Revista Nihon Yûkôkai Nº 1

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Indice 1. Judo, más allá de las artes marciales 6. un paseo por el rito de acceso en distintas artes de Japón 8. adolescencia y responsabilidades, el tránsito a la madurez en Japón (i). 12. Japón, mi amigo 17. el elogio de la sombra 18. cocina Japonesa capítulo 1 19. aprende Japonés lección 1 20. el manga, un breve paseo por su historia. 24. introducción a la Historiografía Japonesa contemporánea. antecedentes: la era meiji 28. comic. He conocido cien lunas a agosto

editorial este primer número de la revista nace apoyado por un grupo de gente residente en asturias vinculada con la asociación Amigos de Japón (Nihon yôkôkai) con el espíritu de promover un diálogo entre españa y Japón, y que ese diálogo no quede en nivel de lo tópico y lo típico de siempre. a su vez, la revista está destinada a un amplio público interesado en Japón, incluyendo los “futuribles”, valga la expresión. la revista tratará diversos temas relacionados con ese país, desde la perspectiva histórica hasta la candente actualidad; desde la temática literaria hasta la culinaria, pasando por la deportiva, lingüística, artística o social. asimismo, se dará prioridad a los ensayos ante el contenido periodístico de los sucesos actuales. la revista pretende ser accesible, pero no frívola; pretende ser algo entrañable pero nada sectaria. el enfoque es que todas aquellas personas que muestren interés o inquietud en cualquier aspecto que tenga algo que ver con Japón, o que tengan amigos en Japón, o que hayan leído algo sobre Japón que ha quedado en su interior, o que simplemente amen Japón, que ya es mucho, pues todas esas personas se sientan más vinculadas con Japón y con su cultura a través de la lectura de diversos artículos que la revista ofrece, y que también encuentren acomodo al saber que en asturias existe un círculo de amigos de Japón que leen esta revista y que forman un grupo, siempre abierto. nuestro deseo es que la lectura suscite al lector un mayor interés y entusiasmo hacia Japón y, cómo no, una reflexión sobre Japón y sobre otras maneras de plantear las cosas. por último, el desarrollo de la revista se basará en el altruismo de los colaboradores y la benevolencia del público. Asturias, 29 de septiembre de 2007 Yayoi Kawamura

31. entreVista. tadanori yamaguchi direccion y coordinacion

Alfonso García Cabeza colaboradores alberto allende fernádez

yayoi Kawamaura alfonso garcía cabeza (yayoioviedo@gmail.com) publicidad alfonso estrada garcía (696 590 499 alfonso.esgar@gmail.com) diseÑo y maQuetacion miguel esteban meana (645 658 488 miguelestebn@gmail.com)

eduardo Jiménez cádiz fernando álvarez rodríguez (sasorisaku@ hotmail.com)

raquel lagartos ibáñez (kaori.jmetal@gmail.com) ryota mori shu taira sonia izquierdo

Javier portilla

tadanori yamaguchi

Julio cesar iglesias rodríguez (otsuka.jmetal@gmail.com)

Vicente díez faixat

Keiichi Kakuta

todos los copyrghits de las imágenes que aparecen en esta revista son propiedad de sus respectivos autores y/o editores, y como tales les son reconocidos sus derechos, utilizándose en esta revista a modo de información.

lorena pérez marián bango amorín


Judo, más allá de las artes marciales en el año 1882, un joven llamado Jigoro Kano fundó una escuela de Judo basándose en un método tradicional de lucha cuerpo a cuerpo llamado jû-jutsu. Kano nació en 1860. era un niño prodigio que destacaba notablemente en sus estudios, pero siempre fue un muchacho débil, de constitución frágil. por esa razón pensó que tal vez las artes marciales le podrían dar la solución a su problema de inferioridad física y empezó a buscar alguna escuela de jû-jutsu. en aquella época el país se despedía del sistema feudal e iba cambiando a un ritmo vertiginoso hacia su modernización. ya casi nadie practicaba artes marciales que venían heredadas desde hacía siglos. Japón, hasta esos años en que nació Kano, estaba en una política de aislamiento y tenía prohibido el contacto con los países exteriores durante casi trescientos años en el periodo tokugawa (1615-1868). esta situación cambió drásticamente con la llegada de la reforma de la era meiji (1868).

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el desencadenante de este cambio se produjo en 1853 con la irrupción de los “barcos negros” de la marina estadounidense al mando del comodoro perry en la bahía de edo, el viejo nombre de tokio, exigiendo que el shogunato o bakufu terminara con el aislamiento y que abriera el país al comercio exterior.

uno de mis antepasados fue testigo de este escenario histórico que me gustaría relatar a ustedes. de nombre iwase tadanari, era un samurai-diplomático (con un cargo que se puede equiparar al secretario de estado de relaciones exteriores) que representaba al gobierno de los Tokugawa y firmó el Tratado de paz y comercio con los estados unidos e hizo lo mismo posteriormente con rusia, inglaterra, Holanda y francia, pero, por manifestar públicamente su apoyo a Hitotsubashi yoshinobu como sucesor del shogunato, que era partidario de la apertura del país, fue degradado junto con otros muchos samurais, filósofos, académicos, e incluso algunos fueron condenados a muerte por el máximo concejal del gobierno, llamado ii naosuke que apoyaba a otro candidato como sucesor. por este incidente llamado “anseino-taigoku”, fue también castigado tadanari, que perdió las ganas de vivir y murió a los 44 años. de él se habla en la novela yoake-mae (amanecer) de shimazaki tôson, uno de los escritores más emblemáticos del mundo de la literatura japonesa. realmente Japón estaba dividido en dos frentes. uno de ellos fue partidario de aceptar las exigencias del exterior para establecer relaciones diplomáticas y el comercio con los extranjeros, entendiendo que era inútil enfrentarse bélicamente con potencias exteriores como los estados unidos o inglaterra. el otro frente era partidario de defender al país de la presión exterior. esta era la parte de los tokugawa que había gobernado Japón durante casi trescientos años. Hubo importantes batallas entre ambos posicionamientos. Al final las fuerzas partidarias de la apertura del país terminarían imponiéndose. y es en ese momento cuando comienza la reforma de la era meiji. Hasta entonces, Japón estaba dividido en muchos han o feudos, que eran grandes, medianos y pequeños territorios controlados por señores feudales bajo la supervisión y control de los tokugawa. este


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sistema feudal se reformó estableciendo las modernas provincias, al tiempo que los antiguos daimyos o señores feudales fueron nombrados gobernadores civiles. también se prohibió llevar katanas, como consecuencia de estas reformas, la mayoría de los samuráis perdieron sus trabajos, de repente miles y miles de samurais se quedaron sin tarea. la situación generó grandes protestas y batallas, y muchos se resistían a estos cambios. precisamente la película el último samurai se centra en una de las sublevaciones más importantes encabezada por saigo takamori. un término heredado durante la época edo para denominar el código ético de la clase dirigente samurai es bushidô (literalmente “el camino de samurai”) que implica no sólo el espíritu marcial y las habilidades con las armas, sino también la absoluta lealtad hacia su “señor”, el fuerte sentido de honor personal, la devoción al deber y el coraje, si es preciso, para sacrificar su propia vida en la batalla o en el suicidio ritual. el libro titulado gorin-no-sho de miyamoto musashi (el libro de los cinco anillos, 1643 dc) enfatizó la aplicación de la estrategia militar para alcanzar la gloria del samurai y su señor como el verdadero honor de un guerrero. pero incluso entonces, las aventuras militares estaban siendo ya prohibidas tajantemente por los tokugawa, al mismo tiempo que los guerreros eran agrupados en sus castillos. fue la relativa estabilidad social y el clima intelectual resultante del régimen Tokugawa en los que el Bushidô fructificó. la idealizada tradición medieval de absoluta lealtad y buena disposición para morir por su señor son amparadas con la ética de

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confucio. dicho concepto de honda raíz en la tradición nativa tiene su más elocuente expresión en el clásico del bushidô de yamamoto tsunetomo; Hagakure (1716). según Hagakure, el samurai perfecto y la esencia del bushidô son expresados en la humildad de uno mismo al servicio de su señor. el experto en confucio, yamaga soko, recalcó que para justificar su existencia en la sociedad tokugawa, donde no tuvieron que luchar ni contribuir a la producción, los samurais, tenían el deber de dedicarse ellos mismos al liderazgo moral y político. la mezcla del bushidô original y las ideas de confucio reguló considerablemente el comportamiento ético y el desarrollo intelectual de la clase samurai en el periodo edo. el énfasis sobre la acción, la pureza de motivación, el servicio leal y el liderazgo político e intelectual, inherentes al bushidô, ayudan a explicar por qué la clase samurai pudo servir como inspiración en el movimiento que dirigió la restauración meiji, y que a la larga jugó un importante papel en la modernización de Japón. aunque el bushidô fue temporalmente desterrado en los comienzos de la era meiji (1868), época de la modernización y occidentalización de Japón, después de la guerra chino-Japonesa (1894) resurgió en forma de nuevas manifestaciones del patriotismo y de la devoción al emperador. este espíritu fue más tarde ensalzado por nitobe inazo en su bushidô, el alma de Japón (1899) como lo más admirable en la tradición y sociedad Japonesa. los aspectos más marciales del bushidô aparecen en la moda de los militaristas en los años 30 del siglo XX, pero caen de nuevo en desgracia como consecuencia de la derrota en la segunda guerra mundial (1945). la mayoría de los japoneses renunciaron entonces al bushidô como incompatible con su sociedad democrática de posguerra.

en general, las artes marciales eran practicadas por los samurais. en el Japón feudal, como consecuencia durante siglos de constantes guerras entre los clanes, se desarrollaron los estudiados métodos de combate. al llegar la época de los jefes guerreros Nobunaga, Hideyoshi y Tokugawa, a finales del siglo XVi, periodo en el que se unificó y se pacificó Japón, las artes marciales fueron codificadas y mantenidas como forma de superación dentro del bushidô , para así mantener ocupada a una clase social predominante en la sociedad nipona. ya no existía el oponente, el enemigo a aniquilar, de esta maneara el bushidô se convirtió en un vehículo para llegar a alcanzar el perfeccionamiento del ser durante el periodo edo. pero, al desaparecer la clase samurai en la era meiji, las artes marciales entran en una etapa de decadencia. Volviendo a nuestro protagonista, Jigoro Kano, que finalmente pudo encontrar a los 17 años una escuela de jû-jutsu que dirigía el maestro fukuda. en los meses de iniciación, Jigoro no podía defenderse de las técnicas de su maestro y demás veteranos que le tiraban sin cesar al suelo. todos los días pasaba lo mismo: caer y caer. ya cansado de caer tantas veces, Jigoro preguntó a su maestro: “la técnica con que usted acaba de proyectarme, ¿cómo la hizo?”, a lo que el maestro le respondió: “¡eso se aprende sólo cayendo, ataca otra vez!”. pero, para un joven estudiante que tenía la inquietud de saber, esas razones no le valían como respuesta, y desde ese momento comenzó a observar con detenimiento los entrenamientos de su maestro y de los veteranos. después de un profundo estudio de la cuestión, percibió un principio: hacer un uso lo más eficaz posible de la energía mental y física; y llegó a la conclusión de que la ejecución técnica se realiza en un momento determinado, es decir, durante la movilidad hay momentos en que uno


pierde su equilibrio por si mismo o provocado por el otro. este principio de desequilibrio llamado “Kuzushi” fue descubierto por Kano. Hasta entonces, los maestros de jû-jutsu no sabían cómo explicarlo de una forma lógica; sobre este principio descansa el fundamento técnico del judo. las palabras jû-jutsu y jûdo se escriben cada una con dos caracteres de origen chino. el “jû” en ambas es el mismo, que significa “suavidad” o “forma de ceder”. El significado de “jutsu” es “arte” o “práctica”, y el término “do” significa “principio” o “camino”, siendo el camino conceptual de la vida misma. se puede traducir jû-jutsu como el “arte suave” y judo como el “camino de la suavidad” con la implicación de ceder primero para finalmente conseguir la victoria. el Kôdôkan, escuela principal de judo en Japón, significa literalmente “la casa para estudiar el camino”. el judo es más que un arte de ataque y defensa. es una forma de vida. el judo conlleva consigo el principio fundamental subyacente en un sistema de pensamiento o creencia, donde un arte o una habilidad pueden llegar a expresar un sistema de pensamiento o creencia integral o el conjunto completo de principios. en este último sentido, el término “do” es usado en Japón como parte del nombre de distintas habilidades tradicionales o códigos de comportamiento, como el sado (camino del té) y el bushido (camino del guerrero). en la antigua china, el “dao” o “tao” –equivalente al “do” japonés— era un concepto importante para el Confucionismo, filosofía que configuraba la norma social, y asimismo tiene su origen en la filosofía mística conocida como taoísmo. en el Japón del periodo tokugawa el termino, pronunciado “michi” o “do”, se convirtió en uno de los conceptos centrales de la escuela del confucionismo Japonés conocida como Kogaku (sabiduría Antigua), con un significado más cercano a día de hoy con la palabra shinri (verdad). tales pensadores de la escuela como ito Jinsai afirmaron que “michi” era un camino o regla ética que los seres humanos deben seguir. Para entender lo que significa suavidad o forma de ceder pondremos el siguiente ejemplo. digamos que tengo enfrente un hombre cuya fuerza es diez y que la mía es sólo siete; si él me empuja con todas sus fuerzas, seguro que me desplazará hacia atrás o me tirará, incluso aunque resista con toda mi energía. esto es oponer fuerza contra fuerza, pero si, en vez de resistir, cedo hasta el punto que él haga fuerza, retirando mi cuerpo y manteniendo mi equilibrio, mi oponente será el que pierda su estabilidad, debilitado por su posición tan dificultosa, él será incapaz de usar toda su fuerza, que habrá caído a un nivel

