30 minute read
Francisco Marín
INTERNACIONAL /LATINOAMÉRICA
Advertisement
Las reacciones de los países latinoamericanos ante el coronavirus han sido distintas y poco efectivas: van desde el establecimiento de severas medidas de excepción hasta actitudes indolentes e irresponsables. América Latina (con sistemas de salud pública venidos a menos para favorecer a la medicina privada), afirma un especialista, no aprovecha las experiencias asiática y europea para controlar la pandemia, y aplica sólo “la lógica del pánico”.
RAFAEL CRODA B OGOTÁ.- Las medidas de estado de excepción que se han tomado en los últimos días en la mayoría de países sudamericanos para enfrentar la pandemia del coronavirus hacen recordar las épocas de la dictaduras militares en la región.
No sólo por los toques de queda que han sido impuestos en diferentes naciones del área para evitar que los ciudadanos rompan el “aislamiento social” decretado por los gobiernos locales, sino por las imágenes de policías y soldados patrullando calles desiertas o capturando a noctámbulos taciturnos que ignoraron las restricciones de movilidad.
Sólo en Perú, donde el presidente Martín Vizcarra decretó “inmovilización social obligatoria” durante dos semanas a partir del lunes 16, han sido detenidas más de 100 personas cada día por violar el toque de queda.
Y en Argentina, el gobierno del presidente Alberto Fernández anunció el jueves 19 una “cuarentena total” hasta fin de mes en la que ninguna persona podrá salir de su casa, a menos que sea para consultas médicas o comprar víveres y medicamentos, y en la que nadie podrá entrar ni salir del país. Sólo estarán abiertos supermercados, farmacias, hospitales y gasolineras.
En Ecuador, Panamá, El Salvador y Venezuela se han tomado medidas similares que tienen a esas naciones en una virtual parálisis.
Y en Colombia, tres departamentos y la capital del país, Bogotá, que en conjunto concentran 34% de la población nacional, están en “aislamiento social” desde el viernes 20 y lo prolongarán hasta la medianoche del lunes 23, que es día festivo,
a pesar de que el gobierno del presidente Iván Duque los desautorizó para ejecutar esa medida.
En Brasil ha ocurrido un fenómeno pa recido: ante la criticada “pasividad” del presidente Jair Bolsonaro para afrontar la pandemia del coronavirus, los gobernado res de Sao Paulo, Joao Doria, y de Río de Janeiro, Wilson Witzel, declararon “estado de emergencia” en sus jurisdicciones, res tringieron horarios de oficina y suspendieron actividades en las escuelas.
En Sudamérica permeó el discurso del presidente francés, Emmanuel Macron, quien el martes 16 ordenó a sus compatrio tas quedarse en sus casas y aseguró que con el coronavirus “estamos en guerra”.
Los llamados a la batalla y a luchar con patriotismo contra la pandemia se multi plican por toda la región, y son seguidos de decisiones políticas drásticas que tie nen confinados en sus casas a millones de latinoamericanos y mantienen sella das gran parte de las fronteras desde Guatemala hasta Argentina.
Las excepciones más notables a estas disposiciones radicales para contener la pandemia del coronavirus son México y Brasil, las dos naciones más pobladas de la región y cuyos presidentes, Andrés Ma nuel López Obrador y Jair Bolsonaro, respectivamente, han sido acusados de inacción frente al mayor desafío de salud pública que ha enfrentado el mundo en varias décadas.
Hasta el viernes 20, México y Brasil ha bían cerrado parcialmente sus fronteras terrestres, pero sus principales aeropuer tos internacionales seguían funcionando y habían evitado poner en aislamiento obligatorio a la población.
La llegada del coronavirus a Latinoa mérica ha generado también damnificados políticos. La semana pasada se registraron “cacerolazos” contra Bolsonaro en las principales ciudades brasileñas.
El ultraderechista ha sido catalogado de “frívolo” por el manejo que ha hecho de la emergencia sanitaria (ha dicho que es tá “prácticamente terminada”) y por saludar de mano a sus seguidores el domingo 15, a pesar de que estaba en cuarenta por sospechas de que pudo haber contraído el coronavirus en un reciente viaje a Estados Unidos.
También el presidente colombiano, Iván Duque, fue objeto de un “cacerolazo” nacional el miércoles 18, por tratar de im pedir que gobernantes locales, como la alcalde bogotana, Claudia López, tomaran medidas de aislamiento poblacional.
