Joao de Arribas, cerca de la población de Aldeia N ova, situado en un espolón cercano al río Duero. Del nivel superficial de este yacimiento proceden las dos puntas de flecha y, al parecer, un hacha de sillmanita. Ambas piezas estuvieron depositadas en el MNA con las siglas 12066 y 12067, pero posteriormente fueron cedidas al Museo de Bragans:a, donde las estudiamos. Analizadas en los S.A.M. HARBISON, 1967: 108; JUNGHANS ET ADJ, 1968: nO 1670-71; SANCHES, 1988: 89; CRUZ, 1992b: n° 32; LEMOS, 1993: 202.
15la. Punta de flecha con aletas 71 x 19 x 2 mm; 5 g.; MB Punta de flecha de base apuntada pedunculada con tope y aletas. Pedúnculo con rebordesy aguzado. Buena conservación general. Tras su consolidación pre~entaba una pátina marrón. Supetficie pulida. JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1671.
15th. Punta Pahne1a 70 x 17,5 x 2 mm; 8 g.; MB Punta de flecha de base simple apuntada recta} aunque ligeramente cóncava en un lado}y pedúnculo largo aguzado. Base asimétrica. Hqja mt!)! desgastada y abundantes rayazos. Tras su consolidación} pátina oscura. Supetficiepulida. Hoja mt!)! desgastada. Base asimétrica posiblemente por desgaste. JUNGHANS ET AUJ, 1968: n° 1670.
152. Artefactos de la Gruta dos Ferreiros SlLVA, MIRANDA DO DOURO
GL/DE En el Museo de los Servifos Geológicos de Portugalfiguran como procedentes de Gruta dos Ferreiros} entre otros materiales} una hqja de puñaly un hacha plana. La Gruta dos Ferreiros es una de las que componen los denominados yacimientos de mármol y alabastro de Santo Adrüio, además de la Gruta Grande, Gruta da Ribeira y Gruta de Geraldes. Este yacimiento se descubrió durante una exploración geológica a cargo del Sr. Francisco Cardoso Pinto. Se excavó hasta la roca un nivel de tierra oscura bajo un nivel de relleno formado por tierra mezclada con piedras sueltas en la entrada de la gruta, donde se localizaron diversos materiales arqueológicos. Al removerlo apareció otro depósito de tierra más consistente de color castaño oscuro con grandes trozos de cerámica, donde aparecieron estos materiales. Además, proceden de este yacimiento: un estribo de bronce, una fíbula, un punzón de hueso, una lámina de esquisto, una punta de flecha de base cóncava, fragmentos de hueso, cerálnica pintada, cerámica con decoración peinada y puntillada, así como un cráneo, cuya presencia sugiere que el lugar fue utilizado con fines sepulcrales. Sanches (1992: 150) considera que a Gruta dos Ferreiros corresponde a uno o varios enterramientos de "tradición campaniforme" datables de finales del III-inicios del II mil. a.e. Todos los objetos metálicos fueron analizados. NERY DELGADO, 1888-1892: 45-48; MENDES CORREA, 1924: 227; FERREIRA,
o.
DA VEIGA., 1961: 7; JORGE, S.O., 1986:
808-809; SANeI-lES, 1992: 48-50, 148-150.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
150. Punta Palmela de Castillo de Miranda do Douro
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I52a. Hacha plana 90 x 36 x 15 mm; 168 g.; GL Hacha plana de talón truncado) petjil trapecialy lados convexos. Filo destacado del cuerpo por un bisely talón adelgazado en sección. Tiene incompleto el talón) aunque buena conservación general. Múltzples pátz'nas superpuestas) con suciedad. Más convexa una cara que otra. Buen acabado. Filo en bisel. Procede de la "exploración" realizada en la entrada de la gruta, de un nivel de tierra oscura bajo un relleno, nivel que al parecer se extiende por toda la cueva. MONTEAGUDO, 1977: n° 15; SANCHES, 1992: 150.
151a. Punta de flecha con aletas de S. Joao de Arribas
I52b. Hacha de las grutas de Sto. AdrHio? DE Hacha plana) según Jorge S. o. y Junghans et alii. No se especifica de que gruta procede en concreto. Según Junghans et alii y Jorge, S.O. está depositada en el MNA con la sigla 11126. Ilocalizable. JUNGHANS ET AUJ, 1968: n° 1453; JORGE, S. O., 1986: 809; SANCHES, 1992: 50; LEMOS, 1993: 240.
151b. Punta Palmela de S. Joao de Arribas
152c. Puñal de Gruta dos Ferreiros 102 x 24 x 2,5 mm; 24 g.; GL Hqja de punal de base indifinida) aunque podría responder a un punal de remaches de base semicircular. Perímetro mt!)l perdido. En un latera~ posible mitad de un agtg'ero para remache. La corrosión qfecta a la cara más irregular, así como suciedad. Presenta una cara pulida y otra irregular de aspecto fibroso. SANCHES, 1992: 150. 152a. Hacha plana de Gruta dos Ferreiros
152c. Puñal de Gruta dos Ferreiros
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153. Filo de hacha del Museo de
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Bragan~a
BEMPOSTA (MOGADOURO) O ARGOZELO (VIMIOSO)
44 x 38 x 1 mm; 120 g.; DE Fragmento deljilo de un hacha plana de sección transversal rectangular y longitudinal aparentemente simétrica) según Hiick y Coelho. Aunque las referencias lo localizan en el Museo de Bragan<;:a, actualmente está ilocalizable. ALVES, 1975: 680-681; HOCK y COELHO, 1972: n °30; SANCHES, 1992: 56, 150.
154. Fragmento de hacha del Museo de Bragan~a BEMPOSTA (MOGADOURO) O ARGOZELO (VIMIOSO)
58 x 41 x 1 mm; 120 g.; DE Fragmento de hacha plana) según Hock y Coelho. Aunque las referencias indican que está en el Museo de Bragan<;:a, no se localiza en su fondos, aunque posiblemente esté allí, y como en el caso anterior, se haya perdido la referencia. ALVES, 1975: 680-681; HOCK y COELHO, 1972: n° 31; SANCHES, 1992: 56, 150.
155. (PA7176) Punzón del yacimiento de O Cunho PEREDO DA BEMPOSTA, MOGADOURO
52,5 x 2 x 1,5 mm; 2 g.; MM Punzón de sección rectangular; acabado en punta en sus dos extremidades. Buena conservación en genera~ aunque con fuerte corrosión. Localizado en el transcurso de una intervención arqueológica en el poblado de Cunho, dirigida por Sanches. El asentamiento se sitúa en un espolón con condiciones naturales de defensa en la margen derecha del Duero, dominando dos valles encajados. La escasa parte excavada reveló la existencia
de un pequeño habitat formado por cabañas no muy grandes ocupando espacios entre rocas. Sanches considera que se trata de una ocupación calcolítica centrada en la segunda mitad del III milenio y la paraleliza con Las Pozas (Zamora). La ergología es relacionable con la de los yacimientos calcolíticos no campaniformes del suroeste de la Meseta. La cerámica decorada es escasa, prevaleciendo la decoración puncionada (simple o arrastrada), organizada en bandas paralelas al borde, inscritas en triángulos o rectángulos delimitados o no por líneas incisa y también decoración a base de incisiones combinadas. En contraposición con el dominio de vasos de cuerpo globular, están ausentes las formas carenadas y fondos planos, así como las decoraciones plásticas o peinadas. Aparecieron también pesos de telar y materiales líticos poco representativo: manos de molino; hacha pulida, lascas de cuarzo. El punzón fue localizado en el cuadrado B2 (nivel 2), del sector 1, que corresponde a una unidad de habitat de unos 13 m2, donde la mayor parte del material se concentra en torno a dos estructuras de combustión. Este sector proporcionó materiales distintos a los de otras zonas del poblado, entre ellos una punta de flecha con aletas insinuadas y vasos de paredes más finas. Analizado por Cabral en el LNETI. Actualmente se expone en la Sala-Museu de Mogadouro, en la Cámara Municipal. Sanches (1992: 91) indica que no hay indicios de una producción local para esta pieza, y por eso sugiere su existencia en el sector 1 del poblado como resultado de relaciones de intercambio u otras más complejas. JORGE, S.o., 1986: 809-810; SANCHES y MARCOS, 1985; SANCHES, 1992: 86-94 . Agradecemos a D. Marcos y a M. J. Sanches su disposición para facilitarnos el estudio de esta pieza.
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156. Hacha de Meixide URROS, MOGADOURO
155. Punzón del yacimiento de O Cunho
156. Hacha de Meixide
118 x 48 x 13 mm; 409 g.; MB 1732 Hacha plana de talón truncado} perfil trapecialy lados convexos. Sección rectangular. Buena conservación genera4 con algunos golpes en aristasy superficie} así como algunos rayazos. Color metálico con algunas manchas oscuras tras su limpieza. Filo trabqjado en bisel. Superficie pulida. En Meixide se sitúa un yacimiento romano (Lemos). Sin embargo, la aparición de este hacha, junto a otra de silex blanco y una lámina, en la suave pendiente inmediata a este lugar, llevan a Sanches (1988: 79) a sugerir la presencia de un asentamiento anterior. Los artefactos líticos se guardan en el MNA. ALVES, 1934: 278; HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS EY ADI,1968: n° 1894; HOCK y COELHO, 1972: n° 28; MONTEA-
GUDO, 1977: n° 240; SANCHES, 1992: 52, 148, 150; LEMOS, 1993: 311.
157. Hacha plana de Lousa (y otra más de Souto?) LOUSA, TORRE DE MONCORVO 157. Hacha plana de Lousa
146 x 54 x 13,5 mm; 538 g.; LB 11115 Hacha plana de talón cóncavo} sección trapecialy lados rectos. Buena conservación genera4 con algunos rqyazos recientes. Pátina de óxidos con algunos puntos de corrosión activa. Superficie pulida. El Abad Tavares encontró y ofreció al MNA dos hachas de bronce, una de Lousa y otra de Souto (da Velha?), sin conocerse el lugar de su hallazgo. La primera se recoge en los S.A.M. con el n° 1560. TAVARES, 1921-22: 130; HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS EY ADJ, 1968: n° 1560; MONTEAGUDO, 1977: n° 114A (sin dibujo);
LEMOS, 1993: 359 (Op.cit).
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158. Alabarda de Alto das Pereiras VIMIOSO
290 x 100 mm; 428 g., GL Alabarda de base triangular de lados cóncavosy ligeramente asimétrica, con tres ap!jeros para remaches de tendencia cuadrada. Riforzada por un nervio longitudinaly con dos acanaladuras paralelas al jilo rematado en bisel y que se unen en la punta. Buen estado de conservación genera~ pues sólo presenta algunas mellas en eljilo. Abundante corrosión que eifecta a toda la pieza. Buen acabado, con superficie pulida. López Cuevillas, expone que procede de un túmulo, constituido de piedras en el interior, y de tierra en el exterior, en medio del cual se abría una fosa de tamaño mediano donde se depositó el ajuar. Aunque dice tomar esta información de Rusell (1950), revisada esta fuente no aparece tal referencia. Sólo se sabe que fue localizado en el Alto das Pereiras, próximo a Vimioso. El farmacéutico Joao José Vaz Pinto, lo ofreció a lF. N ery Delgado, quién lo deposita en el Museo de los Servic;:os Geológicos de Lisboa, en o antes de 1887. Posteriormente fue estudiado y analizado por Alfredo Ben-Saude, siendo posiblemente uno de los primeros análisis realizados sobre objetos metálicos en Portugal. NERY DELGADO,1888/1892: 45; BEN-SAUDE, 1888/1892: 119; RUSELL, 1950: 5, fig. 8; BARTHOLO, 1958: 433; LOPEZ CUEVILLAS, 1955: 9; RUIZ-GALVEZ, 1984a: n 237; SANCHES, 1992: 0
53-54,150; ID, 1995b: 31; CRUZ, 1992b: na 29.
158. Alabarda de Alto das Pereiras
159. Hacha plana de Vimioso
160. Alabarda de Fariza
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159. Hacha plana VIMIOSO
204 X 76 X 15mm; 1095 g.; MB 74494 Hacha plana de talón ligeramente convexo) peifil trapecialy lados cóncavos. Filo parcialmente desarrollado. Buena conservación genera~ aunque con marcas de golpes. Color metálico tras su limpieza) con puntos de cloruros estabilizados. Gran cuidado en la fjjecución delfilo. Más pulida una cara que otra) y menos los laterales. Es el hacha de mqyorpeso recogida en este catálogo. HARBISON, 1967: 118; JUNGHANS ET ADJ, 1968: n° 1788; HOCK y COELHO, 1972: n° 25; MONTEAGUDO, 1977: 180; SANCHES, 1992: 56, 150.
160. (AA1042) Alabarda de Fariza EL ARRIBANZO, FARIZA, SAYAGO, ZAMORA
280 x 109 x 12 mm; CP Ho/a de alabarda de base triangular de lados rectos) con tres orificios circulares para remaches. Fuerte nervio central que se define en las inmediaciones de los orzjicios más bqjosy continúa hasta acercarse a la punta. Una acanaladura simpl~ paralela alfilo. Fundida en molde bivalvo. Excelente estado de conservación. Según LópezPlazay Santos (1984-85: 255-257)y dibt!jo.
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Hallazgo casual protagonizado por el padre de la actual propietaria. Apareció en la zona denominada "El Arribanzo", cerca del cerro donde se encuentra la ermita de Na sa del Castillo y el castro de la Edad del Hierro, a unos 3 Km del pueblo de Fariza, en la proximidad del río Duero. Esta zona está caracterizada por grandes escarpes a causa del encajamiento de la red fluvial. López Plaza y Santos señalan además, que prospectando la zona indicada localizaron en el lugar de "Los Castrilluzos", en una zona de difícil acceso, un asentamiento encuadrable en la Edad del Bronce, con cerámicas decoradas con incisiones en "espiga" y técnica de boquique, aunque no pueden establecer con precisión si la alabarda procede de este yacimiento. Al mismo tiempo,parece que la alabarda fue localizada junto aotros materiales metálicos dados por perdidos, por lo que podría tratarse de un depósito. Propiedad de Lucía Núñez, vecina de Muga de Sayago. LOPEZ PLAZA y SANTOS, 1984-85. Agradecemos al Dr. Esparza Arroyo ya su equipo (Univ.de Salamanca) la información adicional sobre la localización de esta pieza.
Mapa 11
Área de distribución 10 Localización de los hallazgos
Área de distribución 10 LUGO, GALICIA. 161- Hacha de un túmulo de A Cótara. Cháo de Cótara, Montes de Vilamaior, A Fonsagrada. 162- Hacha de San Xurxo de Piquín, Ribeira de Piquín. ASTURIAS. 163- Tubito de oro del dolmen de las Llaguas, Sierra de Penouta, Boa!. 164- Cinta de oro de la tumba de las Arquetas, Sarzol, Eilao. 165- Hacha plana de "Casa de Mon", Escanlares, Grandas de Salime. 166- Hacha de Cangas del Narcea.
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161. Hacha de A Cótara CHAO DE COTARA, MONTES DE VILARMAIOR,
A FONSAGRADA, LUGO 113 x 41 x 11 mm; 338 g.; MF 101 Hacha plana de talón truncado) perfil rectangulary lados rectos) ligeramente convexos. Buena conservación general. Avanzada corrosión (carbonatos azules). Superficie de fundición apenas regularizada. Problema de colado en la base. Rayazos en el talón que podrfan responder a su uso. Se encontró al arar un túmulo, aparentemente sin cámara, incluido dentro de un conjunto de quince túmulos denominado grupo de Arquide, en la Sierra de Mazaeda. Es propiedad de una familia de Arquide (D. Raul Fernández Murias), parroquia de O Trobo, que la cedió a petición del cura de la parroquia, en calidad de depósito. Hasta 1995 estuvo depositada en el Museo Comarcal da Fonsagrada.
161. Hacha de A Cotara
162. Hacha de San Xurxo de Piquín
LOPEZ FERNANDEZ, 1992 y COMUNICo PERS. Agradecemos a E. López sus indicaciones sobre el paradero de este hacha.
162. (PA6654) Hacha de San Xurxo de Piquín RIBEIRA DE PIQUÍN
170 x 51 x 19 mm; 652,9 g.; MP 3186 Hacha de talón truncado) peifil trapecialy lados rectos. Buena conservación general. Deterioro posterior a su haIla~o (extracciones) marcas) etc). La corrosión eifecta a las partes más rugosas. Marca longitudinal central que parece responder al vertido de la colada. Marcas antiguas en forma de gota. Sin más referencias sobre su localización. Analizada dentro del proyecto P.I.M.G., serie Cobres Antiguos, n° 18. HARBISON, 1967: 119; MONTEAGUDO, 1977: na 21; BLAS, 1987: 67.
165. Hacha plana
~--------~-------._~.---'---
o 166. Hacha de Cangas del Narcea
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163. Tubito de oro del dolmen de Las Llaguas
165. Hacha plana
SIERRA DE PENOUTA, LAS LLAGUAS,
"CASA DE MON", ESCANLARES,
BOAL, ASTURIAS
GRANDAS DE SALIME
DE (Tubito de lámina de oro peiforado)~ según Bias. Al parecer fue localizado por un aficionado a las antigüedades en un dolmen de cámara poligonal simple.
164. Cinta de oro
139 x 43 x 13 mm; 525 g.; GS Hacha plana de talón truncado) petjil rectangular y lados rectos. Talón adelgazado y petjil curvo de poco desarrollo. Fue hallada entre las vigas del tejado de la llamada "Casa de Mon", edificada en 1925, por 16 que su contexto originario es desconocido. Depositada en el Museo de Grandas de Salime. Analizada en la U niversidad de Oviedo.
TUMBA DE LAS ARQUETAS, SARZOL, EILAO
BLAS, 1991-92: 112,123-124,130.
BLAS, 1983: 69; ID, 1987: 78.
DE (Cinta de oro fino J~ según Bias y Fernández-Tresguerres. Al parecer fue localizada por una cuadrilla de vecinos de Sarzol, que profanaban tumbas con intención de encontrar sus tesoros. En una de esas tumbas apareció una cinta de oro fino que valió 12 duros. BLAS y FERNANDEZ-TRESGUERRES, 1989: 170.
166. Hacha CANGAS DEL NARCEA
110 x 39 x 6 mm; CP Hacha plana de talón truncado) petjil trapecialy lados rectos ligeramente cóncavos (según dibz!Jo)' Sin más referencias sobre su localización. Según Monteagudo, pertenece a la colección Manzanares, de Oviedo. I
MONTEAGUDO, 1977: n° 657; BLAS, 1995: 32.
Mapa 12 Área de . 11 L . di stnbución ocalización de los hallazgos
Área de distribución 11 ASTURIAS 167- Conjunto de 2 Puñales del Puertu de Gumial, Ayer. 167a- Puñal alabardado de Puertu de Gumial, Ayer. 167b- Puñal de lengüeta y remaches de Puertu de Gumial, Ayer. 168- Hacha de la Cueva de Cubia (o de Palacio), Grau. 169- Hacha de Villoria, Llaviana. 170- Hacha del túmulo del collado de Cullucaba, La Cobertoria, Llena-Quirós. 171- Hacha del túmulo del collado de Los Fitos, La Cobertoria, Llena-Quirós. 172- Fragmentos de malaquita de la Collá Cimera, La Cobertoria, Llena-Quirós. 173- ''Anillo de tiras" de Mata'l Casare, La Cobertoria, Llena-Quirós. 174- Punta tipo Palmela de Penubiña. 175- Hacha de Mieres. 176- Artefactos de la Mina del Aramo, Llamo, Riosa. 176a- Hacha de la Mina del Aramo. 176b- Crisoles de la Mina del Aramo.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
167. Conjunto de dos puñales PUERTU DE GUMIAL, AYER
OV C01'!Junto de dos punales con agtijeros para remaches) uno con lengüetay otro alabardado. Fueron localizados por Antón Monte, vecino de Felechosa (Ayer), al llevar a pastar al ganado en una braña en el lugar conocido como Puertu de Gumial, emplazado en las laderas de la Serranía de las Fuentes de Inviernu, cerca del Puerto de Vegará, paso natural a Castilla. Las piezas fueron publicadas por M. Escortell, directora del Museo de Oviedo, quién las adquirió para éste.
167. Conjunto de dos puñales de Puertu de Gumial, Ayer
ESCORTELL, 1973; BLAS, 1980: 271 (Op. cit.); ID, 1987: 77 (Confundido, figuran como una sóla pieza); ID y FERNANDEZ-TRESGUERRES, 1989: 176 (Op. cit.).
167a. Puñal alabardado 185 x 55 x 7 mm; 255 g. Puñal alabardado de cobre de base simple redondeada con tres perforacionespara eyustar el enmangue por medio de remache~ ho/a triangula'0 punta algo redondeada y nervio central. Sección romboidal. Buena conservación general. Torcida la esquina de la base. Rqyazos longitudinales. Pátina estable de óxidos) con puntos de corrosión más activa. Los agt!jeros para remaches son irregulares. 167b. Puñal de lengüeta 195 x 55 x 2 mm; 255 g. Puñal de hqja triangula'0 con base en lengüeta trapecial de lados cóncavos)y dosperforacionespara sendos remaches. De hqja casi plana. Buena conservación genera~ aunque le falta un trozo en la punta y presenta rqyazos longitudinales. Pátina estable de óxidos. Los agtgeros para remaches son pequeños e irregulares) uno circulary otro cuadrado. Doble bisel. 168. Hacha CUEVA DE CUBrA (o DE PALACIO), GRAU DE (Hacha de cobre o bronce)~ según Bias. Al parecer acompañaba a un individuo inhumado. Ilocalizable. BLAS, 1987: 76; ID Y FERNANDEZ- TRESGUERRES, 1989: 168.
169. Hacha de Villoria
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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169. Hacha de Villoria VILLORIA, LLAVIANA
171 x 60 x 14 mm; 695 g.; OV Hacha plana de talón truncado) peifil trapecialy lados rectos. Le falta una esquina en el talón. Sobre una pátina estable) puntos de corrosión más activa. Acabado pulido. Filo perdido. Donada al Museo por D. Ruperto Alvarez Caravia, sin más indicios sobre su localización. MONTEAGUDO, 1977: n° 181; ESCORTELL, 1982: 26 (Fig. 60); BLAS y FERNANDEZ- TRESGUERRES, 1989: 178.
170. Hacha TÚMULO DEL COLLADO DE CULLUCABA, LA COBERTORIA, LLENA 171. Hacha y brazal de arquero del túmulo del Collado de los Fitos
DE Hacha plana de aspecto mt!Y arcaico) según Bias (1983). Apareció dentro de una pequeña estructura tumular en piedra emplazada en ladera. Al parecer fue analizada, puesto que se publica una composición con unaproporción estimable de arsénico (poco más del 1%). BIas (1995) la considera el tipo metálico más antiguo de la región, sitúandola a fines del III milénio. BLAS, 1983: 69; ID YFERNANDEZ- TRESGUERRES, 1989: 169, 171; BLAS, 1995: 3.
171. Hacha TÚMULO DEL COLLADO DE Los FITos, LA COBERTORIA, LLENA
113 x 51 x 6 mm; OV Hacha plana de talón ligeramente convexo) peifil trapecialy lados cóncavos (según foto). El collado de los Fitos se halla próximo al monumento de Mata'l Casare 1, en la necrópolis de la Cobertoria. Se trata de un túmulo pequeño (65 m. cuadrados) con un reducido recinto sepulcral. Reproduce el modelo constructivo dolménico con su cámara cistoide. Presenta una prologación extraperiférica. El hacha apareció en el transcurso de una excavación moderna en el interior de la cámara, así como un brazal de arquero (96 x 15 x 8 mm.). Debió haber sido analizada, puesto que se señala que tiene una composición equilibrada de estaño (c. 10%). BIas (1983: 189) la considera el primer bronce contextualizado de Asturias. BLAS, 1983: (Fig. 2-2); ID, 1987: 78 ( Fig. 5, 6?); ID, 1994: 119; ID Y FERNANDEZ- TRESGUERRES, 1989: 169, 179, 196.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
172. Fragmentos de malaquita LA COLLA CIMERA, LA COBERTORIA, LLENA
DE Fragmentos de maJaquita (carbonato de cobre)) según BJas (1987). Localizados en una excavación realizada en 1984, en un pequeño megalito de cámara simple, donde aparecieron en el suelo del recinto sepulcral. El monumento está erigido en un punto estratégico del cordal montañoso, siendo, junto al monumento de Prau'l Llagüezu, los situados a mayor altitud. El autor de la excavación opina que el ambiente cultural del monumento refleja un neolítico impregado de tradiciones más antiguas, epipaleolíticas, donde es posible que las malaquitas fueran conocidas y estimadas por su extrañeza.
173. "Anillo de tiras" del túmulo 1 de La Mata'l Casare 1
BLAS, 1987: 78; ID, 1989: 151; ID Y FERNANDEZ TRESGUERRES, 1989: 169. Incluimos de manera excepcional estos fragmentos minerales dentro de la catalogación por su posible relación con el reconocimiento de las menas para la reducción de cobre. 173. "Anillo de tiras" del túmulo 1 de La Mata'l Casare 1
173. "Anillo de tiras" TÚMULO 1 DE LA MATA'L
CASARE
1,
LA
COBERTORIA, LLENA-QUIRÓS
67 x 9 x 1,3 mm, d. 17 mm; 4,277 g.; av Lámina de oro) estrechay adeigazada en JUS extremos Jisos) que presenta dos cortes JongitudinaJe) formando en su sector medio tres tiras. Láminas conformadas de afuera a adentro) dándoJe a Jas tiras aspecto cóncavo. Exterior pujido por abrasión. Localizado en las excavaciones realizadas en la necrópolis de la Cobertoria, entre 1981-1987, dirigidas por BIas. El monumento de la Mata'l Casare 1, se localiza en el conjunto de la Necrópolis de la Cobertoria, al borde sureste de la Sierra del Aramo, a lomos de un cordal (Divisoria Lena-Quirós) que se funde en un eje orográfico cuya conclusión final tiene lugar en la Cordillera Cantábrica. Las estructuras se escalonan entre los 1200-1330 m. Los dos dólmenes sitos en Mata'l Casare se sitúan en una ladera de fuerte pendiente. Mata'l Casare 1 (desnivel35 % ) está constituido por un túmulo de piedras de arenisca de tamaños diversos, que envuelve una cámara megalítica de tipo poligonal simple, subrectangular, techada con una gran laja (130 m. cuadrados). La cámara estaba violada, por lo que no
173. "Anillo de tiras" del túmulo 1 de La Mata'l Casare 1
174. Punta Palmela de Penubiña
175. Hacha. Mieres
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
aportó ningún elemento material. El anillo se localizó en el área sur del acceso a la cámara (Cuadrícula 7F. coord: 20.40.210 cm), entre las piedras del contrafuerte, en una capa de sedimento amarillo que había penetrado entre éstas, al ser expulsada de la cámara. Para el autor, esto demuestra que el anillo procede del interior de la cámara, y que la violación no es reciente. La pieza fue analizada dentro del Programa de Arqueometalurgia. BLAS, 1983: 73 (Op.cit); ID, 1987: 78, (Fig. 4); ID, 1994: 106-121 (Taf 6); ID. Y FERNANDEZ TRESGUERRES, 1989: 170, 173, 190.
174. Punta Palme1a de Penubiña LLENA
102 x 26 x 3 mm; MC Punta de flecha de base apuntada cóncava y pedúnculo largo aguzado. 5imétrica (5egún foto). Localizada en una pradera cerca de Penubiña, medio montañoso de altitud media por encima de los 1500 m. Depositada en el Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria por don Santiago Fernández en 1985. Figuró en la exposición Astures (Gijón, 1995). BIas (1995: 120) sugiere que su localización entre Asturias y León, en una zona de vías de paso entre ambas vertientes, resulta sugerente como indicativa de su procedencia meseteña, ello unido al hecho de que es el único ejemplar localizado en Asturias (existe otra de procedencia dudosa). BLAS, 1991-92: 110, 120; 1995: 31,240.
175. Hacha MIERES
138 mm; MA Hacha plana de talón truncado) peJjiI trapecialy lados rectos. Filo ligeramente desarrollado. Sin más referencias sobre su localización. MONTEAGUDO, 1977: n° 201.
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176. Objetos de la mina del Aramo LLAMO, RIOSA
DE Cuando en época moderna se pusieron en explotación las minas del A ramo) se localizaron restos de trabqjos antiguo y diversos oijetos. En 1901 se halló un hacha de cobre (BIas) 989: 150). En el exterior de la mina) entre las arcillas que fosilizaban el lapia;V se recogieron crisoles de arcilla rifractan'a con granos de cuarzo blanco) de forma circular de unos 20 cm de diámetro y de paredes bqjas de unos 4 cm. de grosor Bias (1989). Las diversas explotaciones modernas desde 1888 revelaron galerías con pozos verticales de varios metros de alto y de sección reducida, recogiéndose diversos tipos de mazas y martillos de piedra, picos y martillos de hasta de ciervo, elementos de iluminación y bateas de madera. En diferentes ocasiones (1888, 1917, 1938, 1950) fueron localizados de manera completa o parcial los esqueletos de al menos 22 individuos. BIas (1996: 182-183) ha publicado dos dataciones para la mina del Aramo (4090±70 B.P. Y3810±70 B.P.), lo que le lleva a considerar la explotación de las minas en relación a los momentos tempranos de la metalurgia. Propone un producción para otras áreas, dentro de un modelo de minería estacional (meses cálidos), con reducción a pie de mina y transporte de lingotes o tortas. DORY, 1893; ESCORTELL, 1982: 22-23; BLAS, 1989; ID, 1996a; ID, 1996b.
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Mapa 13 ., 12 ' d' tribuClOn 1S 1 hallazgos Area de ., LocalizaClOn de os
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Área de distribución 12 ASTURIAS 177- Puñal de la Cueva del Cuélebre, Corao, Cangues d'Onís. 178- Hacha del Dolmen de Sta. Cruz, Capilla de Sta. Cruz, Cangues d'Onís. 179- Hacha de Llano del Con, Cangues d'Onís. 180- Artefactos de la Mina del Milagro, Valdelamosa, Cangues d'Onís. 180a- Hacha de la Mina del Milagro. 181- Depósito de Cabrales, Asiegu. 181a- Hacha 1 del depósito de Cabrales. 181 b- Hacha 2 del depósito de Cabrales. 181c- Hacha 3 del depósito de Cabrales. 181d- Hacha 4 del depósito de Cabrales. 181e- Hacha 5 del depósito de Cabrales. 181f- Hacha 6 del depósito de Cabrales. 181g- Hacha 7 del depósito de Cabrales. 181h- Hacha 8 del depósito de Cabrales. 181i- Hacha 9 del depósito de Cabrales. 181j- Hacha 10 del depósito de Cabrales. 181k- Hacha 11 del depósito de Cabrales. 1811- Hacha 12 del depósito de Cabrales. 18111- Hacha 13 del depósito de Cabrales. 181m- Hacha 14 del depósito de Cabrales. 181n- Hacha 15 del depósito de Cabrales. 181ñ- Hacha 16 del depósito de Cabrales. 1810- Hacha 17 del depósito de Cabrales. 182- Punzón de la Cueva del Bufón, Puertas de Vidiago, Llanes. 183- Depósito de Gamoneu, Bobia, Onís. 183a- Fragmento informe 1 de Gamoneu. 183b- Fragmento informe 2 de Gamoneu. 183c- Fragmento informe 3 de Gamoneu. 183d- Hacha del deposito de Gamoneu. 183e- Torta 1 de Gamoneu. 183f- Torta 2 de Gamoneu. 183g- Torta 3 de Gamoneu. 183h- Torta 4 de Gamoneu. 183i- Torta 5 de Gamoneu. 183j- Torta 6 de Gamoneu. 183k- Torta 7 de Gamoneu. 1831- Torta 8 de Gamoneu. 18311- Torta 9 de Gamoneu. 183m- Torta 10 de Gamoneu.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
177. Puñal CUEVA DEL CUÉLEBRE, CORAO,
do una pieza votiva, cuyo agujero tendría como finalidad la de soporte para suspensión.
