El arte del buen maestro Emilio Tenti Contradicciones iniciales La élite intelectual liberal se propuso constituir a la nación desde el punto de vista cultural. “El proyecto de construcción de un sistema nacional de educación debería realizarse mediante una especie de expropiación de los poderes culturales que se interponían entre el individuo y el estado”. El magisterio no es definido de una manera tal como una profesión, sino como misión o sacerdocio que requiere de diversas cualidades entre las que están las de carácter éticomoral, la primera es la vocación. Esta no es materia de elección racional, más bien es considerado aquello como un llamado, algo a lo que estás destinado a laborar. Existe una crisis en la vocación y en ella a partir de entonces será considerado el auxilio de la fuerza de la vocación como promesa de incentivos y recompensas materiales. De manera natural las principales que intervienen en la educación son las mujeres, hacia el cuidado de la moral y material que los niños desarrollen y propicien mejor conocimiento acerca de la escuela y la educación. Entre las características morales y de conducta que debe poseer la educadora son definidas como el entusiasmo, paciencia, perseverancia, dulzura, ternura, prudencia, afabilidad, entrega, temperancia. Por otro lado las características físicas y de auto-presentación son el porte exterior, buenos modales, tono de la voz, vista, los oídos, vestimenta, etc. El sistema educativo debe homogeneizar y uniformar. Para lo cual es necesario un discurso en el que se definan los mimos culturales, es decir, el saber educativo, como los mismos medios de inculcación. Los propósitos delo estudio son concebir al sistema educativo nacional como el conjunto mismo y diferenciado de instrucciones dedicadas a la educación de la formación formal, lo que es controlado y supervisado, es por lo menos, parcialmente una responsabilidad gubernamental en la que se relacionan unos con otros. Las cualidades clásicas que mencionan son la vocación y la moral.
Deben conjuntarse con una serie de virtudes de todo tipo <el tipo de profesor, tal como, con justicia, lo desean, los más ilustres pedagogos, conjunto de virtudes de todo género y su misión no es un oficio, es un sacerdocio> CARLOS CARRILLO. La ideología de la vocación permea toda definición pedagógica de la función del docente. La lucha por el reconocimiento social y por la obligatoriedad del título del maestro. El objetivo de unificación nacional exigía un mayor control por parte del poder ejecutivo central, el incremento de la movilidad de las personas y en circulación de los profesionales. Mientras el mercado no trascendiera los límites de las comunidades locales, podía sostenerse un procedimiento tradicional de certificación de saberes. Las relaciones sociales son prioritarias y cada individuo vale en tanto y en cuanto demostraba su práctica cotidiana, sus capacidades para resolver problemas más específicos. Se es socialmente habilitado en virtud de una trayectoria pública, conocida por todos los integrantes de la comunidad. Cuestión técnico-pedagógica. Se revisan primero las argumentaciones más inmediatas; en ese plano se registra una lucha en la que por un lado los representantes se inclinan más por los intereses pedagógicos, poseedores de un nuevo conocimiento “literario”.