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PALABRA DE LECTOR
Con los campeones. Acariciando el trofeo
tar un partido de exhibición, pues le hacían falta jugadores.
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“Indios iba a jugar contra Santos, pero la Comarca tenía dos equipos, el A y el B, y los de Juárez solamente tenían una plantilla para jugar contra los de primera, así que me invitaron para ser relleno en ese partido. Ese día también tenía juego en El Paso, así que fui a Juárez, jugué, metí dos goles y me fui corriendo para el partido con Patriotas en la noche.”
Al día siguiente, Gil Cantú, entonces vicepresidente de Indios, llamó al joven goleador para decirle que a Luis Alfonso Sosa, técnico del cuadro fronterizo, le había gustado cómo había jugado y que quería verlo lo más pronto posible.
Era un sábado. Al otro día se presentó al entrenamiento del equipo. Habló con Poncho Sosa y el técnico le dijo que debido a que ya habían cerrado los registros no podría jugar con ellos aquel torneo. Le pidió que se quedara a entrenar seis meses hasta que iniciara el otro certamen.
“Le dije: ‘Mira, Poncho, ¿cómo voy a estar entrenando aquí sin recibir nada? Yo tengo que trabajar para llevar dinero a mi familia’. Le propuse que mejor me iba esos seis meses a seguirle al jale, pero también me comprometí a prepararme físicamente para regresar lo mejor posible a la pretemporada del siguiente torneo. Él aceptó”, recuerda Maleno.
El 1 de enero de 2007 firmó con Indios de Ciudad Juárez. Su terquedad y pasión para seguir luchando por algún día jugar en el máximo circuito del balompié mexicano lo mantuvo a flote pese a las adversidades. Cuando él llegó a la Tribu, los delanteros eran los argentinos Darío Gigena y Nicolás Saucedo, pero para la primera fecha Poncho Sosa no contaba con ellos, ya que Gigena debía cumplir con un partido de castigo debido a una tarjeta roja y Saucedo estaba lesionado.
do a la Agencia Estatal de Investigación de Chihuahua, de los cerca de 5 mil asesinatos atribuidos al crimen organizado en el país entre enero y noviembre de 2008, más de mil ocurrieron en Ciudad Juárez.
Y, actualmente, según el ranking elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, A.C., Ciudad Juárez se ubica en la sexta posición de las ciudades más violentas a escala mundial.
El 26 de julio 2008, a los 29 años, Julio Daniel Frías debutó en Primera División en el partido en que los Indios recibieron en el Olímpico Benito Juárez a los Estudiantes Tecos, encuentro que el cuadro fronterizo perdió 1-0. Maleno no solamente fue pieza fundamental para el ascenso del equipo, sino también para lograr lo impensable: clasificar a la liguilla.
Durante el Apertura 2009 los resultados no sumaban a la causa de la Tribu para salvarse del descenso, pues eran últimos de la porcentual; en las últimas tres jornadas necesitaban sumar mínimo seis unidades y que Necaxa, Puebla y Tigres hicieran la menor cantidad de puntos posibles, de lo contrario volverían a la categoría de ascenso.
En la decimoquinta fecha vencieron 2-0 a Puebla, rival directo en la lucha por el descenso; una jornada después le ganaron 1-0 a Cruz Azul y matemáticamente se salvaron. Y llegaron a la última jornada con una oportunidad de oro: si ganaban por dos o más goles al Guadalajara aspiraban a entrar a la liguilla. Aquel 10 de mayo de 2009 el conjunto fronterizo se impuso 3-1 ante las Chivas con un gol y una asistencia de Julio. En cuartos de final derrotaron 1-0 al Toluca, aunque el sueño llegó hasta las semifinales, instancia en donde cayeron 3-2 ante el Pachuca.
Y así como llegó la gloria, ésta también se fue, pues la escuadra fronteriza descendió en el Bicentenario 2010. Julio Frías se mantuvo con el equipo durante el Apertura 2010 hasta que los Jaguares de Chiapas lo llevaron de vuelta a Primera División e incluso jugó uno de los máximos torneos de clubes a nivel mundial, pues formó parte del plantel que disputó la Copa Libertadores 2011, en donde el conjunto chiapaneco compartió el Grupo 6 con el Inter de Porto Alegre (Brasil), el Wilstermann (Bolivia) y Emelec (Ecuador).
Sin embargo sólo permaneció seis meses ahí. “A veces uno comete errores y decidí regresar a Juárez en lugar de quedarme en Chiapas. Tenía mi contrato, pero el profe Cruz me dijo que no iba a tener mucha oportunidad para jugar; hablé con mi familia y ellos querían regresarse. Además, me hablaron de Indios para que ayudara al equipo a regresar a Primera y me fui. Pero me arrepiento de haberlo hecho, fue el peor error que cometí en mi carrera como futbolista, porque todavía tenía mucho que dar”, explica Maleno.
A los 32 años regresó al equipo de sus amores, pero el 29 de diciembre de 2011 los Indios de Ciudad Juárez fueron desafiliados de la Federación Mexicana de Futbol como consecuencia del incumplimiento de pagos a jugadores y cuerpo técnico. Maleno ya no volvió a encontrar equipo.
A la distancia el exgoleador se pregunta qué hubiera pasado si hubiera decidido quedarse a estudiar en Estados Unidos en lugar de regresar a Ciudad Juárez. “Es algo de lo que me arrepiento; quizá si me hubiera quedado allá hubiera tenido una calidad de vida diferente desde antes, pero son unas por otras, porque a lo mejor nunca hubiera sido futbolista y esos tres años que viví en Primera División no me los quita nadie”.
Actualmente cuenta con dos canchas de futbol 7 en El Paso, Texas, donde busca promover el deporte entre los niños como una manera de salir adelante a pesar de la violencia. Su propósito es hacer lo mismo en Ciudad Juárez.
Jaun Carlos Cruz
“Tal cual me dijeron que en lo que recuperaban a los otros dos yo iba de titular y luego me tocaría la banca. Y ándale, las primeras seis fechas yo ya tenía seis goles y ya no me pudieron sacar”, recuerda Maleno.
Aunque el tema físico lo volvió a aquejar. “Cuando regresé a los Indios después de tres años de no entrenar bien, era llorar y llorar. Había auxiliares del profe y doctores que me ganaban a correr, tenían mejor condición física que yo y era la burla de mis compañeros. Me decían ‘¿Cómo te van a ganar ellos?’. Yo no tenía ese fondo físico y sufría mucho, y más cuando nos llevaban a la playa a hacer las pretempo-