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B1.4. DIMENSIÓN DE LA VULNERABILIDAD SOCIOECONÓMICA

B1.4.1. Concepto de vulnerabilidad

En primera instancia, la complejidad que abarca la noción de vulnerabilidad proviene de su amplio espectro de definiciones, donde son incorporados desde las ideas de daño o perjuicio físico o moral, hasta aquellas que hacen referencia a todo aquello que pueda ser de alguna manera perjudicado. A raíz de esta realidad, se desprende la asociación del término vulnerabilidad con diversos tópicos (Ver figura 31).

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De igual modo, debido a la extensión de la vulnerabilidad en distintos ámbitos, esta puede ser manifestada a partir de condiciones endógenas, causadas por el propio ser humano, o por condiciones exógenas precisadas por su entorno inmediato.

Por lo que, la vulnerabilidad se ha ido “asociando no sólo con las condiciones del individuo sino, cada vez más, con las condiciones del medio (ambientales, sociales o de otro tipo) en que su vida se desarrolla, dando lugar a la necesidad de incorporar los aspectos socioculturales en la comprensión de este concepto” (Feito, 2007). Como consecuencia, surge la concepción de poblaciones vulnerables, que hace mención al colectivo de vulnerabilidad socioeconómica vulnerabilidad externa vulnerabilidad económica vulnerabilidad financiera vulnerabilidad política vulnerabilidad ambiental vulnerabilidad física vulnerabilidad genética vulnerabilidad social vulnerabilidad sísmica vulnerabilidad laboral vulnerabilidad personal vulnerabilidad ecológica personas que son afectadas por situaciones adversas.

A pesar que, “la vulnerabilidad ha sido explorada desde campos de conocimiento muy diversos, como la antropología, la sociología, la ecología política, las geociencias y la ingeniería” (Feito, 2007), existen ciertas cuestiones que cada definición comparte entre sí, como es la relación directa entre la vulnerabilidad y la amenaza, así como la identificación como vulnerable de una unidad de análisis (individuo, hogar, grupo social), la cual dependerá si se encuentra en una “situación de pérdida o carencia, que puede ser de la salud, del ingreso, de las capacidades básicas, etc” (Feito, 2007). Es decir que, para que una persona pueda experimentar la vulnerabilidad en uno de los ámbitos descritos, este debe estar susceptible a un estado de carencia o estar en un situación que amerite una amenaza de cualquier índole.

B1.4.2. Clasificación de vulnerabilidad

Es de relevancia destacar que, la vulnerabilidad está presente en distintos ángulos que pueden perjudicar directa o indirectamente a una sociedad o a un individuo en particular. Como estipula la Dra. Ana Maria Foschiatt (2004), Wilches-Chaux(1989) determina que la vulnerabilidad es clasificable en 11 perspectivas principales.

Vulnerabilidad natural

Todo ser vivo, por el hecho de serlo, posee una vulnerabilidad intrínseca determinada por los límites ambientales dentro de los cuales es posible la Vida, y por las exigencias internas de su propio organismo.

Vulnerabilidad física

Se refiere a la localización de la población en zona de riesgo físico, condición provocada por la pobreza y la falta de oportunidades para una ubicación de menor riesgo (condiciones ambientales y de los ecosistemas, localización de asentamientos humanos en zonas de riesgo)

Vulnerabilidad económica

Se observa una relación indirecta entre los ingresos en los niveles nacional, regional, local o poblacional y el impacto de los fenómenos físicos extremos. Es decir, la pobreza aumenta el riesgo de desastre (vulnerabilidad de los sectores más deprimidos, desempleo, insuficiencia de ingresos, explotación, inestabilidad laboral, dificultad de acceso a los servicios de educación, salud, ocio)

Vulnerabilidad social

Se produce un grado deficiente de organización y cohesión interna de la sociedad bajo riesgo, que limita su capacidad de prevenir, mitigar o responder a situaciones de desastres (tipo de acceso al saneamiento ambiental, nutrición infantil, servicios básicos, que permitan la recuperación de los daños ocurridos)

