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Cristián Maulén, Nuestra recuperación en corto plazo depende de que podamos adap- tarnos a la realidad que nos deja la pandemia
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Cristian Maulén es Ingeniero Comercial y actualmente se desempeña como Director del Observatorio de Sociedad Digital. Es CEO de la consultora Customer Trigger, presidente de la Asociación de Marketing Directo y Digital de Chile (AMDD) y docente en distintas universidades del país. Y en el marco del especial sobre reactivación económica que revista “Negocio & Construcción” les presenta este mes, conversamos sobre la visión que tiene el Observatorio acerca de la reactivación económica impulsado por el gobierno y la industria de la construcción.
¿Qué es, qué hace el Observatorio y qué aporta a la industria en general y, en específi co, a la de construcción?
El Observatorio Sociedad Digital Unegocios FEN de la U. Chile, es un centro de investigación que busca generar espacios de observación crítica respecto de la distribución y tratamiento de la información, entendiéndose como un activo importante de las actividades culturales, económicas y cotidianas de la humanidad. El poder buscar espacios de discusión, contrastes y consenso de perspectivas en torno al cómo migramos de una sociedad de la información al conocimiento, como elemento evolutivo, con los benefi cios y perjuicios que esto pueda conllevar en el proceso de desarrollo como país, es una de nuestras misiones. Durante este año, hemos podido levantar dos grandes estudios como la “Radiografía del ciudadano” y el “Future Index”. El primero, en medio de una crisis mundial, fue capaz de proveer mes a mes actualizaciones a las diversas industrias del mercado, información relevante sobre el cambio de necesidades y prioridades de consumo de las personas, siendo portavoces de una sociedad
que exigía cambios rápidos y de alta relevancia. Mientras que, en el segundo, pudimos medir a través del Índice de Adaptabilidad al Futuro - IAF, qué tan preparadas se encuentran hoy las organizaciones en Chile para enfrentar los próximos desafíos que impone el contexto. Dos investigaciones que signifi can un aporte a la discusión desde dos veredas que dialogan entre sí.
Respecto de la “Construcción”, pudimos identifi car que el sector encasilla uno de los grupos de adaptabilidad más bajos del reporte, siendo catalogado directamente como “desadaptado”, junto con rubros como educación, automotriz e inmobiliario. Y donde lo más llamativo, es que el 56% de las opiniones corresponden a “empresas de mayor tamaño”, representando un doble desafío para la industria, sobre todo en su capacidad de anticipación, agilidad en la toma de acciones y nivel de madurez digital.
Esto se debe, principalmente porque generan activos tangibles de mayor envergadura, hay una atención natural hacia estos, más que a los activos intangibles. Con los cambios del mundo deberían girar hacia una cultura más centrada en el cliente para generar nuevos procesos de transformación digital.
¿Cuánto está preparado Chile para abordar la transformación hacia un estado (escenario) más digital y moderno?
Cuando afi rmamos que “el futuro llegó” es porque las empresas deben asumir el desafío de adaptarse lo más rápido posible y las organizaciones demuestran no estar preparadas para administrar tecnologías disruptivas que permitan digitalizar sus procesos. Nuestro Índice de Adaptabilidad al Futuro, señala que sólo el 6,3% de las empresas son capaces de confi gurar “potenciales ventajas de futuro”, donde de este grupo de líderes, el 61% pertenecen a organizaciones de “menor tamaño”, dada su capacidad de moverse más rápido, representando a su vez un nuevo desafío de generar simbiosis entre dos mundos que permitan entregar soluciones ágiles y productivas, como la banca con FinTech, por ejemplo.
Es sorprendente que las organizaciones “desadaptadas” llegaran casi al 25%, con brechas en Gobierno de Datos y Madurez Digital, porque viven centradas en proveer servicios estándar con productos y no desarrollar nuevas fronteras, lo que de por sí, genera menor competencia y una fuerte pérdida de rentabilidad.
Considerando los sectores menos adaptados, como Educación, que
según nuestro estudio Future Index tiene uno de los índices más bajos con 5,97 -aunque no más bajo que Construcción con 5,66- acreditan nuestros problemas de una educación de calidad. En Chile, 49% de los docentes creen que sus estudiantes están aprendiendo y el 75% considera que sus alumnos no cuentan con las habilidades necesarias para usar aplicaciones de trabajo a distancia (Mirada Docente, 2020).
¿Está Chile preparado para la reactivación?, o dicho de otra forma, ¿habrá reactivación?
Nuestra recuperación en corto plazo depende de que podamos adaptarnos a la realidad que nos deja la pandemia, como también las medidas que la autoridad siga aplicando para reactivar la demanda.
A nivel económico, el Fondo Monetario Internacional baja la proyección del PIB de Chile a -7,5% en 2020, pero sería el que menos caerá en la región. A fi nales de junio realizó un fuerte recorte de 3 puntos porcentuales al escenario central para Chile. La caída es mayor al 4,9% que se espera para el mundo. Para el próximo año, anticipa un alza de 5% para Chile. De esta manera, para 2021, con América Latina avanzando 3,7%, Chile también destaca con un crecimiento de 5%, el cual, de todas maneras, es 0,3 pp inferior a la proyección anterior.
El mundo, desde mi apreciación, se encuentra en un estado “liminal”. Esto signifi ca que el pasado ya se fue, pero aún no llega el futuro, por tanto, nos encontramos en una dimensión intermedia, donde se comienzan a generar tensiones que nunca habían existido. Por ejemplo, la privacidad de mis datos o la información al servicio de todos por un bien público y efi ciencia global o producción en nuestros mercados para asegurar cadenas de abastecimiento. En este contexto, las tecnologías exponenciales como inteligencia artifi cial, robótica, genética y obtención de conocimiento a partir de los datos se aceleran para ser adoptadas por organizaciones que desconocen la forma de explorarlas. La curva de adopción de tecnologías es más lenta que su curva de desarrollo, pero con coronavirus la adaptabilidad se disparó, y la pregunta al respecto, es: ¿estamos preparados para poder trabajar en este contexto y generar estos cambios? Según los sondeos de seguimiento de nuestro Observatorio, hemos podido detectar nuevos comportamientos en los ciudadanos con respecto a sus demandas de servicio y necesidades de protección. A modo de ejemplo, el 35,4% de la opinión confía en que “las empresas y marcas deben ser un aporte clave en el desafío que impone la crisis sanitaria” y tan sólo el 7,7% confía en que “las medidas de la autoridad ayudarán a combatir esta crisis”. Así mismo, 8 de 10 de personas (80,2%) indican que su situación económica “empeorará mucho” y “empeorará”.
Estos hechos determinan la nueva responsabilidad de las organizaciones, en crear horizontes de futuro y generar espacios empáticos con su comunidad y audiencia. Como líderes, podemos eludir la realidad del cambio, pero no sus consecuencias. N&C