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Rodrigo Zambrano: Liderazgo efectivo en cua rentena
LIDERAZGO EFECTIVO en cuarentena
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Rodrigo Zambrano
Otra vez confi nados. La expectativa de volver a trabajar en un ambiente algo más normalizado se diluyó en marzo, y abril nos recibe con un país en cuarentena. Sin embargo, el show debe seguir, porque los proyectos y los presupuestos no pueden esperar más. Necesitamos refl otar lo aprendido el 2020 para liderar la transición hacia un nuevo estadio más productivo, esperando que las políticas sanitarias y las vacunaciones masivas logren resultados positivos.
Directrices concretas para el liderazgo efectivo en cuarentena:
1. Preguntar, empatizar, conectar y contener, con énfasis en la inclusión. En tiempos de distanciamiento físico, resulta esencial reconectar a los equipos. Necesitamos recuperar el espíritu colectivo que se construye con conversaciones coloquiales o de pasillo. Nuestro deber es instalar prácticas deliberadas de reconexión social, para potenciar la polinización cruzada en el ámbito laboral. 2. Mantenerse presente, visible y disponible a través de diversos medios presenciales y tecnológicos. Sin saturar.
No se trata de onmipresencia ni de micromanagement, sino de abrir la posibilidad para que cualquier persona pueda acceder a ti cuando lo estime necesario. 3. Priorizar los objetivos, no los procesos, enfatizando el trabajo colaborativo autónomo. Cuando las medidas de confi namiento limitan las rutinas habituales de los equipos, es relevante poner mayor foco en el horizonte de resultados esperados, que en la ruta de procesos y procedimientos preestablecidos para periodos de normalidad. 4. Defi nir metas diarias, semanales y mensuales, que deben ser medibles y alcanzables. Mientras más claras las expectativas, mejor. No es el momento de suponer. El ser humano sin rutinas se desestructura, se desmorona. La incertidumbre nos desafía a entregar certezas, aunque sean de cortísimo plazo, como pasamanos en medio de la niebla. 5. Institucionalizar mejores prácticas, formalizando nuevas rutinas. Es tiempo de generosidad… y de inversión. Si reconstruimos una práctica efectiva en un área de trabajo, llevémosla al resto de la organización para que otros equipos puedan aprovechar sus benefi cios. 6. Promover reuniones frecuentes y cortas con el equipo,
virtuales y/o presenciales, donde todos tengan espacio
para participar, sin importar dónde se encuentren. Hoy más que nunca, todos somos importantes. Que nadie queda atrás. 7. Comunicar y retroalimentar efectivamente, con mensajes breves, claros y entendibles por todo el equipo. Se trata de trabajar para recuperar la productividad, por lo tanto, el feedback debe ser una práctica diaria. 8. Mantener un canal de comunicación frecuente con cada trabajador por separado. Cada persona es un mundo distinto y es nuestra responsabilidad mapear a nuestros equipos para saber con quién podemos contar más y quiénes pueden requerir algún apoyo adicional. Es una inversión de mediano plazo que nos benefi ciará de todos los esfuerzos sembrados en estos meses. 9. Respetar el horario de contacto pactado con cada trabajador. Normativo, legal y ético. 10. Reconocer logros y éxitos, individuales y colectivos. Somos reacios a felicitar y agradecer. Los esfuerzos adicionales necesitan una palabra de agradecimiento y reconocimiento de vez en cuando. La validación explícita de un jefe puede servir para recargar las baterías. N&C
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Rodrigo Zambrano es socio consultor, speaker y coach en LEAD Institute