Mauricio Antonio Hincapié Acosta Curador Colección de Artes Visuales
La memoria de la felicidad “La felicidad no es la sonrisa, es el estado interior del ser humano que le permite su realización personal, en su búsqueda de esperanza y nuevos horizontes”.
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En la actualidad, la sociedad colombiana tiene una responsabilidad y un desafío inmediato en torno a la paz territorial y a la difusión de nuestra memoria histórica. Esta necesidad radica en que la sociedad colombiana está sumergida en el inmediatismo de los medios de comunicación, lo cual dificulta la práctica de la memoria histórica de una manera cotidiana; si se vincula la historia a los procesos de formación ciudadana y periodística, podríamos recuperar valores y tradiciones desde cada una de las regiones, respetando sus particularidades que, en última instancia, son las experiencias forjadoras de la memoria.
Indudablemente, en la preparación del posconflicto que nos ha llegado de una forma inmediata, los hechos de su practicidad chocan con las materializaciones dirigidas a las comunidades como fórmulas mágicas y programáticas, dando como resultado una tendencia social a reivindicar el dolor como eje fundamental en esta recuperación: “Difundir las experiencias del dolor para conocimiento, toma de conciencia y no repetición”; pero, indudablemente, en un país donde todos, y digo absolutamente todos, somos víctimas de nuestro pasado político y social, debemos agruparnos a mirar estas experiencias con objetividad pero tratando de rescatar nuestras experiencias de felicidad, desde la individualidad y la colectividad de cada ciudadano, como una propuesta de rescate para la propia existencia. La memoria de la felicidad es una temática abierta donde se plantean en su interior el rescate y la difusión de esos heroísmos cotidianos, que nos sostienen en el día a día y que, cuando son compartidos, estimulan la perspectiva del poder ser y del poder hacer, donde las dificultades son vistas como retos y la memoria, en un sentido positivo, nos fortalece en la socialización de estas respuestas creativas que se aplican en el diario vivir de cada uno de los miembros de este contexto social particular.
Victor Hugo Valencia / Detalle de la obra: De la serie ciudades invisibles / Técnica Mixta / 52 cm X 36 cm / 1999 / Colección MUUA
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BOLETÍN CIENTÍFICO Y CULTURAL DEL MUSEO UNIVERSITARIO UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Año 17 Nº 30, diciembre de 2016 ISSN 1692-3766 Edición semestral Medellín - Colombia Certificado de registro de la Superintendencia de Industria y Comercio 275275
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Mauricio Alviar Ramírez / RECTOR Carlos Alberto Palacio Tobón / VICERRECTOR DE EXTENSIÓN Santiago Ortiz Aristizábal / DIRECTOR CÓDICE Y MUSEO UNIVERSITARIO Nelfa Yulisa Palacios Cuesta / COORDINADORA CÓDICE Y OFICINA DE COMUNICACIONES MUUA COMITÉ EDITORIAL Santiago Ortiz Aristizábal / Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, Colombia. Mauricio Antonio Hincapié Acosta / Curador Colección de Artes Visuales Museo Universitario Universidad de Antioquia, Colombia. Isabel Puerta Lopera / Docente Facultad de Derecho Universidad de Antioquia, Colombia. Luis Germán Sierra Jaramillo / Líder de Extensión Cultural - Biblioteca Carlos Gaviria Díaz Universidad de Antioquia, Colombia. Nelfa Yulisa Palacios Cuesta / Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, Colombia. Nelfa Yulisa Palacios Cuesta / COORDINADORA EDITORIAL Laura Jaramillo Salazar, Laura Paulina Gómez Arrubla / ASISTENTES DE EDICIÓN Víctor Manuel Aristizábal Giraldo / DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Stiven Ríos Vanegas / EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO Natali Guilombo Henao / FOTOGRAFÍAS ENTRADILLAS Daniela López Jiménez, Andrea Henao Jaramillo / DISEÑO DE ENTRADILLAS
PORTADA Y CONTRAPORTADA Libia Posada / Detalle de la obra: La importancia de los rayos X / Mixta sobre lienzo / 120 c.m. X 150 c.m. / 1998 / Colección MUUA PORTADA INTERIOR Y CONTRAPORTADA INTERIOR Germán Londoño / Detalle de la obra: Sin Título (Paisaje con figura humana) / Mixta sobre papel / 69 c.m. X 49 c.m. / SF Colección MUUA IMPRESIÓN LYS Comunicación Gráfica www.lyscomunicaciongrafica.com
CÓDICE Universidad de Antioquia, Ciudad Universitaria, Museo Universitario, Calle 67 N° 53 - 108, Bloque 15, Medellín, Colombia. Teléfono: (5)(74) 219 51 87, fax: (5)(74) 219 11 86 http://museo.udea.edu.co - comunicacionesmuseo@udea.edu.co
Las ideas y opiniones contenidas en los diferentes artículos son responsabilidad exclusiva de los autores.
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La dicha
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Rodrigo Callejas / Detalle de la obra: Neusa / Acrílico sobre lienzo / 120 cm X 120 cm / SF / Colección MUUA
Acerca de la felicidad
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“...Mientras el sufrimiento reclama un lugar y se estabiliza y reina, la dicha es despreocupada. No se toma en serio, no riñe, no desespera. Quizás porque no espera nada,abre el tiempo a lo que no espera ni ansía. Esos momentos se nos aparecen. Su rostro es lívido, desnudo, angelical...” Palabras clave: dicha, sufrimiento, vida, muerte, trasegar, escritura
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Es imposible saber la dicha dónde está. ¿En el instante? ¿En el olvido? ¿En el sueño? Más allá de los vanos afanes, de las noches que están en los días. Más acá del miedo o la incertidumbre, la dicha se abre como una nube de amistad. Ese carácter súbito pide de nuestra parte estar atentos. La dicha pasa y se va. Es sutil y parca y delicada. No es ruidosa como la dificultad, ni pesada como el cansancio. La dicha es ligera, no se deja ver. Apenas se muestra. La fatiga de tantos dolores nos lleva a pensar que la alegría es inmensa. Si bien puede llegar a ser estrepitosa, la dicha camina con pies entredormidos, se parece a un letargo, pasa como una brisa modesta y callada. Por el contrario, los dolores se precipitan sobre nosotros. Su estrépito es de piedras y lodo. Rugen como el caer de los árboles. Y nos arrasan. El dolor arriesga volvernos grandilocuentes. Con nuestras palabras le hacemos un eco que entorpece nuestra escucha y, ay, dejamos de oírnos. Dónde estamos cuando somos felices. Casi desaparecemos. No nos vemos ni nos sentimos. Somos torpes, rudos y desconfiados. Para ser desdichados nos esforzamos. Tanto que lo que hacemos, queremos y sentimos, se amolda a la figura de nuestro terco dolor. La dicha, por el contrario, fluye con el agua. Se va yendo, nos va llevando levemente consigo. Es lo que siento, tomo la forma que la alegría me da. Y ni siquiera pienso en mí y dejo por momentos de ser la persona. Mientras el dolor dice yo, la dicha dice ella, el agua, la quietud inquieta de las pequeñas olas. La vida es pequeña y el hombre es pequeño. Querríamos por momentos olvidarnos, salir de nosotros mismos, desaparecer. No parecernos porque la dicha está fuera, es el afuera.
Haidé Peláez / Lilith / Acrílico sobre lienzo / 69,5 cm X 139,5 cm / 1993 / Colección MUUA
Alba Gutiérrez / Detalle de la obra: Nocturno azul / Acrílico sobre tela / 209 cm X 139.5 cm / 1983 / Colección MUUA
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Mientras el sufrimiento reclama un lugar y se estabiliza y reina, la dicha es despreocupada. No se toma en serio, no riñe, no desespera. Quizás porque no espera nada, abre el tiempo a lo que no espera ni ansía. Esos momentos se nos aparecen. Su rostro es lívido, desnudo, angelical. Y nos sentimos en perfecto acuerdo. Ese rostro se va con el agua que lleva. Pensamos en el agua para hablar de esto. La felicidad que da. Las manos en el agua, los labios que dicen el agua. La escritura, ella también toda agua. Nada de piedras para vivir. Ni arduas montañas. Ni pies cansados que no saben subir ya más. La dicha es la orilla, la pisada que desaparece. No deja huellas y habría que aprender a no dejar huellas. A lo mejor eso ayuda a desatender a la muerte. Eres tú y el aire se llena de alas. Y entonces no cabe la soledad ni la angustia. Inmediatamente yo es tú. Y uno es el que no es. Y esa desaparición feliz calma y consuela.
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Hugo Ceballos / Detalle de la obra: Ofelia en el pozo / Impresión digital y pintura / 85,5 cm X 146 cm / 2000 / Colección MUUA
Estoy escribiendo. Tengo de pronto esta conciencia. Sutil llamado de no se sabe dónde. Y saber que estemos donde estemos la dicha se abre, la flor del instante que justifica la aridez de tantos instantes. La dicha es igual para todos. No discrimina, no elige, no excluye. Es la arena, las nubes, la respiración. Es intangible y desnuda, oscura y luminosa. Está entre los días como una corona. Y dice, no hay que temer, ni nada merece tanto la pena. Es la indiferencia que pone la diferencia. Qué hay que hacer para llegar a ella. Caminar. Volar. Quedarse quieto. No dormir, ni descuidarse ni desesperar. Esperar lo inesperado, confiar en lo que no existe, ver lo invisible en su noche callada. Es pasajera y no pasa, ajena e íntima, oscura y clara. Y me pregunto y podría seguir escribiendo. Un momento así, las palabras y su vuelo callado. La dicha es la palabra, la palabra dicha es la dicha. Y si no digo nada mejor y si nada escribo tranquilo me quedo. Estoy escribiendo y el tiempo brilla frente a mí y las letras se desnudan entre el blanco y el negro. A quién pudiera decirle esto. Tengo razones para ser consolado pero a la vez, estoy en medio de todo y me desbordo y desaparezco en este instante perfecto que ya se fue.
De la memoria del dolor a la memoria de la felicidad Por María Helena Vivas López Docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia
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Resumen El artículo define la vida de relación como una fuente de plenitud y su memoria puede y debe ser narrada por el periodismo en Colombia, tal como se ha hecho con el conflicto armado. Se presentan ideas de formas nuevas para conservar y divulgar la memoria de la felicidad. Palabras clave: felicidad, relaciones, bienes relacionales, periodismo, memoria de la felicidad.
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La felicidad, happiness , “eudemonía”, “plenitud”, ha sido definida por filósofos como Aristóteles, Sócrates y Platón, pero también por teóricos sociales y económicos contemporáneos de diferentes formas. Felicidad, como el fin último o el bien mayor al que podríamos aspirar; felicidad, como la práctica de la virtud en la vida social. El estudio de la felicidad como un proceso relacional, es decir, que resulta del consentimiento o del acuerdo entre los seres humanos, más que del intercambio asociado al placer y a la riqueza, es un campo de estudio que se está explorando actualmente. Bruni (2013) señala que la categoría
Luis Alfonso Yepes Bustamante / Fotografía digital / 2014
de “bienes relacionales” ha sido enunciada por filósofos como Marta Nussbaum (1986), el sociólogo Pierpaulo Donati (1986) y los economistas Benedetto Gui (1987) y Carole Uhlaner (1989). Benedetto Gui, citado por Bruni (2013), los define como “bienes no materiales, que no son servicios que se consuman individualmente, pero que están ligados a las relaciones interpersonales”. En Colombia, los periodistas hemos contado la historia del despojo, del desarraigo, de la muerte, el dolor de múltiples conflictos que no han dado tregua en los últimos 60 años. Ahora, esas historias, que hacen parte de nuestra memoria,
1 El coeficiente de GINI es una medida de la desigualdad económica. Si esta cifra es cero, significa que hay igualdad perfecta. La desigualdad máxima se expresa con uno.
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Judith Márquez / La pensadora / Óleo sobre madera / 80 cm X 40 cm / SF / Colección MUUA
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sirven para gestar compromisos de no repetición, de reparación, de justicia y verdad. Hay que seguir contándolas, pero también es justo reservar un espacio para las historias de valentía, de resistencia, de creatividad, de generosidad y reciedumbre ante las adversidades. La capacidad de relacionarnos, de apoyarnos unos a otros, de cultivar la amistad, el amor a la par que el compromiso social y político, hacen parte de lo que podemos llamar la “memoria de la felicidad” en medio de la destrucción. Esa memoria feliz está en cada ser humano y se puede narrar, en crónicas, reportajes, entrevistas, programas de televisión, películas y, por supuesto, en “gotas” de 140 caracteres en Twitter o en fotografías y otros materiales en Facebook. La tarea de los periodistas en la Colombia contemporánea puede mostrarnos miles de historias de felicidad, las cuales poco tienen relación con la alegría fugaz del consumismo vendido por la publicidad. Más bien, se trata de retratar la capacidad del ser humano de sobreponerse al dolor, de disfrutar de su trabajo diario, de tener una actitud generosa con el otro. Una de las orientaciones clásicas del periodismo señala que es noticia el relato de aquellos hechos nuevos o, sin ser nuevos, no eran conocidos por el público. El periodismo en la era digital tiene el desafío de contar cosas nuevas, pero esas cosas nuevas ya circulan de forma vertiginosa por las redes sociales y cada ciudadano registra, con su celular, fotografías y videos de lo ocurrido al instante del suceso. Por lo tanto, ¿qué cosas son nuevas hoy? Es difícil pensar en la felicidad y narrarla en un país en el cual todavía persiste la desigualdad social y económica. Según el Panorama Social de América Latina, de CEPAL (2016), el coeficiente de GINI1 para Colombia fue de 0,535 en 2014, lo que significa que aún persiste un alto grado de desigualdad. Además, la tasa de pobreza nacional en 2014 fue de 28,5%. En las zonas urbanas este porcentaje se estima en 24,6%, mientras que en las rurales llega al 41,4%.
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Luis Alfonso Yepes Bustamante / Fotografía digital / 2014
Ahora, los economistas miden la felicidad, para lo cual integran variables objetivas y subjetivas. La medición de la felicidad por el World Happiness Report (Helliwell, 2016) contempla los siguientes factores: producto interno bruto per cápita, el apoyo social, la salud, la expectativa de vida al nacer, la libertad para tomar decisiones vitales, la generosidad, la percepción de corrupción, los afectos positivos y los afectos negativos. Los factores objetivos son los clásicos de los índices económicos, como el producto interno bruto (PIB) per cápita, con base en información de la OECD y el Banco Mundial; vida saludable y esperanza de vida al nacer, con base en lo determinado por la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial. Lo interesante aquí es apreciar la forma de medir los factores subjetivos como el “apoyo social” (tener alguien con quien contar en momentos difíciles), el cual se basa en la respuesta a una encuesta mundial de Gallup a la pregunta con respuesta cerrada (sí o no): “¿Si usted tiene un problema, tiene familiares o amigos con quienes
contar para que le ayuden en cualquier cosa que necesite de ellos?”. Por otra parte, para apreciar la “libertad para tomar decisiones vitales”, la pregunta es: “¿Está usted satisfecho o insatisfecho con la libertad para elegir qué hacer con su vida?”. Acerca del factor “generosidad”, se hizo un cálculo sobre las respuestas para estimar el ingreso per cápita acerca de las donaciones a instituciones de beneficencia en el último mes. La percepción sobre la corrupción se estima sobre las respuestas binarias a dos preguntas en la encuesta mundial de Gallup (2005-2011)2: “¿Considera que está generalizada la corrupción en el gobierno?” y, “¿considera que la corrupción está generalizada en los negocios?”. El cálculo se realizó solamente sobre la percepción de corrupción en los negocios. Los “afectos positivos” se refieren a la cantidad de disfrute, felicidad y risa en el día previo en las mediciones hechas entre 2008, 2012 y 2013. Los “afectos negativos” se definen como las sensaciones de preocupación, tristeza o enojo.
2 La Encuesta Mundial sobre la felicidad incluyó datos comparables internacionalmente, entre ellos un escalafón de promedios nacionales sobre calidad de vida, basados en la Encuesta Mundial Gallup 2005-2011 para 156 países.
Referencias bibliográficas Bruni, L. (2013). Relational Goods: a new tool for an old issue. En: Estudos Contemporâneos da Subjetividade (ECOS) 3(2), 173-178. Recuperado de: http://www.uff.br/periodicoshumanas/index.php/ ecos/article/view/1251/897 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2016). Panorama Social de América Latina, 2015 (LC/G.2691-P). Santiago: Naciones Unidas. Departamento Nacional de Planeación (DNP) de Colombia. (30 de marzo de 2016). La desigualdad sí ha disminuido en Colombia: DNP. En: Portal web DNP. Recuperado de: https://www.dnp.gov.co/Paginas/La-desigualdads%C3%AD-ha-disminuido-en-Colombia-DNP.aspx Helliwel, J.; Layard, R. y Sachs, J. (editores). (2016). World Happiness Report 2016 Update (Vol. I). New York: Sustainable Development Solutions Network. Recuperado de: http://worldhappiness.report/wpcontent/uploads/sites/2/2016/03/HR-V1_web.pdf
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En los barrios populares de Medellín, en medio de las dificultades económicas, el tendero de la esquina mantiene su costumbre del “fiado”, que consiste en entregar una libra de panela, una caja de huevos o un cuarto de mantequilla sin recibir pago inmediato, apuntar en un cuaderno de hojas, cuyos bordes están gastados, el nombre del vecino que con seguridad en la próxima quincena pagará su deuda. Es una forma de supervivencia, de ayudarse mutuamente, pero también de mantener su negocio, consciente de la situación apremiante de los clientes. La memoria de la felicidad está en la capacidad de afecto, de unión, de sentir como propios los problemas y las aflicciones de los demás; pero, ¿estamos narrando esa memoria hoy en Colombia? Esta es una propuesta para que busquemos esas historias cotidianas de la lucha por la vida, por el buen vivir, aún en medio del recuerdo de los dolores de la guerra y contemos la memoria de la felicidad, entendida como la capacidad de vivir en sociedad y relacionarnos en forma civilizada.
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Según el World Happiness Report (2013-2015), Colombia ocupa el puesto 31 en felicidad entre 157 países. En Dinamarca están los ciudadanos más felices (primer puesto) y en Burundi, que ocupa el puesto 157, los menos felices. Se observa que los factores objetivos como el producto interno bruto (PIB) per cápita, la salud, la expectativa de vida y los subjetivos como el grado de apoyo social y la libertad de tomar decisiones vitales, son los de mayor importancia en la percepción de felicidad. En Colombia, se aprecia un estimativo similar del PIB con la sensación de apoyo social, ese que nos ha permitido resistir más de 50 años de conflicto armado y que constituye nuestro equipaje para los próximos desafíos que nos presenta el escenario de convivencia sin la amenaza de los grupos armados. Se trata de una tarea cultural colectiva para la cual tenemos ya una gran fortaleza. El periodismo, en cualquier plataforma, medio o formato como forma de memoria, hoy debe superar el concepto clásico de noticia para buscar otras formas de narración que permitan dibujar el espíritu de un pueblo que se sobrepone a múltiples adversidades y encuentra, en gestos de solidaridad, acompañamiento y generosidad y entrega una forma de vivir. Mujeres que obstinadamente buscan a sus seres queridos desaparecidos en la guerra y se unen a otras en esa espera infinita estarían reconfortadas al recibir los restos de sus hijos en una urna, porque es peor alimentar la esperanza de verlos llegar vivos a casa y mantener la incertidumbre. Jóvenes que buscan con la ciencia solucionar problemas de los más vulnerables. Hombres y mujeres que se unen por sus comunidades. Estudiantes que observan las necesidades de sus comunidades y proponen formas creativas para superar el aislamiento como el caso de Leonidas González, Lisseth Ortiz y Daniela Velasco, quienes tienen una propuesta para crear una “red de emisoras comunitarias móviles por perifoneo”, para utilizar los recursos disponibles en las comunidades más pobres de la región de Urabá y hacer y enseñar periodismo ante la falta de acceso a tecnologías digitales y la poca alfabetización de los pobladores.
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“La felicidad no se reduce al bienestar afectivo de un organismo adaptado a su medio. El hombre debe reflexionar para construir su vida según unos valores. No puede desatender ni su libertad, ni su responsabilidad ante el compromiso voluntario de su acción. Ser feliz supone que el hombre sea capaz de lograr un equilibrio que supere sus contradicciones y sus conflictos. Si el hombre quiere ser feliz, no debe olvidar que la felicidad es el resultado de una conquista primero sobre él mismo y luego sobre un mundo en el que debe tener en cuenta no solamente las fuerzas naturales, sino también a los demás hombres”.
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Jean-Paul Margot, 2007
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“Historias junto al fogón” es un proyecto de investigación social que desde el interior de los espacios domésticos, en especial el fogón, y acudiendo al recuerdo de las personas, fomenta el diálogo, la confianza, la expresión de las emociones y la manifestación de las capacidades que puedan ser puestas en función de la consecución de propósitos personales y comunes. Como metodología, se desarrolla en los espacios de lo cotidiano de las familias, donde se acude para resolver las necesidades diarias. Dependiendo del contexto, puede incluir espacios domésticos como la cocina, el patio, la huerta o el solar, o espacios relacionados con el entorno y el paisaje tales como la parcela, el
cultivo, la chagra, el monte o el bosque (según el caso étnico). Así mismo, involucra el diálogo de saberes en torno a las actividades productivas y los conocimientos asociados a estos espacios de uso, considerando las diferencias de género y generación, que tras la excusa de realizar la documentación de los distintos modos de vida y conocer las formas de relacionarse de los grupos humanos con los ecosistemas (desde lo social y ambiental), ha conllevado a un interés y a una búsqueda por “reconocer” en el individuo capacidades, fortalezas, destrezas, habilidades, percepciones, valores, sueños, alternativas y otras posibilidades que permitan potencializar y valorar la condición presente de las personas y de la comunidades en distintos escenarios sociales. Según la experiencia del método “Historias junto al fogón”1, la reflexión en torno a elementos como la comida a partir del recuerdo le ha permitido al individuo convertirse en investigador y dador de conocimientos, experiencias y prácticas asociadas, de manera crítica, reflexiva y constructiva, quedando de lado la percepción de un individuo pasivo y receptor de información por un individuo empoderado de una realidad en contexto de donde ha obtenido sus conocimientos más profundos para resolver los distintos aspectos de su vida y atender los de su familia. Acudir a la comida como un “activador” de recuerdos permite al investigador o gestor social conocer en profundidad las motivaciones
Las “Historias junto al fogón” son un proyecto de investigación que incorpora una metodología para acercarse y generar capacidades en las comunidades, en su búsqueda de un objetivo común según corresponda. Se cuenta con experiencias entre comunidades andinas, amazónicas, costeras, sabaneras y del altiplano del país, entre indígenas, campesinos y afrocolombianos. La metodología ha llevado al desarrollo de temas asociados al uso de flora y fauna; percepción cultural de cercas vivas; mujeres y alimentación; uso de plantas en la salud y la alimentación por parte de familias menos favorecidas; diversidad cultural; cocinas de tierra, aire y fuego y desarrollo de estrategias de reconocimiento y relacionamiento social y de posicionamiento cultural del conocimiento tradicional.
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y talleres, se avanza en una integración donde todos pueden participar de manera incluyente y sentirse “parte de”, de manera activa.
La felicidad en lo cotidiano La vivencia de lo pequeño, lo cotidiano y lo repetitivo permite reconstruir expresiones significativas y diversas de la felicidad; y es así como se ha nutrido la experiencia de las “Historias junto al fogón” al realizar encuentros de cocina que permiten a los participantes integrarse en una condición humana, sin importar la posición o estrato social, y donde el comer es una necesidad
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de quienes hacen parte de un proyecto y, así mismo, identificar las capacidades de un grupo determinado. De esta forma, se expresan con libertad las emociones con relación al pasado, al conocimiento de los lugares, a los aprendizajes adquiridos, a los gustos particulares y a las habilidades que generalmente son invisibilizadas por la falta de práctica o por la carencia de los recursos necesarios para su desempeño; por ejemplo, el artesano que carece de las fibras y bejucos para la artesanía, el agricultor que ha perdido sus semillas tradicionales o el médico tradicional quien ya no puede ir al monte por sus plantas medicinales. Al resurgir con actividades significativas (compartir) en los distintos diálogos
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Experiencia de “encuentro junto al fogón” de mujeres del corregimiento San José del Peñón, del municipio San Juan de Nepomuceno (Bolívar). Autora: Klaudia Cárdenas Botero
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incluyente. La metodología es un llamado a reorientar los objetivos de las investigaciones y de los proyectos realizados con las comunidades y las familias, para involucrarlas más desde la perspectiva de actores–protagonistas y menos en la posición de “víctimas” o receptores de información, bienes y servicios. Compartir en distintos escenarios domésticos, productivos y de organización social con distintas comunidades y familias a lo largo del país, ha permitido obtener una radiografía de las condiciones de vida, los paisajes, los momentos, los valores y los recuerdos que ponen en evidencia, de un modo “distinto” a como lo hacen las urbes, la percepción sobre lo llamado felicidad. En general, si se alude a una condición de la felicidad, quizá se limitaría a generalizaciones, que van desde el sentir el amor y tener salud, alimentación, independencia económica y libertad, hasta satisfacer los gustos personales por medio de la obtención de bienes u objetos. Bajo estas condiciones, el concepto de felicidad, por sí mismo, resulta inequitativo y podrían presentarse situaciones en las cuales hablar de felicidad tiene una connotación mística o innata al pensamiento y al sentir de los individuos según sus experiencias de vida y las expectativas de acuerdo con el contexto, el entorno y la edad en circunstancias determinadas por la cultura, la época y la condición social en la cual se da el desarrollo como individuos. En esa búsqueda de un estado del ser se reproducen experiencias que trascurren entre estados de escasez, confusión, abundancia y claridad frente la vida; de donde se desliga un vivir con el riesgo de la “temporalidad” pero con el ánimo de la trascendentalidad, del legado y del dejar huella en “otros” quienes, quizá, puedan lograr la felicidad. Es común escuchar a los padres y abuelos insistir en que “hubo tiempos mejores”, “hoy todo es más fácil” o “a usted no le tocó vivir lo que a mí me tocó” como un modo de expresión referente a un tiempo y a circunstancias dinámicas, con un propósito final de satisfacer necesidades básicas, pero dignamente, y un vivir en condiciones de bienestar para asegurar, en parte, la tan anhelada o desconocida felicidad.
Lucy Tejada / Detalle de la obra: Mujer de perfil / Técnica mixta / 100 cm X 45 cm / 1955 / Colección MUUA
Epicureo distingue tres especies de placeres: los naturales y necesarios, como beber, comer y hacer el amor, para satisfacer las exigencias vitales del cuerpo humano; los naturales mas no necesarios, como las fantasías culinarias y sexuales y, de forma general, todo lo que depende del desenfreno de los deseos naturales y necesarios, y, finalmente, la mayoría de los placeres no naturales, ni necesarios, producto de opiniones vanas y vacías y de los deseos sociales, tales como los honores, la riqueza, el poder, la gloria o la inmortalidad, y que debemos siempre evitar (Epicuro, 1995, pp. 57-65). 3 El valor de la parcela, de pertenecer a un territorio. 4 Como parte de uno de los componentes de recuperación del bosque seco tropical en el Caribe colombiano y en el marco del proyecto de cooperación entre el Fondo para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), se obtuvo historias de vida, recetas tradicionales de los Montes de María, conocimientos tradicionales de las semillas, descripciones de utensilios de cocina, tipos de fogones, dibujos y un amplio registro fotográfico con el cual el Patrimonio Natural y USAID realizaron la publicación de un libro como parte de la estrategia de divulgación para cada una de las familias, el cual recoge todo su acervo cultural en este tema (consultar Cárdenas y Consuegra, s. f.). 2
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Estas condiciones, en sumatoria, aportan a la construcción de una “memoria de la felicidad” y remiten a contextos y tiempos definidos según las experiencias significativas, vividas por un individuo a nivel personal y en su relación colectiva. Se valora el camino recorrido, el aprendizaje, la adquisición de conocimientos y las personas quienes se convierten en protagonistas ocupando el “lugar memorable” dentro de la historia de vida de un individuo, variables traídas al presente y puestas en valor en los momentos necesarios para nutrir la existencia, sin remitir a una búsqueda de una condición ideal del ser en su lucha constante por superarse o superar a los demás. No se limita a la descripción de un concepto de “felicidad”, al poder ser este un mito que remite a la búsqueda de satisfacciones materiales justificando todos los sacrificios y todos los atropellos necesarios para su fin. A cambio, se renueva el valor por la memoria, los recuerdos, las experiencias para nutrir el espíritu en condiciones distintas, donde la comida hace parte trascendental del día a día como motivación y búsqueda de un buen vivir. Es así como durante la investigación del proyecto “Historias junto al Fogón”4 (20152016), se adelantó un valioso trabajo de campo con familias campesinas de la región de los Montes de María (Bolívar), nutrido, en principio, de experiencias personales y familiares en torno al valor del compartir los alimentos, pasando por recuerdos de la infancia impregnados de olores, sabores y colores atrapados en las habitaciones contiguas a la cocina y cuyo interés surge por
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Ante esta relatividad, sería imposible cualificar o delimitar variables seguras para lograr un estado confiable y confortable para el ser feliz. Sin embargo, si se acude a la sumatoria de experiencias significativas acumuladas a lo largo del tiempo, gracias a la cotidianidad, a la resolución de los retos del día a día, a la observación de las dinámicas y del entorno y el relacionamiento con ellas, a la transmisión de saberes y a la comunicación y manifestación por medio de distintas expresiones culturales y sociales, se encuentra un acervo de instantes que sumados marcan huella en el recuerdo como instantes de felicidad y, entre estos, es posible la manifestación de los mejores o los peores recuerdos a través de las experiencias y diálogos continuos relacionados con la comida. Ahora, si bien las experiencias relacionadas con la comida guardan una connotación asociada al concepto de sentir “placer”2 (lo cual por su condición temporal de inmediatez es muy distinto al de felicidad), en el caso de las “Historias junto al fogón” se hace referencia a distintos elementos que permiten visualizar otros modos de conceptualizar este aspecto. Se evidencian entonces referentes espacio–temporales de felicidad surgidos a través de los diálogos con las familias; por ejemplo, al hablar sobre las condiciones donde se obtienen los alimentos3 y el lugar donde se producen, se transforman, se comparten y se consumen, aunado a los momentos (que pueden ser cotidianos o especiales) y las personas con quienes se comparte.
la necesidad de ahondar en la memoria de experiencias significativas que, a nivel personal, han acontecido en la relación con la comida:
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Recuerdo de domingo en una terraza al aire libre desde un barrio popular en Medellín donde se encendía un fogón para preparar los tamales, elaborar empanadas y papas rellenas y preparar chocolate en leña para convidar a familiares y amigos. Fiestas decembrinas, fiestas de madres, cumpleaños, festejos familiares sin motivo alguno –solo el de la “jugarreta” (jugar cartas, dominó, tute, veintiuna, parqués, etc.)–, las visitas sabatinas a las tías que estudiaron con monjas y que adoptaron sus conocimientos en cocina y en panadería. El recuerdo de un padre amoroso pero de fuerte temperamento que aliviaba los regaños con “chocolate negro y espeso”, que premiaba el buen desempeño con comida, pero además que preparaba las mejores papas rellenas del mundo (de un pequeño mundo, cuando se tiene 9 años)5.
Tal como lo enuncia la película Un viaje de 10 metros 6, “en la comida están nuestros recuerdos”. Las experiencias sensoriales y emotivas en torno al comer ponen en evidencia a lo que, literariamente, alude el escritor Oscar Wilde: “Después de una buena cena se puede perdonar a cualquiera, incluso a los parientes”. Los diálogos y encuentros en torno a un fogón remiten a tiempos inmemoriales, quizá olvidados, con personas ausentes y presentes quienes son recreadas constantemente en estos espacios de uso doméstico, los cuales se transformaron en las
ciudades y aún persisten en la ruralidad donde pocas veces se apagan los leños. La comida es reconstruida desde el sistema culinario, donde se reconocen los espacios de uso del bosque, los montes, las parcelas y las huertas, atravesando las prácticas en los patios de los ranchos, instalándose en la cocina como el lugar donde se transforman y reproducen los alimentos, pero también se entregan y dinamizan los conocimientos y las experiencias. La comida, como ritual de lo cotidiano y ritual de lo festivo, alude a instantes de felicidad y de memoria (el recuerdo).
La comida y el recuerdo “Historias junto al fogón” destaca la experiencia del trabajo de campo de un proyecto de conservación del bosque seco tropical en el Caribe colombiano7, con ochenta familias localizadas en veredas y corregimientos de los municipios de San Juan de Nepomuceno 8 y Carmen de Bolívar9 en la región de los Montes de María10. El proyecto tiene como objetivo implementar medidas de conservación de los corredores biológicos que conectaran los bosques secos tropicales del Caribe, desde la región de los Montes de María hasta La Guajira; paisajes habitados históricamente por familias culturalmente y étnicamente diferentes, viviendo en condiciones semejantes, difíciles en algunos casos por las restricciones de acceso al agua, la pérdida de las semillas, la calidad de los suelos, los cambios del calendario productivo, las plagas, la desintegración familiar a causa de la violencia, el abandono institucional y todas las
Experiencia personal de la autora. Dirigida por Lasse Hallström (2014). 10 metros es la distancia que separa a un restaurante de cocina francesa tradicional, ganador de la estrella Michelin, de uno de comida local. 7 Se desarrolla en el marco del Programa Paisajes de Conservación Caribe, ejecutado por Patrimonio Natural (Fondo para la Biodiversidad) con recursos de USAID Colombia, entre marzo de 2015 y febrero de 2016. 8 Veredas de Raicero, Media Luna, corregimiento de San José del Peñón y el casco urbano de San Juan de Nepomuceno. 9 Corregimiento de El Salado, veredas El Bálsamo, Santa Clara y El Espiritano. 10 La región ha presentado una movilización masiva del campo a la ciudad por la presión de actores con intereses particulares y la acción de los grupos armados incrementada hacia finales de la década de 1990 hasta hace unos cinco años, dejando secuelas de desintegración familiar y social a nivel local, visibilizados y atendidos desde afuera. 5 6
Actividades de la cotidianidad donde en medio de la adversidad se evidencia constantemente la felicidad. Nunca se escucha una queja o una mala disposición para ir a trabajar a la parcela, ni por ir en burro a colectar agua, a pesar de las distancias y las altas temperaturas. De igual modo, nunca se escuchan reclamos por la escasez de comida, siempre las familias exponen su tranquilidad (no conformismo) de un vivir que es dinámico e incierto en el día a día. 12 El objetivo de la actividad es disminuir el riesgo afrontado por una familia con respecto a la falta de mano de obra disponible para trabajar y la consecución de alimentos. Para lograrlo, durante dos o tres días de la semana una familia acude a donde sus vecinos para colaborarles con el trabajo de su parcela y así todos los participantes aseguran, por lo menos, la alimentación para el núcleo familiar. Cada familia acude con los alimentos disponibles según el calendario productivo en su parcela y los suma a los de otros participantes para cocinar en comunidad. De este modo, y mientras se realizan distintas recetas y se saboreaban de nuevo los recuerdos de las cocinas tradicionales, se genera un diálogo en torno a la recuperación de prácticas, el intercambio de semillas, el fortalecimiento de los conocimientos a nivel de género, así como se identifica una división del trabajo a nivel generacional que involucra a niños y jóvenes en las actividades. 11
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Por tradición, las familias practicaban la solidaridad y la cooperación en jornales de trabajo a partir de los colectivos de trabajo, consistentes en una colaboración entre propietarios de parcela, generalmente entre cinco y diez familias, quienes juntaban su mano de obra (la de los hombres, especialmente) para colaborarse mutuamente en labores como realizar actividades de agricultura (siembra, recolección y limpieza), así como el cuidado de animales, el establecimiento de cercas y postes, la limpieza del monte, el arreglo de potreros, entre otros. En los últimos veinte años, la dinámica social en el territorio (violencia, desplazamientos y pérdida de semillas) han llevado a las familias al abandono del modo de trabajo solidario, dinámica recuperada a partir de los “encuentros junto al fogón” como la excusa con la cual se convocaba a las familias bajo la premisa “comer para trabajar, trabajar para comer”12. La metodología implementada se basa en observación directa, entrevistas, coinvestigación por parte de jóvenes locales, elaboración de talleres de cocina, convites comunitarios, paseos, intercambios de experiencias, compartir en familia y realizar recorridos en campo que permiten reconocer las alternativas de las familias para el planteamiento y la resolución de su propio proyecto de vida en las condiciones que le son “propias”, valoradas según su percepción y construcción cultural y conjugadas con los proyectos institucionales que llegan. Estas herramientas “comunes” para el investigador social, toman un significado distinto en la medida que son reproducidas por
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demás secuelas de un desplazamiento forzado que obliga a un comenzar de nuevo. Abordar un interés por la implementación de medidas de conservación del bosque seco teniendo en cuenta las condiciones del lugar, si bien es un tema relevante, no se percibe como prioritario para la vida en el día a día (aunque finalmente lo es). Por lo tanto, se alude a la valoración de las prácticas y a la percepción del hábitat como una manera de encontrar los argumentos para evidenciar la dependencia de los recursos biológicos, mapeando con recorridos participativos el entorno en donde se desarrollan las actividades cotidianas y productivas11, tales como ir a recoger agua, recolectar frutos, colectar fibras y bejucos, cortar madera, sembrar, cosechar, abrir monte, cazar, llevar animales, traer hierbas para su alimentación, cocinar y comer, entre otros. Los recorridos del paisaje memoraron los sueños (el querer ser), los cambios de la familia y las transformaciones del territorio, además, se reconocieron las distintas emociones esparcidas por los sentidos al comer en fresco, al tocar las semillas, al sentir la tierra, al ver la magnitud de árboles que habitan la montaña, el augurio de una buena cosecha, todos esos instantes donde las personas hicieron su viaje a través de los recuerdos y relataron con elocuencia todo lo aprendido, lo vivido y lo perdido en su trasegar de la cotidianidad, de donde lo más emocionante es “el olvido” de una condición vulnerable y la renovación de un sentimiento de resistencia y un orgullo por aquello que nunca se deja de ser, un orgulloso campesino montemariano.