El crecimiento de los casos de corona virus en América Latina comienza a ser exponencial. El pasado viernes 13, la re gión tenía 307 infectados con el virus.
En una semana, hasta la mañana del viernes 20, la cifra había saltado a 2 mil
572, lo que significa que en ese periodo los casos se multiplicaron más de ocho veces y aumentaron 737%.
Es un porcentaje similar al crecimien to de casos de coronavirus en España durante la segunda semana de la pandemia en ese país, entre el martes 3 y el lunes 9. Además, hasta la mañana del viernes 20 se habían reportado 25 muertes por co ronavirus en la región, seis de ellas en Brasil, que es el país latinoamericano que tiene más personas infectadas (621 hasta ese día), seguido de Chile (434), Ecuador (367), Perú (234), México (145) y Argentina (128).
Respuestas improvisadas
Para el epidemiólogo y doctor en salud pública Luis Jorge Hernández Flórez, la respuesta latinoamericana a la emergencia sanitaria que plantea el coronavirus ha si do “en general, errática, y llena de improvisación”.
El especialista colombiano, consultor de la Organización Panamericana de la Salud y miembro de la Sociedad Interna cional de Epidemiología Ambiental, considera que los estragos que ha causado el coronavirus en China y Europa han lleva do a la mayor parte de naciones de América Latina “a la lógica del pánico”.
Los países del área, señala, están adoptando “medidas de contención” de la pandemia “sin tener en cuenta que ade más deben alistar los servicios hospitalarios que se van a necesitar para atender en las próximas semanas a las personas infectadas, porque si estos servicios son insuficientes, vamos a ver un aumento de mortalidad”.
Por eso, dice a Proceso , “entender lo que viene es clave para los gobiernos, y es to lo pueden hacer con datos y con modelos que nos están indicando lo que puede pasar con esta pandemia”.
Según Hernández Flórez, quien tam bién es especialista en análisis de datos, “todos los países de la región se han en frascado en un conteo de casos de coronavirus, como si esto fuera un marcador deportivo, y lo que han creado es una es tadística del miedo en la que todo mundo piensa ‘a ver cuándo nos toca a nosotros’”. Ese conteo, señala, no sirve como base de una estrategia de salud porque siem pre hay un subregistro.
“Por cada caso detectado puede haber 300 casos más. Lo que sirve es detectar ca sos por laboratorio para identificarlos y aislarlos. Nosotros esperamos que el virus venga a nosotros, en vez de hacer como Corea del Sur y Alemania, que decidieron salir a buscar el virus con pruebas de de tección masivas”, sostiene.
El coordinador del Área de Salud Públi ca de la Universidad de los Andes y profesor de la Facultad de Medicina de esa casa de estudios considera que América Latina está desaprovechando la experiencia que adquirieron en los últimos meses China, Corea del Sur, Japón y Europa en el mane jo de la pandemia del coronavirus.
“Las respuestas en Latinoamérica, en general, van hacia medidas muy estrictas, a las que les falta integralidad, como en los casos de Argentina y Perú, o a medidas la xas, como en México, donde la Secretaría de Salud dice que hay que esperar para adoptar acciones más firmes; pero este no es el momento para esperar porque enton ces la pandemia se va a propagar”, asegura. México, como todos los países, necesi ta aplicar “un cordón sanitario, y esto tiene que hacerse cuando se está iniciando la curva ascendente de casos porque des pués ya no sirve, que fue lo que pasó en Italia y España”, asegura.
El epidemiólogo, quien es consultor en políticas de salud pública e investigador senior del Departamento de Ciencia, Tec nología e Innovación de Colombia, sostiene que en el trasfondo de la “poco efectiva reacción” regional frente al coronavirus está la debilidad de los sistemas de salud pública.
En general, señala, ningún sistema de salud del mundo está lo suficientemente preparado para hacer frente a una pande mia de estas dimensiones, como se puede apreciar en Europa y Estados Unidos, don de el virus presenta altos niveles de propagación y mortandad.
“Pero aquí, en Latinoamérica, estába mos mucho menos preparados para enfrentar el coronavirus porque nuestros sistemas de salud pública se han venido desmantelando en los últimos años, tanto por las privatizaciones de los servicios de salud como por la caída en la inversión en salud”, explica Hernández Flórez.
