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El relato de una idea, cómo la diseñamos

200 Della Paolera es un edificio de oficinas A+ ubicado en Catalinas, una de las zonas corporativas más premium de Argentina. Este edificio, de aproximadamente 35.000 m 2 de ABL, 318 cocheras, vestuarios, servicios y amenities, se convirtió en un icono emblemático de la ciudad de Buenos Aires y fue inaugurado en diciembre de 2020. Tiene Certificación LEED, que valida las mejores prácticas medio ambientales para transformar los estándares de operación en el edificio. Marcelo Waisman, Gerente de Proyectos e Inversiones en IRSA nos cuenta cómo surgió la idea, los materiales y el proyecto para inaugurar este espacio dentro de Ahora Vivienda Revista, donde trabajaremos las ideas detrás de los edificios.

Ahora Vivienda Revista: La torre es única con esa piel de vidrio que incluye un vértice curvo, pero a eso le agregaron esa malla generando una trama increíble que se luce a toda hora del día. Son dos materiales que uno no ve muy seguido en esa magnitud y que genera una muy linda combinación ¿cómo surgió incluir esa malla en el proyecto?

Marcelo Waisman: El concurso de ideas fue realizado en el año 2012. Teníamos una ubicación privilegiada, en una zona que es un catálogo de excelente Arquitectura en sí mismo. El desafío era enorme estábamos diseñando en función de las necesidades de los usuarios de los próximos 20 años. Esa es una carrera casi imposible de ganar, pero queríamos estar seguros que el edificio estuviera a la vanguardia desde el punto de vista de prestaciones y que a nivel urbano fuera identificado como un hito dentro de la ciudad. Ambos pensamientos nos llevaron a una búsqueda que derivo en el resultado de la combinación que mencionas.

Ahora Vivienda Revista: ¿Cómo definieron el tramado de esa malla y qué se ubica en ese espacio dentro del edificio?

Marcelo Waisman: En tiempo récord y junto con el Estudio Proyectista, la empresa Aluman que fue el proveedor y una fuerte intervención de nuestro Gerencia de Proyecto, logramos la perfección de la curvatura de los vértices y una malla que según la hora del día conforma una imagen distinta. Hoy ambos componentes son parte de fundamental de la identidad de la torre. En el camino, pasamos infinitas pruebas que nos permitieron llegar a la trama final. Una vez acordado el diseño, viajamos a La Coruña, sede de Aluman y definimos in situ y con muestras reales 1:1, como se percibía, estudios sobre la iluminación hasta lograr el efecto buscado y por otro lado, la perfección en las curvas, sin deformaciones interiores ni exteriores, considerando que los radios son distintos.

Detrás de la malla justo sobre el vértice, se encuentra una de las escaleras de emergencia. El detalle mas estudiado es que también envuelve el palier de llegada de los núcleos de ascensores en sus distintas baterías, con lo cual la percepción de la trama también se da a escala humana en el interior de cada piso.

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