Vulnerabilidad política

Concentración de la toma de decisiones, centralismo en la organización gubernamental y la debilidad en la autonomía de los ámbitos regionales, locales y comunitarios, lo que impide afrontar los problemas. (autonomía en el poder de decisión y de solucionar problemas)

Vulnerabilidad técnica

Se refiere a las inadecuadas técnicas de construcción de edificios e infraestructura básica utilizadas en áreas de riesgo (incapacidad de control y manejo de las tecnologías frente a los riegos)

Vulnerabilidad ideológica

Alude a la forma y concepción del mundo y el medio ambiente donde se habita y con el cual se relaciona y la posibilidad de enfrentar los problemas. La pasividad, fatalismo, presencia de mitos, aumentan la vulnerabilidad de la población

Vulnerabilidad

Educativa

Falta de programas educativos que proporcionen información sobre el medio ambiente, sobre el entorno, los desequilibrios y las formas adecuadas de comportamiento individual o colectivo en caso de amenaza o de situación de desastre (conocimiento de las realidades locales y regionales para hacer frente a los problemas)

Vulnerabilidad cultural

Se refiere a la forma en que los individuos y la sociedad conforman el conjunto nacional y el papel que juegan los medios de comunicación en la consolidación de estereotipos o en la transmisión de información relacionada con el medio ambiente y los potenciales o reales desastres (influencia de la personalidad de los habitantes que se identifican con un modelo de sociedad, influencias de los medios masivos de comunicación frente a los riesgos)

Vulnerabilidad ecológica

Se relaciona a la convivencia con el medio ambiente, sin la dominación por destrucción (vulnerabilidad de los ecosistemas frente a los efectos directos o indirectos de la acción humana, y por otra, altos riesgos para las comunidades que los explotan o habitan.

Vulnerabilidad institucional

Obsolescencia y rigidez de las instituciones, en las cuales la burocracia, la prevalencia de la decisión política, el dominio de criterios personalistas, impiden respuestas adecuadas y ágiles a la realidad existente y demoran el tratamiento de los riesgos o sus efectos.

B1.4.3. La vulnerabilidad socioeconómica

La estabilidad de una sociedad está condicionada por el equilibrio de los distintos sectores que lo conforman, esta misma condición es manifestada en un hogar. Por lo tanto, uno de los factores que mayor inestabilidad genera en el bienestar de una familia, es la fluctuación del ingreso económico, ya que la ausencia de esta, provoca un porcentaje superior en la vulnerabilidad socioeconómica.

No obstante, dicha vulnerabilidad no es una condición medida por una sola variable, sino que también está correlacionado con las situación laborales, los niveles educativos y las interacciones sociales que el hogar o la comunidad son enfrentadas. Aún así, se identifica un mutuo acuerdo relacionado a “qué variables intervienen como las expectativas de vida, el analfabetismo y la salud como son dimensiones clave para medir el bienestar de un hogar” (Henoch, 2010).

De igual modo, existe una estrecha afinidad entre los conceptos de bienestar y salud ya que, “las carencias socioeconómicas son reflejadas por una mayor exposición a factores de riesgo, una menor frecuencia de hábitos saludables y, por ende, una peor percepción de la propia salud del individuo” (Aguilar-Palacio et al., 2013). A raíz de esto, se establece que este tipo de vulnerabilidad es un ente clave como causa de ciertos infortunios en la sociedad.

En otro sentido, cuando se define la noción de vulnerabilidad socioeconómica suele estar directamente vinculada a la idea de pobreza, sin embargo, a pesar de que ambas buscan determinar y cuantificar características semejantes, “la pobreza se refiere al nivel económico, mientras que la vulnerabilidad son los cambios de ese nivel” (Henoch, 2010).

Aunque, para determinar la situación de una determinada región, se deben utilizar y crear bases de datos bidimensionales, lo que significa identificar e incorporar las variables esenciales para medir la vulnerabilidad social, la resiliencia y la económica a diferentes escalas (GEM Foundation, s. f.). Dichas bases de datos están compuesta por una serie de categorías sintetizadas en la figura 35.