Dice que los sistemas latinoamerica nos de salud pública nunca han sido suficientemente buenos, pero existían.
Sin embargo, con la ola de privatiza ciones que se registró en los ochenta y noventa, la salud pasó a ser un negocio para grandes conglomerados económicos y no un servicio social bajo la rectoría del Estado.
“México tiene un sistema de salud pú blica importante, pero también fue afectado por la impronta de privatización y la caída de la inversión en el sector. Muchas de las funciones de rectoría, aseguramien to, regulación y prestación de servicios de salud se le dieron al mercado y eso hace que la lógica del sistema sea asistencialista y no preventiva”, señala el experto.
Dice que los países de la región han desmantelado los programas de preven ción de enfermedades respiratorias y enfermedades crónicas.
“Tenemos una lógica de sistemas de salud que viven de los enfermos y no de la
gente saludable. Y esto es porque al prestador privado del servicio se le paga por los enfermos, no por los sanos. Esa es una lógica perversa de los sistemas privatiza dos que ha sustituido a los sistemas nacionales de salud”, considera.
Con la pandemia del coronavirus, agrega, “estamos viendo las consecuen cias de todo esto” y por eso la reacción latinoamericana “ha sido débil”.
Además, sostiene, la región carece de sistemas de vigilancia epidemiológi ca efectivos, porque no hay información, aunque rescata el caso de México. “Es el único país latinoamericano que ya logró secuenciar el genoma del coronavirus, lo que permitirá entender mejor su adapta ción en México y dar una respuesta inmunitaria”, asegura.
Hernández Flórez considera que el pi co de casos de coronavirus en Latinoamérica puede llegar dentro de dos o tres semanas, “y si no preparamos desde ahora las unidades de cuidados intensivos que vamos a necesitar, la pandemia nos va a desbordar”.
El epidemiólogo recomienda medidas de aislamiento, pruebas masivas y muy planificadas para detectar el virus y aislar a los enfermos y preparar la infraestructu ra hospitalaria para atender la emergencia. “Necesitamos respuestas integrales, no únicamente medidas extremas, de pá nico, porque por sí solas no ayudan”.
Coletazo económico
El impacto económico que tendrá la pandemia en Latinoamérica será “profundo” y su magnitud dependerá de cuánto tiempo se prolongue la situación de parálisis que viven varios países de la región, señala el economista Germán Ricaurte.
Dice que existe la posibilidad de que la economía global entre en una recesión, como lo reconoció hace unos días el pre sidente de Estados Unidos, Donald Trump. El lunes 2, la Organización para la Coo peración y el Desarrollo Económicos estimó que el coronavirus afectará en medio punto porcentual el crecimiento global es te año y que este será de 2.4%.
Para Ricaurte, esta estimación “está muy rebasada” por la realidad que se vive en China, la Unión Europea y Estados Uni dos, tres motores de la economía internacional que están severamente afectados por la pandemia y que tienen parados va rios sectores productivos.
“Este es el peor momento para hacer proyecciones económicas porque no sa bemos cuánto se va a prologar esta situación”, señala Ricaurte, economista de la Universidad de los Andes de Colombia
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Cari be (Cepal), Alicia Bárcena, dijo el jueves 19
INTERNACIONAL /LATINOAMÉRICA
que el coronavirus provocará una de las peores crisis que el mundo ha vivido.
De acuerdo con Bárcena, el crecimien to de 1.3% que había previsto la Cepal para la región este año ya no será posible y, en cambio, Latinoamérica registrará una contracción de -1.8%. Este retroceso, ex plicó, podría llevar a que el desempleo en la región suba 10 puntos porcentuales y aumente la pobreza.
La Cepal espera que 35 millones de la tinoamericanos se sumen a las filas de la
pobreza este año como consecuencia de la emergencia sanitaria y que otros 22.6 millones pasen a la pobreza extrema.
Los gobiernos del área comienzan a tomar medidas económicas para atenuar el impacto de la crisis en los sectores so cial y productivo.
De acuerdo con Bárcena, esta crisis obli ga al mundo a “repensar todo, la economía completa”, porque es la única manera de sobrellevar “este escenario tan difícil que tenemos por delante”.