de tres, mientras yo, perfectamente equilibrado, mantengo una fuerza de siete. ahora yo soy más fuerte que mi oponente y puedo derrotarle, usando sólo la mitad de la energía y manteniendo la otra mitad disponible para otra eventualidad. Hoy en día lo que Kano empezó con unos pocos alumnos, como una quimera, se ha convertido en un deporte practicado por millones de personas en todo el mundo. este hecho quizás fuera impensable para el maestro Kano cuando estructuró las técnicas y los conceptos filosóficos del nuevo y revolucionario Kôdôkan Judo, uno de cuyos pilares filosóficos es el “Jita kyôei”: perfección propia, beneficio y bienestar mutuos. El concepto de ayuda y bienestar mutuos es aplicable en todos los órdenes de la vida, ya sea de índole deportivo, profesional o personal. en el judo, uno nunca llegará a un nivel técnico aceptable sin ayuda mutua. este es el espíritu del concepto “Jita kyôei” o “progreso mutuo”. una correcta ejecución técnica de judo es el resultado del uso correcto de nuestra energía física y mental. la palabra “seiryoku zenyo”, que significa “el correcto uso de la energía”, es un concepto aplicable en todos los ordenes de la vida. “la energía es la fuerza de la vida o la fuerza esencial para vivir. el uso correcto de esta energía resultaría ‘seiryoku Zenyo’ o el máximo de eficacia con el mínimo esfuerzo”. Sobre este concepto filosófico, el maestro Kano enfatizó sobre el “uso máximo de la propia energía”, el aspecto físico y el espiritual han de verse como una unidad. Kano no entendía la energía como simple fuerza o vigor físico, sino como fuerza viva unida al aspecto espiritual. “El uso más efectivo de la energía, a fin de desarrollar un cuerpo excelente, es la educación física, y cuando esta energía se usa para desarrollar el intelecto o la moral, el proceso es ‘cultura intelectual’ o ‘cultura moral’ respectivamente.” “cualquier cosa que una persona haga, debe hacerlo a fin de obtener buenos resultados. la mejor forma de obtener buenos resultados es usar la propia energía en la dirección justa, con el mejor desgaste posible, y de un modo efectivo”. para resumir, el judo es una disciplina física y mental cuyas lecciones se pueden aplicar a la resolución de nuestros asuntos diarios. el principio fundamental del judo, que gobierna todas las técnicas de ataque y defensa, es que, cualquiera que sea el objetivo, éste se obtiene de mejor manera por el uso del principio de máxima eficacia de cuerpo y mente, adoptado al fin perseguido. Este

mismo principio, aplicado a las actividades de la vida diaria, nos conduce a conseguir una vida más racional y mejor. El principio de máxima eficacia, bien aplicado al arte de ataque y defensa o al refinamiento y perfeccionamiento de la vida diaria, demanda ante todo que haya orden y armonía entre las gentes, lo cual sólo se logra a través de las ayudas y concesiones mutuas. El resultado es el beneficio y bienestar mutuo. La meta final de la práctica del judo es inculcar el respeto por los principios de máxima eficacia, por un lado, y beneficio y bienestar mutuo, por otro. por medio del judo las personas, individual y colectivamente, obtienen su estado espiritual idóneo, mientras que al mismo tiempo mejoran las condiciones de sus cuerpos y aprenden el arte del ataque y de la defensa. el judo es una forma de entender nuestro entorno, a nosotros mismos, y a los demás. una forma de buscar una perfección terrenal ligada al control, al equilibrio, a la belleza de un instante que condensa todo esfuerzo y sacrificio, y que implica el ir en pos de una meta que va mucho más allá de unas técnicas más o menos bien hechas y que nada tienen que ver con las ansias de poder sobre un oponente o sobre el legítimo sentido de autoprotección. el judo es un camino, un camino que fluye, suavemente, dando sentido a cada esfuerzo, a cada instante, a cada latido dado con la firme voluntad de ir más allá de aquello que no vemos pero deseamos conocer: a ti, a mí y a nuestro entorno; que es como el silencio que rodea a dos cuerpos en blanco, de pie, frente a frente. se desplazan sobre el espacio cartesiano; líneas; giros; agarres; control; coreografía en tiempo y espacio; elegancia, sobriedad, respeto, tensión invisible; el aire se corta, toma forma, adquiriendo el sentido de dos voluntades que fluyen en una sola; equilibrios atados a desequilibrios en continuo movimiento; que en una fracción, en un instante, en un pestañeo se origina un cambio de dirección en el flujo de intencionalidades; un arco blanco se traza en el aire; silencio; un cuerpo permanece de pie y el otro yace en el suelo; silencio. no hay signo de victoria, no hay signo de derrota, no hay signo de orgullo, no hay signo de rencor; sólo silencio; un cuadrado verde, dos cuerpos en blanco ahora de rodillas; se inclinan hacia adelante en señal de agradecimiento y respeto mutuo; silencio. Shu Taira Profesor de Judo

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puede que algún lector de este artículo practique el Jûdô o, quizás, el Kendô. en el idioma japonés, hay varias actividades que finalizan en sufijo –dô. Otro conocido arte marcial Karate correctamente se llamaría Karatedô. El arreglo floral Ikebana se llama también Kadô; la ceremonia del té, sadô; el arte de la caligrafía, shodô; así se formaría una lista nada corta. ¿Qué quiere decir el “dô”? El ideograma “dô” significa “camino”, y equivale a “tao” del taoismo chino. por lo tanto, Jûdô sería el camino de la flexibilidad; el Kendô, camino de la espada; Kadô, camino de las flores; y Sadô, camino del té. ahora bien, ese “camino” no debe entenderse con la connotación judeocristiana del mundo occidental; sino que sería más acertado interpretarlo como “acceso a la esencia de algo”, y eso implica un “aprender haciendo”, o un estado de constante proceso. efectivamente Japón nos ofrece una cultura donde el “acceso” tiene mucha importancia. un tiempo y un espacio que los japoneses siempre tienen antes de alcanzar lo esencial tiene gran, o a veces, todo el valor. a un occidental le puede resultar como una pérdida de tiempo o un simple proceso protocolario, el pueblo japonés sabe que es algo muy necesario. realmente un verdadero jûdôka -me atrevería decir que— está constantemente en ese

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camino de acceso a la esencia de flexibilidad, en ese estado de constante proceso. ese concepto es extensible a todas las actividades artísticas en el sentido más amplio de la palabra. Quizás los lectores ya introducidos algo en la cultura nipona saben de la importancia que los japoneses dan a las estaciones del año; esa sensibilidad que demuestran ante el constante cambio de la naturaleza, propio de su situación geográfica. Esta sensibilidad unida a la importancia que otorgan al acceso ha creado una bellísima costumbre en Japón en el mundo epistolario. una carta japonesa siempre tiene unas cuantas frases iniciales de “acceso”, íntimamente ligadas a la estación de ese momento. en abril una carta puede empezar con frases como éstas: “acaba de comenzar una estación en la que todos los seres gozan de una nueva vida recibiendo los tonificantes rayos del sol primaveral...”, o si es en noviembre, podría decir “las hojas del arce están tiñéndose de rojo cada día más intensamente y los días se acortan a un rápido ritmo...” estas frases, aparentemente protocolarias y que parecen más de cartas sentimentales, las usan de modo habitual los japoneses para cualquier tipo de carta. esas palabras realmente significan un tiempo y un espacio de acceso para dar un mayor énfasis a lo esencial del contenido. otro caso de tiempo y espacio de acceso, propio de la cultura y arte de Japón, se observa en el mismo Jûdô u otras artes marciales. antes de enfrentarse con el adversario, y antes de tomar contacto físico, como los que

lo practican bien lo saben, hay que saludarse, no de cualquier manera, sino que hay que saludarse con una compostura correcta del cuerpo, o sea, el “rei”. el tiempo que transcurre en ese breve pero intenso momento sirve de autocontrol del estado anímico, para reconocer una vez más que el verdadero sentido del Jûdô no está en ganar o perder, sino que está por encima de todo eso, como enseñan los grandes maestros. ese “rei” es un espacio y tiempo de acceso muy necesario para iniciar el Jûdô, que en sí mismo, como se ha dicho antes, es un camino y un acceso a la esencia de la flexibilidad. citemos otro deporte japonés, del que muchos saben cómo son los deportistas pero que pocos conocen bien en occidente; me refiero a Sumô. Esos luchadores de Sumô de voluminosos cuerpos, antes de enfrentarse físicamente, durante unos minutos se saludan mutuamente; en silencio arrojan la sal purificadora en el terreno y se sitúan con los brazos en el suelo uno frente a otro, pero se retiran de esa postura, así varias veces. mientras tanto, el ánimo de los luchadores se concentra cada vez más, y tras ese espacio y tiempo de acceso, los dos cuerpos chocan con todo vigor. este espacio y tiempo de acceso no es exclusivo de las artes marciales, sino que en otros terrenos culturales del Japón tradicional también se observa frecuentemente. en el mundo del arte de la caligrafía, shodô, existe también ese acceso, ese tiempo que “se pierde” en el inicio, pero que es algo esencial para el desarrollo de la actividad. antes de


Un paseo por el rito de acceso en distintas artes de Japón Arte

escribir la caligrafía, hay que preparar la tinta. la dura pasta de tinta en contacto con un poco de agua se frota encima de una piedra rehundida para que se vaya deshaciendo la pasta. es un proceso lento, que requiere cierta fuerza en el brazo y paciencia. Hay que observar la densidad de la tinta diluida en agua hasta conseguir el grado adecuado. mientras el calígrafo está preparando la tinta, ese tiempo que transcurre le sirve para ir concentrándose. ese espacio y tiempo de acceso forma parte esencial del acto del calígrafo, o sea shôdô, “camino de escribir”. Hablemos de otro ejemplo de espacio y tiempo de acceso. en el shintoismo, religiosidad autóctona de Japón, la divinidad está estrechamente vinculada con los grandes fenómenos de la naturaleza. una montaña, un árbol, una catarata o una isla pueden convertirse en objeto de culto. también en los lugares donde habitaron los dioses más importantes se construyeron los templos, como ise o izu. todos estos templos shintoistas suelen tener una amplia extensión boscosa, cuya entrada está marcada con una estructura adintelada llamada torii, que consta de dos columnas verticales sujetando dos vigas o travesaños, pintadas de color rojo intenso. no se trata de una puerta que cierra o abre, sino una señal de que allí se inicia el recinto sagrado. los fieles tendrán que recorrer un camino hacia donde está ubicado el templo, que no será ni corto ni directo, dentro de la arboleda, probablemente sea sinuoso y ascendente. El camino de acceso es para que los fieles vayan preparándose para rendir culto delante de los objetos sagrados del templo. pero cuando llegan frente al edificio del santuario, resulta que no se pueden entrar en el templo.

está cerrado rodeado de una pared perimetral. Por lo tanto, los fieles no ven el altar mayor ni pueden abrazar la imagen del santo como en occidente. Quedan fuera del recinto nuclear del santuario y desde fuera rinden culto deseando la ayuda de la divinidad para el bien de los hombres. dicho de otra manera, el peregrinaje al santuario shintoista consta solamente de recorrer el acceso, vivir ese espacio y tiempo de acceso. el acceso lo significa todo. En el arte de la ceremonia del té, codificado por Sen no Rikyû a finales del siglo XVi, basado en las prácticas de la escuela Zen del budismo, sucede algo similar. la pequeña estancia o choza donde se celebra el acto se encuentra dentro de un jardín con árboles, musgos, rocas y alguna fuentecilla donde pueden lavarse las manos. un camino cuyo paso está marcado con piedras conduce al invitado hacia el interior. Habrá también bancos de descanso, e incluso, rústicas portillas en su recorrido. el invitado, en silencio, penetra gradualmente en ese mundo rodeado de naturaleza, respirando cada vez más hondamente un aire diferente al del ambiente urbano cotidiano. estando en ese camino de acceso, habrá que detenerse en un banco esperando una llamada, también tendrá que agacharse para lavarse las manos en la pila de la fuentecilla. mientas tanto, el caminante debe estar muy atento a sus pasos. concentrado va pisando piedra a piedra, que están colocadas para marcar un paso tranquilo y sereno a quien accede a la casita de té. este espacio llamado roji y ese tiempo de acceso a la salita forman parte esencial de la ceremonia del té, de tal manera que el invitado, cuando llega a la pequeña

estancia y a su reducida entrada de 60 cm por 60 cm, se ha convertido en un ser que posee una serenidad en su interior y que se encuentra algo absorto; por lo menos, eso es lo que se intenta lograr en ese particular rito de acceso. el acceso culminará al atravesar esa pequeña entrada agachado el cuerpo, expresión de toda una humildad. el invitado ya está preparado para vivir unos momentos de pleno gozo de beber el té servido por el anfitrión sin ningún estorbo de pensamientos mundanos. para disfrutar el té de esta manera, resulta clave ese espacio y tiempo de acceso. se ha dicho repetidamente que la ceremonia del té es otra manera de experimentar la meditación budista. el paralelismo es muy grande. y si pensamos un poco más en la meditación que hacen los monjes de Zen, sentados con las piernas dobladas y con los ojos cerrados, lo que hacen es prepararse a sí mismos para alcanzar un estado anímico de mu, del vacío, un vacío intenso, que puede llevarles a la iluminación. dicho de otra manera, la meditación Zen es un espacio y un tiempo de acceso para poder alcanzar lo esencial del ser. podríamos decir que los monjes Zen viven en constante “acceso”, como los que practican el arte de la caligrafía, el del arreglo floral, el de la ceremonia del te, y también los que practican el Jûdô, Kendô, Karatedô... todos aprenden haciendo, todos se encuentran en constante proceso y acceso hacia lo esencial, rindiendo respeto y honor a ese “rito de acceso”. Yayoi Kawamura

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“¿Por qué un hijo que quiere dar consejos a su padre se parece a un sacerdote budista que quiere tener pelos en la coronilla? Porque por mucho que quiera, no puede” (acertijo popular) ¿Hasta qué punto es cierto el tópico, firmemente asentado tanto en Japón como en el resto del mundo, de que las relaciones sociales en el país nipón se caracterizan por una férrea relación jerárquica observada entre clases, género y edades? ¿Hasta qué punto la adolescencia es un periodo formativo en el que los jóvenes japoneses aprenden de sus mayores a socializarse en el mundo adulto? consideramos necesario discutir lo anterior para poder analizar la adolescencia en sus propias claves y dinámicas internas, que responden a una mayor autonomía respecto de su futuro destino adulto de lo que habitualmente se suele considerar. un primer escollo reside en la imposibilidad

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de trasladar al estudio de la cultura japonesa ciertos conceptos sin someterlos previamente a un análisis crítico y comparativo. existe abundante bibliografía teórica acerca de los asuntos que vamos a tratar. baste apuntar, para nuestros propósitos, que la noción de “adolescencia”, lejos de ser universal, está, al menos en parte, culturalmente construida. En Occidente dicha noción identifica el desarrollo físico y hormonal con la etapa de transición entre la infancia y la plena madurez, no se entiende el uno sin el otro; se tiende a considerar los comportamientos adolescentes como resultado de cambios hormonales que les avocan a los actos más inverosímiles de los que están parcialmente disculpados (la denominada “edad del pavo”). sin embargo, como puede inferirse de diversas fuentes, en Japón la “adolescencia” remite a un periodo de evolución personal no necesariamente vinculado a la pubertad. ésta será la acepción que manejaremos. el artículo se dividirá en cuatro partes: en la primera trataremos de reflejar algunas percepciones que desde el mundo adulto se han forjado sobre la juventud japonesa, además de las expectativas que sobre ellos pesan. un segundo artículo abordará la vida y organización de los estudiantes en los centros educativos. en la tercera parte procederemos a una comparativa con occidente a través de producciones audiovisuales de consumo de masas, y terminaremos con un artículo dedi-

cado a la delincuencia juvenil y a lo que gran parte de la sociedad considera desviaciones del comportamiento. intentaremos ilustrar las hipótesis expuestas con algunos ejemplos extraídos del anime, manga y cine, en los que, de alguna manera, se verán representadas muchas de las situaciones presentadas a lo largo de los artículos. no perdemos de vista, no obstante, que estamos tratando con un género de ficción que aunque pueda servir para respaldar hipótesis, en ningún caso puede servir para sustentar su rango y validez general.

la ruptura del modelo socioeducatiVo tradicional diferentes autores y testimonios coinciden en afirmar que la opinión que los jóvenes merecen a los adultos en Japón no es favorable: son egoístas, inmaduros, maleducados, aborrecen el trabajo duro y carecen de la preocupación por el futuro que acuciaba a las generaciones pasadas al estar protegidos y respaldados en exceso; y sin embargo son dignos de compasión por crecer aislados. en esta sección abordaremos algunos de los orígenes de estas afirmaciones. en los años 50, y tras recuperarse de una


ADOLESCENCIA Y RESPONSABILIDADES: EL TRÁNSITO A LA MADUREZ EN JAPÓN ( I )

Sociología

guerra, Japón comienza una etapa de desarrollo económico. durante los años 60 y 70, mientras los jóvenes protagonizan revueltas y protestas, el país continúa su ascenso, casi exponencial, hasta perfilarse a principios de los 80 como la segunda potencia económica a nivel mundial. muchos buscan en los cambios sociales derivados de la nueva situación las causas de la ruptura entre generaciones: multitud de familias se ven obligadas a trasladarse a residencias más cercanas a los nuevos centros de trabajo; los lazos de la vida comunitaria se diluyen, lo que potencia la pérdida de de autoridad efectiva de los abuelos, antaño símbolos de la veneración doméstica hacia los ancestros; el ratio de hijos por familia desciende, convirtiéndose estos en el núcleo de atención; y aparece el fenómeno de los “salary man“ (padres de failia cuyas jornadas laborales les impiden pasar el tiempo suficiente en sus casas). es precisamente este último, junto con la cada vez más patente ausencia de los abuelos en los hogares, lo que hace recaer en las madres la mayor parte del peso de la educación. merry i. White, en su libro perfectly Japanese: making families in an era of upheaval (California, 2002) reflexiona sobre el cambio que ha supuesto en las estructuras familiares la nueva situación laboral nipona, y sugiere la bipartición del hogar en dos unidades

bien diferenciadas: por un lado el elemento madre-hijo, y por el otro, el padre, en función de las demandas de ocupación y educación. las decisiones se toman atendiendo a las necesidades del hijo, y las madres, en un intento de encaminarlos hacia el éxito en un sistema meritocrático donde esfuerzo equivale a éxito, los empujan a conseguir el mayor número posible de logros académicos utilizando todos los medios disponibles, incluidas clases de refuerzo después de las clases ordinarias (juku). no parecen apoyar esta perspectiva las interesantes estadísticas que aporta al respecto shoko yoneyama (Japanese High school: silence and resistance, nueva york, 1999:186). en ellas compara opiniones de estudiantes australianos y estudiantes japoneses sobre la dureza de los deberes, y la competitividad y la presión a la que están sometidos en el colegio. los resultados son sorprendentes: • el 72% de los encuestados australianos opina que el colegio les presiona para conseguir buenos resultados “siempre” o “casi siempre”, frente al 32% de los japoneses; • el porcentaje de japoneses que cree que el colegio es un lugar competitivo “siempre” o “casi siempre” es de un 22% mientras que

el de australianos es de un 61%; • y cuando se pregunta por la cantidad de trabajo para casa, sólo el 19% de los japoneses considera que “siempre” o “casi siempre” es abundante, frente al 73% de estudiantes australianos. la explicación que da yoneyama es simple: cuando los valores de obtención de éxito están tan enraizados no es necesario inculcarlos, sino únicamente sugerirlos, así, por ejemplo, es frecuente que los profesores digan a sus alumnos que si se esfuerzan sólo un poco más podrán optar a una universidad aún mejor (a esto ayuda el hecho de que tanto los colegios como las universidades estén listados en un ranking según su prestigio) a modo de aviso o sugerencia, más que de medida de presión. margaret elizabeth murphy, en su tesis “creative children: Japanese school girl’s narratives of live” recoge testimonios orales de estudiantes de secundaria de un instituto de tokio en los que relatan sus experiencias y opiniones sobre su tránsito a la madurez. una de las razones por las que se produce el lapso generacional entre jóvenes y adultos es la diferencia de criterio a la hora de juzgar diferentes situaciones. por ejemplo a la hora de evaluar el comportamiento en público; murphy observa que la lejanía, el exceso de

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tareas y la falta de privacidad en los hogares provocan que los estudiantes utilicen lugares públicos como punto de encuentro para sus reuniones privadas, considerando adecuadas en tales ocasiones actitudes que en teoría están restringidas al ámbito de lo privado y que en público podrían ser tachados de inapropiados.

gaKuen HeaVen (tokyo Kids, Higuri yuu, 2006) (spoiler):

loVe Hina (Xebec, Ken akamatsu, 2000) (spoiler): Keitaro urashima quiere entrar en la todai (contracción de tokyo daigaku, universidad de tokyo), sin embargo no hace más que suspender los exámenes de acceso una y otra vez. además es muy despistado y un desastre con las chicas. mientras se prepara por tercera vez para presentarse a la prueba su abuela le encarga la administración de la pensión Hinata; una pensión para chicas adolescentes. semejante carga de responsabilidad le vendrá grande. sin embargo, Keitaro consigue llevar con éxito la pensión, conquistar a naru, una de las chicas de la pensión, y aprobar el examen de la todai gracias al trabajo constante.

gakuen Heaven es una buena muestra de cómo sugerir que con esfuerzo personal se pueden alcanzar todas las metas propuestas. el protagonista, ito Keita, es admitido en la bell liberty school, una escuela para estudiantes con algún talento especial. a pesar de que Keita no sobresale en ningún campo (él mismo se considera un estudiante mediocre) con tesón y constancia consigue hacerse un sitio entre los estudiantes y formar parte de la élite del instituto.

socialmente: es decir, consigue un trabajo, una familia, hijos, amigos… si alguna de las dos cosas falla, se considera que aún no se han experimentado todas las facetas de la vida, por lo que no se ha llegado a la madurez. a modo de ejemplo la autora cuenta una curiosa anécdota que le sucedió mientras estaba en el colegio (en el que trabajaba como profesora de inglés) mientras realizaba la investigación para su tesis doctoral:

otra de las conclusiones que obtiene es que la edad en la que por fin se abandona la adolescencia ha aumentado en los últimos tiempos ya que, aunque se consiguen logros en el terreno académico y laboral, el ámbito social queda ampliamente descuidado. (sería conveniente reseñar que en Japón una persona no es aceptada como adulta hasta que no consigue realizarse tanto laboral como

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“yo era una estudiante que no estaba casada y dentro del contexto japonés era aún una niña[…]tenía treinta y pocos en el momento de hacer el estudio[…]un episodio en particular muestra el modo infantil en que era considerada por las otras profesoras. una mañana fui al colegio con algunas pelusas pegadas a mi jersey negro. mientras estaba sentada en mi escritorio leyendo un examen sentí algo en la espalda. una de las profesoras mayores estaba pegando cinta adhesiva en mi espalda quitándome las pelusas. Hizo esto sin preguntarme si me parecía bien. a continuación me dio más cinta adhesiva y me instó a que yo quitara las de la parte delantera del jersey. comprobó mis progresos y me hizo utilizar más cinta para eliminar todas las pelusas. después me dijo que ya estaba satisfecha con mi apariencia y me regañó por llevar un jersey con pelusas.” 1

en palabras de ryota ono2 “en resumen, lo que los adultos, incluyendo a los padres, le han hecho a la juventud es: privarlos de los campos de deportes; eliminar las oportunidades de la juventud de crecer en comunidad; empujar a la juventud a perseguir su felicidad compitiendo con otros; y permitirles reclamar la libertad de ser un buen consumidor en el mercado.” http://etd.library.pitt.edu/etd/available/ etd-08032006-115353/unrestricted/murphy_ etd_2006.pdf . tesis de licenciatura, universidad de pittsburgh, 2006: pp.52,53,54 la traducción es nuestra; en inglés en el original. 1

“societal factors impacting on images of the future of youth in Japan” en Journal of future studies, mayo 2005, 9(4):61-74, v. 67 p. la traducción es nuestra; en inglés en el original. 2

Raquel Largartos Ibáñez Julio Cesar Iglesias Rodriguez


KasHimasHi: girl meets girl (media Works, nobuaki nakanishi, 2006) (spoiler): unos extraterrestres llegan a la tierra y por accidente hieren en el aterrizaje a un estudiante, Hazumu, al que consiguen sanar, con una particularidad: lo convierten en chica. tras el encuentro deciden permanecer un tiempo en el planeta para llevar a cabo una investigación sobre las relaciones que los jóvenes terrestres mantienen entre sí, ya que en su planeta de origen han perdido la capacidad de percibir los rasgos ajenos y de diferenciarse unos a otros. a lo largo de la serie se descubre que yasuna, la chica de la que Hazumu está enamorado, manifiesta los mismos síntomas que ellos; al principio sólo con los hombres, y más tarde deja de distinguir también a las chicas. yasuna sólo se curará cuando se sepa amada: los sentimientos y las interacciones sociales son la cura para la extraña enfermedad. En definitiva, son los lazos comunitarios y de amistad los que impedirán a Japón (y a la humanidad) caer en la desidia de las sociedades tecnócratas.

omoHide poroporo (estudios ghibli, isao takahata, 1991) (spoiler): la película narra la historia de taeko, una oficinista de Tokio, soltera y de 27 años, que regresa a su pueblo natal durante sus vacaciones para ayudar en la recolección de la flor del cártamo. el viaje se convierte en el reencuentro con los recuerdos de su niñez y con los lazos comunitarios propios de las extensas familias rurales. mientras taeko trata de decidirse entre su presente urbano y su pasado en comunidad la niña que sigue siendo la acompaña en todo momento; sólo cuando por fin resuelve casarse con toshio, un granjero amigo de la familia, sus recuerdos y su imagen infantil se despiden de ella. la metáfora es evidente: taeko no se convierte en mujer adulta hasta que no completa su vida con una familia propia. (imagen en la página 8)

cursos de formación de Higiene alimentaria Dirigidos a la obtención de Certificados de formación para manipulación de alimentos. (carnet manipulador)

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JAPÓN, MI AMIGO a menudo se piensa que los japoneses son personas distantes y frías, a la defensiva. y es posible que esa sea su imagen en el trabajo o en el momento de un primer encuentro; nos observan, nos analizan, estudian nuestra mirada. pero yo he comprobado que, bajo esa apariencia inicial, existen unos seres absolutamente acogedores, los mejores amigos del mundo, por encima de idiomas, culturas y distancias. tsutomu iida es una de esas personas que engrandecen el concepto de la amistad, y ser su amigo constituye uno de mis mayores motivos de orgullo. nos conocimos hace algo más de 16 años en madrid, donde estudiábamos; yo traté entonces de ayudarle en su aprendizaje de español y él me inició en el conocimiento de la lengua japonesa. Hoy vive en tokyo, donde preside una empresa

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familiar y, paralelamente, mantiene contactos con diversas compañías asturianas con vistas a la importación de algunos de nuestros productos. además es profesor de español. él conoce la pasión que siento por mi profesión, la arquitectura – por la japonesa de un modo especial – y, hace unos meses, mi hizo una sugestiva propuesta: yo podía trabajar durante un tiempo en el estudio de arquitectura japonés de mi preferencia, alojándome en su casa, adentrándome en la vida y en el trabajo de tokyo, en lo que habría de ser un periodo sabático. acepté. elegí un arquitecto joven, aglutinador de lo que se ha venido en llamar la cuarta generación de profesionales japoneses, menores todos ellos de cuarenta años, críticos y renovadores. así entré en contacto con norihiko dan; le envié fotos de mis trabajos y preparamos la estancia en su estudio.