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los mismos protagonistas de la investigación. En los distintos casos, las personas se convierten en los “dadores” de conocimientos, prácticas y saberes que acuden desde el recuerdo, gracias al propicio compartir de experiencias en torno al fogón. Los resultados obtenidos durante la sistematización del proyecto llevado a cabo en los Montes de María evidencia la importancia de la participación de los hombres en el cumplimiento de labores generalmente descritas como femeninas, al involucrar los espacios domésticos y culinarios que, en el contexto de la región y debido a las condiciones de desplazamiento forzado de las parcelas en los últimos veinte años, expuso a las mujeres con sus hijos a salir de las fincas e irse a vivir a los cascos urbanos cercanos (municipios de San Juan Nepomuceno y Carmen de Bolívar),
quedando limitado el acceso a la parcela por temor a los riesgos de la violencia en el campo (Salcedo, 2016). Durante las entrevistas, los hombres explican cómo hacen resistencia por la tierra y por cuidar de sus siembras tratando de no abandonar las parcelas y organizándose para ir a trabajar durante el día y retornar al casco urbano en la tarde. Estas condiciones han llevado a los hombres a asumir la responsabilidad de organizarse para preparar sus alimentos en el rancho, la parcela y el monte. De este modo, gracias a la pervivencia de prácticas como preparar el sancocho13 y el café en el monte, en la choza u otros espacios según el lugar donde se desarrolle el jornaleo, se han dinamizado las relaciones masculinas entre sí, la amistad, el compadrazgo, el esparcimiento, la planificación de actividades,
Experiencia de “encuentro junto al fogón” con familias de la vereda Media Luna, del municipio San Juan de Nepomuceno (Bolívar). Autora: Klaudia Cárdenas Botero La tradición para compartir los alimentos en la parcela es tender una mesa larga (troja) con hojas de bijao a manera de mantel, sobre la cual se disponen recipientes con el caldo del sancocho y montañas de arroz caliente, el bastimento (yuca, plátano, ñame), las carnes y el hueso alrededor. Todos los comensales se ubican alrededor de la mesa y, con cucharas de totumo, toman caldo del recipiente y con la mano cogen lo que se quiera comer para acompañarlo. Este es un momento de absoluta “felicidad” a altas temperaturas, después de un gran día de jornaleo.
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“Almuerzo en troja” en la vereda Raicero, del municipio San Juan de Nepomuceno (Bolívar). Autora: Klaudia Cárdenas Botero
Las familias ya poseen casa en la zona urbana y les resulta difícil vivir todo el tiempo en la parcela, puesto que los hijos están vinculados a las escuelas en el pueblo y valoran la comodidad de acceder a servicios de agua potable, salud y energía. 15 Los encuentros junto al fogón permitieron convocar a las familias en torno al reconocimiento de capacidades propias que pudieron ser socializados en común. Es el caso de los talleres adelantados en oficios tradicionales, durante los cuales la comunidad se capacitó en temas de conocimientos de plantas medicinales y prácticas de siembra y en la elaboración de tinajas de barro y mochilas de monte en fibra de “majagua”. 16 Específicamente en el corregimiento de San José del Peñón, las familias gestaron e implementaron el proyecto de creación de huertas caseras en patios familiares, así como el establecimiento de una huerta madre agrobiodiversa como banco genético para la comunidad (Patrimonio Natural–USAID, 2016). 14
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La experiencia del comer y el compartir se tradujo en una recuperación de distintas prácticas culturales, no solo asociadas con las semillas y las prácticas de manejo de la agrobiodiversidad, sino con la construcción de un nuevo tejido solidario, la recreación del baile, el avivamiento de la tradición oral, el reconocimiento de las semejanzas y de las oportunidades, la comprensión y la valoración de las capacidades locales15 y la gestación de iniciativas productivas locales16 para mejorar las condiciones de vida a nivel familiar y comunitario.
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la concreción de proyectos, el intercambio de productos, los negocios y el análisis de aspectos de la organización, así como la generación de un ambiente de amistad y solidaridad frente a la adversidad. Posteriormente, la realización de los “encuentros junto al fogón” (durante un año) contribuyó al retorno de las mujeres y los hijos a la parcela, a cocinar junto con los hombres, pasar más el día allí y, poco a poco, recuperar la dinámica del ir y venir a la finca por lo menos dos o tres veces a la semana14.
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Colectivo de trabajo en la vereda Raicero, del Municipio San Juan de Nepomuceno (Bolívar). Autora: Klaudia Cárdenas Botero
Todo lo anterior se suma, de forma general, a una serie de experiencias significativas con las familias y permite poner en evidencia testimonios de la felicidad, desde otras perspectivas. Se alude, entonces, a una felicidad nutrida por circunstancias, personas, valores, sueños y capacidades que hacen posible atender necesidades tanto inmediatas como duraderas. Se da un valor a lo trascendental, a lo espiritual, a lo motivacional, a los sueños, a la esperanza, a los valores y a las tradiciones de la cotidianidad como experiencias significativas para la construcción social de identidad y memoria.
La felicidad y la memoria A continuación, se relacionan algunos ejemplos de elementos que denotan una perspectiva de la felicidad desde la memoria, los cuales aparecen
en los diálogos y las entrevistas; la percepción de felicidad se nutre de elementos del lenguaje y de otras realidades que llevan a reflexionar y reconocer, aún en circunstancias limitadas, cómo el ser humano tiene un infinito vademécum de oportunidades y razones para buscar y proporcionar felicidad y cómo el papel de los investigadores sociales debe aferrarse a estas circunstancias para fortalecer las capacidades de los individuos y encaminar los recursos disponibles para generar alternativas de bienestar humano. Se presentan adicionalmente algunas de las “percepciones culturales” que durante las entrevistas develan aspectos de “felicidad” como indicadores para conocer dónde activar emociones y capacidades en los participantes de un proyecto determinado. Las percepciones se pueden clasificar en la remembranza de circunstancias, personas, valores, sueños (motivaciones) y capacidades.
Cuadro 1. Elementos que denotan una perspectiva de felicidad desde la memoria de la comida en comunidades campesinas de los Montes de María Valores
Sueños/motivaciones
Capacidades
Compartir historias con la familia y las visitas
Los hijos
La bondad y la generosidad
Seguir en contacto con las plantas
Aprender a trabajar el campo desde niño
Celebrar la Semana Santa con diversidad de alimentos
La abuela que sabía cocinar y hacer utensilios en barro
Asignación de las labores en el hogar
Poder estudiar
Cultivar variedades
Celebraciones con la familia en “tiempos especiales”
Que todos los integrantes aporten en el sustento del grupo familiar
Respeto
Tener una parcela propia
Castrar animales
Alimentarse muy bien durante el embarazo y el parto
Como padres y abuelos transmiten valores a los hijos
El trabajo
Poder cuidar los animales
Curar a las personas
Cocinar con leña
Abuelas y madres encargadas de la crianza17
Amor por las semillas
Preparase un café, acostarse en la hamaca y sentir la brisa fresca de las mañanas que le regala el campo
Pilar el arroz
Hacer arreglos a la unidad doméstica
Atender a las visitas en la cocina18
Recibir mucho cariño de los padres
Tener una vejez donde no le moleste nadie
Hacer almidón de yuca
Recuerdos de la alimentación a pesar de la escasez y la sencillez de las comidas19
Compartir con los vecinos
Celebrar las fiestas religiosas y patronales20
Tener una casa grande21 y darle estudio a los hijos
Seleccionar hojas de tabaco
Gozar de muy buena salud porque antes se comía sano y natural22
Tener a los padres vivos
No llegar enojado a la casa
Tener ganado y animales de corral
Salar y secar el pescado para su conservación
“De mi abuela tengo los mejores recuerdos. Mi abuela me hablaba fuerte, pero nunca recibí maltratos de ella. Era muy querida mi abuelita. Además de la preparación de café tinto, me enseñó que lo ajeno no se toca y que un hombre debe ser responsable con su familia” (Félix Alonso Yepes). 18 Cuando atiende sus visitas a la hora de comer, la señora Yolanda utiliza una vajilla especial, que guarda con cuidado debajo de su cama, pero cuando se trata de comer en el monte, prefiere las hojas de bijao, en todo caso, “cada persona deberá hacerse su espacio para degustar y disfrutar de la comida”. 19 Los recuerdos de la niñez de la señora Teresa Castellar están escoltados por la pobreza. Recuerda que su madre les daba tan solo un pedazo de panela para comer en el recreo del colegio y con esto distraían el hambre hasta regresar a la casa donde los esperaba, casi siempre, un guineo cocido con aguacate o un bollo de masa. A pesar de la sencillez de las comidas, Teresa dice: “Nos comíamos eso con arroz ¡era una sabrosura! Como dije antes, éramos muy pobres, pero con eso, mi mamá nos mataba el hambre”. 20 La celebración que más respeto y felicidad le genera a Teresa Castellar es la fiesta de la Virgen del Carmen que se celebra el 16 de julio. A pesar de que no hay comida tradicional para aquel día, la gente del pueblo come mucho y bebe ron. La Virgen es adornada con flores y es paseada por las calles del pueblo por los creyentes. Algunos “pagan manda” esto quiere decir que durante la procesión llevan velas prendidas en sus manos sin importar que el cebo derretido e hirviente les queme la piel, todo esto con el fin de lograr protección y cumplir deseos pedidos a la Virgen y otros santos. La procesión es acompañada de voladores de pólvora y donaciones de comida para los más pobres. Este año, Teresa donó ñame, yuca y plátano para ayudar a quienes pasan las necesidades que ella algún día sufrió. 21 Pensando en su futuro, la señora Yolanda desea una casa grande, con patio grande, para poder criar sus gallinas y sus cerdos y para tener hortalizas. Afirma con cariño, que quisiera ver crecer a sus nietos y que ellos tengan una mejor calidad de vida. 22 “Antes, si uno se comía un pedazo de ñame o yuca, era acabado de arrancar. Ahora, los alimentos traen tantos químicos y por eso es que las personas se enferman” (Teresa Castellar). 17
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Personas
CÓDICE
Circunstancias
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Circunstancias
Personas
Valores
Sueños/motivaciones
Capacidades
Vivir en el campo23
Tener nietos y bisnietos
Aprender a hacer de “todo”24
Tener un patio y parcela grande
Trabajar desde joven25
La buena alimentación aporta a la longevidad26
Reunir a la familia
Tratar bien a las personas
Tener un rancho grande
Montar a caballo
Conocer al esposo en un baile
No tutear a los mayores
Conservar variedades de semillas
Cuidar animales
Comer en el patio27
Capacitarse
Que no haya violencia
Enseñar a hacer utensilios a los hijos
Comer juntos
Ser solidario
Volver a la parcela
Cuidar a las plantas28
Participar en los proyectos de la comunidad
Cumplir lo acordado
Viajar
Seleccionar las semillas desde la cocina29
Las percepciones expuestas como ejemplo en el cuadro anterior dan cuenta de algunos de los elementos que reconstruyen instantes y experiencias a partir de las “Historias junto al fogón”, recuerdos, expresiones, sabores y relaciones con el ámbito de la comida dan sentido y valor a la existencia como individuo y como un ser social dentro de una comunidad que lo necesita y a la cual aporta. En estos espacios de diálogo se destacan muchas personas, entre distintas generaciones, quienes demuestran en el día a día cómo salir adelante frente la adversidad.
Cuando quizá las circunstancias ponen mayores retos para la subsistencia, son los elementos de la cotidianidad los que nutren el sentido de un nuevo día, manifestaciones las cuales aseguran, no solo la existencia misma, sino la de todos y la de quienes van llegando como nuevas generaciones. Son estas personas ejemplares de vida quienes habitan anónimos en los distintos rincones de nuestro país, quienes tienen tanto por enseñar sobre la solidaridad y la construcción de una sociedad desde adentro, donde late el corazón de regiones multidiversas.
Se define la vida en el campo como una “sabrosura”, pues los hijos obedecen, respetan y no les hace falta la comida. Doña María recuerda que aprendió de su mamá a cocinar, a trabajar y a ser buena madre. La recuerda como una mujer honrada y trabajadora que “hacía de todo”. Le echaba la comida a los puercos, hacía bollos y pasteles y vendía bollo, chicharrón y dulce de mamón en las calles. Estos y otros quehaceres que aprendió viendo a su mamá, como envolver, ensartar y doblar tabaco, son los que le permiten a doña María decir hoy en día que ella también “sabe hacer de todo”. 25 Don Félix Alonso Yepes alude que ama el campo, montar a caballo y cuidar los animales gracias a que trabajó desde joven llevando mulos y vacas a pastar y a tomar agua. 26 Don Félix Alonso Yepes disfrutó mucho de su abuela pues ella vivió hasta los 114 años, afirma que esta longevidad se debe a la buena alimentación, a comer a horas exactas y a tener alimentos frescos y sin químicos. Su madre tiene 95 años, vive cerca y está muy bien de salud. 27 Se acostumbra a “armar el fogón de leña” al aire libre en el patio de la casa. Aunque la familia comparte los alimentos en el comedor, no cambia la preferencia de comer en el patio, al lado del fogón. 28 Estos aprendizajes de la agricultura han cultivado en doña María el amor por las plantas, las cuales de manera diversa adornan su casa en el frente y en el patio. Ha sembrado el oreganito, el té morado, la manzanilla, la valeriana, la cebolla cañita, el tomate, el níspero, la ciruela, la papaya, la cereza, el achiote, el noni, el mango, el azahar de la india y otras plantas ornamentales y medicinales y árboles frutales. Desde su cocina, realiza la labor de “cuidar y seleccionar las semillas” que hacen parte de su dieta cotidiana. Recolecta, entre otras, las semillas de tomate, ají, achiote, mango, papaya y cebollita que llaman localmente de “cañita”, especies usadas para el consumo en casi todas las comidas, así como para preparar los remedios caseros y las preparaciones medicinales a base de frutas. 29 Es así como desde los quehaceres en la cocina, doña Yolanda González y su familia recolectan semillas de maíz, berenjena, ají, mango, piña, yuca, ñame, aguacate, plátano, ajonjolí, arroz, frijol y papaya. Estos oficios les han permitido aprender varios de los remedios y conocimientos que tienen para el cuidado de la salud. 23 24
Referencias bibliográficas
Colombia y Patrimonio Natural. Recuperado de: https://es.scribd.com/document/315702755/ Historias-Junto-al-Fogon Epicuro. (1995). La carta a Meneceo. En: Obras. Barcelona: Altaya. PP. 57-65. Margot, J. P. (2007). La felicidad. En: Praxis Filosófica (25). Recuperado de: http://www. scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid =S0120-46882007000200004 Salcedo Hernández, M. A. (2 de junio de 2016). Las calles de un pueblo donde caminaba la violencia. En: Las 2 Orillas. Recuperado de: https://www.las2orillas. co/las-calles-pueblo-donde-caminaba-la-violencia/
Cárdenas Botero, K. y Consuegra, C. (s. f.). Historias junto al fogón. Medellín: USAID, MinAmbiente
Sencillo en el término de “elemental” más no de simpleza o falta de complejidad.