Octavio Gómez
EL GOBIERNO DE LA 4T Acciones y omisiones
ELISUR ARTEAGA NAVA
Las autoridades federales han sido criticadas por su pasividad frente a la crisis en que se halla el país a causa del brote de covid-19. La inacción ha provocado incertidumbre; los desplantes presidenciales, desconfianza. No es para menos. Las noticias que llegan del extranjero, sobre todo de Europa y Estados Unidos, no nos dan tranquilidad. El presidente de la República, en particular, ha sido censurado; quienes lo censuran no carecen de razones. Lo critican por la irresponsabilidad con que ha conducido, al no suspender su campaña permanente en busca de la aceptación de su persona por parte de la ciudadanía; por no impedir la entrada de personas que provienen de los sitios en que la epidemia se ha cebado sobre la población; por no haber adquirido los insumos necesarios para hacer frente a la contingencia, así como por no impedir los actos masivos, sino por promoverlos e intervenir en ellos.
En otros países, con el fin de impedir la propagación de la pandemia, los gobiernos han cerrado su espacio aéreo para impedir la salida y entrada de aeronaves procedentes de estados con problemas de salud. El gobierno mexicano no lo ha hecho. Hay otras quejas y ellas, al igual que las enumeradas, son igualmente fundadas y atendibles.
El presidente, hasta el momento, ha dado más muestras de ser un macho irresponsable que titular de la más alta magistratura política del país.
Ante tamaña irresponsabilidad de las autoridades federales y, concretamente del presidente de la República, los particulares hemos asumido el liderazgo o adoptado las medidas que la prudencia aconseja. Lo mismo sucedió en 1985: ante la inacción de un presidente apático o timorato, los particulares actuamos. Lo rebasamos a él y a sus autoridades.
Como particulares hemos suspendido nuestros trabajos ordinarios y, para evitar una paralización total, hemos buscado formas de que nuestros trabajadores, empleados o socios sigan trabajando en sus domicilios, sin tener que exponerse al contagio del covid-19.
Los gobiernos de los estados, sobre todo los que no son de extracción morenista, han comenzado a hacer su parte: han suspendido las clases en las escuelas; con respeto irrestricto a su autonomía, han invitado a las autoridades universitarias a hacer lo mismo; limitaron ya las concentraciones masivas de personas y suspendieron espectáculos dentro de territorios jurisdiccionales. Con ello, dentro de su ámbito de acción, han procedido como buenos gobernantes.
ENSAYO
Con excepción de los de Puebla y Veracruz, los mandatarios morenistas –como buenos priistas que fueron– están esperando línea para actuar. No les ha llegado. No han hecho mayor cosa. Temen desentonar en este coro de alabanzas a su jefe.
De los gobernadores que han actuado, hasta este momento no se sabe que hayan asumido la responsabilidad de hacer frente a la pandemia. Como lo dije en otra parte, son competentes para hacerlo los poderes federales, así con minúscula. De conformidad con la fracción XVI del artículo 73 constitucional, sobre ellos recae la responsabilidad de combatirla. No lo han hecho o no han actuado en la medida de lo esperado o de la emergencia. Ante la pasividad del gobierno federal, las autoridades locales lo están haciendo; su intervención es oportuna y no ilegal; aunque con dudas de constitucionalidad, es benéfica y aceptada por la población.
Los gobiernos de los estados, para fundar su acción, pueden invocar la doctrina de las facultades concurrentes. Esta sostiene que una facultad concedida expresamente a los poderes federales puede ser ejercida válidamente por los poderes de los estados, mientras la federación no lo haga. Esta doctrina parte del supuesto de que los estados confirieron a los poderes federales un cúmulo de facultades que les correspondían a ellos y que lo hicieron con vista a que las ejerzan; cuando existe una emergencia y éstos no actúan, de acuerdo con esa doctrina, es admisible que los poderes y autoridades de los estados, en ejercicio de un derecho residual, lo hagan.
Alguien dirá que esa doctrina únicamente es válida en el sistema constitucional de Estados Unidos, en donde surgió; ahí, efectivamente, las colonias que formaron la unión renunciaron a un cúmulo de facultades y las confirieron a los poderes federales, pero ese supuesto históricamente no se presentó en México.