1.- familia fue un viaje de mes y medio en el que traté de integrarme al máximo en la vida japonesa. allí viví una extraordinaria experiencia profesional y, sobre todo, humana. el hecho de convivir un tiempo con una familia japonesa, en una casa tradicional con suelo de tatami y tokonoma o altar familiar, de dormir en un típico futón, de comer siempre con palillos, introduce en un ritmo cotidiano, apasionante, de vida familiar, de horarios, comidas, trenes, colegios de niños, programas de televisión, relaciones. así pude jugar con su hijo shinchan – de cinco años como mi oriol – leerle cuentos con mi exótico y, para él, divertido acento. Y un fin de semana, coincidiendo con el equinoccio de otoño, fuimos a la ciudad de ninomiya, la mítica segunda Villa imperial, próxima a tokyo, donde residen su abuelo y


su madre en una amplia y deliciosa casa de madera. se trataba de participar en el o-higan, una celebración doméstica en recuerdo de los fallecidos, con toda la familia presente, donde se ma acogió como un miembro más. pude entonces ofrecer, emocionado, incienso en la memoria de su padre – a quien había conocido hace tiempo en tokyo – y de su abuela. también tuve ocasión de acompañar al monje oficiante a su templo y escuchar sus explicaciones sobre la liturgia anterior, la vibración y el sentido de sus monótonos cantos. en cualquier caso, pude comprobar que la familia, como unidad de descendencia o clan, tiene en Japón una extraordinaria importancia. está presidida por el abuelo o patriarca, aglutinador del apellido. éste y los más pequeños son el centro de todas las atenciones y las preferencias, ocupando las generaciones intermedias un segundo plano. el martes, 10 de octubre, festivo en Japón, se celebró el día nacional del deporte. Acompañé a los Iida a la fiesta del jardín de infancia donde asiste el pequeño shin-chan. en torno al campo de deportes, todas las familias se disponían sobre esteras, sentados en el suelo con comida de picnic, a compartir los juegos de sus niños durante cinco horas. me sorprendió la marcialidad del acto, uniformes, desfiles, banderas y penachos de colores, juegos perfectamente ordenados y con participación directa de los padres en ellos, iniciación al trabajo en equipo. y un sinfín de discursos. la directora del centro, parlamentaria en la dieta japonesa, habló en total durante una hora y veinte minutos ante la multitud de niños en posición de firmes. pero esta tranquila vida familiar va cediendo paso a un nuevo y frenético ritmo que amenaza con quebrar su protagonismo. los iida viven en fuchu, al noroeste de tokio, en una zona muy próxima al inmenso cementerio de tamabochi, un parque donde están enterrados algunos héroes nacionales como el general tojo, el almirante yamamoto o el escritor yukio mishima. es un barrio muy tranquilo: de sinuosas y estrechas callejuelas y pequeñas viviendas unifamiliares con un diminuto jardín; y salpicado de de numerosos templos budistas donde se celebran los complicados y costosísimos funerales (su precio ronda los dos millones de pesetas). las ceremonias de matrimonio, sin embargo, suelen realizarse por el rito shinto, la religión nacional del Japón. en apenas media hora – dos trenes – tsutumu está en su oficina, en Nishiogikubo. Está proximidad hace de él un privilegiado. yo vivía en su casa durante los fines de semana,

pero los días laborables me alojaba en un apartamento de unos 15m² de su propiedad, a dos trenes y un autobús, 55-65 minutos, del estudio de norihiko dan. es éste el gran problema de Japón: la falta de espacio, la superpoblación, la enorme concentración humana en las grandes ciudades, especialmente en el área metropolitana de tokyo, y la imposibilidad – salvo excepciones – de construir en altura, a causa de los terremotos, producen un pavoroso encarecimiento del suelo y unas tremendas distancias. si el valor de un solar supone en españa el 10% del coste de la vivienda, en Japón alcanza el 90%; así por un piso de 90m² en tokyo pueden pedirse hasta 120 millones de pesetas. como consecuencia la gente tiene que alejarse del centro para adquirir o arrendar un apartamento, así como adaptarse a unas superficies mínimas. En cualquier caso, estos supuestos pueden resultar prohibitivos para un japonés medio, y ha de ser la compañía en la que está empleado quien se la facilite por un asequible alquiler mensual. la propia compañía asumirá asimismo el costo de los desplazamientos entre el alojamiento y el lugar de trabajo, a una media de 2-3 horas de trenes cada recorrido, 4-6 horas diarias. la vida de un japonés se desenvuelve, pues, entre su familia y los compañeros de trabajo; no caben las relaciones de amistad en el sentido latino, ni el concepto de ocio a que estamos acostumbrados en occidente. existen, sí, antiguos compañeros de estudios a los que la casualidad permite encontrar en los lugares más insospechados, posibilitando un saludo y el rápido recuerdo de los viejos tiempos. a menudo pienso que la extraordinaria acogida que me dispensaron antiguos y nuevos conocidos fue debida a que yo era el amigo que allí no es posible tener. todos querían satisfacer mi voluntad de adentrarme en su mundo, en su vida cotidiana, y me obsequiaban con visitas a lugares de interés, con encuentros apasionantes, con deliciosas comidas japonesas. guardo un recuerdo imborrable de los deliciosos platos preparados por tomoko iida o de la completísima cena en casa de mis amigos los yamamoto (ichiro yamamoto trabajó durante un año y medio en ensidesa-avilés). recuerdo también el okono miyaki, especie de tortilla que se prepara en la propia mesa; o el tempura, fritura de pescados o verduras; o el o-shushi o el sashimi, a base de pescado crudo; con salsas, también con verduras, con arroz; o el o-manju, pastelillo caliente muy dulce a base de anko. siempre asociado con emocionantes encuentros de antiguos amigos, el

casi asturiano Hiroshi ueno, con su perfecto conocimiento del español; mi profesora de japonés en la universidad de oviedo, masae tanaka; mi gran amigo de nuestros años de estudiante, atsushi uesugi, que un día se desplazó desde fukuoka para saludarme en tokyo. O un fin de jornada en un karaoke, diminuto bar donde a los clientes se les cede un micrófono para que canten con el acompañamiento de un vídeo musical sin voz en el que pueden leer la letra de la canción elegida; mi amigo tsutomu y yo cantamos a dúo “michelle” de los beatles y “tombo” de tsuyoshi nagabushi, en el reencuentro de dos continentes. o la celebración de despedida con que me obsequiaron los 14 arquitectos del estudio de norihiko dan en una yakitori-ya, a base de deliciosos pinchos de pollo y sake caliente. o tantas ocasiones en que todos me manifestaron emocionadamente la calidad de su acogida y su sincera e inmensa amistad. 2.- trabajo la jornada en el estudio de dan se prolongaba desde las 10 de la mañana hasta las diez de la noche. yo, ya lo he dicho, empleaba una hora en cada recorrido, apasionante experiencia. los viajes en tren y autobús son complicadísimos por la existencia de numerosas compañías privadas independientes, con estaciones distintas, y, para un europeo, por la rotulación de líneas y estaciones; afortunadamente mi ligero conocimiento de la lengua japonesa me permitía soslayar parcialmente este problema. pero, para la población, posee un componente lúdico: se trata de seleccionar el trayecto más rápido y confortable, algo casi imposible, sobre todo en las horas punta. yo recuerdo una ocasión, en la estación de shijuku, donde tenía que hacer transbordo diario, en que la masa humana me introdujo en el vagón sin que mis pies tocasen el suelo, casi en volandas, con la ayuda de unos funcionarios de guantes blancos que nos empujaban para que las puertas del tren pudiesen cerrarse. una vez en el interior, los pasajeros, aislados, ensimismados, leen un periódico, estudian o dormitan con los auriculares de un walkman en las orejas; funcionarios, profesionales, obreros, jóvenes con tejanos rotos, botas con suela de over-craft y largas melenas multicolores; sacerdotes budistas, inmensos luchadores de sumo con bolsas de deporte. Es el reflejo

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de una sociedad mucho más igualitaria que la occidental. es una grandiosa experiencia y un espectáculo. al llegar al estudio de dan, me podía encontrar con la sorpresa de que uno de los arquitectos había trabajado toda la noche, sin dormir; o sí lo había hecho en un futon o en un simple saco de camping debajo de su tablero. también las comidas y las cenas se efectuaban generalmente allí mismo, en la propia mesa de trabajo, previo encargo de unas bandejitas o-bento, a base de arroz blanco con un poco de pescado, un trocito de carne, algunas verduras y una taza de o-cha o té verde; su costo era de 500 yenes, unas 430 pesetas. algunas veces tomábamos soba o udon, sopas calientes de fideos con algún acompañamiento, en un lugar próximo, generalmente de pie. pero contra todo pronóstico, para un observador de nuestras latitudes, el trabajo era relajado y el ambiente cálido, amistoso, de gran colaboración: la parte más importante de sus vidas se desarrolla en

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la oficina y tratan de que sea agradable. cierto día, hacia las cinco de la tarde, uno de los arquitectos responsable de proyectos, profesor de diseño, inmenso trabajador y excepcional persona, Kaori Higashimori, con la ayuda de su diccionario inglés-japonés (todos tenían uno para su relación conmigo) y el complemento del mío, español-japonés, me preguntó: “Vicente-san, vamos todos a un recital de al Jarreau en el auditorio de gotanda, ¿nos acompañas?” y me invitaron. aquel día el estudio quedó vacío muy temprano: los compañeros de trabajo se transfiguraron en pandilla de amigos que salían a divertirse.

norihiko dan goza de un enorme prestigio profesional a pesar de su juventud. su padre, ikuma dan, es el músico, compositor y director de orquesta más importante de todo Japón, junto con seiji ozawa. tuve el privilegio de cenar un día en su casa de Hayama, al suroeste de tokyo, con su familia. dan me brindó asimismo la oportunidad de conocer a grandes personalidades relacionadas con mi profesión, importantes colegas, promotores, constructores, carpinteros. en los días de trabajo en su estudio intervine en la redacción de algunos de sus proyectos (por ejemplo,


un restaurante vasco en Hayama, un gran edificio de oficinas en Kuala Lumpur o un hotel en tokyo), lo que me dio oportunidad de conocer el proceso de diseño y las características del ejercicio de nuestra profesión en aquel país, a la vanguardia de éste y otros tantos ámbitos. en ese tiempo, dan participó en dos exposiciones de arquitectura y diseño; con una de ellas se inauguraba el grandioso makuhari messe, palacio de congresos y exposiciones en chiba, obra del arquitecto fumihiko maki. dan, discípulo y antiguo colaborador de maki, presentaba una lámpara y una silla, en cuyo diseño pude participar. pero también me ofreció la oportunidad de desplazarme a algunos puntos del país para visitar varias muestras de su obra. así viajamos a Hiroshima, una ciudad de población ligeramente inferior al millón de habitantes, totalmente reconstruida tras la segunda guerra mundial. sobrecogen el parque de la paz (Heiwa Koen) y el museo de la bomba atómica, diseñado por Kenzo tange, quizás el más importante arquitecto japonés de este siglo. Allí conservan un edificio destruido como testimonio de aquella tragedia que asoló completamente la ciudad. una empresa, penta-ocean, puso a nuestra disposición una lancha motora en la que el propio dan, su suegro (ingeniero, calculista de estructuras), un estudiante de arquitectura (que más tarde trabajaría conmigo en gijón) y yo visitamos diversas obras en islas próximas, así como el santuario shinto de itsukushima en miyajima, uno de los tres conjuntos – se dice – más bellos de Japón. descansando como un mar en el que se refleja, es una clara muestra de la arquitectura palaciega de los periodos nara y Heian (siglos Xii-XiV), compendio de tradición, religión, cultura, estética y construcción del Japón histórico. 3.- tokyo la escala, proporción y tranquilidad del actual Hiroshima contrastan con el caos urbano de Tokyo y su área de influencia inmediata. tokyo presenta un trazado irregular, según un esquema que en japonés se denomina “so” (shin-gyo-so), estructurado por unas callejuelas sinuosas entre pequeñas parcelas multiformes. todos los solares, incluso los interiores, son edificables de acuerdo con una complejísima ordenanza basada fundamentalmente en el soleamiento de las calles – no más de dos horas diarias de sombra – que origina planos inclinados de fachada y extraños encuentros. no se comparten paredes

medianeras en evitación de cualquier transmisión de esfuerzos horizontales originados por los frecuentes terremotos. el resultado es un caos de pequeñas construcciones de madera e irregulares edificios de disparatadas alturas, todo ello entre una maraña de vías elevadas de trenes, autopistas, scalextrics, postes y cables de tendido eléctrico que, por negligencia, discurren por el aire. de vez en cuando como oculto en algún rincón, surge un torii anunciador de algún santuario shinto, o un templo budista con su pequeño cementerio anejo. no existe un centro único sino diversos centros diversificados con cierta estructuración. apenas en shinjuku encontramos grandes edificios en altura. Todos ellos presentan una imagen comercial de llamativos diseños y cuidados acabados, pantallas gigantes de televisión, neones inverosímiles, movimiento continuo. el caos es tan absoluto que llega a

tener su propia personalidad, hasta un gran encanto, reflejo de una sociedad y de sus valores, de tradiciones y comercialismo de dependencia de un medio orográfico hostil, con un inmenso poder económico y todo el tinglado que esto origina, con el inevitable problema de superpoblación pese al esfuerzo de los poderes públicos por crear otros focos de atracción en distintos puntos del país. los terremotos marcan la vida cotidiana de esta gran urbe. yo viví dos, uno ligero, como un viento fuerte, que apenas merecía más breve comentario que un indiferente “jinshin,” terremoto. el segundo, tres días anterior al último de san francisco, y quizás relacionado con él, de grado 5’9, me sorprendió sólo, a las seis y cuarto de la mañana, en el apartamento en el que me alojaba. noté,

