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Los sacrificios humanos en diferentes culturas a través de la historia

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Eutanasia

Eutanasia

Por Dharma Álvarez

“Sacrificium es la acción de hacer o convertir algo en sagrado. Esto consiste en ofrendar la vida –de cualquier tipo– mediante su consumo.” (Rivera, G., 2019)

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Si al leer lo anterior inmediatamente piensas en la cultura mexica, debes saber que durante siglos la práctica del sacrificio ritual fue utilizada alrededor del mundo por diferentes culturas.

Basados en ritos religiosos que buscan favores y protección divina, los sacrificios forman parte de la historia como eventos importantes en la vida cotidiana de distintas sociedades. A continuación te invitamos a leer y descubrir las diferentes culturas que dejaron los primeros indicios de tan polémico y escalofriante método.

Capacocha

Entre los Incas los sacrificios de mujeres, jóvenes y niños era ya una tradición regular, siendo el Capacocha el ritual más popular. Se realizaba en celebraciones religiosas hacia el dios Sol con la finalidad principal de beneficiar las cosechas o alejar los desastres como sequías y pestes. Los jóvenes debían ser considerados “hermosos”, es decir, que rondarán entre los 6 a 14 años, gozaran de buena salud y que no tuvieran malformaciones. Vestidos con alhajas y ropas finas eran obligados a beber chicha de maíz para adormecerlos y que no se resistieran demasiado para después ser llevados por el sacerdote a lo alto de una montaña donde eran dejados en fosas perfectamente selladas.

Es de estos sacrificios de donde provino uno de los casos más conocidos y mencionados, “El Niño del Plomo”, se trata del cuerpo congelado de un niño de entre 8 y 9 años con arreglos y tocados incas que fue encontrado en la cordillera de Santiago, en Chile.

El Tofet de Cartago

Los Cartagineses fueron una civilización muy antigua, fundada en el 814 A.C., en el norte de África, lo que hoy se conoce como Túnez, donde prevalecían las religiones fenicia y púnica.

El Tofet de Cartago era una región sagrada donde se rendía culto a los dioses fenicios Tanit y Baal (también conocido como Moloch, Saturno o Cronos según las diferentes culturas). A principios de 1800 fueron encontradas un considerable número de tumbas con restos de bebés que, según fuentes, podrían haber muerto calcinados como parte de un sacrificio para lograr la bendición de los dioses.

Poco se sabe sobre las verdaderas intenciones tras los restos encontrados, pero varios textos revelan que aquella era una época en la que había una gran mortalidad infantil, así que diversas interpretaciones apuntan a que estos sacrificios podrían ser la verdadera causa o ya muertos los bebés podían ser ofrecidos a los ritos.

Pilares Humanos

“¿Cómo se construye un puente que resista tormentas e inundaciones? Bueno, tienes que apaciguar a los dioses de la naturaleza, por supuesto. ¿Pero cómo haces eso? El sacrificio humano parecía haber funcionado en el pasado.” (Matsuura, 2021)

Practicado en las épocas más antiguas de Japón y documentado por primera vez en el “Nihonshoki”, el libro más viejo de historia japonesa, el Hitobashira o pilar humano era una práctica que consistía en enterrar viva (o muerta) a una persona, generalmente de la clase samurái y con su previo consentimiento en honor a su Señor, debajo de grandes e importantes construcciones (castillos, puentes, diques, túneles, etc.) para ofrendar a los dioses y que estas resistieran a la fuerza de la naturaleza o enfrentamientos bélicos.

El dolor como profecía

Durante la Edad de Hierro (1200-400 a.C.) existieron complejos grupos de sociedades alojadas en Europa Central conocidos como Celtas. Caracterizados por ser pueblos guerreros, con lenguajes particulares y prácticas religiosas politeístas donde cada dios en el que creían merecía un humano como tributo.

Los cultos y ceremonias estaban a cargo de sacerdotes denominados Druidas. Ellos efectuaban muchos de estos sacrificios que consistían, generalmente, en apuñalar a un hombre en la espalda o el abdomen mientras estaba de pie. Además de la vida ofrecida, el cómo cayera, la emanación de su sangre y los espasmos de su cuerpo sufriendo servirían para “consultar a los dioses” sobre noticias trascendentales. Era trabajo de los Druidas interpretar los espasmos carnales y transmitir el mensaje divino a su pueblo.

Los decapitados de Dahomey

Entre los años 1600 y 1904 un antiguo estado africano conocido como el reino de Dahomey vivió un gran apogeo y una pronta culminación. Fue reconocido por sus fuertes mujeres soldado y también por ser el centro de la exportación de esclavos en la época de las conquistas europeas.

Sus prácticas cimentadas en su religión vudú y la clara conciencia de que el temor significaba poder y control, se caracterizaban por la decapitación pública de sus enemigos de guerra para después usar sus cabezas como ofrenda a sus dioses y al propio rey en busca de favores divinos para resultar victoriosos en las batallas. Los Dahomey son la última cultura conocida por realizar sacrificios humanos.

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