CANGUES D'ONIS
CONDE DE LA VEGA DEL SELLA, 1919: 17,29; ESCORTELL,
157 x 30 x 2 mm; 30 g.; OV 38 Puñal de base en lengüeta rectangular de lados cóncavos con rebordes. Perfilplanoy sección ligeramente lenticular. Buena conservación genera4 aunque con pérdida de metal en todo el contorno. Avanzada corrosión que eifecta más a la lengüeta. Superficie regularizada. Fi/o adelgazado sin bisel. Hallado en la Cueva del Cuélebre, un gran abrigo que al parecer pudo tener un uso funerario, aunque no se descartan otros usos previos o posteriores. BIas y Fernández Tresguerres señalan que es un importanteyacimiento destruido en elpasado siglo por R FrasinelJi. Perteneció a la colección de D. Sebastián Soto Cortés, y fue adquirida en 1960 por la Diputación para el Museo de Oviedo.
1982: 35 (Fig. 149).
SOMOANO, 1960-1961; ESCORTELL, 1973: 415 (Op. cit.); ID, 1982: 33 (Fig. 133); BLAS, 1980: 270 (Op. cit.); ID, 1987: 77 (Confundido) (Fig.3); ID. Y FERNANDEZ TRESGUERRES, 1989: 168-169.
178. Hacha DOLMEN DE STA. CRUZ, CAPILLA DE STA. CRUZ, CANGUES D'ONIS
160 x 65 x 15 mm; 650 g.; OV 18 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos) ligeramente cóncavos. Presenta una perforación cerca del talón) de sección ovoide. Deterioro general. Pátina estable de óxidos. Superficie de fundición irregular. Es posible que el ag'1Jero en el talón esté hecho para facilitar el enmangue. El dolmen de Santa Cruz, emplazado atípicamente en el fondo de un valle, fue objeto de diversas exploraciones. En el relato de una excavación realizada por Rada y Delgado en 1870, se da cuenta de otra intervención diez años anterior, en la que se habrían recogido varios objetos de cobre y un hacha de piedra. Posteriormente, el Conde de la Vega del Sella excavó el monumento hacia 1897, constatando un túmulo de cantos rodados y parte de las losas de cubrición fracturadas. Parece que en esta intervención aparecieron también algunos objetos de cobre, entre ellos posiblemente este hacha, así como otra de fibrolita pulida, de forma alargada y sección aplanada y también con una perforación troncocónica cerca del talón. Se ha considera-
179. Hacha LLANO DEL CON, CANGUES D'ONIS
164 x 61 x 15 mm; 760 g.; OV 29 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecialy lados rectos. Buena conservación general. Puntos de corrosión activa. Acabado apenas regularizado. Filo más marcado por una cara. Sin más referencias sobre su localización. MONTEAGUDO, 1977: nO 181; ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 157).
180. Objetos de la mina del Milagro VALDELAMOSA, BOBIA, CANGUES D'ONIS
Mazasy picos sobre canto} y martillosy cuñas en hasta de ciervo} además de otros o/jetos vagamente señalados} como un hacha de cobre. Los objetos aparecieron al fondo de labores mineras antiguas en torno al 1850, al poner en explotación la mina. Consistían en excavaciones de no más de 10m., identificándose indicios de la aplicación de fuego a la pared de la roca. El aprovechamiento minero se basaba en el laboreo del yacimiento secundario de arcillas siderolíticas que colmataban los huecos en la caliza cavernosa (el cobre procede de la destrucción previa de posibles yacimientos en la caliza de montaña), ofreciendo malaquitas yazuritas. La zona inferior ofrece además otras mineralizaciones en forma filoniana, conteniendo cobres grises. Desde los primeros hallazgos los materiales de estas minas se dispersaron, depositándose algunos en el Museo de Oviedo, otros en Madrid y otros perdiéndose. ESCORTELL, 1982: 22; BLAS, 1989; ID, 1996b.
180a. Hacha de la mina del Milagro 153 x 67 mm; MA 10129 Hacha plana de talón truncado} perfil trapecialy lados ligeramente cóncavo (según dib¡go). JUNGHANS ET AlJI, 1968: n° 2211; MONTEAGUDO, 1977: n° 683A; BLAS, 1980: 270; ID., 1983: 75; ID, 1989: 148-49.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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181. Depósito de Cabrales ASIEGu, CABRAL
C01'!Junto constituido por diecisiete hachas. MONTEAGUDO, 1977: n° 183-197; ESCORTELL, 1982: 34-35 (Fig. 135-148).
178. Hacha del Dolmen de Sta. Curz
181a. Hacha 1 167 x 60 x 15,5 mm; av 17 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecial de lados rec. tos) ligeramente convexos) con rebordes. MONTEAGUDO, 1977: n° 183.
179. Hacha del Llano del Con
181b. Hacha 2 187 x 68 x 13 mm; av 13 Hacha plana de talón truncado y peifil trapecial de lados rectos. MONTEAGUDO, 1977: n° 184.
181c. Hacha 3 189 x 68 x 16,5 mm; av 11 Hacha plana de talón truncado y peifil trapecial de lados rectos) con rebordes. 180a. Hacha de la Mina del Milagro
MONTEAGUDO, 1977: n° 185.
181d. Hacha 4 210 x 74 x 17,5 mm; av 7 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecial de lados cóncavosy jilo ligeramente destacado. MONTEAGUDO, 1977: nO 186.
181e. Hacha 5 191 x 70 x 15 mm; av 15 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecialy lados rectos) con jilo ligeramente destacado. MONTEAGUDO, 1977: n° 187.
181. Depósito de Cabrales
181f. Hacha 6 182 x 62 x 14 mm; av 2 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecial de lados rectos) con rebordes. Filo biselado. MONTEAGUDO, 1977: n° 189.
181g. Hacha 7 186 x 64 x 13 mm; av 8 Hacha plana de talón truncado) peifil trapecial de lados rectos. MONTEAGUDO, 1977: n° 190.
183. Depósito de Gamoneu
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BEATRlZ COMENDADOR REY
181h. Hacha 8 179 x 69 x 14 mm; OV 10 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectos con rebordesy filo ligeramente destacado.
181ñ. Hacha 16 186 x 71 x 14,5 mm; OV 5 Hacha plana de talón convexo) perfil trapecial de lados cóncavos y filo ligeramente destacado.
MONTEAGUDO, 1977: n° 191.
MONTEAGUDO, 1977: n° 199.
1Ali. Hacha 9 171 x 59 x 13 mm; OV 1 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectos con rebordes y filo asimétrico.
1810. Hacha 17 174 x 70 x 13 mm; LM Hacha plana de talón truncado y perfil trapecial de lados rectos.
MONTEAGUDO, 1977: n° 192.
MONTEAGUDO, 1977: nO 199A.
181j. Hacha 10 184 x 70 x 16,5 mm; OV 9 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectos con rebordesy filo ligeramente destacado.
182. Punzón de la Cueva del Bufón PUERTAS DE VIDIAGO, LLANES
18111. Hacha 13 191 x 64 x 14,5 mm; OV 6 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectosy filo asimétrico.
DE La cueva del Bufón fue descubierta en 1920 por J. Méndez, párroco de Colombres. Se trata de una gruta con inhumaciones de varias personas en torcas y pequeñas simas. El punzón fue recogido durante una excavación antigua efectuada por Uría y Hoyos. Se localizaron, en el suelo, sin enterrar y recubiertos de una colada estalagmítica, cuatro cráneos que mostraban entre si evidentes diferencias métricas. Las estrías de fracturación en el hueso frontal derecho de uno de los individuos indican que fue muerto de forma violenta. Los cráneos desaparecieron en un incendio de la Universidad de Oviedo en 1934, menos el último indicado que se conserva en el Museo de Oviedo. Allí se guardan también varios fragmentos cerámicos, de pasta negruzca y de mala calidad, todos con decoración incisa a punzón y motivos como bandas paralelas de triángulos, espigas, etc. Desconocemos la localización del punzón.
MONTEAGUDO, 1977: n° 196.
ESCORTELL, 1982: 13-15, Figs. 1,2,3,4,5; BLAS, 1987: 76; ID. Y
MONTEAGUDO, 1977: n° 193.
181k. Hacha 11 191 x 67,5 x 14 mm; OV 12 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectos con rebordes y filo ligeramente destacado. MONTEAGUDO, 1977: n° 194.
1811. Hacha 12 193 x 68 x 15,5 mm; OV 4 Hacha plana de talón convexo) perfil trapecial de lados rectos. MONTEAGUDO, 1977: n° 195.
FERNANDEZ-TRESGUERRES, 1989: 168, 197.
181m. Hacha 14 183 x 71 x 14 mm; OV 3 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecial de lados rectos y filo parcialmente destacado.
183. Depósito de Gamoneu BOBIA,ONÍS
Peso del conjunto: 3,445 Kg.; OV
MONTEAGUDO, 1977: n° 197.
Depósito constituido por un hacha plana) diez tortas de fundición completasy varios fragmentos de otras.
181n. Hacha 15 181 x 65 x 14,5 mm; OV 14 Hacha plana de talón convexo) perfil trapecial de lados rectos y filo ligeramente destacado.
La aldea de Gamoneu se sitúa en los últimos ramales N-NO del bloque rocoso del macizo de Covadonga (picos de Europa Occidentales), en una ladera de marcado declive con abundantes recursos de cobre (cerca de la mina del Milagro). El depósi-
MONTEAGUDO, 1977: n° 198.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
to fue encontrado por D. Atilano Gutiérrez al reparar un talud conocido como El Cuadrón, donde se había producido un deslizamiento de tierras. A 1,90 m de profundidad se encontró una laja de arenisca que actuaba como tapa. Las piezas parecían cuidadosamente asentadas, unas sobre las otras, actuando como base la de mayores proporciones. Se anotó también la presencia de algo similar a fragmentos de teja, de los que no se conservó ninguno. El hallazgo permaneció en propiedad de D. Lisardo Gutiérrez Suero. Los primeros análisis fueron efectuados en el Laboratorio de Control de la Real Compañía Asturiana de Minas, por el Dr. César AIdecoa. Posteriormente ingresó en el Museo de Oviedo. BLAS, 1980: 268-276; ID, 1983: 71; ID, 1987: 78-79; ID YFERNAN-
183g. Torta 3 90 x 50 x 15 mm Torta de secció17 planoconvexa y petjil elíptico con perímetro irregular. 183h. Torta 4 100 x 50 x 12 mm Torta de sección plano-convexa. 183i. Torta 5 95 x 50 x 12 mm Torta de sección plano-convexa. 183j. Torta 6 90 x 45 x 12 mm Torta de sección plano-convexay tendencia ovoide.
DEZ-TRESGUERRES, 1989: 177; BLAS, 1995: 32.
183a. Fragmento 1 61 x 55 x 6 mm 183b. Fragmento 2 65 x 40 x 17 mm 183c. Fragmento 3 48 x 42 Fragmento de metal amoifo) de sección rectangular. 183d. Hacha 127 x 54 x 13 mm Hacha plana de talón trtmcado, petjil trapecial y lados cóncavos. Buena conservación genera~ pero de aspecto m,,!} rudimentario. Corrosión más avanzada por una cara que por otra. La depresión central que parte del talón parece la huella del bebedero a causa de un mal colado. 183e. Torta 1 130x70xl0mm Torta de tendencia fusiforme conservada en dos fragmentos. El tercero) que lo completaría) desapareció durante el halla:<go. Sección rectangular. 183f. Torta 2 140 x 95 x 20 mm; 1035 g. Torta de sección plano-convexa y perímetro elíptico. Es la pieza mqyor del lote) sobre la que descansaban las demás.
139
183k. Torta 7 75 x 43 x 13 mm Torta de sección plano-convexa. 1831. Torta 8 82 x 40 x 12 mm Torta de sección plano-convexa. 18311. Torta 9 80 x 32 x 14 mm Torta de sección plano-convexa. 183m. Torta 10 70 x 36 x 11 mm Torta de sección plano-convexa.
Objetos de procedencia desconocida
184- Punta tipo Palmela de la colección San Claudio 185- Hacha plana. Museo de A Coruña. Colección Blanco Cicerón 186- Punta tipo Palmela. Musco de A Coruña, Colección Blanco Cicerón 187- Punta tipo Palmela de pedúnculo enrrollado. Museo de A Coruña 188- Punta tipo Palmela. Museo de A Coruña 189- Puñal o punta de lanza. Museo de A Coruña 190- Cincel. Casa de Cultura de Narón 191- Hacha plana. Casa Cultura de Narón 192- Hacha del norte de Portugal 193- Hacha plana 194- Hacha plana 195- Conjunto de dos aplicaciones discoidales de oro. Asturias Occidental? 195a- Aplicación discoidal 1. Asturias occidental? 195b- Aplicación discoidal 2. Asturias occidental 196- Punta tipo Palmela. Museo de Oviedo 197- Torta de fundición. Museo de Oviedo 198- Hacha 150. Provincia de Oviedo 199- Hacha 151. Provincia de Oviedo 200- Hacha 152. Provincia de Oviedo 201- Hacha 154. Provincia de Oviedo 202- Hacha 155. Provincia de Oviedo 203- Hacha 156. Provincia de Oviedo
142
BEATRIZ COMENDADOR REY
184. Punta Pahnela de la colección San Claudio 70 x 18 x 2,5 mm; 7 g.; CP Punta de flecha de base simple) apuntada rectilínea) y pedúnculo largo aguzado. Pátina estable de óxidos. Pertenece a la colección San Claudio San Pedro, de A Coruña. 185. (PA6687) Fragmento hacha. Colección Blanco Cicerón 67 x 48 x 16,5 mm; 223,87 g.; MC Fragmento proximal de un hacha plana de perfil trapecialy lados rectos. Incompleta. Le falta el talón y presenta elfilo mellado. La corrosión qfecta a las zonas más irregulares. Superficie de fundición sin regularizar. Perteneció a la Colección Blanco Cicerón (B-CIC-25). Origen desconocido. 186. (PA6699) Punta Palmela. Colección Banco Cicerón 158 x 37 x 2,2 mm; 38,56 g.; MC Punta deflecha de base simple apuntada rectilínea y pedúnculo largo truncado. Por sus dimensiones podría considerarse un puñalpequeño. Buena conservación general. Sobre una pátina estable de óxidos) puntos de corrosión más activa. Superficie pulida. Filo cortante. Perteneció a la colección Blanco Cicerón, a la que corresponde la sigla B-CIC-22. 187. (PA6693) Punta Palme1a de pedúnculo enrollado 88 x 27 x 3,5 mm; 19,36 g., MC Punta de flecha de base simple apuntada convexa. Pedúnculo largo) aguzado) y enrollado. Deterioro general del contorno) al que lefalta la punta. Corrosión mt!} activa. Suciedad 188. (PA6695) Punta Palmela 65 x 18 x 3 mm; 6,8 g.; MC Punta de flecha de base apuntada rectilínea. La propia hoja conforma elpedúnculo. Deterioro general. Arqueada. Sin punta. Corrosión mt!} activa. 189. (PA6694) Puñal o punta de lanza 94 x 33 x 2,2 mm; 21,85 g.; MC Puiial o lanza de base en lengüeta simple trapecialy lados apuntados cóncavos. Deterioro del contorno) que qfecta más a la lengüeta. Pátina estable de óxidos) con abundante suciedad. Acabado pulido y filos bien definidos.
184. Punta Palmela de la colección San Claudia
185. Fragmento de hacha. Colección Blanco Cicerón
186. Punta Palmela. Colección Blanco Cicerón
187. Punta Palmela de pedúnculo enrollado
188. Punta Palmela
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
189. Puñal o punta de lanza
190. Cincel
143
190. (PA7561) Cincel 155 x 18 mm; 171,9 g.; CN Cincel de talón truncado) peJjiI rectangular y lados rectos. Sección cuadrada en el talón) circular en la parte media y lenticular en elfilo. Buena conservación general. En 1996 figuró en una exposición organizada por la Casa de Cultura de Narón. 191. (PA7560) Hacha plana 121 x 6 mm; 529,53 g.; CN Hacha plana de talón truncado) peJjiI trapecialy lados rectos) ligeramente cóncavos. En 1996 figuró en una exposición organizada por la Casa de Cultura de Narón. 192. Hacha plana NORTE DE PORTUGAL
161 x 44 mm; 13,5 g.; DE Hacha plana. Según Monteagudo está depositada con el n° 11014 en el Museo de Lisboa Belem. Ilocalizable. 191. Hacha plana
MONTEAGUDO, 1977: n° 296.
193. Hacha plana DE Hacha plana. Estuvo depositada en el Museo Etnológico de Oporto con el n° 7116, pero actualmente su para~ dero es desconocido. HARBISON, 1967: 118.
195. Conjunto de dos discos de oro
194. Hacha plana DE Hacha plana. Estuvo depositada en el Museo Etnológico de Oporto con el n° 7153, pero actualmente su paradero es desconocido. HARBISON, 1967: 118.
195. Conjunto de dos discos de oro ASTURIAS OCCIDENTAL?
OV Corgunto de dos aplicaciones discoidales de oro. Perea recoge la opinión de otros autores de que se trata de objetos de adorno de la vestimenta. ESCORTELL, 1982: 26 (Fig. 2); BLAS, 1983: 73 (Fig. 24); PEREA, 1995: 78-79.
144
BEATRIZ COMENDADOR REY
195a. Disco 1 d. 57 mm Disco de oro decorado con una cruZ centra~ encuadrada por una serie de drculos concéntrico~ cuatro de línea seguida) entre dos de punteado. En el centro tiene dos perforaciones. 195b. Disco 2 d. 55 mm Disco de oro decorado con una cruz centra~ encuadrada por una sen'e de drculos concéntrico~ cuatro de línea seguida) entre dos de punteado. En el centro tiene cuatro perforaciones. 196. Punta Palmela 94 x 31 x 2 mm.; OV Punta de flecha de base apuntada convexa) y pedúnculo fragmentado. Ingresó en el Museo de Oviedo como integrante de la colección "Soto Cortés" de Labra (Cangas de Onís), en la que figuraban numerosas piezas del área oriental asturiana.
196. Punta Palmela
197. Torta de fundición
BLAS, 1991-92: 110.
197. Torta de fundición 131 x 70 x 17 mm; 360 g.; OV Pieza de petfil lenticular, de bordes irregularesy sección longitudinalplanoconvexa. Ingresó en el Museo de Oviedo como integrante de la colección "Soto Cortés".
198. Hacha 1 de Oviedo
BLAS, 1991-92: 110.
198. Hacha 1 OVIEDO
190 x 70 x 15 mm; 860 g.; OV 15 Hacha plana de talón truncado) petfil trapecial y lados rectos) ligeramente cóncavos. Buena conservaciónfísica. Pátina de corrosión que afecta a toda la supetficie. Acabado pulido. ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 150)
199. Hacha 2 OVIEDO
153 x 67 x 12,5 mm; 620 g.; OV 16 Hacha plana talón truncado) petfil trapecialy lados rectos. Buena conservación) aunque de aspecto tosco y con filo mt!)l perdido. Sobre una pátina estable) puntos de corrosión más activa. Porosy otras impeifeccionesproducto de la fundición. MONTEAGUDO, 1977: n° 202; ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 151).
199. Hacha 2 de Oviedo
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
145
200. Hacha 3 OVIEDO
170 x 60 x 15 mm; OV Hacha plana de talón truncado) peifil rectangular JI lados convexos) con rebordes. ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 152). 200. Hacha 3 de Oviedo
Posteriormente a la finalización de este catálogo, comprobamos que se trata de una de las integrantes del depósito de Cabt'ales (18la).
201. Hacha 4 OVIEDO
201. Hacha 4 de Oviedo
127 x 44 x 9 m; 310 g.; OV 23 Hacha plana de talón truncado) peifil rectangular y lados rectos. Deterioro general del contorno) con jilo mP!J perdido. Sobre una pátina estable) pequeñospuntos de corrosión más activa. Incisiones paralelas) cerca del talón) en los laterales. Filo perdido) mellado y deformado. MONTEAGUDO, 1977: nO 313; ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 154).
202. Hacha 5 OVIEDO
202. Hacha 5 de Oviedo
122 x 43 x 9 mm; OV Hacha plana de talón convexo) peifil trapecialy lados rectos. MONTEAGUDO, 1977: nO 122; ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 155).
203. Hacha 6 ÜVIEDO
140 x 68 x 14 mm; OV Hacha plana de talón truncado) peifil rectangular y lados cóncavos. MONTEAGUDO, 1977: n° 683; ESCORTELL, 1982: 35 (Fig. 156). 203. Hacha 6 de Oviedo
146
BEATRIZ COlvfENDADOR REY
ADDENDA AL CATÁLOGO 204. Punta Palmela de Pena Arada BuxÁN, TOQUES, A CORUÑA Medidas 92,5 x 23 x 2,5 mm; Museo da Terra de Melide Punta de flecha de base simple apuntada convexa y pedúnculo largo aguzado. La hqja no presenta biselado. Sección lenticular. Desgaste asimétrico. Fue localizada de forma casual en un camino de la ladera occidental del monte daPena Grande, al nordeste del lugar de Buxán, cerca de los roquedos denominados Pena Arada, casi a mitad de camino del lugar de Paradela, en la parroquia de Paradela (Toques). Salió a la luz a causa de las remociones de tierra hechas para la mejora del camino. Fue adquirida recientemente por el Museo da Terra de Melide.
204. Punta Palmela de Pena Arada
MEIJIDE CAMESELLE, 1998
205. Hacha de Ordes REVOLTO DO CROIO, LEIRA,
A CORUÑA 146 x 47 x 20 mm; 613,8 g; MC 3776 Hacha plana de talón truncado) perfil trapecia!J lados rectos. Sección rectangular. Buena conservación ftsica) pero con fuerte ataque de la corrosión. Fue localizada a 150 m. de una gasolinera cerca del lugar llamado "Revolta do Croio" y depositada en el Museo Arqueolóxico e Histórico de A Coruña por A. Castro Redondo. ORDES,
205. Hacha de Ordes
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS DE OBJETOS FUERA DE CATÁLOGO
Lúnulas de Cerdido y Allariz: Barros (1875: 110, Lam. 6, n° 19), Saralegui (1894: 283), López Cuevillas (1932a). "Puntas de lanza de cobre" de San Juán de Orto e inmediaciones de Tuy: Barros, (1875: 48, Lam. 1, n° 5-6). Dos hachas de bronce procedentes de una mámoa de la provincia de Santiago: Murguía (1888: 95, nota 1). "Enfeite de una sepultura dolménica de As Pontes": Maciñeira (1895: 174), López Cuevillas (1925: 101). Empuñadura y hoja de puñal o daga de bronce del dolmen de San Martín de Lanzós, Lugo: Iglesia, (1908: 64). Puñal de cobre o bronce de base en lengüeta: Alvarez Carballido (1907), Bouza Brey y López Cuevillas (1929: 28). Puñal de Beluso (Bealo, Ría de Arousa): Bouza Brey (1928: 2) Tenedor de oro del túmulo de Broza (O Saviñao): Monteagudo (1953: 309). Diadema de tiras de una mámoa de A Coruña: López Cuevillas (1955: 11-12).
ANEXO
148
BEATRIZ COMENDADOR REY
ANEXO INFORMACIÓN ANALÍTICA 1. ANÁLISIS REALIZADOS EN LABORATORIOS NO ESPECIALIZADOS O DE MODO AISLADO
Algunos de los objetos recogidos en nuestro trabajo fueron objeto de estudios analíticos de distintas características cuya recopilación bibliográfica fue imprescindible tanto por su contenido, como por la información adicional que proporcionó sobre algunos objetos que han desaparecido (Tabla 1). Los análisis más antiguos (Ben-Saude, 18881892: 119; Fortes, 1906: 250-251; Cuevillas, 1925: 10) se realizaron por vía húmeda. Este tipo de estudios sólo permitieron una caracterización cualitativa de la composición (grosso modo), sin una determinación cuantitativa ajustada. A partir de finales de los años cincuenta, se estudiaron otras piezas (Bartholo, 1958: 431-439, Fig. 12; Pa~o YFerreira, 1956: 359, 363-364) aunque las publicaciones no especifican la tecnología de análisis, si bien expresan los resultados porcentualmente. Alrededor de 1985 se realizaron algunos análisis sobre objetos gallegos dentro del denominado Proyecto para la Investigación Metalúrgica de Galicia (p.I.M.G.), de los que se han publicado una minoría. Las instituciones dinamizadoras fueron la sección de Arqueología del Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento (I.P.S.E.G.) y el Dpto. de Arqueología de la Universidad de Santiago. Los análisis se realizaron en el A.I.M.E.N. de Vigo (Asociación para la Investigación Metalúrgica del N oroeste), y el Dpto. de Edafología de la Universidad de Santiago. Se realizaron metalografías así como análisis de composición por LCP. (Inductively coupled plasma). Para los cobres protohistóricos, se realizó un muestreo con el fin de replantear para Galicia los estudios de Harrison y también se realizó un serie analítica sobre oros protohistóricos (trabajos asumidos por los arqueólogos Sierra, Fernández Val y Pérez Outeiriño). También recogemos análisis aislados realizados a partir de la década de los ochenta (Garda Lastra, 1984a; Peña, 1985a; Suárez Otero, 1995). En Portugal se han realizado análisis fundamentalmente en dos laboratorios: el L.N.E.T.I. en Lisboa, y el CM. en Oporto, mediante Espectrometría de
Emisión (SEM) en un microscopio electrónico de barrido (MEB): (V. Jorge, 1984: 3-21, nota 12; Araujo y Cabral, 1983: 39-43; Cruz, 1992a; S. Jorge, 1986; Sanches y Marcos, 1984: 151, nota 6; Cavalheiro y Sanches, 1996: 182, nota 25; V Jorge, 1980: 20; 1982: 724-725; Soeiro, 1982: 65-67; Silva et alii, 1981: 51; Cavalheiro y Sanches, 1996). Aunque los resultados de estos análisis no nos sirven para emplear para los estudios estadísticos junto con los del Programa de Arqueometalurgia, pueden resultar orientativos en cuanto a la presencia de bronces y en algunos casos de cobres arsenicados o cobres, o la pureza del oro o la plata.
2.
LA SERIE ANALÍTICA S.A.M.
La primera serie analítica que incluyó una serie de objetos del noroeste peninsular fue la realizada por los laboratorios de Sttutgart mediante espectrometría de emisión Qunghans et alii, 1960, 1968, 1974), denominada Studien zu den Anfángen der Metallurgie, más conocida por las siglas S.A.M. (Tabla 2). En 1958 Beatriz Blance recoge por todo Portugal una serie de muestras para analítica (Bartholo, 1958: 438; Cardozo, 1960: 177, etc). Los primeros análisis se realizan en Sttutgart en 1959 y posteriormente se realizarán para oros. Ello dará lugar a una serie de publicaciones (Cardozo, 1960: 169182; Hartmann, 1971: 129-132) ya que algunos trabajos de catalogación incluyan información analítica (Hock y Coelho, 1972: 219-250). Los elementos de identificación de los objetos analizados en el noroeste son a veces tan confusos, que resulta imposible identificar a cual se refiere. Presentan bastantes limitaciones para llevar a cabo estudios comparativos con los análisis más recientes. Algunas surgen de la escasa precisión de los valores obtenidos, ya que algunos de ellos están expresados de una forma vaga y genérica, como "mayor de", o, "en torno a". Otro problema es su fiabilidad, ya que los valores obtenidos difieren bastante de los resultados obtenidos con otras técnicas cuando las piezas han sido reanalizadas. En general presentan valores diferentes en cuanto al contenido en arsénico (As), la plata (Ag) aparece sobrevalorada en algunos casos y también parece haber dificultades en la serie S.A.M. en la detección del antimonio (Sb).
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
Aunque estos problemas impiden que utilicemos los resultados de esta serie analítica conjuntamente con los del Programa de Arqueometalurgia, resultarán útiles de modo orientativo para algunos objetos del norte de Portugal, y al mismo tiempo, trataremos de corroborar algunas tendencias observadas. Dentro de la misma serie S.A.M., Hartmann (1982, S.A.M. 5) publica su trabajo sobre el oro peninsular (Tabla 3). De los materiales que hemos incluido en el estudio, Hartmann ha analizado 48. 3.
149
- En términos indicativos, la tecnología de análisis es la Fluorescencia de Rayos X (XRF). Para las aleaciones de base de cobre se utilizan los patrones facilitados por el CENIM y los adquiridos procedentes del BNF Metal Technology Centre de Inglaterra. - Metalografía: La observación de los pulidos y la toma de fotografías se realiza con el microscopio metalográfico Reichert MeF, del LC.R.B.C, y un microscopio Polyvar Reichert-Jung.
ANÁLISIS DEL PROGRAMA DE
ARQUEOMETALURGIA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
El nuevo estudio analítico de los objetos del trabajo fue realizado dentro del Programa Arqueometalurgia de la Península Ibérica (Tabla 4). Las técnicas utilizadas dentro del Programa son básicamente dos 1:
1. Para más información sobre las características concretas de los análisis remitimos a Montero (1994: 38-40).
165 170 171
Cuenta Hacha plana Punta Palmela Punzón Hacha plana Hacha plana Hacha plana Hacha plana Torta fundición
BURACO DA PALA. MIRANDELA. BRAGAN<;:A. (CM)
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-4 (LNETI)
CUNHO. MOGADOURO. (LNETI)
ESCANLARES 1 (UNJV. OVlEDO)
ESCANLARES 2 (UNIY. OVlEDO)
COLLADO DE CULLUCABA. LA COBERTORIA.
LOS FITOS. LA COBERTORIA.
GAMONEU. BOBIA. CANGAS DE ONIS.