B1.4.4. La vulnerabilidad socioeconómica dominicana

La vulnerabilidad socioeconómica está subordinada a las condiciones que un grupo de personas o un individuo particular está confrontando. Por lo que, “todas las personas son vulnerables, pero cada una, en función de sus circunstancias socioeconómicas y condicionantes personales, tiene su propio nivel de vulnerabilidad, así como también su propio tipo de vulnerabilidad” (Pérez, 2006). En el territorio dominicano, existen poblaciones específicas que son afectados en mayor porcentaje por diversas vulnerabilidades, destacándose las personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres, niños y niñas, trabajadoras del hogar, personas son VIH SIDA, migrantes, grupos de diversidad sexual y religiosas.

Como se ha establecido en previos apartados, la vulnerabilidad socioeconómica es medido tomando en cuenta múltiples variables, en República Dominicana, se emplean mecanismos para su especificación, el cual resalta el “Índice de Calidad de Vida” (ICV), que complementa los estudios socioeconómicos de los hogares dominicanos realizados por el Estado.

De igual manera, para el cálculo del ICV de cada localidad, son desglosados determinadas variables de índole demográficas, socioeconómicas y sociales; a su vez, son categorizadas según sus características y funciones. Además, “para medir la calidad de vida de los hogares, el método integra dimensiones relacionadas con el bienestar como características de las viviendas, educación y servicios básicos” (SIUBEN, 2012).

Grupos Vulnerables

Es necesario enfatizar que, para la medición multidimensional de la calidad de vida dominicana, es utilizado el modelo SIUBEN II del 2013, el cual consiste en un sistema de ponderadores que integra un conjunto de cuatro dimensiones y diecisiete variables relevantes en la definición de las condiciones materiales de vida de la población (Morillo, 2014). Estas son ejecutadas a partir de la desagregación geográfica, clasificadas en Región Metropolitana (Distrito Nacional, zona urbana de la provincia Santo Domingo y zona urbana del municipio de Santiago); resto zona urbana y zona rural.

El desarrollo de dichas variables provoca como resultado la clasificación de cuatro niveles del ICV: el ICV-1: Pobreza extrema, el ICV-2: Pobreza Moderada, el ICV-3: Estrato Socioeconómico Medio y el ICV-4: Estrato Socioeconómico Alto.

ICV-1: Pobreza extrema

Agrupa a los hogares de mayores condiciones de pobreza, muy asociada con la pobreza extrema de la medición monetaria.

ICV-2: Pobreza Moderada

Agrupa a los hogares que siendo pobres se encuentran en mejores condiciones que los ubicados en pobreza extrema, muy asociada con la pobreza moderada de la medición monetaria.

Modelo Siuben Ii De Medici N Del Icv

Modelo Metropolitano (14 variables)

Dimensión 1

-Piso

-Techo

-Pared

-Equipos del hogar

-Fuente de agua

Dimensión 2

-Escolaridad del jefe del hogar

-Escolaridad media hogar

-Alfabetismo hogar

Dimensión 3

-Combustible para cocinar

-Iluminación del hogar

-Servicio sanitario

Dimensión 4

-Porcentaje menores de 5 años

-Asistencia escolar

-Hacinamiento

Modelo Resto Urbano (15 variables)

Dimensión 1

-Piso

-Techo

-Pared

-Servicio sanitario

-Equipos del hogar

-Fuente de agua

-Provincia

Dimensión 2

-Escolaridad del jefe del hogar

-Escolaridad media hogar

-Alfabetismo hogar

Dimensión 3

-Combustible para cocinar

-Iluminación del hogar

-Servicio recogida basura

Modelo Rural (15 variables)

Dimensión 1

-Equipos del hogar

-Combustible para cocinar

-Iluminación del hogar

-Fuente de agua

-Provincia

Dimensión 2

-Escolaridad del jefe del hogar

-Escolaridad media hogar

-Alfabetismo hogar

Dimensión 3

-Piso

-Techo

-Pared

-Servicio sanitario

Dimensión 4

-Tipo de vivienda

-Hacinamiento

Dimensión 4

-Tipo de vivienda

-Hacinamiento

Marco teórico del tema

ICV-3: Estrato Socioeconómico Medio

Contiene los hogares que no se encuentran en condiciones de pobreza, pero que tampoco son los que ostentan las mejores condiciones de vida, por lo que se encuentra asociado con el estrato de ingresos medios de la medición monetaria.