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Los “encuentros junto al fogón” son un llamado a reconocernos y a reconocer a otros en estos instantes desapercibidos por la premura de los días que ocupan el potencial de resiliencia y creatividad ante la dificultad. En la valoración de las cosas “sencillas”30 reposa, quizá, el sentido del papel como individuos y el aporte a una sociedad ávida de una verdadera transformación hacia la paz, donde todos se valoren y reconozcan distintos, pero quizá semejantes desde las pequeñas cosas; simplemente, de eso se trata “la memoria de la felicidad”.
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Fogones intergeneracionales en la zona alta de la vereda Media Luna alta, del municipio San Juan de Nepomuceno (Bolívar). Autora: Klaudia Cárdenas Botero
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I
Solo si parto de la noción dada años atrás por Estanislao Zuleta, puedo construir una noción de memoria de la felicidad, en estos tiempos oscuros, aciagos, que nos recuerdan que la sombra de la caverna habita aún entre nosotros y está ahí para impedir que esta patria avance, se abra espacio a la diferencia y todos tengamos un lugar donde ser orgullosamente humanos. Solo si aceptamos la hipótesis del ejercicio de la memoria como lo único que puede transformar el presente, en tanto la primera impresión de una experiencia horrorosa o dolorosa puede ser transformada al recordar, al pasar de nuevo por el corazón, al ser vista en un contexto, compartida con otros, puesta en comunidad, y al haber hecho de esa memoria un acto político, es decir, uno que va de lo puramente individual a lo colectivo en la búsqueda de la construcción de algo mejor, de un bien común, solo así podemos decir que esa memoria se ha convertido en ejercicio pleno de humanidad y ciudadanía. Si hoy se habla de memoria es porque la tragedia nos ha llevado a ella, porque las víctimas nos han gritado una y otra vez sobre la necesidad de volver a lo que pasó, entender lo que pasó, no olvidar jamás lo que pasó, para que nunca más se repita. En este país desmemoriado, son las víctimas quienes nos salvan de una reedición eterna de la guerra. En esta nación desmemoriada, el olvido ha hecho parte de la estrategia del poder, para mantener los privilegios y las exclusiones, para impedir se desenmascaren los relatos ya antiguos y repetidos de los responsables del atraso, las injusticias y la muerte. Por ello honramos la memoria y buscamos que sobreviva, para que prospere la vida y en ella la justicia. Por ello la paz debe estar fundada sobre el logro de la verdad, una
verdad polifónica, no oficial, la cual nos salve de la bruma o de la oscuridad de la mentira, y nos permita reconocernos como seres humanos de igual dignidad y, por lo tanto, con igualdad de derechos. Clamamos por una memoria capaz de allanar los caminos de la privación y del dolor y que permita a todos los habitantes de esta nación poder gozar de un lugar en la sociedad, de un territorio, del derecho a la alegría.
Jorge Cárdenas / Hortense, fiquet, Madame Cezanne / Óleo sobre hardboard / 40 cm x 32.5 cm / 1956 / Colección MUUA
1 Las víctimas del conflicto en Colombia ya son ocho millones. Desplazamiento, amenazas y despojo, los hechos violentos más denunciados (Informe del periódico El Tiempo. Abril de 2016. Fuente: Unidad Nacional de Atención y Reparación de Víctimas).
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Para construir una aproximación a la felicidad, o al menos, para volver a la utopía de la felicidad, es absolutamente necesario tener conciencia plena de la herencia que cargamos, de lo que construimos y vivimos como pasado y de las posibilidades que puede ofrecer el futuro, para que los verdugos no sigan apareciendo una y otra vez con sus estrategias de miedo y castigo. Es decir, creo con firme convicción que es necesario hacer memoria para volver sobre ese pasado que somos y revisar qué hay en ese equipaje que nos llevó a la guerra. Preguntarnos una y otra vez: ¿Qué hemos acumulado en la cultura que nos lleva a la fascinación por la guerra, por ese monstruo que a la vez odiamos y nos atrae? ¿Qué nos impide reconocer la igual dignidad de los seres humanos y el derecho de todos los seres humanos a vivir nuestra existencia según nuestras propias creencias? ¿Qué en nuestra herencia nos hace súbditos de los emperadores quienes libran batallas a nombre nuestro y en nuestros propios cuerpos, con la promesa de salvarnos? Porque no solo nos destruye la intención de infringir el mal, también las promesas mesiánicas de salvación nos han condenado a la eliminación del otro, a su castigo o exclusión. Bien nos lo recuerda nuestro escritor Alonso Sánchez Baute en su libro Líbranos del bien. La memoria está ahí, no como un proyecto inventado por el gobierno para que las víctimas nombren sus dolores, sino como una necesidad de los sufrientes, para al nombrar lo que les ha pasado, todos podamos entender mejor lo que nos ha pasado y de esta forma sanar las heridas y buscar un mundo mejor. Hoy, más que antes, tenemos claro que la guerra no es una disputa entre dos bandos simplemente, la guerra no es el resultado escueto de unos malos contra unos buenos, sino la consecuencia fatídica de condiciones materiales, y sobre todo culturales, las cuales nos impiden vivir en comunidad como seres racionales. Hacer memoria es necesario también para comprender que quienes se alistaron en la guerra son sujetos de condiciones históricas y
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Dice William Ospina que puede ser mucho menos doloroso ser miembro de una casta inferior en India, pues cada casta tiene ya un lugar en esa cosmogonía, al menos en ella no se ha prometido, como en nuestra cultura, el acceso a todos los derechos. Es posible que su ilusión sea pequeña pero ajustada a la realidad. También nos ha advertido Zygmunt Bauman que el más doloroso de los efectos de la inequidad puede ser el miedo a no ser reconocido, a ser invisible para todos, a no tener un lugar. Nuestras víctimas son seres plenos de derechos desde su nacimiento, pero estos derechos no se han hecho efectivos para ellos. Nuestras víctimas son millares justo porque no contaban para el Estado, para la sociedad en general, desde antes de ser víctimas. La mayoría de ellas no hacían parte del relato nacional, no las habíamos visto. No contábamos con ellas. Por eso llegaron a ser más de ocho millones1 y aún no logran interpelar la conciencia de esta sociedad ni desatar la compasión. La tarea cultural de la memoria apenas empieza. Está llamada a transformarnos. Las víctimas del mundo han reclamado hacer memoria, su corazón grita. Todos deben conocer lo que ha pasado para advertir la posibilidad de estar ocurriendo y la susceptibilidad de repetirse, para que no se repita, para honrar a los muertos. Para advertir sobre lo que es capaz el ser humano, nos lo dice Primo Levi, la memoria también opera en el sentido de hacer comprensibles los horrores de la guerra a quienes no la vivieron y entonces escudriñar qué es lo que la provoca, buscar a través de los múltiples relatos sus causas profundas, las condiciones que la alimentan, desentrañarlas, desnudarlas y entonces combatirlas. Decía Gabriel García Márquez a través del narrador en Los funerales de la Mamá Grande: “Solo faltaba entonces que alguien recostara un taburete en la puerta para contar la historia, lección y escarmiento de las generaciones futuras, y que ninguno de los incrédulos del mundo se quedara sin conocerla”.
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por lo tanto redimibles, es decir, en cada uno hay un ser humano quien posiblemente en otras condiciones habría podido obrar distinto; y de esas condiciones también debemos hacernos cargo como sociedad, contribuir a sus transformaciones si queremos la no repetición de esta tragedia, pero ha de haber una memoria honesta, sin justificaciones ni disculpas, capaz de poner en evidencia los contextos donde se desarrolla la guerra y las razones claras para optar o llegar a ella. En estos días el profesor Antanas Mockus volvió a darnos una lección de humanidad al pedirle perdón a una mujer desmovilizada de la guerrilla, por las condiciones que la habían llevado a la guerra. Se propone entonces la memoria como un examen de conciencia, contrición de corazón, confesión de boca y propósito de enmienda, como lo concibe la Iglesia católica en su ritual de confesión, o como lo asegura el psicoanálisis: para sanarse es necesario nombrar el dolor, la tragedia. Hablo de la memoria como una reflexión profunda que ha de hacer cada uno de nosotros, como individuo y como sociedad, para que esta tragedia humanitaria que hemos vivido, cese. Llegaremos a reconciliarnos y lograremos vivir en comunidad, si y solo si nos podemos hacer cargo de nuestra propia historia, si y solo si podemos tener un relato cierto y profundo de nuestra existencia para hacernos cargo de ella y pedir perdón. Reconciliarnos no es posible si no conciliamos con nosotros mismos. ¿Qué significa eso? Volver a construir nuestro ser de manera coherente y armónica, filar nuestras creencias, hábitos, palabras y acciones en función de una vida en comunión con los otros, en comunidad. No será una tarea fácil. Es necesario volverse a nombrar en toda la integridad para descubrir en nosotros la bondad y la nobleza. Es necesario volver sobre nuestra humanidad para recuperar los sueños que algún día nos permitieron vislumbrar lo que nos haría felices y útiles al mundo.
Todos tenemos la obligación de contribuir con nuestro pensamiento y nuestras acciones al cumplimiento de los derechos de todos por igual, y así, merezcan y tengan las condiciones básicas para una existencia digna. Todos tenemos la obligación de hacer prosperar la noción de lo público en la mente de todos, pero muy especialmente en el quehacer de los gobernantes. Es urgente deshabituarnos de la naturalización del oficio del gobernante como quien representa y defiende bienes particulares o propios. Es necesario recuperar el sentido pleno de la política como la construcción del bien común. Es urgente también movernos del individualismo que nos impide ser ciudadanos, como nos lo recuerda el poema Ellos vinieron2:
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada. Somos lo que hemos sembrado. Es hora de movernos del lugar del odio, de la retaliación, de la venganza, de la justificación de la guerra o de la indolencia, si queremos ver un mundo mejor y dejar a las generaciones presentes y futuras un modo de vida más humano y civilizado. Es mejor empezar ya y hacerlo con fe y decisión. Podemos ayudar a esta patria a dar un salto cualitativo definitivo si nos proponemos construir un nuevo ejército de esperanzados en la nueva vida, quienes trabajan por demostrar que sí es posible convivir con el otro, con la naturaleza, la casa común que habitamos. Debemos proponernos convencer a las generaciones futuras que la guerra no sirve a nadie y por el contrario la convivencia armónica
Poema adjudicado al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956); pero cuya autoría continúa en debate.
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Referencias bibliográficas Ospina, W. (16 de agosto de 2014). Romper una piedra. En: El Espectador. Recuperado de: http:// www.elespectador.com/opinion/romper-una-piedracolumna-511047 Zuleta, E. (1980). Elogio de la dificultad (discurso).
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hace más feliz, fácil y próspera la vida de todos. Ha de ser la fuerza conjunta, la convicción de la necesidad de “creer para ver”, la manera de derrotar a quienes siguen empeñados en librar sus guerras y defender sus intereses a costa de miles de jóvenes combatientes, quienes destruyen sus sueños en guerras ajenas. Debemos levantar la voz desde la memoria de las guerras, desde los muertos y los victimizados para construir un proyecto cultural renovado, democrático y más humano y decir también ¡basta ya!, basta ya de usarnos para sus intereses, porque hemos
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Ethel Gilmour de Uribe / Zapatos Rojos I / Fotocollage / 29.5 cm x 21 cm / S.f. / Colección MUUA
construido una nueva conciencia y ahora queremos ser dueños de nuestros sueños. Hay que decirlo muy duro: ¡No queremos debernos a los verdugos quienes ganan con nuestras vidas! Lo dijo William Ospina: “La paz es como una piedra que hay que abrir… Sí, así de dura y de difícil es esa tarea, porque de ella dependerá el futuro… Pero es una tarea inaplazable. Nietzsche escribió que es más fácil romper una piedra que una palabra. Pero hay palabras que no necesitamos romper sino abrir, para que nos revelen todo lo que contienen. La paz es una de ellas… En las guerras primero se intenta obtener la victoria por las armas. Cuando no se puede, se hace lo posible por triunfar a través de los códigos. Y cuando tampoco es posible ese triunfo jurídico, llega la hora de la política. La política ya no representa el poder de la fuerza ni de las normas, sino la voluntad de los poderes que hacen la guerra y de los pueblos que la padecen. Quizá declarar una guerra no dependa de la voluntad, pero terminarla definitivamente, sí. Y solo en ese sentido podemos decir que la paz somos todos, cuando la paz pierde su sentido de mero forcejeo entre fracciones del poder, de mero regateo entre los viejos adversarios y se convierte en una liberación de la energía social pacífica y creadora, en una alta exigencia de imaginación para la construcción de espacios democráticos, nichos de dignidad y de esperanza, formas de la libertad y la fraternidad (Ospina, 2014). Queremos ser felices. Soñamos con ser felices.
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Historia de la felicidad
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I
En la Antigua Grecia, Aristóteles definía la felicidad como la vida buena y una extensión de la misma unida al conocimiento de lo bueno y a la virtud practicada en forma de sinceridad y generosidad. Para él, la excelencia sintetizaba lo biológico, lo social y lo intelectual, como elementos necesarios para la felicidad. Plotino consideraba la felicidad como intensiva y no extensiva, un momento de sosiego del espíritu, no un proceso que discurría en el tiempo. Para Sócrates, la ciencia era la única capaz de proporcionar la felicidad. Platón entendía la felicidad como un estado contemplativo del alma. Séneca y los estoicos decían que ser feliz requería de liberarse de las pasiones, ser indiferente a los bienes y cultivar el sosiego. Para Heródoto ser feliz era el estado al cual se llegaba al final de la vida y dependía del azar. Los romanos veían la felicidad como el máximo bien y se podía obtener a través del placer, las riquezas, los honores, la salud, la amistad o la cultura, dependiendo de aquello que le faltara al individuo.
En el Medioevo, la felicidad significaba renuncia y sufrimiento como acciones necesarias para alcanzar la vida eterna y unir nuestras almas con Dios, imitando la experiencia de Cristo en la tierra. Esta concepción de la felicidad se fue asemejando a la experiencia del cielo en la vida monacal, pero poco a poco se fue volviendo más terrenal. Así, Tomás de Aquino propuso que ser feliz era traer el cielo a la tierra, es decir, hacer secular el cielo a través de la renuncia y el sacrificio, lo que luego el calvinismo convirtió en un estilo de vida estricta y ordenada, de dedicación al trabajo, a la religión y al ahorro como forma de realización, con poco bienestar, con el fin de satisfacer las demandas de la sociedad, donde lo importante era aquello definido por la conciencia, el deber y los fines razonables y útiles y no lo expresado por los sentidos, como el amor o la sensualidad. Por otra parte, los utilitaristas ingleses, como John Locke o Bentham, creyeron en la felicidad como el único objetivo de la vida, el cual debía ser para el mayor número de personas.
dicha felicidad es temporal, dura hasta cuando se pueda comprar otro bien o servicio para alimentar nuevamente el sentimiento de felicidad.
En la actualidad, uno de los aspectos más determinantes de la felicidad de un sujeto es su capacidad económica. Así, la llamada “calidad de vida” o el mencionado “bienestar” han sido igualados a la categoría de felicidad. Fenómenos como las desigualdades socioeconómicas en términos de renta, empleo, inflación y acceso a educación, salud, seguridad y riqueza material permiten o no tener la “forma física adecuada” y la “suficiente energía para vivir”, como indicadores determinantes al establecer el nivel de felicidad de una población. Podría decirse que los aspectos mencionados se mejoran con los procesos de urbanización, industrialización, informatización e individualización, aunque la dinámica de las sociedades postmodernas parece mostrar lo contrario al presentar cada vez más condicionantes a la felicidad como la inequidad económica y mayores tasas de contaminación ambiental. Otro grupo de factores que condicionan el estado de felicidad de los sujetos parece ser el del carácter cultural. Así, las sociedades con menores índices de discriminación en términos de machismo, racismo, clasismo y sexismo, son más felices, al igual que las sociedades más educadas e informadas por la tendencia a aceptar el libre desarrollo de la personalidad del individuo, la participación de los
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De qué depende la felicidad
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Ellos también la definieron como la búsqueda del placer y la negación del dolor, proponiendo, cada vez más, nuevos objetivos para así obtener todas las formas del placer. John Stuart Mill consideraba que dicha búsqueda debía ser compartida entre el individuo y la sociedad, generando así una relación entre lo individual y lo colectivo. Este autor distinguió entre placeres inferiores y superiores, tal vez, haciendo una distinción entre placeres intelectuales y físicos. Para los ilustrados, como Voltaire o Rousseau, la felicidad estaba en la razón y en el controlar la imaginación, ambos elementos conjugados con una suerte de tolerancia universal y un toque de buen humor. Además, para estos autores, la felicidad es connatural al ser humano y si este no la posee se debe a que sus creencias, costumbres o formas de organización social no son las adecuadas. Luego del Romanticismo en Europa, del nacimiento de los estados nación y de las revoluciones de principios del siglo XX, la felicidad pasó a depender de las voluntades individuales o de la voluntad del pueblo de acuerdo al sistema económico al que se pertenecía, al capitalismo liberal o al socialismo soviético. El hecho ocurrió a finales de los años 80, época en la cual el gigante soviético sucumbió y al parecer el modo de producción capitalista se hizo a casi la totalidad de las economías del planeta. Hoy, todo el mundo persigue la felicidad, aunque nadie sabe exactamente qué es. La economía de mercado la ofrece y permite pagarla a plazos, con tarjeta de crédito o en efectivo; y
Víctor Muñoz / Detalle de la obra: Conjunto de obra Niquitao / Impresión digital / 50 cm X 233 cm / 2003 / Colección MUUA
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sujetos en las decisiones políticas y el rechazo del autoritarismo y de los prejuicios. Otros elementos determinantes de la felicidad son los factores de carácter relacional; es decir, entre mejores sean las relaciones, el trato y la confianza con la familia cercana, el conyugue, los hijos, los amigos y los participantes de la vida pública y laboral, se es más feliz. Con respecto a este último aspecto, parece ser que existe una correlación entre felicidad y vocación laboral, así, si se hace lo que se quiere, aumenta el índice de felicidad. Volviendo a las relaciones interpersonales, al parecer, los sujetos para ser felices deben desarrollar una serie de habilidades sociales para lograr ser extrovertidos, abiertos y capaces de controlar el entorno para así posibilitar les suceda, con mayor frecuencia, eventos agradables que los hagan felices. El desarrollo de habilidades dependen del significado atribuido por el sujeto a sus experiencias, de las reaccionen a las mismas y de su capacidad para superar eventos desagradables. Dichas habilidades posibilitan alegrarse, además de poder equilibrar lo deseado con lo que se tiene, y lo que se tuvo con lo que se espera tener o merecer. Por otra parte, en el campo social, las actividades lúdicas estructuradas, como el deporte en grupo, pueden generar más felicidad que aquellas no estructuradas, solitarias o laborales como ver la televisión o elaborar un informe. Es importante decir que, entre estas habilidades sociales necesarias para ser feliz y la inteligencia, no se ha encontrado, hasta ahora, correlación alguna.