183
165
155
140d
138h
138f
138e
138d
138c
138b
138a
133
132
BURACO DA PALA. MIRANDELA. BRAGAN<;:A. 6 (CM)
Espiral
Cuenta
Espiral
MENINAS DO CRASTO 4. BAIAO. (LNETI)
OUTEIRO DE GREGOS 1. BAIAO. (LNETI)
130g
BURACO DA PALA. MIRANDELA. BRAGAN<;:A. 5 (CM)
Puñal de lengüeta
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-7 (LNETI)
130f
Cuenta
Puñal de lengüeta
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-6 (LNETI)
130e
130c
Cuenta
Punta Palmela
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-I (LNETI)
BURACO DA PALA. MJRANDELA. BRAGAN<;:A. 4 (CM)
Punta Palmela
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-5 (LNETI)
130b
BURACO DA PALA. MJRANDELA. BRAGAN<;:A. 3 (CM)
Punta Palmela
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-3 (LNETI)
130a
Cuenta
Punta Palmela
MAMOA 1. CHA DO CARVALHAL. MICC-2 (LNETI)
129
111
Cuenta
Fragmento amorfo
MINA DO SIMAO. AMARANTE. (LNETI)
BURACO DA PALA. MIRANDELA. BRAGAN<;:A. 2 (CM)
Espiral
MONTE DA CERCA. VILA CHA. ESPOSENDE. (CM)
107
105
104
087
086
083
083
053f
053e
053d
053c
052j
CU
Sn
As
1,9
10%
< 0.005
?
96,091
93
95
Básico
98,2
0,2
93,9
0,091
0,3
>0,05%
0,2
85,4
0,3
96,7
3,18
1%
0,95
0,9
1,2
0,8
5,6
14
9,5
2,6
3,7
0,3
95,6
0,55
Vestig.
13
0,5
0,025
0,024
Di Au
Zn
0,2%
>0,05%
0,4
Vestig.
0,025
0,014
0,052
0,076 0,076
0,024
Vestig.
7,89
7
7,05
6,89
7,79
7,22
99%
0,3
0,027
0,003
0,02
O
0,003
0,016
0,3
0,3
0,4 Vestig.
99%
99%
0,038
0,014
0,031
0,032
-<
tI1
::o ?:'
tí O
>-
Z tl
~ tI1
O
n
N
~
tJj tI1
>-l
>-
93-96%
Vestig.
Vestig.
31,2
93-96%
0,4
Vestig.
Fe
1%
3-6%
Vestig.
Vestig.
Co
....... V1
o
3-6%
0,3
0,029
0,018
0,4
89,7
Ni
0,024
Ag
2,0
Vestig.
Sb
3,2
Vestig.
Vestig.
Vestig.
0,6%
86,3
n.d.
n.d.
n.d.
Pb
Escaso
12115%
1,7%
Básico
11,0
Si
Si
Si
Si
+90%
?
?
AAT
AAT
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
SEM
X/S
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
SEM
SEM
SEM
XRF
SEM
DRX
DRX
DRX
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
XRF
052i
052h
ANÁLISIS
SEM
N"CAT.
022
BURACO DA PALA. MIRANDELA. BRAGAN<;:A. I (CM)
Cadena espirales
LUGAR DA MATA. SEQUEADE. BARCELOS. (CM)
Gota fundición
COSTA DA SElXEIRA. HÍO. (AFICEGA) Punta Palmela
Frag. crisol
FIXON. VIÑO. SAN ANDRES DE HIO. (AIMEN)
Espiral
Frag. crisol
LAVAPES. SAN ANDRES DE HIO. (AIMEN)
GOIOS. BARCELOS. BRAGA. (CM)
Frag. crisol
LAVAPES. SAN ANDRES DE HIO. (AIMEN)
CHA DE AREFE. (CM) (Vestigios Fe, Co, Ni)
Puñal de lengüeta
Puñal escotaduras
SAN LOUREN<;:O. (LNETI)
Puñal de lengüeta
Punta Palmela
SAN LOUREN<;:O. (LNETI)
SAN LOUREN<;:O. (VINHA DA TALIFA) (LNETI)
Fragmento amorfo
SAN LOUREN<;:O. (LNETI)
SAN LOUREN<;:O. (LNETI)
Fragmento amorfo Fragmento amorfo
SAN LOUREN<;:O. (LNETI)
MONTE DAS PENAS. (AFlCEGA)
SAN LOUREN<;:O. (LNETJ)
MORFOLOGÍA
Puñal de lengüeta
LUGAR
TABLA 1. ANÁLISIS OTROS LABORATORIOS
Hacha plana
Hacha plana Hacha plana
VILAR DA PONTE (A)
Hacha plana
TERRAS DE BOURO. MANTALEGRE.
VILAR DA PONTE (B)
Hacha plana
GUIMARAES.
Hacha plana
Hacha plana
GUIMARAES.
PONTE DA BARCA.
Hacha plana
Hacha plana
Hacha plana
MONTE DA PENHA. ABA<;:AO.
MESAOFRIO.
Cincel
Hacha plana
MONTE DA PENHA. ABA<;:AO.
ARCOS DE VALDEVEZ.
Frag. espada
CASTRO DAS CALDAS. BRAGA.
ARCOS DE VALDEVEZ.
Punta Palmela Punta Palmela
SAO BENTO DE BALUGUES. BARCELOS.
SAO BENTO DE BALUGUES. BARCELOS.
Hacha plana Punta Palmela
SAO BENTO DE BALUGUES. BARCELOS.
SANFINS. PA<;:OS DE FERRElRA.
LOUSADA. RONFE.
Hacha plana Punta Palmela
MOURENTE
Hacha plana
Punta Palmela
BU<;:OS. CABECEIRAS DO BASTO.
CASTRO LABOREIRO. MELGA<;:O.
Hacha plana
Puñal de lengüeta
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
SAN XURXO DE SACOS.
Preforma
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
MONTALEGRE.
Hacha plana
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
Puñal de lengüeta
Hacha plana
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
Cuchillo
Puñal remaches
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
VINHA DA SOUTILHA. MAIROS.
IS06
047
Puñal remaches
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
CASTRO LABOREIRO. MELGA<;:O,
757S
044g
Puñal remaches
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
1423 1465
09S/997 106b
122
122
121
120
119
lIS
116
115
114
lI2b
112a
lOS
106d
1645
1646
1436
1564
164S
1907
1437
1647
1559
1905
1909
ISOS
1467
1466
146S
097
106c
7556
093
1561 7547
OSS
1923
1527
1650
7577
7576
7575
7579
7580
75S2
7583
061
055a
050
049
044c
044b
044a
0447
0447
044 7
0447
7571
7570
755S
Puñal remaches
0407
03S7
036
7561
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA.
Puñal de lengüeta
A BASTIDA. MAÑENTE. PANTON.
014
2202
7560
Hacha plana
Hacha plana
SAMARUGO. LOBAN. VILALBA.
009
0077
7563
N" SAM
Hacha plana
Hacha plana
PROVINCIA DE LUGO.
GONTAN. ABADIN.
N" CAT.
0067
MUSEO ORENSE (AGUIS7)
Hacha plana
PROVINCIA DE LUGO.
OURENSE
MORFOLOGÍA
Hacha plana
LUGAR
TABLA 2. ANÁLISIS S.A.M.
o o
o o o o o
0,031
o o
0,026
o
o o
2,1
0,01
1,1
1,23
1,75
2,3
o
1,1
1,45
1,95
0,7S
1,2
o
O,IS
0,05
0,06
0,12
0,016
0,049
0,026
<0,01
0,036
0,09
0,12
0.012
4,7
<0,01
0,022
0,016
0,04
<0,01
<0.01
Spur
<0,01
0.05
0,03
0,OS2
<0,01
<0.01
0,OS6
<0,01
Spur
<0,01
<0,01
0,01
<0,01
0,026
0,022
<0,01
<0,01
0,05
<0,01
o o o o o
-0,1
Spur
0,07
0,OS4
o o
-0,03
0,19
0,013
o -0,04
Ag
<0,01
Sb
3,05
2,5
2,1
-5-S
1,4
1,2
O,ll
O,S
1,3
0,1-0,5
0,03 <0,01
1,65
2,5 I,S
1,15
2,1
0,64
I,S
1,3
2,7
0,65
0,51
I,S5
1,4
-0,1
0,71
o Spur
ND
As 1,25
Spur
o o o o
ND
Spur
o
o ND
<0,01
o o
Pb
Spur
o o
Sn
Ni Bi
o,OOS
0,043
0,049
<0,01
0,016
0,016
0,01
0,056
<0,01
0,056
0,34
Spur
<0,01
0,009
0,011
0,016
0,003
<0,001
<0,001
0,017
0,022
0,082
0,004
0,002
<0,001
o <0,01
0.01
0,003
0,003
Spur
0,003
0,009
0,009
Spur
0,003
0,008
0,004
0,004
0,004
0,12
<0,01
<0,01
°o °o
-0,02
-0,01
<0,01
Spur
<0.01
<0,01
Spur
0,
ND
-0,01
0,14
<0,01
0,025
0,025
Spur
o o o
o
o o o
o o
Spur
Spur
o
Au
o
o o
°o
o
o o
Zn
<0,001
<0,001
o o o o
-0,01
o o
Spur
o
°
Spur
Spur
Spur
Fe
(sigue...)
o o
o o o o o
°o
o
°o
o
Co
....... ....... U1
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2l ~ ;::¡
~
~;;;:-
'"
";::¡
""
"";::¡
~.
~
'~"
~
2l
~
~
~:
~.
~
148 148
Alabarda Alabarda Alabarda Hacha plana Hacha plana Hacha plana Hacha plana Hacha plana Hacha plana Puñal de lengüeta Punta de flecha Punta Palmela Hacha plana Hacha plana Puñal de lengüeta
ABREIRO. BRAGAN<;:A.
ABREIRO. BRAGAN<;:A.
SERRA DE ALIJO. BOTICAS.
DISTRITO DE BRAGAN<;:A. 26 o 27
ARGOZELO, VlMIOSO O BEMPOSTA.
ARGOZELO, VIMIOSO O BEMPOSTA.
DISTRITO DE BRAGAN<;:A. 29
DISTRITO DE BRAGAN<;:A. 26 o 27
DISTRITO DE BRAGAN<;:A. 29
S. JOAO DE ARRIBAS. ALDEIA NOVA.
S. JOAO DE ARRIBAS. ALDEIA NOVA.
GRUTA DOS FERREIROS. SILVA.
GRUTA DOS FERREIROS. SILVA.
GRUTA DOS FERREIROS. SILVA.
Alabarda Hacha plana Hacha plana Hacha plana Hacha plana
ALTO DAS PEREIRAS. VIMIOSO.
VIMIOSO.
SAN XURXO DE PIQUIN.
MIERES.
MINA DEL MILAGRO.
Hacha plana
136
Alabarda
VALE BENFEITO. BRAGAN<;:A.
VALE BENFEITO. BRAGAN<;:A.
Hacha plana
1789
136
Alabarda
VALE BENFEITO. BRAGAN<;:A.
LOUSA. TORE DE MONCORVO.
1792
136
Alabarda
VALE BENFEITO. BRAGAN<;:A.
MEXIEDE. URROS. MOGADOURO.
1790
134a
Alabarda
180a
175
162
159
158
157
156
152c
152b
152a
15Jb
151a
149
147
147
146
140
137b
137a
136
134b
Alabarda
CARRAPATAS.
1,4 0,59 Spur Spur 1,12 2,15
O O O O 4,1
O O O
O O O O -6,4
O O O
O O O O O , O
O O O O O O
2211
2209
7552
1788
694
O
O
1894 1560
698
1453
697
1670
1671
1898
1893
1895
1897
1896
1892
O
2,3
O
O
1911
O
-5,8
2,6
0,7
Spur
0,72
4,9
-0,3
1,02
1,5
0,02
0,45 0,025
O
0,061 1,5
0,25
0,012
O O
0,01
Spur
0,013%
O
O
0,018%
<0,01
0,013%
0,018%
4,1%
O
0,012
O
0,39
0,8
0,02 <0,01
O
0,17
0,038
O
0,032
<0,01
0,016
O
O
0,01
O
0,011
0,01
O
0,012
O
<0,01
0,018
0,011
O
O
O
O
0,015
0,035
O O
0,013
O
Ag 0,045
O
Sb
O
0,72
-9,1
O O
1793
O
-5,5
-6,9
4,8
>10
O
O
O
O
0.015
O
O
O
4
O
O
O
-5,3
O
O
As
O
O 4,3
Pb
Sn
1794
1791
1916
1915
1528
CARRAPATAS.
N"SAM
124f
Puñal de lengüeta
QUINTA DA AGUA BRANCA.
N"CAT.
MORFOLOGÍA
LUGAR
TABLA 2. ANÁLISIS S.A.M. (Continuación) Bi
0,05
O
0,006
0,008
0,01
O <0,01
0,002
O
O O
O
O
0,0085%
0,056
O
0,001
1%
O
Spur
O
O
O
O
0,097
O
Spur
0,001
0,002
<0,001
O
0,001
O
O
<0,001
0,003
0,01
0,01
O
O
0,24
0,052
O
0,013
0,025
0,052
O
O
O
O
O
O
O
0,058
0,025
O
Ni
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O O
O O O
O
O
O
O
CO
O
O
Spur
O
0,004
O
0,001
O
O
Fe
O
O
O O
O O
O
O
O
O
O
O
O
O
O O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
Zn
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
O
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-<
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O
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ti
Z
<' ¡;;
O
(J
c:N
>-J
>-
tr1
lJj
N
U1
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Fragmento barra
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
AS SILGADAS. CALDAS DE RElS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
08lac 0810
Fragmento barra
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS."
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
081g 081ñ 081ae
Barras/Argollas macizas Barras/ArgoLlas macizas Barras/ArgoLlas macizas
Barras/Argollas macizas Barras/Argollas macizas
Cuenco
Cuenco
Jarra Frag, Lámina
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS." AS SILGADAS. CALDAS DE REIS*
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS*
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.*
L-Q
ca.8 ca.8 ca.l1
0,13 0,13 0,023
ca.0,08
ca.9 ca.9 ca. !O
ca. 11 20-25 13
0,19 0,12 0,43 0,19 0,19 0,08 0,42
0,09 0,11 0,15 0,15 0,20 0,21
L-Q L-Q
2584 2585 2586
124? 124c 124
Espiral
Banda de lámina
Espiral
Brazal de arquero
Disco
QUINTA DA AGUA BRANCA.
QUINTA DA AGUA BRANCA.
VILA NOVA DA CERVElRA. VIANA.
ASTURIAS?
2890
2646
2583
2962 2582
2961
2960
2959
2956 2957
S L-Q
S
S S L-Q
S
S
L-Q
L-Q
L-Q
L-Q
13 ca.14
0,12 0,081
0,06 0,13 0,06 0,03 0,13
0,048
13
0,10 0,13
0,04
11 15
14
0,30 0,011
0,07 ca.O,03
13
ca.8
ca.11 ca.9
ca.7
2955
S
S
0,056 0,18
0,12
0,11 0,11
L-Q
L-Q L-Q
QUINTA DA AGUA BRANCA.
195
0,10 L-Q
ca.IO
2953 2954
Arandela
125b
0,25 0,15
0,10 0,10
L-Q L-Q L-Q
ca.8
16
0,18
QUINTA DA AGUA BRANCA.
124?
ca.9 15-20
0,075 0,13
0,10
0.08 0,09
ca.9 ca.8
0.26 0,031
0,09 0,05
S L-Q
16 ca. 10 ca.0.04
S L-Q
0,018
Arandela
081ad 124?
16 ca.9
0,022 0,07 0,14
ca.IO 16
nd 0,027
ca.0,06 ca.O,03
ca.IO ca.5
0,055 0,17
0,07 0,08
ca.11
ca.12
ca.IO ca.15
15
ca.7 ca.JI
ca.20
0,07
2951 2952
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS. QUINTA DA AGUA BRANCA.
124ag
081af
081t 081u 081e
0,17 0,20
0,12 0,11
0,23 0,43
nd. 0,067
0,16
0,11 ca.0,07
ca.0,07
0,14 ca.O,OI
22
S
08111 081n
Barras/Argollas macizas
Barras/Argollas macizas
2950
081i
Barras/Argollas macizas Barras/Argollas macizas
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
2949
081z
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
2944
081x
10
0.050 0,037
12
0,15 0,22
0,12 0.16 0,16 0,12
14 ca.5
0,044 0,16
AG
0,04
SN
0,05
CU
0,17 0,068
S L-Q
S
B
S Q
L-Q
S L-Q
L-Q
S
B
L-Q
L-Q L-Q
L-Q
S L-Q
S
GRUPO
0,07 ca.0,02
2942 2943
2941
2939 2940
2938
2937
2936
2935
2934
2932 2933
2930 2931
081c 081w
081k
081s 081y
081q
081ah
Barras/Argollas macizas
Peine
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
081ab 081p
081m
081r 081b
2929
2928
081f 0811
2927
2926
2925
2923 2924
2867 2868
2656
2655
2576
2979
HARTMANN
081h
081j
081d OSlaa
OSla
094 094
048a
048b
048c
002a
N" CATALOGO
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
AS SILGADAS. CALDAS DE REIS.
Cilindro Cilindro
ATlaS. SANTA EULALIA DE TUNES. ATlaS. SANTA EULALIA DE TUNES.
Barras/Argollas macizas Fragmento barra
Disco
Disco
CABECEIRAS DO BASTO.
CABECEIRAS DO BASTO.
Banda de lámina
Lúnula
VElGA DOS MaUROS. VILAVELLA.
CABECElRAS DO BASTO.
MORFOLOGIA
LUGAR
TABLA 3. ANÁLISIS S.A.M. HARTMANN
V.J
(Jl
........
~
~.
"",
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l::
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.",
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~ ~
~ ¡s;
~
~
~:
~
r
N°CAT.
044g 044h
045 046
Hacha plana Punta de flecha Hacha plana Preforma Punta de flecha Puñal remaches Puñal de lengüeta Puñal remaches Puñal remaches Puñal remaches Puñal remaches Puñal remaches Puñal remaches Punta Palmela Punta Palmela Puñal de lengüeta
ROUFEIRO, NOCELO DA PENA
OURENSE?
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFElRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
ROUFEIRO. NOCELO DA PENA
SACEDA
ARBO?
AGRA DE DURAN. CARNOTA
042b
063
04411
0441
044k
044j
044i
044f
044d
044c
044b
044a
044a
043
Puñal de lengüeta Punta Palmela
042a
ILLA DE BARXÉS
Punta Palmela
PENA CORNEIRA. LAMAS. LEIRO
040
039
038
033
031d
031c
031b
031a
030
030
025
025
025
022
021
016
014
010
007
006
002f
PENA CORNElRA. LAMAS. LEIRO
Puñal remaches
Hacha plana
OURENSE? Hacha plana
Hacha plana
O CASTAÑAL.
AGUIS. CELANOVA.
Puñal de lengüeta
MONTE DAS CABRAS
CRIMELAS
Punta Palmela
MONTE DAS CABRAS
Cadena espirales
ANTAS DE ULLA
Punta Palmela
Cadena espirales
ANTAS DE ULLA
Punta Palmela
Cadena espirales
ANTAS DE ULLA
MONTE DAS CABRAS
Puñal de lengüeta
MONTE DAS CABRAS
Hacha plana
NOGUEIRA. MELlDE
MONTE DAS PENAS
Hacha plana
Hacha plana
STA MARIA DE CARBALLlDO
Hacha plana
Hacha plana
CRISTIMIL (Talón)
Punta Palmela
VILALBA
LOBAN. SAMARUGO.
CRISTIMIL (Centro).
025
Hacha plana
CASTRO DE SAN PEDRO DE BURIZ
Cadena espirales
Punta Palmela
BURELA
Cadena espirales
025
Hacha plana
PROVINCIA DE LUGO 2
ANTAS DE ULLA
013b
Hacha plana
PROVINCIA DE LUGO I
ANTAS DE ULLA.
012
Puñal de lengüeta
VEIGA DOS MOUROS. VILAVELLA
002d 0ü2e
Punta Palmela Punta Palmela
002c
VEIGA DOS MOUROS. VILAVELLA
Punta Palmela
VEIGA DOS MOUROS. VILAVELLA
VEIGA DOS MOUROS. VILAVELLA
MORFOLOGIA
LUGAR
TABLA 4. ANÁLISIS PROYECTO ARQUEOMETALUti;IA
PA6692
PA6648
PA6896
PA6890
PA6889
PA6887
PA6886
PA6885
PA6884
PA689 I
PA6888
PA6883
PA6882
PA688 1
PA6897
PA6879
PA7130
PA6892
PA6893
PA6894
PA6895
PA6880
PA6656
PA6644
PA6647
PA6645
PA6646
PA6650B
PA6650A
PA6652E
PA6652D
PA6652C
PA6652B
PA6652A
PA6373
PA6697
PA637 I
PA6378
PA6375
PA6376
PA7562
PA6370
PA6377
PA6380
PA6382
PA638 I
PA6372
PA Fe
0,032
0,032
0,039
0,017
0,063
0,134
0,115
0,099
0,096
0,052
0,133
0,083
0,157
0,042
0,035
0,066
0,028
0,093
0,095
0,035
0,061
0,045
0,028
0,039
0,090
0,226
0,040
1,525
0.027
0,089
0,033
0,022
0,233
0,587
0,221
0,030
0,055
0,019
0,031
0,178
0,102
0,145
0,168
0,137
TR
0,082
0,256
0,082
0,281
Ni
Cu
95,30
97,55
98,86
98,80
98,68
96,87
99,25
98,13
99,09
98,05
99,73
98,15
99,21
98,56
98,26
99,60
99,01
98,30
98,38
99,56
99,19
99,44
99,33
95,60
98,10
98,39
97,95
98,97
97,42
3,296
0,976
TR
1,533
97,72
74,90
98,60
97,50
98,82
98,61
99,20
97,40
99,27
92,25
97,62
99,39
98,82
Zo As
4,621
2,401
0,894
1,153
1,171
2,997
0,563
1,852
0,787
1,711
1,651
0,601
1,344
1,580
0,346
0,850
1,332
1,167
0,686 0,]]9
0,456
0,594
3,982
1,811
1,549
2,000
0,377
1,374
2,115
0,396
1,334
2,381
1,117
0,237
0,286
0,996
0,402
7,669
1,192
0,551
0,866
Ag
0,010
0,032
0,005
0,006
0,008
0,060
0,022
0,014
0,003
0,005
0,002
0,006
0,051
0,005
0,002
0,008
0,023
0,008
0,027
0,022
0,027
0,017
0,007
0,005
0,005
TR
0,019
0,044
95,42
98,70
99,90
99,80
98,47
0,003
0,028
0,014
0,009
0,036
0,038
0,010
0,023
0,002
0,007
0,006
0,009
1,289
0,317
Au
0,016
0,010
0,084
0,109
23,13
0,012
0,011
So Sb
0,011
0,019
0,032
0,005
0,006
0,005
0,014
0,008
0,008
0,008
0,002
0,007
0,006
0,004
0,004
0,008
0,090
0,157
0,117
0,004
0,006
0,009
0,043
0,028
0,028
0,011
0,329
0,452
0,126
0,048
0,012
0,069
0,026
0,147
0,238
0,021
0,094
0,029
0,121
0,029
0,248
Pb
0,080
0,057
0,082
TR
0,035
(sigue...)
TR
0,107
0.067
0,288
Bi
~
V1
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trl
?:J
tJ O ;>:l
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Z
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O
n
Ñ
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tJj
+:-
Hacha plana Hacha plana
PROVINCIA DE PONTEVEDRA
PROVINCIA DE PONTEVEDRA
Punzón Punzón
CASTRO PALHEIROS
CUNHO
Punta Palmela Puñal de lengüeta Cincel Hacha plana Aguja Cuchillo Espada
DESCONOCIDO
DESCONOCIDO
DESCONOCIDO
DESCONOCIDO
O FIXÓN-COSTA DA SEIXEIRA
VIGO?
RIO ULLA
Punta Palmela
Fragmento amorfo
CRASTO PALHEIROS
DESCONOCIDO
PA6687
185
Hacha plana
BURACO DA PALA
Punta Palmela
PA6654
162
Punzón
GUIDOlRO AREOSO (Pátina)
DESCONOCIDO
AAI042
160
Punzón
ISLOTE DE GUIDOlRO AREOSO
Alabarda
Punzón
ISLOTE DE GUIDOlRO AREOSO
Hacha plana Hacha plana
Hacha plana
MARXION. VILAGARClA DE AROSA
SAN XURXO DE PIQUÍN DESCONOCIDO
155
Puñal de lengüeta
ATlaS
FARIZA
094e
Puñal de lengüeta
ATlaS
PA7560
191
Fuera de catálogo
PA7182
PA6685
PA6374
PA756 I
190
PA6694
PA6695
188
PA7176
99,54 97.71 99,47
0,143 0,723 0,112
96,15 84,00
0,168
72,84
98,99 0,240
0,295
0,473
99,56
98,87
98,62
99,60
97,84
0,036
0,143
0,01
87,75 99,57
0,073
0,043
0,08?
TR
0,212
50,54
PA7178
0,217
1,145
73,03
75,12%
98,10
97,00
92,81
3,083
99,17
83,25
0,314
0,323
0,070
TR
0,029
0,082
99,90
0,216
PA6693
Fuera de catálogo
98,61
0,084 98,43
64,03
29,69
72,64
99,31
99,38
98,22
96,39
97,33
96,80
96,64
94,32
0,078
6,471
Sn
Sb
0,005
0,714
0,014
1,705
0,458
1,114
0,031
0,007
0,071
0,023
0,003
0,014
1,551 0,405
0,009
0,005
0,049 0,007
0,029 0,053
14,34
0,199
0,009
0,004
0,009
0,008
0,046
0,004
0,019
0,229
14,24
0,013
0,271
0,004
0,036
12,00 0,003
1,434
14,94
0,117
0,077
3,097
1,952
0,007
0,010
0,007
0,015
0,010
0,021
0,003
0,156
0,636
0,321
0,019
0,069
0,005
0,049
TR
42,27
21,86
21,52
0,027
0,010
24,75
0,053
0,010
0,012
0,006
0,008
0,013
0,308
0,141
0,024
0,056
0,258
0,367
1,086
1,49
1,097
2,443
1,841
0,124
0,006
2,904 1,33
0,009
7,141
96,12
0,005
0,005
0,002
0,072
0,096
0,004
0,003
TR
1,525
1,192
6,116
1,758
5,095
0,367
0,004
0,006
3,451 1,739
0,003
2,420
0,008
0,009
3,036 3,159
0,004 0,025
0,029
0,026
0,321
0.111
0,021
0,004
0,005 0,018
0,034
TR
0,025
0,016
0,457
An
1,290
0,010
0,010
0,012
11,53
0,008 0,009
0,367
98,60
Ag 0,021
2,457
4,449
98,77
0,034
0,019
As 0,195
8,849
0,072
Zn
91,09
93,37
87,65
97,15
95,43
PA7177
187
Fuera de catálogo
Cn 99.70
0,141
0,335
0,033
0,024
0,103
0,073
TR
0,073
0,178 0,073
0,018
0,112
0,029
0,080
Ni
98,43
PA7179
PA6699
189
Fe 0,038
0,044
PA4206P
PA4206
PA249 I
PA6379
PA6683
186
139b
139a
138h
096b
096b
096a
095
094f
PA6679
094a PA6684
PA6658
093
Hacha plana Espiral
PA6655
PA6649
PA6659
PA665 I
PA6660
PA6383
PA6653
AA0708
PA6696
PA6700
PA6686
PA6682
PA669 I
PA668 I
PA6701
PA6680B
PA6680A
PA6688
PA6689
PA6690
ATlaS
092
090
088
086
085
078
077f
077e
077d
077c
077b
077 a
068
067
PA PA6698
MOURENTE
Hacha plana
Puñal de lengüeta
MONTE LlOlRA. LEIRO. RIANXO
"LEREZ"
Puñal de lengüeta
MONTE LIOlRA. LEIRO. RIANXO
Punta Palmela
Puñal de lengüeta
MONTE LlOlRA. LEIRO. RIANXO
GONDOMAR?
Puñal de lengüeta
Hacha plana
Puñal de lengüeta
MONTE LlOlRA. LEIRO. RIANXO
MONTE LlOlRA. LEIRO. RIANXO
SAN XURXO DE SACOS
Alabarda
Frag. crisol
Hacha plana
PROVINCIA DE LA CORUÑA
MONTE LlOIRA. LEIRO. RIANXO
OFIXON
080
Puñal-espada
Punta Palmela
079
Puñal-espada
SANTA COMBA (Hoja)
SANTA COMBA (Mango)
Puñal remaches
075
Punta Palmela
PARXUBEIRA. M4
CELA
072 072
Punta Palmela
PARXUBEIRA. M2
MESA DE MONTES. CANGAS
069
Puñal de lengüeta
TARAIO. CERQUEDA. MALPICA
N"CAT.
Hacha plana
065
MORFOLOGIA
LUGAR
CAMBRE. AVIÑO. MALPICA
TABLA 4. ANÁLISIS PROYECTO ARQUEOMETALURGIA (Continuación)
1,261
3.354
12,37
0,045
TR
TR
0,011
0,083
0,341
0,050
TR
0,052
Pb
0,311
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0,200
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3e
APROXIMACIÓN A LOS RECURSOS MINEROS DE COBRE/ORO/PLATA DEL NOROESTE PENINSULAR
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
A excepción del área asturiana que, por su sustrato geológico diferenciado presenta una dilatada tradición minera, ni en el N arte de Portugal ni en Galicia se han identificado hasta el momento huellas de extracción prehistórica de minerales metálicos, aunque si indicios de explotación de época romana que podrían encubrir trabajos anteriores según antiguas descripciones. La amplia cobertera vegetal, así como los problemas de anegación, impiden la observación de posibles indicios. Por ello, necesariamente hemos de recurrir a la información que proporcionan los estudios geológicos y mineralógicos. Sin embargo, los estudios a amplia escala y/o con una orientación económica hacia la identificación de recursos industrialmente explotables, no permiten una caracterización real de los recursos disponibles, puesto que ocultan o simplemente ignoran, masas de mineral a pequeña escala que en principio, pudieran haber abastecido demandas de menor carácter. Por ello es imprescindible una aproximación minuciosa a otras fuentes documentales, como las descripciones históricas o los archivos sobre actividad minera. Dada la enorme tarea que supone la elaboración de un corpus documental de este tipo, nos hemos centrado especialmente en Galicia, recogiendo sólo alguna información más dispersa sobre el Norte de Portugal, y la bibliografía elaborada por autores asturianos que ya han tratado este tema. Debido al carácter heterogéneo de nuestra información, nos parece conveniente tratar las regiones que englobamos por separado en cada una de las áreas.