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muy asustado, cómo sonaban los cristales, cómo crujían las puertas y todo temblaba a mi alrededor. pero no ocurrió nada. las estructuras de los edificios son capaces de soportar terremotos de grado 7. los gráciles entramados de madera lo hacen de forma elegante, por deslizamiento de sus partes; las modernas construcciones, de forma fríamente matemática. sólo temen los incendios, y se preparan para afrontarlos. tokyo es un gran tablero donde sus habitantes son fichas de un juego de complicadas reglas. desplazarse a cualquier ligar constituye un grave problema, ya que la mayoría de las calles no tienen nombre, ni los portales número. se funciona por referencias, por hitos, por aproximaciones. en la actualidad, todas las oficinas y buena parte de los hogares disponen de un fax que facilita el envío de planos de situación para puntos de cita, restaurantes o viviendas; son planos que hay que estudiar con detenimiento antes de iniciar lo que puede ser un periplo urbano de varias horas, generalmente en ferrocarril. y, frente a la complejidad de este caos, la defensa del individuo es el aislamiento. aislamiento que se refleja en las enormes salas de pachinko, máquinas tragaperras o billares electrónicos de bolas de acero que emiten un ruido infernal, ante los clientes que quedan absortos en singular éxtasis. caramelos y golosinas son los premios oficiales, pero todo

el mundo sabe que los propietarios – coreanos y yakuza, mafia japonesa – disponen de locales próximos en los que canjean las bolitas por dinero. ello mueve una inmensa fortuna de billones de yenes al año, oscuros negocios, fraude fiscal y escándalos que ya han salpicado a takako doi, la líder del partido socialista. este es el Japón visible, el turístico, la imagen que ofrece al exterior. pero los japoneses son celosos en la conservación de su vida privada, adaptándola a las nuevas condiciones que se le imponen, una vida paralela al paso de las estaciones, recreando la naturaleza, cada vez más lejana, en un pequeño jardín, una terraza o, simplemente, un tiesto; mantienen un elevado concepto de la estética y de la cortesía. de su urbanidad dan buena muestra los ceniceros en las calles, su limpieza, la seguridad ciudadana. la ausencia casi absoluta de robos; yo he visto fregar con kleenex un refresco de naranja vertido en la vía pública, difícilmente sucumben al consumismo a que estamos acostumbrados en occidente: la tecnología doméstica es útil en tanto que favorece el confort de la vida cotidiana, sin pretender obtener signo alguno de mayor estatus a través de ella. su vida en casa es sencilla, caminan descalzos por ella. sus viviendas son austeras y limpias; y por la noche, después del baño familiar en el o-furo, retiran la mesa y los coji-

nes para desplegar sus futones en el espacio disponible. es el momento del silencio y del sueño. 4.- conclusión Quise acercarme al Japón real y, en buena medida, creo que lo conseguí. mis amigos japoneses hicieron lo posible, me ayudaron, me acogieron, me adoptaron. porque es un mundo en el que merece la pena adentrarse. porque su riqueza cultural es tan enorme que nos puede proporcionar instrumentos y talantes útiles en nuestra vida cotidiana, en cualquier ambiente. porque es una potencia mundial y marca el camino del futuro inmediato. en este sentido, el resultado personal de mi experiencia fue óptimo. Y no me refiero sólo a los encargos profesionales que allí me hicieron o a la oportunidad de próximas colaboraciones surgidas de aquel país, minuciosamente gestionadas por grandes amigos. el valor más positivo fue el propio sentido de esta amistad, sentimiento inmenso. aún recuerdo la imagen de mis amigos en narita, salidas internacionales. y la despedida de shin-chan, mientras me alejaba, retumbando en todo el aeropuerto: Japón es mi amigo. Vicente Díez Faixat Arquitecto (Este texto inédito fue escrito en Diciembre de 1989, tras una estancia en Japón de su autor)


Literatura

EL ELOGIO DE LA SOMBRA

“La noche pasada estuve en el Reino de las sombras. Si supiesen lo extraño que es sentirse en él. Un mundo sin sonido, sin color... No es la vida sino su sombra, no es el movimiento sino su espectro silencioso... Estuve en el Aumont viendo el cinematógrafo de Lumière: la fotografía animada”. así describía máximo gorki en 1896 la impresión que le causó contemplar las primeras diez breves películas de la historia del cine. el reino del blanco y negro, de las sombras proyectadas en la gran pantalla, llegaría a convertirse en un imperio con el paso del tiempo y algunas de sus mejores obras buscarían su germen en las historias imaginadas por creadores de la literatura universal, transformadas mediante este nuevo lenguaje en las sombras de aquel incipiente e inquietante reino de gorki. uno de los excepcionales maestros, cuyas obras inspiraron aquellas sombras cinematográficas, sería Junichiro TANIZAKI (1886-1965) escritor y ensayista varias veces candidato al nobel. el director Kenji mizoguchi estrenó “La señorita Oyu” en 1951, yasuzo masumura en “Manji” además de Kon ichikawa en “La llave” y “Las hermanas Makioka” también tomaron prestados sus relatos. algunos años antes, en 1933, taniZaKi publicó un breve e intenso ensayo titulado “EL ELOGIO DE LA SOMBRA”, en singular. la sombra cotidiana en el hogar donde “la sopa roja de miso en el fondo de un cuenco de laca negra tiene una profundidad real y un tono de lo más apetitoso”. la sombra en los espacios de la arquitectura, donde “el alero se proyecta amplio no dejando entrar en la casa más que una luz indirecta y difusa, elemento esencial de la belleza”. la sombra en el toko no ma, “sin la cual recuperará su realidad trivial de espacio vacío y desnudo”. la sombra en la mujer, en el teatro, en la ceremonia del té… la sombra en singular pero caleidoscópica, transformadora de la realidad y vacilante, refinada y culta, humilde y cotidiana, escatológica y filosófica… fundamentalmente, bella. En definitiva, la sombra que nos permite ver lo que de otro modo sería invisible. Infinitos matices en los que cualquier lector, seguro, encontrará su sombra aunque no la haya perdido, como le ocurrió a peter

schlemihl en el cuento “el hombre que perdió su sombra” (1814) de adelbert Von chamisso. schlemihl aceptó vender su sombra por una bolsa de oro que nunca se agota, pero no se dio cuenta del error que cometía: para vivir en sociedad necesitaba una sombra porque “hasta los perros tienen sombra” sentencia uno de los personajes. la sombra como metáfora de la tradición, de la cultura... perderla es como perder la identidad. tanizaki sutilmente desliza entre sus sombras la nostalgia por los tiempos pasados sin oponerse a los cambios que enriquecen el presente, en un mundo donde la palabra “globalización” ni siquiera existía intuye el progresivo abandono de lo propio por lo ajeno: “Pero basta de recriminaciones; soy el primero en reconocer que las ventajas de la civilización contemporánea son innumerables y además las palabras no van a cambiar nada. Japón está irreversiblemente encauzado en las vías de la cultura occidental, tanto que no le queda sino avanzar valientemente dejando caer a aquellos que, como los viejos, son incapaces de seguir adelante... En lo que a mi respecta, me gustaría resucitar, al menos en el ámbito de la literatura, ese universo de sombras que estamos disipando...”. incorporar, sí, pero sin abandonar la memoria necesaria. las sombras, sumadas todas ellas, de esa caligrafía que nos dibuja “el elogio de la sombra” componen una maravillosa ópera cuyo argumento es un Japón apasionante y apasionado que se abre al mundo, que se debate entre el pasado y el futuro: “Creo que lo bello no es una sustancia en sí sino tan sólo un dibujo de sombras, un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de diversas sustancias”. no son las que nos rememora tanizaki sombras cinematográficas, o quizás si, pero algo en ellas nos acerca a las antiguas películas en blanco y negro proyectadas en la penumbra de aquellas viejas salas tristemente desaparecidas, donde encontrabas refugio en historias que te enseñaban a vivir. Oviedo, agosto de 2007 Sonia Izquierdo

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Capítulos 1.

Cocina Japonesa. damos la bienvenida a todos los amigos de esta nueva revista en la sección gastronómica. para nosotros es un placer poder transmitir a todos los lectores nuestros conocimientos acerca de una de las gastronomías más reputadas actualmente en todo el mundo. en sucesivas ediciones os contaremos algunos procesos de preparación de platos, los más conocidos, y también de aquellos que no han trascendido, pero que resultan igualmente apetecibles. cualquier cultura milenaria, y Japón lo es, representa un sinfín de aspectos que pueden atraer a miles de personas a conocer más profundamente su idioma, sus paisajes, sus fiestas y tradiciones, su gastronomía , en fin, intentar acercarse y sentir que uno puede disfrutar, en parte, de esa cultura en su propio país.

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para saber qué , cómo y de qué forma comen los japoneses, y lo mejor de todo, para poder hacerlo aquí en la medida de lo posible, vamos a aprender cuestiones básicas pero muy importantes que nos ayudarán a disfrutar con los cinco sentidos. sí, porque si al sabor y al aroma de cualquier alimento le añadimos una estética sencilla y sofisticada a la vez en la presentación ,obtendremos una pequeña obra de arte que podemos injerir. no se puede pedir más. para entrar en materia, comenzaremos con el utensilio más popular y diferencial : Hashi, los palillos. los japoneses no siempre los han utilizado ya que hasta finales del siglo VIII se comía con las manos. comparados con los palillos chinos, que tienen la punta plana, los japoneses son de punta redonda y suelen medir 22 cms., los chinos 26 cms. y los coreanos 19 cms. en el hogar , los palillos para comer suelen estar hechos de madera laqueada o bambú. en la cocina se utilizan los saibashi (palillos exclusivos para cocinar), de varias longitudes.

los palillos son la prueba determinante para saber si la presentación de un plato puede ser considerado japonés o no. si no se puede comer con palillos, no se considera japonés. es por esto que los platos siempre se presentan en porciones , rodajas, o tacos pequeños. La dificultad inicial de los occidentales para su uso es la misma que tienen los japoneses para utilizar con soltura nuestro tenedor y nuestra cuchara, aunque con un par de prácticas se puede dominar el utensilio en cuestión. en los restaurantes se utilizan palillos de madera sencilla, desechables, lo que representa un derroche, pues se considera que al año se emplean unos ocho mil millones en japón, y ya existen voces críticas que demandan un control sobre ese gasto medioambiental. en el próximo número hablaremos del sake ( vino de arroz ), ocha, (té verde japonés), y de la sho-yu , el condimento más utilizado y básico en numerosos platos. deseamos que este primer contacto sirva de acercamiento a la cultura gastronómica japonesa. Hasta la próxima...... Keichii Kakuta y Eduardo Jiménez Cádiz


¡APRENDE JAPONÉS! el idioma japonés se usa en Japón, país situado en el extremo este de asia. en Japón es la lengua oficial y la hablan unos 130 millones de personas. Hoy en día hay dos millones de personas que estudian idioma japonés en todo el mundo. no sabemos exactamente de donde viene la lengua japonesa y se han barajado diversas hipótesis al respecto. gramaticalmente muy parecido al coreano, y los ideogramas se importaron desde china. unos señalan su origen en la protolengua euroasiática que más tarde fue desplazada por otras, quedando dispersada en las periferias del continente euroasiático y desarrollándose hacia otros idiomas como fino-ungrio, es decir finés y húngaro, o incluso euskera. otros indican que se originó por los aborígenes que habitaban las islas del Pacífico. se trata de una lengua aglutinante, es decir la estructura de una oración se compone de varias palabras que se unen mediante desinencias. por lo tanto, el orden de las palabras que indican el sujeto, verbo y objeto difiere mucho de lo acostumbrado en español. en español y en otros idiomas de origen latino como francés, italiano, etc. y también otros sajones como inglés o alemán, e incluso en chino, el orden básico de [sujeto + Verbo + objeto] es común. en caso del árabe ese orden sería [Verbos + sujeto + objeto]. en japonés estos tres elementos básicos de una oración se sitúan en el orden siguiente: [sujeto + objeto + Verbo], articulados o unidos mediante distintas desinencias. por ejemplo: “yo quiero un café” sería “Watashi [yo] wa coofii [café] ga hoshii [quiero]”, siendo “wa” y “ga” desinenciales. fonéticamente el idioma japonés no es tan difícil como se pueden imaginar a la hora de pronunciar. los sonidos son muy parecidos a los de la lengua española. las vocales son igualmente cinco: [a] [i] [u] [e] [o], por este orden, y los nueve consonantes principales, [k] [s] [t] [n] [h] [m] [y] (es consonante en japonés, parecido a [ll] español), [r] [w], están siempre unidos con vocales. es decir, [ka] [ki] [ku] [ke] [ko] [sa] [si] [su] [se] [so], así sucesivamente. Hay más complicaciones fonéticas, como semivocales o sonidos mudo, como la [u] del verbo [desu] (equivalente al verbo