En contra de ese punto de vista está lo dispuesto por el artículo 124 constitucional, el cual dispone: “Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden reservadas a los Estados”; también está el supuesto teórico del que partieron los constituyentes de 1824, 1857 y 1917, en el sentido de que había estados preexistentes que formaron la unión a través de la celebración de un convenio al que se denominó Pacto Federal (artículos 2 A, frac. III, 40 y 41 constitucionales). Octavio Gómez
Ciudadanos en acción. Gobierno rebasado Para salvar el obstáculo contenido en el artículo 117 fracción I, constitucional, es válido invocar la emergencia; alegar que la situación no admite demora. Lo ideal sería que, ante lo grave de la situación, pudieran unirse el mayor número de estados y adoptar, previo consenso, medidas uniformes para su territorio y población.
A pesar de la prohibición constitucional, dada la emergencia, podrían impedir la entrada a su territorio de personas provenientes de sitios en donde existan brotes epidémicos; asumir los servicios de salud y suspender las actividades ordinarias tanto públicas como privadas. Ante la emergencia, en ejercicio de esas facultades concurrentes, también podrían prohibir los espectáculos masivos, la circulación de personas, las reuniones públicas y las actividades comerciales.
La historia absuelve y la ciudadanía premia a quienes, con altura de miras, actúan para salvaguardar a la sociedad. En la naturaleza y en los negocios públicos existe el concepto que se conoce como terror vacui, el terror al vacío: los vacíos de autoridad se cubren. Es afortunada una sociedad cuando cuenta con líderes que, aun a costa de sacrificar una carrera política promisoria, asumen la función de salvarla sin importar realizar actos que son de dudosa constitucionalidad. La historia absuelve a los audaces y condena a los apáticos. El presidente Juárez, para salvar la Nación y la Constitución Política, no se abstuvo de violar ésta y la legalidad. Salvó a la patria; se hizo inmortal.
Sólo nos faltaría que el gobierno federal recurriera a la controversia constitucional para impedir la acción de los gobernadores y que, llegado el caso, solicitara la suspensión de los actos que ellos realicen.
Ante la pasividad, negligencia o apatía del actual presidente de la República y de su gabinete, este pudiera ser el momento para que algunos gobernadores asuman la lucha contra el covid-19 y se conviertan en los líderes que México necesita.
AMLO, durante mucho tiempo, luchó para llegar al cargo que actualmente ocupa; estando en él no sabe qué hacer. Le pasó lo que censura Maquiavelo: “Es una cosa verdaderamente muy natural y ordinaria el desear adquirir; y siempre que lo hagan los hombres que pueden, serán alabados y no censurados; pero cuando no pueden y quieren hacerlo a toda costa, aquí están el error y la censura.” (De principatibus , III, 46, p. 79).
Benjamín Flores
sobre el Museo de Museos Arroyo refuta la auditoría
Si hay algún daño al erario por la asignación de recursos para el que sería un recinto innovador en la Casa del Marqués del Apartado –como se señala en un documento de la Auditoría Superior de la Federación–, no lo encontrarán en los manejos de Puerto Cultura, A. C. Así lo expone su fundador y promotor del proyecto, el etnólogo Sergio Raúl Arroyo, quien señala que cada gasto está comprobado.
JUDITH AMADOR TELLO Y ARMANDO PONCE E l etnólogo Sergio Raúl Arroyo es definitivo en su respuesta a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que luego de evaluar los resultados del proyecto de creación del Museo de Museos en el antiguo Palacio del Marqués del Apartado (que nunca se realizó), presume un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública:
“De nuestra parte no. Si hubiera un daño al erario que busquen dónde. En mi caso no lo admito.”
En su balance de la Cuenta Pública 2018, la ASF informa que la Secretaría de Cultura (SC) otorgó durante el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, un donativo por 9 313 500 pesos a la asociación civil Puerto Cultura, A. C., de la cual es socio fundador Arroyo, para la producción museográfica, materiales digitales, multimedia y videos.
Según un reportaje de eme equis publicado en su portal, Puerto Cultura ha recibido para este proyecto un total de 59 313 461 pesos. Más 6 867 672 en 2013 para apoyar centros sociales; 8 791 321 pesos en 2016 para la Exposición Conmemorativa del Centenario de la Constitución Mexicana; y 20 millones más el mismo año, para desarrollar una visión genealógica de la Carta Magna.
Para el museo se tendría que adecuar el inmueble del Apartado, obra de Manuel Tolsá, con recursos de la Dirección General de Sitios y Monumentos de la SC, que a la vez realizaría las obras. La Auditoría señala que visitó el recinto y observó “diversas adecuaciones” hechas por esa dirección, y una ventana arqueológica realizada por Puerto Cultura, que tuvo un costo de 350 mil 800 pesos.