3.1. Geología y Metalogenia A excepción de las cadenas mesozoicas de la mitad oriental de Asturias, toda el área geográfica que tratamos se incluye dentro del denominado Macizo Hespérico, que Lotze (1945) subdividió inicialmente en seis zonas paleográficas cuyas características se mantienen constantes en sentido longitudinal (Mapa 14). El Oeste Asturiano Leonés y Calicia on'ental pertenecen a las Zonas II y III que se inscriben en el ámbito de las rocas carbonatadas, compuestas en
159
una alta proporción por las masas calizas del Carbonífero. En ambas existe una densa red de explotaciones mineras, activas o abandonadas, y un no menos importante conjunto de indicios minerales y minas. La parte central de Galicia y Trás-os-Montes, forman la unidad geológica designada Calicia Media/Trás-osMontes (Zona IV). Gracias a su estructura geológica, las numerosas zonas de contactos entre granitos y esquistos, y el cizallamiento, provocan la existencia de yacimientos mineros de hierro, casiterita, piritas aura-argentiferas, y yacimientos post-hercínicos con cobre, barita, plomo, zinc y antimonio. A este último se asocian algunos filones de oro que han sido sistemáticamente explotados. Por último, Calicia Occidentaly mitad occidental del norte de Portugal (Zona V) aparece dividida en dos mitades por el llamado Compl~jo Blastimilonítico que se extiende entre Malpica y el Miño. Engloba numerosos cuerpos graníticos, que a su vez son cortados por plutones tardíos de tipo granodiorítico en su mayor parte (I.G.M.E., 1982: 39-40). Para la captación de cobre, el área de estudio presenta distintas características. Por un lado Asturias, con importantes depósitos minerales asociados a las calizas de montaña, y por otro Galicia y norte de Portugal, con recursos más dispersos y generalmente vinculados a cuerpos polimetálicos.
3.2. Caracterización de la metalogenia según la investigación anterior Partiendo de algunas generalizaciones tópicas (como la abundancia y riqueza de estaño en la región norte de Portugal y en Galicia; la pobreza de recursos cupríferos en Galicia; la riqueza de cobre de Asturias y del suroeste de España; y la abundancia de oro en Galicia, Asturias y el norte portugués) la investigación ha evolucionado hacia posturas más relativas, de acuerdo con la escala del estudio y los distintos enfoques de la investigación. Aunque diversos investigadores habían realizado descripciones de los recursos mineros desde el punto de vista de las Ciencias Naturales (Schulz, 1835), serán otros autores con distinta formación los que comenzarán a destacar la relación entre la
160
BEATRIZ COMENDADOR REY
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MINERÍA ASTURTAS ORTENTAL
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LINEAMIENTO COVAS-SANTA COMBA/ CORCOESTO-NOlA
POLIMETAMORFIC:O
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Mina
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lE MINERALIZACIONES DEL AREA DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
¡_._-------_._----_.__._---_.._-------------MAPA 14.
DIVISION DEL NOROESTE PENlNSULAR SEGUN LOTZE y ESQUEMA DE ALGUNOS COTOS MINEROS.
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(1)
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...~_ .::-Q"-=-.~J MINERALIZACIONES
LOVTOS-GERES (XURES).
i
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la PeníJ1Jula Ibérica
riqueza minera de ciertas áreas y la abundancia de hallazgos metálicos, como es el caso del trabajo pionero de Obermaier (1923), quién considera que el mineral de cobre (debido a la dificultad de beneficiar calcopirita), debía llegar a Galicia procedente del sur de Portugal y sureste de España, o bien de las minas asturianas y leonesas. Sin embargo Monteagudo (1954: 71) señala como argumento para cuestionar esta afirmación, la existencia de carbonatos de cobre tanto en yacimientos actuales, como en otros que cuya montera habría sido agotada a lo largo del tiempo. En varios trabajos (Monteagudo, 1953; 1954; 1970) presenta diversas indicaciones sobre los yacimientos minerales del noroeste, prestando especial importancia a la toponimia aurífera y estannífera, y relacionando de nuevo la riqueza mineral con el hallazgo de objetos arqueológicos. En su trabajo sobre la metalurgia de la edad del bronce (Monteagudo, 1954: 57) indica incluso las fases en la explotación de los distintos recursos: primero sólo filones de cobre nativo, óxido y carbonato de cobre, y aluviones de estaño; posteriormente piritas y filones primarios. El descubrimiento de la técnica para reducir estos últimos tipos de minerales más abundantes causaría según este autor, el despegue de la producción de cobre y el bronce en el bronce final del noroeste. Este es el esquema que se sigue manteniendo actualmente. Para Portugal Pinto (1933: 79,81) incide sobre la riqueza de estaño en el norte de Portugal y Galicia, y de cobre al sur, mencionando al norte sólo la existencia de cobre nativo con malaquita y calcosina en las minas de Palhal y Vale do Bicho, en el distrito de Aveiro. Sugiere ya entonces que Galicia debía proveerse durante la edad del bronce con el cobre de las minas asturianas del Aramo y Milagro. En relación a la minería aurífera señala que se realizaría mediante decantación aluvial, y sólo más tarde, mediante explotación de yacimientos primarios (Cardozo, 1954: 115). Autores como BIas (1987: 72) han señalado la incorrección de establecer la pobreza o riqueza metalífera a partir de los criterios industriales modernos. Por ello, a pesar de las investigaciones que ha desarrollado en las minas asturianas, ha sugerido que los recursos cupríferos de Galicia serían su-
161
ficientes para abastecer unas sociedades que usaron el cobre en objetos pequeños. En relación a la minería prerromana del oro, se suele aceptar que procede del lavado de los placeres auríferos, trabajo que no deja ningún tipo de huella reconocible. Sánchez-Palencia (1983) ha señalado la concentración de hallazgos de oro prerromanos en las áreas periféricas y próximas a los ríos auríferos, así como su escasez en las zonas con yacimientos primarios aluviales. Vázquez Varela (1995b) ha contrastado los rendimientos calculados para el trabajo de extracción de oro mediante bateo de Schulz (1835), con datos de un estudio etnoarqueológico, considerando que el rendimiento sería mayor que el sugerido entonces por aquel autor. Por último, en relación a los recursos de plata, no conocemos ninguna síntesis que reuna los indicios conocidos para el noroeste.
3.3. Recursos mineros por Áreas de Distribución (Mapa 15) A continuación se describe el potencial minero de cada una de las áreas de distribución en las que hemos ordenado el catálogo del material arqueológico. Los análisis de minerales que hemos realizado se recogen en la tabla 5, con su respectiva referencia en el Programa de Arqueometalurgia. Las muestras proceden de ejemplares pertenecientes a la Colección D. José Viqueira Barrio, en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Santiago, a excepción de las procedentes de O Seixo y Arines 1. En general, los análisis no resultan demasiado significativos de las composiciones generales de los cobres gallegos por tratarse de minerales muy puros. Sin embargo, la sóla presencia de estos ejemplares es muy interesante, ya que pertenecen a yacimientos donde actualmente no se localizan este tipo de minerales, por haberse agotado las monteras de los filones.
Agradecemos al Sr. Francisco Novoa su amabilidad al cedernos muestras de estos ejemplares para su análisis.
*
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S
N
Minas de cobre prehistóricas.
@
RECURSOS DEL NOROESTE
MAPA 15. LOCALIZACION DE LOS
Coto Minero.
Zona Minera de Cohre.
G-dlena argenlífera.
o
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Recursos de oro, con cobre asociado.
Presencia prohada de mineraJes secundarios de cobre.
Recursos de cobre.
Hallazgos catálogo.
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LEYENDA
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N
163
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
INDICIOS NUMERADOS A CORUÑA 1. Sucadio de Arriba (As Pontes). 2. Armada (Boiro). 3. Mina Esperanza (Boiro). 4. Riotorto (Boiro). 5. Corcoesto (Cabana). 6. Campo do Moro (Camariñas). 7. Cova do Lobo (Camariñas). 8. Costa de Cabalos (Camariñas). 9. A Mercedes (Camariñas). 10. Monteneme (Carballo). 11. Mina A Portela (Carballo). 12. Teixidelo (Cedeira). 13. Sondeo SH2 (Cedeira). 14. Aranga (Irixoa). 15. Grupo Covadonga/ APorca (Moeche-Cerdido). 16. Piquito 1 y 2/ Sta. Marta (Moeche-Cerdido). 17. Carrís/ A Barqueira (Moeche-Cerdido). 18. Grupo Maruxa (Moeche-Cerdido). 19. Mina de Ponzas o Cavas (O Ferrol). 20. Lendo (Laracha) 21. Brandía (Lousame). 22. Pión (Lousame). 23. San Finx (Lousame). 24. Canle de Merexo (Muxía). 25. As Broas (Muxía). 26. Sta. Eulalia de Arca (O Pino). 27. Mina O Pandeira, Balado (Ordes). 28. Cabada (Santa Comba). 29. Santa Susana (Santa Comba). 30. Sta. Comba o Barilongo (Santa Comba). 31. Fomás (Santiago de Compostela). 32. Arinteiro y Vieira (Touro). 33. Cerro San Sebastián (Tauro). 34. Prevediños (Tauro). 35. Minas de Meirás o Montefaro (Valdoviño).
LUGO 36. Marco de Alvaré (A Pastoriza). 37. Neipín (A Pontenova). 38. Toxeiros Vellos (Castro de Rei)). 39. Mina Antolada (Cervantes). 40. San Agustín, Vilar de Ferreiros (Cervantes). 41. Minas do Caurel, Visuña (Folgoso). 42. Vilarbacú (Folgoso). 43. Viloria (O Incio). 44. Rubiais (pedrafita do Cebreiro). 45. Riotorto e Navallo (Riotorto). 46. Paciacoba (Monforte de Lemos). 47. Vila Nova de Lourenzá. OURENSE 48. Magros-Marcofán (Beariz). 49. Distrito Aurífero de Carballiño. 50. Novelle (Castrelo do Miño). 51. Raparrabo (Castrelo do Miño). 52. Filón de Vilamear (Laza). 53. Minas de Laza. 54. Arcucelos (Laza). 55. As Sombras (Labios). 56. A Cunca/ O Torero (Monterrei). 57. Viana do Bolo. 58. Minas do Seixo y Carballal da Vila (petín). 59. Fontechiz, Cexo (Verea). PONTEVEDRA 60. Basadre (Agolada). 61. Mina Sta. Fe, Liñares (As Neves). 62. Mina la Madrileña (Sta. Cristina de Cobres). 63. Grupo Boliche, Ayos (Sanxenxo). 64. Filón de Tixoa (Silleda). 65. Mina don Gabino, Vilardemós (Silleda). 66. Vilachán do Monte (Tomiño). 67. Ato das Pozas, Tabagón (O Rosal).
68. 69. 70. 71.
Morán (O Rosal). Mina Nestor, Barrocas, Valadares (Vigo). Fontao (Vila de Cruces). Grupo de Moimenta (Vila de Cruces).
PORTUGAL 72. Meixedo y Mina Folgadoura (Viana). 73. Fajo das Pombas, Aguiar de Sousa (porto). 74. Minas del Marao. 75. Poiares (peso da Regua). 76. Galafura (peso da Regua). 77. Covelinhas (peso da Regua). 78. Vale de Figueira (Tabua~o). 79. Sta. Leocadia (Tabua~o). 80. Tabua~o. 81. Adórigo (Tabua~o). 82. Cavas do Douro (Sabrosa). 83. Minas da Facuca (Vila Real). 84. Amoreiras (S. J. da Pesqueira). 85.Vale de Figueiras (S. J. da Pesqueira). 86. Marzagao-Pocinho (Carrazeda de Ansiaes). 87. Campo de Jales (Vila Pouca de Aguiar). 88. Tres-Minas (V. Pouca de Aguiar). 89. Freixeda (Mirandela). 90. S. Salvador (Mirandela). 91. Coelhoso/ Paredes (Bragan~a). 92. Urrós (Mogadouro). 93. Franca (Bragan~a). 94. Aveleda (Bragan~a). 95. Vila Meá, Deilao (Bragan~a). 96. Rio de Silos (Bragan~a). 97. Os Carrís. 98. Coto Mineiro da Borralha. 99. Coto Mineiro de Be~a. 100. Po~o das Freitas (Chaves). 101. Minas de Fronfe (ponte da Barca). 102. Monte do Faro (Esposende).
TABLA 5 ANÁLISIS SOBRE MINERALES DE COBRE GALLEGOS INDICIO
MUESTRA
N° ANALISIS
Fe
Ni
Cu
As
Zn
Ag
Sn
Sb
Pb
O Seixo
Malaquita
PA6661A
1,25
ND
97,7
0,79
ND
0,04
0,215
0,007
ND
O Seixo
Malaquita
PA6661B
2,49
ND
95,92
0,65
ND
0,05
0,76
0,006
0,108
O Seixo
Malaquita
PA6661C
1,38
ND
97,53
1,24
ND
0,07
0,186
0,012
ND
O Seixo
Calcopirita
PA6661D
31,8
ND
64,38
3,28
ND
0,13
0,376
0,025
ND
As Pontes
Calcopirita
PA7421
59,7
ND
39,4
ND
ND
ND
0,94
ND
ND
Arines-Fornás
Cobre nativo
PA7422
0,35
ND
99,5
ND
ND
ND
ND
ND
ND
Neipín
Cuprita
PA7424
15,8
ND
83,5
ND
ND
ND
TR
0,014
ND
Sta.Eulalia de Arca
Malaquita
PA7425
10,9
ND
88,9
ND
ND
ND
ND
ND
ND
Prevediños
Calcopirita
PA7426
68,9
ND
30
ND
ND
ND
ND
ND
ND
Armesto. Becerrea
Calcopirita
PA7427
30,9
ND
68,52
ND
ND
0,2
ND
0,256
ND
Arines
Calcopirita
PA7428
68,5
ND
30,9
ND
ND
ND
0,272
0,051
ND
Lousame
Calcopirita
PA7436
21
ND
59,3
ND
3,66
0,04
15,69
ND
ND
Lousame
Calcopirita
PA7437
23,1
ND
76,3
ND
ND
0,06
ND
ND
ND
Viso
Calcopirita
PA7438
68
ND
3150
TR
ND
ND
ND
ND
ND
Lorenzana
Calcopirita
PA7439
28,7
ND
71,2
ND
ND
0,05
ND
0,057
ND
164
BEATR1Z COMENDADOR REY
- Área de Distribución 1 Entre Cabo Ortegal, Ferrol y As Pontes, en los términos municipales de Cerdido y Moeche, se localizan tres grupos de minas de cobre: Covadonga) Barqueira y Piquitos-Santa Marta. Fueron trabajadas superficialmente a comienzos de siglo y posteriormente en los años cuarenta hasta ser abandonadas en 1959. Su mineralización principal es de calcopirita asociada a pirrotina. Hacia Cabo Prior, se localizan importantes masas polimetálicas que ofrecen abundante cobre en asociación con la minería del oro-arsénico dentro del lineamiento Covas Corcoesto-Santa Comba Noia (Ferrol, Cedeira, Cerdido, Moeche, Valdoviño) (Mapa 14). Existen además otros indicios dispersos en esta zona y mal conocidos, como los asociados al sector minero de As Pontes (PA7421) (Tabla 5), o a la minería del arsénico-oro en Aranga dentro del lineamiento de Pontedeume (Xunta, 1991: 70). Hacia ATerra Chá, en el río Costa da Arca, entre Abadín y Romariz, aparece un filón de magnetita asociada a una mineralización de galena argentífera en la que se benefició plata en tiempos lf!janos (Xunta, 1991: 137). - Área de Distribución 2 Las mineralizaciones de cobre del macizo básico de Santiago fueron explotadas hasta finales de los años ochenta. Formado casi exclusivamente por rocas anfibólicas, se diferencian dos tipos de depósitos: Arinteiro-Vieiro/Arca-Bama donde la mineralización está constituída por pirrotina y calcopirita; y Fornás, con calcopirita diseminada y asociada a otros minerales (pA7426, 7428). El horizonte mineralizado de Bama-Arinteiro tiene una corrida del orden de 10 Km, y potencia comprendida entre 20 y 80 m. Se conocen cobre nativo y minerales secundarios procedentes de la montera de los f1lones que se han ido eliminando con las explotaciones a cielo abierto (pA7425, PA7422). En el centro de Galicia se localiza un f1lón polimetálico en Basadre (Agolada, Pontevedra) que ofrece tennantitay bournonita (sulfuros de cobre) con mispiquel, así como galena argentifera, y en Vila de Cruces los de Fontao y Moimenta. Los sulfuros contienen abundante plata (Xunta, 1991: 112) al igual que en Silleda se localiza, donde el f1lón de Tixoa
presenta freibergita (una variedad argentifera de la tennantita) (Mirre, 1992: 57). Más hacia el sur, ya en la provincia de Orense, el sector aurífero de Carballino, incluye más de 20 explotaciones en una superficie de 500 km 2, algunas atribuídas a época romana. El oro se encuentra generalmente asociado a sulfuros, en especial a mispiquel y en ganga de cuarzo' en filones de escasa potencia (Xunta, 1991: 71).
- Área de Distribución 3 En este área abundan los indicios y antiguas labores de minerales de estaño. Como minerales asociados, aparecen indicios de cobre en las minas de Laza, As Sombras (Lovios) , A Cunca-O Torero (Monterrei) y Arcucelos (Verín) que presentan como mena principal casiterita y wolframita, y las arsenopiritas llevan importantes cantidades de oro que se explotaron en Fontechiz (Cexo, Verea). La zona de Xurés (Gerés en Portugal), marca la frontera hispano-portuguesa en el ángulo suroeste de la provincia de Orense. Se localizan en esta zona la mina española As Sombras y las portuguesas de Os Carrís y Borragueiros. As Sombras ofrece actualmente calcosina) covellina y calcopirita (sulfuros de cobre) además de cosalita (mena de Bismuto). Para la provincia de Ourense hemos recogido en el Padrón General de Minas de Hacienda (C3042), más de 43 registros de explotación de cobre entre 1889 y 1900. Para el N arte de Portugal se ha señalado la presencia de numerosos cuerpos filonianos sulfurosos dispersos que pueden dar lugar a asociaciones con minerales de cobre, tanto primarios como secundarios, aunque no son yacimientos económicamente rentables (Noronha y Abrunhosa, 1987). Al sur de Montalegre se sitúa el Couto Mineiro da Borralha, explotado para wolframita, aunque también se explotó calcopirita por su altos contenidos en plata (Noroha y Ribeiro, 1983: 20). En esta zona existen numerosos filones polimetálicos. La región de Chaves posee también abundantes recursos explotados para estaño y wolframio, como el Couto de Bessa (Carvalho). En la zona limítrofe pontevedresa con Portugal, se explotó cobre en la Mina Santa Fe (Linares, As Neves) (Comendador, 1993), y entre Pontevedra y Orense se sitúan también varias explotaciones de estaño y wolframio que presentan calcopiri-
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
ta y mispíquel, como Novelle en Castrelo do Miño y Raparrabo en Cartelle, y en Beariz la de Magros-Maraján, donde aparecen minerales de cobre como calcosina y covellina, aparte de calcopirita y mispiquel.
- Área de Distribución 4 La cornisa noroccidental gallega está recorrida por el lineamiento Covas) Corcoesto-Santa Comba) Noia, consistente en masas de sulfuros polimetálicos, que presentan altas cantidades de arsénico. Las minas de Santa Comba o Barilongo y Monteneme ofrecen interesantes minerales de cobre como tetraedrita, y calcosina y covellina respectivamente, asociados a la minería del wolfram y del estaño, con ganga de calcopirita y mispiquel. Santa Comba es un yacimiento estanno-wolframítico incluído en la zona central del lineamiento de Monteneme, en un macizo granítico intruido en los materiales metamórficos de la Fosa Blastomilonítica. En Monteneme) situada en los términos municipales de CarbaIlo y Malpica, la explotación de estaño se inició hacia 1915, y se interrumpió por el exceso de arsenopiritas. Se presentan filones de cuarzo sulfurados que contienen estaño y wolframita, con posibles inclusiones de pirrotina, estannina, calcosina y excepcionalmente bismuto. Los sulfuros presentan además alteraciones supergénicas. El campo filoniano de Corcoesto ofrece arsenopirita asociada a oro y calcopirita. Se explotaron al menos doce sectores con trabajos superficiales y en galería, y se reconocieron también labores más antiguas para la extracción de oro, supuestamente de época romana (así en la propia Corcoesto, Vilarcobo, Limideiro y Vilas) (Xunta, 1991: 68). En relación a la minería de Corcoesto, el río Anllóns presenta depósitos secundarios de oro. Cabada y Lendo ofrecen también calcopirita asociada a mispiquel. En l\llonte Barbeito (Arteixo), en el límite del extremo oriental de la lineación de Monteneme, fueron explotados varios filones mineralizados en wolframita, pirita, mispiquel, calcopirita y molibdenita. La mina de Paciacoba, entre Ordes y Portomouro, presenta una paragénesis de tipo cuarzo-antimonio, aunque ofrece también filones de arsenopirita, calcopirita y tetraedrita (Xunta, 1991: 138).
165
- Área de Distribución 5 Algunos indicios interesantes en la Península del Barbanza corresponden al mismo lineamiento del área anterior, como la mina de San Finx en (Lousame) encajada en el segmento de la Fosa Blastomilonítica entre las rías de Arousa y N oia. En esta mina, donde también se reconocieron trabajos antiguos, se benefició especialmente estaño y wolframio, aunque también ofrece una alta proporción de pirita y calcopirita, localizándose incluso malaquita (carbonato de cobre). Los análisis realizados sobre muestras de calcopirita de Lousame (FA7436PA7437) no arrojan sin embargo contenido en arsénico (Tabla S). Riotorto y Armada (Boiro) ofrecen también sulfuros, pero además con la particularidad de presentar arsenopirita argentífera. En las Rías Baixas las mineralizaciones costeras se asocian a rocas metasedimentarias polimetamórficas, enclavadas en la unidad El Rosal-La Lanzada) franqueada por macizos graníticos. El denominado lineamiento de Tomiño ofrece manifestaciones filonianas de oro asociado a calcopirita, a diferencia del resto de Galicia donde lo hace comunmente con arsénico (Urbano et alii, 1992). La más importante de la explotaciones es la denominada mina S. Antonio (Tabagón, O Rosal), al parecer con labores de época romana. Parece que en esta mina se explotaba también plata (Comendador, 1993). En asociación a pizarras y a estos depósitos, aparecen carbonatos de cobre en Vilachán do Monte (Tomiño) (Mirre, 1992: 8S), así como depósitos aluviales de oro en el río Louro. La prolongación de esta franja de rocas metamórficas hacia el norte, lleva asociados múltiples indicios. En el lugar de Barrocas (Valladares, Vigo) se benefició malaquita con altos contenidos en arsénico (Comendador, 1993); en Vilaboa, ya en el inicio de la Península del Morrazo, recogimos el registro entre 1904-190S de la mina de cobre La Madrileña (Comendador, 1993); y para Sanxenxo, varios registros de minas de estaño y arsénico con ganga de calcopirita, como el Grupo Boliche (Comendador, 1995a). - Área de Distribución 6 Hacia la zona norte de este área se localizan abundantes explotaciones estanníferas, como las de
166
BEATRIZ COMENDADOR REY
Boufa de Agua o Boufa Carvalha y también en aluviones como las de Meixedo (Viana do Castelo). En la mina Folgadoura aparecieron varios objetos (posiblemente de cobre) depositados en el Museu dos Servis:os Geológicos de Portugal, que podría constituir indicios de explotación antigua (Teixeira, 1972: 34). Hacia la zona de Braga también ofrecen estaño las de Gens y Tibiáes (Teixeira y Medeiros, 1973: 49). En Ponte da Barca, hay diversas explotaciones de f1lones de oro y plata, con el mineral diseminado en arsenopirita y otros sulfuros, algunos con indicios de explotaciones antiguas; Minas da Muia, Minas de Eiroz o la Mina de Fronfe (San Miguel de Entre Ambos os Ríos). La mina de Alto da Boufa da Breia, de naturaleza filoniana, ofrece oro y estaño (Teixeira, 1972: 34), y la conocida como Lagoa Negra (povoa de Varzim) es una antigua explotación de oro, actualmente anegada (Teixeira y Medeiros, 1965: 43). Más al sur, en las Sierras de Valongo se conocen trabajos romanos en el Fqjo das Pombas (Aguiar de Sousa, Douro Litoral) en filones auro-antimoníferos encajados en terrenos del complejo EsquistoGrauváquico, donde el antimonio se asocia a oro, yen ocasiones también a plomo y plata (Medeiros et alii, 1980: 37). - Área de Distribución 7 En el valle del Duero, en la hoz de Peso da Regua, aparecen minerales secundarios de cobre, con filones de hasta tres metros de espesor, que presentan escasa calcopirita y más frecuentemente malaquita) ca1cosina) covelina) a~rita y óxidos. Entre Peso da Regua y S. Joao da Pesqueira, es interesante reseñar la presencia de un buen número de yacimientos de plomo y zinc asociados a plata, entre los que es reseñable el coto de Adórigo (Tabuas:o) cuyas concesiones se centran en un filón de 4 km de extensión, que continúa en la margen derecha en Covas do Douro (Sabrosa). La mineralización principal es galena, con ganga de calcopirita, arsenopirita y blenda (Sousa y Sequeira, 1989: 49-50). Hacia el Norte, se explotaron las Minas da Facuca (Vila Coba, Vila Real) que ofrecen sulfuros de cobre, plomo y zinc (Pereira, 1989: 43) yen el Mario algunos yacimientos mineros importantes que presentan también arsenopiritas y calcopiritas.
- Área de Distribución 8 Cardozo (1954: 118) describe varios yacimientos de oro de la zona trasmontana como: el campo minero de Jales (Vila Pouca de Aguiar), con posibles galerías pertenecientes a trabajos anteriores a los de la ocupación romana; Lagos da Riberinha (Tres-Minas). Las denominadas Minas Latadas de oro y plata se localizan en la margen izquierda del Tua, al sur de Mirandela, en la región Macedinho-Freixeda-San Salvador. - Área de Distribución 9 Los f1lones de Franca/Aveleda, en la Sierra de Montesinho (Tras-os-Montes oriental) ofrecen arsenopirita argentifera) así como los de Coelhoso y Paredes (Bragans:a). Las arenas del río Sabor son auríferas, y al parecer hasta el 1874 se constatan labores de bateo. En el área de Deilao, en Vila Mea (Bragans:a) existen recursos f1lonianos de cobre (Medeiros, 1975: 17) yen Urrós, minería del oro de época romana. Entre Moncorvo y Carrazeda de Ansiaes, se explotaron filones con mineralización de casiterita, wolframita, scheelita y otros sulfuros, en relación con granitos hercínicos, como Alto da Pranheira (Carrazeda de Ansiaes) y Saiss (Lousa). Al noroeste de Marzagao y junto a Pocinho, se conocen trabajos de explotación aluvionar de oro de época romana (Silva et alii, 1989: 52-55). - Área de Distribución 10 Las sierras gallegas de mayor altura ofrecen una amplia variedad de recursos de cobre, especialmente carbonatos y sulfatos, e incluso cobre nativo. Comenzando de Norte a Sur, en Terra de Fonsagrada aparecen carbonatos y sulfatos de cobre asociados a masas de sulfuros, como los de Marco de Alvaré (A Pastoriza), Neipín (A Ponte Nova) (PA7424), Riotorto y Vila Nova de Lourenzá (PA7439). Otro sector minero importante que debemos mencionar es el de Toxeiros Vellos (Castro de Rei), con un cuerpo de sulfuros y arseniuros, que además de presentar recursos de cobre interesantes como la tetraedrita, ofrece otros minerales argentiferos. La mina de antimonio de Vilarbacú (Folgoso do Caurel), presenta carbonatos de cobre en la ganga (Xunta ,1991: 137-138). Se menciona la exis-
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
tencia de minas de este tipo de minerales en los Altos del Caurel (Cueto, 1909), pero las características de estos· recursos son mal conocidas. Resulta bastante indicativo de este hecho, que las minas de O Seixo (O Bolo, Orense) (pA6661A-D) y Carballal da Vila (Orense) (Meijide, 1985), que abastecieron de mineral a la Corona de Castilla hasta 1744 (Larruga, 1789-1800, tomo 41: 243), aparezcan en el mapa minerometalogénico de Galicia como de morfología desconocida (I.G.M.E., 1982: indicios 12-13). También, sobre el valle del Cabe podemos mencionar la mina de Paciacoba (Monforte de Lemas), que ofrece tanto sulfuros, como carbonatos de cobre, y excepcionalmente azurita.
- Área de Distribución 112 En la vertiente oriental de la Sierra del Aramo (pena l'Aramu 1.786 m.) se localizan recursos de cobre abundantes. Las mineralizaciones de cobre y cobalto están enclavadas en un conjunto de pliegues que cabalgan a la Cuenca Carbonífera Central Asturiana. Al sur de la falla del Aramo se producen formaciones dolomíticas. Los sulfuros definen pequeñas masas en el interior de la dolomita masiva, y vetas estrechas y continuas en la parte central de los filones de dolomita. Los carbonatos de cobre (y de cobalto) se hallan colmatando todos los espacios abiertos de la dolomita, alcanzando la caliza de caja (BIas, 1996: 174-175). Las minas delAramo presentan labores prehistóricas de gran complejidad sólo parcialmente afectadas por los trabajos modernos iniciados en 18883. El mineral se extrajo tanto de los filones como de las bolsadas de arcillas siderolíticas. La mina presenta posibles huellas de torrefacción (firesetting). BIas (1996: 178) sugiere un modelo de minería estacional durante los meses cálidos. En Riospaso (Telledo, Lena), durante la extracción de cobre de un yacimiento con huellas de labores antiguas aparecieron instrumentos mineros de características semejantes a los descubiertos en el Aramo (BIas, 1989: 143).
2
3
Para la descripción de los recursos asturianos nos hemos detenido sólo en los aspectos mineralógicos. Para una descripción más detallada remitimos a BIas (1989, 1996). BIas (1996: 219) ha publicado tres dataciones sobre asta: OxA1833: 4090 ± 70 BP; OxA-1926: 3810 ± 70 BP; Y OxA-3007: 3900 ± 90 BP (2855-2050 cal BC a 2 sigmas).
167
Ya hacia el área leonesa se conocen posibles labores en la mina la Profunda, que ofrece carbonatos y nitratos de cobre encajados en calizas. Otras minas son las de Oblanca y Colón.
- Área de Distribución 12 Se conocen labores prehistóricas en la mina del Milagro yen Avín (Onís). En la primera, el aprovechamiento minero prehistórico se basó en el laboreo del yacimiento secundario de arcillas siderolíticas, en los que los elementos cupríferos proceden de la destrucción previa de posibles yacimientos de cobre en la caliza de montaña4 . La zona alta ofrece malaquitas y azuritas en masas de arcillas que colmatan los huecos en la caliza cavernosa. La zona inferior ofrece mineralizaciones en forma filoniana, y además de malaquitas y azuritas, contiene cobres grises. En la Mina Delfina (Ortiguero, Cabrales) se practicó la explotación de una veta de dolomía impregnada en carbonato de cobre y cobres grises, encajada en calizas del Carbonífero.