Algunos problemas con la felicidad Las sociedades contemporáneas enfrentan hoy el nihilismo, esa pérdida de propósito de la existencia expresada en un alto nivel de suicidios en las ciudades y en el campo, además de la adopción de conductas cada vez más autodestructivas por parte de los seres humanos, como lo son las adicciones y la incorporación a grupos violentos
de carácter extremista, ya sea con tintes políticos, religiosos o raciales. Es decir, dicho nihilismo no es solo una tesis filosófica explicada y estudiada por filósofos como Sartre, Camus o Shopenhauer. Este nihilismo, que al parecer surge de la racionalidad moderna instrumental la cual olvida el lado humano de las personas, no es inherente al ser humano como tal, pero si está relacionado con el hecho de vivir en un mundo donde se obliga a querer más de lo que se puede tener, y se valora a los sujetos por aquello que pueden poseer. Easterlin (1974), encontró altos índices de felicidad tanto en los países pobres como en los ricos. Las sociedades que buscan ser más felices constituyéndose en más ricas, no necesariamente lo logran; su felicidad crece solo hasta cuando por efectos del crecimiento del PIB son cubiertas todas sus necesidades vitales. En estas sociedades, los niveles de felicidad comienzan a bajar una vez se ha alcanzado el confort básico, mientras los niveles de riqueza se hacen más grandes. Al parecer, el crecimiento del PIB en los países del primer mundo en niveles superiores a los necesarios para alcanzar el confort básico podría estar relacionado con el crecimiento de factores que aumentarían los niveles de infelicidad, como la delincuencia, la contaminación, el calentamiento global, el daño al medio ambiente y la urbanización acelerada y desorganizada. Así que relacionar felicidad con PIB, hasta cierto punto, puede ser válido, pero no en las sociedades del mundo desarrollado. Hoy, el mundo desarrollado, altamente tecnificado y con un PIB muy alto por la necesidad de generar crecimiento, ha reducido el acceso a lo que el dinero no puede comprar. Es decir, al invertir el tiempo vital en comprar bienes y servicios, no se busca el amor, la amistad, un hogar, el cuidado de los cercanos o a otros, el aumento de la autoestima al trabajar con profesionalismo, el aprecio, la solidaridad, el respeto de nuestros iguales, el compartir o el ser escuchado. Todas estas acciones ofrecen felicidad gratuita y real, al poner a disposición a los demás y a cada persona en servicio de los otros, lo cual, hace felices. Por otra parte, en el mundo desarrollado se produce infelicidad por el establecimiento de relaciones
Entonces ¿qué es la felicidad? Posiblemente, la felicidad pueda ser solo un estado circunstancial en el cual se interpretan
condiciones favorables para el disfrute de la vida y llevar a cabo los sueños. Es la expresión de la alegría y la ausencia de miedo. Si este estado es frecuente, es posible definir la vida como feliz, sin olvidar la permanente subjetividad de dicho estado, por ser un sentimiento. Así, la felicidad es estrictamente personal e individual, cada quien es feliz a su manera y de forma transitoria. Por ser la felicidad un sentimiento, para los orientales, no existe. Todos los sentimientos no dejan de ser ilusiones creadas por el ego y, por ello, tal vez la felicidad se asemeje más a un estado de plenitud o paz interior la cual implica la unión con el todo. Para los psicólogos contemporáneos, la felicidad está asociada con la aceptación de sí mismo y de las circunstancias y los acontecimientos de la propia vida, aceptación que permite superar la adversidad y transmutarla en crecimiento personal. Los profetas de la nueva era, algunos físicos cuánticos divulgadores de la ciencia y algunos de filósofos pertenecientes a la escuela del nuevo empirismo o razón sensible, creen que la
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sociales carentes de armonía, fundadas en la desconfianza e influenciadas por los mass media y las organizaciones multinacionales con antivalores estructurados bajo las premisas de máxima ganancia y control social, además de ser indiferentes a la cooperación y a la colectividad. De acuerdo con Bauman (2009), en la sociedad actual existen varios imperativos culturales capitalistas, como el “culto a la satisfacción inmediata” y “la incapacidad para esperar y para adquirir compromisos”, generados por las felicidades temporales ofertadas por el mercado dentro de la sociedad del consumo, las cuales hacen del futuro algo para exhibir en una vitrina, una novedad necesaria para permanecer felices y conservar un status, incapacitándonos para esperar, para comprometernos, para el esfuerzo y para la duración.
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Antonio Seguí / Detalle de la obra: Sin título / Litografía / 74 cm X 105 cm / SF/ Colección MUUA
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felicidad consiste en vivir el presente sin aferrarse al pasado ni esperar nada del futuro, activando al máximo los sentidos y el cuerpo en una relación íntima con el mundo y con los otros. Lo anterior implica hacernos más felices con el uso de los sentidos para sublimar el instante aprovechándolo al máximo y elevar el espíritu, posibilitando la creación de nuestro mundo interior. Para otros, la felicidad consiste en encontrar un equilibrio entre lo vivido objetivamente y lo sentido subjetivamente acerca de la vida que se tiene; es decir, el equilibrio entre los estándares objetivos de calidad de vida y los criterios subjetivos acerca de lo considerado calidad de vida (Zapf, 1984; citado por Veenhoven, 2003). Cuando los factores externos (condiciones objetivas) e internos (percepción subjetiva) son considerados adversos para el sujeto, la situación puede ser catalogada como una deprivación. La situación puede llegar a convertirse en una disonancia cuando los individuos tienen una percepción subjetiva
negativa de las condiciones en las cuales se vive, aunque estas sean adecuadas y con calidad. La misma situación puede ser considerada como un estado de adaptación del individuo, cuando a pesar de las malas condiciones objetivas del medio en que se vive, el sujeto las considera cualidades positivas. El equilibrio depende de factores como las oportunidades que los sujetos hayan tenido, los resultados logrados hasta ahora en sus transcursos vitales y el capital psicológico de éxitos o fracasos, los cuales les permita equilibrar placer y dolor, sufrido y vivido. Dicho equilibrio parece estar, también, relacionado con la actitud de los sujetos para enfrentar los hechos, que puede incluir o no, la disposición al disfrute de las cosas pequeñas y la armonía entre medios y deseos y entre libertad y prudencia. En el sur del continente americano, y en particular en el seno de sus comunidades indígenas milenarias, ha surgido la idea del buen vivir, adoptada por los gobiernos de Ecuador y de
Germán Londoño / Detalle de la obra: Paisaje con insectos / Técnica mixta en papel / 69 cm X 49 cm / SF / Colección MUUA
Ayllón, J.R. (s. f.). Una historia de la felicidad. Recuperado de: http://www.mercaba.org/Filosofia/ Etica/una_historia_de_la_felicidad.htm Bauman, Z. (2009). ¿Qué hay de malo en la felicidad?. En: Claves de razón práctica, (189), 8-18. Recuperado de: http://www.elboomeran.com/upload/ ficheros/noticias/bauman.pdf Easterlin, R. A. (1974). Does Economic Growth Improve the Human Lot? Some Empirical Evidence.
El Tiempo. (16 de agosto de 2016). ¿Quiénes son los colombianos más felices y los más depresivos? Planeación Nacional realizó el primer diagnóstico sobre felicidad realizado en Colombia. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ gente/estudio-sobre-felicidad-en-colombia-deldepartamento-nacional-de-planeacion/16674620 Departamento Nacional de Planeación de Colombia (DNP). (16 de agosto de 2016). DNP revela primer diagnóstico de felicidad para Colombia. Recuperado de: https://www.dnp.gov.co/Paginas/DNP%20 revela%20primer%20diagn%C3%B3stico%20 de%20felicidad%20para%20Colombia.aspx Guardiola, J. (2011). ¿Qué aportan los estudios de felicidad al buen vivir, y viceversa? En: Revista de Ciencias Sociales. 6(1), 97-109. Layard, R. (2005). La Felicidad. Lecciones de una nueva ciencia. México: Taurus. Mcmahon, D. M. (2006). Una historia de la felicidad. Madrid: Taurus Punset, E. (2012). El alma está en el cerebro. Madrid: Biblioteca Redes TVE y Editorial Destino. Muñoz Ballesta, A. (Septiembre de 2014). Una introducción a la Felicidad y a la Historia de la Filosofía. En: El catoblepas Revista crítica del presente, (31). Recuperado de: http://www.nodulo. org/ec/2004/n031p17.htm Veenhoven, R. (2008). Lo que sabemos de la felicidad.. En: L. Garduno Estrada, B. Salinas Amescua y M. Rojas Herrera (coordinatores), Calidad de vida y bienestar subjetivo en México (pp. 17-56). México: Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Zapf, W. (1984). Individuelle Wohlfahrt: Lebensbedingungen und Wahrgenommene Lebensqualitat. En: Glatzer, W. y W. Zapf (editores), Lebensqualitat in der Bundesrepublik. Objective Lebensbedingungen und Subjectives Wohlbefinden. Frankfurt am Main: Campus Verlag.
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Referencias bibliográficas
En: P. A. David y W. R. Melvin (editores), Nations and Households in Economic Growth. Nueva York: Academic Press.
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Bolivia, en lo local, mundial y medioambiental, definida como una propuesta para construir un mundo basado en la convivencia, la diversidad y la armonía con la naturaleza, la multiculturalidad y pluralidad, la calidad de vida, la sinergia social y el equilibrio eco-simbiótico. Dicho mundo requiere de una sociedad dinámica, con redes y organizada en forma de democracias directas locales, con alta participación ciudadana. También, suele pensarse que la felicidad está unida a una vida con sentido externo e interno. Para que la vida tenga sentido interno, debe ser una vida con autonomía, control del entorno, creatividad, sinergia interior y autorealización, la cual ofrezca un estatus en cual se esté conforme. La vida con sentido externo sería una vida con valor estético, moral o funcional, que deja un legado a los demás; es decir, el sentido externo de la vida lo da una vida buena para algo, trascendente y que contribuye a la sociedad y al mejoramiento del mundo. Tal vez una vida feliz requiera de verdaderos retos y desafíos, con esfuerzos reales y el alcance de resultados difíciles, en un principio, pero que aun así está el atrevimiento a intentar, a imaginar y a soñar. Posiblemente ser feliz implique tomar la decisión de controlar el mal humor, transformar los pensamientos y creencias y comenzar a buscar de manera sistemática y decidida aquello que nos hace felices, porque aunque el ser feliz no viene estipulado en nuestra información genética, es un estado que, a través de la dopamina, el cerebro impulsa a buscar.
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Palabras clave: dramaturgia, espacio, cuerpo, felicidad, recuerdos
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“...Creo entonces que el actor o la actriz se debe a sí mismo y al debatir sobre los momentos o instancias al momento de ir a la acción dramática, a la cual llamaré la teatralidad o esencia vital del ser en la escena permanente, ya que por lo que veo y puedo sentir, seguimos viviendo cien años más de soledad y se nos ha olvidado el verdadero sudor y las verdaderas lágrimas que profundizaron nuestras almas haciendo raíces, y con las que regamos algún día las rosas para la eterna primavera en la que hoy vivimos...”
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Solo comienzo diciendo que no estamos lejos de abrir los ojos para ver lo que se esconde en cada uno de nosotros si verdaderamente lo sentimos y lo queremos, ya que la vida no puede seguir siendo un momento más de palabras silenciosas que caen desde su propio abismo y que al final solo se pierden por esos largos y tenebrosos pasillos de la historia, en la cual, la humanidad y el mundo no dejan de ser una fantasía y eso lo creemos tantas veces; pero no
lo creamos porque allí la vida es una realidad constante, permanente, y todo esto es una regla que suma y resta, que bebe y fuma sus largos suspiros hasta agotarnos los años que poco a poco nos hacen viejos sin sentido alguno, hasta perder por momentos la cabeza y la clarividencia de lo que somos ante el cosmos, ante la realidad para al día siguiente ya haber olvidado absolutamente todo. Ese es el mundo, esa es la realidad en la que atendemos nuestros sueños como parásitos
El Bufón / Sol Múnera / Fundación por la Cultura Juan Guillermo Rúa / fotografía digital / 50 cm X 35 cm / 2014
una odisea de la verdad, la cual se borra de manera instantánea y quizás ya se re-describe en cada parte de sí mismo, entonces es aquí donde me pregunto a ciencia cierta sobre el sistema de
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Dora Ramírez / Retrato de Frank Olarte / Óleo sobre lienzo / 95.5 cm X 60 cm / 1968 / Colección MUUA
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en esa nebulosa de un medio antagónico que aún persiste en cada uno de nosotros como parte de esa nebulosa interior que sin darnos cuenta nos abandona en su primer viaje por la vida, hacemos parte de esa oscuridad y, peor aún, nos valemos de ella para vivir supuestamente en armonía… así, como un estand de comidas rápidas en el cual se consumen todas estas generaciones a las que llamamos continuamente olvidadas, mas no del presente, en las que vivimos. Estamos atados a la misma rueda floja de un pasado macabro, desdeñoso y aburrido que lo envuelve todo, como si esto solo fuera un paradigma o presagio mágico o metafísico de nuestra gran pieza de teatro de la vida, en la que ya no actuamos, sino que simulamos hacerlo para entretener al otro, somos una generación de consumidores permanentes de desechos tóxicos de memorias que creemos que existieron, pero que al final solo son memorias inmediatas ya olvidadas por el afán de vivirlo todo como lo manda una sociedad enceguecida más por los recuerdos… Por eso, ahora que trato de describir me sobre este panorama que se torna de manera interminable e inseparable, y donde busco conjugar las palabras más exactas y mientras presagio el olor que desdeña la catarsis o las cicatrices que sin duda alguna tenemos que hacer cada uno de nosotros para habitar nuestro propio túnel por donde apurados buscamos la mejor salida, eso que determina quizás nuestra manera emotiva de pensamiento o busca de nuestros dioses de la verdad, pero que nunca entendemos y que no dejan de ser más de
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la auto-representación, de lo que somos de manera permanente, lo que realmente existe en mí y en todos ustedes como parte de un hacer constante en la memoria (si es que así lo queremos llamar), pero no, nada de eso existe. Por eso advierto, tomándome de manera descarada la palabra desde el conocimiento mismo que me ha dado la vida, el caminar, el subir y bajar tantas veces la montaña por siempre, el encontrarme con el diario vivir de esa locura golpeada por las calles, por los andenes y por inmensos “valores” que no corresponden a lo que realmente somos, causas, efectos, o mejor, franquicias de una
inquisición que no termina porque aún hiede en la sangre y en las carnes aceradas por el fuego, porque ese olor tan profundo no se borra, pero al final lo vamos determinando como el todo, llamándolo “cultura ciudadana”, o algo por el estilo, que más que ser parte de nuestras cotidianidades productivas y verdaderas, son abismos donde de repente nos sumergimos creyendo como verdades irrefutables y famosas pero no dejan de ser solo mentiras de las verdades absolutas de fuerzas y estrategias dominantes… pero esos son los principios fundamentales de una sociedad “moderna o civilizada” sin olvidarnos
El Bufón / Sol Múnera / Fundación por la Cultura Juan Guillermo Rúa / fotografía digital / 50 cm X 35 cm / 2014
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de un solo tajo, y es donde se pierde el escenario real de ese verdadero actor, porque el tinglado absorbe la pureza y la esencia que da formas a otras sensaciones donde está en juego el todo y no de las palabras bellas de los grandes escenarios donde disfrutamos de las pasiones que otros nos interpretan, sino de las reales, de las que creamos a diario con el otro en nuestro círculo natural energético y que de una u otra forma emancipan nuestras buenas relaciones describiendo al entorno que cada uno nos permitimos, el que nos ha dado bondadosamente la naturaleza ante la libertad de nuestras almas, ante lo cosmogónico como principio y fin del renacer en la estética real de nuestro entorno y nuestros cuerpos, y no basada en las enseñanzas absurdas de una academia que quiere darle respuesta al todo, y por ende al espíritu, pero nunca nos podrán alcanzar, porque ese conjunto que poseemos entre el componente cuerpo y espacio, espíritu y mente, ideología y sociedad, energía y sublimidad o el interior y el afuera, no marchitará nunca el estado natural que nos delibera en la acción misma del pensamiento humano que nos ha permitido desglosar de manera práctica y continua nuestro que-hacer como sujetos activos y teatrales, porque de manera permanente evocamos el acceso a la conformación de nuevas partituras más colectivas como lo requiere hoy la colectividad interior de nuestro sujeto social, el cual nos permite crear realidades propias y verdaderas en cada uno, porque no pretendemos ser dueños absolutos de la verdad y poder así ahondar por esos extensos caminos del actor espiritual, del acto sublime del camino interior comprometido consigo mismo, que es el más allá del simple cuerpo y, que a su vez, se confronta de manera permanente con el ahora, que son nuestros cuerpos donde cargamos personajes interiores o de recuerdos continuos que ya no entendemos porque han sido habitados de manera continua por otras sensaciones que no corresponden a lo que realmente somos, perdimos el poder interior de nuestro propio juicio y reconocimiento, para solo caracterizarnos con sus pequeñas sombras, las cuales ya no alcanzamos a identificar porque perdimos su luz