E insta a la SC a investigar a los servidores públicos que permitieron la segunda etapa del proyecto, no obstante que
Eduardo Miranda
CULTURA CULTURA
no contaba con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que motivó que la obra no concluyera y por lo tanto la AC entregara los bienes adquiridos a los servidores que “indebidamente los recibieron” y los llevaron al Museo Nacional de Antropología para su resguardo. Añade que visitó este recinto para verificar las facturas presentadas por la asociación, pero no pudo constatar que los bienes embalados corresponden a los adquiridos por Puerto Cultura.
Presume entonces un daño al erario por 8 millones 962 mil 677 pesos, dado que el proyecto no se ejecutó. Sólo considerando el donativo que se le dio en 2018. Arroyo. Deslinde
Comprobantes
Director del INAH en dos ocasiones, Arroyo dice a Proceso en entrevista en su domicilio, que puede entender que haya una confusión entre la obra física del inmueble (correspondiente a Sitios y Monumentos) y la museológica de la AC. Enfatiza que tiene todos los comprobantes “hasta el último centavo” del trabajo que se hizo, y de la entrega y recepción por parte de Cultura.
Pero el problema, dice, es que se asume que no hay edificio y por tanto no hay museo, y a todo mundo se le fincan responsabilidades, cuando el proyecto museográfico está hecho. –¿Habló con gente de la Dirección de Sitios y Monumentos para saber qué pasaba?
–Sí, sí, a Raúl Delgado (entonces director) lo conozco perfectamente. Nos dieron algunas explicaciones insuficientes, casi siempre se decía que se iba a terminar la obra… Fuimos a las diferentes fases, tengo experiencia en esto y me daba cuenta de que iban muy atrasadas las obras, no había claridad respecto a que fuera a terminarse. Cuando se nos dio la información de que quedaba en stand by (espera), no me sorprendió demasiado, más bien me causó desazón, un disgusto, porque yo tenía un compromiso con Rafael Tovar y de Teresa (entonces secretario de Cultura federal). Para mí era muy importante, sobre todo pensando que era la última obra que él hubiera dejado, que el Apartado hubiera podido ser la obra más importante de la administración anterior.
Se le pregunta si sumados tanto el gasto en la obra que quedó a medias para adecuar el edificio y el donativo a la Asociación para un museo que finalmente no estará ahí, no constituyen ciertamente un daño económico a la Hacienda Pública, un trabajo tirado al bote de la basura:
“Sí, pero no de mi parte… Yo quisiera que no vaya a la basura. Lo nuestro es aprovechable, todo lo que he entregado. Es un museo conceptual, son investigaciones originales que se pueden aprovechar plenamente. Puedo decir que las luminarias son las mejores que hay en México (tuvieron un costo de 9 millones de pesos) y pueden aprovecharse en cualquier museo, sólo es cosa de que las instalen. Pero no sé cuál es el paso que deben dar para aprovechar todo esto, y me parece importante que se haga porque, efectivamente, el tiempo puede ser un factor contrario al uso y al funcionamiento de esos materiales.”
Muestra un conjunto de 22 gruesas carpetas, de tamaño doble carta, que contienen toda la información, investigación, estudios sobre el proyecto ejecutivo, llamado originalmente Museo de Museos y al cual denominaron luego simplemente El Apartado, por ser más fiel a la historia del sitio. Todas –subraya– son copia de lo entregado a la SC. Incluye la parte conceptual, más de 250 planos, descripción del equipo de humedad, los cálculos de temperatura por sala, cedulario, los textos de las piezas que llevarían al recinto y la investigación de paleontólogos, arqueólogos, arquitectos y expertos en diversas disciplinas como biología, antropología, ciencias del mar.
Wikipedia
“Dudo que encuentren un proyecto ejecutivo de esta naturaleza. Probablemente lo tengan los expertos en carreteras y ese tipo de obras. Esto no es cosa de una asociación civil, sino de un grupo de especialistas.”