4
BIas (1996: 219) ha publicado dos dataciones sobre asta: OxA3005: 3990 ± 90 BP (2875-2285 cal BC a 2 sigmas) y OxA-3006: 3850 ± 90 BP (2580-2035 cal BC a 2 sigmas).
4.
ANÁLISIS DE CONJUNTO
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
4.1. Cuantificación general de materiales A partir de la información recopilada en el catálogo de materiales, hemos realizado una cuantificación. El número mínimo total de objetos documentados es 378 repartidos en 203 hallazgos: 164 en Galicia, 142 en el Norte de Portugal, 51 en Asturias, y 21 de origen desconocido procedentes del Noroeste, repartidos en 82, 80, 21 Y20 hallazgos respectivamente. La mayor parte de los objetos son de cobre, aunque los de oro guardan una proporción alta ya que en Galicia constituyen el 32 % del total y en el Norte de Portugal un 18.5 %. En Asturias la proporción de objetos de oro es más baja en torno a un 12 % Yno se han localizado hasta el momento objetos de plata. En relación a la distribución general de materiales en las Áreas de Distribución (Figura 1), se observa que la mayor acumulación de hallazgos es la de las Áreas 3 (Sector surcentral gallego y norcentral portugués) y 6 (Regiones costeras noroccidentales portuguesas). En el caso del Área de Distribución 3, esta acumulación responde principalmente a su gran tamaño, pero no así en el caso del Área 6, donde deben buscarse otras causas a la alta densidad de hallazgos. En cuanto al número de objetos destaca el Área de Distribución 5 (Regio-
171
nes costeras suroccidentales gallegas), donde la acumulación de objetos responde fundamentalmente a la presencia del depósito de Caldas.
4.2. Documentación sobre el proceso de transformación y producción El registro arqueológico del noroeste peninsular proporciona muy poca información sobre los restos del proceso de transformación y producción metalúrgico, aunque la ausencia de estructuras-horno y de escorias, así como la escasez de crisoles, es compartida por otras áreas de la Península. El empleo de minerales con poca ganga y el machacado de los conglomerados obtenidos en el proceso reductivo para conseguir todas las pequeñas gotas de cobre, podrían explicar la ausencia de escorias, así como la utilización de vasijas-horno y la necesidad de romper el recipiente para obtener el metal, explicarían en parte el estado fragmentario en que aparecen los restos cerámicos con adherencias metálicas (Gómez Ramos, 1996: 130). Uno de los documentos más significativos relacionados con el proceso de producción es el proporcionado por el yacimiento de Buraco da Pala (passos, Mirandela), consistente en un pico de tobera
A.D. (Area de Distribución) ADl AD2 AD3 AD4 AD5
A))6 AD7 AD8 AD9 ADlO
ADll AD12
'_Hallazgos DObjetos
DEse
o----- ------ ---_.--20 .. _-------
AD1 ¡HallazgOS 16 Objetos 22 1--'---
AD2 19 25
40
AD3 AD4 AD5 AD6 27 13 21 30 63 ---_._ 18..... -------72 45
60 80 ._-AD7 ADa 1AD9 AD10 AD11 AD12 - - - -.--- ,..----7 8 19 10 6 7 13 23 23 11 6 36
-------~-
~---
I 100 --------
DEse 20 21
FIGURA 1.- Distribución del número de hallazgos y de objetos por Areas de Distribución.
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BEATRJZ COMENDADOR REY
(Cat. 138, Lam. 38, fig. 4), posible remate en arcilla de una tobera de caña utilizada para producir un suministro de aire controlado dirigido hacia el interior de una masa en combustión, fundamental en la operación de reducción. Un objeto similar podría ser el localizado en el yacimiento de Vinha da Soutilha (Mairos, Chaves) (Cat. 55b). Ya en relación con un proceso de fundición y/ o refinado del metal, podemos señalar el depósito de Gamoneu (Bobia, Onís) (Cat. 183), conformado por varios lingotes plano-convexos (Lám. 40) y un hacha plana (Lám. 6, fig. 9), para el que BIas (1980) ha propuesto una datación hacia mediados del II milenio a. C. La capacidad de los hornos y las condiciones térmicas supuestas para el proceso de reducción no permiten la formación de metal en bruto, por lo que las pequeñas porciones de cobre recuperadas debían ser refundidas en crisoles para formar coladas con el volumen suficiente para fabricar las piezas (Gómez Ramos, 1996: 141). BIas (1980: 273) sugiere que la forma de algunos de los lingotes podría responder a un primer boceto de un hacha, antes de su conformación por martilleo, aunque en términos generales corresponde a crisoles de tamaños irregulares, ligeramente alargados y de fondo cóncavo. Respecto a los crisoles, la información es escasa y problemática. Contamos con pequeños fragmentos de algunos yacimientos, y con referencias a la existencia de otros de dudosa certeza. Para Galicia hasta el momento el único seguro procede del yacimiento de O Fixón (Cangas, Pontevedra) (Cat. 86, Lám. 38, PA6651), ya que debemos considerar con cautela la naturaleza metálica de las adherencias de dos fragmentos amorfos localizados en el yacimiento de Lavapés (Cangas, Pontevedra) (Cat. 83)5. El análisis del fragmento de O Fixón arroja la
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Se practicó un análisis a estos fragmnetos en el A.I.M.E.N. (peña Santos, 1984a: 161) que según hemos revisado no arrojó presencia alguna de metal, a no ser pequeñas cantidades de hierro. Ante la duda, reanalizamos ambos fragmentos por XRF, pero de nuevo se hizo patente la ausencia de metal. Se había considerado (peña Santos, 1984a: nota 9) que el resultado podía corresponder a la reducción de una calcopirita. Lamentablemente carecemos de más información acerca de las condiciones del primer análisis, que quizás hayan supuesto la toma y destrucción de la masa escoriacea adherida que pudiera haber llevado a esta conclusión.
presencia de cobre y hierro, así como un alto porcentaje de arsénico e indicios de antimonio. Es posible que se trate de un proceso de fundición para refinado, aunque la fuente de calor es sólo interna. Resulta significativo el alto contenido en arsénico, como veremos, en nada discordante con las composiciones de los objetos metálicos. Resulta frecuente que vasos de pequeño tamaño con aspecto tosco o superficies quemadas sean interpretados como crisoles, como los localizados en los asentamientos de Vinha da Soutilha (Mairos, Chaves) (Cat. 55c) o Pastoría (Redondelo, Chaves) (Cat. 56e). Han sido publicados como posibles crisoles, varios cubiletes cilíndricos de fondo curvo del tamaño de un dedal, algunos con restos de calcinación, procedentes de la segunda fase de ocupación del Povoado da Sola (Braga) para el que la Bettencourt (1996: Fig. IX) propone un cronología dentro del II milenio A.C. Por último nos queda reseñar un vasito depositado en la Cámara Municipal de Vila do Conde, procedente del túmulo de Guilhabreu (Lám. 38, fig. 3). Se trata de un cubilete cilíndrico de paredes gruesas (max. 10 mm) de interior alisado y exterior tosco, sin restos aparentes de metal en su interior. Su altura es de 42 mm, y su fondo interior de 32 mm, con un diámetro máximo de boca de 43 mm. Ya en el ámbito del proceso de fundición, la ausencia de moldes es también un fenómeno compartido con el resto de la Península. En el noroeste se han recogido algunos, si bien debemos señalar que la descontextualización respecto a otros elementos del proceso y la imprecisión de las morfologías, hacen dudosa la adscripción de estos objetos a la metalurgia prehistórica. Los recogidos en este tarbajo proceden de: Cháo do Bordel (Samarugo, Vilalba) (Cat. 15, Lámina 39, fig. 1), Monte do Castro (Dena) (Cat. 91, Lámina 39, Fig. 2) Y Sao Torcato de Gominhaes (Guimaraes) (Cat. 113a, Lámina 39, Fig. 3)6. Del Monte da Penha (Guimaraes) (Cat. 112c, Lámina 39, Fig. 5) procede un bloque de arenisca o cuarcita cuya interpretación en relación al proceso metalúrgico es dudosa, ya que más bien
6
Del mismo asentamiento procede otro fragmento de cuarcita o arenisca bien pulida que ha sido señalado como molde de varillas, aunque al parecer se trata de un afilador (Cat. 113b, Lámina 1, Fig. 4).
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
parece un mortero. De la Mina La Pro/unda (León) procede un hacha de cobre que tipológicamente nada tiene nada tiene que ver con las hachas planas conocidas, para la que BIas (1989: 150) apunta que pudiese tratarse de una tapa o cubierta de un molde de cobre. En relación a los productos intermedios de fundición (varillas, preformas), el conjunto de Roufeiro (Sarreaus, Ourense) presenta una pieza descrita como perforador bitroncocónico (Cat. 44c, Lámina 41, PA6882), aunque consideramos que podría tratarse de una prEforma fundida a partir de la que, mediante forja, podría obtenerse un puñal, argumento que corrobora su forma con un pequeño adelgazamiento como para configurar una lengüeta, y su peso similar al de algunos puñales del mismo conjunto. El conjunto que acumula una mayor cantidad de metal es el depósito de Caldas de Reis (Cat. 81), cuyos aros macizos responden a la búsqueda de una forma de acumulación de oro, y no a un fin directo como joya decorativa, por lo que deben ser considerados lingotes. Se documentan también objetos rotos que podrían estar destinados al reciclado, principalmente hachas rotas como las de Sao Lourenc;o, Monte da Penha y Buraco da Pala. En Pastoría se localizó un supuesto cuchillo curvo, que podría tratarse también de un filo de hacha desgajado. También proceden de contextos domésticos algunos fragmentos informes de metal, como los de Sao Lourenc;o, Vinha da Soutilha o Crasto de Palheiros, que podrían ponerse en relación con elementos para reciclaje. Resulta ampliamente significativo que estos fragmentos procedan de ambientes domésticos, aunque también algunos están descontextualizados. Es el caso del hacha de Castro Laboreiro, cuyo filo fue desgajado a cincel golpeando por ambas caras. Estos objetos podrían implicar no sólo el uso instrumental de algunos objetos metálicos (uso que posibilita su fractura), sino también el aprovechamiento cíclico de ciertas cantidades de metal mediante su refundición.
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4.3. Objetos acabados La producción prehistórica de objetos de cobre del noroeste peninsular presenta una variedad formal limitada a doce o trece formas genéricas (Tabla 6). A pesar de que cada ejemplar puede presentar determinadas peculiaridades tipológicas, el registro aporta múltiples objetos de una misma familia. Por el contrario, la producción en oro presenta una mayor diversidad, y en general muestra una mayor creatividad, tanto en las formas elaboradas como en las decoraciones elegidas, siempre dentro de diseños de tipo geométrico. En el caso de la producción orfebre, además de una mayor variedad formal, es frecuente encontrar pocos ejemplos de cada morfología, y de hecho se localizan objetos singulares (vajilla, peine, brazal de arquero), que emulan objetos normalmente realizados en otros materiales que no oro. Dentro de este esquema cabe señalar también que la producción de cobre se centra básicamente en objetos encuadrables dentro del grupo de las herramientas o de las armas, siendo en algunos casos difícil distinguir la función principal, mientras que la elaboración de objetos de adorno o elementos de complemento en cobre es excepcional y se documenta sólo en dos hallazgos; un aro o arandela de Bouca dos Cargos (Bougado, Sto. Tirso) y una espiral de un túmulo de Roupar (Lousada, Xermade, Lugo). Por último, la producción de objetos de plata se limita a las espirales tipo resorte, bien en cadenas como la de Antas de Ulla, o bien como ejemplares simples. - Herramientas y/o armas Dentro del grupo de objetos que podrían ser clasificados como herramientas, se constata la presencia de cinceles, punzones y cuchillos curvos o "facas" como los de Vinha da Soutilha y Pastoría (Lámina 3) que presentan una incipiente forma curva, aunque desconocemos otros detalles como la posición del filo o la forma de la base. Los cinceles presentan características morfológicas que los aproximan a las hachas planas, a excepción del ejemplar de la Casa de Cultura de Narón (Cat. 190, Lámina 1, PA7561), cuya morfo-
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BEATRIZ COMENDADOR REY
TABLA 6 MORFOLOGÍAS Y NÚMERO DE EJEMPLARES HERRAMIENTAS
N°
Punzón
7
ARMAS Alabarda
Cincel Cuchillo
8
Puí'íal espada
HERRAMIENTAS-ARMAS Hacha plana Puñal de base indefinida Puñal de escotaduras
N° 13
5
2
N° 110 2
3
ADORNOS Y ACCESORIOS Banda laITÚniforme LáITÚna de tiras Lúnula
N° 5 8 1 1
Puñal de lengüeta
29
Puñal de remaches
11
Brazal de arquero Otras piezas de láITÚna
Punta tipo Palmela
47
Aros tipo Bougado
2
Aros, arandelas Espirales tipo resorte
3
Punta de flecha con tope
3
Caenas o madejas Barras/aros macizos Cuentas macizas
PROCESO PRODUCCIÓN
13
4
33 7
Peine
1
Vajilla Relnache
3 1
N°
Posible fragmento crisol
6
Molde?
4
Torta de fundición
13
11
Pico de tobera
1
Gota de fundición
1
Preforma
1
Elemento para reciclado
1
logía es menos frecuente, ya que combina dos tipos de secciones (circular y rectangular), presentando un f1lo reducido en la parte distal. Sólo se constata la presencia de ocho punzones en el noroeste. En cuanto a las formas, son de base biapuntada y sección pseudocuadrada) los de Pastoría y O Cunho (Lámina 2, Fig. 2 Y PA7176); punzón doble losángico o ((aléne", el del túmulo de Chafé,' de base truncada de sección pseudocuadrada, el de Crasto de Palheiros (Lámina 2, PA7178); Y de sección pseudorectangular los dos ejemplares de Guidoiro Areoso (Lámina 2, PA2491 y PA4206) que aparte de ser los dos únicos conocidos en Galicia, tienen un tamaño inususalmente grande respecto a los demás punzones conocidos en el noroeste. Los tres últimos señalados son de bronce. En cuanto a las hachas (Láminas 4-12), el grupo más numeroso, predominan las de talón truncado con perf1les que van desde los rectangulares
hasta los trapeciales, y cuyos lados se presentan rectos, sin un excesivo desarrollo del f1lo. Son una excepción las de lados cóncavos, y las que presentan el f1lo destacado o el talón cóncavo o convexo. Las secciones suelen ser de tendencia rectangular y aplanada. Respecto a las dimensiones, no hay un rango especialmente destacado, aunque las pequeñas parecen las menos abundantes, así como las superiores a los 18 cm. El grupo de las mayores está prácticamente ocupado por las procedentes del depósito de Cabrales (Lam. 11), así como el hacha de Vimioso (Lám. 8, fig. 1). Aunque Harbison (1967: 106) consideró en su momento que los puñales de lengüeta no eran muy frecuentes en Galicia y Norte de Portugal, la cuantificación que hemos realizado señala del orden de 30 ejemplares. Las lengüetas son generalmente de formas trapeciales o rectangulares, aunque en algunos de los ejemplares del noroeste son
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Penímula Ibérica
tan alargadas y de lados tan apuntados, que presentan una forma pseudotrapecial. Otras presentan un martilleo lateral (rebordes), achaflanando los filos de tal manera que su sección es más rectangular que trapecial. Los f1los pueden estar rebajados a bisel, aunque es difícil observar esta característica ya que la perdida de metal por corrosión afecta fundamentalmente al contorno de la hoja. El f1l0 puede estar conformado por un rebaje a dos niveles (doble bisel) como en uno de los puñales de Atios (Lámina 18, PA6684). Estos rebajes pueden unirse tanto en la punta (Monte das Penas, Lámina 14, PA6373) como en la base (Taraio, Lámina 16, PA6690), componiendo una decoración. En algunos ejemplares, los rebajes ocupan gran parte de la hoja, señalando una meseta central destacada (Veiga dos Mouros, Lámina 16, PA6380; Roufeiro, Lámina 18, PA6891). En otros casos esta parte central se señala mediante acanaladuras decorativas que corren paralelas a los f1los (Carnota, Lámina 16, PA6692; Leiro, Lámina 16, PA6682), e incluso a los f1los y la base (Leiro, Lámina 18, PA6686). Los puñales de lengüeta de Sáo Louren<;o presentan una decoración longitudinal en el centro de la hoja. En uno se trata de un nervio que resalta en sección por ambas caras, y posiblemente está conseguido en molde. En otro se trata de una doble acanaladura paralela, también por ambas caras, que parece haber sido obtenida a cincel. En relación a la longitud, los tamaños varían, siendo el ejemplar más largo el de Atios (310 mm), para el que se podría hablar casi de puñal largo o de espada corta. Otros cinco se sitúan en el rango 300-225 mm, aunque la gran mayoría lo hace entre los 143 y 200 mm, siendo el más corto el depositado en el Museo de la Coruña de origen desconocido, de sólo 94 mm. Continuando con los puñales, se documentan dos puñales de base indefinida: el de la Gruta dos Ferreiros (Silva, Miranda do Douro) (Lám. 13, fig. 14) y el pequeño puñal del yacimiento de Pastoría (Redondelo, Chaves) (Lám. 13, Fig. 5). Ambos podrían haber sido puñales de escotaduras, como los dos nordportugueses de Sáo Louren<;o o el del distrito de Bragan<;a (Lám. 13). Por las características que presentan podrían ser hojas reaprovechadas de puñales cuya base originaria hubiera sido deteriorada.
175
Se conocen un total de diez puñales de base simple con remaches, de los que ocho pertenecen al depósito de Roufeiro (Sarreaus, Orense), y los restantes son el de Mesa de Montes (Cangas, Pontevedra) y el de Monte Penamá (Allariz, Ourense) (Lámina 5, PA6660 y PA6895). Cabe distinguir entre los puñales de remaches de sección plana, y los de tipo alabardado, que se diferencian por presentar un nervio longitudinal que les confiere una sección lenticular o romboidal acusada. El número de agujeros puede variar, aunque generalmente se presentan dos. El deterioro de las base, sin embargo puede ocultar un mayor número de agujeros que no se han conservado. Por otro lado, llama la atención la tosquedad con la que están realizados los agujeros, y otras características, como los emplazamientos asimétricos. Estas particularidades pueden responder a sucesivos reenmangues a medida que las bases se van deteriorando. Hemos recogido un total de 47 puntas tipo Palmela, el mismo que en su momento Delibes constató para la Meseta Norte (Delibes, 1977: 109). La cantidad actualizada es muy elevada si tenemos en cuenta recuentos anteriores (Harrison, 1977: 41). La mayor parte presentan la base pedunculada apuntada convexa respondiendo al tipo A de Delibes (1977: 110) (Lám. 22, 23, 24 Y25). Tienen una hoja de forma tendente a oval, algunas con bordes biselados. Por su parte, las que responden al tipo C de Delibes (Lám. 26) constituyen una minoría. Generalmente son todas de pequeño tamaño, menores que las del grupo anterior, con la excepción de la punta depositada en el M.e. (PA6699), que es la mayor de las puntas que recogemos. Un tercer grupo responde a las de difícil clasificación ya que presentan la base truncada (Lam. 21). Por último, se conocen tres puntas de flecha de pedúnculo con tope, de los que dos presentan aletas; Aldeia Nova (Miranda do Douro) y Roufeiro (Ourense) (Lámina 27). El ejemplar de la provincia de Ourense no presenta aletas, aunque dado el desgaste de la hoja, podría haberlas perdido. Respecto a las alabardas, menos las dos más que dudosas procedentes de Campo Grande (Melide) y Castro Nemenzo (Malpica), todas tienen como denominador común su hoja triangular reforzada por una nervadura media recta y placa de en-
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BEATRIZ COMENDADOR REY
mangue con tres remaches dispuestos en triángulo, aunque la de Leiro tiene algunos aspectos diferentes (Lámina 28, PA6881). Fueron clasificadas por Schubart (1973) como tipo Carrapatas o Trasmontano. En relación a los puñales del noroeste, aquellos de longitud superior a 350 mm. pueden considerarse espadas o puñales largos. Todas se enmangan mediante sistema de lengüeta con rebordes y presentan decoraciones. - Adornos y elementos de complemento o accesorios Para la elaboración de adornos y elementos de complemento o accesorios metálicos se eligió mayoritariamente el oro, y muy ocasionalmente la plata. Una morfología frecuente son las bandas de lámina (Lám. 30, fig. 1), tanto lisas como decoradas. Los investigadores individualizaron como un "gmpo tipológico" singular a las denominadas láminas de tiras (Lám. 31). En el noroeste han aparecido varios ejemplares: Agolada, Cíeere, Monte dos Mauros, Sao Bento de Balugaes) además del ejemplar asturiano de Mata'l Casare 1 (Comendador, 1996). Más excepcionales son las bandas laminiformes con forma de creciente lunar o lúnulas (Lám. 32, fig. 3), que generalmente presentan algún tipo de remate para cierre. La lúnula de Cabeceiras do Basto es la única que se conserva procedente de la Península Ibérica. Existen referencias sobre el hallazgo de otras dos lúnulas en el noroeste, las de Cerdido (Saralegui, 1894: 283) y Allariz (Barros Sibelo, 1875: 110). Cuevillas (1932) las considera castreñas teniendo en cuenta, entre otras cosas, los remates en perillas que muestra el dibujo, opinión generalmente seguida por otros autores (pérez Outeiriño, 1994: 35), aunque recientemente Bóveda y Casal (1996: 243) replantean esta cronología en base a la revisión de los dibujos conservados para ambas piezas. Algunas formas son singulares y aparecen de modo excepcional en el registro arqueológico. Este es el caso del brazal de arquero realizado en oro de Vila Nova da Cerveira (Lám. 32, fig. 4). Por sus características no parece haber tenido un uso instrumental. Las técnicas utilizadas son: fundición inicial de una chapa maciza, laminado por martillado, y decoración repujada e incisa a punzón (Arm-
bruster y Parreira, 1993: 70). La decoración únita cuatro pequeños remaches. Otro conjunto singular es el de los aros de Bougado (Lám. 32, fig. 6). Se trata de dos aros en forma de diábolo hueco, decorados con punzonamientos en la parte interna convexa, y cinco hileras de punzonamientos en el remate de la lámina de ambas caras, el más interno grueso, y los cuatro exteriores, con un punzón pequeño. A pesar de la complejidad de su elaboración, consideramos que ambas piezas pueden pertenecer al mismo ámbito tecnológico que las anteriores, aunque no han sido consideradas en otros trabajos sobre orfebrería calcolítica o del bronce antiguo de la Península. Ya en objetos fundidos, son excepcionales el peine del depósito de Caldas de Reis, fundido en molde, con decoración incisa y puas cinceladas, y la vajilla del mismo conjunto (Lám.17). Además de estos se documentan otros tipos de joyas de lámina distintos o de morfología imprecisa. Así agrupamos: diversos fragmentos de lámina (Cíe ere, Buraco da Pala, Chao do Brinco); una supuesta cinta de oro (Sarzol); chapitas posiblemente de recubrimiento (Túmulo 5 de Oirós); aplicaciones discoidales (Cabeceiras do Basto y Museo de Oviedo) (Lám. 32, figs. 1 Y 2); cilindros de chapa (Atios); y láminas cilíndricas (Túmulo 1 de Oirós, dolmen de las Llaguas). Se constata la presencia de arandelas o aros. Responden a esta morfología los dos aros de oro del conjunto de Quinta da Agua Branca (Viana) (Lám. 33, fig. 6) y posiblemente pertenecería el pequeño anillo de cobre localizado en Bou<;:a dos Cargos (Sto. Tirso). Si bien no poseemos información sobre el segundo, que no se ha conservado, los primeros fueron fundidos en molde y martillados (Armbruster y Parreira, 1993: 212). Respecto a las espirales (Lám. 33), todas las del noroeste, ya fabricadas en oro o plata, responden a una morfología tipo resorte, con un número de vueltas variable. Sobre la espiral de cobre del túmulo de Roupar no tenemos más referencias. Realizadas en oro recogemos los siguientes ejemplares: dos del conjunto de Quinta da Agua Branca; una del conjunto de Vila Nova da Cerveira; una del conjunto de Fragao da Pitorca; y una de la cista Lagares, extraviada. Los diámetros de las con-
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
servadas oscilan entre los 25 y 22 mm. Presentan un alambre liso de sección rectangular regular, que tiende a aguzarse en los extremos. Están obtenidas a partir de un régulo o barrita mediante martillado y el acabado exterior es pulido. Las espirales tipo resorte son la única morfología fabricada en plata en el noroeste, bien simples o en cadena como veremos posteriormente. Hasta el momento se han recogido siete, todas procedentes de contextos funerarios: dos de la cista de Atios (porriño), una de la cista de Chedeiro (Sarreaus), una del túmulo de Monte da Cerca (Esposende), una del cairn de Outeiro de Cregos 1 (Baiao), una del cairn de Meninas do Crasto 4 (Baiao) y una del túmulo 1 de Carvalho Mau (Cinfaes). Desconocemos la morfología de esta última, así como de una de las del conjunto de Atios que se desintegró en el momento de su hallazgo, mientras que a de Chedeiro la conocemos sólo por referencias, ya que se ha perdido. La sección de los alambres varía en los ejemplares conservados: en Atios es romboidal con la estría central marcada; en Mte. da Cerca es romboidal; en Outeiro de Cregos 1 lenticular; y en Meninas do Crasto 4 subcircular. En todas los extremos se van estrechando hasta acabar en punta. Se documentan también cadenas de espirales o madejas de alambre (Lám. 34). En oro recogemos las de Alto da Pedisqueira (Chaves), Sequeade (Barcelos) y Goiós (Barcelos). Las de Alto da Pedisqueira y Sequeade presentan, más que espirales regulares, madejas de distintos tamaños. Por el contrario, la cadena de Goiós presenta un aspecto mucho más cuidado. Más que alambre es una cinta de sección triangular con estría central bastante marcada hacia el lado externo, por el que presenta un acabado pulido. Todas las espirales, regulares, presentan el mismo número de vueltas, cuyos extremos se estrechan hasta rematar casi aguzados. En plata incluimos el aro con cadenas de espirales de plata de Antas de Ulla (360 g), donde un aro grande recoge seis cadenas con cinco espirales de tamaño decreciente cada una. Los alambres están conseguidos a partir de barritas mediante martillado. Barras o aros macizos, con extremos abiertos o cerrados (Lám. 35), son todos los pertenecientes al depósito de Caldas, incluido el denomi-
177
nado "torques de paletas", así como los pertenecientes al conjunto de Agolada, independientemente de si presentan una funcionalidad distinta o complementaria (lingotes, manillas, brazaletes, torques, etc). Las secciones pueden ser circulares, poligonales o rectangulares. Los remates aparecen aplastados con una perforación (en el denominado "torques de paletas"), o ligeramente engrosados (en los denominados brazaletes con remate en botón). Están todos fundidos en molde y martillados, y algunos perforados. El pulido o bruñido de los pertenecientes al conjunto de Caldas no parece intencional, sino resultado del roce entre unas y otras dada la colocación que tuvieron y su manipulación. Entre las cuentas macizas (Lám. 36) se recogen las de Cháos do Barbanza (Boiro) de forma bitroncocónica, y las de Buraco da Pala (passos, Mirandela), unas bitronocónicas y otras esferoidales, todas realizadas en oro. Por último, en el túmulo de Chafé se hace constar la aparición de un remache de cobre cuya morfología desconocemos (Silva et afii, 1986). - Aspectos en la distribución geográfica de las morfologías Dentro del conservadurismo formal de la lnetalistería, se advierten asimetrías regionales en cuanto a la producción y/o circulación de objetos. Aunque no se puede descartar un componente cronológico, estas asimetrías parecen señalarse con mayor fuerza en las áreas limítrofes del área del noroeste peninsular, en relación con el contacto con áreas culturales distintas, como la Meseta Norte y el centro de Portugal. Del mismo modo, la introducción de determinados objetos propios de los ajuares campaniformes parece ser más acusada en el occidente gallego y nordportugués, lo que debe ponerse también en relación con el uso de determinados tipos de enterramientos, y una mayor presencia de la propia cerámica campaniforme. Por ejemplo, la distribución de las puntas tipo Palmela marca un acusado contraste entre Galicia/Portugal occidental y la mitad oriental de Portugal, ya que en la primera se contabilizan 39, mientras que en la segunda sólo 2. Respecto a la dispersión de los tipos, es interesante señalar, en primer lugar, la ausencia hasta el momento, del tipo B de Delibes, en el que
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BEATRIZ COMENDADOR REY
el pedúnculo de la punta se forma por estrangulamiento de la hoja mediante dos escotaduras muy marcadas, es decir, con la base cóncava. En segundo lugar, indicar la práctica ausencia de las puntas tipo Palmela en Asturias, ya que incluso las presencias ocasionales, como la de Penubiña, se han relacionado con un origen meseteño (BIas, 1995). El área oriental de Trás-Os-Montes muestra además una acumulación peculiar de alabardas. A pesar de que la asociación de puñales de lengüeta y alabardas es una idea frecuente, resulta sorprendente que la mayor acumulación de alabardas englobadas dentro del tipo Carrapatas ocurra precisamente en un área donde no se ha localizado hasta el momento ningún puñal de este tipo.
4.4. Valoración de los pesos Hemos realizado un cálculo orientativo del peso global, estableciendo un peso teórico para las distintas morfologías resultado del redondeo de los valores medios de la serie de pesos (Tabla 7). Según nuestra estimación (Tabla 8), el mayor peso corres-
ponde a los objetos de cobre. Respecto a la cantidad de oro, de los 17.652 Kg de oro, 14.900 corresponden al peso de la parte conservada del depósito de Caldas (del que se habrían perdido otros 13.750 Kg) Y sólo alrededor de 2.750 Kg al resto de toda la orfebrería de este período en el noroeste. Constituyen una minoría los objetos realizados en bronce y en plata, material este último que no supera en el noroeste los 0,4 Kg, aunque debemos señalar que Montero (1994: 216) calcula tan sólo 2,541 Kg para la totalidad de la plata argárica. En relación al área asturiana, generalmente se considera que el peso de las piezas metálicas de cobre recuperadas es menor al del resto del noroeste. Sin embargo, en el Área de Distribución 12 (Asturias oriental) se hallaron el depósito de Cabrales (Asiegu, Onís) de unos 7,5 Kg y el depósito de Gamoneu (Boia, Onís) de 3,5 Kg, ambos localizados en las proximidades de la mina de cobre del Milagro. De hecho, el peso en cobre de las Áreas de Distribución 10, 11 y 12 alcanza un valor de 17,46 Kg, no muy inferior al resto de los hallazgos gallegos y de todo en Norte de Portugal juntos (26,7 Kg).