ICV-4: Estrato Socioeconómico Alto

En esta categoría se agrupan los hogares con mejores condiciones materiales de vida, por lo que se encuentra asociada con el estrato de ingresos altos.

Cada una de las cuatro categorías están enlazadas a una puntuación específica, según la zona geográfica pertinente.

Luego de tener una escala de medición definida, ya es posible identificar el promedio de calidad de vida de todo el territorio dominicano, sea a nivel regional, provincial, municipal o barrial. Dicha información, muestra un panorama aproximado de la realidad dominicana con respecto a su vulnerabilidad socioeconómica.

En continuación, todo estos procedimientos de creación de base de datos del país están bajo la dirección de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), así como del Sistema Único de Beneficiarios (2012), este último tiene la peculiaridad que sus bases de datos constituyen “un sistema de información indispensable para ser utilizado en la formulación de los planes de desarrollo y sirve de insumo para la implementación de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) e integrar una visión renovada de sociedad a futuro”. (p.10)

Categorías

Asimismo, gracias a la implementación de los estudios socioeconómicos en el territorio nacional, pueden ser indagados con mayor precisión los factores de estabilidad de la población, identificados como las condiciones de las viviendas, los activos, ocupación, nivel de educación de los miembros, acceso a servicios básicos y a servicios de salud, entre otros. Igualmente, resulta de importancia visualizar la situación actual de los miembros del hogar en indicadores como el analfabetismo, acceso a la educación y asistencia escolar, debido que la evaluación de estas condiciones pueden llevar a la identificación de oportunidades para disminuir las brechas de desigualdades en la sociedad.

Por último es conveniente subrayar que, a partir del análisis de cada una de los aspectos anteriores, la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiple (ENHOGAR) 2017 identificó cinco grupos socioeconómicos principales del país:

Medio alto-alto (GSEMA-A)

Medio (GSEM)

Medio bajo (GSEMB2)

Bajo (GSEB)

Muy bajo (GSEMB1)

Tras su especificación, son planteados los resultados concluyente a nivel nacional, reconociendo las provincias Elías Piña, Pedernales e Independencia como aquella de mayor porcentaje de hogares ubicados en un nivel socioeconómico más pobre en contraposición al Distrito Nacional, La Altagracia y Santiago que se presentan con el mayor porcentaje de hogares ubicados en el nivel socioeconómico más rico (Velásquez, 2020).

TABLA 3. Distribución de los hogares según nivel socioeconómico identificado en la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR) 2017, por provincia, en porcentajes, basado en Velásquez A., 2020. Elaboración propia.

B1.4.5. Infancia dominicana socioeconómicamente vulnerable

Como se ha expresado, reiteradamente, la etapa infantil, un periodo de amplia influencia, es crucial para el desarrollo cognitivo emocional y social del ser humano, y los adultos (tanto los padres como la sociedad dominicana en general) tienen el compromiso de garantizar su protección.

Por su parte, tomando como referencia los datos suministrados por ECLAC/CELADE Redatam (2010) de la base de datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (2010), se destaca que, en la República Dominicana existen 2,428,519 niños y niñas entre 0 y 12 años de edad, lo que equivale al 25.7% de la población total del país; a la vez el 55.4% (1,346,093) de dicha población infantil corresponde a los niños y niñas entre los 6 y 12 años de edad. Desafortunadamente, “no todos los niños crecen en un ambiente tan seguro y cuidado. Para muchos, la infancia no es el mejor momento de su vida, sino un momento en el que la meta es la supervivencia” (New World Encyclopedia, s. f.). Por lo que, esto sugiere una clara desventaja para las poblaciones infantiles en condiciones vulnerables.

Desde una óptica más puntual, la vulnerabilidad socioeconómica en la población infantil dominicana, está condicionada intrínsecamente al estatus que se encuentren sus padres o tutores, principalmente porque estas situaciones tiende a ser un impedimento para que dichos niños interrumpan el ciclo de la

desigualdad socioeconómica.

De igual forma, la República Dominicana es conocida por formar parte de los países en vías de desarrollo, por lo que los elevados índices de pobreza son una muestra de la realidad que la población infantil debe afrontar. Además, estos índices demuestran un aspecto más preocupante de la sociedad dominicana, y es el alto porcentaje de la pobreza infantil. Este tipo de pobreza es “un fenómeno complejo, puesto que afecta a personas especialmente vulnerables que por ello deberían estar especialmente protegidas. Y es que los niños son personas que, por sí solas, no pueden hacer nada para salir de una situación” (Ayuda en Acción, 2018).

A pesar de la presencia de pobreza infantil en el país, de acuerdo a los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), “República Dominicana ha experimentado una lenta, aunque constante reducción de la pobreza desde el inicio del siglo” (Soto, 2015).

Según la tabla 4, la cantidad de personas de en situación de pobreza de 0 a 5 años, 5 a 9 y de 10 a 14 años ha disminuido entre 2000 y 2015, mientras que el de 15 a 19 años y el de 20 a 24 años ha aumentado, es decir que, a través del tiempo los esfuerzos para la mejora de dicho fenómeno, de manera paulatina van dando sus resultados.

Ahora bien, como previamente se ha planteado, la pobreza no es el único indicador para definir la vulnerabilidad socioeconómica de una población, en este caso la pobreza infantil, mas bien como establece la UNICEF también incide el cumplimiento de los derechos fundamentales. Así, uno de los derechos claves para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes es el derecho a la educación, donde la República Dominicana “ha realizado importantes avances en algunas áreas, pero restan desafíos en otras” (UNICEF & INDOTEL, 2021) destacándose la ampliación de la cobertura escolar a todo el país e impulsando el proceso de alfabetización en todas las edades.

Por lo que, partiendo de la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR) (2017) de República Dominicana, se distingue que en “los diferentes grupos de edad escolar, al menos el 60% de la población vive como parte de un grupo familiar de nivel socioeconómico medio bajo, bajo o muy bajo. Asimismo, se reconoce que la participación poblacional de aquellos pertenecientes a grupos familiares con mayor nivel socioeconómico medio alto y alto (GSEMA-A) sube a medida que se incrementa la edad” (Velásquez, 2020).

Sin embargo, las mayores tasas de participación educativa se obtienen entre la población en edad escolar de 6 a 11 años, luego los de 12 a 17 años y por último la población de 3 a 5 años, estos resultados no están sujeto al nivel socioeconómico que dicha población presente.

Estos datos marcan pautas de los sectores poblacionales que necesitan la mayor intervención de políticas educativas para mejorar o complementar las realidades que presentan. Aunque, independientemente de la edad de la persona, aquellos dominicanos ubicados en los sectores socioeconómicamente más bajos, presentan los niveles de participación escolar menor.

En el mismo orden, la infancia dominicana cuya condición socioeconómica es considerada vulnerable presentan dificultades en sus procesos de aprendizaje, principalmente en el desarrollo de su capacidad lectoescritora o de alfabetización. Esto último reflejado en los resultados en los datos del IX Censo de Población y Vivienda del 2010, donde revela como el 17.46% (235,000) de la población infantil de 6 a 12 años (1,346,093) carece de habilidades de lectura y escritura general.

TABLA 5. Porcentaje de población de 0 a 24 años que asiste a la escula, colegio u universidad, por grupo de edad y grupo socioeconómico, basado en Velásquez A., 2020. Elaboración propia.

Distribución de la población de 0 a 24 años que no asiste a la escuela, colegio u universidad, por grupo de edad y grupo socioeconómico, basado en Velásquez A., 2020. Elaboración propia.

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