En un texto entregado a este semanario explica que es un proyecto multidisciplinario, abarca las artes plásticas y escénicas, literatura, música, ciencia, medio ambiente, campos arqueo-antropológicos, paleontología, biofísica, astronomía geología, biología, y por ello tenía una relación estrecha con los institutos de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México. Y reitera:
“Puerto Cultura, A. C. realizó las acciones de las que era responsable de acuerdo con los recursos suministrados (concepto curatorial, diseño museográfico, producción de prototipos, investigación, diseño gráfico, productos multimedia), hasta concluir con la entrega del proyecto ejecutivo correspondiente. No obstante, a mediados de 2018 la SC decidió ajustar el alcance del proyecto, ante el inminente cambio de administración, dejando la decisión de su continuidad a la actual. La asociación se ha negado a calificar esta decisión, ya que está fuera de su ámbito de competencia, y los argumentos que se tengan que expresar tendrán que provenir de quienes la tomaron. La asociación fue la primera afectada con esa decisión, ya que tuvo
El recinto de Tolsá
que cortar su participación al momento de verificarse dicha decisión.”
Aparte, muestra tres videos que, con otros materiales, formarían parte de lo que se exhibiría en la exposición inaugural del museo. En el primero se pueden ver, en realidad aumentada, imágenes tomadas por drones que dan cuenta de la biodiversidad de México. En otro más El arqueólogo Luis Felipe Pate Petersen, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, elabora una punta de lanza. Y en el tercero se aprecia al artista huichol Pedro Gayeli en la laboriosa creación de una Tabla Huichola Diurna, en la cual plasma la cosmogonía de su cultura.
Frivolidad
Arroyo relata que la idea de un Museo de Museos surgió cuando Rafael Tovar y de Teresa, aún presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y ya luego como primer secretario de Cultura, aceptó su propuesta para crear un espacio que se distinguiera de los proyectos museísticos tradicionales. Deseaban ampliar el concepto de cultura y relacionarlo con la ciencia y los movimientos sociales.
Además, el edificio estaba ocupado por oficinas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, del propio INAH, y ya era insuficiente, había cajas de papeles incluso en las escaleras. Tovar pensó que no era bueno para su conservación y le agradó la propuesta. La AC se instituyó con Arroyo y Eduardo Vázquez Martín como asociados, aunque éste renunció al poco tiempo para ocupar al Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Jorge Sevilla quedó como representante legal. A pregunta de Proceso , el etnólogo puntualiza que Rafael Tovar jamás fue socio, como se rumoreaba en algunos círculos. Pero les dio el apoyo para realizar el proyecto. Sin embargo, “no contábamos con que iba a tener una enfermedad que vertiginosamente lo llevaría a la muerte en muy pocos meses”.
En el equipo de especialistas participan Miguel Ángel Fernández, Alejandro García Aguinaco, Ricardo García Govea y Natalia Caballero.
Los asociados, exfuncionarios en el INAH, se separaron de sus cargos públicos entre 2012 y 2013. Arroyo renunció el 8 de julio de 2013 por diferencias con la Secretaría de Educación Pública (Tovar y de Teresa comentó con Proceso las discrepancias que él mismo tenía con el entonces titular, Emilio Chuayffet, que se hicieron evidentes cuando el secretario evitó saludarlo en algunos actos públicos). En su momento se mencionaron como posibles razones la información en torno a que la empresa Walmart había dado sobornos para la construcción de una tienda en Teotihuacán. El hecho fue muy controvertido y precedió en abril de 2005 su primera salida del INAH, durante el gobierno de Vicente Fox, cuando Sari Bermúdez encabezó al Conaculta (Proceso , 1483). Como en aquel tiempo, considera que fue un asunto “de orden ideológico”. El INAH no tenía motivos para suspender la obra que estaba en el polígono C de la zona arqueológica. Además, las autorizaciones para el uso del suelo las dio el presidente municipal:
“Yo fui a la Cámara de Diputados a dar la cara… Si alguien tuvo una duda es que
CULTURA
no leyó, no lo entendió o no quiso, no puedo hacer nada frente a eso, pero era mi responsabilidad explicar en qué consistía el problema. Si el tema se mantiene, es un asunto verdaderamente de perversión, hay una especie de ánimo de linchamiento, echas el asunto y nadie resiste la tentación de linchar, lo sacas en las redes y a los cinco minutos ya tienes cincuenta mil personas opinando y algunos sin la menor idea de lo que están diciendo.”
Deplora que en la prensa también aparezca información no corroborada o que muestra desconocimiento del tema. Hay que señalar aquí, que la propia Auditoria habla de la “Dirección de Sitios y Monumentos del INAH”, cuando no es un área adscrita a este instituto, sino a la SC.