TABLA 7 VALORES PARA EL CÁLCULO DE PESOS TOTALES OBJETO
PESO MEDIO TEÓRICO (g)
CINCEL
203,54 g
PUNZON
8,5 g
HACHA PLANA
443,23 g
PUÑAL ESCOTADURAS
72,5 g
PUÑAL DE LENGÜETA
85,65 g
PUÑAL DE REMACHES
93,08 g
PUNTA PALMELA
14,22 g
ALABARDA
429,54 g
ESPADA
338 g TABLA 8 CÁLCULO TOTAL DEL PESO BRONCE
COBRE
ORO
PLATA
(Real conocido 60.81 %)
167,7g
37490 g
16847 g
368 g
54872g
Total calculado
628 g
64435,5g
17652,7g
392,4g
83309g
PORCENTAJE
TOTAL
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
La mayor cantidad de cobre se empleó en la fabricación de las hachas, que incluso llegan a superar 1 Kg de peso. Para otras morfologías, como los puñales de lengüeta, de los que conocemos el valor real de casi el 80%, el peso total ronda tan sólo los 2,5 Kg. En un reciente trabajo (Comendador, 1999) hemos estimado, que el peso de las hachas planas de cobre gallegas ronda cantidades aproximadas al peso de las consideradas pertecientes al denominado bronce medio (15,5 Kg), por lo que no parece que el volumen de producción/ circulación de hachas haya despegado en este período. Sólo se podría considerar una mayor circulación de metal en relación a la distribución
179
de este peso por año, ya que la producción del bronce medio se considera concentrada un período más corto. En todo caso, para el peso empleado en hachas gallegas del calcolítico/bronce antiguo, se estima grosso modo, un peso de 15 g / año, y para el bronce medio de 31,3 g/año, crecimiento muy inferior en relación al experimentado en la fase final de la edad del bronce, donde se estima un peso de 1408 g/año. Valga como dato orientativo para proponer que únicamente durante el bronce final (1100-700 a.e.) se produce un ostensible cambio en las escalas de producción/ circulación de metal en Galicia.
LÁMINAS: OBJETOS DEL CATÁLOGO AGRUPADOS POR MORFOLOGÍAS
183
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 1. GRUPO 1. HERRAMIENTAS. Cinceles. 1. Arcos de Valdévez (Monteagudo, 1977: n° 27), Cato n 9; 2. Montalegre, Cato 061; Sao Louren<;o (M., 1977: n° 143), Cato 053a; 4. Pastoría (Cruz, 1992b: fig. 39), Cato OS6a; PA6376. San Pedro de Buriz (M., 1977: n° 68), Cato 012; PA6697. Nogueira (M., 1977: n° 428). Cato 021; PA7561. Casa Cultura de Narón. Cato 190.
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LÁMINA 2. GRUPO 1. HERRAMIENTAS. Punzones. 1. Pastoría (Cruz, 1992b: fig. 39, nO 8), Cato 056c; PA24914206. Guidoiro, Cato 094ab; PA7176. Cunho (Sanches, 1992: Est. XLII, fig. 5), Cato 155; PA7178. Crasto de Palheiros, Cato 139b.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 3. GRUPO 1. HERRAMIENTAS. Cuchillo curvo de Pastoría (Cruz, 1992b, fig. 39), Cato ü56b.
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LÁMINA 4. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hachas de talón truncado, perftl rectangular y lados rectos. 1. Barbabadaes da Cima (M., 1977: n° 293), Cato 052; 2. Lousada (M., 1977: n° 291), Cato 098; 3. Grandas de Salime (BIas, 199192: fig. 1, nO 4), Cato 165; Guimaraes (M., 1977: nO 300), Cato 116; 5. Cháo de Cótora, Cato 161; Barroso (M., 1977: n° 295), Cato 060; AA0708. Provincia de Pontevedra 1. (Dibujo inédito de Delibes y FernándezManzano), Cato 078; PA6379. Manción, Cato 095; PA6656. O Castañal, Cato 033; PA6658. Moureote, Cato 093; PA6659. San Xurxo de Sacos 1, Cato 088; PA6698. Cambre (M., 1977: 0° 311), Cato 065; PA6871. Provincia de A Coruña (M., 1977: nO 310), Cato 075; PA6880. Ourense? (M., 1977: n° 298), Cato 038.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 5, GRUPO 2, HERRAMIENTAS-ARMAS, Hachas de talón truncado, perfil rectangular y lados rectos: PA6378, Lobán (M" 1977: n° 288), Cat, 014; L Melide (M" 1977: n° 308), Cat, 019; 2, Oviedo (M, 1977: n° 313), Cat, 201; 3, Penarrubia (M., 1977: n° 288A), Cato OOS; PA6377. Lugo (M., 1977: n° 289), Cato 006; PA6879. Roufeiro 1 (M., 1977: nO 297), Cato 044a; 4. San Xurxo de Sacos 2. (M., 1977: 303), Cato 089; Oviedo (M., 1977: n° 122), Cato 202; 6. Chaves (M., 1977: n° 294), Cato 058. Hachas de talón cóncavo, perfil rectangular y lados rectos: 7. Castro Laboreiro (M., 1977: n° 301), Cato 049; 8. Alijó (M., 1977: n° 287), Cato 140; 9. Ponte da Barca (M., 1977: n° 238), Cato 121; 10. San Mamede do Carballal (M., 1977: nO 312), Cato 026.
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Dpe·.~,·~.,-~iiiiiiiii¡!!!!~¡r.,." LÁMINA 6. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hachas de talón truncado, perftl trapecial y lados rectos. 1. LLano de Con (M., 1977: nO 181), Cato 179; 2. Chaves (M., 1977: n° 239), Cato 059; 3. Oviedo (M., 1977: n° 202), Cato 199; 4. Villoria (M., 1977: nO 182), Cato 169; 5. El Milagro (M., 1977: nO 683A), Cato 180a; 6. Vilar do Monte, Cat. 122; 7. Lousa, Cato 157; 8. S. Pedro de Ribas (Freitas, 1989), Cato 141b; 9.Gamoneu (BIas, 1980: fig. 3, n° 1), Cato 182; PA6370. Lugo. (M., 1977: n° 443) Cato 007; PA6371. S. M'. de Carballido (M. 1977: n° 138), Cato 016; PA6657. Ferreiroa, Cato 028; PA6881. Roufeiro 2 (M., 1977: n° 137), Cat. 044b; PA756ü. Casa Cultura de Narón, Cat. 191.
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 10. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hachas de talón convexo, perfIl trapecial y lados rectos. 1. Terras de Bouto (M., 1977: n° 16), Cato 118; 2. RonEe (M., 1977: n° 91), Cato 099; 3. S. Bartolomeu do Mar (Almeida, 1987), Cato 110; PA6655. Lérez, Cato 092.
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LÁMINA 11. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hachas de talón truncado, perfil rectangular y lados rectos. 117. Hachas del depósito de Cabrales (M., 1977: n° 183, 184, 185, 186, 187, 189, 190, 191, 192, 193, 194, 195, 196, 197, 198,199, 199A), Cato 181ao.
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LÁMINA 12. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hachas de talón fragmentado. 1. Sao Louren<;o (M., 1977: n° 343, Cato ü53b); 2. Monte da Penha (M., 1977: n° 17 y 299), Cato 112b; PA6687. Museo de A Coruña, Ca. 185; PA7179. Buraco da Pala, Cato 138h.
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LÁMINA 13. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de escotaduras. 1. Distrito de Bragans:a, Cato 149; 2. Sao Lourens:o (Cruz, 1992b: fig. 30, n° 4), Cato OS3d; Sao Louren<;:o (Vinha Sanguinheiro) (Cruz, 1992b: fig. 30, nO 5), Cato OS3g. Puñales de base indefinida. 4. Gruta dos Ferreiros (Sanches, 1992: Est. XXlI, fig. 2), Cato lS2c; 5. Puñal de Pastoría (Cruz, 1992b: fig. 39, nO 7), Cato OS6d.
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LÁMINA 14. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de lengüeta simple pseudotrapecial, de lados cóncavos. PA6373. Monte das Penas, Cato 022; PA6644. Monte das Cabras, Cato 031d; PA6892. Pena Corneira (Delibes y Rodríguez, 1973), Cato 042a.
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LÁMINA 15. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de lengüeta simple pseudotrapecial de lados apuntados rectos. 1. A Bastida (pérez y Parga, 1924), Cato 036; 2. Chá do Carvalhal (Cruz, 1992a: fig. 24, n° 1), Cato 130; 3. Sao Louren<,:o (Cruz, 1992b: fig. 39, nO 6), Cato 053f; 4. Sao Louren<,:o (Cruz, 1992b: fig. 39, n° 3), Cato 053e; PA6691. Leira 1 (Meijide, 1989), Cato 077b; PA6696. Leiro 5 (Meijide, 1989), Cato 077f; PA6700. Leiro 4 (Mejide, 1989), Cato 077e.
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LÁMINA 16. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de lengüeta trapecial de lados apuntados cóncavos (sin y con rebordes). 1. Castro Laboreiro (Cruz, 1992b), Cato 050; 2. Fisterra, Cat. 064; PA6380. Veiga dos Mauros, Cato 002; PA6682. Leiro (Meijide, 1989), Cat. 077c; PA6686. Leiro (Meijide, 1989), Cato 077d; PA6690. Taraio (RuizGálvez, 1979), Cato 067; PA6692. Carnota (RuizGálvez, 1979), Cato 063; PA6694. Museo de A Coruña, Cat. 189.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la PenínSllla Ibérica
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LAMINA 17. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de lengüeta rectangular alargada de lados cóncavos. 1. Chá do Carvalhal (Cruz, 1992b: fig. 24, n° 2), Cato 130; 2. Alto dos Mouros (Cruz, 1992n: fig. 24, n° 1), Cato 062b; PA6683. Atios, Cato 094e.
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LÁMINA 18. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de1engüeta rectangular de lados cóncavos con rebordes. 1. Cueva del Cuélebre (BIas, 1987: fig. 2, n° 3), Cato 177; PA6684. Arios, Cato 094f; PA6891. Roufeiro, Cato 044g; 2. Puñal de lengüeta rectangular y remaches de Puertu Gumial, Cato 167b.
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LÁMINA 19. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puñales de remaches. PA6660. Mesa de Montes, Cato 085; PA68846887. Roufeiro 14, Cato ü44hk; PA68896890. Roufeiro 56, Cato 044111; PA6895. Monte Penamá, Cato 039.
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LÁMINA 20. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS, Puñales alabardados. 1. Roufeiro, Cato 044e; 2. Puertu Gumial, Cat 167a; 3. Supuesta alabarda de Castro Nemenzo (Seg. foto Alvarez Carballido, 1907: fig. 2), Cato 066; PA6888. Roufeiro, Cato 044f.
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LÁMINA 21. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Hojas de puntas tipo Palmela de base indefinida. 1. Gandón, Cato 082; 2. Chá do CarvalhalS (Cruz, 1992a: fig. 24, n° 7), Cato 130e; 3. Chá de Arefe (Silva et alii, 1981: Est. IV, fig. 2), Cato 104; 4. Museo de Oviedo (BIas, 199192: fig. 1, n° 2), Cato 196; PA6382. Veiga dos Mauros 4, Cato 002e.
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LÁMINA 22. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas tipo Palmela. Grupo A. 1. Alto dos Mouros (Cruz, 1992b: fig. 42, nO 2), Cato 062a; 2. Sáo Louren<;o (Cruz, 1992b: fig. 39, n° 1), Cato 053c; 3. Penubiña (Bias, 199192: fig. 1, n° 1), Cato 174; PA6646. Monte da~ Cabras 1, Cato 031 a; PA6648. Arbo, Cato 046; PA6893. Pena Corneira (Delibes y Rodríguez, 1973: fig. 2), Cato 042b.
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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7,5cm
LÁMINA 23. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas tipo Palmela. Grupo A. 1. Bu<;:os, Cato 047; 2. Samarugo 1, Cato OBa; 3. Pena Grande de Oleiros (Cuevillas, 1933: fig. 3), Cato 023; 4. Liméns 2 (García Alén, 1970), Cato 084b; PA6375. Samarugo 2, Cato OBb; PA6383. Cela, Cato 080; PA6649. Gondomar?, Cato 090; PA6693. Museo de A Coruña, Cato 187.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
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LÁMINA 24. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas tipo Palmela. Grupo A. 14. Chá do Carvalhal (Cruz, 1992a: fig. 24, nO 6543), Cato 130cabd; 5. Sanfíns (Cruz, 1992b: fig.24, n° 7), Cato 097; PA6896. Saceda, Cato 045; PA7562. Burela, Cato 010.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 25. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas tipo Palme1a. Grupo A. 13. S. Bento de Balugaes (Schubart, 1973: fig. 8b), Cato 106dbc; 4. Veiga dos Mauros 1, Cato 002b; PA63726381. Veiga dos Mauros 23, Cato 002cd; PA66456647. Monte das Cabras 32, Cato 031 cb.
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LÁMINA 26. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas tipo Palmela. Grupo C. 1. Miranda do Douro, Cato 150; 2. Desconocido, Cato 184; 3. Vilar, Cato 103; 4. Aldeia Nova (Sanches, 1992: Est. XXVIII, fig. 3), Cato 151b; PA6688. Parxubeira M4 (Rodríguez Casal, 1989: 57), Cat, 069; PA66956699. Museo de A Coruña. Cato 188186; PA6889. Parxubeira M2. (Rodríguez Casal, 1989: 57), Cato 068; PA7130. Illa de Barxés (Eguileta, 1994), Cato 043.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 27. GRUPO 2. HERRAMIENTAS-ARMAS. Puntas de flecha con tope. 1. Aldeia Nova (Sanches, 1992: Est. XXVIII, fig. 4), Cato 1Sla; PA6883. Roufeiro, Cat 044d; PA6897, Ourense?, Cato 037.
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LÁMINA 28. GRUPO 3. ARMAS. Alabardas. lad. Alabardas de Serra de Bornes, CaL 136dcba; 2ab. Alabardas de Carrapatas, Cato 134ab; 3ab. Alabardas de Abreiro (Bartholo, 1958: fig. 56), Cato 137ab; 4. Alto das Pereiras (Cruz, 1992b: fig, 42, n° 5), Cato 158; AA1042. Fariza (López Plaza y Santos, 198485: fig. 1), CaL 160; PA6681. Leiro (Meijide, 1989: 161), Cato 077a.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península 1bén"ca
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LÁMINA 29. GRUPO 3. ARMAS. Puñalesespada. 1. Quinta da Auga Branca, Cato 124f; 2. Santiago (Almagro, 1973: fig. 1), Cato 073; PA6680. Santa Comba (RuizGálvez, 1979: fig. 1, n° 1), Cato 072.
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LÁMINA 30. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Bandas o diademas de lámina. 1. Quinta da Agua Branca (Fingel, 1992b: Taf. 62, fig. 1), Cato 124c; 2. Veiga dos Mauros (Fingel, 1992b: Taf. 19, fig. 8), Cato 002a; 34. Cícere (Fingel, 1992b: Taf. 17, fig. 21), Cato 071ab.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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1
2
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5
7
LÁMINA 31. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Láminas de tiras. 1. Agolada, Cato 029c; 2. S. Bento de Balugaes (pingel, 1992b: Taf. 49, fig. 2), Cato 106a; 3. Monte dos Mauros (BIas, 1994: fig. 1), Cato 024b; 4. Mata'l Casare (BIas, 1994: fig. 4), Cato 173; 5. Fragmentos de lámina de tiras de Caldas de Reis (RuizGálvez, 1978: fig. 1, n° 4), Cato 081; Cícere (pingel, 1992b: Taf. 17, fig. 3), Cato 071d; 7. Fragmentos "pulsera" de tiras de Cícere (pingel, 1992b: Taf. 17, fig. 3), Cat 071e.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
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LÁMINA 32. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Joyas de lámina. 1. Aplicaciones discoidales de Cabeceiras do Basto (pingel, 1992b: Taf. 50, fig. 12), Cato 48ab; 2. Aplicación discoidal del Museo de Oviedo (pingel, 1992b: Taf. 32, fig. 21), Cato 194; 3. Lúnula de Cabeceiras do Basto (pingel, 1992b: Taf. 50, fig. 3), Cato 048c; 4. Brazal de arquero de Vila Nova da Cerveira (pingel, 1992b: Taf. 62, fig. 8), Cato 12Sb; 5. Fragmentos de lámina de Cícere (pingel, 1992b: Taf. 17, fig. 79), Cato 071c; 6. Aro de Bougado (pingel, 1992b: Taf. 58, fig. 6), Cato 101; 7. Cilindros de Arios, Cato 094cd.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 33. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Espirales de plata. 1. Meninas do Crasto 4 Oorge, V, 1983a: fig. 13), Cato 132; 2. Monte da Cerca Oorge, V, 1980: Est. XVI, fig. 1B), Cato 111; 3. Chedeiro (Delibes y Rodríguez, 1976), Cato 041; 4. Outeiro de Gregos 1 Oorge, V, 1980: Est. XVI, fig. lA), Cato 133; 5. Atios, Cato 094b. Arandelas y espirales de oro. 6. Quinta da Agua Branca (pingel, 1992b: Taf. 62, fig. 36), Cato 124; 7. Fragao da Pitorca, Cato 057a; 8. Vila Nova da Cerveira (pingel, 1992b: Taf. 62, fig. 7), Cato 125 a.
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BEATR1Z COMENDADOR REY
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LÁMINA 34. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Cadenas de espirales. 1. Alto da Pedisqueira (Finge!, 1992b: Taf. 62, fig. 9), Cato 051; 2. Goiós (Finge!, 1992b: Taf. 49, fig. 5), Cato 105; PA6652AE. Antas de Ulla (Hernando, 1983: 187), Cato 025.
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Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 35. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Argollasbarras macizas. 12461275. Caldas de Reis (RuizGálvez, 1979: fig. 2,3, 5), Cato 081; 12. Agolada, Cato 029.
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BEATRIZ COMENDADOR REY
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LÁMINA 36. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS. Cuentas macizas. 1. Chaos de Barbanza (Bóveda, 1995), Cato 076; 2. Buraco da Pala (Sanches, 1995: Est. 105), Cato 138.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 37. GRUPO 4. ADORNOS Y ELEMENTOS ACCESORIOS..13. Vasos y jarra de Caldas de Reis (RuizGálvez, 1978: fig. 1, n° 13), Cato 81aeagaf; Peine de Caldas de Reis (RuizGálvez, 1978: fig. 1: nO 5), Cato ü81ah.
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LÁMINA 38. GRUPO 5. ELEMENTOS DEL PROCESO PRODUCTIVO. 1. Posibles fragmentos de crisol de Lavapés, Cato 083; 2. Cubilete del Túmulo de Guilhabreu (Fuera de catálogo); 3. Pico de tobera de Buraco da Pala, Cato 138i; PA6651. Fragmento de crisol de O Fixón, Cato 086.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 39. GRUPO 5. ELEMENTOS DEL PROCESO PRODUCTIVO. 1. Molde de Cháo do Bordel, Cato 015; 2. Molde de Monte do Castro, Cato 091; 3. Molde varillas de Gominhaes, Cato 113a; 4. Afilador de Gominhaes, Cato 113b; 5. Supuesto molde o mortero de Monte da Penha, Cato 112c.
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LÁMINA 40. GRUPO 5. ELEMENTOS DEL PROCESO PRODUCTIVO. Tortas de fundición. 1. Museo de Oviedo (BIas, 199192: fig. 1, n° 3); Cato 197; 26. Gamoneu (BIas, 1980: fig. 312), Cato 183efabghijklllme.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
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LÁMINA 41. GRUPO S. ELEMENTOS DEL PROCESO PRODUCTIVO, PA6882. Preforma de producción de puñales de Roufeíro, Cato 044c; PA7177. Fragmentos amorfos de Crasto Palheíros, Cat.139a; 1. Filo de hacha de Monte da Penha, Cato 112a.
5.
EL PROCESO METALÚRGICO DE PRODUCCIÓN A TRAVÉS DEL ESTUDIO ANALÍTICO
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
En este capítulo utilizaremos únicamente los análisis del Programa de Arqueometalurgia de la Península Ibérica, dado que otras series de análisis (Tabla 1, Tabla 2) no presentan valores fiables con los que pueda establecerse una comparación. Sin embargo utilizaremos las informaciones de otras series analíticas cuando resulten orientativas de algún aspecto en concreto.
5.1. Abastecimiento de mineral de cobre En Galicia es llamativa la disociación entre la distribución de los recursos de cobre y la de los hallazgos de objetos metálicos, concretamente en relación a las masas polimetálicas de Cabo Prior, al grupo de mineralizaciones de cobre asociadas al macizo básico de Santiago de Compostela, así como a la amplia variedad de recursos que ofrecen las sierras orientales gallegas. La regularidad de los patrones compositivos no permite contrastar mediante la analítica la utilización de estos recursos, aunque si plantear con cierto fundamento la hipótesis de la utilización de recursos locales en algunas de las Áreas de Distribución. El Área de Distribución 4, la esquina noroccidental de Galicia, presenta una acumulación de hallazgos, de los que hemos analizado seis objetos de cobre (pA6680A-B, PA6698, PA6690, PA6688, PA6689, PA6692). En general, todos muestran una presencia muy elevada de arsénico (dos son los más altos de Galicia) que podría ser relacionada con la composición de las menas de cobre de esta zona. El análisis de dos puntas tipo Palmela procedentes de sendos monumentos distintos de la necrópolis de Parxubeira (San Fiz de Eirón, Mazaricos) (pA6688 y PA6689) arrojó una altísima cantidad de arsénico (As), así como la presencia de antimonio (Sb) y de bismuto (Bi). El bismuto sólo aparece en cinco de los objetos analizados para todo el noroeste, y significativamnente lo hace en estos dos tan próximos entre si y de morfología tan similar. Minerales como la bismutina son muy raros, y se encuentran en Galicia de manera escasa en la mina de Sta. Comba o Barilongo y en las minas de Monteneme, así como en los minerales auríferos de Corcoesto (Mirre, 1992: 77; Xunta, 1991: 99-103)
227
(Vid. cap. 3), cotos mineros localizados todos a menos de unos 30 km de la citada necrópolis. Además presentan cierto contenido en antimonio, que también aparece en la química de Santa Comba. Estas cuestiones permiten plantear que la composición de estas piezas refleja una posible producción metalúrgica local con reducción de recursos cercanos de cobre que presentan una alta presencia de este elemento como impureza. La misma hipótesis se puede proponer para el Área de Distribución 3, en relación a la mitad suroriental gallega, donde se localizan una serie de hallazgos dispersos en conexión con los valles del Limia y el Arnoia. Como hemos referido (Vid. cap. 3), en esta zona abundan los indicios y antiguas labores de minerales de estaño, a los que se asocian cuerpos sulfurosos con cobre. Al estudiar la distribución de elementos en los análisis compositivos de los objetos gallegos resultó llamativa la presencia de niquel (Ni) en doce de ellos, de los que nueve localizados en relación de proximidad, corresponden al área suroccidental de la provincia de Orense; cinco piezas del depósito de Roufeiro (Sarreaus) (PA6889, PA6888, PA6883, PA6691, PA6881); tres puntas tipo Palmela de: Saceda (Cualedro) (PA6896), Illa de Barxés (.Muiños) (PA7130) y Pena Corneira (Leiro) (PA6893); y un hacha de Aguís (Celanova) (PA6894). Presentan indicios de Sb-Ag-Ni (menos uno) y valores en torno al 1% de As. A través del análisis de muestras, las mayores concentraciones en p.p.m. de niquel en Galicia se relacionan con los principales cuerpos de sulfuros polimetálicos, en los que también hemos identificado cobre: el macizo básico de Santiago y el lineamiento Covas, Santa Comba-Corcoesto, Noia, donde las concentraciones oscilan entre 500-1000 p.p.m. alcanzando niveles superiores al 1000 p.p.m. En el sur de Ourense la presencia de niquel alcanza las 1000 p.p.m. en Laza y otros puntos aislados (Xunta, 1992). Consideramos que la presencia de impurezas de niquel en la composición de estos objetos recuperados en un área tan concreta, podría traducir la existencia de una producción metalúrgica que beneficia un mismo tipo de recursos de cobre que contienen niquel como impureza, y cuyo proceso productivo mantiene esta presencia. Aunque no aventuramos su posible procedencia, su origen no tendría por qué ser foráneo.
228
BEATRIZ COMENDADOR REY
No somos partidarios de la hipótesis de un único abastecimiento en las zonas calizas orientales astur-leonesas. Nos parece que un modelo de abastecimiento diversificado, junto al tránsito de objetos acabados, se sostiene más que el recurso único a los minerales asturianos, sin desestimar la movilización de esfuerzos para la obtención del mineral o del producto ya acabado. Por otro lado, la posibilidad abierta de reducción de sulfuros de cobre cambia la perspectiva sobre la "riqueza" o "pobreza" de recursos, ya que al menos en Galicia, este tipo de minerales son abundantes, y se relacionan en mayor medida con la distribución de hallazgos metálicos que los minerales secundarios (Comendador, 1997). Cabe señalar por último que el conocimiento de las potencialidades de cada área queda expresado también en la fabricación de objetos de variscita u otros minerales que aparecen en los yacimientos que tratamos.
5.2. Tecnología productiva - Producción en cobre El estudio analítico se ha realizado en 91 objetos del catálogo, dentro del Programa de Arqueometa-
ID~OBJETOS
lurgia. La muestra analizada sólo es significativa para Galicia donde han sido estudiados 77 objetos que representan alrededor del 47 % , mientras que a Portugal sólo pertenecen 5 análisis y 9 a otros tantos objetos en museos gallegos aunque de procedencia desconocida. Ante la escasez de elementos del proceso productivo localizados (o identificados) en el registro arqueológico, la mayor parte de las consideraciones sobre la tecnología productiva han de hacerse en base a las características de los objetos acabados. Algunas metalografías practicadas a los objetos de cobre gallegos (pA6372, PA6381, PA6371) muestran inclusiones de óxido cuproso que sugiere la reducción/ fundición del cobre en un ambiente poco reductor, donde no hay un control sobre la oxigenación, aspectos característicos de la utilización de vasijas-horno. Las impurezas detectadas en el cobre señalan un proceso reductor similar al de otras regiones. La composición de los minerales de cobre utilizados, además del proceso seguido, condicionan la composición del metal. Ambos factores determinan que no se puedan intepretar los contenidos de arsénico como producto de una aleación intencional. De hecho para la mayor parte del conjunto no se detecta la utilización de aleaciones, tanto para la
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FIGURA 2.- Distribución del contenido de Arsénico por rangos en los objetos analizados.
229
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
TABLA- 9 VALORES DE ARSÉNICO (%) EN OBJETOS DE COBRE POR ÁREAS DE DISTRIBUCIÓN
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AD2
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AD5
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21
7
17
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N° ANÁLISIS
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1,725
1,123
5,51
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0,7
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2,129
1,1086107
0,731
3,825
1,84
0,47
MINIMO
0,237
0,377
MAXIMO
7,669
3,982
VVM.M.As (%
metalurgia del cobre, como para la del oro o la plata y las primeras aleaciones con estaño constituyen una excepción. En relación al contenido de arsénico, la distribución por intervalos señala el descenso progresivo del porcentaje de objetos cuanto mayor es el contenido de arsénico (Figura 2). Los valores medios más altos de arsénico corresponden a los objetos recuperados en el Área de Distribución 4, cornisa noroccidental gallega y los más bajos se observan en el Área de Distribución 3, para el sur de la provincia de Ourense (Tabla 9). En relación al resto de las morfologías, los contenidos en arsénico de puñales y espadas de lengüeta son mayores (Figura 3), tendencia que también se observa en los objetos analizados en la serie S.A.M. Gunghans et alii, 1960, 1968) no sólo para puñales y espadas, sino también para las alabardas. N o es un caso aislado en el noroeste, sino que ocurre en la metalurgia de varias culturas de la edad de bronce Europea (Craddock, 1995: 288). Se ha pretendido una relación del tamaño de los puñales con sucesivos momentos cronológicos, de mo- .
0,195
°
2,997
11,53
0,258
°
1,551
7,141
do que los ejemplares más largos y de lengüeta más pequeña responderían a las cronologías más recientes dentro de la tradición campaniforme, por lo que deberían presentar también los valores más altos de arsénico. Hemos pretendido ratificar esta relación entre los valores de arsénico y la longitud de los puñales, sin embargo la gráfica muestra como algunos de los puñales lnás pequeños muestran valores altos de arsénico y viceversa (Figura 4). Por otra parte, aunque se consideró que la presencia de arsénico en las hojas de puñales podría incrementar la dureza, las metalografías demuestran que no se explotan las ventajas de la aleación (Figura 5). En el caso del puñal de Monte das Penas, el recocido fue insuficiente para la recristalización, y por tanto, el artesano no supo aplicarlo correctamente para recuperar las cualidades del metal. Singular es el caso de la alabarda y los puñales, dado que todos presentan un proceso técnico similar, consistente en una primera forja en frío, un recocido y de nuevo un acabado mediante forja. En el caso del puñal/ espada de Sta. Comba, sabe-
N° de objetos 12 , - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , . -- .. ·RITOS objetos
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o~-==~=-------~----..;.~~-~ O 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4 4,5 5 5,5 6 6,5 >7 % FIGURA 3.- Distribución geneml del contenido de Arsénico en los puñales y en otras morfologías.
Santa Comba V.dosM. Camota Taraio M.d.C. Leiro 4 Leiro2 Leiro I Atios C. Leiro 3 M.Penas Leiro 5 Roufeiro P.Comeira M.C.
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FIGURA 4.- Valores de As (%) en puñales/espadas de lengüeta y relación con su longitud.
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FIGURA 5. PA6372. Punta Palmela (500 x). Estructura de deformación en frío; PA6381. Punta Palmela (200 x). Estructura de deformación en frío; PA6373. Puñal de lengüeta (500 x). Estructura residual de fundición deformada por trabajo en frío, con ligera recristalización térmica; PA4206. Punzón de bronce (200 x). Recristalización a alta temperatura, tras una deformación en frío; PA6681. Alabarda (200 x), PA6383. Puñal de lengüeta (200 x) y PA6680A. Puñal/espada (200 x). Estructura de granos poligonales maclados. Proceso en tres fases, de deformación en frío, recocido y nueva deformación en frío; PA6374. Aguja de bronce con plomo (500 x) (Fuera de catálogo). Estructura de forja en frío y recristalización térmica posterior; PA6682. Puñal de lengüeta (500 x). Proceso en tres fases, de deformación en frío, recocido y nueva deformación en frío; PA7176. Punzón (200 x). Estructura de deformación en frío con un recocido posterior insuficiente; PA7178. Punzón de bron~e (200 x). Forja en frío y recristalización completa; PA6679. Espiral de plata (500 x). Forja en frío alternando las fases de estirado con recocidos térmicos.