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que son ellos quienes promueven las guerras y las derrotas de sus supuestos enemigos, desarraigos infinitos de sus almas, desplazados del olvido, maniquíes de figuras exactas que adornan las viejas y subjetivas ventanas de esos marcos escuálidos y obsoletos de la historia por donde pasa la verdad profunda, y que a su vez cimentan sobre los seres y sus legiones la rabia absoluta que no tiene sentido, huéspedes de calzadas y cascos de combate desposeídos por la infamia, porque de esta manera pueden hacer de nuestros principios algo más pasajero, donde ya no importemos ni para nosotros mismos. Son ellos, quienes nos conllevan a creer aún más en lo que realmente ni imaginamos en el campo de nuestra memoria feliz, porque no importamos entonces… Porque así es que nos cuentan así nuestras almas rebocen de alegría, para ellos solo somos cadáveres en el dolor donde solo se cuentan los muertos, más no los muertos por la vida, o los muertos de la felicidad, esos quedan silenciosos, resguardados en el olvido para que nunca los escuche nadie… Y así tantas cosas que de verdad de tanto pronunciarlas llegan a ser ciertas o tan habituales como invisibles, las cuales son causantes de verdades ficticias, mentirosas donde no entendemos y no queremos entender porque somos ahora parte de ellos, nos dejamos provocar de manera continua inconscientemente al detonar el accionar teatral permanente de la vida, donde lo profundizamos como parte de ese sistema de código visual, sonoro, rítmico, energético y espiritual, el cual poseemos todos, y que sin duda alguna nos permite restablecer y establecer recuerdos, emociones, episodios, sueños o ensueños desde nuestro propio eje del sentimiento activo, diría yo, inconsciente colectivo o emocional del sistema del cuerpo, de la carne que trasgrede de manera constante la memoria interior o sublime del actor o de la actriz en el campo real de la calle, de la vida cotidiana del transeúnte o actor natural desprevenido, llámese obrero, estudiante, afro, indígena, mestizo, ama de casa etc., todos son trasgredidos de manera continua por los medios de comunicación o por las falacias de estructuras mafiosas, clanes tribus, pandillas, combos que te lo borran todo
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en medio del desierto. Ya no somos capaces de darnos y dar una respuesta coherente porque estamos sumergidos en el maltrato constate y colectivo de la misma razón del olvido, como ese pequeño cáncer que sueña y que nos sueña, habitamos ese esclavo cotidiano al cual no hemos podido derrotar en nuestras batallas interiores y permanentes porque en su accionar nos extirpa los huesos, nos mueve y saca de lo profundo de nuestro ser lo más preciado que es el ser humano natural en su propia escala evolutiva… pero ahora, solo nos han dejado el dolor para que nos sentemos esas bases de ser un héroe más o un mártir más, sin sentido alguno, y es ahí en donde vuelvo y me pregunto, ¿dónde quedaron los grandes escenarios que elaboraron nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros arquitectos del amor?, ¿por qué nunca hablamos de ellos?, ¿dónde quedaron los forjadores de sonrisas, y muecas, los fonomímicos con sus trajes de colores que danzaban por nuestras escuelas?, ¿por qué fueron abatidos hoy bajo el manto del olvido?, ¿por qué no aparecen hoy cuando hablamos de memoria?, ¿por qué nunca hablamos de todos esos buenos momentos y lo que significaron en lo alto, en la cumbre bajo el solo interés de nuestras almas?, y ¿por qué solo aquí permanece el llanto, la herida, el odio, la venganza, la zozobra, la sequedad, la injuria y el ego y no la bondad?, ¿pero sí será verdad que lo hemos olvidado todo? O, ¿es que a quién le interesa que nos odiemos y nunca nos perdonemos..? Me queda aún la duda, ¿creo entonces que cabe a veces más fácil la ignorancia, como la más preciada entre lo que se pretende hacer como memoria, así, sin misión verdadera, y como esencia, sin pretensiones, la que quiere contar esa otra verdad, más como una admisión quizás espontánea y no rigurosa como las que he visto, que emanan algunos personajes que pretenden ser actores o actrices, como parte de una mera sensación efímera teatral por así decirlo del teatro de la vida..? Creo entonces que el actor o la actriz se debe a sí mismo y al debatir sobre los momentos o instancias al momento de ir a la acción dramática, a la cual llamaré la teatralidad o esencia vital del ser en la escena permanente, ya que por lo
que veo y puedo sentir, seguimos viviendo cien años más de soledad y se nos ha olvidado el verdadero sudor y las verdaderas lágrimas que profundizaron nuestras almas haciendo raíces, y con las que regamos algún día las rosas para la eterna primavera en la que hoy vivimos. Por lo tanto, pienso que se hace fundamental debatirnos hoy en cuatro elementos o instancias al momento de ir a la acción dramática de la vida, a la memoria reconstructiva de la verdad permanente, a la cual llamaré en mi campo, la teatralidad vivida o esencia vital del ser en la escena misma donde transcurre ese actor verdadero ante la vida y sus hechos, los cuales son: el cuerpo y el espacio, lo espiritual, lo ideológico y social y la energía vital. Estos cuatro elementos no pretenden ser piedras filosofales, mantras o pócimas para una larga vida o una juventud eterna, nada de eso, pero sí que adquieran actos conscientes y consecuentes con el que-hacer mismo de nuestra escala humana interior, a veces tan compleja consigo misma como con lo demás, por lo tanto se deben desglosar de manera simple para un buen resultado, para que así nos permita una verdadera funcionalidad al momento de la acción sobre un escenario o territorio donde se habita o donde ocurrieron los hechos de manera continua, ya que esto tendrá a su favor un elemento de fascinación como muchas veces lo puede y lo describe el cuerpo de manera inconsciente, ya que mediante una reacción involuntaria, como parte de ese dialogo corporal y metafísico de lo sucedido en los instantes ya que de esta manera es como acontecemos diariamente, porque todo absolutamente todo está conectado con el antes, el ahora y el después, por lo tanto se debe asimilar de esta manera profunda estos diálogos que a su vez crean una historia dentro del contexto del vehículo de trasmisión corporal externo que se enmarca en posibilitar un lenguaje propio psicorítmico y dramático que nos narran aquellas historias que quizás sucedieron a lo largo del tiempo y no alcanzaron a ser contadas y esto entonces genera vacíos y abismos socioculturales, pero lo más importante es que aún permanecemos como trasmisores permanentes si así lo
Nuestro diálogo, tanto corporal como verbal, entonces tiene que ser un diálogo amplio y coherente, fresco y riguroso, para que esto nos permita sumergirnos en la esencia de cada uno, en las múltiples realidades y fantasías no realizadas, las que cada uno contiene en su vida personal. Creo que esto es bastante importante para el inicio de nuestras acciones en la teatralidad, en los escenarios sobreexpuestos que continuamente utilizamos para el desahogo o para nuestra ficción verdadera o para sentir que hacemos parte de la acción constante en la cual creemos como hecho propio, pero no, la imposición asegura de manera permanente lo que sometimos, entonces nos damos cuenta de que solo somos un maniquí más de esa vitrina de recuerdos de la que creemos ser
Vida / Jairo Ruíz / Fotografía Digital / 50 cm X 35 cm / 2000
parte, pero nada parte de nosotros mismos, por lo tanto considero que estos medios o recursos ya en nosotros no nos ayudan a conocer claramente cuál es la persona que está allí frente a nosotros y cuál es nuestro papel verdadero como sociedad de antigüedad permanente (ancestralidad) y de cara a nuestras acciones entre lo real, lo irreal y lo anterior a lo real, a esta vida que no concuerda hoy en estos cuerpos que ocupamos. Creo que es básico entenderlo porque para este tipo de método o forma las precisiones son bastante necesarias para así saber con claridad cuál es la antigüedad
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Existe en el hombre el hábito permanente del placer… más la naturaleza no tiene placer porque ella por sí sola es placentera, esa es la diferencia y el abismo constante que nos separa de ella y de todos nosotros…
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quisiéramos (imaginario colectivo) y que a su vez está inmerso por su entorno corporal anterior e inmediato. Esto quiere decir que tenemos que tener en cuenta el lugar, el tiempo y el espacio donde el actor y la actriz nacieron, donde reside y desarrollan sus vidas personales desde la edad cero, sin correr el riesgo de resignificar los lugares como parte de un drama colectivo que solo trata de crear puntos finitos de encuentro como parte de una referencia que quizás no ha existido, y para que, a su vez, entendamos el campo que habitamos cada uno de nosotros y de esta manera poder tener en cuenta los lenguajes ya practicados, en ocasiones anteriores y establecidos, que se van a emplear entre los actos, los actores y sus personajes.
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o la ancestralidad verdadera a la que pertenecemos como actores o como actrices de lo cotidiano y cuáles son sus facilidades para volver al pasado y hallarse nuevamente de que todo absolutamente todo es igual, y que son pocas las claves para estar en el presente y continuar hacia el futuro, eso es básico; esos son los recursos que se sobreponen solo de manera natural, más no como un hecho espontáneo sino como una estimulación temprana, porque al estimularnos en nuestras creencias como espíritu y como energía vital, cerramos esos inmensos abismos y así afloramos sin premura una decisión verdadera ante el componente vida el cual se basa fuertemente en el sustento del alma de su auto-
reconocimiento, que es lo más importante y lo más preciado que poseemos de forma quizás material; todo si lo entendemos, es pasar a la fase final de la auto-representación y no a la teatralidad que es otra cosa, es allí donde está mal expresado cuando de manera absurda como actores momentáneos evocamos todo como un teatro de la vida, creo que somos demasiado irresponsables. Pero entonces ¿cómo poner el conocimiento mismo para que este sea más eficaz y no como la base fundamental basada solo en la teatralidad como el campo de la verdad entre el ser y la realidad..? Porque ¿cómo entonces creer ser capaz de hacer medicina de alimento espiritual si tu vida personal es un hueco oscuro
Miguel Polling / Detalle de la obra: Fauna / Acrílico sobre lienzo / 209 cm X 167 cm / 1993 / Colección MUUA
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de una verdad más espiritual que material, a su propia verdad que se establece como acto de sí mismo, ¿cómo se podría entender esto? He allí la cuestión, un conflicto mayor en el cual entraríamos a postrarnos sobre ese plano absurdo de la verdad inmediata, la nuestra, la social que te dice que todo es así, como te lo dictan las leyes y las cadenas y las marcas que solo nos han dejado las heridas, esa es la verdad, la contada por cada uno de nosotros que solo sabe repetir su propia desgracia o mentiras las cuales les creemos, porque ni en eso nos diferenciamos como actores de la escena de la vida ¿y de esta forma es que queremos actuar?, pero solo es una farsa permanente donde nos hundimos en esa fatiga común y permanente en la que realmente nos parecemos y que no es más que ese instante permanente de nuestro ego… O no es más que creer que realmente entraríamos en el campo de creer en las diferencias que nos hacen parte de un sistema sensorial galáctico, que nos permite actuar sobre lo que somos, y no sobre lo que quieren que seamos, donde solo nos manipulan hasta el más mínimo reducto de la existencia y donde nos damos cuenta que realmente no somos dueños de nada, todo está manipulado, existimos en esa gran cadena de manipuladores de la verdad que te dicen cómo es todo y más aún en esos círculos sociales o en pequeños grupúsculos que se hacen llamar grupos de teatro, donde supuestamente condensan actores como embutidos para la cena de todos los días, pero ¿para qué o para quién? A lo que quiero llegar con mi reflexión es: ¿cómo nos vemos nosotros realmente en este escenario de la vida diaria, en lo cotidiano, donde somos nosotros los dramaturgos, los directores, los actores y actrices afros, indígenas, mestizos o afroindoamericamos? ¿Cómo nos podemos ver ante una acción teatral conjunta como seres humanos latinoamericanos? De diversas experiencias, de recuerdos y recursos espirituales, de cosmogonías diversas como grupos étnicos, de cosmovisiones y etnogénesis totalmente diferentes al igual que sus entornos y sueños, que por más que no queramos se convierten a veces en episodios comunes a los cuales les creemos, porque son tan antiguos que
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y profundo que nunca habitas? Esos estilos no nos llevan realmente a lo que queremos, como lo es “el auto-reconocimiento”, tarea básica para crear los grandes rasgos entre el actor y sus personajes, esto nos va a ir permitiendo ajustarnos el uno con el otro; por ejemplo, si miráramos o analizáramos entre el sueño y el ensueño que son tan importantes para llegar a ese punto de tu ser tan desconocido en ese entorno profundo y que a su vez hace parte fundamental de cada uno de nosotros y/o en el plano entre actores y actrices permanentes dejamos de improvisar todas estas acciones y características que nos obligan a estar de un modo diferente que no corresponde realmente a lo que somos en cuanto a la relación del entorno que queremos, digámoslo así: si un ser vive en el campo, su conocimiento ante lo que él construye en su memoria tanto afectiva, emocional, espiritual como racional, es totalmente diferente a otro que vive en las grandes ciudades. Estas situaciones o estaciones de la vida cotidiana son totalmente diferentes, sin negar que ambos son seres humanos que están concebidos de la misma manera en su origen como ser, los dos están totalmente distanciados de unas realidades comunes, aunque ambos no dejan de ser realidades humanas con todos sus aspectos y profundidades, pero son diferentes en su accionar como actores, porque cada uno mediante su entorno se pinta de diferentes colores, es decir, ambos son bastante complejos para lo que queremos demostrar en materia de la auto-representación, ya que ambos carecen de sueños comunes o similares entre ellos, cada uno es propicio a su realidad, a su propia esencia que reconstruye formas de interpretación de sus personajes de formas distintas, ya sea a través de las memorias inmediatas en sus entornos (el cual puede ver de manera bajo su modalidad de vida), sin embargo estos no son los definitivos, es una forma diferente de darse al mundo y por ende a la actuación, eso se hace o se realiza de una manera supremamente simple. Ahora bien, si estos mismos criterios los lleváramos al plano socio-cultural de la memoria ancestral, mejor dicho, a lo étnico, al encuentro consigo mismo, a las cosmogonías y cosmovisiones, a la posibilidad
sin quererlo se emanan por la piel de un tambor africano o por la quena andina y profunda cuando golpea al viento, y es de esta y muchas maneras que cada grupo étnico por sus características y particularidades propias carga diferentes formas ya establecidas en él como parte de su memoria, al tiempo que contempla momentos adversos de ver al mundo a través de sus años en los que ha podido rehacerse, por toda su carga de penetración cultural impuesta, en este plano inmediato de su ser; en el plano urbano, sub-urbano o rural, donde el movimiento es otro, por eso creo que estos elementos o vivencias que quiero emplear tienen que ser permitidos con mayor fuerza y responsabilidad dentro de la auto-representación como un garante componente definitivo para lograr un despertar del actor interior, del ser ante su propósito de la acción dramática personal, es importante entonces contar de manera total con el actor o la actriz y con su disposición, es vital saber quién se es y quién se antepone a tus momentos y propios personajes.
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El cuerpo y el espacio Se toma el cuerpo como material de vital importancia y como vehículo y apropiación, el cual el actor y la actriz utilizan mediante movimientos naturales, preparados o ensayados que les permiten a la acción dramática un movimiento que a través de su entrono propio corporal genera un modo de transmisión directa o vínculo entre el actor, el actor interior, sus personajes y, por siguiente, el público (al cual llamaré, en mi caso, el actor externo) a quien va dirigido todo el movimiento que posee la auto-representación, esto acarrea un dominio inagotable entre lo que se describe desde la parte corporal y el actor o la actriz en la parte de la auto-representación. En ninguno de los casos el cuerpo puede ni debe sobrepasar al actor interior ni a sus personajes (es una regla fundamental), esto debe mantenerse sobre un verdadero equilibrio o armonía en la teatralidad, dentro del sistema de la comunicación personal e interior; veo entonces una insospechada frialdad en las formas o controles del actuar, los actores y las actrices hacen
mucho esfuerzo y no fluye la actuación simple, normal, natural que permita la transmisión entre el actor y todo su entorno, quedando enredado este tipo de comunicación simple y humana, solo se traza allí una barrera fría e inmóvil, que más que llegar a la presentación teatral fascinante, toma el carácter físico de la mediocridad de aquel actor o actriz que constantemente se ufana de sus logros tecnócratas de la representación, que quizás han sido dictados por las academias, donde de manera evasiva creen tener siempre la razón, pero ¿para qué o para quién? En mis términos, esto es un cristal simple y llano que quizás desaparece antes de romperse o brillar sin el menor esfuerzo y que fácilmente cae y se esparce sin dejar rastro alguno, que brilla en el acto más mínimo que tengamos sobre la teatralidad, creo que solo se requiere de un esfuerzo, y este brillo se logra solo con la humildad del actor o la actriz, es poder entender que hay una fuerza interior que no limita, sino que, por el contrario, abre ese panorama de ser realmente un actor o actriz verdadero en la esencia y esto es el estar en sí mismo, consigo mismo, en su soledad interior que permite entrar a las miles de puertas que se tienen, sin un mínimo de irreverencia. Sé que esto a veces es un tanto complicado, más cuando carecemos de todo tipo de valor que nos conduzca al amor, a la ternura, al encontrar en nuestros cuerpos y poder interpretar ese oficio que hay en el alma, en asumir esa paz interior tan generosa que existe en nuestro ser y donde ya no escuchamos esa terrible vibración de nuestro ego, porque esto es mayor aún que nuestras realidades, ya que en concordancia con lo que somos nos suma claridades eternas y donde nos puede más la soberbia, porque al entender que somos nuestros padres y nuestros hijos también, y que todo es efímero y si no entendemos eso, nuestro accionar permanece inmóvil careciendo de todo tipo de recursos para una emancipación del ser en lo bondadoso, es decir, es donde se lesionan los cuatro principios básicos de la autorepresentación, concentrados en “el cuerpo y el espacio”, “lo espiritual”, “lo ideológico y social” y “la energía vital” del actor o de la actriz. Todo
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Vida / Jairo Ruíz / Fotografía Digital / 50 cm X 35 cm / 2000
que de verdad actúas, y por eso debemos tener en cuenta todo siempre esto como principio fundamental, porque así conduzcamos nuestras acciones cotidianas en el afuera, así deberá ser en el adentro, porque es así como llevamos esa misteriosa acción del movimiento en el teatro, mediante todo nuestro inconsciente desnudo y del cuerpo, así se reflejara en un sentido positivo en la auto-representación, en nuestras vidas.