[ser]), pero en esta primera lección quédate con esta idea básica. en cuanto al acento, es un tema algo complicado. las palabras aparentemente iguales cuando están escritas en “Hiragana”, es decir, el alfabeto japonés, sin usar ideograma, resultan que significan cosas muy diferentes dependiendo del acento. por ejemplo, la palabra [hashi], si pronunciamos [hashí] significa “parillos”, mientras que, pronunciando [háshi] quiere decir “puente”. el verbo en japonés, como todos los idiomas, son palabras que expresan acciones o estados de los seres animados e inanimados. el verbo no conjuga según los sujetos, pero sí según los tiempos, pero los tiempos verbales son muy pocos: el presente y el pasado. sin embargo, en el idioma japonés existen otras situaciones que provocan la conjugación de verbos, si queremos llamarlo como conjugación o simplemente alternación de la última parte. para la enseñanza del japonés para los estudiantes extranjeros, se establece una clasificación de trece tipos de conjugaciones. otra destacada característica del idioma japonés es su escritura, que a los extranjeros le resulta excesivamente complicada, pero como todo, con paciencia y amor, se aprende. Hay dos tipos de escritura en el japonés: el “Kana” y el “Kanji”. el primero, Kana, son letras simplemente fonéticas, como alfabetos, mientras el segundo, Kanji, es ideograma de origen chino, que los japoneses adoptaron ya hace más de quince siglos. cada Kanji es, diríamos, un signo; contiene un significado. un ejemplo que puede valer para entender Kanji: en vez de escribir [s-o-l], escribimos un dibujo de sol. eso es el principio del concepto de ideograma. en la enseñanza obligatoria se estudian 1945 Kanjis; son los que pueden aparecer en los periódicos u otras publicaciones normales, sin embargo, existen miles de Kanji, y los escritores eruditos pueden manejar, de hecho manejan, más caracteres según su necesidad literaria, filosófica y cultural. el “Kana” de que antes hablamos, o sea el alfabeto japonés, a su vez, se subdivide en dos grupos. uno es “Hiragana”, que se usa para expresar las palabras vernáculas japonesas, y el otro es “Katakana”, que está reservado

para las palabras de origen extranjero, principalmente occidental. aunque parezca extraño a los occidentales, oficialmente está admitido escribir el japonés en alfabeto, trasladando fonéticamente las palabras en alfabeto según unas reglas establecidas. es conocido con el nombre de “roma-ji”, literalmente quiere decir letras de roma. otras características que aún complican más el japonés, sobre todos para los extranjeros que quieren aprenderlo, es la existencia del lenguaje de cortesía, que se usa para expresar la humildad del que habla y el respeto que siente hacia el otro. Es un reflejo del pueblo japonés que da mucha importancia a la jerarquía, a la edad y a la diferenciación entre lo familiar y lo oficial que se dan en diversas circunstancias de la vida. esa manera de hablar de modo cortés es muy frecuente en la sociedad japonesa. Quizás con la misma postura de evitar las expresiones coloquiales con otras personas respetables o algo lejanas, el idioma japonés es en muchas ocasiones indirecto en su expresión, no concretando claramente el sujeto o incluso el objeto. así quedan sugeridos muchos aspectos en la comunicación lingüística.

Frases de Hoy Buenos días, sr., Tanaka. Tanaka-san, ohayô gozaimasu.

soy Maria Isabel. encantada. Watashi wa Maria Isabel desu. Hajime mashite.

Ryota Mori

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El Manga Un breve paseo por su historia

al acercarnos a la historia del cómic, sin duda un camino apasionante por un medio de creación artística que desde siempre ha tenido un marcado carácter popular, es ineludible el hacer referencia al manga, el estilo japonés que ha supuesto una de las escuelas más conocidas y destacadas, junto a la estadounidense y la europea, en las que podríamos dividir el considerado por muchos como noveno arte. su cada vez mayor presencia y aceptación por parte del público occidental a partir de los años ochenta, motiva que desde algunos sectores se considere que asistimos a una auténtica invasión de un modo de hacer historietas alejado de estilos clásicos, y ajeno por tanto a la tradición más occidental. resultaría una influencia nociva para el mercado, y muchos así lo critican y señalan abiertamente. uno de los casos más recientes sería el último número de Asterix el Galo, titulado “¡El cielo se nos cae encima!”, y en el que unos extraterrestres llamados namgas se enfrentan a los disneywaldianos (las alusiones parecen claras) frente a la atónita presencia de los personajes galos. no entraré a valorar si realmente la intención de uderzo, actual responsable de los cómics de Asterix, es la de realizar una crítica mordaz o sólo hacerse eco de una realidad que sin duda no resulta desconocida para los aficionados a los popularmente conocidos en nuestro país como

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tebeos. lo cierto es que actualmente el cómic japonés está muy presente en nuestras librerías y cuenta con amplios números de seguidores en europa y américa. pero, ¿cuál es la razón de este éxito?¿resulta justo considerar como una invasión desleal esta irrupción del estilo japonés? trataremos de responder a estas cuestiones realizando un brevísimo repaso por la historia de manga

se encuentra Katsushika Hokusai (17601849). él sería quien acuñaría el término “manga” que, formado por los kanjis man, que significa caprichoso, informal o incontrolable, y ga, que significa dibujo o ilustración, vendría a ser una definición de su estilo, contenido en Hokusai manga, una obra de trece volúmenes que muestra más de cuatro mil ilustraciones del autor.

tenemos que remontarnos al siglo Xii para encontrar los dibujos que, según las teorías más aceptadas, constituyen el antecedente de lo que posteriormente será el manga. estos dibujos, atribuidos al sacerdote budista toba no sôjô (1053–1140), reciben el nombre de Chojugiga; son cuatro rollos de papel, pintados con pincel y monocromos, en los que se encontraban representadas figuras de

durante el aperturismo de la época meiji fueron varios los periodistas que llegaron al Japón a desarrollar su trabajo para diversos periódicos occidentales. uno de ellos sería charles Wirgman (1832-1891), corresponsal del “Illustrated London News” y creador de una revista para occidentales afincados en Japón a la que llamó “The Japan Punch”, en 1862. con un marcado acento humorís-

animales antropomorfos y dotados de cierto carácter satírico. los sucesores de estos dibujos serán los ukiyo-e, situándonos ya en el periodo edo de la historia japonesa. frente al ámbito religioso y aristocrático en los que se movieron las representaciones Chojugiga, los ukiyo-e se extendían a diversos estamentos de la sociedad de su tiempo, surgiendo con fuerza como una cultura urbana de los núcleos de edo, osaka y Kyoto. elaborados mediante xilografía, su capacidad para ser producidos de forma masiva posibilitó su adquisición por amplios sectores de la sociedad. en estos grabados se retrataban fielmente aspectos cotidianos de la cultura del momento, extendiendo su temática a la moda, los paisajes, la vida en las ciudades, el teatro Kabuki, así como temas de alto contenido erótico; también se reflejarían los cambios culturales a los que daría lugar la llegada de los occidentales a partir de mediados del siglo XiX. la restauración meiji abriría las puertas a las modernas técnicas de coloreado y, a su vez, facilitaría la llegada a occidente de estos grabados que servirían como inspiración a autores occidentales como Vincent Van gogh, edgar degas, claude monet, paul gauguin, gustav Klimt o Henri de toulouse-lautrec. a su vez, y ya en el siglo XX, el impresionismo europeo influiría en las técnicas que se irían generando en un renacido estilo ukiyo-e, como nuevas formas de expresividad individual en los personajes. entre los autores japoneses que mayor influencia tendrían en los pintores europeos,

tico de claro estilo británico, en esta revista se caricaturizaban situaciones de la vida cotidiana japonesa, reflejando las dificultades que originaba el repentino cambio de una sociedad feudal a una industrializada. este trabajo adquirió importancia y ejerció una notable influencia sobre los jóvenes autores del país, considerando muchos a Wirgman como el padre de la caricatura moderna del Japón. muchos aún le recuerdan cada año en su tumba del cementerio internacional de yokohama, donde descansan sus restos. otro autor representativo de este periodo, sería el francés george bigot (1860-1927), fundador a su vez en 1887 de la revista también satírica “Tôbae” (en honor al sacerdote toba, creador de los Chojugiga), en la que censuraba los excesos de la modernización meiji, atreviéndose incluso a criticar al gobierno, lo que motivaba el apoyo y admiración de los artistas japoneses que durante mucho tiempo habían estado sometidos a la censura en sus trabajos. En este ambiente de influencias europeas, aparece la figura de Rakuten Kitazawa (1876-1955), considerado otro de los grandes precursores del manga. en 1905 fundaría la revista “Tokio Puck”, una publicación pionera en Japón con la que el país se sumaba a ese nuevo medio de expresión que era el cómic. aparecerán propuestas innovadoras en la caracterización de los personajes y se establecerán elementos que ya nos dan pistas sobre lo que habría de venir en las décadas siguientes. surgirá toda una generación rebelde de dibujantes y guionis-


tas, comenzando una amplia divulgación del cómic japonés en su propio país. Las influencias de autores extranjeros son patentes, como las del autor norteamericano richard felton outcault, considerado el padre de la historieta con su “Yellow Kid”, si bien el cómic japonés aún no definirá claramente su estilo, expresándose con personajes fijos y diálogos con textos al pie, más similares por ello a relatos ilustrados, los emonogatari. las obras más destacadas de este periodo son, entre otras, “Speed Taro” de 1930, dibujada por sako shishido y con un revolucionario diseño que muestra elementos gráficos provenientes del cómic estadounidense (su autor había estudiado arte durante nueve años en el país norteamericano). del mismo año es el considerado como primer superhéroe

país. las historias bélicas se dejaron de lado, no sólo porque las autoridades no lo permitiesen, sino también porque a la gente ya no le interesaban estos temas. la comprensible necesidad psicológica de evasión era una realidad a la que la industria del entretenimiento debía responder. la falta de recursos económicos en la población requería que dicha industria plantease alternativas baratas. y es aquí donde se insertan las miles de bibliotecas de pago, las kashibonya, que comenzaron a elaborar sus propios mangas para conceder en préstamo, así como los llamados “libros rojos”, tomos editados en papel de baja calidad, en blanco y negro y vendidos a un bajo precio que los hacía muy accesibles para el público. su nombre venía dado por sus características portadas de color

japonés, “Ogon Bat”, nacido de la mano del guionista ichiro suzuki y del dibujante takeo nagamatsu como un Kamishibai, un tipo de cómic que era presentado al público viñeta a viñeta, generalmente en un parque y con una narración acompañada de una considerable fuerza dramática y efectos sonoros. otro superhéroe primitivo de este periodo sería “Tanku Tankuro”, surgido en una revista infantil en 1934. en otra de estas revistas también surgiría la por entonces exitosa “Boken Dankichi”, considerada un clásico.

rojo. los artistas que realizaban estas obras malvivían con unos sueldos insuficientes, aunque como leve compensación contaban con una casi total libertad creativa.

durante los años de la guerra, las historias de los manga se pusieron al servicio de la propaganda belicista oficial, presentando historias de personajes patrióticos e invencibles. destaca “Hatanosuke Hinomaru”, una historia de samuráis que se adaptaba perfectamente a los requerimientos del momento, impregnada de sacrificio, lealtad y nacionalismo. Los desastres ocasionados por el conflicto bélico y sus consecuencias, tuvieron una lógica influencia en el pueblo japonés, suponiendo una pesada carga en su conciencia y alterando su manera de ver el mundo. los dibujantes no se verían libres de esta situación, entrando en una crisis creativa que, sin embargo, no tardaría en superarse. la clave de la renovación del país en la cruda posguerra pasó por una serie de cambios en diversos ámbitos sociales. en el mundo del manga se abrió una nueva etapa, reflejo a su vez de los nuevos tiempos que atravesaba el

y será uno de estos autores el que ponga las bases del manga moderno, el padre del estilo japonés tal y como lo conocemos en nuestros días. el joven estudiante de medicina osamu tezuka (1926-1989) era un seguidor del trabajo de los hermanos fleisher, creadores de personajes como “KoKo el payaso” y “Betty Boop”, y responsables de llevar al cine a “Popeye el Marino” entre otros. también sentía una profunda admiración por el trabajo de Walt disney, aspecto que sin duda definiría el nuevo e influyente estilo al que daría lugar. Con su primer “libro rojo” publicado en el año 1947, titulado “Shin Takarajima”, abriría las puertas a una nueva etapa en la evolución de la historieta japonesa, convirtiéndose en líder de ventas al superar la cifra de los 500.000 ejemplares. otras de sus obras serían “Lost World”, “Metrópolis” y “Kitaru beki Sekai”, que tocaban temas de ciencia ficción, así como “Janguru Taipei”, en la que disney se basaría para hacer su película “El Rey León”. “Ribbon No Kishi”, conocida en occidente como “La princesa Caballero” y “Tetsuwan Atom”, como “Astroboy”, serían dos de sus series más emblemáticas, siendo sobre todo la segunda la que lo haría ascender a lo más alto de la industria del manga al convertirse en un fenómeno de considerable popularidad,

llegando a emitirse en 1963 en la televisión estadounidense. una buena parte de las razones que explican su éxito, se encuentra en el dinamismo que supo dar a sus trabajos, descomponiendo los movimientos a través de las viñetas, otorgando un estilo cinematográfico al que se unía la representación de efectos sonoros, así como una característica imagen de sus figuras humanas, estilizadas y de ojos grandes; este será el arquetipo de personaje manga. los personajes de tezuka perviven en la memoria cultural de Japón, ganándose el autor el apelativo de “Manga no Kami” (“dios del manga”). por estos años, los kamishibai fueron desplazados paulatinamente por las revistas, en las que primaron los temas infantiles. frente a este tipo de publicaciones, las

bibliotecas dejaron espacio para otras obras experimentales que pudiesen presentarse como alternativa, captando a un público más adulto. surge el gekiga, palabra que significa “imagen dramática”, y que fue acuñada en 1957 por yoshihiro tatsumi, un autor que quería desvincularse del estilo imperante en aquel entonces. aparece de este modo un estilo de dibujo más realista, más expresivo en los rostros de los personajes, los cuales también se nos presentan más proporcionados. una nueva forma de hacer historias que daría lugar a géneros con más violencia y sexo, tocando temas de samuráis, del mundo del crimen, de terror o incluso pornográficos. A finales de los años 60 y principios de los 70, la generación que había crecido leyendo manga dio el salto a estos trabajos alternativos. se empezará a hablar de la “generación manga”, siendo para muchos la lectura de estas publicaciones un símbolo de rebeldía juvenil. El gekiga acabaría por influenciar con su tono más adulto al mismo osamu tezuka, si bien es innegable que el conocido como “dios del manga” influiría a su vez en su modo de contar historias a tatsumi y sus seguidores, que evolucionarían desde los planteamientos de aquel. la implantación de este estilo más serio y adulto ocasionó una diversificación de las temáticas a partir de mediados de la década