PA6381
PA6372
N
O
lJ,l
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
231
TABLA 10 TÉCNICAS APLICADAS SEGUN LAS MICROGRAFIAS. Fundición
Forja en frío
Recocido
Forja en frío (2)
P. Palmela Vilavella (Cu)
x
x
-
-
OBJETO P. Palmela Vilavella (Cu)
x
x
-
-
Puñal Mte. das Penas (Cu)
x
x
LEVE
-
Punzón Cunho (Cu)
x
x
LEVE
-
Alfiler Fixón (Cu-Sn-Pb)
x
x
x
-
Espiral Atios (Ag)
x
x
x
-
Punzón Mun;a (Cu-Sn)
x
x
INTENSO
-
Punzón Guidoiro(Cu-Sn)
x
x
INTENSO*
-
Alabarda Leiro (Cu)
x
x
INTENSO
LEVE
Puñal Corto Atios (Cu-As)
x
x
x
x
Pu-esp. Sta.Comba (Cu-As)
x
x
x
x
Puñal de Leiro (Cu-As)
x
x
x
x
(*) El punzón de Guidoiro fue enfriado lentamente, por lo que no se retuvo la fase beta. Para conseguir una buena calidad de material en una pieza con un contenido en Sn tan alto, se procede a enfriar la pieza bruscamente (quenching) introduciéndola en agua o aceite).
mas que el trabajo de martilleo era más intenso en los filo, que de este modo ganarían en dureza. Sin embargo este y otros ejemplos presentan distintos contenidos en As, por debajo y por encima del hipotético 3% ideal para obtener el máximo partido a la aleación. En general las metalografías muestran como no siempre se aplica un tratamiento de forja, o cuando se aplica se hace sin tratamiento térmico o si se utiliza resulta insuficiente para devolverle sus propiedades al metal (fabla 10). En el mayor contenido de As de estos objetos se pueden aducir varios factores, tanto relativos al proceso reductivo desarrollado, a la presencia de este elemento en los minerales utilizados, como al propio proceso de fundición. Además, tecnológicamente el metal necesario para fabricar objetos delgados de gran tamaño plantearía problemas en caso de utilizar material de reciclado (y por tanto con menos As). La observación directa muestra algunas imperfecciones en el proceso de colado, como contracciones o burbujas gaseosas. Algunos objetos macizos, tanto en cobre como en oro, muestran la superficie de bruto de colada sin regularizar en toda su superficie o en su interior. Otras presentan un mejor acabado o incluso un pulido.
Aunque en los objetos hay una suceSlOn cronológica determinada por la aplicación de nuevos conocimientos, para la mayor parte de la muestra no es posible tecnológicamente diferenciar fases sucesivas, ya que excepto los bronces, los objetos comparten los mismos tipos de tratamientos, con ligeras diferencias según las morfologías producidas. La metalografías muestran una progresiva mejora en la aplicación de estas técnicas, pero en relación a un período más amplio que alcanza hasta el 1 milenio a. C. A través del estudio de un conjunto cerrado como el del depósito de Roufeiro podemos replantear ciertas secuencias tipológicas y supuestas tradiciones metalúrgicas distintas. Se ha considerado que este depósito reune objetos pertenecientes a cronologías distintas y también tradiciones metalúrgicas diferentes: una, la más antigua, dentro de la denominada metalurgia de tradición campaniforme, especialmente representada por el puñal de lengüeta; y otra, más reciente (conectando con el bronce medio) que estaría dentro del ámbito de la metalurgia argárica, representada principalmente por los puñales de remaches. Sin embargo el estudio que hemos realizado nos permite afirmar al menos que
232
BEATRIZ COMENDADOR REY
la producción de los objetos no responde a tradiciones tecnológicas distintas. En primer lugar, podemos observar que los objetos comparten impurezas similares As-Ag-Sb, y como ya hemos comentado aparece Ni en cinco de los doce componentes conservados del depósito: el hacha de perfil trapecial, dos de los puñales de remaches (uno de ellos de tipo alabardado), la punta de flecha y el puñal de lengüeta, lo que permite conectar con un mismo proceso productivo e incluso con la utilización de recursos similares a objetos que se han venido considerando diacrónicos (Figura 6). Por otro lado, resulta significativa la distribución de los valores de arsénico. Cabría esperar que elementos como el puñal de lengüeta presentasen altos niveles de arsénico en relación a la tradición campaniforme y no así los puñales de remaches. Sin embargo, de los siete elementos del depósito que pueden considerarse cobres arsenicados, uno es el puñal de lengüeta, pero en contra de los esperado no presenta ni tan siquiera el valor más alto. Los dos máximos valores corresponden a dos de los puñales de remaches de supuesta tradición argárica. Así pues, tecnológicamente no es posible vincular a los objetos de este conjunto con tradiciones metalúrgicas distintas, aunque formalmente se ha-
yan podido crear (o imitar) formas diversas quizás emparentables con otros ámbitos culturales. Además su composición sigular las aproxima a las cercanas puntas tipo Palmela de Saceda, llla de Barxés y Pena Corneira. Lo mismo se puede señalar para el conocido como depósito de Leiro, donde no hay elementos tecnológicos que permitan sugerir una tecnología productiva distinta para la alabarda con respecto a los puñales, si bien debido a su nervio central de tendencia simétrica por ambas caras creemos que debió haber sido fundida en un molde bivalvo. Por último debemos indicar que algunos objetos cuyas morfologías responden a las propias de la posterior producción de bronce, están fabricados en cobre. Tal es el caso de la espada de Santa Eulalia de Meira (479 x 54 mm) Gunghans et aizi, 1968: n° 7557) dentro del denominado tipo de las espadas argáncas de corona de remaches. Podría mostrar la pervivencia del uso del cobre en un momento en que la aleación bronce ya está más generalizada.
- Producción en bronce Hemos analizado una muestra heterogénea de objetos analizados en bronce, incluyendo algunos considerados de ámbitos cronológicos posteriores al que trata-
PORCENTAJE
3,5 3
-- ---.- ---- ..----..-.- ----- ---------- --- -.- -- ---.-. --- .---.- .- ..-- --- ------ --- ------- --- ---- --- -- . -' . -. --.- -- -------
DAs (%)
2,5
.Ni(%) 2
1,5
0,5
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FIGURA 6.- Distribución de los V.V. de As y Ni (%) en el depósito de Roufeiro.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
mas con el fin de obtener elementos de contraste. Como resultado pueden señalarse determinadas características que podrían señalar aleaciones tempranas. El bronce surge en morfologías que tienen antecedentes en el noroeste: los puñales de remaches y las hachas en el noroeste, e incluso también los punzones en el norte de Portugal, no así en Galicia. Constituyen una excepción dos punzones del yacimiento isleño de Guidoiro (Lámina 1, PA2491, PA4206). Además de que no tienen precedentes morfológicos en Galicia, hemos señalado la singularidad de su gran tamaño en relación a los conocidos en el norte de Portugal. Su contenido en estaño es muy alto, perteneciendo al rango de los llamados bronces ricos, por lo que resulta poco probable pensar que se trate de una presencia casual del estaño como impureza. Su tratamiento técnico es poco frecuente, ya que la metalografía de uno de ellos muestra que fue conformado a martillo en frío sobre un yunque, y luego recocido para eliminar las tensiones del metal, obteniendo una buena homogeneización térmica. Por último, la datación a la que se vincula, al menos uno de ellos, sitúa su aparición a fines del In milenio a. e. (mediados del In milénio A.e.) por lo quenas encontramos ante dos piezas de bronce excepcionalmente prematuras en la Península Ibérica. Aunque el yacimiento necesita definir de una manera más clara la relación cronológica con las distintas estructuras que se identifican, en todo caso los materiales muestran la presencia de la aleación desde fechas antiguas. A favor de una producción local está el predominio de los bronces ricos en las zonas con abundantes recursos de estaño, de los que el área costera galaica de las Rías Baixas dispone especialmente. Por otro lado, hay que tener en cuenta la aparición, en la misma área litoral, de un puñal de remaches de bronce en un cortafuegos del alto amesetado donde se emplaza el asentamiento de Mesa de Montes (Lámina 5, PA6660), que al igual que Guidoiro ofreció abundante cerámica inciso-metopada del tipo Penha, aunque Suárez (Comunic. pers.) apunta el hallazgo de cerámicas de un momento posterior que no han sido publicadas. Respecto a su composición, también presenta un alto contenido en estaño, incluso superior al de los punzones de Guidoiro (24,75%), así como impurezas de
233
arsénico. Por último indicamos la aparición de supuestas gotas de bronce 7 en el yacimiento de O Fixón-A Costa da Seixeira, también en el tramo litoral de las Rías Baixas gallegas, que constituirían un indicio de producción local. El yacimiento ha sido datado cronotipológicamente entre 1700-1500 a.e. (Suárez, 1995a: 60), aunque esta datación es discutible en los mismos términos. Los bronces que consideramos tempranos presentan además altos valores de arsénico, lo que no es un fenómeno exclusivo de la metalurgia del noroeste peninsular, sino que se repite en todos aquellos lugares en los que los cobres arsenicados están presentes y pueden explicarse por el mineral local utilizado. A favor de la interpretación del arsénico como aleación natural está la presencia de otras impurezas como plata y antimonio. Podemos pensar en la aparición temprana de esta tecnología en este área costera que muestra un desarrollo peculiar mas dinámico, con recursos diversificados y mayor facilidad para las comunicaciones tanto en sentido longitudinal a través de la depresión meridiana, como transversal siguiendo el curso de varios ríos importantes. Sin embargo, ya pensemos en una producción local o una importación de fuera de la Península, la transmisión del conocimiento técnico parece haber seguido un curso lento a pesar de estas vías abiertas, de modo que pueden haber convivido la producción de cobre y la de bronce, aunque esta última parece no generalizarse hasta mediados del n milenio a.C. según la cronología propuesta para las primeras hachas en las que comienza a ser frecuente esta aleación. Frente a los altos contenidos de estaño de estos objetos, las hachas Buj6es-Barcelos analizadas dentro de la serie S.A.M. Gunghans et alii, 1968), presentan casi sistemáticamente contenidos menores y regulares de estaño (100/0, >10% y »10 0/0), que en principio traducirían un control preciso sobre la aleación. Podría indicar, al menos en algunos casos, procesos de aleación distintos; para los primeros añadiendo distintos minerales en la reducción, y para los segundos fundiendo ambos elementos ya en estado metálico, con lo que el control sobre la canti7
Los análisis de estas "gotas" se realizaron en el A.F.I.C.E.G.A. mediante espeetroseopía de dispersión (SEM) (Suárez, 1995a), mostrando un eontenido entre 12/15% Sn.
234
BEATRJZ COMENDADOR REY
dad de estaño añadida sería mayor. También los menores contenidos de arsénico de las hachas BujoesBarcelos pueden resultar indicativos de un proceso distinto, sobre todo si tenemos en cuenta que presentan valores bajos a pesar de que este elemento suele aparecer sobrevalorado en esta serie analítica.
- La orfebrería Frente a la limitada variedad formal común a la producción de base cobre de otras áreas de la Peninsula, hemos señalado la variedad y diversidad tecnológica que presenta el noroeste en cuanto a las muestras de orfebrería. El oro extraído requiere una primera fase de preparación que implica la fusión del metal para su homogeneización. Todos los objetos, incluso los más antiguos, han sufrido un primer proceso de fusión para la obtención de un botón de fundición, que es el que después se trabaja y transforma. La documentación sobre este proceso es tan escasa, que hasta el momento no conocemos crisoles de fundición de oro de época prerromana. Independientemente de este proceso, se considera que la tendencia general en la evolución de la tecnología del trabajo en oro en la fachada atlántica a lo largo de la edad del bronce, es a un progresivo aumento del trabajo del vaciado y a la desaparición de las técnicas de batido que se habrían iniciado en el calcolítico, aunque se siguiese practicando ellaminado del oro mediante martillado (perea, 1995: 71). Sin embargo, algunos aspectos tecnológicos de las muestras de orfebrería del noroeste no acaban de encajar en este esquema. Aunque efectivamente se documenta una amplia tradición en el trabajo sobre lámina de oro, parece que la obtención de piezas mediante fundición ya estaba presente desde los primeros momentos. El documento proporcionado por el abrigo de Buraco da Pala señala que ya desde finales del III milenio a.e. (mediados del III milenio A.e.) conviven distintas soluciones técnicas: el trabajo del oro mediante laminado, y la fundición de piezas macizas, representada en este yacimiento por varias cuentas. Para las de Cháos do Barbanza, Bóveda (1995: 47) propone que están realizadas por simple batido sobre un núcleo de oro para ser luego moldeadas por batido o martillado, consiguiéndose el agujero central por el frotamiento torneado
de un objeto de extremo punzante, aunque señala que no presentan las rebabas alrededor del agujero propias de este procedimiento. Las cuentas de Buraco da Pala han sido sometidas a un estudio arqueometalúrgico (Cavalheiro y Sanches, 1996). Estos autores proponen un proceso en ocho fases para la fabricación de estas piezas: preparación de una barra a partir de pepitas; conformación de la barra en forma de filo; corte de fragmentos de tamaño similar; granulación; deformación de las esferas; abertura de un orificio central; rodamiento sobre una superficie lisa (cuentas esféricas) o rugosa (cuentas bicónicas); y afinado del orificio. También se constatan ambas técnicas en contextos funerarios tan conocidos como el de Quinta da Agua Branca, donde una banda de lámina decorada por repujado se inscribe en el mismo ajuar junto a dos aritos fundidos y dos espirales de oro obtenidas por martilleo y conformación de un alambre. El conjunto arqueológico denominado habitualmente Tesoro de Caldas constituye una auténtica anomalía en el registro arqueológico desde varios puntos de vista. Desde una óptica puramente cuantitativa, significa una anomalía por el gran volumen en oro no sólo para el noroeste, sino también para el resto de la Peninsula y Europa Occidental. Desde una óptica formal, en el depósito aparecen morfologías excepcionales, como los cuencos y el peine. Desde una perspectiva tecnológica, el conjunto reúne objetos elaborados con distintas técnicas, como la posible lámina de tiras, o los aros macizos fundidos. Pero además, las últimas revisiones tecnológicas (Armbruster, 1996) muestran que los vasos están elaborados mediante la técnica de cera perdida, no documentada en otras áreas hasta el bronce final. Las decoraciones que presentan dos de los recipientes, así como el peine, tampoco son tecnológicamente frecuentes ya que están obtenidas por cincelado con un punzón con un pequeño filo, aunque no son motivos ajenos a las especies cerámicas, e incluso a la propia orfebrería. Las incisiones alrededor pueden haber supuesto algún tipo de torno rotativo para su elaboración. Hemos planteado (Comendador, 1995b: 128), que o bien hay que replantear a la baja la cronología del conjunto de Caldas, o bien hay que pensar en la primacía del uso de la técnica de la cera perdida en el noroeste.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
En cuanto a las decoraciones, sobre lámina predominan los repujados especialmente los realizadas con punzón. En ocasiones es posible observar por la cara interna de los objetos los trazos marcadas por el artesano para alinear el puntillado.
- Producción de plata Un último aspecto tecnológico que nos queda por tratar y que resulta de especial interés, es el del origen de las espirales de plata recogidas en el noroeste; siete procedentes de contextos funerarios, más el conjunto de Antas de Ulla, constituido por un buen número de ellas. Hasta el momento su vinculación con el mundo meridional argárico ha sido la predominante (Hernando, 1983: 123; Ruiz-Gálvez, 1979: 158; Almagro, 1976: 475; Sierra, 1976: 213), ya que allí la metalistería de plata está bien representada, incluso más que la de oro, en una proporción aproximada 16/1, cuantificándose 466 objetos fabricados en este material, sin contar los remaches que en algunas ocasiones aparecen en puñales, y constatándose otras morfologías aparte de las espirales (Montero, 1994: 209). El primer conocimiento de la plata en el sureste parece ir asociado a los momentos iniciales del período argárico, ya que no se ha hallado ningún objeto que pueda encuadrarse con seguridad en el calcolítico. Sin embargo, en Europa se conocen algunos objetos de cronología imprecisa, que parecen indicar el uso de este metal en fechas anteriores a las conocidas de la Península, aunque su variedad morfológica es muy superior a la peninsular, por lo que podrían proceder de tradiciones metalúrgicas muy distintas (Montero et alii, 1995: 98). Calculamos el peso en plata recuperado para el noroeste en torno a 400 g, mientras que en el sureste para la fase argárica se sitúa en torno a 2.541 g (Montero, 1994: 26). Aunque los objetos de plata responden todos a una única morfología, las espirales tipo resorte, conviene recordar que esta es una morfología que también aparece fabricada en oro (cinco piezas), donde la metalurgia del noroeste muestra mayor peso, e incluso posiblemente en cobre, como lo demostraría la espiral del túmulo de Roupar, ya sin contar las cadenas de espirales o madejas. Además contextualmente aparecen también en enterramientos, tanto en las cistas (Atios, Quin-
235
ta da Agua Branca, Lagares), como en túmulos. Las espirales no sólo son características en el noroeste, sino en toda la fachada atlántica de la Península. Los análisis compositivos sobre los objetos de plata del noroeste (Atios PA6679; Antas de Ulla, PA6652A-E) muestran una plata con pocas impurezas de oro, cobre y plomo. Algunas de las espirales analizadas de Antas de Ulla presentan altos contenidos de oro poco usuales. Los análisis de espirales portuguesas realizados por otros laboratorios (Cavalheiro y Sá, 1982: 724-725; Araujo y Cabral, 1983: 39) tampoco contienen cantidades apreciables de plomo ni de oro. En general, el 50% de los análisis de plata recopilados por el Programa de Arqueometalurgia indican que para la fabricación de objetos de plata se usó un metal bastante puro, acompañado a veces de cobre o plomo, sin que hasta el momento se haya producido ningún descubrimiento que documente el empleo de la copelación para la obtención de plata usada en la edad del bronce de la Península Ibérica (Montero et alii, 1995: 101). El tratamiento tecnológico para su fabricación, tanto en oro como en plata es similar, si bien la plata necesitaría un tratamiento térmico más cuidado debido a su menor ductibilidad. La metalografía de la espiral de Atios (Figura 5, PA6679) muestra un hilo de plata estirado en frío, alternando las fases de estirado con recocidos térmicos para recristalizar el metal y hacerlo de nuevo dúctil y maleable, de modo que la deformación plástica pudiera continuar hasta obtener la forma adecuada sin ocasionar roturas. Las dataciones 8 conocidas de los monumentos portugueses donde se han recogido espirales de plata son difíciles de relacionar con estos objetos. En Outeiro de Gregos marcarían un límite ante quem entre 2140-1520 A.C. (dentro del II milenio a.c.), y en Meninas do Crasto un límite post quem
8
En Meninas do Crasto 4, las tres muestras de carbón vegetal fueron extraídas del paleosuelo subyacente a un nivel de saprolita: N°19-GAK10943: 4220 ± 140 a.p. (3308-2470 A.c.); N°20-CSIC-661: 3830 ± 50 a.p. (2460-2140 A.C.); N°21-CSIC-660: 3800 ± 50 a.p. (2460-2046 A.C) Oorge, VO., 1983; Jorge, S.o., 1983: 158-159). En Outeiro de Gregos 1, proceden de la tierra vegetal sobre el enlosado de la estructura periférica: CSIC-722: 3620 ± 50 a.p. (2140-1880 A.C) y CSIC-771: 3360 ± 50 (1856-1520 A.C) Oorge el alii, 1988).
236
BEATRJZ COMENDADOR REY
entre 3308-2046 A.C. (transición III-II milenio a.c.). Una de las espirales podría relacionarse con cerámica campaniforme en el túmulo de Chao do Brinco 1 (Silva, E.J.L., 1995: 37-38). Estas dataciones permitirían plantear una antigüedad similar o incluso anterior a los inicios de la producción de plata en el sureste. Para nosotros queda abierta la cuestión de la posible producción de estas espirales en el ámbito del noroeste, que quizás sería interesante contrastar mediante un proyecto que aplicase la tecnología de análisis mediante Isótopos de Plomo y con capacidad para lograr la colaboración de las instituciones que tutelan estos primeros testimonios de la metalurgia de la plata en el noroeste.
- Síntesis Si la ausencia de estudios tecnológicos hasta el momento había permitido la construcción de una periodización teórico-tecnológica de las produc-
ciones articulada con el fenómeno campaniforme, paradójicamente, los resultados de la investigación analítica han venido a demostrar que tal secuencia es tecnológicamente indemostrable, ya que para la mayor parte de la producción no es posible argumentar fases productivas en base al tratamiento tecnológico de los objetos. Las manifestaciones en favor de innovaciones de tipo tecnológico relacionables con el ámbito del fenómeno campaniforme, como por ejemplo la aleación intencional con arsénico, carecen también de base. En términos generales, de momento es tecnológicamente imposible distinguir una metalurgia de tradición campaniforme, de una campaniforme e incluso de otra precampaniforme. El contenido subjetivo y variable que conlleva el término campaniforme, junto a los resultados del estudio tecnológico reseñados, hacen totalmente desaconsejable periodizar los objetos metálicos en relación con este fenómeno en revisión.
6.
ANÁLISIS DE LOS CONTEXTOS
ARQUEOLÓGICOS IMPLICADOS
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
6.1. Cuantificación general A modo de balance, podemos establecer una cuantificación general de los contextos arqueológicos con metal (Figura 7). El mayor porcentaje de objetos metálicos del noroeste está constituido por hallazgos aislados, seguidos de los procedentes de contextos funerarios. En ambos, el número de objetos metálicos y de contextos es casi equivalente. Por el contrario, los escasos depósitos muestran una relación mayor de objetos. Por último los contextos que menos elementos han aportado son los contextos de tipo doméstico. Esta distribución ha favorecido la interpretación de los objetos metálicos como importaciones. De contextos domésticos proceden restos del proceso productivo así como objetos acabados. Resulta ampliamente significativo que algunos de estos estén rotos, lo que podría implicar no sólo el uso instrumental de algunos objetos metálicos (uso que posibilita su fractura), sino también el aprovechamiento cíclico de ciertas cantidades de metal mediante su refundición. Los contextos funerarios, principalmente estructuras de tipo tumular, han aportado objetos metálicos en todo el noroeste a excepción de TrásOs-Montes Oriental, donde coincide con la escasez general de este tipo de monumentos (Sanches, 1996: 33). Los posibles enterramientos en cueva se localizan sólo en aquellas áreas cuyas características geomorfológicas condicionan la existencia de estas formaciones, como en las áreas asturianas de substrato calizo, y Trás-Os-Montes Oriental. Los pocos depósitos conocidos acumulan una gran cantidad de metal.
120
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60
40 20
DESCONocrlXl
FUNERARIO
DOMEsnco
DEPOsrro
INDEfINIDO
FIGURA 7.- Distribución general del número de hallazgos y de obj~"los por contL"Xtos.
239
Si observamos la distribución del cálculo de pesos por contextos (Tabla 11), comprobamos que el peso de los objetos localizados en los depósitos es muy superior al de los contextos funerarios. La tendencia se ratifica si añadimos al peso de los depósitos un porcentaje del peso de los hallazgos aislados y de los no definidos, que podrían tratarse también de deposiciones aisladas al menos en algunos casos. A pesar de que los contextos funerarios han estado sujetos a expoliaciones que pueden haber mermado la cantidad de objetos metálicos, también es cierto que la recuperación de depósitos es casual y conocemos pocos. Por ello podemos sugerir que la escala de deposición de metal permitida es mayor en los depósitos que en los enterramientos.
6.2. La deposición selectiva La interacción de algunas morfologías de objetos metálicos y determinados tipos de contextos se manifiesta señalando patrones de asociación no fortuitos (deposición selectiva). A pesar de las dificultades de sistematizar un análisis de este tipo debido a los diversos matices y problemas que plantean los contextos arqueológicos que hemos revisado anteriormente, trataremos de apuntar algunas cuestiones sobre este punto. Comenzaremos revisando los contextos de aparición de la las distintas morfologías. El número de objetos considerados herramientas es escaso como para establecer una tendencia, aunque su presencia en asentamientos de tipo doméstico parece más señalada. Los cinceles, al igual que las hachas' predominan en los hallazgos aislados. Los cuchillos proceden de contextos habitacionales, al igual que los punzones, aunque también se han recogido dos en enterramientos y otros dos en el yacimiento de Guidoiro, en relación a estructuras de funcionalidad no aclarada. Las herramientas-armas se localizan en todo tipo de contextos, aunque especialmente en los funerarios. Destaca el número de hachas procedentes de hallazgos aislados y de depósitos, aunque se han recogido algunas en túmulos e incluso en contextos habitacionales, siendo junto a 19$ puñales de lengüeta, los tipos que mayor ubicuidad presentan.
240
BEATRIZ COMENDADOR REY
TABLA 11
DISTRIBUCIÓN DEL CÁLCULO DE PESOS POR CONTEXTOS (EN GRAMOS)
CONTEXTO
BRONCE
COBRE
ORO
PLATA
-
12306,3
15634,60
-
AISLADO
124,80
37317,33
590,37
-
FUNERARIO
443,30
6550,33
1716,74
32,40
DOMESTICO
36,43
3620,91
3,94
-
INDEFINIDO
23,50
6002,18
329,90
360
DEPOSITO
Los puñales de lengüeta tienen presencia en todos los contextos, y sus manifestaciones están repartidas, aunque son frecuentes en los funerarios. Las puntas tipo Palmela son predominantes en los enterramientos, si bien tienen amplia presencia en los hallazgos aislados. Las armas aparecen sólo en contextos funerarios, así como en contextos que podían tratarse de escondrijos o depósitos, como el caso de las alabardas. Las espadas proceden de hallazgos aislados o de enterramientos, coincidiendo en parte con las tendencias de los puñales, aunque ninguna espada parece haberse recogido en contexto doméstico. Las morfologías del grupo de los adornos y oljetos de complemento no se han manifestado en asentamientos domésticos, a excepción de la lámina y las cuentas macizas de Buraco da Pala, si bien en un nivel relacionado con actividades predominante de almacenaje en el interior del abrigo. Por lo demás, su presencia es mayoritariamente abundante en contextos funerarios, aunque el elevado número relativo de objetos de este grupo en el apartado de depósitos, responde al caso excepcional del conjunto de Caldas de Reis. Por último, ningún elemento del proceso productivo parece haberse depositado en los enterramientos, mientras que figuran frecuentemente en depósitos y en contextos habitacionales. La única excepción señalada en la aparición de varios fragmentos de malaquita en el interior de la cámara del túmulo de la Collá Cimera, en la necrópolis de La Cobertoria cercana a las minas del Aramo. En general, si bien se observan algunas tendencias bastante definidas, el análisis no sirve por sí sólo para considerar de modo estricto la existencia de patrones que regulen la deposición de los objetos
metálicos, siendo necesario recurrir a otros aspectos en el análisis de los contextos. En la Tabla 12 intentan expresarse las tendencias asociativas entre los oljetos metálicos de enterramientos y depósitos. Para ello se han considerado sólo aquellos contextos que asocian varias morfologías metálicas. Cada casilla muestra el número de contextos (no de objetos) de cada tipo en los que se manifiesta la asociación correspondiente. Para este análisis hemos considerado conjuntamente los depósitos y aquellos hallazgos de contexto indefinido o desconocido cuyos objetos forman conjuntos. Lo más significativo en relación a los depósitos es la asociación de las hachas con otros objetos metálicos (al contrario que en los contextos funerarios), así como la frecuente asociación entre sí de los puñales de remaches, y de las alabardas en posibles depósitos o escondrijos. En relación a los contextos funerarios, cabe señalar previamente que los objetos suelen aparecer con otras especies materiales (cerámica, industria lítica), mientras que en los depósitos la única especie que excepcionalmente se manifiesta son los vasos cerámicos que pudieran contener los objetos. Las únicas morfologías metálicas que hasta ahora aparecen asociadas en contextos funerarios son: los puñales de lengüeta (y espadas de lengüeta), las puntas tipo Palmela y algunas de las componentes del grupo de los adornos y objetos de complemento. En contexto funerario, no sólo aparecen asociadas en varias ocasiones con otros objetos de su misma morfología, sino que cuando se asocian con otras formas metálicas, pertenecen únicamente a las mencionadas. Sin embargo es frecuente también su aparición aislada junto a atto tipo de materiales en los enterramientos.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
241
TABLA 12
ASOCIACIÓN ENTRE DIFERENTES MORFOLOGÍAS METÁLICAS EN DEPÓSITOS Y EN CONTEXTOS FUNERARIOS
PUES
PR
PP
PF
AL
G.4
HP PUES
3
3
PR PP PF AL
2
G.5
F U N E R A R 1 O
G.4
Cada casilla muestra el número de contextos (no de objetos) en los que se manifiesta la asociación correspondiente de las siguientes morfologías: 2HP- Hacha plana; PL/ES- Puñal/Espada de lengüeta; PR- Puñal de remaches; PP- Punta tipo Palmela; PF- Punta de flecha con tope; AL- Alabarda; G.4- Adornos y elementos accesorios; G.5- Elementos del proceso productivo
El polimorfismo expresado en los contextos tumulares, así como la presencia de enterramientos en cista y en cuevas o abrigos, e incluso la posible existencia de otros cuya manifestación en el registro es más problemática, indican una multiplicidad en las fórmulas funerarias. Esta multiplicidad de soluciones viene expresada también en la variada composición de los ajuares. Los qjuares metálicos parecen incluir unas determinadas morfologías metálicas, casi siempre las mismas, que bien hacen su aparición de manera aislada, bien se asocian entre ellas y/o se vinculan con otro tipo de materiales de morfologías que también suelen reiterarse. Estas composiciones se manifiestan tanto en contextos tumulares como en cistas, mientras que en los posibles enterramientos en cueva las morfologías varían un tanto. Globalmente constatamos la presencia de: punzones, hachas planas, puñales y espadas de lengüeta, puñales de remaches (incluso un posible clavo), puntas del tipo Palmela, así como la más que dudosa presencia de una alabarda. En cuanto a los ob-
jetos de oro: diademas (lisas y decoradas) y joyas de tiras de distintos tamaños, aros macizos, espirales, arandelas, y otras joyas de lámina de oro (tubitos, cilindros gallonados, chapitas). Por último, una única morfología en plata, las espirales tipo resorte. Al igual que los diferentes tipos de enterramientos, las distintas variaciones en la composición de los ajuares metálicos pueden responder a varios factores; preferencias locales, cambios temporales en los ritos-gustos funerarios, etc. Se observa una mayor variabilidad de morfologías en los túmulos, que incluyen todas las localizadas en cistas y alguna más. Por lo demás, las mismas morfologías son comunes a ambos tipos de soluciones funerarias. Si comparamos las tendencias asociativas entre las morfologías metálicas, llaman la atención varios aspectos. En relación a las hachas, que como dedamos hasta el momento no se han localizado en las cistas, parecen constituir el único objeto metálico presente en los contextos tumulares en los que se ha recuperado. Esta última cuestión, unida a las que he-
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BEATRIZ COMENDADOR REY
mos ido observando e relación a las hachas, parece incidir una vez más en un patrón deposicional singular para los objetos de esta morfología que se manifiesta hasta el momento: en deposiciones aisladas; en depósitos asociadas entre sí o con otras morfologías; disociado de otros objetos metálicos en túmulos y ausente en las cistas; y en contextos domésticos, con indicios de uso instrumental. N o ocurre lo mismo con los puñales de lengüeta, las puntas tipo Palmela y los adornos, que son las únicas morfologías que hasta el momento aparecen asociadas entre sí en los contextos funerarios. Sin embargo, en ninguna de las cistas del noroeste peninsular se constata la asociación entre varias puntas tipo Palmela y un puñal. Es interesante señalar esto para recalcar que formalmente ninguna correspondería a la formulación inicial del Grupo Montelavar de Harrison9 , sino que todas las cistas, en total once, serían halla:<gos relacionados. Es más, lo excepcional parece ser la reunión de varios objetos metálicos en el interior de las cistas, ya que sólo se manifiesta en las de Atios, S. B. de Balugáesy Quinta da Agua Branca, a lo que se añade que ninguna otra especie material (cerámica o lítica) se une a los objetos metálicos de estos ajuares. En todas las demás, sólo aparece un único objeto metálico, aunque al menos en cinco de ellas se asocia a objetos de otros materiales. Por otro lado, la asociación puñal-puntas tipo Palmela, se ha constatado sólo en tres ocasiones en contextos tumulares: Chá do CarvalhalI, Monte das Cabras y en el túmulo 240 de Ve~a de Vilavella. De nuevo, lo más frecuente parece ser la aparición de un único objeto metálico. Al igual que las hachas, las espirales de plata tipo resorte se han manifestado en el registro aparentemente aisladas de otras morfologías metálicas (bien dentro de la cámara de
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Basándose en un patrón de asociación, el de dos o más puntas tipo Palmela con un puñal de lengüeta, Harrison (1974b: 60) acuñó el término Grupo Montelavar para diferenciar a nivel de toda la Península Ibérica un grupo de enterramientos aparentemente individuales defmidos por la presencia de estos objetos. Sugirió para este Grupo una cronología entre 1700-1400, principalmente porque puñales similares aparecían en los enterramientos campaniformes tardíos, y señaló' su contemporaneidad con el bronce antiguo del noroeste peninsular.
estructuras tumulares -Outeiro de Gregos 1 y Monte da Cerca-, bien entre las tierras del túmulo -CarvalhoMau-). Así pues, tanto en cistas como en túmulos tienen una amplia presencia los puñales/espadas de lengüeta, las puntas tipo Palmela y los adornos en plata y oro, aunque la variedad morfológica de los contextos tumulares es mayor. Sin embargo los ajuares funerarios constituidos por varios objetos metálicos se manifiestan en el registro de forma esporádica, constituyendo la amplia mayoría los especimenes aislados o en compañia de elementos de otros materiales. Por ello, la ampliación a los ajuares funerarios del noroeste del concepto Grupo Montelavar tal y como fue concebido da significación a los casos más excepcionales y no a la generalidad. La composición de los ajuares es muy variada, aunque efectivamente se reiteren ciertas morfologías que suelen hacer acto de presencia. En las tendencias asociativas de los materiales metálicos con otros tipos de materiales líticos y cerámicos también encontramos de modo genérico una serie de morfologías que se manifiestan reiteradamente: los vasos cerámicos lisos, los brazales de arquero y la cerámica campaniforme. En las cistas sin túmulo, las manifestaciones cerámicas vinculadas con metal son los vasos tzpo Taraio, también denominados tzpo Florero (Taraio, Chá de Arefe y posiblemente en As Antas). Son recipientes de pequeño tamaño con una morfología genérica de tipo subcilindrico, fondo plano y boca suavemente abierta. Como se ha puesto de manifiesto (Suárez, 1995a), la sencillez de la forma no permite una caracterización especifica por resultar demasiado genérica. Procedente de contexto tumular con metal, el único vaso conocido de este es el recogido en el M-2 de Parxubeira, que Rodríguez Casal (1989) pone en relación con una punta tipo Palmela. Suárez (1986) señala este vaso, entre otros, como ejemplos de variantes respecto al ejemplo paradigmático (Taraio). Por último debemos mencionar que la czsta n° 2 de Gandón proporcionó seis minúsculos fragmentos de cerámica lisa (peña, 1985b), y la de Lagares reveló en su interior varios fragmentos gruesos de barro (pinto, 1931: 90), aunque desconocemos la morfología de los recipientes a los que pertenecen.