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Lo espiritual
Umberto Giangrandi / Cuerpo es Xcenario / Óleo sobre papel / 52 cm X 39 cm / 2000 / Colección MUUA
tiene por acción verdadera reafirmarnos como lo que somos, lo que entendemos y lo que realmente queremos hacer tanto en la acción dramática (teatralidad), como en nuestro diario del vivir. Por eso ahora reitero, el cuerpo solo es nuestro vehículo y debe ser contemplado de esa manera, una mala maniobra de este en las acciones teatrales en las que conducimos a diario y terminamos en esa simple tragedia constante, terminamos derribando como de costumbre con todo nuestro qué-hacer como pueblo en el hábito de lo cotidiano, por lo tanto hay que permitirnos desde siempre el buen manejo de nuestra existencia, el ser coherente con nosotros mismos y nuestro entorno, con nuestros principios y así seremos coherentes con la humanidad, ya que todo lo que hagas en tu vida y por tu vida diaria, será reflejado en el escenario permanente en el
En cuanto a este tema que muchas veces genera miles de problemas y controversias, en cuanto qué fue primero si el huevo o la gallina, ¿qué sí es y qué no? Quiero poner de presente que en la auto-representación esto no tiene nada que ver; “¿por qué?”, se preguntarán. Lo que sucede es que todo en su esencia legítima está ligado en sí mismo, es decir, la armonía es una frecuencia en sí misma que emite de acuerdo a la masa corporal que se le da, la cual, reuniendo diversas cargas de energías de manera frecuente son compatibles con su entorno natural y estas al mismo tiempo se convierten en un canal trasmisor o conducto expandido que nos llega, el cual podemos llamar frecuencias verdaderas o divinas, dentro de un mismo resonador interior (no sé si eso se puede decir o decidir dentro de la física cuántica), lo que si sé, es que todo, absolutamente todo está ligado a un solo canal que recibe y emite en diferentes frecuencias, pero que a su vez condensa todo en una misma circulación esférica que genera lazos de afectos interiores entre todo lo que suscribe a nuestro ser humano, y que por ende debe regresar a la fuente natural a la que le corresponde y le pertenece como terminación de un ciclo natural armónico y cósmico dentro de cada uno de nosotros o de nuestras habilidades permanentes, las cuales son llevadas por motivaciones interiores que ejercen luces y emisiones permanentes que luego serán depositadas donde le corresponde, es decir, en la esencia vital de cada uno de nosotros hace parte y alimenta de manera permanente a nuestra energía suprema. Porque todo es giratorio, es una constante permanente que se re-diseña según se
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el todo, con sus deseos, con el pensamiento, con la destreza, con la creación, con el sentir, con las emociones y sensaciones; eso no quiere decir que es lo esencial, no, es el todo lo que nos interesa y es el que nos permite mantener equilibrio verdadero en lo que queremos para nuestra vida y para nuestra apuesta en el campo de la teatralidad; por ejemplo, si ese motor no está bien afinado de acuerdo a sus condiciones propias y propicias para dar su marcha, pude entrar en una ineficacia y se puede apagar, entonces, ¿la esencia vital de este dónde queda? En nuestro caso quizás puede ser el combustible el que ha fallado, pero su falla no es consecuencia de ello sino que es sin duda alguna que radica en el comportamiento del todo, ya que todo tiene una medida exacta y precisa, que proporciona el equilibrio, y eso es lo que a veces no nos damos cuenta, por el desequilibrio que mantenemos del afuera, que son meros engaños, los entornos que asumimos como ciertos, pero esa es otra tarea. También hay casos en los cuales ya he visto en relación a estos sentidos tan inexactos, como lo es que el mismo vehículo es alimentado por otros combustibles que no son compatibles con su fin interior o no hay una afinidad para que permita que su funcionamiento sea óptimo y por ende se fracasa, por ejemplo: un vehículo que fue diseñado estrictamente para que su funcionamiento vital sea con gasolina y en el afán de llegar pronto a ese supuesto destino que te implantaron los demás, tratas de hacer que funcione con combustible que es para un motor diesel, este no va a funcionar, y eso es lo que se ve muy a menudo en nuestras prácticas elementales de la vida, en nuestro caso lo podemos llamar teatro popular, teatro alternativo, teatro revolucionario, burgués, de elite, pero en realidad ¿si nos hemos preguntado verdaderamente a dónde debemos llegar con tanto afán? Por eso digo, estas han sido las contradicciones que se han empleado en esas prácticas del teatro en las agencias de arte, grupos teatrales, compañías y demás, donde queremos integrar solo las formas técnicas y estéticas. Aún no sé cuál es la estética del teatro y mucho menos de la vida, siendo apadrinadas estas por las escuelas de teatro extranjero, como si la esencia
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emita su frecuencia lo cual permanece unido por el todo de lo que somos y seremos al final como polvo o cenizas, en algunos casos, por esta razón no puede haber uno sin lo otro, la parte espiritual dentro del campo de la auto-representación cumple un papel importante, ya que esta representa al motor del vehículo como la fuente madre a la cual debe llegar toda la energía e información que esta emitió por pequeñas hondas para que todo funcione, es una energía en circulación esférica permanente; así es que funciona y eso no se puede olvidar (campos de concentración recíprocos) los campos de traslación de información permanente que re-diseñan los mensajes permanentes entre la mente, el cuerpo y el espíritu… Los cuales asumimos como recuerdos que posiblemente pueden ser verdaderos, pero que al final solo es una visión del cerebro que reanima las sensaciones del alma y las convierte en realidades constantes… Ahora bien, ese motor lo encendemos todos los días a través de motivaciones, de estados positivos que nos ayudan a montar quizás de manera momentánea y un poco concreta todo lo que significa la esencia de la vida para nosotros, representada en historias de vida, proyectos de vida, y todo lo demás lo cual nos permite echar a rodar por medio de la corporalidad las emociones de cada día, o sea, del cuerpo como vehículo; es ahí donde entrelazamos parte de lo total y del sentido del todo y de lo que somos y poseemos en ese momento tan vital que es despertar la máquina o masa corporal, y ese el momento cumbre de lo que somos en esa manera inmediata, y es ahí también donde nos perdemos, porque dejamos a un lado todo lo que nos regula y nos hace realmente fuertes, pero en ese preciso instante no lo comprendemos por nuestro afán de mostrarnos más como cuerpo que como esencia. Por lo tanto, lo espiritual es parte de la esencia vital nuestra, podríamos llamarla el combustible de nuestro motor interior, el cual enciende todo lo relacionado con nuestro ser, ya que este es el líquido que permite al engranaje moverse y crear la esencia y el fuego e impulso de su encendido total, para emprender la marcha a la cual vamos a dirigirnos esta vez, porque cuando se activan todos sus componentes le permite al cuerpo y a la mente mantenerse en conexión con
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de la vida ancestral de cada uno de nosotros fuera una situación de escuela o de forma y estética y no un compendio de falta de conocimiento de nosotros mismos y más cuando creen aún en esas elaboraciones y estéticas que no dicen nada y, peor aún, que supuestamente nos dicen cómo es la manera de actuar, más no de vivir; no han podido entender que todos somos diferentes en cada uno de nosotros e irremediablemente únicos como seres humanos, porque somos partículas de las esencias energéticas que colman la dispersión de este planeta en el que habitamos. Por eso creo que el momento en que vivimos es clave, y debemos dar nuestro mayor respaldo a la escena natural de la vida para la que fue creada, y en efecto, para nuestro vehículo con nuestras acciones verdaderas aquí, solo aquí en este gran teatro del ahora de América Latina, por lo tanto creo que cada uno debe de asumirse como único, tener cuidado al homogenizar todas las esencias energéticas en una sola, porque la esencia vital con la que nos permiten vivir es única y está diseñada para cada uno de nosotros, ya que esta tiene componentes propios que se pueden detectar mediante las constantes reacciones de cada uno, por eso no hay que ignorar nada de lo que está a nuestro alrededor, para que podamos tener nuestro arranque perfecto, y con el poder absoluto que nos ha dado la existencia humana mediante la consolidación de la energía de cada uno. También he podido percibir que hay formas de combustibles que a veces se pueden mezclar, pero con razones obvias, porque son un tanto compatibles, pero al igual deterioran un tanto nuestra esencia vital, y en este caso cuando conjugamos, o mejor, cuando prestamos nuestro motor y todo nuestro vehículo para que otra esencia circule o remplace la esencia propia vital original. Por ejemplo: un carro que utiliza gasolina, para su encendido y funcionamiento, lo trasfieres para que este funcione igualmente con gas, esta conversión se da porque lo conviertes para que sea más económico (supuestamente, en términos mecánicos) y funciona, no hay duda alguna ya que está demostrado, pero me pregunto ¿cómo podrán suceder en nuestros cuerpos esas reacciones? Si también está comprobado que este vehículo al cual
se le ha injertado un nuevo funcionamiento pierde capacidad de impulso y fuerza de embale y a la vez se reduce su capacidad de fuerza a un cincuenta por ciento de su capacidad interior, esa misma práctica recae sobre nosotros, cuando tratamos de no ser uno mismo, la esencia vital que nos acompaña en nuestros cuerpos se reduce y, por lo tanto, para la auto-representación, es de suma importancia ser uno mismo, así esta se debata entre razones y contradicciones para llegar a su propio principio y, al final, eso no tendría sentido alguno sino parte realmente de ti, por eso el auto-reconocimiento en todo su contexto y forma requiere que todo sea compartido con todo nuestro entorno interior y vital y con sus personajes verdaderos, ya que allí se encuentran los estilos propios de tu existencia, mas no recuerdos, y eso debe quedar supremamente claro para los actores y las actrices, no somos un modelo o un molde en el cual entramos para poder ser, como lo diseña y lo pide la sociedad frecuentemente y siempre le hacemos caso, y peor aún para que sea ese desvío ridículo el que pongamos constantemente en la escena cotidiana como parte de una verdad, que feo es eso, para un verdadero actor o actriz de la vida, para un ser que se asume como parte visceral de una existencia a la cual a diario le entrega su esencia vital sobre el lenguaje postergado en su remedo infinito de unas supuestas tablas que realmente no tienen valor, porque nunca entregamos el verdadero acto de la vida; por eso la auto-representación es la esencia misma del ser en todas sus facetas y dimensiones que te atraviesa diseñándote o construyéndote como partitura a través de la vida en consecuencia misma, de lo que eres en esta existencia y en tu entorno. Bien podemos decirnos al afirmarnos que giramos en un conocimiento propio, esto nos permite acercarnos aún más a lo que realmente queremos y podemos ser y no ese fantasma perdido en la sombra de una pared vacía que espera que otros intercedan por su ración de memoria. Por eso, si la auto-representación no es consciente y consecuente con uno mismo y de que hay un espíritu, un alma y un ánima que nos conduce a lo largo de la existencia, y que la fuerza vital es parte de una energía suprema que evoca en nosotros mismos estos largos pasajes y otros instantes y
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una realidad absoluta ante nosotros, y es por esta razón que nos sentimos débiles, temerosos ante todo y tenemos que buscar en otros unos sistemas y prácticas de nuestra espiritualidad individual… (Por eso sentís miedo al salir a la escena, porque no eres cada uno de sí mismo, por eso hay pánico escénico) donde acudimos al racionamiento, a la verdad de las técnicas promulgadas como palabra exacta, para hacer teatro, cuando el teatro por si solo es teatro. Por eso creo que la auto-representación reafirma la necesidad de lo humano, de la existencia espiritual y del poder sincerarnos con nosotros mismos, de ver hasta dónde podemos llegar, o mejor, hasta adónde hemos llegado como vida en movimiento ante la re-afirmación interior del ser, de sí mismo, de sus controles y auto-controles y de saber que hay un poder oculto en el sin saber de las cosas, que nos abarca el todo y que ya depende de nosotros mismos, como queramos que funcione, porque él nunca lo va a permitir, es el rigor del actor o de la actriz, su compromiso consigo mismo es el que se va a vislumbrar mediante su cuerpo y forma hacia los demás y hacia el mismo, porque todo lo que mueve el poder de lo energético es un bumerán que se regresa, por lo tanto considero que después de entender todo esto, el teatro no es un acto de carisma ni de ser histriónico, ni tampoco un acto de fe en sí mismo, es un universo entregado a los hombres a través de los dioses, de una instancia suprema que mediante su lenguaje se convierte en su propia razón de ser, ya que todos somos actores y autores de todo, responsables de las piezas que encajan en el poder interior, en la fuerza vital, en el alma y el espíritu, lo único es que esto solo se logra mediante la afirmación vital del autoconocimiento, ya que esto nos permite ver y acudir a nuestro interior como sustancia divina de lo que somos ante la energía vital, más no en nuestros propósitos, todo está ya delineado, el camino no tiene huellas ni rastro alguno, porque el alma vuela como un ave en el infinito sin dejar rastro alguno, solo tú decides por donde seguir, ya que solo tú puedes definir el articulo principal de tu memoria ¡así sea!