Un ejemplo para él es la ventana arqueológica, a la cual se le dio mantenimiento y se amplió con la colaboración de los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Raúl Barrera. Hubo quien afirmó, dice, que se había hecho por adjudicación directa, sin licitación:
“Es un desconocimiento monumental de la ley (Federal sobre Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos, que establece que sólo el INAH tiene facultad para intervenir en monumentos prehispánicos). Licitar sería inaudito, entonces ya estamos entrando en el terreno de la frivolidad, donde no hay seriedad porque la sospecha y la tentación por el linchamiento dominan. ¿Cómo es posible que alguien plantee una licitación? No sé si algún día piensan que van a licitar para ver quién interviene en obras en Chichén Itzá o Monte Albán. ¡Es increíble!”
Chivo expiatorio
El etnólogo se pregunta igualmente por qué si en países europeos y en Estados Unidos hay asociaciones civiles que contribuyen al desarrollo de la cultura, aquí son satanizadas. Responde él mismo al indicar que en México hay una “enfermedad estatista que hace creer que todo debe provenir del Estado y se ven con enorme desconfianza y hasta aversión” las iniciativas sociales, siendo que muchos temas, como la defensa del medio ambiente, las luchas por los derechos sexuales, de las personas con capacidades diferentes y de las mujeres, provienen de la movilización social, no del Estado.
–Uno de los motivos de desconfianza, se dice, ha sido la corrupción. Fue el argumento que López Obrador dio para retirar el apoyo a las asociaciones civiles.
En su opinión, lo ideal sería que las asociaciones tuvieran un grado de especialización. Y si hay desconfianza, lo que debe hacerse es mejorar los métodos de supervisión, revisión, análisis de los proyectos. Quizá buscar determinados tipos de consejos. Como ejemplo dice que no deberían eliminarse las becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes sólo porque “pienso que todos son corruptos”, sino valorar que muchos de los artistas reconocidos en la actualidad se forjaron en los últimos 20 o 25 años con ese tipo de apoyos:
“Si alguien no ha hecho bien las cosas, debe verse quién y revisar los mecanismos, pero no es acabando con estos organismos o estos apoyos como se soluciona el problema. Porque la otra es volver a la vieja idea de que todo tiene que provenir del Estado.”
Añade que el problema no es la estatización de la cultura al 100%. Una de sus tesis como antropólogo es que la modernidad en México, a diferencia de otros países, surge del propio Estado en el siglo XIX y tiene un control absoluto en temas como la economía, la salud pública, la cultura. Y ello es “impensable en lugares de Europa y Estados Unidos”.
Por lo pronto, descarta que el museo pueda concluir. En el documento entregado a Proceso escribe que tuvo “reuniones
sostenidas con la Secretaría de Cultura, en un ambiente receptivo y cordial, se ha presentado el proyecto y la titular ha hecho comentarios sobre la calidad del mismo y despertado interés los materiales producidos”.
–¿Les dijo si le gustaría que continuara? –No, yo creo que ella, más bien, está dejando todo este asunto para que se haga una valoración por parte del Órgano Interno de Control, para después tomar una decisión. Lo único que espero es que para entonces no se hayan dañado algunos de los bienes que se han entregado a la secretaría.
Es esa instancia la que revisará el informe de la ASF, “que no es una sentencia”. Se entiende que se entra a una fase donde “quienes sean llamados para aclaraciones, tendrán que presentar la documentación que pueda subsanar cualquier duda o presunción”.
Hay bienes, dice, que están en la bodega del Museo Nacional de Antropología que pueden reutilizarse perfectamente en otros recintos, como las luminarias. Duda, “simplemente por una cuestión de sentido común”, que puedan dejarlos echar a perder o abandonarlos ahí por años.
Reitera para finalizar que no está en su horizonte ver terminado el museo, “lo que quiero es dejar claro cuál fue el papel que tuvimos nosotros y mostrar con las pruebas que tengo a la mano, cómo manejamos el proyecto”. Remata:
“Lamento mucho, de verdad que, por diferentes razones, el ambiente público esté así. Es algo que se ha creado y que, efectivamente, trae consigo una serie de barbaridades cometidas en la administración anterior qué son inobjetables. Pero recomiendo leer a René Girard, en su tesis del chivo expiatorio, para entender cómo se cree que sacrificando se lavan las culpas y las penas y se sacrifica fundamentalmente a alguien que es inocente. Es fantástico.” O