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
Otras formas cerámicas vinculadas a las cistas son los vasos troncocónicos. Ninguno se ha vinculado directamente a metal, aunque en la necrópolis de A Pedrosa (Chedeiro), en cistas cercanas y similares a la que proporcionó una espiral de plata, se habían localizado vasos troncocónicos y ovoides (Delibes y Rodríguez, 1976). A pesar de que varios contextos tumulares con metal han aportado cerámica campaniforme, el problema de la relación estratigráfica entre los materiales ha hecho que pasen casi desapercibidos. La asociación podría establecerse en el monumento de Roupar (Lousada, Xermade), aunque debemos tener en cuenta la violación anterior a la intervención del monumento (Criado et alii) 1981: 455). En un monumento publicado con gran minuciosidad, el túmulo 1 de Chá de Carvaihai (Baiao), se recogieron sobre las tierras del túmulo varios vasos con fondo plano, así como cerámica campaniforme tipo marítimo (puntillado en bandas), puntillado geométrico y campaniforme inciso, así como fragmentos de un vaso decorado tipo Palmela. Los objetos metálicos fueron localizados en dos fosas practicadas en el túmulo, cubierto de una coraza de piedras imbricadas, aunque Cruz (1983: 74-75) cree que su situación estratigráfica no corresponde a una inclusión posterior. Dentro del ámbito de la Sierra de Aboboreira, Cruz (1992: 98) señala que representa el último túmulo verdaderamente megalítico, cuya construcción sería anterior a la de los cairns o cistas envueltas por un túmulo pétreo. El monumento 2 de Parxubeira (San Fins de Eirón, Mazaricos) contenía en el interior de su cámara violada un fragmento de punta tipo Palmela y varios fragmentos de campaniforme puntillado y con decoración de Chlamis Opercularis (Rodríguez Casal, 1989: 56-57, 72-73,101). Por el momento debemos esperar con interés conocer la disposición de: los objetos localizados en el Cairn (Túmulo 1) de Cháo do Brinco (Serra de Montemuro, Cinfaes), donde se entre otros objetos se recogió cerámica campaniforme y una lamina de oro (Silva, E.J.L., 1995: 38-40); el Dolmen (Túmulo 1) de Carvalho Mau (S. Pedro do Paraíso, Castelo de Paiva), en cuya parte periférica apareció cerámica campaniforme vinculada con una espiral de plata (Silva, E.J.L., 1995: 37-38); y el túmulo de ChqJe que
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proporcionó materiales muy heterogéneos, entre ellos campaniforme de tipo internacional y varios objetos metálicos (Silva, E.J.L., 1994: 164-165). Otros monumentos mal conocidos por sus publicaciones son los de la necrópolis de Oirós (Marco do Camballón, Vila de Cruces), donde al parecer en el M-1 en el área tumular, aparecieron cinco vasos cerámicos, de los que tres corresponden al tipo de ancho borde horizontal asociados a dos chapitas de oro (Ruiz-Gálvez, 1984: 436), y en la cámara, fragmentos de campaniforme. Un argumento que también ha sido utilizado por algunos autores para señalar la relación de la orfebrería con el campaniforme, es el parecido de algunas de las decoraciones con los patrones decorativos campaniformes, como es el caso de la diadema de la cista de Quinta da Agua Branca. También realizado en lámina de oro se documenta un brazal de arquero, elemento que típicamente está presente en los enterramientos con cerámica campaniforme de la Meseta. Los brazales de arquero en piedra se vinculan a los objetos metálicos de las cistas de Chá de Arife) Gandón y Carnota, pero también se han recogido en algunos túmulos como Vilar y ChqJe, sin una localización estratigráfica clara. En Chá de Arife, Gandón y supuestamente en Vilar, se asociaría a una punta tipo Palmela, a un puñal en Carnota y a un punzón en ChqJe (donde también se localizó cerámica campaniforme), y por último a un hacha plana de bronce en Los Fitos. Los enterramientos con materiales metálicos parecen la excepción incluso dentro de las propias necrópolis, donde unos enterramientos pueden presentar sólo objeto / s metálico/s, metálico / s y de otros materiales, o sólo de otros materiales, respondiendo a una demanda funeraria similar. En este sentido la sustitución o traducción de ajuares de otros materiales a ajuares metálicos propuesta por López Cuevillas (1955) es sólo parcial y no tiene necesariamente porqué definirse estrictamente en coordenadas cronológicas, sino también sociales. También se ha señalado una divergencia entre pobladosy sepulturas por lo que atañe a las producciones cerámicas Gorge, S. 1986: 924). Las divergencias entre materiales metálicos de enterramientos y asentamientos parecen tener una mayor relación
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con aspectos funcionales y también con asimetrías inter e intrarregionales relacionadas con la circulación de estos objetos. Del mismo modo que consideramos la acción de mecanismos de selección en formación de los ajuares metálicos, se podría sugerir una selección de los tipos cerámicos o líticos destinados a acompañar estos objetos. Por ello la ausencia de campaniforme (amén de las posibles excepciones señaladas), o la asociación con formas cerámicas lisas, mientras no dispongamos de una mejor información, puede ser explicada también en el ámbito de la deposición selectiva funeraria, y no exclusivamente en un ámbito temporal.
En los contextos de aparición de objetos metálicos en el noroeste peninsular debe destacarse de manera señalada la representación de algunas morfologías metálicas dentro del grupo galaico de arte rupestre. En este ámbito funcionan también mecanismos de selección ya que no figuran en los petroglifos todas las morfologías metálicas que se registran, siendo las más comunes puñales/espadas y alabardas, curiosamente constatada una sóla vez en el registro arqueológico del noroeste, en el conjunto de Leiro (Rianxo, A Coruña).
7.
EL AMBIENTE CULTURAL
DEL SURGIMIENTO DE LA PRIMERA METALURGIA DEL NOROESTE PENINSULAR
Los inicios de la metalurgia en el noroeste de la Península Ibérica
La contextualización de la Metalurgia dentro de un ámbito interpretativo más amplio es necesaria para valorar su incidencia dentro de las comunidades en las que se manifiesta. Desde la aparición de los objetos metálicos hasta cronologías más avanzadas a mediados del II milenio a.e., el análisis del registro arqueológico del noroeste plantea ciertas variaciones en la demanda social de la Metalurgia. La coherencia tecnológico-formal interna de la producción, así como el hallazgo de algunos indicios productivos en asentamientos, sugerían la elaboración local de al menos una parte de los objetos metálicos recuperados en el noroeste. Tras nuestro estudio, la afinidad entre la composición de los objetos y la de los recursos de cobre disponibles en las cornisa noroccidental galaica y el área surcentral fronteriza de la provincia de Ourense, permite proponer la utilización de recursos locales en estas zonas con una base más sólida. Sin embargo, es poco probable que el modelo de elaboración haya respondido a un único procedimiento en las diversas áreas del noroeste. En otros aspectos del registro se señalan asimetrías regionales acusadas, tanto en modelos de ocupación del territorio como en las formas materiales relacionadas con estos grupos. Por lo tanto los desarrollos relacionados con este proceso, desde la extracción y transformación del mineral, hasta la elaboración de objetos e incluso su ulterior destino, pueden haber tenido distintos modelos de ejecución en el noroeste. Desde este punto de vista no trataríamos una única Metalurgia, sino diferentes metalurgias según los modelos seguidos en cada área. Consideramos poco probable que se realizase sistemáticamente en todos los casos el desarrollo completo del proceso, incluido el abastecimiento directo de mineral y su transformación a metal. En este sentido debemos tener en cuenta diversas posibilidades, desde el acceso de un determinado grupo a la circulación de mineral semiprocesado hasta el acceso directo a manufacturas. Tampoco se debe desestimar la posibilidad de reciclado del metal, como podrían sugerir algunos objetos rotos o deformados localizados en contextos domésticos. Sin embargo, parece que esta posibilidad está limitada debido a que el cobre pierde sus propiedades metálicas tras cierto número de refundiciones sucesivas.
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Las manifestaciones más antiguas de actividad metalúrgica pertenecen a varios yacimientos portugueses: Vinha da Soutilha Gorge, 1986), Buraco da Pala y Crasto de Palheiros (Sanches, 1997), los más septentrionales, y Castelho Velho Gorge, 1993) y o Cunho (Sanches y Marcos, 1985) ya en la línea del Duero. Sitúan su aparición en el noroeste peninsular a mediados del nI milenio a.e. (fmes IV-inicios nI milenio A.e.). Los objetos metálicos surgen en los niveles más recientes de estos yacimientos, aunque algunos presentan un substrato neolítico anterior, por lo que no sería descartable un conocimiento previo. No parece probable una invención local de la Metalurgia. Las dataciones más antiguas coinciden grosso modo con la primera producción metálica de la Submeseta Norte y la plenitud millarense en el sureste y del horizonte VN.S.P.*-Zambujal en el centro y sur de Portugal. Las características tan homogeneas que presenta la primera producción metálica en todas estas áreas hacen difícil señalar la anterioridad de unas respecto a las otras. De momento los indicios más antiguos de actividad metalúrgica en la Península Ibérica corresponden al Sureste (Montero y Ruiz, 1996). En relación a Europa occidental, para Irlanda las dataciones de Ross Island proporcionan dataciones para los primeros trabajos de minería de cobre entre 2500-2200 A.e. (O' Brien, 1995) y para Bretaña, Northover (1996) sugiere el primer uso del cobre entre 2500-2100 A.e., solapándose con la aparición del bronce de estaño 2200-2100 A.e. En todo caso, parece primar un ámbito meridional sobre la vía de entrada de la Metalurgia del cobre en el noroeste, que varía según las áreas. Trás-os-Montes parece más afín al foco meseteño, y Galicia y Portugal noroccidental, a las culturas de la desembocadura del Tajo. Para la zona de Asturias el registro arqueológico es singularmente discordante con el modelo propuesto para Galicia y norte de Portugal, y en general para otras regiones de la Península. La zona Astur-leonesa describe un foco minero prehistórico cuyo ejemplo más relevante son las minas del Aramo, explotadas mediante un sistema de galerías y para las que BIas (1995) ha propuesto un largo ciclo de explotaciones estacionales. Vila Nova de Sao Pedro
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Además se han localizado materiales nada frecuentes como tortas de fundición, así como posibles fragmentos de crisoles en el exterior de la mina del Aramo que sugieren un modelo de procesado de mineral a pie de mina. Las dataciones para las minas del Aramo y del Milagro indican su inclusión en un ámbito que genéricamente se extiende entre los siglos XXII-XIX a.c. (a lo largo del III milenio A.C.), aunque no está claro si toda la masa mineral extraída corresponde a esas dataciones. En el caso asturiano parece bastante claro que los condicionantes geográficos tienen mucho que ver con el modelo, ya que el transporte de metal apie salvando una fuerte pendiente de 600 m de desnivel hasta el valle inmediato precisaria de tales tortas o lingotesy del uso de zurrones o de recipientes semdantes (BIas, 1996: 182). En estas condiciones el traslado de mineral en bruto hasta los asentamientos supone una inversión de esfuerzo mucho mayor, por lo que se podría interpretar un depósito como el de Gamoneu, de unos 3,5 Kg, como el afillo que se trasladaría desde la mina 10, aspecto que podría apoyar la ordenación de este depósito, con una piedra encima, posiblemente producto de su disposición en el interior de un contenedor de material perecedero. En los asentamientos mencionados los objetos metálicos son escasos, y la industria lítica sigue siendo muy importante. Estos objetos, junto con los indicios de actividad metalúrgica bien contextualizados, o se relacionan con áreas de trabajo, o aparecen sin un patrón específico de localización, indicando que posiblemente están deshechados o perdidos. Este aspecto está bien documentado en el nivel de ocupación más intenso de Vinha da Soutilha (Mairos, Chaves) Gorge. S, 1986: 156), donde relacionados con una estructura habitacional se recogieron restos de fragmentos metálicos, así como vasos sometidos a altas temperaturas (posibles crisoles), concretamente en una zona de trabajo donde se podrían haber realizado actividades de consumo (especialmente culinarias) o artesanales (lascado, alfarería, etc). Otros fragmentos amorfos proceden de una zona posiblemente relacionada con el trabajo de la piedra y la madera, sin descartar el almacenaje en vasos. Sin embargo los po10
ComuniCo pers. de M. A. de BIas.
sibles fragmentos de un posible pico de tobera (nivel 2, Sector A), así como varios fragmentos metálicos (nivel 2, Sector B), fueron localizados en el nivel de abandono, sin relación con estructuras. No es posible señalar la presencia de unidades metalúrgicas especializadas dentro de los asentamientos, sin embargo la presencia de metal es destacada en dos yacimientos cuyas características son especiales y se salen de la intepretación más generalizada de asentamiento doméstico. Uno es el abrigo de Buraco da Pala (passos, Mirandela), a cuyo nivel reciente se atribuye una función como almacén o silo y donde además de un hacha, se recogieron adornos de oro (varias cuentas y una lámina) relacionadas con áreas de acumulación de grandes cantidades de cereal (trigo, cebada), bellotas y habas, y con dos concentraciones de cuentas de roca o mineral, variscita la mayor parte (Sanches, 1992: 147, 150). Otro es el fortín de Castelo Velho (Freixo de Numao, Beira Alta), que ha sido interpretado como un poblado especializado en tareas productivas (producción de harina, producción de tejidos, etc), aunque algunas estructuras de combustión parecen testimoniar la utilización de este reducto fortificado como un lugar de habitación, al menos eventual Gorge, S., 1993: 179-216). En estos yacimientos la manifestación de la Metalurgia aparece relacionada con actividades artesanales como la molienda, o realización de tejidos. Además se vincula a fenómenos como los de almacenaje de productos alimentarios en vasos que aumentan su capacidad hacia los niveles más recientes y que reflejan una economía de amplio espectro. En ninguno de estos asentamientos parece que la Metalurgia haya tenido una amplia presencia, ni haya sido económicamente determinante en el ámbito doméstico, ni la presencia de cobre es factor decisivo en el emplazamiento. Dado que algunas de las manufacturas metálicas recuperadas en estos yacimientos se consideran herramientas (punzones, cinceles, cuchillos, hachas), podríamos pensar que la metalurgia aparece con un carácter ambiguo en los contextos domésticos, con cierto valor instrumental. Sin embargo su escasa presencia y poca efectividad, así como la aparición de adornos, indican que su presencia es más social que funcional. El marco interpretativo hasta ahora vigente sobre el inicio y desarrollo de la Metalurgia señala que un
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segundo momento vendría dado por la asimilación del fenómeno campaniforme con el que se introduciría una nueva tradición tecnológica metalúrgica que presentaría innovaciones respecto a la precedente. La Metalurgia, hasta el momento, se manifiesta anterior a la introducción del fenómeno campaniforme, al menos en el Norte de Portugal. Sin embargo, no resulta claro si esta anterioridad es extrapolable a todas las áreas, ni si todo lo que no es campaniforme es precampaniforme. Sanches (1997) señala que aunque la mayoría de los poblados en el suroeste de la Meseta Norte y Norte de Portugal que poseen indicadores de la práctica de la metalurgia o instrumentos de cobre, no incluyen cerámicas campaniformes, hay excepciones, esencialmente si se incluyen aquellos donde se producen imitaciones locales de modelos o estilos campaniformes: Pastoría y S. Louren<;o en la depresión de Chaves; Buraco da Pala y Crasto Palheiros en la depresión de Mirandela, y la Gruta dos Ferreiros, en Miranda. Ya en el área litoral de las Rías Baixas, varios yacimientos que presentan cerámicas inciso metopadas del tipo Penha, como Lavapés o Guidoiro, se sitúan en la transición III-II milenio a.e. Sin embargo en Galicia, las dataciones de contextos domésticos asociados a materiales como la cerámica inciso metopada del tipo Penha, resultan tardías en relación a los yacimientos portugueses con este tipo cerámico, solapándose con la datación de yacimientos campaniformes (O Fixón, Chan de Coiro). En Guidoiro y Pastoría (Chaves) las cerámicas inciso metopadas del tipo Penha preceden a la cerámica campaniforme y se solapan con ellas. Así pues son varios los problemas a la hora de enfocar una periodización en torno a este fenómeno. En segundo lugar, en este trabajo hemos intentado señalar como el estudio tecnológico del conjunto no permite singularizar tradiciones distintas, por lo que no es posible defmir una metalurgia campaniforme con características propias y diferentes de la producción metálica inmediatamente precedente o subsiguiente, a excepción de la adopción de unas determinadas formas en el ámbito funerario, siendo las puntas tipo Palmela y los puñales de lengüeta los que han definido el cambio, dentro de lo establecido como ajuar-tipo metálico de los enterramientos campaniformes. Aún así, la dicotomía existente en
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las formas fabricadas en cobre entre las Jases precampaniforme y campaniforme / postcampaniforme seguramente no fue tan drástica como se sostiene, y en gran medida influye en esta imagen la diferente dimensión funcional de los contextos de los que proceden los objetos, sin descartar que los modelos presumiblemente innovadores tuviesen su origen antes. El proceso de introducción de estas nuevas morfologías metálicas en el ámbito funerario y de la propia cerámica campaniforme se inscribe dentro de un ambiente social de intensificación, interacción y complejificación social sin que para nosotros signifique una ruptura con los procesos sociales anteriores, aunque esté sujeto a los desarrollos socioculturales asimétricos de cada área. Posibles nuevas soluciones funerarias utilizan ahora determinados elementos (metálicos, cerámicos o líticos) como nuevos símbolos que expresan un fenómeno de incremento en la complejidad social parejo al de intensificación. En este sentido el noroeste se integra en una producción que sigue patrones similares en gran parte de Europa Occidental. La deposición de estos objetos adquiere una importancia simbólica que afecta a toda la comunidad. En Chá do Carvalhal 1 la deposición de objetos metálicos fue posiblemente realizada durante la elaboración del monumento, lo que sugiere la importancia simbólica de esta tarea para el colectivo responsable de ejecutarla. Los depósitos señalan que determinadas cantidades de metal, bajo ciertas morfologías concretas, son separadas de la circulación, mostrando una mayor desponibilidad de materia prima y un interés por su acumulación. En este ámbito de intensificación se podría encontrar sentido a la anomalía que supone el depósito de Caldas con la datación hasta ahora propuesta. En este mismo escenario se puede explicar la aparición del bronce en el noroeste desde momentos tempranos, posiblemente importado, aunque su consolidación no parece una evolución lineal, sino que posiblemente surge en determinadas áreas, mientras otras, incluso las mismas, siguen utilizando aleaciones de cobre. La presencia de los punzones de Guidoiro puede ser interpretada como resultado de una importación o intercambios esporádicos, idea que apoyarían los numerosos paralelos establecidos desde un punto de vista formal. Sobre
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su lugar de origen, la vinculación con el sureste es totalmente improbable ya que no se comienzan a fabricar objetos de bronce hasta momentos avanzados de la cultura del Argar (Montero, 1994: 288, 267). Se podría pensar en la Bretaña francesa, donde los hallazgos fechados permiten situar las primeras aleaciones de bronce entre 2580-1890 a.e., o en Inglaterra, donde no hay buenos argumentos para fechar el inicio de la producción de bronces, aunque se acepta de manera poco crítica la implantación temprana de dicha tecnología (no así en Irlanda) (Fernández-Miranda et alii, 1995: 61-62). La aparición de la plata y del bronce pueden relacionarse también con una mayor interacción de los grupos sociales y su vinculación con la circulación de materiales, aunque el ámbito de interacción no parece ser el de los medios de producción agropecuarios, sino circunscribirse a la esfera simbólica de los grupos sociales. Dado que la Metalurgia parece tener una escala de desarrollo limitada, conviene ser prudentes a la hora de señalar el intercambio de minerales como motivo de desplazamientos largos, como los que relacionarían el noroeste peninsular con las Islas Británicas o la Bretaña francesa. Según la investigación precedente, un tercer momento vendría determinado por la continuidad de los rasgos tecnológicos anteriores dentro de la denominada metalurgia de tradición campaniforme, cuya producción se inscribiría en una fase post o epicampaniforme, manifestándose en contextos donde este tipo cerámico está ausente. En este esquema han influido varias propuestas de la investigación anterior hasta el momento poco revisadas, como la de Harbison (1967) que había señalado que la introducción de la metalurgia no sólo había sido posterior a la de la cerámica campaniforme, sino incluso muy posterior, o la de Harrison (1974a: 85, 1974b), que partiendo de la distinción de enterramientos con y sin cerámica campaniforme, propuso para la Península su Grupo Montelavar basándose en un patrón asociativo que vincularía a un puñal de lengüeta con una o varias puntas de lengüeta con una o varias puntas tipo Palmela en enterramientos sin cerámica campaniforme, con una cronología entre 1700-1400 a.e. Aunque pocos autores dan crédito al Grupo Montelavar, se sigue dando entidad a una fase caracterizada por enterramientos en los que la cerámica campa-
niforme es sustituida por ajuares metálicos de tradición campaniforme y que en ocasiones aparecen asociados a otros tipos cerámicos. Esta fase viene singularizando el inicio del bronce antiguo en el noroeste peninsular, lo que nos da una idea de la dimensión atribuida a la producción metálica que tratamos en la periodización de la primera fase de la edad de bronce del noroeste. Sin embargo, en este esquema ha primado la información procedente del ámbito funerario, especialmente la de las cistas sin túmulo, que son un tipo de enterramiento que no aparece siquiera en todas las áreas del noroeste, pero cuyos ajuares de carácter cerrado y sincrónico permiten una valoración cronológica más fiable que los de contextos tumulares. La información procedente de estos últimos ha resultado por ello desfavorecida a pesar de que aportan una mayor cantidad y variedad de objetos metálicos, incluyendo las habituales en cistas y algunas otras más. En general se basa en una lectura que resulta demasiado parcial, y que no ha integrado la información procedente de los contextos domésticos. Por otro lado, la falta de dataciones ha sido suplida con dataciones relativas esencialmente basadas en la tradición campaniforme de los objetos metálicos, cuestión que hemos replanteado. A su vez, la cronología relativa de las cerámicas lisas se ha apoyado en gran parte en la cronología asignada a dichos objetos metálicos en tales contextos, por lo que de momento para nosotros no está satisfactoriamente resuelta. Por último, independientemente de los argumentos contrarios de tipo teórico que se puedan achacar al Grupo Montelavar, varias ideas contradicen la singularización de un tipo de enterramientos por un patrón asociativo. Comenzaremos por señalar que hasta el momento ninguna de las cistas del noroeste presenta la asociación de un puñal de lengüeta con una o varias puntas tipo Palmela, y sólo se ha documentado en tres contextos tumulares, en uno de los cuales, Chá do Carvalhal 1 (Aboboreira, Baiao), paradójicamente está presente la cerámica campaniforme. Además salvando los factores postdeposicionales, los ajuares metálicos compuestos de varios objetos metálicos asociados (Atios, Quinta da Agua Branca y Sao Bento de Balugaes) y precisamente en estos ajuares no aparecen otros elementos cerámicos ni líticos. Todas se localizan hacia el ámbito costero, que se manifiesta
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más dinámico en otros aspectos del registro. Por lo demás, lo más frecuente parece ser la inclusión de un único objeto metálico relacionado ya con elementos cerámicos o líticos. Respecto a estos últimos, debemos mencionar la frecuente aparición de brazales de arquero en las cistas acompañando a los objetos metálicos. El metal tampoco parece sustituir a las cerámicas decoradas en los enterramientos de manera generalizada en un ámbito temporal, sino que se introduce en un número de enterramientos restringido y con unas formas determinadas, al lado de otros que pueden seguir presentando cerámica. En general, el elemento más constante en los enterramientos y que presenta una mayor ubicuidad, es el puñal de lengüeta, a lo que hay que unir su aparición en las representaciones rupestres, donde su importancia simbólica viene marcada además por aspectos del lenguaje formal, como el tamaño, casi el doble del término medio en los prototipos reales (Vázquez, 1995: 13). Así pues, resulta erróneo aplicar una única lectura cronológica a la interpretación de la composición de estos ajuares, obviando la acción de mecanismos de selección en la deposición de los elementos en los enterramientos. Por su parte las alabardas, a pesar de no haber aparecido nunca en éstos, se han relacionado con un horizonte caracterizado por sus prácticas funerarias. Según esta información, la procedente de los contextos domésticos y la caracterización tecnológica que hemos apuntado, consideramos replanteable la cronología adjudicable a estas producciones a un momento más antiguo que el que tradicionalmente se ha venido señalando. Ya a mediados del n milenio a.e. (fines nI / inicios n milenio A.e.) el registro arqueológico señala un cambio en las estrategias habitacionales y funerarias. Aunque la perduración de las estructuras tumulares es polémica, los objetos metálicos dejan de tener presencia en los enterramientos, manifestándose mayoritariamente en hallazgos aislados y/o depósitos, aunque algunos hallazgos aparentemente descontextualizados podrían corresponder a nuevas estrategias funerarias. También es polémica la perduración de la cerámica campaniforme a lo largo del n milenio a.e. Se interprete como una crisis o como una reestructuración so-
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cial, la cuestión es que se hace patente un cambio, donde los indicadores arqueológicos que hasta el momento interpretábamos dentro de un proceso de intensificación desaparecen. Puede seguir fabricándose en cobre, aunque aparece una producción en bronce que podría presentar algunas características tecnológicas distintas y cuyo volumen de objetos recuperados es menor. Carecemos de información para resolver si esta generalización de la producción en bronce de tan corto alcance se concibe y/o percibe realmente como una innovación. Respecto a la perduración de algunas formas metálicas a lo largo del II milenio a.e., no sólo es difícil de demostrar, sino que lo que resulta más difícil es encontrar sentido a la perduración 11 de unas formas con un marcado carácter funerario y cuya incidencia se manifiesta mayoritariamente en enterramientos, en un momento en que de modo general en todo el noroeste se señalan cambios en relación a las expresiones funerarias y domésticas. En conclusión consideramos que el primer desarrollo de la metalurgia en el noroeste peninsular no se corresponde con el modelo hasta ahora propuesto establecido en fases consecutivas de creciente complejidad tecnológica y diferenciables entre sí. Proponemos frente a éste un modelo de producción de ciclos, tecnológicamente no singularizabIes. La producción de cobre presenta características homogéneas en la elaboración de las diferentes formas, e incluso en sus variantes tipológicas que por sí solas no nos parecen un criterio válido de discriminación cronológica. Los objetos de bronce aparecen en el noroeste a lo largo de este primer desarrollo de la metalurgia del cobre, aunque desconocemos si sus características tienen solución de continuidad con la producción en bronce perteneciente a la primera mitad del II milenio a.C. Es evidente que quedan muchas cuestiones por resolver en los estudios sobre las sociedades prehistóricas del noroeste peninsular, y que posiblemente por sí sola, la Metalurgia no tiene una respuesta para ellas. Simplemente está en nuestro ánimo el haber contribuido a reflexionadas y planteadas. 11
Cando se trata de la perduración de formas hay que dejar claro que no se trata de la perduración de objetos antiguos a lo largo de la Prehistoria, sino el que se siga reproduciendo tal forma en las nuevas producciones.
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