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algunas de las ilustraciones contenidas en la obra “Hokusai manga“

de los 70 y durante los años 80. comienza “la edad de oro del manga”. el inicio del auge económico motiva una mayor demanda de estos productos, por lo que diversas editoriales de libros inician la publicación de revistas especializadas. pronto el manga se convertirá en uno de los medios audiovisuales más destacados del país, aumentando a su vez de forma notable su presencia en occidente. series como “Mazinger Z” del autor gô nagai o “Macross-Robotech”, un proyecto que unificaba tres series de similares planteamientos, fueron un auténtico éxito en occidente. también deben destacarse las series de animación “Heidi” y “marco”, ambas muy conocidas en múltiples países de europa y américa y cuyo recuerdo aún permanece en la memoria de gentes de distintas edades y orígenes. otra obra que debe destacarse por su importancia es la película “Akira”, basada en el manga homónimo de Katsuhiro Otomo, consideradas por la crítica, tanto el film como el cómic, auténticas obras maestras. series como “Candy Candy,” “Caballeros del Zodiaco,” “Campeones,” “Dragon Ball” o “Ranma ½” fueron éxitos de público en mayor

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o menor medida, ganándose un buen número de seguidores. “Appleseed”, una serie de temática futurista creada por masamune shirow, descubriría como el manga podía ser detallista en su dibujo y adaptarse a las nuevas tecnologías y a unos tiempos en los que lo visual marca en gran medida el rumbo a seguir. estas series de animación, muchas de ellas basadas en mangas anteriores, presentan un dibujo característico que pronto se reconocería en occidente. el manga poco a poco se abriría un hueco gracias a sus historias novedosas y a un estilo depurado a través de décadas de evolución e influencias variadas. por otro lado, la considerable multiplicidad de sus temáticas abría las puertas a públicos que hasta entonces no habían estado interesados en el mercado del cómic, encontrándonos historias sobre deportes, de relaciones homosexuales, futuristas, para mujeres, para ejecutivos, sobre samuráis, yakuzas, ninjas, etc; un amplio abanico de posibilidades, con decenas de títulos por cada tipo de género. no conviene en nuestro análisis olvidar que esos años en los que el estilo japonés comienza a abrirse hueco en occidente, son años de cambios. los movimientos pacifistas que surgen a finales de los años 60, buscan el conocimiento de otras culturas, dirigiendo su mirada hacia las consideradas como exóticas. poco a poco se le

dará una oportunidad a lo japonés, observando el público que tiene mucho que ofrecer. Los héroes del manga son de un perfil más humano que los que hasta entonces aparecían en los cómics occidentales, mostrando debilidades y sentimientos de un modo distinto a lo que el público estaba acostumbrado. suponía en buena medida un aire renovador, novedoso, con un estilo que llamaba poderosamente la atención del lector. La influencia del teatro kabuki, donde lo sentimental y lo visual son elementos primordiales, está presente en estas obras concebidas en líneas generales para una rápida lectura, donde el texto explicativo es más escaso y debe ser el dibujo el rasgo principal en el que descanse la fuerza narrativa. será la fusión de las diferentes influencias occidentales junto a las propias tradiciones del arte japonés, las que darán lugar a un estilo que ha supuesto un enriquecimiento de este modo de expresión artística que es el cómic.

Alberto Allende Fernandez


toyokuni, de las 53 estaciones de tokaido (1852).

ejemplo de ukiyo-e.

fragmento de una obra de rakuten Kitazawa.

diferencias entre el manga tradicional y el gekiga.

astroboy, la obra que ascenderĂ­a a osamu tezuka a lo mĂĄs alto de la industria del manga.


lo que pretendo conseguir con esta serie de artículos es hacer una aportación seria que contribuya a paliar dicha situación; aunque prescinda de parte de las convenciones científicas (en cuanto a notas al pie, referencias bibliográficas...) y me detenga en contextualizaciones históricas la intención que persigo no es divulgativa, sino académica: trataré de establecer alguna de las características básicas de la historiografía japonesa y de su desarrollo durante los últimos cien años, sin simplificar ni trivializar las complejidades que cualquier compendio de estas características plantea.

Introducción a la historiografía japonesa contemporánea

en este capítulo abordaré los precedentes e inicios de las ciencias sociales, que, si bien pueden remontarse a los últimos años de los tokugawa, se cimentan en la era meiji. durante estos años dos corrientes principales toman cuerpo en Japón; por un lado, lo que andrew barshay considera el “neoexcepcionalismo” (es decir, la insistencia en el carácter único y peculiar de la historia y características japonesas) que informará, con el tiempo, la ideología oficial del Japón imperialista y, por otro lado, las tendencias progresistas y liberales que pretenden renovar y occidentalizar al país.

Antecedentes: la era Meiji. Historia

Al final de cada artículo incluiré una breve relación de obras con las que se pueda profundizar en cada uno de los temas tratados.

el dilema del Japón meiJi. durante la última década la investigación académica occidental presta una renovada atención a las aportaciones de las ciencias sociales japonesas, especialmente desde las universidades de la costa del Pacífico estadounidense, pero también con grupos de trabajo muy sólidos en alemania, australia o gran bretaña. españa permanece, en cambio, absolutamente al margen de este progreso; desde el sistema universitario español se desalienta activamente el estudio de las ciencias sociales japonesas y se considera una sorprendente muestra de exotismo el interés serio por sus aportaciones científicas. Mientras que se celebran las referencias a max Weber, michel foucault o Keith Jenkins, no se presta la menor atención a figuras como Maruyama Masao, Ienaga saburo o irokawa daikichi. en esencia, españa mantiene prejuicios eurocentristas hacia Japón, y apenas valora los desarrollos contemporáneos de su pensamiento.

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la restauración meiji (1868 – 1912) emprendió, bajo la presión militar occidental, la tarea de modernizar al país, aunque empleó para ello un lenguaje tradicionalista. los cambios económicos y sociales necesarios para poder competir con las potencias occidentales no admitían retrasos, puesto que estaba en juego la independencia del país: las guerras del opio en las que china fue humillada por occidente suponían un ominoso y cercano recordatorio. para evitar convertirse en un país colonizado, Japón tuvo que reformar todas sus estructuras, incluidas las ideológicas. fueron precisamente mentales algunas de las barreras más difíciles de superar por parte de los reformistas de la era meiji, que se enfrentaban a uno de los dilemas fundamentales del Japón contemporáneo: conseguir competir militar y económicamente con occidente sin perder las señas de identidad y el respeto a las tradiciones.


Las ciencias sociales de la era Meiji reflejan la tensión entre tradición y modernidad que también recorría a la europa decimonónica, pero con un problema añadido: la ausencia de un legado intelectual reformista como la ilustración que, en el siglo XViii, había socavado las bases ideológicas de la aristocracia y la iglesia y había desplazado parte del pensamiento mágico-mitológico del discurso científico. La Ilustración fue la compañera intelectual del ascenso al poder de la burguesía liberal, apoyada en su fortaleza económica (surgida de la revolución industrial) y en la conquista del poder político en el período revolucionario de finales del XVIII y mediados del XiX. este proceso que, en países como francia, ocupó no menos de un siglo, tuvo que abordarlo la “ilustración meiji” en pocas décadas, soportando la presión de la amenaza colonial y sabiéndose aislados en un país que aún no había tenido tiempo ni estímulos suficientes para desembarazarse de las cosmovisiones y fidelidades tradicionales, propias del orden agrario aristocrático. influencias occidentales en las ciencias sociales Japonesas el liberalismo clásico representado por John stuart mill y thomas b. macauly tomó fuerza en Japón desde los últimos años de los tokugawa en adelante; era un modelo de pensamiento que, entre otras cosas, consideraba que solamente los países occidentales habían creado una civilización y desarrollos culturales dignos de considerarse Historia, y que el resto de sociedades (atrasadas por culpa de sus costumbres y tradiciones) debían imitar el modelo occidental para alcanzar la racionalidad y la modernidad. esta interpretación, especialmente deudora de países anglosajones, fue importada con entusiasmo por las elites intelectuales de la primera era meiji; la escuela de la meirokusha es el mejor ejemplo de ésta hornada de pensadores que aceptaban el diagnóstico de stuart mill y proponían observar e imitar a occidente como la mejor receta para lograr desarrollos económicos inmediatos. la meirokusha, creada bajo el impulso de mori arinori en 1874, tiene una clara fecha de caducidad simbólica en el año 14 de la era meiji (1881), momento en el que se implantan los doitsugaku (estudios alemanes). mori llegó a proponer que el país abandonase el japonés y adoptara el inglés como idioma oficial de la nación, lo que si bien no logró

erik grimmer-solem ( 2005 ) ha propuesto recientemente reabrir el debate con la intención de matizar las opiniones “negativas” acerca de la influencia alemana en Japón; si bien es cierto que la formación de una burocracia militarista adicta al emperador tuvo mucho que ver con la importación de los rígidos modelos prusianos, tiene razón grimmer-solem en recordarnos que las ciencias sociales y los métodos educativos se encontraban entre los más avanzados del mundo. Quizá lo correcto sea decir que una interpretación japonesa del autoritarismo alemán convivió con influencias progresistas y liberales, al menos hasta la época de entreguerras. despertar simpatías en las masas, sí reflejaba un estado de opinión generalizado entre los intelectuales. la hipótesis de que el conservadurismo de la era meiji tardía está inextricablemente ligado a la privilegiada influencia que sobre Japón tuvo la alemania imperial fue desarrollada principalmente por Kenneth pyle en los años setenta y mantiene plena vigencia hoy en día en la obra de algunos de los más competentes intérpretes de su evolución intelectual, como pueden ser carol gluck, andrew barshay o germaine Hoston. en 1947 maruyama masao, uno de los politólogos más prestigiosos de Japón, declaraba que en Japón “no existe ninguna tradición que mereciese la pena resucitar. para las ciencias políticas japonesas todo depende del futuro” (maruyama masao, thought and behaviour in modern Japanese politics, oxford, 1969:226); tras la segunda guerra mundial, los científicos japoneses enfrentaron una situación similar a la de los reformistas meiji. el pasado intelectual del país se consideraba fallido, porque había conducido a un régimen autoritario que había derivado en una alianza con la alemania de Hitler; la reconstrucción de Japón debería apoyarse en bases radicalmente nuevas que condujeran al triunfo de los principios de la democracia liberal. ése era, al menos, el diagnóstico de los modernistas, la corriente académica japonesa más importante hasta los años setenta.

la “escuela Histórica alemana” (ante todo, un grupo de historiadores de la economía) ejerció una atracción definitiva sobre las ciencias sociales japonesas, principalmente a través de las figuras de Gustav Schmoller y lujo brentano. el liberalismo clásico no desaparece, pero queda confinado a algunos centros, como Keioo o Hitotsubashi, mientras que la poderosa universidad imperial de tokio asimila y difunde las tesis nacionaleconomicistas, trazadas en la tradición de friedrich list. también a imitación de alemania surgen asociaciones como la nihon shakai seisaku gakkai (asociación Japonesa de política social), creada en 1895, que reclama del estado medidas corporativistas y paternalistas que prevengan las “enfermedades europeas”, es decir, la radicalización de las masas y el crecimiento del discurso de la lucha de clases en universidades y en el incipiente movimiento obrero.

la influencia del Historicismo en Japón. También son las influencias germanas las que perfilan importantes características de la historiografía en Japón y, para comprenderlas, es necesario dedicar alguna línea a la figura de Leopold von Ranke (1795-1886), padre, para muchos, de la ciencia histórica. el historicismo, representado en sus formas clásicas por ranke, pretende aportar una concepción científica a la práctica historiográfica que se basaría en una crítica rigurosa de las evidencias documentales; el historicismo pretende la máxima objetividad y rechaza los juicios de valor y las retóricas metafísicas; comparte con el positivismo la pretensión de analizar y exponer los hechos pero también busca la comprensión de los mismos. cada época y cada evento, para el historicismo, debe estudiarse en su propio contexto según los documentos disponibles, sin perseguir establecer relaciones de causalidad entre una época y otra. La tradicional influencia china en la historiografía japonesa fue aplastada por la influencia occidental durante la era meiji: shigeno yasutsugu, que daría clase en la universidad imperial de tokio desde 1887 hasta 1902, aprendió gran parte de su técnica en alemania, de la mano de ludwig riess, discípulo de Ranke, que también influyó decisivamente en la formación de otros científicos japoneses como Katsuro Hara o shigemoto Kouda.

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No sólo de Alemania provenían las influencias, sino que gran bretaña también aportó gran parte de las fuentes de inspiración de cierto tipo de historiadores progresistas “whig” , como fukuzawa yukichi (1835-1901), lector de spencer y tocqueville, que admitía la superioridad occidental e instaba a Japón a superar los siglos de aislamiento y alcanzar al mundo en su desarrollo, o taguchi ukichi, admirador de los liberales europeos. los nacionalistas conservadores deploraban la influencia de las tradiciones progresistas europeas y la puesta en cuestión de los textos sagrados japoneses. shigeno yasutsugu fue apodado por los grupos de apoyo de los políticos conservadores “dr.obliterator”, y fue objeto de una intensa campaña conservadora encaminada a demostrar que era un profesor irreverente que se dedicaba a arrasar creencias muy queridas por los japoneses; para los tradicionalistas, la Historia debía desempeñar funcionas moralizantes y conservar el orden social. Kume Kunitake, profesor también en la universidad imperial de tokio, fue desposeído en 1893 de su puesto por poner en duda las bases históricas del shinto y de los mitos de las edades más tempranas del territorio japonés. un año más tarde la universidad imperial fue cerrada temporalmente para frenar el contagio de las ideas historicistas y progresistas.

los cambios de final de siglo: Hacia el darWinismo social Japón surge como gran potencia a finales del siglo XiX, con su victoria contra china (1894-95) y la consolidación de su área de influencia colonial en el sureste asiático. para los jóvenes intelectuales la cuestión de modernizar el país para defender su independencia ya no tiene importancia, y la cuestión a resolver es la de cómo integrarse en el mundo. aparecen escuelas de pensamiento, como la de los “globalistas” (encabezada por takegoshi yosaburoo), que ya no tienen a occidente como modelo de desarrollo y critican al nacionalismo excepcionalista que pretende mantener al país culturalmente atrasado para preservar el orden social intacto. el “japonismo” de takayama chogyuu coincide con esta crítica a la presunta excepcionalidad japonesa, aunque se expresa en claves tradicionalistas que apelan a la ética heredada de los ancestros. Japón debe mirar hacia el mundo y ya no hacia sí mismo.

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el historicismo consideraba que su rigurosa metodología crítica les permitía hacer gala de la objetividad científica propia del historiador moderno. sin embargo, ello no les impedía ejercer un fuerte compromiso político para con las autoridades imperiales germanas ni defender abierta y activamente el mantenimiento del orden social conservador y la supremacía europea. el propio ranke opinaba que sólo europa había conseguido desarrollar un pensamiento racional merecedor de considerarse “Historia”, y criticaba duramente a los campesinos que durante la guerra de los campesinos (1524-1525) habían tomado las armas por intentar mejorar su forma de vida en lugar de resignarse a aceptar su destino. george iggers captura admirablemente una de las principales incoherencias de ranke y del historicismo, al notar que “existe una viva contradicción entre la insistencia de ranke en que todo orden debe entenderse dentro de su contexto histórico y su aceptación de un orden natural, jerárquico, en el fondo poco histórico, como estado normal en todas las sociedades. (iggers, george: la ciencia histórica en el siglo XX, barcelona, 1998:28)

este estado de opinión termina con el cambio de siglo; globalistas y japonistas se diluyen y comienzan a ascender otro tipo de pensadores, en gran parte debido a acontecimientos internacionales. la rebelión de los bóxers en china y la ocupación rusa de manchuria espolean a la intelectualidad reaccionaria japonesa: en 1900 académicos de prestigio crean la Kokumin doomeikai, asociación que exige al estado una respuesta enérgica frente a lo que consideran una injerencia rusa. entre las elites japonesas gana prestigio la ideología del darwinismo social, que considera a las naciones competidores de una lucha por la supervivencia, en la que sólo los más fuertes sobrevivirán. Japón era el único estado no-occidental que se adentraba en el siglo XX preparado para “jugar” al imperialismo, como pronto demostraría con su victoria sobre rusia en la guerra de 1905. Julio César Iglesias Rodríguez

Bibliografía seleccionada glucK, carol: Japan´s modern myths: ideology in the late meiji period, new Jersey, 1985 de bary, Wm. theodore: sources of Japanese tradition, Volume 2: part 2: 1868 to 2000, new york, 2006 grimmer-solem, erik: “german social science, meiji conservatism and the peculiarities of Japanese History” en the Journal of World History Vol.16, issue 2 (2005). http://www.historycooperative.org/journals/ jwh/16.2/grimmersolem.html#foota iroKaWa, daikichi: the culture of the meiji period, new Jersey, 1988 rubinger, richard (ed.): proliferating talent: essays on politics, thought and education in the meiji era, Honolulu, 1997 yuigHi, shionoya: the german Historical school, londres, 2001


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entrevista:

TADANORI YAMAGUCHI

un sábado cualquiera de este inconfundible verano nuestro. Pregunta: Háblanos un poco de tu formación como escultor en Japón y cuéntanos cómo surgió la idea de venir a asturias

esta reunión se planteó como una manera informal de entrevistar a tadanori yamaguchi, artista japonés afincado en Asturias desde hace 10 años, pero terminó siendo una charla en la que viejos y nuevos amigos intercambian impresiones, ríen y se conocen un poco más. unidos por una pasión común hacia Japón y su sensibilidad artística, el grupo formado por yayoi Kawamura, Javier portilla, tadanori yamaguchi, lorena pérez, alfonso garcía y yo misma compartimos una velada muy especial en torno a una mesa bien surtida de delicias japonesas preparadas por nuestros anfitriones, Tadanori y lorena, y con viandas osakeñas cortesía de yayoi. todo esto bajo un melancólico hórreo,

Respuesta: no mucha gente sabe que comencé mi formación artística como pintor en la facultad de arte creativo de Kyoto, pero la verdad es que lo que allí se me ofrecía me resultaba excesivamente académico y poco estimulante. no me gustaba demasiado. entonces, por el año 1990-91, tuve la oportunidad de trabajar para el escultor nakayama, que buscaba ayudantes para su taller. estuve con él dos años y medio en los que no sólo fui ayudante sino también alumno. fueron años de trabajo durísimo físicamente hablando pues trabajaba grandes volúmenes. recuerdo que los primeros días me sentía tan mal que apenas comía… también era difícil porque él nunca explicaba nada, simplemente me dejaba hacer y yo sólo dependía de la observación. nunca nos obligaba a trabajar pero yo siempre me sentía obligado a hacerlo. aún así fue estupendo porque no tenía las restricciones del ambiente académico y nakayama me dejaba la libertad creativa que necesitaba.

P.: ¿cómo descubriste asturias? supongo que anteriormente no tenías conocimiento de nuestra región. R.: así es. todo empezó a raíz de un simposium de Kasama (1995), donde se reúnen escultores de Japón y de otras partes del mundo para trabajar con granito blanco. Al final se realiza un catálogo con todos los participantes. pues bien, este catálogo llegó a manos de Vicente díez-faixat a través de Hiroshi mabuchi, un escultor japonés que era amigo suyo, y de Vicente pasó a yayoi Kawamura. un día llegó a mi casa un sobre en inglés, yo por entonces no entendía este idioma y creía que era una equivocación. finalmente unos amigos tradujeron la carta: se trataba de Vicente preocupándose por mi obra e interesado en ponerse en contacto conmigo. P.: ¿cuándo llegaste y qué motivos te trajeron aquí? R.: recuerdo que fue el 23 de diciembre de 1997. llegué mediante una beca del ministerio español de aa. ee. era una beca anual a desarrollar como profesor-investigador en el módulo de artes aplicadas a la piedra, en la escuela de arte de oviedo. en realidad no realicé el año completo porque me enteré

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de la beca ya entrado el mes de octubre, y nuevamente fue debido a Vicente y a yayoi que habían acudido a impartir un curso de postgrado de arquitectura impartido por el profesor Kiyoshi takeyama de la universidad de Kyoto donde se hacía un intercambio entre artistas y arquitectos. ellos me informaron de la existencia de esta beca y decidí solicitarla. en realidad fueron ellos los que me trajeron. P.: ¿cómo recuerdas los comienzos en asturias? me imagino que no sería fácil. R.: imagínate, llegué a asturias sin tener ni idea de español. al principio resulta difícil pero uno se va adaptando y aprende poco a poco. tuve una profesora de español, ana, que me fue de gran ayuda. P.: al terminar la beca en oviedo consigues una nueva beca del museo de escultura de candás (1998) R.: sí, también se trató de una beca anual que dio como fruto las esculturas que podéis observar actualmente en el parque municipal “san antonio” y que están relacionadas con cuatro elementos: el agua, el viento, la montaña y la lluvia. tras esto obtuve una subvención de la fundación municipal de cultura de gijón que desarrollé en el museo barjola y actualmente estoy becado por este mismo museo para realizar un proyecto. P.: parece ser que has desarrollado toda tu obra en asturias. R.: en su mayoría sí, aunque también en Japón: Kobe, Kasama y fukui; y en españa participé con otros amigos en “madrid abierto”. P.: ya que mencionas Japón ¿qué aspectos son los que más añoras de tu país? R.: pues obviamente a mi familia, la comida, la naturaleza y, por supuesto, los onsen (baños termales). en Japón existe una cultura del baño muy diferente a la de europa, aquí los spa no tienen nada que ver con los onsen. otra cosa que añoro de Japón, o más bien del carácter japonés, es la educación y la formalidad. en Japón las cosas funcionan de otra manera, las personas se desviven por cumplir lo que dicen, sobre todo a la hora de trabajar. yo estoy acostumbrado a esto y por eso cuando alguien me dice: “ya te llamaré” yo siempre espero la llamada, no me doy cuenta de que es una frase hecha. a pesar de todo me gusta mucho el carácter amable y abierto de la gente. los japoneses somos mucho más tímidos.

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P.: ¿encuentras alguna similitud entre asturias y Japón?

P.: el artista debe estar siempre en evolución, ¿verdad?

R.: la verdad es que sus paisajes son parecidos: el verde, la vegetación. después hay pequeños detalles puntuales que me sorprenden, como por ejemplo la berza, que me recuerda a la sopa de miso con wakame.

R.: digamos que en mi caso es así. llegué dominando la piedra pero he ido descubriendo nuevos materiales, texturas e ideas. He diversificado mi muestrario artístico trabajando también el papel, la madera, el bambú, e incluso el alquitrán y la luz. aplico estos elementos con diferentes técnicas por eso no me gusta que me etiqueten como escultor o pintor. todo es mucho más amplio.

P.: Has hablado antes de la libertad creativa que tenías con nakayama. parece que te gusta experimentar. R.: no me gusta cerrar campos a la creación por eso utilizo materiales diversos. para mí el material es una herramienta, un vehículo a través del cual expresar mi creatividad. la artesanía utiliza simplemente las formas pero el arte utiliza las formas para expresar conceptos.

P.: ¿cómo vives el proceso creativo? R.: en un principio me gusta comentar mis ideas con mis amigos y me gusta que surja el debate en torno a ellas. me gusta conocer sus opiniones y sus sugerencias. lo absorbo todo y trabajo sobre ello.


imagen proyectada en una pantalla de una bola de papel que se va autogenerando para terminar devorada por el fuego y sus cenizas esparcidas por el viento. en el lado opuesto está la bola de papel real, colgando de un hilo, pero que en este caso es devorada por una llama virtual. también implica una contraposición entre la realidad tangible y el concepto. P.: En tus obras también planteas reflexiones sobre la naturaleza de lo artístico R.: sí, creo que es importante que el arte no se pierda en los derroteros de lo virtual y que esto termine primando sobre lo tangible. el proceso es muy importante, yo disfruto trabajando la piedra y sintiendo su contacto. si usas una pulidoras perderías ese encanto de acariciar la piedra, P.: Para finalizar, como artista ¿pretendes provocar una reacción en el espectador o te planteas transmitirle tus propias ideas?

donde están presentes el mar, la lluvia, la montaña, el viento… también la luz está presente en mis esculturas, e incluso el agua. P.: Háblanos de algunas de tus obras. cómo surgen. Qué expresan…

P.: ¿Qué es para ti la inspiración? R.: tener siempre todos los sentidos alerta para aprovechar en cualquier momento cualquier cosa. la naturaleza es una fuente inagotable, que ofrece formas interesantes (pone el ejemplo de gaudí) y de las que el artista se puede servir. pero no sólo en la naturaleza, ahora mismo estoy viendo una vieja pinza de madera para tender la ropa y me parece un objeto fascinante por cómo se reflejan en ella los efectos del paso del tiempo y la intemperie. P.: el arte japonés presta mucha atención a los elementos de la naturaleza ¿de qué modo los reflejas en tu obra? R.: en ocasiones mis obras se integran en la naturaleza, como en candás, por ejemplo,

R.: por ejemplo, en 1999, en la capilla del museo barjola desarrollé una obra con la que pretendía llamar la atención sobre ese espacio concreto que parecía pasar desapercibido. sobre todo la linterna de la cúpula en la que nadie se fijaba, así que ideé “algo” para atravesar y captar ese espacio. dispuse una tira de papel japonés que iban de una hornacina a otra, con lo que se dominaba el espacio en sentido horizontal. desde la linterna de la cúpula se arrojó una bola de acero que atravesó ese papel y cayó sobre una plancha de acero colocada en el suelo. de este modo se dominó el espacio horizontal y verticalmente. P.: es una obra conceptual y difícil de entender pero, imagino que también muy difícil de poner en práctica R.: en efecto. exigió muchas horas y muchos quebraderos de cabeza, pero no únicamente para mí sino también para muchos que me ayudaron a obtener el resultado final. Se trata de una obra efímera, un breve instante de tiempo y después desaparece. P.: A finales del año pasado también planteaste en avilés una obra bastante conceptual. R.: en este caso quería presentar la dicotomía construcción-destrucción mediante la

R.: yo simplemente planteo la obra para que cada uno realice sus propias reflexiones. Me gusta pensar que mi obra sea el comienzo de una reflexión, pensar que si esa persona nunca hubiera visto mi obra jamás se abría planteado lo que ahora se plantea. si alguien me P. por el significado de alguna de mis obras intento explicárselo pero sin imponer ni obligar. EN BREVE Una película: cualquiera de Andrei Tarkovski o un musical de Fred Astaire. Un disco: cualquiera de Sakamoto Ryuichi o algo de jazz. Un libro: Rostro Ajeno de Kobo Abe. Un artista: Richard Serra Un lugar: un rotenburo (onsen exterior) o el Museo de Arte Contemporáneo en Naoshima, de Tadao Ando. FICHA TÉCNICA 04-11-1970 nacido en Nagoya. Japón Graduado en Arte Creativo por la Universidad de Arte Kyoto. www.tadanori.desorden.net Marián Bango Amorín

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lugar: palacio de los deportes de oviedo c/río caudal s/n Horario: martes de 20 a 21:30 h. miércoles y Viernes de 21:00 a 22:30 h. contacto: gerardo fidalgo Vázquez gerardofidalgo@hotmail.com Web: www.kendo-oviedo.com

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