Guía para el análisis de fuentes históricas escrita Fuentes escritas
El documento y sus claves explícitas Toda fuente histórica escrita contiene
claves explícitas (exactas y claras) que nos permiten comprender su significado directo. Para ello podemos recurrir a las preguntas clásicas de la historia:
¿Cuándo? Que se refiere a una fecha pero sobre todo al momento histórico en
que se produjo el texto. Ello sitúa al documento en un contexto determinado en el que participan actores sociales, se realizan ciertos procesos económicos y/o políticos, se desarrollan ciertas discusiones de manera pública o privada, etcétera.
¿Cómo?
• Esta cuestión nos permite situar la fuente en un espacio específico que puede ser tan acotado como una localidad pequeña o tan amplio como el mundo entero. • La localización geográfica del documento puede ayudarnos a ubicar la trama de la historia en un escenario regional que implica el reconocimiento de contextos diversos y específicos.
• Esta diversidad revela el grado de desarrollo económico de la localidad, su vocación productiva, su distancia o cercanía con los núcleos duros del poder económico, político y/o cultural así como la resonancia del documento en otros espacios colectivos.
¿Quién? • Esta cuestión nos remite a los
protagonistas de la historia, es decir a los actores sociales (que pueden ser movimientos de masas o pequeños colectivos locales, organizaciones emergentes o instituciones, fuerzas subalternas o elites).
La pregunta puede abrirse en varios sentidos: • ¿Quién o quiénes son los autores del documento? • ¿Quién o quiénes lo signan junto con él, es decir quiénes son sus aliados? • ¿A quién o quiénes se convoca e interpela? • ¿Cuáles son sus adversarios reales o simbólicos, es decir contra quién o contra qué se lucha?
¿Para qué?
• En este punto, lo que intentaremos conocer es el sentido de la acción social propuesta en el documento, es decir la agenda de los protagonistas. • En las agendas aparecen las demandas y banderas políticas del actor social y nos indican la dirección del movimiento y ésta el carácter del actor social que puede ser identificado como conservador, progresista o reaccionario. • Además define si sus propósitos son de resolución inmediata o de largo plazo.
Lo Implícito en el discurso o cómo leer entre líneas • El tono del discurso, que puede ser solemne o jocoso, formal y riguroso, íntimo y coloquial, le otorga un carácter específico e implica la intención con la que se produce. Es decir nos indica si éste pretende explicar, justificar, convencer, coaccionar, advertir, etc.
• Aún cuando un discurso escrito está hecho de palabras también contiene silencios. Descubrir lo que se calla, se da por conocido, se ignora o se minimiza nos aproxima a los discursos alternativos que entran en tensión con el texto como referencias que lo niegan, lo cuestionan o lo ironizan.
Las fuentes y el tiempo histórico. • En algunas fuentes es posible identificar, además del contexto inmediato con el que se vincula, horizontes de futuro utópicos o factibles. • Estas mirillas al porvenir implican los deseos, las esperanzas, los anhelos y sueños de sus protagonistas, es decir, los argumentos anclados al inconsciente y no únicamente a la razón práctica puesta en juego en la construcción de las agendas de los actores.
• Finalmente, un documento histórico nos refiere al pasado que vive en él en forma de argumentos, conocimientos. saberes, creencias, comportamientos y lógicas ancladas al sentido común.
Los recursos de la palabra • Una fuente histórica puede contener metáforas y alegorías (símbolos) que generalmente se ubican en el plano de lo simbólico y nos hablan de cosmovisiones, mitos, imaginarios colectivos que suelen tener una relación no lineal con lo evidente o lo empírico pero que los sujetos asumen como real, verdadero y válido.
• Estas figuras retóricas pueden estar asociadas a signos de identidad o jerarquía que asumen los actores como parte de las reglas de inclusión, permanencia y exclusión del colectivo.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN