Nihon yûkôkai
Revista de Cultura Japonesa
El sentir del Kendoka · El Haiku y el Arte Mínimal · Kaomise El Teatro Kabuki de Diciembre en Kyoto Número Dos
· Entrevista Shu Taira · J-Metal Invierno 2008
5€
Indice 2
El Sentir del Kendoka
- Artes Marciales
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Cuando la Forma se Pierde, el Espacio Toma la Palabra: El Aikido como tema de una exposición de fotos. - Fotografía
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J - Metal - Música
11 Lo que más me ha impresionado de Japón - Viajes 12 El Manga. Una visión de sus características y sus Géneros - Manga
16 Adolescencia y Responsabilidades: El Tránsito a la Madurez en Japón (II) - Sociología 20 Kaomise: El Teatro Kabuki de Diciembre en Kyoto - Artes Escénica
22 Haiku. La Complejidad de los Sencillo - Haiku
23 Aprende Japonés - Idioma 24 El Haiku y el Arte Mínimal - Arte
Autor: Kôichi Maeda © Water Print Getileza de S. Watenabe Color Print Co. Tokyo
Dirección y Coordinación Yayoi Kawamaura Alfonso García Cabeza (yayoioviedo@gmail.com) Publicidad Alfonso Estrada García (696 590 499 alfonso.esgar@gmail.com) Diseño y Maquetación Miguel Esteban Meana (645 658 488 miguelestebn@gmail.com)
28 Entrevista a Shu Taira - Entrevista
32 La Cocina Japonesa - Cocina
34 Dia Cero - Tatuaje
Eduardo Jiménez Cádiz Keiichi Kakuta Raquel Lagartos Ibáñez (kaori.jmetal@gmail.com) Jesús Menéndez Fernández Ryota Mori Yori Olga Pastor Alvarado Alejandro Suarez Antónovick
Colaboradores
Shu Taira
Alberto Allende Fernádez Fernando Álvarez Rodríguez (sasorisaku@hotmail.com)
Más información: www.amigosdejapon.com Contacto: amigosdejapon@gmail.com
Pablo Argüelles García Marián Bango Amorín
37 He Conocido Cien Lunas de Agosto (Capítulo II)- Comic
Julio Cesar Iglesias Rodríguez (otsuka.jmetal@gmail.com)
Gerardo Fidalgo Vázquez Inmaculada Gonzalez-Carbajal García
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El Sentir del Kendoka Artes Marciales
A menudo me preguntan por qué practico Kendo, un arte marcial basado en la lucha con la espada japonesa que en principio, no parece ser práctico en los tiempos en los que vivimos. Y es que, hoy por hoy, toda actividad que realicemos ha de tener su motivo y su lógica y cada minuto de nuestro tiempo invertido debe proporcionarnos unos beneficios, más o menos tangibles, que rentabilicen ese derroche de nuestro ya mencionado y preciado tiempo. 2
Integrantes del Club Kendo Oviedo, con su instructor Gerardo Fidalgo, de pie en el centro, acompañado de otros maestros durante el curso realizado en el Palacio de los Deportes de Oviedo. Julio de 2007.
Pues bien, podría decirles que practico Kendo por los muchos beneficios físicos que me proporciona, ya que me potencia las capacidades físicas básicas (fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad) y mejora distintas habilidades como pueden ser el equilibrio, la coordinación, la agilidad etc... Además, su correcta práctica aporta a mi salud una sana higiene postural, que junto al poco riesgo de lesión que conlleva, al ir provistos de armadura, es un buen aliciente para las personas, que como yo, comenzamos a notar los achaques de la edad y a valorar el mantenimiento saludable del cuerpo como un verdadero tesoro. Si esto no fuera suficiente, podría recordar la importante carga mental que implica esta práctica, el refuerzo de la autoestima, del espíritu de sacrificio, el afán de superación personal, como trabaja la concentración, la constancia, la oportunidad. Y también podría argumentar el afianzamiento de unos valores que, hoy en día parecen estar cada vez más en desuso, como son el respeto a los demás, la sinceridad, el honor, la valentía, o la fidelidad. Y no olvidemos también, lo tan perseguido últimamente por nuestra sociedad, como es la eliminación del famoso estrés que nos proporciona la vida diaria.
Pues bien, es evidente que existirían motivos más que suficientes para impulsarme a la práctica de este apasionante arte marcial, pero sincerándome completamente, reflexionando con detenimiento y analizándome con minuciosidad, no creo que solamente sean estos motivos los causantes de que día tras día, año tras año, continúe asistiendo a los entrenamientos con la ilusión de encontrarme con mis compañeros para avanzar y disfrutar del aprendizaje del arte de la espada. El motivo real sería tan difícil de explicar como lo son los propios sentimientos. ¿Cómo razonarles la dependencia que crea en mí esta práctica como si de una adicción se tratara? ¿Cómo explicar el mono que sufro tras unas semanas sin poder ejercitarme en este bello arte? Les diré, que añoro el olor a cuero del bôgu (armadura), el constante sonido de los shinai (espadas de bambú) al chocar entre si, la sensación de paz que me invade al protocolariamente colocarme y atarme el men (protector de la cabeza) justo antes del combate, la presión mental de intentar provocar un despiste o descubrir hueco, una décima de segundo de falta de concentración en mi adversario, para que mi cuerpo, al igual que el de un atleta esperando la salida, reaccione como un resorte ante el primer estímulo lanzándose a un decidido ataque.
Añoro también, el sonido corto y seco que produce mi shinai cuando golpea el cuero del adversario y como al oírlo me invade una sensación de satisfacción similar a la del trabajo bien realizado, el saludo cordial entre dos compañeros que terminan su enfrentamiento agradeciéndose mutuamente su entrega y corroborando el disfrute del mismo, el protocolo de saludos y movimientos elegantes y serenos que preceden un combate y como rompe esa quietud el sonoro kia (grito abdominal) de los participantes. Pero sobre todo, añoro aún con más fuerza que todo lo demás, el momento que se produce cuando una vez terminado el entrenamiento, me despojo del bôgu, seco mi sudor con el tenugui (pañuelo que se pone en la cabeza) y lo deposito con cuidado dentro de mi men, comenzamos el mokusô (meditación) mi cuerpo vuelve a la calma y entonces soy consciente una vez más de haber superado a mi ego, mi falta de humildad, mis miedos, de haberme entregado a fondo, sin dejarme vencer por el desánimo o el cansancio, la falta de motivación o las dificultades, los problemas no parecen tan grandes como cuando entré en el dojo e incluso me creo más fuerte y preparado para afrontarlos. En fin, he vuelto a derrotar a mi mayor enemigo, de nuevo me he vencido a mi mismo, aunque sé que mañana volverá a estar aquí, pero volveré a hacerle frente, no sabría explicárselo, practico kendo por ese sentir, no sé, llamémosle el sentir del kendoka. Gerardo Fidalgo Vázquez Presidente e Instructor del Club Kendo Oviedo Oviedo a 13 de septiembre de 2007
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CUANDO LA FORMA SE PIERDE, EL ESPACIO TOMA LA PALABRA: El Aikido como tema de una exposición de fotos. Fotografía Muévete como un haz de luz Vuela como el rayo Golpea como el trueno Gira en círculos alrededor De un centro firme (Moriei Ueshiba)
Las fotos de la exposición que lleva por título “Extensiones: ¿Quién eres cuando no estás?”, reflejan las estelas del movimiento que surgen en la práctica del Aikido, arte marcial japonés llamado también Arte de la Paz por su fundador Moriei Ueshiba (1883-1969).
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El Aikido es un arte marcial que busca la unión y la armonía más allá de toda oposición o enfrentamiento. Es una técnica de entrenamiento en la no resistencia para reducir y canalizar la agresividad, para encontrar el yo sin ego y alcanzar la flexibilidad de cuerpo, mente y espíritu. Tal como expresó su fundador, los principios del Aikido y la base de su técnica son las fuerzas de la vida, porque todo está relacionado con las leyes universales, con el flujo de la energía natural y con el origen y el movimiento del Universo.
Detrás de este arte marcial encontramos también el espíritu del Zen como filosofía de vida, que vincula y da sentido a muchas de las artes japonesas: la ceremonia del té o Cha-dô; el arreglo floral llamado Ikebana o Kadô; el arte de la caligrafía o Shodô; la pintura Sumi-e. Todas ellas son instrumentos para despertar la conciencia que nos permite comprender el sentido de toda forma de vida. El Aikido es también una vía de conocimiento, un camino para acceder a uno mismo. No es un mero ejercicio o técnica defensiva, es una disciplina de trabajo personal que sólo se convierte en arte después de muchos años de ejercicio. En este mundo actual de la efectividad y la eficacia de lo inmediato, la práctica del Aikido implica paciencia y perseverancia para lograr fluidez y armonía en los movimientos, para encontrar la unificación con uno mismo y con el universo. Moriei Ueshiba dice que es la vía para unirse a los que nos agreden y reconciliarse con ellos mediante el amor. Desde la perspectiva del Zen es importante comprender la inmediatez y la fugacidad de lo que calificamos como real. El objetivo de las artes vinculadas al Zen es expresar este carácter fugaz del mundo en
el que estamos inmersos para comprender la naturaleza efímera de la vida. De ahí la importancia de poner la atención en el presente, y convertir cada acto simple de la vida en una experiencia única y genuina, que a su vez nos entrena en el desapego y nos instruye para conceder importancia a todo lo que hacemos, sabiendo que en sí mismo no tiene mayor trascendencia. De este modo aprendemos a dejarnos fluir y nos liberamos de la rigidez impuesta por la razón y por los esquemas de pensamiento que constriñen nuestro ser creativo. Un concepto Zen presente en el Aikido es la comprensión del vacío. Mientras que para nuestra cultura occidental el vacío es la ausencia de contenido, para el Zen es un espacio interior vinculado a la percepción que nos permite tomar conciencia de otras formas no aparentes y que sólo podemos encontrar cuando alcanzamos la flexibilidad del cuerpo y de la mente. En la pintura Zen el vacío no es el fondo del papel sobre el que el pintor dibuja sus trazos, es una parte del cuadro que se integra en la totalidad del mismo. Comprender el vacío – mu – que hay en toda forma nos permite encontrar otras formas en el vacío y así explorar el mundo interno. La exposición se desarrolla con las fotografías realizadas por Teresa García Ferreiro, acompañadas de los textos de Inmaculada González-Carbajal García.
De este modo la palabra proporciona un elemento expresivo a la imagen con el objetivo común de mostrar la realidad no aparente que quedó atrapada en las imágenes. El objetivo de esta exposición es mostrar aspectos de la realidad aparentemente ocultos para los sentidos, pero visibles cuando pueden ser captados en una imagen impresa que muestra el instante en el que sucede y acontece el movimiento, un instante en el que no hay forma, sólo la energía que se mueve con libertad. Cuando no hay rigidez se pierde la forma y la energía fluye como el agua y se desplaza como el viento, llenando el vacío y revelando nuevos contenidos. La forma se pierde y el espacio toma la palabra. Las fotografías expresan el contenido del espacio que revela una expansión genuina y única en cada caso. Estelas de movimiento que surgen en un tiempo que ya no es, pero que fue y pasó inadvertido, irrepetible y, por tanto, atemporal, si no fuera por estas imágenes que lo atraparon. A través de ellas se pueden abrir los ojos para escuchar el silencio y percibir el contenido del vacío en el que encontramos la forma sin forma, la unión y el encuentro más allá del contacto físico, conteniendo los opuestos, aparentemente contrarios, la dualidad hombre-mujer o los principios masculino y femenino.
La contemplación de estas fotografías es una invitación a mirar en esas formas de otro modo, abandonando la racionalidad que quiere entender y busca relacionar la forma con los conceptos incorporados en los límites de nuestros esquemas mentales. Si nos acercamos a las imágenes con otra mirada, podemos dejarnos interrogar por ellas y arriesgarnos a que nos despierten sensaciones que aunque imprecisas, no por ello están vacías de contenido y al modo de un koan, pueden abrir en nosotros espacios internos que sugieren preguntas. Las fotografías surgen desde una realidad visible y objetiva para mostrar imágenes de un mundo invisible e intangible, que sólo se puede descifrar desde lo subjetivo que observa y contempla la experiencia ya vivida, de la que no hemos sido conscientes en su totalidad. Manifiesta la expansión y fluidez de la energía que trasciende los límites físicos y nos adentra en múltiples interrogantes: ¿Quién soy yo? ¿Dónde estás tú? Inmaculada González-Carbajal García Oviedo, noviembre 2007 Una muestra de esta exposición podrá verse en las segundas jornadas de Cultura Japonesa en la Universidad de Oviedo, del 31 de Marzo al 3 de Abríl
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J-Metal Musica
Moi Dix Mois
Introducción y Clasificación La etiqueta J-Metal es mucho menos utilizada que las de J-Rock y J-Pop, no sólo por la menor difusión del heavy metal sino por lo inconcreto de su alcance y características. Aunque la “j” simplemente denota la procedencia japonesa del estilo, las principales bandas englobadas dentro del J-Rock y del J-Pop comparten un rango difuso – pero identificable – de semejanzas musicales.
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No existe un consenso que defina qué es y quiénes son los artistas reconocibles como J-Metal: para algunos, el término hace alusión principalmente a la escena heavyrock de principios y mediados de los ochenta, y el sonido se refiere al definido por Loudness, Anthem y demás pioneros. Para otros, esta etiqueta debe aplicarse a las bandas de power y heavy neoclásico influenciadas por sus homólogos occidentales (Stratovarius, Malmsteen…),
con lo que el J-Metal sería un estilo que se forjaría principalmente desde mediados de los noventa. No falta quienes incluyen a cualquier banda de metal japonés (sin importancia de estilo o momento, desde Hard Rock a Brutal Metal), ni aquellos que la reservan, de una manera un tanto laxa, para aquellas bandas japonesas que exhiben estéticas recargadas o llamativas. En relación con la estética, uno de los usos privilegiados del término J-Metal está relacionado con X-Japan y con las bandas de Visual Kei (estilo al que dedicaremos gran parte del artículo) más cañeras. En realidad, consideramos que el término apenas tiene validez, puesto que no está basado en criterios musicales sino nacionales, lo cual no nos parece explicativo, pero resulta, en cambio, muy útil para llamar la atención sobre la calidad general de la escena metalera japonesa, notablemente superior a la de la inmensa mayoría de países y considerablemente más original.
Se da la circunstancia, además, de que el sector heavy del Visual Kei ha evolucionado bastante indiferente respecto de las novedades e influencias occidentales, y mantiene unos esquemas básicamente autorreferenciales, de manera que podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que es el estilo más autónomo y original del metal japonés, a diferencia del heavy, del rock y de los géneros extremos que se mantienen relativamente apegados a las tradiciones y modas occidentales. El Visual Kei sería a Japón lo que el Death Melódico a Suecia, el Power Metal a Finlandia o el Hard Rock a Suiza. Fuera de este uso puramente funcional, no tiene más valor que el que tuvo otra célebre etiqueta, la NWOBHM (New Wave Of British Heavy Metal), que engloba a grupos con trayectorias tan dispares como Def Leppard, Praying Mantis, Iron Maiden o Warrior. Por tanto, una introducción correcta al J-Metal consistiría, desde nuestro punto de vista, en una exposición completa de todos aquellos estilos cercanos al rock y al heavy, bien en sus modalidades más melódicas (A.O.R., Hard Melódico…) o las más extremas (Thrash, Black, Doom, Death…). Necesitaríamos mucho más espacio para acercarnos con un mínimo de precisión a todos estos subgéneros, con lo que vamos a limitarnos a tratar dos estilos de la máxima relevancia en el Japón actual, como son el Visual Kei y el Power Metal, y la escena heavy-rock de los años ochenta. En el tintero se nos quedan corrientes de mucho interés, como por ejemplo, la del Death Metal Melódico, encabezada por Blood Stain Chile, que recientemente han lanzado un disco bastante rupturista con elementos electrónicos que puede marcar un punto de inflexión importante en su carrera. Por último, debemos explicar por qué y bajo qué condicionantes incluimos al Visual Kei como una de las corrientes con mayor protagonismo dentro del J-Metal. Es un estilo absolutamente heterogéneo en lo musical, que se divide convencionalmente en subcategorías organizadas en base a las preferencias estéticas de cada banda. Pero dentro del abigarrado mundo del Visual Kei existe un núcleo importante de grupos que practican un estilo cercano al Power Metal, acelerado, extremadamente melódico y defendido con alto grado de virtuosismo. Ése es el Visual Kei por el que nos interesamos y que intentaremos presentar.
El Heavy Metal y el Hard Rock en los ochenta Estos géneros en Japón se desarrollaron prácticamente a la par que en
Discos para iniciarse en el
Occidente, pese a que rara vez una banda nipona sea citada en los medios especializados como referente clásico o imprescindible. Sin embargo, Bow Wow, una de las pioneras del hard rock en Japón, lanza su homónimo disco debut en 1976, mientras que tótems del estilo como Van Halen o Whitesnake no arrancan su carrera hasta 1978. Bow Wow (conocidos durante varios años como Vow Wow) forma, junto a Loudness (1981) y Anthem (1980), la tripleta clásica de bandas de heavy–rock japonés, siendo Loudness la más popular de las tres en Occidente, gracias en buena medida al prestigio internacional de su guitarrista Akira Takasaki; en 1985 firmaron un contrato con la discográfica Atlantic Records que les llevó no sólo a girar con bandas como Motley Crue o Stryper, sino a facturar dos discos, Thunder in the East y Lightning Strikes que lograron colar-
heavy y el rock ochenter
os: Loudness: “Thunder in th e East”, 1984 (Heavy tradic ional-Hard Rock); EZO: “Fire,Fire”, 19 89 ( Hard Rock); Vow W ow : “Helter Skelter”, 1986 (Hard Melódico) ; Anthem: “Bound to Br eak” 1987 (Heavy Metal – Hard Rock); Mak e –Up:” Born To Be Hard ” (A.O.R .- Hard Melódico)
Ezo
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El “visual kei” y el anime mantienen una estrecha y fructífera relación; dos ejemplos de ello son Nightmare, que compuso el opening y el ending de la primera parte de la serie “Death Note” y Mucc, que creó el ending de la serie “Zombie Loan”.También desde el mundo del Heavy y el Hard Rock encontramos ejemplos: Animetal, la banda de Eizo Sakamoto, cantante de Anthem, cuya discografía está compuesta principalmente por covers de canciones de anime, ha compuesto el tema “Towa no Mirai” para la serie “Rurouni Kenshin”; o Make-Up, que son conocidos por la banda sonora de “Saint Seiya” (serie que en España fue lanzada bajo el nombre de “Los Caballeros del Zodiaco”).
se en el Billboard estadounidense respectivamente en el puesto 74 y 64. En cuanto a Bow Wow, inmensamente apreciados en Japón, consiguieron una sólida reputación en Occidente gracias a su participación en festivales como el Reading, de 1982, y al fichaje del bajista de Whitesnake, Bill Murray, a mediados de los ochenta. Anthem, por su parte, pueden hacer gala de haber superado las tres décadas de existencia en una espléndida condición creativa y gozando de una renovada atención por parte del público, gracias a trabajos tan solventes como su reciente Immortal (2006) o el proyecto Animetal impulsado por su vocalista Eizo Sakamoto.
En Japón el sonido A.O.R. (rock melódico basado en teclados y coros), de inmensa popularidad en Estados Unidos con bandas como Journey, Boston o Foreigner no caló excesivamente en el rock japonés ochentero. Podemos destacar a MakeUp, una banda que conjuga influencias del Hard Melódico a la manera de Quiet Riot o los primeros Danger Danger con sonidos más claramente A.O.R. Otra banda que fusionó sonidos metálicos con influencias melódicas es Show-Ya, grupo de raíces glammies formado exclusivamente por chicas, a la manera de Vixen.
Encaminándonos hacia el final de la década en Japón se produce, como en toda Este trío de bandas convivió con una muy la escena heavy-rock internacional, un extensa escena de heavy-rock, de la que moderado giro hacia expresiones musipodemos destacar por su antigüedad a gru- cales en las que la melodía y los coros pos como 5X (1981), 44Magnum (1982), arrebatan protagonismo a las herencias X-Ray (1983) o Saber Tiger (1981). del heavy metal tradicio nal o del rock and Otros pioneros optaron por sonidos más roll. El New Jersey de Bon Jovi o el Pump melódicos, como Earthshaker (formada de Aerosmith son claros ejemplos de esta en 1978), cuyos discos ochenteros se in- tendencia o el Trash, de Alice Cooper, sertan en la tradición de artistas de Hard que logró devolverle a la escena musical Melódico como Aldo Nova o los primeros a costa de renunciar a sus raíces rockeBon Jovi, o más claramente hardrockeros, ras clásicas. Ezo (surgida de la “familia” como Hurry Scuary (famosos por haber Anthem) es una de las bandas más imporcontado con el virtuoso guitarrista Hidea- tantes de ésta época; su Fire, Fire (1989), ki Nakama, de Anthem) o Rajas.
Discos para iniciarse en el visual kei: Ayabie “Virgin Show Color” (Pop-Rock), Raphael “Mind Soap” (1999, JRock con toques de heavy melódico), Nightmare “The World Ruler” (2007, JRock) y el clásico X-Japan “Blue Blood” (1989, melodic speed metal). Todas estas bandas compartían cartel habitualmente en festivales japoneses como Grand Metal o Music Wave.
Phantasmagoria
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editado por la todopoderosa discográfica Geffen, artífice de muchos de los discos más vendedores del mundo, logró cierto reconocimiento internacional. También nos encontramos con bandas como Terra Rosa, que produce dos discos Endless Basis (1987) y Honesty (1989), en los a las influencias heavy y melódicas se añade una riqueza compositiva que recuerda a bandas como TNT en algunos pasajes.
Según nos adentramos en los años ochenta, vemos asentarse la estética y sonidos del glam-rock estadounidense; influenciados por bandas como Motley Crue, Ratt, Poison, Faster Pussycat… nos encontramos discos como el Hot Rox (1984) de Action! o el Dead Line (1985) de Dead End. El heavy metal de corte tradicional, No quisiera terminar sin destacar la inmatizado por fuertes influencias hardroc- fluencia que Kiss han logrado en Japón, keras siguió predominando en bandas expresada principalmente a través de otra como Whisper of the Evil (1986), de de las bandas clásicas , como Seikima II Crowley, el Target (1984) de Marino o el (1982), cuya popularidad en Japón comQuick and Dead (1985), de Sniper. pite con la de iconos como Loudness y que ha tenido inmenso ascendente sobre las bandas de Visual Kei, corriente que trataremos más adelante.
VISUAL KEI: Literalmente, “estilo visual”. El “visual kei” es un movimiento estético y poco o nada tiene que ver con el tipo de música que se haga. Bajo la misma etiqueta encontramos grupos de géneros muy dispares: desde pop-rock almibarad o hasta el metal más estridente y gutura l, pasando por todos lo estilos interme dios imaginables. El “visual”, precursor del “visual kei”, se inició a principios de los 70 con una banda llamada Visual Scandal. Influenciada musicalmente por los grupos de rock que llegaban desde Eur opa y Estados Unidos, Visual Scanda l reformó la estética andrógina del “glam ” hasta crear un nuevo estilo. Pronto nue vas bandas comenzaron a surgir (Murbas, Aion,…), acuñando el término “visual” para identificar el emergente movimiento. En los años 80 el “visual” suf rió una remodelación con bandas como Seikima II, homenaje estético a Kiss, o Ka buki Rocks que, sin dejar de lado las raíc es, introdujeron elementos del teatro Ka buki en sus estilismos. A mediados de los 80 y durante los primeros 90 el “visua l” llegó a su pleno apogeo teniendo como máximo exponente a X-Japan (inicialme nte sólo X). En el 93 el cambio de estilo de X-Japan (sus composiciones se suaviz aron y todos los miembros excepto Hide, el guitarrista, abandonaron el look tan llam ativo que los caracterizaba) marcó la etapa final del “visual” en Japón: la mayoría de los grupos “visual” continuaron evolucion ando musicalmente, a veces hacia dife rentes géneros, y la mixtura entre Kabuk i y “glam” estadounidense dejó paso a formas de expresión más suavizadas. Sin embargo, poco tardaría en resucitar, tam bién a principios de los 90, bajo el nue vo apelativo “visual kei” y de la mano de Mana, fundador de Malice Mizer y Mo i Dix Mois. El nuevo movimiento, ademá s de ofrecer un renovado abanico de posibil idades es-
PEQUEÑO DICCIONARIO:
ANGURA KEI (angura viene de la pala bra inglesa underground): esta ram a del visual intenta minimizar la influ encia extranjera en su apariencia, y suele caracterizarse por vestidos con kimono s o uniformes japoneses. Los rostros se tiñen de blanco y para ojos y labios predomi na el negro. Ejemplos: Onmyo-za, Inug ami Circus. COSPLAY (コスプレ kosupure, del ingl és costume play): Práctica que consiste en disfrazarse de un personaje de man ga, anime, videojuego, libro o incluso de un integrante de un grupo musical, ado ptando su personalidad y modos. Ejem plos: Psycho lè Cemu, Animetal. ELEGANT GOTHIC KEI: hay quien dice que no es propiamente una subd ivisión del visual kei. En el Elegant Got hic Kei impera el estilo romántico euro peo: “lolitas” asemejando muñecas de porc elana antiguas, sombreros de copa, chorreras… Todo ello aderezado con maquilla jes oscuros. Ejemplos: Moi Dix Moi s, Versailles. EROGURO KEI (eroguro proviene de la contracción de erotic y grotesque): No hay una uniformidad en el estilo textil, pudiendo variar desde trajes y corbatas hasta ropas mucho más elaboradas, pasa ndo por simples camisetas. El estilo viene marcado por los maquillajes, que busc an la violencia y el horror deformando los rasgos. Ejemplos: Dir en Grey, Giru gamesh. KO
TE-KOTE KEI: estilo de visual muy and rógino en el que predominan el látex, las vestimentas negras, los cors és, las plataformas, los encajes y todo tipo de accesorios (sombreros, guantes, anil los, ligueros…). El pelo se tiñe de colo res llamativos y en la mayor parte de las ocasiones sirve como seña de identida d de cada componente del grupo. El estil ismo se complementa con una base pálida de maquillaje, haciendo resaltar los ojos y los labios en colores oscuros. Ejem plos: Phantasmagoria, Dué le Quartz. OSHARE KEI: la vertiente oshare kei es menos impactante visualmente que las anteriores. Para la ropa se usan colo res más brillantes y variados y los maq uillajes pierden protagonismo. Tiene un toqu e más infantil. Ejemplos: Ayabie, AnC afe. WHITE KEI: tampoco el white kei es con siderado por todo el mundo como una rama del visual, hay quien opina que es una categoría para incluir bandas que no entran propiamente en ninguno de los estilos anteriores o que no son del visual. En general son grupos con un aspecto menos recargado y un sonido más lige ro. A veces se reconocen porque el cantante va vestido de blanco. Elementos de la tradición Kabuki (mo dalidad de teatro japonés en la que no está permitido que actúen mujeres) sobr eviven en el visual kei en donde es frecuente encontrar integrantes de grupos de visual vestidos de mujer, o repr esentando cualquier otro personaje. Claro ejem plo de esta tendencia lo encontramos en Hizaki, fundador de numerosas bandas inclinadas al power metal como Vers ailles o Schwardix Marvally.
Discos para iniciarse en el power metal y en el metal neoclásico: Galneryus “Beyond the End of Despair” (2006; power metal con toques neoclásicos), Ark Storm “The Everlasting Wheel” (2004; metal neoclásico/ power metal), Atomic Tornado “Atomic Eye”(2007; power metal), Prophesia “Eye of Storm” (2007; power metal). Galneryus
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precisión de las melodías barrocas al más puro estilo Bach, ejecutándolas a velocidades vertiginosas. Malmsteem servirá de referencia a multitud de bandas y será copiado y emulado hasta la saciedad. El power metal es un género derivado del speed metal. Se caracteriza generalmente por el protagonismo de las melodías, el uso de guitarras dobladas y del doble bombo. Sus inicios hay que situarlos a mediados de los años 80 en dos bandas alemanas: Helloween, que marcaría una de las cumbres del power con los discos Keeper of the Seven Keys I y II, y Blind Guardian.
Cartel del concierto de X Japan en Tokyo lence Crime of Visual Los autoproclamados “Psychedelic Vio las bandas más popuShock”, X-Japan (1982-97), fueron una de rnacional. El grupo se lares del país y con mayor proyección inte planes de reunificación disolvió el 31 de Diciembre de 1997 y sus la trágica muerte el 2 de para el año 2000 se vieron frustrados por ientemente han vuelto a Mayo de 1998 de su guitarrista Hide. Rec película “Saw IV” y han reunirse para participar en la B.S.O de la avera. anunciado un concierto en Tokio para la prim
Diez años después en Japón, y bajo la influencia del ya mencionado Malmsteen y otras bandas como Axel Rudi Pell o Stratovarius, ambos géneros comenzaron a despuntar, apareciendo una ola de nuevos grupos, muchos de los cuales fusionaron sendos estilos en uno sólo. Uno de los primeros en hacer metal neoclásico fue Concerto Moon, formado en 1995 por el vocalista Takashi Inoue y el guitarrista Norifumi Shima, que junto con Ark Storm (fundada en 2001 por Katsu Ohta, guitarrista conocido como el Malmsteen japonés) y Galneryus (banda que data también del 2001 y cuyo líder, el “Guitar Hero” Syu, participa en proyectos como Animetal o Valkyr, y además es vocalista y creador de Aushvitz) conforma el trío de bandas niponas más conocidas tanto dentro, como fuera de Japón.
No debemos olvidar tampoco a Double Dealer (1997), otra de las bandas pioneras en el power metal japonés, formada por miembros de Concerto Moon (bajista, guitarrista y teclista) y de la mítica Saber Tiger (vocalista y batería), que pasó de ser una simple reunión de músicos a convertirse en un proyecto en firme. Capítulo aparte merecería el cantante Akira Ishihara, líder de Prophesia (2005; comparte teclista con Galneryus) y, junto con el guitarrista Takehito Yasuda, creador de Azrael (1997), dos de las bandas más prome tedoras de este resurgir del power téticas, amplió el espectro de géneros musicales incluidos bajo esta denominación, que metal. hasta el momento se limitaban al heavy y al rock. Actualmente el “visual kei” continúa consolidándose aunque, pese a tímidos avances, permanece relativamente alejado de la Versailles, Hizaki Grace Project o Schwa rescena musical occidental. dix Marvally son tres buenos ejemplos de lo que el “visual kei” aporta al género, sin olvidar a Moi Dix Mois, que en su disco “Dix Infernal” combina los teclados y la LA NUEVA OLA DE METAL NEOCLÁSICO Y POWER METAL: oscuridad del gothic metal con algunos de El metal neoclásico nace al mezclar el heavy con elementos de la música clásica. Aunlos elementos más típicos del power. que sus antecedentes se localizan en los años 70, es en 1984 cuando el estilo se asienta definitivamente con la publicación del disco “Rising Force” del guitarrista sueco Yngwie Malmsteen, que consigue fusionar la contundencia de los solos del rock con la
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Julio César Iglesias Rodríguez Raquel Lagartos Ibáñez
Doña Cándida figuraba como profesora titular de pedagogía en la escuela universitaria del profesorado de E.G.B. en Valladolid. Curiosamente no llegó a darme clase nunca, yo llegué con un traslado de matrícula de Oviedo unos cuarenta días después de haber comenzado el curso aquí. Ella había visitado Japón en el verano de 1971, meses después enfermó de cancer y falleció en la primaver de 1972. Existía nada más la primera y la segunda cadena de TVE, y la segunda no llegaba a todas partes, y sólo en blanco y negro. Comprenderéis bien lo impresionada que quedó ella con japón en 1971, y espero que disfruteis leyendo su artículo.
Jesús Menéndez Fernández. Extensión Universitaria. Japonés - Oviedo
Viajes
Lo que más me ha impresionado de Japón
A
ntes de salir para Japón una piensa principalmente en ese país bello y exótico de los cerezos en flor, los jardines con riachuelos y puentes rústicos, los exposiciones de crisantemos, el rojizo momichi de los bosques en otoños, el Fuji-Yama nevado y altísimo, los Budas gigantescos, las casitas con tabiques corredizos de bambú y papel de arroz y los policromados santuarios de Counar, la diosa de la misericordia, con sus cien brazos para ayudar a los hombres. También se piensa en las costumbres pintorescas: la ceremonia del Té, las mujeres con kimono, las geishas.
dinastía Tosogure, que fue una época que podría corresponder a nuestro barroco. El barroco oriental es acongojante.
Sí, existen en Japón bellas ciudades llenas de templos y jardines, aunque una, demasiado occidental, demasiado hija de la cultura griega y el cristianismo, no pueda negar que le llegan más al alma las ruinas de Olimpia o de Ampurias, las grandes catedrales románicas de los márgenes del Rhin y los cuadros de Velázquez; y que me sentí más a gusto en Salzburgo que en Nara, en Florencia que en Nikko, en Coimbra que en Kioto. Hago esta comparación porque la multitud de templos y palacios barrocos, góticos o románicos de esas ciudades europeas es semejante a las abundantes muestras de arte japonés de distintos periodos que hay en las ciudades japonesas citadas.
Sin embargo, me ha impresionado el Japón. Más que el Japón colorista y exótico, me ha impresionado el actual culto y tecnificado, cuyo potencial económico proyecta sombras sobre los más desarrollados países de Occidente.
En Kioto hay centenares de palacios y templos budistas y sintoístas construidos con la dura madera del famosos cedro japonés con sus techumbres en forma característica y rodeados de jardines bellísimos. Nikko – que es así como la “sede primada del sintoísmo” – es un conjunto magnífico de edificios religiosos (pagodas, templos, torii) con fachadas cubiertas de bajorrelieves de madera lacada de un colorido fresco y brillante, correspondientes a la
Hay en el Japón bellos lagos, pintorescas cascadas y la alta cumbre del Fuji desafía la mirada del viajero desde muchos kilómetros de distancia. No hemos visto apenas más mujeres vestidas con kimono que las azafatas de la JAL (líneas aéreas japonesas) y hemos visitado una casa de geishas preparada para turistas. Unas geishas que se parecen menos a las de verdad que las gitanas del Sacro Monte a Carmen Amaya.
Me ha impresionado el país del cinco por mil de analfabetos, a pesar de su dificilísima escritura. El país en que los taxistas y los camareros tienen estudios universitarios o medios y entienden el inglés. Las ochenta universidades de Tokio. Las dependientas de paraguas que hablan español y francés porque son licenciadas en románicas. Los dependientes que calculan el descuento a la exportación con regla de cálculo... el 70% de jóvenes actuales escolarizados en la Universidad. Es curioso que su plan de estudios es muy semejante al que programa nuestra actual ley, es decir, una enseñanza básica hasta los 14 años, tres más de bachillerato y después la Universidad. Según nos dijo un español, profesor de la Universidad de Osaka y muy conocedor de la vida japonesa: “El que quede en la primera etapa aquí no sirve ni para tirar de una carreta.” ¿Nos dará a nosotros tan buen resultado la tan discutida nueva ley?
Me ha impresionado el que hayan puesto cualidades tradicionales de amabilidad, austeridad, exactitud, capacidad de imitar, al servicio de una técnica y un progreso únicos en el mundo: ¡Qué exactitud en sus velocísimos transportes! ¡Qué seriedad en el comercio! Un reloj, un jarrón de porcelana, una figurilla de marfil tienen el mismo precio en un gran almacén, en una tiendecilla de barrio pobre y en la elegante boutique de un gran hotel. Los hoteles son un prodigio de organización: en cada habitación, nevera y televisión, ésta con catorce canales, varios en color y algunos especializados en educación, deportes, etc. Un aparto con letras que se iluminan para advertir que hay o ha habido una vista, un aviso o una carta en recepción. Fichas perforadas para la ropa de la lavandería. Quizás lo más impresionante de Japón sea su enorme producción, que se traduce en comercio interior y exterior. Kilómetros de calles con galerías comerciales en Kioto, Tokio, Osaka. Kilómetro de muelles en los que se apiñan las mercancías para la exportación en todos los puertos importantes. Por fin, quiero decir que me impresionó más que nada Hiroshima. El que de Hiroshima, la ciudad víctima rapidísimamente reconstruida, no hayan hecho los japoneses la ciudad del odio, sino la ciudad de la paz y que su visita al parque con el monumento a los caídos, a los niños muertos por la bomba y al único edificio que quedó en pie en aquel trágico 6 de agosto, sea una llamada a la hermandad entre los hombres por en cima de las nacionalidades, de las razas y de los credos. Cándida Velasco de Frutos
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Publicado en la revista escolar Afanes del Magiserio (1972 - Marzo Nº 35)
EL MANGA Una visión de sus características y sus géneros Manga
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Paradise Kiss, un manga josei de la autora Ai Yazawa
l manga es como una película en viñetas, con una banda sonora mínima que, generalmente, se mira más que se lee. 1 Así es como define al cómic japonés, Jean-Marie Bouissou, director de Investigaciones del Instituto de Estudios Políticos Francés Sciences Po de Burdeos y especialista en Japón tras residir en el país asiático durante quince años, de 1975 a 1990. Su especial interés por el manga se explica en buena medida por la influencia que éste ejerce sobre las mentalidades, insertándose en la sociedad japonesa y dando lugar a una relación que nos abre un universo lleno de matices. Según diversos estudios, el 50% de la población nipona lee al menos una vez por semana un manga, con lo que se comprende la devoción que muchos personajes que protagonizan estas historias, despiertan en amplios sectores de dicha población. La razón de este éxito, radica en el hecho de que en un ámbito histórico y cultural determinado, surgió un medio de comunicación de masas que supo adaptarse a las nuevas necesidades de una sociedad que demandaba cambios profundos sin renunciar a su idiosincrasia. A los primeros pasos dados tras la revolución Meiji por autores como Rakuten Kitazawa, Ichiro Suzuki y Tadeo Nagamatsu o Sako Shishido, siguió la eclosión del cómic japonés tal y como lo conocemos en nuestros días, de la mano del “dios del manga”, el prolífico autor Osamu Tezuka, respondiendo a esas necesidades de renovación. En palabras de Jean-Marie Bouissou: “el manga fue la primera forma de expresión original que renació en medio de las ruinas materiales y morales de un Japón devastado por la guerra. Tenía una misión evidente: dar un sentido al mundo tras el Apocalipsis.”(2)
Pero vayamos a esa definición que el profesor francés nos ofrece: efectivamente, el manga se mira más que se lee. Si bien el aspecto visual es consubstancial a todo tipo de cómic, en el caso del estilo japonés adquiere una mayor importancia. Aunque el dibujo, por norma general, no está tan cuidado como en el cómic americano o sobre todo el europeo, los personajes resultan sumamente expresivos, exagerando determinados rasgos para definir así sus estados de ánimo. Los ojos grandes y luminosos que tan reconocibles resultan, son un excelente medio para denotar emociones. A su vez, diversos símbolos caracterizan al manga en su búsqueda de expresividad: una gota de sudor en la parte posterior de la cabeza, acompañada de una expresión caricaturesca con unos ojos más o menos pequeños, nos reflejaría una situación exasperante o un sentimiento de vergüenza ajena. Distinto por tanto a la vergüenza que se manifiesta con unas mejillas sonrosadas. Una palpitación de las venas, representadas por una cruz en la parte superior de la cabeza, nos habla de cólera o una notable irritación, así como una fila de puntos sobre el personaje, en ocasiones con una libélula pasando de largo, nos expresa un momento de torpeza o de silencio incómodo. Una boca exageradamente abierta, la desaparición de la nariz, diversos tamaños de los ojos y sus pupilas… un considerable número de símbolos cuyo éxito en transmitir emociones con una indudable economía de trazos, viene avalada en buen grado por su traslado al mundo de la comunicación, encontrándonos como los llamados “emoticonos”, pequeños rostros que expresan emociones a través de los mensajes de móvil o de Internet, hacen
suyos algunos de estos rasgos originarios del manga. Por otro lado, la representación gráfica del movimiento es otra de las características más reseñables del tebeo japonés. Es habitual el encontrarnos dibujadas en las escenas de acción, unas líneas cuidadosamente trazadas en la dirección del movimiento, líneas que pueden afectar a la figura de un personaje o al fondo. Otro aspecto que en ningún caso debemos dejar de señalar, es el tratamiento que se le da al tempo, sin duda otro de los elementos que han construido la identidad del manga. La alternancia de momentos llenos de acción, con otros dotados de quietud y sosiego, utilizados muy a menudo para expresar la meditación de un personaje, la tensión de un determinado encuentro o simplemente para mostrar un paisaje, resultan destacables. Uno de los ejemplos que mejor pueden ilustrar este peculiar tratamiento del tempo, sería el de un duelo entre dos combatientes. En el manga, un alto número de viñetas se dedica a mostrarnos a los dos participantes, sus miradas, sus posturas, su entorno… es muy común también que ambos crucen palabras de amenaza o de reproche. Después, en un determinado momento, cuando todo parece un cuadro perfectamente ordenado, se produce la acción; y es entonces cuando aparecen las líneas que trasmiten movimiento, los miembros poco definidos de los personajes para representar la velocidad de los mismos y la desaparición de los fondos para colocar toda la atención del lector en ambos contendientes. En muchos casos el golpe no se dibuja, siendo tan sólo insinuado; después, generalmente con un marcado tono poético, el rostro de uno de ellos adquiere una expresión de sorpresa o dolor y cae bruscamente al suelo. No se le escapará al lector la influencia que las artes marciales tienen en este tipo de escenas, así como las costumbres de los samurai. Un estilo de tratar la acción que caracteriza al manga y que ha influenciado enormemente a muchos creadores occidentales, no sólo del mundo del cómic, sino también en el cine. La saga de películas Matrix, de los hermanos Wachowski, adoptó muchos de estos recursos narrativos, al igual que Quentin Tarantino en su Kill Bill. Lo cierto es que el lenguaje propio del cómic japonés, se ha extendido considerablemente al cine y la televisión, en gran medida por esa notable fuerza expresiva.
Vampire Princess Miyu es un manga shôjo con un marcado tono dramático.
Pero estaríamos dejando incompleto nuestro análisis de las características del manga, si no valorásemos sus géneros. Publicado en su mayor parte en revistas que mantienen unos precios modestos, se ha convertido en una forma de consumo común en una sociedad donde el esparcimiento está claramente limitado por las necesidades que marcan los modos de adquirir el éxito social, por lo que es comprensible que los lectores resulten atraídos por el derroche de expresividad que estas obras presentan. A su vez, los manga resultan un medio excelente para poder expresar un sinfín de ideas, tratando temas de actualidad, políticos, filosóficos, históricos… lo cual ha permitido que el cómic japonés se dirija a un amplio número de consumidores de todas las edades alcanzando a casi todas las categorías sociales. Una amplísima variedad de argumentos, de los cuales muchos tocan asuntos que en ningún caso han abordado los cómics occidentales. La división de los distintos géneros, aceptada en su mayor parte por los autores y los aficionados, no siempre es cerrada y en múltiples ocasiones se pueden ver elementos de distintas clases. No obstante, en su mayor parte los estilos dentro del propio manga resultan muy evidentes y fáciles de delimitar, en función a la audiencia a la que van dirigidos o a sus temáticas. A continuación, realizaremos una breve exposición de los más conocidos o representativos:
El Shônen, cuyo término en japonés podríamos traducir por “adolescente” o “muchacho”, está dirigido precisamente a ese tipo de lectores: chicos jóvenes que buscan historias repletas de acción y camaradería. Es habitual que los protagonistas formen un equipo y que el protagonismo esté generalmente depositado en un hombre. Las dos revistas de manga más conocidas en Japón, Shônen Jump y Shônen Magazine, con seis y cuatro millones de ejemplares vendidos respectivamente cada semana, publican este tipo de historias con un notable éxito, como puede deducirse del número de ventas de ambas. Por otra parte, el llamado Seinen, iría dirigido a una audiencia masculina mayor de 18 años, llegando generalmente hasta los 30 e incluso los 40. Los argumentos que se tratan en este tipo de obras son más oscuros, elevando en muchos casos las dosis de violencia y sexo. El Shôjo, que traduciríamos como “chica” o “muchacha”, es otro de los géneros más conocidos dentro del cómic japonés. Centrado mayoritariamente en historias de amor protagonizadas por chicas que cursan estudios secundarios, el énfasis otorgado a los sentimientos y a la vida interior de los personajes, es una de sus principales características, si bien no es la única. En ocasiones se busca ampliar el público al que va destinado tratando temas más
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CaptainTsubasa, conocida en nuestro país como Oliver y Benji, es un ejemplo de manga shônen.
Dragon Ball es uno de los mangas shônen más conocidos a nivel mundial.
Ejemplos de distintas expresiones faciales dibujadas según el estilo manga
El Puño de la Estrella del Norte, un manga seinen con altas dosis de violencia.
fantásticos o introduciendo moderadas dosis de acción. Surge así un subgénero denominado Mahô Shôjo o Magical Girl (chica mágica), en el que la protagonista suele ser una adolescente con algún tipo de poder mágico y que debe proteger a los inocentes mientras afronta los problemas propios de su edad. Si el Seinen podemos definirlo como una evolución del Shônen para un público masculino de más edad, el Josei, que en japonés significa “mujer”, vendría a ser lo mismo con respecto al Shôjo. De este modo, su público se correspondería con mujeres adultas que buscan historias más maduras, con un mayor grado de realismo en sus planteamientos.
Sailor Moon, una de las obras magical girl más representativas.
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Kodomo se traduce por “niño”, y este es el término utilizado dentro del mundo del manga, para referirse a las publicaciones cuyos argumentos tienen un marcado carácter infantil. Sus argumentos suelen ser sencillos, así como su estilo.
Dentro del llamado manga alternativo, debemos comenzar por recordar el Gekiga (imágenes dramáticas), un estilo que buscó su propia identidad alejándose de las imágenes más clásicas del cómic japonés, buscando las proporciones y la expresividad de una manera más realista, con rostros que muestran mayores detalles y un menor tamaño de los ojos. Debe destacarse también la llamada Nouvelle Manga, una curiosa y reciente combinación del estilo japonés con el franco-belga, adoptado por el autor francés residente en Japón, Frédéric Boilet. Este último plantea la fusión entre la especial técnica narrativa que los autores de manga poseen con la cuidada fuerza visual de los artistas de la bande dessinée (franco-belgas), centrándose sobre todo en contar historias de la vida cotidiana, siguiendo las tendencias del cine francés. Diversos autores europeos y japoneses se han unido al movimiento, tomando muchos de sus planteamientos en sus obras.
Según palabras del propio Boilet: “el término Nouvelle Manga nació pues en Japón para definir mis historias gráficas que ni son totalmente Bande Dessinée, ni totalmente manga, y que recuerdan al tono del cine francés.”(3) Como una muestra más de la amplia variedad de temáticas, destacar aquellas referidas a relaciones homosexuales y que reciben el nombre de Yaoi, un acrónimo de yama nashi, ochi nashi e imi nashi (“sin clímax”, “sin gracia” y “sin sentido”). Estas historias de amor entre hombres son consideradas muy cercanas al Shôjo, por ser mayoritariamente chicas jóvenes sus principales lectoras, además de por el estilo del dibujo, con figuras muy estilizadas por regla general. Por otra parte, cuando se narra el amor entre dos chicas, el nombre que recibe es el de Yuri (Lirio). En ambos casos, los argumentos se centran en la relación de pareja, pudiendo encontrarnos con escenas más o menos explícitas. En el caso del yaoi que no presenta este tipo de imágenes, el nombre que se le da es shônen-ai (amor entre chicos).
Uno de los géneros que más ventas obtiene es el Hentai, cuyo significado es el de “perversión”. Se caracteriza por su contenido erótico o pornográfico, que puede variar enormemente de un manga a otro. Aunque los estilos de dibujo y las propias historias de fondo pueden variar de forma considerable, el elemento común que lo define es la presencia de escenas de alto contenido sexual. Señalar por último el manga realizado por aficionados o dibujantes aún no consagrados y que es conocido como Dôjinshi. Suele encontrarse en revistas de baja tirada y en múltiples ocasiones sus historias se centran en personajes conocidos del propio mundo del manga o incluso en personajes del cine o de cómics extranjeros.
No podríamos finalizar este artículo sin antes mencionar a los autores, a los conocidos como mangakas. El sufijo –ka se utiliza en japonés para referirse al profesional de un campo determinado, y otorga en este caso un significado relacionado con la creación, con la artesanía. Son en definitiva creadores de historias. Si bien es cierto que son innumerables las cantidades de mangas que se realizan a lo largo de un año y que muchos de ellos presentan una baja calidad, también es cierto que a lo largo de todas estas décadas de desarrollo, han llegado a nosotros auténticas obras maestras cuyo visionado y lectura
Imagenes de la Nouvelle Manga
han marcado a generaciones de autores, no sólo del mundo del noveno arte, sino también del cine e incluso de la moda. Citando a Frédéric Boilet, el creador de la Nouvelle Manga, al que antes hacíamos referencia: “en Japón, un mangaka es alguien que quiere, más que nada, contar historias”(4). Y lo cierto es que son innumerables las que han llegado hasta nosotros, con un sinfín de temáticas y con unos estilos que, frente a la uniformidad aburrida que muchos quieren ver, presentan importantes matices que contribuyen a enriquecer el panorama creativo. Es indudable que el manga ha colaborado de forma esencial a un mayor acercamiento entre nuestra cultura occidental y la japonesa, mostrando valores como el amor, la amistad, la justicia… valores que resulta-
rán claves, no sólo para explicar las razones de su éxito entre los nipones, sino también en occidente. Una vez más, se demuestra cómo la creación artística supone dar pasos en positivo hacia un mayor conocimiento de las culturas y hacia una puesta en común de unos principios que sin duda acaban por mostrarse universales. Alberto Allende Fernández (1). Brieu, Sylvie (2007), “Planète manga”, National Geographic - France, 96, pp. 36-57 (2). Ibid. (3). Boilet, Frédéric (2001), Manifiesto de la Nouvelle manga,www.boilet.net/es/nouvellemanga_manifeste_1.html [Consulta 20 diciembre 2008] (4). Ibid.
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ADOLESCENCIA Y RESPONSABILIDADES: EL TRÁNSITO A LA MADUREZ EN JAPÓN ( II ) Sociología
Introducción: Toru Honda es una estudiante de instituto que acaba de perder a su madre. Para evitar problemas a su abuelo se traslada a vivir a una tienda de campaña en mitad de un bosque y consigue un trabajo a media jornada para poder pagar sus gastos. Este es el inicio de la serie de anime Fruits Basket (Studio DEEN, 2001). Al igual que en el caso anterior, es frecuente encontrar en los argumentos de este tipo de series, independientemente del género al que pertenezcan (shônen, shôjo, seinen,…), a personajes muy jóvenes cargados de responsabilidades, en principio poco adecuadas para su edad, y que carecen de una figura adulta que ejerza el rol paterno (en muchas ocasiones los padres han muerto y, si no es el caso, se les presenta como personajes faltos de sentido común, totalmente anodinos o simplemente no aparecen en ningún momento). La autosuficiencia y la capacidad de control de situaciones aparecen como denominador común en los hilos argumentales, basta recordar la popular serie Detective Conan (Tokyo Movie Shinsha, 1996) en la que un detective adolescente convertido en niño de 7 años a causa de una ingesta de veneno resuelve de forma encubierta los casos de asesinato más complicados dejándole el mérito al inepto detective profesional con el que vive. Quizás para poder interpretar esta abun-
dancia de personajes sorprendentemente preparados para afrontar y resolver las circunstancias más dispares a edades tan tempranas sin control alguno deberían explicarse los conceptos de “hankôki” y “seken”.
Domesticando la Rebeldía: Hankoki y Seken El “hankôki” es el equivalente japonés a la “edad del pavo”: es un periodo de rebeldía contra los padres, los profesores y el mundo adulto en general, es el momento de cuestionar la autoridad. Sin embargo el “hankôki” se diferencia de la “edad del pavo” en la etapa del crecimiento en la que aparece. Mientras que la “edad del pavo” está ligada a la pubertad, el “hankôki” se da antes, entre los 9 y 11 años aproximadamente, y debe finalizar más o menos hacia los 14-15 años. Este conflicto se ve como algo saludable, natural, ligado a la toma de conciencia del niño de sus responsabilidades fuera del ámbito familiar, y no supone ningún problema a menos que se extienda demasiado o sea excesivamente acusado1. Una vez que termina, se asume que el individuo es plenamente responsable de sus actos. Según Brian McVeigh (Japanese Higher Education as Myth, Nueva York, 2002), la auto-vigilancia es un fenómeno muy asumido en Japón. Podría decirse que viene recogida en la noción de “seken”. Para definir “seken”, McVeigh recoge diferentes 1.
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testimonios que dan su propia versión del concepto (p.103). Unos lo definen como “el mundo de los extraños invisibles”, “seken es invisible, pero gobierna a la gente”, otros lo asocian a la vigilancia en colegios y empresas que les impide comportarse mal, evita los rumores y empuja al sentido común. También hay quien dice “me hace pensar, me pregunto qué pensará la gente de mi”, y muchas mujeres jóvenes lo asocian a la presión social de casarse y formar una familia. Una de las definiciones más interesantes es la que proporciona un estudiante para el que “seken” significa “estar preocupado por lo que la gente piensa de ti y lo que tú piensas sobre ti mismo”.
Estudiantes Competitivos, Trabajadores Disciplinados: del Juego a la Empresa Pero no sólo es la autonomía personal lo que aparece de forma continuada en las tramas: la cooperación, la pertenencia a un grupo, el esfuerzo y la competición en equipo también abundan. Desde el principio de su escolarización, los estudiantes japoneses son instruidos en el esfuerzo (gambaru), la armonía del colectivo y la importancia de ser parte integrante de él, asumiendo los compromisos hacia los demás miembros que esto conlleva. La competitividad queda restringida, supuestamente, al ámbito grupal ya que la individual se asocia a la quiebra
MURPHY, Margaret Elizabeth, Creative Children: Japanese School Girl’s Narratives of Live, Tesis de Licenciatura, Universidad de Pittsburgh, 2006 2.
En inglés en el original, la traducción es mía.
del equilibrio establecido, al egoísmo, a la inmodestia, y se fomentan las relaciones jerárquicas en función de la edad (sempaikohai) entre los alumnos. La prioridad de cada uno de estos elementos del currículum oculto varía en función de la etapa del sistema educativo en la que nos encontremos. Mientras que en la educación primaria se enfatizan los elementos de socialización y concordia, en la secundaria se les orienta hacia el esfuerzo personal. D. Shwalb, B. Shwalb y K. Murata en su artículo “Individualistic striving and group dymanics of fifth and eighth grade japanese boys” (Journal of Cross-Cultural Psychology, Vol. 4, Nº 3, Western Washington University, septiembre 1991, 347-361) analizan las dinámicas de trabajo individual y en grupo de alumnos de 5º y 8º grado. Para ello les proponen construir castillos de cartas en cuatro modalidades de trabajo: individual compitiendo para conseguir apilar mayor número de cartas que los demás, individual esforzándose por utilizar el mayor número de cartas posible, en grupos compitiendo y en grupos únicamente con instrucciones de esforzarse. Los resultados revelan diferencias de comportamiento según la edad: los estudiantes de 5º grado obtienen aproximadamente el mismo rendimiento trabajando individualmente que en grupo, por el contrario los de 8º grado logran mejores resultados en condiciones individuales y competitivas. La modalidad menos
productiva es la competitiva por grupos. Estas estadísticas corroboran la hipótesis de partida: mientras que los alumnos de 5º aún están en un grado en el que la importancia de la educación recae en la pertenencia al grupo y su lealtad a la clase, los de 8º ya están dentro de lo que se conoce como “el infierno de los exámenes”, que es la etapa de la vida académica en la que los escolares se preparan para las duras pruebas de entrada a las universidades. En esta fase se orienta a los jóvenes a conseguir éxitos personales en los test y se les impele a competir en los exámenes no sólo con sus compañeros de clase, sino también con los de los otros colegios, disfrazando la competitividad individual, tan mal vista socialmente, de esfuerzo personal y auto-perfeccionamiento. La competición por equipos aún no se da en este ciclo, pero está considerada muy positivamente como se puede ver en el artículo “Competitive and comparative attitudes: a longitudinal survey of Japanese adolescents” (SHWALB, D., SHWALB, B., NAKAZAWA, J., Journal or Early Adolescence, Vol. 15, Nº 1, Sage Publications, Inc., febrero 1995, 145-168), en el que se hace una encuesta de valoración de situaciones de cooperación y competitividad entre alumnos de diversos niveles. El orden de importancia de situaciones resultante es, de mejor a peor valorado, cooperación, competición en grupo, competición no académica y competición académica. Entre los alum-
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GOKUJOU SEITOKAI (Anime Rakuen, Yoshiaki Iwasaki, 2005)
nos, los estudiantes de secundaria otorgan a la cooperación puntuaciones más bajas que los de primaria y escuela elemental, cuyas evaluaciones son similares. Una vez en la universidad, los objetivos del currículum oculto regresan a los valores sociales y cooperativos, integrando la competición por equipos, entendida como una cooperación interpersonal para obtener un beneficio para el colectivo. Aunque en principio la educación universitaria debería ser pensada principalmente como un proceso de formación académica, en Japón parece haber una especie de consenso por el que se acuerda que los estudiantes, una vez que han conseguido superar las pruebas de entrada a la universidad, merecen un periodo de descanso que les permita retornar a la vida lúdica y social, hecha a un lado durante la exhaustiva preparación de los exámenes. Brian McVeigh, en su libro Japanese Higher Education as Myth (Nueva York, 2002) recoge, sobre este tema, parte de una interesante entrevista hecha al presidente de la Tottori, una universidad estatal2:
Gokujou Seitokai es el nombre del consejo de estudiantes del instituto femenino Miyagami y representa la máxima autoridad en él, incluso por encima de los profesores. Su presidenta es Jingûji Kanade, heredera del complejo Jingûji y propietaria de la península sobre la que está construido el colegio, además de su fundadora. La serie “Gokujou Seitokai” podría ser vista como una crítica a la organización de los colegios privados, a menudo dirigidos por poderes administrativos. En ella también se hace patente la ausencia de adultos: las profesoras del instituto apenas aparecen en los capítulos y las chicas del consejo viven en el colegio lejos del control de sus padres.
Entrevistador: A menudo se ha dicho que los estudiantes estudian duro para entrar en la universidad y luego no hacen prácticamente nada una vez que están dentro. ¿Qué puede decir de sus estudiantes? Presidente: Respecto al estudio, creo que es cierto de nuestros estudiantes, pero es algo que me parece bien porque les da la oportunidad de hacer otras cosas. Espero que aprovechen la oportunidad para pensar largo y tendido sobre lo que quieren hacer con sus vidas – algo que no tuvieron oportunidad de hacer antes de la universidad porque han estado demasiado ocupados estudiando. Respecto a esto, creo que hacen bien. Muchos de ellos juegan al mah-jongg con sus amigos y toman parte en actividades deportivas. Entrevistador: ¿Quiere decir que los estudiantes no deberían estresarse demasiado por los logros académicos? Presidente: Así es. Yo mismo no estudié demasiado.
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Ésta percepción de lo que debería ser la vida universitaria parece generalizada. De hecho, los propios alumnos no suelen contemplar el factor académico como una de las principales motivaciones para entrar en una determinada facultad. En una encuesta recogida por al revista japonesa “ViVi” en 2005 sobre las razones para ir a la universidad, las tres primeras de la lista, en la que no aparece mención alguna a ningún aspecto académico, fueron: 1. Hacer un círculo de amigos, independientemente de la universidad a la que se vaya.
2. Salir por la noche, porque en el instituto no se puede. 3. Salir a beber una vez que se cumplen los 20 años con miembros del círculo propio. Está claro que la importancia del currículum en esta etapa recae sobre el proceso de socialización y el énfasis en el espíritu grupal. Los clubes de estudiantes se promocionan entre los universitarios, en ocasiones usando altavoces o pancartas y los estudiantes suelen inscribirse en un único club al que dedican todos sus esfuerzos. A menudo estas actividades tienen prioridad sobre las académicas, hasta el punto de que frecuentemente se firma a los alumnos permisos para ausentarse del aula para acudir a cualquier tipo de actividad con el club o el grupo al que pertenezcan (S. D. Warrington, “The time in between: socialization training as a learning priority for Japanese university students” en Asian EFL Journal. Professional Teaching Articles, Vol.12, mayo 2006). ¿Por qué esta permisividad? Varios autores apuntan que uno de los problemas de la enseñanza universitaria japonesa es que está demasiado orientada a la formación de trabajadores aptos para las empresas, que mantienen un sistema de empleo ficticiamente paternal que fomenta la lealtad, el trabajo en equipo y el sacrificio personal entre sus trabajadores. Luego un estudiante que forma parte del engranaje social de las actividades colectivas estará mejor preparado para la transición al mundo del trabajo; formar parte de clubes y agrupaciones se ve como un síntoma del deseo de integrarse en la sociedad, sin olvidar que estos grupos universitarios mantienen las jerarquías en base a la edad, lo que asegura un cierto carácter de obediencia y disciplina. En “The effect of hesitancy toward and the motivation for self-disclosure on loneliness among Japanese junior High school students” (2001, http://findarticles. com/p/articles/mi_qa3852/is_200101/ ai_n8940299), Matsushima y Shiomi examinan la influencia que tiene la mayor o menor disposición a revelar los sentimientos, pensamientos o experiencias a otras personas sobre la soledad en los estudiantes del primer ciclo de secundaria
DEATH NOTE (Mad House, Toshiki Inoue, 2007) (spoiler): Yagami Light es un brillante estudiante de secundaria que encuentra, por casualidad, una libreta con la inscripción “Death Note” en la portada. La libreta pertenece a un Shinigami (dios de la muerte) y al escribir en ella el nombre de una persona de la que se conozca la cara provoca su muerte. Light decide utilizar el poder del cuaderno para convertirse en el dios de un nuevo mundo en el que el crimen y la maldad humana sean castigados con la muerte. Aprovechando la posición de su padre en el cuerpo de policía accede en secreto a las fichas de asesinos y delincuentes a los que va ejecutando en la clandestinidad de la libreta. Pronto Kirâ (japonización del vocablo inglés “killer”) consigue una legión de seguidores de su filosofía del castigo. La policía japonesa, alarmada por la cantidad de criminales muertos recurre a un famoso detective, L, del que no se conoce su identidad, para que capture a Kirâ. Más adelante se descubrirá que L es también un adolescente. La base del argumento es la lucha intelectual entre Kirâ y L, que supera la capacidad de razonamiento de los policías más preparados. El mundo se divide en dos bandos bajo la influencia de dos estudiantes de secundaria.
RANMA ½ (Kitty Films - studio DEEN, Tomomi Mochizuki - Koji Sawai Junji Nishimura - Tsutomu Shibiyama, 1989): La historia comienza cuando Ranma y Genma Saotome llegan a casa de los Tendo para que Ranma se prometa con Akane Tendo, la hija menor, y herede el dojo familiar. Pronto se descubrirá que Ranma y su padre, Genma, son víctimas de una extraña maldición: cada vez que se mojan con agua fría se convierten en chica y en panda. La relación que mantienen Genma y Ranma no es un vínculo padre-hijo convencional: ambos están constantemente compitiendo entre sí para medir sus habilidades en las artes marciales. En pocos o ningún momento de la trama Genma ejerce el papel de padre, salvo para provocarle problemas a Ranma, y a menudo es Ranma el que tiene que imponer sentido común a su padre. Tampoco Soun, cabeza de la familia Tendo y compañero de entrenamiento de Genma en la juventud, es presentado como una figura patriarcal. Es Kasumi, la afable hermana mayor, la que se ocupa de cuidar a la familia.
japoneses. Para elaborar las estadísticas se utilizan encuestas para puntuar diferentes situaciones: la auto-apertura (malas experiencias, personalidad, sueños propios y experiencias exitosas), la vacilación hacia la auto-apertura (ansiedad motivada por los amigos, ansiedad hacia el receptor de la información, pérdida de la privacidad), la motivación hacia la auto-apertura (confianza, realizar los sentimientos propios, expectación de nuevas amistades) y la soledad (miedo a resultar extraño a los amigos, sentimientos de inestabilidad personal). Los resultados del estudio indican, como era de esperar, que cuanto mayor es la apertura y realización personal, menor es la sensación de soledad. Considerando además las estadísticas elaboradas en “Social self-efficacy and interpersonal stress in adolescence” (MATSUSHIMA Rumi, SHIOMI Kunio, 2001, http://findarticles. com/p/articles/mi_qa3852/is_200301/ai_ n9199513), se puede añadir a lo anterior que la confianza en uno mismo mejora la productividad y que, sobre todo en los colegios, una de las principales causas de estrés entre los alumnos es la preocupación por las relaciones interpersonales. Luego en un sistema educativo orientado a producir empleados eficientes, es necesario fomentar no sólo la confianza en uno mismo y el esfuerzo personal, sino también el deseo de pertenecer a una comunidad y el compromiso pleno con sus miembros.
Raquel Lagartos Ibáñez
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Kaomise: el teatro kabuki de diciembre en Kyoto Artes Escénicas
顔 見 世 歌 舞 伎
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El teatro Minamiza de Kyoto, situado al margen izquierdo del río Kamo a la altura de la calle Shijô, cuando llega el mes de diciembre, se infunde de una atmósfera especial. El teatro Minamiza tiene su origen en el primer cuarto del siglo XVII, y es uno de los más célebres lugares de kabuki en Japón. Los ciudadanos de Kyoto al pasar delante de él durante ese mes miran la parte superior de la fachada a ver... ¿a ver qué? Pues, a ver si se han colgado ya los famosos carteles “maneki”. No se trata de un cartel-anuncio que un occidental se imagina. Son numerosas tablas de madera en las que aparecen escritos los nombres de los actores con una caligrafía muy particular y muy efectista que llama la atención. Los kanjis (caracteres ideográficos) que indican los nombres de los actores están escritos con unos trazos vigorosos de tinta china negra en forma cuadrada, y esa manera de escribir – o quizás dibujar— los kanjis por si sólo se ha convertido en el icono que anuncia una función, una función especial de kabuki de diciembre, conocido con el nombre de kaomise, que significa literalmente “mostrar los rostros”.
Es indudablemente uno de los acontecimientos más esperados del año. Con el kaomise, los de Kyoto sienten la llegada del último mes del año, pero a su vez, presienten la proximidad del año nuevo, como si el kaomise lo provocara. El teatro kabuki nace como entretenimiento meramente popular y se desarrolla apoyado por la cultura ciudadana –nada del mundo cortesano ni elitista— durante el periodo Edo. Sus gestos, a veces exagerados y dinámicos, y a veces delicados y sensible; sus vistosas vestimentas; sus maquillajes; incluso capaces de trasformar a un actor en una actriz –en el teatro kabuki sólo actúan hombres—, dan vida a esa fantasía vibrante, ese teatro para el disfrute de la gente popular en su origen. En la actualidad, un actor de kabuki nace en familias de actores, como hace siglos; desde niño practica el teatro; aprende de sus mayores el modo de caminar, bailar, cantar y actuar en ese mundo de kabuki. Es una vida sumamente dura para los niños y jóvenes, pero esa tradición familiar, inculcada así desde la cuna, constituye los pilares del teatro kabuki. De esa manera
algunos actores se han convertido en categoría de los “míticos” y otros considerados como “tesoro viviente” en Japón. Un joven formado bajo la atenta y severa mirada de sus maestros tras años de entrenamiento alcanzará la madurez suficiente de ser un “adulto”, es decir, ya actor “reconocido”. Ese reconocimiento se celebra recibiendo el nombre artístico de otro actor anterior famoso, conocido este acto con el nombre de shûmei 襲名. Es un momento de gran honor para el joven actor. Con frecuencia, durante la temporada de kabuki de diciembre en Kyoto, es decir, en el kaomise, se da publicidad de ese nuevo nombre shûmei-hirô 襲名披露. En efecto, en la temporada de kaomise de diciembre de 2007, el teatro Minamiza acogió esta celebración. Nakamura Kin’nosuke II acaba de nacer. Arropado por sus maestros, dentro de una obra teatral, se inserta la presentación del nuevo actor hecho y derecho con la ovación del público. Una de las obras que el pasado diciembre se representaron con la participación del recién “nacido” Kin’nosuke fue el célebre Kanjinchô . La historia representa uno de los sentimientos más tradicionales del pueblo japonés; valor de lealtad y fidelidad al señor, que incluso puede conmover el corazón del enemigo o adversario. La historia de Kanjinchô la resumo brevemente del modo siguiente para comprender ese sentimiento tan japonés a través del teatro kabuki. En los últimos años del periodo Heian (794-1192), gobernado por el emperador y por la nobleza, los guardianes de sus terrenos en provincias comienzan a obte-
ner mucho poder como guerreros, lo que provoca el origen de la casta samurai. Las familias Taira (Heike) y Minamoto (Genji) fueron dos bandos de samurai que luchaban para obtener el control del país. Los Taira con la política de casar sus hijas con los príncipes herederos intentaban conseguir el poder; pero finalmente los Minamoto ganaron las batallas decisivas, sobre todo la librada en el mar interior de Japón, conocida como la batalla de Danno-ura (1185). La cabeza visible de los Minamoto era Minamoto Yoritomo, quien fundará el nuevo gobierno, el primero de los guerreros samurai, estableciendo el sistema del shogunato (capitanía general) en Kamakura. Esto marcará el inicio del periodo Kamakura (1192-1336). Su hermano menor, Yoshitsune, héroe de las batallas decisivas contra los Taira, aceptaba puestos honoríficos que le ofrecía el emperador, sin pasar el visto bueno de su hermano mayor, pero de modo totalmente inocente. Este hecho fue inicio del conflicto entre los dos hermanos, o más bien le creó recelo y sospecha al hermano mayor, el nuevo shôgun (capitán general). Cuando Yoshitsune iba a saludar a su hermano mayor a Kamakura, fue repudiado por él, e incluso fue objeto de una orden de busca y captura. Yoshitsune, protegido por un monje guerrero, con aspecto de fuerte guardián, llamado Benkei, elige un camino hacia el norte de Japón escapando del hermano mayor. Ese momento es narrado en esta obra Kanjinchô. En el portazgo del país de Kaga, en el norte de Japón, el funcionario tenía recibido el aviso del probable paso de Yoshitsune por ahí. Yoshitsune acom-
pañado de su fiel Benkei y otros siervos, todos disfrazados de monjes de montañas, intentan cruzar el portazgo. Ante la sospecha del funcionario jefe del lugar, Benkei, coge un rollo de papel blanco como si fuera la carta credencial, kanjinchô, otorgada a los monjes peregrinos que piden donativos para el templo mayor de Nara. Lo lee en voz alta como si fuera escrito ese texto allí para justificar su viaje. El funcionario permite su paso aunque su duda continuaba, pero en ese momento, el ayudante suyo sospecha de Yoshitsune por su parecido descrito en la orden de captura, y vuelve a detener a todo el grupo. Benkei, el fiel, en ese momento, sin dudar ni un segundo, da azotes severamente con un largo palo que llevaba en su mano a su señor Yoshitsune, reprochándole su torpeza al caminar, para que vieran que el joven amonestado no podía ser su amo. El oficial, que se había percatado de que realmente eran Benkei y Yoshitsune, conmovido por el heroico acto del fiel y leal guerrero Benkei, permite el paso de todos como inocentes. Finalmente, para pedir disculpas por haber sospechado de ellos, el funcionario del portazgo ofrece una taza de sake a Benkei, quien la acepta. A cambio, Benkei ofrece un baile de agradecimiento. La escena termina con el famoso paso de Benkei, tobi-roppô 飛六方; se marcha dando seis saltos con grandes gestos de alegría contenida y agradecimiento, por el pasillo lateral del escenario, hana-michi. El público no pudo contenerse en ese momento, entre grandes ovaciones se oyeron exclamaciones: “¡Kôraiya! ¡Kôraiya!” Yayoi Kawamura
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u k i a H Si consultamos tablas de progreso y desarrollo en algún manual actualizado de economía - se me ocurre Geografía Económica de Alban d’Entremont - encontraremos en los primeros puestos un pequeño país situado frente a la inmensas costas orientales de la China. Resulta difícil explicarse cómo un país como Japón, en el que hasta mediados del siglo XIX el tiempo se había detenido en la Época Feudal, puede tan sólo ciento cincuenta años después ser uno de los países más desarrollados y avanzados tecnológicamente del mundo. Sin embargo, el país de Sony y Nintendo ha sabido, al menos hasta las últimas generaciones, conservar la riqueza cultural del pasado con los adelantos del futuro.
Pero, ¿cuál es ese legado milenario que se esconde en el corazón de la civilización de los trenes bala y los autómatas? ¿Qué caracteriza la cultura tradicional del país del Sol Naciente? El cine ha respondido a estas preguntas dándonos a conocer uno de los modos de vida y concepciones filosóficas más fascinantes de la historia, el Camino del Guerrero, el Bushido (武 士道). Y sin embargo, a pesar de la importancia del Camino del Samurai en la cultura japonesa, lo que verdaderamente caracteriza a esa civilización milenaria es simple y llanamente su sencillez. Hace unos años, hablando con el instructor de JKA (Japan Karate Association) Ricardo García Mendaya; éste me comentó: “Si China es un templo con cien dragones y ornamentos dorados en las paredes, Japón es una mesa austera con un crisantemo.” Hoy pienso que quizás incluso sobrase la flor nacional, pero la bonita reflexión del maestro nos permite acercarnos de una forma exquisitamente plástica al concepto. La sencillez, la magia de lo sencillo, de lo mínimo; sin excesos, sin artificio… sólo puede quedar la verdad. Y si algo capta y articula el maravilloso concepto de la sencillez eso es el haiku (俳 句), la verdadera quintaesencia de Japón.
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La complejidad de lo sencillo
A simple vista el haiku no es más que una pequeña composición poética con un esquema métrico 5-7-5 en la que se describe una escena estacional, preferiblemente en la naturaleza, que llama la atención del poeta. A simple vista… Pero nada mejor que un ejemplo del maestro Matsuo Basho (芭蕉) (1644-1694), uno de los poetas más importantes del periodo Edo.
Furu ike ya kawazu tobikomu mizu no oto
Vieja charca
espectáculo, mientras una pequeña rana aparece entre los arbustos y salta hacia su baño. Si lo consiguiésemos Basho podría darse por satisfecho, pues como una vez escribió William J. Higginson: “El propósito último de leer y escribir haiku es compartir momentos de nuestras vidas, experiencias y percepciones que ofrecemos o recibimos como regalos. Después de todo, este es el fin último de todas las artes y especialmente de la literatura.” (Traducción libre del autor del artículo.) Últimamente se ha puesto de moda escribir haiku en español e incluso RENFE ha organizado un curso. En un primer momento me sentí un poco reacio ante esta idea, pues pensaba que podría alterar la auténtica esencia del haiku. Hoy en día no dejo de guardar ciertos recelos, pero indudablemente el poder salvar los obstáculos del idioma puede ser un gran aliciente para que la gente se acerque y descubra el simple pero a la vez complejo mundo del haiku. ¿Cristalizareis momentos de vuestra vida en tres simples líneas de escritura? ¿Quién se anima? De momento, aquí va el mío…
una rana salta. Sonido del agua.
(Traducción del autor del artículo)
”¿Ya está?” podría pensar el que por primera vez lea un haiku. Puede que sí, o puede que no. Porque si vuelvo a leerlo y cierro los ojos, escuchando atentamente, casi puedo sentir el sonido del chapoteo de la rana al entrar en el agua. Y quizás, alguna vez, con un poco de suerte, podamos imaginarnos una pequeña charca en el Japón de la Era Genroku (1688-1703) en la que el lodo ha enturbiado el agua durante los últimos días de primavera. Y allí, de pie junto al agua, Basho contempla el
Mori no naka kaze to gunyô nami wa nashi
En medio del bosque hojas en el viento. No escucho las olas.
Tsubaki Nijuurou
¡APRENDE JAPONÉS! Lección 2: Hablar con Cortesía Keigo
これは、いくらですか El japonés es un idioma que otorga una especial importancia a las fórmulas de respeto y cortesía. Esto no deja de ser una consecuencia del carácter extremadamente respetuoso del pueblo japonés, pues una lengua es siempre un reflejo de la sociedad en la que se habla, de su gente y su cultura. Por tanto, para el estudiante de japonés, es importante conocer la relación social de la vida nipona. Hoy vamos a aprender, o por lo menos intentar a entender este complicado modo de expresar de los japoneses. La actitud de cortesía y respecto se expresa a través de tres tipos de lenguaje: - Lenguaje de cortesía. - Lenguaje de humildad. - Lenguaje de respeto. Se usan estos lenguajes para diferenciar posición, sea personal o social; por ejemplo para hablar con los clientes, con los maestros o con los jefes, y también para tratar con los desconocidos o con las personas de mayor edad respecto a ti, etc. Los japoneses manejan estos registros desde pequeños pues su aprendizaje y enseñanza comienzan ya en el hogar familiar mucho antes de acudir a la escuela. Podemos tomar como ejemplo las fórmulas de saludo. Uno no saluda del mismo modo a un amigo que a un jefe: a tu jefe: おはようございます。 Ohayô gozaimas (¡Buenos días!) a tu amigo:おっす、おはよう。 Oss, ohayô (¡Buenos días!) Brevemente os explico cómo son estos tres lenguajes. - Lenguaje de Cortesía Este es el lenguaje más normal para ha-
blar correctamente con cortesía. Se usa ampliamente este lenguaje en las conversaciones. Casi equivaldría en caso de español al modo de hablar con “Usted” en lugar de tutear. Las formas son -des, -mas y -gozaimas en las terminaciones de los verbos. cha 茶 → o cha iku
お茶 (té.)
行く→ ikimas 行きます (ir.)
- Lenguaje de Respeto Se usa cuando las acciones y el estado del tema suceden a las personas que se encuentran en una situación superior al parlante. Expresa el objeto o el acto perteneciente a esa persona con mayor respecto. Normalmente Los sustantivos llevarán un prefijo “o” o “go”, que significa como “honorable” o “apreciable”; y en cuanto a los verbos, se usan otros distintos con el mismo sentido esencial pero con respeto. kuruma 車 → o kuruma (coche)
お車
iku 行く → oide ni naru おいでになる (ir) - Lenguaje de Humildad Se usa cuando el protagonista de acción (yo) quiere mostrar el respeto y cortesía al contrario humillándose a si mismo deliberadamente. De esta manera, los sustantivos llevarán un prefijo que tiene la connotación de “insignificante” o “sencillo” como el caso de “so-” del ejemplo siguiente. Como el caso del lenguaje de respeto, se usa otros verbos más sofisticados que expresa la humildad de ese acto. cha 茶 → so cha
粗茶 (té)
iku 行く→ ukagau
伺う (ir)
Estas fórmulas se practican en el ámbito fuera del familiar, sobre todo en el trabajo.
Si una persona maneja bien las fórmulas de cortesía o se desenvuelve hábilmente en las conversaciones usando estos lenguaje, está revelándose como una persona educada y tendrá mayor consideración, por ejemplo en el mundo laboral o académico. No obstante, en los últimos años el keigo, hablar con cortesía y respeto, ha ido perdiendo su cierta importancia, debido a las tendencias sociales y culturales de dar menor importancia a la jerarquía social, y extender la igualdad, o simplemente al aflojamiento de costumbre ya desde el núcleo familiar, lugar de aprendizaje de todas las cosas. No es nada fácil manejar estos lenguajes de cortesía, de respeto y de humildad en japonés, incluso a los jóvenes japoneses; no digamos a los extranjeros. Así que no perdáis vuestro ánimo para aprender japonés.
FRASES DE HOY
¿Cuanto cuesta esto? Kore wa, ikura desuka.
これは、いくらですか。
Esto cuesta 1.000 yenes. Kore wa sen-en desu.
これは、千円です。
Ryota Mori
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Four- sided pyramid 1997
el haiku y el arte minimal Esta es la cuestión prioritaria a la hora de abordar cualquier parangón con cualquier tipo de arte. En este caso, quiero hablaros de las similitudes entre el poema japonés haiku y el arte minimalista de los años 60. Este último, aunque sea a grandes rasgos, todos lo conocéis, por lo tanto, quiero hablaros primordialmente de aquello que comprende a la literatura japonesa y concretando, a esta forma particular de hacer poesía: el haiku. La forma simple y a la vez complicada del savoir faire japonés.
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Arte
Hay muchas definiciones distintas para este término; algunas más poéticas y otras más lineales, pero en lo que todos coinciden es que el haiku es una forma mágica de describir la realidad. Se trata de una forma poética muy simple y corta, de cuatro versos, que describe una acción, casi siempre cotidiana o de la naturaleza. Está compuesto predominantemente de sustantivos con un solo verbo, ya que prescinde de las descripciones y en su forma más pura contiene tan sólo 17 sílabas, compuestas de 5 + 7+ 5.
Para entender el haiku, debemos entender una forma de sociedad, de vida y de arte. El mundo japonés desde mucho tiempo atrás. “La cultura japonesa puede compararse a una ostra que se abre ante los repetidos embates del océano y convierte la arenilla continental en perlas” (STANLEY-BAKER, Joan, Arte japonés, Destino, Barcelona, 2000, p. 7). Esta bella comparación es debida a la capacidad que desde antiguo el arte japonés tuvo para un eclecticismo especial convertido en genuino. Los japoneses absorbieron la cultura y el arte de Corea, China, de los Mares de Sur e incluso de Europa y América. Pero no se hizo a modo de copia, sino que estudiando y asimilando, transformaron esas fuentes y las hicieron suyos. Por supuesto, los japoneses gozan de una gran riqueza cultural propia. Su filosofía y pensamiento están imbuidos de sutileza, simplicidad, patetismo abstracto y vulnerabilidad de la vida propia y en la de toda la humanidad. Así, muestran en su arte y en su poesía emotividad, sentimiento y un constante desapego a la idea de eternidad o permanencia. Partiendo de estas premisas, ya tenemos contenido para asimilar las similitudes con el arte minimal de Estados Unidos en los años 60, que nace como reacción al expresionismo abstracto que imperaba en el momento; cargado de emotividad y
sentimientos contrastados de los artistas. El arte minimal trataba de concentrar su arte en el propio objeto artístico, dejando fuera todo lo externo, todo lo superfluo. Así, las formas simples y los colores neutros eran los más apreciados. Ni que decir tiene, por lo tanto, que está muy ligado a la percepción de la belleza en Japón, que está presente en todas las cosas naturales, haciendo que para el artista la imperfección y lo natural sean una cualidad en su obra; así como el cultivo del sentido de la paz y la armonía; la calidez y la comodidad. De ahí sus estancias con paredes desnudas y los haikus. Mediante el arte japonés, basado en todos los preceptos anteriores, vemos toda la cosmología de su cultura, que principalmente, está estructurada sobre la huella de la filosofía zen, que trata la realidad como vacío; el zen es la fuerza creadora desde la que surge el mundo y todos los seres vivos. Todo lo zen es minimal; la pintura, la arquitectura, el arte de los jardines, la ceremonia del té... todo meticulosamente simple, creado bajo los designios de lo natural, lo imperfecto y lo espontáneo. Esto incluye también a la poesía, por supuesto, y más concretamente al haiku, donde los poemas son la exaltación de breve intensidad de un momento determinado. El poeta no dice su parecer sobre algo, sino que las cosas se dicen por si mismas. Se prescinde de todo lo retórico de la poesía que en Occidente se entiende por tradicional; no hay ni momentos históricos o espaciales concretos ni excesiva verbosidad. Se trata de una imagen esbozada que eterniza sensaciones concretas planteadas desde la realidad y la naturaleza. Utukushiya hibari no nakishi atono sora Muy hermoso Cantó una alondra En aquel cielo. (KOBAYASHI, Issa, Cincuenta haikus, traducción de Ricardo de la Fuente y Shinojiro Hirosaki, Hiperión, Madrid, 1986, p. 32.)
Vemos en este ejemplo de Issa Kobayashi esa ventana abierta a la realidad, sin el sentido sentencioso de la poética occidental, y completamente inspirada en fenó-
menos naturales. Su escueta expresividad está llena de matices y del hondo sentimiento de alegría al percibir la llegada de la primavera, y la lectura del mismo supone en sí un arte. Las estaciones del año es el tema más recurrente en el haiku, así como en todo el arte japonés; de hecho, la literatura y las artes plásticas están muy ligadas entre si. Contemplar una obra pictórica japonesa es como leer un haiku y viceversa. Entendemos así la unión de toda la estética, pensamiento y planteamiento de vida de Japón, con una sociedad bien diferente a la que tenemos en Occidente. El haiku se remonta a muchos siglos atrás y es una práctica muy extendida entre los hombres cultos. Sus raíces son la confluencia de pensamientos diversos como el taoísmo, el confucionismo y el ya mencionado budismo zen, que es su fuente principal. En un principio era algo de literatos y estudiosos, por lo tanto, el pueblo llano apenas lo conocía. El gran maestro del haiku fue Bashô (1644-1694), y gracias a él este género literario cobra otras dimensiones. Durante el Siglo. XVIII cuando se convierte en algo más popular e incluso a veces trivial. En el siglo siguiente hay un estancamiento en la evolución; aparecen influencias occidentales en todos los aspectos culturales debido a la llegada de la era Meiji (1868-1911).
古池や 蛙飛び む 水の音
Furu ike ya kawazu tobikomu mizu no oto
<<Un viejo estanque. Se zambulle una rana: ruido del agua.>>
Matsuo Basho (芭蕉) (1644-1694)
(traducción de Antonio Cabezas)
Aún así, apareció un personaje que intentó renovar el haiku; su nombre era Shiki Masaoka (1867-1902) y no solamente escribía poemas sino que hablaba de ellos en artículos de prensa y libros. Fue el renacer del haiku después de un momento de recesión para su historia, pero como todo renacer vino con ideales distintos: Shiki hablaba mucho del gran maestro Bashô pero no de una manera admirativa sino crítica. Conmocionó a Japón entero ya que para todos, la literatura de Bashô era la más influyente y magistral. Shiki quiere volver al camino de la belleza pero depurándola de todo tipo de religión, panteísmo, misticismo o zen. Es agnóstico, de carácter activo e inquieto, hecho que contrasta con la serenidad y la fe de Bashô. A partir del siglo XX aparece una nueva corriente que incluye palabras occidentales o chinas, pero siempre siguiendo la es-
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Corner wall nº6
tela de Shiki. Actualmente hay publicaciones dedicadas exclusivamente a los haikus y los jóvenes poetas están nuevamente interesados. Ya expuse anteriormente que había ambiente minimal en casi todos los ámbitos del arte en Japón y que no es algo exclusivo de la literatura. La jardinería zen, por ejemplo es una perfecta muestra de ello. Se trata de jardines destinados a la meditación donde desaparece el agua y se reduce la vegetación; priman las rocas y la gravilla. Se pueden distinguir dos tipos: el abstracto, donde la protagonista es la gravilla, que puede simular agua, y las rocas cuidadosamente colocadas (el famoso jardín de rocas del templo Ryôanji, Kyoto); y el simbólico donde la gravilla y rocas hacen alusión a caminos y obstáculos de la vida (el jardín del templo Daisen-in, en Daitokuji, Kyoto). Como vemos en este ejemplo de arte de jardín, efectivamente el arte minimal no es patrimonio de los americanos de los 60 del siglo XX, sino que los japoneses, tanto en su literatura como en el resto de las artes, tienen un marcado carácter de sencillez y concisión desde hace muchos siglos. Ahora bien, también es justo decir que el movimiento de arte minimal en Occidente parte de la inspiración en esta cultura lejana, pero
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no bebe únicamente de ella, sino se enriquece de las propias experiencias del arte occidental. Los principales artistas minimal son Carl Andre, Dan Flavin, Robert Morris, John McCracken, Donald Judd y el enigmático Sol le Witt. Todos ellos comparten características comunes como el lenguaje estricto, la no ornamentación, la luz activa sobre el material y por extensión sobre la obra, la expansión del volumen. Son particulares que podemos extrapolar claramente a lo visto en el arte japonés de los jardines y en la forma estética de los haikus. Los objetos minimal son barreras visuales; se centran más en la función, remitiendo al constructivismo ruso, y en el entorno, el paisaje y el espacio que conforman un todo junto con la obra. Buscan las formas espaciales simples, las formas reducidas, el carácter serial y continuo… ya no estamos ante un arte racional sino que se abstrae y convierte la obra en algo que habla por si misma; la obra tiene su propia vida y presencia para cada espectador sin tener en cuenta el estado anímico ni las creencias del artista creador. Esta tendencia no vino dada sin más; las transformaciones sociales que hubo en Norteamérica del 1945 al 1968 afectan mucho a la concepción del arte y los medios
Dark to light
de comunicación, cada vez más rápidos y divulgativos que convirtieron en moda las nuevas y extravagantes ideas de estos jóvenes rebeldes. Quien primero se dio a notar en los medios fue un artista nacido en el 1936 llamado Frank Stella. No se trata de un representante primordial en el minimalismo pero sí es uno de los principales personajes que rompen con las coordenadas anteriores y se lanzan a un nuevo estilo. Lo hace a través de sus Black Painting, que se clasifican inmediatamente por su simplicidad y pobreza de expresión. No atiende a cuestiones de composición, prefiere las líneas rectas e uniformes, prescinde del marco, tiene un marcado carácter plano y niega la representación como algo simbólico. Suya es la famosa frase que revolucionó el arte del momento: “Lo que ves es lo que ves”. La primera exposición de arte minimal fue a cargo de Enno Develing para el Gemeentemuseum de la Haya en 1968. Se trata de una muestra temporal donde todos los artistas del minimalismo muestran sus trazos comunes a pesar de la visible distinción de procedencias. El arte minimal, es pues, una representación abstracta de una realidad creada a partir de un todo; ya no hay soportes ni barreras. Todo se extrapola a un carácter
momentáneo y efímero, como la filosofía zen, el arte japonés inspirado en la misma y por supuesto, el haiku. Brevemente, voy a hablaros de los dos ejemplos más representativos de cada elemento a analizar; Bashô en el haiku y Sol le Witt en el minimalismo. Bashô Matsuo (1644-1694) considerado uno de los más grandes poetas de todo el país, no pretendió hacer literatura de joven. Es educado por su familia acomodada y entra en servicio de un guerrero samurai, pero pronto abandona y ahonda en las profundidades de la literatura y la poesía, y asimismo, la filosofía zen. A medida que aumenta su religiosidad aumenta la calidad de sus poemas. Su condición de monje le hace llevar una vida aséptica y austera, lo que conlleva también un especial apego por la naturaleza y su cambio constante: temática principal de sus poemas. Después de haber escrito los mejores haikus de la historia y haber creado escuela con discípulos muy válidos, Bashô escribe un último poema en el 1694, en su lecho de muerte, para hacer constancia de su conciencia ante su destino. Tabi ni yande yume wa kareno o kakemeguru.
Habiendo enfermado en el camino, mis sueños merodean por páramos yermos. (MATSUO, Basho, Haiku de las cuatro estaciones, introducción y traducción de Francisco F. Villalba, Miraguano Ediciones, Madrid, 1986, p. XIV.)
Sol le Witt (1928-2007) además de ser uno de los mayores representantes del arte minimal es un visionario de su época y uno de los mayores artistas de todo el arte contemporáneo. Su relación con Japón es muy directa ya que hizo el servicio militar allí y trabajó como dibujante para I. M. Pei, arquitecto norteamericano de origen chino. Licenciado en Arte, no aspiraba a otra cosa que a pintar pero pronto su estilo se transformó y comenzó a hacer sus famosas esculturas minimal que dieron la vuelta al mundo. Son las Wall Structures; objetos geométricos y monócromos que estaban a medio camino entre la escultura y la pintura. A partir de ahí, que corrían los años 1962 y 63, no ha parado de exponer su obra en todo el mundo. Su arte, a pesar del tiempo, no deja de sorprender, además de que ha evolucionado y cambiado con las nuevas tendencias. Olga Pastor Alvarado
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Entrevista a
E
Shu Taira
l pasado 14 de diciembre el Maestro Shu Taira recibió un sentido y sincero homenaje de parte de sus alumnos y amigos en el Hotel Reconquista de Oviedo. La ocasión no podía ser más especial y entrañable, cumplidos ya los 65 años el Maestro Taira dice adiós de manera oficial al mundo del judo aunque, como no podía ser de otro modo en alguien que ha entregado su vida a esta disciplina marcial, seguirá vinculado a ella. Nos reunimos con el Sr. Taira para descubrir a la persona que se esconde tras el maestro.
Comencemos hablando un poco de su vida en Japón, sus recuerdos de infancia. Usted nació en 1942 por lo que, siendo muy niño, le tocó vivir momentos muy difíciles de la historia de su país. ¿Qué recuerdos conserva de entonces? Es curioso porque yo solamente tenía tres años cuando terminó la Segunda Guerra Mundial pero tengo ciertos recuerdos que han quedado grabados vivamente en mi memoria. Recuerdo la imagen de un señor en moto circulando por el barrio que avisaba de los bombardeos con un megáfono. En el jardín de nuestra casa, y prácticamente en todas las viviendas de Japón, teníamos un refugio antiaéreo, con suelo de tatami, para protegernos de las bombas. Por suerte nací en el norte de Japón, en Asahikawa, Hokkaido, y allí apenas sufrimos ataques durante la guerra. El día 15 de agosto de 1945 lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Ese día toda la familia se reunió en la salita de la casa para escuchar el discurso del Emperador Hirohito. Yo sólo era un niño, como tal no era consciente de la situación, me entretenía jugando en la mesa. Pero recuerdo la reacción de mis familiares y lo mucho que me impresionó la voz grave y delicada del Emperador.
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Desde 1945 hasta el 28 de abril de 1952 Japón fue ocupado por las Fuerzas Aliadas comandadas por Estados Unidos. ¿Cómo vivió la posguerra?
Lo más significativo de esa época era la escasez de comida en todo el país. En nuestra casa quizá fue más llevadero pues mi padre era sacerdote budista y los fieles siempre tenían el detalle de llevar algún alimento a casa. Recuerdo una anécdota durante la ocupación protagonizada por mi padre. Era invierno y había nevado mucho. Mi padre cruzaba un puente y se encontró con unos soldados americanos que habían bebido bastante. La gente en Japón tenía miedo de los americanos pues tenían fama de violentos y bebedores, algunos incluso abusaban de las mujeres. Los soldados empezaron a avasallar a mi padre y le quitaron el gorro para reírse de él. Mi padre como buen sacerdote, no creía en la violencia, pero dio una lección a aquellos soldados tirándolos al suelo con técnicas de judo pero calculando que no se hicieran daño; sólo pretendía que dejaran de abusar de su poder. La cosa pudo ir a mayores cuando llegó la Policía Militar, pero, afortunadamente, mi padre había dado clases de judo a uno de los superiores y éste intercedió por él. El judo es algo que a usted le viene de casta, su padre Tsuson Taira era una gran autoridad en la materia (8º dan) ¿Siempre tuvo claro que se dedicaría profesionalmente a esta disciplina marcial? (El Maestro Taira se ríe antes de responder). Ahora sé que esto era algo que mi padre, desde que yo era pequeño, tenía planeado para mí. Mi hermano mayor, por tradición, debía seguir los pasos de mi padre como sacerdote así que yo era el único de los hermanos que tenía que estudiar judo por obligación. Imagínate con sólo 10 años tener que caminar dos kilómetros
El Maestro Taira realizando una técnica en el dojo universitario
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ño... lamentablemente todo eso ya ha desaparecido con la construcción de nuevas casas. Llevo 40 años fuera de Japón y después de tanto tiempo la añoranza va desapareciendo. Curiosamente cuando estoy en Japón sí que hecho de menos España. Usted ha sido uno de los grandes impulsores del judo en España. ¿Por qué decidió dedicarse a la enseñanza? ¿No se sentía atraído por la competición? La competición es un periodo muy corto en la vida de un deportista y, obviamente, puede reportar satisfacciones muy intensas; en cambio la enseñanza nunca termina y resulta más gratificante porque tus enseñanzas perviven a través de tus alumnos, a quienes has visto crecer como personas y evolucionar como deportistas.
El Maestro Taira con Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo bajo el frío y la nieve para llegar al dojo. Estamos hablando de temperaturas de 15 a 20ºC bajo cero, sin calefacción, entrenando 5 horas diarias; mucho esfuerzo y mucha dedicación. Por aquel entonces lo odiaba, sin duda. Pero después empezó a gustarme y decidí dedicarme al judo en cuerpo y alma. ¿Qué le impulsó a salir de Japón y por qué decidió establecerse en España, concretamente en Asturias? A los 25 años salí de Japón con la intención de pasar unos meses viajando para conocer Occidente. Estuve en Francia y en Suiza antes de llegar a Madrid, donde residía un compañero mío de la universidad llamado Takeda, que también hacía judo. Takeda acababa de abrir un gimnasio de judo en Oviedo y necesitaba un profesor así que me ofreció el puesto. Yo acepté; no tenía la intención de establecerme definitivamente aquí pero, entonces conocí a mi mujer y me casé. Podríamos decir que fueron una serie de circunstancias las que me trajeron a Asturias; no fue algo que yo hubiera planeado.
Usted ha escrito varias obras sobre judo, textos oficiales de la Federación Española de Judo que aún a día de hoy siguen siendo muy demandados por los estudiantes. ¿Es tan importante la palabra como la acción? Suelo decir que la práctica sin teoría es pura rutina, pero la teoría sin práctica es una utopía. El secreto está en el equilibrio entre ambos: práctica y teoría. Tengo entendido que actualmente está preparando un nuevo libro. ¿Qué puede comentarnos de este nuevo proyecto? ¿Cuando se publicará? Hace ya tiempo publiqué un manual interno para monitores de la Federación Española de Judo. En 1992, con motivo de la celebración de las Olimpiadas en Barcelona, el C.O.E. editó en colaboración con El Corte Inglés una colección sobre todos los deportes olímpicos. Yo escribí la obra dedicada al judo, dos tomos que se agotaron rápidamente. Debido al éxito de ventas me pidieron una segunda edición de la obra pero en ese momento no me pareció oportuno porque tenía la intención de mejorarla y ampliarla. Así que el proyecto que ahora tengo entre manos es el fruto de todo ese trabajo de amplia-
ción. Su publicación está prevista para las Navidades de 2008. Para mí supone mi regalo de agradecimiento al judo español por el buen trato y el cariño que me ha dispensado durante estos 40 años. En Asturias y en España en general apenas había un colectivo judoka cuando usted llegó en los años 70. Algunos jóvenes practicantes comenzaban a destacar por aquel entonces. Hoy el nivel del judo en España es muy alto, es el deporte individual con mayor número de licencias y contamos con varios campeones olímpicos. ¿Cuándo usted comenzó a impartir clases imaginaba que un país sin tradición pudiera llegar tan lejos? Realmente no imaginaba que el judo español pudiera alcanzar el alto nivel que tiene actualmente. Es el fruto de muchos esfuerzos, de mucha entrega y de muchos sacrificios, pero sobre todo, es el resultado de una política federativa muy buena. ¿Cómo ve el panorama actual del judo en Asturias? El judo asturiano tiene prestigio a nivel nacional por su alta calidad técnica. Los judokas asturianos destacan por su perfeccionismo técnico. En competición hay clubes que están esforzándose por destacar. El problema viene a partir del nivel senior. No hay infraestructuras, los jóvenes prefieren dedicar su tiempo al ocio y no a un deporte de sacrificio. Esto suele suceder en las provincias. En Madrid y en Barcelona también sucede, claro está, pero al tener un número de practicantes mucho mayor siempre acaba despuntando alguno. No obstante, quiero aprovechar para felicitar a los directivos asturianos por la buena labor que están llevando a cabo. En el 2008 el judo tiene una cita señalada en Pekín ¿Cuáles son las posibilidades del equipo español?
Tras tantos años en Asturias, lejos de su país, habiendo desarrollado aquí su carrera profesional y habiendo fundado una familia ¿sigue añorando Japón? En japonés tenemos la palabra furusato que expresa el concepto de tierra natal. Añoro los campos de mi infancia, el río en el que me bañaba cuando era peque-
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Shu Taira con su esposa en el homenaje organizado por sus alumnos y amigos.
En judo femenino Isabel Fernández seguro que conseguirá alguna medalla. También apuesto por Ana Carrasco, una joven que recientemente quedó subcampeona en la Copa Jigoro Kano de Japón, en la categoría de menos de 52 kilos. La importancia del aspecto filosófico y espiritual del judo, de las artes marciales en general, es vital para comprenderlas en su verdadera dimensión. Es obvio que el carácter japonés es muy diferente del español. Muchas veces los occidentales sólo nos quedamos en la superficie, ¿cree que un occidental puede llegar a sentir el judo como un japonés? Para la mayoría de los occidentales el judo es sólo un deporte de lucha, pero sí hay una minoría que busca otra dimensión, otro fin, en el judo. La pregunta plantea un tema complicado y en el que hay opiniones para todos los gustos. Personalmente creo que sí. La belleza de una flor resulta hermosa tanto aquí como en Japón. La filosofía del judo es muy senci-
lla: se trata de construir personas positivas y que cumplan un fin con la sociedad. Yo tengo alumnos occidentales que creo que han comprendido el espíritu del judo en su verdadera dimensión; son personas que tienen un sentimiento hacia el judo muy profundo: sentido del respeto, honradez, seriedad... No obstante, todo es una cuestión de sensibilidad. Yo conocí a un torero japonés, hijo de japoneses emigrados a Perú. Este hombre era un apasionado de los toros, se esforzaba y, podría decirse, que era bueno toreando. Pero había algo que no encajaba. Sin embargo, tuve un alumno de 53 años que no era técnicamente perfecto, ni mucho menos, pero tenía una sensibilidad extrema para vivir el judo; podría decir que lo sentía como un auténtico japonés. Hoy mismo, en unas pocas horas, sus amigos y alumnos se reúnen en el Hotel Reconquista para rendirle homenaje con motivo de su jubilación. ¿Cómo se plantea el futuro, Señor Taira? Supongo que es imposible “jubilarse” del
Nace en Asahikawa al norte del Japón el 22 de julio de 1942. Comenzó a practicar judo a la edad de 11 años. A la edad de 15, 16 y 18 años alcanza el Primer, Segundo y Tercer dan respectivamente.
judo, sobretodo cuando es más una forma de vida que un deporte. Evidentemente jamás podría retirarme del judo por completo porque forma parte de mi modo de ver la vida. Sin embargo, siempre llega un momento en el que uno ha de despojarse del traje de judo por cuestiones de salud. Durante 40 años trabajé horas y horas durante todos los días de la semana preparando y dando clases, organizando competiciones... Cuando lo pienso detenidamente me doy cuenta de que eso no es calidad de vida, sobre todo para mi mujer. Ella se merece un respiro, y yo también. Tengo muchas ganas de retomar aficiones como la pintura. Me apetece practicar taichi, viajar... No voy a negar que me cuesta abandonar esas rutinas que he estado manteniendo durante 40 años. Aún así seguiré en contacto con mis alumnos para aconsejarles y ayudarles con mi experiencia en todo lo que pueda. Marián Bango Amorín
Biografia
En 1961 ingresa en la Universidad Toyo (Tokyo) y pertenece al club de judo universitario donde el maestro Toshiro Daigo, entonces 8º dan, era el Shihan. En 1965 ingresa en el grupo de teatro “Mingei” y actúa en teatro, cine y televisión. En julio de1967 viaja a Francia y Suiza finalmente llega a Madrid para visitar al sempai Masurao Takeda del mismo club universitario. En septiembre se traslada a Oviedo para dirigir clases en un gimnasio que lleva el nombre del citado sempai, el mismo año, participa en el Torneo Internacional de San Isidro (categoría única) de Madrid y se proclama campeón, desde entonces, durante cuarenta años fue director técnico del Gimnasio Takeda de Oviedo y se dedica a la enseñanza de judo en clubes y centros escolares, dirige innumerables cursos técnicos en toda la geografía nacional y organiza grandes exhibiciones y torneos de nivel nacional e internacional. Profesor numerario de la Escuela Federativa Nacional, de la que
es miembro honorífico, diplomado por la f Española como “maestro de alto rango”, autor de varios libros y textos oficiales de la Real Federación Española de Judo editados por la propia federación y por el Comité Olímpico Español. Ocupó el cargo de Asesor Técnico de la Federación Asturiana y también trabajó como seleccionador nacional junior (1987-1989), seleccionador preolímpico, miembro del comité nacional de kata, etc. En 2006 recibe el Premio Deportivo “Ciudad de Oviedo”. Es maestro-entrenador nacional, árbitro nacional, profesor numerario de judo de pie, de suelo y de kata y ostenta el rango de 8º dan.
Cocina Japonesa Capítulo 2.
3 barriles de sake forrados de paja
El Sake (Vino de arroz), Ocha (Té verde), Shô-yu (Salsa de Soja) Estos tres elementos son parte cotidiana y preferente en la alimentación de los japoneses.
Sake BEBIDA ALCOHÓLICA DE GRADUACIÓN MEDIA (14º – 16 º) La elaboración del sake constituye un proceso bastante complicado. En primer lugar hay que seleccionar cuidadosamente el arroz para después pulirlo. El pulido es un proceso muy variable pues depende del tipo de sake que se vaya a producir. Para la elaboración del sake de mayor calidad (ginjôshu) sólo se aprovecha el 30% del grano, mientras que en el de menor calidad sólo se descarta el 30%.
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Una vez pulido, el arroz se lava y se empapa durante un breve periodo de tiempo antes de cocerlo al vapor. Parte de ese arroz se separa del resto para usarlo de matriz para el crecimiento del hongo Aspergillus oryzae que, junto a una cantidad determinada de levadura, provoca la fermentación al mezclar el hongo con el arroz cocido restante. Este proceso dura unos tres meses, tras el cuál se obtiene el sake, que se pasteuriza a 60º C y se alma-
cena en tanques para que madure durante varios meses más hasta su embotellado. Existen muchos tipos de sake, desde muy seco hasta dulce pasando por una amplia gama de calidades y sabores. Y también existen tipos de sake específicos para su consumo en frío o caliente. El sake ha sido y es la bebida más popular y tradicional en Japón, y se encuentra presente en la mayoría de comidas y ceremonias sociales de los japoneses.
Ocha (Té verde) BEDIDA DE TONOS VERDES Y SABOR A HOJA VERDE DEL TÉ.
La primera referencia al té en Japón data del año 815, cuando esta bebida se le sirvió al Emperador. Éste era té en polvo y no fue hasta finales del siglo XVI cuando el té en hoja comenzó a importarse desde China. Por su facilidad de preparación y coste, el té de hoja se hizo más popular. El té en polvo, debido a su alto grado de ca-
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Entrada de una bodeca de Nada, Kobe
feína, era especialmente apreciado por los monjes budistas, sobre todo de la escuela Zen, para el largo periodo de meditación y se institucionalizó más tarde como la bebida propia de la ceremonia del té. La principal diferencia entre el Ocha y el té que se bebe en Occidente estriba en que el primero no se somete a procesos de fermentación y se sirve en hojas verdes secas. Las regiones de Kyoto, Uji y Shizuoka son grandes productoras de té de gran calidad y aportan cantidades suficientes para atender la gran demanda de consumo de este producto, que suele tomarse a cualquier hora del día. Dentro de una extensísima gama de calidades, se dice que hay uno para cada ocasión: para el día a día, para agasajar a un invitado o para celebrar una reunión alegre, como las bodas.
Shô-yu (Salsa de soja) SALSA DE COLOR NEGRO Y SABOR SALADO, OMNIPRESENTE EN LAS COCINAS Y MESAS JAPONESAS.
Estado de fermentación
En un principio el condimento básico en Japón era el uo-sô-yu, un líquido salado hecho de pescado podrido. El Budismo, introducido en Japón a través de China, trajo consigo el vegetarianismo y otros alimentos basados en la soja. El tofu, el miso y la salsa de soja proceden, pues, de China. Los japoneses desarrollaron una salsa de soja incomparable a otras y actualmente constituye el aderezo básico de su gastronomía. La elaboración tradicional supone una mezcla de granos de trigo y granos de soja, sometidos a fermentación y salazón, que se almacenan para su maduración durante dos años en cubas de madera de cedro. Tras un proceso de prensa, se obtienen dos productos: aceite y salsa. Esta última se pasteuriza y se embotella, quedando así lista para su consumo. Hoy en día, este proceso tradicional ha quedado en desuso, siendo sustituido por otros más acelerados que evidentemente redundan en su calidad final. Esta salsa es imprescindible como condimento en mayoría de platos de la cocina japonesa. Por supuesto existen muchos tipos de calidades, determinadas por la materia prima, el tiempo en proceso de elaboración o el grado de sal.
33 Keichii Kakuta y Eduardo Jaménez Cádiz
Horihide (Kazuo Oguri) en 1972
Dia Cero Tatuaje
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Mi devoción por el tatuaje japonés es una cuestión de evolución, si quieres aspirar a hacer tatuajes de gran tamaño y de un nivel superior, tarde o temprano vas a tener que enfrentarte al hecho de que es el estilo definitivo. Lo difícil es iniciarse, a la barrera de no saber japonés hay que sumarle el hermetismo en muchas cuestiones técnicas, de diseño o materiales, que los japoneses se han preocupado en preservar. Además existen multitud de reglas para cada uno de estos aspectos, también celosamente guardadas, lo que lo hace todavía más interesante. Todo tiene un porqué, de ahí la importancia del estudio del tatuaje tradicional, sus raíces, autores influyentes y desarrollo. Para este primer artículo iba a centrarme en esas raíces, pero antes creo que sería interesante saber cómo llegó a Occidente el tatuaje japonés pues debido a su cercanía en el tiempo se trata de un hecho bien documentado. Por supuesto, siempre ha habido tatuajes de estilo japonés dando vueltas por el mundo, marinos, viajeros, yakuza, bomberos y carpinteros eran los gremios más proclives al tatuaje en Japón. Pero vamos a centrarnos en el primer tatuador occidental que fue a trabajar y a aprender in situ, para luego volver y propagar este estilo, ya que la demanda, por aquel en-
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Algunas obras del maestro Horihide
tonces, era grande. Estamos hablando de Ed Hardy, natural del sur de California (1945), y la mayor leyenda viva del tatuaje. Desde muy joven demostró un talento artístico enorme y un interés inusual por el arte del tatuaje que le hicieron renunciar ya de mayor a una carrera como artista “convencional” para centrarse en su gran pasión. (Para un exhaustivo recorrido por su vida y su obra hasta 1999, su libro Tattooing the Invisible Man). Ed, junto con Mike Malone, había trabajado con Sailor Jerry en Honolulu. Jerry, siempre adelantado a su tiempo, llevaba años manteniendo correspondencia con varios maestros japoneses que había conocido en sus viajes como marino por el Pacífico Sur. Uno de ellos era Horihide (Kazuo Oguri), de Gifu, una pequeña ciudad al oeste de Japón. Jerry presentó por carta a Ed Hardy y convenció a Horihide para que se entrevistara con Ed en Honolulu, convencido de que el california-
no sería el hombre ideal para introducir el tatuaje japonés en Occidente. Todo un halago teniendo en cuenta el carácter rudo de Jerry. En diciembre de 1972, Hardy llegó a Honolulu para conocer a Horihide y tatuarse con él por el método tradicional Tebori, nunca antes usado en Occidente. Durante esa visita, Hardy fue invitado a trabajar en el estudio de Oguri. El sueño de ser el primer occidental en sumergirse en el tatuaje japonés estaba a punto de cumplirse. En enero de 1973, Ed y su esposa volaron a Gifu. Horihide le dio a Ed un nombre de tatuador, el elegido fue Horionami (Tatuador/Gran Ola) debido a la afición que Hardy tenía por el surf y a una historia del libro de Paul Rep Carne Zen/Huesos Zen. Hardy empezó su aprendizaje tatuando a carpinteros, bomberos y sobre todo yakuza.
Ed Hardy en su estancia en Japón a principios de los años 70.
Horihide era una fuente inagotable de conocimiento, muy dedicado y serio en su trabajo, pero también estaba deslumbrado por la forma de vida de los gánsters locales, así que el estudio, a pesar de todo el conocimiento que encerraba y de la buena intención del maestro al revelar tantos secretos guardados durante siglos, distaba mucho del ambiente armonioso que Hardy imaginaba para poder absorber los preceptos de un arte ancestral. Al poco de llegar a Japón, Hardy recibió una llamada de Malone que le comunicaba la noticia de la muerte de Sailor Jerry. Mike Malone se había trasladado a Hawaii para encargarse de su estudio. El hombre que introdujo muchos de los avances técnicos que aún hoy se siguen utilizando (diseñó un sin fin de máquinas que nadie ha podido superar e introdujo colores como el violeta, nunca usados antes…) y que elevó el tatuaje a categoría de arte, se había ido para siempre.
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Después de 5 meses en Japón, la situación se volvió difícil. La mujer de Hardy, Francesca Pasalaqua, debido a sus hábitos de mujer liberada occidental, era considerada una mala influencia para todas las mujeres del pueblo. Por otra parte, el resto de la gente con la que trataban Hardy y Francesca eran yakuza, que estaban más interesados en el diseño del último Ford Mustang o en el último modelo de revólver, que en la discusión sobre el Ukiyo-e o las viejas historias del Kabuki. Según palabras del propio Ed, ya había absorbido todo el conocimiento posible y de alguna manera también había encontrado su zen al darse cuenta de que el conocimiento era importante, pero lo que le había hecho subir ese escalón era haberse encontrado a sí mismo en aquel viaje. Hardy y Francesca volvieron a Estados Unidos y abrieron el mítico “Realistic Tattoo” en Van Ness, San Francisco, el primer estudio del mundo únicamente dedicado a ofrecer un diseño exclusivo basado en la idea que cada cliente quería de su tatuaje, y enfocado, en principio, en el tatuaje japonés. La respuesta fue espectacular, gente de todo el mundo, muchos de ellos tatuadores, volaban a San Francisco para conocer en persona al único tatuador que podía hablar de primera mano sobre el tatuaje japonés, y volvían a sus países con un bagaje de conocimiento inédito, además del excelente trabajo de Ed, que no sólo trajo esa parte del tatuaje a Occidente, sino que a la vez, sentó las bases de cómo debía ser el estudio y el proceso de trabajo de un tatuador serio, modelo que influyó en muchos artistas posteriores, y que aún hoy es aplicado por muchos tatuadores para sus estudios, incluido el mío… y era 1973. Yori
Sailor Jerry
Mike Malone
ANEXO: ED HARDY: www.tatoocitysf.com
HORIHIDE: GIFU HORIHIDE Editorial KEIBUNSA-vol.1y2. MIKE MALONE www.myspace.com/rollobanks SAILOR JERRY www.sailorjerry.com YORI www.myspace.com/onlytattoo
Ed Hardy
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He Conocido Cien Lunas de Agosto. CapĂtulo II
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Agenda Cultural 19 al 23 de Febrero IV JORNADAS DE COCINA JAPONESA Restaurante Labra. Santa Ana de Abul 11 - Oviedo (invitación a coctail a los a los “Amigos de Japón“)
25 al 29 de Febrero SEMANA CULTURAL DE JAPÓN Centro Municipal Puertas de Castilla - Murcia
31 de Marzo al 3 de Abril II JORNADAS DE CULTURA JAPONESA Universidad de Oviedo Campus de Humanidades El Milán, Oviedo Salón de Actos de la Biblioteca Lunes 31 de marzo de 2008 12:00 H Exposición de fotografías de Aikido en el espacio central del Aulario. 12:00 H Conferencia inaugural por el Sr. Yokobayashi, Agregado Cultural de la Embajada del Japón en España. 17:00 H Conferencia por Don Jorge Uría (Profesor titular de la Universidad de Oviedo): “Edad Contemporánea japonesa: Industrialización en la era Meiji” 18:00 H Comunicaciones sobre la Historia Contemporánea de Japón: Ramón Vega (estudiante del 2º ciclo, Historia del Arte) y Julio Cesar Iglesias (Estudiante del 3º ciclo, Historia). Martes 1 de abril de 2008 17:00 H Conferencia por Doña Yayoi Kawamura (Profesora titular de la Universidad de Oviedo): “Cultura Namban: fusión de Occidente y Oriente” 18:00 H Comunicación sobre la Historia Moderna en Japón por Javier López Espinoso (estudiante del 2º ciclo, Historia) 18:30 H Conferencia: “Sumo; lucha de los dioses” por Don Eduardo de Paz (Profesor de Sumo) Miércoles 2 de abril de 2008 17:00 H Ciclo de cine japonés. La película Millennium actress, con comentario de Cristian Franco (estudiante del 3º ciclo, Historia del Arte) 19:00 H Conferencia/exhibición de “Aikido: el Arte de la Paz” por Don Manuel Infiesta Saborit (Maestro 5º dan; entrenador nacional), y sus colaboradores. Jueves 3 de abril de 2008 12:30 H Conferencia por Don Etsuro Sotoo (Escultor de la Sagrada Familia de Barcelona, Catedrático visitante de la Universidad de Kyushu) 17:00 H Conferencia: “Espacio Tradicional de Japón” por Asunción Herrera (Profesora titular de la Universidad de Oviedo) 18:00 H Conferencia/exposición de Ikebana por Doña Sadako Komatsu (Presidenta Internacional de Ikebana), con la entrevista de Doña Regina Buitrago (Periodista de Radio Vetusta y de la Voz de Asturias). 18:20: Cocina japonesa 20:00 Convocatoria abierta
14 al 16 de Abril IX CONGRESO ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS JAPONESES EN ESPAÑA Salón de Actos Biblioteca María Moliner, Universidad de Zaragoza
Publicidad Enseñanza de Idioma Japonés
Librerías
Librería Anticuaria: Compra-venta de bibliotecas y archivos. Venta en Internet con 28000 libros www.anticuario.net valdes@anticuario.net
Restaurantes y Bares
Cocina Japonesa Carretera AS - 258 km 14 33534 Fuentes, Piloña, Asturias (solo reservas)
686 376 805 676 646 516 edukei@inicia.es
Centros Deportivos y de Artes Marciales
LUGAR: Palacio de los Deportes de Oviedo c/Río Caudal s/n HORARIO: Martes de 20 a 21:30 h. Miércoles y Viernes de 21:00 a 22:30 h. CONTACTO: Gerardo Fidalgo Vázquez gerardofidalgo@ hotmail.com WEB: www.kendo-oviedo.com
Centros de Formación
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