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que se hacen fundamentales para llegar allí, a ese auto-reconocimiento, y que es indispensable saber quiénes somos, a qué pertenecemos y a qué realmente me quiero entregar, estos son entendimientos profundos y ricos de toda duda, porque la auto-representación es por sí sola un hecho latente del actor en su constancia de vida eterna, la cual se fundamenta al abrir esa puerta entre-abierta de lo real y lo irreal, es la extraña sustancia que nos antecede como regla ante lo fundamental, es acto de la vida, es la extraña sensación que lo puede todo, solo que esta, a veces, nos asiste de manera irracional o subjetiva, lo cual solo alimenta nuestro ego involuntario, cuando salidos a la escena creyendo abarcarlo todo, en aquellos terrenos insospechados que de una manera siniestra no deja que fluyamos como lo que somos y, peor aún, es que esto se posa como
Balance de gestión 2016 de las colecciones y áreas del
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Enmarcado en la política de salvaguardar el patrimonio cultural y natural institucional, durante el 2016 el Museo Universitario de la Universidad de Antioquia avanzó en el registro de los acervos patrimoniales de sus colecciones e implementó programas de conservación preventiva que permitieron mejorar el estado de los mismos. De igual forma, se trabajó en la ejecución de propuestas, diseños, producción, ensamblajes y aperturas de nuevos montajes para las diferentes salas de larga duración. La Colección de Ciencias Naturales avanzó en el diseño museográfico para la realización de la introducción y el primer módulo de astronomía del nuevo montaje, instaló un sistema de archivo rodante para el
almacenamiento de la colección de insectos y realizó el armado y exhibición de un esqueleto de elefante asiático. En cuanto a conservación y registro, se realizó un mantenimiento preventivo y constante de los especímenes biológicos, fósiles, minerales y rocas, se registraron 146 especímenes, se realizó el montaje de 60 más y se hizo el registro fotográfico de 24 cajas y 26 especímenes, la digitalización de 2.592 etiquetas y la actualización del campo IUCN de 359 registros. Adicionalmente, se realizó la revisión taxonómica de 1.563 registros, la catalogación de 500 ejemplares de mosquito en montaje en seco y se ingresaron 84 pieles de estudio de aves provenientes del grupo de evolución de vertebrados del Instituto de Biología Universidad de Antioquia. Finalmente, se llevó a cabo la revisión, la verificación y la organización de 296 lotes de especímenes hidrobiológicos para la empresa HMB Ingeniería Limitada. En e l c aso de la Colección de Antropología, se avanzó con el inventario de los bienes integrantes del patrimonio arqueológico de la Nación, registrando en la base de datos institucional 1.073 piezas de las áreas arqueológicas: Nariño, Muisca, Tierradentro, San Agustín, Tolima, Calima, Tairona, Momil, Sinú y Bajo Cauca. Astronomía / Sala de larga duración Francisco Antonio Uribe MUUA / También, se realizó el registro, Fotografía: Juan Camilo López - Auxiliar Administrativo MUUA
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de la Nación. En el mes de mayo se dio apertura a la Unidad 4 en la sala de larga duración sobre la Amazonía y Orinoquía; más tarde, en el año se dejó lista la producción de la Unidad 5 sobre la Región Andina, dejando pendiente la apertura al público. Durante el año 2016, la Colección también enriqueció sus acervos gracias a la entrega de 231 bienes entre patrimonio arqueológico de la Nación y piezas etnográficas del clausurado Museo de Artes y Tradiciones populares, realizadas por el ICANH y la Corporación Parque Cultural del Caribe. Por su parte, la Colección de Artes Visuales adquirió 40 nuevas piezas e ingresó al programa de Colecciones Colombianas 437 obras del fondo Darío Tobón Calle (en total Amazonía / Sala de larga duración Graciliana Arcila Vélez MUUA / 490 fotografías, ya que 53 de las obras Fotografía: Miguel Ángel Correa - Auxiliar Administrativo MUUA tenían dos registros, anverso y reverso) y 5 de obras públicas. En aras de realizar un adecuado la catalogación y la documentación de 79 piezas que corresponden a la Muestra de Etnología Sinú mantenimiento de los acervos de la colección, se y 59 piezas que corresponden a la Muestra de Etnología Embera, ambas entregadas por la Organización Indígena de Antioquia al Museo Universitario en el año de 1992; lo mismo se realizó con 459 piezas que corresponden al Fondo de la Diócesis IstminaTadó. Adicionalmente, se registraron 776 piezas y 22 investigaciones arqueológicas de forma completa. Además de los procesos de registro y catalogación, la Colección de Antropología realizó i n t e r v e n c i o nes para la conservación y restauración de 202 bienes integrantes Exposición temporal: El modelo / Foto por: Natali Guilombo - Auxiliar del patrimonio arqueológico Administrativo MUUA
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revisaron todas las áreas de reserva; en el Área Universitario, desde su Área de Educación, ha de la Pinacoteca se revisaron las 375 obras allí buscado la forma de ofrecer enseñanza, recreación almacenadas y se renovaron los empaques que se y cultura a través de la formación de públicos en encontraban en mal estado además de realizar espacios donde se fomenta la producción artística una limpieza adecuada del lugar. En el área de y cultural. Entre estos podemos encontrar reserva del nivel inferior se revisaron en total diferentes actividades, como las visitas guiadas, 300 piezas entre obras en lienzo y esculturas de que son recorridos especializados por las salas de la Colección, se verificó el estado de las obras, se exposiciones de larga duración y temporales del renovó su empaque y se corroboró la ubicación Museo a cargo de un mediador. Durante el año de cada una de estas. En el área de reserva 2016, el Museo contó con 612 visitas guiadas con temporal del segundo piso se realizó un cambio un total de 22.610 asistentes, así como con 685 de empaque de las obras y se empacaron algunas visitas no programadas en las que 7.984 personas que se encontraban descubiertas. se vieron beneficiadas. Adicionalmente, se revisaron y se les Además de las visitas, el Museo hizo mantenimiento a 1.100 obras gráficas del Universitario cuenta con otras actividades como Fondo Hernando Guerrero, además se llevó a el préstamo de maletas viajeras a diferentes cabo un proceso de restauración para 14 piezas instituciones educativas y culturales, programa fotográficas de la exposición itinerante Paraíso que este año benefició a 1.193 personas gracias Árido las cuales se encontraban deterioradas a 8 préstamos; así como con los cursos y talleres y estaban en préstamo a Regionalización. De del Programa de Voluntariado, dirigido a adultos igual forma, se restauraron 3 obras más que mayores y personas preferiblemente de estratos presentaban deterioro por comején y se presentó socioeconómicos 1, 2 y 3. Los cursos en artes, un cambio de bastidor por deterioro a 4 obras. oficios y formación básica hacen parte de las Finalmente, desde la Colección se diseñaron 32 prácticas académicas de extensión solidaria de la lomos, 32 portadas, 32 índices y 520 textos de Universidad y son un escenario para la educación contenido para el Fondo Pedro Nel Gómez. y el desarrollo social. En cuanto a la Colección de Historia, el Museo Universitario logró avanzar y ejecutar la propuesta de una nueva exhibición de larga duración que cuente con el montaje de 51 piezas (retratos, piezas coloniales, esculturas, equipos usados en las diferentes facultades en la primera mitad del siglo pasado, entre otras) y que recoja la historia de la colección a través de diversos proyectos expositivos desde los años 80. Además, se realizó el registro de 1.470 elementos en el aplicativo Colecciones Colombianas, así como el escaneo y la elaboración de fichas a 400 fotografías y la limpieza y el mantenimiento a 700 más. Con el propósito de visibilizar los acervos culturales, patrimoniales y Exposición Memorias de una Colección / Fotografía: María Hernández naturales de la institución, el Museo - Auxiliar Administrativo MUUA
3 publicaciones (entre estas la Revista Códice en su edición 29 y 30). Finalmente, y en reconocimiento y apropiación de las diferentes manifestaciones culturales para la comunidad universitaria y la sociedad en general, durante el 2016, el Museo Universitario adelantó 18 exposiciones temporales en sus instalaciones, 7 exposiciones itinerantes en otras sedes de la Universidad de Antioquia y 3 exposiciones más en las sedes universitarias de Caucasia, Oriente y Occidente. Además de estos montajes, el MUUA, en 2016, logró avanzar en la concepción y producción de 6 nuevas propuestas de exposiciones itinerantes, las cuales son pensadas para rotar por las regiones, además de sedes y seccionales de Curso de Voluntariado Cultural en bordado en cinta MUUA / la Universidad de Antioquia. Foto por: Javier Castaño - Auxiliar Administrativo MUUA
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Tallernautas / Foto: María Hernández - Auxiliar Administrativo MUUA
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Por su parte, el programa Voluntariado Cultural se concibe como una alternativa de recreación y cultura para los adultos mayores, quienes, de manera didáctica reciben conocimientos relacionados con las tradiciones culturales, artísticas y artesanales asociadas al patrimonio natural y las colecciones del MUUA. En el Museo Universitaria se realizan, entre otras actividades, talleres, conferencias y salidas de campo, con el propósito de dinamizar las actividades educativas que hacen parte del programa. Entre los dos programas mencionados se realizaron 84 cursos y se tuvo una asistencia efectiva de 1.327 personas. Durante el 2016, desde el Área de Educación, se realizaron 206 actividades dirigidas al público en general, tales como talleres de las colecciones, sesiones de talleres para niños, cursos anuales, obras de títeres, capacitaciones, ciclos de cine, cursos, seminarios, congresos, conferencias y actividades relacionadas con la celebración del Día Internacional de los Museos y el Mes del Patrimonio a las cuales asistieron 3.929 personas. En términos de promoción, divulgación y exhibición, en el 2016, el Museo Universitario realizó 41 programas de radio en la Emisora Cultural Universidad de Antioquia (en la frecuencia AM 1.410), 7 charlas de “Discertía Biológica” en las que participaron 324 personas, 35 sesiones de Café en el Museo a las que asistieron 525 personas y
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El Comité Editorial del Boletín ha definido los siguientes tipos de artículos: 1. Editorial: documento escrito por el editor, por un miembro del Comité Editorial o por un investigador invitado, sobre orientaciones en el dominio temático de la revista. 2. Artículos producto de la investigación científica: artículos inéditos producto de informes científicos y tecnológicos, cuyo resultado es el producto de una investigación original. 3. Artículos de reflexiones derivadas de investigación: documentos que presentan resultados de investigaciones terminadas, desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales. 4. Artículos de revisión de temas derivados de investigación: documentos resultado de investigaciones terminadas en las que se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo de la ciencia o de la tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y de las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos cincuenta referencias. 5. Traducciones o transcripciones: traducciones de textos clásicos o de actualidad, o transcripciones de documentos históricos o de interés particular en el dominio de publicación del Boletín. 6. Artículo corto: documento breve que presenta resultados originales preliminares o parciales de
Instrucciones a los autores 1. Los trabajos presentados a Códice deben ser inéditos. Un artículo sometido a consideración del Boletín no debe haber sido publicado previamente, ni debe estar siendo sometido a otra publicación durante el proceso editorial. 2. La extensión del artículo debe oscilar entre cinco (5) y quince (15) cuartillas escritas en fuente Times New Roman, 12 puntos, espacio y medio, y en hojas tamaño carta enumeradas consecutivamente. Debe ser digitado en el programa Microsoft Word (versión 2000 en adelante). 3. El artículo debe contener: título en español, resumen en español, palabras clave en español, referencias bibliográficas que cumplan con el sistema de citación bibliográfica que se refiere al final de este apartado. Las tablas y las figuras deben ir en el texto inmediatamente después de haber sido citadas. 4. Debe incluirse el apoyo gráfico o fotográfico para ilustrar los textos, y entregarse en un archivo aparte. Las imágenes deben estar en formato JPEG, tener una resolución mínima de 300 ppp y contar con su respectivo pie de foto. 5. El pie de foto debe construirse con la siguiente estructura: detalle de la imagen o título. Autor (si lo requiere). Lugar. Año. Fotógrafo, propietario de la foto o de la colección.
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Tipo de artículos que publica el Boletín
una investigación científica o tecnológica que, por lo general, requieren una pronta difusión. 7. Reporte de caso: presenta los resultados de un estudio sobre una situación particular, con el fin de dar a conocer las experiencias técnicas y metodológicas consideradas en un caso específico. Incluye una revisión sistemática comentada de la literatura sobre casos análogos. 8. Documentos de reflexión no derivados de investigación. 9. Originales sobre un problema o sobre un asunto particular. 10. Ponencias. 11. Reseñas bibliográficas de obras de reciente aparición. 12. Discusiones, comunicaciones y experiencias en el trabajo con comunidades.
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Los autores interesados en participar en el Boletín Científico y Cultural Códice deben enviar sus artículos según los parámetros que se enuncian a continuación. Los temas que convoca el Boletín se enmarcan dentro del patrimonio, la memoria cultural, la museología, la curaduría y áreas afines, el Museo Universitario y sus colecciones, el desarrollo de sus programas, actividades, servicios y exposiciones temporales.
6. Datos para el envío de la correspondencia: profesión, nombre, cargo actual, institución donde labora, dirección postal, correo electrónico, teléfono, celular, fax. 7. El Comité Editorial se reserva el derecho de ajustar el artículo para mantener la uniformidad en el estilo del Boletín. 8. Cada autor recibirá cinco (5) ejemplares de cortesía del Boletín Científico y Cultural Códice del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia. 9. Los autores o titulares de los artículos aceptados autorizan la utilización de los derechos patrimoniales de autor, los de reproducción, comunicación pública, transformación y distribución, a la Universidad de Antioquia/Museo Universitario, para incluir su escrito en Códice, Boletín Científico y Cultural, en su versión impresa y en su versión electrónica.
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Instrucciones especiales para la digitación del artículo 1. No incluir saltos de página o finales de sección. 2. Los siglos, que se digitan en letras latinas o griegas, deben ir en versales. 3. Si se desea resaltar palabras o frases del texto, no use la letra negrita ni el subrayado; sólo la letra cursiva. 4. Para las citas textuales deben usarse comillas dobles, no simples. 5. Cuando se empleen siglas o abreviaturas, se debe anotar primero la equivalencia completa, seguida de la sigla o de la abreviatura correspondiente entre paréntesis, y en lo subsecuente se escribe sólo la sigla o la abreviatura respectiva. 6. Evitar las notas de pie de página; en caso de ser muy necesarias, deben contener solamente aclaraciones o complementos del trabajo que, sin afectar la continuidad del texto, aporten información adicional que el autor considere. 7. Las citas, referencias bibliográficas y hemerografías se incluyen al final del artículo. 8. Las referencias deben estar basadas en revistas indexadas, libros o patentes (evitar el uso de información obtenida de Internet), y deben ser presentadas según el sistema de citación biblio-
gráfica APA (American Psychological Association).
A. Libros 1. Debe aparecer: apellido del autor, coma, iniciales del nombre, punto, fecha entre paréntesis, punto, título subrayado o en letra cursiva, punto, lugar de edición, dos puntos, editorial, punto. Por ejemplo: Carr, W. y Kemmis, S. (1988). Teoría crítica de la enseñanza: La investigación-acción en la formación del profesorado. Barcelona: Martínez Roca. 2. Cuando el lugar de edición no es una capital conocida, es apropiado citar la provincia, el estado o el país. Por ejemplo: Comes, P. (1974). Técnicas de expresión-1: Guía para la redacción y presentación de trabajos científicos, informes técnicos y tesinas, (2ª ed). Vilassar de Mar, Barcelona: Oikos-Tau. 3. Si hay más de dos autores, deben aparecer todos separados por punto y coma, excepto el último que va precedido de la conjunción ‘y’. Por ejemplo: Bartolomé, Margarita; Echeverría, Benito; Mateo, Joan y Rodríguez, Sebastián (Coord.). (1982). Modelos de investigación educativa. Barcelona: ICE de la Universidad de Barcelona. 4. Si durante el texto se cita una referencia de más de tres autores, se puede citar el primero seguido de la expresión et al. (y otros). Por ejemplo, “Bartolomé et al. (1982)”, “Gelpi et al. (1987)”. Pero en la bibliografía deben aparecer todos los autores. Por ejemplo: Bartolomé, Margarita; Echeverría, Benito; Mateo, Joan y Rodríguez, Sebastián (Coord.). (1982). Modelos de investigación educativa. Barcelona: ICE de la Universidad de Barcelona. 5. A veces el autor es un organismo o institución. En estos casos, para evitar la repetición, la refe-
6. Cuando se trata de obras clásicas, de las cuales se ha consultado una versión reciente, pero interesa especificar el año de la versión original, se puede hacer entre paréntesis después de la referencia consultada. Por ejemplo: Bacon, Francis (1949). Novum Organum. Buenos Aires: Losada. (Versión Original 1620). 7. Cuando existen varias ediciones diferentes, se especifica entre paréntesis después del título, en números. Por ejemplo: Brueckner, L.J. y Bond, G.L. (1984). Diagnóstico y tratamiento de las dificultades en el aprendizaje (10 ed.). Madrid: Rialp. 8. Si una obra no ha sido publicada, pero se conoce su pronta publicación, se escribe en lugar de la fecha la expresión “(en prensa)”. Por ejemplo: Rodríguez Rojo, Martín (coord). (en prensa). Actas del Simposio Internacional sobre Teoría Crítica e Investigación/Acción. Universidad de Valladolid: Valladolid, 1-4 de noviembre. 9. Si son varios volúmenes los que componen la publicación, los cuales han sido editados en varios años, éstos se escriben separados por un guión. Por ejemplo: Arnau, Juan (1981-1984). Diseños experimentales en psicología y educación, (2 Tomos). México: Trillas.
Guba, Egon G. (1983). Criterios de credibilidad en la investigación naturalista. En José Gimeno Sacristán y Angel. Pérez Gómez (Comps.), La enseñanza: su teoría y su práctica (pp. 148-165). Madrid: Akal. 12. Cuando el apellido del autor es muy corriente, se suelen poner los dos apellidos. Por ejemplo: Martínez Rodríguez, Juan B. (Coord.). (1990). Hacia un enfoque interpretativo de la enseñanza. Granada: Universidad de Granada.
B. Artículos de revistas. 1. En este caso, lo que va subrayado, o en letra cursiva, es el nombre de la revista. Se debe especificar el volumen de la revista y las páginas que ocupa el artículo, separadas por un guion. Se especificará el volumen y el número de la revista, cuando cada número comienza por la página uno. Por ejemplo: García Ramos, J. Manuel (1992). Recursos metodológicos en la evaluación de programas. Bordón, 43, 461-476. 2. En los demás aspectos, las normas son equivalentes a las dadas por las referencias de libros.
C. Otros documentos.
10. Cuando son compilaciones (readings), se especificará después del nombre, compilador, editor, director o coordinador. Por ejemplo:
1. Si se trata de documentos no publicados y que se desconoce su posible publicación, se puede indicar con la palabra “inédito”. Por ejemplo:
Haynes, Lucila (Comp.). (1989). Investigación/acción en el aula (2ª ed.). Valencia: Generalitat Valenciana.
Blanco Villaseñor, Ángel (1984). Interpretación de la normativa APA acerca de las referencias bibliográficas.
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Ministerio de Educación y Ciencia (1989). Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo. Madrid: autor.
11. Cuando se cita un capítulo de un libro, el cual es una compilación (reading), se cita en primer lugar el autor del capítulo y el título del mismo, seguidamente el compilador (Comp.), editor (Ed.) o director (Dir.), coordinador (Coord.), título (las páginas entre paréntesis). Lugar de edición: y editorial, igual que en la referencia de cualquier libro. Por ejemplo:
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rencia se señala al final con la palabra “autor”. Por ejemplo:
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Barcelona: Departamento de Psicología Experimental, Universidad de Barcelona (inédito). 2. Cuando se trata de comunicaciones y ponencias presentadas a congresos, seminarios, simposios, conferencias, etc., se especifica autor, título y congreso, puntualizando, si es posible, el mes de celebración. Al final se puede poner la palabra “paper” para indicar que no ha sido publicado. Por ejemplo: Pérez Gómez, Ángel (1992). La formación del profesor como intelectual. Simposio Internacional sobre Teoría Crítica e Investigación Acción, Valladolid, 1-4 abril, (paper). 3. Si se conoce la publicación posterior de la comunicación presentada a un congreso, también se puede especificar. Por ejemplo: Cronbach, Lee J. (1974). Beyond the two disciplines of the scientific psychology. Comunicación a la Asamblea de la APA, 2 de septiembre. Reproducido en Más allá de las dos disciplinas de la psicología científica. En F. Alvira, M.D. Avia, R. Calvo y F. Morales, (1979). Los dos métodos de las ciencias sociales, (pp. 253-280). Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas. Todos los ejemplos y explicaciones respectivas en http//museo.udea.edu.co
Sistema de arbitraje 1. La recepción de artículos no implica obligación de publicarlos. Una vez recibida la contribución, el Coordinador Editorial verifica que el contenido sea apropiado para el Boletín y que cumpla los requisitos establecidos para los autores. A continuación se prepara una hoja de control para seguir el progreso de la evaluación del artículo. La hoja de evaluación incluye: el o los nombres de los autores, la dirección postal y electrónica, el título del artículo, la decisión tomada por el Comité Editorial luego de la evaluación, y la fecha de aceptación o de rechazo del artículo.
2. El Coordinador Editorial enviará el artículo al Comité Editorial para su evaluación. Los miembros del Comité recibirán el manuscrito, además de una hoja de evaluación para consignar sus comentarios y sus recomendaciones sobre la aceptación o el rechazo del artículo. 3. Después de realizar la evaluación, el Comité Editorial toma una decisión sobre la publicación del artículo. La decisión puede ser: 3.1. Aceptar el artículo con modificaciones: el Coordinador Editorial devolverá el trabajo con las evaluaciones de los pares, para que el autor lleve a cabo las modificaciones sugeridas. Una vez se reciba el artículo corregido, el Comité Editorial revisará el artículo y tomará una decisión final. 3.2. Rechazar el artículo: el Coordinador Editorial devolverá el artículo con las evaluaciones, e informará las razones para no publicarlo en su forma actual.